Libro del Druida - Septiembre 2021

[Khufu]

Los campos abiertos para un aprendizaje como esté de pronto a nada parecen no ser suficientes para el guerrero. No menosprecia la naturaleza que florece nativa en el Uagadou, pero para estas alturas, este nivel, esta magia, no se consideran justas. La diferencia es que hoy tiene a dos aprendices para colaborar en este vínculo y Khufu tiene toda la disposición de guiarlos para que lo consigan, la única traba serán sus cabezas duras y lo poco o nada que sus capacidades de comprensión los lleve a entender la verdadera afinidad de los poderes que se otorgan con esta magia.

El Druida, bajo el criterio de Khufu, es una de las magias más gentiles hacia con el usuario de la magia que la emplea. A partir de este momento los poderes de los libros uzza se vuelven complejos no tanto en capacidad de hacer daño al oponente, sino más bien, en el modo en el que el mago o bruja aprende y comprende cuál es la función de cada uno de estos hechizos o amuletos que tras el vínculo se adquiere. Entenderá entonces que hay una relación con las enseñanzas del pasado y la habrá con las del futuro. Si lo consiguiera, el resto del camino podría ser un poco menos difícil.

Los vínculos con la magia del druida no se forjan solo de fortaleza o sacrificio, si no de un entendimiento mayor y hasta cierto punto comprensión de estos poderes.

-No deben tardar en llegar mis aprendices mi querida- la cadena que cuelga pesada sobre sus hombros trastabilló ante la última corriente de aire fresco que es devorada por la humedad de las selvas de Uganda. -Esta vez será mejor- aseguró dándole finalmente la espalda al palacio que se alza sobre las montañas de la Luna. La selva no es uno de los lugares favoritos de Khufu, no desde los últimos casi cincuenta años, pero no es como si fueran a quedarse ahí para siempre.

 

@ Cillian Ryddleturn  @ Alyssa Black Triviani
 

Editado 3 de Septiembre del 2021 por Valkyria Karkarov

[Alyssa Black Triviani]

Había comprado el Libro del Druida hace más de un año atrás, pero debido a sus responsabilidades laborales en Italia no había podido tomar la clase correspondiente en su momento. Sin embargo, ahora que había regresado estaba ansiosa por retomarlo, necesitaba seguir sumando a su educación y poder mágico si es que quería conservar una posición influyente en la comunidad. La carta llegó por la mañana del 4to día de Septiembre, así fue como se enteró que ahora los Guerreros Uzza se habían mudado a la Escuela Mágica Africana, Uagadou, y que sería allí donde se llevaría a cabo la clase. 

Alyssa tomó su capa de viaje y se la echó sobre los hombros, con la nota aún atrapada en su puño izquierdo la Triviani partió rumbo a las lejanas tierras de Uganda. Al llegar la humedad le impactó con la fuerza de un ciclón, no estaba acostumbrada a este tipo de clima en lo absoluto y su cuerpo comenzó a revelarse casi de inmediato. Con una floritura de su varita cambió sus vestimentas por unas calzas ligeras y una pechera a juego, su cabellera borgoña recogida en una cola alta y sus pies enfundados en un par de botas de trabajo.

Se presentó ante un palacio que se alza sobre las montañas de la Luna, la selva espesa crecía a su alrededor ofreciéndole un paisaje que le resultaba completamente extraño. Allí se detuvo en seco en cuanto vio la solitaria figura de su instructor, el Guerrero Uzza Khufu. Alyssa se inclinó ligeramente hacia adelante bajando la cabeza, un claro gesto de respeto y saludo para su maestro.

- Maestro Khufu – saludó la Triviani – Mi nombre es Alyssa Black Triviani, tengo el privilegio de ser su alumna en esta clase. 

[Cillian Haughton]

Una vez más.

Cillian no había conseguido crear un vinculo con aquel libro, le costaba bastante aprender los poderes y habilidades que este tenía para brindarle. Pero había decidido intentarlo una vez más, necesitaba seguir avanzando así que apareció justo en el lugar se se le había indicado, en algún punto de la luna. Ante él había un palacio, pero contrario a lo que él hubiera esperado se encontraban en medio de una selva.

