Aaron C. Haughton

Estaba a punto de largarse de aquel vasto terreno cuando escuchó el sonido de pisadas. Pensó que era su imaginación cuando las volvió a escuchar. Habían llegado los atacantes. Se volteó sorprendido por la rapidez de aquellos, sin embargo no dudó en alzar la varita hacia la mujer que primero había llegado. Agatha Gryffindor, la primera desafiante.

– Fuego Maldito – dijo sin vacilación. Una chita bravía apareció de la nada, con cada extremidad compuesta por flameantes lenguas de fuego inapagable. El furioso animal salió corriendo hacía la muchacha la cual aún no actuaba.

–Séneca – murmuró apuntando a quien distinguía como Radamanatys. Ya no estaba tan solo, ni tampoco tan aburrido.

Su figura apareció en un amplio campo prácticamente vacío. Esa noche se había vestido de la manera más simple posible, necesitaba sus extremidades libres para la hora de defender y atacar. Parecía estar solo, y no había nada que indicara indicio de protección alrededor de las tres serpientes que se alzaban hacía el cielo, por aquello supo que ni su madre ni Alyssa ni tampoco Antara se habían presentado hasta el momento, y le habían dejado la noche a el.

Sintió como el miedo y la inseguridad de no poder hacerlo bien crecía dentro de el, pues de el Mortífafgo dependía como iniciaría toda la cosa referente al equipo amarillo. Esperó unos cuantos minutos a ver si alguna de las Mortífafgas aparecía en aquellos terrenos llanos, Sin embargo nuevamente se tuvo que acostumbrar a la idea de que por el momento se encontraba solo y debía hacer todo lo posible para defender el color que representaba su equipo.

Desvió la mirada hacía su muñeca, en esta descansaba una pulsera que citaba “equipo amarillo”. Sonrió y finalmente decidió ponerse manos a la obra.

La cabeza le dolía salvajemente. El Crowley despertó de su siesta lanzando un gritito ahogado. Había tenido un sueño horroroso, o más bien una pesadilla. En aquella, la escena con Sybilla de hace unas horas se repetía, simplemente no terminaba igual . Recordó como en su sueño en el cual todo parecía más brillante, se volvía a cortar con aquel condenado pedazo de papel, y la sangre comenzaba a derramársele por el dedo. Esa vez parecía que la cantidad se hubiese multiplicado, era imposible de esconder aquel río rojo, y al observar la mirada hambrienta de la Macnair no pudo ocultar el temor emanante de sus ojos.

Trató de chupar la sangre y esconder el dedo en algún bolsillo del pantalón, sin embargo, cuando menos lo pensó, la muchacha ya se encontraba encima de el, con la boca bien abierta, mostrando sus filosos y perfectos dientes a la cual bien podría ser su primera presa del día. Fue ese el momento en el cual despertó. Sentía como si le acabasen de lanzar quinientos Crucio. Cada músculo del cuerpo le dolía, y aunque pareciera impresionante, hasta el hecho de mover los tendones le causaba dolor.

No entendía lo que le ocurría, sinceramente lo único que sabía era que repentinamente todo estaba gris y que debería comenzar con el informe cuanto antes. Junto todas sus fuerzas y trató de no chillar cuando extendió la mano para tomar el pergamino. Entonces se dio cuenta que ya lo tenía en sus manos. Esbozó una gran sonrisa y sintió como el alivio recorría sus cansados dedos.

Bajó el papel y lo introdujo en su bolsillo para luego levantarse y comenzar a dar fuertes zancadas hasta el despacho de Hugo. Le bastó con ofrecerdos toques en la puerta y esperar alguna orden de entrar. < Ahora que lo pienso, tengo bastante tiempo sin ver a mi tío >

Aaron C. Haughton.-

Notó como un leve tono rojizo marcaba tenuemente las mejillas de la Ryddleturn por un segundo. Fue tan rápido aquello que bien podría ser la imaginación de Aaron, sin embargo, el castaño estaba seguro de que había sido real. Se había quedado observando el rostro de Sybilla después de esa extraña reacción. Supo en unos pocos segundos que la mujer era nada más ni nada menos que una vampiresa . Mientras ella articulaba las palabras, el solo podía formar un perfecto circulo con la boca. Trató de no mostrar sorpresa, por lo que bajó la mirada de inmediato, y si tenía suerte la Macnair bien podría pensar que era todo producto de su imaginación.

– ¿Disculpe, que? – preguntó cuando ella terminó su respuesta, sin embargo, como si su cerebro le hubiese obligado a decir aquello contra su voluntad, al instante toda la información que ella había brindado se acumuló en su mente – ya nada, disculpe.

Comenzaba a doblar el pergamino al terminar de redactar tanto preguntas como respuestas. Sus dedos recorrían suavemente los bordes del pergamino cuando sintió una punzada de dolor invadirle la mano derecha. Hizo una mueca y se tomó la muñeca para examinar a fondo lo que había ocurrido. <<mi**.da mi**.da mi**.da>> artículo dentro de sus pensamientos. Efectivamente, había recibido un corte de papel, y la sangre emanaba de a poquitos de su dedo meñique.

Como si nada hubiese pasado, deslizó el dedo por su pantalón, quitándole cualquier rastro de sangre. Alzó la mirada, contuvo el dolor y nuevamente se dirigió a la mujer. Esta vez, sonriendo falsamente le dijo:

– Señorita Macnair. Ha sido realmente un gusto desarrollar esta entrevista junto a usted – no supo porque, pero al terminar de pronunciar aquello, la imagen de Neos apareció en su cabeza – Pero me temo que hemos concluido. Con mucho gusto la acompañaría hasta la salida si así usted lo desea, espero poder vernos pronto.

Dejó las palabras en el aire, esperando sobre todo que la vampiresa no hubiese notado aquel corte.

Después de la entrevista con Cissy.

El joven se hundió en su silla de cuero con agotamiento. Las entrevistas, aunque tan solo durasen minutos resultaban ciertamente agotadoras y largas, y, aunque después de ella uno se llevase el gusto de conocer a una gran persona, lo dejaba a uno con ganas de largarse a dormir a su morada al instante. Sin embargo, el más que nadie sabía que sería incorrecto dejar las cosas a medias y simplemente echarse una fiesta, aunque fuese en la silla de su despacho, era erróneo.

Observó con desilusión el pedazo de pergamino manchado con sangre. Sabía que no podía entregar un informe en esas condiciones, por lo que estaba muy claro que debía transcribir todo a una hoja limpia y bien presentada. Con una mirada de desdén, tomó un pergamino limpio y pulcro de manera brusca. Lanzó un bostezo al aire y comenzó a hacer lo único que ahí hacía. Escribir.

Mientras redactaba, tuvo que reconocer que agradecía ser izquierdo. Sobre todo porque hubiese sido demasiado difícil redactar algo así con el dedo lastimado.

Tuvo muchos errores mientras escribía, por lo que, como poco había terminado utilizando más de veinte pergaminos, lanzándolos a través de la habitación. Finalmente, en el pergamino numero veinte decidió que no necesitaba estar perfecto, así estaba más que bien.

Se levantó y se dispuso a llevarle todo aquello a su jefe, pero antes de que hiciera cualquier cosa, lo soltó todo y se desparramó sobre su asiento a tomar una pequeña siesta.

- Bien.. – dijo en un susurro mientras su mano se movía tan rápido como la pluma sobre el papel unos minutos atrás. No podía creer que tuviera la capacidad de moverse como una vuelapluma, y que el sonido que produjera fuera exactamente el mismo. Intentó taparse los oídos, sin embargo era imposible hacer lo mismo mientras escribía, y, de cualquier manera no era que el quisiera escribir de esa manera, sino que la boca de Cissy se movía con tal rápidez que era prácticamente imposible entenderle, y aún así, parecía que a el no se le escapaba una palabra.

