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Anna M. Johnsson

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Mensajes publicados por Anna M. Johnsson

  1. La pelirroja bebió un poco de la cerveza y rápidamente sintió el gusto amargo de esta, aunque el alcohol no le afecto en nada pues ya era costumbre beber de más. Solo se digno a sonreír luego del agradecimiento de la rubia la ojimiel se apresuro a pedirle que no agradezca y que todo estaba bien. Anna se perdió unos minutos en las llamas del fuego que posaba en la chimenea.

     

     

    -Ni que lo digas, no estoy acostumbrada a todo eso, creo que es algo agobiante ¿no?- comento mirándola, Anna había pasado gran parte de su vida sola y la soledad era algo que disfrutaba tanto como estar con gente. La Crouchs estaba sorprendida de no sentirse incomoda con la Slytherin allí, no le gustaba que la gente entrara a su habitación por el solo hecho de que si lo hacían descubrirían varias cosas de ella, como por ejemplo que le encantaba pintar, eso la delataba su atril de madera colocado al lado de la ventana.

     

     

    La Revenclaw volvió la vista a Isabella y noto como sus ojos se humedecían, por su parte Michelle le dedico una sonrisa ladeada - Oh, no, creo que fue mi error, es tu casa y yo soy la que esta invadiendo... es que no vengo teniendo una semana muy buena que digamos- confeso mirando a la joven - Es más, creo que fue algo vergonzoso como actué y lo lamento- no podía ver así a la rubia, se había disculpado y eso lo valoraba mucho. Giro la vista por la habitación

    -Mmm ¿te gusta pintar?- pregunto sonriendo, buscaría sacarle una sonrisa a la Revenclaw y que mejor que hacer una pintura abstracta con globos de pintura.

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  2. -Pues.. no se si raro, no se como sea su personalidad, tal vez es como yo y le gusta desaparecer así de la nada- comento algo divertida y se rió luego del pequeño gritito de su amiga tras el mordisco.

    -eso fue porque no me estas dando importancia- recrimino cruzandose de brazos y fingiendo un enojo que se le paso inmediatamente al notar lo cursi que comenzaba a ponerse Sira mirando la foto.

    -Awww la primera cita- se burlo Anna largando una risotada y notando como el rubor natural de la morena comenzaba a aparecer por sus mejillas.

     

     

    -¿Enserio? no lo había notado- contesto sarcásticamente -Cariño parece que tienes dulce de leche en el cerebro! estas toda romántica- le respondió y luego volvió a quejarse de sed, tirando a la Rambaldi del brazo.

    -Oh vamos muévete, o te vuelvo a atacar con cosquillas- amenazo consiguiendo que esta dejara su cama para subir las escalaras a la nevera por una botella de agua fría. Mientras subían las escaleras notaron luz en el piso de arriba y escucharon las voces de Allen y de las dos jefas de casa que conversaban enérgicamente.

     

     

     

    -Creo que pasamos toda la noche en vela- le susurro a la pelimarron, aun ambas de pijama terminaron por llegar al salón donde la ojimiel saludo con una sonrisa y un cálido -Buenos días- no paso por alto la decoración que estaba siendo puesta en las paredes y el techo de la casa, y si, era época de San valentín, la festividad que mas le disgustaba a la Crouchs era esa, odiaba lo cursi que se ponía la gente en ese día en especial. Suavemente le susurro a Sira que seguía a su lado -¿que le ven de lindo a San valentin?- pregunto y aun esperando una respuesta se fue a la cocina para coger un vaso de agua

    -Sophie ¿necesitas ayuda?- pregunto sonriendo.

  3. La pelirroja algo atónita y controlándose negó con la cabeza tras la pregunta de la morena que había hecho que la Crouchs hiciera un mueca

    -No, no he vuelto a saber nada de él, tal vez vayamos junto a Duelo básico- comento sentada en su cama mientras seguía con vista hacia la ventana -¿y tu? ¿sabes algo de él?- no creía que la Rambaldi tenga trato con el joven pero Sira era tan extrovertida que podías esperar cualquier cosa de ella.

     

     

    Una sonrisa se había dibujado en los labios carmesí de la española quien por molestar a su amiga se había levantado de su cama y a cambio se había recostado al lado de la castaña mordiéndole la mejilla

    -ay! pero que foto mas linda, y que provocativa te vez con esos cabellos al viento- bromeo entre risas haciéndole cosquillas a la Loveless. Frunció el seño levemente cuando escucho lo de "salido a la luz"

    -¿salido a la luz?-pregunto confundida -Por favor no salgas del closet- siguió riendo, aclaro su garganta, parecía como si una lija la raspara por dentro.

    -Quiero un vaso de agua, ¿te apetece uno?- pregunto a la castaña que perdida en sus pensamientos románticos le balbuceo algo de san valentín

    -¿una sorpresa? ¿que es? ¿le dedicaras una noche?- dijo divertida -Sira acompáñame a buscar un vaso de agua- se quejo tomando una mano de la ojimarron e intentando sacarla de la cama.

  4. La pelirroja abrió los ojos bruscamente al escuchar el ruido de una puerta abrirse y luego cerrarse a las cercanías. Empapada por la lluvia intensa se paro con ayuda de la baranda e ingreso a la alcoba nuevamente para encontrarse con la figura de una joven rubia recargada contra la extensa madera negra, noto que Isabella se estaba escondiendo de algo o mejor dicho de alguien por lo que se apresuro a preguntar

    -¿estas bien?- no lo parecía, la ojimiel se dirigió al cuarto de baño para buscar una toalla y secarse el cabello que goteaba agua.

