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Héctor Weasley D.

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Todo lo publicado por Héctor Weasley D.

  1. Caminando por el exterior de este nuevo mundo que visitaba a paso lento y con cierto recelo, Koseh se encontró súbitamente frente a un edificio del cual no conocía nada. No era difícil para el mago determinar que la Biblioteca de Alejandría que se alzaba frente a él era seguramente parte de los recuerdos que le habían sido arrebatados temporalmente por aquel dichoso combate mágico en el cual se había visto involucrado. No había nada que hacer ante ello por el momento, salvo buscar más información. Koseh no estaba seguro de si debía entrar o no a investigar. Siendo nuevo en el país y desconociendo todas las posibilidades que podrían surgir a raíz de su amnesia mágica, temía en el fondo encontrarse con personas que lo conocieran y que pudieran malinterpretarse algunas cosas -situaciones que evitaba a toda costa debido a su forma de ser. Estaba seguro que si buscaba información o alguna pista sobre su origen, podría determinar enlaces que le llevarían a descubrir esos datos que le habían sido negados. O al menos eso le había dicho aquél mago misterioso que había conocido hace unos días. Vestido con una capa oscura por sobre su cuerpo que cubría su cabeza a modo de capucha, el joven buscaba pasar desapercibido lo más posible a su alrededor. De hecho, el entrar a un recinto público como ese le generaba cierta inseguridad. No obstante, su curiosidad era mayor, y la necesidad de saber más cosas le llamaba fuertemente la atención. - ¿Podría ser posible que aquí haya algo de información de lo que busco? - se preguntó a sí mismo, mientras miraba el lema que rezaba el cartel al interior de la biblioteca. - Este lugar parece bastante grande... Me pregunto si podré recorrerlo en menos de un día -, se cuestionó. Con solo mirar a su alrededor, pudo reconocer a varios magos y brujas que rondaban ávidos de conocimiento, aunque lo suficientemente alejados para reparar en el muchacho que había entrado a buscar información como cualquier otro. Determinando a dónde debería dirigirse, Koseh caminó lentamente por el primer piso, comenzando a recorrer las primeras estanterías en la búsqueda de algún libro que llamase su atención. Pronto se daría cuenta de que dicha tarea podría volverse titánica en unos minutos. - Rayos, así no estoy avanzando nada - murmuró para sí. - Y si... - Antes que pudieran decirle algo, Koseh sacó disimuladamente su varita -un objeto color blanquecino similar a la nieve, con unas curiosas muescas en forma de relámpago a su alrededor - para agitarla por lo bajo con rapidez, diciendo el conjuro: - Accio libro de historia de la magia moderna en Inglaterra - Por un momento, el mago pensó que su hechizo no daría resultado puesto lo específico de su petición. Segundos después, pudo darse cuenta de que había cometido un leve error: el encantamiento convocador había funcionado para atraer no solo uno, sino al menos una decena de gruesos tomos de cierta estantería de la biblioteca, los cuales se dirigían rápidamente hacia su dirección. Koseh sólo pudo atinar a mostrar una cara de sorpresa mayúscula. No buscaba llamar la atención y ya había hecho un pequeño escándalo público. Para colmo de males, la situación de tensión le hizo olvidar el hechizo necesario para poder evitar el impacto de los gruesos tomos que llegarían a golpear su cabeza si no hacía algo por remediarlo.
  2. Hola, muy buenas. Quisiera solicitar la apertura de una ficha para un personaje secundario, por favor Voy enviando los datos según formato: Nombre: Heko Alejandro Akira Briceño Edad: 29 Nacionalidad o procedencia: Chilena Raza: Humano Personaje principal al que está asociado: Koseh Oybagash Relación con el personaje principal: Conocidos - Koseh lo conoce por el nombre de "Baruffio" Aspecto Físico: Heko es un chico de apariencia adulta juvenil, robusto, de anchos hombros. Da una primera impresión de ser una persona seria y a veces algo intimidante. Mide 1.70 m y pesa 70 kg. Su piel es de color trigueña y levemente pálida. Su cabello es negro azabache, adoptando un peinado corto con el cabello hacia atrás. Sus cejas son gruesas y del mismo color de su cabello. Sus ojos, originalmente cafés oscuros, ahora son completamente negros, con matices de un brillo carmesí ante la luz, y pareciera que los tuviese semiabiertos, especialmente cuando sonríe. Tiene labios carnosos, con las comisuras de la boca hacia arriba como si sonriese. Heko actualmente viste con un traje que combina la usanza muggle con la mágica, usando túnicas oscuras y ceñidas al cuerpo, las cuales caen a la altura de sus tobillos. En ocasiones añade una capa que cae por su espalda hasta su cintura, igualmente azabache. Bajo estas ropas viste poleras de tonalidades oscuras, jeans, zapatillas, y si se da la ocasión varía su túnica y capa con chalecos o chaquetas ante el frío. En ocasiones más formales viste con trajes acorde al contexto, como túnicas y capas de gala, por lo normal muy oscuras. Usualmente utiliza en su mano izquierda un reloj digital de muñeca color negro y resistente al agua. No tiene tatuajes, aros o similares. Aparenta ser débil, pero en realidad posee una velocidad, resistencia y fuerza que son tal o levemente superiores a las de un deportista olímpico muggle gracias a sus constantes entrenamientos en artes marciales desde que era niño. Así mismo, sus reflejos le permiten responder con gran celeridad ante situaciones inesperadas. Cualidades Psicológicas: Tras el tiempo de su desaparición, su forma de ser ha cambiado drásticamente de manera inexplicable: se ha vuelto frío, calculador y con rasgos de manipulador, aunque puede presentar características de su antigua personalidad bondadosa y gentil si requiere conseguir algo que le sea beneficioso a su causa. No obstante, le gusta conseguir lo que añora y necesita por sus propios medios, así que preguntar o pedir indicaciones a los demás son de las últimas opciones a las que recurrirá, si es que realmente lo encuentra necesario. A diferencia de antaño, no dudará en acudir a medios más drásticos o a veces sádicos si lo cree necesario. Normalmente, Heko es serio y disciplinado, manteniendo su comportamiento adecuado según el contexto del lugar. Tras el alejamiento que tuvo, se ha vuelto sumamente receloso y callado, aprendiendo a guardar profundamente sus sentimientos, por lo que se ha vuelto más esquivo a forjar relaciones de cualquier ámbito. Limita la demostración pública de emociones, ya que ahora cree que es un lazo que puede llevar a debilidad; en situaciones sociales será amable y caballeroso sólo si cree que eso le servirá para conseguir sus propósitos, especialmente con gente que no conoce. Ya no se siente en confianza con otras personas, mostrando más su mente fría y calculadora, como si un gran vacío llenara su ser. A causa de ello, los consejos que solía dar a quienes considere sus aliados seguramente tendrán un atisbo de ironía en ellos. Aparentemente, su comportamiento responde a una pantalla exterior que suele negar, ya que inconscientemente su sentido de defender a quienes considera sus seres queridos o aliados -aunque ponga su vida en riesgo- sigue en pie. Por otro lado, su basta experiencia ha cultivado en mayor medida su cualidad de mantener la calma y pensar antes de actuar, especialmente en situaciones de alta tensión o de peligro. Gracias a ello, Heko puede planear una estrategia ante la marcha de los acontecimientos, siempre que éstos le permitan estar concentrado. El entrenamiento físico que sigue constantemente le es muy útil para ello. Historia: Héctor "Heko" Briceño nació cerca de la navidad de 1988 en Chile. Hijo único de Héctor y Serena, ambos padres muggles; se desconoce la procedencia exacta de su magia. Durante sus primeros años vivió completamente en el mundo no-mágico, y desde pequeño, siempre fue un chico tranquilo y algo solitario, viviendo una difícil infancia en la cual destacó la pérdida de sus padres y su abuelita a manos de un mortífago de identidad desconocida durante un atentado en Sevilla, España. Tras dicho incidente, Heko perdió la memoria a manos de magos del Ministerio, aunque parte de los recuerdos del incidente fueron apareciendo con el transcurso de los años gracias a su propio poder mágico. Luego de trasladarse a Inglaterra y estudiar en Hogwarts y en el mundo muggle para obtener una carrera profesional, Heko continuó con la búsqueda de su familia desaparecida, sin éxito. Ávido de nuevo conocimiento, descubrió la existencia de una Academia de Magia y Hechicería en la cual se inscribió; desde el primer día, vivió muchas aventuras junto a sus compañeros y profesores: combatió con dragones y otras criaturas mágicas, aprendió a controlar sus propios poderes ocultos, perfeccionó sus técnicas de duelo, recordó momentos importantes de su vida y conoció a personas maravillosas. Viviendo en diferentes lugares y fortaleciendo los vínculos con varios de sus amigos y su novia Mei, Heko vivió uno de los más grandes años de su vida. Además, participó en la sociedad mágica trabajando en el Hospital San Mungo, teniendo su propio negocio con Enrick y Marcus, e incluso jugando en un equipo profesional de Quidditch como eran los "Falmouth Falcons". No obstante, después de casarse con Mei y enterarse de que ambos serían padres, y producto de diversos eventos que involucraban duelos que lo dejaban al borde de la muerte, el joven mago entendió que había algo peligroso apropiándose lentamente de su propio ser. Aunque la paz que le generaba su nueva vida le mantenía tranquilo y en calma, un fuerte sentimiento de desesperación y angustia se estaba apoderando de él con el paso de los meses. Se desconoce cuál fue el motivo de su actuar, pero Heko desapareció misteriosamente -junto a su elfo doméstico Inugetsu- de la vida de todos sus seres queridos justo antes del nacimiento de sus hijos. Años han pasado y no se sabe con certeza ni su paradero ni su destino, ni mucho menos qué le motivó a actuar de esa forma. Cualquiera sea la verdad de algunos rumores que lo declaraban muerto o capturado, el hecho era que no se le volvió a ver nuevamente como se le conocía. ¿Habría adoptado otra identidad? Sólo el tiempo lo diría. Otros datos: - Casi todos le conocen mejor por "Heko". - Suele enojarse un poco si se ensañan en molestarlo. - Algún día planea tener su propio dragón y fénix. - Tiene fobia a las heridas y cortes sangrantes, pero ha aprendido a comportarse con calma ante esto gracias a su trabajo. - Aunque desconoce la ascendencia exacta, sabe que Juve Aideen es su hermana por lazos sanguíneos. Además, es descendiente del Consejero del Rey Siegfried de Icengard. Casualmente, aquél rey es antepasado de Enrick, uno de sus viejos y mejores amigos. - Conoce y domina, entre muchos otros, el difícil encantamiento Patronus. Su guardián tiene la forma de un perro pastor alemán, dado que tiene una gran afinidad y similitud con los perros. Por otra parte, Heko posee unos sentidos tan agudizados como los de un cánido, tanto que también le conocen como "joven perruno" y "chico perruno" (o "perro pulgoso", según Enrick) - Aparentemente está poseído por una curiosa entidad oscura con intenciones de cuidado, y que suele manifestarse cuando Heko recibe daños mortales, queda en riesgo vital o si se encuentra en un estado profundo de depresión. Todavía no sabe si es una personalidad oculta en su interior u otro ser diferente a él. Dicha existencia responde al nombre de Mastema, y puede tener que ver con el cambio de personalidad que Heko muestra actualmente. Condiciones de utilización: Sólo Héctor Weasley D. puede manejarlo. Eso por ahora; espero que todo esté correctamente. Saludos!
