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Lawan Nguyen Thanh

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Todo lo publicado por Lawan Nguyen Thanh

  1. Las serpientes se quedaron a observar el intercambio de palabras de los hombres. Sus siseos habían reducido la intensidad del sonido dentro del bungalow. Allí el ambiente era seco, con reducida luminosidad y perfumado por plantas que relajaban al que las olía, sometiéndolo a reducir los nervios de forma inconsciente. El Arcano disfrutaba de su tiempo de ocio leyendo libros o haciendo pociones de curación para alguno de los males que solían aquejar a sus amigas. Aunque no solía interrumpir el ciclo natural de la vida del serpentario, si ayudaba a con pequeños detalles a que fuera más sano. Era su aporte al oasis y también creía, el deber que tenía como mago cuidador de aquel hábitat. El mago que ingreso era a todas luces diferente a lo que Lawan esperaba. Se notaba en su cuerpo las marcas de batallas pasadas, tanto ganadas o perdidas, con marcas en la piel o en la mente. Era estimulante tener esa clase de alumno que hacía un desafío más interesante el enseñar a controlar la nueva habilidad. Pero se estaba adelantando en su mente, aun el mago no había demostrado ni un gramo de poseer conocimiento previo o alguna muestra de interés de aprender a manejarlo. Las manos ásperas del Arcano entregaron el pocillo con la espesa mezcla al chico, luego de invitarlo a sentarse frente a él en el suelo. La poción tenía un olor particularmente rara a menta y ácido. -Aquí espero ayudarte a encontrar la respuesta o acercarte a ella lo más posible -Respondió luego de un minuto de silencio entre ambos - Para eliminar el miedo a lo desconocido hay que ser valiente y muy sagaz. Aquí aprenderás el idioma de las serpientes, comunicarte con ellas tan solo es una parte del camino. También debes comprender sus costumbres para entenderlas y apreciar su forma de vida, que diferencia mucho del que solemos conocer en otras especies -Lawan indico con un gesto en la mano, que era hora de que el hombre bebiera del cuenco caliente - A tu salud, joven. Veamos qué tanto puedes aprender desarrollando tus sentidos y quitando otros. Los primeros tres tragos le sabrían amargos al brujo, pero más absorbiera el líquido, mejor gusto empezaría a tener en su garganta. Al terminar, podría sentir un leve mareo que destacaría por el aumento de los siseos de las serpientes. El Arcano estaba intentando abrir los sentidos del aprendiz para que pudiera empezar a interpretar lo que escuchaba, formando un lenguaje coherente en su mente. "¿Que sientes?" Pregunto Lawan con tranquilidad en Pársel. @@Hessenordwood Crouch
  2. Frente al portal. Lawan esta vez vio a la bruja estar preparada para la prueba final y no hizo ningún comentario. El portal estaba abierto y ella había vuelto aceptar cumplir el ultimo paso, el mas difícil de todos, el que demostraría si estaba verdaderamente apta para ganarse el anillo de habilidad o si debía esperar hasta poder madurar su aprendizaje para volver a intentarlo. Era una decisión difícil que traía muchas exigencias mentales y físicas. Dentro del portal, podía pasar cualquier cosa, y el aprendiz nunca estaba seguro de si su decisión era la mas acertada. Debía apelar a la concentración y entregarse de lleno a lo aprendido durante su estancia en el oasis. Dentro del portal había un lugar que el Arcano no podía ver, a menos que Zoella ingresara. Él solo debía mirar como la bruja sorteaba todos los obstáculos y encontraba la forma de regresar de nuevo al portal. Estaría atento para involucrarse solo de ser muy necesario, pero sin ayudar a resolver nada. Era el momento de volcar el conocimiento de la habilidad aprendida. La bruja estaba prácticamente sola para desarrollar la prueba final. Lawan no le deseo suerte, esperaba que aquella bruja encontrara la respuesta por la que había ido allí, en primer lugar.
  3. Lawan no perdió detalle de todo lo que Zoella estaba haciendo, evaluó con ojo critico cada movimiento y cada pensamiento que cruzaba por la mente femenina. La resistencia al veneno le sorprendió al Arcano, que había esperado que la bruja sucumbiera en los primeros minutos bajo el agua. El éxito de sortear el primer obstáculo, tal vez le generara cierto autoestima a la alumna que podría llevarla a pensar que lo difícil ya había pasado. Pero las cosas estaban lejos de ser de aquella forma. Una vez que ingresara al laberinto, nada volvería a tener sentido. Las indicaciones estaban dadas, el Arcano solo debía esperar por ella ante el portal que determinaría el verdadero fracaso o derrota de la prueba. En la Piramide frente al portal. -¿Estas preparada para cruzar el portal? -Dijo cuando vio a la bruja llegar. Si la respuesta era afirmativa, no tenia mas nada que cruzar y enfrentarse al reto final. Lawan había intentado darle las herramientas para que la bruja pudiera defenderse. Su mente ya tenia activado el Pársel, pudiendo entenderlo y replicarlo. Ahora tan solo le quedaba utilizarlo con presteza para demostrar que era digna de llevar el anillo de habilidad. El tiempo, estaba empezando a escasear, y el portal no se mantendría abierto eternamente.
  4. Lawan espero que llegara su aprendiza a la isla dónde debían partir para empezar su prueba final. Aquella que demostraría que era merecedora de portar la habilidad de hablantes de Pársel en su vida, por siempre. La calma del agua no demostraba el infierno que había debajo de ella. Todo parecía estar por de más tranquilo. Por debajo de la superficie un mundo marino de serpientes esperaba por la presa que debía llegar de un momento al otro. En el medio del lago, una barca de color blanco, resplandecía como una si tuviera luz. Estaba amarrada, esperando por su pasajero para llevarlo hasta el inicio del laberinto. La cadena que le impedía moverse, encontraba su cerrojo en lo más profundo del lago. El laberinto, por su parte, tenía dos grandes misterios que resolver. Uno era el camino y el otro el serpentario que parecía ser. Todas las serpientes hablaban y todas confundían a las personas que cruzaban. Algunas hasta tenían el atrevimiento de morder e infundir el veneno que poseían en sus dientes. Hasta una pequeña dosis resultaba como una consecuencia que podía ser mortal. El arcano esperaría en el medio del laberinto, donde estaba la pirámide y el portal con la prueba final. Acompañaría de forma visual a su aprendiza en aquel recorrido. Apenas dándole los consejos que merecía en un principio para que pudiera resolverlos a su forma. Todo dependía de su inteligencia a la hora de usar el Pársel. -El lugar posee un fuerte encantamiento que mantendrá tu varita en silencio, no podrás usarla para nada, aunque si haces las cosas bien, no lo necesitarás - Le dijo con calma -El agua del lago puede tener algún otro encantamiento que borre un sentido de tu cuerpo, te recuperarás con la poción que se encuentra en la balsa, y el laberinto tiene la capacidad de confundirte y hacer que tu visión sea el doble de lo que realmente es. Esperaré por ti en la pirámide que está en el medio del laberinto. Sin más, el arcano dejo que la alumna pudiera defenderse sola para sortear todos los obstáculos que tendría en el camino. Una cosa era segura... Zoella debería de usar toda su capacidad para aguantar hasta el final.
