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Joaquín Granger

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Mensajes publicados por Joaquín Granger

  1. -Una sala de torturas sería una gran idea, pero creo que en las mazmorras no hay lugar para una, que lastima- Comenté bromeando también, continuando con mi cadena de pastos.

     

    Los zapatos me estaban molestando, era algo realmente tonto salir al jardín con traje y zapatos, así que abandonando toda decencia me quité los zapatos y calcetas quedando con mis pies al aire y pisando la mullida hierba verde y continué con mi cadena de hierbas, que ya llevaba 8 trozos de hierba atados y tenía como meta que fuera la cadena mas larga que hubiera hecho en la tarde.

     

    Quedamos en silencio por un tiempo, hasta que la joven volvió a tomar la palabra, con un tema de conversación que no me esperaba oír. Pero ya veía que la joven había quedado bastante resentida desde que la desarmé y la dejé sin su varita, pero no me arrepentía en nada estaba convencido de que lo que yo hice había sido lo correcto.

     

    -Si lo recuerdo muy bien, parece que Coyo-t está cumpliendo con mi cometido, y no me arrepiento de nada- Comenté con toda serenidad -Eres mas peligrosa con una varita que un niño de 4 años. Suicidarse no está bien y haré todo lo que me sea posible para evitar que te suicides, así me toque convertir todo el suelo de los jardines en trampolines por si se te ocurre tirarte de la ventana- Finalicé añadiendo una 15ª hierba a mi cadena.

     

    Mientras yo continuaba con mi artístico labor y movía alegremente los pies, como si disfrutara de alguna linda melodía, la joven tenía la vista fija en una de las ventanas de aquella monumental mansión, quien sabe pensando quien sabe que cosa, tal vez alguna idea para matarse o algo así.

     

    Continué con mi actividad hasta que la joven habló y me ahogué al escuchar aquella petición tan descabellada. Miré a la joven con desconcierto no podía creer que me pidiera aquello justo a mi que impedía que tuviera algún medio con el cual pudiera suicidarse, y cuando bajé la cabeza comprobé que me había causado la destrucción de mi cadena de hierbas. Suspiré para no gritarle y tomé la palabra.

     

    -¿Me estas hablando enserio? ¿O solo es una broma de muy mal gusto que me ha hecho romper mi trabajosa labor- le pregunté algo enfadado, y añadí -Si no es una broma, que te quede claro que no te ayudaré a conseguir ninguna varita.

     

    A continuación saqué mi varita le di unos toquecitos con ella a mi cadenita de hierbas, pronuncié la palabra mágica y la cadenita volvió a quedar como nueva, para así continuar con mi trabajo.

  2. Raramente disfrutaba de la sombra de aquel peculiar árbol aunque no supiera que árbol era, pero estaba seguro de que no era ningún sauce boxeador, ya que, seguramente ahora estaría en San Mungo, seguramente con una gran astilla clavada en un ojo y cubierto de profundas heridas sangrantes que me dejarían medio inconsciente por tanta perdida de sangre. Me estremecí con ese extraño pensamiento y me distraje con un pasto, que arranqué y ahora destrozaba con mis dedos.

     

    Seguí por un rato más arrancando pastos y atándolos unos con otros para formar una especie de cuerda que la rompí. Nunca pensé entretenerme tanto rompiendo esa hierba tumbado en un árbol, pero ya veía que me equivocaba esa infantil actividad se me hacía divertida, no era nada complicada, y no se me agotarían nunca, o al menos no antes de que me aburriera de hacer ese hobbie tan peculiarmente raro, y aún mas raro siendo un engreído como lo era yo.

     

    Cuando ya iba atando el quinto pasto a una nueva serie divisé una alta figura femenina con cabello platinado que se dirigía hacia mí. Sonreí al verle ya que se trataba de Sil que venía hacía mí y como de costumbre no saludaba, se limitaba a hacer un comentario elocuente, aunque tratándose de ella era como si dijera "hola" volví a sonreír dejando la cadena de hierbas y correspondí a su comentario.

     

    -Mi cama sigue tan cómoda como siempre- afirmé con jovialidad -Pero soy propenso a aburrirme y mi habitación ya me tenía aburrido, como imaginarás, así que decidí cambiar de aire un poco. y... ¿A ti que te trae por aquí?- Le pregunté con curiosidad, mientras retomaba mi fina actividad de unir pastos y la invitaba a sentarse bajo la sombra de aquel lindo árbol

     

    http://i.imgur.com/WB47D.png

  3. Estaba sobre mi cama con doseles hojeando un libro el cual había leído muchas veces y ya hasta podía recitarlo. Todo estaba muy tranquilo como siempre y mi rutina no salía de lo normal ya que solía encerrarme en mi habitación y no salía más que para conseguir sangre cuando me cansaba de la que me traía mi elfo, que ahora estaba sacudiendo el polvo de mis muebles.

     

    Cerré los ojos para ver si me quedaba dormido así al menos mataba el tiempo, pero luego de estar como 30 minutos con los ojos cerrados sin conseguir dormirme abandoné todos mis intentos y me levanté dispuesto a salir de aquel lugar del que tan aburrido estaba aunque muchas veces me servía de refugio.

