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Ethan Lenteric

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Todo lo publicado por Ethan Lenteric

  1. Vengo a dejar petición de baja aunque realmente no sea necesario ya que no me encuentro en el árbol. Mi baja no es por orgullo ni mucho menos, me di cuenta que con Kytta las cosas nunca van a ser pacíficas y mientras me siga viendo como el hijo que la juzga no lo serán. Que quede claro que este fue tema entre ella y yo, se lo expresé y lo vuelvo a expresar aquí: a los demás miembros de la familia no los veo como MI familia, si estaba aquí fue por Kytta y por el amor y respeto que le tengo que lastimosamente no supo ver. Siempre voy a amar el apellido Rambaldi, yo me siento un Rambaldi pero desafortunadamente no basta con los ideales propios para caer bien o ser considerado un miembro más. Por mi mismo amor al apellido y a su esencia es que prefiero salir por otro camino sin rencores contra nadie y sabiendo de antemano que de mi no quedó. Les deseo la mejor de las suertes aunque es difícil saber que tanto los cobije el destino si la familia no vuelve a sus raíces... Hasta siempre <o>
  2. Ni bien se había acomodado se le pidió que abandonara su asiento, por mas que quisiera postergar la ida a África no iba a ser posible. Soltó una bocanada de aire poniéndose de pie y se preparó junto con sus compañeros a ser transportado, el jalón típico que se sentía en el ombligo era una sensación desagradable sin embargo ya parecía acostumbrado al ser ese el método de viaje hacia su castillo. Cuando sus pies tocaron el suelo notó en lugar de arena, vegetación, escuchó las palabras de la profesoras y pensó acerca de ese cinturón de montañas que comprendía Ruanda, El Congo y Uganda; si la profesora había especificado El Congo entonces seguramente se encontraban en la frontera oriental. Elevó la vista para poder ver uno de los volcanes de los que había ella hablado, solo había dos opciones, el Monte Nyiragongo o el Monte Nyamuragira y ambos estaban activos lo cual ya era bastante peligroso eso sin nombrar la zona de conflicto en la que se encontraban pero ¿acaso iban a protegerse de muggles? Miró a su alrededor antes de centrar su atención en el otro caballero del grupo, escuchó sus palabras y de inmediato llevó la vista a los anillos que portaba la profesora que ya brillaban. Aún no sabía cual anillo era cual pero en todo momento se mantuvo observándolos para poder percibir alguna alteración en ellos. -Exacto, ¿hay alguna forma de no hacerlos tan evidentes como portarlos en la mano?- Preguntó después de su compañero y de inmediato recordó que el amuleto de Dennis ya lo había visto en acción al curar a esa niña en Japón, la pregunta era ¿realmente era el mismo o se trataba de otro? -Profesora... esta consiente de que usar artefactos mágicos sin previa enseñanza es algo mm "precario" ¿cierto? No se ustedes pero me parece que la descripción de cada anillo es necesaria junto con la guía de como usarlos con el libro. Al ver sus anillos siento que pronto tendremos que correr o usar magia así que...-Sus palabras quedaron al aire, realmente confiaba en los métodos de la líder del grupo sin embargo era difícil tener confianza ciega cuando diferentes factores los amenazaban.
  3. Después de la última presentación fue momento de concentrarse en la clase, el profesor era bastante capaz en su enseñanza y eso se notaba en la manera en la que hacía entender los términos de una magia más práctica como el encantamiento. Eso alegraba a Ethan, en verdad esperaba ser instruido por alguien apto y no por un novato cualquiera con el que siempre iba a tener pique y hasta ese momento en la parte teórica se podía decir que Apolo superaba sus expectativas. >>Claro, con la transformación se cambia la esencia y con el encantamiento únicamente proyectamos en cambio la forma en que percibimos el objeto por ejemplo si se trata de cambiar un color... por eso es que un cuervo puede "transformarse" en una copa y un sapo puede ser "encantado" para cambiar a color azul.>> Pensó aquello mientras fijaba su vista todavía en la pizarra roja y cuando la mesa fue disminuida de tamaño corroboró sus pensamientos entendiendo del todo lo que el profesor les explicaba. Era hora de la práctica y una parte de él se emocionó sobremanera, observó cada movimiento junto con la explicación sobre los elementos. Anteriormente sabía que su elemento era la tierra pero al saber sobre luz, oscuridad y elementos combinados se halló en un mar de dudas ya que hasta ese momento no había proyectado nunca su magia interna en forma de alguno de ellos. Se consideraba un hombre de tierra al igual que todos sus antepasados por parte de su padre y sabía de buena fuente que su madre dominaba el elemento con gran destreza, definitivamente sentía que la tierra lo llamaba y que al tener un mínimo contacto con ella esta se combinaba con él... o al menos así lo sentía. En la búsqueda de conocimiento cuando se encontraba estudiando Artes Oscuras había tenido también afinidad con la oscuridad sin embargo no creía que justamente esa fuera una señal, mientras observaba a Koseh desprender de su cuerpo ese halo de luz de su cuerpo combinado con un toque oscuro fue que pensó en la posibilidad de resplandecer con oscuridad pero ¿se encontraba preparado para conocer de esa forma su magia? Un temblor recorrió su espina dorsal y tuvo que quitarse la rompevientos dejándola dentro de su mochila, su varita continuaba en el fajín de su pantalón y cuando Sol anunció ser la siguiente no pudo evitar el animarla mentalmente >>Vamos bonita, tu puedes...>> Pronunció en su pensamiento con bastante fe en ella, sabía lo que podían lograr sus poderes y la admiraba por la entereza que en ocasiones saltaba a la luz. Sonrió ampliamente observando el elemento combinado de fuego y aire, efectivamente así era ella en esencia a pesar de que Apolo había dicho anteriormente que no había pruebas de que estos elementos tenían que ver con su personalidad. Relamió sus labios antes de tomar distancia con sus compañeros, el momento había llegado y su mente estaba tan confusa que creía que lo mejor era relajarse así que tomó un respiro hondo y cerró sus ojos. Hasta ese momento notó el aroma a mar, el sonido de las suaves olas acariciando la arena en la orilla y la frescura del aire invernal que todavía imperaba, todo en conjunto era un relajante natural que agradeció al instante y que soltó sus músculos de una tensión innecesaria. Sus brazos comenzaron a moverse, al principio su respiración siguió el ritmo de estos y poco a poco mientras sus extremidades iban agarrando velocidad pudo controlar de mejor manera casa inhalación y exhalación hasta que de pronto sintió la necesidad de expulsar el aire de sus pulmones con fuerza. Todo sucedió muy rápido, un chispazo en su pecho como cuando tocaba la tierra mojada y esa sensación lo recorrió queriendo apretar los puños para hacerla moronas, al momento de ejercer fuerza en sus puños pudo notar que algo se materializaba en sus palmas. Algo sólido como una roca, disminuyó la velocidad de sus brazos y abrió los ojos junto con sus dedos observando en ambas palmas un par de geodas de Ágata que a los pocos segundos se desvanecieron dejando tan solo una estela de polvo negro. Todavía mirando sus manos pensó en la oscuridad y en como se había manifestado para él; ahora que era una realidad no temía a ella, al contrario, sentía aún más curiosidad para poder dominarla junto con ese elemento que sabía lo cobijaba a él. -¿Quiere decir que en mi caso la oscuridad endurece al elemento tierra? o ¿existe la posibilidad de que el elemento se manifieste de diferentes formas?- Preguntó al profesor mientras pasaba de una palma a otra el polvo restante de las geodas.