  5. Informo que Ellie Moody se a vinculado de manera satisfactoria con el anillo de Hablantes de Pársel. Felicidades.
  6. El Arcano desde una posición cómoda del otro lado del portal, observo todo el empeño de Madeleine al resolver cada obstáculo. Hacia años que no se sentía impresionado con un aprendiz, pero ciertamente en esos momentos, es lo primero que siente al ver la lucha entre las dos mujeres y la consecuente victoria. El anillo de aprendiz rápidamente cambio al de la habilidad de Hablantes de Pársel, el mismo que compartían todos los que habían superado las pruebas del portal. -Te has ganado la habilidad con esfuerzo y sacrificio. Espero que sepas aprovecharla al máximo y encuentres las respuestas que estas buscando -Dijo Lawan entregándole la caja de madera con las pertenencias de la bruja dentro. Al instante la madera que envolvían las pertenencias, desprendió un aura azuleado que lo convertía en un traslador con destino al lugar desde donde Madeleine había llegado al oasis.
  7. “¿Que dice” siseo una de las que sostenía el brazo del mago. “No sé qué dice, habla la lengua común” Respondió la Pitón impaciente “Lo llevaremos con Lawan ahora mismo. Debe darle una lección de humildad” sentenció. La orden estaba dada y las demás Boas no tardaron en acatarla. Liberaron al mago de las presiones de sus cuerpos, para poder vigilarlo de cerca sin tocarlo. Estaban impacientes por ver qué ocurría con aquel extraño. Les gustaba observar como el Arcano convertía a muchos magos que aparecían por el oasis en personas que pudieran comunicarse con ellas. Algunos no eran capaz y se quedaban en el camino, pero otros pasaban a tener conversaciones interesantes e instructivas. Los ofidios escoltaron al mago hacia donde estaba Lawan. La arena apenas dificultaba el andar de las serpientes. Se deslizaban por el terreno dejando surcos serpentinos que señalaban el camino. La velocidad a la que iban era rápida, provocando que el mago tuviera que trotar. Dos de ellas le pellizcaba los talones si aflojaba el paso. El bungaló no estaba tan cerca de donde había aparecido el mago. Los minutos volaron hasta llegar a la vivienda donde el Arcano esperaba. Lawan estaba terminando de servir en un cuenco el líquido espeso, que había cocinado en el caldero. El recipiente de madera humeante, fue depositado en el suelo, frente a donde el nuevo aprendiz se sentaría. Un movimiento de varita aplaco las llamas debajo del caldero para que estas no ocasionaran que la mezcla burbujeante, se pasara de cocción. -¿Qué haces aquí, joven? -Preguntó sin saludos previos. Esperaba no recibir las típicas respuestas de aprendizajes para no perder el buen humor con el que había amanecido. @@Hessenordwood Crouch -------------------------------------*******************************-------------------------------------- -Las serpientes de vientre amarillo tienen un veneno mortal…-Respondió el Arcano a los pensamientos de la bruja - Las toxinas invaden el sistema nervioso y tendrás un paro cardíaco o tus pulmones fallaran a la hora de intentar contener el aire. Morirás. No hay cura. Lawan dejo que Zoella sintiera el miedo de sus palabras. En su mente llevaba la cuenta del tiempo que le costaría al veneno recorrer todas las venas de la bruja, para terminar matándola. Unos segundos antes de que el corazón empezara a fallar, intercedió. Utilizó su varita de cristal y hechizos en una lengua muerta para ir sacando de a gotas el veneno, por los poros de la piel pálida. Cuando terminó su trabajo, unió todo el líquido en un frasco y lo tapó con cera caliente. Antes de entregárselo a la temblorosa mujer. -¿Estás preparada para cursar la prueba? -Preguntó, dejando en la palma de la mano femenina, el anillo de aprendiz que debería utilizar en la prueba. @@Zoella Triviani
  8. Lawan tenía en el rostro una mirada evaluadora, se fijaba los detalles con los cuales la aprendiz iba resolviendo los obstáculos. Algunos nunca llegaban a percibir las frecuencias vibratorias que emitían los ofidios para comunicarse entre ellas, además, de los siseos. Era difícil interpretarlos, o que la mente se acostumbrara a decodificarlos. Lo había hecho bien. No de forma ejemplar como esperaba, pero sí lo suficiente para sortear el problema y reencontrarse con él, en la entrada del portal que la llevaría a la prueba final. -Tu varita solo responderá a hechizos en Pársel, y está dentro del portal en algún lado -Dijo con voz pausada para que lo entendiera - Cruzar el portal significa que estás poniéndote en riesgo mortal. Yo no iré ayudarte, esta vez, aunque lo precises. Madeleine se encontraría en un terreno hostil, donde el aire era extremadamente escaso, como si tuvieran en la cima de una montaña muy por encima del mar. Parecía un pequeño bosque quemado, seco y sin vida. Los cadáveres de los árboles se mantenían en pie como petrificados por el tiempo. Una niebla espesa cubría los alrededores, dejando libre el centro del lugar donde un monolito tenía una protuberancia en su estructura de piedra que formaba una varita mágica. Si la bruja arrancaba la piedra, rompería su propia arma y no tendría como defenderse. La bruja no sería la única en ese lugar. Una serpiente de tamaño descomunal familiar del basilisco, pero extremadamente venosa al roce con su piel, estaría hambrienta esperando por su comida. Las toxinas que despedía en sus escamas, provocaban entumecimiento en las zonas que tocaba, y si no se recibía ayuda, en pocos minutos paralizaba todo el músculo y seguía viajando a otras zonas del cuerpo. El ofidio protegía el Monolito de quien se atreviera a tocarlo y robar la varita. Por otro lado, un reflejo de la propia Madeleine con varita, anillos, amuletos Uzzas y conectada a la original en pensamiento, estaría esperando su turno para aparecer. Lo haría cuando la aprendiz quisiera volver a pasar por el portal con la prueba concluida. El reflejo no lo dejaría hacerlo. Se lo impediría con todo lo que poseía. Con un ademán de cabeza, Lawan despidió a Madeleine. Para la bruja pasarían minutos, pero el Arcano sabía que el tiempo era caprichoso dentro del portal y que podían pasar días hasta que saliera… si es que lo lograba.
