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Ethan Lenteric

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Todo lo publicado por Ethan Lenteric

  1. En efecto ella había nombrado las propiedades de la poción sin chistar sin embargo un ingrediente era imposible de detectar aún para el paladar más sensible de la humanidad, lágrimas del mismo Astaroth eran el ingrediente que conjuntaba todo en una poción poderosa que brindaba vida al que la bebía. Muchas veces en la antigüedad se le había confundido con sangre de unicornio debido a su textura parecida al mercurio líquido, pero daba la casualidad de que a pesar de ser concebidas con el dolor de su corazón estas no dejaban en el que las bebía una maldición horrenda. No iba a revelar aquel detalle a ella, suficiente había tenido con sus instrucciones que al parecer del demonio eran más una sentencia de muerte pactada. Quería ver el futuro para asegurarse de que en este se encontraba ella sin embargo el miedo lo detenía, ¿porque dolía tanto?. -No prometo nada...-Alcanzó a susurrar sintiendo la boca seca. Una vez que el aire frío de las montañas los alcanzó fuera del castillo, en su mente aparecieron recuerdos de su boda. Podía verlos tan nítidos que tuvo que parpadear un par de veces de manera rápida para salir de su ilusión, había sido como un dejavú que pronto comenzó a desvanecerse y temió por sus propios recuerdos. Un precio alto tenía que pagar por proteger a sus seres amados, pero a su parecer valía la pena. Estando ya en el callejón observó el local al que se dirigían, todo se encontraba desierto y lúgubre a esas horas de la noche pero su miedo por algo físico se había disipado al momento de saber que trataban con fuerzas mucho más poderosas y legendarias. Al cruzar el umbral pudo notar el recibidor, este daba la apariencia de viejo establecimiento de los años 20's y en él conservaba su encanto. A pesar de ya encontrarse dentro el frío persistía, caminó un par de pasos y se inclinó para repasar el piso con sus finos dedos. -Este lugar... conserva mucho de ti. Puedo sentirte hasta en los cimientos de la edificación, en este lugar hay un cúmulo de sentimientos muy fuerte.-Comentó repasando con la vista el suelo y como si fuesen apariciones fantasmagóricas pudo verla a ella ir y venir delante de él, en diferentes días y en diferentes atuendos. También podía ver a un hombre sin embargo su rostro no era claro, ¿acaso la identidad de ese desconocido era un secreto? @
  2. Un abrazo de la persona indicada podía curar muchos males, su energía parecía haber sido restablecida aunque quizá solo se tratara de la adrenalina. Si bien Bel no era una persona de visitas sociales a su castillo, sabía que esa noche era más un grito de ayuda que un antojo por tener una charla nocturna. No podía dejar de pensar en las múltiples amenazas que rondaban a la Evans, se le venían a la mente cosas casi inverosímiles que le provocaban un terror que helaba los huesos y al separarse del abrazo tuvo que aparentar calma con todas sus fuerzas. -No te preocupes, no iba a dormir todavía.-Estaba seguro de que Needles había encontrado la manera de no alertar a Kutsy quizá diciéndole que Ethan había salido despavorido por cuestiones laborales. Al tomar el pergamino que Bel le tendía leyó este con suma atención un par de veces, podía notar en las palabras una especie de acertijo y todo quedó más claro con las palabras de ella. -Stolas es amante de los juegos intrincados de palabras, trampas para la mente. Si no me equivoco todo quiere decir que desde esta noche hasta el amanecer tus memorias corren peligro, es importante rescatar tu esencia o...-No se atrevió a decir nada más, sus labios se fruncieron ante la idea de perderla y tuvo que respirar profundamente para continuar. -¿Tienes idea de donde podrían comenzar tus recuerdos? Ten en cuenta que los recuerdos se dan por lugares, situaciones y personas. Quizá si logramos los suficientes, la profecía no se cumpla... A menos que... la maldición arrastre a más de uno.-Dijo sabiendo de antemano el peligro que conllevaba el aventurarse de esa manera justamente en la noche, cuando la oscuridad cobra más poder. Mordió su propio labio inferior y desapareció de su lado un par de segundos, cuando volvió traía consigo un frasco pequeño con un líquido verde botella translúcido. Se lo entregó y llamó a Needles con un chasquido, el elfo apareció ya con un abrigo en las manos que entregó al demonio. -Bébelo, es un brebaje que calmará el ardor de la maldición aunque debo confesar que es en extremo dulce.-Comunicó a ella mientras se acomodaba el abrigo negro y abrochaba a su vez los botones de este. @
  3. Acostar a sus hijas a dormir era todo un reto, ambas tenían una energía increíble y él a pesar de estar en buenas condiciones parecía cada noche más cansado. Ni siquiera la ayuda de Kutsy esos días parecía suficiente, cuando llegaba la hora de acostarse a dormir intentaba quedarse despierto charlando con ella sin embargo el sueño podía más y así solo le quedaba disculparse al otro día por haber cedido a su cansancio. Habían sido días caóticos, su familia volvía a estar unida aunque no del todo y esa situación lo ponía en "jaque" al preguntarse que pasaría con ellos después. Justamente esa noche fue sumamente difícil hacer que Emma se durmiera, la pequeña de rubios cabellos mencionaba una y otra vez que él corría peligro y que se negaba a dejarlo. Ethan sabía que Emma era dotada en algunas habilidades de clarividencia sin embargo esa noche lo tomaba más bien como un capricho de su hija el que no se quisiera alejar de él. Después de dormirla en sus brazos la acomodó en su cama y dio un beso a su frente como de costumbre, salió de la habitación y fue hasta la suya en donde Kutsy leía atentamente sobre el cosmos; la miró en silencio y decidió recostarse en la cama sin perderla de vista. Cuando estaba a punto de comentarle algo apareció Needles su elfo doméstico tocando su puerta. Se puso de pie y al abrir el elfo alzó la vista para poder verlo.》Te buscan en el recibidor, es la señorita Evans.《 Comentó Needles con su voz grave antes de desaparecer en el oscuro pasillo. Sin perder tiempo el castaño bajó hasta el recibidor en donde pudo verla, se notaba más pálida que de costumbre y de inmediato supo que algo andaba mal. -Hey... ¿que pasa? ¿estás bien?-Preguntó tomándola en un abrazo esperando que con ese gesto se disipara un poco de su estrés. @
