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David Augustus Lestrange

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Todo lo publicado por David Augustus Lestrange

  1. @ TwilightNad Seguro que se puede activar. Ahora no sé si será a través de un test o directamente eligiendo la casa que uno quiere en algún lado, pero fijándome he visto que hay un chico más arriba que tiene el escudo de Ravenclaw y se registró en esta versión del foro, así que poder, se puede. A mi también me gustan esos detalles xD. Yo hice tantos test a lo largo de mi vida que he salido al menos una vez en todas, pero tampoco me identifico mucho con Huflepuff. Es la casa con la que menos me identifico, pero todas tienen algo interesante. Sí. Realmente las salas comunes estaban bien activas en gran parte gracias (aunque no eran los únicos) a un par de Hufflepuffs muy activos que se pasaban por todos lados, pero hace unos meses que no vienen por aquí :c Mucha suerte con eso. Si necesitas alguna ayuda no dudes en preguntar, a lo mejor no puedo ayudarte pero lo puedo intentar xDD.
  2. Hace mucho que no me pasaba por las salas comunes y como la mía está todo abandonada, me paso por aquí :c @ TwilightNad ¡Bienvenida! Antes había en el foro un Sombrero Seleccionador que te decía tu casa en Hogwarts y hacía que te apareciese el escudo automáticamente aquí a la izquierda, pero ahora no sé si puede hacerse o cómo se hace ese test. A lo mejor ya no se puede, no lo sé. Yo normalmente salía en Slytherin y alguna que otra vez en Gryffindor, pero casualmente aquí y en Pottermore que son los test que yo consideraba más fiables salí en Gryffindor, así que esa es la que considero como mía. Además de tanto ver el escudo de Gryffindor cuando hago algún post pues al final se le acaba agarrando más cariño que a las otras xD. Espero que tengas un buen día y que disfrutes mucho de ser una Ravenclaw.
  3. “Sin duda hay que perderse para hallar destinos inalcanzables o de lo contrario todo el mundo sabría donde están.”

  4. ¿Alguien tiene un negocio/mansión en el que necesite roles? Yo necesito un lugar donde rolear. 

    🙂

  5. Nick: David Augustus Lestrange Link a la Bóveda: https://www.harrylatino.org/forums/topic/89424-bóveda-de-david-james-dumbledore/ Rol de Personaje: Coleccionista. Información Adicional: Se dedica a la búsqueda de objetos, pociones, criaturas y todo tipo de artefactos mágicos con el fin de hacerse con ellos para reunirlos y conservarlos en una amplía colección privada. Editado para actualizar nick.
  6. “Si crees que esto tendrá un final feliz, es que no has estado prestando atención”

  7. ¡Hola! En una línea muy similar a lo que acabo de escribir en la Familia Luxure, vengo a pedir mi baja de la familia. He de reconocer que tampoco he sido un gran Dumbledore a pesar de los esfuerzos de mi hermana, así que no seré una gran pérdida xD. No tenía planeado hacer esto a corto plazo, pero luego pensándolo más fríamente sí que me he dado cuenta de que quizá no tendría mucho sentido que apareciese en mi ficha, a pesar de que mi personaje -que espero pasar a secundario- tenga relación de algún modo con la Dumbledore canon. Pero dado que el principal no, pues eso. Conociéndome sabía que si no lo hacía ahora, entre unas cosas u otras se me acabaría pasando y/o olvidando xD. Y como dicen por ahí, año nuevo, vida nueva. Lo que me recuerda que... ¡Feliz Año! PD: En el árbol aparezco como James Fleamont. PD2: Siempre se me olvida mencionar ._. @ Ada Camille Dumbledore
  8. ¡Hola! Paso a pedir mi baja de la familia. Sinceramente, nunca he sido un buen Luxure, así que sabía que era algo que tarde o temprano tendría que acabar haciendo porque no le estaba haciendo bien, no estaba siendo un buen miembro y es mejor apartarse a un lado que continuar. Eso sí, todos los que he llegado a conocer por un motivo u otro y que pertenecen a la familia siempre tendrán un hueco en mi corazón porque todos me han caído bien y no te tenido problema con ninguno. PD: Felices Fiestas <3. PD2: Aparezco en el árbol como David xD.
  9. La ligera reverencia fue suficiente para que el príncipe esbozara una sonrisa. Contento de que alguien supiera cómo debía dirigirse a un miembro de la realeza. Sus esfuerzos por ocultar que se sentía superior daban sus frutos. En la diplomacia había que planear con cuidado cada gesto y cada palabra que uno se atrevía a pronunciar. Había que pensar antes de actuar. Los movimientos en falso podían desencadenar situaciones desagradables. —Digamos que no soy de gustos sencillos, es difícil complacerme. —comentó mirando a su alrededor, observando el despacho que conocía como la palma de su mano y que podía describirse tal como Macnair había dicho. —Es posible, el mundo es un pañuelo. —argumentó. No se paró a pensar si se habían visto con anterioridad, lo haría más adelante. Entre otras cosas, el carácter que parecía tener y que demostraba no eran sencillos de pasar por alto. Parecía ser alguien que tenía las ideas muy claras y sabía lo que quería. Dio un par de pasos por su despacho mirándola con atención. A pesar de su inexperiencia en esa clase de asuntos, estaba convencido de que lo que iban a hacer no era habitual. Cada político tenía una forma diferente de vivir esas situaciones, a ella parecía gustarle más la aventura que sentarse a negociar con calma. Estaba bien, el príncipe no tenía ningún inconveniente en ello. —Parece un acertijo al que no le acabo de encontrar una respuesta, ¿qué lugar es ese? —quiso saber. Mas no necesitaba una respuesta para anotarse a la empresa que tenían por delante. Desprendía un aura de misterio interesante, había conseguido despertar la curiosidad del joven mago. Estaba dispuesto a hacer lo que hiciera falta para conseguir tratos que pudieran resultar interesantes, un poco de peligro siempre venía bien para darle emoción a la vida. —¿Algún problema con las tazas humeantes de café? Se lo puedo servir frío... —bromeó. Durante unos segundos se paró a pensar qué clase de Ministerio enviaría a sus misiones diplomáticas a una persona como la Viceministra, se notaba a leguas de distancia que no sabía morderse la lengua. Sin embargo, habían acertado con la elección, pues prefería a las personas osadas y con valentía que no se andaban por las ramas. —Debería preocuparse por su propia seguridad, Macnair. Seguro que a nadie le gustaría que se convirtiera en la nueva 'Ojoloco' Moody. —pronunció sin saber si entendería la referencia. Que el mago hubiese sido un auror de renombre en Reino Unido, no implicaba que lo hubiese sido en el lugar de dónde venía ella. No conocía su historia, no sabía cuánto tiempo podía haber pasado en el país dónde se encontraban. Sonrió mientras la observaba de arriba a abajo con detenimiento. —Ya me acabas de dar un motivo para darte una respuesta negativa, el que no lo haya hecho nadie nunca... —comentó con arrogancia. Decidió tomar asiento en su silla, acomodándose elegantemente sin quitar la mirada de la atractiva mujer. Estaba en su castillo, en su despacho, en su hogar... ¿Acaso pensaba que iba a dejarse manipular tan fácilmente? —Dame un buen motivo para hacer que te acompañe. Dame un buen motivo para que no le diga a mi elfo doméstico que nuestra reunión se ha terminado, dame un buen motivo para que le pida que me traiga una ropa cómoda con la que ir de aventura. —hizo una breve pausa. Una parte de él le decía que seguramente la mujer haría lo que le pedía, al menos así sería si de verdad nunca recibía una respuesta negativa. —Pero piense bien sus palabras, no querrá que de aquí nazca un conflicto que no beneficie a ninguna parte, ¿verdad? @ Juv Macnair
