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Lawan Nguyen Thanh

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Todo lo publicado por Lawan Nguyen Thanh

  1. El aroma a hierbas inundaba el bungaló de Lawan, el miraba tranquilo el cielo, el sol apenas salía y le daba un tono naranja al lugar, el silencio del lugar y la quietud del mismo. El amanecer desde la Universidad era solo la fachada de lo que sería la prueba de Catherine. El anciano bebía un té junto con una serpiente, cuando pudo notar una figura acercarse, levantó la mano al parecer Catherine no había intentado renunciar a la prueba, así que estaba lista. - Estoy complacido de verte aquí, primero caminemos, necesito conversar contigo. – El viejo apuntó el sendero que se dirigía al centro del Ateneo. - La prueba se efectuara en el corazón de la Universidad, en la sala de los siete portales, así que te explicare un poco cual será tu tarea. – - Primero, tu varita, amuletos, anillos, y cualquier artefacto mágico, quedan prohibidos. – Extendiendo su arrugada mano. – Necesito que me los des, te los entregare cuando sea prudente. – Sacando un pequeño saco de tela, para que Catherine colocara sus pertenencias. Las pisadas de ambos se vieron interrumpidas por los primeros cantares de los pájaros, llegando al lago donde se podía observar la isla que contenía los portales para las pruebas. - Primero atravesaras el rio con tus manos. – Mirando un pequeño bote esperando para que Catherine remara. El anciano sonrió, no era una tarea difícil, aunque jamás le explico que los remos de madera, estaban envenenados. Las astillas lastimarían la piel desnuda de la mujer, facilitando la entrada de las toxinas, con cada movimiento de los remos. Un poderoso veneno que afectaba principalmente su vista y producía un cansancio extremo. -Una vez en la isla, deberás llegar a la entrada del laberinto de setas… en el bosque crecen hojas que te podrán ser útiles. – El anciano veía las aguas del lago que rodeaba la isla. – Necesitaras ofrecer un regalo a un amigo. – Lawan sonrió, ojala que Wootanga aquella boa que más de una vez hablo mal de Catherine no fuera un obstáculo muy difícil de vencer y aceptara el regalo que ella le haría. -Mi amigo es de Cantho, y ama los dragones rojos. – El anciano llevo su cansada vista sobre un par de árboles frutales, esperaba que Catherine entendiera la referencia a aquella fruta, había logrado hacer crecer algunas frutas de Vietnam en ese lugar. -Una vez adentro del laberinto, buscaras a alguna serpiente que te guie. – El anciano giro para ver el rostro de Catherine. – Algunas mienten, otras solo juegan y son pocas las que te ayudaran, en el laberinto encontraras una tierra con propiedades excepcionales. – -Te estaré esperando dentro de la sala, que se encuentra en el corazón de la isla. – Las pruebas del arcano eran relativamente sencillas, pero acaso Catherine era tan persuasiva para convencer a las serpientes, y pedirles ayuda El arcano había enseñado a hacer un bezoar casero a la mujer y a su compañera, serían tan listas como para juntar los ingredientes necesarios. El anciano, saco otro saco pequeño de lino, el cual era realmente limpio. Un cuchillo de plomo, un pequeño cuenco, y un poco de fruta era lo que contenía aquella bolsa. -Espero que no tengas dudas, adelante, tu destino te espera. – El anciano desapareció dejando a Catherine y a Zoe en la orilla del agua.
  2. Lawan volvió a girar complacido, su alumna estaba lista para enfrentar los retos, asi que simplemente le susurro aun en el idioma de las serpientes, ella ya era capaz de entender la lengua sin necesidad. - La prueba será dentro de una semana, te veré a las 7 de la mañana en la puerta de mi bungaló, allí donde nos conocimos- Dijo el anciano, tomando su varita de cristal con sus huesudas manos, para dibujar algo en la tierra. - También tengo una petición muy especial que pedirte. - Volteó el anciano hombre para volver a ver a la mujer. – Quiero que cuides a Zoe – Sentenció mostrándole el dibujo en el suelo– Ella confía en ti, y tu pusiste tu confianza en ella, es por eso que me gustaría que te hicieras cargo de ella, sé que quizás veas esta petición algo sorpresiva o quizá algo descuidada, pero ella no pertenece a este lugar, confió en que será una excelente amiga y una buena compañera para la prueba.- El hombre hizo una floritura con su varita dentro del dibujo, abriendo lo que parecía un portal. - Sin más que decir, me despido. – Bajando un poco la cabeza, mostrándole sus respetos a su alumna. – Siete días, a las siete horas de la mañana, si no llegas lo entenderé, pero si deseas venir, te sugiero como a todos mis pupilos, que desayunes bien, este último reto te exigirá demasiado física como mentalmente, entendido. – Apuntando con la vara de cristal la entrada de aquel portal. -Te llevara a la universidad. – El hombre saco de nueva cuenta la bolsa de plástico donde quedaban solamente dos frutas más. – Espero verte pronto. – Ofreciéndole una de las frutas a Catherine, la cual incluso su tono de voz parecía más relajado. Lawan se inclinó nuevamente para mostrar su respeto y dio media vuelta, mientras regresaba al bosque. – No llegues tarde. – Se pudo escuchar entre las plantas cuando el anciano se perdió entre los arboles de la selva, necesitaba algunas cosas para la prueba.
  3. El anciano sonrió, la serpiente bufo y siseo lentamente. – Una bruja perdiendo sus poderes. – Sus palabras eran lentas y claras, el basilisco parecía conocer sobre eso. – No es motivo vergüenza admitir que te sientes débil, las flores en el campo se marchitan, las estrellas más brillantes del cielo llegan a perder su brillo. – La enorme serpiente se movió hacia adelante levantando su gigantesca cabeza.- Cuando llega la primavera, las flores regresan, nacen estrellas. – La serpiente se arrastró hacia atrás, moviendo su enorme cuerpo de nuevo de donde había aparecido, arrasando y destruyendo todo lo que se interponía mientras la serpiente se retiraba. – No eres la primera persona en sentirse débil. – Giro la cabeza el viejo hombre y le mostro su amarillenta sonrisa. – Las serpientes llaman a los parlantes con sus trepidantes palpitaciones. – El anciano sonrió y abrió lentamente su pequeña bolsa de fruta. - Ya lo menciono aquel basilisco, el ciclo es infinito, tal como el ouroboros. – El Arcano dibujo con ayuda de su varita una representación de la serpiente comiendo su cola. – No eres la primera persona que rompe un contrato. – El anciano empezó a caminar hacia el otro lado del bosque, esperando que ella lo siguiera. - Puedes quedarte asustada, temerosa de perder todos tus poderes, existen antiquísimas historias que narran las desaventuras de brujas y magos en su locura y desesperación por perderlo todo. – Las palabras del anciano fueron templadas mientras avanzaban por el lugar. - O puedes enfrentar a tus demonios, demostrar que estas preparada para los retos y que tu poder no se hace débil, solo está dormido y es hora de despertar. – Lawan giro en su eje con poca gracia, típico de un hombre de su edad, pero con su sonrisa sincera y su expresión serena. - Catherine Stark. – El vietnamita miro directamente a la mujer que lo seguía junto con aquella serpiente pequeña. – Considero que estas lista para enfrentar mi prueba, saliste ilesa y parece que deseas probarte a ti misma, que puedes hacerlo. – Dando una última mordida a su fruta para tirar el resto en la maleza. - Es mi deber preguntar tres veces, así que lo hare. – Los ojos negros del pequeño hombre se clavaron en la mirada de Catherine. - ¿Estas lista para enfrentar la prueba de los hablantes? – Lawan quedo en silencio, había llegado el momento de enfrentar la tarea, no sabía si ella sería capaz de aceptar o de retirarse, pero por su última pregunta, esperaba que estuviera lista.
  4. El gigante solo se acercó lentamente hacia la espalda de Catherine, la mirada de un basilisco era una de sus más mortíferas armas que tenía a su disposición, por consecuencia enfrentarse a uno era una tarea muy difícil. Lawan solo miro a Catherine, no parecía nerviosa, en realidad podía sentir serenidad y algo de calma en sus palabras. La cara de piedra de aquel anciano sonrió fugazmente, al escuchar la pregunta de su alumna. -Me gusta. – Siseo la enorme serpiente, el sonido era lento y fuerte. – Es bastante agradable. – Se le pudo entender desde las fauces de tal enorme serpiente. La respuesta de Con rắn lớn fue bastante sencilla, Lawan no conocía exactamente la edad de aquel reptil, desde que tenía conciencia, recordaba las advertencias de su abuela de nunca ir solo con aquella criatura y desde la muerte de aquella anciana, habían pasado demasiados años. El arcano suspiro y levanto la mirada hacia Catherine. - Con rắn lớn tiene muchísimos años viviendo en este lugar, es acaso esa tu única pregunta? – El anciano no podía ser engañado con facilidad, algo le decía que Catherine se estaba guardando algo. – Los basiliscos son serpientes diferentes, su carácter suele ser muy difícil, son seres con una basta experiencia, debido a su larga longevidad . – Apoyándose con su vara de cristal sobre el suelo. – Si ya no tienes ninguna pregunta, podemos irnos. – El arrugado rostro de aquel anciano no parecía sorprendido con la pregunta de Catherine ni mucho menos con la respuesta del basilisco. Lawan lo conocía desde hace años, había sido un error llevar a su pupila con una de las criaturas más peligrosas conocidas en el mundo mágico, solo para que ella indagara sobre su hábitat.