  9. Lawan observó el desempeño de la bruja desde la comodidad de la tierra, frente a la entrada del laberinto. El engaño a las serpientes le pareció de lo más creativo que había tenido el gusto de presenciar. La bruja logró su primera victoria, demostrando un poco del temple que poseía y el cual, debería de mantener hasta el final. En su opinión, el Arcano veía que aquella prueba sería un mar de sorpresas. Los recursos que Madeleine tenía, además de la habilidad, harían más pintorescas las resoluciones. Estaba sumamente atento al desarrollo de obstáculos. La bruja llegó, mojada, pero ilesa. -Ten -Lawan le dio el anillo de aprendizaje, aquel que se convertiría en definitivo si ella podía superar todas las pruebas. "Detrás mío, está el laberinto. Allí pasarás a buscar el camino que te llevará a la pirámide. Debes concentrarte porque cada camino lleva a un desenlace fatal. Una Pitón será tu guía pero ella está esperándote mezclada con muchas otras que te mentirán para que las sigas y te guiaran a tu muerte. No debes confiar en cualquiera. Solo la verdadera podrás descubrir por medio de las vibraciones del Pársel” El Arcano no quería ser tan evidente con sus palabras, pero lo estaba siendo. Madeleine se enfrentaría a un nido de víboras que harían lo que fuera para convencerla y llevarla en la dirección equivocada. Solo había tres Pitones entre los ofidios, pero ella no podría verlo, porque al ingresar al laberinto quedaría sin el sentido de la vista. Por ende, debería guiarse más que nunca, por los siseos de las serpientes. ¿Sería capaz de diferenciar los tonos que emitían especies diferentes? “Esperare solo media hora en la pirámide, que se encuentra en el medio del laberinto, si para ese momento no llegas, concluiré la prueba y le llevaré tus restos al Oasis para que tu familia pueda ir a buscarlos.” @@Ellie Moody
  10. Lawan fue avisado por sus compañeras, que nuevos alumnos habían llegado al oasis. Sin embargo, el arcano no se movió de su bungaló a la espera de que los mismos chicos se acercaran. Siguió con lo que estaba haciendo. Sentado en forma de indio frente a un pequeño fuego donde descansaba un caldero burbujeante. Él estaba usando un mortero para picar diferentes hierbas y sustancias de frascos oscuros sin nombre ni etiquetas, que volcaría dentro de la espesa mezcla que se estaba cocinando. “Lawan, llegaron nuevos. Están por todos lados invadiendo nuestro hogar” Siseo la Pitón de seis metros enojada por aquella intromisión. “Tráiganlos aquí” Ordenó el arcano sin molestarse en levantar la mirada de su trabajo. “¿Podemos asustarlos?” Los siseos acelerados de la serpiente, demostraban que estaba empezando a emocionarse con la propuesta. “Sin matarlos” Respondió Lawan, volcando el contenido picado, dentro del caldero y usando la varita para empezar a revolver su contenido, formando un pequeño remolino en el centro de la olla. La Pitón de inmediato abandonó el bungaló para reclutar a sus compañeras. No tardó en alertar a las demás, que dos personas estaban invadiendo el oasis y debían pagar las consecuencias. Seis Boas y la Pitón, fueron en busca de un mago que estaba caminando tranquilamente por la isla, y ocho Anacondas de siete metros de longitud fueron a por la bruja que bailaba sobre la arena. Tendrían un bonito recibimiento a la isla de las serpientes. Las Boas atacaron al muchacho en las piernas para que cayera al suelo. Otras de ellas se enroscaron en sus brazos para que no utilizara la varita. La Pitón se subió a su pecho hasta quedar a la altura de su rostro. “¿Qué haces aquí, invasor?” Siseo con la lengua bífida saliendo de su boca a escasos centímetros del ojo del mago. Por otro lado, las Anacondas se dividieron para alegría de la bruja. Se le aparecieron cinco por detrás y tres por delante, encerrándola para que no pudiera escapar por ninguno de sus lados. Todas mantenían la posición de ataque. “¿Te equivocaste de oasis, brujita?” -Provocó la Anaconda que había tomado el mando. @@Mistify Malfoy @@Hessenordwood Crouch
  11. Había aceptado. Lawan presenció cómo se acentuaba la decisión en los ojos de la bruja a la hora de responder la crucial pregunta. No había tiempo de echarse para atrás, y tampoco había tiempo de tomarse un descanso. De inmediato invoco un portal que los trasladarían a la isla donde sería la prueba final. Esta constaba de tres niveles para probarse frente al portal mágico donde se demostraban los resultados finales de la habilidad. Algunos llegaban allí con muchas ínfulas y poca paciencia, otros con poca energía y mucha valentía, sea la forma que llegaran, no todos obtenían lo que esperaban. -Debes cruzar el lago, al final de él, está la entrada al laberinto y en el medio de este, está la pirámide con la prueba final. Cada uno de los movimientos que hagas, los veré y vendré ayudarte si estás al borde de la muerte, pero debes entender, Madeleine, que a partir de ahora te tienes que desempeñar solo con lo aprendido -La voz del anciano estaba relajada, confiaba en no tener que intervenir - Te daré unas pautas para que puedas sortear los obstáculos. Pero antes debes dejarme tu varita mágica, anillos y talismanes. Todo lo que posea magia. Tu ingenio será el que te saque de los problemas… y tu habilidad en el Pársel. Lawan acompañó las palabras con acciones. Una caja de madera lustrada por fuera y forrada con gamuza vino tinto por dentro esperaba para contener los objetos de la aprendiza. Al lado de la caja, había una pequeña botella con un líquido parduzco parecida al agua estancada de un estanque sucio. “El agua está envenenada, cuando ingreses a ella, sentirás los efectos del veneno atacando tu cuerpo, pero ojo, no es lo único que te atacará” Advirtió el Arcano en lengua Pársel “Dos serpientes marinas de la especie de los basiliscos estarán dándote caza para devorarte. Debes convencer a una de ellas para que te proteja contra la otra para poder nadar hasta el bote que estará a unos veinte metros de distancia de donde estamos parados. Dentro del bote, estará esta botella que mitigara el veneno. Te esperare en la entrada del laberinto” Sin más nada que decir, Lawan espero a que la alumna dejara sus objetos y estuviera lista para empezar con parte de la prueba final. No creía necesario advertirle que debía usar el lenguaje de las serpientes a todo momento. Las serpientes salvajes que habitaban allí, no eran como las que tenía en el oasis, que comprendían ambos lenguajes sin problemas. @@Ellie Moody
