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Thomas E. Gryffindor

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Mensajes publicados por Thomas E. Gryffindor

  1. -Gracias por la recomendación, Katara... pero no suelo andar con los anillos y amuletos Uzza todo el tiempo; es más, siento que a ratos me incomodan. Por eso no quise tomar el Libro del Caos aún... súmale a eso que pude leer sobre los hechizos que Bakari utiliza y... me parecieron bastante enredados- comentó el fenixiano con una pizca de molestia ante el calor sofocante que se percibía en el interior del túnel, goteando sudor desde su frente cada vez que avanzaba un buen trayecto hacia lo que parecía ser la salida de la cueva. <<Miedo a las arañas>> caviló sonriendo luego de oír la confesión de Lyra, no queriendo indagar más sobre el tema de la posible fobia de la bruja, a sabiendas de lo que eso implicaba por su propio temor a las abejas. -¿El Haz de la Noche? Pues... no me parece una mala opción, señorita Ivashkov... pero debo confesarte que ese hechizo me tiene un tanto aburrido de lo monótono que vuelve los viajes; aunque es mucho mejor que la aparición. Ehhh en verdad, cualquier cosa es mejor que la aparición- añadió con templanza, al mismo tiempo que su mirada curiosa reflejaba un destello dorado de una especie de "arca o baúl" con runas dibujadas en los costados, similar a lo que él conocía como el instrumento de la alianza donde se almacenaron las diez tablas de la ley cristiana. -Yo creo que desde aquí en adelante no podremos avanzar más hacia ese lugar... tengo mi cuerpo todo rasmillado al tener que arrastrarme para pasar por este diminuto agujero. Tenemos que pensar en...- fue lo que alcanzó a pronunciar el legilimago, ya que la voz de Juv resonó en su mente tal como si, efectivamente, su organismo se hubiese plantado delante de ellos en una especie de holograma psíquico que trataba de orientarlos en la búsqueda de las respuestas a los enigmas de la clase.


    -¿Pistas? ¿Acaso escuchaste que Juv nos está transmitiendo de un caso que engloba las runas con conocimientos antiguos nórdicos y celtas? Pero... ¿qué demonios pinta un animal como el "mono" en la interpretación de los símbolos arcaicos? Sé que muchos guerreros de civilizaciones pasadas usaban a las criaturas como medios de manifestar su poder, jerarquía y suntuosidad... pero ¿estarán ellas ligadas a las tablas labradas? ¿qué tipo de magia es ésta?- exclamaba un inquieto Gryffindor al interior del estrecho recoveco, girando su cabeza en unos cuantos grados para poder ver la cara de asombro de la Selwyn ante la situación. <<Me estás viendo si está lloviendo ¿Qué soy? o ¿Quién soy? Vaya... un acertijo muy fácil... es el...>> reflexionó Thomas, justo en el momento que una fuerza extraña los transportó de nuevo frente a la cascada del bosque al interior del templo tibetano; percatándose que ahora estaba nublado y una corriente gélida de aire mecía las ramas de los árboles, inclusive aquellos marcados con dicha cruz brillante. -Concuerdo contigo, Lyra. La respuesta es ésa... y sé exactamente cuál runa nos puede servir... se llama "Sowilo" /ᛊ/ en el alfabeto futhark antiguo, pero también se le conoce por "Sigel" /ᛋ/ en futhorc anglosajón... Esa runa tiene la forma de un rayo de tres trazos- dijo el medimago con prestancia, esperando que su compañera pudiese aportar más datos sobre la simbología.

  2. Misty Day Finnigan

    Recepcionista del Taller Mecánico


    Tal parecía que aquella jornada de trabajo veraniega sería más tranquila de lo que había pensado Misty, debido a que ninguno de los tres propietarios de los medios de transporte mágicos que ya estaban listos, se había siquiera asomado por el taller mecánico con tal de hacer retiro de su preciado bien; por lo que la Day se dedicó a limar sus uñas para luego bañarlas con un esmalte color púrpura que resaltaba el brillo de su sagaz mirada que vislumbraba un dejo de comprensión al percibir claramente lo que conllevan los actos de quienes la rodean a diario. <<Quizás sea bueno que acuda a esa mascarada... ya llevo días laborando completamente sola en la Vulcanización y... el señor Gryffindor no da ni luces de querer aparecerse por aquí. Es un borracho muy, pero muy irresponsable. Si sigue así, este negocio se irá a la quiebra ante su inmadurez>> cavilaba la rubia, cuidando de no manchar sus ropas con la pintura que estaba manejando pacientemente. En eso, el ruido de un taconeo persistente se hizo presente en el vestíbulo del local comercial; instando a la nigromante a dejar a un lado lo que estaba haciendo y sacar, inmediatamente, un portafolio con documentos para demostrar que estaba trabajando y no "sacando la vuelta" como era de esperarse. Al abrirse la puerta del despacho; la figura de la reportera de "El Profeta" apareció como un gélido soplido de viento que entumeció la piel nívea de la chica, la misma que abrió sus ojos como platos tras percatarse del abultado saco de monedas que la matriarca de los Granger depositó en el mostrador de la secretaria, frente al rostro estupefacto de la Finnigan. -Buenas sean las tardes para usted, igualmente, señorita Sofía- masculló la recepcionista con una pizca de ironía en sus palabras, al no haber oído que la inmortal la saludase como correspondía. -Veo que la misiva con el mensaje y el presupuesto de su moto llegó bien a puerto. Don Thomas en estos minutos no se encuentra en el taller, pero yo le haré entrega de su pedido, descuide... que salió todo bien- agregó.



    -El gasto total de su trabajo asciende a la suma de 2500 galeones, señorita. Son 2000 por el estampado en la Ducati Streetfighter 2016... más 500 galeones por lo del casco. Espero que no tenga inconveniente alguno para cancelar el monto... o no podrá hacer retiro de...- fue lo que alcanzó a expresar la funcionaria, ya que había olvidado que la vampiresa dejó su pago sobre el recibidor tras su arribo. -Muy bien... perdone. A veces soy un poco despistada. Le traigo enseguida su casco, pues la moto está en la fachada- añadió un poco nerviosa antes de encaminar sus pies hacia la bodega del negocio, extrayendo el casco con la colorida calavera mexicana que la Granger había solicitado. -¡Señorita! Aproxímese, por favor- exclamó cuando su silueta se plasmó una vez más en el vestíbulo, llamando la atención de la francesa que estaba sentada de piernas cruzadas en uno de los divanes brunos acolchados de la sala de espera. -Pago cancelado... Ésta es su boleta. Tiene garantía de un año por si algo anda mal con su vehículo, obviamente que sea un daño propio y no hecho por terceros ¿Se entiende, no es así?- preguntó la Day, al mismo tiempo que le tendía el comprobante y el casco a la animaga que no traía muy buena cara y humor que digamos, carácter que intimidó aún más a Misty.

  3. ¡Hola Modes! Buenos días, junto con saludarlos y desearles un próximo fin de semana excelente; vengo con motivo de hacer la petición formal para un personaje organizativo dentro del Control de Comercio Universal. Como jefe del CCU y teniendo el beneplácito de las Líderes de La Orden del Fénix (Mei y Elodia), he decidido llevar a cabo este mini-proyecto que nos beneficiaría como bando y como institución avalada por el Ministerio de Magia. Espero que esta solicitud tenga una buena acogida B)

     

    Ficha de Registro Personaje Organizativo

     

    * Nombre: Dorothy Pomfrey McCallister
    * Ámbito de utilización: Control de Comercio Universal (CCU)
    * Puesto o funciones que desempeña: Medimago Auxiliar
    * Presentación del personaje:

    En sencillas palabras, es una señora de alrededor de 55 años que trabaja para el CCU, teniendo amplios conocimientos y destrezas en temas de sanación, pociones y otras artes ligadas a la Resurrección de fallecidos y Curación de heridos. El mito que circula entre los empleados actuales del centro clandestino fenixiano es que la mujer posee el don de la Nigromancia, pero es una habilidad que no se le ha podido comprobar, y de ser cierta, la maneja de forma ilegal y ajena a las normas del Ministerio de Magia. Es robusta, orbes claros y cabello azabache bien peinado con algunas canas que reflejan la experiencia de la bruja. Suele usar vestidos, sombrero con una pluma nívea, collares y aros de perla, y generalmente está maquillada con colores tenues que resaltan su fisonomía. Estudió en el colegio "Hogwarts de Magia y Hechicería", siendo partícipe de la casa de Ravenclaw al igual que su tía sanguínea directa, Madame Poppy. Es de carácter perfeccionista y avasalladora, pero a su vez muy humana y cálida.

    * ¿Por qué crees que el personaje debe ser considerado organizativo? Justifica tu respuesta.

    Dentro de la Sala de Duelos Mágicos, hay un tópico que se llama "Resurrecciones de bando y personajes secundarios". Allí se encuentran las Normas de los Centros Clandestinos de Resurrección, y justamente ahí hay un punto específico que habla de un personaje auxiliar medimago que puede ser manejado exclusivamente por el Jefe y los Líderes de bando. En eso nos centramos con Mei y Elodia para solicitar a ustedes la aprobación de esta ficha organizativa, con el fin de tener "a mano" a este personaje en caso de que se llegue a necesitar de sus servicios, y también como aporte para el CCU en cosa de tramas de rol y variadas aristas que nos puedan facilitar aún más las labores dentro de nuestra institución mágica.

  4. -Pues claro, maestra... Le contaré mi experiencia relacionada con lo que yo...- fue lo que alcanzó a platicar el Gryffindor, debido a que un nuevo estudiante se aproximó hasta la entrada del zoológico, interrumpiendo la conversación sin mayor preocupación por los demás. <<Que tipo más maleducado>> gruñó para sus adentros tras oír la presentación de Pik Macnair sin siquiera tener la delicadeza de saludar a los otros dos magos; hecho que le hizo hervir la sangre al no estar de acuerdo con aquellas prácticas mal inculcadas desde el hogar. -Eh, buenas tardes, señor Macnair... Le hago ver que usted no está en solitario con la Arcana, caballero. Llega en el instante preciso en que la docente me estaba consultando acerca de un tema muy trascendental en mi proceso de transformación. Le invitaría a tener un poco más de cortesía con el resto de sus compañeros... ¿No es así joven Ravenclaw?- exclamó el patriarca de los Granger en contra de la actitud del hechicero de piel trigueña y brillantes orbes grises, para luego desviar su centro de atención hacia el silencioso Keaton, con tal de que éste le diera el favor en sus declaraciones valóricas. En eso, una fuerte presión en el pecho le quitó el poco aliento que tenía en esos segundos; dolor que se acompañó por la imagen mental de su amiga Mei, la misma que no había visto por ningún lugar luego de cruzar el portal mágico desde el Valle de los Diez Picos en Canadá, lo que le preocupó aún más al no saber nada sobre el eventual paradero de ella y de Cissy. <<¿Dónde estarás Delacour?>> cavilaba inquieto mientras caminaba en círculos alrededor de la anciana Suluk, reflejándose en sus ojos cierto grado de apremio que era inevitable de negar. -Ehhh... perdone maestra Akku. Me he desconcentrado un poco de la tarea que me ha encomendado sobre contarle acerca de mi experiencia. Es que no paro de pensar en Mei... ¿Usted sabe dónde está ella?- le preguntó a la esquimal de forma entrecortada, tal cual como un sujeto tartamudo se expresaba cuando el nerviosismo invadía su sistema emocional.


