Libro de la Fortaleza - Enero 2022

[Kahlan Blackthorn]

 

 

La fortaleza de los seres vivos radicaba principalmente en su instinto de supervivencia, tras ver amenazada su vida o integridad física. Cada hechicero era capaz de encontrar la piedra angular, donde cimentar aquel tesón o resistencia que le ayudaría a sobrellevar o superar cada obstácu.lo que el destino colocará en su camino. El lo aprendió por la mala, pero en cierto modo lo agradecía al tener memorias sobre su adiestramiento, sufrimientos que le forjaron con dureza el carácter que poseía y el ayudo a conseguir el control de la nación que consideraba su hogar. 

Holanda era la viva imagen de la determinación que poseía el Nigromante, aunado al poder que obtuvo al cursar el libro de la fortaleza. Saciando en parte la sed de conocimiento que le carcomió desde que llegará a Uagadou, la escuela africana que se especializaba en adiestrar a los magos empleando los libros de hechizos que cada Uzza aprendió en sus años como aprendices. El seguiría la misma línea pasando la sabiduría adquirida, además de aceptar gustoso la responsabilidad que habían depositado en su persona. El viento agitaba con fuerza sus castaños cabellos, sintiendo como golpeaba con dureza su atractiva faz, observando los anillos y los amuletos que pendían de su cuello. Adoptándolos como una extensión más de su cuerpo, percibiendo el poder que emanaba de cada uno de ellos. 

Esperando que su estudiante nos los olvidará o entonces, si que estaría en serios problemas. La clase estaba centrada en el uso adecuado de cada elemento que portaba el tomo al momento de adquirirlo, no por nada del par de alas se habían vuelto de sus consentidas de un tiempo a la fecha. Desviando sus ojos azules hacia el dragón que volaba a sus anchas cerca de su ubicación, no le necesitaría de momento y simplemente lo dejaría disfrutar de su rato de esparcimiento. Vaya que Meraxes era el compañero ideal para el Vidente, confiable y letal a la hora de prestar sus servicios dentro de la batalla. 

— Tan amigos como Kahlan y Kreston, no hay duda de ello...—susurraba perdiéndose en la inmensidad de ese paisaje. Viéndose rodeado por frondosos arboles que de ser más altos alcanzarían la cumbre del cielo, escuchando el castañeo de los dientes de las ardillas que comían sus bellotas. Silenciando por un momento sus pensamientos, quedaba preso de esa sensación de libertad que le brindaba tener el control sobre las alianzas que llevaba en sus dedos. Enviando un unicornio que llevaba la misiva a sus alumnos, para que aparecieran lo antes posible dentro del bosque tropical del Congo. El calor era un factor que le jugaría en contra a sus aprendices, porque el se sentía cómodo al ser un vampiro. 

— Veamos que tan preparados están, porque no les pondré sencillo aprender lo más elemental del libro. Iremos por la parte dura del terreno, obligándolos a que piquen piedra y den con el tan anhelado tesoro—esbozando una ácida sonrisa en sus labios acomodaba el cuello de su camisa, sacudiendo las pelusas inexistentes de sus jeans negros. Pocas veces vestía de modo casual, pero era necesario hacerlo, ya que el meterse entre la maleza, no sería bien apreciado por alguno de sus costosos trajes de marca.

 

@ Tazz Malfoy @ noe_snape @ Luna Gryffindor Delacour

 

Editado 7 de Enero del 2022 por Hobbamock Graves

[toji]

Fushiguro, Toji

Heredero repudiado del clan Zenin

El mensaje que había recibido por parte de Uagadou minutos antes, citaba al pelinegro a cursar el libro que había adquirido recientemente en al Magic Mall. El sitio indicado de el mensaje era el un bosque tropical en África. Debía prepararse para la ocasión, era la primera vez que se adentraba en lo profundo de los bosques africanos. La ultima vez que estuvo en el continente apenas visitó un par de poblados en donde había encontrado su ultimo encargo, un anillo maldito propiedad de un mago que lo había hechizado para regalárselo a su mujer y que esta presa de la maldición no se vuelva a casar con otro, condenándola a una vida solitaria y triste. Toji Fushiguro hacía negocios con objetos malditos, sus clientes le pedían conseguir artículos exclusivos y él viajaba por el mundo buscándolos para sus nuevos dueños. 

