Prueba de Parsel 17 Mael Blackfyre - Mayo 2022

[Lawan Nguyen Thanh]

El día en que Mael tenia que enfrentarse a la pirámide, finalmente había llegado. Buscando demostrarle al Arcano de los Hablantes de Parsel, que era capaz de sortear todos los obstácu.los impuestos antes de llegar a la prueba final. El bosque donde le había citado estaba plagado de diversa vegetación, apartado del hogar del vampiro, ahí no existía ninguna clase de conexión con sus ofidios o los reptiles que habitaban en las zonas donde solo el tenía acceso. Sumido en una profunda meditación aguardaba impaciente el que apareciera su alumno, rodeado por un silencio sepulcral se perdía más y más en esa bruma espesa que abrazaba sus memorias.

— Ha elegido un buen compañero de andanzas, solo espero que no se arrepienta por ello. Ya que las consecuencias serán devastadoras para ambos sin duda alguna—emergió su voz como lo hace un barco hundido en el océano. Repleto de maleza, algas que cuelgan por los metales oxidados de la cubierta— Cinco hitos, espero que este listo para concretar con éxito cada uno de ellos. De momento solo le daré a conocer los dos primeros, dejando el resto para más adelante—explicaba sin salir de su estado de trance. 

— ¿Quién es verdaderamente el hombre que se presentó en mi hogar?, ¿Por qué decidió que Astaroth y usted tienen un nexo más allá del de compartir un dolor y castigo tan profundos que les quema cada célula del cuerpo?—las preguntas eran precalentamiento, porque el primer hito se proyecto delante de los ojos del mago— Hay dos maneras de cruzar el rio, la primera esta ligada a no usar la magia que conoce. El segundo tampoco le permite usar la magia, pero si empeñar algo que considere que ya no forma parte de su vida—cruzándose de brazos elevaba las rocas que estaban a sus costados. 

— Cambiar de piel, desprender la piel vieja y que es obsoleta. No le queda nada más que eso, no puede ir a la pirámide con tremenda carga a cuestas. Tiene tiempo para reflexionar, analice los pros y los contras. Cruce el río con las armas que estarán a su izquierda, ahí podrá encontrar una caña de pescar, carnada y deberá confeccionar una canoa lo suficientemente fuerte y resistente para soportar los embates que vengan contra ella—se quedó en silencio. Ya le había dado la primera tanda de instrucciones, quedaba en sus manos ponerse con la tarea encomendada.

@ Mael Blackfyre

Editado 1 de Mayo del 2022 por Lawan Nguyen Thanh

[Mael Blackfyre]

— Ya se lo he dicho, maestro. Ese hombre era mi falso yo. Un falso yo que creía que era quien debía ser —le respondió al maestro luego de haber llegado a presentarse con Lawan. Estaba mucho más cerca dela pirámide pero aún me quedaba un largo camino. Sabía que no debía rendirme y le oba a demostrar al Arcano que estaba preparado y más. También tenía la experiencia máxima en que quería despojarte de todo lo que uno sabía, conocía y era para sentirte débil. Pero aún así, no lo iban a lograr—. Astaroth y yo no lo decidimos. Simplemente conectamos. Tenemos trabajo junto que hacer y estoy seguro que él logrará ayudarme con mi cometido —miré a la serpiente. Sabía que podría contar con su compañía hasta las puertas de la pirámide, no más.

Escuche las instrucciones del Arcano y actué inmediatamente. Entendía por dónde debía hacer y cómo tenía que hacerlo así que automáticamente me puse con ello. Tardé algunos minutos en dar con las cosas que necesitaba, especialmente algunas ramas caídas para formar una plana plataforma que quedó flotando en el agua. No sabía si iba a resistir pero en cuanto me arrodillé en ella, pude ver que al menos no se hundía.

— Debo confesar que no entendía muy bien el objetivo del Pársel hasta que llegué ante usted, maestro. Me he despojado de muchas cosas y he encontrado nuevas pieles. Espero que sea un honor para usted tenerme de alumno. ¿Astaroth? —pregunté tomando la caña y dejando que la serpiente se enroscara en aquella tanza para llevarme por la corriente. Si, había sido idea de mi amigo demonio, era increíble la fuerza de voluntad que tenía. Sin él, no hubiera llegado a la pirámide. Giré la cabeza para despedirme de Lawan aunque sabía que lo volvería a ver al pisar la tierra de la isla.

