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Practicando para atajar un enemigo en comun.


Sean -Ojo Loco- Linmer
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PV: 100

PP: 7

Desde aquel dia en Paris y acontecimientos que le siguieron supe que debia mejorar en todos los aspectos si queria tener alguna oportunidad. No bastaba con solo ser meticuloso y resguardar mi mente (no es que fuera prudente ocultar todo en mi mente...seria sospechoso sino solo dejarle ver lo que lo imprescindible....o lo equivocado), o solo ser un poco mas inteligente y preveer su proximo movimiento. No...debia ademas mejorar mis habilidades en combate. Claro....reconocer que estaba en falta y que hacia mil años no tenia un duelo decente no seria facil, pero ella me ayudo a superar mi orgullo, a fin de cuentas el enemigo era mutuo, y para nuestra prosperidad...juntos algo tendriamos que hacer.

Asi que henos aqui, en unas ruinas de lo que fuera un acueducto romano, a las afueras de Londres. Este habia sido ocupado casi en su totalidad por los bosques aledaños y solo quedaba este espacio cuasi redondo de mas o menos 20 metros de diametros...y que salvo algun que otro pedazo de piedra labrada(del acueducto) sueltos por ahi...nos daba suficiente pasto verde para desplazarnos a gusto. Sin nada mas por decir..salvo una deliciosa brisa que remolineaba entre nosotros y que hacia batir nuuestras ropa y ese hermoso cabello rojo de mi reina saque mi varita.

-Que conste que no soy fan de lanzar hechizos a una mujer...y mas a la que amo....-sonrei- pero supongo y quiero que no me lo pongas facil. Asi que no me contendre.

Y sin mas puse manos a la obra. Claro habia mucho que escoger para iniciar. Y no queria ponerselo facil. Si algo sabia era de lo buena maga que era @ Darla Potter Black , no por gusto varios Ministros le habia asignado la seguridad del Ministerio...y si...la habia visto en accion....y creanme que solo habia un ambito donde era mas espectacular que lanzando hechizos y siendo una maga bien ruda. Pero ese era solo para mi. En fin...listo ya sabia que hacer.

-Flechas de fuego -pense mientras terminaba de apuntar a Darla....para que justo en ese instante varios filamentos de fuego iluminaran el lugar...aun mas buscando la anatomia de mi pelirroja. Sin mas me acomode...y tense mis musculos....todo debajo de mi ropa (sobretodo gris, camisa azul claro de manda larga...pantalon oscuro con una botas altas de cuero) se aprestaba para el combate.

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Debía reconocer que no esperaba que él aceptara tan rápido su oferta, pero después de todo ambos sabían que aquello era algo a lo que tenían que enfrentarse más tarde o más temprano. No es que la pelea entre ellos fuera lo que era de esperar, pero sí estar en forma para enfrentarse al mago al que había visto en París.

Darla terminó de recoger en una coleta por sobre la nuca sus cabellos, los rizos igual terminaron batiéndose con el viento, pero al menos no sobre su rostro. Había elegido para ese día llevar unos pantalones de cuero negro, una musculosa blanca sobre un corset color beige y encima una camisa negra. Sus botas tenían apenas siete centímetros de tacón, que contrastaban  con el hecho de que iban hasta casi la rodilla. Se había mirado tantas veces al espejo intentando saber si se veía profesional o provocativa que se sabía de memoria su aspecto.

Caminó despacio por el borde despejado de las ruinas del acueducto, observando la construcción invadida por vegetación, apenas a un par de metros de ella. Sus botas patearon unos de los restos de piedra que había caído en el lugar, ninguno superaba los 20 cms, eso era obvio, el clima había ido deteriorándolos y eran pedazos deformados y gastados. La brisa le trajo el aroma de los árboles y del perfume de Sean.

Levantó la vista y sonrió, viéndolo a diez metros de ella diciéndole que no le gustaba lanzar hechizos a las mujeres, ella estaba demasiado acostumbrada de que el pasado lo habían hecho. Y parecía que él olvidaba que sí le había lanzado alguna vez un obliviate. No supo si eso o lo que dijo de amarla lo que la hizo sentir esa sensación de vulnerabilidad. Ella llevaba años sin un buen duelo y eso se sumaba a que no esperaba que en ¿cuánto? ¿Algo más de un año? Alguien más que no fuera Seba Granger le fuera a decir que la amaba.

—No intentes distraerme Sean —gruñó sin convicción, intentando hacerse la dura pero sí, él le había dicho que no se lo pusiera fácil, pero parecía que él tampoco se lo pondría fácil a ella pues una andanada de filamentos de fuego venían hacia ella.  Salvaguarda Mágica, pensó la pelirroja mientras movía suavemente la varita frente a ella, el efecto había sido instantáneo volviéndola intangible y las flechas de fuego atravesaron el espacio sin hacerle daño alguno.

