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Amara Majlis

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Todo lo publicado por Amara Majlis

  1. Sus lugares favoritos para empezar una prueba de habilidad siempre eran junglas con mucha vegetación, le encantaba pasear con animales, mientras sus alumnos realizaban las diferentes pruebas antes de encontrarse con la puerta de la habilidad. Esta vez se podía decir que había sido un tanto caprichosa al elegir aquel lugar como el inicio de la gran prueba, pero quería comprobar en que usarían la habilidad sus dos alumnas en una situación como la que se estaba viviendo en aquel momento. Todo lo que estuviera por pasar, se podría decir que estaba bajo control, Amara no dejaría que ninguna de las personas que se habían acercado a ella para vincularse con su habilidad de nacimiento le pasara algo. Por lo que antes de dejarlas marchar les sonrió, por las últimas palabras dichas por la jovencita rubia estaba segura que no confiaría en ella, pero lo había hecho con sus otros alumnos así que debía hacerlo con ellas también. —Estoy segura que conocen este lugar, así que seré un tanto osada al pedirles lo siguiente, dejen frente a mi todo lo innecesario. —se les quedo mirando como quien espera que dejen sus anillos, sus varitas, sus amuletos, los otros anillos de las habilidades adquiridas sin tener que pedirles que cosas dejar. —Esta es una prueba, por lo que nunca estarán en grave peligro. ¿Me entienden? En lo que ellas dejaban sus pertenencias, ella elaboró 2 anillos exactamente iguales al que ella tenía en su dedo índice, en platino, sólo que sin el diamante característico del de ella como Arcana. Al momento de que ellas dejaron todo lo que no era necesario, les entrego un anillo a cada una. —Ese anillo es un enlace de comunicación entre ustedes y yo, no podré ir detrás de ustedes, pero siéntanse seguras que estaré ahí para cuando lo requieran. Dicho lo siguiente las dejo continuar por aquella gran jungla de asfalto. Su primer reto lo encontrarían a varios metros de ahí, con la caída del estatuto secreto de la magia, las calles del Londres mágico se había hecho una con las calles del Londres no mágico. Lo que significaba más enfrentamientos entre magos y muggles, dejando como resultado varios niños que sin importar si eran magos o muggles crecerían sin padres. El primer reto era sencillo, era tratar de hacer algo que ayudara a aquellos niños a ver lo que estaban viviendo de una forma más llevadera, era más que obvio decir que debían hacer uso de la metamorfomagia para lograrlo. El siguiente reto vendría cuando aquellos niños se vieran como eso, como niños, no como magos o muggles y tratarán de juntos llevar con paz y armonía lo que estaba pasando. Ese segundo reto, sería tratar de llegar hasta el Ministro Black y tratar de hacerlo entrar en razón, aunque no era necesario encontrarse realmente con él, el chiste de la prueba era ver que tan bien se les daba cambiar forma cuando se necesitaba. Ya que para acercarse al Primer Ministro, tendrían que parecerse a gente de su confianza. Para cuando ambas brujas lograrán llegar hasta la puerta que las separaría de Aaron Black Yaxley, cuando las cruzarán no se encontrarían con el joven mago, sino con la propia Arcana, eso era la señal de que estaban a un paso de lograr su vinculación con el anillo de la habilidad. @@Xell Vladimir Potter Black @@Hayame Snape Potter Black.
