Idiomas - Noviembre 2021

[Kahlan Blackthorn]

 

 

 

 

Los idiomas eran una de las pasiones más grandes de Macnair, encontrar la forma correcta en la que se comunicaban cada una de las criaturas que habitaban dentro de la comunidad mágica. El extenso mundo de los idiomas contaba con demasiados protagonistas e infinitas formas de estudiar como ponerse en contacto con cada uno de ellos, desde los seres acuáticos hasta los que sobrevolaban los cielos. Existía un libro en particular que se encontraba en su poder, edición limitada y con anotaciones de la propia autora.

— Tenemos un largo camino que andar, este mes será más que productivo—depositando dentro de una mochila El libro de los hechizos de Miranda Goshawk, sabia que el mismo les serviría a la hora de ir al bosque prohibido en busca de algunas criaturas muy particulares. La travesía daría comienzo dentro de los terrenos de Castelobruxo, encontrándose con su alumno dentro de la zona más apartada del resto de los terrenos que formaban parte de esa escuela. Poniéndose una chamarra de piel, alizaba la camisa que llevaba debajo de esa prenda, contrastando con sus jeans azul oscuro. 

El cabello era un caso perdido, revuelto pero a su modo se acomodaba como este lo deseaba, ya no se pelearía porque era una batalla perdida. Las arañas que llevaba dentro de un frasco con pequeños agujeros en la tapa, les echarían una mano a la hora de enfrentarse a las acromántulas. Estudiarían los idiomas de cada criatura desde el ruedo, no mirarían los toros desde la barrera y el peligro era una constante potencial en los pensamientos del Senescal de Caronte. 

Desapareciendo en medio de una espesa bruma, varios cráneos emanaron de esta abrazando su anatomía llevándolo hasta el punto de encuentro con Ludwig Malfoy. No conocía nada de su estudiante, pero esperaba quela convivencia fuera llevadera para ambos y las cosas fluyeran sin demasiados problemas—Macnair—se presentó dedicándole una ligera reverencia al hombre. Ya había detallado dentro de una misiva de que iría la clase, presentarse en a primera hora en el sitio que marcaba la cruz, para luego de eso ir en busca del lago negro y buscar a las criaturas que habitaban dentro de este.

El casco burbuja sería el hechizo ideal, confiaba en que las instrucciones fueran claras y sin dar lugar a confusiones.

[Ludwig Malfoy]

Empezaba un día más de clases en Castelobruxo, el hecho de comenzar un nuevo conocimiento y continuar preparándose para ser un mago de gran renombre le llenaba al Malfoy de alegría pues había permanecido mucho tiempo sin evolucionar y ahora que estaba listo para continuar para ser un experto en idiomas por lo que recibió el citatorio que su profesor Kyle Macnair había enviado con las indicaciones bastante precisas. Al rubio le parecía bastante extraño que el lugar de encuentro no fuera en un aula sin no más bien en los terrenos del castillo así como todas las especificaciones que se había permitido comentar, ignoraba el motivo por el que tendría que usar un casco burbuja pero tanto misterio le llena a de curiosidad.

En la carta comentaba que debía irse al punto que marcaba la cruz recibiendo un mapa con todas las especificaciones, se aventuró al interior del castillo y siguió el camino alejándose más y más de dichas fortificaciones, poco a poco se sintió más desprotegido y observado, ya casi no había luz dentro del bosque en el que caminaba y en algún momento llegó a tener por su vida, al encontrar finalmente el lugar pudo ver a un apuesto profesor el cual logró ruborizar al rubio, siempre le habían intimidado esa clase de hombres y esperaba que eso no fuera una distracción para el rubio, ahí estaba Kyle cerca de una gran cantidad de cráneos lo cual sólo alarmaba más la cabeza del Malfoy.

-Hola, lamento la tardanza, mi nombre es Ludwig Malfoy y estoy aquí para cursar la clase de idiomas - acto seguido espero la primera indicación de su profesor no ignorando el hecho de que pronto tendría que sumergirse n un lago tenebroso.

