misión odf — Trabajo Incógnito —

[Valky]

Luego de darle a Lukyan unos pequeños datos para que pudiera ayudarla a buscar, la pelinegra tomo el camino de lado izquierdo, mientras que su compañero tomaba la derecha para abarcar mayor terreno. Tal como se habían imaginado, el responsable del ataque aun no abandonaba la escena del crimen, el más cercano a él era Volkov quien al parecer le estaba infringiendo algún tipo de ataque pues el presunto miembro de los nuevos rastreadores empezó a ponerse pálido, dio un par de pasos pero se tambaleó, como si fuera incapaz de mantenerse mucho tiempo en pie.

Miró fugazmente a Lukyan captando la señal que le hacía. Una mujer que estaba cerca también noto el malestar del hombre así que le pelinegra haciendo uso del Ilusionismo creo una imagen en la mente de la mujer para que se alejara. Poco después la fémina estaba intentando convencer a todos que había alguien atrapado en los escombros. Con aquella distracción nadie prestó atención en como una pareja se llevaba a un hombre casi inconsciente.

Buscaron un salón de clases vació, mientras Kaori realizaba algunas protecciones para que los muggles no se acercarán, además de asegurarse de que su amuleto contra oídos indiscretos siguiera activado, el pelinegro se encargó de amarrar a su prisionero que empezaba a recobrar lentamente la conciencia. A pesar de las preguntas que le hacían se negaba rotundamente a hablar, logrando hacer que Lukyan finalmente se decidiera a usar métodos más agresivos, nada que ella misma no hubiera hecho antes.

Se mantuvo como mera espectadora, con los brazos cruzados hasta que se dio cuenta de que algo no iba bien. «Maldición» pensó acercándose para ver mejor como empezaba a salirle sangre por ojos, oídos y boca. ¿En qué momento se enveneno a sí mismo? Quizá desde el preciso instante en el que se empezó a sentir extraño durante el ataque de Lukyan. Movió la cabeza del hombre, le abrió la noca en busca de una posible capsula, pero no tuvo demasiado tiempo de investigar el cuerpo ya que un patronus en forma de tigre irrumpía en la habitación, con una dirección.

 —Quizá analizar el cuerpo y pertenencias nos ayuden… —Dijo sacando un pergamino en donde explico rápidamente la situación y lo metió en el bolsillo del saco del hombre muerto —Es un traslador, llevara el cuerpo a una persona que sabrá qué hacer con él y que buscar. Pasaron unos segundos y el cuerpo fue absorbido por un remolino de luz, dejándolos solos y frustrados por como habían resultado las cosas. 

—Vamos, unámonos al resto del equipo —Dijo la bruja tocando el brazo del pelinegro, hizo un breve asentimiento al patronus y este salto sobre ellos envolviéndolos con su cálida luz, entonces giro sobre sí misma y el par de magos desapareció de la Universidad.

Segundos más tarde en alguna parte de Brooklyn Heights, reaparecieron a un par de pasos de donde estaban de pie, Graves, su prima Dennis y Madeleine. Captó las ultimas palabras dichas por las brujas y no pudo evitar decir.

—Pero que poca fe me tienes, Moody —Saludó con un asentimiento a los paladines del grupo y añadió —Les presento a Lukyan, es parte de los Oscuros. 

@ Ky.  @ Ellie Moody  @ Hobb Graves  @ Dennis Delacour

 

[Ky.]

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Todo aquello de los oscuros y que está misión qué había aceptado para estar un poco de más tiempo con Kaori, se había convertido en una misión de grupo lo empezaba a dejar muy confundido, con todo lo que había pasado. En primer lugar no había preguntado ¿qué era eso de los clanes?, ¿por que la Orden del fénix se subdividia en clanes? y ¿qué clanes había y qué los diferenciaba? Pero al haber gente a la que no conocía, le hizo sentirse un tanto incómodo, más por que resultaban ser muy familiares para la bruja de cabellos negros 