  10. Estaba a punto de llegar una de las fechas más esperadas del año: Navidad. La idea de organizar una fiesta, de decorar el árbol, de hacer dulces y de cantar villancicos sonaba demasiado tentadora. Era todo lo que uno esperaba hacer. Abrir regalos y sentarse delante de una chimenea mientras se disfruta de un chocolate caliente parece el mejor plan del mundo un día así. Sus compromisos, sin embargo, le hacían tener que olvidar esas ideas por un periodo de tiempo y dejar los preparativos para otro momento. Ser un príncipe podía tener muchas ventajas, pero tener que hacer política no era una de esas cosas. El caballero había tenido que aprender por la fuerza a moverse en esos juegos diplomáticos. El cumplimiento de un pacto le aguardaba. Los pactos estaban para romperse, pero era mejor no hacerlo y cumplir con lo que se prometía. No merecía la pena ganarse más enemistades, mucho menos hacer que las deudas creciesen hasta que llegase un momento en el que fuesen inviables de pagar. Sabiendo que contaría con la visita de una política europea, esperaba en su despacho con paciencia, preparado para todo lo que pudiese suceder a partir de ese momento. Aquello que la mujer tuviese pensado era desconocido para el mago, sin embargo estaría preparado para todo lo que se viniese. Tenía la habilidad suficiente como para afrontar los problemas sin necesidad de huir de ellos. —Hazla venir —ordenó a su elfo doméstico cuando el sirviente le informó de la llegada de la Viceministra de Holanda. Tener la amabilidad de recibirla en la residencia de la familia materna del joven era un acto de amistad que esperaba fuese valorado por la mujer. Tamborileó con sus dedos sobre la mesa mientras esperaba con paciencia. Llevaba un vestuario elegante, un traje azul oscuro y una camisa blanca. Su elegancia era una de las cosas que le caracterizaba, mas si tenía que cambiarse de ropa por algún motivo no le supondría ningún problema. A la hora de la verdad no tenía ningún inconveniente en mancharse las manos y meterse en la batalla. Los guerreros tenían una vida la mar de emocionante. Empezaba a escuchar pasos. Se levantó de su asiento y se acercó a su cafetera. Había ordenado a uno de los sirvientes preparar café para acompañar durante el tiempo que durase la charla, aunque era consciente de que posiblemente no fuese demasiado el tiempo que dedicasen a ello. Se sirvió uno para sí mismo y esperó ahí para ofrecerle a la invitada cuando esta llegase. Tenía bebidas más fuertes, pero... ¿qué mejor que algo que le mantuviera despierto y en perfectas condiciones para poder responder y actuar ante todo? Mientras los pasos cada vez se escuchaban con más fuerza pensó qué tanto debería confiar en la holandesa. El poder podía hacer que se cometiesen actos egoístas que uno no haría en condiciones normales. La puerta se abrió. Supuso que era ella. —Cuénteme, ¿qué tiene pensado? —dijo, incluso antes de ver si efectivamente era ella. No estaba impaciente, simplemente quería dejar claro que al estar en su hogar se encargaría de marcar los tiempos. Quería demostrar su poder. Después, le ofrecería un café. @ Juv Macnair
  11. PERFIL Nombre: Klaus Garibald Winter "Der Kaiser" Nacionalidad: Alemán Edad: 28 años Posición: Cazador Equipo: Black Serpents ATRIBUTOS Agilidad: -- Defensa: -- Reacción: -- Evasión: -- Disparo: -- HABILIDADES ESPECIALES EXPERIENCIA 0 puntos ESTADÍSTICAS Partidos: -- Goles: -- Asistencias: -- Dribles: -- Robos: -- Reacciones: -- Evasiones: -- Daño recibido: -- PREMIOS
  12. ¡Una boda! Una boda siempre era motivo de alegría. Era una celebración única que unía a dos personas para toda la vida. No había acudido a muchas, pero le gustaban. En algún momento le gustaría ser el protagonista de una, pero aquella posibilidad parecía lejana en estos momentos. Estaba soltero. Por otro lado, tampoco tenía prisa. Prefería que todo transcurriera lento, dar ese paso era demasiado importante como para hacerlo por un acto impulsivo. No, si se casaba iba a hacerlo convencido de que estaba tomando la decisión correcta. Tampoco pasaba nada si nunca lo hacía, podía ser feliz igualmente. Pero ahora, no era el momento de preocuparse por eso. —De nada —respondió a su hermana a pesar de que no debería agradecerle que la acompañara. Para el mago francés era todo un honor compartir un evento tan especial con ella. Al fin y al cabo, una hermana sí que era una mujer con la que estabas unido para toda la vida. No había nada que pudiera romper ese vínculo. No conocía a los protagonistas de la boda, apenas de vista, pero sabía que se lo pasaría bien porque iba con alguien a la que apreciaba y con la que nunca se aburría. Se dio cuenta de que la idea de ir en carruaje al lugar era maravillosa, la idea de viajar así era una de las mejores que Camille había tenido. A los pocos segundos de llegar, el caballero se quedó solo. Arqueó una ceja viendo alejarse a su hermana mientras veía el vestido que llevaba. El vestido de la Ministra Francesa iba a juego con el traje que el francés había elegido. Iba ataviado con un traje verde que sinceramente sólo había escogido para poder ir conjuntado con su hermana. Había otros colores que le gustaban más que aquel, pero cuando se había visto en el espejo de su habitación pensó que le quedaría bien. Siempre se decía que de las bodas salían nuevas parejas, tenía que estar guapo por si acaso. Aunque, por supuesto, no abandonaría a su hermana para ir a conocer chicas. Eso sería un detalle muy feo por su parte. —¿Le has llevado la tiara porque piensas que necesitan la ayuda de la magia para tener un matrimonio perfecto? —preguntó a Camille cuando la vio acercarse de nuevo hacía él. Sólo la acusaba de desconfiar en el futuro del matrimonio que estaba a punto de formarse en venganza de haberle dejado solo, sabía que sus intenciones no habían sido para nada esas. —¿Cuándo vamos a acudir a tu boda? —cuestionó. Había algo que era innegable, la mujer que había acompañado era hermosa y, si no tenía pareja, seguramente fuese porque no le diese la gana. Pero tampoco era nadie para meterse en la vida amorosa de la política. Antes de que pudiera decir nada más escuchó como una melodía, que no era capaz de distinguir de dónde provenía exactamente, comenzaba a sonar. Aquello solamente podía significar una cosa: la ceremonia estaba a punto de empezar. Con su mirada buscó el lugar por dónde pudiera aparecer la prometida, quería ver su vestido. Esa prenda de ropa siempre era de la que más se hablaba en la boda. Se aseguró de estar algo apartado del camino que recorrería, no quería estar en el medio y acabar robando protagonismo. Con la melodía, las lamparitas y el atardecer aquello estaba para sacar una foto. —Debiste recordarme que trajera mi cámara de fotos. —susurró viendo pasar a la novia delante, sin quitarle los ojos de encima, siguiendo sus pasos con sus ojos azules.