Levantó su brazo izquierdo y lo frotó con suavidad con la palma del derecho. Había quedado algo acalambrado al terminar de mover la mano de cierta manera, sin embargo, el dolor pasó rápido y pudo continuar con la entrevista. Miró nuevamente a Sybilla a los ojos, más esta vez le mantuvo la mirada. Parecía que ambos sentían lo mismo, como que de esa entrevista tal vez podría brotar una amistad, y de que, era posible que el la invitase a un café para conversar, otro día quizás. En ese momento, lo que importaba era la entrevista.

– Genial, señorita, prosigamos – hizo lo rutinario con el pergamino, y seguidamente abrió la boca. Se sobresaltó al ver que era la ultima pregunta, más continuó – ¿Qué propuesta puede ofrecer para que este departamento vuelva a ser activo? –

Esbozó una amplia sonrisa y se limitó a asentir cuando Cissy volvió al tema del apellido. La entrevista, por lo menos para el, se volvía cada vez menos aburrida, pues sentía como si se comenzara a hacer amigo de la Macnair, a quien, al igual que el, se le notaba el cansancio en los ojos. Hizo una pequeña mueca mientras permanecía atento a la respuesta de la muchacha. Decidió que estaría algo más comodo con algo que le despertase, por lo que esperó a que la señorita terminase, para levantar cuatro dedos en alto, indicando “un segundo, por favor”.

Chasqueó sus dedos y dijo hablándole a la nada – Roberto, un batido de banana. Ya –. Volvió a chasquear sus hábiles dedos para cerrar la conversación y prosiguió a disculparse con la pelinegra justo antrs de que el torpe asistente tocara a la puerta.

– pase – musitó Aaron, y seguidamente ¿Ronaldo? Entró a la habitación, dejó el apetitoso batido sobre el escritorio.

– Ahora sí – murmuró el Crowley en un sonido casi inaudible. Dio un corto sorbo a su nueva bebida y entonces clavó los ojos en el pergamino con las preguntas – ¿Cómo es su relación con su superior? – realizó una pequeña pausa para remojar sus labios y darle otro corto sorbo al batido – ¿Cree que está capacitado para el puesto?.

Dejó la pregunta en el aire, esperando la respuesta.

El fornido muchacho se hundió en un vasto silencio. Cada cuanto rato giraba su cabeza hacía el orificio que servía como entrada, más lo único que ahí ingresaba era el frío aire londinense, el cual resoplaba tan fuerte que llegó a secarle los carnosos labios en cuestión de segundos. Entonces algo rompió el silencio. No eran pasos, sino tacones que repiqueteaban bajo los pies de quien fuera que fuese que se disponía a asistir a la tutoría.

Sonrió al observar como Diana cruzaba el umbral y proseguía a presentarse. Le ofreció un guiño cuando esta dejó que el resoplido del aire tomara la palabra. El silencio volvió. La figura encapuchada parecía estar también bastante ansiosa y molesta. Los rizos blondos que sobresalían de la capucha se movían ondeantes cada vez que esta volteaba la cabeza, esperando encontrarse con algún nuevo pupilo.

El Haughton levantó la mirada al cielo y entrelazó sus dedos con sus castaños cabellos. Realizó una mueca de disgusto al ver que quien parecía ser Afrodita no comenzaba la clase, pues parecía que aparte de los medios hermanos nadie más se presentaría. Otro repiqueteo de tacones le cayó los pensamientos con el basto y sordo sonido de aquellos zapatos. La directora del profeta prosiguió a entrar a la habitación, sin embargo, al igual que el atezado Mortífago, le bastó con un simple saludo general.

Fue entonces cuando la Malfoy comenzó su presentación ante los alumnos, sin embargo Aaron ya conocía todo aquello. Sus ojos estaban fijos en el enorme reloj de arena, intentando descubrir la historia oculta dentro de el, más para ello no tuvo que volver a observar cuidadosamente lo que parecía un enorme giratiempo, pues su tutora prosiguió a explicarles la historia de lo que afirmativamente era un enorme giratiempo.

Cada palabra que salía de los labios carmesí de la muchacha le parecía emocionante. Podía que el fuese el único en comprender que aquellos pupilos se encontraban frente a una enorme invención de la Marca Tenebrosa. Otra razón por la cual estar orgulloso de formar parte de tan selecto grupo. Entonces, esta mencionó que con el podrían viajar en el tiempo. Quiso apresurarse hacía el reloj y salir disparado hacía ese momento que tanto le perturbaba y le disgustaba, más esperó indicaciones.

Para su suerte, estas no tardaron en llegar. Afrodita les retó a dar un paso adelante, más para el eso era más un favor que un reto. Estaba dispuesto a volverlo a vivir, a volverlo a ver y luego, de una vez borrarlo todo. No haría nada, tal vez reanalizando la situación encontrarías alguna parte buena en todo ello.

Dio un paso adelante cuando por fin se sintió seguro de lo que haría. Se acercó a la línea del tiempo como la blonda había indicado y el reloj comenzó a girar.. Girar con lentitud. Fue como si de repente alguien le subiese el volumen a la vida al 100% y la pusiera en cámara lenta. Los granos de arena corrieron por el vidrio, peleándose por ser el primero en caer, simulando el sonido de las olas en el mar.

Parpadeó un poco, y hasta sus pestañas tocándose parecieron ser un sonido estruendoso dentro de su cabeza. Fue ese el momento en el que un solo grano logró escaparse de entre los demás, y rodando sobre la nada se precipitó contra el vidrio inferior. En ese preciso instante, se sintió inseguro de todo lo que estaba por hacer. Abrió la boca en un perfecto circulo al igual que sus ojos, sin embargo ningún sonido llegó a salir de esta. Estaba volviendo al pasado.

El robusto muchacho avanzaba bajo la lluvia con furia. Ambos sus puños rodearon un barrote diferente de los cuales componían la verja del castillo, y moviéndose con agilidad formaron un hueco en toda la entrada. No podía contener todo por tanto tiempo, su madre tendría que haber sabido que el chico explotaría en algún instante.

Murmuró maldiciones bajo la lluvia, y fijó su vista en el portón principal de tal manera que no se dio cuenta que una figura idéntica a el lo seguía, sometiéndose a las desgarradoras gotas de agua que puyaban como agujas . Sorprendente mente, los muchachos eran tan idénticos tanto por dentro como por fuera en ese preciso instante. Ambos sentían tristeza, dolor y furia por dentro, pero más que todo el del pasado, pues el del futuro ya había logrado superar algo de ello, más el recuerdo de ese día lo atormentaba cada tanto que intercambiaba miradas con su madre.

Ya ambos habían entrado al Castillo. Uno con una furia estruendosa y el otro con una calma susurrante. Ambos ascendieron por la escalera, y el castaño del futuro se sorprendía aún más a cada paso que daba, pues no podía creer que no distinguía la escena entre un recuerdo o un verdadero efecto del giratiempo que hace unos segundos se encontraba frente a el.

Alzó sus ojos cobrizos hasta enfocar bien al Haughton, quien se había alejado un tanto. Procuró andar con más rapidez y así llegó tras si mismo en menos de cuestión de segundos. Escuchó como el mismo daba un portazo mientras ingresaba al cuarto de su madre, envuelto en una nube de furia y dolor. Apretó fuertemente los puños mientras se escondía tras la puerta y escuchaba el intercambio de gritos que hace tanto había ocurrido.

<<“¿en que estabas pensando? i******”>> se dijo a si mismo dentro de sus pensamientos. Luego que el mismo del pasado se calló, su madre prosiguió a responder, a realizar ese acto que lo cambiaría todo para siempre. No pudo evitar asomar un ojo sobre la puerta, arriesgándose a cambiar su pasado y que le descubrieran. Así fue como logró ver la expresión de sus facciones cuando su madre le lanzaba aquel viejo Crucio. Lo peor estaba por venir.

Cuando la sangre comenzó a borbotar de la lengua del muchacho, pareció que el corazón de la bruja se ablandó un poco. Y finalmente, esta soltó las palabras. Las palabras que había escondido dentro de su boca toda su vida, y las palabras que darían un giro a la vida de Aaron. Bueno, malo, ¿quién sabría?.

