Aaron C. Haughton

Hola pedazos de masa parlante.

Yoooo estaba inactivo yyyy me quiero reactivaaar, y para yo reactivarmeee, tutorías quiero tomar (8) me salió cancionista, celos? no? ok. ya pero en serio, creo que una de las mejores formas de reintegrarme a la Marca y volver a adquirir habilidad en lo que a rol y perfil se refiere.. porque en duelo nunca tuve habilidad xDDD .. son las tutos, y eso, pues o.ó

Nick: Aaron C. Haughton

Rango: Base

Tutoria a tomar: Duelo, Rol y Perfol

Links de Referencia: [Error 404 Rol Reciente Not Found] Rol viejo ._. Duelo del año 1(?)

 

En caso de querer tomar tutorias de Perfil mortifago, ¿Porqué crees que las necesitas?

 

porque cuando digo que perdí todo al irme es todo, y cada vez que roleo parezco un sissy fenixiano asqueroso. so I need this.

.. rayos en los links que pasé aun me llamaba Alejandro LOL #MuyFeo

Aaron se volvió hacía Madeleine con una ceja levantada. Le extrañaba el hecho de que aún Maddie no consiguiera un despacho. Si bien había oído era una chica muy entusiasta. Algunos de los comentarios que le hacían a favor de Madeleine le recordaban mucho a sus épocas de buena actividad en el trabajo, justo antes de que todo se acumulara en una gran masa de cosas y todo pasase a segundo plano.

Simplemente asintió y comenzó a caminar hacía su despacho a paso acelerado. En menos de unos tantos minutos ya se encontraba ahí. Cruzó la puerta corrediza y esperó a que Madeleine tomara asiento para entonces sentarse él. Con una mano rígida, tomó sus lentes de entre una pila de pergaminos sin usarse.

Quería acabar con el asunto de las entrevistas lo más antes posible. Ya había sido bastante cansado hacer las del Escuadrón ese que tenía que ver con leyes. Y solo de ese escuadrón, no quería imaginarse como se pondrían las cosas con dos de las más grandes instituciones en toda la comunidad mágica. Por lo mismo quería ponerse manos a la obra lo más rápido posible.

Apenas estuvo bien acomodado en aquella silla con respaldar tapizado en cuero negro, no cerró la boca. Parloteaba cual loro.

– Yo propongo que utilizemos las preguntas que hemos usado Mei y yo en las entrevistas con los empleados y ex empleados del Escuadrón para la Aplicación de la Ley Magica como ejemplo – Comenzó a rebuscar entre una pila irregular a su izquierda, justo del lado contrario de lo que se podría llamar “la parte ordenada” de aquel escritorio.

– … Y solo cambiarle algunos detalles – mencionó también – Y podríamos realizar los dos cuestionarios de una y… – entonces recordó que esa parte no era de su elección. Le tocaba a Madeleine tomar aquel cargo, el acataría lo que dijera ella. A regañadientes o sin ellos.

Aaron asentía a cada palabra que su tío decía sin realmente prestar atención. Había escuchado las indicaciones generales y con eso para el ya era más que suficiente. Miró de reojo a Madeleine cuando captó el nombre de la bruja entra todo lo que Hugo dictaba. Sabía desde un principio que había alguien más allá adentro. No solo por el hecho de que podía sentir la presencia de Maddie, sino porque su tío se encontraba en pleno discurso justo cuando Aaron había irrumpido.

Escuchó también que la bruja sería la encargada del proyecto en aquella ocasión. No pudo describir lo que sintió, era una clase de alivio pero a la vez un pequeño bajón de animo. Si bien no debía andar en el trajín de un organizador para tal actividad, aquello le daba un indicio de que debería ya finalmente ponerse las pilas. Estaba consiente de que no había estado muy pendiente a lo referente al trabajo.

Ofreció nuevamente una mirada inexpresiva a Madeleine cuando Hugo cayó. Aaron se levantó de su asiento y realizó una mueca de despedida. Abrió la puerta del despacho de Hugo y al momento abrió también su boca.

– Creo que es momento de ponernos manos a la obra, ¿No es así, Madeleine? –

Salió del despacho por primera vez en algunos cuantos meses. Realmente había extrañado aquella oficina durante su ausencia. Esperaba no tener que volver a ausentarse jamás. Sabía que si eso ocurría, vendrían consecuencias más severas que simplemente encargar a alguien más.

Comenzó a rondar por la Oficina sin saber realmente que rumbo tomar. Volteó hacía Madeleine y le preguntó.

–¿ A que despacho vamos, Mad? –

aquí les dejo el nuevo formato modes, ustedes se encargan de actualizar *-*

*les deja skittles*

Datos Personales

Nombre de Personaje: Aaron Crowley Haughton.