     

    Salí de la habitación por el arco custodiado por la estatua del hipogrifo, con bastante pereza como siempre que se trataba de mí, y me dirigí hacia las escaleras, las cuales las bajé con pesadumbre y me tentaba la idea de volver a subir las escaleras e ir a la cama nuevamente, pero ya había ido hasta ahí y no las subiría ahora.

     

    Ya al pie de la escalera el nuevo desafío era a donde iría el comedor me resultaba un buen lugar, pero no tenía hambre, y ahora que lo pensaba no hay mucha diferencia en estar tumbado en una cama o sentado en un mesa. Decidí caminar sin rumbo por la casa hasta encontrar un lugar de mi agrado.

     

    Al pasar por la sala me paré frente a la gran ventana y divisé el jardín, aquel amplio lugar repleto de plantas era el lugar al que necesitaba ir para cambiar de ambiente. Comprobé que mi atuendo fuera apropiado para el clima y me dispuse a salir y recostarme en un árbol contemplando el horizonte.

     

    Pero cuando llegué otra decisión mas, ahora tocaba elegir un árbol en el cual recostarme y había muchos, esparcido por todos lados. Afortunadamente divisé un gran árbol a lo lejos, al que fui sin pensarlo 2 veces y me recosté sobre su tronco respirando profundamente.

  4. Hola!! Me encantaría unirme a esta familia, simplemente porque me gusta y porque supongo que Luna será una buena hermana que perdí XD.

    Y ya no se que más poner para seguir con este relleno simplemente digo: NO AL SPAM!!

     

     

    -Nick: Joacoo Lestrange

    -Msn (porque queremos acosarlos xD): joaco.cere_12@hotmail.com

    -¿Por qué quieres pertenecer a esta familia? porque me gusta

    -¿Qué parentesco quieres tener? Hermano perdido de Luna.

     

    Saludos.

  5. Holaa! vengo a pedir algunos cambios en mi ficha

     

    1º quiero que pongan en familia adoptiva la Haughton y en, y que me cambien mi edad a joven quiero q mi historia quede así:

     

    La historia de Joacoo Lestrange comienza un 4 de Diciembre cuando su madre Az lo dio a luz cuando aún era humana.

     

    Le dijeron que el bebé había muerto pero no era así, me enviaron a un internado Ruso junto con otros niños de ese espantoso lugar. En el internado tuve una vida sumamente mala con esos muggles golpeando a todos los niños, allí nos usaban como gente que limpiaba o peor tal vez como esclavos, podíamos pasar días sin comer o podían golpearnos todo el día tanto los adultos como los niños mayores.

     

    Afortunadamente yo sufría mucho menos, yo era diferente, el hacia cosas distintas, que parecían mágicas sobre todo cuando se enojaba. Y hay que destacar que tiene muy mal genio, a causa de eso los otros me respetaban un poco mas pero no evitaba uno que otro golpe.

     

    En el cumpleaños número 11 Joacoo recibió una visita, como era de esperarse fue una grata sorpresa, era un hombre que vestía extravagantemente con una túnica larga negra y una capa color esmeralda.

     

    El hombre me explicó lo de mis poderes, era magia y me dijo que tenía una plaza en una academia de magia y hechicería. Miraba asombrado al hombre y no lo podía creer sabía que tenía poder especiales pero... ¿magia?.

     

    Al otro día con un mapa y algunas monedas que le regaló el hombre salió en busca de sus materiales escolares, calderos, plumas y pergaminos, aunque me llamaba mas la atención la varita mágica así que compre eso primero, seguido por un bonito caldero.

     

    Al cabo de una semana ya estaba en la academia, muy feliz por fin un lugar donde no te golpeaban sin razón y en donde también me destacaba por mis altas notas. En la academia era callado pasaba mucho tiempo leyendo y practicando, era muy independiente, callado pero muy habilidoso.

     

    Dos años después de entrar en la academia el director me mando llamar a la dirección fui sereno y con paso seguro como de costumbre. Sabía que no había hecho nada malo, en cuanto entré vi a una mujer muy parecida a mi sus ojos se destacaban por su azul zafiro iguales a los míos solo que ella los tenía también con destellos rojos, en cuanto entre saludé al director y a la mujer a la cual se le enajenaron los ojos en lágrimas. Yo la miré con extrañeza, porque de verdad se parecía a mí, me dirigí al director y le dije - ¿Y bien?¿Para qué me mandó llamar? el hombre me miró, dio un fugaz vistazo a la mujer y dijo con un tono alegre -Joacoo ella es tu madre- en ese instante la mujer rompe a llorar, me abraza y yo quedo congelado mientras me liberaba fríamente y dije -Disculpen no puede ser me dijeron que mi madre había muerto cuando me dio a luz -Eso era una cruel mentira, a tu madre también le dijeron que habías muerto pero no fue así- dijo el director, mientras la mujer todavía lloraba -Pruébenlo- dije y la mujer sacó de su bolso un montón de papeles que decía "Ficha clínica de Az" leía con atención hasta que encontré "dio a luz a Joacoo Lestrange (Ella cree que murió pero lo mandamos a un internado en Rusia)" en ese momento me brotaron las lagrimas a mi también y la mujer volvió a abrazarme, y para confirmar el papel anterior el director me entregó mi ficha del internado. Busco también hasta que encontró "Madre Sanguínea: Az Black Haughton viva (pero le hicimos creer que no).