    Su respiración se había agitado y su corazón latía algo punzante; pero aquellos signos no debían opacar todo lo que había logrado construir durante el aprendizaje con la inuit, por lo que Thomas inhaló profundamente un par de veces, antes de atreverse a abrir la boca una vez más. -Bueno... le contaré mi vivencia, maestra. Eh... luego de que crucé el umbral luminoso con Ishaya desde la puerta tridimensional en el Lago Moraine... aún siendo un mono... aparecí en una de las tantas jaulas que hay en este recinto. Era el hogar de los babuinos o "papiones", como comúnmente son conocidos por la jerga popular- comenzó diciendo el medimago, realizando una pausa antes de proseguir con el mensaje. -Siendo uno más de ellos, comprendí su forma de vida. Ellos son seres sociales, similares a nosotros. Se agrupan en familias... y las defienden ante amenazas. Son divertidos, muy alegres y serviciales... aunque cuando pelean, se convierten en fuertes adversarios. Son leales y siguen a un líder, quien les da el beneplácito para realizar algo al pasar rozando su mano por la palma del súbdito; el mismo que obedece a ciegas lo que su mentor le ordena- añadió el adolescente, cambiando su foco a través de todos los presentes en ese minuto. -Yo me identifico con el mono por su personalidad extrovertida, su grado de inteligencia, protección a los suyos, y respeto a quien tiene mayor sabiduría... mis antepasados. El lazo que me une al primate es tan fuerte que mi patronus lo refleja desde que tengo uso de razón... y bueno, cuando tuve aquella visión que a usted tanto le inquietó... fue el motor que me incentivó a descubrir mi espíritu animal y desarrollar esta bonita habilidad... como lo es la Animagia- concluyó el legionario de La Orden del Fénix, no sin antes fundir sus órbitas verdosas en las perlas de la Arcana, con el afán de trasmitirle toda la seguridad que su ser sentía desde el santiamén que se aventuró a relatar lo acontecido.

  5. <<Vaya lugar tan extraño>> pensaba el Gryffindor para sus adentros, cuando justamente fue interrumpido por la llegada de Lyra al otro lado de la cascada; ayudándola a subir cuidadosamente para que ésta no resbalara y se golpease con las rocas afiladas que yacían sobre la superficie de la cueva. -¿No te incomoda que esté sin mi camisa?- le preguntó a la bruja mientras ésta se secaba sus ropas y realizaba una serie de encantamientos que Thomas desconocía absolutamente, pero no quiso prestarle mayor atención al asunto, pues más adelante podría consultarle a la Selwyn el porqué de esos conjuros tan poco usuales. -¿Hablas de Juv? Ehhh... puede ser que esté encantada. Tampoco me parece normal tal nivel de abstracción. Siempre que compartí con ella en mi antiguo trabajo en el Departamento de Misterios... jamás se había comportado de este modo. No creo que esté "apunada" con la altura ¿Cierto?- comentó el fenixiano con incredulidad, desviando su foco de atención desde la mujer hasta los confines oscuros de la caverna que ahora los cobijaba con sumo misterio. -Tal vez un monje la dejó en trance... porque al llegar a la entrada del templo, me encontré de frente con uno que me quería obligar a usar esas túnicas tibetanas raras que ellos traen consigo. En costumbres y gustos no hay nada escrito- dijo a continuación, realizando un movimiento ágil con su cabeza para incentivar a Katara en el avance hacia la zona más recóndita de la gruta subterránea que ambos tenían por delante. Fue así que, sin temor, el adolescente comenzó con su travesía alumbrando el camino con el extremo distal de su varita; seguido por la Ivashkov que no le perdía el rastro por nada del mundo. El trayecto fue bastante largo, a decir verdad, teniendo que pasar por túneles cada vez más reducidos en diámetro hasta que ambos terminaron en posición cuadrúpeda avanzando entre sonidos de murciélagos y telas de araña que, de vez en cuando, se plasmaban en sus rostros. -Un mono araña, Katara. Sí... ésa es la clase de primate que más me gusta... además es mi patronus- respondió a la antigua interrogante que la hechicera del Concilio le había formulado, sonriendo tras imaginarse su aspecto.


    -¡Mira! Una luz al final del... ¡Olvídalo! Suena como que vamos a morir ¡JaJaJaJa! Pero, pasando por alto ese detalle humorístico, veo un resplandor dorado a lo lejos... además de calor, pero... yo no puedo seguir por el túnel... mi cuerpo no pasa; es muy reducido. Y entenderás que me da pavor lanzar un hechizo que provoque una avalancha que nos deje sepultados bajo tierra- pronunció casi en un susurro, al mismo tiempo que giraba su cabeza para mirar directamente a Lyra por si ella tenía un mejor plan. La última vez que Elros estuvo en una circunstancia así fue cuando Badru lo envió dormido a la prueba del Libro del Druida, pero esta ocasión era distinta, pues no se encontraba solo y no pondría en peligro la integridad de su compañera ante una decisión.

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  6. <<¿Arroz? ¿Confunde mi nombre con el ingrediente para hacer sushi?>> era el pensamiento que recorría la mente del fenixiano cada vez que su mirada esmeralda se entrelazaba con la ambarina de Agatha; llamándole profundamente la atención que, alguien ajena a sus vínculos más cercanos, osara en bromear con algo así como lo era el real significado de su onomástico. Solamente recordaba que Sofía, desde que él tenía uso de razón, interpelaba a su padre por la aberración (según ella) de su denominación de nacimiento; incentivando al pelirrojo a Avadear a Elvis cada vez que éste lo llamaba así enfrente de la Granger. -¿Odiarte? No, para nada. No todos tenemos las mismas destrezas y habilidades para los deportes en sí. Mírame a mí... se me dan bien los ambientes marinos, terrestres y congelados... pero invítame a saltar desde las alturas con un paracaídas ¡Ni muerto! No es que le tenga terror a la sensación de vacío, pero desde que aprendí a aparecerme que un nudo gigante se forma en mi estómago cada vez que siento esa presión molestosa. Jamás le haría el quite a algo que conlleve adrenalina, pero prefiero no sentir ese vértigo malnacido- comentó el legilimago, ayudando a la rubia a impulsarse sobre la plataforma de hielo a velocidad baja, con tal de que ésta fuese tomándole mayor confianza al vaivén de sus piernas con cada maniobra al patinar de frente. -A lo que sí le tengo fobia es a: las avispas, abejorros, abejas... y todo eso que me provoca alergia. Desde pequeño que no puedo oír el zumbido de esos insectos sin emprender la carrera hacia un refugio. Una vez, pisé una de ésas al borde de una piscina... y si no fuera por mi amada ma... tía Annick, no estaría aquí. Súmale a eso mi fascinación por la miel ¡JaJaJaJa! Vaya paradoja de la vida ¿No lo crees? Pero tú, Agatha... ¿Le temes a algo?- preguntó a continuación el legionario, al mismo tiempo que se colocaba por delante de la mujer de facciones delicadas, con el afán de cogerle de ambas manos para que el deslizar fuera más armónico durante un breve lapso temporal.


    Poco a poco el frío del ambiente fue pasando, y unos curiosos rayos de sol se asomaban entre las nubes a esas horas del día, que cada vez se volvía más despejado. El viento ya no soplaba tanto, y el cantar de los pájaros se oía con mayor tranquilidad sobre los nidos en las copas de los escasos árboles que rodeaban el perímetro de la fortaleza de La Orden del Fénix; por lo que una sonrisa serena se dibujó en el rostro jovial del vidente al percatarse que la tarde no sería tan gélida como lo había pensado antes de salir de su hogar. -Siento que nos hace falta algo de compañía... ¡Ya sé! ¡Expecto Patronum!- exclamó luego de soltar una de las manos de la joven escocesa con tal de afirmar su varita de pirul; convocando una serie de hilos plateados resplandecientes que se unieron en la figura de un mono araña que comenzó a revolotear por los pies de ambos hechiceros, jugando a través de ellos como solían hacerlo los extrovertidos primates. -¡Únete, Agatha! Saca tu patronus para que nos acompañe en esta humorada- vociferó muy entusiasmado el medimago, lanzándose a patinar en solitario mientras esperaba que la Haughton desenvainara su arma.

  7. Misty Day Finnigan

    Recepcionista del Taller Mecánico



    Srta. Anthena Rouvás.-

    Junto con saludarle, le escribo para notificarle la entrega de su pedido.

    Éste corresponde a una escoba, modelo Saeta de Fuego, color caoba, año 2016.

    Se realizó revisión técnica gratuita, la cual no mostró daños tras el scanner mecánico.


    Se efectuó procedimiento de:

    * Tallado personalizado de Flor de Jazmín: 1500 galeones

    - Gasto Total a Pagar: 1500 galeones.-


    Se ruega acudir al local comercial para hacer retiro de su medio de transporte.

    Saluda atte. a usted.-


    Misty Day Finnigan

    Secretaria Vulcanización Mágica


    <<Tal parece que el joven Tonks no vendrá pronto>> caviló la recepcionista mientras jugaba con sus cabellos ondulados rubios tras el mostrador ubicado en el vestíbulo del taller mecánico, optando por enviar la escoba del jefe del Departamento de Misterios hacia la bodega con ayuda de un empleado del lugar que justo pasó por ahí, así la muchacha no tendría que cargar peso ni interrumpir su comodidad. Rápidamente aprovechó de mandar la siguiente misiva a la mansión de los Stark, con el propósito de notificar a Athena para que ésta acudiera a la vulcanización de inmediato por su saeta de fuego. -Pero... ¿qué demonios sucede afuera?- gruñó la bruja en el momento exacto que su cuerpo recuperó la verticalidad al salir disparada de su asiento hacia la zona más externa del negocio; vislumbrando que un payaso se hallaba en la fachada del local entregando propaganda a las personas que se aproximaban a él por mera curiosidad. -¿Qué significa todo esto, eh? ¡Márchate de aquí si no quieres que te saque con un palo!- vociferó la nigromante con euforia, corriendo al publicista de llamativos colores, quien alcanzó a entregarle uno de los folletos que estaba repartiendo. <<¿Una mascarada en "Ars & Vita"? Pues... muéranse. Tengo que trabajar ese día por culpa de mi patrón desconsiderado>> reflexionó la Day, al mismo tiempo que volvía a ingresar a la antesala para enviar la próxima carta. -Veamos... Sí, la señorita reportera de "El Profeta"... Su moto voladora no mostró problemas tampoco- exclamó la secretaria, no olvidando rotular la dirección de la morada de los Granger en la cara extrena del pergamino; anhelado que luego aparecieran los propietarios de dichos medios de transporte para así marcharse a descansar.



