Groter Shulton Granpié

Hola! Pues llevo tiempo pensando en que debería adquirir un conocimiento mas y antes no tenía el tiempo suficiente para dedicarlo a adquirir un nuevo conocimiento, pero ahora puedo hacerlo así que dejo aquí mi ficha Nick: Groter Shulton Granpié ID: 117436 Conocimiento: Pociones Nivel de Magia: I Link a la Bóveda: Bóveda Link a la Ficha: Ficha

Groter Shulton Granpié La peliazul se detubo de la nada, así que no pude evitar chocar con ella la abracé, parecía distraída, cuando se volteó le sonreí pero al verla sentí que algo pasaba, pero no quería verme mal al preguntarle demasiado, así que le sonreí de vuelta, vi que su pañuelo del brazo no estaba bien puesto, así que lo tomé y lo acomodé bien en su brazo sin siquiera voltear, prefería ver su rostro. - Bien, entonces me merezco algo de esto. - Le di un beso intenso en los labios y luego me separé un poco. - Entonces desayunemos mañana, salgamos a algún lado bonito, platiquemos de todas esas cosas y comamos algo rico, ¿qué dices? - La tenía abrazada, su piel era suave, tensa y agradable. - O podemos tener algo mas privado, me invitas a tu casa y yo preparo el desayuno, como te sientas cómoda, a mi la idea de estar desde temprano juntos, me convence completamente. - Acaricié su espalda baja mientras veía detrás de ella hacia donde podríamos ir después. - Podemos ir a esa pequeña alberca con masaje a chorros de agua o a esa otra mas grande, muy profunda, prodríamos lanzarnos varios clavados. - Le giré para mostrarle de qué hablaba, tomé su mano mientras miraba las albercas de las que hablaba. - O si tienes otra mejor idea... - Dije sonriendo y entrelazando nuestros dedos, en lo personal pensaba que podíamos ir primero a la alberca grande, nadar hasta cansanos y luego terminar en la pequeña, ahí podríamos descansar antes de irnos, además tenía el agua caliente, sería un buen relajante para el día de ejercicio.

Groter Shulton Granpié No se que había hecho para merecer conocer a una mujer tan hermosa, que sabe besar y que es muy sexy, tal vez antes de perder la memoria había hecho algo lo sufiencientemente bueno como para obtener todo esto, fuera lo que fuera lo agradecía, ahora podía tener a alguien como ella. No hacer espectáculos, no me molestaban los espectáculos, pero si, tenía razón, al escuchar su "te quiero" una sorsisa saltó en mi rostro, no pude evitarlo, sonaba tan bien cuando lo decía, me sorprendió el beso, tanto que no pude corresponderlo, sus labios sabían tan delicioso que necesitaba mas de esos. - Si deberíamos ir a las albercas antes de que se vaya el sol. - Era veradad la tarde no duraría toda la vida y no quería que nos enfermaramos por tener frío, una gripe o algo peor. - Eso de morderme el cuello no suena nada mal, deberíamos intentarlo... - Sonreí ante la posibilidad, una risilla tonta. - Está bien iré por ti, pero esta vez intenta no tronarte el tobillo. - Reí mientras comenzaba a correr tras de ella, hacia las albercas, ibamos hacia una alberca profunda y claro que teníamos que seguirnos besando, algo tan bueno debía repetirse y muchas veces, de eso estaba convencido.

Groter Shulton Granpié Era extraño que la peliazul pudiera ser la única persona que la pudiera entender tan a la perfección porque pasaba por lo mismo, que fueramos dos personas que vivíamos en igual de condiciones y habernos encontrado tan al azar que parecía algún cuento o historia donde alguien maneja los hilos de nuestras vidas. No era que tuviera algo contra los vampíros pero jamás había tenido una buena relación, al menos no con todos, en Irlanda a cada rato teníamos problemas del clan con el grupo de vampíros de ahí, pero me había contado Brandon que aquí tenía varios amigos vampíros, estabamos sin problemas. La abrazaba y me concentré en sus ojos, el beso en un cuello me tentaba mucho, ella tenía la culpa de que nos estuvieramos besando, era demasiado bella para poder comportarme, solo quería volver a besas. - Si me sigues besando así no me voy a controlar y nos van a terminar corriendo... De lo cual no tengo problema... - Sonreí cerrando los ojos y acariciando con mis manos su espalda mientras la abrazaba con fuerza a mi. Me acerqué su oído porque esto que diría era tan importante y tan solo dirigido a ella que me acerqué y le susurré. - Te quiero... - Y besé su mejilla, me pegaba a ella y podía olerla, olía a lo mas delicioso del mundo, algo dulce, algo natural, fresco, en pocas palabras olía muy rico.