[Kahlan Blackthorn]

 

Su único alumno se había aparecido en el sitio indicado dentro del mapa, notando en el rostro de este una mueca de preocupación y un rubor leve en sus mejillas. Esbozando una media sonrisa en sus labios, no descartaba que esa reacción tuviera que ver con su persona, aquel efecto que solía causar en ambos sexos, jamás pasaba del todo desapercibido para el Holandés. Aprender idiomas sería sencillo para el rubio, no le quedaba la menor duda de que lo enseñado por Macnair quedaría plasmado en la mente de su acompañante.

— Entiendo que este nervioso, pero nada nos atacará dentro de esas aguas. Solo vamos a intentar comunicarnos con ellas, existen sirenas y Grindylows—explicaba apretando su puño izquierdo invocaba su varita oscura— Se dice que solo se puede hablar con ellos, si se está dentro de su hábitat—agitando su varita se despojaba de su ropa, quedando en un bañador azul oscuro. Encaminándose hacia la orilla del Lago, miraba por el rabillo del ojo a su alumno.

— Me imagino que sabe nadar o ¿no?—inquirió metiendo sus pies al agua, sintiendo la frialdad que brotaba de está. Esperando una respuesta, recorría con la mirada todo lo que le rodeaba, apuntando su varita hacia su cabeza pensó—Casco Burbuja—creando una burbuja que protegió por completo su cabeza. Era similar a un casco como los que usaban los buzos de antaño, avanzando un poco más profundo el agua quedaba a la altura de su cintura, chocando con los cuadros de su abdomen se generaban algunas ondas en el cuerpo de agua.

El clima era ideal, el cielo nublado acompañaría al par de magos en su travesía. Kyle, esperaba que Ludwig se colocará un casco burbuja, no deseaba que se ahogará o tener que darle respiración de boca a boca en el último de los casos. Aunque su deber como profesor era procurar el bienestar de los aprendices y no exponerles más de la cuenta.

@ Ludwig Malfoy Haughton

[Ludwig Malfoy]

Evidentemente se encontraba un poco nervioso por la situación, dentro de su mente esperaba que el aprendizaje de los idiomas fuera en un aula o al menos con personas extranjeras para poder hablar con gente de todos los países, sin embargo estar ahí frente a su apuesto profesor cuyo aspecto era evidentemente tenebroso era bastante extraño. Una vez que finalizó la presentación, el tutor le indicó lo que ya sabía, tendrían que nadar en aquel lago, sumergirse y convivir con criaturas mágicas.

Era la segunda vez en esa semana que se lamentaba no tener el conocimiento de cuidado de criaturas mágicas, la primera había sido en una de las mazmorras de Halloween y ahora, sabía que si tuviera ese conocimiento estaría mas preparado para todo lo que se le pudiera poner en frente pero ya tendría otro mes para buscar aquel conocimiento.

La conmoción del rubio se hizo mayor al ver a su profesor quedar casi desnudo, su cuerpo era más atlético de lo que parecía y movía sus caderas con tan gracia que toda clase de pensamientos pasaban por la cabeza del rubio, al darse la vuelta también pudo ver un abultado trasero que le dio aún más antojo al Malfoy quien no había podido poner atención a algo más, de la nada el chico se metió en el lago y activó su hechizo.

Ludwig imitó los pasos de su profesor lentamente, se quitó la ropa con nerviosismo pues la excitación había tenido estragos en su cuerpo por lo que rápidamente su cubrió la entrepierna y corrió hacia el lago sumergiéndose totalmente, el frio de aquellas aguas ayudaría a su cuerpo controlar sus impulsos, una vez ahí pensó en un casco-burbuja y de inmediato su cabeza fue cubierta por una especie de pecera que le ayudaría a respirar bajo el agua, comenzó a sumergirse con facilidad y acto seguido preguntó – listo Kyle, ¿puedo llamarte por tu nombre? – estaba claramente coqueteando pero a la vez necesitaba adquirir su conocimiento por lo que necesitaba permanecer serio.