  2. Para Majlis no era una sorpresa la forma de reaccionar de la bruja de cabellos rojizos, a decir verdad, era una de esas que no sabía distinguir de una cosa a otra. Lo bueno era que Amara si lo sabía, ya que la mayoría de los magos y brujas londinenses que iban a buscarla, actuaban de esa manera, altanera, cuestionando si de verdad ella era la Arcana de metamorfomagia y no alguien haciéndose pasar por ella. Pero si no era ella, ¿Quién lo era? Por un instante le pareció divertido hacer que descubrieran si ella era la verdadera Arcana y no una persona tratando de confundirlas, pero ahí no estaban para jugar con ellas, aun cuando había pasado una temporada muy aburrida. —Si no fuera yo la persona a la que has venido a buscar, este anillo —le mostró el anillo que tenía en su mano derecha el cual la vinculaba con cada uno de los magos que se habían certificado con ella —no sería como el que están viendo. Parecía que no tenía que hacer mucho más para animarlas a cambiar sus aspectos, ya que sin que el espejo se lo pidiera, la joven rubia había cambiado su aspecto, al parecer la magia de la habilidad que tenían un poco dormida comenzaba a fluir sin ser limitada. ¿Estarían listas para enfrentarse a la prueba del portal? Estaba por hacerles la pregunta, cuando una mujer apareció en los límites del colegio Mahoutokoro, dejaría que ella siguiera su camino hasta llegar a el aula donde empezaría a demostrar que era una metamorfomaga. Por lo que, en lo que aquella mujer llegaba hasta su puerta, ella abrió dos portales para las mujeres que estaban frente a los espejos. Cualquiera que fuera su respuesta a la pregunta que les iba a hacer, las enviaría hasta las calles de Londres, lugar donde bien podían llegar a su casa o bien era aquel lugar que había decidido que ellas comenzarían su prueba de vinculación. —He visto su avance. Percibo que están listas para hacer la prueba y vincularse con un anillo muy similar al que yo tengo. Hayame y Xell, ¿Quieren hacer la prueba de vinculación con la habilidad de metamorfomagia? —espero unos segundos la respuesta de sus alumnas, pero la silueta de alguien aproximándose llamó su atención, así que, se alejó de sus dos alumnas presentes para encontrarse con la nueva fémina que acababa de llegar hasta la puerta del aula donde iba a impartir la habilidad. —Hola, te estaba esperando desde hace varios días. —le confesó a la mujer de cabellos castaños. Aunque la verdad era que Amara no esperaba a aquella bruja, sino a otra por la que había sido notificada que llegaría por esa temporalidad. —Quieres contarme, ¿cómo se hizo presente la metamorfomagia en ti? —le hizo una seña de que la siguiera para seguir con la conversación, pero también necesitaba escuchar las respuestas de las chicas que habían llegado antes que ella. Estaba a la expectativa de Xell y Hayame, a su forma de ver ellas comenzaban a controlar la habilidad, la única forma de controlarla al cien era poniéndose retos aún más complicados y con la crisis mundial tras las declaraciones de Black, el lugar que había elegido para hacerles la prueba de vinculación era a su forma de ver el más óptimo. @@Hayame Snape Potter Black @@Xell Vladimir Potter Black @@Emily Karkarov
  3. La Arcana no había quitado su vista de encima de aquellas mujeres que parecían no tener la habilidad de nacimiento, si no podían realizar una actividad tan fácil como cambiar su nariz o el color de su cabello, mucho menos iban a poder cambiar de tamaño o de género. A eso debía de sumarle que, seguramente bajo presión, como todos sus otros alumnos lo habían logrado, ellas no iban a poder, más cuando en lugar de poner de su parte se dedicaban a cuestionar sus métodos. —Veo que les cuesta trabajo. ¿No preferirán irse a casa? No creo que sean Metamorfomagos. Majlis esperaba que con aquellas palabras tocándoles el orgullo como a todos los magos londinenses, ellas también mejorarán un poco, ya que, aunque Hayame pudiera hacer que su nariz creciera, le había tomado más tiempo de lo que se necesitaba. Pero en lo que ambas brujas decidían que hacer sobre el ultimátum que les acababa de dejar sobre la mesa la Arcana, en el pergamino de la bruja de cabellera rojiza, apareció una nueva indicación. “La metamorfomagia, no tiene que ser solo usada para mejorar aspectos y cambiar colores de piel y cabellos. Se puede hacer el bien con ella. En el espejo aparecerá la imagen de una persona, a la que debes imitar, sólo tendrás 20 segundos para hacerlo” En el espejo de Hayame apareció la imagen del Ministro de Magia Inglés, cuando Amara lo vio intuyo que aquellos espejos le estaban queriendo dar un mensaje sobre la situación que se estaba viviendo en el mundo con respecto a las decisiones de aquel gran mandatario. Sólo esperaba que las mujeres que ahí se encontraban pudieran cumplir con los caprichos del espejo mágico. —¿Han decidido que hacer?
