Binny Evans

Hola leí por ahi que no debo esperar un mes para realizar actualizaciones de bóvedas y familias asi que les escribo atentamente para que actualicen mis datos por favor. Estos son los links Familia Evans Mcgonagall Bóveda de la Familia Evans Mcgonagall y el link a mi Bóveda: Bóveda de Bínfeyd Sóldez *0* casi lo olvido es posible agregar las caracteristicas de mi elfo? Quisiera que fuese algo asi: Su apariencia externa no es como la de los demás elfos. No es tan feo o arrugado por el contrario es de buena presencia tiene gestos muy adorables que causan ternura y confianza en las demás personas, su vestimenta es un trajecito color café con finos acabados en verde que siempre está impecable. Es un gran seguidor de la familia Evans McGonagall y muy apegado a las formalidades pero está intentando dejar eso de lado para ser más amigable en especial con su ama quien trata de inculcarle el trato de amigo y no de sirviente. Debido a esto está teniendo grandes luchas internas pues es muy conservador y el hecho de no ser tratado como esclavo le causa cierta indignación, pero se está adecuando muy bien al trato. Eso es todo por ahora, muchas gracias de antemano

-Bien primero creo que debemos ir a pedir permiso en el castillo evans mcgonagall, ahora Pandora se encarga de todo alli, si la convensemos a ella no habrá dificultades- No estaba segura cuando pronunciaba cada palabra. Solo pensar en que a Pandora le desagrade la idea y nos eche a patadas ya me estaba asustando, aunque conmigo su trato era más amable de una manera más tierna que con los demás, nunca había pedido algo asi y no sabía como reaccionaría. -¡Vayamos!- Me decidí a enfrentarme a Pandora pase lo que pase. -Andro si pones cara de borrego a mi lado y las dos rogamos que nos deje hacer la "reuna" en el castillo, apelaremos a su lado más tierno y nos dejará- Maquinaba cual iba a ser nuestra estrategia. Rápidamente cogí el brazo de Andro, no esperé respuesta, estaba emocionada esto iba a ser un reto para mi, mi meta era convenser a Pandora, mi hermana que estaba a cargo de todo lo que pasara en el castillo. Saqué del brazo a Andro, creo que la arrastre unos momentos, hacia afuera del Kiosko con rumbo al castillo Evans McGonagall. Vi entrar a Soamily, una de mis hermanas, al local pero estaba tan apresurada que no me notó pues justo en ese momento ya estabamos a varios metros del establecimiento y era normal que no me viera. Solo la miré unos segundo mientras entraba al local y proseguí el rumbo hacia el castillo junto con Andromeda.

Hola *0* estoy emocionada de estar aqui! *curiosea por todos lados*

- Si es cierto - Afirmaba con la cabeza. Efectivamente habíamos terminado generales y era motivo de celebrar, pero una fiesta no le iban muy bien a la Evans o al menos nunca había estado en una fiesta con tantos jóvenes. - Pues venga, hay que hacerlo - Su curiosidad innata afloraba desde el interior, emanando con las palabras que pronunciaba. << Será divertido verlos a todos festejar >> Se escapó una risa de lado mientras imaginaba a sus compañeros intentando bailar. - ¿Qué propones? ¿Talvés podamos hacerlo en el castillo Evans McGonagall? ¿que piensas? - Miraba a los elfos correr con mucha agilidad mientras hablaba. El castillo de mi familia era amplio y hermoso por donde lo vieran, finamente decorado y con acabados de oro. Talvés el lugar propicio para este tipo de reuniones o eso pensaba yo. El jardín también era amplio y bellísimo, el más encantador que conocía en todo el mundo mágico y muggle. - ¡Salgamos de aquí! - Entusiasmada me paré de un brinco y animé a mi compañera a hacer lo mismo. Todo había estado delicioso, pero había mucho por hacer sobre todo si se estaba en el callejón Diagon. La miré sonrientemente no había notado que mi comportamiento era descortés. - Podemos pasar por mi castillo si quieres, te presentaré a Dúnedain - Por un momento me sentí culpable de pensar solo en mi pequeño elfo pues habían más personas y demás en el castillo - Tambien a Pandora, que pasa mucho tiempo en el castillo y a quien esté - Saqué la lengua y encogí un poco los hombros. El día recién empezaba y teníamos mucho tiempo libre así que no vi ningún problemas en hacerlo todo el mismo día.

