Patri Gryffindor L

Caminaba tomando de su copa. El fuerte sabor del whisky la reconfortaba pero tenía que controlarse y beber despacio; no quería que el alcohol tomara el control de su cuerpo. Quien sí tomó control de este fueron unos brazos que, de repente la rodeaban. - Oh... - susurró ligeramente contrariada pero cuando el propietario de dichos brazos habló, se le disiparon todas las dudas y una gran sonrisa iluminó sus labios. - Los mimos viniendo de ti siempre son bien recibidos, pequeño. - Se volteó para verle y lo abrazó con ganas. La alegría en los ojos de su hermano la emocionaron, tanto que por momentos temió que las lágrimas inundaran sus ojos. Pero las retuvo parpadeando varias veces antes de que él las reconociera. - "Pequeño..". - Repitió en su fuero interno - Pero si era más alto que ella. - Se rió para sus adentros. A la castaña a veces se le olvidaba que tan solo tenía 17 años de edad y que era toda una puberta. - ¿Me acompañas a ver a la cumpleañera, cariño? - le preguntó mientras tomaba su mano entre las suyas y caminaba junto a él. Llegaron hasta la pequeña Bodrik, la cual lucía hermosa; y por fin, pudo sacar de su bolsillo aquel paquetito que envolvía su regalo. Se lo entregó y se sonrojó un poco. - Es un colgante que hice con una foto de nosotras. Justamente es la primera foto que nos tomaron juntas siendo unas niñas en Hogwarts. Quien diría que desde entonces, hayamos pasado tanto juntas... - aquellas palabras la terminaron de emocionar y tuvo que guardar silencio para no ponerse a llorar ahí mismo. http://i.imgur.com/WLUxRGf.jpg Es cierto que el tiempo se mueve de forma incoherente a veces, pero aquel momento de felicidad; junto a aquellas dos personas que tanto quería, no quería que terminara nunca. @@Noah Lockhart @Bodrik

Título de la canción: Malibu Nombre del cantante / grupo: Miley Cyrus A quién le dedicas la canción: Nunca vine a la playa o estuve frente al oceáno. Nunca me senté en la orilla bajo el sol, con mis pies en la arena; pero me trajiste hasta aquí y estoy feliz de que lo hicieras porque ahora soy tan libre como los pájaros en el viento... Siempre pensé que me hundiría, así que nunca nadé. Nunca fui a navegar, no entiendo cómo flotan (los barcos) y a veces me asusta lo que no puedo comprender... Pero aquí estoy, a tu lado. El cielo es más azul en Malibú... A tu lado en Malibú... A tu lado... Vimos el atardecer mientras paseábamos. Pasaría el resto de mi vida aquí hablando. Tú me explicarías la corriente, mientras yo intento sonreír esperando que diga lo mismo y que nada cambiará; y que estaremos solo nosotros por un tiempo... ¿Siquiera existimos? Ahí es cuando pido el deseo: nadar lejos con los peces... ¿Se supone que tiene que hacer este calor todo el verano? Nunca te habría creído si hace tres años me hubieras dicho que estaría aquí escribiendo esta canción. Pero aquí estoy, a tu lado. El cielo es más azul en Malibú... A tu lado en Malibú... A tu lado... Somos como las olas que van de ida y vuelta. A veces siento que me estoy hundiendo pero tú estás ahí para salvarme y quiero darte las gracias con todo mi corazón... Es un nuevo comienzo... Un sueño hecho realidad en Malibú...

Es curioso como trascurre el tiempo. No importa si estás feliz o si no; simplemente trascurre... Algunas veces a grandes saltos y otras veces, las treguas pueden ser insoportables. La diferencia está marcada por tus emociones, - claro está -. Pero el que "el tiempo pase rápido" no siempre es síntoma de "felicidad". Hay momentos en los que la tristeza te hace caer en un sopor sin fin... un sopor que nubla tu mente por completo; y eso Patricia lo sabía muy bien. - ¿Cuanto tiempo había pasado? ¿En qué parte de su caótica vida estaba? - - Ah sí... El cumpleaños de la princesa... - Era el cumpleaños de su sobrina... - La pequeña Bodrik. - Suspiró. Ella era la niña de sus ojos, su consentida y su gran amiga. - La quería tanto... - Hacía tiempo que la pequeña y feliz Patri había desaparecido. Ella era más que consciente de ello pero, - ¿qué sería de los demás? -Los Lockhart, su querídisima familia, - ¿se habrían dado cuenta?... - La bruja guardaba las apariciencias en cada momento, por supuesto. Sonreía siempre que la ocasión lo requería y no perdía jamás la atención de sus familiares. - Pero algo había cambiado... - Sentada en aquella mesa, alejada de todos; veía como sus amigos y familiares disfrutaban de la fiesta y, por supuesto; su consentida sobrina era el centro de atención. Patricia sonreía viéndola con ternura. Aún no había podido felicitarla, pero quería esperar un poco para hacerlo ya que no quería agobiarla tampoco. Esperaría a que estuviera sola. - Sí, eso haría. - Mientras tanto, disfrutaría de su alcoholizada copa. - Bendito whisky... tú si que sabes tratarme... - Pensaba para sus adentros y una pequeña sonrisa levantó la comisura de sus labios. - ¿Así sabía la felicidad? - No lo creía. Apretó entre sus manos el pequeño paquetito que quería escapar del bolsillo de sus ceñidos tejanos y volvió la vista de nuevo al presente. -Bien, vamos Patricia... - se dijo en voz baja para darse ánimos. Ella también merecía disfrutar de la fiesta, - ¿verdad? - Y así lo hizo. Se levantó de su asiento y se acercó al grupo de gente en busca de su sobrina. - Bo, linda, espero que no estés muy ocupada. Tengo un pequeño regalo para ti... - Dijo sonrojándose un poco por la cursilería que estaba por entregarle. @Bodrik