  3. Hola, buenas noches. Después de tantísimo tiempo me gustaría realizar cambios en la ficha de mi personaje. En el campo Datos personales dice así: Debe ser: En el campo Perfil del personaje dice así: Debe ser: En el campo Otros datos dice así: Debe ser: Eso por ahora. Les agradezco de antemano los cambios solicitados. Un saludo!
  4. Limitándose a observar la situación con tranquilidad, el joven esperó que su maldición Sectumsempra continuara su viaje hacia su objetivo. La chica comenzó a decir palabras que Heko no se molestó en escuchar del todo, ya que además un potente retumbar a la distancia se había dejado oír. El tigre moribundo en los roqueríos había regresado a su forma original, y la muralla de piedra, en parte agrietada por los daños iniciales y sin una base firme que la soportarse, cedió por su propio peso y se desplomó a un lado, cayendo sobre las rocas. Había sonado con tal estruendo que era imposible que los muggles no se hubiesen percatado que algo raro estaba sucediendo cerca de la costa. Con sus nuevos artilugios tecnológicos y sin usar hechizos mágicos para bloquearlos, el hecho de pasar inadvertido para Heko estaba a sólo minutos de terminar en el tacho de la basura. Definitivamente tendría que acabar con esto. Entonces el joven sintió los efectos del hechizo silenciador de Jessie, quien lo había ejecutado con total tranquilidad. Inmediatamente después, la maldición Sectumsempra le impactó en su pecho, frenando su andar, aunque no parecía haberse dado por aludida. El instinto de duelista del chico y su vasta experiencia le había indicado que no quedaba nada más por realizar. Cruzándose de brazos, impertérrito, Heko observó el devenir de los acontecimientos, sin hacer nueva participación en ellos. Jessie había cometido un error fatal al pensar, seguramente, que podía ser más rápida que él en actuar antes que lanzara su maldición; pero eso no era posible, ya que apenas se había terminado de curar del ataque del tigre cuando el hechizo ya iba en camino. No era tan veloz para hacer dos movimientos seguidos sin que el joven actuara antes. Su exceso de confianza y pérdida de atención en los detalles le había pasado factura nuevamente. Silenciado, el joven no podía emitir palabra alguna, ni tampoco parecía molestarse por ese motivo. Sólo observaba cómo la bruja quedaba en bikini mientras transformaba su short en una piedra bezoar para anular el efecto del veneno de araña que circulaba en su cuerpo. La escena era una curiosa mezcla de arte y sadismo: la anatomía trabajada de la Stabolito cubierta del líquido vital carmesí, que mostraba profundos y lineales cortes en su torso y abdomen, los cuales vaciaban la fuente de energía de la bruja a gran velocidad. Unas gotas de sangre completaban el cuadro, cayendo y manchando el muro de contención donde estaban ambos magos. Unos recuerdos vagos surgieron en la mente del otrora chico perruno, relacionados con la joven que estaba en frente, caminando un par de pasos hacia él, sonriendo con diversión ignorante del destino que le deparaba. Heko se mostraba imperturbable, esperando que la energía de la chica se agotara por completo. No tuvo que esperar mucho para eso. Estaba de frente a ella, ambos mirándose fijamente, el joven con una mirada que recordaba al vacío abisal. Y entonces, Jessie perdió el enfoque de su vista junto con su equilibrio, derrumbándose al piso por la pérdida de sangre que había sufrido. Al ignorar las graves heridas que tenía encima, había eliminado toda posibilidad de continuar el combate en curso. Jessie había perdido el duelo. Espontáneamente, la muralla de piedra se esfumó junto con la pequeña araña aplastada en las rocas, dejando sólo la túnica del chico desparramada en sus bordes. Las olas volvieron a rugir, pareciendo más altas que antes, aumentando la marea nocturna. Sabiendo que Jessie había quedado completamente inconsciente e incapaz de reaccionar, el chico se arrodilló en una pierna para observarla mejor. Había caído hacia un costado y quedado su cuerpo de lado, perdiendo lentamente su coloración habitual y sangrando sin control. El rostro del joven se suavizó, y apuntando su varita a quien fuera su amiga y hermana, comenzó a curar sus heridas más graves. El hechizo silenciador hacía mucho que había perdido su efecto en él. - Te dije que no deberías haber venido - sentenció en un susurro - Esto que ves es lo que soy, pero no espero que lo entiendas ahora. Algún día lo sabrás...- Poniéndose de pie, Heko se encaminó a los roqueríos, alejándose de Jessie quien continuaba sin consciencia, pero recuperando su color natural. Tomando su túnica de entre las rocas, el chico se detuvo un momento, mientras contemplaba el horizonte nocturno. - Te equivocas... sigues siendo la misma chiquilla de antes. Y es por eso que es demasiado pronto para dejar que me veas ahora - Las olas rompían en las rocas más alejadas del muro de contención, mismo lugar hacia donde el chico continuaba su camino. Girando su cabeza a último momento para contemplar a Jessie, dijo con abatimiento: - Vuélvete más fuerte. Lo necesitarás. Cuídate... - - Y cuídenlos, por favor - añadió, con pesar, en un débil susurro. Cerrando sus ojos, y sin preámbulos, Heko se lanzó de un salto a la enorme masa de agua que tenía frente a él. Un oleaje enorme le engulló al mismo tiempo que se sumergía en lo desconocido, y el sonido del romper de las olas opacó el bramido de succión de su Desaparición.