    Srta. @.-

    Junto con saludarle, le escribo para notificarle la entrega de su pedido.

    Éste corresponde a una moto voladora, modelo Ducati Streetfighter, color negro, año 2016.

    Se realizó revisión técnica gratuita, la cual no mostró daños tras el scanner mecánico.


    Se efectuó procedimiento de:

    * Estampado de Catrina mexicana: 2000 galeones

    * Estampado de Catrina mexicana en casco: 500 galeones

    - Gasto Total a Pagar: 2500 galeones.-


    Se ruega acudir al local comercial para hacer retiro de su medio de transporte.

    Saluda atte. a usted.-


    Misty Day Finnigan

    Secretaria Vulcanización Mágica

  8. Rol Ministerial

    Control de Comercio Universal


    Instantes previos a subir a la segunda planta del local de decoraciones; el Gaunt embaló la figura tallada del dragón en una caja de cartón que sacó desde un sitio que el pelirrojo no logró divisar al estar a su espalda, y se la tendió a Thomas en compañía del valor en galeones que ostentaba aquella pieza de madera pulida muy bien labrada desde comienzo a fin. -¿5000? Vaya precio para un objeto, pero obviamente vale la pena- expresó el legilimago, al mismo tiempo que recibía su nueva reliquia y la dejaba a un lado del mostrador de vidrio con tal de continuar con sus labores como fiscal comercial antes de marcharse de ahí con su compra. -Vaya vaya vaya... ¿Artículos de Grecia? Espero no entusiasmarme demasiado con tu mercancía o terminaré gastando gran parte de mi fortuna aquí... Pues entonces condúceme al segundo nivel, Emmet- agregó con expectación el veinteañero; observando el ademán que el Haughton le realizó con su mano para que éste lo siguiera hacia la zona trasera del tablero donde permanecía una puerta que custodiaba las escaleras que, segundos posteriores, ambos hombres subieron sin vacilaciones. -¿Irlanda? Interesante eh, sobretodo por la rapidez del servicio que otorgan tus proveedores. A muchos comerciantes del callejón, como a mí, nos pasa que las cosas tardan bastante en llegar a Gran Bretaña, especialmente por los controles aduaneros que pone el Ministerio y el mismo Concilio de Mercaderes británico... Me imagino que trabajar ahí debe tener sus privilegios ¿No es así?- preguntó con un dejo de curiosidad el adolescente, avanzando lentamente a través de la vasta estancia que albergaba decenas de productos de antaño ligados a la mitología helénica más recordada de la historia. -Todo esto es un conjunto de obras de arte, Emmet. Los cuadros, las esculturas de los dioses, las columnas del Panteón... ¡Y mira! ¿Esto es una copia exacta del tridente de Poseidón?- cuestionó asombrado el futuro animago, pasando sus dedos por el metal de cada una de las puntas del arma; llamándole mucho la atención la pulcritud.



    -Siempre me ha gustado la Historia de la Magia... es uno de mis conocimientos favoritos ¿Sabes? Y bueno... yo soy propietario de un taller mecánico que está en la arteria principal. Me dedico a trabajar los metales con el propósito de confeccionar nuevas tecnologías mágicas para las motos y autos voladores. También aprovecho de revisar una que otra escoba, pero los motores y los metales son lo mío. De ahí viene mi fascinación por las armas... y este tridente está perfecto para decorar la entrada de mi vulcanización ¿Cuánto vale?- consultó con un brillo singular en su mirada esmeralda, fijándola directamente en las perlas azuladas del Gaunt a la espera del precio de aquel arpón o cetro de tres dientes del dios de los mares hermano de Zeus y Hades.

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  9. Rol Ministerial

    Control de Comercio Universal


    Emmet parecía ser un buen hombre y anfitrión dentro de todo, especialmente por la forma educada que tenía de responder cada una de las preguntas del fiscal comercial; el mismo que no paraba de tomar apuntes sobre todo lo que sus orbes esmeraldas veían dentro del local de decoraciones, hasta el más mínimo vocablo que el vampiro decía en relación a sus bienes personales al interior del propio inmueble londinense. -Me queda claro que la administración del negocio la lleva usted, señor Haughton... y créame que tiene muy buen gusto con el ornato que se puede contemplar en esta primera planta. Me han llamado la atención los objetos ligados a Hogwarts y la manera que tiene usted para exhibirlos tan bien; le felicito- comentó el muchacho, sin despegar sus órbitas de los ojos zafíreos claros del Gaunt, con el propósito de leer su mente con ayuda de la Legilimancia en cuestión de segundos; corroborando la veracidad de sus palabras. -Quizás más adelante considere tener afiliados... yo pienso que le haría bien una colaboración de vez en cuando ¿No lo cree? Me imagino que su labor en el Concilio de Mercaderes como Jefe del Magic Mall lo debe dejar agotadísimo durante el día... a veces necesitamos guardar descanso o distraer la consciencia de los quehaceres- agregó el Gryffindor sonriendo, mientras sus delicadas manos se posaban sobre la vitrina donde yacía la figura del Ridgeback Noruego que tanto se asemejaba a su amado Chimuelo. -Y en base a esto... Necesitaré que lo empaque, por favor. Me llevaré su última obra, joven Haughton. La pondré en mi escritorio para recordar siempre a mi dragón favorito... pues es el único que tengo por ahora ¡JaJaJaJaJa! Hay que aprovechar los galeones que se tienen en Gringotts ¿O no?- exclamó con fervor, anhelando que Emmet prontamente le diera el valor de la pieza tallada, con tal de hacer el cheque que el Gaunt podría cobrar en una de las tantas ventanillas del banco mágico más reconocido y seguro de toda Gran Bretaña, el cual quedaba a escasas cuadras de allí.



    -Emmet... Tengo entendido que, según el registro de su local mercantil en el Ministerio de Magia, posee una segunda planta habilitada para clientes ¿No es así? ¿Sería tan gentil de enseñármela?- preguntó Thomas con tono de voz inquisitivo, cambiando su actitud cordial de hace un rato por una personalidad un poco más seria que venía, como anillo al dedo, con su cargo de jefatura dentro del Control de Comercio Universal. -Me sería de agrado que me fuera comentando acerca de sus nexos directos con la... o sea, con las fábricas extranjeras o nacionales que le transportan su mercancía. ¿Son muggles?- volvió a cuestionar el patriarca de los Granger, no olvidando efectuar su análisis exhaustivo sobre cada rincón de la tienda de decoraciones, sin que el inmortal lo distrajera lo suficiente de su misión secreta adentro de esas cuatro paredes de concreto en el callejón Diagón.

  10. <<Creo que es pronto para deducir cuál de las dos será la correcta>> caviló el Gryffindor sentado en una de las ramas de un viejo alerce que se hallaba en el frondoso bosque al interior del templo tibetano; optando por guardar la pieza tallada adentro de una bolsa especial que llevaba amarrada a su cintura, justo cuando Lyra le dirigió la palabra casi gritando desde la zona baja del terreno oriental. -¡JaJaJaJa! ¿Parezco serlo, Katara?- bromeó el veinteañero mientras adoptaba una posición similar a la de un chimpancé rascando su nuca con insistencia, con tal de llamar la atención de la poderosa Selwyn antes de que ésta se encaminase a los pies de la laguna, en una actitud extraña que denotaba cierto grado de curiosidad e incertidumbre. Fue por eso que el muchacho quiso descender del árbol para poder acompañarla hasta dicho lugar, logrando escuchar el comentario de la bruja en relación al poco agrado de los gatos con respecto al agua. -Pues... no tienes para qué pensar eso, Lyra. Yo no veo ningún felino domesticado por los alrededores, a menos que seas una... animaga- comentó el fenixiano tras ponerse de flanco izquierdo a la Ivashkov, mirando directamente a través de sus orbes cafés como si pudiese leer su mente a través de ellos, cosa que obviamente no realizó pese a ser un tenaz legilimago. -Es muy, pero muy peculiar que una cascada sea parte de un templo ¿No lo crees? Algo dentro de mí me dice que no es lógico, o por lo menos que sale del límite de la normalidad muggle... aquí hay una magnífica fuente de magia escondida que yace en cada una de las runas naturales que están desparramadas por todos los rincones. Es más... antes de bajar de la cima del otro árbol, logré coger otra pieza de madera labrada que pareciera ser "Berkanan" /ᛒ/... el símbolo más puro del esfuerzo... hay una razón fundamental por la cual estamos aquí, Katara- agregó, al mismo tiempo que se agachaba con el propósito de mojar sus pálidas manos con el agua cristalina, algo gélida ante la temperatura de la región, que se reunía ahí tranquilamente.


    -¿Ésa que tienes ahí no es "Laguz" /ᛚ/? ¿Agua?... ¿Berkanan, esfuerzo? Si mi razonamiento no me falla, debemos pasar al otro lado para explorar la cueva que se vislumbra enfrente... ¡Ven, Lyra! ¡Anímate!- exclamó con una sonrisa a flor de labios mientras se desprendía de sus ropas, quedando solamente con la prenda inferior antes de lanzarse a la laguna con un clavado que salpicó agua por doquier. Fue así que, luego de sumergirse sin la necesidad del encantamiento Casco Burbuja, el patriarca de los Granger salió a flote en la orilla de lo que parecía ser una oscura caverna con múltiples estalactitas en el techo; afirmándose bien antes de impulsarse lo suficiente como para subir a la superficie terrestre. -Lumos- conjuró con su varita en ristre, anhelando que su compañera llegase pronto a su lado para avanzar juntos por la senda que las runas antiguas les manifestaban poco a poco.

