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Lillian Potter Evans

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Mensajes publicados por Lillian Potter Evans

  1. Sus pasos resonaban por el amplio pasillo casi desierto, a excepción de unos elfos que apurados y con las manos llenas de sábanas blancas, se aprestaban a entrar en las habitaciones cercanas, indiferentes de la esbelta silueta tras ellos.

    Estaba vagando sin rumbo fijo después de haber dejado a Max a encargo de Pallas, por lo que distraída, término por perderse dentro de aquellos pasillos.

     

    - ¡Bravo, Lily! – susurro sardónicamente. Aquello era el colmo y lo sabía, sobre todo porque eso denotaba el mal conocimiento de su casa, familia… - De todo – susurro parando frente a un ancho espejo, cuyo reflejo dejo entrever a una chica pálida cuyos ojos se encontraban velados por la tristeza.

     

    Sin embargo, y antes de que sus pensamientos se volvieran más lúgubres, el sonido de pisadas apresuradas así como una posterior succión (?) le atrajeron, encaminándose a un pasillo que a su vez se conectaba a otro bifurcado.

    Un destello rubio cegó por un momento su visión antes de poder alcanzar a percibir la figura de su prima Xell siendo absorbida por algo para después desaparecer como por arte de magia.

     

    - ¡Por Morgana! – susurro acercándose al punto clave, dejando de lado su seguridad en favor de satisfacer su curiosidad, lo que termino resultando en una experiencia por demás desagradable. Cerró los ojos justo en el momento en que algo le jalaba de las caderas para después sentir todas aquellas desagradables sensaciones de la desaparición, lo último que sintió fue aterrizar sobre su trasero en tierra firme, aturdida y mareada.

     

    Tambaleante, se hinco sobre sus rodillas mientras sacudía con su mano derecha un poco los pliegues de la falda azul marino que llevaba, la izquierda buscaba entre su escote el puño de Evenstar, asiéndola al instante.

     

    Lo que vio enseguida le dejo sin habla. Halos de hechizos volaban frente de sí. La matriarca de la Potter Black peleaba con aquella chica a la cual reconocía de la sala de la chimenea pero no estaba segura de haber sido presentada del todo correctamente. Asimismo al voltear hacia su derecha, se percató de la presencia de Xell quien se encontraba acompañada de una especie de muñeca de trapo.

     

    Aquello era por demás bizarro e irreal, pero aun con la varita en ristre se fue acercando hacia la rubia.

     

    - ¿Pero qué está pasando aquí? – cuestionó con la mirada ya fija en las combatientes. Estaba segura de que obtendría una buena explicación, o al menos eso esperaba.

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  2. Atenta al llenado de las hojas, no se percató de la cercanía de un hombre, cuya voz casi le hace tirar la pluma, llevándose la diestra a la altura del pecho para posarla sobre el relicario de oro, tratando de no mostrarse sorprendida.

     

    Asintió ante las palabras de su interlocutor, siguiéndole hasta un cubículo aparte. Esperaba que aquel funcionario no fuese a encontrar algún “pero” o error en los papeles, ya que ansiaba volver a casa.

     

    Al percibir sus palabras de aprobación, sonrió aliviada.

     

    - Me alegra que así sea – contesto en tono jovial mientras sus orbes zafiro se detenían en los papeles que el hombre le tendía.

     

    - Gracias por el consejo, señor… - a este punto dudo pues él no se había presentado apropiadamente, por lo que sin dejar de sonreír completo, antes de retirarse – Es igual de descortés interrumpir cuando alguien está conversando con otra persona. Que tenga buen día.

     

    Aquello en clara alusión al joven al que se había dirigido en su intento por apresurar las cosas. Un suspiro escapo de sus rosados labios antes de dirigirse con paso diligente hacia el elevador para poder salir del Ministerio y así llegar a los brazos de su pequeño hijo.

  3. 4 Piso, División de bestias.

     

    Aquel día había sido casi un suplicio para Lily, quién con grácil andar aun así había decidido hacer el trámite correspondiente en el Ministerio aunque eso supusiera demorarse unos minutos más antes de su llegada a casa, donde Max le esperaba.

     

    - Solo unos minutos más – murmuraba para si dentro del abarrotado elevador, cuya voz gélida anunciaba la planta cuatro, mismo lugar donde su madre trabajaba.

     

    Después de unos cuantos empujones para salir, se dirigió directo a un escritorio ocupado por un chico que atendía a alguien más, así que sin interrumpir, dirigió una sincera sonrisa además de un coqueto guiño de sus zafíreos orbes hacia el encargado, para después tomar dos formularios e inclinarse un poco sobre el mostrador, comenzando a llenar los mismos con fina caligrafía.