— ¿Me recuerdas, Khufu?

Estaba seguro de que no era así, los Uzza los creían seres insignificantes así que lo más seguro es que se hubiera olvidado de Cillian apenas terminar su anterior prueba. Para el momento en que llegó, Alyssa ya se encontraba en el lugar, Cillian había tenido pocas interacciones con ella y la realidad es que nunca habían cruzado palabra alguna así que este simplemente se limito a saludarla.

— ¿Qué tiene preparado en esta ocasión para nosotros? —Si bien las ideas de Cillian estaban un poco más ordenadas en aquella ocasión, seguía siendo la misma persona—. Espero que sea algo sencillo, sabes que no soy bastante bueno con esto de crear un vinculo con sus libros, pero quiero intentarlo. 

[Khufu]

La llegada uno a uno de los aprendices orilló a Khufu a despejar su mente de cualquier sentimiento que ofuscara su actual encomienda. Guiar la enseñanza de estas dos personas es su prioridad ahora, aunque muy probablemente termine encontrando este deber cómo una pérdida de tiempo. No obstante, si se es honesto consigo mismo, a diferencia de otras veces hoy el longevo guerrero encuentra un grado de interés en el par de magos delante de él, ambos con una particularidad en cuanto a su historial con la hechicería Uzza, ponerlos a prueba en esta ocasión podría llevarlo a un nuevo descubrimiento, una actualización en cuanto al razonamiento que tiene de los aspirantes a esta magia.

Por un lado tenía a Alyssa Triviani, mucho más elocuente en apariencia a diferencia de los otros que se han cruzado por aquí. Aunque éste encuentro es aún demasiado joven para asegurarlo, ha pasado tiempo desde su última prueba y retomar un libro avanzado como lo era el Druida podría no resultarle familiar. Del otro lado estaba Cillian Ryddleturn, hay muchas ideas que pasan por su mente cuando el muchacho se presenta ante él con ese cuestionamiento por demás insulso. Finalmente las observaciones de Khufu de su enseñanza pasada con él se habían reducido a un resumen de dos líneas redactando sus fallos en la prueba final para forjar su vínculo. 

-Sobrevivir a Gahiji no es una cosa que muchos puedan contar con tanta frescura. Podría gustarme tu perseverancia, joven Ryddleturn, ojalá te sea útil para conseguir el entendimiento de esta magia- esto es lo más cerca que puede estar de ofrecer un cumplido por los intentos, aunque fallidos, constantes del brujo, de algún modo revelaban compromiso en él, otra virtud que aparentemente el mismo Cillian no es capaz de ver en sí mismo. -Pero abre bien los ojos, escucha bien mis palabras, también usted señora Triviani, para que comprendan de esta magia su función y utilidad-, había llegado el tiempo de comenzar las lecciones del libro.

El hechicero se movió por el campo, rodeando a los aprendices, con  fríos y plateados ojos fijos en ellos parecía una criatura que en cualquier momento lanzará sobre ellos algún ataque inesperado.

-Hablemos primero de los objetos y amuletos mágicos que tras la obtención del vínculo con este libro de hechizos se otorgan- señaló en su diestra su propio anillo de salvaguarda, -El anillo salvaguarda contra miradas indiscretas, cómo bien lo dice su nombre, les servirá para protegerte contra miradas indiscretas. Al activarlo así, se garantiza la privacidad del portador en un radio de cincuenta metros cuadrados- explicó. Por un momento su mirada se detuvo en Cillian, esperando algún comentario sobrado sobre repetir la información "que ya conocen”. Esta vez señaló el colgante que se enreda con su cadena en el pecho -El amuleto contra defensas carcelarias proporciona inmunidad contra cualquier jaula, cárcel, prisión. Su uso consume mucha energía, por lo que no es fácil de reponer su poder mágico. Una vez usado, se debe esperar una luna completa antes de que pueda volver a emplear de su magia- citó de los textos del libro.