Sexo: Masculino

Edad: 21 años

Familia(s):

• 
   
  
• Haughton
  
• Black
   
  

Padres Sanguíneos: León C. Crowley & Evarela Black H.

Madre Adoptiva: Goshi Black

Trabajo:

Oficina del Ministro de Magia. Oficina de Asesores, Gabinete de Protocolo y Prensa. Asesor Legal.

Poderes Mágicos

Rango Social: Unicornio de Bronce

Bando: Marca Tenebrosa

Rango dentro del Bando: Tempestad

Nivel de Poder Mágico: --

Puntos de Poder en Objetos: 20

Hechizos Adicionales: --

Puntos de Poder en Criaturas: --

Criaturas Controlables en Asaltos y Duelos: --

Habilidades Mágicas: --

Conocimientos Especiales:

• 
   
  
• Historia de la Magia
  
• Leyes Mágicas
   
  

Perfil del Personaje

Raza: Humano

Aspecto Físico:

Aaron es un joven alto y de piel tan blanca como la nieve y tan suave como la misma. Desde pequeño ha sido un chico de extremidades largas, por lo que siempre se ha destacado por su altura. Sin embargo, a pesar de su gran altura, lo que más lograba sorprender a las personas era el color de sus ojos y la semejanza que tenían los mismos con sus cabellos dorados cenizos.

Los ojos del Black carecían de simpleza. Eran enormes y resaltaban mucho más de lo que en verdad eran, pues Aaron tenía pestañas largas. Además de aquello, poseían un color miel el cual era muy poco usual, pues mostraba una extraña combinación entre un amarillo brillante, un chocolate espeso y un verde tan vivo como el del pasto.

Además de aquello, era bastante flaco. No flacucho, pues los músculos le resaltaban muy bien. Sin embargo siempre fue bastante flaco, de huesos livianos y músculos delgados, pues tampoco es de comer demasiado.

Su boca era del mismo color que la carne viva. Un rosa pálido y atractivo a la vez. Sus labios gruesos y sus dientes tan brillantes como las estrellas.

Sus cabellos se peinaban solos, pues el los dejaba siempre alborotados después de levantarse de la cama, sin embargo, aun estando alborotados encontraban la manera de mostrarse elegantes a los ojos de los demás. Aaron, físicamente, en resumidas cuentas es la perfección en vivo y a todo color.

Cualidades Psicológicas:

Es imposible alcanzar la plena perfección, por lo mismo, como Aaron es perfecto por fuera, por dentro es un río de odio, maldad y sangre… Mucha sangre.

Aaron es un joven el cual no vivió la peor infancia, pero si demasiado turbia como para vivirla bien. Como nació en unas épocas muy difíciles para su madre, aquello causó que el niño se formase con los mismos sentimientos que ella cargaba para aquel entonces.

Nació siendo una persona rencorosa y fuerte como una roca, todo aquello gracias a como se sentía su madre después de la separación con el padre de Aaron. Sin embargo, también tenía aquel granito de maldad que había crecido por si solo dentro de el, aquel pedacito de alma color negro que se fue expandiendo hasta crear a un asesino cruel.

Fuera de aquello, también fue siempre muy vanidoso y engreído. Creía y aún cree que todos y cada uno son inferiores a el, excepto por sus familiares, compañeros de bando y claro, Bridget.

Historia:

Nació un 12 de Diciembre en las afueras de París. El pequeño niño fue nombrado “Aaron” en honor a su tío, quien era muy unido a su madre. Originalmente, según su registro como mago, su nombre fue y sigue siendo “Aaron Haughton”. Sin embargo su nombre verdadero es otro. Gracias al remordimiento que su madre había formado en contra de su padre, había decidido remover el apellido Crowley de el registro de su hijo, además de intentar ocultarle por siempre la existencia de León.

El Haughton creció en un hogar compuesto por una madre soltera y seis hermanos. No vivían nada mal económicamente, no obstante el ambiente en aquella mansión en las afueras de París nunca fue bueno. Evarela pasaba por una depresión muy grande, por lo que pasaba la mayoría del tiempo dentro de su habitación, bebiéndose hasta la ultima gota de cada botella de vino que se encontrase a medio tomar.

Gracias a aquel bajón, el muchacho creció sin la atención debida. Como de pequeño creció en un ambiente muy turbio, sufrió muchos transtornos a los cuales nadie le prestaba atención. El niño, ya desde muy chico se había convertido en un sádico bebé, el cual no sabía que aquella manía de arrancarle la cabeza a sus osos de felpa terminaría por convertirse en una manía en la cual le arrancaría las cabezas a personas reales, además de hacerles cosas peores.