Groter Shulton Granpié - Que nos saquen entonces... - Dije sin prestar mucha atención, quería besarla y eso hacía. - Si, está bien ya. - Cerré los ojos un segundo y después comencé a acariciar su cabello, era suave y olía tan bien, mi otra mano recorría uno de sus brazos mientras miraba a mi alrededor como la gente caminaba. Al verla no podía evitar sonreir, aunque no quisiera hacerlo porque no podía besarla tanto tiempo como quisiera, solo pude sonreir. - He estado sacando cosas de mi antigua habitación pero no logro recordar mucho, al parecer hacía mucho ejercicio, leía sobre tantos temas y ahora no recuerdo nada. - Cerré mi puño, me desesperaba no recordar gran cosa. - Además apenas conocí a alguien mas de mi pasado, mi padre adoptivo, dice que antes de perder la memoria y desaparecer había muerto o mas bien todos pensaban que estaba muerto, por eso desaparecí. - No quiería hablar sobre el clán quejarme de lo que me sucedia, ella no debía preocuparse por mi. - Es desesperante ¿Sabías? - La miré y reí un poco. - Claro que lo sabes, lo entiendes... Parece que eres la única que lo hace. - Apenas había hablado con mi hijo estaba tan furioso conmigo, no entendía porque pero parecía culparme de todo, yo no se que había pasado, porque todos pensaban eso, porque había desaparecido, pero nadie parecia creerme.

Groter Shulton Granpié La miré y tenía razón tendríamos que entrar y conocer a toda la familia que me llegaría con preguntas repetitivas, tal vez alguna otra persona, pero tendríamos que pasarla por ahí esperandoq ue no se acercaran muchas personas a hablarme, odiaba tener que dar explicaciones y menos cuando no me importaba. - Vamos... - Le dije sin mucho ánimo, fue un error venir en primera instancia, debí desechar la idea en cuanto Kronoterun me dio la invitación, suspiré y me acerqué junto con mi peliazul al par de personas que estaban hablando sobre un bebé, si bueno la mujer embarazada tendría mucho que decir acerca de eso... - ¿Se dan regalos en fiestas como estas? - Le pregunté sonriendo sin animarme a hablarle a las personas, mejor caminar hacia donde la demas gente hablaba y esperaba que empezara el bautizo. - Buena idea traer regalos yo ni siquiera recordé eso, ya les haré llegar eso en otro momentom total, que pueden pensar, son bebés... - Sonreí.

Groter Shulton Grapié Esa era la razón de su tardanza, no importaba, podía esperarla el día entero si era necesario. - ¡Esto está delicioso! - Le dije volviendo a comer un poco mas, estaba genial, me encantaba el sabor que tenía el guisado, jamás lo había probado, o tal vez lo había hecho y ya lo había olvidad, como fuera, estaba delicioso. - Me encanta comer, podríamos estar varias horas en la cocina, siempre que estes tu y si, también podríamos cocinar un poco para aprovechar el espacio. - Sonreí, tenía ganas de besarla, esa mujer me encantaba, me estaba volviendo loco. - Si es verdad, una hora afuera del agua, había olvidado eso. - Era verdad, estaba en alguna parte de mi cerebro, pero no me había percatado de eso. - ¿Qué se me antoja? - Le pregunté sonriente. - Me levanté y fui hasta su lugar, tomé su mano. - Sígueme. - Caminamos hasta llegar a una parte donde había un pasto verde bastante vivo, corto y se veía cómodo. Me senté en el cesped. - Se me antoja comer un postre. - Estaba esperando a que se sentara conmigo. - Tus labios... - En cuanto se sentó comencé a besarla, además funcionaba como un juego perfecto... Creo.