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  11. <<¿Mi poder interno para evitarlo?>> se preguntó Thomas cuando las palabras de Suluk resonaron en su mente de forma inesperada, ocasionando que una pizca de inquietud aflorara en él al momento de que comprendió la real enseñanza que la esquimal le estaba entregando con dicha misiva intangible; mensaje que le impulsó a acercarse aún más a los papiones de la jaula con el objetivo de analizar su conducta y forma de vida. ¿Cuál era la razón del porqué su transformación se ligó a la de un primate? ¿Qué tenían aquellos animales que tanto le unían a él y a su manera de ser? ¿Podría ser posible que el mono fuese el espíritu que yacía en su interior? Eran parte de las interrogantes que el Gryffindor se formulaba mientras avanzaba por el terreno delimitado en el hogar de los babuinos; colgándose de algunas cuerdas, trepando una que otra viga, y saltando de un sitio a otro con la ayuda de su cola, hasta que finalmente se cansó y decidió reposar cerca de una charca maloliente que estaba en la zona central de la estancia dentro del zoológico de Los Ángeles. El adolescente tenía claro que los monos solían vivir en manadas, con una estructura social amplia, compleja y ordenada, aunque también fuertemente jerárquica. El poder yacía en las manos del macho adulto, y le siguen los emparentados con él, que cooperan para dirigir la marcha del grupo, situándose en la periferia del mismo, desde donde vigilan la aparición de los depredadores posibles en un ambiente natural. Las hembras y crías siempre son custodiadas, y existe un régimen de "padres modelo" incluido al igual que en los seres humanos. ¿Será esa humanidad lo que afiata el lazo del medimago al mono? ¿O será que la personalidad extrovertida del Granger, a lo largo de su vida, la fuente primordial que cohesionó ambas almas? Todo era confuso, pero poco a poco la nebulosa desaparecería de los pensamientos del fenixiano; y su consciencia tomaría un rumbo absolutamente directo a la resolución de todas esas interpretaciones existenciales que brotaron en él mientras tomaba sol tendido en una plataforma de madera en la parte más alta de la jaula. <<Toda mi vida... siempre pensé que mi animal favorito era tejón, aunque también admiraba la figura del poderoso león... el emblema de mi familia; pero... siempre supe que me faltaba algo para estar cien por ciento completo. Ese complemento era el mono... mi espíritu animal que desde niño vivió dentro de mí, forjó mi carácter y me hizo ser quien soy; un joven apasionado por la familia, muy respetuoso de mis ancestros y que ama la libertad por sobretodo... Ésa es la razón>> reflexionaba el vidente con serenidad, anhelando que la hechicera de Groenlandia sintiera su energía.


    Fue en eso que una lágrima rebelde surgió desde su orbe izquierdo y recorrió la mejilla hasta caer al piso, misma muestra de fe que brilló paulatinamente e hizo encandilar la mirada del mono araña que, segundos más tarde, ya era todo un hombre en posición sedente adentro de un perímetro que no estaba habilitado para el transitar común de los visitantes al interior del parque. -Mira mamá, hay un chico en la jaula- gritó la voz chillona de una infante que estaba tomada de la mano de su madre, la cual apuntó directamente hacia donde se hallaba Elros con la atención focalizada en cómo salir pronto de ahí antes que lo apresaran. Pero, cuando ya estaba at portas de llegar seguridad tras el aviso del público sobre el infiltrado, el pelirrojo se metió en una de las casas de los papiones y se sumergió en aquella desagradable sensación de vacío que materializó su cuerpo en la entrada del zoológico donde sus sentidos se clavaron directamente en la silueta de la Arcana que se encontraba acompañada de Keaton, su antiguo profesor de Historia de la Magia. -Buen día, señor Ravenclaw... Maestra Akku, he comprendido todo luego de mi transformación. Siento que logré encajar las piezas del puzzle y tomar consciencia de mi lazo con el mono... viví una experiencia inolvidable- comentó el legionario luego de orientar sus pies con agilidad hacia donde estaba la anciana con el nuevo aprendiz.

  12. -Juv, que tranquilidad encontrarte por estos lados- volvió a saludar a la bruja, dirigiéndole una sutil reverencia antes de volver a orientar su mirada esmeralda hacia Lyra con un dejo de cordialidad y camaradería evidente tras las múltiples ocasiones en que ambos magos se habían topado durante su formación de postgrado. -Claro que no nos complicaste demasiado la vida, querida. Si el estudio universitario involucra una aventura peculiar, se hace mucho más amena la clase- agregó Thomas mientras ojeaba el andar de la Malfoy a través del templo tibetano, percatándose que el vasto bosque que tenían por delante sería el entorno mágico donde sus destrezas deberían florecer para esclarecer los mensajes ocultos que poseían las runas que analizarían durante su estadía en Asia Oriental. -Muy bien profesora... confío en que los dioses nórdicos nos guíen para que la misión no sea tan confusa. Le reconozco que en un comienzo estaba con la mente en otra parte muy, pero muy diferente al centro de concentración que se debe tener en estas instancias, pero cuando arribé al Tíbet, me di cuenta que esto no sería nada fácil, y lo tomé como un desafío personal- comentó el legilimago, no sin antes canalizar sus ojos en la caja misteriosa de Katara, la cual vibraba con fuerza al igual que una de sus runas en la bolsa que había escogido para colocar el resto de las piezas talladas que no tenían nada que ver con la misiva inicial. -Entiendo Juv, será una tarea digna de efectuar. Me quedan claras las indicaciones, por lo que emprenderé el rumbo hacia el interior del templo para hallar el mito que esconden estas paredes rodeadas de una mística arboleda- añadió con una sonrisa a flor de labios, al mismo tiempo que pudo contemplar las variadas equis azabaches resplandecientes en algunos troncos del área a indagar a continuación. <<Mitos y leyendas populares que han sido los cimientos de un montón de civilizaciones>> caviló, luego de cruzar dos enormes puertas que le permitieron ingresar al terreno boscoso donde debería descifrar las claves secretas.


    Fue en eso que el fenixiano extrajo la runa que se movía con efervescencia al interior de la bolsa que contenía la caja que había llegado a su domicilio; encontrándose con una pieza llamada "Uruz" /ᚢ/ del alfabeto futhark antiguo; mismo tallado que simbolizaba la contención de la energía para poder dirigirla solamente hacia un único objetivo provechoso, lo que le indicaba que debía disipar su mente de lo ajeno con tal de focalizarse sin descanso en su encomienda primordial para salir victorioso. -Quizás esto es un incentivo para no decaer con las preocupaciones externas... la vida familiar, mi local comercial en Diagón, mi trabajo en el Control de Comercio Universal... Ufff, una serie de problemas que aquejarían a cualquiera en realidad. Debo ser precavido porque puede no ser cierto todo esto que interpreto del libro que mi padre me prestó de la biblioteca de Alejandría- exclamó con dubitación, aproximándose a uno de los árboles más cercanos que estaban en el perímetro que la Malfoy les había mostrado a ambos estudiantes. Allí se podía vislumbrar que en la copa del mismo yacía otro fragmento nórdico, por lo que Elros escaló ágilmente hasta la parte alta para cogerla y analizarla con sumo cuidado con una pizca de curiosidad. -¿Dagaz? No, no creo... pues le falta la barra paralela del lado derecho... ¿O será Gyfu? Porque en ese caso le sobraría una barra a la equis- pensaba en voz alta desde la cima del alerce, distinguiendo que la Selwyn volvía a reunirse con la directora de Misterios en el punto de partida.

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  13. Rol Ministerial

    Control de Comercio Universal


    Los ropajes oscuros del veinteañero se mecieron con una suave corriente de viento que ingresó a través de un estrecho espacio que quedó al no haber permanecido bien cerrada la puerta del local de ornamentación griega, por lo que el pelirrojo estiró su brazo derecho levemente para terminar con aquel vaivén eólico mientras oía que el muchacho de orbes azules claros respondía a su interrogante con un dejo de inseguridad evidente frente al otro sujeto que no emitía palabra alguna ante la llegada del funcionario mercantil. -Buenas tardes, señor Gaunt. Soy Thomas Gryffindor; jefe del Control de Comercio Universal. He venido a su negocio con la misión de supervisar que todo esté en orden en relación a los papeles de registro de la tienda en el Ministerio- explicó primeramente el vidente extendiéndole la diestra con gentileza, al mismo tiempo que le enseñaba al mago una placa dorada que le identificaba como empleado activo de la institución gubernamental mágica. -Sabrá que mi lugar de labores no reside dentro de las plantas, como los demás departamentos; pero aquello no lo desmerece a la hora de hacer cumplir la ley como corresponde, Emmet. Solamente estoy aquí para hacer una ronda de rutina que avale que su estancia de decoraciones está funcionando legalmente y bajo las normas del ministro- agregó, avanzando lentamente por la primera planta hasta que su mirada esmeralda se fijó en un mostrador de vidrio muy fino ubicado en toda una esquina, donde se exhibían pequeños productos alusivos al mundo de la hechicería que todos conocían al pie de la letra. -¿Es un ridgeback noruego de madera? ¡Por Merlín, es bellísimo! ¿Usted es quien los talla o tiene una fábrica que le vende estos objetos?- preguntó emocionado de ver una diminuta, pero majestuosa, escultura de su dragón; posando su atención también en una acromántula de cristal que brillaba con los rayos de sol que traspasaban los vastos ventanales bordeados de roble antiguo del establecimiento comercial en honor a la hija del titán Cronos, Hestia.



    Escobas de metal labrado, elementos de Quidditch, los escudos de las cuatro casas de Hogwarts, llaveros, y uno que otro retrato de personajes afamados ligados a la historia de la magia; eran las curiosidades que se podían contemplar a simple vista si no se indagaba mayormente en los recovecos del local; por lo que Elros optó por comenzar de lleno con las interrogantes de rigor que debía hacerle al vampiro. -Señor Gaunt... ¿Es usted el único propietario del inmueble? ¿Tiene afiliados actualmente? Porque me imagino que alguien debe estar a cargo de la administración de tan lujoso sitio ¿No es así? Y bueno... dígame también a qué rubro se dedica primordialmente su negocio, Emmet- consultó al inmortal de barba no muy espesa, centrándose netamente en las anotaciones que debía efectuar en su bitácora de fiscalización ante las futuras respuestas del hombre investigado por la justicia.