  12. -Es útil -Respondió escuetamente el Arcano. Las contradicciones en el rostro de la aprendiza podían verse claros como un estanque formado dentro de una pecera. Ni le hacía falta usar la Legeremancia con ella. El hechizo había sucumbido bajo la defensa de la bruja, y Lawan ya notaba que estaba lista para pasar por la etapa más difícil del proceso de enseñanza… La Prueba. Aquella donde muchos habían perdido la dignidad, y otros la vida misma. Madeleine no parecía que perdería ninguna de las dos, pero no por eso le sería más fácil que a los demás aprendices. Había demostrado ser digna de intentar pasarla. No habría más demoras. El Arcano había logrado ver en ese tiempo, lo que necesitaba ver de la bruja. -¿Estás preparada para la prueba? -Preguntó. @@Ellie Moody ***************************************************************------------------------------------------------------------- Las serpientes de vientre amarillo no eran diestras deslizándose por un piso firme. Sus habilidades, en su mayoría, se limitaban al agua. La torpeza en atrapar a Zoella se vio expuesta cuando la misma bruja empezó a huir de ellas. Solo se adentraron unos metros en el peligroso terreno escarpado del bosque, para darse por vencidas y volver con su jefe. No habría venganza para la Triviani, en aquel momento, de parte de las serpientes marinas. “Ella ganó, regresemos antes de sufrir un ataque de las terrestres” Siseo una de las serpientes, emprendiendo el camino de regreso al agua. Por otro lado, Lawan estaba atento a todo lo que ocurría con Zoella. El golpe que la dejo inconsciente a merced de los peligrosos ofidios, no preocupo en absoluto al Arcano. La bruja era fuerte a pesar de sus niñerías y su falta de inteligencia. Nunca se habían presentado en el oasis exclamando que no sabían los motivos por los que estaban allí. La falta de razón, aun molestaba a Lawan. “Abandónenla” Ordenó a las serpientes “Dejen que recorra el bosque sola, y me encuentre con las pocas pistas que le deje” La pistas a las que se refería el Arcano, eran pequeños fragmentos de cristal negro que desentonaba con el paisaje. Eran tres pedazos que formaban un traslador a donde estaba el Arcano en aquellos momentos. No sería fácil encontrarlos, ya que uno estaba flotando en el pantano donde serpientes ariscas esperaban su alimento del día. El segundo descansaba en la copa de un árbol, donde las serpientes esperaban por su víctima. Y el tercero estaba en la misma agua, que había abandonado la bruja, donde las serpientes de vientre amarillo esperaban por su venganza. @@Zoella Triviani
  13. Las palabras de Madeleine le llegaban sin errores a Lawan. Tanto la fonética de los siseos como el significado de cada palabra que emitía la bruja, estaba en el lugar correcto. La versión sobre su madre una hablante de Pársel, le habían facilitado las cosas. Había despertado esa habilidad dormida desde que nació. Ahora solo le faltaba ganarse el derecho a usarla por y para siempre. Todo iba bien, hasta que el hechizo del arcano fue terminado de una forma normal con palabras en la lengua común. -En pársel -Le dijo con voz filosa. Los ojos duros del anciano se clavaron en los de la mujer, esperando que entendiera el mensaje - No más errores. Debes intentar responder el hechizo en el idioma de las serpientes. Ver a la aprendiza empezar a fallar al final del camino ponía de mal humor al Arcano. Su tiempo era valeroso y ver como lo desperdiciaban cerca del final, solo hacía que se agravará tomándolo de forma personal. Lawan era temible cuando llegaba a ese punto. Negando con la cabeza, decidió darle otra oportunidad. Hasta ese momento, la bruja se había ganado una segunda chance cumpliendo correctamente los desafíos anteriores. El Arcano lanzó el hechizo en una lengua desconocida hacia Madeleine. El rayo de color plateado dañaba la vista del brillo potente que emitía al salir de la varita. El impacto en el pecho de la bruja, congelaría sus órganos vitales por una fracción de minutos que la llevaría a no tener oxigenación en el cerebro provocándole un desmayo al instante. El Arcano esperaba que se defendiera aunque estaba preparado en ayudarle si es que no lo hacía. @@Ellie Moody ************************************************************************************************************** “Los castillos flotantes donde viven, fíjate el de Lawan. ¡Cuántas crías tienes! Nunca lo hubiera imaginado de alguien tan pequeño” Le respondió Kanit a Zoella mientras la miraba correr al agua. Él no era un experto en nadar, pero podía hacerlo por un determinado tiempo si era necesario. Decidió acompañarla metiéndose en el agua luego de ella. La temperatura del líquido le pareció que apenas difería de la que tenía su cuerpo. No debían nadar en el río por una prohibición del arcano, pero Kanit estaba tan a gusto que poco le importaba el peligro. “¡Gusana! Está prohibida el agua, mejor me salgo y te cuido desde fuera” Le advirtió la serpiente volviendo a salir del agua con la ayuda de una pequeña ola. El sentido pronto detectó el peligro por parte de las serpientes acuáticas. “¡Sal del agua! ¡Ahora!” siseo en su desespero Kanit, adelantándose para arremeter contra los intrusos. Cinco serpientes marinas de vientre amarillo salieron al encuentro a la orilla. Lista para atacar al ver su territorio usurpado. Kanit fue al encuentro empezando una pequeña discusión de siseos tan rápido que era difícil entender las palabras. Dos de ellas rodearon al Krait Malayo y pronto empezó su ataque. Las consiguientes mordidas fueron suficiente para que la serpiente sucumbiera antes sus enemigas. “Ve con Lawan… rápido. No mires atrás” -Musito con su últimos siseos. “¡Atrápenla!” Ordenó la serpiente que manejaba el ataque. Sus hermanas, no dudaron en ir a por la bruja. @@Zoella Triviani