El Crowley citó las palabras al mismo son en el que hablaba Evarela. Recordaba hasta lea expresión de la cara de la bruja en aquel momento.

“León. León Corvinus Crowley,. El es tu padre. Ya, eso es todo lo que necesitas saber. Por el formaste esta algarabía, ahora vete. Hablaremos luego”.

No se dio cuenta cuando las lagrimas comenzaron a brotar, sin embargo ya no tenía tiempo de secarlas. Todo se había esfumado, y con la misma rapidez que había desaparecido de la torre del tiempo, volvió a aparecer en ella. Trató de secarse las lagrimas, pero se llevó una sorpresa a encontrarse con su seca y morena piel, ningún rastro acuoso.

– Para los que no le quedó claro – comenzó a decir, con la mirada aún fija en el giratiempo – Lo que cambió mi vida fue el hecho de que mi madre llegara al punto de lanzarme un Crucio. No afectó ni un poco mi gusto o disgusto con alguno de los bandos, sino mir relación con ella… no quisiera seguir.

Dio un paso atrás y dejó que la próxima valiente reviviera su momento.

OFF:

tochote que me salió ò.o

EDITO:

rol posterior a mis correcciones

Aaron C. Haughton.-

Por enésima vez, sus suaves manos rodearon la taza de café de la cual había estado tomando durante su viaje en tren. Acercó la pequeña taza a sus labios resecos, y al instante comenzó a verter el hirviente liquido oscuro en su boca. Permaneció unos minutos sorbiendo aquel tranquilizante liquido, dejándose abosrver por el aroma. Finalmente bajó aquella taza, se reacomodó en su asiento y abrió la ventana del compartimiento. Al instante una ráfaga de viento entró con furia en el vagón. El Crowley se apresuró a sostener su taza y el plato con sus tostadas encima (las cuales no había tocado en toda la velada) pues estuvieron a punto de salir volando, gracias a la fuerza con la que el viento había irrumpido al remover la ventana. Cuando este se calmó, soltó el plato y la taza, y fue directo a tomar uno de los panes con mantequilla que descansaban sobre la vajilla de vidrio, y no dudó en darle un salvaje mordisco para saciar la poca hambre que cargaba.

– Vawa – dijo para sí mismo, con la boca aún llena de pan – E.. – comenzó, más dio un trago antes de continuar hablando solo – Estos mugres squibs saben cocinar. Parece que para algo sirven.

Cuando terminó de devorar los panecillos y en la taza de café no quedaba más que un rastro del oscuro liquido, el Mortífago base se apoyó sobre la ventana y comenzó a observar el paisaje, mientras el aún salvaje viento hacía que sus cabellos castaños se alborotaran. Sus perfectos dientes se apretaron contra sus labios mientras intentaba apreciar la belleza del exterior, sin embargo solo conseguía distinguir los diferentes matices de verde en los árboles, ya que el tren avanzaba velozmente. Rebuscó entre los bolsillos de su túnica sin realmente tener la necesidad de mirar, intentando localizar su varita mágica con el basto uso del tacto. Sin embargo, en vez de encontrar la puntiaguda figura tallada con nogal negro, se llevó un corte de papel.

Rápidamente extrajo su mano del bolsillo. Examinó con cuidado lo que se refería a la cortada que se acababa de realizar. El liquido carmesí comenzó a brotar de su dedo índice con tanta rapidez, que no había llegado a pasar un solo minuto cuando el Base tenía el dedo completamente lleno de sangre. Nuevamente le brindó una corta examinación, y a seguir, como si fuera la cosa más normal, el mago introdujo su dedo dentro de su boca. Le pasó algunos cuantos lametones al dedo ensangrentado y prosiguió a sacarlo de su boca y limpiarse con su túnica. No necesitaba ser Vampiro para disfrutar de la sangre. Y muy peculiarmente, le encantaba su sabor tanto como le gustaba verla regada en el suelo.

De repente sintió una curiosidad embriagadora por saber que era ese pedazo de pergamino que le había causado tal escena, más algo lo interrumpió. Un pálido sobre apareció mágicamente bajo la puerta del gran compartimiento perteneciente a Aaron, y el mismo comenzó a moverse hasta el joven hasta llegar a las manos del arrogante mago, quien frunció el entrecejo al ver el peculiar sello Malfoy sobre el sobre. Abrió suavemente el sobre, intentando no arruinar el precioso sello escarlata, hasta que finalmente extrajo dentro de este un pedazo de pergamino con tinta sorprendentemente húmeda. Comenzó la lectura de la carta mientras por puro instinto tomaba la taza de porcelana entre sus dedos libres.

Al terminar de leer, el muchacho apretó con tanta fuerza las manos que la taza de porcelana se hizo añicos. Pedazos del mismo material volaron a través de la habitación, destruyendo varias cosas a su paso, más ninguno de ellos llegó a tocar la esculpida figura de Aaron. Estuvo a punto de guardar el pergamino en su bolsillo, junto al cual le había proporcionado el corte, más antes de ello acercó el pedazo de papel a sus narices. Sus castaños ojos se abrieron de golpe. El pergamino poseía el peculiar olor a incienso del tren. Eso más la tinta húmeda solo podía significar una cosa. Y de pronto todo hizo click .

Sonrió algo apenado al ver como Cissy le corregÍa al llamarle Malfoy. Sus mejillas se tornaron rosadas, pues esperaba que la Macnair no se hubiese enojado por aquel comentario. Por lo menos a el no le gustaría que le cambiasen el apellido. Entonces, la muchacha prosiguió a responder la pregunta mientras el asentía y escribía, casi tan rápido como la vuelapluma y sin ese molesto y ostentoso sonido que dañaba al oído.

– Bien, así que cero inactiviadad. Perfecto señorita, y disculpe usted por aquello de llamarla Malfoy – Soltó el pergamino en el que estaba citando cada palabra que salía por la boca de Sybilla.

Alzó una mano levemente y se tapó la boca con otra mientras lanzaba un bostezo. Se frotó los ojos rosados del cansancio y tomó el pergamino con las preguntas entre manos. Y así, ya acostumbrado a la rutina, comenzó a citar cada palabra que en este veía. Estaba apunto de comenzar a hablar cuando se detuvo en seco. Según la respuesta de Cissy, la pregunta siguiente no tenía sentido.

– bueno…eh.. por si alguna vez ha estado inactivo ¿alguna vez fue inactivo por largos periodos? – tuvo que modificar algo la pregunta para no parecer tan insistente en el tema de la inactividad. No quería enojar a la entrevistada.

Sus manos se movían nerviosamente sobre el escritorio. El sonido de la pluma rasgando el papel, el cual en algún momento fue placentero se volvió ostentoso. No era solo el sonido de la rápida pluma contra el papel, sino que era su primera entrevista completamente suya y con una chica a la cual veía por primera vez. Claro, había entrevistado a Bridget, pero ella no contaba, pues era y seguía siendo su pareja, además de que no le correspondía entrevistarle, sino que había surgido un inconveniente ese día y había terminado en una entrevista semi formal con su pareja.

Abrió los ojos de golpe y asintió en el momento en el que los labios de Sybilla dejaron de dejar escapar aclaraciones por la boca, y al mismo tiempo la desesperante pluma dejaba de rasgar el papel por uno se segundos. Antes de dirigirse a la Malfoy, alzó su mirada hacía la izquierda, donde sobrevolaba la vuelapluma. Tomó la pluma en un tosco movimiento y la puso sobre el escritorio. Al hacerlo, el papel calló sobre el mismo al igual que la pluma, solo que con un propio y suave movimiento.