  4. El conocimiento era una adicción para él, quería saberlo todo y pasar su inmortalidad aprendiendo cualquier cosa que le llegase a las manos. Era un hombre ávido ya de algunas habilidades sin embargo los encantamientos todavía no le iban bien del todo, quizá se tratara por su varita o quizá fuera su propia magia, eso no lo sabía pero prefería mil veces preguntar que quedarse con la duda y estaba seguro de que de la mano de un profesor se podían explotar las habilidades de la mejor manera. Cuando leyó la lechuza no pudo quedar más emocionado, la playa iba a ser una experiencia agradable para él después de tanta nieve que cubría su castillo en los últimos meses. Observó el mapa con detenimiento y comenzó a imaginar que clase de curso llevarían, entrarían al mar como parte del conocimiento para seguir alguna misión? tomarían unas pequeñas vacaciones? Todas esas preguntas se formulaban haciéndole crecer el ansia y lo único que le dio más curiosidad que el contenido de la clase era el profesor. No lo conocía en absoluto, Ethan no era del tipo sociable pero para que el profesor diera ese conocimiento significaba que llevaba largo tiempo viviendo en Ottery. Esa mañana despertó antes de que clareara, salió a correr como de costumbre y desayunó a lado de su hija Anne contándole sobre su clase a lo que ella lo miraba con ojos soñadores y de orgullo, amaba ser un ejemplo para ella y que ahora viviera con él era una alegría indescriptible. Después del desayuno la joven lo abrazó y lo llenó de besos pidiéndole que cuidara de si mismo y que no se expusiera a peligros a lo cual el mago tan solo asintió dedicándole una mirada confiable, se despidió de ella y subió a sus aposentos para alistarse. Decidió usar un par de jeans desgastados, una camiseta sin mangas en color blanco y una chaqueta rompevientos roja con diseños en negro; la función de esta última prenda era el darle la protección necesaria contra el aire (como su nombre lo mandaba) y a su vez protegerle de los rayos de sol que en la playa resultaban ser más intensos. Zapatillas deportivas, una mochila y sus lentes de sol fue lo único que necesitó antes de emprender su camino junto a su varita quien era su más confiable aliada. Siguió el mapa con devoción hasta llegar a su destino, sonrió al observar el paisaje y se dirigió a sentarse a la mesa con sus demás compañeros. Uno de ellos era Sol y a pesar de ser su pareja iba a dejar fuera del "aula" su relación por el bien de ambos, una distracción mientras aprendían a realizar los encantamientos de manera correcta podría ser catastrófica. El momento de las presentaciones había llegado y después de escuchar a la única mujer del grupo decidió seguir él poniéndose en pie. -Ethan Amílcar Lenteric Rambaldi, lo se, es un nombre largo pero es mi nombre. Actualmente ejerzo en el Departamento de Cooperación Mágica Internacional pero necesito cambiarme a Transportes ya que ahí es en donde siento que destacan más mis habilidades, por eso he decidido tomar esta clase ya que todavía no domino los encantamientos como me gustaría y es un requisito básico en ese departamento... Que puedo decir? Agradezco mucho que la clase sea en un lugar con más temperatura que mi castillo, me llena de ansiedad el saber que voy a aprender de usted profesor pero descuide que mis ansias son buenas y no tendré un colapso nervioso.- Comentó antes de reír ligeramente tomando asiento de nueva cuenta.
  5. Había recibido en tiempo y forma la notificación de la Universidad, le resultaba interesante aquel libro que solo había estudiado por encima de sus hojas y junto con los amuletos buscaba entender la completa magia que de ellos aprendería sin embargo era necesaria una clase para llevar a cabo los conocimientos. Había leído el nombre de la profesora y recordó a esa joven rubia con la que había compartido un par de hazañas meses atrás, conocía un par de sus habilidades y eso lo tranquilizó, al parecer los directivos de dichos cursos seleccionaban de buena manera a los profesores. Al día siguiente preparó sus cosas cubriendo el libro con una fina capa de seda y en cuanto a los amuletos prefirió llevar estos en un pequeño saco satinado para tenerlos a la mano, se vistió de manera cómoda usando jeans y una camiseta de mangas cortas junto con una sudadera de capucha y zapatillas deportivas como en sus viejos años de estudiante. Salió de su castillo y apareció en los terrenos de la universidad olfateando ese aire tan característico de la edificación. Le costó un poco llegar al salón en donde la clase se iba a impartir pero en cuanto llegó observó a todos los presentes. -Buenos días, soy Ethan Lenteric...-Saludó de manera casual y cordial antes de ir a tomar asiento a una de las sillas. Al levantar la vista pudo ver una máscara quizá africana y de inmediato recordó su primer clase con Bel en el desierto del Cairo, había odiado la arena que no hacia más que dificultarles el trabajo pero al mismo tiempo sabía que África ofrecía los mejores destinos para el misticismo y las mejores instalaciones vacías de gente por si el curso se tornaba "peligroso".