  4. Buenas tardes, vengo a pedir activación de bóveda. De antemano gracias. Nombre del Negocio: Meraki Moon Link a la Bóveda del Negocio: http://www.harrylatino.org/topic/112395-meraki-moon/ Trámite a Realizar: (especificar el trámite y dejar los datos a cambiar, sin texto de relleno): Activación
  5. 1.- Link del tópico de la ficha del o los dueños y links a sus respectivas bóvedas personales: Ethan Lenteric - Bóveda 2.- Link del tópico de registro del negocio aprobado: Registro 3.- Link del local aprobado: Local 4.- Link de las familias del o los propietarios: Familia Lenteric 5.- Link de la bóveda de las familias del o los propietarios: Bóveda
  6. Nombre del Negocio: Meraki Moon Nombre de los propietarios: Ethan Lenteric Rubro al que se dedicará: Restaurante, bar, beach club Descripción: En el callejón Diagón existen múltiples negocios referentes al esparcimiento, todos buscan diferentes lugares para relajarse y por qué no beber un buen trago al final del día. Es bien sabido que los negocios tienen diferentes aspectos pero ninguno de ellos te transporta a vivir una experiencia de playa como Meraki Moon que al cruzar por sus puertas dobles de azul intenso te llevan de inmediato a Mykonos, Grecia. La fachada del local cuenta con el número 1350 en lo alto de la puerta que es la capacidad de personas que puede alojar el establecimiento, este funciona a manera de contador ya que disminuye el número conforme el lugar se va llenando. Para eventos especiales como bodas y de reservación masiva los números desaparecen para mayor comodidad de los solicitantes. Las puertas azules han sido talladas a mano y el marco de piedra de la edificación ha sido creado por el propio dueño a manera de mandala. Se podría decir que es un edificio de apartamentos sin embargo esta solo es la apariencia externa ya que al cruzar las puertas los visitantes se encontrarán con una vista increíble al mar griego en la playa de Ornos, Meraki cuenta con su propia parte de playa privada. La decoración es fresca y atemporal dándole la apariencia de lujo y exclusividad que el anfitrión quiere proyectar a su clientela a quien se le ofrece un coctel gratuito llamado Loto rojo a su entrada y que consta de frutos rojos y licor ligero. El lugar cuenta con diversas mesas de cuatro, seis o hasta quince comensales en donde se puede disfrutar del menú exclusivo del lugar junto con la carta de cocteles todos diseñados especialmente para sus visitantes. En la pared principal se encuentra una estatua de Buda entre dos espejos de gran tamaño que reflejan el mar delante de ellos y al costado derecho se encuentra la gran barra de servicio en donde dos bar tenders se ocupan de mantener las copas llenas a petición. Delante de la entrada principal se encuentra el acceso a la playa, un camino de madera conduce hacia esta parte en donde se pueden observar sombrillas y camas de playa para descansar después de nadar. En la noche estas camas y sombrillas desaparecen dejando un ambiente de sillones, mesas bajas y antorchas en donde se realizan fiestas con la mejor selección de música. Se ofrecen bocadillos y se abre una segunda barra para mayor comodidad. La hora feliz es de once a doce de la noche excepto el día del cumpleaños del propietario en donde todo el día se ofrecen tragos gratuitos como agradecimiento a la preferencia de clientes frecuentes. Afiliados: No se aceptan por el momento
  7. Eran rodeados por centenares de sirvientes; por más poder que tuviera él sabía que por estar en el mundo mortal no podía ir más allá del límite permitido o las consecuencias serían terribles, sobre todo porque Bel era humana y aquel poder demoniaco tan solo podía herirla. Tenía que ser cauteloso y no perderla de vista aunque se negara a brindarla a Stolas como trofeo, sabía a la perfección como se daban los tratos con demonios pero si Stolas comprendía que un demonio de jerarquía mayor a él tenía lazos con la bruja ¿porque la quería a ella? El demonio quizá no conocía su lugar en el inframundo y eso solo hacía que Astaroth ardiera en coraje hacia él, se había metido con una persona por demás importante y tenía la osadía de atacarlo con su ejercito. Ya era demasiado el atrevimiento que aquel súbdito había tomado. Con látigos de fuego que salían de su varita, Ethan logró alejar a docenas de sirvientes pero cuando escuchó el grito de Bel se congeló. La miró y corrió hacia ella mientras presenciaba como el causante era asesinado por sus compañeros, sujetó su brazo examinando la herida que era bastante profunda y sangraba copiosamente para después ayudar a la Evans a detener la hemorragia. -Escucha, el trato no será fácil pero quiero que estés consiente de que si pide que te quedes me negaré. No es opción el que te quedes aquí como su pupila, ¿entendiste?- Sentenció antes de recorrer el camino que los llevaría hasta Stolas. Al llegar a la cámara en donde se encontraba pudo observar el trono que ocupaba, un trono hecho enteramente de cráneos y velas derretidas de gran grosor que podían perdurar cientos de años sin acabarse. El olor era nauseabundo y en lo alto de ese trono Stolas convertido en un hombre con cabeza de búho y manos de hueso los observaba con ojos tan negros y profundos como la noche. >>Astaroth... El gran Duque del Infierno en persona... protegiendo a una humana... que maravilla... que bajo has caído gran Duque...