LIBRO DE HERMES TRIMEGISTO - Noviembre 2021

[Gahíji]

Sentado frente a la hoguera. Vigilando el fuego mientras los ágiles dedos tocaban el Laúd. Así me encontraba. Sintiendo las escamas de Aphophis en la espalda. El dragón como siempre haciéndose el dormido vigilaba todo. Está noche no hay mensajes en el fuego.

 

Knunu en la choza ultimaba los preparativos. Yo mientras, buscaba paz para no deshacerme de los aprendices al primer instante. En la clase anterior llevé a los aprendices a Pompeya, justamente en el momento de su destrucción cuando el Bezubio había hecho erupción. A otro grupo lo había llevado a buscar a Aphophis y a otros dragones. Esperaba que el fuego confiara el próximo lugar al cuál ir.

 

Continúe con el cántico mientras seguía tocando el instrumento musical de cuerdas. 

 

Pude sentir la bocanada de fuego saliendo de las fauces del dragón. Tanto Aphophis como yo no teníamos paciencia. Knunu salió de la choza al sentir cómo mi humor cambiaba. No observó nada irregular en mi, lo cual le extraño.

 

-No han llegado aún, eso es todo...

 

@ Anthony Ryvak Dracony  @ Arya Macnair

 

Editado 2 de Noviembre del 2021 por Mica Gryffindor

[Anthony R. Dracony M.]

Apareció en su suit de su hotel, ya está más tranquilo por haber solucionado su "problema" y retomar actividades por recobrar su condición como mago. Se encontraba frente al espejo de cuerpo completo con marco de bronce, mirando su apariencia y el verde cabello que le hace tan único, sonríe de lado, extrañaba el  poder verlo, era uno de los muchos inconvenientes cuando se es solo espíritu...se paso la mano con los dedos separados para peinar y acomodarse el cabello, le gusta como luce y miro sobre la mesa de centro un pergamino que antes no reparo...¿Por qué no se dio cuenta antes?¡Vaya cabeza la suya! Después de que se puso tan contento de "volver"...no tenía caso rehuir a obtener más conocimiento mágico y poder. Aunque por ahora no tiene claro de porque lo desea...quizás solo porque se siente bien de tener sangre mágica y acceder a la magia, solo por el sencillo placer de utilizar la.

Tomo el pergamino, mal sabor de boca llega a experimentar...él deseoso de ocupar su tiempo y "lo había desaprovechado" acompañando a tres de sus amigas a la celebración de Halloween donde no hubo mucho que hacer...buena compañía, pero se sintió como "no vivo"...lo más memorable fue el festín, pero como que no conseguía disfrutar de las fiestas...es una sensación agridulce...lo más seguro es que no "sabe" vivir...

Con parsimonia quita el sello y lee la misiva, aunque sabe que es sobre el libro de Hechizos de Hermes trimegisto, lo que busca es el lugar donde tendrá que asistir...¡hace tanto que no acude a obtener conocimientos mágicos nuevos!  Su cabeza está aturdida, entre recordando sus saberes adquiridos, lo que leyó en el Libro de hechizos en aquel día que lo adquirió en la Magic Mall y el mensaje escrito que revisa...tiene que volver a releer porque no capto a la primera, ¡mal esta eso!

Sus ojos se abren con asombro...¡Rayos! ¡iba a tener un serio problema!...¿Cómo iba a demostrar el interés por la accesoria? Lo primordial era salir cuanto antes, colocarse un manto corto negro sujeto con su broche de dragón sobre la camisa beige, meter en el bolsillo de su pantalón café oscuro, el reloj de bolsillo de plata (¡Qué ironía al marchar tan tarde!) saco su varita y con una floritura sus botas negras de piel de dragón, quedaron limpias y lustrosas. Lo más optimo era utilizar un Haz de la Noche.   

Apareció en aquella locación muy entrada la noche, no brilla mucho la luna, por lo que invoca luz con un Lumus el cual surge al extremo de su varita y con ella avanza por el lugar para poder llegar a donde se encuentra el guerrero Uzza. Una increíble criatura mágica expide fuego al acercarse a la choza del guía, así que ya no es necesaria la luz, mejor opta por lanzarse un hechizo --Ignea-- como protección contra las llamas de aquel furioso dragón. Da pasos más largos, nota que el guerrero aguarda pues no hay aún algún otro estudiante...

Cuando queda lo suficientemente cerca, pasa saliva y saluda con la voz más firme que puede-- Buenas Noches.