  6. Quizá era lo mejor, quizá necesitaban ocultar ciertas cosas como sus sentimientos pero de eso a mentir era un abismo que no cruzaría. Alzó la ceja al escucharla, no estaba cien por ciento seguro de sus palabras pero trataría de tener mucho tacto. -No hace falta mentir, se que no te alegra la noticia pero yo decidí continuar de la mejor manera posible. No lo buscaba y eso fue lo mejor, todo fue natural y así mismo el presentarle a mis hijas. Demian no me contesta las lechuzas, supongo que vive aquí contigo... solo quiero saber si esta bien.-Dijo apesadumbrado por la falta de comunicación con su hijo mayor. Demian era igual a él en el carácter, quizá mucho más explosivo y rencoroso pero siempre protegía a Kutsy aunque eso le costara la vida. Para el mayor de sus hijos tal vez el enterarse de la nueva vida de su padre era una especie de traición y se encontraba más que molesto con él, por eso se había encerrado en su habitación en el castillo Evans casi sin contacto con nadie. -Las niñas son mucho más comprensivas, no notan todavía la diferencia entre amigo y pareja pero evité demostraciones de afecto para no incomodarlas. Creo que a la larga será muy natural el que convivan, ahora mismo no quisiera pasar por dramas.-Bebió otro poco de su taza y suspiró hondo llevando su vista al techo, en algún lugar del castillo se encontraba su hijo y a pesar de que moría por verlo quizá fuera mejor darle su tiempo. @@Kutsy Stroud Lenteric
  7. El ver a sus hijas sonrientes era reconfortante, a veces pensaba que eran más felices con su madre que con él pero lo comprendía ya que el amor de una madre era diferente al que él les ofrecía. Amaba verlas felices y hasta a Kutsy le cambiaba el semblante, eso era bueno ya que tampoco quería verla sufrir a ella y al parecer no lo hacía... o eso aparentaba. -Té de menta estaría bien, gracias.-Pidió a Dunkel quien lo miraba todavía con cierto rencor o quizá con cierta descepción. También lo comprendía. -La verdad es que fueron días agitados, jugar día y noche cansa bastante pero fue increíble el tenerlas conmigo.- Soltó un suspiro hondo y pensó un poco en esos días, era conveniente contarle lo demás? Cuando recibió su té le dio un sorbo y explicó a Emma de nueva cuenta el porque no podía pasar año nuevo con ellas, cada vez que lo decía su corazón dolía pero esperaba que algún día sus hijas comprendieran. Miró a Kutsy y respiró profundo para así continuar. -Conocieron a mi pareja, ambas estuvieron cómodas salvo en algunas ocasiones pero me cercioré de que primero ellas estuvieran bien. Estoy con alguien Kutsy y solo quiero que sepas que no tienes que preocuparte por las niñas, ellas siempre van a ser mi prioridad.-Finalizó aunque no había sido fácil, había escuchado de miles de relaciones fraternales entre padres separados que terminaban mal por la presencia de alguien más pero esa situación era algo que definitivamente quería evitar. En ese momento solo buscaba paz interna, una paz que estaba logrando día a día y que trataba de no obstaculizar por ningún motivo. Solo esperaba que ella ayudara un poco. @@Kutsy Stroud Lenteric
  8. Kutsy apareción en escena minutos después de que él tomara asiento en un sofá junto con sus hijas quienes trataban de convencerlo para pasar todos juntos el año nuevo. A pesar de que eran muy convincentes, en especial Emma, sabía que no podía pasar esas fechas con ellas y que ya tenía un trato con su madre. Observó a la madre de sus hijas con esas botas rojas y sonrió, parecía que había estado riendo por ese gesto que conservaba y quizá el ver a sus hijas también ayudaba. -Como estás Kutsy? Pasaste bien la navidad?-Preguntó observándola mientras sus hijas la abrazaban. @@Kutsy Stroud Lenteric
  9. Una sonrisa bastó por parte del varón Lestrange para que él se relajara, convencer a un niño era sencillo y sabía lo que podía animarlo. Estar rodeado de niñas iba a ser aburrido para Josué así que Ethan tendría que jugar con él para que no se sintiera solo, realmente no tenía experiencia ya que Demian había crecido apartado de él pero siempre había deseado estar con su hijo en esa etapa. -Podemos ponernos ropa cómoda e ir al estadio, te parece?-Preguntó al niño con una sonrisa antes de mirar a su madre. Sol era feliz en ese momento, se notaba en su hermosa sonrisa que adornaba su luminoso rostro. Ethan podía mirarla por horas en silencio repasando cada milímetro de su piel, era curioso que entre más la miraba más detalles encontraba en ella y aquello le resultaba reconfortante. -Vas con nosotros? Las niñas se pueden quedar con Needles, así animas a Josué.-Mas que una pregunta era una petición, quería que el pequeño se encontrara cómodo y la solución era tener a su madre cerca. Las niñas jugaban en la alfombra del salón, Needles les había llevado una caja enorme de adornos para el cabello, sombreros, mascadas, lentes oscuros y accesorios para entretenerlas. Emma y Dalí disfrutaban ese juego de disfrazarse y ahora invitaban a Nadime a que se uniera, al parecer la más pequeña de todas iba poco a poco sintiéndose más cómoda y su padre agradecía enormemente esa actitud. -Niñas, vamos al campo de quidditch. Si necesitan algo le llaman a Needles.-Dio un beso a sus hijas haciéndolas reír y a su vez recibió múltiples besos en sus mejillas. Mientras Sol alistaba a Josué en una de las habitaciones, él se dirigió a la suya para cambiarse por un conjunto más cómodo para jugar. Se abrigó y bajó de nueva cuenta quedándose en la entrada principal para esperarlos. Una vez que se unieron a él los guió hacia el campo que lucía imponente al estar cubierto por nieve, iba explicando a Josué los diferentes aros que señalaba a lo lejos y por momentos daba miradas cómplices a su amada. Definitivamente estar con ella en familia era sublime. @