Se le había hecho tarde para la fiesta por lo que se recogió el cabello con un lápiz que encontró por casa quedándole un moño desarreglado pero divertido. - Va, ¿qué más daba? - Se dijo. Últimamente prestaba menos atención a su apariencia aunque quisiera o no, ésta siempre se veía impecable. Su bonito rostro y delgado cuerpo ayudaban por supuesto. - Leire, ¿quieres acompañarme a la fiesta? - Le preguntó a su elfina. La criatura era muy tímida pero acompañaba a la joven allá donde ella fuera así que sabía que en aquella ocasión, también lo haría. - Venga, vámonos. - Dijo tomando su brazo y desapareciendo del hogar de los Lockhart para aparecerse frente al negocio de su sobrina Bodrik. El clima era templado por lo que la castaña llevaba un vestido de vuelo de color blanco con florecitas rosas. Éste dejaba ver sus delgados brazos y piernas y, era un atuendo tan alegre como ella se sentía en ese momento. Justo lo que había querido desde un principio. Su elfina llevaba en sus brazos el regalo del pequeño. Lo había decidido con gran cuidado y esperaba que le gustara. Y con esa alegría propia de ella, se adentró en el local donde divisó a sus tres hermanos, su sobrina, su amiga Tama y um... - ¿su prima? - Parpadeó recordando y luego sonrió. - Hola a todos, perdón por el retraso. Por suerte Ezra no llegó aún. - Rió. - ¿En qué puedo ayudar?- Se acercó entonces a sus familiares dándoles un beso en la mejilla a cada uno y se detuvo frente a la pequeña que acompañaba a su hermano Alexander. - Tú debes de ser ¿mi prima? ¿Cómo te llamas? No hemos tenido el placer de conocernos aún. Soy Patricia G. Lockhart, la hermana de Noah, Alexander y Eze. Encantada. - Sonrió y le tendió la mano alegre. @@Noah Lockhart @@Ezequiel granger @@Bodrik @@Alexander Fox @@Mikaela Fox @@Tamarindo @

http://i.imgur.com/aYTv1JH.png El traslador era seguro, o eso pensó cuando consiguieron aparecerse en las inmediciaciones de aquel hotel. Suspiró con alivio aunque el bello de sus brazos seguía erizado, no sabía si por el uso del anterior artefacto o por la apariencia del extraño negocio. - No me extraña que haya pocos hospedados. El nombre ya supone un espanto y qué decir del hotel... - hizo una mueca de disgusto -...Si me dijeran que el mismo Drácula se hospeda en él, me lo creería. - Contestó a su compañera que se había agarrado a su brazo lo que le daba confianza y ánimos para seguir. Realmente estaba asustada por lo que el tacto de su amiga la reconfortaba. Llegaron a la recepción. Darian se había mantenido en silencio, lo que era extraño; pero suponía que debía estar sumido en sus pensamientos así que no le dio mucha importancia. Lo que sí le sorprendio fue lo desolado que estaba todo - y ese olor... - pensó. Le recordaba a algo. Un ruido le hizo saltar asustada y separarse de su compañera que ya estaba preparada con su varita en la mano. El hechizo lumos iluminó la estancia y los ojos de la castaña se abrieron de par en par al descubrir a una especie de mujer devorando - ¿un cadáver? - porque eso parecía. - Cuidado Bel. Creo que se trata de una arpía. - Susurró a la Evans McGonagall sin querer llamar la atención de la criatura que seguía entretenida con el cuerpo. Sin embargo, debía de estar en sobre alerta porque al decir aquello dejó lo que estaba haciendo y bruscamente se avalanzó sobre ellos. @ @@Darian Mcnair @ @@Kutsy Stroud Lenteric

La castaña descansaba en su dormitorio en el castillo Lockhart. Dormía a pierna suelta por lo que no vio la llegada de la lechuza hasta que esta casi le saca una oreja con su incesante picoteo. - ¡Paty! ¡Basta! - Gritó enfadada a su lechuza, pero cuando dirigió su vista hacia la jaula comprobó que ella aún se encontraba encerrada. - ¿Pero qué? - Fue entonces cuando reparó en la pequeña lechuza que se encontraba sobre su almohada. Ésta era de color marrón claro y no la conocía de nada aunque, por el pergamino que llevaba atado a su patita, supo que se trataba de una carta para ella. La desató y leyó en voz alta. "Querida señorita Gryffindor, Ha llegado a la Mansión del amo una joven bruja que dice conocerla. La está esperando en la Mansión Gryffindor. Atentamente: Tanis, elfo doméstico del señor Gryffindor". Su mandíbula se descolgó por momentos ya que nunca había recibido una carta como aquella. Recordó entonces que, al no vivir allí, había avisado a algunos de los elfos de Mansión para que la avisaran de si algo ocurría. En cualquier caso, debía darse prisa. Una vez se hubo vestido, se apareció en los jardines de su hogar. No obstante, su cabello desaliñado y sus ojeras dejaban constancia de que se acababa de levantar. Caminó despacio y se adentró en la estancia siguiendo el ruido de las pocas voces que, a esas horas se escuchaban en la Mansión. Así llegó hasta el salón donde dislumbró a su prima Ariam. - Así que eras tú quien me buscaba... - Sonrió. - ...Uno de los elfos me avisó y vine lo más rápido que pude, ¿Cómo estás? - Se adentró en el salón y se acercó a su prima dándole un corto pero cálido abrazo. Reparó también en la joven que la acompañaba. La conocía de algunas fotos pero nunca había hablado con ella. - Hola linda. Mi nombre es Patricia Gryffindor Lockhart y soy hija de los patriarcas Elvis y Annick. He tenido ocasión de verte en algunos de los retratos familiares pero nunca supe tu nombre, ¿quién eres? Llevo poco tiempo en la familia por lo que aún no os conozco a todos. - Comentó a la joven con amabilidad y le dedicó una sonrisa agradable. @@AriamAshar016 @@Ley Gryffindor Rosier

A Cye le pareció buena la idea de la parrillada y la Gryffindor se sintió feliz de poder contentar a su madre. Ahora ella le daba la bienvenida a Reena, y también el patriarca hacía su aparición para lo mismo. Toda la familia se había reunido ese día y Patricia estaba encantada de ver a sus familiares reunidos después de tanto tiempo; aunque cuando sus padres se besaron ella solo pudo contraer su rostro a modo de broma y decir. - Tama el ambiente se está caldeando un poco. Creo que es el momento de ir en busca de mis hermanos. ¿Me acompañas? - Y escapó riendo de la estancia tomando a su amiga del brazo y arrastrándola con ella. -...aunque si quieres, puedo mostrarte la casa antes. ¿Qué prefieres? - Dijo parándose al pie de la escalera para contemplarla. Quería que estuviera lo más agusto posible en su compañía por lo que su decisión para ella era importante. Su hermano Noah pasó entre ellas de repente para subir a ver a su hermano mayor. Ese le hizo detenerse nuevamente para añadir - Aunque bueno... Adam estará en su cuarto y tal como has comentado antes, lo conoces...- Dijo pensativa. - ...Tal vez quieras volver a verlo a él en lugar de pasar un tiempito a solas conmigo. - Sus mejillas se sonrojaron un poco pero no dijo nada. Esperó a que su invitada dijera algo para saber qué hacer a continuación. @ @@Tamarindo @ Zamolódchikova @@Reena Vladimir