- Andro? Que crees que debamos hacer? - pregunté mientras terminaba de comer mi último panecillo. El tiempo pasaba más lento que de costumbre, me sentí con ganas d explorar. <<Nos dejarán entrar a la cocina>> Pensaba mientras miraba la puerta por donde salían los elfos y elfinas con todas las delicias que ofrecían. - Tienes ganas de explorar? - Pregunté mirándola con entusiasmo y ganas de aplastarla para que me dijera que sí - Hay muchos lugares en el Callejón Diagón no creo que a alguien no le provoque averiguar que se esconde en cada uno de los rincones del callejón- me apresuré a decir antes de escuchar que opinaba, esperaba una respuesta afirmativa. Sonreí mirándola a los ojos.

http://i52.tinypic.com/2eyg6qv.png 1.- Link al tópico de su ficha de personaje: Bínfeyd Evans Gaunt 2.- Link de las bóvedas de negocios que posea el personaje: Negocio activo del que no es socia Bóveda N° 108672 Negocio Taberna "El Mago Errante" Bóveda N° 107686 Negocio Casamenteras Evans Negocios Cerrados: Bóveda N° 97212 Negocio Paradise Club Bóveda N° 98177 Negocio SPARK OF MADNESS 3.- Link del tópico de registro de sus familias: Familia N° 1: Evans McGonagall -> matriarca Familia N° 2: Clearwater -> familia cerrada 4.- Link a las bóvedas de sus familias: Bóveda Familia N° 1: Bóveda 77693 Familia Evans McGonagall Bóveda Familia N° 2: Bóveda 102070 Familia Clearwater -> bóveda cancelada Saldo en Bóveda previo a la Migración 2021: 66311 G

Me concentré demasiado en la conversación que casi había olvidado que estaban alrededor escuchandonos. Antes de poder responder a Andro, me ví interrumpida por nuetra nueva anfitriona. Aunque no se había presentado, pues creo que dejando eso de lado, era muy cortes. Los elfos llegaron con las bandejas y aunque me moría por hablar con cada una de estas criaturas no podía hace mi escenita de nuevo. *Que verguenza Bínfeyd, controlate* pensé conteniendo mis ganas de coger los panecillos y regalarselos a los elfos. -Gracias- respondí he hice una señal a Andro para que cogiera el primero- que amable. * Esas ternuritas, que lindas que son* Miré a los elfos y sonreí tiernamente. Y luego pensé *Que pasa si esperan que tambien les dé bocadillos* no podía herirlos de esa manera o al menos eso pensaba yo. *Calma Bínfeyd piensa con claridad que deberias hacer en un momento como esteQuería darles bocadillos a los elfos pero no quería que se dieran cuenta que estaba loca por las criaturas mágicas. Y una idea vino a mi mente como mandada del cielo para salvarme de la situacion en que me habia metido *Talvés los elfos ya comieron suficientes bocadillos hoy, además ellos ayudan a prepararlos no? Talvés y estan hostigados de tantos bocadillos* Intenté calmarme porque de seguro Andro, Only o la otra chica se habrían dado cuenta de que algo andaba mal conmigo.

-¿Addison Evanik Haughton y Sol Corvinus? - Mi corazón dio un salto al escuchar esos nombre, al fin despues de tanto esperar al menos sabía quienes eran mis profesores. -Andro, el tiempo a pasado rapido no?- La verdad esta situación me estaba incomodando, en la academia sería otra vez la nueva. Es bueno tener nuevas aventuras pero si que es realmente serio. - Andro nos sentaremos juntas, si. Porfis- Mi gesto se torno de suplica, es que si ya tengo una buena amiga como podria dejarla ir. Di mi ultimo sorbo del vaso y mirando fijamente a cada uno de mis nuevos amigos sonreí.

-Sí ya me inscribí, estaremos en la misma clase- Sonreí junto a Andro y tomé un poco más de mi vaso. -Las clases empieza esta semana verdad, o es la siguiente(?)- Estaba algo perdida sobre la academia, me había distraído pensado en demás cosas que casi lo había olvidado. La academia es un gran paso, pero en que aventuras me metería esta vez. - Como crees que sean las primeras clases- Tomé mi vaso y di otro sorbo. - Quienes serán nuestros profes- No le habia dado tiempo a Andro de respoder. Asi que esperé por cortesía su respuesta.