  10. Días después de Navidad Habían sido días hermosos en compañía de sus hijas, ellas se habían divertido muchísimo en los terrenos del castilo del cual eran herederas y habían creado nuevas memorias juntos que para él eran lo más importante de su convivencia. Dalí había recibido muchos regalos por parte de la familia de su padre pero uno en especial la había cautivado, Needles había hecho un peluche de ratón igual al que la pequeña había extraviado y desde que lo había tomado en sus manos no lo soltaba. Por su parte Emma, era feliz con las alas de hada que su padre le había obsequiado ya que estas se movían y despedían aromas a bosque junto con brillos alegres. Ambas habían recibido el regalo de su madre y ahora lo portaban en sus cuellos pendiendo de finas cadenitas de oro rosado. Para Ethan era difícil el volver a alejarse de ellas, siempre era doloroso decirles que pronto las volvería a ver pero estaba seguro de que estando con Kutsy ellas estarían bien. Cuando aparecieron en los terrenos del castillo Evans aspiró profundamente el aire invernal y se dirigió a la entrada con Emma tomada de su mano quien daba saltos para agitar sus alas. Dalí caminaba con Needles de la mano, había una conexión extraordinaria entre ambos y su padre agradecía el que uno de sus hijos fuera así de allegado con su fiel amigo. Cuando llegaron a la puerta fueron recibidos por los elfos y solo hasta ese punto soltó la mano de Emma. -Buenos días, busco a Kutsy Stroud...-Dijo al sirviente mientras se quitaba el abrigo y era guiado junto con sus hijas a uno de los salones. @@Kutsy Stroud Lenteric
  11. Título de la canción: Been Through Nombre del cantante/grupo: EXO tus patrones Género musical: K-Pop Dedicatoria: @ Te cielo mi cielo, foreva I’ll get used to it Like catc**** a cold again The ash gray light pushes through And endlessly passes by, but still I must get through it Cuz it’ll pass, it’ll pass Just need a moment Cuz it’ll pass, it’ll pass Cuz it’ll pass, already In the gray sky There is a brighter light Behind the dark clouds There is a dazzling light You shine like the stars You light up my heart At the end of today’s hardships Brightly shine on me Dadada dadada dum Dadada dadada dum Snap out of it Get up and brush it off Pain is just A passing storm to me I must get through it all Cuz it’ll pass, it’ll pass Just need a moment Cuz it’ll pass, it’ll pass Cuz it’ll pass, already In the gray sky There is a brighter light Behind the dark clouds There is a dazzling light You shine like the stars You light up my heart At the end of today’s hardships Brightly shine on me This isn’t the end Better days will come At the end of that day You’ll shine on me like this The sun is behind the clouds that cover the light Without change, you shine on me forever The quiet air, the warm wind They’re all there, always in the same place In the gray sky There is a brighter light Behind the dark clouds There is a dazzling light You shine like the stars You light up my heart At the end of today’s hardships Brightly shine on me Brightly shine on me https://youtu.be/2HcG-V6mOeQ
  12. Ver a Emma interactuar de esa manera con Sol era una ganancia, un paso gigante y eso lo emocionaba. Dalí por su parte había escondido el rostro en su cuello en un intento de pasar desapercibida, por supuesto que no iba a obligarla y pensaba que ir paso a paso era mucho mejor sobre todo si la abrumaba demasiado conocer a su pareja. Invitó a los Lestrange a tomar asiento en el sofá, por la mirada del varón de Sol decidió no tomarla de la mano así que sentó a Emma y a Josué entre ellos. Needles apareció con bebidas calientes para los invitados y panecillos rústicos que eran su especialidad, de inmediato el semblante de Dalí cambió y abandonó su escondite para tomar un pan de nata. -Ah fue el día que fuí con mami a tu trabajo.-Comentó Emma mirando a Ethan al recordar el encuentro con Sol. Su padre asintió y sonrió al jovencito que lo escrutaba con la mirada, lo comprendía quizá demasiado. El celo de que tu madre saliera con alguien era indudable, personalmente nadie nunca iba a ser suficiente buen partido pero quería llegar a ser para él un amigo y ganarse su confianza. -Josué, ¿te gusta el quidditch? Acabo de comprar hace poco un set nuevo porque el que tenía ya estaba muy viejo y gastado. Puedo enseñarte a jugar si tu quieres, en la propiedad tenemos un estadio completo.-Comunicó al niño esperando por su reacción mientras Nadime trenzaba con cuidado el cabello de Emma y se preguntabab cosas como sus respectivas edades. @
  13. Needles, elfo personal de Ethan Observaba a los tres a una distancia prudente, Emma había crecido tanto y tenía muchos gestos de su amo mientras que Dalí a pesar de tener los rasgos del patriarca Lenteric conservaba los gestos de su madre. Muchas veces Needles había charlado con Ethan sobre la separación, a él también le dolía ya que se consideraba un padre para el checo y el verlo sufrir siempre era difícil. Por eso cuando la señorita Sol había aparecido en su vida llenándolo de felicidad, hasta Needles se encontraba complacido. Sonreía poco pero esas veces en que lo hacía era por verlo sonreír a él, a su "niño". Preparó chocolate caliente en una olla bastante grande debido a las visitas que estaban por arribar, sirvió un poco de este a las niñas y justo al dejar la última taza delante de la chimenea en donde descansaban con su padre escuchò la puerta. Abrió esta una vez que apareció en ella y reverenció a los recien llegados cerrando detrás de ellos. -Madame Lestrange, sean bienvenidos. Es un placer volver a verla... Ethan se encuentra en el salón con las señoritas descansando. ¿Les apetece una taza de chocolate y pan de melaza o nata?-Preguntó antes de guiarlos al salón en donde Ethan fue el primero en voltear hacia ellos. ***** -Y así es como se hace el relleno de pavo de Needles... usa tan solo un poco de nuez.-Ethan se encogió de hombros al terminar de contar el secreto del delicioso relleno que comerían y Emma fue la primera en mostrar su aprobación con una risa divertida. -Papi, Needles también cena con nosotros ¿verdad?