– Bien, Bien, Bien, Bien – citó mientras revisaba el pergamino con las preguntas plasmadas en el – y bien, señorita Malfoy, digame ¿Por qué cree que el departamento presenta tanta inactividad? ¿cómo lo afecta este hecho? –

Tomó la pluma entre manos y la remojó en tinta. Suavemente comenzó a plasmar la pregunta que acababa de lanzar, mientras esperaba la pronta respuesta de Cissy. Por un momento se preguntó como iría todo con Neos, pero le restó importancia, su ocupación en ese momento era la Macnair.

El mago simplemente se limitó a asentir cada vez que Sybilla terminaba una oración. El olor a café había sido eclipsado por el agridulce olor a tinta. Su pluma a vuelapluma no había tardado en tomar el pergamino más cercano y había comenzado a redactar cada palabra, en el exacto momento en el cual la Malfoy terminaba una oración, o hacía una pequeña pausa, sea cual fuere la razón.

Se sonrió a si mismo al comprobar que si la pluma seguía redactando con tanto afán, tendría dos trabajos terminados para el final del día. Alzó el mentón y rascó suavemente sus ojos, el sueño que no había llegado la noche pasada comenzaba a invadirle. Cuando menos se lo esperaba, Cissy había concluido, y parecía tener una expresión asustada después de la partida de Neos.

– Muy bien eh.. sigamos – bostezó – ¿Cree que posee demasiado trabajo y le sobrepasa, o más bien poco y casi nada?.

Le ofreció una sonrisa a la bruja como por quinta vez en la velada, y volvió a su café. No habían pasado ni cinco minutos cuando su pluma a vuelapluma se paró en seco después de escribir lo que Sybilla había confesado. Suspiró, se puso una mascara animada sobre el soñoliento rostro y se preparó para seguir con la entrevista

La desarreglada figura del Crowley se deslizaba tambaleante sobre las ruinas del terreno el cual alguna vez llamó hogar. El imperioso Castillo Haughton había sido reducido a escombros. El chico estaba igual de destrozado que el mismísimo castillo. No tenía la más minima idea del paradero de su familia, y temía que ya toda estuviese muerta, Pues prácticamente sus familiares en total eran Mortífagos, exceptuando algunos cuantos. El caso era que se encontraba solo en el mundo. No había nadie que se interesara por la existencia ni el bien de un chico llamado Aaron Crowley.

El joven dio unos cuantos tumbos hacía adelante antes de caer de frente contra un pedazo de mármol afilado que sobresalía entre el polvo que una vez bien pudo formar parte de las paredes de la habitación del muchacho. Escuchó con claridad como la punta afilada del mármol recorría la piel de su mejilla, realizando un profundo corte en ella. No se inmutó y permaneció tirado boca abajo, dejando que la sangre fluyera costa abajo por su mejilla, llegando a empapar su camiseta y su torso. Cerró los ojos por un momento nada más, más sin embargo en ese corto momento los recuerdos lograron apoderarse de su mente.

Flash Back~

El sudor recorría lentamente sus manos, haciendo que su varita se deslizara cada vez más rápido en ella. Trataba de sostenerla propiamente, pero por más esfuerzo que hacía sus manos seguían sudando y temblando, provocando así el desvío de cada hechizo que tratara de lanzar en algun determinado momento. Justo tras el, la Fortaleza Oscura ardía en una flamante hoguera. Magos y Brujas de ambos bandos la invadían el terreno que antes había sido el lugar de refugio para todo mortífago. Una vez más, sostuvo su varita en el aire y apuntó a una fenixiana que corría hacía la fortaleza

– Avada Kedavra – lanzó apuntándole a la joven bruja, la cual calló de bruces al suelo al instante. La luz que tapaba su cara se había extinguido, y pudo notar como el rayo escarlata se reflejaba en los ojos de la muchacha en ese espacio de segundo moría desgarradoramente. Sus ojos ya sin vida tenían la mirada fija en el, y en el reflejo de los mismos pudo notar que el rayo escarlata no era el que el mismo había lanzado, sino uno que estaba apunto de darle un golpe en la cabeza.

Imitando a la fenixiana muerta, se tumbó de bruces sobre el suelo y esquivó el rayo escarlata que se dirigía hacía el mientras derramaba la primera lagrima de la noche. Tan solo al ver el rayo, sus ojos se volvieron prácticamente agua. La traición se sentía, y dolía, dolía mucho.

Alzó su varita y volteó para matar a la persona que había atentado contra su vida, más no pudo, no tuvo el suficiente valor para intentar matar a alguien que tal vez pudiera ser su misma hermana. Volteó su cabeza, totalmente devastado, y un hueco se formó en su estomago al ver que en su antebrazo ya no figuraba la Marca Tenebrosa

Fin de Flash Back~

Levantó la cabeza con fiereza, sacudiéndola de lado a lado, tratando de deshacerse de los pensamientos dibujados en su mente con tinta indeleble. Cerró los ojos, se puso en pie y los volvió a abrir. Entonces, visualizó como a lo lejos una figura casi irreconocible se colaba a los destrozados jardines de lo que antes fue un castillo Mortífago. La furia lo invadió, no estaba como para recibir visitas.

Alzó su varita al igual que el mentón, y limpiándose la sangre borboteando en su mejilla dijo.

– Largate, es propiedad privada.

Lacri.. olvidaste un detallito xD

el título: Aaron C. Haughton o-o

*le deja más chocos*

*deja el nuevo diseño y unos chocos*

pd: cambiar titulo a Aaron C. Haughton

Nombre del Personaje: Aaron C. Haughton Malfoy

Sexo: Masculino

Edad: Joven.

Nacionalidad: Francés

Familia(s):

• Haughton
  
• Malfoy

Padres Sanguíneos: Evarela Black & León Corvinus Crowley

Madre Adoptiva: Mónica Malfoy Haughton

Trabajo:

• Oficina del Ministro de Magia. Oficina de Asesores, Gabinete de Protocolo y Prensa.

Rango Social: Unicornio de Bronce

Bando: Marca Tenebrosa

Rango dentro del bando: Base

Nivel de Poder Mágico: --

Puntos de poder en objetos: 20

Hechizos adicionales: --

Puntos de poder en criaturas: 10

Criaturas controlables en asaltos y duelos: --

Habilidades Mágicas: --

Conocimientos Especiales:

• Historia de la Magia
  
• Leyes Mágicas

Raza: Humano

Aspecto Físico:

Aaron es un joven de contextura fornida, es decir, no es ni flaco ni obeso, sino que la verdad sus músculos son bastante prominentes y sobresalen en su cuerpo. Sus ojos son un chocolate oscuro más no tiene idea de adonde heredó cierto color ya que los ojos de ambos de sus padres son claros y colores totalmente lejanos al chocolate. Su piel es bronceada, con un tono dorado lo que le da un especial brillo cuando agua o sudor se derraman sobre él. Sus cabellos, los cuales lleva siempre peinados hacia atrás, son de un color rubio cenizo, algo bastante extraño ya que se podría decir que es tanto rubio, como castaño como peli-negro.

Usualmente viste como la mayoría de la gente de su edad, aunque su abuela Mistify insista en el hecho de que su vestimenta no es digna de un Malfoy, el rebelde joven sigue vistiendo sus pantalones vaqueros casuales y sus camisetas cualquiera, la verdad era que no, ningún mago adulto vestía así, pero no le podría importar menos lo que los demás pensaran.

Cualidades Psicológicas:

Usualmente es calmado, arrogante y sereno, más que todo arrogante. El hijo de mortifagos vive y siempre vivió en un ambiente oscuro, por lo que claramente creció como un ser de corazón de piedra, o mejor dicho, de mármol, ya que además de dureza y arrogancia posee mucha clase.

Depende de quien seas depende de como te trate. Claro esta que no le agradan los miembros de la Orden, por lo que a estos como a sus aspirantes los trata con un singular desprecio, al igual que a varios seres mágicos y, obviamente, muggles, los cual se ganan un lugar especial en todo lo que abarca el odio que alguna vez sintió y siente Aaron.