     

    Ficha para el registro de Criaturas Mágicas y No Mágicas

     

    Nombre de quien registra: Lillian Potter Evans

     

    • Nombre del mago/bruja, negocio o familia a la que pertenece: Lillian Potter Evans

    • Nombre: Milou

    • Especie: Leopardo de las nieves

    • Clasificación del ministerio: (Número de X) X

    • Color: Blanco con manchas grisáceas

    • Tamaño: 50 cm de altura

    • Sexo: hembra

    • Edad: 1 año

    • Ambiente en el que vive: Extenso jardín trasero de la mansión Potter Black colindante con un bosque, en cuyo centro se encuentra un hábitat especial con temperaturas extremas y orografía adecuada

     

     

    • Link a la certificación de adquisición de la criatura: Here

    • Link a la ficha del propietario, local o mansión: Here

     

    Ficha para el registro de Criaturas Mágicas y No Mágicas

     

    Nombre de quien registra: Lillian Potter Evans

     

    • Nombre del mago/bruja, negocio o familia a la que pertenece: Lillian Potter Black

    • Nombre: Pawan

    • Especie: Leopardo de las nieves

    • Clasificación del ministerio: (Número de X) X

    • Color: Blanco con manchas negras

    • Tamaño: 70 cm de altura

    • Sexo: Macho

    • Edad: 1 año

    • Ambiente en el que vive: : Extenso jardín trasero de la mansión Potter Black colindante con un bosque, en cuyo centro se encuentra un hábitat especial con temperaturas extremas y orografía adecuada

     

     

    • Link a la certificación de adquisición de la criatura: Here

    • Link a la ficha del propietario, local o mansión: Here

     

    - ¿Supongo que es todo? – inquirió extendiendo su nívea mano con los papeles, ofreciéndoselos.

  4. Una mirada escrutadora y algo curiosa fue la que posó sobre Mónica al verle, prestando atención a sus palabras mientras se alejaba más y más de ellos, como incitándolos a seguirla a ese pedazo de panteón que parecía privilegiado ya que las tumbas residían bien cuidadas y apartadas de las más viejas.

     

    La lluvia parecía haberse calmado, una calma de aquellas que preceden a la tempestad grande y devastadora que siempre arrasa con todo a su paso. No obstante, esto no logró menguar el ánimo de Lily, quién interesada en lo que la maestra haría, le siguió deteniéndose unos metros por detrás de ella, observando lo que hacía.

     

    - Interesante – musitó al ver la barrera sólida que impediría el paso de los curiosos, quizás atraídos por aquella reunión inusual que se llevaba a cabo en un panteón.

     

    Y después nada pudo sorprenderla al ver vibrar aquello que parecía sólido para casi al instante mostrar unas imágenes, como esos proyectores muggles que la propia Lily había visto un verano atrás.

     

    Aquel recuerdo proyectado cimbro su ser, transportándola casi al instante al Feudo Bollingbroke donde ella casi había muerto quemada por ser bruja. Un estremecimiento frío recorrió su espina dorsal haciéndole sentirse incomoda y llevando ambos brazos a sus costados, como abrazándose.

     

    Se sentía vulnerable y expuesta como nunca antes, pero no dejaría que nadie se diera cuenta, ni siquiera Meiiden a la que había sonreído nada más sentir su característica aura dual. Ladeando un poco la cabeza observo de reojo a la demonio para brindarle una sonrisa efímera antes de volver la atención al frente.

     

    <<Sentimientos, pasiones, convicciones>> pensó escuchando cada palabra que la Haughton les dirigía. <<¿Y todo para qué?>> pensó sin dejar traslucirlo en voz alta. Fines que cada bando creía correctos y verdaderos, pero, ¿Que era la verdad en sí? Había sentido que su discurso introductorio había sido soso y aburrido, pero ahora que sus maestros hablaban lo que decían no distaba de lo que ella misma pensaba.

     

    Y ahora seguía el turno del Elessar quién realizando casi la misma floritura que su colega –académicamente hablando- dejo entrever un rayo cegador, precedido de un cristal transparente en el que las imágenes comenzaron a fluir.

     

    La imagen del niño junto a su padre logró que los orbes zafiro de la pelinegra se anegasen en lágrimas, divisando el futuro que su hijo no tendría. Lentamente se enjuago los ojos pasando el dorso de su mano por estos, otorgándole su atención al significado que Boss confería al recuerdo.

     

    No obstante, y antes de que pudiese animarse a pasar, varios de sus compañeros se adelantaron mientras Lily permanecía aun de pie, tratando en vano de esquivar las gotas de lluvia que comenzaban a caer.

     

    Y nada ocurrió. Ni un atisbo de pena, empatía o reciprocidad surgieron al ver lo que esos chicos le mostraban. <<Como es posible>> se recriminó desviando la mirada hacia otro lado, avergonzada. Estaba actuando mal y lo sabía, estaba dejando que su carácter frío e inhumano saliera a flote, algo que no se había permitido ni siquiera cuando los sucesos acaecidos con Samara.