 

[Arya Macnair]

Miré en el reflejo como se veía aquel amuleto sobre mi pecho. Me resultaba exagerado que fuese de oro puro pero al parecer se amoldaba a su portador por lo que las terminaciones del dragón que protegía un pequeño zafiro entre sus patas, garras y cola, eran delgadas y delicadas. Luego de ello desaparecí enfundada en una túnica negra que me confundía con las sombras hasta llegar cerca del punto de encuentro; cuando más avanzaba en mi aprendizaje sobre la comunidad y los poderes Uzza más notaba lo ermitaños y bohemios que podían ser estos personajes guerreros. 

La llamarada en la lejanía me marcó hasta dónde debía llegar y apuré el paso antes de que se negaran a enseñarme pues además de todo lo anterior, algunos eran demasiado susceptibles. 

—Caballeros. 

Saludé con respeto, el Uzza tenía pésimo rostro y el dragón a su espalda parecía querer comernos, más me sentí feliz de notar a mi derecha con quién cursaría. Un amante de aquellas criaturas peligrosas de grandes fauces, tanto como yo quizás más podría decir. Sonreí a Anthony arrugando ligeramente la nariz, algo que hacía sin darme cuenta pero que algunos decían me hacía ver adorable e infantil. Allí no era su Líder, era una compañera más, aferrada a un pequeño bolso encantado con lo que pudiese pedirnos. 

@ Anthony Ryvak Dracony

[Gahíji]

Al fin habían llegado. Reconocí al sprenduz de cabellos verdes. Busque en la memoria. No recordé su nombre y tampoco me importó recordarlo. Tres veces le había ofrecido los conocimientos Uzzas, de eso sí estaba seguro. A su lado una mujer. Era la primera vez que.mis ojos se posaron en ella.

 

-Tu que dices Aphophis, les damos una lección para que aprendan a no llegar tarde?

 

El dragón abrió los ojos. En su oscura mirada la respuesta se encontraba. Asentí. Knunu observo aquello de mala gana sabiendo el poder que ejercía en mi temperamento logró salvar a los aprendices.

 

-A mal tiempo darle prisa...

 

Deje el instrumento de cuerda a un lado. Estudiarlos solo fue cuestión de un minuto. Ya no daría tiempo, llevarlos a dónde pretendía no sería posible, por lo que, el aprendizaje sería justo en aquel lugar, al menos, la primera parte.

 

-Si están ambos aquí es porque o fueron lo suficientemente listos para aprender de los Uzzas que han pasado a través del tiempo en sus enseñanzas o porque fueron lo suficientemente listos para engañarlos, de todos modos, eso lo estaré por descubrir -Saque la varita- el "Mutis" es un rayo que se conjurar de manera no verbal, este hechizo hace que el oponente quede mudo por unos minutos -observando sus ojos decidí explicarles algo más- seguramente necesitarán saber lo siguiente en caso de que se encuentren con un Dragón o se aventure a algún lugar donde exista el fuego de cualquier tipo, en ese caso deberán decir.. "Ignea Maxima" esta invocación al igual que el Ignes debe realizarse de manera verbal, y al igual que lo antes mencionado de sus varitas surgirá una lluvia de polen de lirios de fuego que puede elegir rociarse sobre sí mismo o bien sobre otro mago que se encuentre a su lado, confiriendoles así inmunidad a cualquier fuego

 

Esperaba que ambos alumnos hubieran entendido, aquello era lo más básico y menos peligroso que encontrarían en la clase.

 

-Creo que es momento de practicar -apuntando al alumno de pelos verdes lancé un mutis, el cual lo dejo completamente mudo- Aphophis, por favor, ya sabes lo que deseo de ti.

 

El dragón no hizo más que observarme con irá contenida, sin embargo, lanzó una bocanada de fuego hasta donde se encontraba Anthony. La pregunta era si la mujer sería lo suficientemente rápida como para salvarlo y salvarse ella misma.

 

[Anthony R. Dracony M.]

Fue solo un par de minutos lo que estuve a solas con el guerrero Uzza, la voz de @ Arya Macnair saludándonos a ambos, me hizo girar la cabeza, respondí a su saludo con una inclinación de cabeza hacia ella, no solo como saludo y  muestra de respeto, también como venia para ser compañeros en el desarrollo de la clase. Seguía un tanto preocupado por lo tarde que iniciamos la clase pero poder admirar al dragón que acompaña al guerrero, ya era una recompensa valiosa para mi...con orgullo dije mentalmente mi apellido: Dracony...me fascinan todos los dragones, incluidos aquellos de agua, hielo y sombra, hasta el extraño dragón del miedo del niño mago que tengo alojado en mi hotel. Pero entiendo que no puedo expresar ese tema en la clase, porque el propósito es dominar los hechizos, no la socialización entre nosotros.

