Jump to content

Aleister Crowley

Magos
  • Mensajes

    110
  • Ingresó

  • Última visita

  • Días ganados

    1

Todo lo publicado por Aleister Crowley

  1. La música continuaba suave y lenta permitiendo oír cada respuesta de Mía, en conjunto de las luces que apoyaban el ambiente. Luego de haber actuado tan torpemente con ella por la simple irracionalidad que generaban en mi su hermosura y perfecto cuerpo que no pude controlar, creí haberle hecho sentir incómoda con mi actuar por un momento. Pero aunque hubiera sido así, finalmente oí decir que dudaba en desear perder el contacto conmigo. Sonreí involuntariamente e intenté unir nuevamente mis labios sonriendo con levedad intentando que no notara que me había alagado aquello. -Sólo eso quería escuchar –acaricié su mejilla disfrutando de la noche- no sientas que soy un torpe, me he puesto así por ti –y con soltura tomé su cintura volviendo a su cercanía moviéndonos al son de la música que lentamente iba cambiando de baladas a música alternativa más motivada. En eso fue que oí de ella a medida que recibía una caricia por mi cuello que ella podría ser lo que yo quisiera. Sentí una sensación deliciosa recorriéndome. Pero agregó: tal cual lo estás pensando... ¿Incluso lo que estaba pensando? Sentí un nudo en el estómago ¿Es que acaso en el mundo mágico se podía leer la mente? Aquello me ponía en un nivel más bajo, pero el que “no nos precipitáramos” me llamó mucho la atención de ella, cosa contraria que sentía desde el principio de la noche con ella. Dejé de bailar lentamente con ella y sin creerlo me volví a su mirada con una sonrisa: -¿En serio no quieres precipitarte? –miré sus ojos hechicero, y un tanto atrevido incluso, notándose unas facciones de diversión en mi faz. Al parecer Aleister esta vez se había soltado demasiado. Tal vez era el alcohol, pero la verdad es que el baile y la cercanía le habían ayudado mucho. Esta vez sólo quería disfrutar aquel momento, y los días siguientes no perdería la oportunidad de tener unos buenos libros a mano en conjunto de una larga visita a la librería en el que más que los libros, la visita sería hacia Mía.
  2. La sorpresa se me vino encima al ser recibido con tanta atención. Con una amplia sonrisa y extrovertismo fui saludado por una de las chicas. Era muy linda. Alyssa Black Triviani, dijo entregándome una copa en mis manos tratandome como si siempre hubiera sido su amigo y llevándome del hombro hacia un lugar. Sólo pude tomar una sonrisa amplia en mi rostro con un poco de sonrojo. -Vale, vale- decía divertido siendo llevado por ella- no es necesario todo esto- Reí, y ya de ahí que estábamos plantados al centro del salón,sintiendo aun su mano en mi hombro, llevo delicadamente mi mano a la suya bajándola con cuidado y mirando al resto de las chicas con un sentimiento de nerviosismo en mi estomago apaciguado eso si en mi semblante solo un poco sonrojado. Miro mi mano aun sobre la de Alyssa y horrorizado de que no se haya sentido sobrellevada separo mi mano al instante. -¡Ay, lo siento!, uh..Si, eso, mi nombre. Soy Aleister, gracias por la entrada. -miré a Alyssa quién parecía muy animada aún. Luego al notar a las chicas no pude retraerme y tuve que saludarles. -Vale, no sé que decir, me trajeron hasta aquí. ¿De qué va la fiesta? Hola...-dije un tanto retraído. Noté a mi madre entrar a la fiesta igual y reí a mis adentros esperando a que no me haya visto. Vaya entrada a la que había sido expuesto.
  3. Al parecer mis pensamientos se habían reflejado en mis ojos, en mis actos, en mis facciones, porque al instante noté su interés, recibiendo la pregunta de qué era lo que me pasaba, mirándome con intriga y comprensión. Había sido involuntario...Me dio su punto de vista intentando saber si estaba incomodo diciendome: "Sólo necesito saber que era lo que te ocurre o lo que quisieras, y eso seré"...para mi. Eso había entendido aunque sea. Le miré por un momento entre mi cabello oscuro y se me formó una sonrisa de agradecimiento por su ternura. ¿Lo estaba diciendo enserio? Sentí que lo decía enserio. No solía tener citas jamás como aquellas. -Eh...-mirándole acerqué su cuerpo suave por su cintura- A mí no me pasa nada. -mentí regalándole una leve sonrisa cambiando de actitud, y por un momento quedé en silencio mirándole- Sólo que...-intenté dar vueltas al asunto- es una noche especial y...-tocando su vientre miraba su cuerpo desde arriba -temo no volver a verte...-subí la mirada volviendo a mirarle. Me puse un poco nervioso, pero ya era un basta de actuar como un bebe, estaba perdiendo una gran noche con una gran chica. -Si quieres que regresemos a sentarnos un rato- apunté rapidamente con la mirada el lugar- podemos hacerlo en un rato más... Sólo dime algo-volvi a su mirada:-... ¿A qué te referías con que serías lo que yo quisiera? - quería aclararlo porque ya se me estaban pasando imágenes obscenas por la mente, qué cosas no.