Desde el momento en que su hermano le propuso ir a tomar algo, su humor mejoró. Llevaba algunos días deprimida aunque no quería hablar de ello con nadie. No obstante, Alexander parecía adivinar cuando era que se encontraba mal y por ello, siempre conseguía sacarle una sonrisa. En aquella ocasión, una simple invitación había bastado para hacerla feliz. No sabía cual era el motivo de que la invitara a acompañarlo esa noche pero ella estaba encantada de hacerlo y se podía notar en su atuendo. Estaba hermosa: con su vestido color negro - ligeramente escotado - y con la espalda al descubierto. Llevaba también unos tacones a juego que la hacían parecer tan alta como su acompañante. - Por supuesto. - Respondió tomando su brazo y enroscando el suyo en él. No sabía a donde la llevaría. - Era una sorpresa - Había dicho; pero caminaban por medio del Callejón Diagon así que debería de rondar por allí cerca su destino. - Oye Alex... - dijo con confianza. - He estado pensando que, bueno... hace meses que te conozco pero no sé demasiado de ti. ¿Por qué no me cuentas algo de tu pasado? No sé.. Tal vez del lugar donde vivías antes, si tenías amigos... ¿novia? - Se sonrojó un poco con lo último pero se mantuvo curiosa. - Ni siquiera sé cuantos años reales tienes... Ya sabes... - mostró sus pequeños colmillos para hacer referencia a los puntiagudos caninos de su hermano y sonrió. Era un vampiro después de todo y ni siquiera sabía si había nacido así o había sido convertido con el tiempo. Muchas preguntas se aremolinaban en su mente pero iría con calma. La relación entre ellos había ido a mejor con el tiempo y ahora la confianza entre ellos era enorme. Esperaba por ello que, preguntas tan inocentes como aquellas, no fueran difíciles de responder e incomodaran a su hermano. @@Alexander Fox

Su madre tomó las acciones alocadas de la castaña con humor por lo que sabía que su pequeño enfado por desaparecer un mes entero había quedado en el olvido. La Gryffindor sonrió contenta por ello y, tras saludar a la joven Charlot; puso toda su atención en su amiga Tamarindo. - Así que nos conoces a todos practicamente... ¿verdad que somos geniales? - Dijo riendo con diversión. - Oye Tama, y... ¿si nos harás un retrato familiar y otro más para mi hermanito peque? - La miró con ojitos brillosos emocionados y con sus manitas juntas implorando - ... Sería tan maravilloso tener un recuerdo así... - susurró tan soñadora como se sentía - ...Tú podrías aparecer junto a mí... si gustas claro... - Concluyó sonrojándose un poco por el atrevimiento pero sin dejar de pensar en que un retrato junto a su familia y su querida amiga le haría inmensamente feliz. - Anda dí que si.. - Dijo y le robó la magdalena que tenía entre las manos dándole otro bocado a la misma. -...Me guztaguía teneg otra ezcuza paga vizitagte en tu galeguía. - añadió de manera ininteligible con la boca llena del dulce y tratando de no reir para no soltar todo como si fuera una fuente. En ese momento, Heyda, la ama de llaves de los Lockhart, apareció en la sala con la compañía de - ¿una de sus tías? - No recordaba quién era realmente aunque ya la había visto alguna vez por el castillo. - Hola, ¿tía? .. - tragó lo que le quedaba de magdalena en la gargata y se aclaró la voz. - ¿Qué tal todo? Parece que hoy la casa estará concurrida. - - Madre, - Se volvió a la aludida con alegría para proponerle algo- ¿qué le parece si celebremos una parrillada ya que estamos todos juntos? Mientras tanto yo podría enseñarle el castillo a Tama y terminar de convencerla para que nos haga ese retrato... - le guiñó un ojo a la rubia y rió con diversión. - Juntas reuniremos al resto de la familia y nos reuniremos en el jardín. Hoy hace un día increible para disfrutar fuera... ¿no crees? - Tan solo Eze y Noah permanecían en la estancia ya que Alexander había desaparecido en busca de Adam. Por su parte, su padre, sobrina y hermanita Paula tampoco habían hecho acto presencia aún y - eso no podía ser -. Patricia se encargaría de reunirlos a todos para disfrutar de aquel día tan agradable con su familia. @@Tamarindo @ @@Reena Vladimir

Patricia Primer año en Hogwarts Desde su banco en aquella gran mesa, observa el resto de la ceremonia. Es el turno de otra niña aunque esta parece tener más edad que Patricia. - Que extraño - piensa la castaña ya que según le han dicho, todos deberían tener once años de edad. La chica desconocida también pertenece a "Gryffindor" y camina para sentarse junto a Patricia que luce incómoda - tanto o más que la pelinegra -. De cualquier forma, necesita abrirse. Ahora ella también es una bruja y quiere encontrar amigos desesperadamente. - Hola... - Empieza con timidez y sus mejillas se sonrojan. Sus ojos verdes, demasiado grandes para su delgado rostro, se posan en los de su compañera y trata de infundirle la confianza que ni ella misma siente. - Mi nombre es Patricia Er... - Casi está a punto de decir el apellido de sus padres adoptivos pero termina por guardar silencio. Ella ya no tiene padres. Los odia... - odia, odia, odia.. - Ahora ella es huérfana. Un nudo amenaza con aflorar su garganta pero carraspea para eliminarlo. No piensa volver a llorar. -... Patricia.. a secas; y al parecer vamos a ser compañeras de casa. ¿Tú eres? - La pequeña de ojos verdes es amable y aunque sus mejillas siempre permanezcan sonrojadas, sabe como comportarse para que el resto de personas se sientan cómodas en su compañía. Lo que más desea en estos momentos es sentirse aceptada y, - ¿quién le dice que esa niña no podría ser su futura mejor amiga? - El pensamiento le hace sonreir, y sin que pueda controlar sus palabras, estas salen sin más - Espero que podamos ser buenas amigas. - Su sonrisa es sincera y se extiende por todo su rostro iluminándolo. Su sonrisa es contagiosa y lo sabe porque su nueva amiga parece tener también ganas de sonreir. Ahora, Patricia es una bruja que se relaciona con otras brujas. Patricia no para de sonreir. Patricia es feliz ahora. @Bodrik