Al año dijo sus primeras palabras. Todos quedaron atónitos al escuchar como aquel retoño con facciones tiernas pronunciaba la palabra “sangre” antes de siquiera decir mamá o papá. Fue entonces cuando Evarela comenzó a prestarle más atención al niño, pues aquello le hizo darse cuenta de que el pequeño crecía en un ambiente muy horrible. Sin embargo, no se arrepentía tampoco de que aquellas fueran sus primeras palabras, pues aquello le daba una idea de el hombre sanguinario en el que años después se convertiría Aaron.

Cuando alcanzó la edad de los tres años, su familia comenzó a estabilizarse. Se volvió muy independiente por el hecho de que permanecía solo en su casa la mayoría del tiempo. Su madre debía asistir al trabajo que había conseguido en el banco mágico “magiciens”, como directora, gracias a sus contactos. Y pues, sus hermanos habían partido hace mucho a Hogwarts. No moría de hambre por el simple hecho de que su madre había implantado un hechizo en la casa el cual hacía que la comida llegara hasta el bebé.

A partir de los cuatro años, su única compañía fueron sus mascotas. Ninguna duraba más de una semana, pues todas aparecían muertas. El muchacho ya podía caminar, por lo que se dedicaba a tomar el cuchillo más cercano que su madre dejara tirado a la hora del desayuno y descuartizar a los animales todos los viernes. Eva dejó de comprarlos cuando el jardín comenzó a apestar a muerte, y desde ese punto, la soledad había vuelto.

A los seis años el niño ya era capaz de la mayoría de las cosas, por lo que siempre buscaba una manera de poner trampillas para causar dolor a algún ser vivo, era realmente astuto. Llegó un día en el cual una panda de muggles pasaban por en frente. Ese día se las había ideado para rápidamente hacer que una manta levitara hasta el jardín y se moviese por el cielo. Los adolescentes habían intentado huir del susto, y por la huida, fueron atropellados.

Una noche antes de su cumpleaños numero 7, el muchacho dormía plácidamente mientras su madre y sus hermanos se paseaban por el parque, ya que se acercaba la víspera de Navidad y finalmente había gente por ahí, Evarela había aprovechado para dar un corto paseo con sus hijos, mas Aaron se opuso. Solo esa noche se había opuesto, la noche de su mala suerte, la noche que lo definió como lo que hoy día es y será siempre.

Mientras el chico roncaba sobre su cama, unos cuantos miembros de lo que ahora es llamado la Orden del Fénix se escabullían entre los arbustos del jardín de su hogar. Habían forzado la puerta y despertado al niño quien por instinto de supervivencia se había escondido. Habían subido, le habían encontrado y le estuvieron a punto de matar. Nunca olvidaría aquella luz que tapaba sus caras, aquellas palabras que le llamaban engendro maligno por el simple hecho de ser hijo de una mujer con aspiracones Mortífagas, nunca olvidará el momento en el que se implantó su eterno odio a la Orden.

Pero más importante aún, nunca olvidaría ESE momento en el que su madre salvó su vida. Una sombra había aparecido tras el hombre el cual intentaba matarlo en aquel preciso instante. La esbelta figura de su madre había clavado una daga en la sien del hombre cuyos compañeros huyeron por simple miedo. Desde ese momento no solo odió a la orden, sino que desarrollo una increíble admiración hacía su madre.

Después de aquel ataque decidieron mudarse a Inglaterra de inmediato, por lo que pasaron el día del cumpleaños de Aaron montándose en trenes, thestrals y hasta escobas voladoras, para finalmente llegar al castillo Black, el lugar el cual cambiaría su vida más que cualquier otro.

Con el paso de los años fue perdiendo las ansias de sadismo hacía los animales y comenzó a desear desarrollarlo en contra de personas. Nunca hizo nada, por lo que pensaron que todo había terminado, sin embargo tan solo se tragaba sus ganas y esperaba el momento correcto para desatarlas.

Pasaron los años y se hizo muy amigo de los Black, eran como su familia. Certeramente, ERAN su familia al fin y al cabo. Todos se ganaron su cariño, pero solo una chica de casi su misma edad se ganó su corazón. No podía apartar los ojos de Bridget. Cuando a ella la miraba, todas esas ganas de hacer cosas malas por puro placer desaparecían y eran remplazadas por el deseo de tomarla en brazos y abrazarla para siempre.

Cerca de los nueve años, el Crowley realizaba un paseo por Ottery junto con su elfo domestico, para acostumbrarse al área. En aquel paseo, sufrió el segundo acontecimiento el cual le hizo odiar aun mucho más a aquel grupo de personas con la cara iluminada.

Mientras pasaba frente a la mansión Malfoy, se percató de que dentro de la misma se libraba una ardua batalla.