-Preguntó la rubia siendo consiente de que el elfo no era como los demás, en su familia él no era un sirviente. -Si mi amor, no podría imaginar esta época sin él. Aparte somos su familia y lo queremos mucho.-Contestó acariciando la rubia cabellera de su pequeña. -Me gustan sus orejas...-Acotó Dalí acariciando una de las orejas de su padre a lo que él sonrió ampliamente imitando el gesto del elfo cuando se encontraba enojado haciendo que ambas rieran. Escuchó pasos detrás de ellos y volteó, ahí estaba ella tan hermosa como siempre y no pudo evitar el ver a los pequeños que la acompañaban. Era innegable el parentezco con la Lestrange. Se levantò de la alfombra con Dalí en brazos y a su vez Emma se puso de pie colocando sus manos delante de ella entrelazando sus dedos como toda una dama. -Buenas noches, bienvenidos.-Mostró una sonrisa amplia y se acercó a ellos, cuando estuvo cerca colocó una de sus rodillas en el suelo para poder estar a su altura y hacerlos sentir en confianza. -Hola, soy Ethan y es un gusto enorme para mi el conocerlos. Su mami me ha platicado mucho de ustedes, espero que se sientan cómodos en mi casa y si necesitan algo por favor no duden en pedirlo... ellas son Dalì y Emma, mis hijas.-Presentó a sus hijas mirando a cada una y después alzó la vista hacia su novia. -Mis amores, ella es Sol... es mi novia.-Dijo sonriendo a la castaña mientras Emma se acercaba a ella y le sonreía ampliamente. -Soy Emma Viktoria Lenteric Stroud, hola Sol... tu abrigo es muy bonito.-Saludó su hija de manera educada justamente como la había educado y de pronto recordó que a aquella mujer ya la había visto antes sin embargo no podía recordar en donde. @
  14. http://i.imgur.com/Khz0ksr.jpg El frío de República Checa los golpeó de inmediato, quiso aparecerse con sus hijas en los jardines para que ellas pudieran ver el paisaje blanco de los terrenos. De inmediato escuchó asombro por parte de ellas, bajó a Dalí de sus brazos y observó como Emma la tomaba de la mano para caminar sobre la rara superficie juntas. Sonrió ante esa escena y sin pedirlo, Needles ya se encontraba tomando fotos de las niñas como todo un profesional. Caminó con las manos dentro de sus bolsillos detrás de ellas y su pensamiento pareció transportarse a la navidad pasada en donde no había estado con ellas, un gesto de dolor cruzó por su rostro pero después pensó en Sol y en sus palabras de aliento. Si, era un buen padre. Cuando terminaron de jugar en la nieve tan solo por unos cuantos minutos, entraron al castillo y se acomodaron delante de una de las chimeneas para recuperar su calor. Dalí subió a su regazo y Emma se recostó usando su muslo como almohada, todos miraban las llamas y creyó que era el momento perfecto para hablar de su novia a las niñas. -Mis amores, van a conocer a alguien muy especial para mi. Se llama Sol y esta dentro de mi corazón al igual que ustedes... Sol vendrá un poco más tarde y quisiera que me dijeran si les agrada, ¿de acuerdo?-Preguntó a sus pequeñas que solo asintieron en silencio, quizá se encontraban demasiado cansadas. Subió con ellas a donde se encontraban sus habitaciones y con la ayuda de Needles les dio un baño caliente, les colocó una pijama abrigadora y cepilló el cabello de cada una con suavidad mientras charlaban sobre lo que harían de comer los elfos para la cena navideña.
  15. Observó a Dalí ir con su madre mientras colocaba en la mesa de centro las cajitas que contenían sus regalos de navidad, frunció levemente el ceño al saber sobre el peluche extraviado y rápidamente hizo memoria para saber si en alguna ocasión lo había visto. Negó un par de veces al saber el tamaño del ratón perdido y después miró a su hija quien permanecía en silencio a comparación de Emma quien entonaba una canción en alemán. -Yo creo que lo mejor es que le demos otro muñeco, nunca antes vi ese ratón del que hablas. Y si, las consiento mucho pero creo que Dalí tiene que comprender que a veces las cosas que amas no regresan...-Miró a Kutsy durante un segundo y después desvió la mirada. Cuando le fue entregado su café bebió este con calma y dio un par de mordidas a una galleta que le ofrecía su hija quien parecía muy despreocupada con respecto a la desaparición del peluche de su hermana, quizá Emma era analítica como él y se diera cuenta que el ratón de peluche era sumamente reemplazable y por eso no lo tomaba como un problema del cual preocuparse. -Les regalaré peluches en forma de oso para navidad, creo que con eso bastará y si no... pues un hechizo puede hacerla olvidar al ratón. No creo que este bien que pase malas noches todo por un muñeco, ¿no crees?- Comentó alzando una de sus cejas al final manteniendo una postura de padre algo estricta, al final de cuentas no se acababa el mundo por no cumplir un capricho de su hija. Cuando terminó su café se puso de pie y ayudó a Emma a arreglar su vestido, tomó su mano y miró a Kutsy en espera de alguna otra indicación antes de partir. Ayudó a su hija con su abrigo y caminó al recibidor en donde el baúl con sus ropas aguardaba por ellos, llamó a Needles para que lo ayudara con el baúl a lo que el elfo asintió emocionado como pocas veces. Needles podía ser muy osco con todas las personas, menos con las niñas Lenteric. Soltó un suspiro al mirar el regalo de sus hijas, aquella fotografía de los tres que parecía tan nostálgica. Acomodó las cajitas de regalo dentro del bolsillo de su abrigo y guardó también el marco mientras las niñas se despedían de su madre y antes de tomar en brazos a la menor de sus hijas ya estando abrigada. -Bueno Kutsy, nos vamos. Que pases buenas fiestas, las traeré de vuelta un par de días después de navidad.-Respiró profundamente y con su brazo libre abrazó a la madre de sus hijas en un gesto fraternal, al separarse tomó la mano de Emma y de esa manera salieron por la puerta principal para dirigirse a su castillo en República Checa. @@Kutsy Stroud Lenteric