     

    -ya me convencieron dije con la voz temblorosa y secándome las lagrimas -supongo que me llevaras contigo de nuevo- la mujer me miró tiernamente y dijo ese es el plan pero si no quieres podemos...- -Claro que quiero!!! dije y ambos rompimos a llorar, el director secándose las lagrimas con un pañuelo dijo -todo listo tu equipaje te espera en tu nuevo hogar ya puedes retirarte con tu madre me estrechó la mano con fuerza y nos acompaño hacia los limites del colegio, donde desaparecimos mi madre y yo para luego aparecer frente a una imponente mansión en donde se detuvieron, Az me miró y me dijo -Estas en tu casa- y a continuación le dio un paquetito -ábrelo- me dijo y lo abrí era una varita ella le dijo la tango desde antes de que nacieras la mande hacer especialmente para ti la mire con mis ojos enajenados en lagrimas le agradecí y la abrasé, me sentía feliz de tener una madre...

     

    Actualmente Joacoo reside como vampiro en la mansión Di Stefano.

     

     

    y por ultimo quiero q pongan este link de la bóveda, el otro estaba mal: B:89498

     

    Muchas gracias al responsable

  6. Hola vengo a hacer cambios debería poder quedar así

    Muchas gracias :D

     

    Nombre: Joaquín Di Stefano Haughton

    Rango Social: Aprendiz

    Sexo: Masculino

    Edad: Adolescente

    Nacionalidad: Inglesa

    Padre(s) Sanguíneos: Az Black Haughton

    Familia Sanguínea: Di Stefano y Haughton

    Patriarca/Matriarca: -

    Padre(s) Adoptivos: -

    Familia Adoptiva: -

    Raza: Vampiro

    Trabajo:

    Bando: Neutral

    Rango Dentro del Bando: -

    Habilidades Mágicas: -

    Conocimientos Especiales:-

    Objeto Mágico Legendario:

    Objetos Mágicos:

    • Varita de Madera de Saúco de 23 cm y con núcleo de polvo de estrella fugaz y ojo de acromántula envuelto en una hoja de un arbol muy antiguo de su antigua casa familiar.
    Licencia de Aparición: -

    Licencia de Vuelo de Escoba: -

    Mascotas:

    • Una Lechuza Blanca
    Aspecto Físico:

    Alto para su edad 1,90m, cabello negro azulado entre ondulado y lacio, ojos pequeños de color azul zafiro no muy, tes de color blanco.

    Cualidades Psicológicas:

    Callado y educado, se cree el centro del universo aunque es sbreprotector de su familia.

     

    Puede ser el mejor amigo, siempre que se le respete y se le haga caso o el peor enemigo si no se le respeta o lo pasan por arriba.

     

    Adora a los niños y le encanta enterarse de todo, puede ser muy frió hasta el punto de no soportarle la mirada. Y odia el ruido.

     

    Historia:

     

    La historia de Joacoo Black Lestrange comienza un 4 de Diciembre cuando su madre Az lo dio a luz cuando aún era humana.

     

    Le dijeron que el bebé había muerto pero no era así, lo enviaron a un internado Ruso junto con otros niños de ese espantoso lugar, en el internado tuvo una vida sumamente mala con esos muggles golpeando a todos los niños, allí los usaban como gente que limpiaba o peor tal vez como esclavos podían pasar días sin comer o podían golpearte todo el día tanto los adultos como los niños mayores.

     

    Afortunadamente Joacoo sufría mucho menos el era diferente era hacia cosas distintas mágicas sobre todo cuando se enojaba y hay que destacar que tiene muy mal genio, a causa de eso los otros lo respetaban un poco mas pero no evitaba uno que otro golpe.

     

    En el cumpleaños número 11 Joacoo recibió una visita, como era de esperarse fué una grata sorpresa, era un hombre que vestía extravagantemente con una tunica larga negra y una capa color esmeralda.

     

    El hombre me explicó lo de mis poderes era magia y me dijo que tenía una plaza en una academia de magia y hechicería. Miraba asombrado al hombre y no lo podía creer sabía que tenía poder especiales pero... ¿magia?.

     

    Al otro día con un mapa y algunas monedas que le regaló el hombre salió en busca de sus materiales escolares, calderos, plumas y pergaminos aunque le llamaba mas la atención la varita mágica así que compre eso primero, seguido por un bonito caldero.

     

    Al cabo de una semana ya estaba en la academia muy feliz por fin un lugar donde no te golpeaban sin razón y en donde también me destacaba por mis altas notas, en la academia era callado pasaba mucho tiempo leyendo y practicando, era muy independiente y callado pero muy habilidoso.