 

@ Juv Macnair

[Kahlan Blackthorn]

 

 

 

 

 

El Holandés detectó la reacción que provocó en su alumno, al verle solo con un bañador, no podía culparlo. Era de esperarse al tener a un hombre como el Senescal de Caronte delante de él, ladeando la cabeza con discreción volvía su atención al tema central que los llevará al lago negro, evitando no pasar por alto la petición del Malfoy— Claro puedes llamarme, Kyle si lo deseas—respondió a su duda, estirándose para no acalambrarse a la hora de zambullirse en el agua. 

El primer paso de esa travesía era toparse con un grupo de sirenas, extendiendo sus brazos se dejaba ir en un clavado perfecto, nadando con soltura le indicaba que le siguiera con un movimiento de cabeza. Intentaría comprobar si era posible hablar bajo el agua, si se tenia el casco burbuja. Lo intentó moviendo los labios, pero no salió una sola palabra de ellos— ¿Qué demonios?—se preguntó mentalmente, recordando que era mejor ahorrar energías y no desperdiciarlas. Ya lo intentaría en otro momento, ya que eso no era realmente importante en ese momento, sino continuar nadando para dar con las sirenas. 

Descendiendo un poco más rozaba las algas con su torso desnudo y marcado, si Ludwig necesitaba un poco de ayuda. Podría tomarle del hombro y nadar al mismo paso, no deseaba perderlo en medio de la maleza que se elevaba en esas sinuosas aguas. Si alguno de los dos se descuidaba los Grindylows, sería un serio dolor de cabeza. Evitaría que esos seres tan peculiares y traviesos, le arruinarán los planes al Vidente. Quitando con su mano algunas algas que le impedían ver con claridad, avanzada hasta donde se alzaban varias columnas semejantes a las que daban forma a la desaparecida ciudad de la Antártida. 

Observando al Malfoy, sonrió al desviar su mirada hacia el grupo de sirenas que les seguían muy de cerca— No estamos aquí para invadir su hogar, solo deseo que mi alumno aprenda el idioma que usan para comunicarse entre ustedes—expresó con claridad, observando como dos de las sirenas levantaban sus tridentes contra ellos. Tal vez, no entendían del todo lo que deseaba obtener de ellas, pero ya develaría el misterio tarde o temprano. 

@ Ludwig Malfoy Haughton

 

[Ludwig Malfoy]

Las frías aguas en las que se encontraba nadando le ayudaron al Malfoy a tratar de mantener la mente fría y en paz, era claro que no estaba bien visto tratar de ganarse una calificación seduciendo a su profesor por lo que tenía que ser discreto y dejar el flirteo para otra ocasión. Comenzaron a nadar y a sumergirse cada vez más en lo profundo de aquel frío líquido, pese a lo oscuro de la noche, se podía observar una zona de intensa luz a la que casualmente se dirigían. Fue ahí que se encontraron a un grupo bastante grande de sirenas las cuales vieron a los recién llegados como una amenaza, Ludwig miró con precaución pues sabía a la perfección que dichas criaturas eran bastante escurridizas y longevas y esperó a que el profesor hiciera el primer contacto.

Sin embargo las sirenas no miraron con buenas intenciones las palabras de su apuesto profesor pues en lugar de recibirlas con alegría tenían ya sus armas levantadas para arremeter en su contra, Ludwig levantó las manos de inmediato por instinto y en cuanto sintió uno de los tridentes hacer contacto con su espalda temió por lo peor, había escuchado muy poco del sirenio, el idioma de aquellos seres y sabía que no tendría un perfecto acento pero aún así se dispuso a intentar salvar su vida y la del profesor.

-Por favor - comentó ante una de las criaturas la cual parecía ser la líder - no queremos lastimarlas hermosas damas solo deseamos apreciar un poco más de cerca su belleza - si las sirenas tenían algún defecto era su narcisismo, aquellas criaturas eran conocidas por atraer marineros con sus dulces cánticos para después asesinarlos y el hecho de tener a unos magos tan cerca de ellos era claro que levantaba amenazas sin embargo recibieron con buenos ojos los elogios del rubio y bajaron las armas.