Nuestro actual guía dejo su instrumento y comenzó a explicarnos uno de los hechizos que contiene el libro de hechizos que es el que nos corresponde por realizar el estudio, el primero era una versión más poderosa del simple Ignea, el guerrero recalco que es necesario verbalizarlo. lo que pensé entonces fue que el Ignea que me lancé antes de llegar, seguramente no podría protegerme del fuego del dragón...pero no me puse cerca de un dragón antes como para comprobar si era útil el hechizo ignea...lo lógico era pensar que solo el Ignea Maxima era lo ideal para resistir ese intenso fuego que expiden estas asombrosas criaturas ...probable y eso tenía en mente el guerrero Uzza, me dejo sin habla con el hechizo Mutis y recordó a su dragón lo que acordaron entre ellos; fui el blanco para el fuego que lanzó. Solo tengo pocos hechizos no verbales disponibles, pero ninguno de ellos que me ayudara contra el fuego del furioso dragón.

[Arya Macnair]

—Demonios. Pensé

Era de público conocimiento que los guerreros Uzza y los Arcanos resultaban sensibles a las intromisiones, interrupciones y demoras ¿Pero atacar de una buena vez a mi compañero? desde el momento en que lo vi allí parado cerca del sujeto en cuestión me repetí que no intercedería como Líder o protectora, más la mirada de Gahíji desafió mi lado dominante. Saqué la varita tan pronto como lo vi mover sus labios, primero creyendo que me atacaría directamente a mi por ser la mayor o por haber llegado de último pero jugó sucio. 

—Fuego compacto. Musité.

La cantidad de energía que debía canalizar para aquel hechizo me dejaría exhausta, más siendo la primera vez que lo empleaba para detener un ataque, aunque no fuese para mi. Usualmente leía los libros de pies a cabeza y como amante de las batallas los ponía a prueba incendiando o destruyendo instalaciones familiares; los hechizos cuanto más antiguo el libro, más pedían de uno. El sonido sagaz del haz de fuego cortó el aire en dos y llegando al rayo lo desintegró como si nunca hubiese existido, luego oí un pitido y el silencio se apoderó de mis oídos confundiéndome, pues el propio encantamiento anulaba su mera existencia ¿Estaba mareada? 

Agarré mi cabeza, quizás Anthony no sabía que ya podía hablar. El dragón abrió sus fauces, todo sucedía tan rápido. Cerré los ojos. 

—Ignea Máxima. Grité.

Sobre la cabeza del peliverde llovió escarcha. Un fino polen de lirios que le confería protección contra el fuego que ahora acariciaba su piel sin causarle el menor de los daños. Sonreí abriendo los ojos, aun sabiendo que si el Uzza re dirigía su ataque casi no me quedaban fuerzas para defenderme ¿Estaba tratando de impresionarlo, alardeaba, o quería superarme a mi misma? cuando portaba la varita mi sentido común se nublaba y casi mis ojos se volvían animal. 

 

 

 

[Anthony R. Dracony M.]

En mi mente solo tengo preocupación...repaso a gran velocidad los hechizos no verbales de que tengo conocimiento, pero ninguno es útil en está peligrosa situación. Llevo mi mano al pecho para sentir debajo de mi camisa beige, el colgante de  con forma de dragón de oro que permite a quien lo porta controlar dragones y comunicarse con ellos...¿Será el momento de utilizarlo?

Una extraña sensación experimente...era...como si el tiempo fuese hacia atrás o se desvaneciera...esa sensación me confundió aún más...¿es que algo había provocado un cambio? --¿Qué Rayos ha pasado?-- Mencione ante aquel suceso que de momento no me explicaba. Dirigí una mirada a Arya, ella luce agotada por el uso de su magia...debía haber ocupado algún hechizo que le hizo perder energía. Del libro de Hechizos de Hermes Trimegisto, tanto el Fuego Compacto como el Ignea Máxima, son poderes que al mago que los use, acortará su vida además de otros daños según se utilicen. @ Arya Macnair se sujetaba la cabeza, señal inequívoca de la energía que había empleado, sin embargo la escuche usar "Ignea Máxima" y el fino polvo de lirios de fuego me cubrieron antes de que las llamas del fuego que lanzó el enfadado dragón llegarán a mi, creo que hace se le llama que el fuego lamia mi persona pero por fortuna no me provocaron daño, levante la varita preparandome para la respuesta del guerrero Uzza y por ver si el amuleto de Dragón que porto al cuello, ya puedo utilizar, formulo una pregunta al majestuoso Dragón --¿Qué requerimos hacer para calmar tu enfado? 