     

     

    con una mirada recorrió a la Revenclaw que yacía inmóvil en la puerta.

    -Oh vamos, no te quedes ahí, pasa y siéntate- le dijo sonriendo, después de todo era su semi hermana.

    -¿quieres arrimarte al fuego?- preguntó, La chimenea encendida irradiaba calor en la pieza y calentaba el ambiente haciendo que los vidrios se empañaran levemente. La Crouchs intentando sacar su lado amable cerro la puerta ventana que daba al balcón para que desde afuera no se oigan las palabras de la Slytherin.

     

     

    -¿de quien te escondes?- pregunto acercándose a la mini nevera, que había en un rincón, y sacando dos cervezas muggles. -¿gustas?- le extendió una luego de destaparla -te aseguro que no esta envenenada- comento dedicándole una sonrisa a la ojigris que la miraba algo atónita por el comportamiento que la nueva Revenclaw presentaba con ella.

    -Oh vamos, no muerdo... por ahora- dijo divertida.

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  5. -Son las cosas de mi madre- contesto observando de nuevo la caja y después volviendo la vista hacia afuera, la pelirroja se notaba distante y pensativa, a la vez se encontraba algo perseguida, como si todo el tiempo la estuvieran observando. Se giro a mirar a la castaña que la miraba como si fuese un bicho raro y desconocido, Anna solo le dedico una sonrisa y ante su pregunta esta se hizo mas pequeña, como si fuese una sonrisa que intenta ocultar todo.

    -Rara? ¿en que sentido?- pregunto sin sacarle los ojos de encima a Sira, se levantó delicadamente de la ventana y se acerco a su cama, la cual quedaba enfrentada a la de la otra chica.

     

     

    Se recostó con la vista hacia el techo mientras escuchaba a la morena hablar

    -Es verdad- dijo sonriendo y cogió su libro del bolso, cuando lo abrió una tarjeta cayó y la hizo sonreír aun mas. La tomo con cariño y se la enseño a la Rambaldi

    -¿recuerdas esto?- comento divertida, era nada más y nada menos que la tarjeta de las flores que el Weasley le había enviado aquella tarde en la cafetería, una de las rosas ya seca yacía en las paginas del libro de Edgar Alan Poe que la ojimiel portaba con ella todo el tiempo y que en ese mismo momento tenia en sus manos.

     

     

    -Apuesto a que serán una linda pareja- le respondió a Sira con respecto a Aster y ella, no sabía si su compañero de Generales tenia una pareja, aunque lo dudaba. Michelle enmudeció por un momento y cerró el libro bruscamente, de pronto sintió como si un vació la recorriera de pies a cabeza. Una sensación extraña y pero nada nueva para la Crouchs, un ardor comenzó a adueñarse de su garganta y poco a poco su sonrisa fue desapareciendo, lo que antes era necesidad por un cigarrillo ahora se volvía mas fuerte.

  6. La pelirroja estaba muy centrada en la conversación con la castaña que no había notado a las jefas de casa, un carraspeo de garganta hizo que girara su vista hasta una joven que se presento como Sophie ante ella

    -Un gusto, Lamento mi despiste, creo que me deje llevar por la emoción- se disculpo y enmudeció para escuchar las palabras de la jefa de casa, asintió con la cabeza y rápidamente la Rambaldi cogió su mano sin dejarla posar la taza en la masa la arrastro hacia los dormitorios.

     

    -Sira! ¡espera!- la regaño un poco, cuando por fin encontraron el dormitorio asignado para ellas la primera reacción de la pelirroja fue tumbarse boca arriba en la cama, no era la mas cómoda del mundo pero era bastante reconfortante. No puso oposición ante que su amiga se bañara primero, en ese tiempo la Crouchs sacó de su bolso un pijama de seda con encajes en negro entallado y delicado, se encerró tras el cambiador y rápidamente se lo colocó, así se dirigió a la ventana y se sentó en el marco de esta mirando al exterior.

     

     

    En el momento en el que Sira desapareció por la puerta la pelirroja saco una pequeña caja fuerte de su bolso y la coloco en la mesa de luz adueñandoce de la llave de esta. Moría de ganas de fumarse un cigarrillo, pero sabía muy bien que si la enganchaban podía llegar a quedar expulsada, decidió intentar reprimir esa ansiedad cerrando los ojos y sintiendo la suave brisa que se introducía a la habitación por la ventana abierta. Al poco tiempo su compañera volvió a aparecer y Anna se recogió el cabello en un rodete desprolijo.

    -Mmm me contabas como fue que empezaste con Aster- respondió a su amiga y la miro sonriendo, esperaba que la caja pasara desapercibida a los ojos de la morena, aunque era tan detallista que seguro la notaria. La vista de la Revenclaw volvió a dirigirse al exterior...

  7. La indiferencia le de la pelirroja se hacía notar, sinceramente no le importaba si el joven veía a otras chicas o si tenía una relación siempre y cuando esta no le haga mal. Reprimió una risa burlona cuando dijo lo de la poción multijugos

    -¿la usas demasiado? -pregunto irónicamente -agg ya comprendo, es que debe ser tan feo ser tu que para sentirte bien debes ocupar el lugar de otras personas- le parecía tediosa la forma en el que había utilizado el "hermanita" por un momento Michelle agradeció no tener hermanas de sangre.