La situación en la entrada del castillo se volvió loca de repente. Por un lado, Alexander le tendía la mano y Patricia trataba de tomarla; por el otro Tamarindo se lo impidia abrazándola con más fuerza. - ¡Me van a matar entre los dos! - Decía entre carcajadas pues, realmente se estaba divirtiendo con las palabras y las acciones de su amiga. Sin entender como, se encontraba en medio de un "tira y afloja" entre ambos que, sin ponerse de acuerdo, estaban maltratando a la pobre Gryffindor que reía sin parar a la vista del resto de sus familiares. Mientras tanto, las magdalenas rodaban por el piso y los elfos desesperados corrían de un lado para otro tratando de recogerlas. Fue Noah el que consiguió poner algo de orden ayudando a recoger a los elfos. Por su parte, la castaña por fin consiguió zafarse del agarre de su amiga y refugiarse en los brazos de su hermano Alex. Observó todo el caos que había formado en pocos minutos y volvió a reir aunque esta vez con cierto sentimiento de culpabilidad. - Su madre debía de estar enojada. - Pensó con pesar. Primero se había desaparecido por un mes, y ahora revolucionaba el castillo con su incontralable impulsividad. Se volvió hacia ella con rostro arrepentido y con el rosa inundando sus mejillas. Estaba por comenzar a disculparse cuando su hermano soltó aquella frase de burla. - ¿Cual show hermanito? - Arqueó una ceja pero le dedicó una sonrisa divertida a Alexander pues, aunque quisiera molestarla, estaba demasiado contenta con la visita de su amiga como para darle el gusto. - No estaba haciendo ningún show... - puso los ojos en blanco y haciendo un gesto de burla, le sacó la sacó la lengua. Luego se volteó para volver a fijar su vista en Tamarindo que ya estaba en pie. - Entonces.. ¿a qué se debe tu increible visita? Ni siquiera sabía que conocías a mis padres aunque... - De repente recordó que su galería estaba repleta de retratos de su padre y Adam. - ... ¡Cierto! mi padre es uno de tus - ¿musos? - - Rió con el término que había utilizado y añadió - Vi algunos de sus dibujos de él en tu galería. - Reparó entonces en las dos jovencitas que acompañaban a su madre. Tampoco las conocía. - ¿y ustedes? ¿quienes son? - Preguntó curiosa a las dos brujas que, sin decir ni "pío", observaban la escena con curiosidad. @ @@Alexander Fox @@Tamarindo @@Noah Lockhart @@Charlot Gryffindor @

Patricia Primer año en Hogwarts Flash back Sus ojos asustados se mueven de su madre a su padre con mayor frecuencia cada vez. Ambos se miran y la pequeña sabe que algo no va bien. - ¿Qué sucede? - Pregunta haciéndose oir pero, no obtiene respuesta. - Ella debe saberlo... - Dice su padre con calma. - Su padre sabe lo que dice...- Piensa. - No, ella es demasiado pequeña. No puede saber - y el sobre con la carta que mamá lleva en sus manos es hecho añicos. Patricia llora y se esconde en su cuarto. Su cuarto es grande como el resto de la casa pero ahora lo nota más grande que nunca. Se siente triste porque sabe que sus padres ocultan algo. Ellos nunca le ocultan nada, ¿por qué ahora sí? El miedo la hace llorar de nuevo. Pasan las horas y sus padres entran al cuarto. Su madre está llorando en brazos de su padre. Patricia ya no llora, solo se abraza a uno de sus peluches favoritos y los mira fijamente - Tenemos que hablar... - Dice su madre y se derrumba. Cae al suelo tapándose los ojos con sus manos mientras llora y balbucea sin parar. - Te mentí, te mentí y ahora no sé como reparar mi error... - más y más palabras salen de sus labios pero Patricia solo llega a escuchar una única frase. - ... Eres adoptada... Elvis... así se llama tu padre... - Y todo se vuelve negro en su mente. ........................ En la "actualidad" Han pasado más de veinticuatro horas desde el fatídico suceso. Patricia ya no se encuentra en casa. Patricia ha escapado. Ahora ella está en Hogwarts, su nuevo colegio. Ella no sabe nada de magia pero le han dicho que es una bruja. La castaña aún no lo acepta pero al parecer es así. Toda su vida ha sido una cruel mentira. - Mentira, mentira, mentira... ¡Ustedes son unos mentirosos...! - Recuerda haberle gritado a sus padres tras releer aquella carta. Suspira y abre los ojos para encontrarse de nuevo en aquella sala tan enorme. Sus ojos verdes, demasiado grandes para su delgado rostro, observan el lugar y se sorprende de todo lo que ve. Magos y brujas por todas partes. Pero ella no puede ser una bruja. Deben haberse equivocado. Se encuentra en el centro de la sala. Muchos ojos la miran y ella luce nerviosa. Al final de la fila de alumnos un sombrero la espera. Es su turno, lo sabe y camina asustada. - ¿Y si el sombrero se da cuenta de qué ella no debería estar ahí? - Un nudo se le forma en la garganta. Inspira y Expira. Trata de tranquilizarse y se sienta en el banquito colocándose el sombrero. Y el sombrero habla. Patricia cierra los ojos asustada y algunas lágrimas luchan por caer de sus ojos pero se resiste a llorar. - Vaya, vaya... ¿que tenemos aquí...? Valiente sí... y testaruda... Muy testaruda. Una mente difícil pero, ¿oh?... Ya sé donde te pondré... Sin duda tú jovencita debes pertenecer a... - - ¡GRYFFINDOR! - El alarido de gritos de júbilo estalla en la mesa de la izquierda. La pequeña sonríe. Empieza a ser consciente de que realmente es una bruja y después de todo, no parece ser tan malo.