- Jajajajaja XD- Me reí fuertemente con el comentario de Andro. <<Esta chica si que es divertida>> Tomé el vaso y di mi primer sorbo, estaba delicioso- Esta muy bueno- debía guardar la compostura, ya me sentía avergonzada con mis ataques de amor por los elfos. La estancia en el lugar se me había hecho larga, y quería tomar otros rumbos(?) -El lugar y la atención son muy buenos, pasaré a menudo por aquí- Sonreí viendo a los anfitriones, intentando decifrar que dirección tomaba nuestra conversación.

- Gracias Betty eres muy amable- sonreí con ternura en agradecimiento Me agrada mucho la tierna timidéz de los elfos asi seguí intentando analizar a Betty y a Queathon. - Hey Andromeda, sirvete primero, espero que esten deliciosos - Se me hacia agua la boca comparado con los bocadillos qu estaban deliciosisisimos estas bebidads de seguro debian estar mas que excelentes. Antes de poder alzar las bebidas una joven algo somnolienta llam{o nuestra atencion. << Al parecer Only es muy conocido por estos lares>> pensaba mientras ella nos hablaba - Si lo sabía, la primera ronda es gratis- sonreí con un tono burlesco- antes de venir me enteré preguntando a varios magos, y demás, es que casi me pierdo en este callejón.

Había fijado mi mirada en Only, aunque mi atención estaba enteramente en Betty, porque no sabía como reaccionaría al ver que le daba el panecillo a ella (Betty), asi q esperé unos segundos y su reacción fue favorable, me quitó un gran peso de encima ver que Only y Andro lo tomaron con calma. Y antes de que pueda tomar la palabra, Only continuó con su amabilidad, alagandome. A lo que respondí: -Aún no había pensado en que trabajar, pero estar con criaturas magicas creo que está hecho para mi- Examinandolo, sabía que había escuchado de él antes. Recuerden, tomé dos panecillos no uno solo. Mi intención era darle el otro panecillo al tímido acompañante de Only (Queathon). Lo había notado mirando a su amo varias veces, después de todo que le hubiese costado a Only permitir que su elfo reciba un panecillo. -Disculpa mi atrevimiento, pero podrías permitir que tu elfo reciba este panecillo- Miré a Only casi suplicando. Sé que estar conmigo a veces resulta dificil debido a mi amor por las criaturas mágicas, pero no puedo negarme a mi misma. Asi que con un poco de timidez esperé la respuesta de Only, mientras Andro miraba la escena algo infantil que estaba haciendo.

Ok, gracias Lacrimosa Malfoyd. Tendré paciencia, aguardaré aqui fia11 Bienvenida al foro cualquier duda me mandas un MP

Mi fascinación por los elfos no me había dejado perder de vista a la elfina. Tengo un amor innato por ellos y ellos se sienten muy a gusto conmigo,creo que tambien me quieren. Nunca le había caído mal a un elfo y jamás ninguno de ellos me había hecho algún desaire. Me encantaban las criaturas mágicas!!!(creo que ya no debo repetirlo tanto, pero de verdad me fascinan) Replicaron en mi cabeza las palabras Only Marauder <<Only Marauder, Only Marauder... ya lo he escuchado antes>> Pensaba profundamente, sabía que lo conocía de algún lado o al menos lo había escuchado de alguien. <<Si! ya he escuchado ese nombre>> Silenciosamente aparecío la elfina con una bandejita cubierta por un tela. Y fue hasta que destapó la bandeja y el olor de los panecillos llegó a mi nariz que salí de mi meditación interior para escuchar al joven decir: -Betty ha tenido la buena idea de que prueben algunos de sus bocadillos en tanto deciden... por favor, sírvanse. Como uno de estos... <<Betty>> Pensé detenidamente en el nombre de la elfina -Gracias Betty- dije y sonreí con una mirada tierna. Seguido incliné la cabeza en señal de agradecimiento hacia Only Marauder. Tomé uno de los panecillos al azar, lo probé e intenté descifrar su sabor. - ¡Only, están deliciosos! Gracias - Dijo Andro - Si están muy ricos- El dulce sabor de las frambuesas había despejado mi mente- gracias. Miré fijo a Only Marauder, mi atención estaba ahora fijada en Betty. Y quería demostrar mi gratitud por su dedicación.(Por la de Betty) Tomé otros dos de los panecillo al azar. Acerqué uno a Betty y antes de que se vaya a otra mesa, dije: - Toma, por favor prueba uno con nosotros.