  5. De buena cuenta, el chico sabía que su contrincante no se dejaría vencer con tamaña facilidad, y por una parte eso le gustaba. La pasión por un buen duelo comenzaba lentamente a fluir como sentimiento en el joven, algo que hacía tiempo no atesoraba a ese nivel. A pesar de no querer sentirlo, la alegría por batirse en duelo estaba surgiendo una vez más, llenando todos sus sentidos. Sus ojos desprendieron un brillo tenue, que nada tenía que ver con el vacío de hace unos momentos. De pronto, un ligero espasmo en las facciones de Heko se presentó. Cerrando un ojo y manteniendo una mueca en su boca mientras buscaba contener el dolor de la rigidez, de alguna manera sabía que ya no se lo podría permitir de nuevo. Ya nunca más. Sólo lo usaría para avanzar y ganar en esta batalla que en un inicio buscaba terminar lo más pronto posible; no se podía dejar emocionar por esa banalidad. No era el momento de mostrarse débil frente al enemigo. Levantando la vista delante, Heko notó que la joven había contestado el ataque de su tigre con una maldición Sectumsempra, la cual inutilizó e hirió de gravedad el cuerpo del felino, haciéndole caer sobre las rocas con un fuerte retumbar que pareció vibrar a su alrededor. Algunas rocas más pequeñas amenazaron con moverse un poco de su posición, pero el rugir de las olas retomaron el dominio del sonido. Parecía además que la araña había quedado aplastada bajo el peso del felino, aunque la forma dispareja de los roqueríos evitaba que todo el peso cayera sobre el arácnido, de dimensiones muchísimo menores al otro animal. De todos modos, estaba inhabilitada de poder moverse por ahora. Jessie continuaba sangrando profusamente de su herida, y el chico sabía que buscaba tranquilizarse para seguir en el duelo. Ya que quedarse quieto no estaba en su estilo, el joven saltó hacia atrás a la pequeña muralla de contención hecha de cemento que limitaba los roqueríos de la vereda, y quedó viendo de frente a la chica, a siete metros y fuera de la trayectoria donde se ubicaba el tigre moribundo. Mantenía su varita apuntada al pecho de la Stabolito, que se volvía más carmesí a medida que más se teñía su blusa. - Digas lo que digas, no lo entenderías... - susurró el mago con amargura. - ¡Tú no...! - Iba a expresar algo más, pero un rápido parpadeo anuló el brillo de pasión que se había presentado en sus ojos. Sólo agitó una vez más su varita oscura como la noche, para susurrar: - Morphos - Jessie se había puesto derecha, completamente erguida a pesar del dolor interno que debía estar sufriendo a causa de su herida. La blusa de la joven cambió de forma al instante, retrocediendo y concentrándose en su espalda baja, mientras tomaba la forma de una Loxosceles Laeta, el nombre científico muggle de la araña del rincón. En particular, este arácnido tenía un tamaño de un centímetro de ancho y largo, y había quedado justo sobre la piel de Jessie. Su primera orden estaba clara: atacar a la chica, y así sucedió. Aprovechando un nuevo descuido, y la concentración que estaba mostrando por curar la herida sangrante de su torso, la Stabolito no pudo evitar la inyección de veneno proveniente de los quelíceros del pequeño arácnido. A continuación, el mismo atendería a la siguiente orden de su invocador, saltando del cuerpo de su enemiga a un lado sobre la roca en que estaba de pie. En cuanto tocara suelo, continuaría correteando con su característica velocidad para ocultarse en los costados más inaccesibles de las rocas cercanas, esperando nuevas instrucciones. No había pie que pudiera aplastarla en ese momento, ya que debido al muy limitado lugar donde había quedado Jessie debido al ataque del tigre y a no moverse cuando podía, un paso en falso que diera y resbalaría por el roquerío hasta caer al mar. Heko no estuvo esperando que su araña cumpliera su cometido; continuó apuntando a Jessie mientras veía su desplazamient. Al darse media vuelta para alejarse de las rocas, y buscando acercarse al joven, Jessie terminó por dar un pequeño rodeo, quedando a tres metros del chico pero sobre el muro de contención. El mismo muro no superaba el metro de altura desde la vereda y las rocas, y sólo llegaba al metro de grosor. - Parece que no - sentenció Heko, saltando hacia la vereda, sin dejar de apuntar de frente a su oponente. - Sectumsempra - añadió con monotonía. Acompañando el conjuro con un movimiento de su varita, un rápido y potente chorro de chispas salió despedido directo al pecho de Jessie. De llegar a impactarle, le generaría las mismas brutales heridas que había recibido con el zarpazo del tigre, pero esta vez serían profundas y de consideración por ser originadas con magia oscura. Internamente, el joven consideraba todas las posibilidades para poder alejarse lo más pronto posible de allí. Sabía que, de permanecer demasiado tiempo en ese lugar, podría atraer la atención de más visitantes no deseados. Eso sería un grave problema para sus intenciones actuales.
  6. Apenas se había fijado mejor en su aspecto, y el chico se había percatado que Jessie estaba diferente a cómo recordaba en su imagen del pasado. Era de esperarse viniendo del paso de los años, aunque el sentimiento que se describía cerca de la joven era algo más siniestro que lo habitual de su esencia. Había notado al girarse, que una lágrima todavía brillaba a la luz de la luna llena en el rostro de Jessie, quien le había gritado en respuesta a su comentario. Pero el joven no se dio por aludido. Quedaba claro que Heko parecía haber olvidado hacía mucho tiempo qué era sentir como los seres humanos. Menos ahora que se enfrentaba en combate contra quien era una de las personas que, sabiendo desconocer su paradero, no podía arriesgarse a encontrar. De manera impecable, y junto al ruido de las olas cercanas, una maciza muralla de piedra surgió desde el suelo justo después de que el joven hubiese lanzado su hechizo de modificación de memoria. El rayo del conjuro impactó en la muralla, retumbando levemente; era una muralla que se extendía cerca de ocho metros a lo largo, medio metro de grosor y cercano a los cuatro metros de alto. Con estas dimensiones, el campo visual del chico quedaba reducido en gran medida contra quien le enfrentaba; mas, hacía mucho que dichas situaciones no le causaban incomodidad. Por una parte, Heko escuchaba las palabras que Jessie mencionaba; por otra parte, analizaba la situación rápidamente. Notaba el cambio oscuro que se había ejercido en la Stabolito, y deduciendo de los recuerdos que mantenía dormidos de antaño, el hechizo desarrollado no era otro que del grupo de magos con los cuales luchó hace bastante tiempo atrás. Enarbolando su varita, y con sus brazos separados de su cuerpo, el joven mago apuntó a la pared que tenía enfrente, y aprovechando el despiste de la chica, susurró: - Morphos - Quizás hubiese pasado un largo tiempo, pero quien estaba enfrentando a Jessie recordaba bien cómo hacer frente a esas invocaciones. Ante el conjuro de transformación, la muralla de piedra cambió rápidamente de forma. Se fue encogiendo hasta tomar la forma y el aspecto de un tigre adulto, de casi 2 metros de largo y cercano a los 150 kilogramos. La orden de su invocador había sido clara; en menos de un segundo, el animal trotó un metro y se lanzó de un salto para abalanzarse sobre Jessie, con las garras de sus patas extendidas y listas a lanzar un potente desgarro en su cuerpo. La distancia de cuatro metros que les separaba no era un impedimento para un felino que podía saltar hasta cerca de diez metros de largo de una vez. Como sabría que sucedería, la bruja cayó en la trampa. Aunque parecía atenta al combate, había optado en ese instante por atacar en lugar de defenderse. Una vez que Jessie terminó de decir su propio conjuro de transformación, el tigre le golpeó con las garras de su pata delantera. El desgarrón que le ocasionó al arañarla dejó un sendero de heridas profundas como líneas que sangraban profusamente, marcándose desde su hombro izquierdo hasta el costado de su cintura, llegando a despedazar parte de su blusa ahora teñida parcialmente con la sangre de su propia dueña. La inercia del salto y golpe del felino hizo trastabillar a la chica varios pasos hacia atrás, dejándola a sólo centímetros de caer por el borde de la roca a las olas furiosas del mar que cercaba la costa. En el mismo momento que ocurría el ataque del tigre de Heko, éste notaba en su cuerpo un movimiento inusual. Deduciendo el efecto del hechizo de transformación de la chica, sonrió con sorna al ver y sentir que su túnica disminuía rápidamente su tamaño y tomaba la forma de algo peludo, con ocho patas, que se conformaba al nivel debajo de su rodilla izquierda. La araña, de tres centímetros de ancho y largo con las patas extendidas, comenzó a corretear por sobre el jeans del chico, subiendo para buscar internarse en sus ropas y cumplir con el cometido de su invocadora. - Oppugno - murmuró Heko, luego de llevar su varita a apuntar al arácnido ser, e instantes previo a que se metiera debajo de su polera. Casi imperceptible por su pequeño tamaño, los ocho ojos cambiaron su brillo. Un círculo rojizo como la sangre se formó alrededor de sus pupilas oscuras de por sí, y la araña abandonó la orden y lealtad de su invocadora original antes de poder cumplirla, cortesía de la nueva orden de su controlador. El arácnido había saltado con rapidez del cuerpo del joven otrora chico perruno, cayendo a medio metro delante de él, e inmediatamente empezó a correr en dirección a Jessie. Buscaba bordear el inicio de los roqueríos con un desplazamiento en zigzag para terminar de recorrer los cinco metros que le separaban de su objetivo. Cuando eso sucediera, subiría por la parte del cuerpo más cercana de la joven hasta tocar su piel, e inyectar sus venenosos quelíceros en ella para envenenarla en repetidas ocasiones sin parar. El tigre, que había aterrizado a menos de medio metro de Jessie, y que tenía orden de continuar atacando sin parar, rugió con fiereza y lanzó un nuevo salto, descargando un zarpazo encima de la chica para buscarle generar una nueva herida, la cual se sumaría a la que ya tenía y continuaba emanando sangre. - Sucedió lo que más temías... - se limitó a contestar Heko, cerrando los ojos con una sonrisa de aparente amabilidad que estaba muy lejos de la realidad. Sus ojos sin brillo ocultaban rasgos que nunca antes había presentado. Era posible que ya ni siquiera fuera quien pudiera Jessie elucubrar.