 

[Gahíji]

Observé. Lo que debía suceder sucedió, pero tiempo después. Buscaba que la mujer lanzará el Ignea Máxima a su compañero (o era lo que se suponía que debía hacer). Cerré los ojos. Sin embargo, ella utilizó el fuego compacto sin autorización o que explicará las consecuencias de aquel acto. No me agradaba en lo más mínimo cuando de listos se querían pasar.

 

-Asi que Defensa Contra las Artes Oscuras -el tono molesto era- y si se le ocurrió la maravillosa idea de usar algo que aún no explico supongo que conocerá las consecuencias de sus acciones -pose los ojos en la aprendiz- esperaba más bien que usará el Ignea Máxima, el cual acabo de explicar.

 

-Cinaede -2 veces conjure apuntando a uno y al otro de los alumnos. el efecto fue inmediato, ambos estaban envenenados. Luego de aquello decidí que no había otra forma que obligarlos a aprender por las malas, ellos se lo habían buscado. suponiendo que sabrían salir de aquello deje que hicieran lo que debían hacer para salir del aprieto en que se habían metido. -<<Mutis>> -pense mientras el rayo salía hasta ambos aprendices dándoles y dejándolos mudos. -<<Arena del Hechicero>> -pense levantando la varita al aire. La invocación efectiva sería porque un segundo después aquello estalló para dejar a ambos aprendices ciegos.

 

-Supongo que esto será suficiente para que me escuchen...

 

Aphophis se burló de mí. Tampoco yo tenia la esperanza de que algo así sucediera. Claro estaba, la chica estaba débil gracias a qué utilizo el fuego compacto, y ahora ambos estaban ciegos y mudos por el tiempo suficiente para que me escucharán.

 

-Si son lo suficientemente listos se darán cuenta que están mudos - mi tono seguía serio- Utilice el "Mutis", un rayo no verbal que los dejó sin habla, y obviamente también procure que quedarán ciegos, pero no se preocupen cuando se les pase el efecto podrán hablar y utilizar el Himno de Eléboro para proteger sus sentidos como les expliqué anteriormente.

 

El dragón lanzo una bocanada de fuego al cielo indicándome de esa forma que estaba mucho más molesto que yo y aún mucho más... aburrido.

 

-Ahora escuchen bien y tomenlo como una muy agresiva advertencia, deben tener mucho cuido al usar el "Fuego Compacto", si bien es un hechizo de gran poder también causa severos daños y efectos secundarios según se utilice, si poseen el conocimiento de Artes Oscuras puede anular situaciones completas e incluso desintegrar ciudades enteras y a las personas que las habitan, si se combina con el conocimiento de defensa contra las artes oscuras, el fuego compacto es capaz de revertir los efectos de la desintegración. -lo siguiente lo dije de forma lo suficientemente clara para que ambos pudieran entender- Si se usa con fines malvados, la consecuencia es que el mago o bruja que lo ha realizado acortará su vida y se deshumanizará, pues una parte de su alma se irá perdiendo cada vez que lo use, sii se usa con fines reversores, también el mago acortará su vida y su mente perderá cordura, por lo que usted -Dije dirigiéndome a la aprendiz- debería tener cuidado porque podría perder la cabeza -mire al cielo, se hacía tarde- otra cosa que deben saber y entender del Fuego Compacto es que se produce un haz de fuego, tan compacto, que es como una barra de luz que desintegra todo lo que toca. Borra cualquier hecho del espacio y el tiempo. Anularía la acción inmediatamente anterior del oponente, como si nunca se hubiera producido, además también puede lanzarse directamente sobre un rival o sobre una criatura y, de impactar, resulta mortal

 

Espere a que el efecto del Mutis y la Arena del Hechicero pasarán. Sin perder un minuto más monte en Aphophis. 

 

-Si fueron listos ambos debieron colocarse antes de llegar el "Amuleto Dragón" de no ser así les digo que es mejor que sin perder tiempo lo hagan, sino, no los podrán controlar a ellos, ni montarlos.

 

Con un silbido y una orden un par de manchas oscuras aparecieron en el firmamento, las cuales cada vez se hicieron más grandes y después de un par de bocanadas de fuego al cielo ambos dragones aterrizaron.

