Lillian Potter Evans

Hola vengo con una duda con respecto a las materias que se reportaron en la ficha de mi pj como aprobadas cuando se terminó la Universidad. En el siguiente enlace http://www.harrylatino.org/index.php/topic/106784-extasis/ post #6 se estipula por la profesora Agatha Gryffindor que mi pj terminó la clase, pero en mi ficha solo se reportó Rol Avanzado y eso merma las medallas que tengo, so no sé si aquí me puedan indicar como corregir eso, o si tiene que volver a cursar la clase....

Sorry por las molestias y gracias.

Buenas tardes, vengo a dejar la actualización al nuevo formato de ficha. La verdad espero que este bien aunque hice una pequeña corrección que no sé si esté del todo bien o mejor dicho que no sé si me pueda generar problemas debido a que en el rango actual de mi personaje al ser graduada de la Universidad desde Septiembre de este año cambié de Aprendiz a Unicornio de Plata y quisiera saber acerca de lo siguiente:

En E.X.T.A.S.I.S. se cursaron Duelo y Magia Avanzada so, quisiera saber si cuenta como una sola materia o como dos, porque si cuentan como dos deberían ser 8000 puntos, no 4000.

Además, quisiera solicitar mis dos conocimientos que serían: Encantamientos y Herbología.

FICHA DE PERSONAJE

 

http://2.bp.blogspot.com/-wTQg8pVJvIY/U55qEqwvP1I/AAAAAAACN9U/ZfuhcMo-R04/s1600/LT3.jpg

 

 

 

Datos Personales:

 

Nombre del Personaje: Lillian Potter Evans

 

Sexo: Femenino

 

Edad: 25 años

 

Nacionalidad: Franco-Canadiense

 

Familia(s):

~ Potter Black

~ Evans McGonagall

 

 

Padre(s) Sanguíneo:

Pandora Evans McGonagall

 

Padre(s) Adoptivos:

Sunar Potter Balck T.

 

 

Trabajo: Departamento de Accidentes Mágicos y Catástrofes. Aprendiz

 

 

Poderes Mágicos: --

 

 

Rango Social: Unicornios de Plata

 

 

Bando: Neutral

 

 

Rango dentro del Bando: ----

 

 

Puntos de poder en objetos: 80

 

 

 

 

 

Hechizos adicionales: --

 

 

Puntos de poder en criaturas: 20

 

 

 

 

Criaturas controlables en asaltos y duelos: --

 

 

Habilidades Mágicas: --

 

 

 

 

Conocimientos Especiales: --

 

 

 

Medallas:

 

~ T.I.M.0. (Título Indispensable de Magia Ordinaria) 2000 puntos

~ Título Obtenido: E.X.T.A.S.I.S (Exámenes Terribles de Alta Sabiduría e Invocaciones Secretas) 4000 puntos

 

 

Perfil del Personaje:

 

Raza: Sacerdotisa.

 

Aspecto Físico:

 

Lillian posee una melena ondulada y larga color azabache que le llega a las caderas además de un cuerpo curvilíneo y bien proporcionado; facciones finas y elegantes con una tez nívea en donde resalta el color zafiro de sus orbes junto con sus labios de un profundo color rosado siendo el labio inferior un poco más grande que el superior. Mide 1.72, además de tener una contextura delgada y un timbre de voz suave.

 

Cualidades Psicológicas:

 

A pesar de su edad y debido a las duras pruebas que ha pasado es una joven sabia, buena observadora y por demás curiosa aunque por otro lado ante las adversidades suele demostrar su valentía, coraje y entrega. Es dulce y bondadosa y además muy crítica. En situaciones complicadas, sabe guardar la calma y es aguerrida en lo referente a proteger a la gente que ama. Su mismo aire frágil le da un toque sensual y es muy persistente cuando se lo propone.

 

Historia:

 

Toulouse, Región de Languedoc Francia.

 

Los hermosos viñedos se extendían a lo largo de una vasta extensión de tierra, y el canal de Midi enriquecía el ambiente con sus aguas cristalinas. En esta provincia en lo alto de una de tantas colinas, se encontraba la casa perteneciente a la familia Potter. Tanto Ethan^** como Savannah^**, junto con su pequeña hija Lillian vivían la mar de bien en esta hermosa región francesa. No era su lugar natal pero el matrimonio había emigrado desde las tierras canadienses – o eso le hicieron creer a la pequeña - en busca de una educación mágica mejor para su hija por lo que decidieron adaptarse a su nueva vida empleando rápidamente el idioma predominante y adaptándose a la cultura muggle, aunque eso no les permitía dejar de lado sus costumbres mágicas.

 

Aquel verano fue especialmente fabuloso sobre todo para la pequeña Lils, quien disfrutaba las vacaciones en casa, aprendiendo hechizos y algo de su cultura original. Pero el clima de fiesta que se respiraba por la cosecha de la uva se vio truncado por una serie de altercados provocados por brujas oscuras, quienes querían el poder absoluto de la región y mediante la fuerza fueron sometiendo a las pocas familias de magos que habitaban la llamada Ciudad Rosa. Hasta ese momento, la familia de la pequeña Lillian no había sufrido grandes daños, pero una oscura noche, de la nada y frente a la imponente mansión entre las colinas, aparecieron las llamadas Nightcomers (nombre que se atribuyeron), reclamando el apoyo de la familia y negándose a irse sin que los dueños de la casa acabarán con la poca servidumbre no mágica que les ayudaba.

 

La hermosa Savannah^**, bruja de carácter poco tolerante y mitad veela, decidió luchar contra ellos mientras que su esposo llevaba a Lily al cuarto donde resguardaban los vinos, pues sabía que nadie buscaría a la pequeña ahí y dándole un cofrecito de madera de cerezo, le pidió que no hiciera ruido y que esperara a que alguien fue a por ella, a lo que la niña asintió despidiéndose con un beso del que creía su padre quien volvió al lado de su esposa. Pasaron quizás unas cuantas horas o tal vez días, pero la pequeña ojiazul de ocho años fue rescatada por una joven elfina, quien dijo llamarse Pallas pidiéndole que abriese el cofre que contenía a Evenstar, su varita además de la dirección de su verdadera familia: la Evans McGonagall, tomándola bajo su protección y conduciéndola hacia el pueblo mágico de Ottery St. Cachtpole.