  14. Los ojos rasgados del Arcano evalúan el rostro de la bruja, buscando la negación habitual que sostienen todos los aprendices al ingresar a su parte del oasis. Puede ver como la mente joven empieza a tener una brecha por donde empieza a fluir la habilidad. Aunque estaba cerrada al llegar, nota que ya empieza abrirse a la posibilidad de hablarlo con naturalidad. Por lo menos, entendió sus preguntas en aquel idioma y expresaba sus ideas en su lengua natal. Asintió para confirmar que aquel siseo dudoso era la palabra "Naturalidad". "¿Tú madre sabe hablar pársel?" Pregunto mientras empezaba su camino al Bungaló. Era la hora de beber algo para refrescar la garganta después de usar tanto la lengua. "Cuéntame de ella. Pero inténtalo hacer con la habilidad. Deja que fluya" Observo que Madeleine aun tenía la gema brillante "Quédatela. Te recordara tu tiempo aquí". Lawan escucho con atención los siseos de las serpientes bajo la tierra que venían caminando mientras se alejaban del lodo. A cada paso que daban se podía escuchar con mucha debilidad la palabra "Muerte". No le extrañaba la agresividad de algunas especies de serpientes, ni tampoco sus pocas dotes sociales para fraternizar con especies diferentes, pero si aumento su alerta al notar la advertencia que aquello encerraba. No dudo un instante en volver a empuñar su varita de cristal, aunque solo apunta al suelo aunque una serpiente del material de la varita enrolla su brazo como una continuación de la misma. "Tarantallegra" Siseo dejando que el rayo escapara de la punta de la vara con destino al pecho de la Moody quien caería en un frenesís de baile por un buen rato. @ ---------------------------------------------------***********************************************---------------------------------------------------------------------------***************************************** Kanit disfrutaba viendo como Zoella se comportaba con las nuevas crías de su hábitat. Le agradaba la bruja al punto de que no le importaba que dijera palabras de forma errónea o que tuviera un olor extraño por el barro que había quedado pegado en su vestimenta. Cuando la madre serpiente llamo a sus crías y se dispuso hacerse cargo, la Krair Malayo se deslizo fuera de las rocas para emprender otro rumbo. Había tantas cosas que le quedaban por mostrar que el tiempo se le agotaba. No sabía cuánto duraría aquel paseo sin que Lawan notara que no estaba precisamente llevándola a "La Fosa de Las Locas" como llamaba él a un lugar donde las serpiente se apareaban todas juntas formando una especie de ser gigante con mil ojos que siseaba. "Sígueme si puedes, Pulga" Siseo emocionado empezándose a deslizar por el bosque sin mirar a donde iba. Su cuerpo apenas rugoso se adhería con perfección a las diferentes superficies del oasis. Aflojo la velocidad para que la vampira pudiera alcanzarlo. Quería hablar con ella, y averiguar cosas de la vida fuera de allí. Kanit pecaba por ser muy curioso con los aprendices. Cuando todas las serpientes querían matarlos apenas tocaban la isla. Él solo quería hablarles y que le contaran como era ser diferente. "¿Cómo es tu vida fuera del oasis? ¿Es cierto que viven en Castillos Flotantes? Lawan tiene uno, pero no es tan grande. También dice que hay gigantes en el mundo que aplastan a las personas de tu raza ¿Tienes familia? ¿Desde cuándo puedes hablar con nuestra especie?" Empezó con sus mil preguntas. Esperaba que Zoella le contestara en algo que pudiera entender un poco, sino debería de morderle un tobillo para que se pusiera en sintonía con el paseo. Eso es lo que siempre le decían que hiciera con las crías desobedientes. Ya que un poco de peligro siempre venía bien, pero Kanit no quería lastimar a su amiga. @@Zoella Triviani
  15. El arcano estuvo midiendo desde lejos cada paso que dio Madeleine, convertida en una serpiente, para lograr conseguir la gema. Aunque se tomo su tiempo, pudo ver como utilizo el pársel para dividir sus fuerzas y conseguir atrapar a los conejos. La destreza que podía ver, le mostraba que la bruja tenia la capacidad de entender la habilidad para poder desarrollarla en el futuro. Algo que desde luego debía de prestar especial atención. Cada aprendiz era diferente y llevaba el despertar de la habilidad, de maneras distintas, algunos lo hacían rápido y otros debían esforzarse un poco mas. "Bienvenida de regreso" Saludo a la Taipan, antes de tocar con la punta de la varita, la cabeza del reptil y que pudiera volver a su forma humana. "Cuéntame...¿Que descubriste siendo una serpiente? ¿El Pársel te resulto mas fácil?" Pregunto entre siseos, esperando que le respondiera. Lawan apreciaba las visiones diferentes que tenian los alumnos con respecto a la clase. Le gustaba debatir sobre lo aprendido y entender que era lo que se llebavan de aquel oasis, ademas de la posibilidad de ser un hablante de pársel. @ ---------------------------------------------------------------------- La chica decidió ir al bosque, por lo que el rumbo de Kanit fue en aquella dirección. Su cuerpo se deslizaba con suma sencillez por encima de la vegetación, las palabras de Zoella le llegaban en forma de ondas que podía entender un poco a medias. Apenas conocía el idioma de los humanos lo suficiente para entenderlos. Por lo que su lengua bífida, entraba y salia de su boca probando el aire. Con ella podía obtener mas información sobre lo que ocurría a su alrededor. "Iremos con las crías" Respondió acelerando el paso "Lawan me manda al criadero, cuando me porto mal. Allí debemos enseñarles a la nueva generación todas las reglas del mundo... y a poder comunicarse" Siseo de forma rápida, elevando la velocidad, hasta darse vuelta y enredar a Zoella con su cuerpo para hacerla caer "¡¡Apurate pulgosa!!" La serpiente llevo a la Aprendiza hasta una hendidura formada entre dos grandes rocas, ahí había huevos rotos y huevos aun esperando por romperse. Tres pequeñas serpientes estaban dando sus primeros pasos fuera del nido. Se arrastraban con timidez para lograr salir de las rocas. "Bubabybu" Siseaban "No tenemos que dejar que se alejen" Replico la Krait Malayo con una rapida mirada hacia la bruja. @@Zoella Triviani