     

     

    -¿a si? uff pues entonces tendremos problemas, veras yo no respeto a la gente que no me respeta, ¿quieres respeto de mi parte? pues empieza por brindarlo tu- le respondió a la pelirrubia la cual se había metido en algo que no le incumbía -además, si es así, pues tienen un problema con Isabella- le dijo sonriendo sarcásticamente.

    -¿Viene Gerard? ohh mira que bueno, podemos preguntarle en persona si las flores fueron enviadas por su parte- la pelirroja portaba una sonrisa en su mirada mientras no le quitaba los ojos de encima a Etoile.

     

     

    -¿los ratones? Ohh querida, entonces tendrás que encerrarte en tu cuarto y no salir. Y mis disculpas, pero tú no eres quien para darme órdenes- ya estaba grandecita como para valerse sola, no necesitaba a nadie que le diga que hacer y sinceramente ella sola se metía en sus problemas y sola salía de ellos; ¿iba a venir ahora una chica que no conocía a ordenarle que hacer? Pues podía estar segura de que la Crouchs no lo toleraría.

     

    La ojimiel observaba cada movimiento de la Black con una sonrisa burlona, podía ser que sea más grande que ella de edad, (cosa que dudaba) pero de mentalidad se le quedaba muy chica. Le daba gracia que la rubia se ponga en ese papel por el joven, <<pobrecita, tan enamorada y a la vez tan estúp***, mmm mala combinación>> pensó, pero sin embargo no lo dijó. No por miedo ni nada parecido sino por el solo hecho de dejar que la joven se retirara pensando que había salido victoriosa,

    -chi ride ultimo, ride migliore- susurro y se dispuso a buscar su habitación. Llego a unas puertas de madera dobles que estaba teñida de negro, en una de las entradas un pequeño pergamino enmarcado tenia escrito con una caligrafía algo tosca pero fina su nombre, se aferro a su bolso y giro el picaporte ingresando a la alcoba.

     

     

    Lo primero que hizo fue dejar el sobre de mano sobre la cama y dirigirse al balcón donde tenía vista a la entrada de la casa. La intensa lluvia seguía cayendo y mojaba a la joven que seguía asomada al mirador, poco a poco se fue arrodillando y así termino sentada en el suelo recargada contra las barandas de espaldas al jardín. La ojimiel cerró los ojos y se quedo allí disfrutando de la suave brisa del viento, del relampagueo, del sonido de los truenos y da la helada lluvia que la invadían.

     

     

     

    Off:

    Recién llego y ya tengo dos enemigas O.O ¿por qué presiento que aquí no me quieren?

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  8. La ojimiel miro a su amiga con una sonrisa, ante la noticia no pudo resistirse y la abrazo

    -Awww! felicidades- comento mirándola, no podía terminar de creerlo. La castaña revelaba inocencia con cada paso que daba, totalmente lo contrario de la pelirroja que mientras mas la conocías más te dabas cuenta de lo turbio que era su pasado.

     

     

    Siguiendo los pasos de la joven se sentó en un sillón, y ante mencionar el nombre del Weasley la Crouchs no pudo evitar tomar un leve color en sus mejillas,

    -No, no he hablado con él. Pero ahora que lo dices, le enviare una lechuza, tal vez podemos organizar una cena- dijo guineandole un ojo a su compañera. Se recostó contra el respaldo del asiento y miro el salón de la casa, ese seria su hogar en la academia. Anna no podía esperar a hablar con el muchacho otra vez.

     

     

    -y cuéntame ¿como fue?- pregunto con respecto al comienzo de su relación, no podía creer que se lo había perdido, la Revenclaw esperaba saber todo con lujo de detalles, una sonrisa seguía dibujada en sus labios carmines. La castaña solía lograr que olvidara todos sus problemas y que disfrutara un rato junto a ella, en el poco tiempo que se conocían la Rambaldi se había convertido en alguien muy especial para Michelle.

  9. La pelirroja le estrecho la mano a la jefa de casa mientras reprimía una risa por la reprimenda de su amiga

    -Un gusto Jessie, de verdad ya comienzo a sentirme cómoda aquí- se sincero y luego volvió a dirigirse a Sira quien la siguió hasta la ventana con un seño fruncido. El acto seguido de Anna fue dedicarle un abrazo y susurrarle al oído bien disimulado para que nadie lo notara

    -Luego te contare de mi aventura- se separo de ella con una sonrisa y le dedico un guiño, bebió un poco del chocolate de su taza y se recargo sobre el marco del ventanal.

     

     

    -Mmmm ¿por qué se me hace que eso es mentira? ¿que escondes Sira Rambaldi?- pregunto mirándola, sabia perfectamente cuando su amiga mentía o obviaba detalles. Le siguió la vista a la morena hacía el exterior del castillo, el frio traspasaba por la ventana y hacía que el vidrio se empañara levemente por el calor que la chimenea encendida extendía por la sala. La Crouchs limpio un poco la ventana con la mano para observar con mas detalle el jardín nevado.

  10. La pelirroja a penas había residido el encantamiento tomó su varita sin llamar mucho la atención y se lo retiró exitosamente, aunque permaneció en silencio mientras la otra joven hablaba. El hecho de que sea nueva en la academia no significaba que no tuviera experiencia en la magia, es más estaba muy consciente de que sus experiencia podían ser hasta mayores que los magos que se estaban graduando de la misma, y es que ¿cuando de los magos novatos se habían enfrentado a lo que ella? ¿y cuantos habían matado personas con magia tal como ella lo había hecho?