  7. Aparición... un tipo de magia que había aprendido en un lugar muy lejano, el cual ya parecía olvidar la cantidad de tiempo que había acontecido desde esa ocasión. No era momento para recordar, ni tampoco se sentiría cómodo con hacerlo. Habían situaciones que resolver lo más pronto posible, y a pesar de todo ese tiempo fuera, todavía no hallaba respuesta a las más necesarias. El chico era muy diferente a cómo antaño se había hecho conocer en la sociedad mágica inglesa. Sublimes detalles variaban completamente tanto de su personalidad como de su vestimenta, haciéndole inubicable hasta para sus seres más cercanos, gracias a la magia natural que en él residía. Por algún extraño motivo se puso a recordar lo acontecido hace unos años atrás. Había sido un enorme cambio... ¿Se arrepentía de lo que había sucedido? No era algo a lo que buscaba respuesta ahora. No sabía siquiera si podía darle una respuesta ahora. Desplazando suavemente la arena cercana a las rocas de una de las playas de Valparaíso, en su país natal, el joven alguna vez conocido como perruno se materializó de la nada. De noche, y en medio de la oscuridad, cercano a la madrugada, únicamente la luz de la luna llena iluminaba el paisaje que allí se daba. Era verano, por lo que debería haber vestido con ropas de la ocasión; sin embargo, su usanza muggle se mezclaba con sus trajes mágicos, dejando a la vista una túnica oscura y delgada que le cubría del cuello a los tobillos, junto a una capa igualmente negra que caía por su espalda hasta la cintura. Debajo, pero no a la vista, traía una polera delgada oscura de mangas cortas, al igual que el jeans de material delgado. Sus zapatos negros y oscuros, livianos y delgados, eran útiles para desplazarse en largas distancias. Bajo ellos se cubría con medias cómodas sus pies. Pero en sí, lo que le llamó la atención a Heko era una presencia que hacía mucho no había visto. Estaba de espaldas a él y a la ciudad, contemplando el horizonte nocturno, cuando se volteó a verlo. En vez de haber estado sentada en los macizos bancos que reposaban por la vereda cerca del paseo costero, al amparo de la escultura que asemejaba un reloj de sol gigante hecho de cemento unos cuantos metros más allá, se hallaba sentada en los innumerables roqueríos costeros, oscuros como la noche actual. Ahora, de pie, podía ver en su rostro la desesperación mezclada con la rabia. Mas, Jessie no sabía que esto no retumbaba dentro del vacío que el chico despedía ahora, muy lejos de la calidez habitual que había tenido tanto tiempo atrás. - Jessie Stabolito... ¿¡qué haces aquí?! - susurró fríamente, algo más fuerte que el romper de las olas en las rocas cercanas. - No deberías haber venido... - Sin inmutarse ante el grito de la chica, ni tampoco el verse apuntado por su varita mágica, Heko se dio media vuelta, caminando lentamente hasta alejarse a cinco metros de Jessie, en dirección a la avenida costera que recorría el sector. No tuvo reparos ni remordimiento en siquiera contestar a la exigencia de su amiga. Había sucedido tanto que la chica seguramente no lo entendería a la primera. Sorpresivamente, el joven se volteó tan veloz como un relámpago, esgrimiendo su varita en plena noche, apuntando al pecho de Jessie, diciendo las palabras mágicas frente al romper del oleaje en las rocas: - ¡Obliviate! - Un chorro potente de chispas salió despedido de la punta de la varita mágica, que ya no era la usual blanquecina compañera del otrora chico perruno. Parecía otra, negra, de idénticas características a la varita de nieve que tanto lo caracterizaba. Si la chica se dejaba impactar por el hechizo que viajaba hacia ella a toda velocidad, recortando los cinco metros de distancia que los separaban, perdería el recuerdo más reciente que tendría, el encuentro que no debía suceder. Además, quedaría inmóvil, aturdida en su confusión temporal en su acción.
  8. El Weasley apareció en las cercanías del Magic Mall con la idea de ir por la tienda a mirar lo nuevo que había llegado a la población británica. Estaba vestido para nada formal y quería caminar con libertad por cada uno de los pisos que la tienda tenía, en especial por la planta de las pociones por si había algo que le llamara la atención para estudiar, pues no tenía galeones que gastar. Estaba curioseando por la tienda cuando se topó con mucha gente, tanto así que quedó anonadado y perplejo. -¿Por qué tanto alboroto?- cuchicheó con intriga. -Buenas noches, vengo a preguntar si hay alguna poción que sirva para tranquilizar y calmar el strés?- preguntó Heko, alzando la mano entre toda la gente. -Lo digo porque estoy necesitando algo así para calmar mis nervios- soltó con seguridad
  9. El chico de cabellos azabaches se encontraba en medio de la tienda Magic Mall a la espera de poder adquirir algún producto que le sirviese para su uso personal. Tenía bastante tiempo que no se pasaba por esos lados, y quería saber si realmente existían algunos objetos que habían estado anunciando los comerciantes por todo el callejón Diagón. Heko solamente deseaba poder hacerse más sabio y adquirir cosas útiles que le sirviesen para adiestrarse aún más en el arte mágico, por lo que se mezcló entre los compradores y avanzó hasta la planta de objetos mágicos. -Con permiso señores, necesito preguntar algo acerca de las cosas que tienen a la venta acá- decía el chileno mientras se abría paso, hasta que finalmente llegó al mostrador de aquella planta que más le interesaba visitar aquel día. -Buenas noches, vengo con una consulta. Supe que aumentaron el stock de pensaderos y espejos comunicadores. ¿Aún les quedan? Me interesaría comprar-preguntó, observando que muy cerca había un mago comprando a quien le parecía conocer en alguna parte o haber visto en alguno que otro lugar cercano de Londres.
  10. ¡Hola, Buenas tardes modes! Vengo con motivo de hacerme parte de la reforma y hacer el cambio en base a los conocimientos. Luego de pensarlo bien, sobretodo para mi personaje... llegué a una conclusión xD Habrá que recuperarlos en alguna oportunidad... ¡vamos por esas medallas! Saludos Enlace a Ficha: Ficha de Heko #93617 Conocimientos: Conocimiento de Maldiciones y Artes Oscuras
  11. @ ¡Hola! Ahora sí que va la Ficha, se me fue eso del nuevo modelo xD - Registro Gryffindor: 93427 / Bóveda Gryffindor: 104490 / Petición de adopción: Acá Datos Personales: Nombre del Personaje: Héctor Alejandro Akira Briceño Sexo: Masculino Edad: Joven, 24 años. Nacido el 11 de diciembre de 1988. Nacionalidad: Chilena Familia(s): * Familia 1: Gryffindor * Familia 2 Padre(s) Sanguíneo: Padre: **Héctor Briceño / Madre: **Serena Shirayama (Ambos desaparecidos) Padre(s) Adoptivos: Padre Adoptivo: Elvis Gryffindor Madre Adoptiva: Fiamma Phoenix* Trabajo: -- Poderes Mágicos: Rango Social: Unicornios de Plata Bando: Neutral Rango dentro del Bando: -- Puntos de poder en objetos: 70 Hechizos adicionales: -- Puntos de poder en criaturas: 20 Criaturas controlables en asaltos y duelos: -- Habilidades Mágicas:-- Conocimientos Especiales: • Primeros Auxilios • Defensa Contra las Artes Oscuras • Conocimiento de Maldiciones • Artes Oscuras Medallas: -- Perfil del Personaje: Raza: Humano Aspecto Físico: Heko es un chico de apariencia joven, robusto, de anchos hombros. Da una primera impresión de ser una persona seria y a veces algo intimidante. Mide 1.70 m y pesa 66 kg. Su piel es de color trigueña. Su cabello es negro azabache, y lo suele llevar con un peinado corto y con leve chasquilla al frente. Sus cejas son gruesas y del mismo color de su cabello. Tiene ojos cafés oscuros, que parecen negros en lugares de poca luz y pareciera que los tuviese semiabiertos, especialmente cuando sonríe. Tiene labios carnosos, con las comisuras de la boca hacia arriba como si sonriese. Heko suele vestir de forma juvenil a la usanza muggle, con poleras de variados colores, jeans, zapatillas y chaleco o chaqueta si hace frío. En ocasiones más formales viste con trajes acorde al contexto, como túnicas y capas de gala, por lo normal muy oscuras. Además, en ocasiones porta un reloj digital de muñeca color negro y resistente al agua. No tiene tatuajes, aros o similares. Aparenta ser débil, pero en realidad posee una velocidad, resistencia y fuerza que están a la par e incluso algo superior a las de un deportista olímpico muggle gracias a sus constantes entrenamientos en artes marciales como Karate y Taekwondo desde que era niño. Así mismo, sus reflejos le permiten responder con gran celeridad ante situaciones inesperadas. Cualidades Psicológicas: Su personalidad es tranquila, agradable, cordial y servicial, muy especialmente con sus seres queridos. Le gusta conseguir lo que añora y necesita por sus propios medios, así que preguntar o pedir indicaciones a los demás son de las últimas opciones a las que recurrirá, si es que realmente lo encuentra necesario. Normalmente, Heko