CROATOAN

[Rory Despard]

Lëna

Acostumbrados a la vida bohemia, tras la breve conmoción, la mayoría del grupo de artistas había vuelto a lo suyo y solo Lëna y otro par continuaban atentos a la llegada de los agentes del MACUSA. Aún si solo iba tratarse de una visita de rutina, la situación no agrada a la bruja.

El tiempo vivido en la ilegalidad ha mellado en demasía su percepción de las autoridades públicas.

Cuando finalmente tienen al frente a los agentes, a su modo, haciendo "shhhh " masivos que contengan carcajadas, la mayoría del grupo se queda en silencio. Lëna siente vergüenza ajena por el mal aspecto que pueden estar dando, aunque aparentemente por la expresión de los hombres del FBI, están más que acostumbrados a situaciones de ese tipo.

Dando un paso delante, es que se anima a ser la "interlocutora" de los demás.

— No sabíamos lo del incendio señor, quiero decir, nada más vinimos aquí para disfrutar un poco de la vista. Todos somos de otras regiones y países y la verdad que nos enamoró el encanto de este pequeño lugar. Quizá la única que se toma un poco más en serio la historia de aquí es la señorita Montpellier - Nasha, que estaba al lado de Lëna, con mucho alcohol encima pero sin que se le hubiera subido ni un poco del mismo a la cabeza, hizo una reverencia a modo de saludo a los agentes- y ella estará encantada de colaborarles ¿Cierto?

Sin mediar palabras, la joven morena solo se había limitado a asentir, pero Lëna se sintió nerviosa por la carga de malicia que sus ojos mostraban. La verdad era que, ni siquiera sabía que hacía esa mujer por el pueblo: El encuentro entre ambas había sido fortuito, en medio de la feria, pues había visto a la bruja de New Orleans en uno de los stand ofreciendo toda clase de "brebajes milagrosos" a muggles y magos que estuviesen dispuestos a pagar por ellos.

Lëna había percibido un tufillo de estafa en todo aquello, y tampoco tenía mucho dinero para gastar, pero varios de sus compañeros de la compañía de teatro habían quedado tan prendados de Montpellier que habían terminado invitándola a venir con ellos. Hasta ese momento, el asunto no le había resultado sospechoso, pues era usual esa clase de divertimentos, y todos habían bebido alegremente de más de una poción mientras escuchaban las muchas historias que la misteriosa morena conocía. 

Una de ellas era la que precisamente, ella estaba relatando a los agentes. 

— Hasta donde sé no es la primera vez que ocurren incendios inexplicables en este pueblo. Cuando los muggles comenzaron a instalarse, hubo todo un brote de incendios de lo objetos electrónicos que usaban : Televisores, radios, bombillas de luz, nada duraba y se prendían fuego al menor descuido. Por supuesto, el que se queme un objeto de pequeñas proporciones no se compara a que lo haga un establecimiento en el puerto, pero en ese entonces aunque se investigó el asunto quedó sin resolver. A lo mejor, y  estamos ante un extraño rebrote de lo mismo ¿No creen? Bien dicen que el tiempo no es lineal sino circular.

Lëna no creía en las coincidencias y estaba segura que, aunque Montpellier hubiese contado eso con un tono casual, casi anecdótico, algo mucho más turbio debía estar bajo la superficie del misterioso relato. 

[Syrius McGonagall]

Scott Wilkinson

Manteo, Roanoke Island, Carolina del Norte. 

 

Una bruja fue la que se adelantó e hizo de voz para todo el grupo y les explicó lo que el pelirrojo suponía, simplemente estaban allí para disfrutar de la noche y la semana prometedora que ofrecía la Isla de Roanoke. No sería el primer grupo de magos que se encontraran simplemente deambulando por el pueblo y los alrededores durante sus turnos. Al menos en aquella ocasión pudieron dialogar tranquilamente y no enfrentarse con un  montón de hechiceros alcoholizados y con gran exceso de personalidad y postura muy a la defensiva avivado por la bebida. 

 

Scott pudo ver las botellas junto a la hoguera pero no había nada ilegal en aquello, siempre y cuando recogieran todo de la playa cuando se fueran. Todo parecía resultar en una entrevista rutinaria hasta que una hermosa bruja morocha se adelantó al ser llamada por la primera chica. 

 

Su nombre era Natasha y su acento estaba especiado por el creole de Louisiana, muy similar al del novato John a su lado y al parecer parecía conocer un poco más sobre la reputación de la isla que sus compañeros. 

 

El texano tuvo que reconocer que no estaba al tanto de la historia sobre los incendios inexplicables de objetos tecnológicos nomajs pero conociendo los siniestros registros de aquel lugar no le resultaba difícil de creer. 

 

-Ojala que no sea así, señorita - sonrió Scott - lo que menos nos falta esta semana es una serie de objetos explotando porque sí - admitió esperando no tener que hacer frente a otro extraño problema durante su estancia en Roanoke. -Pero esta isla tiene una oscura reputación de sucesos inexplicables desde la desaparición de la primer colonia inglesa en territorio estadounidense hace más de cuatrocientos años y algunos de ellos resultaron mortales…. y… lamentablemente durante esta semana el número de casos paranormales se dispara exponencialmente - confirmó el mago mientras su compañero se giraba para mirar algo que se acercaba en el cielo sobre el pueblo. 

 

-Bueno, si necesitan un lugar donde hospedarse hay un agradable hostal para magos y brujas en las afueras del pueblo - recomendó Scott volviendo su atención al grupo de magos y a Catherine -Los dueños son una pareja muy simpática y siempre tienen espacio disponible, incluso durante las temporadas altas - 

 

John a su lado se apartó un poco del grupo y estiró su brazo para recibir a la pequeña figura que surcaba el cielo directo hacia donde ellos se encontraban. La pequeña lechuza se posó con elegancia sobre el antebrazo del mago y en una de sus patas llevaba atado un trozo enrollado de pergamino. 

 

Con dedos ágiles el novato desató la nota y desarrolló el pergamino para leer el mensaje. La lechuza una vez cumplida su misión partió silenciosamente hacia dónde había venido, Scott observó en silencio esperando saber de qué trataba todo en aquella ocasión, y no tuvo que hacerlo por mucho tiempo, al parecer el mensaje era escueto.

 

-La secta llegó a Old Plantation - anunció en alta voz su compañero - Y al parecer sin ningún problema, de Nueva Orleans a Manteo sin escalas - al parecer la idea de tratar con aquel grupo de personas le resultaba divertido pero Scott no podía compartir aquel sentimiento. Old Plantation era el lugar más siniestro y embrujado de aquella siniestra y embrujada isla. La estancia llevaba décadas abandonada, supuestamente algún viejo millonario de Raleigh era el dueño en papeles pero hasta donde sabía el pelirrojo, jamás había puesto un pie en la propiedad. 

 

Y bien hacía en no hacerlo, la sangrienta y desafortunada historia que envolvía la mansión perseguía a todo aquel que osara vivir bajo sus cuatro paredes y al parecer ahora ellos tendrían que darse una vuelta por aquel horrendo lugar.

 

@ Melrose Moody  @ Rory Despard