  13. @ Ashley Emily Black Lestrange M. Seguro que no. Eres millonaria de chocolate (?). Merci beaucoup <3. Me alegra que te haya servido. Yo he estado mirando por ahí más test de varitas, pero la verdad es que hasta el momento no he encontrado ningún otro que merezca la pena hacer. Porque había encontrado uno que parecía bastante prometedor en la página de un canal de televisión, pero una sus preguntas era que eligiera la longitud que quería para mi varita y ahí fue cuando dejé de hacerlo xD. Esos test donde de forma tan directa tú puedes elegir parte del resultado no me gustan nada. Buena varita, espero que hagas con ella mucha magia xD.
  14. Yo he ido jugando a los diferentes juegos que han salido de Harry Potter para las diferentes consolas y, salvo alguna pequeña excepción, los juegos de Harry Potter siempre me han decepcionado bastante. Si no hubiese sido porque me gusta la saga, habría un par que no hubiese jugado ni loco. Posiblemente HP Lego sea el que más me ha gustado de todos. Aunque al que más jugué fue al de Quidditch. Recuerdo alguno como el HP4 que... ¡Merlín! Horrible. Tengo hype con el juego, pero continuando lo que he dicho en mi primer párrafo, no quiero ponerme expectativas demasiado altas porque bue, lo que ha habido no ayuda a tener grandes esperanzas. Siempre he sentido que Harry Potter es una de las sagas más desaprovechadas a la hora de sacar videojuegos y todas esas cosas. Parece que la tendencia va cambiando con lo que se va anunciando, con Animales Fantásticos, series y demás. Pero quitando en el merchandising de ropa, varitas, funkos y demás... sagas como Star Wars o Marvel le dan mil vueltas en contenido. De hecho, hasta no hace mucho ni siquiera había juegos de HP en la Play Store.
  15. Todo entrometido soy. @ Ashley Emily Black Lestrange M. Es que Cillian debió dejar un enlace con todos los diferentes test que hay en la página. Hay muchísimos, así que supongo que para encontrar el de la varita tendrías que bajar y bajar. Yo he estado mirando un poco por encima y, creo que para hacer el test de la varita se tiene que ir a esta página: https://www.wizardingworld.com/news/discover-your-wand-on-pottermore. Después de mirar ahí apreté en lo que vendría a ser el test propiamente dicho aquí: https://my.wizardingworld.com/wand pero no puedo confirmar 100% que esté en lo correcto porque para verlo necesitas meterte con tu cuenta y yo no recuerdo la mía. Y ahora estoy vago para hacerme una en este momento xD.
  16. —¿Cuándo descubriste el Qudditch? —preguntó con curiosidad. —¿No jugabas cuando eras pequeña? —siguió haciendo preguntas. Se acababa de dar cuenta que no conocía demasiados datos de la historia de su vida. Si quería considerarse un buen seguidor de la jugadora tenía que saberlo absolutamente todo. A lo mejor todo era una exageración, pero sí gran parte de su vida merecía saber. Tanto de la personal como de la deportiva. Las estrellas del deporte eran más que simple jugadores que entretenían a la comunidad mágica. Tenían que ser referentes. Tomó asiento en el primer lugar que encontró libre. Por supuesto, ignoró cualquier mención al compañero de la mujer. No quería decirlo ahora que estaban en plena celebración del título, pero tarde o temprano sería adecuado comentarle que todo el éxito del equipo era gracias a ella. No le cabía ninguna duda de que si la guardiana cambiaba de equipo los campeones del campeonato serían otros y no los TT. Tal vez debería pedir un aumento de sueldo. O un vestuario privado para ella sola. —¿Segura que no? —bromeó. Sabía que no le había invitado por un regalo, pero eso no significaba que el joven mago francés no pudiese hacer los regalos que considerase oportunos. Lo que trajo el elfo doméstico parecía demasiado apetecible, eso nadie lo podía negar. Sin embargo, lo que había dentro del cofre era mucho más delicioso. Se esperaría unos minutos, no quería aún estropear la sorpresa de lo que llevaba dentro. Esperaba que le gustase. Quería dejarlo para el momento adecuado, para que eso que había dentro del cofre se llevase todo el protagonismo. —La verdad es que no demasiado. Me sorprendió verte marchar tan rápido. Casi he tomado como una ofensa que quisieses escapar tan rápido del país. —dijo con una sonrisa. Evidentemente no lo decía en serio, pero por otro lado sí que le hubiera gustado que disfrutase más tiempo de la capital francesa y de todo lo que esta tenía que ofrecer. Ya se imaginaba que no era muy amiga de las celebraciones o de las fiestas, de lo contrario... ¿Por qué iba a tener tantas ganas de volver a casa? Pero ahí estaban ambos. Aún podían celebrarlo. Se levantó del lugar donde se había sentado y, como si estuviese en su casa, abrió de nuevo las cortinas que la mujer acababa de cerrar con ayuda de su varita. —¿Bromeas? ¿No sabes que ahora el cielo comenzará a ponerse de un naranja intenso y maravilloso? —comentó mientras la miraba. —El naranja es mi color favorito. —explicó para que entendiera. Sabía que la luz podía molestarles, pero el atardecer era tan bonito... Volvió a tomar asiento sin saber si comenzarían una guerra. Ella abriendo la cortina, él cerrándola. Era bastante obvio que ella debería ganar pues se encontraba en su Castillo, pero el francés se sentía como en casa y con tanto derecho para decidir sobre esa cuestión como ella. Era un hombre al que no le hacía falta decirle que se pusiera cómodo, agarraba confianza con las propiedades de los demás bien rápido. —¿Y tú? —respondió preguntando antes de dar su opinión. ¿Qué opinaba ella? ¿Serían capaces de ganar el tricampeonato? ¿Qué tanta ambición y confianza en sí misma poseía? La miró con atención y curiosidad mientras colocaba el cofre sobre sus piernas. Sí, estaba queriendo provocar que le preguntase por ello.
  17. ID: 111240 Nick (con link a la ficha): James Fleamont Potter Link a la Bóveda Trastero: https://www.harrylatino.org/forums/topic/110791-bóveda-trastero-de-james-fleamont-potter/ Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: https://www.harrylatino.org/forums/topic/89424-bóveda-de-david-james-dumbledore/ Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Nivel Mágico: 33 Fecha: 2021-12-08 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): Llave Baby Criatura: Baby Unicornio Puntos: 80 P Precio: 4.000 G Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): Llave Baby Criatura: Baby Hipogrifo Puntos: 40 P Precio: 2.000 G Total de puntos: 120 P Total de Galeones: 6.000 G
  18. @ Sagitas Ericen Potter Blue Nick: (Con link a la ficha): James Fleamont Potter Link a la Bóveda: https://www.harrylatino.org/forums/topic/89424-bóveda-de-david-james-dumbledore/ Rol de Personaje: Príncipe del Principado de Mónaco. Información Adicional: Máxima autoridad mágica y muggle de la ciudad-estado independiente situada en la costa mediterránea. ¿Así se podría?