-Siiiganosss - dijo una de ellas rompiendo la formación de ataca y comenzando a nadar hacia aquella resplandeciente región en la que seguramente se encontraba un grupo más grande de ellas, claro que eran hermosas se podía observar su piel perfecta y larga cabellera así como unas escamas relucientes y hermosas con distintos colores - si quieeeeren aprendeeeer podraaaan hacerlooo aquiii.

Fueron llevados a una explanada a dentro de las mismas aguas en las que había sirenas de todos los tamaños, grandes y viejas, muy pequeñas que podrían ser adolescentes y todas conviviendo por igual, Ludwig estaba impresionado esperaba poder aprender algo de aquellas criaturas.

 

@ Juv Macnair

[Kahlan Blackthorn]

 

Le asombraba la forma en que su alumno supo como manejarse delante la presión, ejercida por las sirenas. No le preocupaba verse atravesado por un tridente o que le arrancarán la cabeza a mordidas. Sino que la relación con esa especie, no fuera del todo fluida como el lo esperaba, pero estaba ocurriendo todo a lo contrario a sus predicciones, dejando de lado lo que su lado Vidente le mostraba en esos momentos. Idiomas, Macnair se reprendió mentalmente siendo conducido por el grupo de mujeres armadas, aquella explanada estaba plagada de diversas edades y rostros.

— Excelente desempeño—le dedicaba una palmada en la espalda— Damas deseamos aprender su lengua, es bien sabido que solo puede hablarse con ustedes si se está dentro del agua—comentaba sintiendo la mirada de una de ellas en sus facciones. Vaya suerte que tenía hasta las criaturas marinas deseaban flirtear con el Holandés, pero no estaba ahí para ser carne de cañón o el plato fuerte para la cena de esas pececitas tan peculiares. 

—Sssuelen decirssse muchasss cosasss, peroo ninguna esss del todo cierta—intervino la que parecía ser la más veterana— Comprendemos, pero es necesario que nos den una explicación más detallada y elaborada de ser posible—la insistencia del Senescal de Caronte era una demanda que no cesaría— El desea aprender su idioma, también busca aprender el idioma de los Gigantes y demás criaturas del mundo mágico—sintiendo un fuerte tirón era conducido a la zona más profunda del Lago Negro. Observando por el rabillo del ojo que Ludwig llevaba la misma marcha que el profesor, escuchando un canto que le envolvía como lo hace una manta con un pequeño recién nacido.

Ese canto iba en aumento, descendiendo un poco más profundo la presión del casco burbuja era demasiada. Pero no para amenazar con romperse y hacerles perder el aire, arrastrándolos hasta la muerte— Es una hermosa tonada—sintió como cada uno de los músculos de su cuerpo se liberaban de una tensión pesada, dejándolo flotar de forma natural y ligera dentro de esas aguas.  A eso se referían con el encanto de las sirenas, aquel que era capaz de enviar a la muerte a todos los marineros que se cruzarán con el mismo.

@ Ludwig Malfoy Haughton

[Ludwig Malfoy]

Se encontraban reunidos ahí los dos Lagos frente a lo que se veía como un ejército de feroces sirenas, Ludwig pese a tratar de mantenerse inmutable por dentro se encontraba abrumado por la manera en que lograrían salir vivos de aquel encuentro, sabía que aquellas criaturas eran vanidosas pero a la vez muy sensibles, una sola palabra podía bastar para desatar su furia y provocar un ataque innecesario, Ludwig tenía que ser cuidadoso y tratar de poner énfasis en cada palabra, ser respetuoso pero no muy evidente para no causar sospechas con dichas criaturas, en pocas palabras tenía que actuar con toda normalidad para no ser objeto de la furia de aquellas criaturas mágicas.