>> Musitó Stolas aunque se escuchara el eco de varias voces repitiendo lo mismo al unísono. -Déjate de juegos Stolas, no eres más que un vil sirviente del tridente. No vengo a negociar tus peticiones, vengo a externar las mías y a llevarme el alma de Bel conmigo.- Respondió Ethan clavando fijamente su mirada en el demonio que ni siquiera se inmutó con la amenaza. >>Señor mío, me parece que se ha equivocado. El que tiene el poder de negociar soy yo, usted no puede hacer peticiones si corre el riesgo de perder a alguien de su propia sangre...>> Dijo el demonio antes de levantarse de su sitio, en un parpadeo se encontró delante de Bel y con su huesuda mano recorrió el costado izquierdo de su rostro. "Sangre?" ¿A que se refería Stolas? >>Así es mi señor, Bel comparte sangre con su reencarnación en el mundo mortal. Su lazo no solo es coincidencia, la sangre lo llamó a encontrarla. ¿Han sentido que su lazo es demasiado fuerte e inexplicable? ¿Porque en tan poco tiempo se volvieron tan cercanos? Astartea tuvo que ver con su reencuentro, mi señora inconscientemente los unió en el núcleo de Bel... la familia Evans Mcgonagall. Le informo mi señor que Bel es mucho más valiosa para mi de lo que usted piensa y no planeo dejarla sin negociar justamente.>> La voz de Stolas retumbaba en los oídos de Ethan, cada palabra era analizada como si su vida dependiera de ello; Bel no podía ser su hermana, sabía que era imposible por la condición de su madre después de darlo a luz... la única opción que quedaba era... -Imposible...-Susurró antes de mirarla, aquella mujer que tan importante era en su vida era nada más y nada menos que su madre biológica. Lo sentía en lo profundo de su pecho, era increíble pero cierto y muchas veces cuando se cuestionaba a si mismo si daría la vida por ella la respuesta era un "si" sin dudas. Con sus ojos escarlata se atrevió a mirar el pasado de la bruja y de inmediato comprendió todo, lo que le habían quitado siendo tan solo una niña era lo que lo había hecho nacer y ahora sentía una pena inmensa que le dejaba gran dolor. @
  8. Vengo a pedir actualización en cuanto a segunda familia. -Nombre de la Bóveda: Bóveda de Ethan Lenteric -Link a la Bóveda Personal:Bóveda -Trámite a Realizar: Añadir familia Evans Mcgonagall Bóveda - Registro De antemano gracias.
  9. Nombre del Negocio: Meraki Moon Nombre de los propietarios: Ethan Lenteric Rubro al que se dedicará: Restaurante, bar, beach club Descripción: En el callejón Diagón existen múltiples negocios referentes al esparcimiento, todos buscan diferentes lugares para relajarse y por qué no beber un buen trago al final del día. Es bien sabido que los negocios tienen diferentes aspectos pero ninguno de ellos te transporta a vivir una experiencia de playa como Meraki Moon que al cruzar por sus puertas dobles de azul intenso te llevan de inmediato a Mykonos, Grecia. La fachada del local cuenta con el número 1350 en lo alto de la puerta que es la capacidad de personas que puede alojar el establecimiento, este funciona a manera de contador ya que disminuye el número conforme el lugar se va llenando. Para eventos especiales como bodas y de reservación masiva los números desaparecen para mayor comodidad de los solicitantes. Las puertas azules han sido talladas a mano y el marco de piedra de la edificación ha sido creado por el propio dueño a manera de mandala. Se podría decir que es un edificio de apartamentos sin embargo esta solo es la apariencia externa ya que al cruzar las puertas los visitantes se encontrarán con una vista increíble al mar griego en la playa de Ornos, Meraki cuenta con su propia parte de playa privada. La decoración es fresca y atemporal dándole la apariencia de lujo y exclusividad que el anfitrión quiere proyectar a su clientela a quien se le ofrece un coctel gratuito llamado “Loto rojo” a su entrada y que consta de frutos rojos y licor ligero. El lugar cuenta con diversas mesas de cuatro, seis o hasta quince comensales en donde se puede disfrutar del menú exclusivo del lugar junto con la carta de cocteles todos diseñados especialmente para sus visitantes. En la pared principal se encuentra una estatua de Buda entre dos espejos de gran tamaño que reflejan el mar delante de ellos y al costado derecho se encuentra la gran barra de servicio en donde dos bar tenders se ocupan de mantener las copas llenas a petición. Delante de la entrada principal se encuentra el acceso a la playa, un camino de madera conduce hacia esta parte en donde se pueden observar sombrillas y camas de playa para descansar después de nadar. En la noche estas camas y sombrillas desaparecen dejando un ambiente de sillones, mesas bajas y antorchas en donde se realizan fiestas con la mejor selección de música. Se ofrecen bocadillos y se abre una segunda barra para mayor comodidad. La hora feliz es de once a doce de la noche excepto el día del cumpleaños del propietario en donde todo el día se ofrecen tragos gratuitos como agradecimiento a la preferencia de clientes frecuentes. Afiliados: No se aceptan por el momento Nick con link a tu ficha de personaje. Ethan Lenteric Link a la ficha de tu familia.Familia Lenteric Link a la bóveda de tu negocio. Bóveda N° 112395 Negocio Mekari Moon Link al local del negocio. Local
  10. Venir y encontrarme esa canción de Oasis es una señal! no me digan que no! casi lloro pero bueno... mientras canto lleno mi fichita Nombre muggle: No tengo Link a la Ficha y Bóveda de personaje: Ficha sensual - Bóveda sensual Parentezco con la familia (sanguíneo, adoptivo, visitante): Sanguíneo, ya hablé con Bel en muggle del asunto Inclinación de bando (Neutral/Orden del Fenix/Marca Tenebrosa): Neutral como todos por el momento Mascotas o elfos (indicar para colocarlos en primer post): Elfo Needles Negocio en el Callejón (indicar para colocarlos en primer post): No por el momento ¿Por qué deseas ser parte de la familia? Siempre he sido Evans de corazón, siempre que necesito apoyo con algo Bel/Nadia es la que me lo brida sin dudarlo y después de pensarlo mucho creo que es la indicada para ser mi mami En fin.... @ loviu ♥