     

    Dos años después de entrar en la academia el director me mando llamar a la dirección fue sereno y con paso seguro como de costumbre sabía que no había hecho nada malo, en cuanto entré vi a una mujer muy parecida a mi sus ojos se destacaban por su azul zafiro iguales a los míos solo que ella los tenía también con destellos rojos, en cuanto entre saludé al director y a la mujer a la cual se le enajenaron los ojos en lágrimas y yo la miré con extrañeza, porque de verdad se parecía a mí, me dirigí al director y le dije - ¿Y bien?¿Para qué me mandó llamar? el hombre me miró dio un fugaz vistazo a la mujer y dijo con un tono alegre -Joacoo ella es tu madre- en ese instante la mujer rompe a llorar y me abraza yo quedo congelado y me libero fríamente y digo -Disculpen no puede ser me dijeron que mi madre había muerto cuando me dio a luz -Eso era una cruel mentira, a tu madre también le dijeron que habías muerto pero no fue así- dijo el director la mujer todavía lloraba -Pruébenlo- dije y la mujer sacó de su bolso un montón de papeles que decía "Ficha clínica de Az" leía con atención hasta que encontré "dio a luz a Joacoo Black Lestrange (Ella cree que murió pero lo mandamos a un internado en Rusia)" en ese momento me brotaron las lagrimas a mi también y la mujer volvió a abrazarme y para confirmar el papel anterior el director le entregó a Joacoo su ficha del internado busco también hasta que encontró "Madre Sanguínea: Az Black Haughton viva (pero le hicimos creer que no).

     

    -ya me convencieron dije con la voz temblorosa y secándome las lagrimas -supongo que me llevaras contigo de nuevo- la mujer me miró tiernamente y dijo ese es el plan pero si no quieres podemos...- -Claro que quiero!!! dije y ambos rompimos a llorar, el director secándose las lagrimas con un pañuelo dijo -todo listo tu equipaje te espera en tu nuevo hogar ya puedes retirarte con tu madre me estrechó la mano con fuerza y nos acompaño hacia los limites del colegio donde desaparecimos mi madre y yo y aparecimos frente a una imponente mansión en donde se detuvieron, Az lo miró y le dijo -Estas en tu casa- y a continuación le dio un paquetito -ábrelo- le dijo y lo abrió era una varita ella le dijo la tango desde antes de que nacieras la mande hacer especialmente para tí la mire con mis ojos enajenados en lagrimas le agradecí y la abrasé, me sentía feliz de tener una madre...

     

    Actualmente Joacoo reside como vampiro en la mansión Di Stefano.

     

    Otros datos:

    • Le encanta el chocolate
    • Tiene muchos Smockings
    • Adora vestirse bien
    • También adora a su madre
    Bóveda Personal: B:89498

    Bóveda del Negocio: -

    Bóveda Familia Principal (La sanguínea): B:89002

  7. 1. Link al tópico de su ficha de personaje:

    2. Link de las bóvedas de negocios que posea el personaje:

    3. Link del tópico de registro de sus familias:

    4. Link a las bóvedas de sus familias:

    Saldo en bóveda previo a la Migración 2021: 12440 G

  8. Datos Personales:

    Nombre del Personaje: Joaquín Granger

    Sexo: Masculino

    Edad:
    Trescientos seis años, aunque aparenta veintitrés.

    Nacionalidad: Se cree que es británico de nacimiento, sin embargo está registrado como nacional francés. [link]

    Familia(s):
    * Familia 1: Granger
    * Familia 2: --

    Padre(s) Sanguíneo:

    Saya Black
    Heishiro Lupin

    Padre(s) Adoptivos: --

    Trabajo: --



    Poderes Mágicos:

    Rango Social: Unicornios de Plata

    Bando: Neutral

    Rango dentro del Bando: --

    Hechizos adicionales: --

    Criaturas controlables en asaltos y duelos: --

    Habilidades Mágicas:
    * Habilidad 1: --
    *
    Habilidad 2: --
    *
    Habilidad 3: --

    Conocimientos Especiales:

    • Artes Oscuras
    • Transformaciones
    • Encantamientos
    • Leyes Mágicas

    Medallas:

    Total Experiencia en Medallas: 10000 puntos



    Perfil del Personaje:

    Raza: Vampiro

    Aspecto Físico:
    Es alto, 1,90 metros. Tiene el cabello corto negro azulado, levemente ondulado. Lo normal es que use corto Ojos almendrados, de color azul, intensos como zafiros. Una nariz pequeña y respingona, labios finos. Tiene un cuerpo trabajado, producto de las tareas pesadas que realizó en su vida mortal.

    Cualidades Psicológicas:

    Es callado, a menos que esté en confianza, en ese caso pierde todo filtro al decir lo que piensa. Sin embargo nunca llega a confiar por completo, por lo que no cuenta todo de su vida ni a sus amigos, prefiere escucharlos, conocer sus secretos, y usarlos en su contra de ser necesario, es traicionero, sí, pero solo para protegerse.
    No le gusta socializar, considera que las demás personas son superficiales y no son capaces de mantener una conversación interesante, por eso ni se molesta en saludar, aunque no niega la oportunidad de charlar si lo buscan primero.
    Si bien intenta ser un perfecto caballero, el paso del tiempo ha hecho sus modales más propios de este siglo.
    Puede llegar a ser muy hipócrita, y es capaz de mantener doble discurso si cree que lo beneficia de alguna forma.
    Al final su labia lo saca de los problemas en los que se mete por su forma de ser.
    Cree que las relaciones sociales tienen que aportar algún beneficio, de lo contrario son inútiles.
    Con el tiempo, y decepciones amorosas ha comenzado a creer que la felicidad nunca debe depender de otras personas
    Se considera emocionalmente fuerte, y ser un tanto distante, le ayuda a esa creencia.

    Historia:
    Joaquín Granger, supuestamente nació un 4 de diciembre de 1710.