-Algo frío, creo. Seguiré la recomendación de nuestro anfitrión- Lo hacía por cortesía, en realidad me moría por un poco de té, y una gran tajada de pizza. Extendí la mano para saludar, era costumbre mía hacerlo así. Y dije: -Buenos días, soy Bínfeyd, mucho gusto. No pude evitar distraerme, era muy curioso ver a la elfina mirando frente a nosotros como nos presentabamos. Asi que se encendió en mi la curiosidad por saber como se llamaba ella. Pero no podía desairar a nuestro anfitrión, asi que voltié la mirada rapidamente hacia el joven y sonreí como si nada hubiese pasado.

Puse las manos sobre la barra, me quede mirando fijo a la mesa. Escuché el sonido de unas pasos aproximandose muy rápidamente, era Andro que hacia su aparición a mi lado. - ¡Siento tanto mi demora! ¡Es que pensaba en tantas cosas a la vez que iba más lento que un Gusarajo! -exclamó enérgica- ¿Como estás? ¿Te hice esperar demasiado?- Dijo Andro. - Acabo de llegar apenas hace un instante, no te preocupes- sonreí tranquilamente para no tratar de causar mala impresión- pidamos algo. Mire a los lados para llamar a la elfina, y levanté la mano como señal para que se acercara. La elfina habia notado nuestra presencia y venía hacia nosotras. Comenzó con su discurso de bebidas y platos de los que muchos no habia escuchado en mi vida. <<Eso me pasa por no venir con regularidad>> pensaba dentro de mi. El discurso era interrumpido por un elegante joven de cabello oscuro. <<qué debo hacer, en un caso como este>> mientras pensaba, dejé que Andro tome la palabra.

Había acordado encontrarme con una buena amiga justo en este local, que nos recomendó un amigo nuestro. Que nervios! al fin íbamos a hacer algo juntas. En realidad apenas nos conocíamos, pero nos sentíamos muy bien al conocernos, asi que quedamos en encontrarnos en el kiosko: Una mordida rapidita. Debe ser por aquí estaba algo perdida, pero por un buen amigo no hay barreras -Allá voy Andro! Espero llegar a tiempo- me decía algo avergonzada. Y al fin después de preguntar a varios elfos, magos y brujas frente a mi estaba el local. Si, lo había conseguido, me acomodé el sueter y seguí hacia la puerta. Entré al local sin causar ningun ruido, era parte de mi personalidad, quería pasar totalmente desapercibida. Recorrí el local con la mirada de derecha a izquierda, estaban los elfos apresurados llevando sus pedidos, el lugar era realmente concurrido. Me acerqué a la barra y tomé asiento, había gente sentada alrededor, pero la barra creo que estaba algo vacía, me resigné a esperar a Andro, de cualquier forma estaba segura que llegaría en cualquier momento. - Andro, apresurate te estoy esperando- Susurré poniendo mis manos cerca de la boca, pensando que ella sentiría mi llamado y llegaría más pronto. Una elfina se me acercó solicitando mi pedido. A lo que respondí: - Espero a alguien, pediré luego- Y sonreí. Aunque la pizza era de mis favoritas y quería probar el té que tanto me habían recomendado, decidí por cortesía esperar a Andro antes que nada.

Hola posteé mi ficha de personaje hace unos días y al no tener respuesta me resigné. Supongo que hice algo mal, podrian por favor responder. Quiero saber si tengo que harcelo de nuevo, o es que solo todavia no lo revisan Perdonen los inconvenientes pero necesito saber que pasó. Atte: Bínfeyd Sóldez