A los once años el joven marchó a Hogwarts, bastante confiado de que sería un alumno exitoso, pues si algo tenía Aaron era que su ego y su confianza eran enormes. Había pasado el viaje en tren observando el paisaje, por lo que, a diferencia de los demás, de aquel largo viaje no se había ganado ni un conocido.

Al momento de montarse en la canoa y navegar junto al obsoleto guardabosques hacía los terrenos del castillo, estuvo conversando con unos chicos los cuales desde ese momento se volvieron sus compinches en el castillo. Rosalie Ryddleturn y un chico al que llamaban Black, junto con Aaron, fueron un trío inseparable por aquellos siete largos años.

El había seleccionados para la casa de Slytherin, mientras que el sombrero seleccionador decidió que Black y Rose tomarían el camino del bien, colocándolos en Gryffindor; Aunque Aaron fue seleccionado a Slytherin, el sobrero se debatió por varios minutos entre Ravenclaw y la casa de las seprientes, terminando por elegir la segunda. Sin separarse por aquella gran diferencia entre casas, los chicos continuaron su amistad normalmente, sin embargo, Aaron procuraba esconder el hecho de que Black y Rose fueran sus mejor amigos ante los ojos de la familia. Para el, era toda una vergüenza tener unos mejores amigos de Gryfffindor.

Los años en Hogwarts fueron muy locos para aquel trío de chicos. Rosalie y Black habían empezado a salir cuando Aaron se acostaba con cada chica que se le pasaba por en frente, realmente era un caos de muchacho. Sus deseos sádicos y sanguinarios se apagaron un poco durante aquellos años, no demasiado, pues, por algo de vez en cuando los duendes de la cocina del castillo amanecían descuartizados.

Así continuaron sus años en Hogwarts. No hubieron muchos acontecimientos extraños, eran tan pocos que los podía contar: En primer año un chico de sexto se cayó de la escoba y se golpeó en la cabeza con una bludger, al final, al caer al piso, murió En segundo, Myrtle la llorona había gritado con suficiente fuerza para romper la mitad de los vidrios de l castillo, en tercero, pues, en tercero no ocurrió nada, en cuarto año Rosalie y Black comenzaron a salir, y después de eso, todo transcurrió comúnmente. Excepto por un hecho: En las vacaciones de quinto año, Aaron había vuelto a Ottery y se había encontrado con la sorpresa de que el castillo Haughton ya estaba completamente establecido en los terrenos mágicos. Una noche, disfrutando de la comodidad de su hogar, Rose y el partieron hacía la cantina para encontrarse con Black.

Allá todo fue de maravilla hasta que la conversación se concentró en el tema de los padres. El nunca se había puesto a recapacitarlo, pero bien, el no tenía un padre. Dejo que la ira lo llenara por dentro, huyó y fue al encuentro de su madre. Ambos se gritaron barbaridades en la habitación de Evarela, la Mortífaga hasta llegó a lanzarle un Crucio, pero, finalmente, supo que su apellido era Crowley, y que su padre era la cabeza de aquella familia: León Corvinus Crowley. A partir de ese momento, portó su apellido con orgullo.

Los tres a Hogwarts y se graduaron con honores del Colegio de Magia y Hechicería. Crecieron y juntos volvieron a Ottery. Al volver, se distanciaron un poco durante las vacaciones, no obstante, el trío se volvió a reunir al entrar a la Academia.

Estar dentro de aquel ambiente era como ir a un Hogwarts más exclusivo y con personas más maduras. Era un ambiente realmente genial. Se realizaban muchas fiestas. En una de ellas, patrocinada por la Marca Tenebrosa, se reencontró con Bridget después de siglos sin verle. Ahí, esa onda expansiva se volvió a expandir por su ser, y volvió a sentir lo que antes por la Black.

El tiempo pasó y los tres se graduaron de la Academia. Por problemas en duelos, Aaron terminó algo después que sus mejores amigos. Aquello los terminó de separar. Nunca más supo de ellos, si acaso se los topaba, pero no les saludaba. Después de una vida juntos se habían vuelto unos completos desconocidos.

Aaron cautivó a Bridget en un viaje que hicieron a Europa y comenzaron a salir. Y después, después es historia. Entró al bando Mortífago, pues le atraía el concepto de aquel. Actualmente desarrolla su puesto como tempestad.

Y lo más importante para el ahora es ese grupo, y la satisfacción que le da poder tomar venganza en contra de la Orden del Fénix finalmente. Vive con la idea de que algún día no muy lejano caerán a los pies de la Marca.