  5. El sol pegaba con fuerza y el mercado era zona llena de muggles, la temperatura había subido considerablemente, el ruido de las personas y los niños jugando en el agua, el mercado flotante de Cai Rang había aparecido enfrente de los ojos de la pupila de Lawan. – Primero, podríamos comprar algunas pitahayas. – Susurro en Pársel el anciano a la mujer, la cual parecía confundida por el entorno. Lawan se acercó a un hombre de mediana edad y empezaron a platicar en lo que sería vietnamita, la ciudad de Can Tho, tenía uno de los mejores mercados flotantes de todo Vietnam. Lawan levanto la mano derecha, y sus huesudos dedos le señalaron a Catherine que abordara el barco junto con la serpiente que la acompañaba. - Can Tho aún es un pueblo fuerte. – Comento el anciano hombre, una vez que la Stark se sentó a su lado en la barca de madera, y el hombre empezó a remar. Acercándose a una mujer joven la cual arreglaba unas plantas en su bote. El Arcano se levanto del barco y con ayuda de su varita de cristal para evitar perder el equilibrio, para que la mujer lo viera después de una conversación en ese idioma asiático. La mujer usando una gran vara le entrego una bolsa de plástico a la cual el anciano respondió poniendo Dongs dentro de la misma. – Vivir con humildad, nunca es malo, cuándos e tiene lo necesario el poder sale sobrando. – Sentándose de nuevo al lado de la mujer, la cual callada solo observaba a su maestro. El anciano abrió la bolsa y ofreció un poco de fruta a la mujer. – Las pitahayas de aquí, son las mejores de toda la región. – Entregando la bolsa de plástico, para mirar el cielo, el barco se alejaba lentamente del mercado y tomaba camino arriba. El tiempo transcurría lento. El camino era tranquilo y la mayor parte del mismo, Lawan solo intentaba abrir sin éxito la fruta dragón, sus dedos no lo ayudaban demasiado. Fue hasta que el balsero hizo un sonido, habían llegado. Lawan se levantó y busco que Catherine lo siguiera después de ofrecerle un par de frutas y algunas monedas muggles, al hombre el cual tomo los remos y se introdujo de nueva cuenta al rio. - Vamos, es algo tarde. – El Pársel ya no era una lengua difícil de entender para Catherine, así que el hombre ya solo usaba siempre ese poder. Una caminata que parecía eterna, los arboles ocultaban la luz del sol haciendo bajar la temperatura solo un poco, Lawan caminaba lento y la mujer lo seguía. – Llegamos. – Levantando su afilada nariz para buscar un aroma en el aire. – Voy a presentarte a uno de mis mejores amigos, es por eso que necesito que estés tranquila. Lawan golpeo con su varita el piso dentro de ese claro, adelantándose un par de pasos. - ¿, estas en casa amigo? – Siseo el viejo hombre hacia la arboleda que se encontraba enfrente de ellos. El silencio fue eminente, hasta que una parvada de pájaros salieron volando desde los arboles hacia el rio. – Catherine, cierra tus ojos, o voltéate. – Susurro el anciano. – También tu Zoe. – Un sonoro ruido prosiguió, los arboles caían, las aves gritaban, Catherine debería suponer quien sería el amigo de Lawan. El aroma fue un poco más fuerte. - Con rắn lớn, te saludo amigo. – Siseo el hombre. - ¿Quién ese ella anciano, es mi comida? – El gran basilisco se acercó a Catherine, intentaba olerla. – No es tu comida, te traje pitahayas. – Interrumpió el arcano, sonriendo complacido. - Catherine, te presento a Con rắn lớn, es un viejo amigo. – Yo no soy tu amigo anciano. – Alcanzo a decir el basilisco, acercando su gigantesca cara hacia el delgado viejo. - No puedes matar algo que ya está muerto. – Lawan miro directamente al basilisco, y le sonrió unos segundos después. – Catherine, mi amigo es considerado el rey de las serpientes, ¿tienes alguna pregunta para él? – El anciano volteo para mirar a Catherine, debería estar atento a la mujer y al basilisco, un pequeño paso mal dado y la serpiente atacaría a la mujer.
  6. - Regresaste.- Interrumpió el anciano el cual contemplaba el cielo desde el jardín, los constantes siseos de las demás serpientes lo habían advertido. Lawan se veía un poco más viejo, quizá fuera por la luz del sol la cual parecía no afectarle demasiado debido a su condición, pero las arrugas y las ojeras debajo de esos ojos rasgados se notaban más a contra luz, así como su cabello opaco, el anciano se levantó del suelo con ayuda de su varita de cristal, la cual constantemente usaba como bastón. - Bienvenidas. – Inclino un poco su cabeza, un saludo típico de la región donde creció, entrando a la pequeña habitación de su bungalo, la casa de Lawan era demasiado pequeña, pero en general un anciano humilde como el no ocupaba una gran biblioteca, o lujos excesivos, con su pequeña cocina y sus amigas se sentía pleno. El viejo hombre arrastro los pies hasta la mesa central y se dejó caer sobre el tatami, para mirar a Catherine y sonreír. – Te vez mucho mejor, deberías cuidar más tu salud, cuando llegues a vieja lo entenderás mejor. – Dejando la vara de cristal en el piso, y doblando las piernas, haciendo un gesto para que Catherine lo imitara. - Veo que el tiempo siempre es la mejor medicina. – Notando como la serpiente se arrastraba del brazo de Catherine. – Tu también te vez muy bien.- Siseo el Arcano, cerrando un poco los ojos. Para mirar directamente a su pupila. – Puedo notar hoy estas rebosante de confianza, y no noto miedo en tu aura, quizá y solo quizá ya puedas enfrentar el desafío. – Siseo en un tono bajo, intentando ver su reacción, Lawan sonrió mostrando esos dientes amarillentos. - Dejemos las preguntas para después. – Buscando su varita de cristal. – Primero, quiero que conozcas a un querido amigo. - Dicho esto, Lawan hizo un movimiento de derecha a izquierda, parecía que había destruido el espacio, pues un portal negro se hizo presente. – Entonces, señorita Stark. – Poniéndose de pie. – No tarden mucho.- Término siseando el anciano, dando un paso y desapareciendo dentro de aquel agujero. - - - La temperatura se elevó inmediatamente, la humedad, incluso el calor del sol parecía ser diferente. Los mosquitos y las risas de los niños, así como de fondo palabras en un lenguaje completamente desconocido, el olor a flores, fruta y agua. Habían dejado la universidad.
  7. La mirada cansada del hombre se enfocó en Catherine y en la serpiente, por lo que hizo un ademan para que ambas lo siguieran mientras sonrió para sí mismo. – Vamos a sentarnos un poco. – Recalco un poco el anciano, ya no era tan joven como hacía 50 años y había tenido un día relativamente pesado con sus demás aprendices, con la ayuda de su varita de cristal como si se tratase de un bastón, se sentó en el piso de nuevo, para continuar observando a la joven. - Necesito que tengas un compañero, todas las serpientes de mi vivienda viven aquí por gusto, no es que sean mis mascotas, son mis amigos y han venido a estar conmigo. - Aunque no lo parezca, Lawan laoshi suele ser muy amable. – Interrumpió la coral que remontaba por el brazo de Catherine para susúrrale cerca del oído, la pequeña serpiente parecía cómoda al lado de su pupila. - ¿Sabes quien fue Herpo el loco? – Acomodándose sobre el suelo, el anciano atrajo un libro de la repisa, a la mesa con un simple movimiento de su varita. – Se sabe que él fue uno de los primeros magos tenebrosos, un reconocido mago griego creador de maldiciones, y un hablante obviamente. – Abriendo el grueso libro, donde venía una imagen del famoso mago mencionado. – La historia puede ser confusa, no se sabe a ciencia cierta todo lo que realmente paso, la historia suele ser un camino de aventuras en el campo de la ambigüedad, pero si algo se sabe, es que él fue uno de los primeros magos en demostrar el don de los hablantes en Europa. – Colocando un separador en el libro para cerrarlo. - Por ahora, hemos terminado la clase. – Ofreciendo el libro a la mujer. – Quiero que descanses, te veo muy cansada, que comas bien y que leas un poco sobre “El Loco” saldremos de viaje en dos días. – - Zoe, hazme un favor y ve con ella, necesito que tenga alguien para conversar, te lo pido humildemente. – El anciano se inclinó hacia la serpiente después de sisear, ella solo miraba la escena y acento con la cabeza. - Catherine, cuida a Zoe, es solo una cría, te veré en dos días en mi bungaló, haciendo aparecer un pequeño saco de lino. – Esta es una mezcla de hierbas, bañadas en licor de serpiente. - Abriendo la bolsa para que la mujer observara el contenido, y un peculiar y tenue aroma de petricor emano de la misma. - El té puede ser un poco amargo, pero ten por seguro que te relajara lo necesario y te ayudara a la concentración, de todas formas ella es una experta en hierbas. – Apuntando a la serpiente la cual había descendido desde el brazo de Catherine a la mesa y metido la cabeza en el saco, el aroma atrajo directamente al reptil. – Anda a descansar, te veré en dos días, y por favor esta vez utiliza la puerta.- El anciano sonrió, sus dientes amarillos, su expresión fácil, Lawan no era lo que muchos consideraban un profesor, pero confiaba en que Catherine solo necesitaba algo de practica y con ayuda de Zoe, ella estaría lista para los siguientes retos, al menos parecía que ya no se le dificultaba entender cuando hablaban en Pársel, lo que era una gran mejora, ya que habian estado hablando entre ellos en Pársel y parecia ser cada vez más natural para la joven mujer.