http://i.imgur.com/LPVyJxu.png http://i.imgur.com/HU7b7N7.png Nombre del Personaje: Binny Evans Gaunt Sexo: Femenino Edad: 26 años Nacionalidad: Noruega Familia: • Familia Evans McGonagall Padre Sanguíneo: • Boss Elessar Padre(s) Adoptivos: -- Trabajo: Warlock http://i.imgur.com/uvsJSql.png Rango Social: Dragones de Plata Bando: Neutral Rango dentro del Bando: -- Hechizos adicionales: Criaturas contables en asalto y duelos: -- Habilidades Mágicas: Habilidad 1 Habilidad 2 Habilidad 3 Conocimientos Especiales: Defensa contra las Artes Oscuras Pociones Encantamientos Cuidado de Criaturas Mágicas Primeros Auxilios Artes Oscuras Medallas: Cuidado de Criaturas Mágicas, conocimiento eliminado: 4000 puntos Artes Oscuras, conocimiento eliminado: 4000 puntos Medalla por Aprobación del Curso del Libro de la Fortaleza: 2000 puntos Medalla por Aprobación del Curso Libro de la Sangre: 4000 puntos Medalla por Aprobación del Curso Libro del Equilibrio: 6000 puntos Total de puntos en Experiencia: 20.000 puntos http://i.imgur.com/eLH8GAp.png Raza: Humana Aspecto físico: Se parece considerablemente a Lörien. De grandes ojos verde viridiano y largas pestañas que procuran una mirada penetrante. Sus labios con frecuencia son color carmesí cargados de brillo natural y resultan exquisitos junto el lunar cercano a la comisura derecha. El cabello liso y reluciente castaño oscuro le llegaba hasta media espalda y siempre iba al viento, mas ahora tiene un corte menos llamativo dándole un aspecto menos seductor pero al mismo tiempo de elegancia. Además del lunar en la boca tiene otro en la espalda baja. Mide 1.70m, resalta siempre la cintura con cualquier prenda. Suele lucir ropa ligera, en especial poleras con capucha y capas de viaje. Esconde tras el hombro derecho el tatuaje de una flor de mirto del color del arco iris y en el talón izquierdo una media luna color vino que jamás supo cómo, cuándo o quién se la hizo. Es ambidiestra, pretende confundir al enemigo manejando la varita solo con la surda pero utiliza la derecha en la vida cotidiana. Al sonreír entrecierra los ojos y marca las mejillas. Jamás se le ha visto fruncir el ceño. Cualidades Psicológicas: La empatía es la capacidad mental más potente de la personalidad de Bínfeyd junto a la condescendencia y la humildad. Es agradecida. No critica la fe de los demás. Sabe guardar secretos y por tanto demuestra que es de confianza. Logra hacer buenos amigos con facilidad, pero los prefiriere extravagantes. Ayuda a quien lo pide y de igual modo si cuando necesita ayuda no la recibe queda decepcionada. Siempre aferrada a sus valores y resulta ser, aunque no perennemente, tímida. Le agrada la sencillez y la inocencia, tal como lo demuestra a la hora de vestir y actuar. Honesta, leal y paciente. Ama los animales y la naturaleza, tiene una conexión con ellos por lo que el trato con estos es muy natural; su trabajo está íntimamente relacionado con esta cualidad. Tiene un carácter débil ante los problemas, aunque no demuestre su punto de quiebre. Resistente a los golpes y diestra con la pluma. No juega con la mente de los demás, aunque le resulta exquisito descifrar sus patrones de comportamiento. Su concentración depende del tema que trate. Es más inteligente de lo que demuestra. Averigua con facilidad las intenciones de los demás, pese a no usarlos a su favor. Además de la escritura domina el arte del escapismo, los juegos de manos, montar a caballo y reunir información. Historia: Bínfeyd sigue siendo una de los más fascinantes personajes de la época. El transcurso del tiempo, que tantas cosas altera, a ella no le ha privado de su lozanía; aunque tengamos necesariamente que comprender una Bínfeyd histórica. En cuanto a lo que escribió no podemos negar que es –tal como la magia de los mejores clásicos– encantador y sugestivo. ¿El secreto? Se puede decir que un poco de suerte y sencillez otorgadas a su vitalidad, simplificando: La vida. Con lo que no se debe interpretar que Bínfeyd Evans no sea una artista fantasiosa, amante de las criaturas mágicas, los duelos y la literatura, decadente en cuanto pudo, refinada adrede, sí, pero con excusa. Pues consta que amó apasionadamente este mundo, gozó viviendo y contemplándose vivir, y apostó fuerte en esa jugada. Mezcló su vida en su obra y su arte en su vida, como la mejor