     

    Solo se dispuso a guardar silencio cuando noto que Isabella se iba reprimió una leve risa >>Cobarde<< pensó mientras se quedaba observando a la otra rubia.

    -Exactamente, ¿te hablaron de mi? ohh mira que interesante- dijo en respuesta sarcásticamente, no le importaba lo que la muchacha tenia para decirle y se rió levemente cuando menciono el nombre de Gerard e intento disimular sus celos. Aunque por desgracia para ella Anna sabia distinguir bien cada emoción que sentían las personas, cada mentira que le decían aun si eran excelentes ocultándolo.

     

     

    -¿Te gusta Gerard?- pregunto secamente sin responder a ninguna de sus preguntas, no tenia necesidad de hacerlo y por supuesto no lo haría. Cuando se acerco y le golpeo el brazo la ojimiel reacciono instantáneamente tomando el brazo de la rubia y llevándoselo a la espalda de la misma haciéndole doler

    -Non mi toccare- dijo con mucho odio soltándola con un leve empujon en tono de advertencia. El italiano era el idioma que manejaba su madre y sabia hablarlo a medias pero cuando una persona agotaba su paciencia era común en ella que comenzara a hablarle en otro idioma.

     

    -No te tengo miedo, eres tan solo una cría jugando a dárselas de matona, ¿crees que Gerard te creería?- pregunto y ladeo una sonrisa -¿novia? ay por favor no me hagas reír, ¿solo por que lo conociste en un bar y lo besaste? ¿el sabe que eres su novia? porque no parece- la pelirroja le fijo la mirada y busco en su bolso de mano su cartera sacando de ella la tarjeta de las flores que el joven Weasley le había enviado -¿ves esto? es una tarjeta de flores... Adivina quien me las envio- dijo irónicamente, aunque en la dedicatoria podía lucirse claramente el nombre del rubio, - No mientas rubia, tu y yo sabemos bien que entre tu y Gerard no hay, no hubo y lamento informarte que no va a haber nada- le aclaro. Se acomodo el cabello rojizo e ignoro el comentario de la Slytherin, sinceramente no me importaba en lo más mínimo lo que ella pensara.

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  11. La ojimiel rió con una carcajada al ver como torpemente la morena se levantaba y la llevaba ante las galletas sirviendole una taza de chocolate caliente. Luego de unos minutos en los que mordió una galleta y se retiro la túnica sentándose donde le habían indicado la Crouchs le sonrió a su amiga

    -Mmmm un poco por acá, otro poco por allá, no creo que sea de importancia- comento en respuesta a la pregunta de su amiga. Bebió un poco de su taza complaciendo a su vientre el cual había dejado de crujir.

     

    Anna frunció el seño levemente por unos segundos y dejo la taza en la mesa mas cercana, se quedo mirando a la Rambaldi que al parecer estaba algo exaltada

    -Dime, ¿que ocurre?- pregunto con una sonrisa ladeada, sinceramente su única preocupación en el momento era que no le revisaran su bolso de mano. Miro a su alrededor y visualizo la sala común de la casa. Había una estufa encendida por el frió que hacia a los exteriores Naiara sonrió y tomando su taza le hizo una seña con la mano a su amiga.

     

    Ambas se pararon y se fueron a la ventana ya que era un lugar apartado de la gente que se encontraba en el salón, se acomodo su cabello que caía en forma de cascada con sus ondas características. A la luz del sol que se filtraba por la ventana su cabello rojo eléctrico resaltaba, este era una de las cuantas cosas por las que la Revenclaw nunca lograba pasar desapercibida.

  12. La pelirroja había terminado de dar su paseo prometido por el castillo cuándo observó la hora en su móvil. Apresurada por el miedo de recibir una reprimienda de parte de sus jefes de casa por la tardanza comenzó a caminar seguida por el tacóneo de sus zapatos los cuales aumentaban a medida de que la intencidad de sus pasos subía.

     

    La túnica de terciopelo negro verdoso que portaba ese día dejaba lucir su atuendo a medida que se ondeaba. Una vez que la ojimiel llegó a la puerta de su casa busco rápidamente un trozo de pergamino que traía do su bolsillo y casi un susurro lo suficiente mente claro para que la puerta se abra a su pasó pero también lo suficientemente bajo como para no ser oída dijo la contraseña que allí figuraba.

     

    Así ingreso despacio y haciendo el menor ruido posible por sí alguien dormía. Su estomago comenzó a quejarse mientras que Anna caminaba hasta donde las voces provenían. Al llegar le sonrió a los presentes y se disculpo por la hora. Cuándo vio a Sira la pelirroja la abrazo sonriendo, luego saludo a Allen con un beso en la mejilla.

  13. -Demasiados para mí gusto- comentó. Lo cierto era que aquel local se parecía mucho a uno que se encontraba en España. Una sonrisa con el objetivo de disimular invadió el rostro de la pelirroja. Sabía que tarde o temprano su amiga preguntaría el porqué estaba así.

     

    - lo es... pero a veces cambia todo... o te lleva a cometer errores que luego te acompañan por el resto de tú vida- comentó algo entre cortada buscando las palabras justas

    -¿nunca te has enamorado? ¿y tienes 100 años?- la Crouchs observaba a la morena sin creerlo del todo.

     

    -creéme nada es como te lo pintan las novelas literales- dijo y luego largo una leve risa -hay mucho que no sabes de mí historia, en algún momento nos sentaremos y te la contaré... no es lo más linda, pero confío en que no me juzgarás por mis decisiones- miro a la castaña y le dedico un guiño.