  8. - El veneno de Zoë, es de carácter neurotóxico, no te preocupes si no puedes respirar con tranquilidad. – Menciono el arcano al regresar, Catherine era algo extremista, algo que hizo sonreír al arcano, una mujer segura de sí misma y sus acciones lo demostraban, era una guerrera innata. - Este tipo de hojas crecen en terrenos rocosos, las plantas que sobreviven en este tipo de terrenos suelen ser las más efectivas. – Continúo el hombre, el cual cargaba con un saco de tierra, en las manos. – También recuerda que la tierra más rocosa, suele tener más concentración de minerales, los cuales sirven para absorber las toxinas, en especial el plomo, en grandes concentraciones puede ser peligroso, pero con algo de tierra el plomo ayudara como catalizador. –Dejando el pequeño saco enfrente de Catherine, la cual empezaba a jadear un poco. – Yo suelo usar lino, para que se absorba mejor en el cuerpo humano y funcione como un cálculo, pero cualquier tela natural te servirá, en caso de urgencia busca algo de follaje para crear la bolsa, para poder tragarlo. Lawan tomo la tierra, la envolvió con las hojas y después uso la tela de lino, para formar una especie de bolsa pequeña. – Actualmente existen amuletos mágicos que actúan de forma similar, imitando las propiedades naturales y salvaguardando al portador de este tipo de problemas. – Sacando de la bolsa de su pantalón, un anillo plateado. – Los creadores de este artefacto son los guerreros Uzza, no se mucho de ellos, pero conozco algunos de sus secretos y habilidades, y este anillo es particularmente útil para un hablante de Pársel. – Empezando a amasar la bolsa de lino, la cual estaba llena de tierra y hojas. – Pero algunas ocasiones no tendrás acceso a este tipo de magia, o a transformar algo en un bezoar, en China existen increíbles magos y brujas con conocimientos ancestrales de magia natural, herbologia y pociones, ellos usan el poder del conocimiento, que es mucho más útil que la magia. – Terminando de hacer un bezoar muy rustico. – Finalmente usamos agua caliente, para sumergirlo; esto será una imitación del estómago de las cabras, que es donde los bezoares nacen naturalmente. – - El veneno de Zoë aún no es poderoso porque es muy joven aun. ¿Verdad? - Pregunto el anciano directamente a la serpiente la cual parecía haberse acomodado en el brazo de Catherine, habían pasado varios minutos y ella continuaba allí, escuchando todo. – Nací en septiembre, en la época de monzones. – Respondió la coral. – La especie de ella, tiene colmillos poderosos que usan para destrozar a sus víctimas, necesitaras algo para que la herida no sea más peligrosa. – usando las hojas que le sobraron sobre la piel de la mujer. - En Inglaterra muchos transmutan objetos en bezoares, es muy útil cuándo se está apurado, pero recuerda que ese tipo de hechizos no soportan mucho tiempo y algunos venenos son tan potentes que se necesitara repetir varias veces el proceso. – Sacando el saco del agua, el le ofreció el resultado a Catherine, era evidente que el veneno avanzaba por su sangre, lo cual no era realmente un problema, Lawan conocía las propiedades del veneno de esa especie de coral, Permitía aguzar los sentidos aunque, lo que ayudaría a Catherine a concentrarse y entender cada una de las palabras del mago, ya que había estado hablando en Pársel desde que regreso con la tierra. Sabría que la serpiente le inyectaría las toxinas, quizá fuera una jugada peligrosa, pero ningún alumno había muerto y Lawan no quería que el fuera el primer arcano con estudiantes fallecidos y mucho menos por un paro cardiaco por la excitación en aumento de los sentidos. Lawan miro a Catherine tomar el bezoar y tragarlo sin duda, estaba aceptando la habilidad como parte de ella, no le cabía ninguna duda Catherine cada vez era más fuerte, se estaba sintiendo más cómoda con las serpientes. El arcano volvió a sonreírle a la serpiente, la cual seguía curiosa sobre el brazo de su alumna.
  9. El anciano sonrió complacido, Catherine podría llegar a ser la alumna más difícil que el arcano hubiese tratado, falta de confianza, miedo, había muchas cosas que turbaban la mente de la mujer, pero en fin el trabajo del arcano era esclarecer todo eso, una lástima que nunca hubiese conseguido un libro de pedagogía, quizá debería encargar unos cuantos para su próximo viaje al callejón Diagón. - Anda, acompáñame a la cocina. – Levantándose lentamente hacia la estufa que se encontraba detrás de ellos. – Muchos miedos son patológicos y algunos están arraigados a nosotros con raíces tan fuertes y poderosas, pero no hay raíz que se resista a una buena hoz y a un campesino decidido a recoger la cosecha. – El anciano volvió a sonreír. - Espero poder ser esa hoz que te ayude a encontrar eso que buscas. - - Cuando yo era un niño, hace muchísimos años. – Haciendo un gesto algo pueril, para que la mujer observara su cara llena de arrugas. – Mi madre me llevaba a los campos de arroz para conocer serpientes, mi madre y toda la línea de mi familia tienen esta habilidad, por lo que nunca fue algo extraño en mi hogar, pese a que mi padre fue muggle, pero lamentablemente eso no pasa con todas las personas que tienen este poder. - - Para muchos, escuchar a las serpientes puede parecer asombroso, pero a otros les aterra. – Poniendo a calentar un poco de agua sobre un traste. – Recuerdo a un joven en Singapur, víctima de ofidiofobia. – Lawan sonrió divertido, recordar sus antiguas memorias era algo que atesoraba. – Uno de los secretos, es hablarles a las serpientes en tu lengua, pensando que te podrán entender, muchos magos piensan sus palabras y simplemente las dicen en Pársel, es casi automático, todo está en la mente.- - Regresando al tema, tú no eres como él, por la fuerza de tus palabras y actos deduzco que eres una mujer fuerte, segura de ti misma, que le teme a pocas cosas, quizá por eso te sientes así… podrías pasarme las hojas de Bai Ji Guan, que se encuentran debajo del cajón. – Apuntando cerca del suelo. – Una de las primeras cosas que los hablantes deben de aprender, es en confiar en las serpientes, si confías en ellas, será mucho más fácil que las entiendas y que te entiendan, mi abuela me enseño a hacer bezoares tradicionales chinos, y es algo que me gustaría enseñarte, eso te ayudara a sentirte más relajada con las serpientes; por cierto si no encuentras las hojas, pregúntale a Zoë, ella vive en mi cajón de hierbas. Los brillantes colores de la serpiente se hicieron notar cuando salto al ver las manos de Catherine, lista para atacar y mostrar los colmillos. – Dile que necesitamos las hojas de bai ji guan. – Alejándose de la cocina para entrar a su pequeña biblioteca, el vietnamita había dejado a Catherine con la coral la cual no era muy grande, pero sus colmillos parecían bastante afilados. La Stark sería capaz de convencer a la serpiente de que le permitiera meter la mano a su guarida y que la ayudará a encontrar las hojas
  10. El arcano por fin abrió los ojos al escuchar un ruido que provenía del portal, coloco su varita de cristal en el suelo imitando a un bastón, una figura etérea se disponía a salir de aquella puerta. -Bienvenida. – Susurró el arcano los ojos rasgados de aquel hombre se alegraron al ver por fin a Lyra de vuelta en el salón la expresión del anciano denotaba que se sentía satisfecho de que Lyra saliera por fin del portal. Lawan no era un ser humano que disfrutara la compañía de los otros, pero en ese momento agradeció volver a ver a la mujer. - Mis más humildes felicitaciones. – Inclinando la cabeza lentamente. Conocía las dificultades de las pruebas y la rigidez del juicio que se emitía en el portal para decidir si el usuario era capaz dominar la habilidad. La serpiente que acompañaba a Lawan se arrastró hacía la mujer, parecía que se encontraba fatigada. – Hoy tuviste una dura aventura, sobreviviste al bosque, superaste muchos obstáculos sin ayuda de tu magia, y lo más importante, ganaste el juicio que esta sala te tenía preparado. – Sonriéndole a Lyra cuando la cobra se deslizo sobre ella, también la quería felicitar. Levantó su puño derecho, donde su anillo resplandecía con un tenue brillo. Este anillo representa el pacto que ahora tienes con la habilidad y conmigo. – Apuntando sus ojos hacia la mano de Lyra, para que ella pudiera notar que el anillo que le había confiado hace un par de horas había transmutado en una joya más parecida al anillo que el mismo vampiro usaba. - Felicidades por tu arduo trabajo, me complace hacerte entrega de tu anillo de habilidad. – Se inclinó un poco más el anciano hombre. – Con esto, Lyra ahora perteneces a grupo de magos y brujas, que han dominado la lengua de las serpientes, y me siento orgulloso de ti. - Este anillo simboliza el contrato que acabas de sellar, sal de aquí y aprovecha tu poder, esta habilidad te proporcionará nuevas llaves para encontrar conocimientos nuevos, conocimientos de otras culturas, y como pude ver a hacer nuevos amigos. – Finalizo el mago sonriendo para mirar a Hayley, cuando los anillos perdieron el brillo que los rodeaba. Apuntando con la enorme vara de cristal la salida del lugar. – Ve a casa y descansa, hoy hiciste un trabajo estupendo, ruego por que volvamos a vernos, ahora que tienes un contrato conmigo.- Mostrando el anillo en sus delgados y viejos dedos, indicándole que era hora de separar sus caminos, aunque quizá no fuera la última vez que el Arcano viera a esa mujer rondando por el ateneo.