  4. Amara sonreía mientras escuchaba las respuestas de sus pupilas, era la primera vez que se presentaba un caso tan peculiar como el que le comentaba Hayame, no era nada normal que ella pudiera dividirse en varias partes y que esas partes pudieran cambiar sus propios aspectos físicos, aun así, ella no era un agente de sucesos paranormales, por lo que se olvidó de aquello de los clones y trato de pensar cómo ver si aquella mujer frente a ella tenía la habilidad de Metamorfomagia. Por el otro lado, la mujer de cabellos rubios y ojos azules, le había mostrado que podía cambiar su aspecto, al menos una parte de ella, aunque aún debía controlar aquella habilidad para que aprendiera a usarla a su antojo y no contra su voluntad. Dejó que ambas mujeres siguieran su conversación sobre lo que podían o no hacer con la habilidad que les ayudaba a cambiar de forma, por lo mientras, Majlis echaba un par de plumas azules a lo que se calentaba al fuego, eran esas plumas azules lo que completaba la poción desmemorizante que usaría con sus alumnos. Estaba sirviendo un par de tazas de la infusión, cuando le llegó un memorándum desde Londres, le notificaban que aparte de aquellas dos damas iba a tener un par de alumnos más situación que le alegraba después de meses sola. —Señorita Hayame, no es necesario que haga eso de los clones, —dijo mientras se acercaba con las tazas de porcelana en sus manos y miraba a la mujer de cabellos rojizos —si usted es capaz de cambiar bajo su voluntad sin necesidad de usar los clones, escuchará la pregunta por la que todos vienen. —se giró a ver a Xell y con la misma sonrisa con la que le había dicho lo anterior a su tía a ella también le respondió sus dudas. —No jovencita, las fotos que miran son de amigos y pupilos que me han ayudado a ser mejor cada día, ustedes aprenden de mí, como yo de ustedes. —les dijo mientras parecía un cesto de mimbre en el suelo que se iba a mantener ahí hasta el final de la clase junto con las tazas de porcelana que había colocado sobre una mesa alta. Fuera del aula de clases se encontraban un par de espejos que utilizaba con la mayoría de sus pupilos, aquellos espejos eran mágicos, tenían la finalidad de ayudarles a todos aquellos que se encontraban en presencia de ellos a lograr manejar la habilidad a su voluntad. —Chicas, en el patio hay dos espejos, les serán útiles para concentrarse en cambiar las partes del cuerpo que están anotadas en las siguientes notas. —les entregó un pedazo de pergamino en blanco que se comenzaría a entintar con indicaciones cuando estuvieran frente a los espejos. El primer cambio para Xell era el cambio de color de su cabello, para Hayame era la modificación de la nariz, cuando lograrán aquellos cambios aparecería un segundo reto que debían cumplir, un poco más complicado que él anterior. —Adelante señoritas, salgan, veamos qué pueden hacer.
  5. Majlis se había mantenido ausente en los últimos meses, en lo que se refería a dar clases en Mahoutokoro, había decidido viajar por el mundo, conocer nuevos lugares, nuevas personas y sobre todo siempre buscando como hacer el bien con los demás. Visitó grandes, lujosos y ostentosos lugares, así como lugares en decadencia, cada lugar o cada persona que conoció la hicieron mejor persona. Era increíble que aun cuando los años le anteceden, ella se seguía maravillando por las diferentes maneras de pensar y actuar de las personas que conocía, así que aprendió, o más bien trato de aprender un poco de las diferentes culturas que le mostraban. Durante su viaje se encontró con Alex, aquel amigo que aparecía en la mayoría de las fotos que se encontraban ahora en la pared de aquella aula que iba a usar desde que a los Arcanos los habían enviado a la Escuela Asiática ubicada en Japón. Un aula que estaba decorada como una réplica de su cabaña en Londres, misma que había decorado junto con Alex agregando marcos de caoba, lo único distinto a lo que tenía mientras vivía en los alrededores de la Universidad, era su pequeña huerta en la parte de atrás de su cabaña. Fuera de eso, aun podía recibir a sus nuevos alumnos y viejos alumnos con su acostumbrada taza de té. Cuando a Amara le dijeron que iba a tener un par de alumnas se encontraba alimentando a las crías de su animal favorito, por lo que dejó de alimentar al pequeño zorro y regresó al país Nipón para ver cómo podía ser de ayuda para con las chicas que buscaban vincularse con el anillo de la metamorfomagia. Pasaron un par de días desde que le habían notificado de sus nuevas alumnas hasta que las vio llegar al aula. Al verlas les dedicó una sonrisa e invitó a tomar asiento. El agua en la tetera había dado ya su tercer hervor, lo que indicaba que la infusión estaba en el momento preciso para ser beneficiado por las diferentes propiedades que contenían las distintas hierbas que había mezclado. Apagó el fuego y dejó que el agua comenzará a enfriarse poco a poco mientras conversaba con las jovencitas. —Adelante, adelante, por favor. ¿Qué esperan de mí? —preguntó una mujer que aparentaba no tener más de 50 años gracias a las pocas canas que empezaban a salir en su cabello, mismas canas que si ella hubiese querido desaparecer lo hubiese hecho. —Señoritas, ¿cómo se ha presentado la metamorfomagía en su vida?