  16. La voz de Emma era inconfundible, en cuanto esta llegó a sus oidos volteó el rostro para mirarla. Sonrió tan amplio que sus mejillas dolieron y recibió a su hija con un abrazo tan necesitado que se sintió estremecer, los besos en su rostro le dieron nueva vida, una vida que solo Emma podía darle. Era bien sabido por los padres de la pequeña rubia que él y ella compartían un lazo estrecho desde el vientre de su madre, un lazo nunca antes visto y tan poderoso que ni siquiera él alcanzaba a comprenderlo. -Vida de mi vida estás hermosa, feliz navidad para ti también...-Saludó a la pequeña sentándola a un lado de él tomando su mano. Volteó al recibir el saludo de Kutsy y sonrió a ella. -Buenos días Kuts... me apetece una taza de café americano, gracias.-Respondió observandola como tomaba asiento delante de ellos y escuchó sus palabras para después asentir. -Claro, confía en que lo recibirán ese día. También les tengo regalos para año nuevo pero te los traeré cuando las traiga de vuelta... Dime, como han estado?-Preguntó a la Stroud sin despegar su vista de ella, era sumamente extraño el estar en ese salón ahora cada quien con caminos separados. @@Kutsy Stroud Lenteric
  17. Escuchó a las tres en la escalera principal, alzó la mirada y logró distinguir a Kutsy volviendo por donde había venido. De pronto fue Dunkel el que apareció bajando la escalinata con Dalí en los brazos. -Buen día Dunkel... gracias, las espero en el salón.-Comentó tomando a su hija en brazos y dio un par de besos a su rostro. Esperaba convivir un poco con la madre de sus hijas, se negaba a que su relación se limitara a no verse y eso lo hacía por las niñas. No quería verlas sufrir porque ellos no se hablaran o no pudieran estar en la misma habitación por mucho tiempo. -Te vez preciosa con ese vestido mi princesa, muy raro el lazo rojo pero lindo.-Rió junto con su hija y así entraron en el salón, tomó asiento en uno de los sillones y colocó a su hija en sus piernas observandola con atención. Dalí y Emma eran felices, no eran niñas tristes a simple vista sin embargo él sabía que para nadie dentro de su familia la separación había sido fácil. Demian aún no le dirigía la palabra, lo entendía, quizá lo entendía demasiado pero eso no significaba que dejara de dolerle. Dalí se dio cuenta del cambio en el semblante de su padre y acarició su mejilla dándole consuelo a lo que él respondió con una sonrisa. @@Kutsy Stroud Lenteric
  18. Volver al castillo Evans era sumamente nostálgico, un sentimiento de tristeza se agolpó en su pecho y eso se debía al tiempo que había pasado en esos terrenos que ahora cruzaba a pie detallando los detalles con la mirada. Había vivido años en ese castillo, había sido muy feliz dentro de la protección de sus muros; había recibido a su primogénita en el mundo mortal ahí y también había sido el lugar de encuentro con Demian. Tenía miles de recuerdos compartidos con esa familia, Bel había sido siempre su protectora y quien le había dado un hogar cuando más lo había necesitado. Les debía tanto a los Evans aunque las nuevas generaciones no supieran de su paso por aquella familia. Agradecía que sus hijas fueran a crecer en los terrenos de una familia como aquella, estaba seguro de que al igual que él iban a ser muy felices en el castillo Evans. Cuando llegó a la puerta principal y lo recibieron los elfos sonrió respirando profundamente el aire agradable de aquellos muros. -Busco a Kutsy... soy Ethan Lenteric.-Se presentó con la criatura y cuando esta desapareció aguardó en el recibidor. @@Kutsy Stroud Lenteric
  19. ¿Se podía perder la cordura tan solo con la silueta de una mujer? Si, la respuesta para él era afirmativa y cada vez que la tocaba estaba más seguro de ello. Cuando se lanzó a sus brazos no pudo evitar el sentir una corriente recorrerlo, excitación y júbilo por estar con ella lo colocaban en un estado ansioso. La besó de igual forma, apasionados el uno con el otro y tocandose como jamás habían tocado a alguien más. Hizo que ambos cuerpos aparecieran en su habitación y con sus hábiles manos se deshizo del vestido dorado que portaba su amada, el verla tan solo portando el collar fue una visión espectacular para sus ojos y así mismo mordió su propio labio inferior. La llevó hasta su cama en donde emparejó condiciones con el tema de ropa en su cuerpo y volvió a besarla, su calida piel se encontraba contra la de él generándole calosfríos y posteriormente ambos se acompañaron dentro de las sábanas culminando así la celebración de hacer formal su noviazgo. No existía en todo el universo un hombre más feliz que Ethan Lenteric. @
  20. Algo dentro de su pecho le decía que ese collar si sería eterno, durante los años de casados de sus padres la joya jamás se había dañado a pesar de la infidelidad de su padre de la cual él era producto. Ethan nunca iba a entender el porque a pesar de la traición de su padre, su madre Karel lo había perdonado y más importante, el porque lo seguía amando. Para él una traición era lo peor que podía existir, no soportaba la idea de sentirse traicionado y mucho menos podía perdonarlo. Su sentido de lealtad era demasiado grande e incrustado en sus valores así que siempre esperaba ser correspondido con lo mismo. Terminó de beber el vino de su copa y limpió sus labios antes de levantarse de su asiento, si iban a continuar la charla sería mejor en otro lado. -Vamos a otro lado, en donde no se sienta el frío. Las noches en esta parte del mundo son muy frías y más en invierno.-Comentó tomando su mano para después guiarla hacia adentro del castillo. Cerró las puertas gemelas y caminó con ella por los pasillos, ya podía sentirse el calor de las chimeneas encendidas y un olor a panqué de frutos se alcanzaba a percibir. Inhaló profundamente y sonrió ampliamente cerrando un momento sus ojos quedando a mitad del pasillo. -¿Te gustaría comer un poco de panqué? Es la especialidad de Needles y lo podemos comer en... en mi habitación.-Hizo la sutil invitación a su novia antes de acercarse a ella y no dejarle escapatoria entre su cuerpo y la pared, sus manos de inmediato recorrieron su figura delineando esa curva de sus caderas que últimamente lo volvía loco. @