es serio y amable, y suele comportarse disciplinadamente según el contexto del lugar. No le gusta mostrar mucho sus sentimientos en público, así que también puede parecer algo tímido en situaciones sociales, especialmente con gente que no conoce. Por el contrario, si está en confianza, el chico se mostrará más divertido, simpático, e incluso algo bromista, travieso y muy cariñoso. Aquellos que le conocen suelen sorprenderse por la gran sabiduría y consejos que da ante los distintos temas que se conversan. Entre sus defectos, es un poco orgulloso: picará el anzuelo con facilidad si lo molestan sus más cercanos. Ama la ironía en sus bromas, y puede parecer algo inmaduro por ello. Además, tiene una entrega absoluta por los que ama: no dudará en defenderlos aunque ponga su vida en riesgo. Heko disfruta estar con sus amigos y seres queridos, y contemplar la naturaleza; gusta de investigar de todo lo que le llame la atención, ver series de televisión y dibujos animados, comer sus platillos favoritos, leer sobre temas de astronomía, magia y biología, y jugar videojuegos muggles. Además, ama a los animales, especialmente a los perros y gatos. Practicar conjuros mágicos y hacer duelos amistosos son sus pasiones. Por otra parte, no le gustan las personas que se valen de su poder o cargo para aprovecharse de los demás, y tampoco la injusticia. Ante una situación de alta tensión o de peligro, tiene la cualidad de mantener la calma y pensar antes de actuar. Gracias a ello, Heko puede planear una estrategia ante la marcha de los acontecimientos, siempre que éstos le permitan estar concentrado. El entrenamiento físico que ha seguido constantemente le es muy útil para ello. Historia: Héctor "Heko" Briceño nació cerca de la navidad de 1988 en Valparaíso, Chile. Hijo único de Héctor y Serena, ambos padres muggles; se desconoce la procedencia exacta de su magia. Durante sus primeros años vivió completamente en el mundo no-mágico. Desde pequeño, siempre fue un chico tranquilo y algo solitario, mostrando ya muchos de sus gustos actuales. Algunos de sus compañeros se ensañaban con él, intentando hacerle la vida imposible en sus tiempos de colegio muggle, pero así y todo era muy feliz gracias al cariño de sus padres, de su abuelita y de Terry, un perro pastor alemán que se crió con el pequeño desde el nacimiento de ambos. Durante estos años, Heko demostró signos de un inexplicable poder que se presentaba cada vez que se lesionaba por accidentes: sus heridas cicatrizaban y se curaban con asombrosa rapidez, incluso en menos de un día. Ese poder comenzó a decaer a medida que el chico crecía, siendo casi imperceptible en su adolescencia y pubertad. Pese a lo anterior, se comportaba como un muggle más. Gracias a ello no tuvo problemas y nadie sospechaba que había algo fuera de lo común en él. Hubo un año en particular que marcó bastante al chico, un año lleno de agradables recuerdos que poco a poco han salido a la luz. Durante el verano de 1998, Héctor había bajado a la playa para pasear y divertirse entre las olas y la arena como solía hacerlo todos los años. Allí conoció a una pequeña niña que estaba de visita en ese lugar. A la chica le gustaba coleccionar caracoles de diversas formas, algo que al niño le llamó la atención. Fue poco el tiempo que estuvieron juntos, pero en esos días rápidamente se hicieron amigos; sin embargo, ella tuvo que irse porque sus padres sólo estaban de paso en el lugar. Heko se puso muy triste al saberlo, ya que a pesar del corto tiempo, le había tomado muchísimo cariño y no sabía si alguna vez podría volver a verla. Además, todos sus amigos en ese tiempo solían durar poco a su lado porque o tenían que mudarse a otras partes o se cambiaban de escuela. Pero esa niña era especial: había comenzado a quererla. Esa tierna niña fue con quien había tenido su primer beso, y su nombre era Mei. Durante las últimas semanas de Julio de 1998, un hecho durante un viaje turístico a España cambiaría la vida del chico para siempre. En Sevilla, un mortífago de identidad desconocida hizo explotar un autobús lleno de turistas en el cual también viajaba el pelinegro junto a su familia. Como resultado, murieron varios muggles, los padres de Heko salieron gravemente heridos, y la abuelita del pequeño desapareció misteriosamente. Héctor sobrevivió al atentado gracias a la intervención de un misterioso niño ojimiel, Enrick, que le rescató de entre las llamas y le dio palabras de consuelo, desapareciendo tan pronto como hubo llegado. Los magos especialistas del Ministerio de Magia llegaron a solucionar el incidente, borrando las memorias de los sobrevivientes; sin embargo, el embrujo no parecía hacer el efecto deseado en el pequeño pelinegro. En ese momento se descubrieron los poderes mágicos de Héctor, y dado que sus padres debían recuperarse de sus heridas por un largo tiempo y para evitar un trauma en el niño y que creciera pensando en la venganza, se lo llevaron consigo contándole parte de la verdad, aquella que no pudo ser alterada por el encantamiento desmemorizador. Aun así, Heko quedó con varios recuerdos perdidos desde su niñez hasta lo sucedido con la pérdida de sus padres. Cada una de esas memorias aún perdura en el subconsciente del joven, y poco a poco se han revelado bajo diversos acontecimientos significativos. Pero hay algo que el pelinegro sospecha que sucedió inmediatamente después del atentado a su familia: algo relacionado con los magos del ministerio y que oculta un oscuro secreto, el cual todavía no se puede explicar. Después de todo eso, Heko aceptó su lugar en la comunidad mágica. Quedó en custodia de la comunidad de Gran Bretaña, aunque vivía solo la mayor parte del tiempo en lugares mágicos como El Caldero Chorreante con la ayuda monetaria de los magos del ministerio. Poco a poco, el chico comenzó a crecer y culturizarse con este nuevo mundo. Aprendía de libros de texto relacionados con hechizos, criaturas mágicas, pociones, entre otras artes, y gustaba de practicar su magia cada vez que podía. Habiendo llegado los informes de que Heko es un mago, su tierra natal no tardó en enterarse del agradable suceso. En Chile existen varias personas con dotes mágicos, pero muy pocos tienen la oportunidad de desarrollarlos como sucede en otras partes del mundo; además, una gran parte de la población mágica chilena es extranjera, y varios de los magos locales han preferido emigrar a otras tierras para especializarse y aprender a dominar su poder con más exactitud. Es por ello que uno de los fabricantes más famosos de varitas de aquél país le envió a Heko de regalo una varita muy especial, ideal a su personalidad, en cuanto el chico cumplió los 11 años. Asemejando a un palillo de tambor, visiblemente más blanca que la misma nieve y de cierta finura al agitarse, además de un acabado que la rodea en forma de rayo, la varita del chico no pasaba desapercibida para quien la viese, lo que el joven pensaba era una seria desventaja en los duelos. Por ese mismo motivo, no le gustaba su color: intentó pintarla para hacerla menos llamativa, pero la madera de la varita rechazó cualquier intento por cambiar de color. Sin rendirse, Heko probo con desgastar la madera hasta encontrar el color original, pero por más que lo hiciese, la varita seguía mostrando un vivo color blanquecino; las curiosas muescas que forman un surco alrededor de la varita como si fuera un relámpago cual guirnalda a un árbol navideño son producto de ese desgaste. Además, el chico aprendió que la madera de su varita es bastante resistente a los impactos físicos y a daños por consecuencia de hechizos. Resignado, terminó por tomar mucho cariño a su "varita de nieve". Unos meses después, Heko recibió su carta de Hogwarts, donde ingresó con gusto. Durante la Selección de las Casas, el Sombrero Seleccionador estuvo por 5 minutos decidiendo si el chico debía ir a Griffyndor o a Ravenclaw, siendo la segunda opción la casa en que quedó, y casi convirtiéndose en un "hatstall". Los siguientes siete años aprendió con rapidez y se desenvolvió bastante bien en todas las materias, especialmente Astronomía, DCAO, Encantamientos y Transformaciones. Obtuvo una gran cantidad de Extraordinarios en sus TIMOs y EXTASIS, aunque rechazó la opción de ser Prefecto de su casa. Al terminar el séptimo curso y después de su graduación, Heko se prometió ir a la búsqueda de sus padres y abuelita. Así fue como viajó a España, concretamente al mismo lugar en donde había ocurrido el accidente. Buscó información en varias partes, incluyendo las bibliotecas de la zona, pero no logró encontrar nada. Con cierta decepción, prefirió no perder el viaje y continuar sus estudios en una universidad muggle, Allí estuvo por cuatro largos años, donde logró aprender las virtudes del movimiento del cuerpo humano, y que los muggles no sólo se basan de cortar a la gente en pedacitos para curar sus