—Disculpen la tardanza, no ocupamos en otro lugar antes de llegar acá. –hizo una pausa mirando a Matsudaira, como si lo que habían hecho antes, ellos debían saberlo o lo mejor era quedarse callados. Al ver que podía decirles, siguió con su relato que había dejado inconcluso. —Durante nuestra visita al Dr. Brown, decano de la Universidad, nos topamos con una persona que planto una bomba dentro del despacho del decano, la cual estalló en cuanto Kaori puso un pie dentro, creemos que el ataque era para el Dr Brown, y que el delincuente al percatarse que su plan había sido frustrado sin alguna intención nuestra, se quedaría a los alrededores para saber que había pasado. 

Los miró aún con el semblante serio tratando de ser lo más conciso que podía en su relato, pero sentía que había cosas que el no sabía, más que nada por la misma ignorancia al no estar al pendiente de lo que sucedía fuera de su fundación y su castillo en el que vivía, así que miró a Kaori para tener un poco de apoyo en lo que llegase a travarse u olvidarse. 

—Así que minutos después lo capturamos para obtener información de él, pero se negó a responder pregunta alguna y en su lugar opto por morirse, pensamos que se suicidó gracias al veneno en una de las cápsulas que encontramos en su boca, por lo que posiblemente,  los delincuentes que estamos buscando, también tengan esa forma de escape para no declarar nada.

[Ellie Moody]

—Después de ti, Delacour... —replica Madeleine, haciendo un gesto de impaciencia en dirección al portal. Siente que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que estuvo en una misión junto a Dennis Delacour, a quien recuerda principalmente por ser parte del Cuartel de Aurores. Se esfuerza por no suavizar el semblante, pues están a la mitad de un asunto serio y no una reunión social, pero los recuerdos la reconfortan; aunque sabe que nunca fue de hacer amigos en la Orden del Fénix, era difícil que no se formara ninguna clase de vínculo entre los integrantes del bando. Espera que Graves, quien probablemente la esté orientando en su viaje de explorar sus poderes paladines, esté haciendo un trabajo decente; aunque, de todas formas, está segura de que Dennis es capaz de hacer su propio camino.

Escuchar la voz de Kaori hace que se sobresalte, ya que no la percibió al llegar, así como tampoco a su acompañante. La expresión de disgusto por la sorpresa de suaviza cuando se permite esbozar una leve sonrisa. Ya se había hecho a la idea de que tendrían que arreglárselas los tres, pero el apoyo adicional de Kaori y Lukyan ponía puntos a su favor; quizás sea un poco más difícil mantener la discresión al ser un grupo más numeroso, mas es una desventaja que vale la pena asumir.

—Supuse que tendrías algo mejor que hacer un viernes en la noche —responde Madeleine, encogiéndose de hombros.

Saluda con un gesto de la cabeza a Lukyan, teniendo la sensación de que su rostro le parece familiar. Ahora que lo piensa bien, ¿no lo vio acompañar a Kaori en el Mercado Público? Se pregunta qué clase de relación tienen, pero no le da vueltas al tema por mucho tiempo. Lo importante es que Kaori indica que se trata de un Oscuro. Madeleine asume que apenas está comenzando a explorar su vínculo con la Magia de la Oscuridad, lo cual es un proceso diferente. Hay quiénes, al ingresar a la Orden del Fénix y conocer el secreto de su magia ancestral, sienten una conexión con alguna de las especializaciones de esta magia, y el uso de esta magia es algo muy natural, casi innato; hay quiénes se esfuerzan para crear esa conexión y logran vincularse a ella con mucho entrenamiento y práctica. Y hay casos de personas que simplemente no sienten ninguna afinidad por esta clase de magia, pero no por eso son menos capaces ni talentosos, como es el caso de su propia prima, Ellie.

El mago les explica que él y Kaori estaban en otro lugar, antes de llegar con ellos. Madeleine alza las cejas, sorprendida, y escucha atentamente el reporte de lo ocurrido.