    Su infancia no fue precisamente fácil. Sus primeros recuerdos fueron en un orfanato en la hoy encantadora ciudad de París; claro que por aquellos años, la realidad era muy distinta. La ciudad en sí era un verdadero asco, las ratas eran más comunes que los perros callejeros, y el olor a mugre combinada con el ocasional y fuerte olor a perfume de dama, impregnaban el ambiente.

    Los niños que no tenían padre, como era el caso de este desdichado acababan en los orfanatos, que en los tempranos años del siglo XVIII seguían siendo escasos, y aunque las guerras religiosas habían acabado, el iluminismo todavía se estaba gestando. A la razón le faltaba poder, y la religión lo era todo para los que todavía eran fervientes devotos, quienes negaban la razón como como la regente de la vida en sociedad y en general.

    Sin contar de que los niños incluso en el seno de su familia, eran criados con la ira de Dios siempre presentes, con castigos crueles e inhumanos para formarlos como “hombres de bien” y acostumbrándolos a los golpes de la vida real, mucho más dolorosos, por lo que se debía agradecer cada crueldad como si fuera una verdadera consideración. En ese orfanato era incluso peor, pues la mayoría de los niños eran la vergüenza de los aristócratas de la época, que se dejaron llevar por un –o varios- momento de lujuria.

    El Granger, aunque tenía la esperanza de ser un príncipe renegado, fue criado de forma más tortuosa que los demás, y eso por qué desde pequeño mostró sus habilidades mágicas. Naturalmente eso significaba ser una creación del mismísimo demonio y fue sometido a otra clase de tratos <<en nombre de Dios>>, para poderlo salvar de las influencias demoníacas. Con el tiempo pudo aprender a reprimir sus habilidades para evitar más golpes de los habituales.

    El joven creció callado, siendo aislado de los demás para no contagiar el mal que lo invadía. Cuando llegó a una edad lo suficientemente apta como para trabajar, fue enviado a distintos lugares, aunque principalmente trabajaba la tierra que las familias más adineradas habían dado al orfanato. Ocasionalmente se ocupaba de ofrecer las cosechas, o los aceites que se producían en el lugar; aunque era más bien huraño y callado, y no tenía la mirada lastimosa que más vendía; la que despertaba la falsa caridad.

    Ya en pie de la adolescencia fue vendido, trabajó en lo que ya tenía experiencia, en los campos de los terratenientes. Las condiciones no eran mejores, el cambio fue tan solo la habitación en la que vivía, y no era mejor. Para aquellos años, y sin la vigilancia tan estricta de los religiosos del monasterio, comenzó a sentir curiosidad por las habilidades “diabólicas” que había reprimido años atrás. Un proceso de lo más doloroso y frustrante, sin mucho resultado, y sobre todo, siempre en secreto para que no le dieran muerte por ser un engendro del diablo.

    La oportunidad de huir fue cuando lo reclutaron para el servicio militar obligatorio, como era costumbre en la competencia de poderío entre los grandes Imperios. Tenía el cuerpo formado por el trabajo pesado, y demostró ser un combatiente espectacular, intrépido y ágil, por lo qué luego de unas de las tantas batallas que perdieron contra Inglaterra, desistió de las filas y ofreció sus servicios a los pocos grupos de mercenarios que aún gozaban de respeto luego de que Maquiavelo estableciera los pros de los ejércitos nacionales y los contras de los mercenarios, doscientos años antes.

    En una de las escaramuzas en tierras francesas, cuando tenía apenas veintitrés años, fue herido gravemente y abandonado a su suerte en la hierba. Por la noche, cuando estaba a punto de exhalar su último aliento, una sombra apareció y ese fue su último recuerdo antes de sumirse en un sueño profundo, fatigado por la fiebre, la herida bajo el brazo ya infectada. Lo que vendría después fue algo que escapó a su comprensión, y a la comprensión de cualquiera en aquella Francia, en aquel mundo.

    Cuando despertó, estaba tumbado en la cama, lo veía todo diferente y las sensaciones térmicas ya no las sentía, sino que las percibía, pero tenía mucha sed, una sed terrible, como si nunca hubiera bebido nada en su vida. Cuando levantó la cabeza, tres doncellas esperaban a los pies de la cama, con una sonrisa boba pintada en la cara. Con esa misma sonrisa murieron cuando se les acabó la sangre del cuerpo luego de que las bebiera. No entendió lo que había hecho, tampoco le importó, estaba fascinado.

    -Soy Gabrielle D’Auberie, ahora eres un vampiro, mi vampiro, soy tu creadora. Yo te voy a cuidar y enseñarte a controlar tus poderes. Nada te va a hacer daño. Este castillo, ahora es tuyo también

    Una elegante mujer, muy hermosa, que no aparentaba más de treinta años, había entrado en aquellos aposentos bañados por la luz de la luna. Le sonrió mostrando sus colmillos, todo con una dulzura propia para desconfiar y acarició su rostro, más pálido que nunca. Aquella mujer no dejaba de ser una extraña, y no le había ido bien confiando en extraños. Pero algo en su mirada celeste hacía que creyera y aceptara cada una de sus palabras cargadas de cosas buenas.

    Las condiciones eran simples: Para vivir allí, ser entrenado, y ser cuidado como el hijo de Gabrielle, Joaquín tenía que prometer estar siempre a su lado, tenía libertad de explorar el mundo pero siempre debía retornar a la calidez del hogar. En contrapartida, sería asesinado. No lo pensó y aceptó al instante, tenía la capacidad de vivir eternamente, vivir eternamente en aquel castillo mejor que el mismísimo palacio del Rey y tendría lo que siempre quiso, una madre, una familia.

