Anna M. Johnsson

Anna observaba disimuladamente como era que la profesora intentaba esconder un claro asombro por el hecho de que la pelirroja haya tenido tanto éxito en aquella maldición. Sin embargo, solo se limito a felicitarla con una sonrisa.

-Gracias, me alegra que así sea- confirmo la joven Crouchs volviendo a tomar asiento en su roca, era fácil disimular en cierta forma el bando, aunque su verdadero miedo, era que los hechizos la delataran. Con elegancia y discreción cruzo suavemente sus piernas y acomodo algunos mechones rojizos que se recargaban en su frente.

Ansiosa y a la vez curiosa por lo que continuaría la mortifaga sonreía con gran interés. Una segunda caja fue sacada a la luz, pero esta contenía algo mucho más valioso que unas simples ratas. El asombro la invadió y se acerco a contemplar el libro oscuro que Adry me mostraba. Aquel libro le despertaba un sentimiento extraño, una mezcla entre curiosidad y peligro desconocida.

-¿de quien era este Horrocux?- pregunto curiosa, aunque la información de que el hueco había sido causado por un diente de basilisco se lo confirmo, y entre susurro se respondió a sí misma –Tom Riddle- hojeo el libro ojeando cada página, luego volvió a dejarlo en la caja para seguir escuchando el resto.

El segundo objeto le causo algo de repulgcion, asique se negó a tocarlo sin poder evitar el colocar una mueca de espanto. –Creo que paso con este- largo una leve carcajada y continúo observando el tercero. Una linda exhibición de cinco collares iguales fueron colocados en el piso, solo uno era el encantado, supuso que lo que la profesora quería era que ella eligiera a ver si averiguaba cual era.

Tardo unos minutos, pues si bien adoraba los accesorios, no conocía mucho de joyas como para identificar los materiales, las piedras todas contenían un color turquesa oscuro pero solo uno, llamo su atención desaforadamente. Se encontraba justo en el centro, y si bien era igual al resto, le genero la misma sensación que el horrocux le había ocasionado. Decidió arriesgarse, supuso que de eso dependía la actividad en cierta forma, -¿es el del medio?- preguntó.

Off:

Perdóm, perdón, perdón!! Estoy en medio de una caotica mudanza U.U jajaja pero en fin, mil disculpas por entregar la tarea un dia tarde! Espero que esto no me cueste la cursada!

Cuestionario:

1. ¿Quienes son los que más utilizaban en los tiempo de antes la mano de la gloria?

La utilizaban los magos ladrones.

1. ¿Qué hace eexactamentela mano de la gloria?

Es una mano Humana putrefacta que tiene el poder de solo iluminar el espacio para el que la transporta.

1. ¿Qué pasa si tocas un collar de Ópalo maldito?

Mueres si lo tocas, y te paraliza si lo rozas.

1. ¿qué objetos se pueden utilizar para realizar un Horrocrux?

Pueden ser cualquier objeto, que este cerca al producir el encantamiento. Ya que una parte de tu alma se aferra a lo que esté más cerca.

 

1. ¿Cómo se destruyen los horrocruxes?

Con algún otro objeto igual de potente en poder, ej: el veneno del basilisco.

 

La pelirroja sonrió con satisfacción al ver que el fuego se consumía, le causaba algo de gracia el poder derribar su más grande temor con tan solo un hechizo. La voz de su profesora se hizo presente y Anna le dedicó una sonrisa, sin más, volvió a tomar asiento en la misma roca del principio. El nuevo tema comenzaba y poco a poco aquella clase se volvía cada vez más interesante.

-Maldiciones imperdonables- susurro luego de que la profesora dijo el tema. Si, las conocía, y mejor de lo que le gustaría admitir. Pero no podía dejar que sus antecedentes salieran a la luz, tal vez ellos le traerían problemas y sinceramente, problemas era lo que menos quería en ese momento.

-Si la he oído mencionar, No se mucho de ellas solo que son muy nocivas, ¿verdad?... Creo que son tres y cada una con un destino peor al otro, - mintió, Michelle sabía bien que eran y como utilizarlas, pero se limito a escuchar la información proporcionada. - aunque siendo sincera me gustaría conocer más sobre ellas-.

La joven asentía con cada oración de la profesora y cuando terminó de hablar que se acercó a recoger una rata de un rincón oscuro, la pelirroja tuvo una clara visión de lo que le esperaba. Se puso de pie y alzando su varita apuntó a la pequeña rata blanca.

-totalmente- respondió e intentando concentrarse dijo casi en un susurro –Imperius- Rápidamente tomó el control del animal, podía hacerla levitar por toda la cueva, pero además, si quería, podía hacerla lastimarse e incluso matarla. Pero en esta oportunidad aquello no pasaría, Anna luego de pasear al roedor por la cueva lo dejó sobre una piedra y terminó con el encantamiento.

A la Crouchs no le molestaba si tenía que llegar a hacer las otras dos maldiciones, es más, nunca había hecho un Cruciatus y tal vez aquel lugar sería el mejor para hacerlo por primera vez. Más no resaltó deseo alguno.

Off:

JAJA La verdad es que no me gustan los niños jaja solo me los tolero hasta los 3 años. Pero amo la medicina!

Tarea:

 

1. ¿Cuántas maldiciones imperdonables hay?

Hay 3 maldiciones imperdonables.

 

2. ¿Quiénes son las personas que frecuentemente usan estas maldiciones?

Quienes frecuentan estas maldiciones son:

*Los Mortifagos

*El mismísimo Lord Voldemort

Ya que estos las utilizaban para matar muggles y magos.

 

3. Definirlas las madiciones con los efectos que causan.

*Imperius: permite controlar a la victima

*Cruciatus: el hechizo torturador, puede llevar a la locura a la víctima, Lanza un rayo de luz roja que tortura dolorosamente al oponente.-

*Avada Kedavra: Esta Maldición genera un lazo de luz verde que acaba con la vida.

 

4. ¿Cualquier persona puede utilizarlas?

Teóricamente nadie puede utilizarlas, por eso son imperdonables y esta terminalmente prohibido aplicárselas a humanos, su uso en los mismos conlleva a un inmediato traslado a Azkaban.

 

Sub Off:

Perdón la tardanza :I

@Adryanie

La pelirroja jugaba con el collar que cálidamente decoraba su descubierto cuello mientras intentaba matar el tiempo sobrante, era extraño en ella ser puntual para alguna cosa, más para una clase, pero estaba segura que aquella captaría su atención. Volvió a observar la hora, odiaba tener que esperar, tal vez por eso era tan impuntual. Mientras intentaba que los minutos fluyeran rápidamente imaginaba como seria el escenario de la clase, había paso tiempo desde que su última clase había terminado, pero aun así, las ansias la dominaban como si fuera una niña en su primer día de escuela.