—Explosivos y suicidio, así que ese es su modus operandi —musita Madeleine, frunciendo el ceño, al unir los detalles del reporte de Lukyan con los sucesos que ella sabe que ocurrieron en el atentado al Hospital St. Mary Jauncey. «Así que evitan las confrontaciones, ¿por qué?».

»Buen reporte —murmura, volviéndose nuevamente hacia el portal—. Así que querían atacar al Dr. Brown, y él es la única pista que tenemos para llegar a los rastreadores. Este portal nos llevará al ático de la casa de Diego Brown, el cual está asegurado con algunos encantamientos que asegurarán que esté vacío y que no causemos alboroto. Lo cierto es que no sabemos qué es lo que encontraremos allá, ni de qué forma Diego tiene algo que nos ayude a llegar a los rastreadores, pero lo averiguaremos. Nos enfocaremos en eso.

Y Madeleine es la primera en atravesar el portal, decidida.

@ Hobb Graves  @ Kaori M.  @ Ky.  @ Dennis Delacour

[Juliens]

Le alegra mucho que la conexión de Dennis con el templo sea fuerte. La Magia Paladín da fuerza a quienes la usan, y con ese vínculo ella mismo crece en poder fortaleciendo aún más a todos quienes mantienen el vínculo. De momento Hobbamock se limita a escuchar, hay situaciones en dónde lo mejor es mantenerse en silencio. Es Madeleine quién tiene más información al respecto. Él, en esa misión, está para seguir ordenes y como un soldado más de la Orden del Fénix.

—¿Te gusta sorprender a la gente, cierto, Kaori?

Nuevamente deja de hablar para que los recién llegados puedan terminar de informarles sobre su misión previa que está relacionada con la situación en la que en ese momento se encuentran. De alguna forma se alegra de la forma en que el rastreador perdió la vida. La información previa que tenían apuntaba a que el atentado en el hospital mágico de Estados Unidos fue un atentado suicida. Kaori y Lukyan confirman que los rastreadores no tienen problema alguno en morir incluso sin llevarse a nadie por delante.

No logra ser el primero en cruzar el portal, lo que le molesta. Le molesta porque le gusta poner el pecho a las balas, aunque Madeleine asegura que el lugar al que van es seguro. Él cruza el portal en segundo lugar, con la varita en la mano y el intelecto sagrado acelerando sus sentidos y conexiones neuronales.

Habla cuando están en su destino.

—La forma en que evitan confrontarse no es normal incluso en organizaciones suicidas. ¿Se quitó la vida y no se llevó a nadie por delante? Es probable que tengan algún tipo de entrenamiento en espionaje. Incluso puede ser que hayan dos tipos de rastreadores. Los que revientan una bomba pegada a su pecho y quienes ponen la bomba y huyen. Estos últimos están también dispuestos a morir, pero lo evitarán lo más posible; también quieren vivir.

 

@ Dennis Delacour

Editado 20 de Octubre del 2022 por Hobb Graves

[Valky]

La pelinegra únicamente sonrío a las palabras de Madeleine, no considero apropiado el momento para decir que en realidad estaba de vacaciones. Cuando Lukyan le dedico una mirada que era más como una pregunta silenciosa sobre si podía o no contarles lo sucedido en la Universidad, ella asintió y espero a que él les informará al resto de sus compañeros lo sucedido. Cuándo terminó de hablar fue el turno de escuchar y esperar nuevas instrucciones.

Moody es la primera en hablar, abre un portal que los llevaría al interior de la que, ahora sabe, es la casa de el profesor Brown. El siguiente en hablar es Hobb y sus palabras le llama la atención pues es algo que ella también ya había pensado llegando a la misma conclusión, así que únicamente añade

—En realidad creo que en la Universidad no esperaban nuestra presencia, fue algo imprevisto así que  no es que evitarán el confrontamiento es que no estaban preparados para enfrentarse y al verse acorralado la mejor solución fue quitarse la vida —Comenta la bruja quién aún no había ingresado al portal abierto por Madeleine. En realidad no se sentía muy a segura de entrar todos a revisar, sin dejar que alguien se quedará vigilando desde afuera. Antes de que Lukyan atravesara el portal llamó su atención sujetándolo por el brazo.

