Turno 6
El australiano se encontraba enormemente feliz. El partido les estaba yendo de cara en esos primeros compases. Había logrado anotar el primer gol y justo después su compañero, en un movimiento absolutamente genial, había conseguido robarles la quaffle. La jugada que había hecho era magnífica, se imaginaba que el público lo estaría aplaudiendo con ganas, al menos aquellos que iban con su equipo. Estaba gratamente sorprendido por las habilidades de su compañero, de todos los que habían participado en ese momento.
A pesar de tratarse de un partido de exhibición se estaban viendo movimientos que eran dignos de cualquier partido profesional. Pero no podía distraerse ni un solo segundo, de nuevo tenía que buscar un espacio, un hueco libre donde se encontrase solo para que su compañero lo viese y se la pasase. Se movió de un lado a otro, encontró un hueco y vio como la quaffle comenzaba a volar hacía él. Bien, de nuevo iba a tener una buena oportunidad para marcar. Sin más, agarró la quaffle.
Se desplazó encima de su escoba todo lo rápido que podía. Había conseguido anotar el primer gol sin muchos problemas y tenía una oportunidad única para poner a su equipo dos goles por delante, no podía fallarles. La distancia que lo separaba de los aros iba disminuyéndose. A diferencia de antes, ahora tenía muy claro a dónde iba a lanzar. Había cometido un error de novato impropio de él lanzando al aro central, a pesar de que había salido bien sabía que no era el mejor lugar para disparar cuando Hasani estaba como guardiana.
Así que, una vez que estuvo cerca de los aros, apuntó y lanzó con fuerza hacía uno de los aros exteriores esperando lograr su segundo gol en el partido.