Finalmente decidió que ya era la hora y se puso de pie colocándose un tapado tejido que cubría la marca en su brazo izquierdo, era algo contradictorio el hecho de que una mortifaga fuera a estudia DCAO pero después de todo necesitaba aquel conocimiento para su trabajo, admitía que le había tomado un cariño especial al Gabinete de seguridad en su época de aprendiz.

Sus tacos tipo borceguís sonaban con cada paso que la joven Crouchs daba. Había elegido un atuendo con clase, aunque no sabía que tanto le sería útil, la sensación invernal se notaba y a medida que se acercaba a las coordenadas del curso un frio intenso comenzaba a recorrerle el cuerpo. Anna sonrío, claramente aquella era su estación favorita, los días fríos y húmedos.

Finalmente se vio en la entrada de una oscura cueva que era levemente iluminada por las tenues luces de algunas velas que decoraban su interior. Algo confundida y esperando no haberse equivocado avanzo internándose en esta, rápidamente una vos femenina la saludo deseándole buenos días. Michelle le dedico una sonrisa y con cortesía respondió –Buenos días, gracias por venir- Rápidamente sus palabras fueron calladas. Sin más espera, se adentro más en la cueva y tomo asiento en una de las rocas delanteras.

Escuchó con curiosidad la presentación y cuando fue su turno se paralizó un poco, nunca se había caracterizado por ser buena presentándose.

-Mi nombre es Anna, y he decidido tomar esta clase para poder formar parte del gabinete de seguridad del ministerio- comentó, - durante mi estadía en la academia fui aprendiz en ese gabinete y la verdad fue bastante entretenido- sus ojos se fueron bruscamente a una grieta en la oscuridad cuando notó algo que se movía en su interior, pero rápidamente su curiosidad tuvo que ser apartada mientras volvía a prestarle atención a su profesora.

Las criaturas mágicas siempre le habían causado un cierto interés, tenía fe de que la clase se pondría más divertida cada vez, colocó una mano en su mejilla mientras escuchaba con atención para poder retener toda la información posible. Cuando le preguntaron si tenía alguna duda ella negó con la cabeza y se puso de pie para acercarse a la misteriosa grieta.

-entiendo- mencionó y alzo su varita de haya apuntando a la grieta, ágilmente el boggart comenzó a tomar la figura de su miedo más profundo, comenzó a transformarse en fuego. La pelirroja, a la cual ahora le temblaba un poco el pulso intento evadir todos los pensamientos que este le proporcionaba y con una voz algo cortada dijo –Riddikulus- el fuego se puso de un color verde intenso y el humo se apago. Anna bajo la varita y miro a su profesora esperando que le diga si lo había hecho bien o no.

Off:

Hola! ¿Qué tal? Adry. Bueno me alegra al fin tomar esta clase jajaja puedes decirme Luly tengo 17 años, y soy Argentina J amo leer, escribir, soy bailarina, estudio en un colegio técnico, planeo estudiar medicina!! Quiero ser neonatologa y anestesista… Estoy en un grupo de ayuda a la comunidad y amo los animales… :3

Mi personaje es Anna, ella tiene 21 años, tiene un ligero problema con las drogas, tiene un trauma importante de su infancia, que le produjo un terror al fuego y es claustrofóbica jaja. Es fría y calculadora, Es mortifaga en su totalidad y pertenece a las familias Crouchs y Hawthorne. Es una fanática del arte, pinta, escribe, lee etc. Es alemana y ya no se que mas decir jajaja.

Cuestionario:

1. ¿Dónde se esconden los boggarts generalmente?

Los boggarts buscan lugares oscuros como su hogar, magos y brujas suelen localizarlos en sus armarios.

2. ¿Cuál es el hechizo usado para luchar contra los boggarts?

Para luchar con los Boggarts debemos utilizar el hechizo Riddikulus.

3. ¿Qué es lo que causan esas criaturas?

Es muy importante saber cómo defenderse ante un boggarts ya que toman la figura de el miedo más profundo del mago, por lo tanto si uno no sabe cómo defenderse el miedo puede llegar a paralizarlo. Nadie sabe cuál es su forma original.

4. ¿Dónde se encuentran los dementores usualmente?

Los dementores usualmente suelen encontrarse en Azkaban ya que son los guardianes de la misma.

5. ¿Qué pasa si un dementor se acerca a un mago, qué siente el mago?

Los dementores son seres putrefactos que absorben la esperanza y los sentimientos positivos dejando al mago únicamente con las cosas negativas. Al quitarles toda la felicidad las personas se sienten vacías y sin ningún motivo para vivir. Si pueden, se alimentan de alguien tanto que lo reducen a algo como ellos mismos... desalmado y perverso. El verdadero problema ocurre cuando el dementor está autorizado a dar el beso de la muerte. Esto ocurre cuando el ser se quita la capucha y comienza a succionarle el alma a la víctima, en esta ocasión la persona sigue viva, pero pierde totalmente su cordura.

 

Hola! ¿Qué tal? Bueno vengo a pedir un cambio en varios campos de mi ficha ya que ahora está todo distinto jaja

Campo Datos personales:

Nombre del Personaje: Anna Michelle Crouchs Johnsson

Nacionalidad: Española – Francesa – Italiana
Familia(s):
* Crouchs

Padre(s) Sanguíneo: Spectum Crouchs Jr.
Padre(s) Adoptivos:

Campo Perfil del personaje:

Aspecto Físico:

http://i1237.photobucket.com/albums/ff480/tamii4/nai56_zps7cf4882c.jpg

Por última vez dirigió la vista al mar, sus ojos color miel portaban un brillo inusual esa noche. Acomodo su cabello rojizo inconfundible hasta su cintura y se acomodo los tacones altos de gamuza negros que portaba ese día, su piel blanca casi tanto como una hoja de papel reflejaba la luna que posaba en lo alto del cielo. Sus labios perfectamente pintados de rojo, sus ojos delineados en negro y un atuendo casual que ocultaba tras su túnica negra. Se coloco la capucha dejando escapar algunos risos rojos como era costumbre y sonrió. La joven tenía una mirada perdida y centrada a la vez., su altura no sobrepasaba el 1,75. Un par de pecas adornaban sus mejillas. Su cabello largo llegaba hasta la altura de su cadera y un Tatuaje en el hombro derecho se ocultaba debajo del saco.

Historia:
Nacio en Barcelona España, creció allí a los 6 años de edad ella y su familia se mudaron a Boston, Hija de un hombre que desapareció fue adoptada por los Johnsson. Michael Johnsson, un excelente médico, y Noeh Lovegood, una abogada prestigiosa, la joven creció colmada de afectos y con todos los caprichos cumplidos. El 15 de octubre cuando ella tenía ocho años un ataque de celos se apodero de la mansión Johnsson. LA Amante de Michel ingreso a la casa violando la privacidad y tras un impulso de locura asesino a sangre fría con tres disparos la pareja Johnsson encerrando a ella en un cuarto de pánico. La única sobreviviente a esa tragedia fue Anna. Creyendo haber superado todo aquello descubrió una nueva pasión, el arte, Naiara pasaba sus tardes con tan solo 10 años dibujando y pintando retratos de toda clase, bailaba y cantaba.