enfermedades. Al quinto año, regresó a Inglaterra para continuar sus estudios por intercambio. A mitad de año, Heko se enteró que existía una Academia de Magia y Hechicería, a la cual ingresó para seguir sus estudios mágicos. Desde el primer día, vivió muchas aventuras junto a sus compañeros y profesores: combatió con dragones y otras criaturas mágicas, aprendió a controlar sus propios poderes ocultos, perfeccionó sus técnicas de duelo, recordó momentos importantes de su vida y conoció a personas maravillosas. De hecho, en la fiesta posterior, se enteró gracias a los misterios del Laberinto de Apokolip de que tenía un vínculo sanguíneo similar al de los hermanos con Juve Aideen, quien fuera su profesora de Generales. La chica salvó su vida al final de su primera aventura, enseñándole preciados consejos que Heko ha tomado al pie de la letra. Aunque la relación parece haberse enfriado tras las continuas oportunidades en que Juve intenta matarle, ambos sospechan que además hay algo que les une de hace tiempo a nivel espiritual y tiene relación con sus poderes, pero es algo que aún no está del todo claro. Unos días después, Heko conoció a Fiamma Phoenix. La joven había visto al chico vagando solo por la vida, y le ofreció adoptarle para ser parte de la en ese entonces familia Lovegood, siendo el primer hombre de la misma; Heko aceptó con gusto. Al fin tendría un lugar al que llamar hogar después de tanto tiempo. Así fue como el joven fue un Lovegood más, viviendo las peripecias del Caserío durante una temporada. Meses más tarde, fue nombrado prefecto de los Aethonans de Salem, casa a la que pertenecía durante sus estudios. Descubriría en Bando y Perfil detalles sobre el accidente de su infancia que le harían sospechar sobre los motivos del mortífago para ir tras su familia y que ayudaron a decidir el futuro camino del joven. Por otra parte, la Academia fue también donde Heko conoció realmente el significado de la amistad y el amor. Ha forjado diversas amistades allí y en su trabajo en el Hospital San Mungo, cada una importante y especial. Su mejor amigo, Enrick, conforma con el pelinegro una pareja explosiva: cada vez que se juntan, la diversión resalta en el lugar. A pesar del calibre de las bromas entre ambos, Heko le tiene un cariño y confianza ejemplar. Gratamente sorprendido debido a se había prometido no estar interesado en tener una relación, Heko terminó cambiando de opinión al conocer a la chica que es su mejor amiga y su novia, Mei Black Delacour. Lo que comenzó como el cariño de una simpática amistad fue aumentando cada vez más, hasta que casi sin darse cuenta el pelinegro se enamoró de su bella pelicastaña, hasta que en los Jardines Sumaes se declararon mutuamente su amor. Desde allí, se han vuelto una pareja inseparable: Héctor ama a Mei como ella a él, tanto así que está dispuesto a defenderla y ayudarla hasta las últimas instancias aunque ponga en peligro su existencia, algo que a su chica no le hace mucha gracia. El tiempo de la Graduación llegó, y después de una nostálgica despedida a los Aethonans junto a Enrick y Kary, Heko en conjunto a sus amigos y su novia terminaron sus estudios en la Academia. Algunos rumores dicen que se ha visto a una parte de ese grupo en compañía de varios magos de los cuales se sospecha su relación con la Orden del Fénix, aunque estos rumores están aún sin confirmar. Un mes después, el joven fue aceptado oficialmente como Sanador en la Quinta Planta del Hospital San Mungo, cargo en el cual se desempeña actualmente. Durante ese tiempo, conoció a un curioso elfo doméstico maltratado llamado Inugetsu, con el cual hizo muy buena amistad y ahora le "sirve", algo que Heko no aprueba en absoluto, ya que considera al elfo como su amigo y no su sirviente. Además, por razones inesperadas, el chico tuvo que dejar el Caserón Lovegood junto a sus familiares y por un tiempo quedó sin lugar donde vivir, hasta que fue acogido tanto en la Familia Weasley como en la Familia Diggory, donde mantiene en la primera sus relaciones familiares anteriores junto a su padre sanguíneo legal, Goderic Slithering, el cual en contadas ocasiones ha tenido oportunidad de tratar. En conjunto con sus socios Enrick y Marcus, abrieron una agencia de detectives en el callejón Diagon llamada "Wright & Wrong", lugar donde el trío de magos resolvieron casos extraños por un buen período de tiempo. Es curioso cómo Heko distribuía su día para trabajar tanto en el hospital como de noche en la agencia y aun así tener tiempo para otras actividades, ya que también juega Quidditch en el puesto de Guardián del equipo "Falmouth Falcons", de donde es el Subcapitán y a cuyos integrantes ha tomado mucho cariño. Durante el mes de Febrero de 2012, Héctor viajó junto con sus amigos y su prometida a la isla Saipán, un lugar paradisíaco en donde el pelinegro obtuvo uno de sus más preciados recuerdos junto a su pelicastaña. Después de todas las aventuras que vivieron en ese lugar, sucedió el evento más importante de sus vidas: Héctor y Mei se unieron en matrimonio bajo la luz de la luna llena. La boda estuvo cargada de sentimientos y felicidad, junto a la algarabía de los amigos y familiares de la pareja, e incluso de conocidos y rivales que asistieron al lugar. Así fue como, tras unas hermosas palabras que les unieron oficialmente ante el mundo mágico, Heko pasó a ser el patriarca de la familia Delacour. Finalmente había formado su propia familia, y lo mejor, junto al ser al que más amaba. Desde Marzo de 2012 hasta Marzo de 2013, Héctor se vio obligado a viajar constantemente todas las semanas al mundo muggle para terminar la parte práctica de la carrera que estudiaba en la universidad, una actividad que le quitaba una considerable cantidad de tiempo y durante la cual el chico sufrió por no poder disfrutar con sus seres queridos, en especial con su esposa. De todos modos, de una u otra manera ambos jóvenes pudieron estar juntos a pesar de la distancia, así como el chico perruno ha podido aparecer en las diversas actividades que sus amigos realizan. Durante este intervalo de tiempo sucedieron varios eventos de los cuales no se tienen constancia ni claridad a la luz pública, pero de los mismos sí se puede notar que Heko recibió el premio a la Pareja Más Fiel junto a Mei en la Gala de San Valentín de ese año. Por otra parte, sus conocimientos le valieron el reconocimiento de dominar las artes oscuras y las diversas maldiciones existentes, las cuales podría usar a su antojo, pero que no ha declinado por esta opción en momento alguno. En Noviembre de 2012, el chico se enteró de una noticia que lo volvió inmensamente feliz: Mei estaba embarazada de él, y ambos jóvenes estaban esperando gemelos mellizos, los cuales nacerán prontamente. Además de ello, Laimi, la hija adoptiva de la pareja decidió definitivamente quedarse con ellos en la mansión, lo cual a Heko le encanta porque realmente quiere a su hija como si fuese de su sangre. Terminado ese período de tiempo oscuro en la vida de Heko, debido a que fue un verdadero intervalo en su vida tanto laboral como personal, logró sacar la carrera muggle que estuvo estudiando, teniendo una profesión tanto en el mundo muggle como el mágico, ambos referidos al área de la salud. Descuidando por largo tiempo su entrenamiento, el chico regresó inmediatamente a las actividades para retomar el tiempo perdido, además de retornar definitivamente a su hogar y pasar tiempo con sus seres queridos, en especial con Mei y la hija de ambos, Laimi. Además, ha retornado al trabajo en San Mungo además de los entrenamientos de Quidditch con su equipo, y está a la espera de nuevas decisiones, entre las cuales son un nuevo trabajo que comenzaría a desarrollar después de Abril de 2013, regresando a la Academia de Magia y Hechicería como profesor de Duelo Básico. De todos modos, una extraña presencia que se ha manifestado en ocasiones tiene inquieto a Heko, debido a que su energía es de carácter maligna, muy similar a la que desprenden los demonios, y proviene de su interior. Es poco lo que conoce el chico sobre esto, pero se ha percatado de su existencia, ante lo cual intenta investigar más sobre lo sucedido, y que seguramente tenga que ver con los períodos de memoria que ha perdido después del accidente de su infancia. Varios meses después, Heko salió de su casa y desapareció por completo sin poder nadie saber su rastro ni haber informado a nadie de nada. Extraños rumores afirman que se le vio por última vez en el extranjero a un chico con su descripción física preguntando por su familia sanguínea real. Otros rumores indicaban que dieron con su cuerpo inerte en las montañas del norte de Europa, despojado de su fiel varita de nieve. Cualquiera sea la verdad de estos rumores, el hecho era que no se le volvió a ver jamás ni con otra identidad ni como se le conocía. Pertenencias: Objeto Mágico Legendario: -- Objetos Mágicos: Objeto: Varita Mágica Clasificación: AA Puntos de Poder: 20 Objeto: Monedero de Piel de Moke Clasificación: A Puntos de Poder: 10 Objeto: Medallón para avisar el peligro Clasificación: A Puntos de Poder: 10 Objeto: Vuelapluma Clasificación: A Puntos de Poder: 10 Objeto: Guantes de piel de dragón Clasificación: A Puntos de Poder: 10 Objeto: Anillo Clasificación: A Puntos de Poder: 10 Pociones Mágicas: -- Criaturas Mágicas: Criatura: Búho Categoría: X Puntos de Poder: 10 Criatura: Perro Categoría: X Puntos de Poder: 10 Criaturas en la Reserva: -- Libros de Hechizos: -- Poderes de Criaturas: -- Tipo de Poder: -- Consumibles en Batallas: -- Elfos: * Elfo 1: Inugetsu Inugetsu es un curioso elfo doméstico muy servicial, respetuoso y de buenas intenciones que Heko conoció un día en las calles de Ottery St. Catchpole, siendo cruelmente atacado por un mortífago. El pelinegro aturdió al individuo y rescató a Inugetsu de la tortura, ofreciéndole estar a su lado. Desde ese entonces, el elfo y el mago son excelentes amigos, aunque Heko se enfada cada vez que Inugetsu le trata de "amo", ya que le considera como su amigo y no su sirviente. Es de los pocos elfos domésticos que viste como un mago elegante y no con harapos. Rinde servicio a todos los integrantes de la mansión Delacour y la mansión Weasley, pero su irrevocable lealtad está siempre con Heko y Mei. Mide 72 cm, pesa 17 kg y tiene 19 años. Licencias, Tasas y Registros: Licencia de Aparición: Aprobada Licencia de Vuelo de Escoba: No obtenida Registro de XXX: -- Personajes Secundarios: -- Otros Datos: Otros datos: - Casi todos le conocen mejor por "Heko" - Suele enojarse un poco si le ensañan en molestarlo - Algún día planea tener su propio dragón y fénix - Tiene fobia a las heridas y cortes sangrantes, pero ha aprendido a comportarse con calma ante esto gracias a su trabajo. - Aunque desconoce la ascendencia exacta, sabe que Juve Aideen es su hermana por lazos sanguíneos. Además, es descendiente del Consejero del Rey Siegfried de Icengard. Casualmente, aquél rey es antepasado de Enrick. - Conoce y domina, entre muchos otros, el difícil encantamiento Patronus. Su guardián tiene la forma de un perro pastor alemán, dado que tiene una gran afinidad y similitud con los perros. Por otra parte, Heko posee unos sentidos tan agudizados como los de un cánido, tanto que también le conocen como "joven perruno" y "chico perruno" (o "perro pulgoso", según Enrick) - Es bastante hábil para aprender y ejecutar las técnicas que ha conocido o experimentado en poco tiempo, y adaptarlas a su arsenal de combate. De hecho, sus actividades matutinas contemplan un hábito de ejercicios y prácticas de artes marciales y de conjuros mágicos y desarrollo de nuevos hechizos, algunos muy exitosos. Últimamente, ha retomado su entrenamiento al máximo para defender a los que quiere de cualquiera que intente hacerles daño en estos tiempos difíciles. - Entre las rarezas detectadas, una curiosa entidad oscura con intenciones de cuidado suele manifestarse y tomar el control en Heko cuando éste recibe daños mortales o queda en riesgo vital, y también si se encuentra en un estado profundo de depresión. A pesar de que Heko se ha vuelto consciente de su existencia, todavía no logra entender si es una personalidad oculta en su interior u otro ser diferente a él, pero sí ha comenzado a preocuparle. Sólo se sabe que dicha existencia al manifestarse responde al nombre de Mastema, y suele tener una personalidad completamente opuesta a la que Heko posee normalmente. Cronología de cargos: - Aprendiz de Sanador en Hospital San Mungo (Quinta Planta) [Julio 2011 - Septiembre 2011] - Prefecto de los Aethonans de Salem - Generación 28 - Guardián de los Falmouth Falcons [2011 - Actualidad] - Sanador en Hospital San Mungo (Quinta Planta) [septiembre 2011 - Actualidad] - Subcapitán de los Falmouth Falcons [2012] - Profesor de Duelo Básico [Abril 2013] Premios y reconocimientos: - Graduación de la escuela Hogwarts de Magia y Hechicería - Generación 2008* - Beca de Rol Avanzado (500 galeones) como estudiante de la Academia de Magia - Premio Fénix 2011 a Promesa OdF - Premio Fénix 2011 a La Mejor Pareja OdF, junto a Mei Black Delacour - Premio Gala San Valentín 2012 a la Pareja Más Fiel, junto a Mei Black Delacour - Premio Gala San Valentín 2013 a la Pareja Más Fiel, junto a Mei Black Delacour - Premio Gala San Valentín 2013 a la Pareja Eterna, junto a Mei Black Delacour Links de Interés Referentes al Personaje: Link al Perfil de Comprador MM: 65 Link a Bóveda Personal: Bóveda 93619 Link a Bóveda Trastera: Link a Bóveda de Negocio: Bóveda de Wright & Wrong (negocio cerrado. Deja de ser propietario) Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Gryffindor 104490 Link a Bóveda Familiar 2: --
  12. Buenas tardes modes, vengo a hacer una actualización a mi ficha de personaje. Dejo a continuación los detalles que necesito modificar de ésta para que lo puedan hacer con mayor facilidad. Saludos 1) Quitar a las familias Delacour y Weasley de los datos personales e incorporar a la Gryffindor 2) Sacar a Goderic Slithering como padre adoptivo y colocar a Elvis Gryffindor 3) En Links de interés referentes al personaje: sacar ambas bóvedas familiares e incorporar la Bóveda de Gryffindor N°104490
  13. @ Hola, cómo están Gryffindor. Tanto tiempo sin leer cosas por este foro mágico. Bueno, vengo a pedir adopción por parte de la familia. Estuve su tiempo fuera y hoy me percaté que estoy sin hogar Ya no estoy en la Delacour ni en la Weasley. Me gustaría ser hijo adoptivo de Elvis, así que espero tener buena recepción de parte de todos. Apenas me ingresen en el árbol, voy a pedir el cambio en mi Ficha, incluyendo a la Gryffindor como mi familia número 1. Y bueno, los cambios en las bóvedas también *patea a Enrick xD* Estaré atento. F I C H A P A R A R E L L E N A R * Nick: Héctor Weasley D. * Ficha Personal: Aquí * Bóveda Personal: Aquí * Parentesco: Hijo adoptivo de Elvis
  14. Buenas a todos! Les quería pedir el último favor por estos lares; me gustaría si podrían cerrar esta ficha de personaje y eliminar el mismo del foro, por favor. He decidido dejar el foro y el juego de rol en sí. Sé lo que esto conlleva para los que conocí por este medio, pero hay otras cosas que me hacen imposible seguir jugando. Gracias por todo el tiempo de diversión y otros ratos en general. El final más digno para Heko sería: "varios meses después, Heko salió de su casa y desapareció por completo sin poder nadie saber su rastro ni haber informado a nadie de nada. Extraños rumores afirman que se le vio por última vez en el extranjero a un chico con su descripción física preguntando por su familia sanguínea real. Otros rumores indicaban que dieron con su cuerpo inerte en las montañas del norte de Europa, despojado de su fiel varita de nieve. Cualquiera sea la verdad de estos rumores, el hecho era que no se le volvió a ver jamás ni con otra identidad ni como se le conocía." Hasta siempre!
  15. Hola, Aziid!!! Tiempo sin verte, es genial tenerte de regreso, y más que tuviste un hijo bastante bueno para los duelos, haces feliz al abuelo *-* xDD (Ya soy abuelo??? En qué momento pasó tan rápido el tiempo??? e__e) Hola, Rose!! Vaya sorpresa fue ver tu ficha acá, y pues, para ser amiga de la familia tienes que pasarte por la mansión y rolear con nosotros allá un tiempo de forma activa. Así te podremos considerar amiga de la familia y añadirte a la lista, ya que los amigos de la familia no pertenecen a la familia como tal =3 Para ser parte de la familia tendrías que pedir que tuviéramos algún parentesco on rol Tengo una idea en mente que seguro te gustará para que seas mi aprendiz como tal xD Saludos! =3
  16. Finalmente todo había concluido; por un error técnico, el veneno yacía dentro del cuerpo de la sospechosa, pero sería extraido a tiempo antes que sufriera más percances para evitar que hubieran nuevos problemas por el lugar. Los demás habían abandonado la estancia con Sophie capturada para ser interrogada, pero el chico perruno se quedó unos momentos en el lugar donde estaba la puerta de entrada de la mansión. Notando que habría que hacer algunas reparaciones pero que no habían sido responsabilidad de sus propios camaradas ni de él mismo, sin más se dio la vuelta y caminó hasta llegar fuera del terreno de los jardines. Quedando hasta donde las huellas de sus compañeros se desvanecían de pronto, y notando que sus propias huellas eran desdibujadas por el viento reinante, Héctor dio un suspiro suave, y con un leve "pop", desapareció del lugar. No era nada bonito salir a las calles de Ottery, descubrir que no existe un Departamento en el Ministerio que esté a cargo del Aseo y Ornato y que las calles pasen llenas de olor a moho, excremento... y quizás qué cosas más. Quizás el encantamiento casco-burbuja sería útil en esos casos.