Groter Shulton Granpié - Bueno estarás tan perdida como yo, supongo... - Sonreí al verla, tenía un rostro precioso, podía verla todo el día y no me iba a cansar, podía apostarlo, además sus besos... El sabor de sus labios, la suavidad de su piel, su olor, su cabello y me encantaba admitir lo siguiente, su figura... Me encantaban, amaba todo eso, de verdad. - Oh, muchas gracias... - Le dije, no estaba acostumbrado a que alguien dijera eso, era gracioso escucharlo, sobre todo cuando apenas te lo han dicho. - Si, yo también estoy nervioso por conocerlos...- Sonreí, era verdad tampoco conocía a casi nadie y a los que conocía, estaba casi sseguro de que no los vería por aquí. ¿Se había mordido el labio? Bien, eso era totalmente injusto, porque ella sabía lo irresistiblemente atractiva que se veía cuando hacía eso y la sonrisa, esa sonrisa, entendía a lo que se refería solo con verla... La miré claro que preferiría ir con ella a conocer a todo el mundo... ¡Una idea! - Podemos ir a buscar algún lugar donde estemos solos, luego cuando todo empiece y podamos pasar sin ser vistos, unirnos a la celebración, ¿qué dices? - Bueno, sengún yo era una buena idea.

Groter Shutlon Granpié <<Tal vez debería irme, no conzco a nadie y parecía que nadie me conocía...>> Miré al rededor, en verdad que no conocía a nadie y al parecer ya no iba a ser requerida mi presencia, así que acomodé los puños de la camisa y caminé hacia la entrada, por mas que pasaba gente no podía reconocer a nadie. Antes de salir a mi izquierda vi a alguien, no reaccioné muy rápido porque la peliazul dijo que no podría ir, vi una silueta tenía el cabello azul, así que no pude evitar girarme a verla, me daba la espalda, teía una hermosa figura, me intrigó no saber si era Ariadna, así que me acerqué para escuchar su voz. ¡Si era ella! No podía creerlo, se veía preciosa, ahora no me importaría entrar y ver a algunos desconocidos al lado de la hermosa peliazul, le toqué el hombro esperando a que se girara, cuando lo hizo la tomé del brazo sonriendo. - Yo puedo acompañarla a encontrar ese bautizo. - Sonreí mirandola. - Te ves preciosa amor... - Le solté anonadado y le dí un beso rápido como saludo. - Pensé que no vendrías, ahora esto si será una buena fiesta... - Le dije dirigiendonos hacia adentro, donde la gente ya estaba sentada esperando que todo comenzara, nada importaba, me sentía flotando mientras caminaba con ella a mi lado. La miré mientras me contaba porque si había podido venir, era una muy buena noticia ternerla aquí, sería mas sencillo de enfrentar a toda la gente nueva si tenía de quién hablar, presentarla y distraer la atención de mi perdida de memoria, jugaba con sus dedos mientras mientras los entrelazabamos.

Groter Shulton Granpié Parecía que el hechizo estaba funcionando, al menos no había olvidado algo tan últil, temía que le hubiera pasado algo con mi hechizo, pero al final había funcionado, así que sonreí satisfecho. - Episkey. - Le susurré en el oído, porque tal vez después lo necesitara ocupar, y si me ropía algo ella podría ayudarme. No podía creer que algo así le hubiera pasado, hubiera querido conocerla antes, para salvarla del infierno en el que había vivido por tanto tiempo, pero ahora que estaba conmigo la cuidaría de todo, jamás volvería a pasar por algo así, no importaba como pero la mantendría a salvo, sin importar el peligro o el pasado. - Quiero estar contigo aunque nos caigamos todos lo días, mientras estemos juntos... - Sonreí con el beso en los labios, me encantaba el sabor de sus besos, podría vivir de ellos por siempre y esto era verdad. - Claro, yo también tengo hambre. - Sonreí, en realidad no me había percatado de esto antes. - ¡Esto se ve delicioso! - Al verlo se me había antojado bastante, sonreí y saqué un par de platos y se los pasé, ya que ella tenía las cosas para servir, al pasarle los platos rocé sus dedos y sonreí. - ¿Cuándo lo preparaste? - Le pregunté, no entendía como había tenído tiempo para todo esto.

Groter Shulton Granpié Había decidido que este era el día en que me iba a comprar alguna mascota, con esto de la memoria perdida no me animaba mucho a ir a ver a la gente que supuestamente conocía, me abrumaban los recuerdos y comenzaba a dolerme la cabeza cuando eso pasaba, así que ultimamente me la pasaba solo todo el tiempo, para evitar eso. Tenía rato que estaba buscando un rostro, una chica que no lograba recordar, bueno tan solo algunas cosas, como que era importante para mi, pero no recordaba por qué lo era. Caminé hasta donde me dijeron que tenía que ir, tenía claro porque venía así que solamente al llegar me puse a buscar los formularios. Al terminar tomé el formulario y lo entregué, no se si desde siempre, pero desde que tengo memoria quería tener un par de cachorros de lobo, podría cuidarlos y tendrían mucho espacio donde correr, crecer y vivir, además necesitaba algo de compañía y estos pequeños serían la compañía perfecta.