  4. Aleister Gustav Hamilton Rosier -Una fiesta en medio día, por Dios, que locura bufé mirando la invitación esperando que no fuera una gran broma. Tiré la carta hacia un lado en conjunto con el cartucho egipcio. Ya bastante había conocido sobre el calor que gobernaba la Universidad, ¿por qué tenían que hacerlo ahí en pleno día? Qué locura. Ojalá fuera que hubiera algún tipo de hechizo en donde quiera que se lleve a cabo la fiesta, para regular la temperatura del aire, ya que era imposible que en estos lugares se utilizaran ventiladores. Alguna magia debía haber. -Ok, ok, iré. -Busqué entre mi poca ropa que tenía en mi closet en el castillo Rosier, y saque una polera oscura para nada llamativa, en conjunto con un short que me quedaba un tanto ancho. Tomé unas nuevas zapatillas obtenidas con magia en un extraño acontecimiento en clases introductorias, y me puse el collar tocando el cartucho. Me aparecí al instante bajo un sol sofocante y para nada amigable. -Maldición-dije sin poder creerlo, y me acerqué a a puerta cercana que seguramente era la entrada a la fiesta ya que habían dos fantasmas como guardias frente a ella, que no me dejaron pasar. -A verdad, esto -les mostré el cartucho recordando lo último que decia en la carta, y estos rápidamente me dejaron entrar. Dentro efectivamente estaba más fresco, pero creo que era por naturaleza, no percibí alguna magia, quién sabe. Lo único que sabía era que la decoración estaba excelente. Mantuve la calma sin nada de nerviosismo, pero si en que tal vez era de las tipicas fiestas tomateras con litros y litros de alcohol. Se oía música pero no mucho griterío, al parecer aún faltaba mucha más gente por llegar. Lo cual confirmé al adentrarme a la sala: el sonido retumbó en mis oidos al entrar, reconocí al instante el equipo muggle. Ahí estaban un grupo de chicas que se movian con soltura y autoridad, de seguro eran o profesoras o lideres de una u otra cosa, para nada eran alumnos; pero también habian compañeros más avanzados, de seguro. Lo que si era seguro era que no se veía ninguno de mis compañeros de la Introducción ahí. -Disculpen- dije al aire- me llegó una invitación. ¿No habrá estado equivocada? -. Un nerviosismo me llenó, pero mantuve la seria calma estética de mi cuerpo mirando a los presentes. Por un momento miré al cielo y un montón de globos flotaban allí "amenazantes", en conjunto de guirnaldas. El suelo estaba rodeado de cerveza - espero que hallan licores un poco mas finos- en conjunto de snack y un sinfin de cosas para pasar una fiesta en grande.-
  5. Claro que me sentía a gusto. Su cuerpo lentamente se acercaba al mio a momento que rodeaba mi cuello. Deslicé suavemente mis manos por su cintura sintiendo lo atrayente de sus curvas, -no podía creerlo- y rodeando con mis brazos su cuerpo le seguía el ritmo suave. Sentí su voz delicada chocar como una suave brisa sobre los contornos de mi oído indicándome calma. En ese momento una cadena irracional de sensaciones se apoderaron de mi, chocando en las paredes de mi estómago como fuegos artificiales y dejándome mudo de nervios y ganas de llevar mis labios a su cuello probando de su piel y perfume tan atrayente. Me estaba cautivando demasiado. ¡Pero es que ni siquiera le conozco! ¡Y qué importa! Respondía mi mente. ¡Estás en un mundo diferente, Aleister, ella podría ser cualquier persona, despierta! No es el mundo muggle. ¿Despierto? ¿Es un sueño?-concluí un tanto sarcástico y negué sin poder separarme de ese cuerpo ario. Y es que incluso hasta me superaba un par de centímetros de estatura, sólo un par, pero aun así estábamos tan cerca como verdaderos enamorados, aun siendo recién conocido, aun sin saber muy bien quién era yo ni yo ella. ¿De verdad no le importaba la edad? O es que sólo yo estaba pensando mucho y ella ni la mitad de los pensamientos que yo tenía se le habian pasado ni se le pasarian por la cabeza. Incluso hasta novio podría tener… ¡Déjate llevar, Aleister, fluye! Ya deja de preocuparte. ... -Oye- me decidí a iniciar una conversación con una suavidad extrema en mi tono de voz, incluso podria decirse que hasta con prudencia, esperando su respuesta. Me separé un poco y miré sus ojos con cariño apegando suave mi frente junto a la de ella, lo que luego de un par de segundos retiro recordando mi conflicto mental, mas continuo la pregunta: -… - No pude decir nada. Sólo me quedé mirando sus ojos y bajé o desvié un poco la mirada sin saber como continuar. Eran muchas dudas: ¿Era mortífaga? ¿Era realmente la persona presente con quien estaba hablando era alguien más?. Es que recientemente entrando a la Universidad había sido reclutado para uno de los bandos reconocidos dentro del mundo mágico, lo que me generaba un sentimiento de intriga de que quizá esté siendo espiado. Era hermosa, pero la desconfianza me había entrado en el punto más alto, por lo que mi mente no se pudo controlar frente al conjunto de pudores, sentimientos de atracción y misterios generados por la misma persona: Mía Black Lestrange. De todas formas, mis manos no dejaban de acariciar su piel sobre todo el contorno de su cintura; se sentía deliciosa y bella. Era imposible no hacerlo.
  6. Pues de seguro se sentía a gusto, ella había sido quien había elegido el lugar. La sentí acercarse a mi y sentarse al roce con mis piernas mirándome y tomando mi diestra entre sus manos pidiéndome salir a bailar. Bailar... -Bailar, eh...-buscando pequeñas escusas en mi mente. Le miré- Si, como quieras-alcé por lo bajo las cejas- Tendrás que corregirme si lo hago mal. -dije casi arrepintiendome de haber aceptado. Pero así mejor, si no, la terminaría aburriendo. Me levante trayéndola por sus dos manos esperando que no mucha gente estuviera viendo el show que haciamos, aunque no me avergonzaba para nada estar con una chica tan guapa, sino me avergonzaba quizá de qué manera vayan a verme "bailando", ¡esque esto no iba conmigo!. Después de todo no había mucha gente ahí. -Vale...-intenté reconocer el estilo de música que se oía en el ambiente y me quedé frente a ella a un paso de distancia... Tomé su cintura indeciso. -¿Así?...-Reí- Perdona, estoy oxidado- dije sonrojando.