  19. Muchas gracias, @ Sagitas Ericen Potter Blue Siguiendo el modelo del enlace que me has pasado, creo que debería quedar como dejo más abajo. Cualquier error no dudes en avisarme y lo corrijo nada más que pueda. El título del topic pasaría de David James Dumbledore a James Fleamont Potter. La ficha sería: JAMES FLEAMONT POTTER Datos Personales: Nombre del Personaje: James Fleamont Potter Sexo: Masculino Edad: Joven. (Veintiséis años) Estado Civil: Soltero. Nacionalidad: Francés Familia(s): * Dumbledore * Luxure Padre(s) Sanguíneo: Selene Ariane Dumbledore & Phineas Williams Potter (inventado) Padre(s) Adoptivos: Lady Luxure Grindelwald & Eterno Black Triviani Trabajo: Viceministro del Ministerio de Magia Francés | Príncipe del Principado de Mónaco Poderes Mágicos: Puntos de poder en objetos y pociones: Los pondrán los moderadores. Al contratarse la bóveda trastero, esta categoría pasará a formar parte de dicha bóveda. Hechizos adicionales: Los pondrán los moderadores Puntos de poder en criaturas: Los pondrán los moderadores. Al contratarse la bóveda trastero, esta categoría pasará a formar parte de dicha bóveda. Criaturas controlables en asaltos y duelos: Los pondrán los moderadores. Al contratarse la bóveda trastero, esta categoría pasará a formar parte de dicha bóveda. Habilidades Mágicas: -- Conocimientos Especiales: Historia de la Magia Leyes Mágicas Herbología Transformaciones Aritmancia Artes Oscuras Runas Antiguas Pociones Adivinación Medallas: Nombre del Conocimiento eliminado: Astronomía: 4000 puntos Medalla por Aprobación del Curso Libro de la Fortaleza: 2000 puntos Medalla por Aprobación del Curso Libro de la Sangre: 4000 puntos Medalla por Aprobación del Curso del Libro del Equilibrio: 6000 puntos Medalla por Aprobación del Curso del Libro del Druida: 8000 puntos Medalla por Aprobación del Curso del Libro del Caos: 10000 puntos Perfil del Personaje: Raza: Humano. Aspecto Físico: Es un chico alto y esbelto, de porte elegante. Su color de cabello es rubio o castaño dependiendo de la temporada del año. Sus ojos tienen un bonito color azul. Tiene un cuerpo ágil y fuerte, fruto del entrenamiento físico al que se ha sometido a lo largo de los años para convertirse en un gran auror. Es rápido de movimientos y posee buenos reflejos. Se desplaza de forma sigilosa y sabe pasar desapercibido. Suele usar prendas muggles, a las que normalmente acompaña con alguna túnica si la ocasión lo requiere. Tiene, por tanto, facilidad para adentrarse en cualquier comunidad de no mágicos. En sus trajes suele llevar alguna clase de pin conmemorativo, ya sea de Francia, Beauxbatons, su equipo de Quidditch favorito o alguna otra cosa que le guste. No tiene tatuajes, tampoco cicatrices notables que la magia no haya sabido solucionar. Como complemento es habitual verle con un anillo, a veces puesto en su mano, otras guardado en su bolsillo y en ocasiones colgado del cuello gracias a un colgante. Fue un regalo de su madre. Cualidades Psicológicas: Nos encontramos ante un caballero. Un hombre educado, culto y capacitado para entablar cualquier tipo de conversación. Es persevante, no se rinde con facilidad e intenta no dejar nada a medias. Sabe cómo debe comportarse en cualquier situación, sabiendo distinguir qué momentos son adecuados para actuar de una forma u otra. Posee ambición, lo que le hace mostrarse competitivo por su afán y sus ganas de mejorar constantemente. Amante de tenerlo todo bajo control, sus posesiones ordenadas y su vestuario impoluto. No es muy amigo de que le toquen aquello que es de su propiedad, pero hay excepciones. Tiene sentido del humor, le gusta bromear y hacer que las personas que están a su alrededor se sienta cómodas. Opina que cuando las personas están en un lugar confortable son menos peligrosas. Sabe usar las palabras para tratar de sacar provecho de algunas situaciones, no tiene reparos en llegar a ser manipulador. Suele ser impulsivo cuando está en el campo de batalla, pero cuando es el encargado de ordenar lo que otros deben hacer es un gran estratega. Suele ser fácil para entablar conversación, no suele mostrar sus enfados salvo con personas de su absoluta confianza, ello debido a que le gusta ser un lobo con piel de cordero. Es romántico, sincero, inteligente y caprichoso. Su talón de Aquiles es que le nieguen algo que desea. Historia: Su nacimiento se produjo un nueve de abril en la capital de Francia, París. Días después de llegar al mundo se fue con su padre a Estados Unidos, a Nueva York. Su familia paterna era descendiente de una de las ramas de la Familia Potter que emigró al país americano, lugar donde varios de sus miembros fueron aurores, incluido su padre. Creció en un entorno feliz y adecuado para su desarrollo. Desde edad temprana demostró ser un niño curioso, juguetón y con ganas de ampliar sus conocimientos. Le gustaba ayudar a su padre, acompañarlo a su lugar de trabajo cuando las circunstancias lo hacían posible y socializar por el barrio donde vivían, tanto con magos y brujas, como con personas no mágicas. Heredando una de las aficiones de su padre, desde niño fue un gran coleccionista de todo tipo de objetos. Al comienzo, buscaba por los mercadillos a los que acudían todos los fines de semana juguetes que pareciesen antiguos porque como cualquiera de su edad lo que más le gustaba era jugar. Con el paso de los años, eso evolucionó hasta centrarse en objetos mágicos de gran valía. A pesar de ello, no deja escapar la oportunidad de comprar cualquier cosa que le parezca curiosa y que pueda ampliar alguna de las colecciones que tiene, todas guardadas en varios trasteros del país americano al que acude cada dos por tres cuando su trabajo se lo permite. Colecciona desde varitas hasta monedas. Volviendo a sus primeros años, su primera muestra de magia sucedió cuando tenía ocho años. Se le había roto su escoba de juguete mágica, la cual era capaz de levantar un par de palmos del suelo. Entristecido y furioso, se subió a la primera escoba muggle que encontró y logró que durante unos segundos esta se levantara del suelo. Sucedió en un abrir y cerrar de ojos, pero fue lo suficiente como para saber que iba a poder convertirse en un mago. Su mayor miedo desde que tenía memoria era no ser lo suficientemente bueno como para ser capaz de hacer magia, un miedo que incluso le llegó a provocar alguna que otra pesadilla. Le hubiera entristecido enormemente saber que nunca haría lo que su padre podía hacer. Semanas después de ese acontecimiento su padre creyó oportuno que era hora de que volviera a su país natal, con su familia materna. Pronto recibiría la carta de Beauxbatons, lugar al que estaba anotado desde que nació. Pasó de vivir con la familia Potter en América, a hacerlo con la familia Dumbledore en Francia. A