Viviendo bajo las reglas de la casa de sus tíos paternos en Francia, creció siendo mimada como hija única y con todos los caprichos que una niña de su edad podía desear; poco a poco su don de la magia se fue despertando, el mundo muggle ya no era para ella aunque lo disimulaba. Una noche helada de invierno cuando ella tenía 13 años un accidente de tránsito acabo con la vida de su tío Omar haciendo así que su tía Sophia cayera en una depresión profunda de la cual no tendría salida. Unos meses después Anna encontró a su tía colgada bajo la rama del nogal del jardín que ella tanto pintaba.

A los 16 años comenzó a hacer vida de calle por así decirlo, la joven era incontrolable, vivía en un internado en Barcelona para niñas bien que era de su madrina. Nunca le faltaba nada, y el dinero no era un problema para ella. Eso mismo y sus amistades fueron las que hicieron que esta joven caiga en las manos de la droga... Nadie controlaba sus tiempos mas que ella, se encargaba del estudio y eso era todo lo que le exigían en el internado.

Descontrolada e inmanejable eran las palabras que mas la caracterizaban en ese momento, pero una noche no controlo su mal genio con una de sus compañeras de colegio y esta enojada por una mala broma fue con los directivos y les comento el problema de adicción de Anna.

Sin saber que mas hacer con ella la mandaron a un curso de rehabilitación, donde según ellos controlaría su problema de droga y mal humor.

Una mañana de abril, cansada de las criticas y de sus compañeras utilizo su magia tirando a una de las chicas por la ventana desde un séptimo piso; todos pensaron que había sido un suicidio, Anna salio por así decirlo con las manos limpias...

Cuando la joven cumplió 17 años su madrina se canso de la situación, y contacto a su Padre biológico Spectum para que se encargue de ella, si lograba enderezarla dejaría que vuelva a España con ella, sino tendría que arreglárselas sola.

A los 18 comenzó rehabilitación y logro desacerse de la metanfetamina, aunque cuando cumplió 19 años le regalaron un viaje a España donde fue brutalmente violada, golpeada y abandonada pensando que estaba muerta por un grupo de chicos, entre ellos su “mejor amigo”, Anna se vengó de todos torturándolos y matándolos uno por uno, sus manos volvieron a mancharse de sangre y cayó en una recaída, actualmente lleva 6 semanas sobria.

Links de Interés Referentes al Personaje:

Link al Perfil de Comprador MM: 222
Link a Bóveda Personal: N° 100929
Link a Bóveda Trastera:
Link a Bóveda de Negocio:
Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia Crouchs
Link a Bóveda Familiar 2:

Verdaderamente abrumada por el calor que el mediodía presentaba la pelirroja tuvo que cerrar los ojos para intenta mantenerse en equilibrio ya que el calor de una temperatura ya casi veraneal solía marearla hasta colmar todos sus sentidos y en el caso más extremo podía generar que la joven se desmallara con facilidad.

La Crouchs sonrió al ver que llegaba su turno de ser analizada.

-hagamos esto rápido y sin tanto embrolle- se dijo a sí misma en un susurro y luego suspiro para volver a gestionar el paso y llegar a escoger su escoba. Solo le tomo unos segundos, pero al cabo de pasado el tiempo opto la que para ella era más rápida y liviana, además la que solía usar en viajes y escapes.

La sagueta de fuego fue su elección y no tardo en tomarla. Se subió sobre ella y espero la señal que luego de dada la pelirroja abrió vuelo con un pequeño impulso liderado por sus rodillas y una vez a mas o menos diez metros del suelo observo que la snich era liberada… ¿su objetivo? Cazarla…

La ryddlerturn se abrió paso rápidamente y no tardo en sentir el viento chocándole en el rostro. Una sonrisa se adueño de su rostro y su cabello rojizo se encargaba de flamear rápidamente. Busco con la vista la pequeña bola dorada y la localizo a unos metros de distancia. Anna se apresuro hasta donde esta se encontraba cuando se percato de que la esfera le jugaba una mala pasada e iba descendiendo.

-cae en picada- se ordeno a sí misma en susurro y sin tardar obedeció, La picada fue empinada pero logro hacer que la gravedad la ayudara para aumentar la velocidad y llegar a la Snich antes de tocar el suelo. Anna la cogió con fuerza y a un metro de distancia del suelo volvió a retomar vuelo generando la bastante altura como para descender sin problemas, se dirigió a @@Roxanne Rambaldi a quien le entregó la bola dorada.

-¿aprobé?- preguntó algo nerviosa.

La pelirroja observaba a la joven castaña, lo gracioso de la situación era que el solo verla la redireccionaba a todos los momento vividos con aquella joven de los cuales la mayoría le habían dejado una enseñanza o alguna esperanza nula de que ls cosas cambien de alguna forma, aunque siempre seguían igual.

Los cortes en sus muñecas reflejaban la debilidad de la muchacha que tanto había escondido los últimos años de vida.

-¿delicada? ¿yo? que cosas raras dices- comento la Crouchs guardando su cuaderno con el bolígrafo en el bolso de mano que traía.

-Trabajo,- suspiro rodando los ojos, últimamente este le consumía la vida -¿y tu?- Anna tenia su trabajo en el gabinete de seguridad del Ministerio, pero últimamente este le había consumido todo su tiempo hasta el punto de no dejarle minutos para consultar con su amiga siquiera su estado de animo.

La Ryddlerturn le dedico una sonrisa algo despistada, luego consulto su hora en el teléfono móvil que yacía sobre la mesa, le faltaban un par de horas para que su guardia comenzara; ladeó su cabello recargandolo en el hombro derecho y miro a la castaña quien le hizo una pregunta que la incomodo levemente, desvió la mirada

-¿con tu padre? ¿de que hablas?- preguntó.

Anna se perdía en sus pensamientos mientras observaba la húmeda ventana recargada sobre el respaldo de la silla sobre la cual yacía sentada. Su cabello mojado escurría agua, aunque aquel detalle parecía no molestarle en absoluto a la pelirroja quien seguía con los overoles clavados en las afueras del local. Su mirada estaba fija allí, aunque en realidad estaba pensando en otra cosa totalmente distinta a lo que ocurría a su alrededor.

Una voz familiar y muy cercana a ella la hizo regresar a la tierra de un susto que la hizo sobresaltarse levemente.

-Algún día me mataras de un infarto si sigues apareciéndote así- comento mirando a la castaña y así desviando la mirada de la intensa lluvia primaveral.

-¿Cómo estás?- pregunto viendo que la Loveless tomaba asiento -¿Cómo lo llevas?- pregunto dedicándole una sonrisa, ella entendía lo duro que era perder a un hijo, aunque claro… las situaciones habían sido distintas y ella había tomado la decisión. Ese era uno de los pocos secretos que Sira no sabía, aunque se le había sumado otro a los pocos que tenia, la estadía de su padre en la mansión Crouchs.