 

A su llegada a Ottery la pequeña Lillian fue recibida por su madre biológica Pandora, quién liberó los recuerdos olvidados de su hija revelándole así que los Potter solo habían servido de excusa para protegerle de las Nightcomers quienes le buscaban. La vida de la ojiazul transcurrió tranquila en el Castillo Evans McGonagall, donde fijó su residencia y siempre estuvo acompañada por su elfina Pallas. Fue en este lugar donde recibió su carta a Hogwarts, siendo su casa Gryffindor y pasando los mejores años de su vida y también encontró el amor en un compañero de su casa, apodado Only. En su estadía en la prestigiosa escuela de Magia y Hechicería, se destacó en la materia de Encantamientos así como en Defensa Contra las Artes Oscuras, lo que le valió augurarse un futuro como auror.

 

Al terminar su educación en el Colegio de Magia, partió junto con sus compañeros, maestros y novio a un campamento que sería la despedida definitiva de su etapa en Hogwarts. Tras varios días en un lugar cerca de las fronteras entre Inglaterra y Francia, un suceso cambio su vida para siempre ya que un grupo de mortífagos alertados por varios seguidores de la pureza de la sangre mágica, aparecieron y atacaron a los recién graduados. A la hora del ataque, tanto Lily como Tomas volvían después de haber pasado la tarde en un lago cercano y tomados por sorpresa se separaron para ayudar a sus compañeros. El resultado de la batalla fue que tras una serie de explosiones ocurridas por el cruce de diversas maldiciones y hechizos, los dos enamorados, terminaron lastimados y tras la batalla fueron separados llevándose a la ojiazul de vuelta a Francia, concretamente a un centro mágico donde se le atendiera bien, ya que debido a que el número de afectados fue grande, San Mungo no se daba abasto con el personal.

 

Los días de Lillian en el centro francés fueron largos y desesperantes pues su única lesión tras el incidente fue una severa amnesia de la cual solo recordaba su nombre. Tras pasar dos años en la capital francesa y tras una serie de terapias con medicina muggle, la joven bruja pudo recordar algunos aspectos de su pasado y volviendo a Ottery, se reencontró con su familia en el Castillo Evans McGonagall y con su madre adoptiva Sunar, en la mansión Potter Black. Por si fuera poco, su solitaria vida amorosa fue suprimida por el reencuentro con Tomás, su antiguo novio y retomando la relación interrumpida, el pelicastaño le propuso matrimonio obsequiándole un hermoso anillo de zafiro coronado por pequeños diamantes además de un dije – exactamente la mitad de un corazón de rubí - con la cualidad de brillar y avisar a Only cuando su dueña estuviese en peligro.

 

No obstante, aquel idilio solo duró un año y nueve meses siendo estos últimos una parte del embarazo tan ansiado por ambos. Sin embargo y antes del nacimiento del pequeño Maximillien, Tomás desapareció sin dejar ningún rastro, abandonándole. Este suceso marcó un punto clave en la vida de la pelinegra quien dejando de lado el amor, se concentró en su preparación como sacerdotisa, pasando un año de retiro en el sagrado lago de Copais en Grecia.

 

 

_{***Personajes Inventados para fines de trama.}

 

 

Pertenencias:

Objeto Mágico Legendario: --

 

 

Objetos Mágicos:

 

Objeto 1: Varita Mágica. Especial para Defensa Contra las Artes Oscuras, mide 30 centímetros y está hecha con madera de cerezo, contiene en su núcleo una lágrima de un crup y es muy flexible. Por su original núcleo, llega a ser una varita temperamental y muy poderosa en combinación con Lils. El mango de la misma está decorado con pequeñas estrellas y por este motivo es llamada Evenstar.

Clasificación: AA

Puntos de poder: 20

 

Objeto 2: Anteojos Alfa

Clasificación: AA

Puntos de poder: 20

 

Objeto 2: Medallón para Avisar del Peligro

Clasificación: A

Puntos de poder: 10

 

Pociones Mágicas:

 

Objeto 1: Filtro de la Paz

Clasificación: A

Puntos de poder: 10

 

Objeto 2: Esencia de Rue

Clasificación: AA

Puntos de poder: 20

 

 

Mascotas y Criaturas Mágicas:

 

Criatura 1: Leopardo de las nieves

Clasificación: X y no mágicas.

Puntos de poder: 10

Criatura 2: Leopardo de las nieves

Clasificación: X y no mágicas.

Puntos de poder: 10

Criaturas en la Reserva:

Criatura 1:

Clasificación:

Puntos de poder:

 

Libros de Hechizos: --

 

Libro: ---

Nivel: --

 

 

 

Poderes de Criaturas:

 

 

 

Tipo de Poder: --

 

 

 

Consumibles en Batallas: --

 

 

Nombre: --

Descripción: --

Categoría: --

 

 

 

Elfos:

 

* Elfo 1: Pallas. Estatura pequeña y cara redonda dentro de la cual se destacan unos grandes ojos de color gris que adquieren una tonalidad plateada cuando está se enoja. Utiliza un pequeño vestido de lino, al estilo griego y suele llevar una linda florecita en su oreja derecha.

 

* Elfo 2: Kitty. Estatura pequeña y escuálida con una cara puntiaguda y orejas pequeñas y picudas. Sus ojos son de color café y destacan por su aspecto acuoso complementando su aspecto una voz media y suave.

 

* Elfo 3: Isis. Es la más joven de las elfinas. Tiene un aspecto robusto y unos ojos negros además de que siempre va vestida con un jumper de algodón fucsia.

 

 

 

Licencias, Tasas, Registros:

 

 

Licencia de Aparición: ----

Licencia de Vuelo de Escoba: ----

Registro de XXX:

Registro del estado civil: Casada con Only Marauder

Registro de Inmigrante: Sí

Registro de Criaturas Mágicas y No Mágicas: Registro de dos (2) Leopardo de las nieves.

 

 

Personajes Secundarios: ---

* Personaje 1

* Personaje 2

* Personaje 3

* Personaje 4

* Personaje 5

 

 

Otros Datos:

 

* Sus flores preferidas son las nomeolvides y las malvas.

* Adora a su hermano pequeño Argentus.

* Su patronus es un Quetzal.

* Añora su Chateau rodeado de hermosos viñedos que dejó en Francia.