  11. De pronto bostezó, se encontraba cansado de golpe pero... ¿eso a que se debía? Parpadeó un par de veces y se puso de pie antes de escuchar las palabras de Apolo en cuanto al tema del desgaste y era lógico que al proyectar su magia su cuerpo fuera el que lo resintiera, respiró como se lo recomendó el profesor y movió su cuello de un lado a otro tronando los huesos en este. Tronó los huesos de sus dedos y escuchó atentamente la siguiente prueba, el agua delante de ellos lo hizo levantar la vista pero fue la amenaza de dejarla caer sobre ellos que lo colocó alerta ya que ni siquiera había pensado en como protegerse junto con su mole. Tres olas, esa era la prueba y dudaba mucho que fuera fácil a pesar de solo tratarse de arena y agua. Entendía que para ambos elementos la tierra era contendiente sin embargo hasta la piedra más fuerte podía ser arrastrada por la fuerza del agua, ¿realmente estaba preparado para usar de ese modo lo recién aprendido o caería en desgracia? Pasó saliva con dificultad visualizando la estructura que tendría que crear para su protección, según sus planes era la mejor opción hasta en la forma que había elegido y antes de que el conteo del profesor llegase al "tresdosuno" solidificó un cilindro de extremos cerrados en piedra negra que brilló bajo los rayos solares. Dentro de la estructura su muñeco se mantenía rígido con ambas manos sobre la piedra en una especie de "abrazo" protector con Ethan, se podía escuchar el agua correr por fuera y en cuanto esta terminara de escucharse sabía que lo mejor era cambiar de apariencia su protección. Tan solo tendría unos mili segundos pero, ¿que era la vida sin arriesgarse? Sentía que el cilindro era de su propia piel y en cuanto dejó de sentir el agua se arrodilló en la arena junto con su mole para ambos ser protegidos por una coraza que se asemejó a una piedra de río de tamaño inconmensurable incrustada en la orilla de la playa. Pudo percibir que la coraza vibraba, cerró sus ojos y respiró profundamente tratando de calmar su mente. En ese momento comprendió que la proyección de su magia iba ligada a ligarse al elemento y que la oscuridad hacia fuerte y resistente al mismo, dentro del checo no era mala la oscuridad y pensó que esa misma era la causante de su carácter decidido y leal. La fuerza de su instinto se podía ver latente por la oscuridad y con la tierra daba a la luz un conjunto que moría por ser explotado al máximo. La última ola iba a ser la más fuerte de todas, con la segunda había tenido problemas de concentración y el saber que la última vendría a arrasar con ellos lo ponía nervioso. Tan solo un segundo bastó para visualizar la tercer protección en su mente, abrió los ojos y solo dejó una rodilla en piso antes de alzar sus brazos delante de él en un ángulo de 45 grados. Sus dedos pulgares e índices se juntaron por las puntas y crearon un triángulo en donde concentró la proyección, la nueva estructura protectora era una gran espina afilada que apuntaba directamente a la ola y que de igual manera se encontraba incrustada en la playa. Su mole imitó su pose manteniéndose detrás de él pero Ethan podía escuchar que crujía, como si una gran montaña comenzara a desquebrajarse por un terremoto. Volvió a cerrar los ojos y respiró tratando de estar relajado ante la adversidad pero, ¿acaso eso sería suficiente? -Vamos, solo aguantemos un poco más...- Trató de darse ánimos aunque su protección volvía a vibrar de inestabilidad. @@Apolo Granger
  12. Rodó los ojos cuando las preguntas fueron respondidas, en realidad no había enseñanza del tema teórico y se consideraba una persona sumamente ensimismada en el estudio de libros antes de recurrir a la práctica. Se cruzó de brazos manteniendo su varita en la mano derecha y recordó lo que había leído sobre los anillos de poder, era realmente fastidioso el tener que pensar que al portarlos estabas "avisando" sobre tu poder y afortunadamente se consideraba tan pacífico como para siquiera usarlos en una situación real y cotidiana. Cuando observó a los leopardos correr hacia ellos alzó una de sus cejas, convenientemente eran solo cuatro y habían decidido atacarlos a ellos... >>Claro, muy legítimo...>> Pensó antes de caminar tranquilamente hacia su izquierda saliendo del sendero. Siguió los movimientos de sus compañeros y una sonrisa se hizo presente en sus labios cuando su compañera decidió atar al animal recibiendo después un comentario rosa por parte de la profesora que le hizo fruncir la nariz con cierto desprecio. Afortunadamente en su sitio oculto entre la maleza no podían verlo y en realidad no le preocupaba mientras no tuviera que enfrentarse a leopardos. De pronto escuchó detrás de él un ronroneo, un sonido gutural que le hizo sentir un revoloteo en el estómago debido a la adrenalina. Al parecer su "gatito" había buscado su rastro entre la maleza y ahora lo cazaba como a una presa, Ethan estando de cuclillas detrás de un árbol sabía que le estaba dando la espalda al animal y que para este lucía vulnerable. Viró su rostro hacia su izquierda sin poder ver nada de reojo, se fue levantando poco a poco y al momento de girar fue que el leopardo saltó delante de él mostrando sus terribles dientes dentro de una gran mandíbula abierta. -Sectusempra...-Exclamó el checo haciendo que el rayo chocara de lleno con el animal que de inmediato comenzó a desangrarse por los cortes provocados del hechizo, tan solo tenía que esperar que muriera en silencio. Dio un par de pasos hacia la bestia y logró hacerle levitar hasta ocultarla en la maleza en donde ahora solo sería comida de otros depredadores o carroñeros, cuando terminó volvió con el grupo cual campante. Había escuchado la palabra volcán así que seguramente se dirigirían a ese lugar sin embargo todavía quedaba la duda de cual de los dos volcanes visitarían. Sin guardar su varita siguió los pasos de la profesora, con la curiosidad latente de a que se enfrentarían a continuación.