     

    Estremeciéndose y aún descalza, dio unos débiles pasos al frente situándose a la altura del cristal transparente y cerrando los ojos, dejo fluir aquel recuerdo que compartiría, con el que les daría la bienvenida a su intimidad a aquellos desconocidos.

     

    ***

     

    - ¡Maldita bruja! – gritó Sire Randulph abofeteando la pálida mejilla de Lily, quién cayó de bruces al suelo ante semejante golpe. – Os advertí que irías a la hoguera como quisieseis escapar.

     

    Aquellas palabras dejaron helada a Lily, con el labio inferior sangrante y la mejilla roja, lacerada. Y después de aquel episodio en pleno patio del castillo, Lord había mandado que se la encerrase en la torre oeste hasta esa misma noche, cuando la ceremonia de matrimonio forzado daría comienzo.

     

    Había tratado de escapar de aquel pequeño y fúnebre lugar sin demasiado éxito, inútil como aquellos aldeanos, sin una varita ni magia que le ayudase a invocar algo para bajar de aquel lugar rodeado de agua. El atardecer anaranjado dio paso a una noche estrellada con el cielo negruzco dándole una apariencia regía a la luna llena.

     

    Ni siquiera se dio cuenta cuando su “doncella” llegó para llevarla ante el altar junto a la gran pira de madera, conduciéndola de forma pausada por entre los plebeyos, quiénes asustados le veían y señalaban Resaltando entre murmullos la hinchazón creciente de su mejilla y labio.

     

    - Os lo dije, Dama Alais – susurro Randulph, triunfante – Morirás al igual que toda tu familia y este castillo junto al Potter Black serán míos.

     

    Ante tales palabras, Lily apenas había prestado atención, ya que su interés estaba enfocado hacia la gran pira donde era conducida mientras Rixende arrodillada, clamaba perdón.

     

    - ¡Quemad a la bruja Alais! – eran los gritos que los caballeros bramaban con las espadas en alto.

     

    - ¡Lilyyyyyy! – Un bramido resonó encima de los demás a la par que era amarrada entre los troncos, sonido proveniente del cielo. Era su familia, Matt montado a lomos de Drago seguido de un gran ejército y su madre a la vanguardia con los arqueros.

    Tan solo le basto una mirada en dirección a su progenitora para que esta calmara sus nervios, dándole a entender que todo iría bien.

     

    ***

     

    En el presente, Lily abrió los ojos lentamente mientras su último recuerdo se desvanecía lentamente. Ahora le tocaba la parte fácil, o quizás la más difícil si se trataba de ella.

     

    - El haberme hecho pasar por aquella mujer, fue uno de los actos más desinteresados que hasta ese momento había realizado – comentó con el rostro impasible, sin mirar a nadie en específico. – Al recordarlo, siempre me invade un sensación de bienestar y satisfacción pero… - dejó la duda al aire, mientras buscaba las palabras a expresar – Pero al mismo tiempo recuerdo con claridad que igualmente me invadió el arrepentimiento y miedo, porque ¿Quién cuidaría como yo a mi pequeño hijo? ¿Por qué no simplemente había escapado cuando la oportunidad se había presentado? ¿En qué me favorecía el que Alais siguiera viviendo? – las mismas cuestiones que ella se había planteado.

     

    - Aun así confié y espere a que todo saliera bien, ya que con o sin magia ellos llegarían a salvarme y traerme de vuelta a casa… Y lo hicieron – afirmó sonriendo nostalgia ante el recuerdo de aquella batalla – además, sin magia no somos más que muggles cualquiera – se atrevió a comparar. Sus palabras eran ciertas, y esperaba que más de uno de sus compañeros comprobase alguna vez eso

     

    Terminando aquel corto discurso dirigió sus pasos hacia su anterior asiento, dejando caer su cuerpo sobre el mismo, agotada. No esperaba que alguno de ellos le comprendiese ni mucho menos, lo único que anhelaba era el poder tener esa libertad de escoger su andar y que ellos hiciesen lo mismo, dejando de lado las influencias, venganzas y rencores.

     

     

     

     

    Off.

     

    No recuerdo que estén prohibidos los off, pero si no es así, espero que sepan comprender la razón. Chicos, les pido amablemente que no "pongan" o "expresen" en sus roles: sentimientos, emociones u otra clase de cosas en personajes ajenos, por la simple razón de que no saben si el user tras Lily o demás, puede creer conveniente que su pj actué o piense de esa manera.

     

    Les recomiendo que primero pregunten y ya aprobada la acción, roleen... Saludos!

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  5. Hola!

     

    No sé si este bien que postee no apareciendo en la lista de aprobados, pero hasta hace unos días me han dado las ganas por terminar la Academia (ganas alentadas por Mónica). Así que, pues os dejo mi ficha y espero que la acepten para comenzar a rolear.