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  14. Rol Ministerial

    Control de Comercio Universal


    Todo estaba saliendo a la perfección desde que el pelirrojo había aceptado el ofrecimiento de la Trinidad para hacerse cargo de las oficinas del CCU; tanto así que su fuente de trabajo se triplicó con el único hecho de tener que pasar a supervisar la gran parte de los locales mercantiles que funcionaban en el Callejón Diagón y Knockturn con motivo de tener en orden todo el papeleo que requería el Ministerio de Magia para certificar el correcto funcionamiento de los negocios y no emitir un título de clausura ante faltas que se podían evitar si los propietarios hacían un uso adecuado de la patente mágica que la mayor institución gubernamental de Gran Bretaña otorgaba a la hora de pasar a inscribir un nuevo establecimiento comercial. En dicha oportunidad, el muchacho de expresivos orbes esmeraldas optó por dirigir sus flechas hacia la tienda de decoraciones llamada: "Atelier de Hestia" donde figuraba un exclusivo dueño sin registro de afiliaciones. Fue así que el medimago clandestino orientó su brújula mental en compañía de su andar característico, a través de la avenida mercante principal, hasta que su mirada se detuvo frente a un par de puertas de vidrio con finos marcos de roble que daría paso a lo que era la planta baja de las cuestionadas instalaciones ornamentales. Tras cruzar el umbral se oyó una armoniosa campanilla que indicaba, a ciencia cierta, el arribo de un nuevo cliente; pero en este caso en particular, no se trataba de uno que acudiera precisamente a comprar artículos para ambientar todos los rincones de sus espacios físicos más frecuentados, sino de un empleado que venía por una inspección de rutina enviado directamente por el gobierno mágico londinense. -Buenas tardes... busco a Emmet Haughton Gaunt ¿Es alguno de ustedes dos?- preguntó el fiscalizador con voz alta y segura, al mismo tiempo que ojeaba de lejos algunos estantes con productos bastante interesantes. Frente a él se hallaban dos sujetos muy cercanos: uno de cabellos azabaches canosos, y el otro de orbes zafíreos claros apenas distinguibles por los mechones de pelo que caían sobre su cara de cutis grisácea perceptible. -Vengo de parte del Ministerio de Magia- concluyó con seriedad.


    Verdaderamente su labor como fiscal comercial le agradaba bastante a Thomas, especialmente porque en sus minutos libres afuera del recinto de salud de sanación y resurrección para la Orden del Fénix, podía conocer más sobre el rubro de diferentes negocios que estaban dispuestos en las calles más transitadas por los magos y brujas británicos, y durante el transcurso del mes de Agosto había escogido el establecimiento del Haughton al saber su relación estrecha con el Concilio de Mercaderes y su posible lazo con miembros de La Marca Tenebrosa; cosa que le interesaba estudiar a fondo al vidente para poder presentar dicho caso a sus altos rangos si se llegaba a corroborar alguna información que ligara al vampiro con el uso indebido de magia oscura y fuera de la legalidad.

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  15. -Te doy mi palabra de hombre, Athena- fue lo último que dijo Thomas, empeñando su honra, antes de que la auror comenzara a realizar las maniobras de aterrizaje en el leal hipogrifo domesticado tras estar sobrevolando el firmamento por encima de la mansión de los Gryffindor. El descenso fue tranquilo, pero Elros ya estaba lo suficientemente mareado como para no resentirse con el pequeño golpe de las patas de la criatura alada contra la tierra de los jardines delanteros de la residencia fenixiana; efecto que provocó que una náusea brotara en él mientras oía la reflexión que la joven Rouvás le comentaba en relación a la confianza y los lazos de sangre que no siempre eran de fiar. -¿Si te conozco? ¡Pues, claro! Eres Athena Rouvás, mi novia. ¿Somos o no somos amigos eh? Mientras estés conmigo, jamás te vas a perder... cosita de Merlín. Eres tan dulce como un fresco melocotón. No sé si debiera decirte algo así en estos momentos, pero me gus...- fue lo que alcanzó a expresar el pelirrojo, justo antes que una nueva ola de vómito saliera de su boca hacia el piso natural; salpicando en el lomo al pobre de Stormswift, el cual mostró su molestia batiendo las alas instantes previos a la bajada torpe del adolescente, la misma que terminó con el medimago en el suelo sobre su propia regurgitación, asemejándose a un "chanchito de tierra". -A... Ayuda, Athena. Me moriré ahogado- exclamaba pidiendo socorro, delirando como si su cuerpo se fuera a sumergir en las profundidades del océano; pasando por alto la cordial sugerencia de la griega sobre no hacer ruido a esas altas horas de la madrugada. -Señorito Thomas... Madame Rouvás... Buenas no... o sea buenos días. Tanis escuchó los gritos del amo, y antes de que Rhaenya despertase, mejor se levantó y vino a ver con sus propios ojos lo que sucedía. La señorita Kyttara está en la sala, y hay otros merodeando por los alrededores. Será mejor que Tanis le ayude a cargar al señorito, madame Rouvás- dijo el elfo de Elvis luego de aparecer junto al par de amigos tras un chasquido; colaborando con la misión casi imposible de trasladar al legionario hacia las instalaciones de su alcoba en el tercer piso de la morada.


    Misty Day Finnigan

    Recepcionista del Taller Mecánico


    Por su parte, la nigromante se había custodiado en el taller mecánico ordenando el desastre que quedó en el salón de procedimientos adaptado para la inauguración del negocio del Gryffindor en el callejón Diagón; y a la mañana siguiente se presentó dignamente a trabajar como su patrón se lo había solicitado. Con el favor de Morgana, ya se había terminado el primer pedido, y era hora de entregarlo al sujeto que había confiado su pertenencia en las manos profesionales del ex-inefable del Departamento de Misterios y su elenco. -Veamos... Esta escoba pertenece al señor Antoni Tonks. Una saeta de fuego en excelentes condiciones que no mostró ningún signo de daño de fábrica en la revisión técnica. Pero el costo total del presupuesto es de 5100 galeones- dijo la Day mientras leía la ficha de entrega que mandaría por lechuza al joven peliverde, informándole que su medio de transporte estaba listo para ser retirado cuanto antes de la Vulcanización Mágica.


    Sr. @.-

    Junto con saludarle, le escribo para notificarle la entrega de su pedido.

    Éste corresponde a una escoba, modelo Saeta de Fuego, año 2015.

    Se realizó revisión técnica gratuita, la cual no mostró daños tras el scanner mecánico.


    Se efectuó procedimiento de:

    * Barnizado tono cedro: 2000 galeones

    * Detector mágico patente (AT-17-09): 2100 galeones

    * Tallado personalizado de nombre en mango: 1000 galeones

    - Gasto Total a Pagar: 5100 galeones.-


    Se ruega acudir al local comercial para hacer retiro de su medio de transporte.

    Saluda atte. a usted.-


    Misty Day Finnigan

    Secretaria Vulcanización Mágica

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  16. -¡Thomas! Ehhh... Thomas Elros, ése es mi nombre- corrigió antes de tomar un respiro que le permitiese seguir platicando con la bruja. -Y sí... me gusta hablar bastante. Creo que mientras más uno converse con la gente, más culto te vuelves con el paso del tiempo. Es como sumar experiencia... o por lo menos yo lo tomo de ese modo, y no como un simple relleno para tapar el aburrimiento y la rutina ¿No lo crees?- preguntó el vidente cuando Agatha se incorporaba nuevamente tras la ráfaga de viento que por poco le vuela su jockey. -Entonces tienes suerte de haberte encontrado con un mago que supiera de Primeros Auxilios, eh. Y eso que aún no me pongo de cabeza a trabajar para el centro de curación de la Orden del Fénix... A todo esto, querida... me alegra saber que estás en nuestras filas. Siempre es bueno contar con personas dispuestas a hacer brillar la luz que Albus Dumbledore dejó en su legado- comentó el adolescente con sinceridad, percatándose que la rubia de cabellos ondulados se mostraba bastante complacida y alegre con el encuentro fortuito entre ambos en las inmediaciones naturales próximas a la gran fortaleza. Pese a estar en verano, aquella mañana había resultado ser más fría que las habituales en dicha estación del año; especialmente por el soplido eólico que irrumpía de vez en cuando en los pastizales colindantes que se mecían con fuerza, al igual que las ropas de los visitantes a tal imponente edificación mítica. -Por lo menos has sabido utilizar bien el agua... Lo digo porque ésta debe estar gélida, y eso te ayuda a bajar la inflamación de los tobillos por si forzaste la articulación con el uso inadecuado del calzado. No entiendo cómo las chicas gozan de ponerse tacos agujas que, lo único que hacen es hacerlas sufrir al distribuir todo su peso o masa corporal en una superficie diminuta de apoyo. Sé que se ven más esbeltas y estilizadas, pero la salud y el bienestar va primero ¿O no? Así que sigo tu moción, y espero que varias mujeres más te sigan eh- manifestaba con simpatía el legilimago, misma virtud que se destacaba en él; además de su carácter extrovertido que lo ligaba íntimamente a la personalidad de su espíritu animal, el mono araña.


    Fue así que, el patriarca de los Granger se aproximó hasta el estanque de agua cristalina y tras observarlo con intriga; dejó caer un poco de "Semillas de Hielo" sobre éste, ocasionando que el agua se congelase en un abrir y cerrar de ojos frente a la mirada expectante de la demonio de orbes ambarinos engañosos. -¿Has oído hablar del Lago de los Cisnes? Bueno... esto no creo que se asemeje mucho a una danza o ballet profesional, pero... ¿Te agrada la idea de patinar un rato? Podemos aprovechar bien esta mañana fría para hacer un poco de deporte y brindar de hormonas a nuestro organismo... ¡Anímate!- exclamó el pelirrojo mientras con un fugaz y ligero movimiento de su varita de pirul, conformaba unos rieles de hielo sobre sus zapatillas para usarlas a modo de patines improvisados. -¿Vienes?- consultó a la escocesa ya posicionado sobre la pista de hielo, extendiéndole la diestra con amabilidad con tal de que Agatha le acompañase en aquella fuente de diversión matutina más allá de las praderas silvestres.