Historia:

Evarela y León, quienes en un principio se habían despreciado hasta más no poder; Habían terminado por volverse una feliz pareja. El hombre con aspiraciones oscuras, y la mujer ya toda una mortífaga habían concebido seis hijos hasta el momento, y vivían muy felices con ello.

Ambos hechizeros se habían mudado a Florencia con el propósito de crecer alejados de Ottery, y toda la vida que habían dejado por detrás en Inglaterra. Pero por sobre todo ello, la Black y el Crowley estaban totalmente dispuestos a formar una familia. A formar un hogar.

Justo en Florencia nacieron los primeros de siete hermanos, a quienes llamaron Gomita y Evander. Seguidamente, descubrieron que Evarela estaba embarazada unos meses después de Marissa, quien también nació como Italiana originalmente.

Parecía que la familia Crowley – Haughton estaba en una racha de suerte, pues la dichosa pareja llegó a concebir tres mellizos. Esperaban que ellos fuesen los últimos, pues vaya que habían tenido problemas con uno de ellos. Pero las retumbantes patadas en el vientre de la Mortífaga decían lo contrario.

Durante el embarazo de Aaron, la familia completa fue de paseo a un parque de por esos lares de Italia. Alessandro, uno de los más jóvenes decidió irse a jugar a un lugar apartado. Pasaron las horas y el pequeño no volvía, tras que tampoco nadie lo encontraban. Lo habían secuestrado.

Aquello genero una serie de peleas entre León y Evarela que afectaron mucho a su unión como pareja. Una noche, Evarela ya muy afectada por ello, levantó a sus seis hijos e hizo maletas para cada uno. Así, abandonaron a León en su apartamento en Florencia, y este nunca supo el nombre de el hijo al cual nunca tomó en brazos. Aaron.

Los meses habían pasado lentamente desde la ruptura de la apasionante relación entre los magos, pero la madre de los seis hijos nunca mostró debilidad ante ello. Guardándose el dolor para sí, consiguió salir adelante sin un hombre a su lado que le apoyara.

Había conseguido una mansión en un lugar apartado de París, gracias al esfuerzo y dedicación que había empeñado durante los meses sola. Vivieron en un lugar en el que los niños podían salir a jugar y despejarse, olvidarse de la muerte de su hermano y de la pelea entre sus padres, cosa que para Eva sería mucho más difícil de olvidar.

Las semanas pasaron hasta que llegó diciembre. Entonces, el doce para ser exactos. Evarela rompió fuente. Fue est****amente difícil el llegar al hospital. Los niños lloraban por ver a su madre sufriendo ese dolor. Evarela tuvo que utilizar sus habilidades mágicas para llegar junto con sus hijos a la clínica mágica de París. En esa clase de cosas se veía lo tanto que hacía falta León.

Por suerte, el niño nació bien y sano, pues pudo haber nacido con defectos gracias a que su madre tomaba y fumaba durante el embarazo. Su madre decidió al instante que vio al niño, que este no tendría porque enterarse de la existencia de León, pues no quería que el sufriera una separación en la cual no tenía nada que ver.

Trataron de seguir su vida en Francia, más la situación se tornaba difícil en el terreno Francés. Había recesión y una gran crisis en toda Francia, por lo que a la familia de magos y brujas le convenía volver a Inglaterra. Y así fue.

Aaron y sus hermanos crecieron en una infancia normal en el castillo Haughton. El más pequeño de los siete sufrió varias crisis de identidad, pues el que un día le decían que era su padre al otro podía figurar como un desconocido. El joven cumplió los once años y entró a Hogwarts. El sombero seleccionador tomó media hora en encontrarle una casa, hasta que finalmente decidió que tenía madera de Slytherin.

Vivió hasta los diecisiete en el castillo, exceptuando el verano de quinto año, en el cual intentó volver a casa. Durante ello, sufrió como nunca antes. El y su madre tuvieron un violento encuentro, en el cual el joven reclamaba el hecho de que no conocía a su padre.

En cuestión, el joven se enteró de que se apellidaba Crowley, y su padre tenía por nombre León. Después de que su madre le diera tal información, el aún arrastrado por el coraje salió del Castillo y dio a parar a una cantina en la cual sorpresivamente conoció a su padre. Toda su vida se había tornado diez veces más complicada desde esa noche.

Ese mismo verano pidió adopción en la familia Malfoy, un hogar que tendría siempre, aparte de el Crowley y el Haughton. Un hogar en el que podría escapar de los problemas entre sus padres sanguíneos y refugiarse por un rato.

Vivió el resto de las vacaciones con los Malfoy. Durante las mismas, se volvió el nieto favorito de su abuela adoptiva. Y claro, ella se volvió como una tercera madre para él.

Salió de Hogwarts y tuvo que enfrentarse a las verdades, a Ottery, a sus padres y a todo lo que se le viniera por delante. Al paso de los meses su relación con su madre se volvía cada vez más cordial. Y con su padre, todo iba de maravilla.

Actualmente, vive como un Mortífago más de la comunidad elitista que aquellos conformaban. Y sin saberlo, mantenía una relación intima con su hermana.

Objeto Magico Legendario: --

Objetos Magicos: --

Objeto 1: Varita confeccionada con Nogal Negro, de 32cm de largo y totalmente inflexible

Clasificación:AA

Puntos de poder: 20

Mascotas y Criaturas :

Nombre del producto: Lechuza (Rue)

Objetos, Criatura o Poción: C

Catalogación: No mágica

Puntos por unidad: 10 puntos.

Cantidad de unidades: 1

Precio por unidad: 75

Precio total:75

Total de Puntos: 10

Criaturas en la Reserva: --

Elfos:

• Payton: Elegante elfina quien ejerce labor a Aaron junto con su gemelo.
  
• Pitt: Arrogante y tonto elfo quien ejerce labor a Aaron junto con su gemela

Licencia de Aparición: Adquirida

Licencia de Vuelo de Escoba: No.

Registro de XXX

Otros datos:

• Conoce múltiples idiomas
  
• En un principio fue aspirante a la Orden del Fenix.
  
• Se ha auto prometido no cambiar de bando, pues se siente bien dentro de la Marca Tenebrosa.
  
• Está perdidamente enamorado de Bridget Black.
  
• Desconoce que su madre es la misma que la de Brid.

Cronología de cargos:

• (Oct.2011 - Mar.2012) Estudiante de la AMyC.
  
• (Feb.2012 - Actualidad) Empleado en la Oficina de Asesores, Gabinete de Protocolo y Prensa. Oficina del Ministro de Magia.
  
• (Mar.2012 - Actualidad) Mortifago Base

Premios y reconocimientos:

Link al Perfil de Comprador MM: 125

Link a Bóveda Personal: Bóveda 95319

Link a Bóveda Trastera: --

Link a Bóveda de Negocio: --

Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Haughton

Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Malfoy

Sus dedos rodearon su taza de café y le dieron un ultimo sorbo. Cruzó miradas con Neos y Cissy. Ambos parecían estar ansiosos por comenzar la entrevista, al igual que Aaron. No los quiso hacer aguardar más, por lo que soltó su taza de café y recogió su pedazo de pergamino con las preguntas preparadas para la entrevista. Pasó su dedo índice sobre la tinta seca que enmarcaba la primera interrogante, y comenzó a hablar al mismo tiempo que leía, citando cada palabra.

– ¿Qué motivó a solicitar el puesto actual que poseen? ¿En que Consisten Sus trabajos? – Realmente no citaba lo que decía en el pergamino, pero si bien era cierto la entrevista había estado diseñada para hacerla de uno en uno, no de dos en dos. Esperó que Neos y Sybilla entendieran que si hacía algo torpemente, era porque era su primera entrevista.

No quiso ahogarlos en preguntas por lo que bajó el pergamino y esperó a su respuesta justo cuando el nuevo recepcionista irrumpía en la habitación. El hombre abrió la boca, más Aaron no le dejo ni tan siquiera sacar un sonido antes de hablarle lo más calmado posible.