La pausa reflexiva acompañó a Khufu con una casi media sonrisa. ¿Qué tanto ha mejorado la memoria de Cillian? Quizá Alyssa pudiera ayudarlo con esto.

-Sea condescendiente con su compañera, Ryddleturn, explica y expón en qué consiste el polen de lirios de fuego, sea muy visual, haga uso de ello si es necesario, o mejor aun, ponga a prueba la capacidad de Triviani con esta magia- su atención voló rápidamente de un aprendiz a otro. -Alyssa, dijo que ese era su nombre, ¿verdad? Ilústranos, da la explicación del Haz de la noche, si pudiera demostrarle a Cillian cómo ejecutar correctamente el encantamiento sería mucho mejor.

[Cillian Haughton]

Tembló.

Aún cuando intentaba mostrarse confiado, lo cierto es que Cillian temía de Khufu. A él y a todos los suyos, pero también sabía que tenía que acudir a ellos si quería ser más poderoso. Al contrario que la última vez, en la que no tenía nada ni a nadie que perder, ahora sí tenía razón para desear volverse más poderoso. 

Khufu no tenía aprecio alguno por Cillian eso quedaba más que claro con el tono de voz con el que se dirigía a este, pero lo cierto es que éste no estaba ahí para agradar al Guerrero Uzza. Cillian observó su alrededor por última vez antes de que Khufu comenzara a hablar. ¿Cómo era posible que todo aquello estuviera en la luna? ¿Acaso era solo una ilusión? No había una explicación lógica aunque lo cierto era que hasta hacía algunos meses la magia era también algo ilógico para muchos en el mundo. 

Escuchó atentamente a las palabras del Guerro Uzza o por lo menos eso pretendió hacer ya que aunque era obvio que algo sobre el libro no le estaba quedando claro, Cillian conocía ya toda aquella información. Polen de Lirios de Fuego, Cillian creía tener la respuesta sobre aquello.

— Si no he entendido mal, el Polen de Lirios de Fuego confiere inmunidad a quien contra casi cualquier tipo de fuego, salvo el Fuego Compacto. 

Se adelantó un par de pasos y se situó frente a Alyssa a quién si bien habían dado una tarea diferente a la de Cillian, este necesitaba de su ayuda para la práctica que se le había ordenado. Extrajo su varita de uno de sus bolsillos y se puso en posición de ataque, aunque sabía que aquello no era necesario de momento — Ignea — murmuró, logrando invocar a una lluvia de polen de fuego que roció cada parte de su cuerpo, confiriéndole casi total inmunidad contra el fuego.

— ¿Qué te parece si lanzas Incendio contra mi para demostrar los efectos del polen, Alyssa?

@ Alyssa Black Triviani

[Alyssa Black Triviani]

Alyssa observaba con atención a su maestro, era la primera vez que tomaba clases con él y, de todos modos, los Guerreros Uzza siempre le habían fascinado. En ese momento aquel quien sería su compañero de clase se presentó ante el guerrero, la Triviani sabía perfectamente de quien se trataba puesto que le había visto en numerosas ocasiones últimamente, siempre en la compañía de su amigo Ludwig. Le devolvió el silencioso saludo para luego centrar su atención de vuelta en Khufu, quien ahora se dirigía a ellos comenzando así la lección que los guiaría por los misteriosos conocimientos del Libro del Druida. 

Escuchó con atención mientras que el Uzza les explicaba sobre el anillo y el amuleto que venían junto a los poderes que ofrecía este libro, ambos sumamente prácticos y útiles, Alyssa no pudo contener una mirada de anhelo por los mismos. A continuación, Khufu les pedía que hicieran una demostración de alguno de los hechizos que ganarían en esta clase, a lo que la Triviani respondió con sorpresa y aprensión en sus grandes ojos azules. Sabía la teoría puesto que ya había leído el libro en múltiples oportunidades, pero jamás había atentado llevar a cabo magia tan avanzada y ahora le llenaba de ansiedad tener que probarlo por primera vez frente al Uzza.