  11. - Lawan laoshi, tenemos a una oradora con nosotros. – Dijo en tono burlesco el joven emperador acercándose hacia la mujer, sus ojos color ámbar observaban con detenimiento a Catherine y su sonrisa continuaba torcida, el emperador se estaba riendo en la cara de Catherine por sus comentarios. – Mantas, piedras, ¿De qué demonios estás hablando mujer? ¿Solo hablas con sandeces para impresionar al laoshi?- Replicaba el hombre, levantándose un poco para colocar su rostro enfrente del de ella. – Existen pocos caminos para los cobardes.- Las palabras del joven emperador cada vez eran más alargadas. – Simplemente huye, como todos los cobardes, o muere- Lawan en cambio tenía esa expresión seria en su rostro, bajando la mirada para escuchar las palabras de su pupila, y dio un largo suspiró. – Solo necesitas aprender a florecer.- Colocando ambas manos sobre su varita de cristal y usándola como un callado, para sonreír complacido, la clase había empezado oficialmente. - Laoshi, no diga tonterías, no busca poder, no busca conocimiento, solo quiere ser hablante por que debe de serlo, que tipo de estupideces son esas.- Reclamó el emperador al anciano, para mirarlo por un segundo y volver a poner su rostro enfrente de ella. – Eres acaso una mujer sin metas, me repug...- - Ya basta. – Golpeando el suelo con la varita e interrumpiendo al emperador Lawan levantó la voz, la ilusión desapareció tan rápido como apareció, la sala del imperio en Hanói ya no estaba; Catherine y el viejo profesor se encontraban de nuevo en el bungaló, enfrente de ella estaba Wootang una de las serpientes más grandes que habitaban con el arcano se encontraba cara a cara con la Stark. - Retírate Wootang, ya fue suficiente. – Los ojos amarillos de la boa lanzaron una mirada furiosa al Arcano, después hacia Catherine, aun con su expresión burlona, bajando el cuerpo y arrastrándose sobre el suelo para salir al jardín. Se había resignado a acatar la orden del viejo, pero por su expresión la boa no se encontraba nada satisfecha. - Wootang, puede ser un poco…- Suspiro resignado, tomando asiento nuevamente en el suelo alrededor de la mesa. – Te pido una disculpa, es algo... ¿rudo? – Sonriendo apenadamente, el anciano espero a que Catherine se sentara de nuevo. - Muchos alumnos vienen aquí buscando poder, aprender esta habilidad para ser más fuertes. – Vacilo un poco. – Son escasos los alumnos que realmente quieren entender esta lengua no solo aprenderla, las serpientes no son criaturas sencillas, son como los hombres, amables, arrogantes, odiosos, las serpientes también son así. Supongo que has notado que Wootang es una serpiente traicionera que busca poder… Creo que por eso es uno de mis mejores amigos. – Suspiro de nueva cuenta el hombre, para continuar. – No hagas caso a sus palabras, tus razones son válidas, y tal como lo dije, muchas flores nunca aprender a florecer y mueren en la oscuridad, pero existen algunas como la flor de udumbara, que logra florecer en los lugares más inhóspitos. - El objetivo de la ilusión no era que conocieras a un emperador, si no que mantuvieras una conversación con una serpiente, muchas veces los hablantes tienen miedo y les cuesta entender a las serpientes, me dijiste que pensabas que eran fantasmas, fue una pena que Wootang sea tan grosero, pero quiero pensar que entendiste cada una de las palabras que fueron dichas por él y por mí, dado que desde que levante la ilusión solamente hemos estado hablando Pársel.- Se habia dado cuenta ya Catherine de ese detalle
  12. - Lyra es muy fuerte.- Mirando a la animaga que se encontraba a su lado, el arcano recordaba bien cuando Hayley fallo en su prueba, y había sido castigada por el portal, no entendía bien como había desobedecido al portal, sus dos habilidades se habían convertido en una maldición, pasar de ser una poderosa bruja con dos conocimientos tan avanzados como los de la animagia y el Pársel, a ser hoy en día una serpiente que solo un par de personas podían entender, quizá por eso se encontraba tan nerviosa, acaso Hayley temía que Lyra pudiera fallar. Ella es muy fuerte. Repitió el anciano, hablando hacia la piedra de su anillo. La cobra solo miraba la puerta por donde su amiga había entrado, los minutos pasaban con lentitud el anciano no sabía cuanto tiempo había transcurrido, la noche no tardaba en caer sobre el ateneo, Lyra había pasado mucho tiempo en el bosque con Hayley, había demostrado ser una bruja con habilidades más allá de la magia, con ese carisma la bruja había dominado a algunos de sus potenciales enemigos y ahora tenía a una amiga esperándola en el portal, quizá el arcano debería poder aprender un poco más de la forma de ser de aquella valiente mujer. - Ya no debe tardar, es casi la hora. Susurro Lawan
  13. El arcano bajo la mirada hacia su té verde, mientras escuchaba en silencio los recuerdos de la mujer. – Las serpientes son criaturas listas, muchas veces uno mismo se convierte en sus mascotas y no al revés como los humanos llegamos a pensar. – Mirando a Wootang por un segundo, para volver a su bebida. - Tu madre tenía la habilidad, eso es lógico. – Dando un ruidoso sorbo a su cuenco. – Esta lengua no se aprende por una forma común y coloquial, se necesita estar vinculado a la habilidad desde el nacimiento, las estrellas eligen a los herederos y les regalan este obsequio, pese a la creencia occidental. - En Vietnam los hablantes de Pársel han estado ligados a los emperadores por siglos, lo mismo paso en el imperio de la indochina y las Coreas. Pero.- Dando un nuevo sorbo ahora un poco menos ruidoso.- la diferencia se encuentra en la región geográfica, en Asia los hablantes de Pársel, son considerados afortunados por poder entender a tan majestuosas criaturas. – Poniendo las manos sobre la mesa suspiro un poco para buscar los ojos de su pupila. – Pero en América y en Europa, esta habilidad está mal vista, los prejuicios asocian a las serpientes a la magia prohibida, dañina e incluso oscura. Muchos magos y brujas poderosos tienen miedo a mostrar la habilidad por temor a ser juzgados y lo reprochan como un pecado. Quizá tu madre perteneció a este grupo de personas. -Termina la sopa, y sobretodo bebe la salsa de pescado, te da energía y las especies son buenas para tu cuerpo, en especial la pimienta de Sichuan, tiene un efecto relajante que es lo que necesitas, relajarte y no pensar, estas aquí por qué quieres mejorar tu habilidad. – Volviéndose a levantar de la mesa, para ir por un poco más de líquido y colocarlo en el tazón de mujer. – Si no tienes un cuerpo fuerte, no puedes tener nada. – - Wootang.- Dijo el arcano volteándose a la serpiente para sisearle algo, a lo que la serpiente respondió con algunos silbidos y se retiró. - Te voy a contar una pequeña historia. – Sentándose nuevamente en el suelo. - El emperador Thành Thái, fue conocido por ser un gran emperador dentro de la última dinastía de mi país, la dinastía Nguyen, el emperador un hablante de Pársel tomo posesión del imperio a la edad de 10 años y fue considerado un niño inteligente capaz de hablar Pársel e incluso francés. – - El protectorado francés de esa época le brindo la confianza al joven emperador, pero sus reales consejeras, era un grupo de serpientes que lo ayudaron a buscar la forma de derrocar a los franceses. – Tomando la varita de cristal, Lawan se levantó e hizo un par de florituras extrañas, su bungaló desapareció lentamente, y en su lugar una elegante sala llena de flores y decoración francesa se hizo presente. Detrás del anciano se encontraba un joven moreno con un gorro negro, usaba un gran traje rojo decorado por los símbolos de la dinastía Nguyen y su baja estatura lo delataba, no tenía más de 14 años. – Te presentó a mi… no sé como lo llamen aquí, pero él fue el bisabuelo de mi abuela. – Llevándose la mano sobre su barbilla, para suspirar y apuntar al joven hombre. – Emperador.- Haciendo una reverencia, incitando a que la mujer se levantara y lo imitara. – Esta mujer, es una hablante tal como usted lo fue. – La áspera voz del Anciano retumbo dentro de la ilusión que había creado. – Catherine, si el no tuvo miedo de tomar el imperio, demostrar su fuerza y su habilidad ¿Que te detiene a ti? – Los amarillos y penetrantes ojos del emperador se clavaron en los de la Stark. - ¿Qué te preocupa? Te da miedo la habilidad, te avergüenza, crees que las personas que te conocen y aprecien pensaran mal de ti ¿Porque tienes una habilidad que ellos no comprenden? Tú no eres como mis demás estudiantes pareces ser una mujer que hace lo correcto pese a todo, tienes un código de honor. – Los ojos del emperador seguían mirando directamente a los de la mujer. – Explícanos Catherine, ¿Cuál es tu motivo por aprender a controlar este poder, por que deseas ser una hablante?