La joven bruja tomó a su hermano @@Ezequiel granger de su mano y juntos corrieron a despertar a @@Adam Lockhart . - Eze, me gustó tu idea del agua así que, ¿por qué no pruebas con un aguamenti? - Le dijo guiñándole un ojo al pequeño y riéndose por lo bajo divertida con el futuro acontecimiento. Sabía que su hermano mayor aún estaba herido pero, - un poco de agua no le haría nada malo, ¿verdad? - Ya tenía preparada la carcajada que saldría de su garganta en cuanto Ezequiel hiciera de las suyas pero de pronto, una voz conocida se oyó escaleras abajo y se detuvo para escuchar con mayor atención. - ¿Escuchaste eso Eze? ¿Tenemos visita? - Le había parecido escuchar la voz de su querida amiga @@Tamarindo pero, ¿se lo habría imaginado? - ... hermanito termina de despertar a Adam y a Alexander y nos reunimos abajo. Voy a ver quien vino de visita... - y dicho aquello, salió del dormitorio y bajó las escaleras a toda prisa para encontrarse con aquella chica que, meses atrás, le había robado el corazón: su queridísima amiga: Tamarindo. - TAAAAMAAAA... pero, ¿cómo es que estás aquí? - ignoró la presencia del resto de sus familiares, incluso estuvo a punto de chocar en su trayectoria con su otro hermano @@Noah Lockhart , pero no le importó. Debía echarse en brazos de su amiga y, así lo hizo, cayendo las dos al suelo en un fuerte estruendo y desparramando los dulces que la bruja había traído por toda la estancia. - .. uy. lo siento JAJAJJAJA... - Soltó una carcajada mientras trataba de ponerse en pie, cosa que no consiguió. - Maadreeee.. ¡ayudaaaa! - Decía riéndose pero sin poder levantarse de la panza de Tamarindo. Era consciente de que la estaba aplastando pero, ¿qué podía hacer ella si le había entrado la risa floja? @

@@Tamarindo le entregó rápidamente una servilleta para cortar la hemorragia, pero cuando la introdujo en sus orificios nasales, la bruja la miró de esa forma que hacía que la castaña se sonrojara sin poder contenerse. - Gra... gracias... - Respondió nerviosa sintiendo como el calor subía por sus mejillas y se propagaba por todo su rostro. - ¿por qué la miraba de aquella forma justo cuando ella estaba en ese estado tan horrible? - Esperaba al menos que la máscara no dejara ver lo ridícula que debía verse en aquel momento. Y de pronto la cabeza de su tortuga ninja estaba oculta bajo unos ojos de cangrejo (?). - ¿Pero Tama qué has...? - Comenzó a quejarse pero claro, ella estaba jugando sucio poniéndole de nuevo esa mirada traviesa suya y haciendo que se sonrojara más por lo que tuvo que callar y admirala sin más. - En serio, ¿por qué la veía de esa forma? - No lograba comprender esa actitud de su amiga. - ¿Una guerra de comida? - Repitió a pesar de que estaban más que claras sus inteciones ya que de pronto, media lista de invitados estaban llenos de comida. Entre ellos pudo divisar a Cindy ( @@Shena Cindy de Ryvak M. ) y a la pelirroja que acompañaba al novio ( @@Jany Mandarina ). - JAJAJA loca, nos van matar.... - Se rió divertida a la vez que asustada ya que, en el fondo temía por su vida.- Se las estaban jugando demasiado pero, ya que.... - le lanzó otro trozo de pastel de carne - esta vez - en la nariz del novio ( @ ). - ¿Viste eso? ¿Cuántos puntos crees que me gané? - preguntó volviendo a reir y tomando de nuevo la mano de la bruja con la que salió corriendo despavorida.

- Arya murio hace casi tres años por una enfermedad incurable. Descubrimos su relación con los Gryffindor revisando sus cosas. - Esas últimas palabras se arremolinaban en su mente una y otra vez. - ¿Cómo podía ser? - La castaña se había alejado de aquella casa con tan solo once años. - ¿Cuánto tiempo había pasado desde entonces? Más de seis años... - Suspiró. Trató de recomponerse y con la ayuda de su hermana Lunita se puso en pie. - Gracias pequeña.. - Le susurró a esta a pesar de que la edad de ambas era prácticamente la misma. - Yo sabía que Arya... - tragó saliva para poder continuar -... mi madre... - rectificó - había muerto. Pero no sabía nada de su enfermedad ni de que se hubiera vuelto a casar... - - Hace poco más de seis años me fugué de casa de los Eriksen. Tenía once años para aquel entonces pero no me importó. Ellos me mintieron con algo que yo no podía perdonar, y durante todo ese tiempo no he querido saber nada sobre ellos. No obstante, hace un par de meses descubrí que la casa donde me crié había sido destruida... - Bajó la voz para que solo la joven bruja y Lunita la escucharan. - ... por mortífagos. - Lo supe porque encontré una nota desgastada de mi padre en la que decía: "Ellos lo saben. Vienen a por nosotros...". - Suspiró en brazos de su hermana. -... Más tarde supe quien eran "ellos". - añadió con asco pensando en los sucios mortífagos. - Sé que mi padre murió aquella noche y, hasta la fecha estaba convencida de que mi madre también lo hizo. Ahora veo que no es así. Tal vez le borraron la memoria o pudo escapar... No lo sé... Pero todo esto significa mucho para mí. - suspiró de nuevo. Le era difícil aceptar aquello. - Si Arya era hermana de mi padre biológico Elvis, eso quiere decir que ella fue la que me apartó de sus brazos cuando tan solo era un bebé... Ella sería la culpable de que por tantos años no conociera mi verdadera procedencia. y de qué... - Guardó silencio para contener su rabia. Debía calmarse si quería seguir hablando del tema. Todo encajaba en su mente de una manera, que el estómago se le revolvió. - ¿En serio su madre había sido capaz de mentirle después de todo lo que ocurrió? - No lo podía creer pero, - ¿cómo se sentía ahora? - Lo pensó por unos momentos en los que sintió: rabia, negación, convencimiento y por último y para su sorpresa... tranquilidad. Tranquilidad porque por fin se había descubierto parte del rompecabezas de su tormentosa adopción. Por años había detestado a su madre por mentirle pero tras su muerte, la perdonó, ¿sería capaz de volver a hacerlo? y sobre todo.. ¿qué es lo que habría llevado a aquella mujer a robarla de los brazos de sus padres cuando tan solo era un bebé? - Sus pensamientos fueron interrumpidos por la llegada inesperada de tres cafés. Seguramente su hermana los había traído. - Sentémonos mejor para hablar de todo esto... - Dijo con mayor tranquilidad esa vez. La castaña estaba sorprendida consigo misma... - ¿Dónde estaban las lágrimas que siempre la habían acompañado en su doloroso pasado? - Ni siquiera sabía como era capaz de llevar todo aquello de forma tan calmada pero suponía que, tras tantos golpes que había sufrido, una se termina acostumbrando al dolor y a la mentira. @@AriamAshar016 @

Vengo a pedir un cambio en mi ficha. Por favor, copiénla así como va que luego se dejan atrás cosillas (no es la primera vez que me pasa por eso digo xD)... Gracias de antemano