  16. Informo que @ se a vinculado de manera satisfactoria con el anillo de Hablantes de Pársel. Felicidades.
  17. Lawan no perdió detalle de Matthew en ningún momento. Sus ojos estaban mirando al muchacho desde miles de ojos de serpientes que cruzaban en su camino. Podía ver la decisión en la mirada oscura y la determinación a concluir aquella prueba aunque los obstáculos terminaran con su vida. El arcano estaba disfrutando del desempeño y la fuerza de voluntad que despedía el mago. Las serpientes, traicioneras como debían serlo, quisieron distraerlo de su objetivo implantando susurros equivocados, mas no dio resultado, el joven encontró a las correctas para seguir y poder salir al centro del laberinto, donde una alta pirámide escalonada esperaba la prueba final. El Vietnamita espero a Matthew en la sala donde él mismo, muchas décadas antes, había estado para cumplir con su prueba para obtener el anillo. Cuando vio al joven, ya sin un gramo de veneno en su cuerpo y con todos sus sentidos aptos, le hizo una pequeña señal con la cabeza para que avanzara. Un portal abierto, esperaba por el aprendiz. -Tu prueba final a llegado. Dentro deberás luchar y vencer para salir con la habilidad aprendida por siempre. El Pársel innato en tu cerebro, despertara y ya no podrá volver a dormirse. Tu anillo cambiara por el definitivo que usaras toda tu vida. Suerte. Vas a necesitarla -Se despidió Lawan, viendo como el portal llevaba a Matthew a otro mundo. Del otro lado del portal: La plataforma vacía, mostraba una extensión enorme de piedra caliza con roturas en todos lados y pedazos de piedra suelta. El aire húmedo era pesado y los vientos demasiados fuertes para un ambiente normal. La magia podía sentirse en el aire. En el centro un pequeño cuadrilátero elevado y erosionado por el tiempo, mostraba una tarima donde descansaba la varita mágica de Matthew junto a los amuletos y anillos de los libros. Entre medio de esos, un basilisco colosal estaba esperando para atacar a las victimas. Matthew no estaba solo, había tres figuras de él mismo que solo hablaban pársel y harían los mismos movimientos que el propio Triviani produciría. Para volver al portal, el Aprendiz debería sortear a sus iguales, derrotar al basilisco y tomar sus cosas... antes que la brecha de tiempo se cerrara para siempre. @
  18. Lawan no mostró interés en las palabras de la bruja. Que fuera hasta el oasis a decir que no sabía porque quería aprender la habilidad, no era una señal de alguien comprometido con ella. Los ojos del vietnamita eran fríos cuando cruzó visión con la mirada grisácea de la mujer. Si lo que pretendía era demostrarle valentía, estaba perdiendo el tiempo, y haciendo que él también lo perdiera. -Kanit te acompañara a dar una vuelta -Dijo al mismo momento que la serpiente nombrada de raza Krait Malayo, se acercaba a los pies de Zoella - Muéstrale el hábitat siempre respetando los límites -Concluyó en Pársel. Kanit con una mirada áspera alargó su lengua reiterada veces hasta poder ver que la aprendiz se ponía en movimiento. Sabía lo que Lawan quería que hiciera y estaba gustosa por obedecerle. Era una buena posibilidad de mostrar que su lugar dentro del oasis podía ser más importante del que desempeñaba en aquellos momentos. “Debes entender que Lawan no tiene tiempo para personas que no saben lo que quieren” Siseo la serpiente, mientras arrastraba sus 103 centímetros por la tierra lodosa alejándose del pantano. El cuerpo circular color blanco estaba cubierto por manchas redondeadas color negro, dejándole un aspecto visual parecido a las rayas. “¿Entiendes algo de lo que te estoy diciendo?” Preguntó deteniéndose el tiempo suficiente para mirar a la bruja “Te llevare a la orillas del río, a Lawan le gusta pescar. ¿O prefieres ir al bosque? Allí suelo tener mucha comida, pero tengo algunos lugares prohibidos” La serpiente continuaba hablando a medida que dejaban atrás al pantano y a Lawan. @@Zoella Triviani
  19. Lawan observó el desempeño de Matthew con absoluta atención. Que tuviera ayuda por parte de dos serpientes amigas, no le parecía de ninguna forma adecuado. Él debía desenvolverse solo en la prueba, demostrando que su Pársel era el adecuado para ganarse la habilidad. Pero tampoco era su deber interrumpir el proceder del alumno, ya que todo tenía una razón de ser. Cuando Matthew apareció con el cilindro, el veneno ya lo estaria dejando ciego. El Arcano esperaba que cumpliera la promesa que le había hecho al basilisco traidor. Mostró la palma de la mano para que no avanzara más. -No la necesitas, Matthew. Las varitas mágicas solo son un canalizador de la magia. Tu poder mágico, fluye dentro de ti -Respondió con tranquilidad, golpeando con la punta de su varita de cristal el cilindro que se encendió como una linterna ultravioleta - Entra al laberinto, debes llegar al medio en donde se encuentra la pirámide. El camino correcto está marcado con tinta sobre las serpientes. Habrá falsas pistas. Deberás utilizar tu habilidad para entender quienes te dicen la verdad y quienes te quieren llevar a un callejón sin salida. Lawan observó cómo el aprendiz ingresaba al laberinto sin visión, pero con el sentido de la escucha restablecido por completo. Podía oír, pero no ver. El cilindro podía romper esa oscuridad total cuando la luz mágica tocaba a la serpiente indicada como guía… y a la que no. Todo dependía de Matthew y su capacidad para entender las mentiras en medio de los ziseos. @