  14. Lawan seguía dando vueltas por el salón, miraba con detenimiento el Ouroborus en el suelo su mirada se había clavado en la serpiente tallada cuando una voz familiar lo distrajo de sus pensamientos. -Lyra.- Sonrió ampliamente el mago, había estado esperando por algunas horas y por fin había llegado y lo mejor de todo, con Hayley. -Estaba un poco preocupado, Jianxi puede ser un poco testarudo y no quería ir a buscar tu cuerpo con él, por si algo llegaba a salir mal.- Su serena voz y su extraño acento asiático reflejaban que lo decía más en un tono bromista, parecía que el anciano confiaba en su pupila. Caminó hacia la derecha de donde se encontraba con la mujer, usando su enorme vara de cristal para que ella lo siguiera. – La primera parte, pone a prueba tu sentido de supervivencia y sirve para fortalecer los lazos, realmente esperaba que Hayley y tu trabajaran en equipo, por lo que esta primera parte pudo haber sido algo pesada, te pido disculpas si fue demasiado peligroso, pero siendo honestos esperaba que lo lograras, eres una hábil bruja, con muchos trucos bajo la manga, así que estoy agradecido de que hayas aprendido en este viaje. Apuntando con la vara el portal, donde el símbolo de los hablantes de Pársel se hacía presente. – Como sabes, la parte final se acerca, el juicio del portal. Tras esa puerta se encuentra el reto final, la prueba que engloba todo lo que hayas aprendido, o quizá nada. Yo no controlo al portal y sus pruebas, la encargada de esto eres tú. – Mirándola a los ojos, para extender su varita. Dibujando un círculo en el aire, un destello verdoso rodeo el círculo imaginario creando un aro de luz, el que fue encogiéndose hasta alcanzar un tamaño de unos centímetros de diámetro. – El anillo del aprendiz, este anillo será parte clave de tu desempeño en este camino. -Atraviesa el portal.- Usando la vara para que las puertas donde el símbolo se abrieran lentamente, mostrando una oscuridad azabache. – Lyra, es mi deber como Arcano de los hablantes de Pársel, preguntante tres veces si deseas enfrentar la prueba. – Levantando un poco el brazo derecho. – Lyra, deseas enfrentar la prueba de los hablantes?- Su voz parecía más seca de lo habitual, ofreciendo su brazo para que Hayley se arrastrara sobre el mismo. – Si es tu deseo enfrentar la prueba, el portal te juzgara, entraras sola y probaras que tienes todo lo necesario para salir triunfante. – - Toma el anillo, este artefacto te mantendrá conectada a este lugar, más precisamente a mi anillo. – Mostrándole el anillo en sus arrugados y delgados dedos. – La prueba puede ser en esta época, puede llevarte al pasado, a algún sueño, alguna pesadilla, una fantasía o incluso un deseo, eso depende del portal. – - Esta es la tercera ocasión que te lo pregunta, si deseas abandonar el portal cerrara de por vida para ti, no serás capas ni siquiera de acercarte, pero tendrás la tranquilidad de no haberte arriesgado. Pero si está en tus deseos, toma el anillo, deja a Hayley y sumérgete en lo desconocido. – Apuntando con la mirada la oscuridad que emanaba de aquella puerta grisácea.
  15. Lawan coloco sus codos en su pequeña mesa, mientras escuchaba con detenimiento a la mujer y tapaba su rostro con sus largos dedos. – Entiendo. – Levantándose para regresar por su taza donde estaba el té que había estado bebiendo con Lyra minutos antes. – Si eres una alumna, recuerda que este lugar no es un centro turístico, la paciencia es una virtud.- Moviendo su mano derecha haciendo que todas las plantas que estaban con la mujer fueran quemadas en cuestión de segundos, cayendo al suelo como ceniza la cual desapareció instantáneamente al tocar el tatami de su bungaló. - Puedes preguntar a esos directores británicos… mmm no recuerdo como se llaman, ¿Elvia? No lo sé, pero su trabajo es ayudar a los alumnos, así que te aconsejo no volver a entrar a un lugar dentro del ateneo de esa forma.- Agachándose para abrir un cajón lleno de especias y ponerse a buscar algunas. – Crees que ese anciano decrepito de Báleyr, hubiera tenido la amabilidad de escucharte. – Sacando tres pequeños frascos, para llevarlos junto con su té a la mesa, donde Catherine escuchaba. El hombre se sentó en el suelo y dio un sorbo al té. – Entendido, no vuelvas a invadir este lugar. – Abriendo el primer frasco y oliendo el contenido, para tomar una pizca y espolvorearlo sobre el tazón de comida. – Entonces eres una aspirante, como ya sabes yo soy el arcano de los hablantes de Pársel. – Abriendo el segundo frasco y volviendo a llevar a su afilada nariz.- El Pársel no es una lengua que se aprenda con lecciones, anotando construcciones gramáticas, o aprendiéndote de memoria verbos y cosas así, no soy profesor de alemán o de chino, aunque honestamente a estos magos occidentales, necesitan un par de clases de mandarín, la magia asiática tiene muchas cosas muy sorprendentes, pero eso no me incumbe. - Abriendo el tercer frasco, aunque sus viejas manos parecían ya no funcionar. – Esta cosa esta muy dura. - Ofreciéndole el objeto a Catherine. – Ábrelo por favor. – Asumo que puedes entender algunas cosas de los siseos de las serpientes, pero no entiendes completamente todo. - El Pársel, es una lengua que solo las serpientes y los humanos ligados a esta tradición entienden, es casi imposible para una persona común y corriente aprender la lengua, por que como te lo mencioné no es una lengua específicamente. - Las personas que nacen con esta habilidad la pueden desarrollar en cualquier etapa de su vida, empezaran a escuchar palabras, quizá frases, pero no saben como, voces en la cabeza, pero no aprenderán a conjugar un verbo en… subjuntivo pasado. – Lawan había leído mucho sobre lenguas muggles de joven, intentando encontrar alguna relación pero habían pasado años, desde que abandono esa idea al ver que era imposible, una persona sin la habilidad no podría aprenderla nunca, o al menos no conocía a nadie que hubiera hecho tal hazaña. - Xiexie. – Tomando el frasco que Catherine había abierto para él, repetir el ritual de olerlo y espolvorear sobre el tazón. – - Primero que nada, come esto. – Ofreciendo con ambas manos el plato. – Un poco de phở, es una sopa de mi región, es una gran fuente de energía y tu te vez muy mal, cómelo que aún está caliente. – Mirando la ropa de la mujer y su aspecto, para susurrar algo en Pársel. Wootang la enorme boa, se arrastró detrás de Lawan, ese aire altanero del reptil se hizo presente y siseo algo.- Lawan solo le sonrió al a serpiente. – Allí están los palillos, es Mientras comes, háblame un poco de ti. – Dando un sorbo a su té. – Cuéntame, cuando fue la primera vez que presenciaste el poder entender a las serpientes? ¿Entendiste lo que le dije a mi amigo Wootang?