Groter Shulton Granpié Parecía hbaerle gustado mi broma acerca de la comida, la peliazul se ríe, me gusta su actitud y su carísma, bien le gusta cocinar pronto podría darle mi propio libro de recetas, parecía que me gustaba bastante cocinar aunque no lo recordara. - Después puedo prestarte un libro de recetas que yo mismo inventé, aunque no lo recuerdo supongo que me gusta bastante cocinar, ya lo investigaré practicando un poco. - Era odioso no recordar cosas tan simples como esas. Lo que sucedió después fue gracioso, intentaba caminar hacia atrás cuando cayó hacia la alberca, pude escuchar un crack eso no estaba bien, se podía haber lastimado, aunque no pude evitar pensar que era gracioso, al menos al principio. - Espera yo te ayudo... - Me lancé a la alberca cerca de ella, pero no lo suficiente para tocarla. - Me gusta eso del ceviche, deja que te cargue, tu cuida tu tobillo. - La tomé por la espalda y la cargué haciendola flotar en la alberca, caminé hacia las escaleras que te dirigían hacia afuera de la alberca, no pesaba absolutamente nada, era mas sencillo cargarla de lo que había pensado. - Tranquila ahora revisaremos ese tobillo... - La llevé hasta la mesa, la banca era demasiada pequeña para que la pudiera curar ahí. así que a recargué ahí, busqué en los pantalones mi varita, intentaba recordar el hechizo, no estaba compleamtente seguro de cual era el correcto, así que le apunté al tobillo. - Esto va a doler un poco pero te ayudará - Le sonreí para parecer aún mas tranquilo de lo que estaba, solo necesitaba recordar. ¡Claro! Apunté hacia el tobiilo y con un movimiento conjuré. - Episkey - Se escuchó otro crack esperaba que no le hubiera dolído mucho. Iba a hacer otro por si la ruptura había sido seria. - Episkey - Esta vez no se había escuchado nada, pero con esto seguro que el dolor habría desaparecido. Alcé la mirada y sonreí. - Voy a mover tu pie en círculos y me dirás si sientes dolor... - Tomé su pie con mis manos, era un pie pequeño y suave, con ambas manos comencé a moverlo en círculos, esperaba que el dolor con todo esto ya fuera menos o en realidad invisibles, que ya no hubiera dolor.

Groter Shulton Granpié Se escuchaba tan bien cuando ella me decía "novio", no pude evitar soltar una enorme sonrisa, podía presentir que cada vez que lo dijera iba a ser como recibir una buena noticia, reí con su comentario, tenía razón, además si comenzaba a besarla no querría parar, me conocía y me encantaban sus labios. ¿Comida? Genial, yo amaba la comida, bueno supongo que me gustaba demasiado. - Debes saber algo sobre mi... - Sonreí, todo lo que diría era totalmente verdad. - Siempre que las opciones son comida y alguna otra cosa, la comida gana... - Sonreí jungando. - Bueno pero ahora podría cambiar la lista, primero tú, luego la comida y al final lo demás... - Tomé su mano viendo hacia donde habíamos dejado las cosas. Caminamos hacia allá, no tenía ni idea de que había traído algo de comer, era una muy buena noticia, el agua y el ejercicio siempre me daban mas hambre de lo habitual. Llegamos hasta la banca donde habíamos dejado las cosas y me senté sonriendole, me encantaba mirarla era muy guapa y mirarla me hacia sentir muy bien. - No dijiste que traerías algo, así yo pude haber traíado algo... - Claro que eran solo modales, quería probar cualquier cosa que hubiera traído, jamás había comido algo que ella hubiera preparado, esta podía ser una buena ocasión. - ¿Te gusta cocinar? - Me gustaba conocerla cada vez mas, era muy interesante la peliazul.