—¿Recuerdas del otro el otro poder que estaba anotado en el pergamino? pues vamos a usarlo. Dejaremos aquí a nuestras sombras por un tiempo para que vigilen mientras nosotros investigamos dentro de la casa—Empezó a hablar rápidamente, esperando que el mago siguiera el hilo de sus pensamientos —Los poderes de los clanes por lo general son algo innato, algo que siempre ha estado dentro de ti. Solo tienes que concentrarte y manipular la la oscuridad, moldearla para que haga lo que tu deseas, guiarla y luego dejar que ella haga el resto del trabajo—siguiendo sus propias palabras la pelinegra se concentró en el hechizo que quería poner en funcionamiento Umbra.

Su sombra de inmediato se separó como si tuviera vida propia, no podía hablar era claro pero si podía seguir sus ordenes. — Se quedará a vigilar la parte de atrás de la casa, puedes dejar a la tuya para que vigile el frente. —Eso les brindaría un par de minutos de tranquilidad al menos mientras pudieran mantenerlas activas —Esta técnica es un poco riesgosa porque la sombra empieza a tener independencia mientras el oscuro se debilita, así que si notas que pasa eso, es mejor hacerla volver —dichas esas palabras atravesó el portal para reunirse con los con sus demás compañeros, quiénes seguramente ya estaban investigando dentro de la casa.

@ Ellie Moody  @ Hobb Graves  @ Ky.  @ Dennis Delacour

[Dennis Delacour]

La ojiazul estaba lista para cruzar el portal cuando una voz conocida hizo que pausara su camino y girara sobre sus pasos, siempre era reconfortante ver a la familia y más en una misión de la orden, era una manera de sentirse más respaldada, de por si que la rubia tenia mucha confianza en sus compañeros ya que las diferentes misiones a su lado siempre eran muestra de lo valiosos que eran y que podía contar con ellos en la batalla, pero el hecho de que alguien aun más cercano estuviera a su lado en este tipo de asuntos le daba una mayor tranquilidad y podía centrarse aun más en el caso. A quien no reconoció fue al acompañante de la bruja, su mente intentaba encontrar su rostro en algún recuerdo pero definitivamente podría decir que era la primera vez que lo veía.

- Siempre es agradable ver caras conocidas en las misiones prima - dijo a Kaori sin profundizar en presentaciones ya que sabia que eso molestaría a la Moody sobremanera. Escucha la información que brindan los recién llegados lo que hace pensar que de pronto el profesor no es el criminal que buscan, ah no ser que eso quiera que crean y bajen la guardia. - Tal vez no es que sean de los rastreadores y haya más facciones terroristas queriendo causar el caos - dice ante las palabras de Hobb, - creo que primero debemos averiguar quien es realmente el profesor y el porque quisieran acabar con el, si es porque es demasiado bueno para estar en la mira de los rastreadores o el villano para hacer que varios grupos puedan estar tras él - en todo caso era mejor estar alertas.

 

Cruzo el portal hacia lo que se suponía era el ático del profesor Diego Brown. El lugar estaba oscuro, olía a humedad y polvo acumulado, lo que le hacia pensar que no solía nadie pasar mucho tiempo allí. No quiso usar la magia para encender ninguna luz por lo que pronuncio en un susurro - Divine Intelect -  sintió como su mente comenzaba a analizar todo a su alrededor de forma acelerada  y su visión se enfocaba permitiéndole tener un panorama de aquel lugar en busca de algún peligro.  Todo se veía libre de riesgo pero en el extremo opuesto de la entrada del atico pudo notar una puerta protegida por un hechizo de invisibilidad. - Por aquí - dijo a sus compañeros y empezó a moverse en esa dirección mientras su vista paseaba entre los objetos de aquel ático, antigüedades de varias partes del mundo era lo que se encontraba en el lugar pero nada que emitiera algún tipo de magia. Llego a la puerta y se dio cuenta que el hechizo solo la ocultaba de la vista pero no había nada que les impidiera cruzar, era más para la vista de muggles que de magos que podrían detectarlo de forma mas sencilla. Por lo visto el profesor se preocupaba más por aquellos sin magia.