  16. Lawan miraba el horizonte, su vista ya no era la misma que de joven, pero podía identificar el bosque de setas desde donde se encontraba; el salón de las siete puertas. El hombre suspiraba y observaba con detenimiento el laberinto y las nubes, el tiempo transcurría, ya habían pasado casi 5 horas desde que se despidió de Lyra en la orilla del lago, aunque confiaba que ella llegaría pronto. – Ojala tengan la suficiente confianza. – Pensó, cerrando los ojos. La prueba no solo exigía que la bruja dominara la lengua de las serpientes, si no que implicaba la confianza que durante su estadía en la clase, Lyra admitió por Hayley. Lawan conocía a Hayley desde hace años, una estudiante ambiciosa la cual intento dominar varias habilidades, que aunque aposto demasiado, el destino termino tomándole factura, atrapada en su habilidad de Animagia y condenada a ser solo entendida por los hablantes. Quizá los años hubieran hecho cambiar de parecer a la mujer y ver lo positivo de su tragedia, o simplemente la enseñaron a ser más manipuladora y engañar a la primera persona que mostro algo de empatía por ella. El anciano no conocía realmente las intenciones de Hayley, por eso ideo una prueba en la que no solo evaluará a Lyra si no a Hayley. La bruja Selwyn tenía ese poder de ser tan amable y dar oportunidades, Lawan no dudaba de ella, pero si de la animaga. – Confió en que Lyra no se equivoca. – Susurro el hombre intentando ignorar el tiempo, si todo hubiera salido como planeaba ambas deberían estar en ese momento dentro del laberinto a unos cuantos pasos del salón, podría Hayley recordar las propiedades venenosas del plomo y saber que eso anularía los efectos de los venenos. ¿Podría Lyra confiar su vida a manos de su amiga? – Lawan se preguntó eso varias veces, era una mala idea, por algo él era tan cercano solo con sus serpientes, ese tipo de relaciones solo las experimento con sus padres y su abuela, así mismo con las serpientes pero nunca con algún otro ser humano. El hombre llevo sus huesudas manos sobre su rostro y continuo parado en la entrada del salón, no dudaba en que Lyra regresara pronto.
  17. Jianxi se arrastró lentamente y rodeo a Lyra mostrándole la enorme lengua y haciendo un gesto con la mandíbula, parecía que sonría. – El viejo laoshi, solo me dio esta llave. – Susurro la gigantesca serpiente el estado de la mujer era deplorable. – Aunque ahora que recuerdo mencionó que no tocara la llave directamente. – Los ojos amarillos de Jianxi miraba de arriba abajo a Lyra, tenía ese aire seductor que las serpientes usaban cuando sus víctimas estaban listas para morir. – Algo de plomo, creo que la llave es de plomo. – Hayley parecía lista para el ataque, Jianxi deseaba que Lyra muriera pronto, sería un festín sin mucho esfuerzo. – Creo que si…. Si…. Eso fue todo lo que mencionó el viejo laoshi. – La serpiente se veía impaciente, en ese estado era imposible que Lyra recordara algo de herbologia o pociones, aunque Hayley por el otro lado, debería estar pensando un poco más, al fin de cuentas fue una humana, la cual fallo en su prueba de los hablantes de Pársel antes, pero tiempo atrás fue una bruja hábil, llegaría a recordar que el anciano le comento como hacían los bezoares en la región Zhejiang en China. - El arcano dijo, que tú podrías serle útil, aunque creo que se equivocó. – Susurro burlonamente la serpiente gigante a la cobra, la cual cada vez seguía sacando más la lengua, estaba hambrienta y si Lyra o Hayley no hacían nada pronto, la Selwyn seria comida por Jianxi. Todo dependía de la confianza que Lyra le tuviera a la animaga, el arcano le había dicho que pusiera atención a los nombre de las serpientes, ¿Por qué Lawan había elegido especialmente a esas tres para que guardaran las piedras? Lawan tenia un amplio conocimiento en la magia asiática, pociones y herbologia, estaba seguro que Hayley recordaría que el plomo al ser un metal toxico, podría anular los demás venenos el anciano siempre estaba pescando en su estanque hablando de ese tipo de cosas. -Lyra lo entiendo. – Siseo la cobra a la mujer, la cual cada vez se veía peor, los venenos seguían su curso. – El anciano decía que su abuela era una bruja que era capaz de hacer bezoares tradicionales chinos, al ser una familia de hablantes, tenían que estar preparados... por eso nos dio el saco de lino, el lino es fácil de digerir, y el plomo, la llave es para moler los ingredientes. – - Bezoares chinos, esas son tonterías. – Replicó Jianxi, parecía un poco molesto. – ¿Y cómo van a hacer eso? Tú no tienes manos y tu amiga está a punto de morir, necesitaría un disparo de adrenalina. – Susurro. Hayley miro a Lyra, ahora lo entendía completamente, los nombres de las serpientes, las piedras eran los ingredientes si se molían con el plomo, podrían hacer un pequeño bezoar usando el saco de lino. Pero Hayley no podía, no tenía manos, aunque el veneno de las cobras como el de la especia de Hayley podría darle energía a Lyra un par de segundos, pero más veneno en el cuerpo de la mujer, era un riesgo, estaba Lyra segura de poder confiar en Hayley, y Hayley estaba segura de arriesgar a su amiga.
  18. El arcano miraba tranquilo el cielo, el sol apenas salía y le daba un tono naranja al lugar, el silencio del lugar y la quietud del mismo, hacían que valiera la pena levantarse y ver el amanecer desde la Universidad. - Si llegó... – Susurró para sí mismo, cuando vio a Lyra caminar lentamente hacia el lugar. – Buenos días.- Levantó la mano y sonrió el Arcano, al parecer no había intentado renunciar a la prueba, así que estaba lista. - Estoy complacido de verte aquí, espero que hagas un excelente papel, anda caminemos, necesito conversar contigo primero. – El viejo apuntó el sendero que se dirigía al centro del Ateneo. - Como ya sabrás, la prueba se efectuar en el corazón de la Universidad, en la sala de los siete portales, Suluk menciono que ya has estado allí, así que sabrás que no es fácil el camino, deberás sortear un par de pruebas en el transcurso. – Caminando a su lado, mientras el sol empezaba a iluminar un poco aquella calurosa mañana. - Veras, la prueba no es nada fácil, principalmente necesitaras mucho coraje y puede ser algo pesada. Por lo que te explicare un poco cual será tu tarea. – - Primero, lo siento pero es mi norma, tu varita, amuletos, anillos, y cualquier artefacto mágico, quedan prohibidos. – Extendiendo su arrugada mano. – Necesito que me los des, te los entregare cuando sea prudente. – Las pisadas de ambos se vieron interrumpidas por los primeros cantares de los pájaros. - Eh dejado tres joyas con tres diferentes serpientes y le eh prometido a Jianxi que se las llevarías. – - Jianxi es mi guardián y un querido amigo, es una serpiente de casi 8 metros, que cuida la entrada al laberinto de las setas, como ya sabrás es necesario atravesar el camino de setas para llegar a la pirámide donde se encuentran los portales. - Sera una tarea muy fácil pero complicada, deberás recolectar las 3 piedras y dárselas a Jianxi, él te permitirá la entrada al laberinto y te entregara tu varita junto con tus cosas… Este anillo, por ejemplo es una molestia. – Mirando los objetos de Lyra y tomamdo el anillo anti veneno, para guardar los objetos en un pequeño saco de tela. - Conoces la geografía del lugar, es una isla rodeada por agua, donde existe un bosque con árboles enormes, que rodea un laberinto de setas gigantes, y en el centro de la isla la edificación donde te estaré esperando. - Las tres serpientes; En medio del rio, vive Shuǐ, una culebra de agua, ella guarda la joya azul, ten cuidado con ella, no es muy peligroso su veneno, pero si su forma de ser, es más como una niña mimada. Así mismo el rio está lleno de peligros, un consejo no intentes nadar allí. - Después cuando llegues a la isla, entraras al bosque en busca de Huā, ella es una bella serpiente con colores brillantes, deberás quitarle la joya rosa que tiene atada al cuello, Huā es muy violenta y peligrosa, incluso fue difícil para mí hacer que aceptara ser parte de la prueba, te pido de la manera más atenta no caigas en alguna trampa de ella.- - La tercera joya la amarilla, la tiene Tiāntáng una mamba, espero que la encuentres a tiempo no te puedo decir donde está pero te daré una pequeña pista, las tres serpientes son originarias de China. - Recuerda que el camino está lleno de víboras y serpientes, que te podrán ayudar, pero que también te podrán mentir, justamente casi el 70% de las serpientes te mentira. Toma este pequeño saco de lino, aquí guardaras las joyas.- - Una vez tengas las tres piedras, se las entregaras a Jianxi, que no se te ocurra no llevarle las tres, ya el te dará tus objetos y sobretodo la siguiente indicación, no termines perdida en el bosque de setas. La misión era una simple búsqueda, aunque el Arcano omitió algo muy importante, cada una de las tres joyas, era en realidad un potente veneno petrificado. Cuando Lyra tocara la primera, empezaría a sentir una fatiga crónica y deshidratación, la segunda piedra la rosa le produciría mareos y sobretodo vómito, finalmente la última le daría un par de alucinaciones y aumentaría los efectos en las dos primeras joyas. Afortunadamente Jianxi el guardián de Lawan tenía la llave para el antídoto, así como las pertenencias de la mujer.Tendría que esperar las indicaciones de tan enorme serpiente. -Hayley viene contigo? Se te permitira que ella te acompañe en el transcurso del camino, pero bueno si no existen más preguntas. – Lyra y el arcano por fin habían llegado al embarcadero, donde una balsa de madera flotaba en el agua. – Esta será la primera parte, estas realmente lista? Es mi obligación preguntar tres veces, así que por segunda ocasión te lo pregunto. ¿Lyra deseas enfrentar la prueba de los hablantes de Pársel? – Preguntó el mago mirando los ojos de su estudiante, si ella aceptaba la prueba final comenzaría en ese momento.