     

    Lo que la joven le había confesado bastaba para que la pelirroja se diera cuenta que de entre las dos la más pecadora era ella.

    -no te pierdes de nada te lo aseguro- le dijo sonriendo y guardo el pergamino.

  14. -entonces no fue su idea- reprochó mirando a la castaña. Ladeó una sonrisa y le guineó un ojo a la joven. La ojimiel volvió a recorrer con la mirada el local era sencillamente hemoso, recorrerib esos lugares ahora ya que dentro de uns meses ya no podría.

     

     

    -yo no me enamoro. Al menos ya no- le confirmó a su amiga esa parte de su historia ella no la sabía, en realidad era una parte que nadie sabía porque Anna inventaba ocultar lo más posible esos sucesos. En algún momento iaría tanto en Sira como para contararselo.

     

     

    -no se sí llegare a enamorarme de nuevo, tal vez Gerard sea la diferencia- comentó con una sonrisa era algo que ella no sabría hasta que pasará. Aún así no sabía tampoco las intenciones del muchacho, parecían ser buenas pero nada lo confirmaba.

    -no nada se compara a una niña con sus nuevos zapatos- dijo entre risas y le sonrio a la bruja cuando le puso la dirección en un pergamino.

    -gracias- comentó con una sonrisa

  15. -¿Qué fue eso?- pregunto la pelirroja mirando aún muy atenta los ojos de la morena. Aún no podía creer lo que su amiga le contaba, eso era algo que le encantaba de ella siempre tenía algo nuevo que lograba sorprenderla - ahora sí que lo he visto todo- le dijo sonrien

    do.

     

     

    -pues entonces me quedo más tranquila- comentó entre risas y bebió otro poco de su licuado - encerio fue su idea? Quién hubiera dicho que me enviaria flores a mí- exclamo feliz, era la primera vez que recibía flores y que no era por la muerte de algún familiar. Le sonrio a su amiga algo divertida.

     

     

    -no dudo que te concerves bien... pero los años no vienen solos- dijo sonriendo, le divertía haces cabrear a la morena. La ojimiel acomodó levemente su cabello y bebió un poco más del licuado de frutas. Volvió a mirar las rosas y se sonrió le había encantado el detalle que había tenido el Weasley con ella.

     

    -Juro que no lo recuerdo- le mencionó a la Rambaldi y la regaño por el molesto ruido así ella también término su batido.

  16. La pelirroja se despego del joven y le dedico una sonrisa especial. Ambos caminaron hasta donde las profesoras se encontraban y escucharon las indicaciones, a Anna se le transformo la mirada. Se puso mas blanca que de costumbre y se le borro su sonrisa, solo reacciono a ver a Gerard y negar con la cabeza.

    -¿debemos meternos ahí?- dijo casi en susurro -yo, yo no puedo- confirmo aun negando y suspiro levemente. La ojimiel contra toda su voluntad cerro los ojos y se metió en el armario.

     

    Poco a poco comenzó a notar como si le faltara el aire y miro a su compañero casi como pidiendo auxilio, -Yo... yo soy claustrofobica- menciono casi con un hilo de voz lo obvio. Solo reacciono en recargarse en el pecho del joven aferrándose a este y cerrando los ojos mientras este cerraba la puerta. Fueron unos pocos segundos los que pasaron encerrados en el Armario, pero para la Crouchs fueron interminables, un suave "crak" anuncio que habían llegado a la clase, el weasley abrió las puertas y le susurro un -ya llegamos-.

     

    La revenclaw salio del armario rápidamente, no quería pasar por eso de nuevo, entonces se giro hacia el joven mago y le dedico una leve sonrisa ladeada -gracias- dijo casi con un hilo de voz, por detrás de Gerard mas allá se encontraban Sira y Aster. La ojimiel les sonrió, se veían tan lindos juntos. Volvió la vista a su compañero y le dedico un suave beso en la mejilla.

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  17. Anna suspiro y rodo los ojos, ya estaba cansada por completo. Le importaba muy poco si la sancionaban en la academia de artes marciales por atacarla; se estaba controlando porque sabia que una vez que la golpeara no pararía hasta dejarle la cara desfigurada. Cuando la miro con cara de desprecio la Pelirroja se rió

    -¿con esa cara te miras al espejo todos los días verdad? Admítelo Campanita, te tienes tanto asco a ti misma que tienes que andar degradando a los demás para sentirte algo bien- la pelirroja hizo un movimiento con sus dedos haciendo sonar sus huesos, estaba intentando controlar el gran impulso que tenia.

     

    -¿problemas? estoy segura que tus problemas con un quinoto al lado de los míos, cuida tus palabras, pues algún día esa boca tuya te meterá en problemas y terminaras en una sanja- le advirtió -y ese día, yo estaré muy feliz de no tener que volverte a ver la cara y de que estés bajo tierra mientras los gusanos se comen tu cerebro.. Pobres gusanos se morirán buscando algo de cerebro dentro de ese cráneo vació- Naiara miro a la rubia con un odio intenso.