  20. Lawan observó al mago antes de tocarlo para desaparecer con él. Matthew pensaría que había pasado lo peor, pero no era cierto. Lo peor estaba por venir. Era el momento donde debería demostrar que era digno de ser un hablante de Pársel. Tendría que dejar todo sin perder su esencia real. Tarea difícil de hacer y salir indemne. Las marcas que llevaría de esa prueba, estarían grabadas por siempre en su memoria. La isla solitaria donde aparecieron estaba rodeada por un lago tranquilo. La superficie no mostraba las bestias que allí habitaban. A lo lejos, cruzando el agua, podía verse un muro de plantas que formaban una entrada hacia la oscuridad. No lograba verse que había detrás de eso. En esos momentos, se empezó a sentir que el aire estaba pesado, pero no para Lawan. Él estaba acostumbrado a esa pesadez. Ya había pasado por aquello. El pupilo estaba siendo envenenado con cada respiración que inhalaba a sus pulmones. -Deja en el suelo la varita, los anillos y amuletos. No te van a servir -Ordenó con voz calma - Deberás encontrar en el fondo del río un cilindro que te permitirá cruzar al otro lado. Pero los basiliscos marinos cuidan el objeto. Debes robárselos o convencerlos de que te lo den -Le entregó un anillo de aspirante -Esto es lo único que puedes llevar contigo, además de tus conocimientos. Lawan sabía el mago estaría débil en el fondo del mar. El primer contratiempo enorme que tendría el licántropo, sería que el veneno lo dejaría sordo apenas tocará el agua. El poder hablar Pársel sin poder escuchar, sería complicado. Aunque la enseñanza que había pasado al convertirse en serpiente en las prácticas, seguro le habían ayudado a comprender algunas cosas más. Allí lo demostraría. -Si necesitas ayuda, solo debes apretar el anillo y te asistiré -Le dijo antes de señalar el agua. En las profundidades del lago, había basiliscos marinos. Por lo menos dos de ellos, de treinta metros de largo por dos de ancho, lo esperarían. Ellas debían defender el camino hasta el laberinto con su propia vida, si era necesario. Mientras el aspirante se metía al agua, Lawan se disolvió en el aire para cruzar el lago. Se quedo a unos pasos del ingreso al laberinto para guiar a Matthew. El tiempo se estaba acabando y el veneno pronto lo dejaría ciego aparte de sordo. @
  21. “El dolor solo te enseña a tenerle respeto a las cosas que te la producen” Respondió Lawan en Pársel a Madeleine antes de mirarla con fijeza “Tranquila, tu transformación fue completa, a veces cuando no hay una imagen mental muy nítida suelen quedar convertidos a la mitad. Posees una mente muy sana, no hubo mayores problemas” La Taipan era majestuosa. Ahora debería pasar por el acostumbramiento a utilizar ese cuerpo reptiliano tan perfecto, con los sentidos desarrollados para la caza. Lawan estaba disfrutando el empeño que ponían sus aprendices. No podía quejarse. Aquella vez, estaban superando sus altas expectativas, cosa muy difícil de lograr. “Busca la gema en forma de lágrima dentro del conejo. Es una misión grupal. Las serpientes serán tus comandadas. Busca la forma de que convencerlas” Le pidió a la serpiente, antes de agregar “Tienes menos de tres horas”. Lo que Madeleine no podía saber, era que el conejo negro que buscaba, no estaba paseando por los terrenos fértiles del oasis, sino que se encontraba recorriendo las profundidades de una red de túneles subterráneos que llevaban conexión a varios puntos donde estaban las entradas a las madrigueras. Para hacerlo mucho más difícil, habría cinco conejos negros dando vueltas. Solo uno de ellos tenía la gema verdadera en su interior. Las otras cuatro eran falsas que al tocarlas se desvanecerían frente a sus ojos. Por otro lado Lawan estaba visionando en su mente la forma en que Matthew se estaba desempeñando. Podía ver su excelente labor en el trato con sus compañeras de grupo, hasta la determinación frente a la Mamba que se resistía a seguir sus órdenes, y luego, quedaba como una cobarde frente al resto de sus iguales. Una curiosa cualidad que debía rever en otro momento cuando el oasis estuviera vacío de aprendices. -Lo has hecho bien -Rompió el silencio, cuando vio la cilíndrica forma de la Daboia Russelii acercarse. Invoco su vara de cristal que se enredó en su brazo en forma como las propias constrictoras y tocó con su punta a la serpiente para que volvería a tomar su forma original - ¿Estás preparado para la prueba? ¿Quieres ganarte la habilidad de ser un hablante de pársel? Mientras esperaba la respuesta del Triviani, enfoco la atención en la aprendiz que había ingresado hacía tan poco al oasis. Podía ver que la habían hecho caer al pantano y que había disfrutado el sufrimiento de la axfisia. Por lo menos, al principio. La bruja en esos momentos se encontraban boqueando como un pescado fuera del agua, intentando recuperar la compostura. El vietnamita dejo que ella se acercara para poder hablar. -¿Disfrutas el dolor? -Le preguntó con mirada reprobatoria - ¿Crees que conoces el verdadero sentido de ello? ¿Porque quieres aprender esta habilidad? @ @ @@Zoella Triviani
  22. El bungaló donde vivía el Arcano tenía poderosos hechizos en caso de que intrusos o pupilos descarriados quisieran hacer algún mal. Aunque el vietnamita no poseía cosas de valor, lo que allí había contaba sus pasiones de vida, el esfuerzo durante años buscando redimirse de un pasado oscuro. Cuando Zoella llegó hasta donde estaba la vivienda, lo que vio fue una estatua del Arcano que dimensiones idénticas al real. Aquel objeto era usado como centinela y comunicador mental. -En los pantanos encontrarás lo que buscas, cuida tus pasos. Nada es seguro en estas tierras -Escuchó en su propia mente la bruja. Una serpiente Pitón se materializo saliendo por entre los matorrales para acompañar a la pupila. Lo que no sabía es que apenas pisara en falso, sería sometida a la presión constrictora de ella a la espera que pudiera decir algo en pársel o escuchar los siseos en forma de palabras. El miedo hacía que las personas empezaran a entender lo que ya sabían en algún rincón de su mente. -La rapidez te benefició tanto como la lucidez a la hora de tomar decisiones, Matthew -Comentó Lawan. Minutos más tarde, el pupilo más valiente que había llegado hasta ese lugar, se convertía ante los ojos de todos los presentes, en una serpiente parda de la especie Áspid del continente europeo. Era el momento que el chico se desenvolviera como un habitante más del oasis. “Ven conmigo” Se adelantó la Mamba Negra que tan poca fe le había demostrado anteriormente “Iremos de caza” “Tráeme la gema perdida” Pidió el Arcano. El objeto era una sencilla roca preciosa tallada en forma de lágrima. La última vez que le había encontrado el rastro era en el estómago de un conejo negro. De eso habían pasado varias semanas. Esperaba que Matthew desarrolle sus sentidos amplificados por la conversión, para dar con la gema azul. Luchar por ella solo sería uno de los pasos, debería interactuar con sus compañeras para idear una emboscada. Él sería el mandamás del grupo. Dicho el pedido, el Arcano se quedó esperando que Eileen pudiera atreverse a tomar la piedra. Luego de ver lo que ocurría cuando la tocabas, podría cambiar de opinión. @ @@Zoella Triviani @