  19. - Gracias Lyra. – Caminando hacia donde había dejado su té, para darle un nuevo sorbo. - Estoy realmente agradecido contigo, has sido una alumna excepcional, ojala que las siguientes sean como tú. – Sonriendo para mirar fugazmente a la mujer amordazada en el suelo, escuchando con atención las palabras de Lyra, ignorando por un instante a su nueva presa. – Wootang, atiende a nuestra visita. – Susurró el anciano, cuando una de las serpientes más grandes que vivían con Lawan, una boa se arrastró por debajo del árbol el cual daba la sombra para el estanque, para mirar fijamente a la mujer. - La prueba será dentro de una semana, te veré a las 7 de la mañana en la puerta de mi bungaló, allí donde conociste a Hayley, y hablando de ella. - Dijo aun en Pársel cuando se acercó a Lyra para decirle los detalles. - Así mismo, tengo una petición muy especial que pedirte. - Volteó el anciano hombre para apuntar hacía su casa y volver a ver a la mujer. – Quiero que cuides a Hayley. – Sentenció mostrándole el camino a Lyra. – Ella confía en ti, y tu pusiste tu confianza en ella, es por eso que me gustaría que te hicieras cargo de ella, sé que quizás veas esta petición algo sorpresiva o quizá algo descuidada, pero ella no pertenece a este lugar. Quizá tú puedas ayudarla, ya sabes con su pequeño problema.- - Sin más que decir, me despido. – Bajando un poco la cabeza, mostrándole sus respetos a su alumna. – Siete días, a las siete horas de la mañana, si no llegas lo entenderé, pero si deseas venir, te sugiero como a todos mis pupilos, que desayunes bien, este último reto te exigirá demasiado física como mentalmente, entendido. – Apuntando con la vara de cristal la entrada al bungaló y de allí la salida de la vivienda del arcano. - Alguien sería tan amable, de decirle a Hayley que tiene una nueva amiga y que sin ella no permitiré que salga de aquí. – Siseo en un tono más alto, esperando que alguna de las 47 serpientes que vivían con él, hiciera la tarea. – Tengo fe en que te volveré a ver. – Despidiéndose de Lyra, tomó su mano con ambas manos para sonreírle a la mujer. Después de eso el Arcano fue directamente por la charola donde coloco los dos cuencos; ignorando a la joven atada, no era la primera vez que el Arcano tenía ese tipo de invitados. Con su caminar pausado, se dirigió hacia dentro del bungaló, haciendo que la planta levitara tras de él y la boa los siguió, parecía uno extraño desfile, llevándola enfrente de una pequeña mesa enana donde “sentó” a la mujer. - Tu nombre no me dice mucho. - Moviendo los dedos aflojando las lianas las cuales cayeron al piso retorciéndose como una serpiente y desaparecieron entre cenizas. - Tienes razón, yo soy Lawan, y vuelvo a preguntar, ¿Quién eres? ¿Por qué apareciste en medio de mi casa? – Levantando otros dos cuencos donde había servido té unas horas antes, y caminar hacia su pequeña cocina la cual no estaba a más de 3 metros de la mesa, en si se podía notar que la casa del Arcano era demasiado pequeña pero tenia un jardín enorme. - Las personas normalmente llegan por la puerta de enfrente. – Apuntando el largo pasillo y una puerta de madera por la cual Lyra había salido con anterioridad. Agachándose un poco para buscar un nuevo cuenco y ponerle algo de arroz que tenía en su estufa, para después verter lo que parecía un líquido blanco sobre el mismo, y espolvorear alguna hierba. - Gracias Wootang. – Sonrió el anciano llevando el plato a la mesa, haciendo aparecer un par de palillos y colocándolos encima del tazón. - La escucho señorita Stark. Expliquese-
  20. El anciano bajo la mirada y clavo sus negros ojos en el reflejo del agua, la temperatura del lugar era un poco molesta, sobre todo para los europeos aunque Lawan encontraba muy relajante aquella sombra al lado del pequeño estanque. – Una vida difícil. – Sin dejar de mirar el agua sosteniendo el hilo de su caña cerrando los ojos para intentar aguzar sus sentidos. - Muchas veces, repasar el pasado nos da pequeñas pistas, para encontrar un mejor futuro. – Sonrió el arcano mostrando sus viejos y amarillos dientes, la misma sonrisa que tuvo cuando empezó su entrenamiento en la lengua de las serpientes en su natal Can Tho hacía ya muchos años atrás. - Tienes una habilidad innata, y eres una persona con una gran empatía. – Apuntando con los ojos a los pies de la mujer, una serpiente marina de pequeño tamaño nadaba cerca de sus dedos, parecía calmada y sin miedo, Lawan había entendido que la mujer tenía un aura que daba confianza, algo que no había visto en sus demás estudiantes, lo que la hacía una candidata excepcional. - Lyra, esta es la primera vez que lo pregunto, ¿Deseas enfrentar la prueba de los hablantes de Pársel? – Arrastrando un poco sus palabras, Lawan había preguntado en ese extraño idioma. – Considero que estas lista para afrontar la prueba. – Bebiendo un sorbo de su infusión, para volver a sonreírle. – Según lo que me dijiste, afrontaste la prueba de la vieja Suluk, eso es increíble, ¿Esta en tu objetivo llegar a ser una Arcana? – Bromeó el anciano, para relajar un poco el silencio de la mujer. - ¿Lyra deseas enfrentar la prueba? – Levantándose paulatinamente. – Dame un minuto, ahora regreso espero que tengas tu respuesta. – Desapareciendo enfrente de los ojos de su alumna. Un movimiento rápido atrapo el pie de aquella mujer, la cual cayo al suelo rápidamente, las cepas de aquella planta empezaron a trepar por las piernas uniendo las dos, eso había hecho que perdiera el equilibrio. La fuerza de aquella planta era sorprendente y actuaban como una serpiente enroscándose al cuerpo de la intrusa, típico del arcano siempre imitando a las serpientes. - ¿Quién eres? - Preguntó con un tono frio y su cara podían notarse sus tantas arrugas sobre su afilada nariz y sus ojos rasgados. - Xié xie por avisarme Ru. – Susurró a una serpiente del desierto que veía la escena escondida en la arena, la cual salió mostrando sus colmillos. Lista para comer. – Lo siento Ru, ella es ahora mía, si llega a morir prometo traer el cadáver. – Siseo el arcano, para volver a desaparecer ipso facto. - Entonces, Lyra. – Su voz venia del bungaló hacia su alumna que seguía con los pies en el agua, acaso ahora estaba jugando con las serpientes el estanque, esa mujer era sorprendente. - ¿Harás la prueba? – Preguntó sereno el hombre, percatándose que Lyra habría la boca al ver a una mujer amordazada por una liana e interrumpiéndola antes de que dijera palabra alguna. – Tengo visitas inesperadas. –Sonrió el hombre, acaso ese viejo decrepito estaba loco, muy probablemente. – Necesito saber tu respuesta Lyra. – Volteando hacia abajo donde la mujer peleaba por moverse, pero las lianas solo se ajustaban más. – Y también le hice una pregunta a usted señorita- Moviendo el dedo índice para liberar la boca de la joven.
  21. Los pesados parpados del hombre por fin descansaron al escuchar un ruido que provenía del portal, coloco su varita de cristal en el suelo imitando a un bastón, una figura etérea se disponía a salir de aquella puerta. -Gracias. – Susurró el arcano en su nativo vietnamita, los ojos rasgados de aquel hombre se alegraron al ver por fin a Mia de vuelta en el salón. – Bienvenida. – Sonriendo tranquilamente, la expresión del anciano no era tallada en piedra, se sentía satisfecho, ese día había llevado a dos mujeres a una difícil prueba y ahora ambas salían victoriosas de tal calvario, Lawan no era un ser humano que disfrutara la compañía de los otros, pero en ese momento agradeció volver a ver a la mujer. - Mis más humildes felicitaciones. – Inclinando la cabeza lentamente. Conocía las dificultades de las pruebas, la rigidez del juicio que se emitía en el portal para decidir si el usuario era capaz dominar la habilidad. La serpiente que acompañaba a Lawan se arrastró hacía la mujer, parecía que se encontraba fatigada. – Hoy tuviste una dura aventura, sobreviviste al bosque, superaste muchos obstáculos sin ayuda de tu magia, y lo más importante, ganaste el juicio que esta sala te tenía preparado. – Levantó su puño derecho, donde su anillo resplandecía con un tenue brillo. Este anillo representa el pacto que ahora tienes con la Universidad, con la habilidad, y claro con todas las serpientes. – Clavando sus ojos hacia la mano de Mia, para que ella pudiera notar que el anillo que le había confiado hace un par de horas había transmutado. - En Vietnam y en gran parte de China, las personas con este increíble don, son consideradas herederos del poder de Naga, o Nà jiā de háizi. Hoy Mia, tu perteneces a este selecto grupo de magos y brujas, que han dominado la lengua de las serpientes. - Este anillo simboliza el contrato que acabas de sellar, sal de aquí y aprovecha tu poder, esta habilidad te proporcionará nuevas llaves para encontrar conocimientos nuevos, conocimientos de otras culturas o cultos. – Finalizo el mago, cuando los anillos perdieron el brillo que los rodeaba. - Felicidades de nuevo. – Apuntando con la enorme vara de cristal la salida del lugar. – Ve a casa y descansa, hoy hiciste un trabajo estupendo. -
  22. - Ahora Ilea y Hayley estarán aquí con nosotros. – Caminando dentro de su habitación en la Universidad, el portal había llevado a Lyra y a las serpientes donde el viejo comenzó. – Me sorprende tu preocupación.- Sonrió el anciano hombre, no pudo evitar esconder esos viejos dientes amarillentos. -Me recuerdas a una mujer muy sabia. – Colocando su varita de cristal en la mesa del centro, el bungaló seguía igual como lo habían dejado. - Ilea, Hayley pueden dejarnos solos. – Demando el anciano, caminando hacia su pequeña cocina, mientras invitaba a Lyra a sentarse en aquella mesa en el suelo. Esperando que las serpientes les dieran un poco de privacidad. - ¿Lyra puedes traer aquellas varas de bambú que están en la esquina? – Pregunto el anciano, cuando regreso con una pequeña charola en las manos, con la cual cargaba dos cuncos. – Solo trae dos y sígueme. – La habitación del arcano no era muy grande, asi que no sería un problema que Lyra las encontrara, mientras varias miradas curiosas de algunas de las serpientes de Lawan la seguían. El patio era enorme, podían observarse ellas dudas del desierto. Y allí bajo una humilde sombra, en el estanque el arcano dejo los dos tés de hierbas, y se dispuso a sentarse metiendo los pies en el agua templada. - Vamos a pesar un poco Lyra, quiero que me cuentes, tu primera experiencia con el parsel. ¿Qué paso? ¿Cómo fue? ¿Dónde? anda no seas tímida, - Mostrándole un lugar a la sombra, para que ella se sentara al lado del anciano.
  23. - Una vida difícil, un reto enorme, muchas veces siempre vivir es el mayor pecado que uno puede tener. - Parafraseó el arcano, no sabía donde había leído algo así, pero fue lo que sintió al observar la experiencia de Mia atreves del anillo, las duras decisiones, las fuertes combates, todo eso había forjado el carácter y la esencia de aquella mujer, ella no era una simple estudiante. Ese día el arcano había experimentado nuevas experiencias a manos de Leah y Mia. Miro por un segundo a la serpiente, aun con su expresión fría el arcano cerro los ojos tenia fe en que Mia, así como Leah saldría victoriosa. - Ojala termine pronto. – Observando como el recuerdo de la mujer se volvía oscuro, la prueba había finalizado, o era acaso que aún continuaba. El anciano poso sus ojos en el portal, la puerta seguía cerrada, era acaso que aún no podía salir. El tiempo corría lentamente y continuaba su camino, los minutos se alargaban, el anciano se estaba impacientando un poco. - Vamos, un poco más, no tardes . - Suspiro el mago mirando el portal nuevamente y después la oscuridad. En cualquier momento la prueba terminaria.
  24. - Lyra. – Suspiró el mago, realmente le parecía una mujer extraordinaria, pese a todo se mantenía serena, tranquila y sobretodo se disponía a escuchar cualquier palabra sin ponerse a contradecir. – Son tan diferentes. – Susurró mirando de reojo a Hayley. Lawan aun recordaba cuando la mujer había fallado en la prueba de los hablantes de Pársel e incluso la de Animagia, recordó las palabras de Suluk: Hayley fue rechazada por el portal, y ahora planea probar con el Pársel, cuídate de ella. De esa desafortunada historia, ahora solo quedaba Hayley atrapada en su cuerpo de serpiente, ya había sido su castigo cumplido, habían pasado años desde que ella se unió a su bungaló como otra serpiente, aunque siempre rechazada por las demás, que incluso el anciano había llegado a apreciarla. Giro un poco la cabeza, por un momento su memoria inundo la situación actual. – Lo siento.- Dijo el Arcano, tomando el frasco que le ofrecía su pupila. - Lyra, recuerda que el Pársel no solo es hablar con las serpientes, el Pársel se asocia con la magia oscura en occidente porque muchos de ustedes tienen una mala idea, piensan que el Pársel tiene relación directa con las artes prohibidas, la magia negra, los horrocruxes, la muerte. – - Pero en Asia, el Pársel representa una lengua que se relaciona con uno de los símbolos más arraigados a la magia, la serpiente, siéntete orgullosa de tus habilidades y sobretodo confía en tus instintos, veo a una futura bruja que pondrá en alto la habilidad, por sus convicciones. – Guardando la poción. - Vámonos a casa.- Dijo el hombre, dando media vuelta. - Ibrahim y Sadie ¿Verdad? – Acercándose a las serpientes que veían la escena sin entender nada. – Les pediré un favor, quiero que me tengan informado de cualquier situación que ocurra aquí, confió en que harán un buen trabajo, y si llegaran a necesitarme solo vengan a buscarme. – Desapareciendo el círculo donde se encontraban todos. - Hayley, Ilea, y Lyra nos vamos, ustedes dos tienen prohibido regresar. – Dijo el Arcano, a las serpientes, si su estudiante confiaba en Hayley no habría más que hacer que esperar que tuviera la razón. - Vámonos. – Abriendo un portal nuevo con su varita de Cristal, Lawan esperaba que Lyra y las serpientes lo atravesaran, sería mucho más fácil continuar la clase en sus aposentos. Además de que llevándose a las dos víboras los problemas desaparecerían en esa región.
  25. Lawan miraba con algo de nostalgia el símbolo del salón donde las pruebas se realizaban, el tiempo transcurría más lento de lo que esperaba, aunque el anciano hombre lucia tranquilo su mente recordaba escenas de cuando el mismo hizo la prueba, los años había pasado y él había salido exitoso, por lo mismo esperaba que sus alumnas también lo lograran, sabía que las pruebas siempre eran difíciles, el juez el portal seleccionaba las pruebas de una forma desconocida, pero constantemente exigiendo muchísimo. Levantó la cabeza al escuchar un sonido que provenía del exterior del salón, y después suspiro complacido, su segunda alumna, Mia había llegado sana y salva al lugar esperado. Lawan no era un hombre con malas intenciones pero por un momento pensó que quizá tendría que ir a buscar el cadáver de la mujer, ya habían pasado varias horas desde que su compañera se había retirado y la muerte de una alumna sería algo difícil de procesar. Sonrió el arcano, inclinando un poco su cabeza al encontrar que su pupila no estaba herida o moribunda, y sus palabras rebozaban de alegría por la prueba. - Bienvenida Mia, me complace ver que has llegado, un poco tarde pero en buena forma. – Caminando un poco para señalar el portal que se encontraba detrás de su espalda. – Mia, el salón de las siete puertas, es ahora tu último desafío. – Girando lentamente y levantando su varita de cristal para apuntar a la puerta de la habilidad. – Cruzaras esa puerta tu sola. – Mirando a la serpiente la cual acompañaba a la mujer. – Ella no podrá acompañarte, esta prueba es solo para ti, ella esperara aquí conmigo. Susurró en Pársel el viejo anciano, cerrando un poco los ojos. – No te debes preocupar, estará bien y ambas regresaran juntas. – - Es mi deber preguntarte, por tercera y última vez, Mia ¿Deseas afrontar este último reto?- Si decides abandonar, el portal se cerrara para siempre, y no podrás volver a intentar conseguir este poder. – Sentencio el mago, para levantar su varita de cristal y dibujar un círculo perfecto en el aire, con una luz que emergía de la punta de la misma. - En cambio si deseas probarte a ti misma dentro del portal, serás juzgada por el salón de las siete puertas- El circulo de luz cambio de tamaño, encogiéndose hasta ser de la medida de un anillo. – Este es el anillo del aprendiz, si deseas cruzar la puerta, tomaras el anillo y te adentraras a la aventura, este artefacto te permitirá tener una conexión con este mundo. Allí dentro podrás vivir escenas de tu pasado, presente o futuro, ilusiones o sueños, pesadillas o maldiciones, nunca se sabe que tipo de reto se te ponga enfrente. – Dio un par de golpes al suelo con su varita, cuando la puerta de la habilidad de los hablantes de Pársel se abrió, ocultando una oscuridad muy profunda. - ¿Qué decides Mia? Dejar la prueba e irte a casa, o tomar el anillo y cruzar el portal. – La parte final había comenzado y era el momento en el que Mia tenía que decidir.

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