  6. Bienvenido al grupo de Metamorfomagos a:. @ Quién se ha vinculado de manera exitosa a su anillo de la habilidad. Muchas felicidades.
  7. Emmet había logrado vincularse con éxito, y para cuando empezaba a ver imágenes de la prueba de Eobard, el vampiro ya se había ido, aquellas imágenes sólo significaban que empezaba a hacer uso de la metamorfomagia. Amara miraba la escena en la que le pedían su varita, sólo esperaba que él recordará que se encontraba sin esta desde el inicio de la prueba, pero no hubo necesidad de que ella le diera una varita por que sin ayuda pudo salir del percance coqueteandole al de seguridad que parecía querer invitarla a tomar un café cuando esté avanzó hasta el elevador. Amara sonrió y se alegró de que el joven de seguridad, no invitara a Eobard a una cita, pero estaba llevando tan bien la metamorfomagia que si ella hubiese sido visitada por el mago con la apariencia de su madre, caería redondita en la tetra. Dejó que el mago siguiera actuando, quizás debía solucionar algo que no podía hacer con su propia apariencia, por lo que apareció un poco de jugo en un vaso y comenzó a beberlo mientras esperaba. Todo parecía ir de acuerdo a los planes del Black Lestrange, pero cuando este dejó de usar la metamorfomagia para fundirse en un abrazo con un joven unos años mayor que él, le pareció un tanto extraño, así que se comunicó con él a través de la mente para preguntarle si estaba seguro de seguir por aquel camino su prueba y si era que necesitaba de su varita. "¡Animo joven Eobard!"
  8. Bienvenido al grupo de Metamorfomagos a:. @@Emmet Haughton Gaunt Quién se ha vinculado de manera exitosa a su anillo de la habilidad. Muchas felicidades.
  9. Majlis miraba con atención la esfera del Gaunt, pudo ver la historia que le contaban y lo que había pasado antes, al parecer aquel pueblo odiaba a las brujas, ¿cómo es que alguien que era un vampiro y un mago iba a lograr que lo que fuese que sucediera en aquel pueblo dejara de pasar. Más aun, como lograría que los habitantes del pueblo dejaran de quemar a las brujas o lo que fuese que provocara que los niños desaparecieran. Por otro lado, le acababan de notificar que debería volver a dejar su país natal para ir al oriente, cerca del Colegio de Magia y Hechiceria Mahoutokoro, por lo que debía empezar a recoger sus cosas para proceder a cambiar de residencia una vez más, más no podía irse de aquel lugar hasta no ver a sus pupilos fuera del portal. Así que debía averiguar cómo es que iban. Regresó a ver la prueba de Emmet y sonrió, al parecer había encontrado una idea de cómo debía hacer las cosas, Ya sólo le quedaba convencer al portal para dejarlo salir de ahí y estar vinculado con el anillo de la habilidad, últimamente olvidaba decirle a sus alumnos que a partir de ese momento ellos quedaban vinculados a través del anillo, que usaran la habilidad con sabiduría, probablemente le diría eso a Emmet cuando saliera del portal.
  10. Informo a los Alumnos @Belits @@Crazy Malfoy Que se han vinculado satisfactoriamente con el anillo de Metamorfomagia. Felicitaciones.