  23. “No tienen talento” Dijo la Mamba Negra reuniéndose con el Arcano, en compañía de sus iguales. “El chico lo hizo bien, Lawan” Avisó una de las cobras escupidoras. “La chica demostró más inteligencia, se quedó atrás y solo tuvo que pasar cuando estaba todo hecho” Razonó la boomslang mientras llegaba a los pies de su líder. -Espero que no hayan tenido muchas dificultades para llegar hasta aquí -Dijo el Arcano con ironía a sus alumnos, antes de cambiar el lenguaje para hablar en Pársel para agregar- Tomen la piedra y díganme en voz alta qué es lo que pueden ver. La misión era muy simple. Tan sencilla que a cualquiera le daría que pensar. Pero ¿Cómo saber cuál era la mejor forma de aprender una habilidad? Para Lawan enseñar era un desafío que constantemente le presentaba extraños retos, con su variación de alumnos, que gustoso se disponía a desentrañar. Estaba convencido que las mejores lecciones terminaban aprendiéndose con un poco de dolor en el medio. Espero a que los alumnos le dijeran que reptil podían ver al sostener la piedra. Sería solo una pequeña visión que se formaría en el cerebro, limitada, pero crearía lo que tanto temían o tenían más respeto. Las serpientes a su alrededor llenaban el pantano con sus opiniones sobre los pupilos, mientras el tiempo se extendía. Ninguna de las palabras siseadas, coincidían por completo con otra, todas eran diferentes tanto como las razas de cada uno de los ofidios. El Arcano miro atento como los alumnos empezaban la dolorosa transformación al reptil que habían visualizado en sus mentes. La ropa de ambos chicos, pronto quedo echa un bulto en el suelo. Ya no la necesitarían. Estaban por entender de primera mano que era ser una serpiente. Entenderlas era algo que llegaría con el correr de los minutos. "¿Duele?" Les pregunto en Pársel. @ @
  24. Lawan estaba esperando a sus alumnos, los ojos de miles de serpientes que seguían los pasos de los magos, le servían para saber en dónde estaban exactamente y qué movimientos llevaban a cabo con su magia. Por ahora todo lo que veía le parecía que marchaba bien. El mago de mirada intrépida sorteaba los obstáculos con buena predisposición. Era cauteloso pero no cobarde. Un detalle de su carácter muy prometedor. Aunque una sombra de rebeldía cubría su espíritu, lo que podía llevarlo a fracasar si sucumbía a estados emocionales fuertes. Debería tener cuidado para mantener eso bajo control. “Está cada vez más cerca, encontró una forma de pasar por el lodo usando bloques de piedra” Siseo una de las serpientes que vigilaba el pantano sobre una de las ramas de un viejo árbol. “Que llueva veneno” Ordenó el Arcano. “¿Puedo comer su cadáver?” Preguntó una de las anacondas en la orilla, antes de empezar a meterse bajo el agua espesa. “Podrás hacerlo si fracasa” Respondió Lawan. No sería la primera ni última vez que tuviera que rellenar papeles en la universidad por la inevitable muerte de un pupilo. Todos sabían las cláusulas que se manejaban en los contratos de ingreso, para adquirir la habilidad. Las serpientes se pusieron en camino. Tres cobras escupidoras, se colocaron cerca de donde al mago pasaría cubiertas por los pequeños arbustos que sobresalían del pantano, una Mamba Negra empezó su recorrido siempre detrás del brujo para que no pudiera retroceder sobre sus pasos. Siempre poniendo su cilíndrico cuerpo en posición de ataque. Otra serpiente verde conocida como boomslang, mantenía una posición sobre una rama baja, para atacar desde arriba llegado el momento. Cuando vieron a Matthew cerca empezó la acción, las cobras escupidoras lanzaron su veneno tóxico al rostro del hombre. Buscando destruir sus córneas y dejarlo ciego. La boomslang se dejó caer en los hombros del Triviani para darle un rápido y potente mordisco en el cuello soltando hemotoxinas que inhabilitarían el proceso de coagulación de sangre una vez que sufriera hemorragias internas o externas. Lawan esperaba paciente que el chico pudiera defenderse de todo aquello de forma correcta. Aun esperaba con las rocas que cambiaban de color, a sus pies. El encantamiento estaba por llegar. ¿Podrían sortearlo? ¿Serían capaces? Ya vería. Un paso a la vez. @ @
  25. Lawan estaba atento a todo lo que estaba pasando con sus compañeras. El arcano podía ver a través de los ojos de ellas, utilizando varios hechizos de una magia antigua aprendida en su ancestral hogar mucho tiempo atrás. Las aguas de la laguna que rodeaba el Bungaló se mecían con la pequeña brisa que corría. La humedad pronto tomaría el control del lugar. Los insectos harían su aparición y querrían consumir todo lo que pudieran. Aunque nunca llegaban. Los sapos se los comían y sus amigas acuáticas, los comían a ellos. Era el ciclo que terminaba y volvía a empezar todo el rato. El arcano se conocía cada rincón del hábitat que había construido a su anterior tierra. La muda orden transmitida por medio de los pensamientos a los ofidios era demasiado simple. Debían encontrarse con Lawan en los pantanos del oasis, para eso les pidió que fueran usadas como guías por sus alumnos. El arcano desapareció con suma rapidez para aparecer allí sobre una pequeña plataforma de piedra natural, que sobresalía en aquel pequeño lago espeso. Dos pequeñas piedras de color cambiante, que llegaban a ocupar la palma de una mano, fueron puestas delante de él, en el suelo. Ambas rocas llevaban una runa marcada. Luego se quedó a esperar que las serpientes trajeran a sus pupilos a ese lado. El bosque con poca luz, no era un desafío para alguien supiera explorar, llegar hasta ahí pasando por las tierras lodosas, lo hacían un poco más difícil pero no imposible. Lawan confiaba en que supieran interpretar a sus guías para llegar hasta él. Por lo demás, la clase marcharía con desafíos un poco intensos. Quería que demostraran merecer el obtener la oportunidad de pasar a la prueba, la cual determinaría si eran aptos para de hablantes de pársel. Las rocas a sus pies iban cambiando de color. Pasaban del azul, al verde, amarillo, magenta y negro, de forma calidad. Sabía que al tocarlo tendrían la visión de una raza de serpiente determinada por su propio cerebro. El arcano esperaría a tener recopilados estos datos antes de poder ayudarlos a comprender la habilidad, con sus peculiaridades. Tan solo debía esperar que ninguno de ellos, en el camino osaran con dañar a sus compañeras. Sino deberían soportar la furia del oasis entero.

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