  7. Intenté convencerme de lo ilusorio de la situación: nuestras manos continuaban juntas mientras caminábamos por el callejón. Sonreí leve al notar que en sus labios se formaba una sonrisa al venírsele una idea a la mente y rápidamente me hizo una descripción del lugar al que iríamos, lo que acepté con deseo continuando la conversación hasta llegar al lugar. Me llevé una gran sorpresa eso si cuando vi por todos lados la figura de una serpiente fluorescente mostrándose como una calcomanía en cada silla y mesa del lugar. ¿Es que Mía era simpatizante de la Marca Tenebrosa? Me pregunté incrédulo y me respondí: No, tal vez…incluso, simplemente se siente con la seguridad para poder internarse en lugares así. Quién sabe. Lo que era por mi parte, me sentí muy a gusto en el lugar. La música no era ni tan potente ni tan relajada, era música ambiental y las luces en conjunto con la hermosa estética del lugar me persuadieron a disfrutar aquel momento. Mía se sentó a la mesa y me invitó esta vez a sentarme a su lado. Sentí una suave voz cerca de mi oído al momento que mi compañera se me acercaba con sensualidad mientras me sentaba. “¿Qué te parece el lugar?” Oí a mi oído. Encogí mi cabeza hacia un lado escondiendo mi cuello: el motivo era que un cosquilleo me recorrió completamente desde el cuello hasta la médula, más volví mi mirada hacia ella mirándole a los ojos. -¿Tú crees que no?-rozo cariñoso su nariz suave con mi dedo índice y sonrio- Es un mejor lugar que la cantina eso es seguro…- y ahora estamos más cerca, complementé en mi mente con una sonrisa.- Espero que estes a gusto también. Eso lo decia muy enserio. Con la mujer a gusto todo el resto viene por añadidura, decía mi padre muggle.
  8. Aleister G. H. Rosier Le recojo el libro y miro el titulo de portada mientras oigo lo que busca.-Oh, pero...al parecer aún no le encuentras...Yo busco algo para mejorar mi manipulación con la varita -le deposito el libro en sus manos y le sonrio-. Estoy cursando la universidad. ¿Viste la nueva remodelación?- Comento mientras saco un nuevo libro para ayudarle en su búsqueda y miro el título-. No, definitivamente este no sirve- lo vuelvo a dejar en su lugar -, deberías ir a darte un paseo-le sonrío-. De seguro estás más avanzada que yo, yo aún comienzo. En ese momento pasó un elfo al vuelo repartiendo perfume por el aire para aromatizar el lugar, mientras otro a lo lejos ayudaba a una persona con su búsqueda, dándole una exagerada reverencia. Mantuve la mirada en este último y saqué conclusiones... -¡Emy, Emy, pero aquí hay elfos al servicio! -hice que se volteé, señalándoles-. Podrías preguntarle a ellos, yo no estoy muy familiarizado con esta biblioteca aun para ayudarte...Pero puedo acompañarte e ir a otro lugar luego, ¿qué te parece?- ¿Qué es el tiempo?, cuando te das cuenta que este mismo es quien te da unas sorpresas tales como encontrar gente de años, la cual sigue siendo tan amigo tuyo como en aquel momento.
  9. Al llegar a la estancia en que se encontraba Luna, noté una cara conocida que le acompañaba. Espera, me dije por un momento, antes de intentar reconocer al chico que estaba con ella mencionando el mal aspecto que yo llevaba, y volví a mirar a Luna. Noté que tenía una panza mucho más grande de lo que normalmente la tenía. Mi mirada se volvió hacía Sean, y comprendí. -No Luna, calma. - El elfo ya estaba ahí- Ayúdame tú, elfo cómo quiera que te llames. Me quedé sin varita. Me la arrancaron en grupo la manada de duendecillos. Y Luna, por cierto...-esta vez le hablaba un poco más delicado que antes, tal vez porque mi desvirtuada realidad debido al conjunto de acontecimientos me hacía pensar que hablarle más despacio le calmaría de tantos problemas, aparte que estaba embarazada; u otro motivo que habría sido era que me sentiría dolido, por alguna razón, al verle embarazada seguramente de tal tipo. No dije nada, claro, sólo continué con el tema: ...Me llegó carta para iniciar la universidad, las clases están por comenzar, debo irme, lo siento. Vendré fuera de tiempo los días siguientes para recuperar, no hay problema. Mi preocupación por el arma natural y extensión de cuerpo de cada mago, la varita, que en mi caso se había perdido era exuberante. -¡Por dios! -Bufé sin tomar atención a la situació,n ni menos a Sean, y salí corriendo de sus presencias en busca de mi varita. - dónde carajos se metió el elfo, hijo de su madre élfica! -Dígame, señor...- Dijo con una voz aguda y nerviosa como si se hubiera sentido insultado. -¡Mi varita!- Gruñí. El alfo abrió un poco los ojos como si estuviera asustándose. Y sacó de su espalda una firme extensión de madera cilíndrica. Definitivamente era mía esa cosa. Suspiré en plena calma al saber que no le había pasado nada a mi varita y se la quité haciéndole un par de preguntas exaltado:- ¿Quién la tenía?¿dónde estaba?¿desarmaste a alguien para conseguirla? -No, no señor, su varita continua siendo su varita; de eso estoy muy seguro. Estaba botada al final de los pasillos de los animales más peligrosos y un amigo mio que por orden de la ama Luna estaba al cuidado de los animales me avisó que estaba allí y me la trajo. Tal vez las pequeñitas cri-criaturas llamadas duendecillos de cornualles -me miró con un dejo de tristeza al imaginar los que estaba por decir- murieron todos al llegar al lugar de criaturas peligrosas, ya que ahi estaba su varita, entre varios cuerpos en el suelo. -Vaya, hay que barrer -le sonreí con calma- . Yo debo irme, comenzaron mis clases. Si puedes podrías ir a explicarle mejor la situación a Luna, pídele unas disculpas de mi parte. Me fui como un ingrato. -comencé a buscar la carta de la universidad que me serviría de traslador sacándola de mis bolsillos-. Ah, si...Y a su compañero hazle alguna jugarreta, que se la merece -Le di un golpecito en el hombro al elfo en forma de amistad y este por lo pequeño de su cuerpo se desequilibró cayendo al suelo. Tomé la carta y desaparecí en un santiamén. El pequeño ser doméstico se puso en pie nuevamente con dificultad y sobándose el brazo golpeado negó con la cabeza desapareciendo rumbo a donde estaba su ama. Buena suerte, Señor Aleister.
  10. Típico y natural ya se me hacía leer más o menos los libros uno seguido de otro, y este era el día en que había terminado ya mi último libro, así que qué mejor cosa hacer que ir en busca de nuevo conocimiento a algún lugar. Me encaminé a House of book, título que leía desde lejos, eché un vistazo hacia adentro al llegar, y al ver que era un lugar cómodo decidí quedarme. Comencé mi búsqueda. ¿Qué tema me interesaba inspeccionar hoy? En eso estaba nombrando entre susurros cada uno de los títulos caminando lentamente por las columnas de libros cuando una voz reconocible me saludó con optimismo. Me volteé y se me lanzó encima a besar cada una de mis mejillas haciéndome sonrojar. Aún no podía ver bien quién era, pero cuando capté su aura rojiza que provocaban sus cabellos, y su perfume; su voz se me hizo reconocible en un santiamén. ¿Cómo no había podido reconocerla? En mis primeros días en el mundo muggle ella había sido la primera persona que había conocido en el callejón, sin contar al sujeto extraño que me dio entrada al mundo mágico. No recordaba bien si en un museo o en una librería que le había conocido, pero al parecer siempre andábamos en las mismas. Ya bastantes veces nos habiamos topado, desde ahora ya sólo faltaba formalizar los encuentros para que sean más interesantes:perv: (?) .Esta vez el encuentro involuntario había sido en la librería. -Wow, hola, Emily, ¿cómo estás?- consulté dándole un leve abrazo entre mi chaqueta delgada. Vestía un pantalón color café y unos zapatos bastante formales. No era mi intensión, era la situación. Venía desde otro lugar. -Hace tiempo que no nos veíamos, por poco te olvido - sonrojo leve y apunto con la mirada a la pila de libros- ¿Qué buscas?
  11. Hola de nuevo. Disculpen la molestia u.u pero vengo a retirarme XD . Es que la verdad muy poco roleo aquí, y ya lo intenté más de dos veces y no conseguí una interacción con nadie >,< Y ni idea donde esté ariane D: Bueno, eso... No sé si halla algún procedimiento para hacerlo aparte de esto
  12. Vengo por enésima vez a solicitar actualización, y espero que eta vez esté bien T.T xD @ . Debe quedar asi :c ? Puntos de poder en criaturas: - Habilidades mágicas: - Conocimientos especiales: - Medallas: - Perfil de Personaje Raza: Humano Aspecto físico: Pelo negro medio largo, trigueño, de metro sesenta y ocho y complexión nada fuera de lo común. ¿Forma de vestir? Lo que tenga a mano... Aunque siempre intenta verse bien con lo que tiene. Prefiere la ropa oscura, aunque depende de la situación Aspecto Psicológico: Ama el conocimiento antiguo y la filosofía. Cree en las energías y las fuerzas de la naturaleza, y su forma de actuar está casi difícil de describir por el poco tiempo que lleva en estos lares. Suele no preocuparse mucho de las relaciones de pareja, pero como toda persona, a veces se imagina qué tal sería vivir junto a alguien más. Tiene un espíritu de superación y siempre está con la mente a un paso más allá, intentando adelantarse a su futuro. La vida mágica le ha sido una sorpresa, y por tanto está en constante deseo de aprender más, en especial en estos momentos en que su vida laboral ha iniciado en conjunto con sus clases en la universidad. Historia: Aleister luego de una vida muggle como niño, al ir creciendo fue observando diferencias entre sus amigos. Desde pequeño se había afanado por las técnicas de los ilusionistas muggles: supuestos "magos" reconocidos, que él con mucha menos edad que ellos, las hacía perfectamente, incluso algunas las hacía sin saber cómo. Ya más de joven se unió al algunos grupos de estudiosos de grimorios o libros antiguos, y captó su potencial en la magia, y en esto, su familia que era completamente cristiana lo tachó poseído por el demonio por lo que prefirió huir de casa. Con un poco de dinero y unas barajas de cartas, más su potencial, ganó algo de dinero para poder solventar sus gastos. Un día se encontró con un mago, un verdadero mago, al igual que él lo era. Le dijo que pertenecía a un supuesto "Ministerio de Magia". Aunque sonaba algo alocado, Aleister prefirió escucharlo, y sin que este pudiera predecir lo que sucedería, fue lo que le abrió la puerta para adentrarse al mundo mágico. Jamás supo el nombre de aquel personaje. Actualmente está viviendo en la familia mágica Rosier en donde ha sido adoptado; pudo encontrar un trabajo y está estudiando al mismo tiempo, con las ansias de igualarse al nuevo mundo que para él ha sido un maravilloso regalo. Gracias extraño. Pertenencias: Objeto mágico legendario: - Objetos mágicos Objeto: Varita Clasificación: XX Puntos de poder: 20 Pociones mágicas Objeto: - Clasificación: - Puntos de poder: - Criaturas mágicas Criatura: - Categoría: - Puntos de poder: - Poder en asaltos: - Libro de hechizos Libro: Nivel: Poder de criaturas Tipo de poder: Consumible en batalla Nombre: descripción: categoría: Criaturas en la reserva Criatura 1: Clasificación: puntos de poder: Elfos: - Licencias, Tasas y Registros Licencia de aparición: - Licencia de Vuelo en Escoba: - Registro de XXX: - Personajes Secundarios: - Otros datos Cronología de cargos Premios y reconocimientos Links de interés referentes al personaje Link al perfil de comprador MM: - Link a bóveda personal: Bóveda de Aleister Link a bóveda trastero: - Link a bóveda de negocio: - Link a bóveda familiar 1: - Link a bóveda familiar 2: Rosier
  13. Holu, vengo a solicitar una edición...Hace tiempo no tenía actividad, pero ya me he actualizado x.x Espero todo lo haya escrito bien, y tengo la duda, porque postulé al ministerio de mágia. Si salgo en San Mungo, por ejemplo, ¿esa actualización la hacen los moderadores, o yo tengo que venir a actualizar mi ficha en ese instante? Gracias. Nombre: Aleister Gustav Hamilton Rosier Familia Sanguinea: Hamilton (Muggle, familia creada) Familia adoptiva: Rosier Padre Sanguineo: John Hamilton (Muggle personaje creado) Padre adoptivo: Luci Rosier Trabajo: -Empleado en Museo Night. Perfil del personaje Aspecto físico: Pelo negro medio largo, trigueño, de metro sesenta y ocho y complexión nada fuera de lo común. ¿Forma de vestir? Lo que tenga a mano…, aunque siempre intenta verse bien con lo que tiene. Prefiere la ropa oscura, aunque depende de la situación. Aspecto Psicológico: Ama el conocimiento antiguo y la filosofía. Cree en las energías y las fuerzas de la naturaleza, y su forma de actuar está casi difícil de describir por el poco tiempo que lleva en estos lares. Suele no preocuparse mucho de las relaciones de pareja, pero como toda persona se imagina a veces qué tal sería vivir con alguien más. Tiene un espíritu de superación y siempre está con la mente a un paso más allá, intentando adelantarse a su futuro. La vida mágica le ha sido una sorpresa, y por tanto está en constante deseo de aprender más, en especial en estos momentos en que su vida laboral ha iniciado en conjunto con sus clases en la universidad. Historia: Aleister, luego de una vida muggle como niño, al ir creciendo fue observando diferencias entre sus amigos. Desde pequeño se había afanado por las técnicas de los ilusionistas muggles, supuestos “magos” reconocidos, que él con mucha menor edad que ellos, las hacia perfectamente, incluso algunas las hacia sin saber cómo... Ya de más joven se unió a algunos grupos de estudiosos de grimorios o libros antiguos y captó su potencial en la magia, y en esto, su familia completamente cristiana lo tachó poseído del demonio, y huyó de casa. Con un poco de dinero y unas barajas de cartas, más su potencial, ganó algo de dinero para poder solventar sus gastos. Un día se topó con un verdadero mago, igual que él. Este pertenecía al Ministerio de Magia, pero sin identificarse, le abrió el camino hacia el mundo mágico que él no conocía aún. Jamás supo quién había sido. Actualmente está viviendo en la familia mágica Rosier, en donde ha sido adoptado; pudo encontrar un trabajo y está estudiando al mismo tiempo para igualarse al mundo mágico que para él ha sido un verdadero regalo Boveda familia 2: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/105732-boveda-familia-rosier/
  14. Mi espalda continuaba apegada a la pared de la celda acompañando a los leones. Mi mente la intentaba mantener tranquila y al parecer los leones no percibian que estaba en ese lugar. Tal vez era que los elfos les hechizaron, o tal vez todos los animales estaban hechizados en cada una de las secciones, lo cual hubiera sido una buena ayuda ya que con el tiempo que estuvo abandonado el museo, de seguro ya estaban todos o muertos, o desnutridos y flacos. El silencio prontamente fue perturbado por un ulular de buho. Abrí un ojo y en la esquina de un ventanal un buho estaba mirándome y volvió a ulular picando las esquinas de las ventanas con un mensaje amarrado a una de sus patas. Me levanté rápidamente, echando una mirada a los leones que se habian movido entre sueños rugiendo por estar haciendo mucho ruido. -¿Cómo quieres que llegue hasta allá?- expresaba con furor rogandole al buho que se aproximara más a mi, el cual pareció comprender. Voló hacia mi enseguida parándose en mi brazo y rasguñándome la piel para que le quitara el mensaje. Saqué la carta y era un mensaje de la Universidad. Volví a mirar a los leones. Que mala suerte había tenido hoy...¿Cómo iba a salir de esta? Me solté rapidamente del buho y este calló al suelo, y levantandose empezó a volar en circulos gritando y atacandome. -¡Qué quieres! ¿Comida? - Le tiré un duendecillo muerto que estaba en el suelo. En ese instante sentí que los leones habian despertado y comenzaron los rugidos. el buho sintiendo el impacto, se habia retirado al instante por el mismo ventanal por el que habia entrado, sin recibir propina. Lo siento amigo, dije en mi mente y volvi la mirada a los leones. Me incliné un poco y busqué una piedra o cualquier cosa que pillara en el suelo para defenderme. En ese momento recordé en mis tiempos de vida muggle en que habia trabajado de ilusionista y mago, en que en diversas ocasiones de peligro mi intuición mágica actuaba muy potentemente, incluso sin haber conseguido varita aun, ya que hace muy poco recién habia sabido sobre mi sangre mágica, pero en el mundo muggle siempre lo habia utilizado con facilidad, mejor que los muggles, por lo menos. Los leones se me abalanzaron. Sentí un impacto en el estomago y mi espalda chocó con fuerza en la puerta y caí al piso. Cerré mis ojos sosteniendo mi cabello esperando mi muerte. Los rugidos se oían fuerte, muy cerca de mi, y yo continuaba en la posición. Pasaron varios segundos y no veía cambios; alcé la mirada y me dí cuenta que yacía fuera de la celda, y los leones con furia me miraban desde dentro como si fuera un gran bocadillo que les hubieran arrebatado. Asustado me levanté con un éxtasis de adrenalina y sosteniendome de una esquina caminé lo más rapido posible rumbo a no se sabe dónde a buscar mi varita. Ojalá alguien la halla encontrado. Aunque sea el nivel de duendecillos habia disminuido por lo menos en ese sector, asi que decidí llamar a los presentes: -¡Oigan, chicos, hey! Ouh..- Sentí un dolor en el viente - ¡@Luna21!¡Hay que darle de comer a esos pobres animales!
  15. De un pasillo conjunto al hall salieron un grupillo de duendecillos y se acercaron volando hacia el conjunto de personas que aún estaban en el hall. Las cosas del lugar habian comenzado a volar y a estrellarse en las paredes. ¡Y es que parecía que se habian hecho con una varita. Traían una entre las manos! Cada uno tomaba una punta y el resto sostenían el largo de ella y apuntaban a lo que pillaban. Un rayo extraño y verdoso saltó al conjunto de personas peligrandolos (Kutsi, y laimi, y ale, y todos los que estaban ahi, claro U.U) Y lo peor es que ni idea se sabía de dónde estaba Aleister. --- Lo habían dejado en la sección de criaturas, encerrado con un león y una leona en una jaula. Al parecer, estaba en grandes problemas. Aleister Crowley ... Intenté mantener la calma suspirando despacio apegado a la puerta del recinto para no despertar a los leones que estaban en un sueño profundo. Al parecer no les interesaban mucho a los duendecillos, es mas, tenian un conjunto de ellos muertos y aplastados al rededor de sus plantas. Si bien, se habian estado alimentando de ellos como podian, incluso tal vez, solo los habian estado matando por diversión. Eso me causaba un poco de desesperación, pero intenté mantener mis sentimientos en una baja frencuencia. Intuía que de alguna forma, y esto siempre lo habia creido, los animales presentían lo que a uno le sucedía, o lo que uno sentía; y yo no queria que ellos supieran que venido de visita. Asi que lentamente me senté en el suelo, mantuve una respiración equilibrada, e intenté mantener la mente en blanco. ¡Malditos monjes! Ojalá esto si funcione. Meditaba con alteración, inspirando y exhalando. Inhala, exhala; inhala, exhala. "Accio, accio varita" intentaba susurrando, pero al parecer ya alguien la tenia entre manos, por que el hechizo no podía efectuarlo. O tal vez sólo no me funcionaba por que no sabía utilizarlo. Que lio el mio.
  16. No era ningún ladrón, claro que no. Pero ya estaban en la ayuda gracias a los dioses. En mi caso, intentaba hacer lo que hacia. -Disculpa, señorira- Dije entre jadeos golpeando como podía a los demonios de bolsillo y saqué mi varita con rapidez para que no fuera a caérseme. -Relashio!- apunté al grupo de duendecillos que se las veian conmigo. Ya me tenian a la mitad de altura elevándome por las piernas, un chorro de liquido hirviendo salió de la punta de la varita y gritaron entre espasmos soltándome y cayendo al suelo como moscas muertas. Me soltaron al instante entre alaridos. Mi cuerpo rápidamente se dejó caer por la aceleración de gravedad; estaba a unos 2 metros sobre el suelo. Me sostuve de los cuerpos de los duendecillos que llevaban mis manos y con un lumos en la punta de mi varita comencé a lanzar rayos por doquier enfurecido. Los rayos salian de par en par y al pronunciar el Incendio un grupo de ellos comenzó a quemarse con fuego y los que se me abalanzaban se detenian paralizados cada vez que los apuntaba, aunque algunos más que inteligentes eran que hasta el cabello me lo llevaban a mordidas y tironeadas. Locos se pusieron los que me sostenian en el aire al tenerlos agarrados por las patas, y furiosos comenzaron a morderme los dedos y caí de par en el piso tropezando con la mesa y cayendo de lado. Lo más rápido que pude tomé la mesa más cercana y la expulsé con magia golpeando a un sin fin de duendes y haciendome paso camino hacia el pasillo de los animales. Más y más aparecian, y al parecer, con el lumos con mayor razón se me abalanzaban. -Los pobres animales deben estar un fiasco- Dije por bajo sosteniendo con fuerza mi varita intentando guardarla en un lugar seguro entre mi ropa y volteé a ver como estaban las dos chicas que habian aparecido. Obervé a quien habia pasado a atraer conmigo por la escalera y no la verdad no estaba muy feliz: los duendecillos estaban haciendole la vida imposible al momento que ayudaba a una nueva persona @@Laimi Evans . En los momentos más peligrosos es donde le encanta estar esta gente mágica,hablaba conmigo mismo, ..Justo ahorita la gente llega, pensaba, o tal vez la gente venía y se encontraba con esto. Eso debe de ser. Me dije e hice una mueca volviendo en si. Al momento pasó un personaje con una zapatilla Le habian sacado un zapato a Laimi. Volví a encaminarme y observé si en mi mano seguia mi tesoro mágico, mi varita, y... ¡no estaba mi varita! -¡Santos grillos!-bufé y me decidí a correr entre toda la jarana invadido por duendes en dirección a los animales. Tenía que llegar. Por lo menos en el pasillo de entrada ya habia un sin fin de personitas azules alfombrando el suelo o quemadas, petrificadas o muertas. -¡Hay que capturarlas!- grité por el pasillo oyéndose muy opaca mi voz y continuamente hablando mi voz comenzó a perderse en el tumulto de personillas y los sonidos de sus aleteos. - ¡Yo no sé hacerlo, no soy muy estudioso de los hechizos que digamos, y por más aún, me robaron mi varita!-se oyó un grito de mi parte y nada más.
  17. ¡LOS ANIMALES DEL MUSEO ESTAMOS DE REHENES! http://img3.wikia.nocookie.net/__cb20111002135109/es.harrypotter/images/f/fe/P2_Duende_de_Cornualles.jpg Off: NUEVO ROL: iNVITAMOS A TODOS A SUMARSE AL ROL DE ALGUNA FORMA, LA IDEA ES DRAMATIZAR DE NUEVO EL ASUNTO :3 ESTO ESTÁ QUE ARDE. ¡POBRES ANIMALES, NO HAN COMIDO EN SEMANAS, Y MÁS ENCIMA SIENDO ATORMENTADOS POR CRIATURAS! --------------------------------------------------------------------------------------------------------- La oscuridad era absoluta. Acababa de terminar de subir la escalera rumbo al despacho de Luna cuando un reboloteo chillón, entre risas agudas y malévolas se oyeron a lo lejos de un par de pasillos. Me volteé: y nada.... el sonido se detuvo. Volví a mi posición y seguí mi camino: Espera, creo que de nuevo se oía: escuché risotadas chillonas y aleteos sucesivos de lo que parecerían pequeños pajaritos del diablo o gorriones con un conjunto de moscas. Y luego se oyeron unos pasos a lo lejos, más abajo. ¿Había llegado gente a ver al grupo de pájaros que se asentaba en la sección de aves mágicas?- me interrogué alzando una ceja. No, no podía ser, tal vez era algún elfo dándole comida a los animales o...- ¿de verdad habian llegado clientes con toda esta roña, desorden y polvo que adornaba cada área de las paredes? Mejor era ir a ver. Si, porque era extraño que los duendes no hayan limpiado nada ni hecho absolutamente ningún trabajo ni mantención por lo que parecía. Esto estaba un abandono total. Pensé en Luna recordando que le gustaba mantener esto vivo, o aunque sea así había sido en el primer día; y me dije: Luna no está aqui, de seguro. Entonces quién... Y bajé corriendo las escaleras entre la oscuridad Había algo ahí, era un cuerpo sumido bajo la oscuridad subiendo la escalera (@Kutsy) ; y pasé a atraerla y me volteé pasando a llevarla conmigo y cayendo escalones a bajo entre los últimos peldaños. -¡quién eres! -grité alterado a la defensa- lo siento, ¿eres un cliente? ¿qué deseas?- y de nuevo mi mente se bloqueaba- ¡Ladrón, ladrón! En el mismo momento, lo que jamás imaginé que sucedería ocurrió. Un conjunto de duendecillos que ni cuenta me había dado de donde aparecieron comenzaron a esparcirse dando aleteadas y gritando en la oscuridad con gritos agudos de tetera endemoniada; gritando y riendo en el aire se abalanzaron contra nosotros tirándonos el cabello, babeándonos y arrastrándonos por el suelo. Sus insignificantes y diminutos ojos de duendes cornualles alumbraban el pasillo terroríficamente. -¡Duendecillo! ¡Perros del demonio! -gritaba como condenado dándoles bofetadas y patadas siendo tomado por completo desde las cuatro extremidades, mientras a Kutsy le intentaban sacar los zapatos. Prendieron las luces y me di cuenta que cada rincón del lugar estaba invadido por esos demonios. Ni una punta de las paredes estaba virgen de ser pisadas por esas alocadas patas.
  18. Entré al terreno del museo sin ganas de siquiera acercarme a la entrada. Sabía que me había responsabilizado de un trabajo, había sido contratado y todoy para qué, si cuanto tiempo era que no había venido. Según yo ya al tercer día estaría despedido, pero me sorprendió y tuve un gran sentimiento de nostalgia cuando fui a la oficina de registro de negocios y vi aún mi nombre en los empleados, que tierna esa Luna, sonreí recordando los momentos que pasé en el museo y me decidí a seguir caminando hacia la entrada. ¿Pero qué le iba a decir? No tenía nada lógico o convincente para poder chamullar, pero era verdad que no habia estado aqui, ni siquiera en este mundo mágico; me había ido, pero no sabía cómo, no recordaba...Tal vez había sido víctima de algún encantamiento, pero que tonto sonaría si le diría algo así, sólo recordaba una batalla con una chica y un chico que habían llegado al museo hace tiempo destruyendo todo mientras nosotros corriamos tras ellos intentando atraparlos como unas verdaderas ratas arrancando de su depredador. Pero qué pasó conmigo después ni idea... Tenía un poco de temor, pero no de Luna, si no que me sentía un poco culpable. Aunque era duro y un tanto frio a veces con la gente, tenia mi personalidad, pero no me gustaría haber tenido el apodo de irresponsable y desleal . Sólo quería verle la cara pronto a Luna y pues, verificar si simplemente se había olvidado de retirar mi nombre de la lista de empleados o era una broma, porque le había fallado en todo sentido, y lo peor de todo es que de seguro había sido el único. Entré por la puerta y el polvo me hizo estornudar, e hice una mueca de incomodidad por mi mismo; me decidi y levanté la frente sacando pecho y ordenando mi ropa negra y mi cabello un poco mas largo de lo normal dejandolo ordenado tras mis hombros y me encaminé directo a la oficina de Luna por sobre el polvo y la oscuridad, quién de seguro estaba igual de guapa que siempre. Lo siento Luna, dije entre mi mientras caminaba y mordí mis labios porque estaba seguro, y esperaba que no fuera así pero, casi nunca me rebajaba por alguien más, y al parecer tendría que hacerlo ahora si quería el trabajo....A no ser....que me haya extrañado, dije dentro de mi y sonreí un poco notando que aún en momentos asi mi buen sarcasmo continuaba en pie. @Luna21 Off: Les quiero pedir perdón a todos, Luna, en especial crei que ya no estaría en los afiliados jeje u.u mp.
  19. Nick en hl.org: Aleister Creowley Nombre: Erwin País: Chile Saludos, espero que no haya sido necesario el postear pero lo hice por si acaso. Hace tiempo no venía y eso.
  20. Tanto tiempo era que no venía por este castillo que temía me hayan olvidado, y de seguro que sí. Situaciones no me habian ni siquiera dejado tomar la academia aun, pero ya estaba aqui, esperaba que estuviera alguien o que me encontrara a alguien para poder explicarle la situación. Me adentré por los sitios del castillo y enfoqué mi caminata directo hacia este. Esta vez llevaba una ropa un poco más clara: Polera amarilla mostaza, jeans y unas zapatillas de montaña, ya que por un buen tiempo vesti solo con tonalidades negras. -Ojalá estuviera Ariane, quien me adoptó, asi me ahorro una buena explicación de quién soy-murmuré un tanto nervioso, aunque si bien decidido a que tenia que internarme de una vez por todas con la familia que me habia aceptado a mi llegada en este mundo mágico. Èxitos, Aleister, busqué mi varita en mis bolsillos por si acaso.
  21. Y nos encaminamos hacia el lugar donde habia apuntado. En el recorrido hacia el lugar, un pequeño micropuff se posó sobre la cabeza de Lady, lo cual me generó una sonrisa. Lo empujé con un dedo, deslizandose por su cabello, hasta caer a su busto. Reí. -parece muerto- Comenté mientras me sentaba. Oh verdad, ¿se supone que tenia que darle el asiento a la chica antes de sentarse el hombre no? Neh, que lo haga ella, dijo mi mente. No estaba acostumbrado a ser tan amable, pero bueno, creo que esto servirá: Saqué mi varita disimuladamente, e impulsé con suavidad el asiento de mi compañera hacia atrás para que pueda tomar su lugar. -Ahora si. ¿Qué tal te ha ido en el renacer?- Sonreí leve.
  22. Mi boca sonaba incluso dos metros de distancia alrededor de mi, a cualquiera que me haya visto comer en ese momento. Siempre era así, aunque a veces sabía comportarme. A veces... El bar estaba escasamente con clientela, aunque habian unos que otros en las orillas llenando algun espacio del bar, y sirviendose copas o no sé qué cosas. Yo por mi parte, comia unos quequitos bien ricos hechos por los elfos, y un capucchino al cual no habia nada que reprochar. "Estaba en mi salsa". Con los dedos blancos de azucar polvo y mis labios manchados en capucchino me piyó Luna. ¡Que verguenza! Cuando la vi esbocé una sonrisa para no reir y me contuve. Asentí a todo lo que decía, afirmando con una u otras palabras; y para no lograr que finalmente me echaran del trabajo, me levanté, y tomando un último queque, me lo eché a la boca mientras me limpiaba, dejando a medias el capucchino, al momento que le seguía el paso a la jefa rumbo al hall. -Perdón, no habia desayunado- Dije apenado y sonreí leve. Hasta que llegamos al hall. Y para mi sorpresa estaba la chica de la taberna. Creo que su nombre era Esmeralda. Claro, cómo olvidarlo si ese dia, con la embarrada que habiamos dejado en aquel bar, sería dificil de olvidar; pero al parecer estaba acompañada, de una niña. ¿Sería su hija? -Hola- miré a mi conocida a los ojos y al instante miré a la pequeña que creí me seguia con la mirada. Claro, me estaba mirando. Sonreí levemente, para intentar agradarle y volví la mirada a Esme -No creí encontrarte de nuevo, ¿cómo estás? De seguro la pequeña se preguntaba en la mente quién me creia yo, o quién era este personaje que parece dementor con su ropa de negro. -Luna, no te preocupes - me acerqué a ella y le hablé un poco más bajo - intentaré hacer las cosas bien. Y perdona por haberte hecho tanto lio anoche. Le sonrei levemente, y llevando mi dedo indice despacio a su mejilla, mágicamente le dejé dibujado un pequeño patito. @Luna21@Esme2016
  23. Ya habia llegado hace un par de minutos al bar, asi que subitamente me acerqué a Lady por detras. Con la música y todo era dificil que me viera tan rápido, asi que tome su cintura por sorpresa, y sonriendo le saludé. -¡Ey, hola! Perdón eh...habia llegado antes. ¿Cómo estás?- Titubeé al ver lo bien que se veia, más lo disimulé, o lo intenté aunque sea, volviendo la mirada a otro lado y cambiando de tema rápidamente. -Esta camisa es un lio- reí mostrando mi camisa blanca ensanchada a medida que recorria el antebrazo; y el pantalon y los zapatos oscuros, no faltaban en esa ocasión. Claro que no. Y continué mi conversacion; -.Crei haberme perdido, pero llegué bien. Tu te ves genial al parecer, te ves linda. ¿Entramos? -apunté hacia adentro. @
  24. Nuevo dia, nuevo look. Ya iba camino al museo, subiendo las escalinatas de piedra. ¿Me habré tardado? Me recalcaba regañandome por haberme levantado un poco a destiempo, aunque aun era aceptable la tardia del atrazo, de todos modos. Vestia un pantalón de tela negra con zapatos formales y una camisa oscura la cual habia dejado un par de botones sin abrochar para dejar ver un collar antiguo: una runa odínica, que usaba hace mucho tiempo ya. Sentía que me daba "suerte". Y en eso entro al museo y me encamino al despacho de Luna. Habia quedado en una charla personal junto a Luna por motivos ya más elaborados respecto al trabajo. Toqué un par de veces la puerta y entré. La mano me bofeteó la cara al instante. ¡Que porfiado el chico con la pelirroja!, me dije. Estaba ahi en el museo nuevamente, a primera hora en el despacho. No hice más que reir y mirando a Luna sonrei amistosamente avisandole que mejor luego vendria. -No quiero ser molesto, ayer ya se las ***i, asi que... -alcé el pulgar hacia ariba al estilo romano abriendo la puerta por mi espalda- avisenme. Lo siento Luna, creia que venia atrazado pero he llegado muy temprano, al parecer.- Y me encaminé al bar. No habia desayunado en casa, asi que decidi que seria un buen momento para uno.
  25. Off: tengo que ir a inscribirme ahora al MM o no es necesario? .-. On: Con el ánimo un poco más aceptable, me decidi a esperar a que Joaquin terminara su dicurso, aunque claro, no le escuché mucho. Sólo me limité a esbozar una sonrisa amistosa, o más que amistosa: deseosa que terminara de vociferar, porque queria ir al baño... Ya tenia las manos en mi entrepierna cuando acabó, entregandome su mano de nuevo en gesto de paz. Yo ya iba de a poco, lentamente, camino hacia el baño. Y saqué una mano de mi entrepierna estrechandola con su mano más que nada porque estaba apresurado de mear, y le respondi que estabamos en amistad y que no se haga problemas. Mis pasos se oyeron a crujidos en las tablas del piso cuando corri al baño apresurado y me encerré. Uff. Una verdadera sonrisa y cara de satisfacción iluminó mi rostro.

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.