No le dio tiempo a @@Tamarindo de responder. La tomó de la mano y salieron por patas. - ¡Corre, debajo de la mesa! - susurró mientras corría y la empujaba para que se escondiera bajo una de las mesas llenas de comida de la ceremonia. Seguidamente, ella también se metió debajo aunque no sin antes golpear su nariz de forma ruidosa. - Maldita sea... - gruñó llevando sus manos hasta la parte del rostro dolorida que, de forma casual, había comenzado a sangrar. - Maldición, duele... duele... - Se quejó una vez que estuvieron a cubierto. La bruja se sobaba la nariz mientras escuchaba a su pareja de faenas que, - ¿en serio hacía aparecer una máscara así? - Sus ojos se agrandaron por la sorpresa de ver dichoso objeto y sus mejillas se sonrojaron de solo imaginarse ir por la ceremonia así aunque... - Merlín, ya iban en pijama ¿qué más daba? - - ¡Buena idea! - Admitió de mala gana aunque divertida por la situación. Tomó la máscara y se las puso pero. - Oh... - Esta le apretaba su ya lastimada nariz y la hacía sangrar cada vez más. - Sangre... odio la sangre... - Gimió. - Oh maldición... - Recordó que el otro mago ( @@Emmet Haughton Gaunt ) que contraía matrimonio era vampiro y que casualmente habían coincidido alguna que otra vez. - ¿Sería capaz de reconocer su sangre? - Pensó preocupada y poniendo en sobreaviso a su amiga. - Tenemos que hacer que la sangre se corte o el otro novio vampiro se dará cuenta de que no estamos invitadas a la fiesta... - dijo por lo bajini. -... Si se da cuenta, ni siquiera estas máscaras nos servirán para que no nos echen a patadas de la fiesta... - Suspiró. En aquella ocasión en la que el vampiro fue su profe le había parecido buena gente pero, ¿quién era ella para saber eso a ciencia cierta? - Va, ¿qué es lo peor que podrían hacernos? - Se rió porque, de todas formas, ya no se podía hacer nada - Si nos van a correr al menos divirtámonos mientras... - y tomando la mano de la joven volvieron al exterior cubiertas por aquella máscara de ridículo payaso. - ... ¡Vayamos a comernos todos los aperitivos de las mesas! - Dijo con excesiva alegría mientras reía y echaba a correr hacia las mesas de comida.

- ¿Disculpa? - La Gryffindor se giró para contemplar a - ¿Ariam se llamaba? - y atender su llamado. - ¿Arya Gryffindor? - Preguntó de vuelta. El nombre no significaba nada para ella, ¿oh sí?.. - Arya, Arya, Arya... - Ese nombre había sido el de su madre muggle pero la había conocido como - Arya Eriksen - así que obviamente no podía tratarse de la misma persona. Se giró para contemplar a su madre y ver si a ella le sonaba ese nombre aunque no parecía haberle llamado mucho la atención. Aún así, le preguntó. - ¿Tú la conoces mamá? - Y su mirada se posó de nuevo en la bruja de ojos rojizos para añadir. - Verás, esta es mi familia sanguínea pero no lo supe hasta hace muy poco. Me crié con una familia muggle, los Eriksen; y más tarde me vine hasta aquí, hasta Ottery para buscar a mis padres sanguíneos. Los conocí hace tan solo unos meses por lo que no estoy muy familiariazada con todos los miembros que contiene. Así que esa persona, lo siento pero no me suena de nada... - Concluí apenada. Realmente quería ayudar a la joven pero no era la persona más indicada. Aún así, esta no se dio por vencida y le mostró una fotografía de la squib. - No, no podía ser... - El mundo se le vino abajo al ver que conocía a aquella mujer. Sus piernas empezaron a temblar hasta que cayó al piso sobre estas. - ¿Cómo tienes tú una fotografía de mi madre muggle? E...Ella no... no es Arya Gryffindor sino, Arya Eriksen... - tartamudeó sin darse cuenta. Buscó de nuevo desesperada la mirada de aquella bruja en busca de alguna posible explicación porque, indudablemente la mujer de la fotografía era ella, su madre adoptiva muggle. Pero, ¿cómo era posible? - No, no... tenía que haber alguna explicación... - @@AriamAshar016 @@Annick McKinnon ........................ OFF: I love drama... Por fin consigo encontrar un enlace con mi pasado (?) /o/

El rubio de extraños ojos en el que se había fijado en un comienzo fue el primero en contestar a su pregunta. - Oh curioso... Gracias. - Respondió cortésmente a pesar de no haber recibido la respuesta esperada. Reparó entonces en la joven de su misma edad que lo acompañaba. Tampoco la conocía pero se presentó rápidamente. - Aria Gryffindor... - Pensó pero no le sonaba el nombre como era normal ya que, a pesar de ser su familia sanguínea, llevaba poquito tiempo conociendo la existencia de esta. - Mi nombre es Patricia Gryffindor Lockhart y el gusto es mío. Me agrada conocer a nuevos familiares. - Se presentó a la vez que hacía una pequeña reverencia a modo de saludo y sonreía a los presentes. La voz de su madre hizo que la Gryffindor desviara su mirada hacia la puerta y sonriera de oreja a oreja. - Madre... que gusto verla. Acabo de volver de viaje y pasé a saludarlos, ¿cómo le va todo? - Dijo sonriendo a la vez que se acercaba para besar su mejilla. Sin embargo, para su sorpresa, no era la única con la que coincidiría esa tarde ya que en ese momento llegaba su hermana Lunita y la apresaba junto al resto de presentes en un apretujado abrazo. - Hermanita nos vas a matar... - dijo soltando una carcajada llena de diversión causada al ver la expresión en el rostro de aquel rubio que, al parecer no era perteneciente a la familia. El pobre había tenido que soportar los cariños de su familiar y loca hermana. - así que también tú estuviste de viaje.. y por Italia... vaaaaya... - exclamó con gracia. - ... Que genial hermana y wooah... ese reloj es fantástico. - Sus ojos se agrandaron sorpresivamente cuando vio su nombre reflejado "Patricia Gryffindor" en el mágico objeto. Casi se emocionó por ello aunque no dejó que se notara. - Esto... ¿Lestrange...? - dirigió su curiosidad hacia el joven, cuyo nombre había ya olvidado, mientras su hermana conversaba con uno de los elfos. - ..si no perteneces a la familia, ¿qué es lo que hace acá? Es solo curiosidad, ya sabes... - añadió la castaña para no incomodarlo ya que esta no era su intención. Entendía el motivo de Ariam ya que era una Gryffindor más pero, - ¿cuál sería el motivo del joven? - @ @@AriamAshar016 @@Annick McKinnon @