     

    - A ver taradita que quiere llamar la atención, vuelve a hablar así de mis padres ¿y ves esa ventana? seras lanzada por ahí, capaz tenemos algo de suerte y te estampas contra el cemento- aun sin sacarle los ojos de encima iba notando como la joven aumentaba su ira - Pues si que lo soy, soy la persona que hará que esas advertencias se cumplan si sigues molestando, ¿te has quedado sin apodos Anorexica estu****? ¿o es que tu cerebro no funciona lo suficiente,? te diré disco rayado porque no sabes decir otra cosa que drogadicta- dijo fingiendo una sonrisa ladeada y la aplaudió con ironía

    -Muy bien, aprendiste a conjugar nombre, que inteligente, te ganas el puesto- comento con sarcasmo -en un concurso de la mas tarada, mi vida te aseguro que ganarías- no podía terminar de creer lo niñata que podía llegar a ser esa rubia - No necesito un GPS tal vez te sirva mejor a ti, para saber cual es tu lugar aquí, ¿bufón de circo? ayy me hieres tanto- dijo con ironía -cállate rubia tarada he intenta tener algo mas de personalidad ¿quieres?-

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  18. La ojimiel le sonrió de manera irónica, sabia que estaba provocando a la rubia y eso le agradaba, hasta que no se calmara era capaz de hacerla irritarse tanto como para que terminara dándose vuelta y dejando a la pelirroja ganar.

    -¿Marihuana? ¿eso fumas tu? -pregunto mirándola, hacia tiempo que a Anna no le hacia mucho efecto la marihuana, - Corazón, puedo asegurarte que mi cerebro funciona mucho mejor que el tuyo- le dijo y le dedico otra sonrisa irónica.

     

     

    -No te atrevas a hablar de mis padres, si vuelves a hacerlo puedo asegurarte que terminaras muy lastimada- le dijo cambiando completamente su tono de voz y mirando a la estúp*** con odio -No, ¿sabes? no me encontraron en ningún basurero, pero si sigues así tu cuerpo sin vida terminara en uno- le dijo cargada de ira, solo esperaba tener a alguien que pueda frenarla si se descontrolaba y le daba una golpiza a la rubia.

    -¿sabes? ojala la vida nunca te haga madurar de golpe o te haga enfrentarte a problemas de verdad, pende** de mier**, no solo egocentrica si no que también estúp*** ¿no sabes distinguir el peligro verdad?- rodó los ojos -te lo diré de nuevo, no te metas conmigo, no sabes mi historial de antecedentes y si no quieres formar parte de el ALÉJATE-

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  19. Esa rubia tenia los humos muy por arriba de su linea y Anna se encargaría de bajárselos todos de golpe, no solo tenia mal gusto sino que ella sabia que era horrenda y que por eso tenia tantos conflictos con su cuerpo. La carcajada que había falseado no había hecho mas que aumentar las ganas que tenia Anna de tirarla por la ventana.

     

    -No me grites- dijo lo mas calmada que pudo. La pelirroja observo a la Slytherin por unos segundos sin decir nada esperando a que a la egocéntrica que por desgracia tenia enfrente se le bajaran los humos, luego prosiguió -no necesito cambiar lo que soy, estoy segura que es algo que tu deseas muchisimo, yo no, estoy conforme con lo que soy. ¿bromeas? ¿ser tu amiga? primero me suicido- contesto a su afirmación sin bajar la mirada, en su mente pensaba varias formas de tortura para aplicarle a la ignorante de su nueva hermana,

     

     

    -No, no es una amenaza, es una advertencia, no te metas en mi camino, yo no me meteré en el tuyo. Ahora si llegas a meterte en mi camino... ohh querida, lo lamentaras mucho- contesto, así miro a la rubia, en su mente rogaba que la joven atacara o que al menos haga el intento.

    -Vale corazón, ve, ve a rezarle a tu diosa Ana o Mia, ¿eso no son sus dioses? siguen sus dietas y todo, ve corre rubia tenida- le aconsejo lo mas amablemente sarcástico posible.

    -¿auto-control? al menos sabes que es eso? Bruta! ve a leer un diccionario y entérate! una Anorexica que depende todo el tiempo de sus calculas de hierro no es una persona independiente, no tiene auto-control. Tu, no tienes auto-control ¿y te digo por que? Porque eres una ingenua idi***, estoy segura de que no durarías ni dos días en la calle. ¿viviste siempre colmada de regalos y todo servido? Ohhh cariño así no es la vida, si quieres algo lucha por eso.. de seguro no entiendes nada de lo que te digo porque el agua oxigenada que usaste para teñirte el cabello te entro por los oídos y te atrofio las pocas neuronas que te quedaban, pero tranquila, yo me encargare personalmente de hacerles un velorio por el poco uso que tenían- la pelirroja iba cada vez levantando mas el volumen de voz, su paciencia se agotaba y cada vez se iba acercando mas a la chica, solo estaba esperando el impulso para hacerle algo de daño físico y moral.

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  20. La pelirroja se le rió en la cara a isabella, estaba intentando bruscamente controlas las ganas que tenia de estamparele la cabeza contra la pared, en su mente solo pensaba en una regla que debía cumplir si o si y se lo repetía una y otra vez

    << deja que ella sea la que de el primer golpe, luego eres libre de matarla si quieres>> eso vagaba por su mente mientras observaba a la rubia la cual hacia un patético intento de parecer rebelde.

     

    -¿amigos? ¿alguien como tu tiene amigos? Ay por favor no me hagas reír ¿sabes siquiera que son los amigos?- comento la ojimiel sin bajar la mirada de los ojos de la Revenclaw -Ay disculpe, doña tengo muchos amigos, apuesto todo a que tus amigos opinan que eres una insoportable y que por eso hace rato no recibes noticias de ellos- dijo dibujando una leve sonrisa en sus labios carmines.