  13. Escucharla era sumamente reconfortante aunque su charla se tratara de problemas por los que habían pasado, era turno de Emilia y al escuchar sobre el nuevo casamiento de su madre frunció ligeramente el ceño pero el detalle de la nueva pareja fue lo que logró sorprenderlo. Sabía de apariciones demoniacas de ese estilo pero dudaba que eso se tratara simplemente de una posesión, había algo detrás de ese ser del que le contaba la pelirroja sin embargo iba a mantenerse al margen. -Bueno, creo que si ella es feliz entonces deberías de apoyarla. Yo se que es difícil tu relación con ella debido a su pasado pero no puedes juzgarla, después de todo es tu madre. Creo firmemente que en algún momento tu y Leah encontrarán paz, pero eres testaruda Malraux y si no todos ven el cielo verde es que están equivocados. Sabes cuando admiro tu lado rebelde, somos muy parecidos en eso pero... ¿que pasaría si le das una oportunidad?- Se encogió de hombros levemente ante sus propias palabras y siguió caminando con ella. -Hermoso nombre el de Insomnia, velo como una oportunidad de no estar en soledad. Ambos sabemos que siempre quisiste un hermano y que vengan por partida doble es realmente bueno, ¿no lo crees? En serio espero que tengas un poco de paciencia para que todo se acomode con tu madre, los problemas con esos maravillosos seres siempre existirán pero depende de nosotros el realmente hacer un cambio.- Comentó por propia experiencia, recordaba lo mucho que había tenido que pasar con su propia madre. Romeo y Julieta aparecían ante ellos, trágicos y lúgubres debido a la época en la que habían sido pintados. Ladeó la cabeza observando cada detalle hasta que desvió la mirada a ella, con miradas podían decirse mucho más que con palabras y después de soltar un suspiro la tomó en un abrazo en el que cerró sus ojos. -Siento que han pasado siglos y no logro comprender del todo el porque me hace sentir mal tu soledad. Eres como una flor congelada por el invierno que se resiste a morir a pesar de todo el infortunio por el que pasa.- Dijo a ella pensando en todo su pasado. @@Emilia Malraux
  14. -¿Pero que le pasa al mundo, abuelo? No puedo llegar a mi hogar tranquilamente porque me juzgan de manera brutal con la mirada. Que descaro...- Dijo Annelisse a Needles mientras él daba confort a su espalda después de darle un té de hierbas frescas. -Mi niña, madame Lestrange no te conoce. Quizá fue una confusión, tienes que dejar el rencor atrás... se que es difícil pero al menos inténtalo por tu padre, han sido meses complicados para él y ... bueno, en realidad para toda la familia.- Comentó Needles antes de soltar un suspiro hondo, alisó una arruga en su caftan otomano color lapislazuli y desvió la mirada a la ventana. Con paso firme y manteniendo las manos en su espalda, Needles miró hacia afuera fijando su vista en la ventisca que hacía mecer las hojas de los árboles. Pensó en todo lo que había vivido hasta ese momento y lo mucho que cuidaba de Ethan, si, lo veía como un hijo al que siempre procuraba darle el mejor consejo y las mejores enseñanzas sin embargo a la hora de tomar decisiones le daba total libertad. Esa misma libertad, creía Needles, que le hacía daño a su amo al no saber controlar ciertas situaciones sobre todo al tratarse de mujeres. Needles se encontraba furioso pero parecía en calma, eso era mucho peor. -No quiero verlo, actuó como si nada hubiera pasado...- La mirada de Anne permanecía en el té sin siquiera probarlo, ahora sus palabras no eran de enojo, eran más enfocadas al dolor y cuando escuchó la puerta supo que era su padre sin embargo no alzó la mirada. Ethan Lenteric Era un alivio el que Josué le dijera aquello, sonrió débilmente y lo observó correr hacia la entrada. En realidad se sentía mal por lo que había acontecido pero no podía hacer mucho más de lo ya intentado, desconocía ese arrebato en Anne pero lo comprendía y algo le decía que no sería fácil el enmendar aquel caos. Dio la bienvenida a Haydie al castillo apenas prestando atención a su entorno, no quería ser descortés pero en ese momento solo le importaba su hija. En silencio se dirigió al salón del piano en donde seguramente ella se encontraba, de Emilia había aprendido el tocar melodías clásicas y era para ella como una obsesión el encontrarse cerca de dicho instrumento tanto que antes de su llegada al mundo mágico el piano no se encontraba en esa sala. Abrió la puerta y pudo verla tomando una taza de té, Needles se encontraba de frente a la ventana mirando hacia afuera en silencio. Definitivamente algo iba mal. -Annelisse... hija mía, lamento mucho lo ocurrido. Sol se siente muy mal por haberte contestado de esa manera, no justifico su reacción pero por favor inténtalo de nuevo con ella ¿si?- Dijo Ethan tomando asiento junto a ella y acarició su cabello suavemente. Needles apareció junto a él y sin decir nada abofeteó su mejilla izquierda, Anne inhaló aire de golpe por la sorpresa pero el elfo se mantuvo en silencio mirándolo a él. -Que descaro el tuyo Amílcar, no te atrevas a pronunciar alguna otra palabra hacia mi niña. Vergüenza te debería de dar el pedir otra oportunidad en lugar de preguntarle como ha estado después de tanto tiempo de no verla. Largo de aquí muchachito insensato, estoy demasiado viejo y furioso como para verte a la cara.- Sentenció Needles antes de sentir como un nudo se apretaba en su garganta, vio a Ethan marcharse y solo atinó a abrazar a Annelisse quien ya no pudo contener su llanto y recibió el confort de quien consideraba su abuelo.