—Lindo te queda —murmuró mientras volvía a apuntar a Sean y pensaba en una Maldición, el siguiente hechizo pronunciado o no verbal, sería inefectivo porque sería “mal pronunciado” derivando en una ridícula versión del hechizo que el Linmer intentara lanzarle. Pensó que podría haber sido más agresiva pero por otra parte, le gustaba la idea de durar un poco más en el duelo, casi como duraban sus otros encuentros habitualmente.

 

@ Sean -Ojo Loco- Linmer

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Sonrei mientras la oia responderme. No...distraerla..para nada. O sea si de verdad hubiese querido distraerla ya me hubiese comenzadoa quitar la ropa. Aunque bueno...mejor no hacerlo..porque podria tener el mismo efecto en mi si ella hacia lo propio....y nos desligariamos del duelo en cuestion. Por lo que me limite a seguir el duelo y ahora con los filamentos de fuego cursando el trayecto entre ambos solo para quedar defraudado cuando atravesaban el cuerpo de mi bella pelirroja sin hacer daño. Jummm Salvaguarda...lo debi haber pensado. Claro lo que si me sorprendio es como siguiendo su trayecto los rayos impactaron en una de las colmnas del acueducto llenas de hidras y comenzo a prenderse fuego. bastante intenso diria yo. Jum....esto de cambar el paisaje no estaba en los planes. Me sonroje apenado..mientras Darla me animaba del otro extreme...y ante su ademan de subir de nuevo la mano y apunta...ya yo..que habia apuntado.....lance mi siguiente hechizo.

-Sectusempra. -dije y un destello de luz verdoso salio hacia la pelirroja con la intension de crear heridas profundas en sus brazos, mmm no....para nada queria hacerle daño significativo en su torso...y mas con lo que me gustaba besar por ahi. pero esto era un duelo...ir asi pues no serviria de mucho. Al final era un forma de estar conteniendome.

Eso pensamientos me hicieron regresar a mis cabales solo para una vez mas sorprenderme de que aunque Darla me apunto nada paso. Y dejando a mi rayo cubrir la distancia volvi a apuntar. Ahora si hacia su torso.

-Disparo de Flechas -pense realizando la invocacion. Pero y he aqui la sorpresa. O sea...me di cuenta que aun en mi mento no lo habia hecho bien, me ahbia traicionado el subconciente???. Y lo decia porque en vez de flechas volaban hacia Darla unas doce hermosas rosas rojas. -Jum...y tu que me hicistes???- dije incomodo mientras pensaba en como podria ser posible. -este...acaso la daga de aquel dia -si la del dia en que la bese por primera vez- era una Daga del Sacrificio????

@ Darla Potter Black

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Su expresión ante el poco éxito de los filamentos de fuego le hizo gracia, claro que la que hizo a continuación le había indicado que algo no iba bien. Claro, el aroma a chamuscado le indicó cuál era el problema, luego tendrían que ocuparse de ello, no le hacía gracia dejar daños en la floresta. Demasiados profesores le habían indicado todo lo contrario, pero no tenía tiempo de ocuparse de ello en medio de un duelo, sería al finalizar el entrenamiento.

Apenas había dicho que le quedaba linda su actitud le sorprendió que fuera tan directo una vez más al lanzarle un sectusempra, obvio, era una práctica para enfrentarse a un enemigo mayor, ni ella esperaba que él fuera tierno como cuando la cortejaba ni ella lo iba a ser, el tema es que se le había adelantado a su hechizo, porque era algo que apenas se notaba pero había logrado intercarlar su segundo hechizo. Sin embargo, bendita y odiada hoy cuarta regla de intercalación, ya ni recordaba el número de regla que había sido cuando la había estudiado en el pasado, lo que si recordaba es que cuando lanzaban un rayo intercalado a un efecto, el rayo no era definible y ella aún tenía posibilidades de defenderse con una sobre intercalación. Sí, todas esas cosas pasaron por su mente en esos milisegundos que le llevó al rayo atravesar los diez metros de distancia que la separaban de Sean, por lo cual levantó su diestra e hizo un suave movimiento con Edelweiss mientras decía con voz firme.

Protego —el escudo semistranslúcido con el escudo de su casa apareció frente a ella, tras pronunciar el efecto y el sectusempra de Sean se estrelló contra él, sin hacerle daño alguno —te odio regla cuatro de intercalaciones pero gracias por ser tan útil —murmuró la pelirroja mientras veía caer a sus pies una docena de rosas rojas —vaya, que dulce —riendo al darse cuenta del efecto de su maldición.