 

Cruzo el umbral de la puerta y se encontró con un camino espiral que descendía al parecer a una especie de pasadizo, mientras lo recorrían podía escuchar como algunas voces iban apareciendo en la distancia. El camino se detuvo frente a un muro que tenia unos pequeños agujeros en el que permitían ver hacia un salón donde varios hombres enojados discutían, pero sus palabras denotaban más que enojo era como si quisieran ocultar sus verdaderas intenciones. Giro a ver si sus compañeros aun venían por el sendero mientras escuchaba que uno de los hombres pronunciaba el nombre del profesor en un tono que reflejaba un odio enmascarado entre cada frase. Quienes eran esos sujetos y porque estaban en esa casa seria algo que tendrían que descubrir. Debian lograr mezclarse en aquella Reunión para obtener respuestas.

 

@ Kaori M.  @ Ky.  @ Hobb Graves  @ Ellie Moody

 

 

 

[Ky.]

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Para Lukyan todo lo que estaba sucediendo en su entorno era demasiado, así que se disoció, y no presto atención a lo que la señorita antes presentada como Madeleine decía, posiblemente Kaori luego le explicaría a donde irían si era que se movían de ese lugar al que habían llegado. Justo volvió a su presente, cuando el otro caballero cruzaba el umbral, y quien lo traía a aquel presente no era otra persona que Kaori quien le decía algo sobre unas sombras.

El ya había leído aquella advertencia que le hacía la bruja, por lo que le daba miedo el no poder controlar a su sombra si se separaba de ella, no pudo externar ese miedo, por que la pelinegra lo dejaba atrás, tardó aproximadamente un par de minutos más luego de que Kaori cruzó, para usar el hechizo y desprenderse de su sombra.

—Umbra.

Murmuró y vio como su sombra ya no era algo que se reflejaba en la pared o el suelo, si no era una figura que por un principio seguiria el plan principal de la Kaori de carne y hueso. Además, a su sombra también le gustaba la Kaori sombra tanto o más como a él le gustaba la Kaori de carne y hueso. Así que cruzo el portal encontrándose del otro lado con el sótano de alguna persona.

—¿Qué es este lugar? —preguntó en un susurro a Kaori al tiempo que buscaba algo que le respondiera la pregunta que no deseaba hacer en voz alta.

En algún lugar.

El sonido de un celular irrumpió una reunión que a juzgar por los rostros de aburrimiento de los presentes no era importante. El dueño del dispositivo miro la pantalla y en ella rezaba «Numero desconocido»  entonces su semblante cambio, esperaba esa llamada, pero no a esa hora de la noche. Se puso en pie y tras disculparse con todos salió al pasillo.

«La operación fracaso. Alguien acciono la bomba antes de tiempo» Informó el interlocutor. « No encuentro a Smith por ningún lado» siguió hablando.

«Aun lo podemos intentar en su casa, reúne a un equipo, debe hacerse esta noche» No dio más instrucciones, el plan había fracasado pero aun tenían una oportunidad, el profesor Brown tenía que ser silenciado

«¿y Smith? » preguntó con duda en la voz.

«El era un buen elemento si quien frustro el ataque se lo llevo, seguramente ya esta muerto. Concéntrate en la nueva misión o tendrás el mismo destino» Colgó la llamada y por un momento estuvo tentado a lanzar el teléfono contra el piso, en su lugar respiro profundamente envidiando a Smith, al menos el no tendría que informar que fallaron en la tarea.