novela. Y es eso, su gran fuerza derrochada, esa energía apasionada, su deseo de vivir y hacer arte de ello, plasmado inmortal en sus letras, lo que hace a Bínfeyd una escritora irrenunciable y que —tanto tiempo después– nunca decepciona. Bínfeyd Evans Gaunt (29/30 de agosto de 1994) es para muchos el prototipo de miembro de la Orden del Fénix rebelde e íntegro, y aún del personaje de fin de siglo. Jugó y creyó en el dandismo, amó el refinamiento aún a riesgo de exagerar y fingió creer en la frivolidad y en el lujo; aunque sabía, y ella la primera, que todo eso es mentira pero indudablemente le gustaban. Los vicios y defectos por los que fue condenada eran en ella una virtud, porque frente a un lado morboso, artificial, voluntariamente corrupto y exquisito en su obra, existe en Bínfeyd, y no en menor medida, un canto al esplendor de la vida en libertad, el gozo de sentir misericordia, la claridad del amor —sea del lado que sea– y sobre todo el afán a la felicidad. Quiere hacer del mundo un día de agosto. O por decirlo mejor, Bínfeyd Evans no solo es la dandi y la artista que dice detestar la vida porque es natural sino por encima de una cosa y la otra está la estética, un desordenado, intensísimo y total amor por la Belleza esencial. Evans rigió su vida y su obra por ese parámetro estético. Todo lo quiso bello. De todo intentó hacer —y en amplia medida lo consiguió– una obra de arte. Por eso no cabe separar la obra de Evans de su vida, porque están unidas por un ideal común y por un resultado parecido. La Bínfeyd de vestidos ligeros, tacones, polera con capucha y una flor de mirto siempre escondida, es quien escribió Soltera Codiciada e inmortalizó sus días en las calles de Ottery. Bínfeyd Evans nació en Inglaterra. Y en Noruega vivió sus primeros años. Su padre, Boss Elessar, fue un hombre reputado, no solo por su bien hacer profesional, sino también por su desordenado afán mujeriego. En una sociedad tan liberal como lo era entonces la británica, un escándalo de faldas no podía dañar la carrera de ningún mago notable. Y eso exactamente le pasó al padre de Bínfeyd. Su madre, Lörien Gaunt, era todo un personaje, y de ella había heredado la hija muchas de sus extravagantes características. Lörien Gaunt había sido, antes de su amorío, una independista noruega, pero también —y eso perseveró más en ella– una esnob voluntariosa, aficionada al gran mundo y a las letras. Era además bellísima, teatral, filántropa y gustaba ir muy arreglada. Bínfeyd que había estudiado en el mejor colegio de magia y hechicería, Hogwarts, obtiene en 2012 una beca para estudiar en la Academia de Magia y Hechicería, el sueño dorado de todo alumno con ambiciones y talento. Era ya una experta y una aficionada a las Defensas contras las artes oscuras, curiosamente más que a Cuidado de las criaturas mágicas. Ese mismo año termina la academia con honores y viaja a Noruega, en parte, por su correspondiente de la herencia materna. Ya que Lörien Gaunt, fallecida en 2001, le cedería todas sus posesiones luego del decimo octavo cumpleaños de Bínfeyd. Hereda así a su primer elfo, Dúnedain (Dún-adan), y el cuidado de su legítimo primo Alec D'Kerry Gaunt. En 2013 recibe los frutos de su cosecha, la entera confianza como profesora en la Academia y el ascenso a Knight en la, aún oculta, Orden del Fénix. La Evans que, finalizado ese año, se dispone a abandonar St. Ottery Catchpole es, de alguna manera, una mujer feliz. Ha recibido una sólida formación duelística, ha entrado en contacto y participado en las corrientes de bandos del momento, conoce a detalle las fortalezas y debilidades de quien atrapó su atención. Pero además Evans ama el mundo y tiene deseos de sorprender y de triunfar. Y en diciembre nos hallamos ante el fin de la primera Bínfeyd. Es una esteta y empieza a ser una dandi. A partir del 2014, Bínfeyd inicia su metamorfosis: La construcción de un arte, que es también la vida. Se corta el cabello. Abandona la exageradas maneras del traje estético —aunque no, por supuesto, la tierna fascinación por la Belleza esencial–. Es rebuscada, impertinente, relajada y comienza a relacionarse con actrices y pintores. Evans quiere ser artista pero así mismo mundana y también célebre. «Lo importante es que hablen de uno, aunque sea bien», dijo en algún momento. Ese mismo año publica