Alyssa se giró para encarar a Cillian y le miró con aprensión, casi como si quisiera comunicar de esta forma que no era su deseo hacerle daño. Aún así alzó su varita dispuesta a llevar a cabo lo que el Ryddleturn le pedía, y si había duda en sus pensamientos no permitiría que se mostrase en sus acciones. 

- Incendio – exclamó la Black apuntando a su compañero.

De la punta de su varita emano una llamarada de fuego que engolfó a Cillian por un largo minuto antes de disiparse y, para su grata sorpresa, el mago parecía no haberse inmutado en lo más mínimo. Por supuesto sabía perfectamente porqué es que su hechizo no había hecho ningún efecto en el Ryddleturn, pero aun así conocer la teoría no hacía que verlo en acción fuera menos impresionante. Se giró entonces para encarar a su maestro y responder a su pregunta. 

- El Haz de la Noche o “Fulgura Nox”, hace alusión al poder que permite a un mago o bruja abrir portales cuyo tamaño dependerá del nivel mágico de su invocador. A través de estos portales se puede ir de un lugar a otro, en cualquier parte del mundo, en tan solo un instante. Se dice que, combinando este poder con ciertos conocimientos, podría incluso abrir portales al futuro, pasado o incluso al inframundo. 

A continuación, cerrando los ojos y sumiéndose en profunda concentración, Alyssa pensó en el Haz de la Noche al tiempo en que zanjaba el aire frente a ella con un rápido movimiento de su varita. Frente a ella se formó una línea negra que, poco a poco, fue expandiéndose hasta transformarse en un círculo; del otro lado del mismo podía verse un paisaje completamente distinto al lugar donde se encontraban, otra parte del mundo lejos de su ubicación actual. 

 

@ Cillian Ryddleturn  @ Khufu

[Khufu]

En silencio y atento a cada movimiento el guerrero observó y escuchó las explicaciones del par de magos. 

Asintió apenas, apremiando la sagacidad de Cillian al comprender que si bien el objeto del polen de lirios de fuego se trata solo de un frasco con forma de colgante, este podría agotarse si se usa muy seguidamente, no obstante, Ígnea correspondía al equivalente de esto, aunque en forma de hechizo. Lo que se resumía, además de lo explicado por el Ryddleturn, a que el objeto en el frasco podrá utilizarse para elaborar vestimentas resistentes al fuego y como ingrediente para crear una pomada que permita que las manos se adhieran a cualquier superficie. En cuanto a Ignea, que también deriva de este polen, funcionaba más bien en una batalla contra cualquier fuerza incendiaria a la cual tuviesen que enfrentarse.

-No olviden solamente que Ígnea es un hechizo de tipo verbal, una invocación de este polvillo para ser exactos, por lo que deben ser bastante astutos para que el hechizo no se les sea silenciado o intercalado, sea cual sea el caso- añadió a la explicación de Cillian, justo antes de que el muchacho se vea envuelto en una llamarada proveniente de la varita de Alyssa, y aunque el mago resultó ileso, por un momento, Khufu hubiera querido ofrecerse a lanzar el incendio.

Luego fue el turno de Triviani en exponer.

-El haz de la noche es muy útil para salir de una batalla- el Uzza caminó alrededor del portal creado por la bruja, sus pálidos ojos le observaban detenidamente cómo si esperase que algo malo ocurriese de pronto. -Pero sea cual sea el motivo de su salida, es necesario esperar el tiempo suficiente para poder invocar este poder (después de tres turnos en un duelo/batalla/redada o asalto), es posible hacerlo estando mal herido, pero si es una herida de gravedad y no hay una curación previa es muy posible que mueran tras haber cruzado- finalmente se animó y uno de sus brazos cruzó el portal, cual fuera el lugar el otro extremo se sentía muy diferente a la húmeda selva a su alrededor. 

Lentamente regresó su mano, intacta y asintió una sola vez a Alissa, aunque era aún muy estrecha su invocación resultó casi impecable.