Groter Shulton Granpié - También perdí la memoria, olvidé todo sobre mí y todos los que me rodean, quiero reedescubrir el mundo contigo... - Era verdad, era la persona perfecta con la cual enfrentar el futuro, la persona que podía tener a mi lado. - Aguantaría el calor de los mismos infiernos, el frío del los polos o la soledad del desierto, por poder pasar el tiempo junto a tí. - Er verdad, hasta ahora quería hacerlo, quería estár con ella. Sentí sus manos una en mi pecho y otra en mi mejilla, tenía unas manos suaves y tibias, me gustaban. - Estoy dispuesto a caminar, correr, volar, nadar y hacer hasta locuras junto a tí y por el simple hecho de estár junto a tí. - Puse mi mano sobre su mano que tenía en mi pecho, la otra la usé para abrazarla por la cintura. - Tienes razón, pero, ¿sabes cuál es la ventaja? - Interrumpí mis palabras para darle un tierno beso en la frente. - Que al menos en mi caso, conoceremos a mi familia juntos, con eso de que los olvidé a todos.... - Sonreí, me daba gracia pero era una cruel realidad que todo esto nos hubiera pasado a los dos, era otra razón para estár juntos, mucho en común. Era una mujer hermosa, apenas y podía pensar en un par de cosas cuando la veía y al menos una de esas cosas no era nada de lo que pudiera hablar ya que eran deseos bastante carnales y en cuanto al segundo pensamiento se trataba sobre algo sobre la conversación, me atontaba verla, era muy hermosa, debía concentrarme mucho para hacer cosas con ella presente.

Groter Shulton Granpié La pregunta había hehco exactamente lo que pensaba, suponía que esa era la reacción normal para cuando un chico que conoces desde hace apenas una semana, pero yo no era muy normal que dijera, ahora esperaba que no actuara muy mal, no le daría una explicación solo seguiría con mi idea. - Si quieres no hacemos boda... - Dije sonriendo, pero ella salió de la alberca, ¿novios? Si era una buena oportunidad para pedirle que fuera mi novia, así que me apresuré a salir detrás de ella, no quería que hicieramos nada antes de aclarar las cosas o pensaría algo que no era y de ninguna manera la perdería. Salí detrás de ella y la tomé de los brazos, no dejaría que se iría. - Bien, no nos casemos pero se me ha ocurrido una idea, luego iremos a otros tobogánes. - Tenía que hacer que dejara de pensar en miles de ideas y que se concentrara en este momento, así que le puse una mano en la mejilla. - Tienes razón, es verdad deberíamos ser novios, ¿qué dices, quieres ser mi novia? - Era una mejor idea que espantarla con un anillo, eso quería ir avanzando. Además había una ventaja, quería casarse, en meses o tal vez un año... Año y medio, podríamos estar hablando de algo así, pero había que vivir el momento, quería vivir así y quería que ella fuera mi novia, en verdad lo quería y estaba reflexionando en que las cosas que pasaban sin planearlas estaban funcionando mejor de lo que pensaba, por eso la había conocido y por eso ahora tal vez si contestaba que si, ahora fuera mi novia.

Groter Shulton Granpié. No sabía como una persona iba vestida a estos eventos y desde quue había recibido la nota del bautizo no habpia tenido tiempo de investigar o preguntarle a alguien, así que llevaba un pantalón negro, con una camisa gris punteada con blanco, unos zapatos lustrados, un cinturón y el cabello recogido, esperaba que fuera lo suficientemente formal o informal, depende de lo que la ocasión requería. Al final había decidido ir porque solo de esta forma podría volver a conocer a toda la gente que había olvidado, estaba cansado de tanta presentación, seguro no conocería a nadie, pero tenia imágenes de personas bastante presente en mi cabeza, alguna de esas personas podría estar ahí. - ¿Se puede? - Noté que en este lugar había poca gente, esperaba aún haber llegado temprano, no tenía la menor idea de a dónde dirigirse, esto de no tener ni pizca de información comenzaba a volverse la parte mas odiada de mi cotidianeidad, incluso un poco aburrida tener que conocer todo para ver si recordaba algo. Tal vez solo estaba de mal humor porque Ariadna no mme había podido acompañar, estaría ocupada y por eso no podría ir conmigo, si era una buena posibilidad que eso fuera lo que me pasaba, extrañaba a mi peliazul, tenía poco mas de una semana sin verla y eso no me gustaba.