     

    Nombre: Parvati Khan

     

    Edad: 20 años

     

    Nacionalidad: India/ Británica

     

    Descripción Física: Posee una contextura delgada, cabello castaño oscuro y ojos azules. Su piel es aperlada y tiene una altura de 1.75. Su cabello largo llega más debajo de sus caderas con las puntas suavemente rizadas y por lo general lo lleva trenzado.

    Descripción Psicológica: Es una persona extrovertida, curiosa, amable, caritativa y autoritaria cuando se requiere. Detesta que se le trate con cortesía solo por su posición social y es muy buena detectando la hipocresía. Le encanta aprender nuevos idiomas y viajar a tráves del mundo. [imagen de referencia]

     

    Historia:

     

    Rajkumari Parvati nació en la región llamada Rajput, en el distrito Alwar en la India. Como primogénita del Rash, vivió rodeada de lujos inimaginables y de cuidados excesivos que fomentaron el afán independiente de la pequeña princesa. Desde pequeña se interesó por conocer más allá de lo que sabía, llegando a ser introducida en la corte a temprana edad y maravillándose con los diferentes idiomas, costumbres y tradiciones de los comerciantes y empresarios extranjeros que llegaban a palacio en busca de apoyo monetario.

     

    Por esto, la pequeña Paro creció conociendo cuatro lenguas aparte del hindi, entre ellas el inglés, tamil, alemán y fránces. Su belleza y perspicacia valieron que a la edad de 19 años fuese comprometida en matrimonio con un Nawab de Bengala, compromiso roto por la princesa al descubrir que no tenían nada en común.

     

    Esta razón le llevó a salir de la India hacia Gran Bretaña, instalándose en una mansión campestre exiliada y viviendo de la dote entregada a su madre, quién era fanática de la historia del gran Titanic. Aun así, conservó una vida lujosa y llena de intelectualidad, asistiendo a numerosos congresos, bailes, etc dentro de los cuales conoció a un Sha Iraní, quien fascinado por la cultura hindú y aún más por la joven, le propuso como regalo un viaje por el Titán, barco al que en cierta forma patrocinaría, propuesta aceptada inmediatamente por Parvati.

     

    Es devota de Durga y Khrisna además de seguir las costumbres marcadas por su pueblo.

  6. El asombroso paisaje exuberante y el sol radiante que divisó al llegar a la excitante ciudad de Brasil, contrastaron drásticamente con aquel rincón en el cual se llevaría a cabo lo que sería su regreso a las aulas académicas.

     

    La lluvia intensa cubría afanosamente cada centímetro de la tierra que servía de lugar de descanso de cadáveres que otrora fueron personas queridas y que ahora, por el aspecto que lucía cada tumba, parecía que habían pasado a segundo plano en la vida de sus familias.

     

    <Como tú lo sentiste alguna vez> musitó una vocecita sarcástica en su interior, riéndose del miedo sufrido antaño en el tiempo en que había muerto por alguien más.

     

    Y apuro el paso tratando de poner atención a su alrededor mientras el olor a tierra mojada inundaba sus fosas nasales cosquilleándole la nariz. El lugar parecía desolado, vacío y un sentimiento de tristeza esperanza se instaló en su pecho al percibir la energía renaciente proveniente de las plantas de aquel lugar.

     

    Esa era una de las ventajas que poseía como sacerdotisa, celebrar la vida y sentirla en derredor por más funesto que pareciera el paisaje. La lluvia había logrado empapar parte de su pantalón y blusa, haciéndole titiritar y pensar seriamente en regresar a cambiarse y abrigarse con un impermeable, pero desistiendo de la idea al ver que quizás ya llegase tarde, optó por quitarse los tennis, sintiendo la hierba fresca cosquillearle los dedos.

     

    Aquella actitud podría parecerle extraña a terceros pero poco le importaba en cuanto a sentirse cómoda refiriese, así que caminando entre las hileras más antiguas de tumbas que parecían de tiempos coloniales, se encontró con una serie de bancos dispuestos frente a dos figuras, la de un hombre y una mujer quiénes parecían apenas comenzar con un discurso introductorio.

     

    Entornando sus orbes zafiro y tomando asiento en las filas intermedias, presto atención a sus interlocutores, tratando de buscar algún resquicio en las palabras que ofrecían mientras sus finas manos escurrían su larga cabellera del agua acumulada que empezaba a gotearle por la espalda.

     

    <<Así que tumbas ancestrales>> pensó sonriendo de lado ante las palabras de quién decía llamarse Boss. Aquellas palabras habían captado su atención por encima de las demás, por lo que curiosa volvió la mirada hacia atrás, fijándola en algunas tumbas desvencijadas.