  11. Majlis veía la prueba de Crazy mientras le parecía incorrecta el uso de su habilidad y por primera vez se sentía como si le fuera a dar un arma impalpable a alguien que iba a utilizar aquella virtud para algo atroz, aun así comprendia que él portal le estaba haciendo ver que no toda la gente iba a usar la habilidad para hacer el bien sin lastimar a otros y que Crazy no había utilizado la metamorfomagia por un capricho, sino por la vida de toda una comunidad mágica a la que siempre cuidó de ella. Así que para cuando Crazy apareció frente a ella, en sus manos se encontraba la profecía que había tomado del ministerio Bulgaro, esperaba que aquello le diera la respuesta a lo que se había preguntado al interior del portal. —Felicidades Sr Malfoy, usted se ha vinculado satisfactoriamente al anillo de Metamorfomagia. Después de aquellas palabras lo dejo marcharse, a los minutos de que él abandonó la pirámide, una Beltis con algunos rastros de la guerra a la que la había enviado el portal aparecía frente a ella. No sabía si debía decirle que se había vinculado al anillo de Metamorfomagia, ya que la bolsa de plata había aparecido a mitad de la prueba como si eso le indicara que podía marcharse de aquel lugar, pero en cambio siguió adelante buscando la forma de como parar aquellos ataques y eso le hacía tan feliz. —Mi niña, usted ha sido de las pocas personas que han hecho uso de los poderes de los Uzza en una prueba de habilidad, me alegra ver que aquellos poderes bélicos no sólo sirven para dañar. Felicidades, ya eres un metamorfomago. Y como había pasado con el Malfoy, ella también se fue de la pirámide. Sólo quedaban dos personas para salir del portal, le echó un ojo al vampiro, vio cómo su prueba iba empezando, pero también sintió la angustia de no saber qué hacer en ese momento entonces intervino a través de su cabeza con un pensamiento muy claro que no le quedarían dudas de lo que debería hacer en ese lugar tan desolado. «Busca la respuesta en tu corazón, te sabrá guiar sobre esta prueba. Eres un buen hombre, vas a encontrar la salida» No podía darle más pistas, él debía encontrar la forma en cómo iba a vincularse con el anillo.
  12. Amara vio aparecer frente a sus ojos al tercer caballero tras haber logrado salvar a una criatura en peligro, aunque no estaba conforme con el método utilizado, no era quien para enseñarle a como librar las batallas sin hacer daño a otras personas, más cuando quizá aquel hombre había merecido morir por querer dañar a inocentes que no tenían manera de defenderse. —Bienvenido, imagino que ya sabes que sigue. ¿Quieres vincularte con el anillo de metamorfomagia? La puerta a espaldas de Majlis se abría una vez más, en espera de que el joven Gaunt entrara para de esa forma vincularse con el anillo de aprendiz. Ya con la entrada del vampiro al portal sólo quedaba por esperar a Beltis, a la cual le estaba tomando más tiempo que a sus compañeros en aquellas pequeñas pruebas que les había puesto antes de la prueba final, por lo que, tras una pequeña emoción de dolor y sufrimiento en comunicación con su anillo de arcana, vio que sucedía dentro de la prueba de Beltis. El portal resultaba ser tan caprichoso muchas veces, que había decidido que aquella prueba por la que pasaba Beltis en ese momento resultara parte de su prueba final. No podía ponerle fin a aquella atroz guerra, eso lo entendía muy bien tanto Amara como el portal mismo, pero si podía ayudar a llegar a un sitio más seguro a aquellos niños que ahora la seguían. Majlis pudo ver unos 10 niños entre los 14 y los 3 años, en un principio, pero entre más avanzaba se iban sumando más niños a invitación de estos primeros 10, y aunque no conocían a Beltis y jamás habían hablado con ella, los ojos de ella decían que estaba lista a darlo todo por ellos, por salvarles. «Vas muy bien, recuerda que los niños necesitan descansar» Le recordó mientras la animaba a continuar con tan noble labor, de los diez niños que eran un inicio, ya se habían triplicado, dejando un total de 30 niños y niñas aproximadamente. A varios metros de distancia, se encontraba la entrada de un búnker que había sido puesto ahí mediante magia, debían recorrer poco menos de un kilómetro bajo tierra para llegar a un tipo refugio donde se encontraban un grupo de personas, todos ellos magos y brujas con especialidad en primeros auxilios que ayudarían a tratar las heridas de los niños. Sólo hasta que llegara a ese punto, se encontraría frente a Amara.