     

    -Wow, primero baja el tono de voz, a mi no me gritas. Segundo los apoditos a tus amigos que deben ser tan ignorantes, est****os e inmaduros como tu. Tercero, para tu información puedo destrozarte sin siquiera usar mi varita, te recomiendo Taradita Anorexica que no te metas conmigo a no ser que quieras terminar con un hueso roto- advirtió mirándola y le dedico un leve guiño de ojo.

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  21. La crouchs acomodo un par de rizos rojos que se le asomaban en la mirada, con cuidado despego la tarjeta del envoltorio de las flores y la guardo en su billetera. Aún no sabia que tanto de todo eso su amiga había planeado, ladeo sus labios asciendo una mueca y alzo la vista hasta Sira

    -¿esto es una broma? lo estas haciendo para que quede en vergüenza ¿verdad?- dijo sin sacarle los ojos de encima, era una mala cualidad de Anna el ser desconfiada, y es que después de todo lo que había pasado era muy difícil que confié en alguien.

     

    Bebió otro poco de su licuado de frutas sin sacar los ojos de la morena,

    -Ni siquiera yo se que siento por él, ademas tu sabes que yo no me enamoro- le mencionó, no quería volver a repetir la historia. Su mirada se transformo por completo cuando dijo que le llevaba mas de sesenta años de diferencia -¿pero cómo?- dijo la pelirroja algo atónita por la noticia -vale ¿que las flores fueron tu idea?- pregunto, esperaba que haya nacido del joven la idea aunque ya no sabia que esperar de Sira.

     

    -¿Cien? ¿has dicho cien?- exclamó en tono de pregunta, no podía creer -¡estas vieja!- comentó riendo y bebió un poco mas de su licuado. Seguía algo impresionada por lo que la joven le decía, sabía que en ese mundo habitaban demonios, vampiros y más, pero no se lo esperaba de la joven. Paseó sus sus ojos miel por el local admirando la bella decoración.

    -Un demonio.. ¿no me atacaras a mi? ¿cierto?- pregunto dudosa.. sabía que su pésimo carácter podía hacer enfadar a las personas.

    -Segura? no me acuerdo de él- comento, un local con ese nombre... no para nada, Anna no tenía ni registro de que eso existía.

  22. La ojimiel sabia que se había vengado al decir eso de Aster aunque se sorprendió por la respuesta de su compañera, ambas rieron. A Anna le encantaba pasar tiempo con la joven porque le devolvía toda la inocencia que ella había perdido hace tiempo, sobretodo la hacia entrar en confianza y se sentía que no la recriminaría por sus actos anteriores.

     

    La campanilla irritante de la puerta volvió a sonar y un joven repartidor con un enorme ramo de rosas ingreso al local, << Que cursi, aunque lindo el detalle>> pensó la pelirroja cuando escucho su nombre su cara se transformo, no sabia donde esconderse, alzo la mano para que el joven notara que era ella Anna M. Johnsson. Rápidamente el muchacho se acerco extendiéndole el ramo de rosas rojas.

    -emmm gracias- dijo Anna algo dudosa ¿por que alguien le mandaría rosas a ella? solo reacciono mirando a Sira la cual portaba una sonrisa de oreja a oreja -¿tu sabias de esto?- le pregunto, se acerco al ramo para sentir su aroma, -son frescas, es un hermoso detalle... ¿como...?- la pelirroja no termino su pregunta, era obvio que había sido todo planeado.

     

     

    -Rosas rojas, su significado es belleza ¿sabias?- le dijo a la morena, un elfo les trajo los pedidos y la Revenclaw volvió a tomar asiento dejando el ramo en un extremo de la mesa cuando se percato de que este portaba una nota.

    -Gerard- susurro casi en silencio, se mordió levemente el labio inferior y miro a Sira -¿que tanto tienes que ver tu en esto?- pregunto, aun no podía creer que el rubio hubiera hecho algo tan romántico. Ese pequeño momento había causado en la Crouchs una sonrisa que seria difícil de borrar. Bebió un poco de su licuado y se quedo maravillada con el sabor.

    En ese momento fue cuando entro en pánico -Yo no se donde queda "S&S company"- le dijo a su amiga y ambas largaron una risa.

  23. La pelirroja le sonrió a su amiga y antes de responder cruzo las piernas por debajo de la mesa -¿provocadora? ¿donde?- dijo la ojimiel seguido de una mirada por todo su atuendo y luego una risa. La mirada de su amiga la había delatado y mas la pregunta que le había hecho -¿a quien debería impresionar?- pregunto algo intrigada -¿y que es esa sonrisa? ¿que me escondes Sira?-

     

    La Crouchs seguía sonriendo y intentaba reprimir una risa leve, sabia que algo escondía su amiga, solo le faltaba averiguar que -Cariño no sabes disimular, al menos no conmigo te conozco lo suficiente ¿que ocurre?- comento mirándola. Le dedico una vista al atuendo de la morena -Que hermoso vestido ¿es nuevo?- pregunto sonriendo, estaba bastante encantada con la forma de vestir de su amiga.

     

    En eso un empleado se nos acerco, Anna le sonrió mientras Sira le daba su pedido

    -Un licuado de frutos rojos con agua- pidió la Revenclaw -Esta bien, la vida es para disfrutarla- respondió a lo que la Crowley le decía. Aun con sus dudas Naiara no apartaba los ojos de la morena para ver si había algo que la delatara todavía mas.