Ea cierto, ahora sentía un peso menos a mis espaldas.

@ Lawan Nguyen Thanh

[Lawan Nguyen Thanh]

El tiempo que se alumno había decidido a confeccionar la balsa fue muy corto a su parecer, aunque con el esmero y la fuerza imbatible de Astaroth. Aquella tarea se concreto con éxito ganándose la aprobación del Encantador de Hanoi, desviando su vista hacia la serpiente, le advertía en un mensaje velado que ninguna clase de ayuda podía ser proporcionada a su acompañante— Es su prueba, no la tuya. Serás un mero espectador en este viiaje, amigo—soltaba antes de verlos perderse en las cristalinas aguas. 

Les seguiría de cerca la pista, dando paso al resto de los hitos. Justo al llegar a la otra orilla, se vería atrapado por una oleada de recuerdos olvidados. Todos ellos relacionados con la persona que negaba haber sido y era una falsa representación de su persona— Algunas veces negamos lo evidente, pero veremos que tanta verdad existe en sus palabras—las serpientes se congregaron alrededor de Lawan. Acompañándolo en su andar, dibujando en la arena algunas frases sin demasiado significado, al menos en apariencia.

Cada una de ellas se plasmaría justo en el sitio donde encallaría la canoa que llevaba a Mael y Astaroth. Viejos troncos estaban cerca de lo que fuera una cabaña roída por el tiempo, la humedad y los años— Descansará luego del agotamiento mental que le causará viajar al pasado, pero a su pasado en esta ocasión. Debe salvarse usted mismo, no pensar en los que le rodean dentro de esos pasajes del pasado—murmuraba sabiendo que la serpiente le enviaría el mensaje al hombre.

— ¿Quién es la persona que más ha amado en su vida?, ¿Su madre, padre o alguien más ?. Depende lo que responda, verá como esa persona corre un peligro de muerte, al grado de que no podrá hacer nada para evitarlo—cerrando sus ojos no lamentaba el cuatro hito que tendría que enfrentar. El tercero parecía ser el más llevadero y menos tortuoso, ladeando la cabeza remataba su obra con un hito que haría que su aprendiz demostrará que no quedaba nada de su antigua piel adherida a su anatomía. 

— Le conozco poco, quizás sea el alumno que no permite que se vea su esencia a simple vista. Es una jugada sensata, inteligente a mi parecer—le hablaba a la distancia— ¿Quién es Mael antes de caer dentro de la vida que vive actualmente?. Puede contarme algo de su etapa de infante, ya sabe juegos, pasatiempos. Cualquier detalle por más insignificante que parezca puede ser vital y sumamente relevante—solicitaba apareciendo una daga cerca de una roca con la forma de varias serpientes enroscadas formando un nido perfecto.

— No deseo que se arranque trozos de piel, pero si que corte internamente esos restos que pudieron haber quedado—dándole dos opciones arrancarlos de raíz o utilizar aquel objeto punzo cortante en contra de su persona. Atentar contra la vida, no era algo que le correspondiera como el Arcano de Parsel. Pero no era mala idea romper los esquemas un poco y jugar con todas las posibilidades que aquella prueba le podía delante al Blackfyre.

@ Mael Blackfyre

[Mael Blackfyre]

La voz del arcano había llegado hasta mis oídos como era de costumbre. Levanté una ceja al escuchar sus palabras. ¿Pretendía que la serpiente se alejara? Eso no lo iba a permitir. Junto a Astaroth ahora éramos uno solo y si íbamos al caso, aún no había entrado a la prueba, donde claramente no iba a poder entrar. Pero en el camino al portal, Astaroth se iba a quedar conmigo le gustara a Lawan o no.