* Siempre lleva consigo la mitad del dije – avisa peligros - que Only le regalara en su excursión por el riachuelo.

 

 

Cronología de cargos:

 

 

 

Premios y reconocimientos:

 

 

 

Links de Interés Referentes al Personaje:

 

Link al Perfil de Comprador MM: 157

Link a Bóveda Personal: Bóveda Nº 92743

Link a Bóveda Trastera: -----

Link a Bóveda de Negocio:

~ Bóveda de Kiosko Una mordida rapidita

~ Bóveda 102556 Negocio Parque Acuático Witch

 

**Cerrados**

 

Bóveda de Sweet Mouth

 

Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda n°90394 - Fam. Potter Black

Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda n°97458 - Fam. Evans McGonagall

Disculpen las molestias y gracias!!!!!

La mirada de Fydha y el subsecuente silencio después de su explicación sacaron de su certidumbre a la pelinegra, quién comenzaba a ponerse ansiosa. <Quizás crea que estoy loca> pensó volviendo a beber de la taza sin despegar su mirada de la Guilty, sin embargo, el gesto que ella le concedió logró sacarle unas cuantas lágrimas, mismas que hasta es momento no se había permitido con nadie.

- Sé que tienes razón, Fydha, pero no es que le tenga miedo al destino en sí - soltó - Tengo miedo de todo lo que ese destino me hará dejar atrás, mi hijo, mi familia, mis amigos ....

Y aquello no era más que la pura verdad. Su cabeza descansaba sobre el pecho de la pelicastaña mientras sus manos, que posadas en su regazo no dejaban de juguetear con el anillo de zafiro en su mano izquierda.

- ¡Gracias! - musitó sintiéndose un poco mejor al escuchar el apoyo que su amiga le mostraba. - La verdad es que no sé si haya tiempo, porque hay muchas cosas que aún me quedan por hacer - admitió tomando una pequeña servilleta de la mesita para limpiar sus ojos.

- ¿Y tú? ¿Nunca haz pensado en ser tú misma, sin tener que cargar con la responsabilidad de tu hermana?

Y ahí dejaba de nueva cuenta su imprudencia suelta, aunque quizás la pregunta pusiese a reflexionar a la ojigris.

@@Fydha Guilty

- ¿Diosa? - inquirió sorprendida de que Fydha llegará a esa conclusión apresurada - No, más bien soy su "recipiente"... soy la sacerdotisa que aguarda el perdón divino.

Ni siquiera sabía porque estaba contándole a alguien que acababa de conocer toda esa información tan intima, arraigada a ella y su familia, no obstante la Guilty le inspiraba esa confianza que solo había tenido con dos personas en su corta vida... una de ellas, su madre Sunar, la otra, el padre de su hijo.

Pero así era, estaba ahí desahogándose por fin de una manera por demás natural y madura, algo que agradecía a la diosa.

- Aún así debo confesarte que el saber tu destino es lo más ... - recordar aquello le provocó un nudo en la garganta, puesto que al no encontrar un modo de salvarse pronto dejaría ese mundo, en espera de la próxima reencarnación. - horrible, sobre todo cuando te das cuenta de las cosas que no haz hecho.

Y tratado de dejar atrás el amargo recuerdo de todo aquello bebió un largo sorbo del frappé, en espera de la siguiente pregunta o quizás respuesta de la pelicastaña.

Las lágrimas corrían por sus mejillas, empapando el cuello de la blusa celeste y haciéndole titiritar producto de la impotencia e ira. No sabía que hacer y el caos rondaba su cabeza por lo que un tanto mareada, se irguió cuan alta era adelantándose hacia el parque, en un intento de sobreponerse y vigilar que todo fuese de forma normal, algo por demás innecesario debido a la vigilancia mágica.

<Tienes que admitirlo, tienes miedo> se recriminó, rodeando sus hombros con ambos brazos para dirigirse al área de juegos mecánicos, el lugar perfecto para pasar desapercibida. Sin embargo, su camino se vio poco a poco llenó de distintos elfos que "urgidos" realizaban sus tareas por doquier, haciéndole sospechar alguna orden de parte de su tío.

Una sonrisa sarcástica adorno su rostro mientras se alejaba a un lugar un tanto apartado de las atracciones principales, un pequeño pedazo de naturaleza donde la luna bañaba el césped y la energía de la madre tierra se dejaba sentir pura y libre... al como Lily buscaba encontrarse.

Aún alterada recostó su cansado cuerpo en la hierba, en actitud meditativa y consiente de todo a su alrededor, conectándose de forma profunda con la naturaleza para evadir un poco sus problemas.

La brisa recorría sus piernas y brazos poniéndole la carne de gallina, no obstante siguió ahí a la espera de una respuesta a todas sus preguntas...

Era la segunda o ... quizás la tercera vez que pisaba aquel lugar, por lo que con algo de recelo y alegría, siguió todo el recorrido por la primer planta en busca de algunos objetos que había escuchado que ahí se ofertarían.

<¡Parezco niña en navidad!> reconoció mentalmente puesto que todo le deslumbraba, por lo que haciendo una lista mental debido a que había olvidado la previamente hecha, anduvo largo tiempo antes de decidirse y pasar al mostrador principal a rellenar el formulario debido.

- Ojalá y no haya ningún error - murmuró.

ID: 112725

Nick: Lillian Potter Evans

Nivel Mágico: II

Link a la Bóveda Trastero: N/A

Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda

Fecha: 2015-09-20

Nombre del producto: Anteojos Alfa

Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto

Catalogación: AA

Puntos por unidad: 20P

Precio: 1000G

Nombre del producto: Medallón para avisar peligro

Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto

Catalogación: A

Puntos por unidad: 10P

Precio: 500G

Precio total: 1500G

Total de Puntos: 30P

- ¡Por fin! - musitó agotada de las compras que había realizado a lo largo del día. Ahora solo quería irse cuanto antes a la Mansión Potter Black donde esperaba que Pallas tuviese ya lista una tina de baño con sales relajantes, no obstante, rellenó el último formulario de compra para después dirigirse con paso raudo hacia el aparador central.

- Aquí está el pedido - comentó sonriendo de forma algo cansada, repasando mentalmente los objetos encargados en busca de algún faltante.