– A ver.. Roberto.. Rigoberto o quien sea. Sal, toca la puerta y entra como un humano civilizado – ordenó sin poder esconder ese peculiar dejo de coraje en su voz.

Aprovechando el momento en el que el recepcionista dejaba la habitación, ofreció sus sinceras disculpas a los entrevistados. El muchacho el cual era notablemente nuevo en el trabajo, dio unos tres toques en la puerta y esperó a que Aaron le indicara que pudiese pasar.

– Ya, dime, Rigoberto – masculló con menos coraje que antes.

El joven balbuceó algo sobre un informe y luego dejó la habitación.

– siento la escena – dijo el Crowley en forma de disculpa hacía el Triviani y la Malfoy. Se acercó a Neos y dirigiendo una amable mirada le comunicó

– Siento los inconvenientes señor Triviani, pero como ha informado Roberto, tendrá que desarrollar su entrevista con la señorita Delacour. Su despacho se encuentra cruzando el pasillo – Sin más, tomó asiento.

Off:

Mei

Su esbelta figura caminó sigilosamente por entre los pasillos de el Castillo Haughton, intentando no hacer ruido, pues ya se encontraban a altas horas de la noche.. o por lo menos eso era lo que el tono del firmamento le quería hacer pensar. Finalmente llegó a la torre Norte sin hacer mucho esfuerzo, y con la mirada perdida llegó hasta el umbral que daba a su habitación. Cruzó la puerta, y al instante se despojó de su chaqueta de cuero. Al lanzarla por los aires, esta chocó contra la ventana y cayó en un golpe sordo al suelo, y tan solo unos segundos después, se escuchó otro leve golpe en el suelo. Aaron fijó la mirada en la chaqueta tirada en el suelo, y se le acercó dando zancadas cuando sus ojos color miel localizaron un amarillento pergamino sobre la negruzca chaqueta. Apartó un mechón de cabello sudado de su cara, y entonces tomó el pedazó de papel amarillento entre dedos mientras citaba lo que en este estaba inscrito.

– Misterioso.. – lanzó al aire como si alguien pudiera escucharle – Tal vez muy misterioso para mi gusto

Agitó la chaqueta suavemente hasta que el mapa en la carta mencionado rodó por el suelo. Soltó la carta y tomó el mapa entre sus dedos temblantes por el frío. Observó con cuidado el mapa el cual parecía recientemente dibujado a mano, y comprobó que este estaba conformado por parte de el bosque de Necrófagos, la entrada a la famosa Fortaleza, y luego.. luego Aaron ya no conocía nada. Parecía que después de entrar debía seguir un camino el cual nunca antes había visto en su vida, y este le llevaría a una escalera se caracol de la cual nunca había oído hablar. Y después de ello, estaba una enorme torre, la cual aclamaban misteriosa en la carta que había leído tan solo minutos atrás.

Pasó un dedo por la tinta sobre el mapa y comprobó que seguía fresca al ver como su dedo índice quedaba marcado con una leve sombra azul. Parecía que no estaba tan tarde para la tutoría como lo había imaginado. Arrugó la carta hasta hacerla una diminuta bola de papel y la lanzó con agilidad al tinaco. Acto seguido tomó el pergamino y lo dobló con gentileza justo antes de ponerse la chaqueta y meterlo dentro del bolsillo de cuero de la misma.

Estaba a punto de desaparecer cuando un escalofrío alarmante recorrió su espalda. Su instinto humano le decía que no fuera, pero en cambio todo su instinto Mortífago le decía que sí sabía como comportarse, nada le pasaría. Terminó por hacerle caso al instinto Mortífago. Cerró sus ojos, unió sus manos, visualizó el bosque y en cuestión de segundos ya no estaba dentro de las protectoras paredes de su hogar.

Sus dientes comenzaron a titiritar justo en el momento en el que sus pies volvieron a tocar tierra. Abrió los ojos de golpe y se encontró con el bosque de Necrófagos casi irreconocible a la neblina. Agitó sus manos en el aire ridículamente, tratando de apartar el espesor de su vista, más no tuvo éxito en el acto. Comenzó a avanzar, tratando de encontrar algún árbol reconocible, tal vez alguna señal de que estuviese en el lugar correcto, pero absolutamente nada le daba indicio de aquello. Todo el bosque parecía un lugar nuevo para el, y no se imaginaba cuanto le tardaría llegar hasta la Fortaleza.

Llevaba tal vez cuatro horas de caminata cuando se convenció de que nunca lograría llegar. – Ya no importa. Total, no es que me vaya a morir por no asistir a la tutoría –. Giró sobre sus talones, y al hacerlo sintió un alivio enorme al reconocer el manicomio de las harpías en una colina lejana, algo distorsionada por la niebla. Alzó la mirada al cielo, y a pesar de no encontrar ni tan siquiera la punta de la torre oscura, supo que se acercaba ya.

Fue tan solo una media hora más antes de que su esbelta figura se detuviera en seco frente a las impetuosas columnas que daban a la entrada a la Fortaleza Oscura. Tan solo descubrió la Marca Tenebrosa grabada en su antebrazo para que las columnas se abrieran con un inquietante chirrido que desgarraba el oído del mago.

Entonces fue cuando el mapa comenzó a serle útil. Dentro de la aparentemente vacía fortaleza la niebla tenía menos grosor y espesura, por lo que al Base le fue fácil deslizarse por ella, siguiendo las indicaciones del desdibujado mapa. Entonces justo frente a sus ojos se encontró la escalera de caracol, idéntica a la del dibujo. Supuso que se encontraba en el lugar correcto, ya que no conocía mucho de aquella Fortaleza, por lo que comenzó a ascender lentamente por la escalera.

Al llegar al final de esta, el mismo escalofrío que recorrió su espalda en el Castillo Haughton le volvió a recorrer. Una bruja de cabellos dorados estaba parada frente a un enorme reloj de arena. ¿Era ese el lugar correcto realmente?. Temía que le hubiesen tendido una trampa, pues algo así había pasado la ultima vez que siguió las indicaciones de una carta y había terminado convirtiéndose en un sonriente bicho azul.

Alzó un puño y dio tres toques en la pared de piedra que formaba parte de la “Torre Misteriosa”.

– Presente.

paso a remarcar mis constantes errores durante los duelos, o como sea que dijo Bagy:

el error más común en mi a la hora de un duelo, es el no leer bien las definiciones de los hechizos. Constantemente roleo que ocurre tal cosa, cuando según la definición de el hechizo con el que se realizó esto no es así. Casi nunca me confundo en las intercalaciones, pues las logré entender poco después de salir de la academia xD gracias Tincho, que Dios te bendiga y pues, también me ocurre que en ciertos casos no leo la respuesta de mi contrincante y respondo de una vez, lo que me cuesta errores garrafales tanto en el rol como en el duelo en sí.

Parte 2 de la Tarea 1

Hechizos Base

Ficha:

* Nombre del hechizo: Morphos

* Verbal o No verbal: Verbal

* Tipo de hechizo: Efecto

* Función del hechizo: Cambia cualquier objeto solido (no vivo) por algún otro del agrado del mago, inclusive vivo, pero tiene que ser del mismo tamaño o menor que la cosa en cuestión, y tiene que existir en la realidad.

* Desventaja del hechizo: algo que considero desventaja del Morphos, es que el ser a crear debe ser de un tamaño menor o igual al objeto a transformar.

* En que caso sería bueno utilizarlo: sería muy útil en un lugar lleno de piedras, estatuas y objetos grandes para poder "morphear"

* Formas de evitarlo: Silencius - Protego

Ficha:

* Nombre del hechizo: Seccionatus

* Verbal o No verbal: No Verbal

* Tipo de hechizo: Invocación

* Función del hechizo: ace que de la varita salga una lluvia (12) de medias lunas cortantes (10 cm diámetro), veloces y resplandecientes.

* Desventaja del hechizo: es muy fácil de detener

* En que caso sería bueno utilizarlo: para atacar a seres creados mediante morphos.