La pelirroja caminaba a paso ligero sosteniendo un pequeño sobre de mano y trenzando su cabello a la vez. Se freno frente a la puerta de la trastienda donde ingreso por segunda vez en su vida ya esta vez más a tono con el ambiente que se regía en el lugar.

Una sonrisa adornaba sus labios cuidadosamente delineados de rojo y sus ojos azules intensos vagaban por el lugar observando nuevamente cada detalle de aquel exótico sitio.

-Vengo a rellenar el formulario para obtener un animal- comento tomando un formulario y comenzando a llenarlo con una pluma recién mojada en tinta:

ID: 117327

Nick: Anna m. Johnsson

Bóveda: Bóveda 100929

Fecha: 04/05/14

 

 

Nombre del producto: Gato siamés

Objetos, Criatura o Poción: C

Catalogación: X

Puntos por unidad: 10

Cantidad de unidades: 1

Precio por unidad: 500

Precio total: 500

Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornio de Bronce

 

-eso es todo- comento sonriendo.

La pelirroja le dedico una sonrisa algo exagerada mientras intentaba reprimir una risa por el tono de experimentado que el joven colocaba en sus palabras

-¿tan viejo estas?- pregunto y le guiño un ojo – vale puede que en experiencia de estudios me ganes niño superdotado- se mordió el labio inferior levemente. –Si te soy sincera, termine la academia por obligación no porque me plazcara hacerlo, ni mucho más… Los estudios nunca fueron lo mío- soltó una leve carcajada.

-¿tu serás mi aliciente?- pregunto casi en un susurro mirándolo, observó a su alrededor nuevamente. Era realmente entretenido ver las caras de las madres llorando de emoción o de los graduados orgullosos de si mismos. Por alguna razón Anna no veía el estar ahí como algo placentero, no disfrutaba de ser graduada y no era algo que le trajera orgullo o que le hiciera pensar que ocurriría después.

En su mano, el pequeño rollo de pergamino anudado con la cinta, ahora, de un color verde fuerte yacía aun sin abrir. Tenía muy en claro lo que aquel color significaba, por un momento se le cruzo por la cabeza los hechos de su vida que la llevaron a tomas esa decisión ¿y si las cosas fueran distintas? ¿Aun así anhelaría ser un mortifago? Negó con la cabeza levemente intentando alejar todo ese tipo de cosas cuando la voz de Alex volvió a sonar.

-No me generes intriga- comento sonriendo, ladeo su cabello rojizo atado en un semirecogido, sobre su hombro derecho cuando escucho la propuesta de el joven.

-Si me sacas de aquí te hago un pedestal- bromeó medio enserio, si lograba hacer que se pueda ir sin que nadie lo notara Anna se lo agradecería muy seguro.

Anna observo al joven muy bien vestido por unos momentos mientras su voz grave invadía el sistema auditivo de la joven. Una sonrisa reflejaba su felicidad mientras observaba los ojos azules del Malfoy.

-Gracias por venir- agradeció – pues no es la graduación soñada, pero… no me quejo- comento y largo una leve risa, sinceramente los estudios nunca se le habían hecho muy especiales. Y ahora habían pasado a estar aun más en un segundo plano.

Nunca había sido su objetivo el graduarse o el llegar a ser un profesional de algo. Anna solía decir que uno no valía por el título que llevase sino por los valores que el mismo forjaba aunque también, solía admitir que a lo largo de su vida sus valores no eran muchos, y que no era un ejemplo a seguir ni de actitudes no de ideales para nadie.

La pelirroja observaba con sus faroles azules los movimientos del rubio quien mencionaba un regalo, Anna se rio levemente

-No te hubieras molestado- dijo y le dedico una sonrisa -¿especial? ¿Qué es?- pregunto curiosa –Pues eres más que bienvenido a la mansión Crouchs siempre que gustes- miro alrededor y observo a la multitud de gente, hizo una mueca. La multitud de gente le desagradaba y se notaba.

La lluvia mojaba las calles del mundo mágico y provocaba que todos los magos hulleran despavoridos casi como si un acido peligroso fuera lo que caía del cielo a esas altas horas de la tarde. El sol era tapado por las grises nubes que no dejaban ver el cielo y la pelirroja caminaba evitando toda mirada y a la gente misma mientras algunos hacían su deseo de invisibilidad realidad y le chocaban el hombro levemente haciéndola girarse por la intensidad del golpe.

Los “perdón” o “disculpa” sonaban cuando las miradas cargadas de odio y poca gracia de Anna se fijaban en los ojos de los individuos. Caminaba en su mundo y verdaderamente también entre sus pensamientos, como era costumbre en la ojiazul el agua no la molestaba mientras su túnica de terciopelo negro se iba mojando poco a poco mientras el suelo se iba llenando de charcos.

Sus pasos y su taconeo se frenaron al llegar a la puerta de la conocida cafetería Ladurée, había sido varias veces el centro de reunión entre ella y Sira, y aquel día cumpliría exactamente esa función nuevamente. Una sonrisa se dibujo en sus labios carmines al sentir el aroma que provenía de la cocina e inundaba el lugar.

Michelle se retiro la capucha y se encamino a Le Salon Paéva, donde encontró un asiento libre en la ventana que fue su destino final. Las ondas de su rojizo cabello caían por su espalda y por sus hombros enmarcando su mirada y haciendo que su piel blanca resaltara.

La pelirroja miraba con interés e indiscreción a la castaña quien no le prestaba mucha atención tras la escena de su padre con Sira. Cuando desvió la mirada hacia la puerta de entrada para corroborar que sus padres brillaban por su ausencia aun más mientras las horas pasaban noto la figura de un joven conocido quien se abría paso entre la multitud de gente quien provocaba una sensación de ahogo y disgusto en la Ryddlerturn.

Reprimió una risa al ver a Alex de traje, era la primera vez que lo veía así aunque debía admitir que se veía guapo vestido tan elegante. Le dedico una sonrisa al ver lo perdido que se encontraba. Tomó la parte delantera de su vestido corte sirena para no tropezarse y a ver que su amiga estaba muy entretenida en otra cosa y no la extrañaría se dispuso a abrirse camino entre la gente hasta donde el rubio se encontraba

-¿a quién buscas?- pregunto con una sonrisa mirando los hipnotizantes ojos azules que la joven tenía. La muchacha de unos ojos color azul eléctrico abrazo sin contenerse al joven y le dedico un cálido beso en la mejilla para luego separarse y observar a chico.