  15. Después de la explicación sobre lo que había pasado pensó un poco en las posibilidades que tenía la oscuridad dentro de él, era complicado saber la raíz de ese elemento y no comprendía del todo porque lograba fucionarse con la tierra sin embargo estaba ansioso por poder controlar aquella fuerza. Respiró hondo cerrando sus ojos cuando el profesor se separó de él, sentía un cosquilleo en las palmas de sus manos y eso se debía a que su propio cuerpo quería descubrir más. Escuchó atento las indicaciones sobre el muñeco que debían de usar en la práctica siguiente, tomó el suyo de un brazo y lo miró con curiosidad alzandolo delante de su mirada. Usaba uno similar a ese para su práctica de artes oscuras así que comprendía la complejidad de su carácter y lo engañosos que podían ser, para dominarlos, el control de la magia propia debía de ser casi perfecto. Decidió practicar con él un poco alejado del grupo, usó la sombra de una palmera para sentarse en la arena y poner en práctica lo aprendido. Cuando tuvo en claro lo que tenía que hacer se puso de pie, agitó los brazos para relajarlos y apuntó con su varita a la palmera. Tuvo en mente la sensación que anteriormente había experimentado y concentró esa energía en su brazo para después canalizarla a la varita de donde salió despedido el encantamiento hacia el tronco del árbol. El tronco se cubrió ligeramente de piedras negruzcas que desaparecieron como polvo pocos segundos después, volvió a intentarlo y esta vez permanecieron más tiempo. Una vez que las piedras se mantuvieron estáticas apuntó al muñeco y exhalando un suspiro lanzó el encantamiento, al instante el muñeco cambió de forma y se convirtió en una mole de casi dos metros cubierta de geodas negras y brillantes. El nuevo ser golpeó sus puños amenazante pero después colocó una rodilla en el suelo como si esperara una orden, Ethan se acercó a él sin temor y repasó uno de sus hombros con la palma de la mano sintiendo la textura de las rocas que vibraban ansiosas de probar su valía. Sonrió observando su creación y decidió imitar su pose, el muñeco de alguna forma había absorvido su sentido de lealtad y eso solo él lo podía percibir o al menos eso creía. Se había olvidado en donde estaba, tan solo podía verse reflejado en aquel gigante.
  16. Ambos sabían que la palabra de Emilia no había sido la correcta para definir su cariño por él, ambos sabían que había muchas más cosas implicadas en su relación que algo tan vano como un romance. Eran emociones que siempre permanecerían en secreto solo sabidas por ellos dos, era mucho más que una amistad en donde ambos aportaban comprensión y confort cuando lo peor los azotaba. Jamás nadie iba a comprender lo que uno significaba para el otro y eso no le preocupaba a él, sus asuntos no eran de incumbencia para los demás y estaba seguro de donde tenía plantados los pies. Sus vidas siempre habían estado unidas por circunstancias que ninguno de los dos había buscado, millones de cartas escritas, mares de lágrimas de tristeza y de júbilo, hectáreas enteras de recuerdos, una cantidad exorbitante de palabras dichas, de risas, de dolor. Era trágico el pensar que a pesar de todo ese sufrimiento seguían manteniendo el contacto, se negaban a separar sus caminos por más flaca que se pusiera su vereda. A pesar de poderse olvidar no querían hacerlo, pero no iba a decir palabra alguna. -Si tengo que mentir para que estés tranquila entonces si... Estoy bien, han sucedido muchas cosas en mi vida desde que te fuiste. Rogaba por recibir una carta tuya pero estoy seguro de que no la recibí por todo lo que te pasó, no hace falta que me lo digas para que yo lo sepa.- Comentó a ella siguiendo con el camino por la sala de exposición. -Sabes que no me atrevo a leer tu mente pero siempre esta esa conexión que tenemos y no puedo evitar el sentir que tu eres la que se encuentra llena de dilemas y frustraciones. ¿Que pasa?- La volvía a ver como esa niña de mirada zafiro que lloraba en sus brazos por el trato de Agatta y no podía el evitar sentir dolor en su pecho. @@Emilia Malraux
  17. Caminar a su lado resultaba relajante, le recordaba a sus paseos interminables cuando ella era solo una niña y él le relataba historias ficticias mezcladas con experiencias de su vida. Amaba el fascinarla de esa manera hasta que escuchaba "cuénteme más Monsieur Amílcar" y él proseguía con las historias inventando detalles exagerados que pudieran asombrarla más, en muchos aspectos Emma le recordaba a esa niña pelirroja de mirada zafiro pero nunca había externado ese pensamiento a nadie. Cuando el tema del arte cambió apareciendo ahora las obras renacentistas se sintió como en casa, disfrutaba mucho de ver los cuadros de los mejores exponentes en el mundo sobre esa época que había vivido como ninguna otra. En la actualidad todo era tan mundano y cero elegante que rogaba todas las noches volver a aquellos tiempos cuando todo era aristocracia y burguesía en su máximo esplendor. Extrañaba los paseos en carruaje, los cascos de los caballos tronando contra las calles que lo arrullaban si hacia calor y la brisa terrosa con aroma a flores de campo proveniente de todos los jardines; extrañaba el que todos le mostraran respeto, el hablar de negocios con los caballeros mientras el brandy y los cigarros los acompañaban, las charlas con mujeres de sociedad que entregaban a sus hijas al mejor postor en busca de una buena posición y nombre... Todo, hasta los detalles más insignificantes. -Podríamos ser nosotros, ¿no crees?- Preguntó ladeando su cabeza para contemplar el cuadro y cuando escuchó sus palabras la miró, a pesar de todo ese tiempo ella seguía sonrojándose cuando daba las gracias por algo. -Fue un placer, al menos ya no tienes que preocuparte por Morrigan.- Dijo recordando flashes de lo que habían vivido previamente en el despertar de aquel demonio que había provocado sufrimiento a Emilia durante tantos años. -Tu hubieras hecho lo mismo por mi, eso lo aseguro.- Finalizó encogiéndose de hombros. @@Emilia Malraux