* Formas de evitarlo: Evanesco

Ficha:

* Nombre del hechizo: Zancadilla

* Verbal o No verbal: No Verbal

* Tipo de hechizo: Efecto

* Función del hechizo: Embrujo que hace caer al oponente de bruces al suelo, atándole un lazo mágico a los tobillos.

* Desventaja del hechizo: se puede deshacer depués de un turno (lo cual es poco tiempo)

* En que caso sería bueno utilizarlo: No es un hechizo muy ventajoso, por lo que por mi parte lo usaría en situaciones desesperadas (quedar mudo)

* Formas de evitarlo: Silencius - Finite (Acabarlo)

Ficha:

* Nombre del hechizo: Crece Uñas

* Verbal o No verbal: No Verbal

* Tipo de hechizo: Rayo

* Función del hechizo: Provoca que crezcan las uñas (de ambas manos) muy rápidamente.

* Desventaja del hechizo: No es muy útil si se quiere atacar.

* En que caso sería bueno utilizarlo: para despistar los ataques del oponente, pues con las uñas así de largas le será difícil apuntar correctamente

* Formas de evitarlo: Protego - Expelliarmus - Silencius

Ficha:

* Nombre del hechizo: Babosas

* Verbal o No verbal: No Verbal

* Tipo de hechizo: Rayo

* Función del hechizo: Maldición que provoca a la persona contra la que se ejecuta problemas intestinales con babosas.

* Desventaja del hechizo: No impide realizar hechizos no verbales

* En que caso sería bueno utilizarlo: Al tener un contrincante Neutral (por ejemplo) cuyos hechizos no verbales son poco funcionales

* Formas de evitarlo: Protego - Expelliarmus - Silencius

Hechizos Inité

... los mismos de arriba, excepto seccionatus xD

Ficha:

* Nombre del hechizo: Disparo de Flechas

* Verbal o No verbal: No Verbal

* Tipo de hechizo: Invocación

* Función del hechizo: Hechizo que permite disparar hasta un puñado flechas (12) con la varita.

* Desventaja del hechizo: es muy fácil de detener.

* En que caso sería bueno utilizarlo: si el otro contrincante está inmovilizado y silenciado, lo utilizaría.

* Formas de evitarlo: Evanesco - Protego

Hechizos Neutrales

Ficha:

* Nombre del hechizo: Embrujo Punzante

* Verbal o No Verbal: No Verbal

* Tipo de hechizo: Rayo

* Función del hechizo: Desconfigura el rostro de la persona a la que se lanza el embrujo, pareciendo que tiene una reacción alérgica. Los efectos se quitan con magia y produce un dolor agudo en el rostro así como impedimento en la visión clara.

* Desventaja del hechizo: No se puede herir mortalmente al contrincante utilizando tal hechizo, tan solo funciona para hacer que el contrincante pierda la visión clara

* En que caso sería bueno utilizarlo: en el caso que se quiera despistar el hechizo del contrincante

* Formas de evitarlo: Protego

Ficha:

* Nombre del hechizo: Avis

* Verbal o No verbal: Verbal

* Tipo de hechizo: Invocación

* Función del hechizo: Encantamiento que hace aparecer 12 pájaros pequeños de la varita. (tamaño máximo de una paloma) El mago que los invoca, no puede darles más órdenes que la primera al momento de crearlos.

* Desventaja del hechizo: No se puede desarmar a un contrincante con Avis, pues la función de las aves debe ser coherente y posible

* En que caso sería bueno utilizarlo: Ataque: mandar a las aves a picotear al contrincante hasta dejarle alguna hemorragia (?) defensa: utilizarlas como escudo

* Formas de evitarlo: Silencius

Ficha:

* Nombre del hechizo: Confringo

* Verbal o No verbal: Verbal

* Tipo de hechizo: Rayo

* Función del hechizo: Tiene por efecto una explosión. La explosión abarca un máximo de dos metros cuadrados y explota objetos de cualquier material de masa no superior a dos metros cúbicos

* Desventaja del hechizo: no hace explotar cosas de grosor mayor a dos metros cúbicos

* En que caso sería bueno utilizarlo: en contra de un Fortificum

* Formas de evitarlo: Protego - Silencius - Expelliarmus

Ficha:

* Nombre del hechizo: Desmaius

* Verbal o No verbal: Verbal

* Tipo de hechizo: Rayo

* Función del hechizo: paraliza al oponente haciendo que éste caiga, quede inmóvil e inconsciente

* Desventaja del hechizo: tan solo paraliza, no daña.

* En que caso sería bueno utilizarlo: cuando se requiere inmovilizar al oponente.

* Formas de evitarlo: Protego - Expelliarmus - Silencius

Ficha:

* Nombre del hechizo: Episkey

* Verbal o No verbal: Ambos

* Tipo de hechizo: Efecto

* Función del hechizo: Hace que la sangre se detenga y arregla pequeños huesos rotos o desaparecidos.

* Desventaja del hechizo: se debe aplicar repetidas veces a heridas grandes, así se pierden turnos durante la contienda.

* En que caso sería bueno utilizarlo: después de ser atacado por un sectusempra.

* Formas de evitarlo: e-e maldita sea, en este caso, creo que lo más prudente sería inmovilizar, así que diré que Desmaius o.o

Ficha:

* Nombre del hechizo: Expelliarmus

* Verbal o No verbal: Verbal

* Tipo de hechizo: Rayo

* Función del hechizo: Encantamiento de desarme común en los duelos. Cuando una persona lo invoca, una luz roja resplandece y sale de la varita del brujo, pegándole con fuerza al oponente, aunque sin llegar a derribarlo, separándolo de su varita o cualquier objeto que sostenga en su mano en ese momento.

* Desventaja del hechizo: No derriba al oponente, lo cual sería un punto a favor para el atacante.

* En que caso sería bueno utilizarlo: querer desarmar a alguien ._.

* Formas de evitarlo: Protego - Silencius - (ironicamente) Expelliarmus intercalado

Ficha:

* Nombre del hechizo: Petrificus Totalus

* Verbal o No verbal: Verbal

* Tipo de hechizo: Rayo

* Función del hechizo: maleficio que inmoviliza totalmente a la víctima, necesitando consumir una acción para recuperarse.

* Desventaja del hechizo: Inmoviliza tan solo por una acción

* En que caso sería bueno utilizarlo: al necesitar inmovilizar por un corto tiempo, o en medidas desesperadas.

* Formas de evitarlo: Protego - Expelliarumus - Silencius

Ficha:

* Nombre del hechizo: Protego

* Verbal o No verbal: Verbal

* Tipo de hechizo: Efecto

* Función del hechizo: Crea un escudo mágico que protege al mago de un hechizo. No es efectivo contra elementos o ataques físicos, el protego “absorbe” el hechizo.

* Desventaja del hechizo: no es ofensivo

* En que caso sería bueno utilizarlo: al querer protegerse de cualquier rayo o invocación

* Formas de evitarlo: Silencius - Expelliarmus

Ficha:

* Nombre del hechizo: Sectusempra

* Verbal o No verbal: Verbal

* Tipo de hechizo: Rayo

* Función del hechizo: Al apuntar al oponente y lanzar el hechizo, provoca varias heridas sangrantes en la piel que pueden provocar la inconsciencia total, se necesita un episkey de urgencia para evitar la muerte, dos si quiere curar por completo, si no, el mago estará débil.

* Desventaja del hechizo: es fácil de curar

* En que caso sería bueno utilizarlo: al querer hacer que el oponente pierda sus turnos con episkey, además de dañar físicamente al contrincante

* Formas de evitarlo: Protego - Silencius - Expelliarmus

Ficha:

* Nombre del hechizo: Evanesco

* Verbal o No verbal: Ambos

* Tipo de hechizo: Efecto

* Función del hechizo: Hechizo capaz de hacer desaparecer objetos no más grandes que una mesa

* Desventaja del hechizo: no desaparece objetos grandes

* En que caso sería bueno utilizarlo: en contra de un Avis, Seccionatus, Serpensortia y más

* Formas de evitarlo: Expelliarmus?