Pertenencias

Objeto Mágico Legendario:

Objetos Mágicos:

Objeto 1: Varita Mágica

Clasificación: AA

Puntos de Poder: 20

Mascotas y Criaturas

Nombre del Producto: Lechuza (Rue)

Objeto, Criatura o Poción: C

Catalogación: No Mágica

Puntos por Unidad: 10

Cantidad de Unidades: 1

Precio por Unidad: 75

Precio Total: 75

Total de Puntos: 10

Criaturas de la Reserva: --

Elfos:

• 
   
  
• Payton
  
• Peter (Pitt)
  

Licencias, Tasas y Registros

Licencia de Aparición: Obtenida

Licencia de Vuelo de Escoba: No

Registro de XXX:

• 
   
  
• Registro de Payton y Peter
  
• Pasaporte
   
  

Otros Datos

Otros Datos:

Mantiene una relación amorosa con su media hermana (Bridget Wenlock)

Su color preferido es el negro

Cronología de Cargos:

Estudiante de la AMyC (Oct.2011 - Mar.2012)

Aprendiz en la Oficina del Ministro (Ene.2012 – Mar.2012)

Unicornio de Bronce (Mar.2012 – Actualidad)

Miembro de la Marca Tenebrosa (Abr.2012 – Actualidad)

Asesor Legal en la Oficina del Ministro (Mar.2012 – Actualidad)

Mortífago Tempestad (Jun.2012 – Actualidad)

Premios y Reconocimientos: --

Links de Interés Referentes al Personaje

Bóveda de Comprador del MM: 125

Bóveda Personal: Bóveda Nº95319

Bóveda Trastera:

Bóveda de Negocio:

Bóveda de Familia Nº1: Bóveda Haughton

Bóveda de Familia nº2: Bóveda Black

huele a spam o.o

Mei parecía estar inmersa en alguna otra cosa, por lo que no se molestó en insistir un minuto más para que revisara el informe. <Seguro lo mira luego> se dijo, y entonces comenzó a deslizar sus pies fuera del despacho de la Delacour. No estaba dispuesto a esperar siglos ahí. Hizo una mueca amarga y cerró la puerta suavemente tras él.

Comenzó a dar zancadas hasta su despacho justo cuando recordó la interrupción de Roberto en aquel solo unos minutos atrás. Se suponía, según el secretario, que Hugo tenía bastantes planes para él, por lo que desvió completamente su trayectoria y comenzó a caminar hacía el despacho de su tío.

Se preguntó desde hace cuanto tiempo que no se cruzaba con Hugo. Parecía toda una eternidad, algo así cerca de los dos años aunque el supiera que habían sido solo meses. Recordaba muy bien su primer día en la oficina. Estaba perdido cada cinco minutos y todo en su entorno era algo nuevo. Ahora, todas esas cosas nuevas se habían convertido en lo más familiar de todo el Ministerio. Eran como una familia en aquella Oficina.

Entonces llegó al despacho de su tío. Justo a su lado, junto con una ráfaga de viento, apareció su madre. Aaron le plantó un rápido beso en la mejilla sin decirle nada y finalmente dio unos cuantos toques en la puerta de la oficina para finalmente interrumpir sin que le dieran permiso. Al ver a su tío tras su escritorio esbozó una media sonrisa.

No se fijó si había alguien más ahí, pero tenía la impresión de que no se encontraban solos.

apoyo a Dany *-*

no tengo razones, me cae mal y no se que hago aquí! oh si, la verdad es que me obligó, me puso una pistola en la cabeza y amenazó con matar a mi familia de una manera cruel. AAA olvidé seguir el libreto uhm si en que iba? e.e

Let's go Dany (?)

Cerró los ojos. Estaba a punto de tomar una pequeña siesta cuando escuchó como la puerta del despacho se abría. Molesto, abrió los ojos de golpe y fulminó al tal Rolando con la mirada. Se irguió sobre su silla y carraspeó mientras el secretario hablaba nerviosamente. ¿Para que tantos secretarios? Se preguntó ¿No que Samara era la secretaria?

– Si, si, Rolando ya entendí. – le lanzó – Ya lárgate. Ah, y solo para que sepas, la próxima vez que no toques para entrar, habrán consecuencias.

Echando al secretario de su despacho, Aaron se puso manos a la obra. Le costaba algo recordar las entrevistas, pues habían sido más de una… ¿O solo una?. De inmediato las dudas lo invadieron, sin embargo, finalmente se decidió por adjuntar el informe que le había presentado a Hugo sobre la entrevista con Bridget al que estaba por hacer de Cissy.

Cuando terminó de agregar y modificar ciertas cosas, le dio un pequeño vistazó a su trabajo final.

Se levantó de su asiento y irrumpió fuera del despacho. Caminando a zancadas, tocó unas tres veces la puerta del despacho de Mei y prosiguió a entrar.

Le ofreció una amplia sonrisa en forma de saludo y dijo – Traigo el informe – Depositó aquel pergamino sobre el escritorio de la muchacha y esperó a que lo revisara.