Hola! bueno vengo a afiliarme *--* y a postularme como empleada (? bueno no se si eso se pueda pero o soy asi de rara y lo pido por si las dudas... emm ¿influye mi bando? es una pregunta random que tiene que ser respuesta porque es importante (? Soy aspirante a mortifaga, pero si me aceptan como empleada manejaría a otro pj ¿influye en algo?

bueno de tosas formas les dejo los requisitos:

Ficha: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/100919-ficha-de-anna-m-johnsson/

Bóveda: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/100929-boveda-de-anna-m-johnsson/

espero las respuestas *--*

Gracias

Anna sonreía sin saber realmente como actuar ante la situación, miraba sin ver realmente algo perdida entre sus pensamientos y a la vez algo mareada por los gritos y los distintos halagos que se escuchaban entre la audiencia. Unos brazos cálidos la atrajeron de nuevo a la realidad cuando el abrazo de la castaña Ryddlerturn la volvió a la tierra haciéndola perder el equilibrio.

Las palabras sobraron por un momento. La sonrisa de Anna se convirtió en una sonrisa verdaderamente de felicidad mientras volvía a abrazar a la castaña quien ahora daba las primeras palabras

-¡¡Ryddlerturn!! Me alegra que hayas venido, creí que te olvidarías de mi- bromeó Aura retiro de pequeño sobre de mano una caja de terciopelo negro que hizo que la pelirroja frunciera el ceño algo confundida

-¿y eso?- pregunto desorientada, la orden o algo parecido de la castaña llamaron aun mas su atención y l hicieron largar una leve carcajada. Sin contenerse abrió el pequeño paquete el cual revelo una pulsera de dijes dorada.

-es hermosa- confirmo volviendo la vista a la ojiazul y dedicándole otro abrazo –Me encanta, muchas gracias-.

Anna Se giro para mirar hacia donde la castaña apuntaba, -¿por ello?- pregunto, -según tengo entendido el castaño es Kritzai el nuevo novio de Sira, estaba en el hospital cuando… que va, no es relevante a tu pregunta-

Miro hacia la puerta y reprimió una leve risa cuando observo a una castaña ingresar al salón, no pudo evitarlo y codeo disimuladamente a Aura quien se giro para observar lo que ella miraba.

-¿Qué con eso?- pregunto en un susurro, aunque su respuesta no llego ya que el castaño por el cual Aura preguntaba se acerco a ellas.

-¿hija?- pregunto mirando a la Ryddlerturn y luego al castaño, no entendía mucho, pero era algo que le pasaba seguido – oh… emm por supuesto- los dos jóvenes se alejaron dejando a la pelirroja sola quien yacía algo confundida. La separación con la Francesa no duro mucho ya que Aura no tardo en volver, le dedico un gracias al castaño por las felicidades y miro a la ojiazul.

-¿hija?- pregunto de nuevo.

Alguien los interrumpía de nuevo pero esta vez una cabellera pelirroja se adueñaba del cuerpo de la Crouchs abrazandolo tiernamente

-¡Mia!- dijo Anna sonriendo en casi un pequeño grito, -emmm no es lo que me esperaba, pero al fin llegue- dijo sonriendo, y observo como la pelirroja se alejaba con los demás Loveless

Hola, ¿que tal? bueno viendo que ya aprobé mis clases y como consecuencia me gradué me gustaría pedir dos asignaturas como conocimientos, estas serian: Artes Oscuras y Encantamientos.

En otro punto debo cambiar el campo Familia, para colocar como padre sanguíneo a Spectum Crouchs Jr.

Eso seria todo por ahora, desde ya gracias.

Les Grand Démons --- Anna M. Johnsson

La pelirroja observaba con gran eficacia todo lo que habitaba a su alrededor y colmaba sus sentidos hasta el punto de sorprenderla y tenerla fascinada. Anna, era una joven aventurera y ansiosa, en esta oportunidad aquello le jugaba bastante en contra ya que el esfuerzo por contenerse se hacía muy fuerte con cada palabra que sus compañeros de equipo esbozaban. Ella por su parte no hablaba, sabía muy bien que de hacerlo su voz temblaría y no podría expresase con claridad así que solo se resigno a aclarar su garganta y permanecer atenta a las aclaraciones de cómo entraríamos.

Sentados en las carrozas Michelle podía escuchar el sonido de las ruedas de madera chocar provocando un sonoro ruido a manera de que este avanzaba. Tejo se encontraba a su lado, los nervios colmaban a todos los integrantes del grupo y a Anna un nudo en el estomago se había adueñado de ella haciéndola suspirar y sonreír de una manera particularmente graciosa. El escudo, ese era su puesto, iría detrás con Vero cargando aquel gran escudo, se mordió el labio inferior levemente intentando calmarse.

Los signos vitales de Anna bajaban poco a poco, parecía que su corazón latía cada vez más fuerte aunque su primer miedo era desmallarse en el medio del acto. Escuchaba todas las indicaciones y tomaba notas mentales para no olvidarse de ninguna. Por último volvió a suspirar. El sonido de la madera siendo golpeada tan cerca le produjo un impulso de cerrar los ojos e inhalar aire conteniéndolo.

Era el sonido de la puerta, el capitán les dio las últimas palabras de aliento y la Johnsson repitió casi en un susurro

-espoir est le dernier à mourir- el francés se le daba muy bien, no era la primera vez que entonaba aquel acento. Se acomodo el cabello rojizo, no tardaron en encontrar el camino ya que Tejo se había orientado enseguida. Los gritos del público la aturdían y frustraban, expreso una mueca que reflejaba una mezcla de disgusto y nerviosismo.

-No lo creo, tal vez nos las den luego de la presentación- Respondió la pregunta de Sein dedicándole una sonrisa. La gente de los distintos equipos hacían el mismo camino que ellos rumbo a sus camerinos, aunque la ojiazul intentaba no mirarlos ya que no quería entrar aún mas en pánico. El camerino asignado a “les Grand Démons” estaba lo bastante cerca de la entrada. A Anna la ansiedad la dominaba, por un lado quería salir corriendo, pero por el otro moría de curiosidad sobre lo que les esperaba.

-tengo miedo- expreso hacía sus compañeros y luego largo una leve risita algo tonta. No tardaron en llamar a la puerta para indicarles que debían salir, Lo hicieron rápidamente. Anna y Vero se repartieron el peso del escudo mientras seguían los pasos de Sain.

La colilla de cigarrillo de Sain toco suelo y como si fuera un acto consecuencia la varita de la pelirroja comenzó a moverse invocando llamas oscuras los invadieron cubriéndolos y haciéndolos desaparecer, Anna se sintió muy a gusto con aquel acto y sonreía abiertamente. Ahora comenzaba lo difícil, Anna comenzó a agitar su varita mientras miro a verónica y casi como similitud ambas asintieron con la cabeza y generaron un gran hoyo en el medio del campo dando lugar a que una criatura de al menos diez metros de altura saliera de este portando una sonrisa tan tétrica como su aspecto mismo, comenzó a hablar con una voz gruesa y alargada.

Este no tardo en terminar y toco el turno de Tejo quien recitaba el himno. Los espectadores gritaban y alagaban, aunque también confundían a la pelirroja quien no podía actuar bajo presión.