—¿Qué te hice? Lo mismo que tú a mí, hechizarte  —bromeó Darla mientras movía rápido su varita una vez más apuntando hacia él, frunciendo el ceño al escuchar la mención a la daga… sobre todo cuando agregó en voz alta “daga del sacrificio” pero ella negó mientras murmuraba, sin prestar atención a si realmente la había invocado o no.

—Morphos —el oscuro pantalón que llevaba el mago se encogería hasta quedar convertidos en una avispa marina que sobre el muslo de Sean le inocularía su veneno, Darla levantó una ceja mientras decía en voz alta —aquella era una daga común de plata, recuerdo de un amigo del pasado —había sido Gabriel Van Helsing quien le había regalado aquella arma y ella solía llevarla muchas veces.

—Concéntrate y no me hagas trampas… —murmuró, intentando olvidar aquel primer beso que la había hecho regresar a la cordura sin que ella se diera cuenta que también la había hecho darse cuenta que se estaba enamorando de @ Sean -Ojo Loco- Linmer .

 

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Sonrei con todo lo que habia pasado. Maldecir las reglas y formas de un duelo era algo que muchas veces habia hecho a lo largo del tiempo y mas cuando era bastante asiduo a sentir magia potente pasandome cerca. Tal ves en ese entonces me acomodaba para sentir el peligro cerca, pero a diferencia de entonces, ahora el peligro era real....y no podia darme el lujo de desaprovechar ada oportunidad. Y claro el comentario sobre las rosas...pues si..bien atinado....de hecho tenia planes con rosas pero no en estas circusntancias. 

-Sin duda hechizado me tienes.- reconoci poniendome rojas las mejillas. Solo para reparar en mi error. La bella pelirroja que tenia de oponente no se contuvo y fue a por mas. Y si, sabia las formas mas fastidiosas de ese hechizo que habia pronunciado pero verlo de nuevo mientras se transformaba mi pantalon quedando en boxer si que era complicado...y mas si lo que me rozaba la pierna y me envenenaba era una avispa marina, para despues caer al suelo mientras me separaba de ella unos pasos para que muriese en paz.

Sin mas me apreste a arrancar un boton el sobretodo para apuntarle con mi varita. -Morphos -Exclame para ver como se transformaba en un bezoar que me comi....eliminando el veneno poco a poco.

-Si...tienes razon...nada de desconcentrarme. Aunque en este estado...-y me señale casi desnudo- por la que temo es por ti.

Sin mas alce de nuevo la varita para apuntarte mientras acomodaba mi posicion.

-Fuego Purpura -exclame.

La idea era simple....dejar incociente al oponente y hacer un hechizo vistoso. Ahora...si me queria poner serio pronto deberia idear un buen plan. No es que este hechizo resolviera algo.

@ Darla Potter Black

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  • 2 semanas más tarde...

¿Qué podía decir? Todo estaba sucediendo rápido… demasiado rápido de hecho. Había sido lo bastante inteligente de utilizar la regla cuatro de intercalación y aunque pensaba que no lo lograría había obtenido las intercalaciones. Claro que como ella lo veía no era todo gracias a su agilidad sino más bien a un error de Sean. Definitivamente el amor podía llegar a costarle la vida y eso era algo de lo que la pelirroja estaba segura que no pensaba permitir. Dudo, podía continuar o ya ganar el duelo. Sí, tanta confianza se tenía en ese momento y además estaba molesta con Sean, si se estaba enfrentando al mago de París por su cuenta y solo, estaba claro que su vida correría riesgo y eso a ella no le hacía ninguna gracia.

Entornó los ojos y tras que Sean arrancara un botón de su sobretodo para transformarlo en un bezoar le apuntó, intercalándole, ya que él mismo le había cedido aquella ventaja de intercalarle al no silenciarla, ni intercalar hechizo alguno antes de que ella transformara con morphos su pantalón. Darla movió su varita apuntando hacia Sean e intentó una jugada peligrosa.

—¡Expelliarmus! —exclamó la vampiresa haciendo que un rayo rojo fue a impactar fuertemente contra Sean, justo antes de que este lanzara un fuego púrpura de los labios de Darla surgió un insulto — ¿¿!!Qué diablos te pasa!!?? ¡Vas a lograr que te maten! ¿Dónde ves que haya siete metros entre nosotros? —la varita de Sean había volado a cuatro metros a la derecha del mago y la Potter Black no dudo ni un segundo en apuntarle mientras movía su varita pronunciando un —accio varita de Sean —el efecto fue inmediato y segundos después la pelirroja estaba cruzada de brazos con cara de pocos amigos, observando la onda que había invocado su pareja y que se disolvió a tres metros por delante de ella dada la distancia que habían mantenido desde el inicio del duelo.