[Ellie Moody]

 

 

 

 

Espera que esta vez Kaori no tenga quejas acerca del viaje, ya que el portal los lleva hasta el sótano del profesor Brown sin problemas ni efectos secundarios, aunque reconoce que luego de su comentario en el Mercado Público se encontró ojeando Libro del Druida en un par de ocasiones. Cuando sus pies vuelven a encontrar el suelo, se encuentran en un lugar lleno de sombras y con un penetrante olor a humedad y olvido, tal y como esperaba. Madeleine tiene la precaución de no moverse hasta que, luego de un par de momentos, sus ojos se acostumbran a la oscuridad y puede distinguir algunas sombras y siluetas. Está segura de que todos piensan lo mismo: hay formas de crear luz, pero es mejor no correr el riesgo. Sin embargo, aunque da un par de pasos, se da cuenta de que no sabe a dónde ir. Frunce el ceño, hasta que escucha la decidida voz de Delacour llamarlos.

Sigue el sonido de sus voz, teniendo cuidado de no tropezar con los cajones de madera ni los objetos que se alzan en todo el ático, que forman una especie de laberinto improvisado. Madeleine sabe que Diego Brown es profesor de Historia y, a medida que sus ojos se acostumbran a las tinieblas —no sabe si es algo natural, o se debe a su manejo de la oscuridad como un elemento—, distingue la serie de artefactos, antigüedades e incluso obras de arte que conforman una colección que bien podría estar en un museo. ¿Se supone que esas cosas estén ahí, y no en un lugar autorizado? ¿Se trataría de un robo? No es que los museos no estén llenos de ladrones, pero aún así...

Madeleine sacude la cabeza, diciéndose que ése no es el tema que les interesa.

—Vaya —murmura, cuando Delacour revela una puerta que había estado oculta con magia. Eso le dice que o Diego Brown es un mago, o tiene aliados que le ayudan a proteger sus hechizos con magia—. Curioso...

Había escuchado la breve conversación de Graves, Delacour y Kaori, quiénes intentaban unir las pocas piezas que tenían. Todavía Madeleine le da vueltas al tema, pero la verdad es que sigue sin poder sacar conclusiones claras. Al principio, lo más obvio había sido pensar que Diego Brown tenía una relación con los rastreadores que le permitía tener información, pero con lo sucedido parecía más bien que se trata más bien de una persona non-grata. ¿Sería por el hecho de ser un mago? ¿O por el supuesto nexto con los rastreadores? La verdad es que tantos detalles confusos solo la marean más.

Las manos le escuecen por desear convocar su arma maldita, pero esa no es una forma muy discreta de infiltrarse a un lugar, así que se conforma con tener la varita firmemente sujeta con la mano diestra. Madeleine se asegura de estar haciendo uso de su capacidad para controlar su energía interna, de modo que sus pasos sean ligeros y silenciosos, y no de ningún paso en falso; siente los músculos tensos, pero se obliga a mantener a raya la creciente ansiedad, incluso cuando comienzan a escuchar las voces que vienen desde más allá de las escaleras. La noche que deciden buscar información acerca de los rastreadores, luego de tener una pista, hay un atentado en la oficina de Diego Brown y además parece haber una acalorada reunión en su propia casa. Son demasiadas coincidencias y Madeleine lamenta la posibilidad de que se estén dirigiendo a la trampa más est****a en la que pudo haber caído, pero ya han avanzado mucho para dar marcha atrás. Por las pocas palabras que logra distinguir y el tono de voz empleado por aquellas voces anónimas, es evidende que no se tratan de amigos de Brown y también que son rastreadores. Pero ¿dónde demonios está él?

Y la casa, la casa es otro tema. Aquellas escaleras los condujeron a lo que parece ser un pasadizo oculto, y ahora están detrás de una pared falsa, desde la cual pueden espiar la reunión. Esa habitación, ¿es parte de la casa de Brown o de otro lugar? ¿Ese pasadizo sería suyo o de quiénes están reunidos? Más icógnitas, más temas que unir.

Pero ahora, la mirad de urgencia Dennis le recuerda lo que importa.

—En este momento, tenemos dos asuntos importantes —murmura Madeleine, tanto para sí misma como para los demás, a la vez que organiza los pensamientos de su cabeza—. Necesitamos conseguir a Diego Brown y necesitamos llevárnoslo a salvo, incluso si despertamos alguna alarma. Pero también necesitamos aprovechar esta oportunidad de infiltrar a alguien.