los once años de edad recibió la carta para entrar a estudiar en la Academia Mágica. Allí, aprendió todo lo necesario para poder formarse como mago. Antes de irse con su familia materna le prometió a su padre que se convertiría en un gran auror. Y eso pensaba hacer, estudiar todo lo que fuera necesario y más para poder seguir sus pasos. Sabía que tenía que estudiar, entrenar y practicar, pero estaba preparado para ello. Los años en la Academia Mágica pasaron veloces. Antes de que se pudiera dar cuenta se estaba graduando. Muchas fueron las aventuras, travesuras y situaciones curiosas que vivió en aquel lugar que sabía que guardaría para siempre en su corazón. Dentro, además de aprender sobre diferentes ramas mágicas, también aprendió sobre el amor. Dentro de sus paredes se enamoró enormemente, un amor que jamás iba a poder olvidar en los años venideros y que continúa hasta nuestros días. Un amor que, fuese correspondido o no, sería el más especial de su vida y que a pesar de tener los conocimientos necesarios como para poder olvidarlo, nunca quiso hacerlo. Pues era consciente de que para bien o para mal, eso le había ayudado a crecer. El año siguiente de terminar sus estudios se tomó unos meses sabáticos para viajar. Sus principales destinos fueron dos: China e Inglaterra. En el país asiático pasó unos meses, aprendiendo de su cultura y de su magia ancestral. De ese viaje trajo consigo un huevo de dragón, una de sus posesiones más valiosas y que a día de hoy sigue cuidando y estudiando. En Inglaterra pasó menos tiempo, pues sabía que en el futuro sería un país que tendría la ocasión de visitar cada dos por tres. Sin embargo, su estancia fue muy productiva al ser capaz de encontrar cuatro grimorios con muchísima información sobre diferentes ramas de la magia. Cuatro grimorios que hablaban sobre los conocimientos de los cuatro fundadores de Hogwarts, los famosos cuatro magos y brujas medievales más poderosos de sus días. Debido a su entrenamiento y formación, cuando se acabaron sus vacaciones logró entrar en el Departamento de Aurores del Ministerio de Magia Francés. Ahí, buscaba luchar contra cualquier amenaza que pudiera tener el país galo. Fueron años donde dedicó gran parte de su tiempo al trabajo, pues amaba lo que hacía. Le gustaba estar en la oficina planeando formas de luchar contra el peligro, le gustaba estar en el campo de batalla enfrentándose a las amenazas y le encantaba espiar a sospechosos con la intención de adelantarse a sus planes. Fueron años de gran aprendizaje y sacrificio que no cambiaría por nada. Debió de hacerlo muy bien, porque gracias a su labor en el mismo logró un puesto como Viceministro del Ministerio de Magia Francés. Su vida desde entonces no ha tenido muchos cambios, hasta hace poco. Recibió una lechuza que le informaba que era el legítimo heredero del trono del Principado de Mónaco, vamos, que era una príncipe. Aquello le pilló por sorpresa, pero no rechazó esa responsabilidad que aún está por descubrir. Pertenencias: Objeto Mágico Legendario: -- Objetos Mágicos: Clasificación A: Clasificación AA: Clasificación AAA: Clasificación AAAA: Clasificación AAAAA: Pociones Mágicas: Clasificación A: Clasificación AA: Clasificación AAA: Clasificación AAAA: Clasificación AAAAA: Criaturas Mágicas: Clasificación X: Clasificación XX: Clasificación XXX: Clasificación XXXX: Clasificación XXXXX: Criaturas en la Reserva: Libros de Hechizos: Sólo se puede poseer al contratar una bóveda trastero. Los moderadores serán los encargados de reflejar sus datos. Libro: Poderes de Criaturas: Tipo de Poder: Consumibles en Batallas: Nombre: Elfos: Krex Licencias, Tasas y Registros: Licencia de Aparición: Obtenida. Licencia de Vuelo de Escoba: Obtenida. Personajes Secundarios: -- Otros Datos: Otros datos: Siempre lleva consigo su Mapa del Merodeador. Su patronus es un ciervo. Su boggart es perder la capacidad de hacer magia, ser un squib. Su comida favorita son los escargot. Su bebida favorita es el vino. Su postre favorito son los macarons. Su Amortentia huele a hojas de libro, vainilla y frutos del bosque. Lee todos los días la prensa mágica para saber qué sucede en el mundo mágico. Cronología de cargos: Aprendiz en el Banco Mágico de Gringotts. Aprendiz en el Departamento de Trasportes Mágicos, Dirección de la Red Flú y Trasladadores. Jefe de casa de los Tritones del Rio Wye. Profesor de Conocimientos (Adivinación) Duende de Gringotts. Empleado en el Escuadrón para la Aplicación de la Ley Mágica, Alto inquisidor. Sanador en San Mungo. Planta 3 (Maternidad & Pediatría) Jefe de la Oficina de Regulación de Deportes Existentes. Dpto. de Cooperación Mágica Internacional, empleado. Concilio de Mercaderes. Magic Mall. Empleado. Laboratorio de Análisis e Investigación Clasificada. Medimago. Premios y reconocimientos: Prefecto de los Dragones de Lancashire. Links de Interés Referentes al Personaje: Link al Perfil de Comprador MM: 97 Link a Bóveda Personal: Bóveda nº 89424 Link a Bóveda Trastero: Bóveda nº 110791 Link a Bóveda de Negocio: Bóveda 91452 - Café&Helado "Los siete magos" (Negocio Cerrado)Bóveda 93558 - El Fénix Hambriento (Negocio Cerrado)Bóveda 96746 - La torre del Dragón (Negocio Cerrado) Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda nº 78647 (Dumbledore) Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda nº 110324 (Luxure)
  20. ¡Hola! Nick: James Fleamont Potter ID: 111240 Conocimiento: Estudios Muggles & Meteorología Link a la Bóveda: https://www.harrylatino.org/forums/topic/89424-bóveda-de-david-james-dumbledore/ Link a la Ficha: https://www.harrylatino.org/forums/topic/89335-ficha-de-david-james-dumbledore/
  21. ¡Hola! @ Sagitas Ericen Potter Blue Me he fijado ahora que me habías mencionado hace unos meses, ¿a qué te refieres con el modelo actual? Fijándome en el Modelo de Ficha de Personaje creo que tengo las mismas cosas. Lo único que no tengo como objetos y demás, se debe a que en su momento me dijeron que los quitase porque la bóveda trastero ahora cumplía esa función. (O me los quitaron, no me acuerdo xD). ¿Debo volver a añadir los objetos o es otra cosa? En serio que no me doy cuenta de qué me falta, que me sobra o qué tengo distinto :c De paso, vengo con una actualización. Dejaré más abajo el resultado final, pero ahora voy a decir lo que he tocado. ¿Pueden poner como título del topic James Fleamont Potter, por favor? - He cambiado imagen, nombre, edad, nacionalidad, nombre de un padre sanguíneo. - He actualizado mi empleo poniendo el que tengo actualmente, que no estaba actualizado. - He cambiado mi rango social para poner el que tengo en la actualidad (Orden de la Cruz Dorada) - He cambiado cosas en aspecto físico, personalidad e historia. - He cambiado cosas en Otros datos. - He añadido las bóvedas de