  18. Su pecho se veía oprimido ante sus palabras, era cierto que a veces preferían mejor alejarse el uno del otro antes de jalarse a conflictos que no les correspondían y era tal su madurez que siempre sabían que contaban con el otro en cuanto lo necesitaran. Soltó un suspiro hondo después de recibir su beso, el mar de emociones se acumulaba con cada una de sus palabras y desbordaba de su parte humana en gestos incomprensibles de dolor y añoranza. Tuvo que cerrar los ojos para no dejarse llevar por ese sentimiento tan fuerte que se escondía dentro de él. -Ni que lo digas, somos barcos a la deriva hasta que nos volvemos a encontrar. Siempre te consideré un faro y es curioso que tu a mi me llames brújula, por alguna extraña razón hemos escogido referencias marítimas para definirnos.- Comentó poniendo énfasis en aquel detalle tan fascinante que había descubierto y así darle un sentido común entre ambos. Su abrazo era el pináculo de una serie de eventos nostálgicos entre ellos que parecían no tener fin, siempre se veían rodeados de tragedia, dolor y justamente por eso nunca podían estar del todo unidos. Siempre destinados a estar juntos pero separados, una historia trágica que conllevaba más sufrimiento que Romeo y Julieta pero a la vez mucha más complejidad. Sus ojos se volvieron a cerrar apretándose, como si con tan solo desearlo el entorno pudiese cambiar transportándolo a un lugar en donde solamente reinara la paz. -En algún momento tendremos que tatuarnos esos símbolos, ¿no crees? Siempre he querido que tengamos algo referente al otro. Crear un pacto que nos recuerde siempre en donde encontramos nuestro hogar.- Era claro para Amílcar que solo ella podía llegara a comprenderlo del todo, habían pasado cientos de años para poder aceptarlo y una vez que había abrazado esa realidad no había vuelta atrás. @@Emilia Malraux
  19. Ethan y Emilia, blanco y negro, caos y tranquilidad. Así eran ellos y cuando se juntaban era imposible no notar su afinidad, su amistad rompía barreras y de vez en cuando solo ella podía devolverle la calma. Habían sido días horribles sin saber de ella, siempre pensaba en los viejos días de Francia en donde pasaban las tardes juntos entre charlas amenas y risas de Emilia poco aceptables en una dama como ella pero que al final no le importaba expresar, y es que siempre había admirado ese espíritu indomable de la pelirroja que no había encontrado en nadie más. Ese museo parecía ser el lugar perfecto, ambos disfrutaban del arte refinado y las edificaciones elegantes que les hacían recordar la aristocracia en la que había crecido. Aparte podría tomar una taza de café como en cada uno de sus encuentros, era reconfortante tan siquiera pensar en ello y un sentimiento de júbilo lo invadía. Recorrió desde la entrada hasta el segundo piso en donde la encontró observando una pintura, su cabello rojizo llamó de inmediato su atención y sonrió ampliamente acortando la distancia entre ellos para colocarse a su lado y observar la obra. -Dudo mucho que Monet sea de su estilo Mademoiselle Malraux.- Dijo en perfecto francés para ella ya que acostumbraban a hablarse en ese idioma. Después de la sorpresa de verlo su sonrisa se hizo incluso más amplia si es que eso era posible, la tomó en un abrazo y cerró sus ojos deseando que el tiempo se detuviera. Había tanto por decir, tanto que escuchar y tan poco tiempo. Sentía que cada vez que la encontraba corrían contra el reloj. -Te extrañé, no tienes idea...- A pesar de ser un reclamo, sus palabras implicaban también dolor. @@Emilia Malraux
  20. Su abdomen ardía de la risa tan estruendosa que lo había golpeado, un par de lágrimas habían aparecido en sus ojos y justo cuando escuchó la voz de una joven enjugó estas con uno de sus dedos retomando la compostura. Se enderezó y aclaró su garganta aunque risas seguían saliendo de sus labios debido a la sorpresa de la broma con el piso, mordió por dentro sus labios en espera de que eso sirviera para controlarse y volteó a ver a la persona que lo atendía. -Hola, gracias por la bienvenida... ando en busca de bromas apropiadas para niñas de corta edad, mis hijas tienen menos de cuatro años y quisiera regalos para ellas.- Comentó a su anfitriona antes de tomar una bocanada amplia de aire. Había comenzado a recordar la vez pasada que estuviera ahí, todo le resultaba tan fresco como si su última visita hubiese sucedido ayer y ese detalle le maravilló, podía jurar que el lugar tenía ese tipo de encantamiento en la memoria pero era difícil asegurarlo. -También quisiera tinta invisible, dulces de broma y espejos que cambian el aspecto de quien se mira en ellos... Creo que en cuanto cruzas esa puerta recobras el sentido del humor, ¿es algún hechizo?- Preguntó a ella alzando una de sus cejas con la expectativa, parecía una joven con la que podías charlar amenamente. @@Wendolyn Maxwell
  21. Claro, ese había sido el detonante pero al mismo tiempo Sol no había mentido. En algún momento Annelisse iba a saberlo aunque claro estaba que en otras circunstancias su reacción hubiese sido distinta. No culpó a su novia por sentirse mal, él mismo se sentía devastado por la furia de su hija a quien no podría ver a los ojos tal y como Sol lo hacía con él. Estuvo a punto de detenerla pero de nada iba a servir. -Creo que hace demasiado frío para seguir jugando afuera Josué, ¿te parece si te enseño a jugar ajedréz mágico?-Preguntó una vez que los alcanzó y le quitó las protecciones. Miró a Sol y le regaló una sonrisa tratando de animarla, después emprendieron camino hacia el castillo. -No se vayan por favor, hablaré con ella y empezaremos de cero ¿si?-Preguntó a su novia antes de dar un beso a su mejilla aprovechando que Josué se había adelantado unos metros.
  22. Lo peor fue ver a su padre actuando como si nada, no lo abrazó a pesar de querer hacerlo y seguía fulminándolo con la mirada. Quien no la conociera realmente se hubiese imaginado que su carácter era horrible pero era todo lo contrario. -No puedo decir lo mismo señorita Lestrange, debió de suponer que era parte de esta familia. Como bien le dije esta es propiedad privada y no todos tienen el privilegio de pisar los terrenos de Karltejn. Y para su información mi nombre para usted es Annelisse, solo mi padre me llama Anne y dudo que se lo permita incluso a él en este momento.-Su lengua cortaba con más filo que una navaja, sentía una vena en su frente latir y eso era absolutamente nuevo en ella. -Hablaremos más tarde padre, iré a saludar a Needles...-Sentenció sin mirar a su progenitor ya que estaba segura que rompería a llorar como una niña, lo mejor era contarselo a su "abuelo". **** Ethan Lenteric Se sentía culpable sin realmente serlo, jamás había visto de esa manera a su hija y la manera en la que hablaba era sorprendente. Su pequeña lanzaba veneno como si él hablara por ella y no podía dejar de mirarla. Cuando Annelisse se fue hecha una fiera supo que más tarde recibiría la furia de Needles quien diría algo como "mi niña Anne no es así Amílcar!". Ya podía escucharlo en su cabeza. Soltó un suspiro hondo y cerró los ojos antes de mirar a Sol y tomar su mano. -Lamento lo que pasó, Anne no es así... es una dulzura. Pero, ¿que fue lo que pasó?-Preguntó a su novia notándola contrariada así que dio una caricia a su mejilla.