  17. El chico se había cruzado de brazos al notar que sus compañeros iniciaban el desembarque de hechizos para inmovilizar a la chica que tenían en frente como sospechosa de los mortífagos, pero realmente tendría que moverse para ayudarles, aunque sabía que no pensarían en matarle a pesar de cualquier acción que seguramente Sophie hubiera realizado con el bando que seguía las siniestras intenciones del mago tenebroso Lord Voldemort. - Es difícil que esté consciente de lo que haya hecho, seguro ya lo ha olvidado y ahora no recuerda nada... pero hay formas de comprobar si es inocente o no. No se les ocurra hacerle daño, sólo tenemos que llevarla con nosotros - mencionó, mirando a sus compañeros de la Orden, a la vez que susurraba: - Obscuro -. Una venda negra se materializó delante de la varita de Héctor y viajó a los ojos de Sophie, a la cual se ataría y dejaría sin la posibilidad de ver mientras no se quitara el trozo de tela. Para finalizar y apoyar a sus compañeros, el Weasley apuntó a Sophie y usó el encantamiento confundidor para dejar invalidada a la mortífaga durante su siguiente segunda acción, con lo cual el impacto de los hechizos que recibiría sería inminente.
  18. Había aparecido la sombra misteriosa y oscurecida de un mago joven con una luminosidad resplandeciente en su rostro que no dejaba ver sus facciones en absoluto. La túnica delgada que llevaba hasta los tobillos, donde calzaba en sus pies unos zapatos oscuros como la noche, no dejaban detallar en lo más mínimo que bajo dicho traje ocultaba su polera y pantalones de tela delgada listos para poder usar en caso de llegar el combate a darse. Un Patronus con forma de lince de las nieves llegó hasta él en el preciso momento en que había detectado que su compañera Aime se había movilizado para ir tras la pista que un mago había entregado de forma misteriosa sobre un antiguo integrante de la Orden que quizás ni ella misma recordara. Por ello era que había aparecido a unos metros de las afueras de la mansión de la familia Granger. Sacando su varita de nieve del interior de su túnica, Héctor se acercó hasta la Westrong y llegó hasta los jardines, cruzando hasta apuntar a la puerta de acceso a la mansión... que no estaba presente y había sido derribada antes que ambos jóvenes hubieran arribado al lugar. Sólo Sophie se hallaba allí, y el chico le apuntó con su varita de frente. - Señorita Sophie, ¿verdad? Me temo que tendrá que acompañarnos... necesitamos realizarle ciertos interrogatorios - comenzó, dispuesto a explicar la causa de por qué estaban allí. "En serio, ¿tantos por un sólo sospechoso? No es como si entraran los mortífagos realmente a contraatacarnos..." , cruzó por un momento en su mente antes de regresar a concentrarse en lo que sus compañeros hacían.
  19. Hola, Jessie! No, con esa ficha basta, ya sólo es necesario pedir los cambios así sin más si vas a añadir datos xD Respecto a cambiar el parentesco como hermana de sangre de Héctor, me temo que no podrá ser posible. Me niego a ello porque determiné desde un inicio que Heko es hijo único y no tiene hermanos de sangre, y quiero que eso se quede así. Aunque sí podría ser quizás hermana adoptada o algo así xD Eso si gustas conversarlo, claro, pero no hermana de sangre directamente. Saludos!
  20. Buenas noches, Aziid =) Estábamos esperando tu llegada con ansias, así que considérate: ¡Bienvenido a la Familia Delacour! Siéntete libre de ir a rolear dentro de la mansión y presentarte on rol, que con gusto te recibiremos, más ahora que gran parte de la familia se encuentra por allá presente en el rol. Ante cualquier cosa, no dudes en preguntarnos a Mei o a mí, y como ella tiene el control para actualizar los datos (por ahora... xD), en unos minutos se pasará a actualizar los datos de la familia para añadir los tuyos y ponerte en el árbol familiar como mi hijo adoptivo =) ¡Saludos!
  21. Hola Bastian. Gracias por contestar mi duda, ahora me queda más claro todo respecto a las incompatibilidades con el rol ministerial. Al respecto, me surge una nueva duda, pero sólo para confirmar con lo anterior. En las partes del párrafo citaste ciertos puntos, como la habilidad de devolver las almas y lo de la telepatía, pero no haces referencia a las otras partes del texto citadas, como la sanación, el sentir presencias o el ser inventor de nuevos hechizos. Debido a ello, ¿puedo asumir que esas descripciones no generan incompatibilidades con el rol ministerial, y si elimino lo referente a lo de devolver las almas y la telepatía, puedo pedir que lo coloquen en la ficha de mi personaje sin problema alguno? Gracias de antemano nuevamente por la respuesta.
  22. Hola hola! Hacía muchísimo tiempo que no me pasaba por acá (de hecho, desde que creé por primera vez mi ficha, que emoción =3). Dejando los sentimentalismos, quería hacer una consulta respecto a mi ficha de personaje y a la última actualización que hice, respecto a unos datos específicos que me eliminaron porque eran incompatibles con las reglas del rol ministerial. Al respecto eran estos, que iban en la sección Otros datos: El punto es que no entiendo qué es incompatible con el rol ministerial por el siguiente motivo. Con lo que respecta al primer párrafo (de la curación instantánea), es un punto que coloqué y que estaba de hace un año atrás aprobado en mi último cambio de ficha y sin problemas aprobado tal cual está escrito, a modo de justificar la habilidad que hizo que Heko descubriera sus poderes mágicos, ya que así se expresaron en su infancia, y también para justificar el hecho que sea Sanador en San Mungo. Por otra parte, no veo que sea incompatible que un ser humano sea capaz de sentir las presencias de otros seres vivos, especialmente si es por magia y para un practicante de artes marciales como mi personaje. La única parte donde podría ser incompatible por lo que veo es en un combate de redadas y asaltos, donde en ningún momento usaría estas habilidades ya que meramente es sólo para rol, y como cualquier otro personaje del juego de bandos, Heko debe curarse y ser revivido en San Mungo por otro sanador. En lo que respecta al segundo párrafo, me gustaría que me explicaran por qué la telepatía sería considerada incompatible con el juego de bandos, siendo que como dice en el texto, es una "leve forma que le permite comunicarse con sus seres queridos sólo si están cerca de él". La idea era desarrollar en Heko pequeños dones, pero nada que sea magnánimo o que pudiera llevar a pasar las verdaderas habilidades y conocimientos otorgados por los rangos sociales, con los cuales no veo que hayan problemas de compatibilidad. Además, el tema de ser inventor de dos hechizos es el que no encuentro en absoluto incompatibilidad; los hechizos no son mencionados y nuevamente, es meramente un tema rolístico y nada que pudiera afectar como abuso de rol. De hecho, más arriba del texto se menciona que Heko suele desarrollar nuevos hechizos con frecuencia, y no sería raro para un mago que lo realice o lo intente, independiente de los resultados. Eso sería mi duda. Desde ya, les agradezco la respuesta. Saludos =3
  23. ¡¡¡Hola Jeanne!!! No es una molestia, al contrario, ¡¡¡bienvenida a la familia!!! =D Me encanta que nos hayas elegido y por ese motivo, en serio +.+ Eres bienvenida a pasarte a rolear cuando gustes en la mansión, y con gusto quedas añadida como la hija adoptiva de Mei. De parte de ella, te digo que aceptó con gusto, y yop también ya que pasarías a ser mi hija también =3 Así que eso, te esperamos a que te pases =) Y mientras Mei se encargará de añadir tus datos a la familia como tal =3 ¡Un abrazo grande! =)
  24. Hola a todos! Ha pasado ya más de un año desde la última vez que vine y actualicé mi ficha xD Así que creo que es bien merecido la hora de quitarle las telarañas. Vengo a solicitar cambios y actualizaciones de mi ficha, porfis =) Desde ya gracias a quién realice el cambio y edición =) Un abrazo! =3
  25. Notando que finalmente Sophie era desarmada y atada por completo sin que hiciera algo por resistirse, Heko se dio media vuelta y se alejó a paso lento por el mismo camino que había emprendido tras su llegada a la mansión. - Así es como debe ser, sin oponer resistencia. Gracias a eso, te has ganado un trato digno. Ahora es tiempo de llevarla a Abaddon para interrogarla - expresó, y luego miró fijamente a Heliké, quien se encontraba pendiente de la situación y lista para entrar en acción. La señaló con su varita de nieve. - Te harás cargo de escoltar a la prisionera hasta su celda - ordenó, fingiendo severidad, ya que en el fondo el chico sabía que sólo era cuestión de formalismos. - Nos vemos luego, chicos - Entonces y sin más preámbulos, el Weasley continuó caminando hasta los jardines de la mansión. De reojo había visto como Mey finalmente se retiraba del lugar, incluso ocultando su presencia de los que estaban allí reunidos. Sabiendo que si intentaba hablar con ella produciría algo no agradable de ver, el chico levantó su mano izquierda en señal de despedida de sus compañeros, produjó nuevamente la flama que haría que los lazos del diablo se alejasen y la distribuyó a ambos lados del camino hacia las afueras de los jardines para permitir el paso de la comitiva fenixiana. Una vez que recorrió el tramo hasta quedar fuera de cualquier encantamiento antiaparición, que no estaba seguro que hubiese pero por si las dudas se alejaba, Héctor se desapareció del lugar sin dejar rastro del mismo. Había visto por un momento a Mei antes de desmaterializarse, pero sólo fue un intercambio de miradas. No tenía intenciones ni ganas de dirigirle la palabra; habían cosas que sólo el tiempo podrían calmar.

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