     

    Su atención se centró de nuevo al frente de aquella improvisada aula al escuchar la voz de la mujer de cabellos rojizos, haciéndole sonreír al escucharle pronunciar la palabra aburrida. <<Algo me dice que esta clase no lo será>> pensó con una sonrisa sardónica dibujada en sus rosados labios. Sobre todo si tomaban en cuenta el lugar en el que se encontraban.

     

    Al término del discurso de Mónica, Lily optó por quedarse callada, con la varita jugueteando entre sus dedos como si aquello fuese una advertencia clara. No quería quedarse atrás, pero tampoco estaba entre sus planes ser la última, por lo que paciente aguardo su turno, sorprendiéndose al escuchar los comentarios casi parecidos de sus compañeros.

     

    <<Diferente y liberal y aún así quieres ser mortífago>> pensó internamente al escuchar las palabras de Aziid, guardándose el comentario que pugnaba por salir. No quería que la tacharan de prejuiciosa o metiche, por lo que intento volver a dirigir su atención a sus profesores, notando las reacciones de ambos.

     

    Después, tanto la presentación de Pink como la de Maia –a quién ya conocía de la mansión Delacour- le sorprendieron, captando por unos segundos su interés. Al concluir la Black, sonrió apenada por no tener una convicción de bando tan fuerte como la demostraban aquellos.

     

    - ¡Hola! – saludo carraspeando para dejar su acento francés de lado – Soy Lillian Potter Black, madre e hija, con una única convicción que es la de mantener la vida… de mi familia y amigos – aquello parecía una perorata quizás aburrida y muy usada pero eso no la amedrento, observándose en el color rosado de sus mejillas frías – Y no, no estoy ni a favor de la Orden o de los Mortifagos, aunque quizás, solo quizás, esta clase cumpla su propósito en mi persona y me haga escoger el bando que se amolde más a mis objetivos – concluyó tomando asiento con la diestra aferrada en el relicario de oro blanco que pendía de su cuello.

     

    Solo restaba esperar a que alguien más llegara.

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  7. Tercera Planta, encontrándose con Enrick y compañía…

    Había llegad tarde y lo sabía. Algo dentro de sí misma se lo decía como una punzada cansina, pero ella como siempre reacia a pensar lo peor había demorado en llegar hasta el hospital mágico después de recibir a la lechuza de Enrick.

     

    - Todo estará bien – murmuraba para sí, tratando de calmar el desasosiego que le embargaba a medida que se adentraba en la planta en busca de algún conocido, prescindiendo de forma tonta del rastreo de auras que siempre le había sido últi.

     

    Su larga y ondulada melena caía libre sobre su espalda y hombros, que a pesar del frío estaban cubiertos únicamente por una chalina de muselina brillosa a juego con un vestido azul pastel que enmarcaba sus zafireos orbes. Sobre su marfileño cuello, Evenstar descansaba titilando y sus brazos acunaban de forma amorosa a Max quién dormía profundamente, abrigado por una mullida colchita azul. En su siniestra antes adornada por el anillo matrimonial, ahora descansaba Nenya.

     

    - Close your sleppy eyes – susurraba a modo de canción, amortiguando el constante repiqueteo de sus tacones sobre el blanquecino suelo, arrugando la nariz al percibir el olor característico de los hospitales.

     

    Y como si la diosa escuchase sus plegarias, la sacerdotisa encontró a Enrick, rodeado de quiénes parecían familiares, solo reconociendo de entre ellos a Anna, tía de su propia madre Sunar.

     

    Con grácil andar y no sin antes inclinar la cabeza en señal respetuosa frente a los demás presentes, se detuvo frente a su vampirezco amigo, lanzándole una mirada de disculpa y desviando rápidamente la mirada hacia su pequeño hijito, tratando de ocultar su propia tristeza.

     

    - ¿Y la bebé? – inquirió al concentrarse y no encontrar el aura de su querida amiga Laura, presintiendo su deceso - ¿Y Lau? – terminó por preguntar, ladeando la cabeza y esperando las respuestas a sus interrogantes.

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  8. Feliz Navidad! Jo jo jo!

     

    Aaaah no, eso ya pasó pero aunque tarde, les deseo que hayan pasado una bonita celebración en compañía de sus seres queridos... Pues nada, de la postal ni que decir, que la ha dejado una de las personas mas importantes, lindas y queridas para mi en este lugar, Sunny adorote!

     

    Y a esta loca familia que me acogió con todo y mi vagancia de a veces(? Pues no me resta nada mas que agradecerles con el alma que me incluyan y lean mis sugerencias locas.... Y nada, que es verdad, aunque con altibajos, intrusos(? bandos y demás, somos una de las familias mas locas y roleras, quizás del foro...Lo que nos hace únicos e inimitables!

     

    Ahora si... Felices fiestas a todos!

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  9. Tercera Planta, atendidos por Luz…

     

    Hacía solo unos momentos atrás que Laura había tenido que retirarse, por lo que la francesa volvió a sentirse ansiosa ya que no había tenido la oportunidad de preguntarle algunas cosas mas que la inquietaban.