  13. La Arcana de Metamorfomagia disfrutaba de ver como cada uno de sus pupilos actuaba de manera diferente cuando de sortear la primera prueba se trataba, y este grupo en particular era un caso sin igual, el primero de ellos se había convertido en un enano, el segundo en algo similar a un Bucktruckle, le parecía realmente curioso cómo aquellos cambios también reflejaban su personalidad, ya que el tercer cambio que presenció fue el del vampiro que estaba volviéndose un infante. Por último, la mujer, que de por sí ya estaba muy delgada, estaba logrando perder más peso. No vio las dificultades que atravesaron con la balsa para llegar al otro lado del lago, confiaba plenamente en su sentido de la orientación de todos para sortear los otros dos grandes retos. Al final llegarían frente a ella si los habían sorteado con creces, ahora se tenía que ocupar en reacomodar todo para tener su cabaña en los límites de la Escuela de Magia y Hechicería Uagadou, ya que a partir de ese mes sus siguientes pupilos tendrían clase en un aula dentro de la escuela. Al terminar de acomodar sus pertenencias dentro del aula donde impartiría su habilidad, que terminó siendo una copia exacta de la que era su cabaña. El tiempo apremiaba, por unos minutos había olvidado a sus pupilos en la prueba pero cuando se presentó en la pirámide se dio cuenta que aún nadie llegaba, unos minutos después llegó el primero de sus pupilos. —Bienvenido Joven, por un momento creí que usted sería de los últimos que vería por este lado, pero me alegro que sea de los primeros en llegar, hay varias cosas que tiene que saber. Empezó mientras se acercaba a Eobard, se había dado cuenta que Metamorfomagia era su primera habilidad a la que deseaba vincularse, por lo que empezó a buscar un par de pergaminos que debía leer el Black Lestrange antes de enfrentarse a la prueba del portal, pero entre sus cambios de residencia no había preparado el par de pergaminos con todo lo que debía saber,por lo que no le quedó de otra que explicarle. —Detrás de esta puerta está un portal que te llevara al lugar que tu corazón más desea para poner a prueba tu habilidad. Es una prueba personal, vas a ir solo, pero el anillo en tu mano nos conecta emocionalmente por lo que estaré animandote a terminar. Si decides no seguir, no podrás vincularte al anillo, ni a la habilidad. ¿Me explique? Esperó la respuesta del joven, para después dejarlo pasar por la puerta de Metamorfomagia, cuando su siguiente pupilo se presentó frente a ella. Con Crazy Malfoy, quien ya había cruzado otras habilidades y conocía el proceso que debía pasar, volvió a repetir las mismas palabras que con Eobard, lo mejor era que se enteraran que todas las habilidades funcionaban en esta etapa de la misma manera, si al entrar al portal, decidías no seguir o no aprobabas la habilidad no podrías vincularte nunca más con el anillo. —Crazy Malfoy, ¿Deseas hacer la prueba del portal? De la misma forma en que había ocurrido con el joven Black Lestrange, al escuchar la respuesta afirmativa, la puerta se abriría dejando a la vista de todo un portal que lo llevaría a su prueba de vinculación.
  14. Tanto Beltis como Emmet al cruzar el portal, parecieron a varios metros del lago Sebkha de Oran, donde Amara les estaba esperando bebiendo una infusión de hiervas. El avance que había visto en cada uno los hacía dignos de ir a realizar su prueba, por lo que se los hizo saber al tiempo que dejaba la taza de porcelana en la que se hallaba su bebida suspendida en el aire. —He podido ver su avance en poco tiempo, por lo que les considero aptos para realizar su prueba de vinculación. —les dijo mientras volvía a tomar la taza que se encontraba suspendida y comenzó a caminar hasta dejaros al inicio de un gran camino de árboles que los llevarían a encontrarse en pocas horas con sus otros compañeros. —Aquel camino que pueden ver, los llevará al inicio de su prueba. Nos vemos en el último árbol, al final de su camino, creo que ahí verán a sus compañeros. Feliz viaje. Amara desapareció del lugar, reapareciendo en el interior de su cabaña, había que preparar una prueba para sus alumnos, así que por esa situación no guiaría a sus últimos alumnos al inicio de su prueba, por lo que esperaba que en el camino no se perdieran o se desviaran. De su cabaña salieron dos lechuzas con un pergamino atado en una de sus patas, dentro del pergamino venían las mismas instrucciones que les había dicho a sus últimos alumnos que había visto, más un mapa para encontrar el camino que los llevaría al lago en el que daría inicio su prueba.