su primer libro. Es una colección de poemas, algunas de las cuales datan de los días de caza- Hay poemas bellos y sin duda de calidad, pero el conjunto podría calificarse como de conglomerado en el que están representadas las experiencias de una novata, el capullo del que surgió Bínfeyd, sus pininos. En esa misma época, Evans —cuya vocación artística es temprana– ha escrito un drama que titula La suerte del quiromántico. Pero su verdadero éxito, lo que empieza a hacer que se hable de ella, es ella misma: su pose, sus maneras, su atuendo, sus paradojas. En marzo regresa al hogar paterno con una fuerte suma de galeones adherida a su bóveda, herencia de Dante D'Kerry (1958 - 2014), y a su segundo elfo, Montaraz. Dante D'Kerry, tío político de Bínfeyd, contrajo matrimonio con una bella y un tanto simple muchacha de origen noruego, Elliane Gaunt, hija segunda y huérfana de padre. Los primeros años del matrimonio —del que nacieron dos hijos, Mairé y Alec– fueron los más fructíferos y ordenados de sus vidas, aunque indudablemente de interés más escaso, hasta el deceso de la pequeña Mairé que arrastró consigo a su madre. El drama de Dante —que naturalmente venía gestándose tiempo atrás– estalla cuando, mal aconsejado, entabla querella con un viejo y siniestro, Wildo Dimitrov, acusado de ser partidario del extinto Lord Voldemort. Porque el puritano señor había insultado a Dante de ser sondomita (así, con falta ortográfica y todo). Ello dio lugar a una serie de duelos que finiquitó con la muerte de un muggle, Oscar J. Barrie, y la sentencia de dos años en Azkaban para Dante D'Kerry. Extrañamente Wildo Dimitrov quedó libre de toda culpa —alegando que había sido subyugado por un hechizo aturdidor– pese a la confesión de los únicos dos testigos y padrinos de duelo, Rufus y Rubeus Finnigan, aseguraba que el hechizo mortal salió de la varita de Dimitrov. A tres meses de la condena, Dante D'Kerry muere en Azkaban y deja completamente huérfano —y con un solo pariente vivo, Bínfeyd Evans Gaunt– a su segundo menor hijo. El transcurso de los años no solo descubrirá la continua pérdida familiar de Evans, sino también su brillantez, su éxito, sus escándalos y huídas. La gente le buscará, los grandes querrán conocerle, algunos le odiarán y amigos le abandonarán. Y todos luego dirán «Yo conocí una vez a Bínfeyd Evans Gaunt». http://i.imgur.com/fnZXuBK.png Objeto Mágico Legendario: Elfos: Dúnedain: Es un elfo liberado. Ciertamente informal a presión. Cobra 8 galeones al mes por sus servicios y le gusta el vino. No es tan feo o arrugado; por el contrario, es de buena presencia. Tiene gestos adorables y confianza en las demás personas. Viste un traje color café con acabados en verde siempre impecable. Es un gran seguidor de la familia Evans McGonagall y muy amigo de Bínfeyd. Licencias, Tasas, Registros: Licencia de Aparición: Obtenida Licencia de Vuelo de Escoba: Obtenida Registro de XXX: Pasaporte, certificado por el Departamento de Cooperación Mágica Internacional Elfo Dúnedain, certificado por el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas Elfo Montaraz, certificado por el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas Personajes Secundarios: * Personaje 1 * Personaje 2 * Personaje 3 * Personaje 4 * Personaje 5 Otros Datos: Otros Datos: Oscar Wilde es su escritor favorito. Celeste y blanco encajan perfecto. No gusta de la granadilla. Varita Mágica: Madera de Avellano. Escama de cola draconiana de quimera, veinticinco centímetros. Flexible, clásica. Obedece fielmente a su dueña, en manos de otra persona resulta peligrosa. Araña reclusa o violinista (Loxosceles). Cronología de cargos: Empleada de la División de Bestias Jefa de la División de Bestias Conciliadora Premios y Reconocimientos: Links de Interés Referentes al Personaje: Link al Perfil de Comprador MM: 212 Link a Bóveda Personal: Bóveda Nº 97424 Link a Bóveda Trastera: Bóveda Nº 108174 Link a Bóveda de Negocio: Bóveda N° 98177 Negocio SPARK OF MADNESS (negocio cerrado) Bóveda N° 97212 Negocio Paradise Club (negocio cerrado) Bóveda N° 107686 Negocio Casamenteras Evans- Negocio activo del que no es socia Bóveda N° 108672 Negocio Taberna "El Mago Errante" - Negocio activo del que no es socia Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia Evans McGonagall Link a Bóveda Familiar 2: