Jump to content

Luna Gryffindor Delacour

Magos Expertos
  • Mensajes

    1.681
  • Ingresó

  • Última visita

  • Días ganados

    10

Todo lo publicado por Luna Gryffindor Delacour

  1. - Un vaso con leche, oh si eso podría ayudarlo con el café, de hecho si no voy mal tenemos leche aquí mismo, así que ahora mismo voy a buscarla, sabía por demás que seguro necesitaría algo por cierto ¿quiere algo para comer? oh bueno le puedo traer el vaso de leche y luego me dice si es que desea algo más, por cierto tenemos unos pastelitos y unas tortas de chocolate muy ricas, que le recomendaría si quisiera claro, pero ahora mismo le busco su vaso de leche y pues ya vuelvo ¿vale? - Le comenté de carretilla mientras anotaba en mi libreta nerviosa - "Vale con esa sonrisa" - Pensé para mis adentros y suspiré negando con la cabeza al instante - ¿Que diablos había hecho? ¿por que demonios me había entrometido? bueno, al menos, había sido amable y tenía que traerle un vaso de leche eso no era por demás difícil, así que camine rápidamente hacía el gran surtidor de leche que teníamos allí, alce mi varita mágica atrayendo un vaso y mandolo a lavar solo, no quería que el vaso que usara estuviera sucio y una vez que hubo estado todo en orden, serví la leche fría en el vaso apenas termine de servirlo me di cuenta que lo había hecho de forma muggle, pero me encogí de hombros ¿acaso aquello importaba? negué con la cabeza, sabiendo que eso no importaba tanto, así que puse el vaso de leche en la bandeja y me encaminé rápidamente hacía la mesa en donde me estaban esperando, dejandoles un margen para que pudieran conversar un rato sin mi intromisión. - Aquí tiene su vaso de leche, y pues ¿desean algo más? ¿algo para comer? siento haberme ido tan rápido que no me pudieran decir la otra vez, pero es que quería traerle el vaso lo más rápido posible, no vaya hacer cosa que se quemé de nuevo en mi ausencia - Les comenté sonriendoles amablemente mientras le dejaba el vaso de leche enfrente de Alex - ¿Por que demonios seguía hablando a las corridas? sabía que era porque estaba nerviosa, el pensamiento de que eran mis primeros clientes y que tenía que lucirme para mi jefa se me paso por la mente ¿o quizás debía de irme y dejar de entrometerme tanto? no era que quisiera ser entrometida era que simplemente deseaba que la pasaran bien en aquel lugar y además se había quemado feo y me dije que eso mismo había hecho Cye por mí, así la había conocido y gracias a ella tenía este empleo y si quería poder seguir teniéndolo tenia que ser amable y eso era algo que a la Gryffindor le salía la mar de bien, pese a todos mis nervios y mi inexperiencia seguía sonriendoles amablemente a la espera de la respuesta de ambos y suspiré un poco más tranquila, mis primeros clientes y no lo había hecho tan mal ¿o si? seguía sonriendo ocultándoles mis nervios y pensando en que no lo estaba haciendo nada mal, lo más importante era ser amable y conservar mi empleo lo más que pudiera. @@Axel Rexdemort @@Juliene Black Lestrange
  2. Lunita Gryffindor Delacour- Dependienta del Cacao Café. Estaba repasándolo todo cuando vi el gesto de desagrado del joven señor pero al ver que le ponía azúcar dudé de acercarme o no, ¿debería de ofrecerle otra cosa? me pregunté si no le importunaría pero antes de que pudieran decirme nada decidí acercarme hasta él para cerciorarme de que su café negro fuera el que quisiera sabía que esa infusión era de por sí horrible y me preguntaba como él tenía el aguante de poder tomarla, pero me encogí de hombros diciendo que no todos teníamos los mismos gustos y temiendo ser algo indiscreta y metida, decidí preguntarle si es que no era de su agrado alguna otra bebida en vez de aquella infusión caliente y para nada sabrosa que estaba tomando, ser amable con el cliente era mi prioridad numero uno y así además le mostraba a Cye de que estaba hecha. - Disculpe señor, no se me paso por alto su cara y arriesgo de ser indiscreta, por cierto soy Lunita Gryffindor, dependienta del cacao café, ¿no le gustaría tomar otra cosa? ¿o solo le faltaba azúcar? solo para que se sienta cómodo con lo que esta tomando y pueda disfrutar su estadía en el establecimiento, se lo que es que el café no sea lo que esperé así que ¿desea cambiarlo o así esta bien? lamento mi intromisión, pero que el cliente se sienta a gusto es nuestro lema, señor - Le dije sonriendole amablemente a la espera de su respuesta - Le oculté mi inexperiencia con mi cargo y mis nervios a flor de piel ¿por que demonios había hecho aquello? ¿estaba bien que lo hiciera? busque a Cye con la mirada pero al no verla por ningún lado, volví mis ojos azules claros al señor que tenía enfrente dispuesta a escuchar su respuesta, sabía que quizás pudiera pecar de entrometida, que de hecho la vampiresa lo era por demás pero solo deseaba que la pasara tan bien como la misma empleada la pasaba cuando iba y además no hacía nada de malo con ayudarlo en lo que quisiera y porque no hacer que su estadía en mi amado lugarcito, el Cacao Café sea la mar de satisfactoria y provechosa para él. Esperé que me dijera que tal estaba todo y si deseaba su cambio, me dije que quizás era indiscreta y Cye me arrancara la cabeza pronto, pero solo intentaba ser amable y que la pasara la mar de bien en mi amado lugarcito en el mundo, sabía que quizás me hechizara por mi accionar pero había sido amable y esperaba su respuesta tanto si fuera afirmativa como si no, allí parada, sosteniendo mi libreta, presta para tomar nota y deseosa de que la pasara la mar de bien y seguía pensando en que había sido algo indiscreta pero me dije que todo era para la comodidad y tranquilidad del cliente. @@Axel Rexdemort
  3. Luna Gryffindor- Dependienta del Cacao Café. Corría como alma que lleva el diablo iba super ultra tarde y eso para alguien como la vampiresa que era super puntual era algo imperdonable, lamentaba haberse quedado leyendo a Katzenbach hasta tantas horas de la noche, ahora por leer La historia del loco por centésima vez llegaba la mar de tarde y encima en su segundo día de trabajo ¿o ya era el tercero? la vampireza no estaba del todo segura pero al menos estaba alegre y feliz, de volver a aquel lugar en donde vivió tantas aventuras pero esta vez volvía como dependienta y eso la ponía la mar de alegre y contenta, se preguntaba si podría hacer chocolate como le había explicado Cye y si volver a su trabajo no era una forma de vivir de nuevo un poco más, luego de sus largas ausencias, la ponía contenta darse cuenta que podía regresar y esta vez definitivamente y para siempre a su amado lugar de trabajo. Mi traje violeta claro, mi pantalón violeta y mis zapatos de tacón alto violetas claro me daban el aspecto de toda una ejecutiva importante que siempre me gustaba portar a donde fuera que vaya, mi cabellera pelirroja suelta y al viento solo sujeta apenas por mi prendedor del fénix dorado, regalo que mi papá, Elvis me había hecho cuando terminara la academia tiempo atrás, hacían que no quedara lugar a dudas a la organización que pertenecía: La Orden del Fénix, la misma que la había acogido como miembro activo tiempo atrás. Recuperé el resuello cuando vi las puertas de entrada de mi amado lugar, el Cacao Café, se alzaba ante mis ojos azules claros imponente y majestuoso y yo no era quien para no aceptar tamaña y hermosa invitación de mi trabajo, mi segundo trabajo porque el primero era en el ministerio de magia como Auror, trabajo que me consumía la mayor parte de mi tiempo pero me alegraba poder tomarme un descanso para poder ir a mi amado segundo trabajo y en el cual me intentaba desempeñar la mar de bien. La puerta tintineo dándome paso a un lugar acogedor y lindo, la clase de sitios en donde te sentabas a mirar por la ventana las personas pasar y pensaba en tu futuro o simplemente ibas a tomar una lagrima o un café mientras mirabas por la ventana y pensaba en tu futuro y todo lo que deseaba hacer junto con la compañía de un buen libro que te compraras en alguna esquina de mala muerte que estuviera por sus alrededores. Ordené todo un poco poniendo en funcionamiento la maquina de hacer chocolate y la de crema, preguntándome si es que vería a Cye y me dije que no perdía nada con buscarla, aunque antes pondría todo a pedir de boca para que el cliente pudiera ver todo en orden, me pregunté si la vería y si podría llamarla pero por lo pronto ordené todos los vasos, los platillos y puse las cucharas en su sitio, ése trabajo era el que mejor me sentaba a mí, ya que era Hufflepuff de corazón y el trabajo duro era lo que siempre me había gustado, me pregunté si es que podría atender a todo el que viniera y si vería a Cye y le preguntaría que más debía de hacer, por lo pronto esperé sonriendo feliz a la llegada de algún cliente. - Hola Cye ¿estas por aquí? me preguntaba si necesitabas ayuda con algo... ¿va todo bien? - Le pregunté mirando la cortina y preguntándome si podría pasar o por el contraría debería de quedarme allí - @
  4. Sabía que mi bóveda lo lamentaría pero al fin y al cabo el dinero mágico estaba para gastarse además nada perdía con comprarme solo un micropuff, era mi primer animalito mágico y estaba feliz y contenta por poseerlo al fin, además que para eso trabajaba en el ministerio y en el local de Cye, solo esperaba poder comprarlo y que no hubiera ningún problema, al entrar allí el olor a los diferentes animales se coló por mis fosas nasales, así que fruncí el entrecejo y respiré aliviada esperando que alguien me atendiera al fin y me dije que primero que nada debería de presentarme, no vaya a ser cosa que digan que una Gryffindor era maleducada, me pregunté la cara que pondrían mi papá Elvis cuando me viera con aquel animalito rosado y pequeñito en mis brazos. - Hola soy Lunita Gryffindor Delacour y solo vine a buscar un micropuff, uno de esos rosaditos y lindos que vi aquí mismo, me preguntaba si podría comprarlo, aquí le dejo mi ficha para la revise y me diga que opina y pues que hermoso sitio, me acuerdo que de aquí me compré mi gatito Snoppy, pero hoy vengo por un micropuff - Le comenté alegremente a la dependiente mientras rellenaba la solicitud de pedido - - Esto es todo y pues ¿lo puedo comprar? ¿me falta algo más? solo me dicen y lo agrego - Le comenté alegremente entregándole mi formulario ya rellenado -
  5. - Oh Cye yo encontré solo unos cuantos renos navideños que parecen que decoraban algo antiguo y misterioso, también encontré algunos restos de arboles, unas bolas navideñas y algún que otro cuadro con papa noel, me pregunto si no habrá ajam, aquí hay guirnaldas de muchos colores y muchas más cintas para poner por todos los lados que podamos... pero ¿tu que tienes en mente? yo me había imaginado poner todos los papa noel por doquier, muchos globos rojos y verdes, guirnaldas de todos colores y un estandarte que diga: "Cacao Café les desea una feliz navidad" en letras rojas y doradas con un papa noel también chiquito que guiñe un ojo y coma chocolate así nos publicitamos también ¿que te paceré? - Le comenté mientras sacaba las cajas que antes había mencionado y las abría sacando todo lo que encontraba de allí - Estaba entusiasmada por la navidad y alegre por conservar mi empleo, era mi época favorita de todo el año junto con pascuas, pero más que nada la navidad por el espíritu que elevaba en todas las personas y por como una sola noche al año las vicisitudes del mismo quedaban olvidadas, ahora no importaban si es de aquí o de allá, fenixiano, mortifago, mago, bruja, empresaria del ministerio y hasta los perritos y gatitos celebraban la navidad con alegría, era la única época en el año donde podíamos abrir obsequios y porque no esperar la llegada de papá noel o santa claous, una antigua tradición venida desde el mismo polo norte, para alegrar a todos los lugareños que gocen de celebrarla y festejarla, era la época de los obsequios y las risas, las borracheras y los renos navideños que se llenaban de hidromiel para alegrar a todos los ciudadanos que por allí pasasen. A medida que sacaba más cosas de ahí adentro me sorprendía al encontrar cartas, juegos de amigo secreto, más cartas, facturas, unas cuantas papeletas de duendes y gnomos, renos que se movían y se les prendía la luz, algún que otro cartel roto y más y más guirnaldas navideñas, algunos profetas viejos, revistas más antiguas aún y varios premios raros y cosas extravagantes que nunca utilizaría ni loca, aunque la idea de vestirme de mamá noel no era del todo fea y era más acorde a mí que cualquier otra cosa que hubiera en ése lugar. @
  6. Me había quedado retrasada viendo algunos recortes en una habitación sin mucha importancia cuando escuché la voz de mi padre diciendo que nos teníamos que ir, algo parecido a la sonrisa,se formo en mi rostro hasta que vi a ley y pude entender lo que había pasado. Nadie lo sabía pero yo había entrado luego de mi papá y al ver todo lo que ley veía pensé lo mismo que ella, denunciarlos ya mismo, iba a seguir a ley cuando mi papá nos detuvo en seco, elvis tenia razón no podíamos hacer eso, así que suspirando acepte la derrota saliendo con ellos de la habitación. Para cuando llegamos a abajo solo vimos a romina , a quien había perdido tiempo atras y escuché a mi padre despidiéndose yo ni los miré y enfile lo más rápido que pude detrás de ley para salir de allí cuanto antes. _ diganme que no volveremos ahí por favor, diganmelo, aunque encontramos todo cuanto queríamos no? Pasa algo? _ pregunté observando a ley y a elvis preocupada _ Antes de que me pudieran responderme ya habíamos desaparecido en conjunto estando a 10 metros del lugar, hacia el ministerio y sitios más agradables y menos hostiles que el que dejábamos atrás.-
  7. Parpadee sorprendida por lo que me decían ¿tocar? me pegué en la frente dándome cuenta de mi error, no era que quisiera hacerlo solo no me di cuente, me sentía fatal y sabía que era mi error, nunca había hecho algo semejante pero no tenia experiencia como había dicho mi hermana y además ¿que había hecho de malo? capaz que mi error era importante ¿o no? fruncí el entrecejo confundida y aun sin comprenderlo del todo, entendía que era un error grave pero ¿era para tanto? sentí un escalofrió cuando escuche lo del hechizo de protección y me tranquilice cuando pude estar al resguardo de Ley, estaba segura con mi hermana ahí y tenía que decir algo pero decidí callar al menos hasta que encontrará que decir. - Lo siento, no era mi intención... como dijo Ley, no tengo experiencia alguna, lamento si soné algo altanera, no era mi intención, les pido disculpas y siento lo de las alarmas, soy muy despistada y suele pasarme más veces de las necesarias, al menos, para la próxima vez ya se que hacer y lo siento de nuevo, de verdad que no tengo nada de experiencia - Les comenté apresuradamente y regalandoles una sonrisa alegre y feliz - Ya no estaba enfadada, aunque ciertamente no sabía que más hacer, además mis enojos duraban solo un minuto, eso era todo lo que duraban y nada más, así que no tenían que preocuparse por mí demasiado, mire a Ley y asentí en realidad no sabía muy bien que hacer pero solo seguiría sus instrucciones, seguro que algo encontraríamos y si no encontrábamos nada al menos, era una gran lección que me llevaba y me pregunté si es que me hubieran hechizado de no estar respaldada por mis compañeros y mi inexperiencia al cargo. - Si Ley, iré con ustedes, pero tengo una duda ¿tan grave es lo que hice? se que esta mal pero juro que no me di cuenta, no lo hice apropósito, lo siento, la próxima vez tocaré lo juro, no se que me paso siempre me acuerdo y justo ahora no lo hice, aunque creo que no fue para tanto ¿o sí? se que fue porque no tengo experiencia, lo siento de nuevo, pero aquí entre nosotras creo que exageraban algo ¿o no? solo me olvide un timbre, no era el fin del mundo entero - Le comenté a Ley en un susurro algo confundida y avergonzada a partes iguales - Al menos, comenzaríamos a rastrear todo lo que veamos extraño o raro, mire a Romina esperando que pudiéramos ir juntas, ese sitio daba algo de miedo, es más si hubiera podido irme de allí, lo haría pero me arme del valor Gryffindor que me caracterizaba y suspire segura de seguir adelante, tenía que hacerlo y además era mi segunda misión en mi amado trabajo y por nada de esté mundo deseaba defraudar a mi hermana, me sentí mucho mejor y más segura de mi misma que antes, olvidándome del todo de aquel descuido y esperando que mi despiste, no nos acarreara ningún disgusto más, para la próxima al menos, sería mucho más cuidadosa y máxime si es que eso traía problemas para mí. La pantera hizo que me quedará muda y sonreí alegre, si lo admitía adoraba las panteras y no me daba nada de miedo, ¿que pretendía asustarnos? no lo había conseguido en lo absoluto y era mi animal favorito de todos, es más estaba muy emocionada y entusiasmada para saber que quizás pudiera ser peligrosa, pero no parecía que nos fuera a hacer algún daño, por alguna extraña razón, la visión de la pantera me hizo sentir tranquila y sus ojos verdes como los míos más, me pregunté si pudiera acariciarla pero me dije que mejor no lo haría y que no tentará a mi suerte, eso sería del todo fatal y para nada bueno, así que mejor me ceñía a mis quehaceres y listo, me mentalice esto dentro mío y asentí deseosa de empezar con lo que habíamos venido a hacer, esperando aprender mucho más de lo que ya sabía y rezando para no meter la pata de nuevo.
  8. Lunatica Gryffindor Delacour- Cuartel General de Aurores. Tras un remolino de humo violeta aparecí algo mareada y con un fuerte dolor de cabeza, gruñí por lo bajo puesto que aquellos viajes nunca jamás me habían gustado y aparecerme mucho menos pero ya lo había decido de esa manera, mi dolor de cabeza se transformo en enfado al ver que no había nada en el lugar por el cual había decido ir, pero antes de que pudiera darme por vencida pensé: "Castillo Ivashok" y sin darme cuenta el mismo se materializo delante mío así que con una sonrisa y muy confiada abrí la verja pasando y llegando al fin a la puerta la cual abrí adentrándome luego en el interior de aquel tétrico y extraño lugar. Apenas puse un pie allí escuche la voz de Ley, mi hermana, fruncí el ceño algo enfadada ¿hacia falta tanta hostilidad? comprendía que les caíamos por sorpresa pero diablos, ese era nuestro trabajo y poder deducir si había o no cosas oscuras allí era algo que nos correspondía a nosotros además en la carta ponía que debíamos de hacer ese extraño trabajo y yo estaba nerviosa y ansiosa a partes iguales, puesto que era mi segundo trabajo en mi amado trabajo y al parecer el más hostil que me había tocado hasta la fecha. - Hola buenos días, soy Lunita Gryffindor, del cuartel general de aurores, lamento entrar así sin avisarles nada pero creo que si no tienen nada que ocultar podríamos hacer esa revisión en paz, solo queremos cerciorarnos de que todo esté en orden, además si lo estuviera tanto como ustedes nos quieren hacer creer, no tendrían problema en que entráramos a revisar ¿o me equivoco? solo escuche un fragmento pero es solo nuestro trabajo y apreciaría que no interfirieran con él, revisamos, vemos que todo esté en orden y nos vamos ¿les parece? es así de sencillo y no quisiera que nos fuéramos sin lograr nuestro cometido - Dije con voz enérgica y cantarina a partes iguales, mirándolos fijamente con mis ojos azules claros y esperando no haber sonado tan brusca como pretendía - No podía creer la falta de cortesía de los dueños de aquel castillo, como si fueran de la realeza y nosotros solo intrusos, vale, que si lo eramos pero era nuestro trabajo y algo dentro mío me decía que tenían algo que ocultar o ¿estaba precipitándome como siempre? sabía que solía sacar juicios de valor sobre las personas demasiado precipitados y eso me había traído en el pasado varios y graves problemas pero es que ¿hacia falta tanta hostilidad? solo eramos empleados cumpliendo con nuestro trabajo, nada más es más si pudiera estar tirada en mi mansión la Gryffindor, tranquila leyendo un libro y tomando un capuccino lo haría pero tenía que trabajar para ganarme el pan y porque no para descubrir nuevas cosas que no sabía aun. - Solo sera un momento... además ya estamos dentro, me parece que sería una descortesía no aprovechar para revisarlo todo, lamento mucho si sueno algo firme pero hemos venido por una razón y no nos iremos antes de cumplirla, les guste o no, lo haré por las buenas o por las malas, ustedes eligen, solo queremos revisarlo todo, por favor, ¿nos dejarían? solo sera un momento y nos iremos cuanto antes de aquí ¿verdad? - Les suplique a los dueños del lugar, mientras miraba a mi hermana Ley para que me siguiera el juego -
  9. Escuché todo lo que me decía con atención anotándolo todo rápidamente en mi agenda violeta, lo de la nieve cayendo y el agua en vez de chocolate me parecía una estupenda idea, es más estaba segura que conocía el hechizo para hacer que aquello funcionara a la perfección, solo había que mover la varita así y allá y en menos de lo que se dice hechizo todo estaría terminado, me preocupaba un poco más todo el resto de cosas que teníamos que hacer, repartir panfletos no era una tarea compleja, pero la actividad que debíamos de preparar me dejaba en off side, fuera de juego, sin saber exactamente que idea de todas las que tenía sería la más apropiada emplear. - Gua Cye, veo que vine en buen momento para poderte ayudar con todo, lo de decorar el lugar puedo ponérmelo a hacer ahora mismo si gustas y repartir volantes y panfletos también, lo de la nieve y el chocolate cayendo es fácil, lo único que me preocupa en realidad de toda la lista es la actividad... si, ya lo se, que me dirás que quizás es lo más sencillo, pero para mi resulta muy complejo, es mas se me ocurría algo con renos pero no tengo ni idea de como llevarlo a cabo, en cuanto a los panfletos es pan comido pero lo de la actividad me dejo absolutamente nula, a menos que podamos hacer un juego de luces o algo por el estilo, o el papá noel secreto, ya sabes que alguien te de un regalo y no sepas quien es debiendo de adivinarlo ¿que te parece? bueno, solo era una idea es que eso si que ando completamente perdida del todo - Le comenté mientras agarraba los panfletos que debía repartir - Tome la moneda que me pasaba fuertemente en mi mano y la llave en mi otra mano que llevaba los panfletos, sonreí alegre y asentí feliz a partes iguales, no eran deberes para nada complejos solo me preocupaba la actividad y mientras cavilaba que a hacer, pensaba en que seguro algo más se me ocurriría, quizás también podamos hacer un juego de mímica para adivinar magos y brujas que estuvieran presentes ¿eso valdría o no? seguía cavilando en todo esto, mientras pensaba que esté sería un día largo y provechoso a partes iguales y que me moría de ganas de empezar ya mismo mis funciones como empelada del local. @
  10. - Bueno siempre fui un huracán.... de hecho cuando niña mis padres me decían "pequeño y dulce torbellino" porque no paraba de moverme un instante, soy hiperkinetica y suelo pues hablar demasiado siempre, así que aquí me tienes a tus servicios de nuevo y con mucha energía recargada, no lo puedo creer tengo mi empleo de nuevo, andaba en Italia arreglando mis asuntos vampiricos y por eso me desaparecí pero ya volví de nuevo y con mucha alegría - le comenté saltando y dándole un super abrazo de lo feliz que estaba - Me separé de ella feliz y alegré de poder seguir yendo a mi amado lugarcito en el mundo y me prometí mantenerme a la vista, deseosa de poder empezar con lo que por mi casi arresto vampirico, no pude lograr, cada vez que pensaba en eso me daba un escalofrío, no quería revivir, ni pensar en todo aquello que me daba miedo y me asustaba sobremanera, así que me concentré en empezar con el pie derecho mi nuevo empleo y también era mi crecimiento personal lejos de la vía ministerial y eso para mí era del todo una superación personal muy grande, ya no sería la mimada del ministerio y eso me llenaba de orgullo. - ¿Por donde empiezo? espero que todo me salga bien además no es difícil y me acuerdo lo que me explicaste así que pues tu dices y yo empiezo, porque ando entusiasmada y además así me familiarizo con el lugar y pues mi trabajo, pero antes ¿como has estado? ¿que te cuentas? y pues aquí me tienes lista y presta para ayudarte en lo que necesites - dije entusiasmada y feliz sin parar de saltar- En mi bolso rojo que llevaba en mi brazo izquierdo tenía un ejemplar del diario el profeta, algunas lapiceras y un anotador con cosas pendientes, otro con cuentos y reseñas y algunos galeones y sticks y varios pares de moños violetas para cuando la ocasíon lo amerité.
  11. Hacía mucho tiempo atrás yo había pedido un puesto de trabajo allí y mis viajes a Roma e Italia me habían imposibilitado pasarme por allí, sumado a lo ajetreada que estaba por el ministerio, mis días se habían sucedido sin poder yo hacer nada por detenerlo y así era como me encontraba cuando recordé que hacía milenios que no me pasaba por mi amado lugar, el cual solía frecuentar cuando mi agenda dejaba de apretarme un poco y mis quehaceres diarios estaban todos hechos. Solía ir siempre enfundada en un vestido rojo de satén y unas botas rojas con taco que me daban el aspecto de toda una ejecutiva importante, al menos, así me veía presentable aunque debía admitir que mi pelo pelirrojo en aquella ocasión estaba hecho un desastre después de horas de reunión ininterrumpida, así que supuse que no estaría tan presentable como a mi me gustaría pero lo cierto era que ya estaba bien de mis largas vacaciones y él deber me llamaba a mi puerta con insistencia y yo no era quien para no atender a su llamado. Entré a mi amado lugar, la campanilla resonó por todo lo alto del hermoso sitió y me sentí en casa de nuevo, traspasar las puertas aquellas y ver todo mi amado lugar, tal cual yo lo había dejado tiempo atrás hizo que un dejo de nostalgia me inundara y me prometí a mi misma comenzar lo más rápido posible a trabajar allí, pero antes necesitaba ver a Cye y decirle que estaba de vuelta y porque no contarle todas las nuevas buenas que tenía por doquier. - ¿Cye? ¿estas por aquí? lamento mi demora en venir... entiendo que quizás estés desconcertada por mi larga ausencia pero tuve unos asuntos que atender y por eso me ahuyente ¿crees que aun pueda venir aquí? enserio lamento mucho lo ocurrido, y pues ¿por donde empiezo? se que quizás, quieras matarme y con razón es que anduve solucionandolo todo y ahora sí, podré venir por aquí ¿que te parece? ¿estas aquí? - Le pregunté de carrerilla mientras caminaba nerviosa y me retorcía las manos de los nervios - ¿Cuantas posibilidades tenía de tener mi empleo? no quise hacer cuentas pero supuse que tendría las de perder, suspire apenada y me maldije por lo bajo, rezándole a merlín y a todo el que me escuchara porque al menos pudiera trabajar allí, supuse que debería de darle una buena explicación y de hecho la tenía, no sabía porque pero el oler a chocolate caliente me llamaba y me tranquilizaba a partes iguales, si bien seguía caminando de un lado para el otro, se notaba que mis hombros estaban más tranquilos y que yo parecía más alegre y contenta que nunca de haber vuelto allí, ése era mi hogar tuviera o no mi empleo de nuevo, esté siempre sería y era mi hogar.-
  12. El sitío era el último que esperaba para que una gran batalla se librara, había arboles muertos, rocas de gran tamaño hasta flores muertas que de nada servía, la torre oscura se alzaba imponente detrás canalizando toda la magia oscura que había allí, esperaba poder terminar con todo el poder maligno que la isla contenía, en otro tiempo había estado llena de bondad y ante las palabras del mago solo pude fruncir el entrecejo confundida, ¿consumirme? como vampireza que era había pasado por tantas cosas en mi vida que una más no me asustaría en lo absoluto. - Todos tenemos Luz y oscuridad en nuestro interior.... en cuanto a si me consumiría.... creo que soy lo suficientemente fuerte como para que nada malo me suceda y además estoy segura de que muy pronto la oscuridad de este lugar desaparecera por completo, soy la más indicada para poder pasar esas barreras y que me acepte allí, de eso estoy completamente segura - Lo desafie con una sonrisa burlesca en mis palidas facciones - - ¿Qué como logré seguirte? fue sencillo localizarte, no eres para nada cuidadoso y no me costo mucho saber donde te habías metido, intuía que estarías aquí contemplando la torre oscura, era de esperarse que quisieras utilizarla para un fin malevolo, así que solo tuve que pensar un solo segundo, donde se suponía que irías, como ves no soy de las personas, de las que puedas escapar facilmente - Le comenté observandola enfadada - Escuché su hechizo la mar de aburrida, ¿así empezaría? no me quedaba de otra que la defenderme de un tigre de bengala blanco, no me asustaba en lo más minimo, es más una parte de mi ser esperaba que hiciera ese hechizo, era demasiado predicible y aunque no lo pareciera ya tenía planeado que decir para defenderme y salir airosa de esa extraña situacíon. - Finite Incantatem - Dije fuerte y claro defendiendome lo mejor que podía de su hechizo - Lo siguiente que seguía era atacarlo, no me quedaría de brazos cruzados y lo atacaría en un siantiamente, así que pensando más que nada en que hechizo me convenía utilizar luego, sonreí desafiante y bastante segura de que hacer a continuacion, mi rostro palido estaba cubierto con un velo blanco para que nadie pudiera reconocerme, mi vestido azul oscuro y mis botas de tacon alto azules me daban un aspecto extraño y elegante, el mismo que siempre adoraba portar a todos lados. - Locomotor Mortis - Dije decidida y esperando que sus piernas se unieran y que no pudiera caminar a menos que se defendiera del hechizo - Esperaba que le diera mi hechizo, sonriendo desafiante y sin perderme ninguno de sus movimientos, no estaban a tanta distancia, estabamos lo suficientemente cerca como para que nuestros hechizos nos dieran, pero claro que podríamos defendernos antes de eso y yo aun seguía preguntandome si lo había hecho lo mejor posible, me pregunté si sería capaz de restaurar la paz a toda la comunidad o si por el contrarío ganaría la oscuridad, cosa que no estaba dispuesta a dejar que sucediera de ninguna manera o forma posible, estaba decidida a proteger aquel sitio y a devolverlo a nuestras huestes lo más rapido que pudiera.
  13. Era mi primer día en el trabajo la realidad era que tendría que haber empezado hacía mucho tiempo atrás pero me había retrasado sin darme cuenta de esto y por eso es que aquí estaba entrando con mi tapado rojo, mis botas rojas altas y mi pantalón rojo oscuro que me daban el aspecto de toda una ejecutiva, aspecto que desde pequeña adoraba portar sin importar cual fuera el evento comunicacional que solicitaba mi presencia, por eso ahora caminaba hacía aquel sitio en el que siempre tomaba algo rico para empezar con mi trabajo, el que había dejado inconcluso tiempo atrás. - ¿Cye? ¿estas aquí? vine a trabajar ¿estoy a tiempo aún? - Le pregunté al aire esperando verla pronto mientras me quedaba parada en el hall del local - Había entrado adentro del mismo y el olorcito a café, mi placer más culpable, hacia que se me hiciera agua a la boca y deseara tomar uno, lo descarte y me prometí que cuando tuviera un tiempo libre o un brek en mi trabajo lo tomaría, lo cual casi hace que me ria de la ironía iba a trabajar allí y a ¿gastar el dinero que ganara allí? bueno, eso no me molestaría en lo más mínimo pero resultaba muy gracioso se lo mirara por donde se lo mirara. Estaba nerviosa y retorcía mis blancas manos, mientras movía el pie, una parte de mi ser quería salir corriendo de allí y ocultarme en algún sitio y otra, la más Gryffindor que podía tener deseaba quedarse allí y hacer mi trabajo lo mejor posible, suspire mirando la puerta, ese era mi lugar en el mundo y ahora ¿me iría de allí por miedo? no, eso no lo podía permitir, así que me gire hacía delante de nuevo y espere pacientemente a que me dijeran que era lo que debía de hacer en mi primer día de empelo.
  14. Observé a Helineke algo asombrada, aunque para asombro de todo el mundo le sonreí amablemente y negué con la cabeza divertida, no me había molestado en lo absoluto y dicho sea de paso estaba seguro que yo también sacaría las uñas con mi caballero de brillante armadura... bueno en caso que lo tuviera claro, justo cuando estaba por responderle o por retirarme ya que no me parecía bien quedarme, Sagitas apareció haciendo que suspirara tranquilizadoramente, ciertamente no quería pelearme con ella y no deseaba hacerlo por nada del mundo, solo quería mi perrito nada más e irme lo más rápido posible. - No te preocupes, Helineke, nunca se me ocurriría mirarlo, primero que no es mi tipo y segundo que no me van los casados, prefiero a los solteros, así que no tienes de que preocuparte, por cierto soy Lunita Gryffindor y muy orgullosa de serlo por cierto ¿tienes algún problema con eso? - Le comenté sería como nunca había estado en mi vida - ¿Yo fijándome en Matt? lo observé por un minuto y negué con la cabeza de nuevo, no, definitivamente el chico no era mi tipo y si lo fuera tampoco me fijaría en él, los casados estaban prohibidos y yo jamás lastimaría a nadie y nunca se me ocurriría algo como aquello, así que toda esa situación me resultaba del todo cómica y hasta risible, era extraño que no me enfadara pero ciertamente en aquellos momentos solo quería mi animalito y irme de allí. - Sagis, madre mía, dios es que yo estaba... Helineke.... no importa, te extrañé hacía mucho que no venía - Le comenté sonriendole amablemente y correspondiendole alegré el abrazo - Su abrazo me reconfortó como siempre, hacía mucho que no recibía un abrazo como no fuera de mi papá Elvis o de mi mamá Annick, así que me hizo sentir en casa y feliz, solía pensar que abrazar a las personas que quieres era importante, no solo para demostrarles cuanto los querías si no para decirles, "yo estaré contigo cuando me necesites" Saguis, nunca lo sabría pero con aquel abrazo me demostró que podría contar con ella cuando más la necesitara y eso hizo que me sintiera en casa. - Un dalmata, siempre me gustaron los dalmatas quiero uno pequeñito aunque luego crezca mucho, uno al que poder cuidar desde cachorro, ¿reformas ministeriales? ¿también tocaban los negocios? Por las barbas de merlín, no lo sabía creí que solo era para el ministerio en donde por cierto estoy trabajando en la oficina de aurores, menos mal que ellos se lo quedaron lamentaría mucho que lo cerraras, Saguis - Expresé alegre y feliz como era habitual en mí - - Pues mi papá siempre se dedicó demasiado al ministerio pero también saca tiempo para la familia y pues si yo también lo vi así pero él esta bien e inclusive lo vi para el desayuno, esta mañana antes de que mi elfo Requiel, me trajera las galletas de chocolate y nos fuéramos al ministerio a si, yo estoy trabajando en su planta ¿podes creerlo? ni sabía que iba a trabajar con él, en el Cuartel de Aurores - Le comenté sonriendole alegremente - @
  15. - ¿Café? bueno... no me quejo, Luis, ciertamente es mi otro placer no tan culpable así que no tengo ningún problema con probarlo y pues ¿que lío fue ese? dios santo yo creía que la cocina se venía a abajo, menos mal que todo esta bien y estoy entusiasmada tengo el empleo y aun no lo puedo creer, pues y el café no esta tan mal la has pegado con mi placer más culpable, eso y el chocolate y pues yo contenta y el té también me encanta por eso mismo estoy aquí hoy oh ¿no te quedas? suerte - Le comenté mirándolo asombrada y algo apenada - - Bueno, mi buena amiga Cye, ¿dices que podremos pasear por ahí? yo adoro a los niños es más yo antes cuando era Evil, es una larga historia la cuestión es que yo tenía dos hermanitos pequeños que no volví a ver nunca más y los adoraba mucho, les compraba caramelos y hasta juguetes, tenían escobas de juguete y todo y por eso les tengo un cierto aprecio a los niños me recuerda a mis hermanitos - Le comenté mirando melancólicamente y sonriendo alegre pesé a todo - Hacía mucho tiempo que no sabía nada de mis hermanitos, pero no por eso había dejado de quererlos y de ser mi familia, suspire y me dije que mejor sería olvidarlo todo por un minuto, ¿por que los había traído a colasion? no quería ponerme triste así que negando con la cabeza me saque esos pensamientos de encima y caminé detrás de Cye esperando poder seguir con ella una nueva aventura y deseosa de poder ser una buena empleada y en ayudarla en todo cuanto pudiera, era lindo que además de ser mi jefa fuera mi amiga y me parecía del todo estupendo que me haya aceptado en su trabajo que ahora era el mío y me dije que sería lo más responsable posible y aprendería rápido para así no defraudarla. - Pensaba amiga, que si yo era así con mis hermanitos él día que tenga hijos los malcriaré mucho seguramente, ya me los imagino viniendo aquí y llenando todas las paredes de chocolate, eso estaría divertido, claro que ahora no en un futuro muy lejano por mí encantada, Cye - Le comenté en un susurro para que solo ella pudiera escucharme - Caminé hacía donde sabía que estaría el lugar para los chicos, además de tener un cartel que me lo indicaba, había algunos gritos lejanos que se escuchaban por doquier, sonreí alegremente y observe a Cye esperándola para así poder pasar juntas por ahí y preguntándome si podría hacer mi trabajo lo mejor posible, me dije que si y que seguro que aprendía rápido, aunque no podía evitar sentir un hormigueo especial ante el hecho de que tenía un nuevo empleo y era un nuevo desafío que me había impuesto y el mismo me saldría excelentemente bien de seguro.
  16. Si quedo como quería pero ¿hay 2 otros datos? dioses habrá sido un error mío que no me di cuenta de eso jajaja ¿crees que podrías borrarlo o ya eso sería para el próximo mes? y dejas solo esté otros datos de ahora que puse recién en los cambios ¿eso se puede? solo si puedes y no es molestia es que recién lo note, por lo demás esta todo perfecto, muchas gracias así es como la quería mi ficha así que quede encantada, solo faltaría esa única cosa pequeñita si no pues no importa, sera para el otro mes, muchos saludos y besos, Lunita Gryffindor Delacour.-
  17. Vengo a hacer unos cambios en mi ficha, espero que se puedan hacer y si no pues no importa cuando se pueda, gracias de antemano es que ya me daba penita pobrecita además de agregar algunas cosas sobre mi trabajo actual que no lo tengo agregado en mi historia y sobre mi otro trabajo que recién me acorde que no lo tenía tampoco agregado, supongo que ese trabajo ira en otros ya que es en el callejon diagon ¿no? esto sería todo y aquí dejos mis cambios, gracias de antemano para quien me lo hago, muchos saludos y besos ,Lunita Gryffindor Delacour.- ***Travesura Realizada***.- Esto sería todo, espero que puedan agregarme todo esto y nos vemos luego o cuando sea la hora de agregarlos, saludos y besos, Lunita Gryffindor Delacour.- ***Travesura Realizada***.-
  18. - Oh claro que si Cye, lo siento por mi entusiasmo es que realmente adoro este trabajo y ¿somelier de del chocolate? oh Cye, ese es mi gran sueño poder diferenciarlos en su tono y sabor, es una de las cosas que más quise siempre en la vida, es más suelo llevar un chocolate en mi bolsillo por eso mi elfo se queja de que están llenos de chocolate, es que algunas veces es lo único que me calma cuando ando ansiosa y por eso es que suelo llevarlo y no lo puedo creer, prometo aprender rápido y no defraudarte esto es increíble ¡¡¡Somelier de chocolate!!! - Exclamé alegremente y saltando de la alegría sin poderlo evitar - Recordé a tiempo que ahora Cye era mi jefa y que debería de comportarme, por eso dejé de saltar al instante, pesé a eso no podía dejar de estar feliz y por dentro seguía saltando a más no poder, iba a poder ser una buena empleada y sabía que de la mano de mi amiga, Cye, lograría grandes cosas, algo me decía que aprendería mucho más con ella del chocolate que todos los estudios del mismo que tenía encima y si porque alguna vez me había obsesionado con saber todo del chocolate y los libros que estaban en el desván de la Gryffindor todos rotos eran una clara muestra de aquello seguro. - Eso es un alivio, porque me preocupaba bastante claro que los cuadraremos para que no se me superponga con mi trabajo ministerial y listo, oh por las barbas de Merlín santo no lo puedo creer ¿yo trabajando con chocolate? es mi sueño desde pequeña y ahora se hará realidad, claro que pondré todo de mi parte para aprender rápido y ya veras como ayudo a que este sitio esté tan lleno como siempre gua sigo sin poder creérmelo, gracias enserio que muchas gracias - Le comenté alegre y entusiasmada por mi nuevo empleo - - ¿Estarán bien Luis y Dany? espero que nada malo le pasen, ¿a donde vamos? dioses ¿más sorpresas? ¿habrá chocolates? dime que sí - expresé alegre y feliz mientras la seguía hacía donde me llevaba, leí de afuera el cartel y la observé feliz y alegré, tal parecía que aquel sitio estaba hecho para los más pequeños y aquello entusiasmaba a la Gryffindor a más no poder, porque no había nadie que tuviera su niña interior más presenté que la vampiresa y eso era algo que mi amiga Cye seguramente sabía a la perfección y por eso había decidido con muy buen tino invitarme a aquel mágico y cálido mundo, del que nunca querría salir jamás -
  19. ¿Que no era para tanto? mire a Cye asombrada ella no sabía aun lo entusiasta que solía ser siempre aunque me senté en mi asiento para que nadie más me viera porque ya veía que muchos clientes del local observaban la mesa nuestra entre asombrados y divertidos frente al espectáculo que siempre daba a mi paso, eso era algo que tendría que mejorar con el tiempo y supuse que cuando tuviera mi nuevo trabajo lo aprendería o así esperaba que sucediera de un momento a otro. - Cye.... mi Cye querida es que adoro el chocolate y nunca creí que podría trabajar de lo que me gusta, es por eso que andaba saltando por doquier, oye lo siento.... no quería, suelo ser así cuando me entusiasmo demasiado con algo, a veces hasta olvido que se supone que soy adulta y no debo de comportarme de esa forma - Le comenté algo apenada por mi accionar aunque alegre por haber conseguido mi empleo - - Seguro que sera una excelente aventura y espero poder sortearlo sin ningún problema, luego me pasas los horarios o ¿como hacemos? pues trabajo en el Cuartel de Aurores y debo admitirte que como primer día me encanto, quiero decir apenas si estuve ¿que? ¿dos horas? y ya adore ir a cuidar la seguridad del mundo mágico, enserio que es algo que me encanto y eso es raro Cye, generalmente me aburro enseguida y por eso nunca encontraba mi lugar, pero rastrear cualquier posible actividad delictiva o cualquier bandalismo es mi mundo, es lo que quiero hacer siempre, amiga mía - Le comenté a Cye emocionada y bastante contenta - - ¿Café? bueno.... no importa igual adoro el café, así que me viene bien algo de cafeína a estas horas de la noche y seguro que aprendo rápido o eso espero, me moriría si no me saliera porque realmente adoro este empleo, si Cye encontré un empleo que me gusta cosa rara, así que intentaré ponerle empeño e igual siempre aprendo rápido todo, así que no creo que me cueste o espero que no me cueste tanto aprender todos los mecanismos - Le comenté ansiosa y entusiasmada, por saber todos los secretos del chocolate y el café - @ @Lord_Luis
  20. "Puedes empezar a partir de mañana" aquella simple frase hizo que mi corazón saltara de alegría o eso hubiera ocurrido si yo tuviera uno, el caso era que tenía el empleo y no lo podía creer y eso que solo había ido a probar suerte y porque adoraba el cacao y el café por cierto que esperaba que mi puesto en el ministerio saliera pronto, pero por ahora quería emplearme allí al menos para poder ondear otros horizontes y porque no para disfrutar de un rico chocolate caliente y una agradable conversación, cosa que a la vampiresa le faltaba bastante en estos momentos. - Pues primero que nada, Gracias por darme empleo enserio que te estoy muy agradecida, Cye, segundo pues claro que si me postule de nuevo para el ministerio y de hecho según tengo entendido quede en la oficina que quería, eso fue tan rápido que casi si tuve tiempo de pestañear ¿puedes creerlo? es que mi antiguo trabajo no cupo todas mis expectativas, me gustaba pero no era para mí, de hecho aun estoy descubriendo que si lo es y ¿que mejor que empezar por el chocolate? es algo que adoro y atender a la gente me gusta así que ¿por que no? por ende, pues me decidí a venir aquí primero porque el chocolate es mi placer culpable y segundo porque adoraría trabajar aquí, se respira chocolate y eso es una delicia, oh amiga, lo siento es que suelo ser algo loca por el chocolate ¿sabes? así que cuando me agarran mis ataques de enamoramiento por el chocolate tu solo ignóralos ¿si? - Le comenté guiñándole un ojo divertida - - Tienes razón, empezare por lo que se le ocurra a Luis, espero que sea algo rico, seguro que sí y ¿que es ese ruido? ¿tu también lo escuchaste? dioses espero que este bien, el caso es que gua tengo el empleo ¿puedes creerlo? ya dejo de saltar, lo siento ando entusiasmada ¿que haré? no lo puedo creer viviré al lado del chocolate, eso es genial, lo siento ando ansiosa es eso nada más y me pregunto ¿que crees que traiga para tomar? espero que tenga chocolate oh dios mio, voy a trabajar aquí mismo no lo puedo creer gracias enserio prometo que no te arrepentirás, lo prometo - Le comenté saltando alegremente alrededor suyo - Mientras me preguntaba si deberíamos de ir a ayudar a Luis, mi mente vagaba remotamente por mis trabajos, dioses ahora tendría dos trabajos como yo tanto quería ¡¡¡Lo había logrado!!!! ¿quien lo creería? nadie podría creerlo ni yo si quiera pero eso era algo que tenía pendiente, yo sabía que algún día trabajaría con Cye, primero porque me agradaba charlar con ella, segundo porque el ambiente siempre era acogedor y lindo y tercero porque estaba segura que me haría trabajar enserio y eso era lo que necesitaba alguien firme, dulce y bueno que me tuviera paciencia, aunque yo aprendía rápido y esa era una de las ventajas de ser vampiresa. - Cye ¿crees que Luis este bien? ¿le habrá pasado algo? es raro que tarde tanto, oh dios mio estoy feliz lo logré ¿sabes? creía que me iba a morir antes de pedírtelo de los nervios que tenía pero fue muy sencillo, bueno solo que no se que haré tu solo dime que yo empezaré con lo que sea ¿si? esto va a estar divertido, el chocolate y yo siempre nos hemos llevado bien y pues ¿que cuentas? ahora te toca a ti, cuéntame algo - Le pedí sonriendole alegremente y aliviada por haber conseguido mi empleo - @ @Lord_Luis
  21. - Yo pues.... ¿de mí? no hay mucho que contar.... supongo que me llamo Luna Gryffindor Delacour, como deducirás soy hija de Elvis y Annick y de Lisa Weasley ¿que más? soy una vampiresa y en cuanto a mi interés por trabajar aquí, pues veras Luis ¿te puedo decir así? es que yo adoro el café, el chocolate y en estos momentos me encuentro sin empleo porque no me gustaba tanto mi trabajo, es una larga historia pero te lo resumo, mi trabajo parecía interesante y termino no siéndolo, trabajaba en el departamento de misterios y si bien era interesante no era exactamente lo que quería hacer, me gustaba pero no terminaba de atraparme, así que pensé en mi otro placer menos culpable, además de investigar: el chocolate, el cacao y el café, lo cual me llevo al local de tu madre, mi amiga, Cye, a quien quiero mucho por cierto y ya no hay mucho más que contar de mí, ¿me olvide de algo? así me gusta vestirme con el color violeta, pero hoy decidí venir de rojo e innovar un poco - Le comenté sonriendole amablemente e intentando calmar mi nerviosismo - Le había hablado a la carrera y muy rápido como solía hacer yo siempre, pero eso era porque estaba muy nerviosa y deseaba pasar por ese momento lo más rápido posible ¿que por que? el pedir empleo no estaba nada mal, pero temía que me dijera que no aunque cruzaba los dedos porque Cye me aceptara allí, además yo siempre aprendía rápido todo y no sería muy difícil o así esperaba que fuera y aunque no sabía de que trabajaría eso no me preocupaba tanto puesto que yo ya sabía que podría hacer lo que fuera, a momentos desesperados medidas desesperadas ese era un lema que me había enseñado mi mamá Annick y eso era algo que siempre me había quedado en la memoria. Le sonreí a Luis ante la presentación de Cye y ciertamente estaba feliz de que me diera el trabajo, suspire sintiéndome mucho más tranquila que hace un minuto antes y me dije que debería de explicarme bien aunque ya le había explicado todo a su hijo decidí volverme a explicar y mucho más extenso con Cye, al fin y al cabo, más pronto que tarde ella sería mi jefa o así había entendido que sería ¿o no? estaba bastante alegre y contenta y volvía a ser aquella chica alegre que todos conocían, solo eran mis nervios que no me habían permitido hablar tanto pero ahora que ya todo eso había pasado podría volver a ser yo misma de un momento a otro. - Osea que técnicamente, Luis y yo somos parientes ¿cierto? vale, que luego me hago un lío con todo eso y pues en fin que no quiero hacerme lío, pues aquí ando pidiendo trabajo porque me quede sin y por cierto quería pedir algo con chocolate ¿que tienes? se que queda mal que pida siendo que quiero trabajar aquí, pero ya que aun soy tu clienta pues ¿puedo pedirte algo de chocolate? y estaba pensando en que debería de empezar con algo ¿con que quieres que empiece? aunque también me gustaría conversar contigo y con Luis, bueno estoy a tus ordenes, Cye - Le comenté sonriendole alegremente y mucho más relajada que hace un minuto - Vi como Luis se iba a buscar los pedidos y sonreí suspirando tranquilamente, estaba bastante ansiosa por comenzar a trabajar con Cye y al mismo tiempo deseaba disfrutar de la velada ¿que haría primero? me encogí de hombros sin saber que hacer ahora, no sabía como hacerlo aunque supuse que no me costaría mucho aprender, aprendía rápido y había estado vendiendo cafés antes cuando era muggle solo que esa parte de mi vida pocas personas lo sabían a ciencia cierta, así que tamborilee mis dedos sobre la mesa,hasta que escuche una especie de estruendo en la cocina ¿Luis estaría bien? abrí mis ojos azules claros del susto y me aferré al brazo de Cye