- ¡Cressidia, Cressidia! – musitaba una señora vestida con unos extraños ropajes – ¿has ido a visitar la Oficina del Ministro? –

Aquella ultima oración hizo que Aaron volteara la cabeza hacía aquellas mujeres que charlaban ruidosa y chillonamente frente a todo el Ministerio. La quien parecía ser Cressidia negó con la cabeza algo extrañada y se encogió de hombros. Entonces, la primera bruja volvió a hablar en un chillido.

– Se ve muy bonita – dijo asintiendo – La han remodelado –

Aaron enarcó una ceja al escuchar aquello ¿A caso uno no se podía tomar unos cuantos días libres sin que le remodelaran todo el departamento?. Seguro había escuchado a su madre y a su tío Hugo comentarlo, pero no esperaba que fuese tan pronto. De repente una emoción por ver como había quedado todo lo inundó por dentro.

Apretó el paso dejando a las viejas chillonas por detrás, llegando a la larga y abarrotada fila para entrar a los ascensores. Estuvo ahí por unos quince minutos como de costumbre. Al entrar, un olor a cebolla podrida lo incomodó muchísimo, y más cuando aquel olor provenía de un emparedado que cargaba un tipo de aquellos que se encargaban de limpiar. El Black le clavó una mirada asesina y cuanto antes pudo, se bajó del ascensor.

Mientras caminaba hacía el Gabinete, revivía aquel momento de tan solo unos minutos atrás mientras caminaba hacía el trabajo. Había pasado frente a un local al cual parecía no importarle con la existencia de las demás personas que vivían alrededor, pues de aquel pequeño bar salía una estruendosa música a todo volumen la cual, estaba seguro, se podía escuchar hasta el London Bridge.

Sin embargo aquella música se había quedado pegada a el todo el día y no la podía sacar de la cabeza. De algún u otro modo le recordaba muchísimo a Bridget cada vez que la escuchaba. Apartó aquellos pensamientos cursis cuando llegó a la Oficina. Se detuvo en seco y abrió sus ojos como platos.

El estilo de todo le encantaba, era como combinar lo medieval con lo “chick” y formar el estilo perfecto. Avanzo por aquella pequeña recepción y le dirigió una mirada inexpresiva a la tipa aquella… ¿Cuál era su nombre?... ¿Samara?.

Y adentrándose más y más, rebuscando entre aquel lugar que ahora era totalmente nuevo para el se encontró con su acogedora oficina.

Era perfectamente circular. Las paredes estaban cubiertas con una pintura chocolate claro, color el cual realmente le gustaba mucho, pero además de eso, se encontraban desnudas. Ni un solo cuadro clavado en estas. Justo en el medio de la habitación había un escritorio confeccionado con madera de roble. Frente a aquella estructura habían dos sillitas color crema para invitados, y tras el escritorio descansaba una gran silla con un cómodo respaldar de cuero.

Aaron se derrumbó en su asiento y se puso manos a la obra. Complacido con aquel nuevo look.

me castigan, vengo y ya me quieren remplazar T-T

yo sabía que aquí no me querían pediré me baja de la marca (?) okno o.ó en fin *-* ya vine a salvar el día (?). Recién leo la idea de Moni y me parece muy interesante, así que veo como le hago para incentivarles con esa actividad que recién sugerís Moni, o no se, si se me ocurre otra idea también podría ser xD yo me las ingenio y cuanto antes pueda abro topic xD.

ahora sí, paso acá también a ofrecerles mis sinceras disculpas por desaparecer u.u aunque postee en ausencias ññ que me habían castigado y ahí si no podía hacer nada, le pusieron un control horrible a la pc, un programa que les avisaba al cel a mis padres cuando me conectaba y nada, la tenían como encerradita en una caja de cristal los malditos. pero ya ya volví *-* ahora sí me pongo manos a la obra que debo muchisisisimas cosas no solo aquí sino en todo el foro.

Había pasado los juegos enteros practicando camuflaje, pues estaba completamente seguro de que entre tanto árbol, sus habilidades pintoras le ayudarían a ser tan discreto como un camaleón.

Había pasado seis días sin dormir para poder repasar cada recapitulación de los mejores momentos de todas las entregas de aquellos juegos. Se habia preparado tanto física como psicológica e intelectualmente, sin embargo había pasado por alto algo demasiado importante: alimentarse.

El hecho de hacerse el invisible se habia vuelto prioridad sobre todo lo demas hasta que aquel rugido, gorgoteo o lo que fuese que su estomago habia emitido lo habia devuelto a la realidad.

Estuvo buscando aquella maleta color naranja fosforecente por al rededor de 15 minutos hasta que recordó que la misma descansaba en su espalda. Maldijo y simplemente se dejó caer.

Tan solo mordió un poco su alimento y tomó unas cuantas gotas. Las cosas debian durar.