— Astaroth se quedará junto a mí, le guste o no, Arcano. La prueba es pasando el portal y aún no llegamos a él —exclamé al obtener su respuesta sobre la serpiente. El arcano había dicho dentro de la prueba, por lo que no iba a dejarla atrás, ya Lawan Nguyen Thanh no tenía ninguna influencia sobre su demonio o mí, era mi prueba, por lo que la manejaba yo. Pero ni bien la barca tocó la orilla, mi mente se puso a dar vueltas.

Sabía que antes de llegar al portal tenía que pasar unos obstácu-l0s. Aunque la verdadera prueba estaba dentro de la pirámide. Dentro obtendría un anillo simple, atravesaría el portal, haría la prueba y saldría con mi anillo real. Ya lo había hecho seis veces y los había obtenido a todos. Pero ahora mi cabeza no dejaba de pensar en aquello, en mi pasado. Estaba seguro que ninguna fuerza podría ver lo que yo veía, porque también era oclumante, pero la magia del sitio me hacía ver aquello. Noté dos figuras arrodilladas, una era mucho mayor que la otra. Un gran viejo y una joven bruja. Todo se veía rojo, todo titilaba. La oscuridad era palpable.

— ¡NO! —exclamé. No iba a permitir que nadie ni nada accediera ante aquello, me lo había prometido. Pero si se dejó llevar por un recuerdo de mucho más adelante, uno que casi había olvidado. Estaba en uno de los colegios del oriente. Había estado en mucho de ellos y en muchos me había expulsado. Nadie comprendía lo que realmente estaba pasando pero aquel objeto lo había logrado conseguir con todo mi empeño por mi cuenta. La oficina del director era una de las más importantes y había averiguado sobre aquel talismán, una piedra roja como el fuego, cubiertas por tentáculos de metal resguardando a que quedara suelta. La había visto en una reunión y se me había implantado la idea de que sea para mi. Y así fue, con una distracción casi fatal, profesores corriendo y llevándome aquel objeto. Me expulsaron por el ataque a ése chico pero jamás advirtieron de la piedra que aún tenía guardada en mi bóveda.

Bajé de la balsa caminando a aquella cabaña totalmente destruida, me recordaba a la Yaxley. Astaroth se arrastraba a mi lado sabiendo que estábamos pronto a resolver nuestro cometido. Había más serpientes pero las ignoré junto al Arcano. Era su orden que descansara y así lo hice. Pero no estaba seguro si aquel sitio tenía aún más magia.

¿Por qué estaban empeñados en ver información que había sepultado en mi cabeza? Poseía la magia para bloquearla y eso haría. No tenía padres para matar. Muchos otros familiares estaban muertos. No había conocido demasiado amor de parte de mi madre Shelle, al contrario. Hasta que me encontré con los Gryffindor, especialmente por aquella bruja hermosa, Mica. Pero no sabía si lo que estaba viendo era magia de la prueba o una visión de mi Videncia. En mi mano tenía un corazón, literalmente todo mi alrededor estaba invadido de sangre. Ni había llegado a reconocer dónde me encontraba cuando vi el cuerpo tirado de la bruja, De un sobresalto desperté y salí de aquellas ruinas, directamente donde estaba Lawan. ¿Era consciente que entendía la finalidad de aquella maldición? ¿Tenía entendido que tarde o temprano tenía que romper su pacto para lograr terminarla?

— De niño me gustaba ir a la meseta más alto de niño, donde podía ver toda la isla. Era mi sitio, donde estaba tranquilo y solo. Pero me di cuenta que jamás voy a poder simular aquello, lo cual era una farsa —tomé la daga que me estaba brindando y no dude un segundo en cumplir con lo que ella me pedia. No me dolía, no lo sentía, aunque si podía ver caer las gruesas gotas de sangre. Le devolví la daga al maestro, notando como las heridas volvían a cerrarse, aquello era gracias a la magia de los Nosferatu—. Estoy listo para la prueba. Astaroth me esperará afuera.

 

Off. necesito solo un posteo más como puente para hacer la prueba.

[Lawan Nguyen Thanh]

Los pasajes de la mente eran similares a un inmenso laberinto y eso era justo lo que le esperaba antes de entrar a la pirámide a su alumno. La elección de la puerta correcta, no tuvo que ver la mano de Lawan con todo aquello, sino que la pirámide comenzaba a mostrarle la magia que poseía y que cada mago o bruja que se presentaba ante ella debía enfrentar para obtener la habilidad que estaba ligada a una alianza que era única en su especie. Le mostró parte de su pasado, dejándose el resto para el. 