Groter Shulton Granpié - Claro que no eres entrometida, quiero que estés junto a mi y eso significa que debes saber todo sobre mí... Y te lo iré contando tan pronto vaya recordando. - Me reí bajo, era una broma cruel, pero ella conocería mi pasado tan pronto yo lo fuera conociendo, supongo que con ella sería lo mismo, era tan extraño que ese fuera un fuerte lazo en común que ambos compartimos, cruel pero fantástico. Escucharla tan contenta me hacía sonreír, si que era emocionante, me estaba gustando mucho esto, un poco de aventura, una especie de adrenalina parecida a un juego mecánico. Abrí apenas los ojos y ya teníamos enfrente a tan solo unos centímetros de los pies la caída a la alberca, ni siquiera me daría tiempo de decir algo, apenas y de cerrar los ojos y respirar un poco. Caímos juntos, después ya no la sentí, seguro estaba nadando, eso mismo hice, con largas brazadas para que la gente que venía por el tobogán, cuando sentí que ya había avanzado la suficiente saqué la cabeza y respiré, llené mis pulmones de fresco aire, con los ojos cerrados aún comencé a apartar el cabello de mi rostro. Pero de la nada sentí unas manos en mis pies, que extraño, unas manos en mis pies bajo el agua... No había tiempo para reflexionarlo, las manos tiraron hacia abajo, me quería tirar, lo había entendido demasiado tarde, así que ni tiempo me dio de respirar, solo me sumergí y sentí unas manos que se impulsaban en mi para subir. Salí tan rápido como pude, respirando con la boca, me faltó airé por una milésima de segundo, seguido de eso comencé a reír apartandome el cabello de los ojos. - ¡Eso requerirá una venganza! - La amenacé abriendo los ojos, su cabello pegado a su piel y mojado, le daba un aspecto de serenidad bastante extraña, me encantaba esa peliazul. - Ha sido muy bueno, me ha encantado... - Sonreí mientras veía en la orilla de la alberca una argolla de metal que había sido desechada de las instalaciones de la alberca, brillaba bastante y tenía la circunferencia de un dedo, sonreí pensando en algo y seguido de esto me acerqué a la peliazul mirando sus ojos. Tomé su mano isquierda y le puse la argolla que entró facilmente en el dedo anular, luego me acerqué a ella aún mas. - Me hincaría pero su lo hago no podría hacer esto. - Tomé ambas manos suyas y con una sonrisa traviesa y divertida le propuse. - Ariadna, linda mujer de cabello azul y piel blanca, he estado apenas unos días contigo y se que debo preguntarte esto. - No es que fuera una broma, también podía significar algo dependiendo de como siguieran la cosas después de esto. - ¿Te casarías conmigo? - Sonreí juguetón.

Groter Shulton Granpié Bien, mantener los ojos abiertos y disfrutar las vueltas, parecía bastante sencillo... ¿Atorarse a la mitad? Eso no era posible... O eso creía no había pensado en eso pero... ¡Claro! Una broma, Ariadna hacía muchas bromas era una de las cosas que me gustaba de ella, pero lo que mas me gustaba de ella eran sus besos, como el que me acababa de dar. Sonreí acariciando sus manos aún abrazandola por la cintura, el tipo de seguridad no parecía de buen humor y eso era tan poco importante que apenas y lo había volteado a ver una vez.... Esa pregunta me tomó por sorpesa, ¿cómo había descubierto mi codición? Me tenía sorprendido, haciendo memoria no había habaldo nunca de eso. - ¿Cómo sabes eso? - Claro era algo que tendríamos que hablar algún día si quería estar con ella y sí quería. - Me convertí a los 16 años y no te mentiré es lo mejor que me había pasado en mi vida... - Le dí un corto beso. - Pero llegaste tú y has puesto en duda todo, ahora no se que es lo mejor que me ha pasado. - Y era verdad, ella había puesto mi mundo de cabeza desde mi primer día en Inglaterra, cuando la conocí. - ¿Qué mas quieres saber de eso? Tu pregunta, soy un libro abierto. - Le dije mientras caminabamos hacia el area donde nos preparabamos para aventarnos, me senté esperando a que se sentara frente a mi y así poder abrazarla en la bajada, cuando se sentó la abracé por la abdomen y junté nuestras piernas para que no fueran golpeandose con los bordes. - Yo te sigo... - Le susurré bromeando, porque cuando nos lanzaramos no habría de otra, estabamos junto y caeríamos juntos al agua, me puse a jugar con mis manos en su abdomen, era tan blando, plano y pálido. El tipo de seguridad nos dió la señal para que nos lanzaramos, nos empujé con una mano y asi comenzamos el recorrido. El agua salía disparada bajo nosotros, así nos deslizabamos, cuando estuvimos por fin avanzando me recosté hacia atras para que fueramos viendo hacia arriba, las vueltas con el agua eran muy aleatorias, me sentía unido a ella, podía ver el cielo y las nubes blancas cuando miraba hacia arriba, reía por la sensación, era tan agradable, podía estar así un buen rato, la sensación de su piel con la mía era bastante reconfortante. No quería ver hacia adelante, así no vería cuando terminaba y caeríamos sin saberlo al agua, lograba ver lo que los bordes del tobogán abierto me dejaba ver, el agua hacía que nos resbalaramos a buen velocidad, ibamos rápido, era mas deivertido de lo que había imaginado, me gustaba mas de lo que esperaba.