ID:112725

Nick: Lillian Potter Evans

Nivel Mágico: II

Link a la Bóveda Trastero: N/A

Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda

Fecha: 2015-09-20

Nombre del producto: Rámora

Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura

Catalogación: XX

Puntos por unidad: 20P

Precio: 1000G

Nombre del producto: Mooncalf

Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura

Catalogación: XX

Puntos por unidad: 20P

Precio: 1000G

Precio total: 2000G

Total de Puntos: 40P

La primera parada en su lista fue la segunda planta, puesto que al no ser buena con la elaboración de pociones mejor sería comprar algunas para no tener después que ir a San Mungo en busca de soluciones. Así que con presteza y una corta lista en mano, exploró cada rincón de aquel lugar, maravillada de los contenidos, colores e incluso olores que se despedían de los diversos frascos.

- Espero que todo esté correcto. - comentó dejando el formulario sobre un aparador.

ID: 112725

Nick: Lillian Potter Evans

Nivel Mágico: II

Link a la Bóveda Trastero: N/A

Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda

Fecha: 2015-09-20

Nombre del producto: Poción de la Paz

Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción

Catalogación: A

Puntos por unidad: 10P

Precio: 500G

Nombre del producto: Esencia de Rue

Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción

Catalogación: AA

Puntos por unidad: 20P

Precio: 1000G

Precio total: 1500G

Total de Puntos: 30P

- ¡Es verdad! - musitó recordando el momento en que pudo adentrarse en la esencia de la Guilty, visualizando las diferencias entre ambos "yo" del que era poseedora. Aquello solo logró causar una especie de vergüenza debido a que en ningún momento había deseado que su proceder se pudiese llegar a malinterpretar.

- ¿Ambas son demonios? - aquella pregunta salió de sus labios de improviso, sin darle tiempo a razonarla. Sin embargo, toda es información hacía que cada vez admirase más a su amiga, debido a que el que su hermana poseyera la misma naturaleza hacía que el mantenerla en control fuese más difícil, revelándose así la verdadera fortaleza de carácter y convicción que la pelicastaña tenía. - ¡Wow!

Y volviendo a sorber un trago de su frappe se dispuso a pensar en la respuesta a la pregunta sobre lo pasado en las clases.

- ¿Recuerdas que te explique acerca de que yo sé quién fui en vidas anteriores? - inquirió entornando sus orbes zafiro - Siempre he tenido la misma "misión" incluso desde el origen de los tiempos... Sigo teniendo la misma esencia reencarnación tras reencarnación. Sé que suena demasiado raro, pero es lo que descubrí al retirarme al sagrado lago de Copais...

Explicar todo era por demás difícil pero no podía dejar que solo Fydha le revelara su pasado, por lo que correspondiendo a su gesto prosiguió...

- En mi yace la esencia de Amunet, diosa primordial de lo oculto... Fue castigada por su consorte divino a vivir una vida mortal después de negarse a unirse a él ya que si ella aceptaba, la destrucción del mundo hubiese iniciado hace siglos... Al oponerse, ella sacrificó su cuerpo y cedió su alma al único lugar del cual no podría ser arrebatada, el cuerpo de una sacerdotisa consagrada a su culto.

Y ahí estaba. Quizás ella le tomará por loca, aunque estaba del todo segura que entendería de alguna u otra forma la situación.

@@Fydha Guilty

Atónita.

Era la palabra correcta para describir la expresión de la ojiazul en ese momento preciso al escuchar el relato de Fydha. Sintiendo algo de pena, paso sus manos sobre su cara tratando de borrar cualquier expresión que delatase su sorpresa puesto que no sabía si su reacción disgustaría a su nueva amiga.

- Así que la que debería ser tu hermana gemela es tu alter-ego - completó más para sí - La verdad no sabía que eso podía pasar.

Y era cierto, ni siquiera el ser una bruja le garantizaba salir de su asombro ante aquellas rarezas del basto mundo mágico.

- Pero... ¿Como es que haz vivido así? - inquirió - Me refiero a que en teoría tu aspecto no debería ser así, sino el que mostraste en la Universidad, y aún así haz sabido llevar bien las cosas, aunque me intriga que tu esencia pura sea demoníaca.

Debía admitirlo, puesto que al empezar aquella conversación y enlazarla con los sucesos pasados ella había dado por hecho que quizás la Guilty fuese una simple humana, tal y como Samantha se etiquetaba a ella misma.

Mientras esperaba una respuesta, bebió un sorbo del maravilloso frappé tomando y ofreciendo el resto de las galletitas que decoraban un pequeño platillo de porcelana.

@@Fydha Guilty

- Me alegra saberlo - musitó entre irónica y sincera, sonriendo. Aquella revelación no podía ser menos que complaciente pero aún estaba existente la duda de si Fydha estaba o no contenta con aquella situación. Lily estaba segura de que si todo había pasado desde pequeña quizás su asimilación de la situación le hubiese llevado a ese estado de aletargamiento, de conformismo, pero calló, sobre todo porque no quería pre-juzgar a su amiga.

- ¿Y como fue que pasó? - inquirió consiente lo de insistente que parecía - ¿Como es que ambas terminaron así?

No sabía si había llevado las cosas mas lejos de lo que su reciente amistad con la Guilty permitía, no obstante, su curiosidad y sus ganas de ayudar le empujaron a aquella intromisión.

El lugar parecía vaciarse más y más, preocupando a Lily que la hora de cerrar se acercase y tuviesen que marcharse, sin embargo espero que la pelicastaña respondiera la pregunta, expectante.

@@Fydha Guilty

- Si, quizás en otra vida - coincidió. - En la Edad Media yo era Dame Alais heredera de un feudo poderoso, casada a la fuerza con un señor feudal venido a menos - contó acordándose de como habían viajado al pasado y como aquel ser repugnante había estado a punto de violarla creyéndola su esposa.

Sonrió ante el recuerdo, ya que sabía que en esa época había sido temida y casi llevada a la hoguera por bruja.

Sin embargo, se obligó a volver al presente en el momento en que la Guilty le comentaba lo que había pasado en la Universidad, asombrándose.

- ¿Tu hermana un alter-ego? ¿Cómo es eso posible? - inquirió. Ni siquiera podía imaginar que aquello fuera posible, no obstante, siguió prestando atención a cada palabra.