    -Me alegra muchísimo que estés bien- le comento sonriendo -¿por las casas? ohh tranquila, le das mucha importancia- comento la pelirroja -¿por qué habrian de ponerme con Gerard?- pregunto riendo por la picardía de su compañera -¿y si a ti te ponen con Aster?- le dijo, sabia que el joven la movía bastante el piso, incluso más de lo que a la castaña le gustaba admitir.

  24. La pelirroja se hizo un semirrecogido en el cabello dejando que algunas ondas color carmín enmarcaran su cara y llevaran la atención a sus labios pintados del mismo color que hacía que su piel luciera aun mas blanca que de costumbre. Delineo sus ojos de un color negro suave y se coloco su túnica de terciopelo negro verdoso que cubría levemente el vestido color negro que portaba ese día.

     

    Se echo otra mirada ante el espejo y una vez conforme bajo las escaleras colocándose su capucha negra que cubría sus ojos y que quien la viera a simple vista solo vería sus labios carmines y algunos mechones de su cabello del mismo tono de rojo volcánico. Comenzó a andar por las calles hasta llegar al callejón Diagon, donde se encontraría con Sira. Aún no podía creer como habían llegado a hacerse tan amigas aun habiendo comenzado con el pie izquierdo. Una sonrisa vagaba en el rostro de la Crouchs quien acompañada por el dulce taconeo que producían sus sandalias color doradas ingresaba a la cafetería.

     

    Se retiro la capucha y visualizo todo el lugar era, en pocas palabras, hermoso. La decoración la daba un toque moderno y elegante, cuando logro divisar a Sira la joven se acerco a su amiga saludándola con un beso en la mejilla y sentándose en el asiento enfrentado a ella.

    -Sira, que gusto volver a saber de ti, ¿Cómo has estado?- pregunto sonriendo y se quedo mirando a la Rambaldi mientras se retiraba la túnica que el llegaba a la altura de los tobillos y la recargaba contra el respaldo de su silla dejando lucir el vestido.

  25. La pelirroja continuaba con la cámara en la mano, creía que así podría retratar todo rápidamente y esperaba que quede genial. Le dirigió una sonrisa a su compañero, algo apurada saco su móvil del bolso y miro al joven

    –Es súper tarde, mejor seguir por el resto de los locales- le dijo y ambos asintieron. Rápidamente los dos se levantaron y salieron del bar “El caldero envenenado” la ojimiel siguió caminando manteniéndole el paso a su compañero, cuando este se freno bruscamente y la codeo para que la joven tome una fotografía se giro y miro el Centro Cultural "George Gordon Byron".

     

    -Ohh amo ese centro cultural- dijo sonriendo y se acerco a la vidriera a tomarle una fotografía al cuadro que figuraba en la pared tras lo que antes era un mostrador –es una pena que haya cerrado- comento con indignación y mirando a su compañero ambos siguieron su camino, rápidamente el joven entro a caminar a toda prisa y la muchacha comenzó a guiarse siguiéndole el paso de la misma forma. El hecho de llevar tacones no le dificultaba en nada, cuando noto que su compañero volvió a frenarse de golpe ella llego a su lado y escucho lo que tenia para decirle, solo se encargo de asentir con la cabeza y seguir caminando.

     

    Cuando llegaron al Concilio la joven comenzó a fotografiar y a captar en varios ángulos y con distintas luces el edificio.

    -Tú guías, yo pago- comento la joven riendo y le tomo una foto a la cafetería por fuera en la cual se lograba ver bien el cartel de su nombre. Una vez adentro los dos se sentaron en una mesa del local y pidieron sus cafes

    -Un café batido doble con crema y canela- pidió como de costumbre Anna, era típico en ella ese café, luego de que el joven pidiera el suyo el mesero les trajo sus órdenes. La Crouchs le tomo una foto a sus pedidos y así comenzaron a beber. Luego de pagarlo los dos salieron por la puerta de entrada.

     

    -¿Qué nos queda ahora?- pregunto sonriente, el Weasley le indico un dibujo de un trozo de pergamino escrito con un tintero y una pluma al lado.

    -ya sé donde es- exclamo y ambos salieron caminando para el otro lado, justo al lado de la tienda donde vendían artilugios para el Quidditch se encontraba la tienda "Tienda P.B. de materiales escolares", allí fotografió levemente las vidrieras y el cartel donde estaba tallado el nombre de la tienda.

     

     

    -¿y ahora?- solo les faltaba llegar al armario, y ella sabía exactamente donde estaba – ese armario está en la tienda Borgin y Burkes, en el Callejón Knockturn- le dijo al joven esperando una reacción, ambos se encaminaron a la tienda pasando cerca del banco Gringotts y se internaron al Callejón. Mientras caminaban Anna se choco a una señora ya bastante mayor la cual en vez de enfadarse por lo ocurrido le ofreció una uñas de humano. La Revenclaw la miro y desaprobó su oferta.

     

     

    A unos pocos comercios mas allá estaba la tienda que tanto buscaban –Aquí es- le dijo sonriendo, ambos entraron y allí identificaron a Aura. Unas voces resonaban en la parte trasera de la tienda, la ojimiel se acerco a Gerard y le pregunto

    -¿crees que sean las profesoras?- no les había prestado la suficiente atención como para reconocer su voz, en su cabeza la joven pelirroja se regañaba una y otra vez por ese pequeño detalle.

    -Hemos derrotado al mapa- comento feliz y tras un impulso abrazo al joven rubio.

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