Era el turno de Sain, la joven también recito una estrofa de aquel himno, Anna estaba muy satisfecha de la situación y sonreía. Aunque el grito de su amiga y compañera la alarmo, se habían olvidado de la parte más importante de su acto, Los escudos, Michelle se agarro la cabeza preocupada pero Veronica lo soluciono rápidamente e invoco un hechizo que los hizo aparecer volando a toda prisa.

Por su parte reacciono dejándolos en el aire con un toque de su varita y haciendo que unas llamaradas de fuego negro los iluminaran para que la atención se capte aun más en esos escudos tan bien trabajados. Los halagos se escuchaban gritando y los ánimos de la gente no podían ser mejores. La Crouchs sonreía abiertamente.

La pelirroja se miro una vez más frente al espejo de marco de madera que yacía en aquella habitación donde el único rastro de color viviente era una mariposa que revoloteaba. Los ojos azules cuidadosamente maquillados de un ahumado en tonos grises y negros resaltaban aún más su tono de piel color blanco.

Sus delicadas manos con las uñas pintadas de rojo y adornadas con anillos acomodaban los últimos mechones de cabello en aquel recogido que enmarcaba su cara y dejaba que sus característicos rulos se lucieran. Bajó la mano pasándola por la parte lateral de su vestido sin espalda de tonos neutros que con un escote corazón y una leve capa de encaje resaltaba su cuerpo luciendo un corte sirena.

Una sonrisa terminaba de adornar el atuendo y jugaba con sus labios carmines mientras su taconeo comenzaba a hacerse escuchar cada vez que la Crouchs daba un paso.

*-*-*-*-*

Cuando llego a las puertas del salón se sentía algo nerviosa e incómoda, las ansias tal vez también formaban parte de la sonrisa nerviosa que se apoderaba de ella. Se aclaro la garganta un poco y cerró los ojos para después volverlos a abrir y suspirar. No perdió mucho tiempo, se apresuro a cruzar las puertas mientras buscaba con aquellos ojos azules tan expresivos alguna cara conocida, aunque grande fue su sorpresa al localizar muchas.

Como de costumbre su puntualidad no era la mejor llego a tiempo para oír las primeras palabras de su hermana Tauro abriendo la ceremonia. La sonrisa nerviosa se borro, ahora apareció una sonrisa de ansiedad y felicidad al mismo tiempo. Agudizo el oído para escuchar mejor, pero aún así no se acerco y se apoyo en el marco de la puerta mirando hacia el escenario.

Cuando vio a Allen subir a recibir su diploma Anna se lleno de felicidad y orgullo admiraba a ese muchacho muchísimo y lo quería aún más. Su nombre no tardo en resonar, la pelirroja tomó la parte delantera de su vestido para no pisarlo con las sandalia plateadas que le agregaban quince centímetros a su altura normal.

Las felicitaciones por parte de su hermana la llenaron aun mas de alegría, por primera vez se sentía buena en algo. Tomó el diploma y la cinta dorada se torno de un color verde oscuro que revelo su bando elegido desde hace años. La ojiazul sonrió al ver ese suceso y luego levanto la vista con la sonrisa y asintió con la cabeza a Tauro para luego bajarse del escenario y observar a Sira quien obtenía su diploma.

Michelle sintió unas ganas tremendas de abrazarla, pero se contuvo, se conformo con acercarse a ella y saludarla con una sonrisa

-Felicidades Graduada- le dijo guiñándole un ojo. Cuando vio a Allen sí que no se pudo contener y corrió a abrazarlo casi derribando al suelo al joven. Luego se separo sonriendo y se disculpo por el impulso, -Felicidades pelinegro- le dijo sonriendo y se giro para volver donde Sira hablaba con su madrina de forma entretenida.

-Madrina, me alegra que estés aquí, Gracias- comento sonriendo, no conocía mucha gente en el mundo mágico, aun así se sorprendía de no ver a sus padres o a alguien más de la familia. Que va, se hacia ilusiones. Había visualizado entre la gente a Patrick pero este se había retirado antes de que ella lograra saludarlo. Aunque sinceramente mucho no le importaba, había pasado toda su vida prácticamente sin una familia. Aquellos pequeños detalles no hicieron que su sonrisa se borrara, es más, esta seguía en pie.

La puerta de la oficina se abrió dejando visualizar a Lisa quien traía una mirada delatora de las pocas horas de sueño que tenia encima, Anna sonreía con delicadeza y levemente mientras las palabras resonaban en aquel salón. Los cuatro ingresaron a la oficina y la pelirroja se sentó en una de las sillas a la izquierda, no respondió a la primer pregunta que la castaña elaboro, supuso que no iba dirigida a ella después de todo.

La puerta volvió a abrirse dejándole paso a una joven castaña a la que reconoció rápidamente, había sido, en un pasado no muy lejano, su profesora de duelo avanzado. La Crouchs le dedico una sonrisa ligera aunque la voz de Tauro volvió a resonar. Anna decidió permanecer distante a los diálogos que se efectuaron luego, más no pudo contener el rodar los ojos ante la pequeña discusión que se efectuaba.

Ya nadie faltaba, aunque eso no limito a que la puerta volviera a abrirse dejando al descubierto a nada más y nada menos que el mismísimo Defensor del Mago, Michelle cruzo las piernas y lo saludo con una leve inclinación de la cabeza. Pues después de todo, era su padre.

El ambiente se tensó bastante mientras amenazas idas y vueltas se escuchaban. La ojiazul se limito a permanecer en silencio mientras se preguntaba ¿Qué tenía que ver todo aquello con el caso que debían estar tratando? Se hundió un poco más en el asiento observando la mera discusión que ya hacía que aquella oficina se convirtiera en una batalla campal.

Los tres jefes comenzaron a debatir entre ellos pareciendo que olvidaban la presencia de Tauro, Bastian y Anna en la sala, mas a la pelirroja no le importo, era la primera vez en años que podía pasar desapercibida. Cuando la discusión seso, las ordenes fueron dadas al Auror y eso dejo a solo los cinco magos en la sala. Michelle suspiro levemente mientras sentía como la pequeña oficina perdía todo lo que le quedaba de paz.

Su voz dulce y armoniosa se escucho por primera vez, portaba un tono de respeto e interés

-¿Y entonces? ¿El caso?- fue una pregunta concisa y algo apagada, pero se entendía su punto… ¿Cómo seguirían ahora? Parecía que todos se habían olvidado del porque se encontraban entre aquellas cuatro paredes.

8

Anna observaba al peliblanco que yacía frente a ella. Una sonrisa aún permanecía dibujada en sus labios color carmines que portaban el mismo color que su cabello rojizo tan llamativo. Escucho atentamente la respuesta del Black, aunque no entendía cuál era el desprecio hacia los elfos domésticos que la mayoría de los magos y brujas manifestaban.