mis familias. Gracias de antemano. JAMES FLEAMONT POTTER Datos Personales Nombre del Personaje: James Fleamont Potter Sexo: Masculino Edad: Veintiséis Estado Civil: Soltero Nacionalidad: Francés Familia: * Familia 1: Dumbledore * Familia 2: Luxure Padres Sanguíneos: Selene Ariane Dumbledore & Phineas Williams Potter (inventado) Padres Adoptivos: Lady Luxure Grindelwald & Eterno Black Triviani Trabajo: Viceministro del Ministerio de Magia Francés | Príncipe del Principado de Mónaco Poderes Mágicos Rango Social: Orden de la Cruz Dorada Bando: Neutral Rango dentro del Bando: -- Hechizos adicionales: Criaturas controlables en asaltos y duelos: Habilidades Mágicas: * Habilidad 1 : --- * Habilidad 2 : --- * Habilidad 3 : --- Conocimientos Especiales: Historia de la Magia Leyes Mágicas Herbología Transformaciones Aritmancia Artes Oscuras Runas Antiguas Pociones Adivinación Medallas: Nombre del Conocimiento eliminado: Astronomía: 4000 puntos Medalla por Aprobación del Curso Libro de la Fortaleza: 2000 puntos Medalla por Aprobación del Curso Libro de la Sangre: 4000 puntos Medalla por Aprobación del Curso del Libro del Equilibrio: 6000 puntos Medalla por Aprobación del Curso del Libro del Druida: 8000 puntos Medalla por Aprobación del Curso del Libro del Caos: 10000 puntos Total Experiencia en medallas: 34000 puntos Perfil del Personaje Raza: Humano Aspecto Físico: Es un chico alto y esbelto, de porte elegante. Su color de cabello es rubio o castaño dependiendo de la temporada del año. Sus ojos tienen un bonito color azul. Tiene un cuerpo ágil y fuerte, fruto del entrenamiento físico al que se ha sometido a lo largo de los años para convertirse en un gran auror. Es rápido de movimientos y posee buenos reflejos. Se desplaza de forma sigilosa y sabe pasar desapercibido. Suele usar prendas muggles, a las que normalmente acompaña con alguna túnica si la ocasión lo requiere. Tiene, por tanto, facilidad para adentrarse en cualquier comunidad de no mágicos. En sus trajes suele llevar alguna clase de pin conmemorativo, ya sea de Francia, Beauxbatons, su equipo de Quidditch favorito o alguna otra cosa que le guste. No tiene tatuajes, tampoco cicatrices notables que la magia no haya sabido solucionar. Como complemento es habitual verle con un anillo, a veces puesto en su mano, otras guardado en su bolsillo y en ocasiones colgado del cuello gracias a un colgante. Fue un regalo de su madre. Cualidades Psicológicas: Nos encontramos ante un caballero. Un hombre educado, culto y capacitado para entablar cualquier tipo de conversación. Es persevante, no se rinde con facilidad e intenta no dejar nada a medias. Sabe cómo debe comportarse en cualquier situación, sabiendo distinguir qué momentos son adecuados para actuar de una forma u otra. Posee ambición, lo que le hace mostrarse competitivo por su afán y sus ganas de mejorar constantemente. Amante de tenerlo todo bajo control, sus posesiones ordenadas y su vestuario impoluto. No es muy amigo de que le toquen aquello que es de su propiedad, pero hay excepciones. Tiene sentido del humor, le gusta bromear y hacer que las personas que están a su alrededor se sienta cómodas. Opina que cuando las personas están en un lugar confortable son menos peligrosas. Sabe usar las palabras para tratar de sacar provecho de algunas situaciones, no tiene reparos en llegar a ser manipulador. Suele ser impulsivo cuando está en el campo de batalla, pero cuando es el encargado de ordenar lo que otros deben hacer es un gran estratega. Suele ser fácil para entablar conversación, no suele mostrar sus enfados salvo con personas de su absoluta confianza, ello debido a que le gusta ser un lobo con piel de cordero. Es romántico, sincero, inteligente y caprichoso. Su talón de Aquiles es que le nieguen algo que desea. Historia: Su nacimiento se produjo un nueve de abril en la capital de Francia, París. Días después de llegar al mundo se fue con su padre a Estados Unidos, a Nueva York. Su familia paterna era descendiente de una de las ramas de la Familia Potter que emigró al país americano, lugar donde varios de sus miembros fueron aurores, incluido su padre. Creció en un entorno feliz y adecuado para su desarrollo. Desde edad temprana demostró ser un niño curioso, juguetón y con ganas de ampliar sus conocimientos. Le gustaba ayudar a su padre, acompañarlo a su lugar de trabajo cuando las circunstancias lo hacían posible y socializar por el barrio donde vivían, tanto con magos y brujas, como con personas no mágicas. Heredando una de las aficiones de su padre, desde niño fue un gran coleccionista de todo tipo de objetos. Al comienzo, buscaba por los mercadillos a los que acudían todos los fines de semana juguetes que pareciesen antiguos porque como cualquiera de su edad lo que más le gustaba era jugar. Con el paso de los años, eso evolucionó hasta centrarse en objetos mágicos de gran valía. A pesar de ello, no deja escapar la oportunidad de comprar cualquier cosa que le parezca curiosa y que pueda ampliar alguna de las colecciones que tiene, todas guardadas en varios trasteros del país americano al que acude cada dos por tres cuando su trabajo se lo permite. Colecciona desde varitas hasta monedas. Volviendo a sus primeros años, su primera muestra de magia sucedió cuando tenía ocho años. Se le había roto su escoba de juguete mágica, la cual era capaz de levantar un par de palmos del suelo. Entristecido y furioso, se subió a la primera escoba muggle que encontró y logró que durante unos segundos esta se levantara del suelo. Sucedió en un abrir y cerrar de ojos, pero fue lo suficiente como para saber que iba a poder convertirse en un mago. Su mayor miedo desde que tenía memoria era no ser lo suficientemente bueno como para ser capaz de hacer magia, un miedo que incluso le llegó a provocar alguna que otra pesadilla. Le hubiera entristecido enormemente saber que nunca haría lo que su padre podía hacer. Semanas después de ese acontecimiento su padre creyó oportuno que era hora de que volviera a su país natal, con su familia materna. Pronto recibiría la carta de Beauxbatons, lugar al que estaba anotado desde que nació. Pasó de vivir con la familia Potter en América, a hacerlo con la familia Dumbledore en Francia. A los once años de edad recibió la carta para entrar a estudiar en la Academia Mágica. Allí, aprendió todo lo necesario para poder formarse como mago. Antes de irse con su familia materna le prometió a su padre que se convertiría en un gran auror. Y eso pensaba hacer, estudiar todo lo que fuera necesario y más para poder seguir sus pasos. Sabía que tenía que estudiar, entrenar y practicar, pero estaba preparado para ello. Los años en la Academia Mágica pasaron veloces. Antes de que se pudiera dar cuenta se estaba graduando. Muchas fueron las