Realmente no le interesaba ahondar demasiado en la vida de sus aprendices, solo buscaba enseñarles la manera más sencilla de soltar amarras y liberarse un poco de las pesadas cadenas que solían ser la mala toma de decisiones o el cometer actos que muchas veces les pasaban facturas que les eran cobradas en el otro mundo. Entornando su vista hacia Astaroth, no pudo más que decir— El estará viendo todo lo que sucede dentro de tu prueba, estarás solo ahí dentro. Pero ten en cuenta un detalle, aquí te estará esperando tu nuevo aliado—la voz del Encantador de Hanoi estaba desprovista de toda emoción.

Avanzando con paso decidido hasta donde estaba el Blackfyre extendió un anillo de oro blanco con varias serpientes que están perfectamente talladas en él. Este estaba conectado con todos los que poseían los demás hablantes de Parsel. Despidiéndose del hombre, estaba demás desearla suerte, quedaba en sus manos la forma en que enfrentará lo que la pirámide había preparado para él.

— Estaré pendiente de cada paso que de, si necesita ayuda. Sabe que puedo brindársela sin problema, aunque eso le pondría fin a su prueba—se sinceraba respecto a ese punto. Cuando un Arcano intervenía para salvar del peligro alguno de sus alumnos, la pirámide lo expulsaba de manera definitiva dejando anulada una nueva posibilidad de poder aplicar para obtener por segunda vez la tan ansiada alianza que le conectaba con la habilidad de poder comunicarse con fluidez con las serpientes o cualquier clase de reptil que habitará en el planeta tierra.

— Será el ultimo tirón, confió en sus capacidades—se despedía con esas palabras del joven. Encaminándose hacia una roca que estaba cerca de la entrada de la edificación, apoyándose en su vara de cristal tomaba asiento para presenciar la travesía que estaba por dar comienzo.

@ Mael Blackfyre

[Mael Blackfyre]

Había llegado uno de los momentos que más había esperado en aquella clase. Tenía que admitir que todo había pensado que todo iba a ser diferente en aquella habilidad. De hecho creía que dedicarme solamente a hablar con serpiente era demasiado limitante con todas las cosas que ocurrían en el mundo mágico. Si, ahora podía hablar mejor con ellas pero era más que eso y había transcurrido en el momento justo que había cambiado de piel.

Tomé entre las manos aquel anillo que me brindaba el maestro, escuchando las palabras que me dedicaba. Aquella era la séptima vez que ocurría que me encontraba en la pirámide por entrar a una prueba. Habían sido todas diferentes, todas únicas. —Gracias, Maestro. Se que parece que no estoy agradecido pero me ha ayudado mucho. Y por Astaroth, gracias también por ello, si no lo hubiera permitido, no estaría aquí —miré al demonio que se encontraba enroscado en mi brazo—. Es momento de que me esperes aquí… luego nos iremos —ella bajó y se quedó dando vueltas por allí.

Avancé sin mirar atrás. La puerta de la pirámide me recibió muy bien al igual que el portal que se dibujó sobre una de las paredes. Aquella sala circular me sorprendía cada vez que la veía pero no me detuve demasiado, porque tomé mi varita y me adentré en el portal. Lo último que vi fue el borde de éste de un color verde, conformado por miles de pequeñas serpientes como si fueran de esmeraldas y diamantes. Todo se volvió negro. Entré. Ya no había marcha atrás.