mientras sacaba mi varita de mi oreja y la sostenía fuertemente en mi mano, aunque me tranquilice de solo sentir la presencia de Luis, lo cual significaba que sea lo que fuera que había pasado estaba todo más que bien o eso parecía a primera vista. - ¿Estas bien? ¿Que ocurrió? ¿quieres mi ayuda? oh lo siento, tantas preguntas es que me asuste y creí que había pasado algo malo, pero tal parece que lo solucionaste al instante y pues ¿seguro que esta todo bien, Luis? lo siento no quiero ser pesada pero me asuste y pensé que te había pasado algo ¿que ocurrió? sonó como si algo se hubiera caído o algo así, en fin espero que todo este bien, lo importante es que no te paso nada malo a mi me paso una vez que se me cayo toda la taza de mis perritos dalmatas al piso y mi chocolate se derramo en los zapatos de mi jefa, dioses eso fue terrible, yo no sabía donde meterme imaginanse, oh lo siento si hablo muy rápido es costumbre mía - Dije hablando de carrerilla y con mi voz melodiosa y cantarina que siempre solía emplear para todo - @Lord_Luis @
  22. Observé lo que mi amiga, Cye estaba haciendo así que me reí de la travesura sin poderlo evitar, asentí quedándome callada y un tanto menos nerviosa que hace un minuto, aunque seguía pensando en que no sabía como pedirle lo que quería preguntarle o al menos ¿cuando sería un buen momento? ¿Podría estar Lord_Luis o no? ¿Sería mejor que fuera en privado? ¿o en publico? tantas preguntas juntas y sin ninguna respuesta, por lo pronto me limite a observar la escena divertida disfrutando de la broma que mi amiga le estaba haciendo al mago, que por cierto no conocía aun ¿o sí? fruncí el entrecejo pensativa y negué con la cabeza, no, de hecho nunca lo había visto ¿o sí? mi mente volaba entre recuerdos pero no lograba recordarlo de ningún modo. No sabía que hacer allí parada, pero me mantuve quieta, tan quieta como mi vampirismo me lo permitía que eso decía mucho, al ser vampiresa lo de no moverme, ni hablar era todo un espectáculo, porque parecía que era una estatua de piedra o de sal, de lo quiera que me podía llegar a quedar, solo parpadee de pura costumbre que tenía aunque tampoco lo necesitara del todo, retorcí mis manos de los nervios y pensé la mejor manera de abordar el tema que me traía hasta allí. Me acomodé mejor mi capucha roja entusiasmada y divertida, me dije a mi misma que Cye sería una excelente jefa y muchas veces admiraba la buena disposición para con los clientes, aunque pensé que está sería la ultima vez que sería cliente antes de trabajar allí, suspire ansiosa sin saber que decir aunque recordé a tiempo que debería de mantenerme callada hasta que Lord Luis reconociera a Cye y así pudiéramos empezar a charlar aunque con lo nerviosa que estaba me preguntaba si me saldría alguna palabra o por el contrarío estaría callada y no hablaría nada, por supuesto que esa no era la idea. Era momento de lucirme y de mostrar todo lo que podía llegar a hacer solo que no sabía que haría, aunque me dije que cualquier cosa que quisiera Cye lo haría al menos corría con la ventaja de ser un ser muy rápido y eso era una de las ventajas de ser vampiresa, por primera vez agradecí ser como era y me dije que daría todo de mí, claro que eso lo hablaría luego con ella o al menos esperaba hacerlo pronto. - Quiero un empleo aquí, se hacer lo que sea que quieras, dioses se que no es momento, pero es que soy muy ansiosa y eso ya lo sabias y pues siento hablar rápido y esto..... es muy divertido, veamos si lo adivinas, Luis - Dije de carretilla hablando de corrido sin poderlo evitar - @ @Lord_Luis
  23. Salía de mi mansion y me dirigí rauda y veloz hacía el local donde encontraría lo que quería ¿allí lo venderían? esperaba de todo corazón poder tener un perrito dalmata para mí y seguía saltando contenta aunque no tuviera trabajo aun seguía pensando que todo esto era muy divertido y que cada vez estaba más insertada en mi trabajo para conmigo misma, seguía pensando en todo esto y me pregunté si podría comprar un animalito o no ¿podría hacerlo? esperaba de todo corazón que sí y que Sagitas me recibiera como siempre, tiempo atrás yo iba casi siempre solo que con mis horarios nuevos no me pude pasar más además de mis muchos viajes por el mundo poco tiempo me quedaba para los amigos sinceros. Mi traje violeta claro, mi pantalon violeta claro y mis zapatos de tacon alto violeta me daban el aspecto de toda una ejecutiva importante, aspecto que me había acostumbrado a llevar cuando trabajaba en el Ministerio, lugar al que algun día volvería con nuevos brios, por lo pronto solo quería saciar mi desazon con algun animalito y esperaba que mi amiga Saguitas la tuviera en algun rincon de aquel bello lugar. Mis cabellos pelirrojos estaban sujetos en un rodete por mi prendedor del fenix dorado y una sonrisa portaba en mi rostro palido y blanco, nadie dudaba de lo que era, era una hija de la noche, una caminante oscura, una vampireza de pura sepa y aquello hacía que mi piel fuera más blanca de lo habitual y mi rostro estuviera palido casi todo el tiempo, mis ojos azules claros resplandecian como el azul del mar y tenían una mirada tierna y divertida a medida que cruzaba el umbral de la puerta con el habitual sonido de campana que anunciaba mi llegaba a tan hermoso sitio. - ¿Saguis? ¿Saguitas? Hola Saguis soy Lunita Gryffindor, Luna ¿me recuerdas? en fin... yo quiero un animalito un perrito dalmata ¿crees que lo tendrás? pues y ¿que tal andas? hacía mucho que no me pasaba por aquí y pues extrañaba pasarme estuve ocupada y recien pude venir por estos lados ¿que me cuentas? y esto creo que es todo - Le comenté alegre y feliz esperando que mi amiga me atendiera pacientemente - Moví mi pie alegre y feliz, estaba muy impaciente y recordé las palabras de mi padre, Elvis, "paciencia hija, todo a su tiempo" pero yo era muy impaciente así que me mantuve quieta sin dejar de mover mi pie de los nervios y sonreí amablemente esperando que me atendiera y que todo me saliera bien, solo intentaba aparentar que estaba tranquila y era paciente, mi paciencia escondia un alma inquieta e indomable, que vivia de aquí para allá con mucha energía y nunca se quedaba quieta así que simplemente sonreí y me dije que toda Gryffindor tenía su chispita de locura diaría y eso era lo mejor de absolutamente todo.

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.