-Así es cómo funciona el Haz de la noche de acuerdo con la sección de poderes que encuentran en los textos del libro del equilibrio- Khufu pensó en haz de la noche luego de que la invocación de Alyssa desapareciera y abrió un portal diferente que los conducía hasta una habitación de roca solida, sellada por donde le viese, tal parecía que la única forma de acceder a ella era utilizando una aparición o, en este caso, un portal. -Después de ustedes- hizo una seña para que ambos ingresaran de una vez.

El lugar del otro lado quedó nuevamente sellado tras cerrar el portal. Es un lugar seco, áspero por la tierra y arena suelta desde sus muros hasta el suelo, con iluminación suficiente para contemplar sobre ellos los jeroglíficos tallados. De pronto uno de los muros de piedra amarillenta se desplaza dejando ver una pista larga, un camino que lleva hasta lo que a distancia parece ser una cámara más grande, un santuario tal vez. Este largo trecho, se dividía en tres partes y representaban cada uno de los obstáculos que deben afrontar antes de continuar.

El primer trecho consiste en una serie de trampas sobre los muros, las baldosas sueltas en el suelo eran los interruptores que activan dichas trampas de donde emanaba llamaradas de todas direcciones si es que se daba un paso equivocado. El segundo tramo es una cámara de grueso cristal, ambos magos quedarían atrapados en este espacio que eventualmente comienza a reducirse, aplastandolos. Por si no fuera suficiente, la temperatura ahí dentro es muy alta y el oxígeno se agota entre más tiempo permanezcan dentro. La última parte es la más simple, lo más peligroso ahí son los capullos de planta enraizados en los muros y la cubierta, ante el ruido estos expulsan un gas tóxico que entra por los poros de la piel y rápidamente ensordece y ciega a la víctima. 

-El cantar del eléboro es por lo tanto un hechizo del tipo efecto, verbal. Es capaz de protegerlos contra cualquier ataque que afecte alguno de sus cinco sentidos, aunque si ya se encuentran afectados, el cantar del eléboro puede igualmente restituir el sentido perdido, ya sea vista, tacto, gusto, olfato u oído- explicó luego de dejarlos contemplar el camino delante de ellos. -Creo que es evidente que ha llegado el momento de poner a prueba todo esto que saben ahora- con un ademán apuró a los aprendices. -Cuando logren cruzar este camino llegarán al santuario de Abidos, rellenen sus frascos con el polen de los lirios de fuego que se encuentran ahí cultivados y salgan abriendo un portal, individualmente, de regreso a las montañas de la luna. Nos veremos de nuevo en los patios del Uagadou.

Después de esa última instrucción el guerrero simplemente desapareció.
 

[Cillian Haughton]

La humedad del lugar comenzó a pasar factura al cabello de Cillian un par de minutos después de llegar y comenzaba a sentirse irritado aunque mantuvo su molestia en silencio ya que sabía bien que a Khufu no le gustaban aquel tipo de trivialidades. Continuó entonces prestando atención a las palabras del Guerrero Uzza, que sí bien conocía los detalles escritos en el libro, la intervención de el guerrero en el proceso de vinculación era realmente de ayuda ya que brindaba detalles que daban un poco más de claridad sobre los poderes del libro.

¿Por qué no se había permitido entender todo aquello antes? ¿Por qué había siempre tomado una actitud tan "despreocupada" ante la ayuda que le estaba brindando aquel Khufu? Sí, quizá aquello lo hacían porque estaban obligados de alguna forma, pero aún así estaban ahí poniendo de todo su esfuerzo aunque no estuvieran del todo de acuerdo con tener que hacerlo. Cillian presto atención a cada una de las palabras del Guerrero Uzza y también al cómo su compañera invocaba aquel portal utilizando otro de los poderes brindados por el libro.

¿Y ahora qué? Khufu abrió un portal frente a ellos y aunque Cillian no entendía la razón, aquello nunca había sucedido en una de sus clases anteriores, siguió la indicación del mismo. Solo para encontrarse con un lugar completamente diferente al que se encontraban solo un momento antes. - ¿Qué se supone...?