Para ello, metió en su monedero de piel de moke las catanas que acostumbraba a llevar encima, no sabía si las iba a utilizar en medio de la clase, pero aun así las metió dentro. Toji no soportaba despegarse de sus armas, eran como una extensión más de su cuerpo, le habían acompañado a un sin numero de misiones e incursiones en territorio hostil, las apreciaba mucho. A más de las catanas también metió dentro del monedero unas cuantas botellas con posiciones varias y que nunca se sabe cuando las vas a necesitar. 

Se clocó su haori corto sobre la camiseta básica negra que llevaba. El haori llevaba un estampado de grullas de color dorado en un fondo negro brillante. A pesar de ya no usar quimonos enteros, Toji seguía utilizando vestimenta informal propia de su cultura. Era un recordatorio para él del sitio de donde venía y al que tal ves algún día regrese. —Listo, creo que no necesitaré nada más— se metió la varita por un plegue interior del pantalón tejano que vestía. Con eso y acomodándose el pelo salió por pies hacia los terrenos exteriores de la mansión Malfoy, asegurándose que nadie lo viera salir por las puertas ya que los miembros de la familia desconocían que Tazz dejaba que se quedara en la mansión de su familia. 

Inmediatamente apareció en medio del bosque tropical, efectivamente hacía calor, mucha humedad y nada más poner los pies en el suelo los mosquitos y demás bichos acudieron a recibir al japonés. —Uff… no recordaba lo desagradable que es el clima en esta parte del mundo— se quejó a los pocos segundos de llegar al sitio.  —Buenas… mi nombre es Fushiguro, Toji— saludó a la persona que se suponía que sería su maestro. —He adquirido recientemente este libro y me gustaría poder explorar sus poderes para así fortalecerme y poder llevar a cabo mis labores comerciales— con una leve mueca que simulaba una sonrisa. —Soy facilitador de objetos malditos, si busca alguno en concreto yo se lo consigo. 

—¿Enserio vamos a picar piedra? — reparó en el comentario del profesor. —¿O sea con magia? Quiere decir que utilizaremos la varita para buscar objetos … porque de otra manera no me he traído el pico ni la pala de casa… — no quería sonar como si se quejara, pero la idea de tener que hacer trabajos manuales en pleno bosque tropical y a altas temperaturas no le convencían demasiado. —… pero si es imperativo … lo haré— concluyó con un ápice de resignación en sus palabras. 

@ Kahlan Macnair  @ noe_snape  @ Luna Gryffindor Delacour

[Noeline Malfoy McFarlan]

 

Unas semanas atrás al belga le había llegado una carta de su padres, en el primer par de líneas lo felicitaban por su actuación en la liga y en el resto del contenido que llegaba a página y media le exhortaban a, como ellos lo decían, hacer algo productivo de su vida. Durante días le había dado vuelto a la idea en su cabeza. Odiaba decepcionar a sus padres pero lo que ellos veían como pérdida de tiempo a él le parecía ser el motor que hacía avanzar su vida, el deporte le causaba verdaderas alegrías y aunque no había tenido el mejor resultado, se había demostrado que podría conseguir cosas grandes en el quidditch.

Como única alternativa encontró la opción de tomar un estudio sobre los libros, probablemente eso podrían valorar sus padres. Y por eso ahora se encontraba de pie en medio de algún punto del mapa de Congo, rodeado de incontables árboles que conformaban parte de un bosque tropical. Había sido mala la elección de la vestimenta, pues la humedad y la temperatura del lugar no combinaban con las prendas que había elegido al salir de París. Pronto estaría fastidiado por lo que llevaba encima.

Le bastó dar un par de pasos para liberarse de la chompa de cuero y comenzar a arremangarse las mangas de la camisa, ya había iniciado con los botones de la camisa, cuando sintió que los mosquitos lo atacaban. Nunca había estado en un lugar así, fuera de su natal Bélgica y de Francia el único otro lugar que conocía era Londres; todos lugares con un clima muy distinto a este. Sentía como el sudor corría por su espalda y se acumulaba bajo los anillos de su mano derecha, ni en las largas horas de entrenamiento se había enfrentado a algo así. Este sacrificio debería ser los suficientemente digno para que sus padres lo tomaran en cuenta como un esfuerzo por superarse en el mundo mágico, y en un signo de que ya estaba madurando.

[Kahlan Blackthorn]

 

Una sonrisa cargada de suficiencia apareció en los labios del Holandés, escuchar que uno de sus alumnos se dedicaba a facilitar objetos malditos, no era algo que todos los días se escuchara con tanta naturalidad dentro de la comunidad mágica. El Nigromante conocía a la perfección lo que eran capaces de desencadenar los objetos poseídos por alguna clase de maldición antigua, aunque la mayoría solían estar hechizados por sus dueños originales y otros tantos por demonios que los tomaban como un hogar improvisado— Si picarán piedra y no será nada sencillo hacerlo. Lamento decirle que no podrá emplear la magia, ¿No cree que es sensato ensuciarse un poco las manos para obtener la sabiduría que ese libro proporciona?—dejaba flotando esa duda en el ambiente como una nube negra que amenazaba con desatar una tormenta. 

Parecía que tenía delante de el a dos magos que deseaban vincularse con el libro de la Fortaleza. Tal y como lo enunciaba su nombre, para el la fortaleza era algo más que tener una mente poderosa  y el control de las acciones que el cuerpo desempeña al realizar una tarea física—Espero que estén preparados para ser más fuertes de lo que creen, aprenderán a recorrer distancias cortas y usar el amuleto con forma de alas que les ayudará aterrizar de forma segura y confiable—señalaba el que estaba colgando de su cuello— El control del cuerpo no es lo mismo que el control de la mente, pero deben aprender a que uno depende del otro—agregó desviando su faz hacia donde el sol pegaba con más fuerza— Somos magos, pero tal y como sucede con los muggles, podemos transpirar y sufrir golpes de calor. Les aconsejo que sean prevenidos y se hidraten de forma constante—encogiéndose de hombros tomaba con firmeza su varita. Dando un ligero latigazo con ella, rociaba un poco de agua sobre su rostro y cuello.

— Iremos por la parte más rocosa, para poner en practica todo lo que tengo en mente. Revisen que hayan traído todos los amuletos, no deseo que haya accidentes innecesarios o imprevistos—les aconsejo realizando una elegante floritura con su varita— Orbis Bestiarum—pensó notando que un puma estaba cerca de la ubicación del grupo de hechiceros— Este conjuro les ayudará a controlar a criaturas con clasificación XXX, no mayores a ella. Además de las que han sido creadas por un morphos, pero no surte afecto alguno sobre las que han sido creadas con un vitae o un corpus patronus—dejaba en claro ese punto. Enfilando sus pasos hacia donde estaba el felino, dándole la orden de protegerlo por un turno completo. El se haría cargo de atacar a otro de su especie o solamente fungir como una defensa improvisada para el Vidente. 

— Espejo de Niebla—sentenció induciendo a un estado hipnótico a sus alumnos— Este hechizo es capaz de convencer a todo al que tiene delante a su invocador que el posee un gran poder mágico. Además de una voz embelesadora, gran carisma y estampa imponente que infunde temor. Este estado de sugestión mágica modifica la misma realidad, dándole la posibilidad de realizar hechizos de un poder mayor al que ostenta. Desde el rango de Mago Oscuro, Templario y hasta el nivel 36, solo puede emplearse una vez por duelo y en asaltos/redadas. Y no surte efecto alguno sobre los otros libros de hechizos—sonreía tras explicar su función. 

— Si el mago que lo emplea, ya posee en rango de mago oscuro, templario o tiene el nivel 36. Sus poderes no aumentan, solamente ayuda a los que están debajo de los rangos antes mencionados y el nivel que les comente. Para los magos que poseen experiencia en duelos o conocimientos más avanzados, sería un hechizo sin la mayor utilidad realmente. Los puntos de poder y de vida, se clasificarán dependiendo del hechizo al cual se le aplique este equipable. Pueden considerarlo un plus para aumentar sus capacidades y poder dentro de la batalla—quedando en silenció continuaba con su caminata. Marcando el rumbo que debían seguir el par de jóvenes, el trayecto sería bastante largo y demandante para ellos.

@ Zenin @ noe_snape

[Noeline Malfoy McFarlan]

 

Estaba bañado en sudor, sentía como ríos recorrían su piel bajo la ropa, nunca había soportado un clima como este; también los cabellos se le pegaban al craneo, debía estar hecho un asco. Al menos en este lugar no había más gente que contemplara su desgraciada apariencia. Sólo el par de hombres con quienes se había encontrado. Estaba claro quien era el maestro pues llevaba la voz cantante.

¿Picar piedra?– fue lo primero que salió de su boca. Lo había pensado en voz alta, más alta de lo esperado. Miró sus manos tan suaves como las de un recién nacido y sin una solo marca en ellas. Nunca había tenido que hacer algún tipo de labor manual o que implicara mucha fuerza. Entrenaba para los partidos, pero eso era muy distinto su juventud y energía lograba que aquello fuera mucho más sencillo y volar sobre la escoba no tenía nada que ver con lo que le estaban proponiendo. Además ¿qué clase de mago utilizaría sus propias manos teniendo al alcance la magia para cualquier necesidad?

Soltó una risita floja y mesándose los cabellos dijo –Bueno... tal vez tenga razón y el conocimiento valga la pena. Pero no lo veía venir.– El agobio por el clima se le había olvidado ya metido en el tema. Y cuando este se fue hacia el control del cuerpo, sentía como si el balón hubiera entrado en su lado de la cancha, y hubiera recibido un pase perfecto para anotar. Ese sí era el idioma que él hablaba. 

¡Qué divertido!– pensó cuando vio como el maestro se salpicaba agua encima, parecía un juego de niños. Las dudas del inicio ya se habían desvanecido. Esa era la actitud que convenía tener, como si fuera un juego, divertirse, y al final tener una gran recompensa: los poderes que el libro le ofrecía.

Prestó atención a los hechizos que le recomendaba el maestro Orbis Bestiarum para las bestias y el Espejo de Niebla para cualquier otro imprevisto que se le pudiera presentar. Revisando sus anillos y amuletos se dispuso a avanzar por donde el mago le indicaba.

[toji]

El terreno por el que se movían no era idóneo para el tipo de vestimenta que llevaba el Zenin. El Haori se pegaba a su cuerpo marcando cada fibra muscular de su torso y sus pectorales, todo a causa del calor y la humedad propia de aquellos parajes. Menos mal que el mago tenía recursos para poder sobrevivir en casi cualquier condición adversa. Era un mago que se la había pasado viajando por el mundo consiguiendo, en muchas ocasiones de manera poco acertada, objetos valiosos para sus clientes. Como ex ninja, le habían entrenado muy bien en el arte de la discreción y eso muchas veces le había salvado de más de una ocasión de ser pillado por las autoridades. Orgulloso de si mismo, sacó de uno de los bolsillos interiores del Haori un abanico de papel con un estampado de grullas volando dentro de un cielo blanquecino. Se abanicó. 

Toji sin darse cuenta de que otro mago, joven al igual que él, se había unido a la clase. Este le sonaba de algo, de algún sitio…  Una vez lo escuchó hablar con acento francés supo que se trataba del amigo de Noeline Malfoy, la hermana de Tazz. Toji recordó el encuentro con el belga en el museo en donde coincidieron los tres magos. 

—¿Debois? — dijo mientras se abanicaba para apartar el calor de su cuerpo. —Soy Toji, nos conocimos en el museo de Londres— añadió en un perfecto inglés que le había costado años perfeccionar. —Os expliqué a ti y a Neo sobre la cultura japonesa.-- Siguió caminando mientras el profesor volvía a tomar las riendas de la clase y explicaba sobre los amuletos del libro en cuestión. Dichos objetos le habían sido entregados al momento de adquirir el libro que estudiaban y por supuesto que los había traído, era loa razón de ser de la clase. —Sí, profesor… —dijo mientras se colocaba los anillos y el amuleto sobre su cuello. 

Siguió la presentación que hacía Kyle sobre lo básico de los amuletos que ostentaba, el espejo de niebla le parecía una técnica muy propia de la cultura japonesa y el arte ninja de la teatralidad y la confusión del enemigo. Toji sonrió al hacer esa comparativa dentro de su cabeza. 

[Kahlan Blackthorn]

 

El Ángel Caído pocas veces se divertía dentro de sus clases, pero cuando la ocasión se presentaba no la desaprovechaba. Estar en compañía de ese par de jóvenes, le hacia recordar vagamente tus años como estudiante dentro de hogwarts y otras escuelas que no estaban relacionadas directamente como la magia era conocida dentro del mundo que habitaba. Dando un ligero respingo sintió el agua recorrer su pecho descendiendo por sus perfectos abdominales, recuperando por completo la compostura les señalaba la zona más apartada de ese bosque.

— No irrumpiremos en los terrenos de los que viven dentro de estas tierras, solo iremos por las zonas puede conocer antes de que ustedes llegarán—indicaba continuando con su andar. Recorriendo con pasos seguros un camino rodeado por arboles con grandes copas que eran rozadas por los rayos del sol, dándole una tonalidad espectacular a las verdes hojas—Salvaguarda mágica—pronunció aquel conjuro para luego proceder a explicarlo con detalle— Le permite al mago que lo emplea volverse intangible y evadir cualquier hechizo que sea lanzado en su contra, ya sean rayos o invocaciones. Pero no es efectivo contra los efectos, dejándolos desprotegidos contra estos—fingiendo un falso pesar entrecerraba sus ojos.

— Curación—pensó aquel efecto realizando alguna curación sobre su persona—Pueden curarse ustedes mismos o curar a un compañero dentro del campo de batalla, no consume ninguna acción. Se utiliza una sola vez por duelo y restablece treinta puntos de vida—percibiendo la presencia de un par de criaturas que no pudo divisar con claridad. Esa era la oportunidad para que sus alumnos emplearan con éxito el Orbis Bestiarum, esperando haber dejado en claro su uso. El haría lo propio cuando lo considerará conveviente—¿Tienen alguna duda?—inquirió deteniendo su andar.

@ Zenin @ noe_snape

[toji]

De poco le había servido el abanico estampado que había sacado minutos atrás. Lo agitaba y lo agitaba y el calor aumentaba con cada subir y bajar del objeto hecho de papel.  El profesor se había lucido trayéndolos a ese sitio para exponerlos a situaciones climáticas adversas, desde luego se trababa de una clase sobre fortaleza, quizás no solo física si no también mental, tal y como había explicado Kyle al principio de la clase. La primera parte la estaban llevando, dentro de lo lógico, bien y a pesar de la alta y húmedas temperaturas que asolaban los bastos bosques tropicales en los que se encontraban, los asistentes a las clases habían superado la primera parte de la prueba, no volverse a Londres. 

Tal y como había hecho antes el profesor Kyle, Toji divisó a unos metros sobre ellos a una criatura que era oriunda de los bosques y selvas africanas. El pájaro en cuestión no era más que un Fwooper, cuyas brillantes plumas de colores centellaban gracias al sol que se alzaba sobre el cielo descubierto. Algo sabía Toji de aquellos pájaros en cuestión a causa de su reciente compra en el Magic Mall de un ejemplar recién capturado. De haber sabido que esta misma semana vendría a áfrica y se toparía con uno igual se habría ahorrado los galeones, pensó. —Orbis Bestiarum— dijo Fushiguro sacando y blandiendo su varita con elegancia. El pájaro descendió de la rama en la que se encontraba y se posó en el brazo izquierdo del Zenin. 

—Ni se te ocurra cantar, pajarraco— le habló a la criatura mientras acariciaba su emplumada cabeza. —Dicen que el catar de estas criaturas poder volver loco a quien lo escucha… ¿Podemos comprobarlo, profesor? — añadió Toji a su intervención. —¿Dubois, te ofreces voluntario? — preguntó con una leve sonrisa que sucumbía en malvada. 

Siguieron andando unos cuantos metros más, el profesor Kyle seguía explicando los diferentes poderes que guarda el libro en cuestión que estaban estudiando. Pero a Zenin aun le faltaba por comprobar los efectos del espejo de niebla en sus propias carnes, ya lo había sentido cuando el profesor lo utilizó contra ellos, ahora era el turno del Zenin. —Espejo de niebla— sentenció decidido a parecer un mago más poderoso. Obviamente no esperaba que hiciera efecto contra el profesor puesto que se le veía muchos niveles más experimentados que el par de magos estudiantes. Miró al belga y en este si que había hecho efecto el hechizo, sin embargo, no dejaba de ser una mera ilusión, a pesar de poder usar hechizos más poderosos que su rango le permitía. 

—De acuerdo— asintió a la ultima explicación que daba sobre los poderes del libro. —No tengo ninguna duda, profesor… pero lo que si estaría bien es poderlos poner en practica en una batalla, aunque sea simulada… — contestó a la pregunta que había formulado el holandés. 

 

@ Kahlan Macnair  @ noe_snape

[Noeline Malfoy McFarlan]

 

 

 

El trío avanzó entre los árboles. Pero la seguridad que marcaba el profesor en cada paso, no acompañaba en esta ocasión al belga. Los zapatos que había elegido no eran los más prácticos para este terreno, ¿en donde habría tenido la mente cuando se vistió para este paseo? Ya había abandonado la chaqueta y si el camino seguía como hasta entonces se animaría a hacer lo mismo con los zapatos.

Había sacado la varita, mientras el Macnair continuaba mencionando hechizo tras hechizo, incluyendo la manera correcta de realizarlos y sus propiedades. Intentaba concentrarse en cada palabra que salía de su boca, no era plan desperdiciar el día; pero la luz entre los árboles y los colores de la naturaleza a cada instante se filtraban entre sus pensamientos y se iba tras ellos y le costaba regresar. 

Les explicaba el método de curación, cuando fueron interrumpidos por un fwooper y un clabbert. Era claro que aquel que dirigía el recorrido no tenía intensión alguna de hacerles frente, estaría probándolos para ver si prestaban atención, incluso había detenido su paso dándoles la oportunidad de adelantarse. Al menos esa parte de la explicación, le había quedado clara al rubio. Y elevando la varita pensó en el hechizo –Orbis Bestiarium– a la vez que una anillo dorado envolvía a la bestia con apariencia similar a la de un mono. No era propio de la zona, tal vez se habría librado de algún traficante de criaturas.

El hechizo había serenado la expresión de la bestia y la pústula que comenzaba a encenderse con el color rojo característico, había vuelto a su color habitual. Con calma y siguiendo las instrucciones del mago les había dado alcance, para ubicarse entre ellos. Su compañero había realizado lo propio con el ave.

–Tu amiga ya cree que estoy suficientemente mal, como para animarme a probar esa teoría– fue lo primero que acertó a decir, con una sonrisa que se ensanchaba en el rostro, al comentario del asiático.

[Kahlan Blackthorn]

 

— No se preocupe, ya tendrán la oportunidad de practicar los hechizos que les he explicado dentro de la prueba final—comentó escuchando la mención sobre la locura. No encontraba nada de malo en esa condición, ya que las personas más grandiosas poseían una pizca de esa cualidad tan peculiar. Deslizaba la yema de sus dedos por una de las alianzas que llevaba en su zurda— Anillo de Amistad con las bestias, tal y como lo cita su nombre. Les permitirá tener una comunicación limitada con los animales de clasificación 3x, ayuda a que perciban las inquietudes o preocupaciones que aquejen a las bestias que se crucen en su camino—recordaba un detalle que no debía pasar por alto— Si cuentan con el conocimiento de criaturas mágicas, podrán controlar las que posean una clasificaciones superior—desviaba su vista hacia otro anillo.

— Anillo de Plagas, facilita la ubicación de los boggarts en los armarios, gnomos, huevos de Ashwinder o cualquier otra clase de plaga que perturbe la tranquilidad de sus hogares.  Deben llevarlo consigo siempre para poder usar el poder que el mismo posee, librándose de esa molesta peste—dibujándose en sus labios una lóbrega sonrisa— Amuleto volador, permite planear pequeñas distancias y caer lentamente sobre el suelo. Tiene la forma de unas alas de plata—apuntaba su dedo índice al que descansaba sobre su pecho. Tomando la siguiente alianza la coloco en la palma de su mano— Anillo de Salvaguarda contra oídos indiscretos, permite que una zona de 50m2 quede bloqueada para que los sonidos no puedan salir de ella. Dándole la libertad al portador del mismo hablar sin que la conversación sea escuchada por seres indeseables o que no deban enterarse del contenido de la charla—ideaba en su cabeza un ejemplo que pudiera aplicarse a dicha situación.

— Anillo de escucha, sirve para escuchar a distancia las conversaciones que no han sido protegidas de forma adecuada con el anillo que anteriormente les menciones—ladeando la cabeza no perdía el tiempo— Anillo detector de enemigos, le permite al que lo lleva puesto percatarse a tiempo de un ataque que va a ser lanzado en su contra de forma inminente o si un familiar es el afectado—ladeando la cabeza detenía su andar de forma elegante y tranquila— Amuleto de curación, si esta acompañado del conocimiento de Primeros Auxilios, podrá emplearse para curar a una persona con solo una simple imposición de manos. La curación se da de forma total e instantánea, siempre y cuando el mago o bruja, no esta muerto. Es un colgante en forma de topacio amarillo que refleja la luz del sol en destellos de colores, debe portarse en el cuello para poder sanar o curar a quien se elija—concluía su catedra dándoles espacio para que se preparan para la prueba final.

@ Zenin  @ noe_snape