Se volvió para fijar sus ojos en ella, en su acompañante que, no sólo iba a juego con la Gryffindor sino que además se veía tan ridículamente sexy como ella. - ¿En serio coincidimos? - soltó una carcajada tan grande que por momentos tuvo miedo de espantar a todos los elfos de la casa Adler; pero no podía evitarlo. Ambas acudirían en pijama y eso era digno de ver. Serían el hazmeréir de los Gaunt pero, serían el hazmeréir juntas. - Sin duda, somos la mejor pareja que se podría dar en todo Ottery. - Tomó el brazo de su amiga y, abrazándose ambas al elfo, se aparicieron en los jardines de los Gaunt donde, casualmente era la ceremonia. - Estamos adentro.. - dijo sonriendo de oreja a oreja por lo fácil que había sido. Sin duda, llevar al elfo consigo había sido una buena idea aunque, mantenerlo tan alejado de sus funciones en el castillo de los Lockhart, meterían a la joven en un lío si alguno de sus padres se diera cuenta. - Bien, qué quieres hacer? ¿Quieres que...? - Comenzó a preguntar a su bella dama cuando, a lo lejos divisó a su compañero de la orden y amigo @@Albus Severus Black , que le instaba a acercarse. - Ven vamos... quiero presentarte a un amigo. - Dijo tomando a @@Tamarindo de su mano y tirando de ella hasta quedar a la altura del joven. - Todo genial Albus. Por cierto, ella es mi mejor amiga y pareja de bodas, Tama... - Sonrió orgullosa. El siguiente comentario del Evans la cogió desprevenida pero de nuevo sonrió y le guiñó un ojo para avisarle de que había entendido completamente a lo que se refería aunque por si acaso, añadió. - ...Nosotras somos las del pijama a juego así que será fácil localizarnos. ¿Verdad que nos vemos hermosas? - Dijo con diversión mientras se abrazaba a su Tama querida. Y de pronto el novio estaba allí y se daría cuenta de que no estaban invitadas. - Oh... oh.... - Desvió la mirada hacia su compañera y temerosa, señaló de manera discreta a @ para avisarle de que estábamos en problemas. - Ese es uno de los novios... hay que improvisar para que no nos descubran... - susurró en el oído de Tama. ¿Qué íbamos a hacer ahora? - mier**, mier**, mier**... -

El elfo favorito de la castaña no tardó en aparecer para recibirla - Mi estimado Jops, ¿cómo estás? - y sin dejarle responder abrazó a la criatura en un acto de enorme felicidad. Esta se quedó inmóvil y ligeramente incómoda ya que, pese a estar acostumbrado a los cariños de la Gryffindor, el abrazo sobrepasaba los límites del elfo. - Así que están en la alcoba... ¡GENIAL! Ahora mismo iré a reunirme con ellos. - Se puso a caminar en esa dirección pero recordó algo más que no podía pasar por alto. - Ah.. no se olvide de decirle a Heyda que dentro de un rato pasaré a molestarla también. - Dicho esto, le guiñó un ojo al mayodormo y soltó una leve carcajada divertida. Subió las escaleras con rapidez - dejándose llevar por la emoción - y una vez hubo llegado a la alcoba, la abrió sin llamar. No había tiempo para eso en su feliz mente. - ¡Mamá, Eze! - Corrió a abrazarlos con efusividad. Después los soltó y posó su vista en el pequeño Eirian - pero que grande está... - dijo con emoción contenida a al vez que se inclinaba para besar su mentón. - Me alegro tanto de estar de vuelta con ustedes... Tengo que contarles tantas cosas... No saben... Os diré cuando estemos todos... ¿y ustedes? ¿qué tal están?- decía la bruja sin poder contener su emoción. Después sonrió al ver como su madre y el "ya no tan pequeño Lockhart" bromeaban y supo que, sin duda, este era el lugar en donde ella quería estar para siempre. - Mi hermanito glotón... - dijo entre risas divertida. -... oye pero... - bajó el tono de voz de forma dramática aunque lo justo para que todos en el dormitorio la escucharan - ... si vas a tomar algunos chocolates, tráeme algunos. - Le guiiñó un ojo al joven y rió divertida, a la vez que feliz de poder formar parte de aquellas pequeñas bromas familiares. - Por cierto, ¿dónde están el resto de mis hermanos? ¿Y Bo? - Preguntó con curiosidad. Tal vez si aún no se habían despertado podría ir junto a Eze a despertarlos con alguna travesura que ambos planearan. El pensamiento hizo que la castaña sonriera de forma traviesa pero angelical, de esa forma que tan solo ella sabía hacer. @ @@Ezequiel granger

Observo el reloj de su muñequera y - maldita sea... - Ya eran las cuatro y media. Ya no tenía tiempo de arreglarse con sus mejores galas, ni siquiera de vestirse de una manera decente por lo que, de perdidos al río, decidió ir en pijama; aunque, no de un pijama cualquiera, sino de uno de las tortugas Ninja que, aparte de desgastado por el desuso, hacía que se vieran los delgados tobillos de la bruja por lo corto que le quedaba. Se miró al espejo y no pudo contener la carcajada que le dio. Total, no estaba invitada a la boda y, no conocería a nadie por lo que, - ¿qué le importaba que la pequeña y alguna vez distinguida señorita Eriksen fuera vestida así? -Sin duda, sus padres muggles estarían retorciéndose bajo su tumba y, sorprendentemente, ese pensamiento también le hizo reir. - ¡Bien Tama, allá voy! ¡Jops, de nuevo te necesito! - Vocifereó para llamar al elfo de los Lockhart y así poder aparecerse en la casa Adler. Tardó pocos minutos por lo que en un plis-plás ya se encontraba en el jardín con su pijama, sus deportivas para nada a juego y un moño mal hecho con una pluma que había encontrado por casa. Pensó en tomar prestado el gran bolso de playa de su madre pero, ya sería demasiado por lo que el fiel Jops, era el encargado de llevar sus cosas. - Vamos Jops, son las cinco y ella nos debe de estar esperando... - La puerta de la casa estaba abierta por lo que se atrevió a entrar y, una vez dentro llamó a su querida amiga. - Tama, ¿estás ya lista? - Era la primera vez que la bruja la vería así de desaliñada. - Uhm... - Esperaba no espantarla demasiado. - ¿Qué haría si al verla así vestida se rehusara a ir con ella?... Caray, eso no lo lo había pensado - El pensamiento la puso algo nerviosa pero, sobretodo ansiosa por ver la reacción de su amiga. @Tamarindo