    No fue problema cumplirlo por los primeros cien años, pero cuando ya se había hecho poderoso, rico comenzó a inquietarse de las cosas no resueltas de su pasado. Tenía habilidades que le ayudarían a encontrar a su familia biológica, y descubrir que había sido de ellos, quizás tuviera sobrinos lejanos a los que poder ayudar económicamente. Pero lo que más le inquietaba era aprender sobre las habilidades que no había podido dominar aún.

    Años y años pasaron antes de que la intransigente Gabrielle cediera ante las súplicas de Joaquín, al menos en parte. Accedió a conseguirle libros de magia, un montón de libros, inclusive lo llevó a comprar su primera varita: veintitrés centímetros, rígida, madera de cerezo y núcleo de escama de kappa. Las condiciones implicaban que estudiaría y practicaría en el castillo, sin salir de allí, y jamás usaría su magia contra su madre. Gabrielle temía a los magos, se sentía indefensa ante ellos, pero confiaba en su pequeño. Un grave error.

    Practicar fue engorroso, frustrante y su madre no le ayudaba, más bien por el contrario, era la voz en su cabeza que le incentivaba a abandonar aquello, justificando que con el poder que tenía, el dinero y la vida eterna, no se necesitaba nada más. Joaquín se irritaba cada vez más por aquello, adoraba a Gabrielle por haberle dado todo lo que nunca soñó y de verdad portarse como una madre con él, pero sus enseñanzas lo habían convertido en alguien arrogante, perfeccionista y quisquilloso, y no se daría por vencido. Poco a poco su conocimiento en encantamientos fue creciendo lo suficiente como para poder intentar lo que había planificado desde hacía años: tapar el sol, salir de día, y buscar sus orígenes.

    Así pues cuando tenía trescientos años, Joaquín desobedeció a alguien por primera vez en su vida. Escribió una carta que dejó en los aposentos de su madre, expresando sus disculpas, y que era un malagradecido que no mereció nunca su consideración, pero que debía saber quién era, y si había alguien de su familia biológica que pudiera instruirlo en las artes mágicas. Así pues cuando salió por la puerta del castillo, a plena luz del día, una nube negra, cargada de tormenta, lo protegió del sol, y fue libre de vagar a toda hora.

    Naturalmente, Gabrielle comenzó a llamarlo esa misma noche, era un impulso desesperante, y no había ningún vampiro capaz de ignorar el llamado de su creador. Se sentía como si te quitaran el aliento, como si uno fuera a morir en cualquier instante hasta que acudiera a la llamada. En su caso, aunque no era tan solo un vampiro, sino que era mago de nacimiento, no hacía que cambiaran los síntomas.

    Cuando inevitablemente acudió, se desató una furia milenaria sobre él, una ira y un dolor que no se descargaba con golpes. Una lucha sin magia en la que él perdió, en la que estuve a punto de recibir muerte de su propia creadora, de su madre, quien ya tenía una hoja de madera en sus manos, y apuntaba directo a su corazón. Por sus ojos cargados de dolor, corrían gotas de sangre. Fue la primera vez que Gabrielle D’Auberie lloraba.

    -Madre… por favor… te lo imploro.

    -Yo, Gabrielle D’Auberie como tu creadora te libero, Joaquín D’Auberie, y elimino todos los lazos existentes entre nosotros

    Lo abrazó con fuerza y sollozó con más fuerza aún, había perdido todo el control sobre él, y le había dolido, pero se sentía sumamente liviano, lleno de poder, energía y con total libertad para lo que quisiera. Cuando se puso de pie, le entregó un montón de cartas que habían llegado a nombre de “Joaquín Di’Stefano Haughton” las enviaba alguien que decía ser mi madre biológica y me esperaban el Castillo, en Inglaterra. Al fin, luego de tantos años llegaría el momento de conocer mi historia y por qué había acabado en un orfanato tan horrible.

    Llegó a su destino, el Castillo Di’Steffano en Ottery, siendo incómodamente anunciado como “el más nuevo miembro de la familia” ante los presentes en el salón y allí la vi. Az Black Haughton tenía el mismo cabello negro azulado, unos ojos casi tan azules como los míos, y unos rasgos refinados y elegantes. Así fue luego de trescientos años, llegaba a tener contacto con mi mismísima madre que también era vampiro.

    La vida le dio un giro. Había pasado de ser una criatura sumamente especial, mago y vampiro, poderoso, rico, apuesto, de tener lo que quisiera con un simple chasquido, a ser uno más en una comunidad en la que todos eran iguales a él. Sin embargo había tenido una buena acogida por parte de su familia, y poco a poco iban develando lo que había pasado para que estuviera alejado de su lugar durante tantos años. Un extraño ataque en el hospital había ocurrido aquel día, todos los pacientes habían muerto, al menos casi todos. Un bebé se había salvado, pero creyeron que su madre no, y lo llevaron a un orfanato en otro país, para mantenerlo seguro. Su madre en realidad no había muerto, aunque le dijeron que su hijo sí, fue una mentira que no se confirmó durante varios años, hasta que ella supo la verdad, tomó venganza y comenzó a buscar a su hijo (?)