     

    - Mon amour – llamó posando sus orbes zafiro en el Marauder y acariciando su mejilla lentamente, tratando de llenarse de la calma que parecía envolverlo - ¿Y si es una niña? – preguntó sintiéndose feliz e imaginando de pronto a una pequeñita de ojos azules y cabello castaño. – Te imaginas lo hermosa que sería… La de novios que tendría – prosiguió tratando de no reír.

     

    Sin embargo, la llegada de una sanadora llamó su atención, volviendo la mirada hacia la chica frente a ellos en cuestión.

     

    - Buen día – concedió sonriendo mientras entrelazaba sus manos a las de su cónyuge – Hemos venido a un chequeo general - aclaró – Tengo cinco meses de embarazo y la verdad, tenemos algo de rato esperando – terminó observando de reojo a Tomas, sabiendo que él no se encontraba precisamente a gusto en ese lugar.

     

    Esperaba que la revisión no durase mucho, ya que se encontraba algo fastidiada y asqueada con el olor propio del nosocomio, no obstante espero a que la sanadora les diera más indicaciones.

  10. Tercera Planta, esperando….

     

    Una sonrisa ladina asomo en los labios de la Potter, aguardando las palabras que parecían querer aflorar de los labios de Tom. Intuía que de alguna u otra manera estas estarían relacionadas con su supuesto estado de celos, lo que le hizo querer reír abiertamente.

     

    Sin embargo y quitando de apoco su zafirea mirada de su cónyuge la volvió a centrar en la figura de Angel, en espera de que ella les indicará que hacer.

     

    - ¿Serías tan amable de decirnos si tuvimos que haber hecho algún procedimiento como una cita o algo así? – inquirió, observando de reojo a Laura, quién parecía haberse sumido en sus pensamientos.

     

    La relajante música que merodeaba por el ambiente le hacía querer acabar todo eso para regresar a su hogar y descansar por lo que restaba de tarde, pero algo le decía que aquel retraso solo era el principio de una larga espera en el nosocomio.

     

    Sus delicadas manos seguían posadas en su amplio vientre, trazando círculos imaginarios de forma desordenada mientras su mente comenzaba a divagar en los planes futuros y demás cosas que aún seguían si resolución.

  11. Lily Potter, junto a Laura y Tom en la TERCERA Planta esperando (?

    El cálido tacto de la mano de su cónyuge sobre su vientre hizo que la zafirea mirada de la Potter se posara un momento casi eterno en sus masculinas facciones, tomando un momento más largo de lo debido en sus labios.

     

    Por fin las náuseas habían pasado, y aunque las galletitas saladas aún descansaban en sus manos era solo cuestión de meterlas en el bolso que llevaba y todo malentendido quedaría solucionado.

     

    - ¿Hora del té? – musitó al escuchar las palabras del Marauder después del cariñoso pellizco sobre su nívea diestra – Mon amour, las galletas fueron porque sentí nauseas solo al llegar… sobre todo con este bendito olor – farfulló incomoda, esperando que nadie más que la Haughton y él la escuchasen.

     

    - ¿Encantos? – murmuró volteando a ver a su amiga, con una expresión incrédula en el rostro – ¿Le coqueteas a mi amiga? – inquirió arqueando una ceja sin quitar su mirada del rostro del pelinegro. Sus labios en línea recta aparentaban algo de molestia, cuando lo que en verdad querían era reprimir una carcajada de diversión que pugnaba por salir y que se reflejaba en su mirada. Sus manos seguían sobre su curvado vientre bajo las del ojicafé, esperando su respuesta.

     

    - Y si, honey, con una sola cucharadita; por favor – indicó acomodándose mejor en su asiento llevando ambas manos hacia el bajo de su vaporoso vestido, acomodándolo para que no se arrugase. Sin embargo, antes de que el Marauder escuchase la petición de Laura acerca de su bebida, el sonido de una voz les distrajo.

     

    <<¿Se conocen?>> pensó sorprendida, sobre todo al haber podido llamarle antes a la chica y así no haber tenido que esperar. – Hola Angel, mi nombre es Lillian… pero puedes llamarme Lils – dijo presentándose a la vez que extendía su fina mano hacia la chica en señal amistosa. – Ella es Laura Haughton y efectivamente, nadie nos ha atendido – musitó.

     

    Sus orbes zafiro aún se paseaban por la amplia sala, a la espera de un sanador pues algo le decía que quizás la chica solo viniese a acompañarles antes de pasarles con un sanador residente. Espero paciente las indicaciones de la muchacha, tocando de cuando en cuando su vientre.