Coso

Rol

Rol: Here

Post con Objeto: Agua

El tributo apareció en la arena sudoroso y con un pequeño frasco entre los dedos. Había hurtado un zumo de Mandragona. La primera prueba no se hacía tan difícil después de todo. Se los mostró a los demás con un aire sonriente y se rió de los que aun no conseguían ni una miserable miga de pan.

Objeto:

Zumo de mandragona

Aaron se encontraba aún exaltado gracias a los efectos de aquella sangre. Era obvio que no era sangre de vampiro, pues si asi fuese Aaron se hubiese convertido en lo mismo, pero entonces ¿De que criatura era?. Todo aquello le dejó de importar justo cuando los efectos secundarios se pasaron rápidamente, como si el viento se los hubiese llevado. Algo extraño ocurría dentro de su cuerpo, algo muy extraño.

El Haughton lanzó un bufido y comenzó a recorrer aquella carroza, dejando caer la fresa al suelo. Se inmutó entonces de la presencia de Mel, familiar suya, y no dudó en precipitarse hacía ella con los brazos bastante abiertos. Tenía entendido que Mel tenía hábitos algo extraños y que algunos decían que estaba loca, no obstante era una gran persona. Tomó a la Black entre brazos y le dio un corto pero afectuoso abrazo.

– Hola Mel – sonrió – Es genial que estés aquí. Quiero que sepas que aprecio mucho tu apoyo, de verdad lo hago.

Caminó entonces hacía su madre y le pasó un brazo por detrás de los hombros. Justo en ese momento unas pantallas enormes se encendieron a las esquinas de las torres más altas de aquel castillo en el cual había estudiado. Aquellas cosas mostraban un resumen de lo que el desfile había sido.

Observó como muchas de las carrozas sobrepasaban los limites de la creatividad, y como otras simplemente traían patéticas guirnaldas poco llamativas. Aquellas, claro, eran las de las familias pobres. Entonces llegó el momento. Se podía observar como la carroza de Aaron y Goshi se paseaba por aquel estadio. Se escuchaban los vitores.

Poco después anunciaron a los ganadores del desfile, los más vitoreados y los cuales lo habían hecho mejor. Estuvo contento de saber que todos los ganadores eran amigos o conocidos, la mayoría (si no eran todos) Mortífagos, y entre ellos, él. Esbozó una amplia sonrisa la cual se transformó en una carcajada rápidamente.

– ¡vean, vean! – gritó a Goshi y Mel – ¡Hemos quedado de terceros entre los más vitoreados!

Aquella ilusión se desvaneció cuando recordó que muy posiblemente aquel sería el ultimo día de su vida. El sudor comenzó a recorrer su frente y sintió un escalofriante frío expandirse en su estómago. Nervios, ansias y miedo. Todo aquello mezclado dentro del tributo.

Esperaba poder sobrevivir bien con aquellas cosas, que su madre adoptiva había comprado y lo más importante y peligroso: Sin varita.

Un saco de dormir, agua (2), comida (1), una mochila y un cuchillo serían los cuales muy posiblemente lo llevaran a la gloria.

Aquella peculiar tienda parecía brillar tan fuertemente que Aaron tardó bastante en acostumbrarse. Había ido corriendo hasta allá desde el desfile de tributos, pues en medio de todo aquel trajín había recordado algunas cosas las cuales serían indispensables también, y para ahorrarle la molestia a su mentora, decidió salir el.

Se acercó a tres estantes diferentes y no encontró nada, hasta que visualizó aquellas cosas indispensables en el fondo del almacén. Un poco de agua, una mochila y una linterna parecían llamarle mientras susurraban “compranos”. Fue algo realmente extraño, no obstante no le prestó atención al detalle y avanzó hacía aquellos objetos.

Los tomó a los tres entre manos, abrazándolos contra su torso para que no se cayeran. Dejó a la mochila en el estante, también al agua y giró aquella linterna entre sus dedos. No había aclarado con su mentora comprar aquello, sin embargo parecía demasiado vital como para dejarlo pasar. Dudó unos momentos más hasta que decidió dejarla. Si la necesitara en algún momento, se la mandarían a la arena.

Llevo la mochila y el agua al mostrador. Simplemente empujó aquellas cosas hacía el vendedor y espero que las cobrase para lanzarle los galeones, tomar sus cosas y largarse.