La lechuza llegó como por arte de magia hasta el castillo de los Lockhart y la curiosa Gryffindor fue a recogerla. No habia visto a esa criatura en la vida por lo que se sorprendió de que le trajera una carta. - ¿De quién sería? - Rápidamente desató el nudo del pergamino, lo abrió y, por supuesto que no era para ella. Se rió de sí misma pues, - ¿quién le iba a escribir? - Acababa de llegar a Ottery después de varios meses de ausencia y, prácticamente nadie estaba al tanto de su regreso. Contempló al animal con una sonrisa en sus traviesos labios que no pensaban nada bueno. La carta después de todo, era una invitación y casualmente conocía a las dos personas que se iban a casar. - Mi antiguo profesor de Magia Avanzada y el perturbador Darius... En el castillo de los Gaunt... Interesante... - Nunca había visitado aquel castillo, ni siquiera había tenido la intención de hacerlo. El apellido "Gaunt" no tenía buena fama pero, ¿por qué sería?.. La curiosidad de nuevo la envolvió y, en un acto de locura, decidió ir a la ceremonia aunque, no iría sola. ¡¡Tamaaaa!! <3 ¿Te gustaría ir conmigo a una boda? No estoy invitada realmente pero será divertido colarnos juntas. La ceremonia será en el castillo de los Gaunt y.. ah... Olvida que te pregunté. No aceptaré un "no" por respuesta. Pasaré a recogerte a las cinco. Fdo, Patricia Gryffindor Lockhart El pergamino estaba listo así que, lo enrrolló y lo metió en el mismo sobre en donde venía la invitación. Tras ello, lo ató a una de las patitas de la perdida lechuza y escribió la dirección de la casa de Tamarindo. - Esta vez no te equivoques, ¿vale? - dijo sonriéndole a la criatura que, sin saberlo, la acababa de salvar de una tarde de aburrimiento. @Tamarindo

La Gryffindor caminaba feliz de poder visitar a su familia. Porque así era, la familia Gryffindor era su familia y por primera vez en mucho tiempo realmente se sentía como una más dentro de esta. - ¿Qué habría ocurrido en aquel hogar tras su marcha hace un par de meses? - Se preguntaba en su mente mientras caminaba por aquellos jardines que la conducían hasta la Mansión. Al menos esperaba que se acordaran de ella. Cruzó la puerta sin llamar y entró sin más pero no reconoció a nadie. - ¿Dónde se había metido todo el mundo? - Justo entonces fue sorprendida por una joven rubia que salía con brusquedad de una de las salas y abandonaba la Mansión hecha un basilisco. - ¿Quién era ella? - Preguntó más para sí misma que para recibir una respuesta. Al menos ahora sabía hacia donde dirigirse, hacia aquella sala. - ¡Hola familia! - comenzó alegre pero su boca cayó al piso cuando reconoció a su hermano Adam y, no pudo hacer más que salir corriendo y saltar en sus brazos como lo hacía siempre desde que era una niña. - ¡Hermanito! Merlín... hace tanto que no te veo... - dijo afligida por la emoción. - ¿Cómo has estado? Olvídalo... ¿Cuando regresaste?.. Yo recién regreso pero tú... - Las palabras salían sin descanso y, la bruja no podía controlarlas. Se dio cuenta entonces de que debía prestar atención al resto de presentes. - Que desfachatez la suya - Su educación dejaba bastante que desear y siempre se dejaba guiar por sus emociones pero, por Merlín.... debía controlarse. No por ser joven debía perder sus valores. - Esto... siento mi alocada intromisión... - Se rió entre dientes mientras contemplaba a la multitud que, no era gran cosa tampoco. Había una chica y un chico que desconocía pero por lo demás, podía contemplar a Elvis, Annick y ¿quién era ella? La reconocía de alguna de las fotografías de la Mansión pero aún no conocía su nombre. - Vine a hacerles una visita, ¿cómo están todos? - Dijo con una sonrisa, más calmada, aunque sin separarse de los brazos del Lockhart, su hermano adorado con el que había crecido. - Por cierto vi como una bruja salía algo enojada, ¿la conocen? - Tampoco podía evitar poner en alto su curiosidad, por supuesto. @@Adam Lockhart @@AriamAshar016 @ @ @ @@Annick McKinnon @@Ley Gryffindor Rosier

Febrero había llegado y era hora de regresar. Había pasado un mes entero lejos de su familia y los extrañaba más que nunca, pero debía hacer ese viaje; vivir a espaldas del mundo mágico durante el tiempo que hiciera falta para poder poner sus pensamientos en orden y volver a ser la Patrizia alegre de siempre que, por un tiempo, había estado bajo ese disfraz de culpabilidad y tristeza producida por la muerte de su familia muggle. Ese mes había sido duro para ella, viviendo en la calle y pasando por situaciones tan adversas que habían marcado la personalidad de la joven hasta el punto de hacerla cambiar y madurar en más de un aspecto. Había aprendido a valorar muchas cosas que antes simplemente pasaba por alto en su fría mente y, ahora se sentía como una persona nueva y renovada. Había dejado atrás los rencores, el sufrimiento y todas aquellas emociones est****as que la habían acompañado desde niña. Ya no volverían a molestarla. Durante ese mes, había estado viviendo en su antiguo hogar muggle que, destruído por la maldad de los mortífagos, había destruido a la joven bruja también. No podia irse de allí hasta que aquella casa estuviera de nuevo reconstruída y con ella, su corazón fuera sanado. Un mes después, lo había conseguido; y tras prometerse así misma que no volvería a dejarse dañar por nadie, volvía con alegría renovada a enfrentarse a sus deberes en el mundo mágico y, por supuesto, a reencontrarse con su querida famlia. Se encontraba en la puerta de entrada del castillo Lockhart, bajo su capa de viaje favorita de color negro. Esta le quedaba grande pero la protegía del frío y durante ese mes, se había convertido prácticamente en su mejor amiga. Lo que no sabía, era la excusa que le daría a sus padres ya que, los había abandonado tras ponerlos a cubierto a ellos y al bebé en la pasada Navidad. Al menos sabía, que ellos estarían a salvo ahora y que, con su regreso, dejarían de preocuparse. - ¡¿Hola? ¿Hay un lugarcito para mí en este castillo?! - dijo en voz tan alta que casi se podía considerar un grito pues se propagó por todo el recibidor y estaba segura de que había llegado a algunos de los dormitorios. Esperaba que pronto, algunos de sus familiares viniera a recibirla pero, mientras tanto se quitó su capa y la colgó en una de las perchas. Ahora no la necesitba pues, volvía a estar en su querida y cómoda casa.