—Ponte los malditos pantalones así podemos volver a empezar —dijo mientras se acercaba ahora sí a los siete metros que el mago había pensado que estaban al momento de invocar el inútil fuego púrpura. ¨

—No pienso dejar que te enfrentes solo a ese mago @ Sean -Ojo Loco- Linmer  —gruñía la vampiresa molesta y preocupada a la vez por el hombre frente a ella.

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  • 4 semanas más tarde...

Si...si. Habia metido la pata. Mejor dicho todo el pie. Eso habia que reconocerlo. Ahi, con la varita por los aires para despues pasar a las manos de Darla si que parecia un desvalido en calzones. Si...porque el pantalon habia regresado a su forma....pero no con sus piernas y otras partes adentro. La verdad sea dicha si algo no le gustaba del Morphos era eso. Y es que si la ropa la hacian los magos como es que no se les habia ocurrido hacerle un hechizo anti-encantamientos. A veces eramos tontos par algunas cosas. En fin, hay que ser justos y no echarle la culpa de mi idiotez a los magos que hacian de sastre. Habia que ser buen perdedor.

-Si..si....amor...fue un error de calculo. -dije mientras alzaba mi pantalon sacudiendolo de las hojas del piso. -Y no....no me mataran...como dice el dicho...hierba mala nunca muere...asi que tu tranquila. -sin mas deje el pantalon sobre una piedra cercana -No...dejare los pantalones aqui...es tu culpa asi que lidia con verme asi de sexy...mmm ahora a ver que transformas con el morphos??? y recuerda es un duelo..nada de perversiones...que te conozco. -dije sonriendo picaro mientras me acercaba.

-A ver...dame la varita....y no te ponga asi...que con ese genio..y esa energia me van a dar ganas. 

Sin mas puse la mano para que me cedieses la varita y comenzar otra vez. Pero la verdad es que Darla se veia, asi  intensa y enojada....muy hermosa. Con una fuerza subyugadora. Una vez mas hice el gesto con la mano y con malas pulgas la varita me fue entregada. -No es de querer o no amor. Uno nunca sabe donde puede encontrar el peligro...y si me dan a decidir mejor yo que tu. Solo de pensar en perderte y se me revuelve todo.- eran puro sentimientos mis palabas pero ya con la varita en la mano regrese a mi lugar para iniciar de nuevo. Ya ahi me gire y hice una leve reverencia.

-Sectusempra.- dije apuntando firme hacia el pecho haciendo que un rayo verde iluminara los 8 metros de trayecto entre ambos. Y con objetivo evidente de causar daño. 

@ Darla Potter Black

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Sí, se había pasado, sus insultos habían subido el tono porque no podía dejar de imaginar a Sean a merced del oscuro mago que parecía ser Derhmond. La preocupación de la vampiresa era real aún siendo consciente de que para él todo era juego, excepto quizás sus hijos. Suspiró mientras él hacía una de las cosas que sabía hacer mejor: calmarla. Sí, en este mundo del revés en que se había convertido su vida habían descubierto que ella era el caos y Sean era quien ponía la calma en la relación. Ironías de la vida…

Puso los ojos en blanco al escuchar el refrán, pero no dijo nada y segundos después no pudo controlar la sonrisa que se dibujó en sus labios.

—¿Pretendes distraerme estando sin ropas para vencerme? —bueno, algo de razón tenía, pensó mientras evaluaba su aspecto en bóxer y gabardina.

No tientes Sean, sabes que puedo ser más pervertida que tú —respondió mientras él se le acercaba reclamándole su varita que ella le tendió —yo ya las tengo —fue toda la respuesta que dio mientras él tomaba su varita.

La pelirroja se mordió el labio mientras regresaba a su lugar tras las palabras de él, ¿en serio no se daba cuenta que eso era mutuo?

—Sé que en esta época el peligro está en todas partes, pero en verdad, no estoy dispuesta a perderte, ya no puedo, ya no quiero, te necesito… —agregó mientras respondía a su reverencia con una leve inclinación de cabeza —una vez más… vara de cristal —dijo  para sí misma invocando el equipable que convertía a Edelweiss en una vara de cristal azulino con destellos rojos en su interior, aún preocupada por sus palabras, pero queriendo que el mago comprendiera el peligro al que se exponía, por su mente pasó en ese momento un Seccionatus, la docena de mediaslunas surgieron de su varita a la par que en su pecho comenzaba a ser notoria la sangre que surgía de las heridas producidas por efecto del rayo que la pelirroja había dejado impactar en su cuerpo.  Más le valía a él no dejar que aquellas mediaslunas impactaran en él, es verdad que solo algunas, un par quizás darían en su pecho y otras tantas en su brazo hábil pero si era listo sabría cómo evitarlo, se dijo para pensar inmediatamente en un Vulnera Sanentum cuyo efecto curó por completo los cortes producidos por el sectusempra que él le lanzara.

@ Sean -Ojo Loco- Linmer

 

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