<Comparten el mismo cuerpo, aunque son dos almas distintas... quizás ¿complementarias?> no sabía que pensar al respecto y eso le contrariaba, obre todo porque ahora si que estaba segura de la negativa de la castaña ante la propuesta que pensaba hacerle.

@@Fydha Guilty

@ ... acaparadoraaaaaaaaa! Ok, ntc

Como ando del cel no dejaré la ficha y esas cositas sino hasta que llegue a casa en la noche... lo que si dejo es mi amor para Belosa .... para que me re-agregue al árbol como hija de Pad/Pandora/Catherine ... a menos que ella no me quiera más .... haha drama on....

*chocos para todos*

- ¿Te diste cuenta, eh? – musitó apenada, pues al parecer su nerviosismo empezaba a traslucirse en sus gestos, aunque era algo que la pelinegra hacía de forma inconsciente.

Sin embargo, largó una pequeña carcajada cuando la Guilty le pidió sentarse, pues técnicamente era algo que ya había hecho.

- Me relajaré siempre y cuando me cuentes algo de ti – sugirió posando sus orbes zafiro sobre la castaña. Quizás aquella propuesta había sido osada e imprudente, pero qué diablos, esperaba que eso rompiera parte de la tensión en el ambiente.

- No me comiste antes y no me comerás ahora – sentenció segura. – ¿Fue una posesión o solo es un alter-ego que tienes? – preguntó.

Sabía que aquel podía ser un tema muy delicado, pero estaba dispuesta a ayudarle si es que ella se lo pedía, sobre todo porque después de aquel incidente los sentidos sensoriales de la Potter Black se habían vuelto muy sensibles.

- Estoy siendo entrometida, pero quiero llegar al fondo de todo esto y saber porque siento que te conozco desde hace mucho, porque tenemos esta empatía – admitió.

@@Fydha Guilty

Sonrió. La pelinegra tenía que admitir que desde el principio de su ocurrencia se sentía algo nerviosa por aquella entrevista, debido a que no conocía ni estaba tan segura de que tanto la Guilty estuviese dispuesta a cooperar.

No obstante, siguió atenta a la mesera, quién terminando de tomar el pedido se alejaba en orden de proveer las cosas lo mas pronto posible.

- ¿Y como haz estado? - inquirió. Su diestra jugaba nerviosa con el relicario de lapislázuli que reposaba en su cuello en espera de la respuesta a una de las preguntas mas estudiadas y sosas del mundo, aunque Lily rogaba a la diosa que eso le ayudara a romper el hielo.

Su varita aun se encontraba frente a ella, depositada con cuidado en la mesa de caoba como una señal de buena voluntad aunque ni siquiera había podido deducir si Fydha lo había captado o no.

@@Fydha Guilty

La brisa matinal bañaba la espaciosa habitación con un tibio ambiente mientras la pelinegra se preparaba para salir. Había decidido citar a Fydha para poder charlar, ya que sentía una conexión como con ningún otra persona, algo que le inquietaba sobremanera. Por lo que despidiéndose de Pallas, salió de la mansión Potter Black rumbo al Callejón Diagón, gracias a un traslador.

Su vestimenta era por demás simple compuesta por un blusón negro a juego con mayas semitransparentes y un sombrero que ocultaba su ondulada melena además de unas cómodas flats.

El ambiente en general en el Callejón era el mismo de siempre, abarrotado de brujas y magos, niños y demás criaturas que iban de tienda en tienda, observando las novedades, algo que hizo que Lily sonriese con algo de pesar, ya que ella calculaba que para esa hora no habría tanto gentío.

- ¡Menudo calor! – susurro apurando el paso hacia el Cacao Café, el lugar de la cita – Ojalá y sea un lugar menos concurrido – deseó, al pensar en las posibilidades de que la gente buscará algo que invitaba a bebidas calientes y con ese sol, como lo era el nombre del lugar.

Cinco minutos después y siguiendo el delicioso olor se adentró en el local, localizando el aura de Fydha y de unos cuantos comensales más, sonriendo para sí.

- ¡Haz escogido el lugar perfecto! – comentó acercándose para situarse frente a la castaña, tocando con su hombro la enredadera que servía de pared y sintiendo reverberar la naturaleza a su alrededor, además de sonreír a la mesera que preguntaba por el pedido del día.

Como gesto de paz depositó a Evenstar en la mesa frente a ella, esperando que la Guilty entendiera el mensaje y después dirigió su zafírea mirada hacia la mesera llamada Dany.

- ¡Hola! – saludó cortés – Yo quiero un frappé de chocolate y algunas galletas de pasta, por favor – pidió en espera de que Fydha dijera algo.

@@Fydha Guilty @

Y lo sintió. Una insistente mirada dirigida desde la pared opuesta, vacía ... en apariencia.

- Aquí no - susurró a la nada, levantándose lentamente del asiento y caminando con parsimonia hacia la salida del bar. Si tenía que enfrentar sus miedos de nueva cuenta lo haría sola, sin temer por la vida de terceros. No obstante, al salir al lobby principal se percató de una figura frente a las puertas de entrada, esperando.

<Debes ir> pensó sintiéndose estremecer. Encontrarse de nueva cuenta con Mrs Poole le enfermaba, pero pensar el que su tío y demás personas estaban aún en el parque e inquietaba más, sobre todo el que si algo grave pasase, no solo todo se vendría abajo sino que su familia se vería implicada.

Así que con decisión salió, sosteniendo su varita oculta en su antebrazo.

- Mrs Poole - llamó caminando de forma ligeramente afectada, llegando hasta la bruja en cuestión sonriendo de forma forzada. - Ya conoce mi respuesta - susurró amenazante. Ni siquiera quería oír el que le mencionará las ventajas que aquella drástica decisión le proporcionaría sin embargo, también estaba consciente de la persistencia que esa mujer podía ejercer.

- Lillian, querida - bisbiseo. - Maia te ha mentido toda la vida y lo sabes... Os ofrezco la grandeza con la mínima condición de que os pongáis al servicio de mi amo.

La pelinegra solo pudo negar imperceptiblemente para el ojo humano normal antes de soltar una carcajada nerviosa. Aquello rayaba en lo absurdo, por lo que no perdió el tiempo en hacérselo notar.