    Az, influyó en la vida de este joven arrogante de muchas formas, pero siempre le agradecerá el haberlo obligado a ir a la gala de Navidad del 2011 dónde conoció a la que sería el amor de su vida. Fue un amor a primera vista, más fuerte del que nunca había sentido en tres siglos de vida, y no, no fue de la chica parlanchina que había llevado de acompañante, sino una lycan con fríos ojos grises, y un cabello platinado. Que le brindó sonrisas divertidas toda la noche mientras la acompañante de este, le hablaba y se respondía sola.

    Pocos días después y cuando el Di Steffano estaba trabajando en la librería de su madre, la misteriosa chica rubia aparece por la puerta, no como clienta, sino como una empleada. Nunca supo si su oportuna contratación había sido porque Az lo había espiado durante la gala, o fue también casualidad como en la gala de navidad. Sea como fuera, aquel se había convertido en el mejor invierno de toda la vida.

    En vista de que no podía usar sus poderes para hipnotizar o al menos impresionar a la joven, tuvo que cortejarla al viejo estilo, y lo hizo de una forma muy pero muy fastidiosa, pero eficaz: Insistir tanto que Silverlyn no tuviera más que aceptar ir a la gala de San Valentín de ese mismo año. Gala que a ninguno de los dos les resultaba especialmente atractivo.

    La relación no tardó en volverse formal, y el joven comenzaba a encaminarse, inclusive a base de amenazas comenzó la academia, aunque hacía pocos meses solo deseaba conocimiento en magia, formal, ahora eso había pasado a segundo plano. Había olvidado que tenía trescientos años y se sentía un adolescente de quince, con la protección de su madre, trabajando medio tiempo y enamorado al borde de la estupidez.

    Cuando se enteró que Sil estaba embarazada, y luego de que confirmara que no era el padre, nuevas metas se le pusieron en frente: volverse el gran amor, padre y cabeza de familia, para ser feliz junto a su amada. Pero sabiendo que las experiencias en relaciones estables a Silverlyn no le habían resultado, le pareció apropiado hacer una pregunta que resultó bastante ofensiva para la rubia: ¿no estamos yendo muy rápido? Fue uno de los grandes errores de su vida; el que desencadenó en la ruptura de aquella relación; y todo por querer hacer sentir cómoda a su amada. Era una vergüenza que en trescientos años no había aprendido sobre las mujeres.

    La vida no dejó de sorprenderle, cuando en el bar de la Academia, y en otra increíble coincidencia, conoce a Luna Granger, una joven que de no ser por la altura y que sus ojos eran violetas, habría jurado que era su gemela. Alguien le había dicho alguna vez que todos allí estaban emparentados, sin embargo aquella joven no guardaba relación con la familia Di’Steffano, o la Haughton, a estas alturas.

    En esos meses de cambio, a tan poco tiempo de haber llegado, fue cuando conoce a Selene Dumbledore, una mujer llena de clase, amabilidad, dulzura. Un cambio total con respecto a Silverlyn. La Dumbledore le hizo darse cuenta de todo lo que se había contenido y todo lo que era posible hacer con sus poderes mágicos, y conoció lugares exóticos y diferentes que el dinero no podía comprar.

    Pronto y en una relación estable, ambos decidieron reabrir el local de la familia de ella: Ollivander’s. Sin embargo, la relación no duró mucho, aunque Joaquín se negara a reconocerlo, había vuelto a caer en las redes de Silverlyn.

    A estas alturas, Joaquín y Luna, ya habían descubierto que eran hermanos, gracias a una mancha de nacimiento que ambos compartían (?) por lo que en aquellos meses en que se sentía un tanto incómodo por la cantidad de gente que había en la Haughton, buscó refugio con la mucho más pequeña familia Granger, además, estar más cerca de su nueva hermana y poder desentrañar el misterio de su abandono y olvido.

    Por un momento todo parecía que iba bien, su vida tenía un equilibrio, salvo por las idas y venidas de Sil, aunque cegado por el amor, y el hecho de que “tendría un hijo” en vista de que de tanto en tanto le hacía prometer que lo criaría como suyo y que nunca le contaría a nadie la verdad acerca de su padre, ni a él mismo. Sin embargo, sus planes cayeron al vacío, un par de meses antes de que Sil cumpliera los nueve meses de embarazo.

    Ella había desaparecido por un par de días, a nadie le extrañó, pero su vuelta no fue la esperada. Joaquín la descubrió con sus ropas ensangrentadas y ya sin el bebé en el vientre, en ningún lado. La reacción de la rubia fue desesperada, desgarradora y precipitada, y por mucho que al ahora Granger le costara admitirlo, él no era la persona que ella quería para calmarla. Él sabía que estaba en aquella mansión, y no necesitó pensar lo que debía hacer por el bien de la joven, la llevó con él. Esa noche el centenario vampiro sufrió más que en toda su miserable infancia.

    Destrozado por dentro, si vida fue un sinsentido, tenía metas de centrarse en acabar la academia (que no hizo), y su negocio, cosa que tampoco, pues aprovechó todo el tiempo que tuvo para viajar y salir de Ottery, aunque al final las otras pocas personas que formaban su pequeño entorno lo apremiaron a volver, y él los extrañaba también.