Groter Shulton Granpié La miré, no podía dejar de hacerlo, también pensaba en ella, no había nada mejor en que pensar, poco a poco se fue quitando la ropa y dejó paso a un traje de baño muy lindo, color blanco, pero olvidense del traje, era la peliazul con un traje, se veía muy guapa, podía ver todas y cada una de las curvas de su cuerpo, al verlas entendía la importancia de las curbas. Sonreí mientras daba una vuelta para enseñarme su nuevo traje. - Me agrada, es muy lindo, ¿pero gustarme? - Sonreí mientras le hacía esa pregunta. - La que me gusta eres tú... - La vi alejarse, incluso podía notar que se estaba adelantando sola, pero no podía reaccionar, estaba completamente aturdido, estaba enamorado de la peliazul, con tan solo unas citas, su compañía y su belleza. <<A que no me atrapas>> ¿Quién había dicho eso?, mi capacidad de atención estaba relamente reducida, pero comencé a volver de mi letargo cuando la ví correr y reír, pero claro que la atraparía. Así que de un salto me levanté y comencé a dar pasos largos, ella ya estaba subiendo las escaleras. Gracias a que iba saltando escalones de dos en dos logré acercarme y cuando estaba cerca de llegar la tomé por un brazo y me acerqué hasta ella. - ¡Te tengo! - Le dije, con tan solo la respiración agitada por el esfuerzo repentino. - Me merezco un premio... - Dije y le di un beso intenso y rápido, tomando sus dos manos con las mías, luego tenía que separarme para que avanzaramos estabamos a solo unas cuatro personas de que fuera nuestro turno. Terminamos de subir las escaleras y llegamos hasta la plataforma, aún faltaban cuatro personas, había un tipo de seguridad que te decía cuando ya te podías aventar para no golpear al de adelante, la abracé por detrás y por la cintura mientras esperabamos nuestro turno. - Jamás me lancé de un tobogán, ¿sabes? - Era verdad me había lanzado de un par de riscos pero esto era diferente, no porque impusiera mas que lanzarse de un acantilado, sino porque no sabía que esperar de la bajada.

Groter Shulton Granpié Al parecer si le habían gustado los dulces que le había traído, al bajar me di un beso en el cuello que se sintio muy bien, luego pasó las manos por mi pecho, sus manos blancas y suaes, no se como podía estar tanto tiempo sin ella, cuando terminara de leer todas las notas que había dejado el tiempo libre sería solamente extrañarla. - Espera antes de ir debo hacer algo. - Me acerqué a darle un suave beso de saludo, acariciando su mejilla con mi mano. - Ahora si, podemos ir a cualquier lugar. - Dije buscando un tobogan por ahí, al fin vi uno de color amarillo, y lo señalé. - ¿Ese te gusta? - Era alto y daba muchas vueltas, jamás me había subido a un tobogan, solía nadar en los lagos desolados de Irlanda. Tomé su mano y entrelacé mis dedos con los de ella. - Si, vamos, el tobogan amarillo se ve bien para comenar, ¿no te parece? - Nos dirigiamos hacia allá, al llegar casi no había gente, suponía que tendríamos que había que quedarnos en traje de baño.- Mira podemos dejar las cosas en esa mesa y venir a lanzarnos. - Nos dirigimos a dejar las cosas, al llegar a la mesa con unas sillas de plastico que se veían bastante cómodas me dispuse a quitarme la ropa. Me quité la playera, los jeans, calcetas y zapatos, quedando solo en un short negro con estampado de palmeras, me había gustado cuando buscaba algo para nadar hace apenas días, ahora si yo ya estaba listo para irnos, me senté a ver a la peliazul con cara traviesa, esperaba verla en traje de baño desde que dio la idea de venir a un parque acuatico.

Hola familia, me paso para dar una triste noticia (?) vengo a darme de baja de la familia, por diversas razones, así que tan solo vengo a dar de baja de la familia, les deseo lo mejor, seguro por ahí me encontraré con muchos de ustedes. Bueno no tengo nada mas que decir, nos vemos un abrazo a todos!