  21. Una cena más relajante y perfecta no existía, era tan importante para él esa ocasión que la había disfrutado al máximo como cada minuto a su lado. Conocía ya cada parte de su ser, su cuerpo y sus sentimientos, conocía a la mujer que tenía enfrente como jamás había conocido a otra y ese detalle le permitía corroborar su enamoramiento. Ahí estaba de nuevo ese pequeño movimiento de su nariz al masticar que le parecía agradable, era uno de los detalles que jamás nombraría pero que lo hacía amarla más. Su manera de sonreír como si nunca antes hubiese sonreido de esa manera y la forma en la que mordía sus labios era simplemente irresistible. Recordó su primera vez juntos, aquel momento de poesía terrenal en el que se habían sumido sin pudor alguno, siendo complemento uno del otro. Su manera de amarla había sido impecable, sus manos habían recorrido toda su figura en caricias y siempre que volvía a pensar en ello se estremecía. Al termino de la cena puso atención a sus palabras, bebió un poco de vino y frunció el ceño. ¿Vidas pasadas? Para él no era imposible, cabía la posibilidad. -Bueno he de confesar que es posible el habernos encontrado en alguna de tus vidas pasadas, soy un demonio lo bastante viejo como para haberte conocido mil veces antes... Pero la verdad es que en mi forma terrenal lo dudo, esto que siento no lo sentí antes con nadie.-Respondió siendo totalmente sincero aunque hubiese deseado el conocerla desde antes. Recordó que ese día en el spa se encontraba nervioso por conocerla, no sabía porque pero un extraño sentimiento se había apoderado de él hasta que sus ojos la vislumbraron por vez primera en persona. -La primera vez que te vi pensé que eras un ángel, tan prohibido y celestial para mi que casi huyo para no corromperte... Quien agradece al destino por haberte cruzado en mi camino soy yo. Cada segundo lo agradeceré y me esforzaré para ser siempre el mejor hombre para ti en todo aspecto.-Prometió a ella antes de tomar su mano y besar su dorso. Sus siguientes palabras lo desconcertaron un poco pero al instante comprendió lo que ella decía ya que él también lo sentía. -Te prometo que siempre vas a recibir verdad de mi parte, te prometo que con cada respiro voy a amarte y que siempre vas a encontrar en mi amor verdadero. Se que tienes miedo mi amor, pero no dejes que ese miedo se apodere de ti y te prohiba disfrutar lo nuestro que es totalmente puro. Yo te amo con cada fibra de mi ser, te anhelé desde siempre y ahora que te tengo no puedo plantear falsedades así que descuida ¿si? Siempre seré sincero contigo.-Respondió finalmente antes de sellar con un beso a sus labios sus palabras. -El collar que portas es de esmeraldas, hace juego con un talismán que yo siempre porto dentro de mi ropa. Cada vez que algo altere nuestro entorno, ambos se tornarán de color ambar. La alteración puede ser tanto buena como mala y cuando el collar se rompa... bueno eso quiere decir que has dejado de amarme.-Comentó antes de llevar su mano libre al accesorio que ella portaba, lucía tan fuerte que solo rogaba que así permaneciera por toda la eternidad. @
  22. -Vino será.-Hizo chasquear sus dedos y Needles apareció con una botella que dejó cerca de él, después desapareció dejándolos de nueva cuenta solos. La escuchó mientras se encargaba del vino, rió negando con la cabeza repetidas veces y soltó un suspiro al tomar su copa. Estaba a punto de hablar cuando ella tomó la batuta. Uno de sus miedos era perderlo pero en realidad al ser inmortal no había esa opción disponible, en cambio él si podía perderla. La humanidad de Sol era un reloj de arena cada vez avanzando más y de pronto la saliva que pasaba por su garganta supo a vinagre, tendría que encontrar la manera de hacerla vivir por siempre. -Por nosotros, porque cada momento tiene que ser eterno, cada palabra que sea bien gastada y cada beso dado desde el fondo del alma. Por ti, para que brilles por siempre en mi cielo y me hagas brillar junto a ti como nadie lo hará. Por nuestro amor que es capaz de crecer en cada instante...-Brindó con ella y bebió un sorbo del exquisito vino de su reserva. Después de dejar la copa en la mesa la tomó del rostro y la besó, el sabor del licor era mucho más agradable de sus labios y hasta conseguía darle cierto dulzor que le hizo agua la boca. Los labios de su amada se amoldaban perfectamente a los de él y su respiración iba a un ritmo igual a la de ella. Ahí estaban, amándose y no importaba nada más. @
  23. Sus lágrimas aparecieron rodando por sus mejillas pero fueron sus palabras las que lo detuvieron a consolarla, escuchó atentamente sintiendo como una calidez lo invadía y su sonrisa se ampliaba. La abrazó a su cuerpo sintiendo su latido contra el propio, su respiración acoplarse a la de ella y una misma emoción en donde no existía nadie más que ellos en el mundo. Ella había aceptado ser suya, había aceptado recorrer de su mano todo lo que estaba escrito en su destino. Estaba convencido de que nadie la igualaba, ni siquiera en todas aquellas cosas pequeñas en las que congeniaban; ella era en pocas palabras su alma gemela, habían sido creados para estar juntos y eso podía sentirlo con cada latir de su corazón que ahora tenía un motivo. Cada fibra de su ser gritaba amor por ella, la sentía tan suya que sabía ese era el inicio no nada más de un noviazgo si no el inicio de una vida totalmente distinta y nueva. En ese corto tiempo había vuelto a vivir. -Amor, mi amor. Gracias por ser tu.-Respondió antes de corresponder a su besl, un beso que sellaba aquel enlace tan importante entre ambos. Un beso tan sentido y significativo que al mismo tiempo lo hizo suspirar de dicha. Al momento de separarse la tomó de la mano y la llevó a su asiento ajustando su silla, tomó asiento a su lado y volvió a tomar su mano ahora entrelazando sus dedos. Era la primera vez que lo hacía y se sentía sumamente emocionado. -¿Quieres beber vino o prefieres algo más?-Preguntó a su ahora novia antes de acariciar su mejilla despejándola del rastro de su lágrima. @