  12. Tercera Planta, esperando a ser atendida(?

     

    La pelinegra escucho cada una de las palabras que la Haughton le brindaba a modo de tranquilizarla, por lo que sonriendo, tomó las galletas que le tendían y abriendolas, degusto una sintiendo como poco a poco las náuseas disminuían. - Gracias, Lau - murmuro viendole acercarse a la recepción y hablar con la encargada mientras la Potter seguía sentada.

     

    Aún tenía miles de dudas rondando su cabeza, pero sabía que solo la sanadora podría aclararlas de una forma argumentativa y por demás tranquilizadora. Y antes de que volviese a perderse en sus cavilaciones, el andar de Laura la distrajo, haciendole sonreír.

     

    - Estoy mejor, gracias - musitó en respuesta a la pregunta de la ojiazul - Y si esto es ser madre, creo que me equivoque de profesión - murmuró en son de broma, reprimiendo una carcajada que pugnaba por salir de sus rosados labios. Aquello quizá hubiese resultado un poco ofensivo para la Haughton, quien también estaba por ser madre, pero la francesa, después de cavilar bien sus palabras espero la inminente reacción de su amiga, posando sus orbes zafireos en ella sin darse cuenta del débil titilar del anillo de zafiro que portaba en su diestra.

     

    La llegada de su cónyuge le tomó por total sorpresa, sobretodo el apasionado besó robado, que logro encender sus pálidas mejillas a un tono rosado intenso ante semejante muestra de afecto.

     

    - Tom - musitó sonrojada, observando de reojo su derredor - ¿Pero que haces aquí, mon amour? - inquirió corriegiendose en el acto - ¡Se suponía que era una sorpresa! -susurro contra el oído masculino, sintiendo la caricia sobre su mejilla. Aspirar aquel aroma a menta siempre le tranquilizaba, por lo que inhalando profundamente de su cuello, deposito un beso sobre la piel de la misma zona, sonriendo.

     

    - Y asi es como me enfado con él, Lau - explicó - De sorpresa solo quedo la intención, ni hablar - dramatizó sentandose a un costado de su amiga - No sé a que te refieras con primera parada, cariño; pero por lo pronto hay que esperar a que alguien se dignen a atendernos - explico, acomodando los pliegues de su vaporoso vestido.

  13. Lily Potter, llegada a la planta tres Maternidad y Pediatría junto a Laura.

    El sonido de un crack irrumpió en la semi-desierta recepción de la planta tres, producto de la aparición de dos figuras ambas con abultados vientres precediéndolas. La aparición conjunta había dejado a la pelinegra con un leve mareo que se combinó rápidamente con una mueca de disgusto al llegar y percibir el olor del nosocomio.

     

    - Lau, creo que vomitaré – murmuro tratando de reprimir las repentinas nauseas, inusuales para su avanzado estado de embarazo. La parsimonia en su andar, producto del cansancio propio de su estado junto a la expectativa y zozobra de no saber hacia dónde ir o que hacer, lograron que su mente divagara en posibles escenarios.

     

    - ¿Y si no hay nadie? ¿O si teníamos que hacer cita? – inquirió en voz baja a la Haughton, sintiéndose tonta en el acto por demostrar su ignorancia en cuanto al tema – Digo, que hiciste tú la primera vez que viniste con Enrick – inquirió más a modo de afirmación que nada.

     

    Aquella situación le descolocaba sobremanera, sobre todo porque sabía que tendría que admitir ante la sanadora en turno que no había comenzado sus chequeos después de enterarse del embarazo.

     

    Con la angustia reflejada en sus zafiros orbes atino a esperar la respuesta de su amiga, observando de reojo de cuando en cuando hacia la recepción, aún indecisa en si acercarse o sentar y esperar.

  14. Quinta Planta con Lau y Jesse.

     

    Las palabras a modo de broma de la Haughton hicieron que una pequeña risilla escapara de los rosados labios de la ojiazul mientras veía la mirada un tanto desaprobatoria de su prima.

     

    - De nada, Lau – concedió tendiéndole la ropa previamente sacada de su bolsito sin fondo y dejando en el suelo unas cómodas babuchas a juego con la ropa. Iba preparada después de que si servil elfina le hubiese comunicado de la situación de su amiga.

     

    - Pues quiero que me acompañes ahora, a la tercera planta a mi primer chequeo – exclamó apenada por admitir que apenas era su primer control, señalando su abultado vientre – Ya que estoy aquí y te dieron el alta, que mejor que aprovechar el tiempo y el desagradable olor – aclaró sonriendo mientras se ponía en pie para estirar los músculos.

     

    - Jesse, de nuevo gracias… me encargare de cuidarlas e igual espero que puedas darte una vuelta por la Marauder, que te parece esta tarde-noche – sugirió sonriendo y encaminando su andar a la puerta de salida.