- Basta de farsas - contestó - Lo único que quieres es que él pueda darte aquello de lo que careces, a expensa mía y eso nunca lo permitiré. Así tenga que quitarme la vida yo misma, nunca permitiré que él me consuma. - Estaba agitada y lo notaba en el temblor de sus manos, pero tenía que terminar con todo aquello, aunque solo fuese en apariencia.

No obstante, la respuesta que la Poole le dio no logró sino solo desconcertarle más.

- Lo comprendo, aunque es una pena que desperdicies tu potencial - expresó. - Solo recuerda que él nunca te dejará sola... Y por ende, ninguna de nosotras... Siempre hemos sabido donde encontrarte y eso no cambiará, solo recuerda que no solo tu vida esta en sus manos, sino también la de ese pequeño encantador y que en cualquier momento, puede que desaparezca al igual que su padre.

Aquellas palabras solo lograron que la poca entereza de la ojiazul se fuese al traste, cayendo de rodillas al suelo y escondiendo su cara entre las manos. Segundos pasaron antes de que volviese a ver la luz de los faroles que iluminaban el parque, percatándose de que estaba sola.

Y siguió apurando la botella, sedienta en apariencia. Era la primera vez que bebía con esa ávidez, pero aún así no dejó de beber hasta la última gota dejando caer la botella al alfombrado piso.

- ¡Mirate! - susurró. El reflejo de una chica delgada, demacrada y con una mirada triste estaba estampado en la amplia ventana que mostraba una fabulosa vista del parque de noche.

Se sentía pátetica por demostrar su debilidad, por dejarse llevar por un miedo irracional que dejado átras, aun le hacía castañear los dientes de recordarlo y sobre todo, se culpaba el que Max no estuviese con ella, ya que el pequeño no tenía la culpa de sua errores.

No obstante, se limitó a salir de la habitación con un paso ligeramente afectado por el alcohol en su sangre, dirigiendose hacia los elevadores y después, hacia el bar del hotel.

Pocas personas se encontraban ahí, por lo que contenta con su elección tomó asiento en el banco mas alejado de la barra, apoyando ambos brazos en la misma para jugueteando con la mitad del corazón rastreador que no había tenido el valor de quitarse.

- Lo mejor será que nunca sepa de tí - bisbiseo absorta en sus pensamientos melancolicos, antes de percatarse de que un joven mesero esperaba su orden.

-Wishkey de fuego - pidió, antes de verle partir a ppr su pedido, sonriendo para sì al imaginar lo que su madre o incluso tía podrían llegar a pensar de verle en ese estado.

Buenas noches:

Quisiera hacer una pequeña modificación a mi ficha

De antemano, gracias

Dice así:

 

Toulouse, Región de Languedoc Francia.

Los hermosos viñedos se extendían a lo largo de una vasta extensión de tierra, y el canal de Midi enriquecía el ambiente con sus aguas cristalinas. En esta provincia, en lo alto de una de tantas colinas, se encontraba la casa perteneciente a la familia Potter. TantoEthan** como Savannah**, junto con su pequeña hija Lillian vivían la mar de bien en esta hermosa región francesa. A pesar de que el matrimonio había emigrado desde las regiones canadienses en busca de una educación mágica mejor para su hija, decidieron adaptarse a su nueva vida empleando rápidamente el idioma predominante y adaptándose a la cultura muggle, aunque eso no les permitía dejar de lado sus costumbres mágicas.

Aquel verano fue especialmente fabuloso, sobre todo para la pequeña Lils, quien disfrutaba las vacaciones en asa, aprendiendo hechizos y el manejo básico de la escoba, ya que su madre casi no le permitía volar tanto como la niña quisiera.

Pero el clima de fiesta que se respiraba por la cosecha de la uva, se vio truncado por una serie de altercados provocados por magos descontentos, quienes querían el poder absoluto de la región y mediante la fuerza, fueron sometiendo a las pocas familias de magos que habitaban la llamada Ciudad Rosa. Hasta ese momento, la familia de la pequeña Lillian no había sufrido grandes daños, pero una obscura noche, de la nada y frente a la bonita casa de los Potter, aparecieron Los Purificadores, nombre que se atribuyeron los magos y reclamando el apoyo de la familia se negaron a irse sin que los dueños de la casa, acabaran con la poca servidumbre no mágica que les ayudaba.

La hermosa Savannah**, bruja de carácter poco tolerante y mitad veela, decidió luchar contra ellos, mientras que su esposo llevaba a la Lily al cuarto donde resguardaban los vinos, pues sabía que nadie buscaría a la pequeña ahí y dándole un cofrecito de madera de cerezo, le pidió que no hiciera ruido y que esperara a que alguien fue a por ella, a lo que la niña asintió despidiéndose con un beso de Ethan, quien volvió al lado de su esposa. Pasaron quizás unas cuantas horas o tal vez días, pero la pequeña Potter fue rescatada por una anciana, quien dijo ser su abuela y abriendo el cofre le entrego a la ojiazul, su varita Evenstar y la dirección de su verdadera familia: la Evans McGonagall, diciéndole que tenía que ir a buscar su origen, dando por hecho la muerte de los Potter.

A su llegada a Ottery, la pequeña Lillian, fue recibida por su madre biológica, Pad y después de una larga charla entre ambas, todo quedo aclarado. La vida de la ojiazul transcurrió tranquila en el Castillo Evans McGonagall, donde fijo su residencia y siempre estuvo acompañada por su elfina Pallas. Fue en este lugar donde recibió su carta a Hogwarts, siendo su casa Gryffindor. En este viejo y fabulosos castillo, la Potter pasó los mejores años de su vida y también, fue aquí donde Lillian encontró el amor e un compañero de su casa, apodado Only. En su estadía en el castillo, la ojiazul se destacó en la materia de Encantamientos así como en Defensa Contra las Artes Oscuras, lo que le valió augurarse un futuro como auror.

Al terminar su educación en el colegio de magia, partió junto con sus compañeros, maestros y novio a un campamento que sería la despedida definitiva de su etapa en Hogwarts. Tras varios días en un lugar cerca de las fronteras entre Inglaterra y Francia, donde se había ubicado el campamento, unos mortifagos aparecieron y atacaron a los recién graduados. A la hora del ataque, tanto Lily como Tomas volvían después de haber pasado la tarde en un lago cercano, y tomados por sorpresa se separaron para ayudar a sus compañeros. El resultado de la batalla fue que tras una serie de explosiones, ocurridas por el cruce de diversas maldiciones y hechizos, los dos enamorados, terminaron lastimados y tras la batalla, fueron separados llevándose a la ojiazul de vuelta a Francia, concretamente a un centro mágico donde se le atendiera bien, ya que por el número de afectados fue grande y San Mungo no se daba abasto con el personal.