Nick con Enlace a tu inventario: Aaron C. Haughton

Elemento a comprar o vender: Mochila

Cantidad: 1

Monedas de Oro totales: 200

Nick con Enlace a tu inventario: Aaron C. Haughton

Elemento a comprar o vender: Agua

Cantidad: 1

Monedas de Oro totales: 200

Monedas de Oro totales por la compra: 400

Imagen representativa: 1,2,3

Nick Tributo | Nick Mentor: Aaron C. Haughton / GoshI

Edad Tributo | Edad Mentor: 17 / 24

Lugar de nacimiento de ambos: Panamá (T) / Argentina (M)

Motivo por el que participan: porque ya es momento de un baño de gloria

Relación entre ambos fuera de LJDH o causa que los llevó a estar relacionados como tributo-mentor: pues fuera de los juegos nuestros personajes son madre e hijo adoptivos. Fuera del foro somos muy buenos amigos. La razón por la cual pedí que GoshI fuera mi mentora es porque realmente la admiro *O*

Breve reseña de la temática del grupo de apoyo y motivo de la misma: Winter is Coming es nuestro lema y si, sabemos que es a penas verano nuestro slogan o aquella frase con la que siempre noss paseamos es que de rojo sangre teñiremos la nieve. Es una mezcla muy fría y divertida de Blanca Nieves con lo vampirico xD

¿Algo que añadir? Aquí van los piropos: I MY MENTORA.

creo que es todo, Myrtle la preguntona

Ambos Tributo y mentora, madre e hijo yacían sentados sobre aquel carruaje que poco a poco se derretía. Las gotas se deslizaban por doquier, corriendo así el maquillaje que Aaron traía sobre los ojos. De cualquier manera no era mucho, pues la sangre había hecho la mayoría del trabajo, sin embargo, después de unos minutos bajo aquella lluvia de copos derretidos, el joven tenía aspecto de colegiala a la cual la habían plantado para el baile de graduación.

Limpió un poco el maquillaje sin ponerse de pie. Aquella lluvia era refrescante y posiblemente sería muy útil, pues todo era posible en aquella arena. Aun recordaba como en uno de los tres primeros juegos la arena se encontraba bajo el mar. Aquellos que no habían encontrado el casco burbuja habían muerto ahogados. Había sido todo un espectáculo el cual le logró agradar mucho. Si algo le fascinaba era saborear el sufrimiento ajeno.

Cuando su piel comenzó a tornarse bronceada nuevamente, Goshi se acercó a el con una mirada muy maternal y una sonrisa en la cara. Aaron se la devolvió antes de que ella pudiera decir cualquier cosa. Al observar a la Black y al mismo tiempo a su madre unos carruajes más lejos, se dio cuenta de que era realmente bendecido por tener dos madres tan maravillosas. Entonces la Mago Oscuro abrió la boca, interrumpiendo sus pensamientos con palabras las cuales valía la pena escuchar.

– Pues me es grato escuchar tus palabras, madre – susurró – Es el destino, es el destino de todos, de la marea. La cosa es que, yo siempre iré en contra de ella, por lo que el destino de los hombres es algo muy ajeno a mí. Lo que yo busco va más allá del fuego. La gloría será mía, madre.

Entonces su madre comenzó a caminar de un lado a otro justo frente a el mientras seguía hablando. Tan solo palabras sabias. Consejos los cuales le servirían a la hora de participar de los juegos.

– Lo sé. Yo mismo me encargaré de que lloren lagrimas congeladas – respondió – No me importa que época del año sea. Los haré tragarse su propia sangre mezclada con nieve. No pienso tener compasión.

Momentos después de una gran carcajada Goshi terminó su discurso. Justo al finalizar, de las ramas caídas del árbol sin hojas que formaba parte de la escenografía de aquel carruaje, nació una fruta. Realmente no se esperaba aquello. Esperaba una manzana, como Vit había dicho, en aquel cuento la princesa moría a causa de una manzana envenenada.

En aquel caso, admiraba a una fresa brillante.

– Parece segura – dijo tomándola – En el cuento en el que nos basamos, la princesa muere por el mordisco a una manzana.

Titubeó – ¿Qué haría una fresa con un príncipe? –

Al instante le ofreció un mordisco sin inmutarse si trataban o no de impedírselo. De repente sintió un sabor amargo y por un minuto creyó que Vit lo había traicionado, hasta que se encontró con que aquello solo había devuelto los efectos secundarios a el.

Su torso mucho mejor formado, sus brazos con músculos sobresalientes, sus piernas prácticamente esculpidas y una piel similar a la nieve. ¿De que se trataba todo aquello?.

Aaaaaw y yo que creí que el único que me apoyaría sería Andyzuelo *-*

gracias chicas, la verdad es todo un honor tenerlas entre mi grupo de apoyo. Menos a Claudia, que cae mal y huele feo okno xDDD en serio gracias *-*A ambas, no las defraudaremos, ganaremos. O mejor dicho, nadie aquí quedará defraudado, ninguno por el otro, somos un equipo *O*

gracias gracias GRACIAS *--------*

JAJA DE LA NADA ROGER FEDERER :')

Hola mamá *-*

waka waka eh eh(8)

this is life *-*

grrr