  15. Allí donde su cuerpo se materializó se encontraba un curioso grupo aglomerado bajo a una gran conífera. Tardó en llegar hasta ellos para ver si la conversación no sólo se concentraba en dos personas como había ocurrido en su cabaña, sino entre las cuatro personas que ahí se encontraban, pero al parecer esperaba demasiado de sus pupilos, así que se acercó acompañada de un par de tejones que se había encontrado durante su recorrido a aquel lugar en el que les había dicho que los vería. —Me alegra saber que han encontrado el camino hasta aquí. —Saludó con una reverencia a los presentes. —Este par de amiguitos —señaló al par de tejones que le acompañaban, uno a cada lado de ella —me encontraron perdida por el lugar y me han guiado hasta ustedes, por lo que he decidido que sean ellos quienes les acompañen en esta gran aventura. A unos metros más adelante, en un extenso lago de agua salada, se podía ver una pequeña balsa hecha de troncos, en la que a simple vista podrían estar sobre ella hasta 3 personas, pero el peso que resistía la balsa era para exactamente 4 personas de la estatura de un infante. No era la primera vez que les daba un medio de transporte no apto para la cantidad de alumnos que se encontraban haciendo la prueba, aun así, no dio explicación de lo que debían hacer, esperaba que hubiera comunicación entre ellos y entre las dos criaturas que les acompañarán. —Habiendo llegado a éste punto he de pedirles que dejen ante mi cada uno de sus objetos mágicos, ya sean varitas, pergaminos o cualquier cosa que no sean sus manos pues deberán valerse por éstas para obtener la habilidad que desean. —justo frente a cada una apareció una bolsa de terciopelo de un color distinto, ya que, al finalizar la prueba, ya si estuviesen o no vinculados la bolsa aparecería de nuevo para regresarles sus pertenencias. Ella los acompañaría en espíritu, pues después de abandonar todos sus objetos, armas y herramientas mágicas una simple sortija de plata apareció en el dedo anular de cada uno. Gracias a ello Amara estaría conectada a sus movimientos y emociones para poder guiarlos hasta la pirámide en donde por desgracia los perdería pues ésta debería ponerlos verdaderamente a prueba y ya quedaría fuera de su alcance el ayudarles a controlar la Metamorfomagia aunque confiaba demasiado en ellos como lo había hecho tiempo atrás en cada uno de las personas que se presentaban en su cabaña para que ella les ayudara. —Y no lo olviden, tres pruebas deberán pasar para llegar a la pirámide donde me volverán a encontrar. La primera está clara frente a sus ojos, para atravesar el lago y dar con la entrada al laberinto solo tienen eso que ven ahí hecha de cuatro troncos, úsenla con sabiduría. » Al cruzar el lago, mis amiguitos los guiaran a la entrada del laberinto, espero no los olviden de este lado o nunca llegaran a la siguiente prueba, cuando tengan ambos pies dentro del laberinto las paredes de éste los van a separar, espero que no teman al estar solos en aquel lugar ya que eso es parte de la segunda prueba. De seguir el camino correcto se toparán con gran contenedor de agua en la que deben reflejar en esta a su verdadero ser, cuando la imagen que se refleja sea la de su interior. » Cuando el agua sea del mismo color a la bolsa en la que guardaron sus pertenencias, las paredes del laberinto se moverán dejando ver un lugar totalmente diferente al bosque montano africano, una parte del mundo donde haya alguna especie en peligro y tratarán de mezclarse con el ambiente que les rodea, quizás pueda ser un zoológico, o un circo con animales o bien una gran carretera. Al poner a salvo aquella especie aparecerán a la entrada de la gran pirámide en donde los estaré esperando para continuar con el último paso. Nos vemos hasta entonces, mucha suerte. —Amara les dio la espalada, emprendiendo el caminar en dirección a su cabaña, con ayuda del anillo de plata en el dedo anular de cada uno podía sentir el nervio y la confusión que tenían sus alumnos y eso le generaba cierta diversión.