  17. <<¿Dónde demonios me encuentro?>> pensó Thomas para sus adentros mientras caminaba, algo desconcertado, por el lugar donde su cuerpo se había materializado tras sumergirse en aquel portal que conjuró con ayuda del arte de los Uzza. De cierta forma, el área que ahora pisaban sus pies le parecía conocida, tanto así que prontamente pudo deducir el sitio exacto donde las runas le condujeron con sumo misterio. Según sus propios cálculos, su imagen adolescente se hallaba en la meseta asiática, al noreste del Himalaya; región que ya había tenido la grata oportunidad de conocer de la mano de Cissy Macnair, quien fue su docente de Maldiciones hace bastante tiempo atrás. Recordaba con cierta intriga toda aquella batahola que tuvieron que vivir antes de arribar a la zona más alta de la Tierra, con una elevación media de 4900 metros que, con el favor del ilustre mago Merlín, no lograron ocasionarle dicho malestar físico originado por la adaptación a la baja presión de oxígeno estando en una altitud considerablemente mayor a la habitual en Gran Bretaña. -Creo que tanta aventura entre las miles y millones de montañas que existen en el planeta... me pasará la cuenta con el paso de los años. Aunque, debo reconocer que el trekking es bastante entretenido- expresó el pelirrojo con una sonrisa a flor de labios, al mismo tiempo que sus pies se encaminaban con templanza rumbo a un pueblo con casas de techos peculiares que se asemejaban lo suficiente a un tablero de ajedrez mágico por la sencillez de ambas tonalidades que se lograban vislumbrar desde su ubicación; destacándose el rojo y blanco entre tanta muralla de piedra antigua. <<Ése que se ve por allá... ¿No es el Monte Everest?>> se preguntó el legilimago cuando su mirada esmeralda se cruzó con la majestuosa frontera con Nepal, corroborando que efectivamente la magia de los pequeños bloques tallados en madera le habían trasladado al mismísimo Tíbet en Asia Oriental. Fue así que, sin pensarlo por más minutos, el patriarca de los Granger comenzó el descenso hasta el mítico poblado; afirmándose de las rocas, de vez en cuando, para no resbalar por lo corrediza que era la senda hasta su objetivo final. El ambiente, al estar en plena estación veraniega, debió haber estado seco; pero Agosto se caracterizaba por ser un mes lluvioso junto a Julio, sobretodo por las noches, por lo que era común apreciar ciertos charcos de agua estancada en las rutas más transitadas por los turistas muggles que se protegían del sol durante el día, y del frío cuando la luna y las estrellas se apoderaban del firmamento que cubría a los aficionados al senderismo y la excursión, sin importarles los obstáculos que el clima y la naturaleza les imponían.


    http://i.imgur.com/LjhRxhf.png


    -Vamos Elros... no te apunes, respira tranquilo... uno, dos, tres...- repetía el muchacho conforme avanzaba por el trayecto trazado hasta el pueblo oriental; pero su caminar se detuvo "en seco" cuando su centro de atención quedó fijo sobre una especie de signo pintado de carmesí sobre una piedra, tal como si se tratase de una runa recientemente forjada. <<La esvástica... sí, es ella. He visto esta representación en varios libros de Historia de la Magia. Se consideraba un símbolo solar, pero para los tibetanos es un amuleto mágico muy ligado al fuego... ¿Qué pasará si la toco? Parece estar fresca>> reflexionó el fenixiano segundos antes de que sus dedos pasaran por encima de la runa, la misma que lo volvió a transportar involuntariamente al inicio de una especie de camino custodiado por setos y bonsáis. -Era un traslador... ¡Magnífico!- exclamó sonriendo, con la emoción erizando todos los vellos de sus brazos al ver cómo se alzaba una especie de templo muy cerca de donde su apuesta figura se había aparecido. -Buenos días Juv... ¡Lyra! Otra vez coincidimos en nuestras metas académicas... Es un gusto compartir con ustedes- saludó el legionario cuando su silueta cruzó las puertas del monasterio, dirigiéndose a su antigua directora en el Departamento de Misterios y a la bruja empleada bajo el Concilio de Mercaderes londinense; cautivando sus orbes con el paisaje que se reveló ante él, desde la cascada de agua cristalina hasta lo que parecía ser un bosque al interior de Tashilhunpo en Shigatse (según lo que pudo descifrar a "duras penas", previo a cruzar el umbral de la residencia tibetana tras oír un idioma extraño proveniente de un monje de atuendo simpático).

  18. Las palabras de la Akku resonaron en la mente extrovertida del mono araña que continuaba trepando sobre las copas de los árboles del Valle de los Diez Picos; frase sencilla que le indicaban el próximo destino que el primate debía tomar, atravesar una vez más el portal que estaba a los pies del Lago Moraine con tal de seguir con el aprendizaje de la habilidad mágica. <<Otro viaje más, vaya... creo que a este paso, terminaré dando por concluido mi objetivo de conocer el mundo entero>> caviló Thomas para sus adentros, al mismo tiempo que su mirada azabache se desviaba intranquila hacia la figura humana de Ishaya, la cual amordazó al oso grizzly de la reserva canadiense con un hechizo que terminó por bloquear cualquier intento ofensivo de éste. <<Muchas, pero muchas gracias, amigo>> pensó el aspirante a animago en conjunto a un chillido agudo de alegría que salió desde su hocico mientras descendía del alerce que había escalado; llegando una vez más junto al Tonks con el objetivo de ascender hasta sus hombros y sumergirse en aquella desagradable sensación de vacío que otorgaba de forma gratuita una aparición. Dicha técnica fue la que les permitió materializarse de inmediato en el lugar exacto donde permanecía abierta la brecha tridimensional que la inuit había conformado; portal que llamó la atención del Gryffindor al percatarse que algo distinto emanaba de él, muy diferente al aura que traía consigo aquella puerta de tiempo-espacio que había atravesado con anterioridad desde la vivienda nívea de la hechicera oriunda de Groenlandia. <<Claro... todo bien>> trató de transmitirle mentalmente al director de "El Profeta" luego de que éste le preguntase sobre su estado de salud tras recibir una serie de Episkey a su beneficio; encantamiento que sanó por completo la herida sangrante que brotó en su pierna peluda por el ataque de las garras afiladas del malogrado mamífero carnívoro del frondoso bosque montañoso de la provincia de Alberta, el mismo que ahora debía estar absolutamente confundido a la guarda de sus crías. <<No te preocupes, los Arcanos son más gentiles que los Uzza. Ya estoy acostumbrado a su carácter>> reflexionó estando sentado sobre el suelo húmedo de la planicie natural; anhelando que su compañero de la Orden del Fénix cruzara el umbral azulado que, a ciencia cierta, los trasladaría a otra zona especial donde ellos pudiesen proseguir con su disciplina; a diferencia del Browsler y Niko, debido a que ellos permanecieron ahí esperando la prueba que podría llegar a vincularlos al anillo que la esquimal portaba con orgullo.


    Fue así que Elros, aún en su forma animal, se internó decidido en el portal zafíreo; no sin antes dirigirle, a los dos magos que se quedaban allí, una sonrisa simpática de changuito que a muchos niños y adultos siempre le causaban risa cuando se hallaban de frente con un ejemplar tan carismático como ése. Pero aquel gesto de felicidad desapareció rápidamente cuando su mirada expectante quedó estupefacta al notar en el perímetro donde había florecido su cuerpo mortal desde Canadá. Era una cárcel enorme, llena de barras metálicas por donde se pudiese vislumbrar; unas cuantas rocas, una especie de estanque con agua maloliente, cuerdas colgando desde el techo y una serie de plataformas de madera que formaban construcciones simples donde se podía descansar y también recrear. Sí, era una jaula de simios; pero no cualquier mono, sino un grupo de papiones. <<¿Qué es todo esto?>> se cuestionaba el patriarca de los Granger mientras vagabundeaba por el área; analizando de lejos a varias aglomeraciones de babuinos que se mantenían tomando el sol sobre un extenso tronco. <<Debo salir de aquí... ¿Por qué Suluk me dejó solo? ¿Mei... Cissy?>> volvía a preguntarse algo nervioso; sentimiento que se acrecentó cuando se dio cuenta de que no podía volver a transformarse en su forma humana por más ganas y deseo que tuviese en mente. Claramente, el muchacho pelirrojo no tenía dominada la habilidad; y que únicamente se había podido convertir en mono araña al estar en una situación estresante de sumo peligro frente al oso, pero ahora, en ese preciso instante, no tenía los recursos necesarios para volver a ser el adolescente que era. <<No puede ser posible... me quedaré así por el resto de mi vida>> repetía una y otra vez con una pizca de insistencia que se veía reflejada por los movimientos oscilantes del primate dentro de la jaula del zoológico de Los Ángeles, hasta que dos papiones adultos se le aproximaron con cautela con el propósito de acorralarlo contra una viga para empezar a escabullirse en su pelaje (algo anaranjado en ciertas partes) tal y como solían hacerlo de costumbre entre los de su especie durante el transcurso del día.


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  19. -Gracias por el cumplido, amiga... y así es, me parezco mucho a mi madre; aunque igual tengo características similares a las de mi papá... pese a que éstas sean menos visibles. Pero si gustas... algún día, quién sabe, te las puedo enseñar en privado- coqueteó Elros descaradamente a la griega, aprovechándose de que ésta ya había retornado su vista al frente para evitar efectuar otra maniobra de vuelo forzada como la realizada anteriormente ante la gran campana del reloj londinense. -No eres una niña para tener que fingir, querida. Y si lo hicieras... me bastaría con mirarte directamente a tus ojos azules con tal de saber lo que realmente estás pensando acerca de la barbaridad que te estoy confesando hoy, pero como no es necesario... no tienes de qué preocuparte, Rouvás- agregó, sintiendo un leve mareo cuando la auror ganó nuevamente un poco de altura con Stormswift. -Estoy... estoy consciente de que mi arribo a esta época ya ha modificado algunas cosas en el futuro; como esta plática que estamos sosteniendo ambos ahora. Jamás pensé que le contaría esto a nadie que no fueran mis padres... Me he mordido la lengua una infinidad de veces que he estado con Ley, Kytta, Luna, Groter y el resto de mis hermanos... No te imaginas las ganas que he tenido de contarles quién soy en verdad, y poder abrazarlos con libertad. Sé que todo esto suena como una locura de un paciente esquizofrénico del ala psiquiátrica de San Mungo... pero tienes que creerme. No pienses que porque estoy borracho me las doy de historiador. Te invito a que me des un buen sorbo de Veritaserum apenas lleguemos a casa- comentó a modo de propuesta "indecente", luego de que Athena quedase sumergida en un mar de pensamientos que la silenciaron por completo por más de dos minutos durante el transcurso del viaje; acaparando la atención del adolescente, el cual se sintió frustrado al no poder comprobarle en ese instante que todo lo que le estaba diciendo era más que cierto. -Tal vez sí he venido a cambiar la historia... pero el motor de todo es hacer justicia- concluyó el medimago jefe del Control de Comercio Universal, justo en el santiamén que la griega volvió en sí.


    -Ya veo... de ahí viene la flor de jazmín, amiga. Siento mucho lo de tu madre si efectivamente ha fallecido. Pero no debes darte por vencida hasta que tengas pruebas y hechos concretos que demuestren esa teoría. Por ahora, debes ser optimista y pensar que ella está viva en alguna parte de este mundo ¿Vale?... Y bueno, si el otro sujeto petulante es a quien llamas "padre"... te compadezco, Rouvás. En la representación mental que vi de él... pude notar que no tiene muy buen carácter, eh... pero bueno, no todos somos iguales. Hay que respetar la diversidad de las personas ¿No lo crees?- manifestó, agradeciendo la sinceridad de Athena a través de una cálida sonrisa que se dibujó a lo ancho de su apuesta fisonomía; eso sí algo menoscabada por la serie de muecas producto de las náuseas que florecían en los instantes menos propicios. -No... no te puedo revelar eso, Athena... correrías un grave peligro. Es mejor que te quedes con la idea que no todos los Gryffindor son de confiar... ¡Claro! Eso me excluye a mí ¡JaJaJaJa! Ya que, como dices, me conoces desde bebé. Ojalá que no te toque mudarme eh, o quedarás impresionada con lo "grande" que es mi... corazón- bromeó Elros mientras se percataba que ya estaban a pocos metros de llegar a su lugar de destino, el hogar de sus amados padres.