aventuras, travesuras y situaciones curiosas que vivió en aquel lugar que sabía que guardaría para siempre en su corazón. Dentro, además de aprender sobre diferentes ramas mágicas, también aprendió sobre el amor. Dentro de sus paredes se enamoró enormemente, un amor que jamás iba a poder olvidar en los años venideros y que continúa hasta nuestros días. Un amor que, fuese correspondido o no, sería el más especial de su vida y que a pesar de tener los conocimientos necesarios como para poder olvidarlo, nunca quiso hacerlo. Pues era consciente de que para bien o para mal, eso le había ayudado a crecer. El año siguiente de terminar sus estudios se tomó unos meses sabáticos para viajar. Sus principales destinos fueron dos: China e Inglaterra. En el país asiático pasó unos meses, aprendiendo de su cultura y de su magia ancestral. De ese viaje trajo consigo un huevo de dragón, una de sus posesiones más valiosas y que a día de hoy sigue cuidando y estudiando. En Inglaterra pasó menos tiempo, pues sabía que en el futuro sería un país que tendría la ocasión de visitar cada dos por tres. Sin embargo, su estancia fue muy productiva al ser capaz de encontrar cuatro grimorios con muchísima información sobre diferentes ramas de la magia. Cuatro grimorios que hablaban sobre los conocimientos de los cuatro fundadores de Hogwarts, los famosos cuatro magos y brujas medievales más poderosos de sus días. Debido a su entrenamiento y formación, cuando se acabaron sus vacaciones logró entrar en el Departamento de Aurores del Ministerio de Magia Francés. Ahí, buscaba luchar contra cualquier amenaza que pudiera tener el país galo. Fueron años donde dedicó gran parte de su tiempo al trabajo, pues amaba lo que hacía. Le gustaba estar en la oficina planeando formas de luchar contra el peligro, le gustaba estar en el campo de batalla enfrentándose a las amenazas y le encantaba espiar a sospechosos con la intención de adelantarse a sus planes. Fueron años de gran aprendizaje y sacrificio que no cambiaría por nada. Debió de hacerlo muy bien, porque gracias a su labor en el mismo logró un puesto como Viceministro del Ministerio de Magia Francés. Su vida desde entonces no ha tenido muchos cambios, hasta hace poco. Recibió una lechuza que le informaba que era el legítimo heredero del trono del Principado de Mónaco, vamos, que era una príncipe. Aquello le pilló por sorpresa, pero no rechazó esa responsabilidad que aún está por descubrir. Pertenencias Objeto Mágico Legendario: Nombre: Descripción: Categoría: Elfos: * Krex. Licencias, Tasas y Registros Licencia de Aparición: Obtenida. Licencia de Vuelo de Escoba: Obtenida. Registro de XXX: * Krex, elfo registrado en el Departamento de Criaturas Mágicas Personajes Secundarios: -- Otros Datos Otros datos: ● Siempre lleva consigo su Mapa del Merodeador. ● Su patronus es un ciervo. ● Su boggart es perder la capacidad de hacer magia, ser un squib. ● Su comida favorita son los escargot. Su bebida favorita es el vino. Su postre favorito son los macarons. ● Su Amortentia huele a hojas de libro, vainilla y frutos del bosque. ● Lee todos los días la prensa mágica para saber qué sucede en el mundo mágico. Cronología de cargos: ● Aprendiz en el Banco Mágico de Gringotts. ● Aprendiz en el Departamento de Trasportes Mágicos, Dirección de la Red Flú y Trasladadores. ● Jefe de casa de los Tritones del Rio Wye. ● Profesor de Conocimientos (Adivinación) ● Duende de Gringotts. ● Empleado en el Escuadrón para la Aplicación de la Ley Mágica, Alto inquisidor. ● Sanador en San Mungo. Planta 3 (Maternidad & Pediatría) ● Jefe de la Oficina de Regulación de Deportes Existentes. ● Dpto. de Cooperación Mágica Internacional, empleado. ● Concilio de Mercaderes. Magic Mall. Empleado. ● Laboratorio de Análisis e Investigación Clasificada. Medimago. Premios y reconocimientos: ● Prefecto de los Dragones de Lancashire. Links de Interés Referentes al Personaje Link al Perfil de Comprador MM: 97 Link a Bóveda Personal: Bóveda nº 89424 Link a Bóveda Trastero: Bóveda nº 110791 Link a Bóveda de Negocio: Bóveda 91452 - Café&Helado "Los siete magos" (Negocio Cerrado) Bóveda 93558 - El Fénix Hambriento (Negocio Cerrado) Bóveda 96746 - La torre del Dragón (Negocio Cerrado) Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda nº 78647 (Dumbledore) Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda nº 110324 (Luxure)
  22. El joven mago se encontraba en sus estancias, enfocado en la ardua tarea de colocar alguno de sus objetos más preciados por el lugar. Había sacado alguna de sus posesiones más valiosas de su bóveda trastero para tenerlas en su hogar. Siempre había visto el Castillo como un sitio para descansar, pasar el tiempo y socializar, pero esta percepción había cambiado en las últimas semanas. Tenía grandes planes para dejar su huella en la propiedad, tenía pensado trabajar y construir ciertas construcciones con tal de tener una excusa para pasar más tiempo por allí. Entre algunos de los bienes que había sacado se encontraban los cuatro grimorios que poseía, los pertenecientes a los cuatro fundadores de Hogwarts. No podía negar que la sabiduría de esos cuatro excepcionales magos medievales era digna de admirar. Esperaba usar las páginas de esos libros para lograr sus objetivos y sus metas. Lo que aparecía en esas páginas, sumado a los propios conocimientos que el francés había adquirido a los largo de los últimos años, debía ser suficiente para conseguir aquello que se estaba proponiendo realizar. —¿Lo has encontrado? —preguntó a su elfo doméstico cuando apareció. Al ver que la criatura asentía, sonrió. Agarró lo que traía en sus manos, un mapa. Era un mapa de la propiedad. El Mapa del Merodeador del joven Dumbledore no era suficiente para visualizar los inmensos terrenos que poseían, por eso necesitaba un mapa normal y corriente. Sobre un escritorio abrió el documento. No era de extrañar que no conociese a fondo los terrenos, eran enormes. Además, estaba el detalle de que el ojiazul siempre había sido una persona que había pasado más tiempo fuera que dentro de Ottery. Cada dos por tres estaba de viaje haciendo otras cosas. —¿Dónde será el mejor lugar? —susurró en voz baja. Lo primero que quería hacer era su propio viñedo. Quería poder realizar su propio vino o al menos, quería intentarlo. A lo mejor las condiciones naturales climáticas no eran tan buenas como en su país natural para ello, no lo sabía con seguridad, pero si necesitaba ayuda de la magia para poder lograrlo no lo dudaría dos veces. Quería producirlo, quería ser un vinicultor aunque de forma muy amateur, para uso personal. Sólo si aquello tenía un sabor excepcional se plantearía venderlo, pero la gracia estaba en poder beber un vino tan exclusivo que solamente quien él quisiese, pudiese hacerlo.