No tuvo tiempo de terminar su pregunta ya que justo en aquel momento el Guerrero Uzza comenzó a hablar dando una breve pero certera explicación sobre lo que les hacía falta saber como libro así como lo que tenían que hacer a continuación. Observó bien lo que tenía frente así, no sería algo fácil pero con ayuda de lo aprendido seguro que lo superaban de una forma u otra.

- Supongo que no es una carrera, pero creo que lo mejor es hacerlo lo más pronto posible. ¿Te parece si voy por delante? - comentó Cillian a Alyssa un segundo después de Khufu desapareciera y comenzó con la prueba.

A simple vista el primer trecho no parecía bastante complicado, solo bastaría con cruzarlo sin más, pero lo cierto es que Cillian no sabía que tan equivocado estaba ya que solo al dar un paso en falso pudo sentir como el piso comenzaba hundirse bajo su pie y de haber sido un tanto más lento, quizá hubiera terminado muerto en aquel tramo, pero por suerte aún mantenía su varita en mano y murmuró - Ígnea - una vez más, logrando que una lluvia de polen de lirios de fuego lo cubriera por completo, dándole inmunidad casi cualquier tipo de fuego, lo cual permitió que terminara aquel tramo de forma segura. 

Suspiró, aquello no sería algo fácil, lo bueno es que por lo menos Alyssa sabía a que atenerse así que no tendría más que imitar a Cillian para lograr cruzar aquel primer trecho de la prueba. Cillian se detuvo poco antes de llegar al segundo trecho, no quería dejar a Alyssa detrás del todo. ¿No se suponía que estaban ahí para aprender? Sí, lo estaban, lo cual quería decir que aquello no era una competencia. Por lo tanto, salvo la indicación de abrir un portal cada uno para su regreso, todo lo demás podían superarlo juntos.

@ Alyssa Black Triviani

[Alyssa Black Triviani]

Khufu circundó el portal que la Triviani había abierto, observándolo con atención hasta finalmente, con cierta reticencia, introducir una mano en el mismo y asentir satisfecho ante el desempeño de su alumna. A continuación, el Guerrero les ofreció más información sobre los hechizos que acababan de realizar, brindándoles prácticos detalles que no aparecían en los libros. Alyssa asintió escuchándole con atención, siguiendo al maestro con la mirada mientras que éste abría un nuevo portal más amplio y firme que el que la Black había creado previamente. 

La bruja atravesó el portal sin hesitar, del otro lado se encontró en una habitación de piedra con poca iluminación, pero suficiente para descifrar los jeroglíficos que se encontraban tallados en las paredes. Al instante Khufu y Cillian se encontraban con ella, el guerrero cerró el portal dejándolos dentro de aquel lugar que no parecía tener ninguna salida. Ni bien este pensamiento cruzó su mente que una de las paredes se deslizó para revelar un largo pasillo, al final del mismo se podía ver una cámara amplia y ligeramente iluminada. 

Khufu procedió a explicarnos sobre los retos que deberíamos atravesar para llegar a la cámara al final del pasillo, obstáculos que nos permitirían poner en uso los poderes del Libro del Druida. La Triviani se giró para encarar a su compañero luego de que el guerrero hubiera desaparecido del lugar, ahora dependía de ellos completar la misión y sabía que deberían trabajar en equipo si es que querían atravesar aquel reto con éxito. 

- Si claro, yo te sigo de cerca – replicó la Black ante la pregunta del Ryddleturn.

Poco después fue claro cual era el primer peligro que debían afrontar, al pisar una baldosa suelta Cillian activó la trampa provocando una llamarada de fuego que salió por los costados. Por un momento pensó que su compañero quedaría reducido a cenizas, pero Cillian fue más rápido invocando casi al instante el hechizo de la lluvia de polen de los lirios de fuego. Alyssa le imitó murmurando – ignea – para protegerse a sí misma, con lo que continuó su avance siguiendo a su compañero a través del pasillo. Las llamaradas de fuego le obstruían la vista pero en su cuerpo no sentía nada del calor infernal que debería venir con las mismas, al cabo de unos pocos segundos se encontraron con una pared de cristal obstruyendo el camino. 