»Graves, Delacour. Yo puedo fabricar una ilusión, hacerles pensar que ustedes son parte de su escuadrón y ustedes pueden ocuparse de sacarles información, la que sea. De la forma menos sospechosa posible, y si esto no termina en un duelo, mucho mejor —añade con durezca, observando fijamente a Graves. Madeleine sabe que ellos pueden hacer uso de su intelecto sagrado para situaciones como esa, y más les vale tener muy pulida esa habilidad.

»Lukyan, Kaori —vuelve la mirada a sus dos compañeros de clan. Ella sabe que están solos, sin sus sombras. No dieron detalles, pero asume que deben estar ayudándolos a merodear el lugar y evitar alguna intrusión que los tome por sorpresa; es por eso que confía en que pueden tener un buen control del espacio, sin mencionar que con sus habilidades para moverse rápida y sigilosamente, bien podrían examinar toda la casa en un santiamén y también mover al profesor sin muchos problemas—. Necesitamos encontrar a Brown. Según su itinerario, debería estar acá a estas horas, y si no estaba en la universidad con más razón tiene que estar en su casa. Sin embargo, no sabemos si tenemos más compañía, así que sean precavidos. Repito, si podemos llevarnos a Brown a un lugar seguro y evitamos un enfrentamiento, sería muy bueno.... —esta vez, clava la mirada en Kaori. No conoce a Lukyan para juzgar su carácter, pero sí conoce de sobra a la bruja y sabe que ella tiene cierta facilidad para causar problemas. «Espero que no esté corrompiendo al muchacho», dice para sus adentros.

»¿Les parece bien?

@ Hobb Graves  @ Kaori M.  @ Ky.  @ Dennis Delacour

[Juliens]

Le agrada la forma en que Dennis es capaz de manipular la magia sagrada, siente como fluye de forma natural, como si ella y la magia fueran totalmente compatibles. Pero aún así, y pese al control que la bruja está demostrando, no puede arriesgarse y ponerla -sola- en el peligro que Madeleine quiere que se pongan.

—Siempre un paso atrás de mi, Dennis. Esto es muy peligroso, pero es parte de ser paladín. Nuestro escudo siempre está al servicio de la orden del fénix. Caminemos

Sabe que, en algún lugar de la habitación, Madeleine está poniendo en blanco la mirada. No todos son capaces de entender como el vínculo con el templo puede afectar la personalidad de los paladines, como en cierta forma les quita el miedo (o les permite ignorarlo) en pos de siempre estar pendientes de recibir los hechizos, las explosiones o cualquier tipo de ataque.

Caminan sin hacer ruido con la ilusión creada por la bruja cubriéndoles. El intelecto sagrado le permite que sus neuronas realicen conexiones a  una velocidad mucho mayor que el de una persona promedio. En ese momento, mientras caminan y se mantienen en silencio, sabe el sitio en dónde debe pisar para no hacer ruido. Finalmente se reúnen con el grupo de rastreadores. Es él quién hace la primera pregunta.

—¿Me puedes explicar de nuevo el peligro que el profesor representa? No estoy seguro de haber entendido completamente el plan

Cada palabra la dice con mucho cuidado, intenta que sean neutras, que su tono de voz no denote nerviosismo. Logra que la pregunta sea natural y gracias a la ilusión creada por Madeleine nadie sospecha de ellos. E igual, gracias a la ilusión, de alguna forma el grupo de rastreadores toma la pregunta como una pregunta válida. 

La situación es preocupante, porque hay -en una esquina- un aparato que reconoce de una misión en la que realizó la primera ejecución como paladín. Es un inhibidor de magia. Es virtualmente inútil contra la magia de los clanes de la orden, pero es lo suficientemente fuerte como para romper la conexión durante unos segundos. Sabe que va a pasar, de alguna forma lo sabe. Pero no tiene forma de comunicarlo sin descubrirse. Tienen poco tiempo.