  23. La vida de un fan era complicada. Muy complicada. Después de presenciar el partido en su país natal donde el equipo al que animaba había salido campeón, tenía la esperanza de pasar un rato con su ídola. Era una grandiosa oportunidad para que conociera la ciudad donde había pasado tanto tiempo. No pudo ser posible. Teniendo en cuenta todo lo que habían vivido durante la celebración de Halloween era normal que hubiese querido volver a Inglaterra antes de lo que se dice 'Quidditch'. Aquello podía resultar demasiado... ¿agobiante? Esperaba que no. Esperaba no parecer un acosador, porque no lo era. Sin embargo, iba de nuevo a su hogar para poder disfrutar con ella de lo sucedido en el partido. Hablar del resultado, celebrar el bicampeonato y comentar el partido que, sin duda, había sido frenético. No había ninguna duda de que había hecho muy bien en comenzar a animar a ese equipo y a esa guardiana. Por supuesto, se sentía parte de la victoria. Siempre había sido un hombre afortunado y estaba convencido de que parte de la victoria se debía a que les había contagiado esa suerte. Su medio de transporte fue un traslador. Rápido, seguro y limpio. Llevaba puesta la misma ropa que la primera vez que había acudido allí. La misma ropa con la que había ido al partido. Era una ropa que tenía los colores de su equipo preferido. No hacía falta decir que entre medias lavaba la ropa, no vestía siempre igual. Incluso estaba pensando en comprar varias túnicas de ese mismo color. Había que añadir que en el pecho, bordado, estaba el escudo del equipo. Era como si fuese prácticamente del equipo, pero sin ser jugador. No se le olvidaba que también tenía que agradecerle el detalle que había tenido con él. Llegó al castillo. Antes de que se diera cuenta un elfo doméstico se acercó y le pidió que le acompañase. Sin dudarlo, siguió la indicación. Le estaba guiando por el interior de la propiedad, como si quisiera llevarle a algún sitio. No le hizo falta preguntar para ir dándose cuenta de que seguramente le llevaría hasta los aposentos de la jugadora. —Vaya, ya me tratan como si fuese de la familia. En mi casa los elfos no me ayudan tanto. —bromeó. Luego se dio cuenta... ¿qué hacía hablando con un sirviente? Su costumbre de tener siempre algo que decir le hacían hablar en todo momento. Le hizo unas señas que debía seguir y caminó hasta una estancia que tenía la puerta abierta. Se imaginaba que la chica sabía que estaba llegando, que estaba ahí y por lo tanto ni siquiera se molestó en llamar a la puerta. Entró como lo que había dicho, como si fuese de la familia... En su cabeza empezó a cantar ¡Campeones, campeones! —A Yaxley vamos a coronar. —saludó con una sonrisa a la Reina del Quidditch. La única guardiana que tenía dos campeonatos. La guardiana que parecía un pulpo cuando estaba delante de los aros, porque lo paraba todo. La guardiana que parecía poder leer la mente, siempre prediciendo el disparo. La guardiana que parecía que volaba en una nube por la forma que tenía de moverse, tan sutil a ojos del francés. La guardiana que seguramente tenía un cepillo para su escoba, pero no un peine para su cabello. Posó donde pudo un cofre muy similar a aquel donde se guardaban las pelotas necesarias para jugar quidditch, dentro tenía una sorpresa. Lo había estado llevando bajo el brazo durante todo el trayecto. Era de un tamaño pequeño, lo suficiente como para poder llevarlo sujetado bajo el brazo. —¿Quieres ver qué he preparado para ti? —preguntó antes de darse cuenta de que le faltaba preguntarle algo más importante aún. —¿Tienes hambre? —sí, lo que había llevado era comida, pero un tanto especial.
  24. —Sí, estoy bromeando. —comentó con una sonrisa respondiendo a la mujer que le acompañaba (@ Ashley Emily Black Lestrange M. ). No lo decía completamente en serio cuando afirmó que era aburrido. Si bien es cierto que para el joven se trató de un acontecimiento más, no podía pasar por alto que la mayoría de los presentes habían disfrutado. Y, dado que ahora tenía un trabajo que le hacía tener que organizar eventos en algunas ocasiones, entendía todo el trabajo que había detrás. Movió negativamente la cabeza, tratando de animar a la aprendiz. —Seguro que te miran, pero tú no te das cuenta... —afirmó con firmeza. No lo conocía lo suficiente como para saber qué chicos le gustaban, qué chicos le llamaban la atención y en qué chicos se fijaba, pero no le hacía falta para saber que seguramente a la joven no le faltarían pretendientes. Se veía que tenía una personalidad que llamaba la atención, su impulsividad para no saber morderse la lengua le parecía muy divertida. —¿No hay ningún caballero que te produzca cosquillas en el estómago? —preguntó. No sabía cómo habían acabado hablando de la vida íntima de cada uno, pero ahí estaban. Y una vez que se empezaba a profundizar en cuestiones personales era difícil frenar. No pudo evitar que se le escapara una pequeña carcajada. No se estaba riendo del hecho de que hubiera venido con su padre, pero le parecía muy gracioso que hubiera acertado. Solamente se lo había dicho para molestarla un poco, pero ahora que sabía que era verdad abandonaría el tema. —¿Trabaja contigo? —preguntó a Ashley fijándose en la rubia que se aproximaba hacía ellos. Su rostro le resultaba familiar, pero apenas sabía nada de ella. Tratando de hacer memoria, no tardó en recordar en qué momento la había conocido. Habían tenido un pequeño incidente. El resumen de lo ocurrido era que se había salvado de un atropello por los pelos y ella había acabo chocando contra un árbol. Nada grave, quien más había sufrido seguramente había sido el bonito Ford Anglia que conducía. Un vehículo que si bien volaba, no era tan genial como aquel coche que su hermana le había regalado una vez en París. Un coche absolutamente muggle, pero tan bonito que conservaba como una de sus posesiones más apreciadas. —Las palabras se las lleva el viento, ¿no lo sabías? —cuestionó con una sonrisa. No esperaba volver a verla después de lo ocurrido, pero parecía que el destino no había pensado lo mismo. —¿Qué quiere, señorita...? (@ Juv Macnair ) —preguntó sin estar seguro de su identidad. Esperaba, eso sí, que le ayudase a recobrar la memoria acerca de lo que habían hablado. El francés era un mago que solía usar las palabras para librarse de muchas situaciones, el juego de palabras y la manipulación eran una de sus señas de identidad.
  25. Museo Louvre Acceder sin llamar la atención de los turistas había resultado relativamente sencillo. El joven mago se dejó llevar por la espía, confiando ciegamente en que sabía lo que se hacía. Desconocía con exactitud cuál era el cargo exacto que poseía, pero era evidente que merecía tener algún puesto de mayor responsabilidad. Normalmente se veía que sabía lo que se hacía. Debía implicarse más en conocer a los trabajadores del Ministerio de Magia, el puesto que ostentaban con pelos y señales. Así demostraba humildad. Conocía a la mujer a la que seguía, pero en términos más personales. —Es el momento para que me cuentes todo lo que sabemos —pidió. Quería descubrir cada detalle sobre lo que estaba sucediendo, la información que le había llegado había sido demasiado superficial y en esos momentos era la situación idónea para saber hasta qué punto iban a enfrentarse a algo peligroso. Era evidente que no se enfrentaban a nada puramente muggle, de lo contrario no había habido tanto movilización. Había alguien que quería algo que había en el museo, había alguien que quería cometer un robo. La pregunta era... ¿con qué fines? ¿Qué objeto podría despertar la ambición de un ser? Había tantas cosas ahí que podían ser deseadas... —No debería ser complicado acceder, ¿por qué lo preguntas? —quiso saber mirando la reja de metal. —¿Está encantada? Para poder acceder solamente tenían que superarla, pero era... ¿una simple reja? Si había alguna clase de encantamiento que hiciese que aquella reja no fuese exactamente lo que parecía, lo desconocía. Por su pasado en el Departamento de Aurores conocía varias de las formas de defensa de muchos lugares importantes del país, pero siempre había tenido claro que era mejor que una sola persona no supiese demasiado. Si acababa en manos de un enemigo, si acababa recibiendo la poción de la verdad o cualquier otro truco que le hiciese confesar todo, el país sería vulnerable. —Cada segundo que perdemos damos ventaja, sin embargo pensar una estrategia sería interesante. —confesó mientras la miraba, con la varita en su mano diestra firmemente agarrada. —Por otro lado, me gusta actuar sin pensar. ¿Para qué te has entrenado? —quiso saber. ¿Para planear o para improvisar? Era importante su opinión, sus sensaciones. Si había un peligro, no podían dudar. Si era capaz de guiarse por impulsos e intuiciones podrían ponerse manos a la obra. @ Ada Camille Dumbledore

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