Los días de Lillian en el centro francés fueron largos y desesperantes, ya que la única lesión que tuvo la Potter tras el incidente, fue una severa amnesia de la cual solo recordaba su nombre. Tras pasar dos años en la capital francesa y tras una serie de terapias con medicina muggle, la joven bruja pudo recordar algunos aspectos de su pasado y volviendo a Ottery, se reencontró con su familia en el Castillo Evans McGonagall y con su madre adoptiva Sunar. Por si fuera poco, su solitaria vida amorosa fue suprimida por el reencuentro con Tomás, su antiguo novio del que siempre estuvo enamorada y retomando la relación interrumpida, el pelicastaño el propuso matrimonio y con lo cual le regalo un hermoso anillo de zafiro coronado por pequeños diamantes y que a su vez, tiene la cualidad de brillar y avisar a Only, cuando su dueña está en peligro.

**Personajes inventados

 

 

Debe ser así:

 

Historia:

 

Toulouse, Región de Languedoc Francia.

 

Los hermosos viñedos se extendían a lo largo de una vasta extensión de tierra, y el canal de Midi enriquecía el ambiente con sus aguas cristalinas. En esta provincia, en lo alto de una de tantas colinas, se encontraba la casa perteneciente a la familia Potter. Tanto Ethan** como Savannah**, junto con su pequeña hija Lillian vivían la mar de bien en esta hermosa región francesa. No era su lugar natal, pero el matrimonio había emigrado desde las tierras canadienses en busca de una educación mágica mejor para su hija, por lo que decidieron adaptarse a su nueva vida empleando rápidamente el idioma predominante y adaptándose a la cultura muggle, aunque eso no les permitía dejar de lado sus costumbres mágicas.

 

Aquel verano fue especialmente fabuloso sobre todo para la pequeña Lils, quien disfrutaba las vacaciones en casa, aprendiendo hechizos y algo de su cultura original.

 

Pero el clima de fiesta que se respiraba por la cosecha de la uva se vio truncado por una serie de altercados provocados por magos descontentos, quienes querían el poder absoluto de la región y mediante la fuerza fueron sometiendo a las pocas familias de magos que habitaban la llamada Ciudad Rosa. Hasta ese momento, la familia de la pequeña Lillian no había sufrido grandes daños pero una obscura noche, de la nada y frente a la imponente mansión entre las colinas, aparecieron Los Purificadores (nombre que se atribuyó el grupo), reclamando el apoyo de la familia y negándose a irse sin que los dueños de la casa acabaran con la poca servidumbre no mágica que les ayudaba.

 

La hermosa Savannah**, bruja de carácter poco tolerante y mitad veela, decidió luchar contra ellos mientras que su esposo llevaba a Lily al cuarto donde resguardaban los vinos, pues sabía que nadie buscaría a la pequeña ahí y dándole un cofrecito de madera de cerezo, le pidió que no hiciera ruido y que esperara a que alguien fue a por ella, a lo que la niña asintió despidiéndose con un beso del que creía su padre quien volvió al lado de su esposa. Pasaron quizás unas cuantas horas o tal vez días, pero la pequeña ojiazul de ocho años fue rescatada por una joven elfina, quien dijo llamarse Pallas pidiéndole que abriese el cofre que contenía a Evenstar, su varita además de la dirección de su verdadera familia: la Evans McGonagall, tomándola bajo su protección y conduciéndola hacia el pueblo mágico de Ottery St. Cachtpole.

A su llegada a Ottery la pequeña Lillian fue recibida por su madre biológica Pad, quién liberó los recuerdos dormidos de su hija, revelándole así que los Potter solo habían servido de excusa para protegerle de las nightcomers quienes le buscaban. La vida de la ojiazul transcurrió tranquila en el Castillo Evans McGonagall, donde fijo su residencia y siempre estuvo acompañada por su elfina Pallas. Fue en este lugar donde recibió su carta a Hogwarts, siendo su casa Gryffindor. Y fue ahí donde la ojiazul pasó los mejores años de su vida y también, fue aquí donde encontró el amor en un compañero de su casa, apodado Only. En su estadía en la prestigiosa escuela de Magia y Hechicería, se destacó en la materia de Encantamientos así como en Defensa Contra las Artes Oscuras, lo que le valió augurarse un futuro como auror.

 

Al terminar su educación en el colegio de magia, partió junto con sus compañeros, maestros y novio a un campamento que sería la despedida definitiva de su etapa en Hogwarts. Tras varios días en un lugar cerca de las fronteras entre Inglaterra y Francia, un suceso cambio su vida para siempre, ya que mortifagos alertados por varios seguidores de la pureza de la sangre mágica, aparecieron y atacaron a los recién graduados. A la hora del ataque, tanto Lily como Tomas volvían después de haber pasado la tarde en un lago cercano y tomados por sorpresa se separaron para ayudar a sus compañeros. El resultado de la batalla fue que tras una serie de explosiones, ocurridas por el cruce de diversas maldiciones y hechizos, los dos enamorados, terminaron lastimados y tras la batalla, fueron separados llevándose a la ojiazul de vuelta a Francia, concretamente a un centro mágico donde se le atendiera bien, ya que debido a que el número de afectados fue grande, San Mungo no se daba abasto con el personal.

 

Los días de Lillian en el centro francés fueron largos y desesperantes, ya que la única lesión que tuvo la Potter tras el incidente fue una severa amnesia de la cual solo recordaba su nombre. Tras pasar dos años en la capital francesa y tras una serie de terapias con medicina muggle, la joven bruja pudo recordar algunos aspectos de su pasado y volviendo a Ottery, se reencontró con su familia en el Castillo Evans McGonagall y con su madre adoptiva Sunar, en la mansión Potter Black. Por si fuera poco, su solitaria vida amorosa fue suprimida por el reencuentro con Tomás, su antiguo novio y retomando la relación interrumpida, el pelicastaño le propuso matrimonio obsequiándole un hermoso anillo de zafiro coronado por pequeños diamantes con la cualidad de brillar y avisar a Only, cuando su dueña estuviese en peligro.