Las inquietantes gotas de sudor frío comenzaron a salir a chorros de los poros del Haughton. Estas mismas recorrieron su frente como a la carrera. Había sido indiscreto, tal vez demasiado y eso no podía ser. Dibujó una sonrisa lo más creíble posible sobre su rostro y se dispuso a dar unos pasos hacía Bel e inventarse una historia en la cabeza.

Para su suerte, la Ryddleturn le ayudó con ello, sacando el tema de la Oficina del Ministro. Aaron asintió, y parecía que no diría nada más, pero entonces, en contra de su voluntad su boca se comenzó a mover con la rapidez de la escoba del buscador de los Chudley Cannons durante un torneo de Quidditch.

- sí, sí – dijo casi balbuceando – verá, señorita Ryddleturn. Me han mandado desde la Oficina del Ministro con mucho respeto, para solicitar una lista con las 10, 20 o con suerte 30 personas más ricas de la comunidad Inglesa de magos.

Se sorprendió a si mismo al ver que lo que decía no eran puras babosadas, y que la verdad tenía más o menos sentido, pero la decepción calló justo detrás de ello cuando se dio cuenta que necesitaba una razón, y esa vez, su mente se encontraba totalmente en blanco.

– La.. Necesitamos porque.. estamos trabajando en un proyecto, y necesitamos saber quienes son –

No dio más razones, pues no debía justificarse tanto, tan solo protegerse de los oídos metiches de algún espía que rondase por el área.

Hola gente!

creo que ya deben estar hartos de mi xD pero bueh, nada, es que me surgió una duda nueva.

Verán, ayer Mel Black (mi tutora de Perfil) publicó un status anunciando su inmediata inactividad en el foro, y pues me gustaría saber si de alguna manera pudiera cambiarme de tutoría, o mejor dicho de tutor/a, lo que sea xD

gracias :3

ya vi que la cambiaron por Bagy.thanks *~*

Su esbelta figura se deslizó a través de los múltiples locales que abarrotaban el callejón diagón. Su túnica ondeaba tras el, produciendo un sonido desesperante al contacto con el fuerte viento de aquella noche de Primavera. Después de darse cuenta que deslizarse no funcionaba, comenzó a dar zancadas, pues llevaba prisa y debía hacer todo rápido.

Después de varios minutos atravesando el abarrotado callejón, llegó a las oficinas del profeta. Su figura irrumpió en estas atrevidamente. Un elfo en el recibidor trató de detenerlo pero Aaron no dejó que este se le acercara. Empujando todo a su paso, comenzó a buscar la oficina de la Ryddleturn con la mirada. No la encontró.

Llegó hasta el final del salón en el cual los periodistas seguían trabajando arduamente, y al llegar localizó la oficina de Bel justo frente a el. La puerta se camuflaba tan bien con las paredes que desde lejos parecía ser irreconocible, pero una pequeña placa con el nombre casi completo de la Ryddleturn inscrito le hizo saber que era el lugar indicado.

Irrumpió en la habitación sin más. Realmente no se fijó en detalles, pues no iba para admirar la oficina de la Mortífaga sino para buscar información concreta.

– Bel... – dijo en forma de saludo – La lista, la necesitamos.

Arqueó una ceja al ver que Sybilla afirmaba no querer nada de beber ni de comer, pues usualmente los entrevistados solicitaban un café. No le dio importancia y sacó las preguntas para la entrevista del bolsillo justo en el momento en que Mei irrumpió en la habitación. Se mantuvo callado mientras esta hablaba, intentando darle a entender que no se podía ya que se encontraba a mitad de una entrevista y las necesitaría.

– Claro, no hay problema – El Haughton le dio un toque de varita al pedazo de pergamino con las preguntas escritas en tinta de diferentes colores, y este se duplicó al instante.

Aaron se acercó a Mei y se lo entregó sin más, mientras el se quedaba con la original. Tomó el pergamino en manos y se sentó en su lugar. Ofreció una disculpa con la mirada, pero no sería suficiente, por lo que alzó la mirada y dijo penoso:

– Siento la interrupción, podemos continuar – Pasó su mirada a Sybilla y respondió – Pues, respecto a su pregunta, señorita Macnair. Realizamos la entrevista con el fin de conocer el estado y percepción de los empleados actuales del departamento.

Tomó el pergamino entre manos, y apareció una taza de café para si mismo. La tomó entre los dedos y le dio unos cuantos sorbos antes de mirarles a ambos empleados del Escuadrón y preguntar:

– ¿Pasamos a la entrevista?

– Perfecto – sentenció cuando Neos expresó su conformidad con que la entrevista se realizase en su despacho, y como no encontró ninguna clase de refutación de parte de Sybilla, les hizo un gesto con la mano y les indicó que le siguieran a través de los pasillos de la amplia Oficina del ministro.

Abrió unas puertas corredizas del lado de la recepción, y se encontró con los usuales miles de escritorios con sus respectivos dueños trabajando en estos. El Haughton pasó por entre estos y llegó hasta el fondo del salón. Entonces, a su izquierda se iluminó un pasillo en cuyo final se encontraba el despacho de su tío, y unos más adelante, el suyo.

Entonces el Base lanzó – Ya es aquí –. Dio unos pasos hacía adelante y ya se encontraba en la puerta de entrada a su despacho, cuando notó que algo andaba mal. No encontraba las preguntas, no estaban en su bolsillo y estaba totalmente seguro de que ahí las había guardado.

Trató de mantener una expresión tranquila y serena mientras abría las puertas que daban hacía su acogedor despacho. Para su alivio, el pequeño pedazo de pergamino rasgado se encontraba justo frente a la parte trasera del escritorio, cerca de su respectivo asiento.

Después de que ambos miembros del escuadrón para la aplicación de la Ley Mágica entraran en el despacho, cerró la puerta tras ellos y tosió un poco. Giró sobre sus talones y llegó hasta su silla de cuero.

– Tomen asiento, por favor. Siéntanse cómodos – antes de hacer cualquier otra cosa, esperó a que Neos y Cissy se sentaran, y luego preguntó – ¿Desean algo de beber, o tal ves una empanada?

Entonces se sentó.

ò.o vale, que decida tía Moni.

posteo para avisarte que tu mensaje es spam xD y que debes editar y completar las dos lineas sino te subirán adver los pitufos, o como algunos los llaman: "moderadores" xD y eso, ahora como verás me pondré a llenar las lineas diciendo cosas est****as porque no tengo nada más que decir o hacer... luego se te hará costumbre y cuando lleves meses harás spam por doquier o porque te cansas en algún punto xd

*le lanza una manta encima a Moni*

yo quiero adoptarteee *~*

hola familia. Bueno *.* como ya dije, me gustaría adoptar a Nats *O* si es que ella y Moni están de acuerdo ya, porque no soy mejor padre que nadie acá, soy primerizo, no conejo como mi mamá o mi tío algunos individuos xD entonces eso eso, talueguito :*

yo seré el primer dudoso *~*

bueno, como yo soy tan hardcore les traigo tres dudas, o tal ves más que se me ocurran mientras redacto.

la primera es respecto a las tutorías de rol, que son las que no han abierto *-*. Precisamente esa es mi duda. ¿Hay alguna fecha especifica en la cual abrirán los tópicos? y.. bueno, de parte de esa tuto solo es eso.

Por otro lado, hay algo que me confundió un poco sobre las de Perfil Mortífago. ¿Reabrirán los topics con nuevos alumnos o estos se tendrán que integrar a la trama a la fuerza?, y también me confunde algo que los de mi tuto no son los mismos *~* cero problema con eso xD solo preguuunto :3

y y y *-* como hago con mi tuto de duelo si ya van por la tercera tarea? o.o es como si me perdiese una clase en la academia? debo ponerme al día con el rol y las tareas? *O*

ya ._.