  23. Al llegar a ella la evaluó con la mirada, de antemano supo que se encontraba ahí por su padre pero aquella palabra y el tono en el que la mujer la había recalcado hizo soltar un bufido a la joven. Si, era celosa con él, quizá era la que más lo celaba de sus hijas pero es que Emma y Dalí todavía no comprendían lo maravilloso que era ese hombre al que llamaban papá. -Disculpe usted señorita NOVIA de Ethan, me parece que su actitud es demasiado altanera.-Dijo apretando los puños todavía cruzada de brazos y sin presentarse volteó a donde su padre volaba. -PADRE!!!-Exclamó en un fuerte grito llamando así la atención de él y regalándole una mirada por demás amenazadora ya sin prestar atención de aquella mujer. Ethan Lenteric El juego era bastante entretenido, ambos volaban a una velocidad congruente y Josué ya había anotado un par de veces. Justamente cuando él iba a anotar su primer tanto fue cuando la escuchó. Aquel grito lo hizo casi perder el equilibrio y soltar la bola de juego, miró hacia el proceder de este y sonrió al ver a Anne sin embargo su sonrisa se borró al instante al ver su mirada y a Sol a su lado. 》Oh no...》Pensó. Bajó en picada y al tocar tierra lanzó un hechizo a la escoba de Josué para que no se descontrolara y cayera, dejándolo en un vuelo tranquilo por todo el campo. Subió corriendo las escaleras y soltó una bocanada de aire aparentando calma. -Anne... que sorpresa verte cariño...-Dijo a su hija antes de tomarla en un abrazo que no fue correspondido, algo iba mal y ella lo apuñalaba con su mirada. -Annelisse, te presento a Sol Lestrange... Sol, ella es mi hija Annelisse.-Presentó a ambas sintiéndose dentro de la boca de un león furioso.
  24. Al estar en el campo de Quidditch explicó a Josué la importancia de la seguridad al volar, le colocó un casco y las protecciones adicionales mientras le contaba como de más joven había caído desde muy alto rompiéndose todas las costillas. El accidente tenía sonriendo a Josué por la manera en que Ethan fingía su dolor de aquel entonces y después al verlo tan tranquilo sintió alivio, al menos no le caía mal. -Accio escobas-Pronunció haciendo una floritura con su varita y en seguida dos escobas aparecieron para ellos quedandose flotando. Ethan subió sobre una a Josué y lo aseguró con un arnés para niños que usaba con Emma, después soltó las bolas de juego y le lanzó la quaffle al pequeño quien emocionado emprendió el vuelo. Decidió que las bludgers eran demasiado peligrosas así que solo jugarían a anotar. Ethab veía volar a Josué, no era nada malo en ello y hasta pensó que tenía buen porte de cazador como él. Realmente se encontraba disfrutando de ese momento. Le llevó semanas el llegar a esa decisión, la separación de sus padres le había caído como un balde de agua helada y se negaba a verlos a ambos. Prefería estar tranquila en la mansión de su tutora en Francia sin embargo extrañaba Londres y aún más a su padre con quien había convivido realmente poco los últimos años. Al momento de despedirse de Emilia lo hizo con una sensación extraña, sentía que jamás volvería a verla y eso le estrujaba el corazón sin embargo no volteó atrás. Su llegada a Londres había sido tranquila y ya se encontraba caminando por Ottery hasta la verja de los terrenos de su familia. Cuando tocó el escudo fue transportada a República Checa en donde el frío la hizo cruzarse de brazos, apareció en la entrada del castillo pero desvió su mirada al campo de Quidditch en donde un par de personas volaban. Seguramente se trataba de su padre jugando con Emma, sonrió. A medida que fue acercándose notó que la otra personita no era su hermana menor, era un niño aproximadamente de diez años. Frunció el ceño y viró su mirada a las gradas en donde una mujer sonreía mirando al pequeño. -Disculpe, este campo es propiedad privada. Puedo saber quien es usted?-Preguntó Annelisse mientras subía las escaleras que llevaban a los asientos. Como siempre lucía perfecta, su cabello azabache hacía contraste con el abrigo blanco que portaba y sus pantalones de jean le daban ese aire juvenil que había aprendido de su tutora.
  25. Después de una semana llena de actividades en el ministerio creyó conveniente el ir a relajarse y hacer compras al callejón, sería bueno comprar un par de cosas llamativas para sus hijas y solo conocía un lugar con lo necesario para el entretenimiendo de grandes y pequeños. Años atrás había visitado esa tienda, ahora todo había cambiado y le costó un poco reconocerla. Soll esperaba que el acceso a la tienda fuera el mismo o quedaría empapado con agua. Se acercó a la gran boca que era la entrada y pensó un poco. -Mm... travesura realizada.-La gran boca se abrió en una sonrisa permitiéndole el accesl y a su vez se vio cubierto de burbujas que lo hicieron reír mientras las aplanaba en aplausos. Después de esa momentánea felicidad se encontró mirando los artículos a la venta, recordaba que años atrás la tienda no se encontraba tan repleta y era agradable el saber que esta volvía a resurgir. Se quedó mirando los estantes pero se percató que si miraba por mucho tiempo algún artículo este desaparecía o cambiaba de lugar. De pronto el piso desapareció dejando un hueco enorme bajo sus pies, sorprendido tuvo que agarrarse de un estante hasta que comprendió la broma. -Por Merlín... que bromita!-Sentenció un tanto molesto aunque al instante su semblante cambió convirtiéndose en una carcajada estruendosa que lo dobló abrazándose el abdomen. @@Wendolyn Maxwell

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