  15. Llegando a la planta 5, Heridos y Resurrecciones de Neutrales.

    Un sonoro crack se dejó escuchar por los abarrotados pasillos de aquella impecable planta. La mirada zafírea de la sacerdotisa seguía oculta tras sus parpados ya que odiaba viajar en aparición conjunta y su semblante níveo se contorsiono en una mueca de desagrado al olfatear el aire del hospital al que llegaba.

     

    - Gracias por traerme, kitty – concedió sonriendo cálidamente hacia la criaturita – Iré a buscarles yo, regresa a casa y ayuda a Pallas – pidió mientras la elfina asentía y volvía a desaparecer entre amarillos volantes.

     

    Con sigilo casi gatuno y pasando de los medimagos y la recepcionista, caminó por el lugar concentrándose en sentir el aura de Jesse y Lau, encontrándolas segundos después.

     

    - Espero que todo esté bien – musitó aún angustiada, caminando lentamente mientras sus manos se posaban sobre su curvado vientre de seis meses – Y hasta puede que aproveche la ocasión – siseo para sí, observado un mapa con la distribución del lugar viendo fijamente la ubicación de la planta de maternidad dos pisos más abajo.

     

    Instantes después y frente a la puerta del cuarto donde las presencias se habían identificado, abrió las mismas como si nada, componiendo una mueca entre cansada y aliviada.

     

    - ¡Pero mira nada más! – exclamó avanzando hacia la cama de la Haughton – Esta es la doceava vez que nos vemos aquí chicas, mejor deberíamos hacer de este lugar nuestro centro de reuniones – bromeo, sentándose en la orilla de la cama dejando su bolsito en una silla cercana.

     

    - Te traje algo de ropa para que estés más cómoda – dijo posando su azulada mirada en las facciones aún pálidas de la madre de su ahijada – Y tu, Jesse – musitó volviendo la cabeza a su prima frente a ella – Gracias por curarlas – terminó mientras su mano se posaba en el abdomen de su amiga, sintiendo la característica sensación de movimiento y esa sensación rara que siempre recorría su columna.

     

    - Si ya te dieron el alta, te tengo una proposición que espero no me rechaces - comentó risueña, volviendo a ver algo más divertida a su pelicastaña amiga.

  16. El repiqueteo de los tacones contra el suelo de la trastienda del Magic Mall resonaban por doquier, anunciando la llegada de la bruja, quién presurosa esperaba poder encontrar aquellas criaturas que deseaba comprar.

     

    Sin prisas y con grácil andar, atravesó el arco de la entrada sorprendiéndose al ver el lugar. Le encantaba la decoración y sobre todo la forma tan peculiar de exhibir aquellas criaturas tanto mágicas como normales.

     

    Y sin perder el tiempo se acercó al mostrador, teniendo cuidado de no tropezar con nada ni nadie, posando sus manos sobre su abultado vientre de seis meses.

     

    - Buenas tardes, quiero hacer una solicitud de compra de algunas criaturas – pidió a uno de los jóvenes que ahí se encontraban, sonriendo amablemente. Sus orbes zafiros no paraban de moverse y observar cada detalle de aquel lujoso lugar, maravillada y extasiada en dosis iguales.

     

    Sin demora, un chico atento tendió dos formularios y una vuelapluma, que la bruja tomó sin dilación y aun sonriente, comenzó a rellenarlos, pues necesitaba urgente aquellos animales para el obsequio que tenía planeado hacer.

     

    ID: 112725

    Nick: Lillian Potter Evans

    Bóveda: click

    Fecha: 24/09/2012(del día que se realizó la venta)

     

    Nombre del producto: Leopardo de las nieves

    Objetos, Criatura o Poción: C

    Catalogación: X

    Puntos por unidad: 10 puntos

    Cantidad de unidades: 2 (macho y hembra)

    Precio por unidad: 470G

     

    Precio total: 940 G

    Total de Puntos: 20 puntos

     

    Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Aprendiz

     

    Al finalizar de llenarlos con fina caligrafía, la pelinegra tendió de vuelta los mismos a aquel amable joven, esperando que estos no tuvieran ningún inconveniente.

     

    - Aquí tienes.

  17. Kitty, elfina personal de Lily llevando a Laura a la QUINTA PLANTA - HERIDAS Y RESURRECCIONES DE NEUTRALES

    Apareció en medio del vestíbulo de aquella planta, con la manita aun rodeando el maltrecho cuerpo de la bruja a la que llevaba a curar. La elfina se veía preocupada, casi temerosa de que los magos que la vieran la acusaran de asesina.

     

    - Resista, señora pronto le curarán – murmuraba la elfina no queriendo apartarse del cuerpo de la Haughton. Temía que aquellos seres tenebrosos volvieran a hacerle más daño y sobre todo quería estar pendiente de la evolución de la bruja y del bebé en su vientre.

     

    - ¡Ayuda! – clamó, posando sus orbes miel en los pasillos en espera de algún sanador. Después de eso iría a contarle a su ama lo sucedido.

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