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  20. -Todos tenemos un sitio ideal donde estar, Agatha. No sé si te acuerdas de mí... Soy El... osea, Thomas Elros Gryffindor. Fui tu alumno durante la enseñanza del arte del Equilibrio... tú eras la profesora con Lisa ¿Lo recuerdas? ¿Te suena la localidad estadounidense de Ames en Iowa? ¿Los maizales? ¿La secta de los niños algo endemoniados que te provocaron un desmayo inesperado?- comentó el muchacho, al mismo tiempo que se acercaba hasta la rubia con tal de observar detenidamente su fisonomía comandada por dos enormes orbes color ámbar que llamarían la atención de cualquiera que los mirase fijamente por más de un segundo. -Perdona si te incomodé con mi presencia... yo solamente estaba caminando por los alrededores de la fortaleza de piedra. Tenía un poco de curiosidad de saber lo que se ocultaba más allá de las praderas... y bueno, te encontré a ti junto a un bello estanque de agua cristalina que pareciera estar purificada. Lo que sí me parece... "intrigante" es saber que no soy el único que frecuenta madrugar ¡JaJaJaJa!- agregó con simpatía; tratando de contagiar su ánimo a la hechicera de curvas bien definidas que únicamente manifestaba gestos de sarcasmo con respecto al rocío que caía desde el firmamento, y mojaba sus bien ondulados cabellos durante dicha mañana de plática. El cantar de las aves se escuchaba sin problemas junto al croar de las ranas que habitaban las cercanías del lago; pero el fuerte viento que circulaba por todo el ambiente, opacaba poco a poco aquel delicado sonido, sustituyéndolo por el sonar de las ramas de los escasos árboles más frondosos que se escapaban del común de los arbustos que rodeaban las inmediaciones del castillo que los miembros de la Orden del Fénix solían visitar. -¿Estás algo herida no es así? Me refiero a tus pies, Agatha- expresó con preocupación tras canalizar su foco de atención en los descalzos dedos, con restos de tierra y espinas, que la aspirante exhibía; optando por aproximarse a la ubicación de la Haughton con el propósito de agacharse para quedar a la altura de la zona lesionada. -Con esto bastará para que te sientas mejor... te prometo que no va a doler ¿Vale?- dijo el pelirrojo, instantes previos a imponer ambas manos sobre los pies de la mujer; desencadenando una serie de eventos favorables que empezaron con el brillar dorado del colgante del patriarca Granger, ése con forma de topacio que reflejó la mismísima luz del sol para llevar a cabo la "Curación" que, gracias a su experticia en Primeros Auxilios enseñada por Jessie Stabolito, pudo realizar.


    -¡Ya está!... como nuevos. No tienes nada que envidiarle a un bebé por tus delicados pies ¿O no Agatha? Menos mal que te encontraste conmigo acá y no en el centro del Control de Comercio Universal. Soy nuevo allí, y creo que todos se habrían mofado de mí tras enterarse que mi primera sanación fue intervenir los pies de una chica. Hubiese quedado como el medimago más sumiso en cuestión de horas- declaró mientras se ponía de pie, al mismo tiempo que posaba su mano derecha sobre el hombro contralateral de la hechicera, por breves instantes en señal de compañerismo y satisfacción personal tras haberla auxiliado en esos momentos, acabando con el dolor que la aquejaba seguramente. -¿Sueles andar descalza por la vida? Lo digo porque... ehh... mejor no tomes en cuenta mi última pregunta. No tengo que meterme en cosas ajenas, menos cuando se trata de la intimidad de una mujer. Los hombres juran que son el sexo débil, pero yo he comprobado en persona que es todo lo contrario, Agatha. Supieras las cosas que he visto con estos ojos que mis padres me dieron- añadió el vidente con complicidad, no olvidando sujetar su jockey que por escasos centímetros de amago, pudo contener ante una ráfaga eólica fortuita que se dejó caer entremedio de ambos.

  21. -Veamos... Lo mejor será contarlas una por una; así tengo una certera impresión de cuántas son... y no deduzco nada, ya que el estudio de las Runas Antiguas es bastante detallado y preciso. Entonces... una, dos, tres... diez, once, doce... veinticuatro y... no, son veinticuatro justas ¡Sí! Y si el número de trozos es éste, no me cabe la menor duda que el alfabeto corresponde a Futhark Antiguo- concluyó el Gryffindor con determinación, estando recostado encima de su cama mientras revisaba concentrado todos los pedazos de madera tallada que venían adentro de la curiosa caja que Tanis le entregó en las manos. -El libro de la biblioteca dice que... esta metodología rúnica fue usada para escribir en proto-nórdico alrededor del año 400, y se encontró en la piedra de Kylver en Gotland, Suecia, por primera vez. Cada una tiene un nombre, elegido para representar el sonido de sí misma... por lo tanto, son veinticuatro fonemas diferentes... Vaya deducción tan lógica- se decía a sí mismo el ojiverde, recordando que debía resolver la problemática central que conllevaba a que esas piezas estuviesen bajo su propiedad y no la de otro ciudadano común y corriente de Ottery. Fue así que el medimago optó por desenvainar su varita de pirul y, con un ligero movimiento de muñeca al tener a "Lion" firmemente sujetada en su diestra, cerrar las cortinas que dejaban ingresar algunos rayos de luz por los amplios y transparentes ventanales que daban hacia los jardines traseros de la morada fenixiana. <<Muchas veces... el estudio de las Runas Antiguas sirve para consultar algo en concreto, pero... también se tienen registros de que solían utilizarse para atraer y proyectar energías que facilitaran algún proceso de sanación y/o de protección de civilizaciones completas... o para conocer el pasado, presente y futuro con la finalidad única de organizarse cuando lleguen tiempos difíciles... Pero, creo que esta vez las usaré para preguntar el real motivo de su llegada a la mansión de mis padres>> cavilaba el alquimista extrovertido algo enredado, hasta que finalmente unas cuantas runas del oráculo empezaron a iluminarse con una fluorescencia verde que emanaba una poderosa aura que jamás había percibido Thomas. -¡Maravilloso! Son solamente seis las que están destellando la luz esmeralda... no las tocaré... creo que usaré... ¡Wingardium Leviosa!- exclamó muy emocionado el muchacho, conjurando el famoso encantamiento levitatorio que conformó una especie de cruz entre las seis runas elegidas involuntariamente ante la mirada expectante del retoño menor de Annick.


    Efectívamente, la tirada de aquellas runas adoptaba el nombre de "Cruz Celta"; especial para ayudar al mago a ver la situación con mayor claridad cuando éste estaba desconcertado, justo como Elros. La primera de ellas hablaba sobre el origen de la desorientación, siendo la runa "Haglaz" /ᚺ/ la que simbolizaba el sacrificio que tendría que pasar el legilimago. Luego, la segunda trataba de indicar en qué dirección debía el adolescente orientar su esfuerzo para salir de dicha confusión, siendo la runa nórdica "Fehu" /ᚠ/ la propicia para adentrar al veinteañero en un círculo de bienestar y paz interior, momento exacto para encontrar la iluminación a través de una búsqueda espiritual. La tercera decía relación con los obstáculos que impedirían el progreso del chico y le mantendrían bloqueado por cierto tiempo, manifestándose la runa "Thurisaz" /ᚦ/ como la asociación real entre la vida y la muerte. Posteriormente y en el centro de la cruz, estaba aquella que determinaba la gran solución para superar los problemas, siendo la runa "Ansuz" /ᚨ/ la que simbolizaba la revelación y la verdad; valores que le darían suerte a Elros en la toma de decisiones futuras. Ya bajando se hallaba la quinta runa, la misma que aconseja sobre el cómo actuar, yaciendo "Isaz" /ᛁ/ allí como la fuente de la iniciativa y la madre de la impulsividad, lo que le indicaba al Gryffindor que debía dejarse llevar por sus instintos. Y finalmente, al último de la cruz, estaba la runa "Wunjo" /ᚹ/, la misma que incentivaba a reflexionar sobre todo lo aprendido en un largo caminar enmarcado por la victoria y la armonía consigo mismo y con los demás que le rodean. -Es algo muy confuso... pero la interpretación de estas seis piezas me ayudará a meditar sobre lo que debo hacer ahora... y sé lo que tengo que realizar, no hay tiempo para vacilar- exclamó el aspirante a animago, al mismo tiempo que guardaba el resto de las runas en la caja mientras cogía con su zurda las seis llaves claves que le conducirían a su lugar de destino. <<Fulgura Nox>> pensó, instantes previos a abrir un portal tridimensional que lo absorbió como si fuese un agujero negro, sin saber hacia dónde lo llevaría.

  22. Miedo, incertidumbre, desconfianza, vacilación y suspicacia; eran parte de la decena de sentimientos confusos que albergaba el corazón del Gryffindor en aquellos instantes donde se debatía entre la vida y la muerte, a merced de una bestia sedienta de sangre que únicamente ansiaba que las manos del adolescente no fueran lo suficientemente fuertes como para mantenerse aferrado al tronco del árbol por más tiempo. Transpiración muy gélida por todo el cuerpo, aumento del ritmo cardíaco, desfase de la función respiratoria, y visión cada vez más nublada ante la fatiga evidente de su musculatura; eran los signos que se manifestaban en Thomas cuando trató de dar un estirón más para subir más alto. Intento fallido que solamente provocó que su organismo se deslizara hacia abajo, siendo alcanzado por un potente arañazo del animal; el mismo que había confundido con un puma erróneamente, puesto que se trataba de un oso grizzly típico de aquel lugar montañoso a orillas del Lago Moraine en la provincia de Alberta. <<Así que era un oso... vaya coincidencia. Dos amantes de la miel luchando por sus voluntades. Él queriendo asesinarme por, vaya a saber quién el por qué... y yo queriendo zafarme de él para volver con mis compañeros... Además, la magia con varita no funciona aquí o será que... No, eso no puede ser... "Lion" jamás me ha fallado, no creo que esté averiada>> cavilaba el medimago para sus adentros, sintiendo el correr de la adrenalina por sus venas cada vez que el oso embestía el árbol con el afán de derribarlo y hacer caer al patriarca de los Granger desde las alturas. -¡Vete de aquí! Yo no te hice nada. ¿Acaso piensas que me dejaré caer para que me comas? ¡Lárgate, sabandija del demonio!- vociferaba el fenixiano mientras intentaba lanzarle hechizos al mamífero carnívoro que había fijado sus oscuros orbes en las proteínas que le proporcionaría la carne del muchacho ojiverde; conjuros que no funcionaron, ni siquiera salieron desde el extremo distal de su arma de batallas mágicas. En eso, la figura de un cisne apareció sobrevolando el cielo que cubría la cabeza del legionario de la Orden del Fénix; descendiendo de forma fugaz hasta donde estaba el oso para increparlo con suma agresividad, característica demostrada con el batir de sus alas junto al potente graznido que erizó los vellos del inseguro aspirante a animago. <<¿Ishaya?>> fue el nombre que se le vino a la consciencia inmediatamente al hijo de Elvis y Annick; recordando aquella escena cuando el director de "El Profeta" volvió a su forma humana frente a Mei, Cissy y Suluk, luego de un recorrido aventurero por el valle canadiense a los pies de los Diez Picos de la reserva.