No obstante, aquel idilio solo duró un año y nueve meses siendo estos últimos, parte del embarazo tan ansiado por ambos. Sin embargo y antes del nacimiento del pequeño Maximillien, Tomás desapareció sin dejar ningún rastro, abandonándole. Este suceso marcó un punto clave en la vida de la pelinegra quien dejando de lado el amor, se concentró en su preparación como sacerdotisa.

 

Mismo camino que le llevó a descubrirse y a estar en armonía con su alrededor tal y como una autentica caminante diurna lo sería, siendo después puesta a prueba para dejar salir su lado como nightcomer.

 

 

**Personajes inventados

 

Y aquel abrazo dado con toda la calidez que solo la familia puede conceder logró que su entereza se fuera al traste. Las lágrimas comenzaron a fluir por sus pálidas mejillas, algo que le hizo darse aún más cuenta de su debilidad.

- ¡Gracias, tío! – musitó, tratando de controlarse.

Sin embargo, y antes de que pudiese decir o hacer algo más, el patriarca Potter Black ya había arreglado su estadía entera en el hotel, haciéndole sonreír. Aún seguía preocupada por los acontecimientos que le habían llevado a irse casi un año atrás, no obstante, las últimas palabras del pelirrojo antes de marcharse y dejarla sumida en la soledad de su habitación, le hicieron entrar en razón de inmediato.

< ¿Realmente quieres engañarte a ti misma? > Se cuestionó, caminando hacia la mullida cama en el centro del lugar. Aún no sabía con qué propósito le habían acechado, hundiéndola en un mar de dudas y sensaciones inexplicables, pero aun así había dado gracias a la oportuna ayuda de Maia, sobre todo al hacerse cargo de Maxi.

- Mo chridhe – susurró, rememorando aquel día en que había dejado al pequeño dormido bajo la tutela de la suma sacerdotisa.

… Tienes que encontrarte a ti misma … era lo que le había aconsejado antes de que se marchara.

… Y seguía buscándose. Cansinamente caminó hacia el mini bar dentro de la misma habitación, tomando una botella de hidromiel, apurando la mitad de un trago.

Quizás la noche fuera joven después de todo.

Estaba tan absorta en sus pensamientos que aquel toque tan familiar pero ajeno, le hizo dar un respingo soltando a su vez tanto la varita en su diestra como la capucha que la cubría.

- ¿Tío Matt? - susurro con los orbes abiertos de par en par - Yo ... yo ... - susurro sintiendo una opresión cada vez mas creciente en el pecho. - ¡Lo siento! - añadió.

Su visión se vio invadida de pronto por pequeños manchones negros logrando hacerle trastabillar y perder de paso, un poco del equilibro físico y mental que aun conservaba. Y de repente, la sangre le inundo el interior de la boca, sorprendiéndose a si misma al notar que había contenido el aire involuntariamente y a la vez, estaba mordiéndose el labio en un intento por reprimir las lágrimas que pugnaban por caer.

Un deje involuntario le hizo cerrar los ojos, tratando de buscar que decir a continuación, sin encontrar la respuesta.Con torpeza levanto la siniestra tocando suavemente el antebrazo del pelirrojo, levantando la vista caída con una sonrisa por demás triste dibujada en sus labios.

- Les eche mucho de menos - reconoció avergonzada de no haber tenido el suficiente valor como para confiar en ellos, su familia después de todo.

Las estrellas adornaban el firmamento mientras un silencio sereno se extendía por todo el lugar.

Titiritaba. A pesar del clima caluroso, temblaba como una hoja al viento antes de caer completamente. Sin embargo, se sentía segura de estar en un lugar conocido. Iba camuflada con una capucha negra que le cubría de pies a cabeza, tan amplia que le hacía ver más corpulenta de lo que en realidad era, pero así estaba bien. El camafeo de mariposa reflejaba de cuando en cuando la escasa luz mientras con andar sinuoso se encaminaba por entre las tabernas resuelta a llegar al hotel antes de dar la cara.

Al acercarse al hotel, la ruidosa y brillante vida la paralizo un momento. La soledad absoluta había sido su compañera por casi un año, lejos incluso del ser mas preciado a su corazón y al verse ahí rodeada de calidez, sus orbes zafiro se anegaron en lágrimas, que reprimió restregándose la cara con el dorso de la mano.

Y aun con la varita semioculta en la manga por precaución, entro echando hacia atrás la capucha y componiendo una sonrisa radiante aunque sus facciones estuvieren por demás demacradas.

- Hola, buenas noches - saludo graciosamente dirigiéndose al encargado de recepción - ¡Me gustaría tomar una habitación, si es que hay cupo aún! - solicitó, esperando una pronta respuesta.

- ¿Correr peligro? – susurro siguiéndole la corriente a Xell. Dudaba mucho que su tía permitiera que aquel duelo llegase a lastimarlas, sin embargo se abstuvo de comprobar su teoría por lo que siguió con la vista puesta en el fascinante suceso.

La verdad es que era la primera vez que veía a su tía pelear un duelo por otro motivo ajeno a salvar a su familia, ya que por lo general y dadas las circunstancias en la mansión Potter Black, el salvar a alguien siempre era motivo de una aventura que tendía a las querellas.

Y mientras seguía prestando atención, la voz de Xell le advirtió de la presencia de un nuevo sujeto, un tal Sean que al parecer debía formar parte de la familia.

- ¿Apuestas eeh? – inquirió, casi riendo al escuchar la apuesta que su tía gritaba antes del hechizo que logró que Lily se agachase como acto reflejo. Sonrojada por su torpeza, volvió a erguirse antes de escuchar algo sobre unos pajaritos.

- Enserio, yo que pensé que lo que nos pasaba en la mansión era loco, pero esto está fuera de discusión – comentó. La situación le divertía sobremanera, en especial porque aunque la pelivioleta despedía una ira sorprendente, Lily sabía que no sería capaz de dañar, no al menos seriamente, a aquella chica pelirroja.

- Yo apuesto 50 galeones a que la tía Sagis gana – susurro de forma traviesa – Pero Hayame al menos si logrará herirla aunque la forma, queda en suspenso.