    Pasó un año, cuando un día recibe la noticia de que el pequeño a quien habían bautizado Seishiro, había aparecido en la puerta. Nadie supo quién lo había llevado hasta allí, ni siquiera lo consideraban vivo, así que la noticia fue tomada con sorpresa y recelo, pero finalmente comprobaron que irrefutablemente era el pequeño hijo de Sil y su gran amor. Joaquín había vuelto ya a Oterry para celebrar la llegada del pequeño que quiso como suyo, y una boda muy especial que se avecinaba.

    Unos meses después, su vida cambiaría para siempre, cuando es citado a un hotel, en donde lo esperaban Silverlyn, y el pequeño Seishiro. Fue sospechoso, pero claro que aquella rubia era una maestra en la compostura, si se lo proponía y tenía la cabeza para aquello. Fue una noche agradable, en la que tuvo oportunidad de conocer más a fondo al pequeño. Cuando El vampiro y el pequeño habían quedado profundamente dormidos, Silverlyn dejó una carta y huyó.

    La carta que dejó sobre la cama decía:

    “Me voy para siempre, no me busques, no me encontrarás, no con vida.

    Cuida a Seishiro, ahora eres su padre, y nunca le hables de su padre o de mí, que nunca sepas la verdad de lo que ocurrió

    Ojalá hubiera podido amarte a ti…

    Silverlyn"

    A partir de ese momento, Joaquín tenía un hijo.


    Fue su socia quien más lo ayudó en la crianza del pequeño, en vista de que en el único viaje que hizo el Granger para buscar a su amada, dejó al niño con su hermana y madrina de Seishiro, y con razón tuvo que volver pues la situación era un caos, su hermana tampoco había superado la pérdida de su mejor amiga, entre otras cosas, y había desarrollado una inútil y odiosa Alter ego, que inició una vida nómade, por todo el mundo, pero lejos de Ottery. Estaba sin familia.

    En vista de que se vio atado, su vida cayó en una tediosa rutina, ya no podía viajar, y todo se centraba en ser un buen padre, y en el fondo esperaba que Silverlyn, o Rose, como se llamó últimamente, volviera. Comenzó nuevamente la academia, y tampoco la acabó, llevaba ya casi tres años intentando, pero siempre se distraía con su hijo u otras personas que llegaron a su vida, pero que él, mucho que le pesara, no supo mantener, no supo valorar, seguía enamorado.

    Su vida volvió a dar un giro cuando en un momento de euforia, de descontrol, de lujuria, se acostó con su socia y gran amiga, Ariane, dando como resultado un embarazo, en el que el Granger, creyendo haber sido engatusado por parte de la joven, había puesto algo en su bebida para acostarse con ella, por lo que no lo acompañó. Se recluyó, huyó, detestaba al mundo y solo estaban él y su hijo, por lo que huyeron a Francia, poco más de nueve meses. No presenció el parto de su hija, el 4 de diciembre de 2014, el que a partir de ese momento fue el error más grande de su vida.

    Volvió tiempo más tarde, arrepentido, buscando el perdón de la Dumbledore, que se lo otorgó de buena gana, a pesar de lo que había hecho. Se sintió una patán desde ese momento, sentimiento que perdura hasta hoy en día y perdurará quien sabe cuánto tiempo más, pues la niña rubia de ojos zafiro, Helena, es la niña de sus ojos, y su gran locura. Sabe que la niña no sería tan buena y educada de no ser por su madre, y se lo agradece siempre, aunque nunca le parece suficiente.

    Su vida no ha sufrido cambios trascendentales desde entonces, se concentra en su trabajo y en acabar la academia en algún momento, quizás buscar un trabajo en el Ministerio para dar mejor ejemplo a sus hijos, mientras en el fondo sabe que debe esmerarse más que nunca para convertirse en un gran mago, y evitar así que su hijo sepa la verdad de forma brusca, para evitar que se lo quiten luego de años juntos, aunque desconoce si el padre de la criatura se interesa en él o no, no piensa correr riesgos




    Pertenencias:

     

    Objeto Magico Legendario: --


    Elfos:

    • Elfo 1: Kraven.
    • Elfo 2: --

    Licencias, Tasas y Registros:

    Licencia de Aparición: Obtenida.

    Licencia de Vuelo de Escoba: --

    Registro de XXX:

    • Certificado de nacionalidad
    • Elfo Kraven. De aspecto malhumorado, pero sumamente fiel a su amo incapaz de cuestionar una orden, incluso cuando no está en su naturaleza ser amable con extraños, lo cumple de buena gana para complacer. Viste un Smocking. Registro certificado por el Departamento de Control y Regulación de Criaturas Mágicas.
    • Vampiro, certificado por el Departamento de Control y Regulación de Criaturas Mágicas.
    • Nacionalidad británica, certificada por el Departamento de Cooperación Mágica Internacional.

    Personajes Secundarios:
    * Personaje 1: --
    * Personaje 2: --
    * Personaje 3: --
    * Personaje 4: --
    * Personaje 5: --



    Otros Datos:

    Otros datos:

    • Varita mágica. Madera de Pino, 23,5 cm y centro de pluma de fénix. Rígida

    Cronología de cargos: --

    Premios y reconocimientos: --



    Links de Interés Referentes al Personaje:
    Link al Perfil de Comprador MM: 331
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