    -¡No seas iluso, amigo! ¡Sal de aquí! ¡Te va a matar!- gritaba un ofuscado Thomas con nerviosismo; viendo como el hambriento oso pardo se abalanzaba en innumerables oportunidades contra el ave, la misma que lograba evadir con éxito (por ahora) los ataques de la fiera del bosque. Poco a poco la situación en sí empezó a presionar al alquimista, quien no iba a dejar que su camarada falleciera por su culpa frente a una criatura agresiva que no entendía la petición de paz por parte del vidente. Fue así que, inconscientemente, su respiración cambió de un patrón bucal a uno mucho más nasal (tanto así que su exhalación era audible); sus brazos y piernas empezaron a llenarse de pelos, hasta su fisonomía apuesta dio un giro radical que, segundos más tarde, se acompañó de un fuerte alarido territorial que estampó la silueta de un mono araña adulto de 90 cm de longitud, cola prensil de 92 cm de largo, y 8 kg de peso aproximadamente. El primate, ya herido en una de sus piernas, se lanzó desde la corteza del árbol hacia el rostro del oso; golpeándolo en reiteradas oportunidades en los ojos hasta que éste se azotó contra una enorme roca, dejándolo desorientado por unos instantes. Ésa era la oportunidad exacta para huir del área, por lo que Elros miró directamente a Ishaya y, con un ligero movimiento de sus brazos en alto, le indicó que escaparan cuanto antes; auto-motivándose el koatá a escalar nuevamente uno de los árboles con tal de trepar a través de ellos mientras esperaba que el cisne emprendiera el vuelo, acompañándolo desde las alturas rumbo hacia donde estaba la maestra Akku con los otros discípulos a orillas del lago.


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  23. El Gryffindor se hallaba en los terrenos del cementerio en la mansión de su familia, cuando Tanis (el elfo de su padre) apareció cerca suyo con una caja muy peculiar en sus manos. -Señor... amo Thomas... Tanis ha traído un encargo proveniente de la Universidad. Llegó a los pies de la fachada de la mansión con un mensaje que decía que debía ser entregado estrictamente a usted, señor- expresó el leal sirviente del director de Hogwarts justo cuando le entregó aquella especie de cofre místico al infantil pelirrojo; desapareciendo del lugar a través de un minucioso chasquido de dedos que lo conduciría hacia las inmediaciones de la cocina donde le esperaba Rhaenya para continuar con los quehaceres de la morada fenixiana. <<Vaya... esto despliega una poderosa energía que jamás había sentido antes... es como si... como si desease que la abriera>> cavilaba muy intrigado el chico; el mismo que optó por dirigirse hacia las instalaciones privadas de su dormitorio en el tercer nivel de la casa que alojaba a decenas de familiares. Una vez allí, en completa soledad, el legionario reveló el misterio que tanta curiosidad había incitado en él; descubriendo una serie de runas antiguas talladas delicadamente en trozos de madera, las cuales cayeron sobre la cama del veinteañero en absoluto desorden. -Esto debe ser obra del profesor que está a cargo de mi nuevo conocimiento... Bastante complicada la forma de introducirnos en el mundo del alfabeto rúnico, pero divertida a la vez... debo reconocerle el esfuerzo- expresó en voz alta el alquimista, al mismo tiempo que sus manos comenzaban a dar vuelta cada una de las inscripciones con tal de poder observarlas detalladamente. -Son 33... si no me equivoco... o quizás conté mal- deducía el joven con las ganas y la adrenalina reflejadas en sus ojos, ansiando poder comenzar pronto con el aprendizaje. -Pero ¿qué será lo que significará esto? ¿Por qué han llegado a mí las runas... y no fueron presentadas en la cátedra misma cuando el docente las enseñara tranquilamente? Esto es muy raro... debe existir algo detrás de todo; una especie de mensaje oculto o una indicación que me oriente de mejor manera... pero "esto" es un puzzle inmenso, y no tengo la más mínima idea por dónde comenzar- agregaba el inglés, recordando que aquellos signos se usaron para escribir en las lenguas germánicas antiguas, principalmente en Escandinavia y las islas británicas; aunque también se emplearon en Europa central y oriental, durante la Antigüedad y la Edad Media, antes y durante la cristianización; datándose el hallazgo de algunas de alrededor del año 150.


    Con la emoción a flor de piel y con la inquietud perturbando todos sus sentidos; Thomas dirigió su centro de atención hacia uno de los ejemplares de libros arcaicos sobre runas que su padre había pedido en la biblioteca de Alejandría, con el propósito de que su pequeño retoño no llegase en blanco a la clase. Ya con el tomo entre sus manos; el medimago empezó a buscar la información necesaria que le colaborase con su único propósito en dichos instantes. Lo que sí tenía noción el vidente, era sobre la existencia de variados alfabetos rúnicos y las influencias que estos tuvieron con el paso del tiempo, por lo que su concentración primaria se basó en poder identificar cuál de todos era el que estaba tallado en aquellos trozos de madera. -Futhark antiguo... futhorc anglosajón, futhark joven o escandinavo... de ramas cortas-sueco/noruegas o de ramas largas-danesas. Tenemos de Helsingia, islandesas, marcómanas, medievales y dalecarlianas... ¡Vaya enredo!- examinaba con una pizca de frustración, al mismo tiempo que se cogía la cabeza con ambas manos en señal de lío mental; anhelando que aquel día no fuese tan complicado y pronto pudiese comprender.

  24. Elros se encontraba muy desmotivado tras las aclaraciones que Suluk le había comentando en base a su don de la clarividencia orientado por el Arcano Sajag, pero en parte también le hallaba la razón a la inuit en relación a que cada habilidad tenía cimientos diferentes y que él mismo debía encausar sus expectativas hacia algo un poco más concreto que le colaborase en la formación y crecimiento personal de su espíritu animal. Ya había transcurrido un buen tiempo desde que el pelirrojo se marchó del grupo de alumnos con tal de meditar, en pleno bosque de alerces y otras especies, en compañía de la soledad de su sombra; sin percatarse sobre la presencia del felino salvaje que lo acechaba silenciosamente desde una enorme roca que estaba próxima al árbol donde el fenixiano estaba descansando en la paz del ambiente natural entregado por el Valle de los Diez Picos. <<¿Será que erré en mi presagio? Aquel sueño... sí, donde sentía mi alma proyectada en el cuerpo de aquella criatura en las cercanías de un lago... ¿era falso? No... eso no puede ser posible>> cavilaba con suma impotencia tras analizar la remota posibilidad de haberse equivocado con su visión. Pero justo cuando éste se había dispuesto a volver a recobrar su postura bípeda a los pies del enorme árbol con el propósito de caminar un rato, sintió el potente rugido de una bestia que se había lanzado de frente a su silueta con intenciones de atacarlo con afiladas garras y un hocico lleno de dientes listos para desgarrar su carne. -¡Un puma!- exclamó consternado cuando logró evadir la embestida del animal, el cual colisionó contra el tronco del alerce; quedando un tanto confundido por la magnitud del golpe. Dicho lapso de tiempo, le dio la posibilidad al Gryffindor de sacar su varita de pirul con el afán de apuntarle directamente, pudiendo susurrar un tímido y fugaz "Oppugno" que no tuvo efecto alguno contra el hambriento felino de las montañas. <<¿Qué sucede? ¿Por qué no funcionó? Probemos con...>> pensaba muy alarmado el medimago, viendo que el puma volvía a incorporarse sobre el terreno ya más lúcido. -¡Incárcerus!- vociferó esperanzado en que el hechizo sí saldría; hecho que tampoco sucedió, pues las tan anheladas tres gruesas cuerdas no salieron disparadas desde el arma del Granger; corroborando que algo muy extraño y fuera de lo habitual estaba aconteciendo allí. <<La magia no funciona... ¿qué puedo hacer? Nada... voy a morir>> fueron las últimas palabras conscientes que Thomas pudo conformar en su mente, segundos previos de encomendarse a Merlín en una ferviente carrera por la vida que lo introdujo más aún en la frondosidad del bosque alejado del Lago Moraine.


    La desesperación, el pánico, la frustración y la falta de auto-convencimiento; eran los pesares que invadían los pensamientos del muchacho de expresivos orbes esmeraldas mientras corría como fugitivo entremedio de los árboles que le ayudaban a esquivar los mordiscos y arañazos que el puma le deseaba propinar gratuitamente cuando éste lograse alcanzarlo en línea recta. <<Es ahora que me arrepiento de no haber traído los anillos y amuletos de los Uzza... quizás esos sí habrían funcionado>> se reprochaba a sí mismo mientras su respiración se volvía cada vez más jadeante por el cansancio evidente que provocaba huir de un depredador de esa categoría tan debastadora. El Anillo de Amistad con las Bestias, un simple Orbis Bestiarum e inclusive las Semillas de Hielo combinadas con un certero Obsistens; le podrían haber solucionado su problema de sobrevivencia, pero no era así, pues en esos instantes se encontraba solamente el veinteañero, la criatura y la naturaleza que los envolvía en un escenario propicio para desenvolverse. -Vamos... vamos... vamos espíritu animal. Brota en mí. Expulsa toda tu energía interior y canaliza mis fuerzas- clamaba el adolescente, en el santiamén preciso en que sus pies se toparon con otro gran árbol en la cima de un precipicio que culminaba en una serie de rocas puntiagudas que matarían a quien se cayese accidentalmente en ellas. Fue así que, sin mayor alternativa, el legilimago empezó a tratar de trepar el tronco del cigüeñal; resbalando en todos sus intentos antes que el puma arribara al mismo lugar con intenciones serias de devorarle. -No... no se suelten... por favor- le suplicaba a sus manos el vidente, las cuales se sujetaban con fuerza de la madera mientras el felino trataba de alcanzarlo desde abajo con la mandíbula abierta.

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