-Estoy muy segura de que los debe conocer, no pasan desapercibidos- contestó sus apellidos marcaban demasiado en el mundo mágico aunque eso nunca le había importado mucho en realidad, pues había crecido en el mundo muggle la mayor parte de su vida

-Mi padre sanguíneo es Spectum Crouchs Jr. Pero aún así fui adoptada por Patrick Colt- respondió informándole al nuevo empleado. Anna era consciente de que sus tutores eran ambos mortifagos y eso a su vez revelaba bastante su bando.

-no conozco a muchas personas en este ambiente, ni siquiera en este mundo- comentó –es un riesgo que me gustaría correr- terminó, esperaba los nombres cuando un destello de luz la encandilo levemente obligándola a cerrar los ojos azules que tanto la caracterizaban, los abrió justo a tiempo para escuchar las palabras que el mago volvía a pronunciar

-Es bueno saberlo, aunque creo que no se le da muy bien el tema de la confianza, de todas formas, no estoy aquí para trazar amistades- contestó, de ahora en más abriría los ojos. Se sorprendió levemente que la puerta permaneciera aun cerrada y que el elfo domestico no diera señales de vida -¿le conoce?- preguntó aun tratando de usted al peliblanco.

La puerta del gabinete sonó tras un par de golpes, Anna no lo dudó y se acerco a esta para atenderla, tras ella su prima Tauro apareció, la Crouchs le dedicó una sonrisa haciéndose a un lado para que pueda pasar,

-Tauro, ¿en que puedo ayudarte?-preguntó cerrando la puerta atrás de la joven.

7

La pelirroja recorrió con la mirada al joven de cabellos plateados, le dedico una sonrisa un tanto amigable. Aunque cuando el muchacho se giro para observarla no dudo en sostenerle la mirada a los ojos, Anna no era una chica muy expresiva por lo tanto era difícil saber su estado de ánimo o su humor con solo mirarla, aunque ese día sus ojos eran mas expresivos que de costumbre y revelaban frialdad a la vez que entusiasmo.

-Pues un gusto conocerlo- respondió la aguazul cuando él menciono su actual puesto, - en este momento no se si Lisa se encuentre libre, aunque por ahí andaba su elfo domestico, tal vez pueda hablar con él, de todas formas yo puedo enseñarle el lugar si desea- se ofreció.

-Yo soy Anna Crouchs Ryddlerturn, y actualmente soy aprendiz en el gabinete de seguridad-aquel detalle era algo obvio ya que ahí se encontraban, pero era algo que generalmente solia variar ya que, según se veía, los aprendices y empleados se divertían paseando por los distintos gabinetes, - aunque estoy por graduarme de la academia, y pronto seré una empleada más- confirmó, aquello la llenaba de ansias.

6

Anna M. Johnsson:

Ala de Maternidad.- Visitando a Sira, con Kritzai, Rick y Bodrik.

Los ojos azules de la pelirroja se fijaron bruscamente en el elfo

-¿Qué sira qué?- aun estaba atónita ante la noticia, no perdió el tiempo. Trago saliva y se ingreso en las llamas color esmeralda diciendo claramente –San mungo-.

Tardo un par de minutos en acostumbrarse al mareo que aquella turbulencia le ocasionaba, largo un suspiro y se acerco a la recepcionista que yacía detrás de un escritorio.

-Estoy buscando a Sira Loveless-

-¿es de la familia?- contesto aquella mujer, Anna dudo unos segundos, quería ingresar cueste lo que cueste.

-Algo así- termino por decir. La recepcionista asintió y le sonrió

-Sala de bodrik, en el ala de maternidad- La pelirroja agradeció y con paso firme casi militado, se adentro en el ala de maternidad.

La mirada perdida y a la vez centrada de la ojiazul se notaba en cada paso que daba, sus ojos parecían levemente empañados tras la preocupación que sentía, su garganta yacía seca y por un momento deseo tener un cigarrillo con el cual acompañar aquella sensación de vacío. Que en realidad, más que vacío era miedo, aunque no lo admita, era miedo a perder a aquella persona con la que había pasado tantas cosas. El nudo en su estomago se hacía más promitente cada vez que se acercaba a la puerta cada vez mas.

Anna Tardo unos minutos en encontrar aquella sala, se maldijo a si misma por no saber guiarse en aquel hospital. Cuando por fin localizo la puerta llamo a esta esperando ser atendida, tras la última vez en el hospital había aprendido que a los médicos no les gustaba mucho ser interrumpidos, pero era su amiga y daría todo por ella.

Volvió a suspirar, intentaba contenerse sobre todo aunque estaba cansada de mantener su postura de fuerte y fría Anna escondía todo atreves de esa coraza que impedía que los demás vieran su verdadero yo. Espero unos segundos mas a que alguien del otro lado de la puerta le permitiera el ingreso a la sala.

Anna yacía sentada en el sillón de aquella sala, una taza de café posaba entre sus manos liberando humo por el calor. Unos pequeños golpes hicieron que la pelirroja volviera a tierra, negó con la cabeza levemente intentando que los recuerdos dejen de apoderarse de su mente y se paró para ver de donde provenían aquellos golpes.

Su cabello rojizo enrulado caía por su espalda y por sus hombros enmarcando su mirada, y sus ojos azules vagaban pareciendo distraídos y distantes. Una sonrisa vagaba en sus labios carmines mientras se dirigía al mago que se encontraba fuera de la oficina de Lisa.

-¿puedo ayudarlo?- preguntó cortésmente, tal vez era algo simple que ella podría solucionar sin ningún problema, o tal vez si tendría que recurrir a Lisa, aunque en esos momentos el aburrimiento inundaba a la pelirroja quien se llevó la taza de café a los labios bebiendo un poco.

No reconocía al mago que se encontraba parada frente a ella, pero de todas formas era nueva en el ambiente del ministerio y no conocía muchas personas.

5

Los ojos azules de la pelirroja una vez más se fijaban en el reloj de su muñeca mientras subía las escaleras de entrada al ministerio lo más rápido que podía. Su cabello rojizo y enrulado acompañaba sus pasos con un movimiento particular. Una sonrisa vagaba en sus labios carmines mientras en su mente se recriminaba a si misma por dejar todo a último momento y haberse atrasado tanto.

Su queja constante eran las vans color gris que llevaba ese día, estaba poco acostumbrada a utilizar zapatillas aunque era consciente de que le convenía estar cómoda para aquella ocasión. Su atuendo era normal y a decir verdad muy muggle. Constaba de unos jeans oscuros, con una camiseta manga larga gris estampada y un gorro de lana del mismo color que cubría su cabello rojizo que llevaba trenzado.

El elevador no tardo en confirmar que se encontraban en la sexta planta y la ojiazul se bajo algo apresurada para llegar a tiempo a su examen de vuelo y así fue. Su demora era algo que se hacía costumbre ya en ella, Anna se apresuro a llegar donde Dylan se encontraba y a saludar sonriendo con un simple

-Buenas tardes- así informó de su llegada aunque no tardo en preguntar -¿entonces? ¿Quién empieza?- la respuesta no tardo en llagar cuando vio a una joven quien había elegido la Nimbus 2000 para realizar su examen. –Buena elección- murmuro Anna mientras se paraba flexionando una pierna y posando todo el peso de su cuerpo en esta.