Caminaba por un largo sendero, duro y frío de piedra gris. A muchos kilómetros había una especie de montaña que desde ahí, parecía no más que una sombra. Algunas farolas iluminaban aquel sitio. Los árboles creía bastante separados entre sí, aunque cada vez que avanzaba se encontraban más pegados. El sendero iba desapareciendo y el césped lo ocultaba. Pero me mantuve con paso firme, varita en la mano y con un agradable sentimiento, no estaba seguro si alguna vez me había sentido así de bien. Bien porque había logrado mi cometido. Llegué al lugar esperado:

Aquel claro no estaba iluminado con farolas, sino con la simple luz de la luna. Había algunas siluetas, muy pocas dos o tres, que también eran sombras. No podía tener compasión con más personas porque sino la gracia del plan se perdería. En el medio había un gran caldero que llegaba casi a mi pecho, con el fuego ya encendido y un liquido espeso de color rojizo. Me quedé parado a su lado, observando. Sentía que ya había logrado obtener todo lo que necesitaba. Incluso lo último, lo que creía que me destrozaría pero no, porque no sentía dolor. Rebusqué entre el interior de mi túnica y saqué allí aquel objeto. Era como si fuera de goma, recubierto de sangre, aún  manchado por ella. Lo tomaba con las dos manos. Se lo había arrancado del pecho. Sus imágenes me atormentarían durante toda la vida, estaba seguro pero ¿en qué afectaba una cosa más?

Lo lancé al interior del caldero y este, durante un segundo parecía que todo se había detenido. El líquido se revolvió como un huracán, cambió a un color dorado y explotó en todas las direcciones, despidiendo un humo denso como un volcán y elevándose a miles de metros hacia arriba y luego extendiéndose a sus anchas. Había funcionado. Era el fin de muchos y todo había sido mi obra.

Cuando me giré, me encontré en la sala circular. Lawan estaba allí junto a Astaroth. Miré automáticamente mi mano con el anillo de Pársel en uno de mis dedos. Los había conseguido todos.

@ Lawan Nguyen Thanh

[Lawan Nguyen Thanh]

Lawan observaba con atención toda la escena, desviando su vista por un breve instante hacia Astaroth. La serpiente se revolvía sobre el suelo a voluntad, dándole una muestra más de lo que tuvo que purgar para obtener todo lo que tanto anhelo durante toda su vida—Un alto precio, ¿no lo crees?—siseó mirando fijamente al Encantador de Hanoi. Su despedida estaba cerca, ya no pertenecía al hogar del vampiro y lo mejor era que le enseñará el camino correcto a Mael— Queda en tus manos, yo ya no puedo intervenir mucho más de lo que ya lo he hecho—dejaba una palmadita en la cabeza de la criatura.

El lanzar un objeto desconocido para el Arcano a un caldero, no causaba ninguna clase de sensación o reacción. Posiblemente su alumno estaba cerrando un capitulo de su existencia pasada, sacar conjeturas sobre lo hecho o deshecho estaba fuera de su alcance a estás alturas del partido. La alianza que llevaba el hombre en su dedo, se conectó con la del Vietnamita vinculándose con la habilidad de los hablantes de Parsel de manera exitosa a su parecer.

Viendo como las lenguas de fuego que brotaban del portal de la pirámide, lanzaban rayos que cegarían a un sujeto cualquiera. Pero no a alguien como el Arcano que miles de veces presenció ese acto con otros jóvenes magos y brujas que buscaban tener un nexo más intimo con las serpientes y otra clase de reptiles. Poder comunicarse con ellos y expresar los mensajes que tenían para revelarles— Parece que le ha ido bien, no esperaba menos de usted—la voz del vampiro era fría y distante. 

Quizás esperaba algo más intenso, pero cada uno de los que cruzaban el portal decidían lo que ocurría dentro de este y de que modo enfrentaban su prueba personal. Aunque no le resultaba para nada satisfactorio el no tener contacto nunca más con ese demonio que se arrastró hasta su morada una noche tormentosa, llevando varias heridas en su pequeño cuerpo y que el curará con tanto ahínco.

— Lo ha conseguido—soltaba el Encantador de Hanoi— Se ha vinculado con éxito a la habilidad de los Hablantes de Parsel. Recuerde que su anillo como el resto de los que han pasado por esta pirámide, no se desvincularan jamás—continuó hablando— Haga buen uso de lo aprendido, siempre que necesite ayuda. Ya sabe donde puede encontrarme—se levantó del sitio donde estaba cómodamente sentado y se encaminó hacia la salida de la edificación.

Dejando solos al Blackfyre y a su nuevo compañero de andanzas.