Con alegría agradeció las palmadas que le daba Kyle en su espalda, eso le ayudó a sentirse con más confianza y seguro de que podía con esta prueba y muchas más, pudo escuchar y darse cuenta que ésta era sola la primera parada pues tendría que repetir el proceso con los gigantes y otras criaturas más así que afinó su oído de la mejor manera y escuchó con cuidado la conversación entre el profesor y las sirenas, trataba de identificar acentos, pronunciaciones y todo lo necesario para que su comunicación fuera fluida, tenía claro que no sería perfecta pero si al menos las sirenas lo entendían y el ellas se sentiría muy satisfecho con el plan. 

Fue entonces que escucharon por primera vez un canto tan maravilloso que por un momento el rubio se sintió totalmente perdido en sus emociones, su cuerpo y su mente fueron transportados al igual que el de Kyle a un lugar más profundo y lo único que logró salir de aquel trance fue la misma voz del profesor quien elogiaba al canto de aquella sirena, Ludwig sabe que tenía que hacer lo mismo así que imitando la voz de los interlocutores dijo.

-Su voz es maravillosa quisiera escuchar un poco más, quisiera aprender todo de ustedes - dijo el
rubio con respeto y siguió hablando intentando mantener dicho acento - disculpen nuestra intromisión, solo queremos aprender un poco de ustedes, contar al mundo su historia, que la gente pueda escuchar una voz como la de ustedes.

@ Juv Macnair

[Kahlan Blackthorn]

 

La tonada de acentuaba cada vez más transformándose en un arrullo que les transportará lejos de las aguas del lago negro. ¿Cómo fueron capaces las sirenas de enviarles a tierra firme?. Perdieron la oportunidad de matarlos en cambio, les obsequiaron un par de colgantes con forma de caracol marino, dentro de ellos retumbaban varias tonadas que eran la forma en como podrían comunicarse con esas criaturas en un futuro. Macnair miraba a Ludwig, esperando no haberle causado ninguna clase de susto o alteración— ¿Te encuentras bien?—le preguntaba tosiendo un poco, recuperaba el aire perdido tras salir expulsado con violencia de esas aguas.

No pudo tomarse mucho tiempo para recomponerse, tras estar rodeados por gigantes y uno que otro centauro. La buena suerte parecía estar en contra de ellos, viéndose amenazado por un duende que portaba lo que parecía ser el trozo de una rama afilada. No tardó en apretar su zurda e invocar su varita oscura como el ala de un cuervo— No buscamos problemas, pero esa frase ya suena más que trillada—poniendo los ojos en blanco se aseguraba que el Malfoy quedará a sus espaldas. Dándole tiempo de poder tomar su varita y darles batalla a toda esa tanda de criaturas.

— Ellos suelen hablar con sonidos guturales, no se les entiende nada. Pero al menos hacen el esfuerzo por comunicarse entre ellos y que podamos aprender su idioma—mencionó observando a los gigantes. Parecían enfadados por lo citado por el Holandés, pero no estaba para ponerse en plan diplomático y subir al estrado como si estuviera dentro de la ONU. Era un alto mandatario, pero en esos terrenos quedaba solamente la estampa de profesor que le otorgara Castelobruxo. Levantándose con lentitud, no les apuntaba directamente con su arma, sino que buscaba mostrarse falsamente conciliador.

— Los duendes suelen ser un poco quisquillosos, pero no les simpatiza eso de hablar con los que creen que no son tan listos como ellos—susurraba entornando sus ojos hacia las Veelas que aparecieron de la nada— Bellas y letales, no suelen hablar demasiado. Pero si emplean la belleza que poseen, para engatusar a los que no saben lidiar con sus encantos—la sonrisa descarada apareció en sus labios. Recordando que el amo a una de esas criaturas y no fue el momento más grato de su existencia— Cuidado mucho cuidado, no podemos confiarnos—advertía al rubio. Esperando que asimilará lo explicado por el castaño, asegurándose de que esa clase no se le saliera de las manos.

@ Ludwig Malfoy Haughton