—Debemos averiguar todo lo que el profesor sabe sobre nosotros y luego asesinarlo. Asesinarlo es prioridad —dice quién parece estar a cargo del grupo.

—Entonces hoy, pase lo que pase ¿El profesor debe morir?

No son capaces de responder ante la pregunta de Hobbamock porque en ese momento un sonido que conoce bien retumba en sus oídos: alguien se apareció en la habitación. Su instinto le urge a llevar la mano a su varita, pero no lo hace. Le cuesta no hacerlo pero logra contenerse. Entonces otro sonido, un zumbido que le molesta en los oídos: la máquina antimagia encendida.  Un estruendo: su pesado brazo metálico golpeando contra el suelo debido a la desconexión de un par de segundos de la magia paladín.

La confusión se apodera del lugar. Los rastreadores ahora entienden que realmente Hobb y Dennis no son parte de su grupo. Pero también entienden que los recién llegados no lo son: son tres brujas armadas hasta los dientes. Pero está bastante claro, incluso sin el intelecto sagrado funcionando, que las tres mujeres tampoco son rastreadoras. Quizá su llegada haciendo uso de magia "normal" fue la que activó el aparato que inhibe la magia. No está seguro, pero al menos la conexión está de vuelta.

—Multiplícate, Dennis

La orden es bastante escueta pero espera que la demostración sea suficiente. Hobbamock hace uso del hechizo Thunder Clone para traer a la habitación dos copias idénticas a él de pura energía. Posteriormente invoca en su mano (la única que tiene) una lanza Pole. Su último acto, antes de que todo se salga de control, es acerca el brazo al suelo para que los cables del brazo de acero puedan conectarse nuevamente a su magia.

Disparos que son interceptados por uno de los clones. Y una explosión en algún lugar de la casa. Espera que todos estén bien. Toca varios de sus dedos en un orden específico para invocar en el brazo mágico el Escudo de Krygten.

 

@ Dennis Delacour @ Ellie Moody @ Kaori M. @ Ky.

[Ky.]

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     †˗ˏ✎*ೃ˚  Lukyan M. Volkov.  :;

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Al enterarse de que se encontraban en casa del profesor Brown y lo que estaban haciendo en ese sótano, los sentidos del Ruso se alertaron, ahora si estaba poniendo todo de sí para encontrar al profesor, si era que uno o más personas venían por él, su deber era salvaguardar su seguridad hasta tener claro que su vida dejaba de correr peligro, y sobre todo por que esa gente buscaba matarle. Aunque a decir verdad, Lukyan se había enfrascado en esta misión, aun cuando entendía el 10 por ciento de todo lo que pasaba para tener tiempo con Kaori. 

 

La sombra de Lukyan, regreso hasta donde estaba la habitación de su cuerpo, y antes de volverse a unir, la figura oscura le dijo que había visto a un hombre oculto con la descripción de la persona a la.que buscaban, luego de avisarle a la pelinegra del hallazgo del profesor y unirse a su sombra, salió en busca de Brown, encontrándole justo en el lugar en el.que su sombra le.habia indicado. 

 

—No tema, lamentamos haber entrado sin autorización, no queremos hacerle daño. 

 

Estaba explicando, cuando Kaori apareció en escena a los pocos minutos, el hombre salió de su escondite un tanto calmado por las palabras que el pelinegro le había dicho. Lukyan miraba a Kaori para que ella siguiera con la presentación, solo había un pequeño problema para Volkov, no estaba seguro que usar magia frente a un muggle aunque este este en peligro fuese la mejor opción. Aun así, el tiempo era muy valioso, así que luchando contra sus principios cuando se trataba de acatar las reglas, uso un poco de magia abriendo un portal para ponerlo a salvo. 

 

Y como no conocía mejor lugar que su casa en Rusia, al cruzar el portal, se encontrarían en la sala de su casa, en espera de que las personas con las que se unieron para la misión les dijeran en que situación se encontraba todo el asunto en casa del profesor.