  24. Su expresión valía oro puro, era como una niña pequeña sorprendida y emocionada y él amaba eso. La tomó en sus brazos cerrando los ojos, como si en ese abrazo pudiera recibir todo ese amor de su parte, pero poco duró dicho contacto ya que ella había nombrado una injusticia lo cual lo hizo reír al saberla. Asintiendo a sus deseos cerró sus ojos nuevamente y se volteó sujetando sus manos delante de su propio cuerpo, aguardó hasta que ella le permitió voltear y al verla por poco sus rodillas fallan. Se encontraba deslumbrante, ella siempre se veía hermosa pero esa noche en especial lucía increíble. Le costó un poco retomar la compostura y asintió a su simple pregunta antes de volver a abrazarla. -Eres tan perfecta, haces que mi corazón salte de alegría con cada una de tus acciones Sol. Eres increíble.- Comentó sonriente, desde que se encontraba con ella, desde que la había conocido todo había sido sonreír. -Pero... creo que te hace falta algo. Si me permites...-Susurró antes de separarse y aparecer en la mesa una caja negra de tamaño mediano. -Cierra los ojos.-Pidió a ella antes de extraer el collar regalo para ella. Se colocó detrás de la castaña y colocó el collar en su cuello con suma delicadeza. -Ya puedes abrirlos... Es una reliquia de mi familia, pertenecía a mi madre Karel y anteriormente a su madre. Regalo emblemático de los Zares rusos a sus prometidas como una promesa de amor eterno, mi madre me pidió que lo regalara a quien ganara mi corazón y ahora ambos te pertenecen.- Observó el collar en su cuello y sonrió tomando su mano alzando la mirada a sus perfectos ojos avellana. -Y es con este regalo cuando por fin te pregunto... Sol Lestrange, ¿me concederías el inmenso honor de ser mi novia?- Preguntó con todos sus sentimientos agolpados en solo una frase que recordaría por el resto de sus días. @
  25. Estando en el callejón le pareció que no era el lugar indicado para tan importante suceso, algo le decía que estarían mejor en un lugar mas confortable e íntimo así que propuso su castillo. Ella aceptó al instante y sin chistar la tomó en sus brazos, era difícil concentrarse en su lugar de destino al percibir su aroma y su cercanía sin embargo cerró sus ojos y se concentró en aquella sala en donde había iniciado todo. Al llegar a su morada después de la aparición se quedó abrazándola, era imposible para él el despegarse de su lado, amaba su contacto y como sus brazos se amoldaban perfectamente a su fina figura. Sol tenía un cuerpo elegante y sutil que parecía frágil pero a la vez sabía que este era fuerte, al menos más de lo que él pensaba. -Creo que es la primera vez que aparecemos juntos en esta habitación tan llena de recuerdos.-Respondió sonriente a sus palabras antes de recibir su beso, gentilmente él besó su mano y de inmediato recordó la peculiar pared en el salón contiguo. La invitó a descubrir esa pared que era la gran protagonista quizá de toda la edificación, en esa sala había una decoración lujosa como en la anterior resaltando exquisitamente las artesanías Otomanas y Rusas de sus antepasados. Una colección fina de armas se alzaba en la pared posterior a la pintada en azul haciendo de esta una habitación de gran importancia sentimental dentro de la familia. La observó admirar la sala en silencio, cuando volteó a verlo se acercó a ella y la tomó en un abrazo por la espalda admirando juntos los grabados en fuego. -Es una tradición de mi familia, es la pared en donde cada visitante plasma en una inscripción los buenos deseos hacia la familia. Mi familia desciende de turcos y otomanos, nómadas gitanos que llevaron el tapiz por generaciones hasta establecerse aquí en Ústí nad Labem. Cada una de las inscripciones son de familiares y amigos fieles que permanecen en cada corazón de la descendencia de los Lenteric, es un ritual importante para mi así que espero que graves algo que venga desde lo más profundo de tu corazón. Yo mientras alistaré nuestra cena...- Dio un beso a su mejilla desde esa posición y se separó de ella. Salió de la habitación y llamó a Needles, necesitaba su ayuda con urgencia. -Needles, creo que necesitaré flores. Encárgate de encontrar las más hermosas del invernadero, ya se que es invierno y que pocas de ellas tienen buena apariencia sin embargo se que sabrás escogerlas.- Pidió a su fiel amigo quien con una venía desapareció para realizar el encargo. Sus pasos lo llevaron a un antiguo pabellón cubierto de enredaderas en donde una gran fuente era la estrella, aquella fuente de apariencia casi irreal se encontraba rodeada de luciérnagas revoltosas que alumbraban de manera romántica el lugar. >>Perfecto...>> Pensó sonriente antes de aparecer una mesa para los dos, un par de sillas aterciopeladas, velas y un juego de cristalería antiguo que se ocupaba para las grandes celebraciones de su familia. Needles apareció al instante portando un arreglo floral que serviría de centro de mesa para la velada y que se encargó de acomodar junto con un par de adornos de musgo que daban al ambiente el perfecto aroma a bosque. -Gracias Needles, creo que solo falto yo...- Una risa nerviosa salió de sus labios antes de apuntar su ropa con la varita, hizo aparecer en su cuerpo un traje mucho más formal que el que portaba anteriormente y así se dirigió de nueva cuenta a donde la había dejado. Suspiró al mirarla de espaldas y se acercó a ella mostrando una sonrisa sutil, quizá coqueta. -Madame Lestrange, ¿me acompaña por aquí, por favor?- Pidió ofreciendo su mano a ella y cuando la tomó la condujo por los pasillos hasta esas puertas francesas en color blanco que los llevaría al pabellón, abrió estas para ella y observó su rostro esperando el haberla sorprendido lo suficiente. @

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