 

-Controlenlos, monten en sus lomos y siganme...

 

Aphophis levanto el vuelo, no mire atrás, si eran listos los aprendices me seguirían.

 

[Anthony R. Dracony M.]

Hubo que apreciar que el guerrero Uzza no está conforme con la acción de @ Arya Macnair  le hizo la observación de que sus acciones tenían consecuencias bastante graves, como el lanzar el hechizo de Fuego compacto,  él menciono parte de lo que este poder lograba al usarlo con Defensa Contra las Artes Oscuras, así que suponía que a eso debía aquella extraña sensación que experimente, pero ahí no terminaba. De solo escuchar el hechizo que utilizo el Uzza, no pude evitar su efecto, el veneno me cortó las vías respiratorias de inmediato, la asfixia no es una experiencia que uno se acostumbre por varias veces que la halla sufrido antes al recibir el Cinaede contra mi persona, sin embargo por el sentido de supervivencia pensé en el hechizo que me salvaría de la muerte eminente  "Anapneo" 

El alivio fue evidente al poder respirar y que circulara el oxígeno vital, pero quedaba esa dolencia consecuente por la potencia del hechizo al ser él un alto rango como guerrero Uzza y las cosas no mejoraron, también sin esperarlo, perdí la vista, fue cuando escuche que deseaba que lo escucháramos y era obvio que no es muy paciente con las personas. 

Claro que lo escuche decirnos que uso un hechizo no verbal para dejarnos mudos, mi segunda vez en está clase...pero no puedo estar en contra de sus métodos, abrí mi compás y cruce los brazos mientras él nos explica ampliamente sobre el Fuego Compacto, es impactante lo poderoso que es pero igual lo son sus consecuencias.

El tiempo transcurrió y al fin los efectos sobre nuestros sentidos de vista y el de habla, pasaron, use mi varita para emplear sobre mi el hechizo que el guerrero Uzza nos recomendó para recuperarnos. -- Himno de Eleboro-- Pronuncie con claridad, de mi varita surge un vibración musical, apenas audible, así que ahora mis sentidos están debidamente protegidos. 

Con gran agilidad, le vi al guerrero montar al dragón y nos menciona que sino tenemos colocado el Amuleto Dragón, lo hiciéramos ya, yo volví a llevar mi mano al pecho para palpar que aún tengo colocado dicho amuleto, me tranquilice al sentirlo debajo de mi camisa beige, pero mi pensamiento era de euforia...a llegado el momento de usarlo y casi no lo puedo creer que suceda...controlar a un dragón... 

Mi padre Reacón lo dijo en nuestro reciente encuentro: "lo que tienes ahora solo es un ideal, todo este tiempo te has conformaste con todo lo que fue llegando a tu vida a medida que transcurrió el tiempo...esperabas que todo se diera por si solo, pero ilusión no es lo mismo que ambición y eso tienes que intentar determinar":

Mi padre tiene razón, siempre fue mi ilusión interactuar con dragones, tuve que recibir ayuda de magos que si tenían el rango para controlarlos y montar a sus dragones para vivir esa experiencia única. Está vez tengo la oportunidad de hacerlo por mi mismo, el Amuleto Dragón me ayudaría a lograrlo a pesar de no tener el rango mágico  necesario. 

Gahíji llamó con un agudo silbido a unos dragones que acudieron hasta la cercanía de donde nos encontramos, dos magníficos ejemplares, uno para cada uno de nosotros. De inmediato me acerque al que tiene sus escamas grises, antes de que terminará el tiempo y la clase llegase a su termino y me quedará sin la oportunidad de montarlo.

Fue un gran lapso de tiempo que tuve que aguardar desde aquella ocasión que vi a varios compañeros de la academia mágica montar a los dragones de aquella ilustre casa...en aquel lejano ayer, creí que no llegaría el día de hacerlo yo por mi cuenta...

No hay miedo al que no pueda vencer, siendo mucho más grande mi deseo por seguir a Gahíji que se alejaba por el cielo en su propio dragón a algún misterioso destino no mencionado por el guerrero Uzza.    

Ya antes conocí como se sentían las duras escamas de diferentes dragones, esos magos que busque para pedirles me dejaran acercarme, me lo habían permitido para mi buena suerte, así que me alegre percibir nuevamente como son al tacto, más que requerir hablarle, me nacía crear confianza entre nosotros, apearme fue lo que realice después de acariciarlo en el cuello e indicarle que siguiera de cerca al guerrero que iba delante mostrando el camino a recorrer.