Groter Shulton Granpié Ahora la peliazul había tardado un poco mas de lo ususal, no llegaba y aunque no quería pensar que no llegaría y esto era porque aún era muy temprano no podía dejar de preguntarse si pasaría. Pero de la nada sintió un peso sobre su espalda, lo tomó de sorpresa, pero sabía quién posía ser. Sentí unas piernas al rededor de mi cintura y brazos en mi cuello, así que tomé con ambos brazos sus piernas y las acomodó para poder llevarla así, lo siguiente fue un beso en la mejilla, podía verla de lado y girando la cabeza. - Claro que no, tu siempre llegas a tiempo porque nada empieza si tu no estás. - Le dije sonriendo y devolviendole el beso. - Te traje algo... - Le acerqué las manos una bolsa de gomitas azucaradas. - Epero te gusten. - Se las dí y me aferré bien a sus piernas para llevarla de caballito. Comencé a caminar hacia la entrada. - Yo también te he extrañado muchísimo... - Era verdad, siempre la veía en todos lados, no podía ni dormir sin soñarla, quería estar siempre con ella. - ¿Cómo estás preciosa? - Le pregunté mientras entabamos, nunca había estado en este lugar, así que sería divertido venir a una cita con mi peliazul, el lugar era mucho mas grande por dentro de lo que parecía seguro sería magia, era lo que me encantaba de este mundo, nada era lo que parecía. - ¿A dónde iremos primero, a nadar o por alguna atracción de la feria? - Le pregunté mientras acariciaba sus rodillas. A mi me daba exactamente lo mismo con que empezaramos, con ella todo era mejor. Claro que tenía curiosidad por verla en traje de baño, la peliazul era una mujer muy hermosa sin duda, no podía estar negando que desde que la había visto en el castillo Evans había querído repetir la dosis, cuando la veía no podía dejar de desear cosas sin sentido, como estar siempre con ella, dormir en una misma cama para que ella fuera lo primero y lo último que puediera ver, cosas que si las externara tal vez lo tomarían de loco por el poco tiempo juntos.

Groter Shulton Granpié No conocía aque lugar, pero cuando la peliazul me había hablado de el me pareció buena idea que fueramos, así que ese día estaba vestido con una playera azul rey sin estampados, unos jeans deslavados y unos tenis color grises, algo cómodo, pensaba que tendríamos que caminar, entonces me acerqué a la entrada. Aún no iba a pasar, había quedado de verme con Ariadna en la entrada, le traía una bosa de gomitas azucaradas, no siempre quería traerele flores o chocolates, era muy común y eso era aburrido, ella era fuera de lo normal y merecía cosas fuera de lo normal y estaba dispuesto a hacerlo, sería mejor. Me dispuse a esperar en la entrada, no la veía llegar, tampoco era tarde ni nada, había llegado diez minutos antes de la hora acordada, ahora esperaría un poco. Traía una cámara de fotos que me había encontrado en mi habitación en algún momento lo habría comprado y ahora me sería útil aunque ni la recordara. Me paré en la sombra que daba el lugar porque últimamente estaba haciendo mucho calor y las gomitas se derretirían, así no podría entregarlas, además cuando llegara la peliazul no me encontraía sudado y oliendo mal, espereba verla ya y poder besarla, siempre que no estaba con ella extrañaba sus besos.

Hola ya vengo con los cambios como los requieren las nevas normas, aquí están:

Deblar (Brandon) Shulton Granpié Nos atendía a otro chico y a mi, entonces puse atención en lo que decía y si claro que me caería bien estudiar alguna de todas esas cosas, pero el tiempo me faltaba, no era como que tuviera demasiado tiempo libre y no supiera en que ocuparlo, pero no era una mala idea, tal vez en cuanto pudiera lo haría. - Si, no es mala idea, lo tomaré en cuenta, gracias... - Le dije agradecido, al menos estaba de acuerdo con lo de la sudadera conmigo, así que sonreí escuchando su explicación sobre el uso del abono, estabamos de acuerdo en no conocer los componentes del abono que decidiera elegir. - No tengo guantes, pero tal vez si tienes unos para el uso de un elfo me servirían mas. - Bueno y eso era porque yo no me haría cargo. El encargado de mantener a las plantas con vida sería Kronoterun, pero me había pedido que viniera por el abono así podría participar en el cuidado de las mismas. - Claro espero a los elfos con las opciones muchas gracias por todo. - Le dije y me dispuse a esperar un poco en lo que traían los costales. Tal vez luego podría ir por algo de comer, alguna pasta se me entojaba, tendría que buscar un lugar de esos pero tampoco era un día muy ocupado como para hacer las cosas con prisas, así que me dispuse a esperar mientras traían lo necesario y esperaba que Kronoterun no me regañara or elegir un mal abono.