Anna ni se inmuto cuando el joven cayó en el suelo sin rastro de alma o de vida siquiera. Aunque las palabras del pelinegro se escucharon y la hicieron dudar de si estuvo bien el arriesgar su vida por él

-¿y que hubieras hecho tu? ¿Regalarle flores y pedirle que no te mate? No mames! ¿Qué diablos te ocurre?- pregunto mirándolo - ¿Por qué querían atacarte?- formulo otra pregunta más esta no fue respondida ya que una castaña apareció, la cogió del brazo y comenzó a zamarrearla.

Michelle alzo su varita haciendo que Sira la soltara -¿Qué diablos? ¿Acaso no entiendes que esto es tan solo un p*** simulacro? Atrévete a intentar tan solo herirlo y te las veras conmigo, ya veo lo que un poco de sangre puede hacerte- le dijo en un tono seco y sin gracia alguna, -Tu sabes bien mi bando sobre esto, y hoy no tengo mi varita en mano por nada, pero voy a dejártelo muy claro, primero están los míos y luego la sed de sangre o de venganza- su voz sonaba firme.

-Y en cuanto vuelvas a poner una mano sobre mí la pierdes- amenazó, ¿Qué diablos les hacia aquel simulacro? Parecía que Sira y Allen habían perdido la noción de lo que enserio pasaba. Ella suspiro viendo alejarse a la castaña, se paró con ayuda de Allen y rodó los ojos –gracias- le susurro.

-No es desagradable, solo no sabe hasta cuándo dejar que los ideales no controlen su vida- respondió mirando hacia la misma dirección que el joven - ¿lastima? Tranquilo pingüino- Anna se retiro la máscara y le dedico una sonrisa al muchacho, ya no tenía miedo de que alguien la viera aunque no tardo en reconocer a una persona que tras los matorrales se escondía. Varios violentistas parecían buscarla y en su lado Anna apunto su varita y susurro

-Crucio- la joven comenzó a revolverse y a largar alaridos y gritos de dolor provocando que sea encontrada fácilmente.

Una sonrisa diabólica se coloco en los labios carmines de la joven quien levanto la varita para que el encantamiento terminara una vez que un quinteto la había rodeado, el cabecilla de ese grupo le hizo una seña con la cabeza y ella reconoció instantáneamente quien era. Tras de ella una figura apareció lo que provoco que Anna se girara bruscamente con la varita levantada, aunque no tardo en reconocer que era su profesora, solo entonces bajo su varita y observo como eliminaba a los tres violentistas restantes.

No se sorprendió, estaba en su naturaleza ese tipo de cosas -¿hacerse los héroes?- preguntó algo desorientada, ¿Dónde los veía como héroes? Anna rodó los ojos; aunque no pudo evitar reírse ante el comentario del historial. Obligada a ir adelante la pelirroja continuó sobre sus pasos hasta llegar a un lugar “seguro” donde comenzó a sanarle las heridas al pelinegro. Odiaba recibir órdenes, pero aun así no dijo nada y saco de su bolsillo un pequeño frasco de poción curativa y se lo extendió a Catherine.

-Es todo lo que tengo- informó y luego escucho al joven quien sonreía ampliamente, -si, Allen me llamo Anna- reprimió una leve risa, le producía una sensación rara el hecho de que su compañero de clases desde Generales y compañero de casa le preguntara su nombre después de tanta idioteces que habían pasado juntos

-Allen, nos conocemos hace tiempo ya, ¿quieres saber por qué te defendí? Porque no dejare que mis ideales se lleven mi lado humano al menos no en un est****o simulacro de una guerra que no me corresponde vivir, o si fue una tragedia, pero vive el hoy y que el ayer te la sude- respondió, -y aun asi, te salve porque eres mi amigo, y no dejaría que te maten seas del bando que seas- se quedo observando al muchacho quien luego le se dirigió a la profesora.

-Me voy a buscar a Sira, quiero irme de aquí- dijo, y antes de que alguien pudiera detenerla ya se encontraba en el medio del pequeño pueblo de nuevo buscando a la castaña a la cual no tardo en encontrar

-Sira, vamos- pidió colocándose al lado de la joven, un grupo de ascendentes se habían armado y disparaban contra todo los violentistas que encontraban, Anna alzo su varita de nuevo y antes de que reaccionara identifico una cara, David…

La Crouchs suspiro, y alzó su varita apuntando al rubio quien intentaba atacarlas. -Avada kedavra- el rayo de color verde salió de su varita impactando en el chico y haciéndolo caer sin vida.

Anna escuchaba las palabras que la jefa del gabinete, y por lo tanto su jefa, decía. Su mirada era fija aunque sabía que era capaz de cualquier cosa no quería que la gente se asustara por aquello puesto que por más que la joven fuera de fiar no debía dejar que su bando se supiera.

El “espero que así sea” de Lisa la causo escalofríos, parecía que cada acto que hiciera de ahora en adelante ella lo sabría y que debía actuar con valentía y a la vez racionalidad.

-Magia negra- susurro repitiendo las palabras de la castaña, aquello le sorprendió aunque no tanto. Una oleada de nombres aparecieron en su mente, pero la Crouchs no era una joven que se guiara por teorías ni hipótesis.

Aun una duda rondaba por su mente y no dudo en preguntarla -¿Qué le hace pensar que fue un estudiante?- era algo que aun no entendía, pues tendría que ser alguien muy dotado para saber de magia negra, además de que los pocos libros que ella había podido conseguir de ese tema estaban en latín o hebreo. Tenía que ser alguien que tuviera una fuente de información amplia y variada en su biblioteca.

La mirada de asombro de la pelirroja fue algo épica cuando dijo que debían revisar los expedientes de todos los de último años. Ella misma estaba por graduarse de la academia a fines del mes ¿la dejarían entrara a revisar a ella? -admito, que si fuera fácil me habría decepcionado- contesto sonriendo ladeado y levemente.

La Delacour no tardo en decirle que ya se podía retirar, Anna asintió con la cabeza y se paro con delicadeza de la silla. –Con permiso- dijo retirándose de la oficina y volviendo al centro de descanso ya que no tenía trabajo. Allí un grupo de empleados hablaban entre susurros y carcajeos, mientras que a otros la mirada de pánico los indagaba.

La pelirroja se sentó en el sillón y agudizo el oído. Capto uno dialogo que le provoco una sonrisa

-¿sabes quién es el nuevo defensor del mago?-

-¿Quién?

-Colt, Patrick Colt ¿puedes creerlo? Un mortifago de defensor del mago, ¿Quién lo diría? Esto se les está yendo de las manos-

Anna suspiro y reprimió una leve risa mientras se acomodaba el cabello rojizo.

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