Guiada por su instinto la bruja alzó una mano para tocar la pared, descubriendo así que podía atravesarla sin problemas. Una vez del otro lado, tanto Cillian como Alyssa pronto descubrieron que se trataba de un cuadrado de cristal del cual no podían salir, el cual poco después comenzó a reducirse y la temperatura subió radicalmente a un punto casi intolerable. 

- Diablos – masculló la Black pensando rápido - ¡El amuleto contra defensas carcelarias! – exclamó recordando los objetos que había adquirido con el libro.

Sabía perfectamente que no podía hacer uso de los mismos fuera de esta clase, o al menos hasta vincularse con el libro, pero ya que en este caso se suponía debían aprender a usar los poderes del mismo no veía porqué no hacer uso del amuleto. Tomó el mismo, que colgaba de su cuello y se encontraba oculto bajo su ropa, y cerró los ojos mientras lo mantenía firmemente aferrado en su puño derecho. Avanzó concentrándose al máximo en el amuleto y su función, y al abrir los ojos descubrió con grata sorpresa que había logrado escapar del cuadrado de cristal y se encontraba de nuevo en el largo pasillo, aunque ahora ya en el trecho final del mismo. 

 

@ Cillian Ryddleturn

[Cillian Haughton]

Alyssa apreció detrás de él solo un minuto después, al igual que Cillian había utilizado Ignea para superar aquel primer trecho de aquella mazmorra, pero aún les quedaba un poco más de camino por delante. En esta ocasión, fue la chica quien tomó la delantera, descubriendo rápidamente en lo que consistía aquel segundo trecho. Al parecer aquella parte de la mazmorra los mantendría atrapados si no eran lo bastante rápidos para pensar en una solución, pero Cillian no necesito siquiera pensar en ello.

- ¿El amuleto contra qué? - Inquirió un tanto confundido, pero entonces lo recordó. Los amuletos que venían con el libro, aquellos libro se suponía se vendían completamente en blanco, pero aún así Cillian conocía su contenido. Y aquellos amuletos, aquellos amuletos simplemente parecían aparecer en su bolsillo en el momento en que acudía a la cita con el Guerrero Uzza. - Ese amuleto...

Cillian podía sentir como aquella caja de cristal comenzaba a hacerse cada vez más pequeña y el calor se volvía más y más fuerte así que imitó a Alyssa y tomó el Amuleto Contra las Defensas Carcelarias y se limitó a seguir avanzado hasta lograr salir de aquella pequeña prisión de cristal. ¿Y ahora qué? Cillian podía divisar lo que parecía ser el final de aquel lugar. Apenas salir del segundo trecho, Cillian se recostó sobre una de las paredes. 

Mala idea.

- ¿Qué? - Cillian pudo sentir que aquella pequeña acción estaba por costarle la vida ya que un extraño gas comenzó a rodearlo rápidamente y a su vez la acción también fue rápida ya que de un momento a otro había perdido por completo la vista y el oído. Si Alyssa trababa de comunicarse con él, lo hacía en vano y si él intentaba hacer lo mismo con ella, la misma historia. Aquella prueba tenían que superarla por separado. - Cantar de Eléboro - murmuró recordando las últimas palabras de Khufu y un segundo después recobro los sentidos perdidos y debido a su cercanía aquella pequeña vibración musical que surgía a raíz del hechizo también benefició a Alyssa. - Es hora de que salgamos de aquí.

Terminó el trecho faltante hasta llegar al Santuario que Khufu les había indicado e invocó un pequeño frasco, el cual relleno con polen de lirios de fuego ahí cultivados y acto seguido pensó Haz de la Noche invocando así un portal que que lo llevaría de nuevo a los montes de la Luna. - ¿Nos vemos del otro lado, Alyssa?

 

@ Alyssa Black Triviani