  16. La arcana de metamorfomagia se quedó mirando al vampiro mientras se sumergía en sus recuerdos, no lo había acompañado por que consideraba que aquello era algo muy personal, en su lugar apareció frente a ella las dos esferas luminosas que acompañaban al Malfoy y al Black Lestrange. Visualizo primero la esfera del más joven de los dos caballeros, nunca había estado en aquel lugar que le mostraba la esfera y daba gracias a aquello porque al pertenecer a una comunidad cálida seguro en aquel lugar nevado estaría titiritando de frio. Dejó de recorrer el lugar con la esfera para centrarse en la escena que se le presentaba frente a ella, un joven Eobard acababa de herir a una persona que para ese momento yacía en el suelo retorciéndose del dolor, a los pocos segundos el señor que le acompañaba a aquella versión más joven de su pupilo, lanzo un hechizo que dejó paralizado a aquel chico al que había herido el Black Lestrange de 2011. Amara dejó de ver aquella escena para pasar a ver la esfera que le dejaba ver el recorrido de Crazy, en aquella esfera podía ver un encuentro familiar, ella amaba ese tipo de encuentros, podían llamarla una vieja cursi, pero el poder hablar con una persona que yacía muerta y recibir consejos de esa persona era algo que la gente moderna no valoraba. Crazy estaba en pañales, al igual que Eobard, así que fue a ver a su alumna a la que había enviado a practicar frente a un espejo. Al salir de su choza, vio a una mujer en plena pubertad, no había podido no hacer una cara de sorprendida al encontrarse con Beltis que aparentaba una edad entre 12 y 17 años, la cual estaba sufriendo los cambios típicos de esa edad. Estaba a punto de preguntarle qué era lo que le había pasado, cuando fue la misma Beltis quien realizó la pregunta de si aquello que le pasaba era normal. Por un segundo estaba muy segura de que cambiar así era normal, no había entendido al hecho de que no había podido cambiar el color de sus ojos, pero antes de poder responder a esa pregunta, de la nada empezó a ver todas las dudas que surgían en la cabeza de la mortifago. Amara necesitaba tiempo para responder aquellos cuestionamientos, así que en lugar de darle una respuesta vacía el espejo se transformó en un portal que la llevaría a una parte de su vida, para poder encontrar todas aquellas respuestas sobre la Metamorfomagia en ella misma, aunque la mayor parte de sus respuestas eran negativas, no iba a ser ella quien le dijera todos aquellos no. Justo al momento en que Beltis entraba al portal, el joven Gaunt salía de ver la primera vez que hacía uso de la metamorfomagia, ahora debía de mostrarle una buena obra con ayuda de aquella habilidad, así que en cuanto Emmet le dijo todo lo que había visto en el pensadero, Majlis le dedicó una sonrisa. —Me alegro que hayas encontrado aquel vínculo con la habilidad. Este portal —a su lado derecho de la arcana apareció un portal. —te llevará al lugar donde tú te sientas cómodo, y en aquel lugar te acompañará una esfera de luz que sólo te dejará regresar conmigo cuando hayas logrado un acto de buena voluntad. Buena suerte Joven Gaunt. No espero a ver que el vampiro cruzara el portal, sabía que lo haría, en su lugar regresó a ver lo que pasaba con Crazy que para ese momento se hallaba con otro Crazy con varios años encima, pero una extremidad menos. Si la joven Munter viera aquello, podría darse cuenta que la metamorfomagia no le podía ayudar a generar un miembro perdido. Por otro lado, lo había visto cambiar al viejo Malfoy y con eso le bastaba, la buena obra no la iba a hacer en esa vez, pero era obvio que en un futuro lo iba a realizar. En la esfera del Black Lestrange, se podía ver un Eobard transformado en un chico totalmente distinto a lo que él era, la acción que realizaba le bastaba para que al igual que Malfoy, Black Lestrange también regresará a estar frente a ella. No había por que hacerlos esperar un poco más, habían logrado mostrarle que podían hacer uso de la habilidad sin problema alguno. —Hola mis niños, he visto lo que han hecho y considero que están listos para ir a la prueba de vinculación. Si ustedes desean hacerla, nos vemos mañana, el bosque africano les está preparando una gran prueba. Hasta mañana. Pronto a ellos dos se les uniría la jovencita Munter y el vampiro Gaunt, sólo debían pasar aquella pequeña prueba que les había puesto hace unos minutos.
  17. Por lo general, la gente que la visitaba para ese momento estaban seguros de tener la habilidad, la mayoría había sufrido cambios los primeros 5 años de vida, donde la magia no se podía controlar, otros lo habían descubierto antes de entrar a Hogwarts o alguna de las escuelas de Magia y Hechicería en el mundo cuando se hacían uno con su varita. Trato de encontrar una respuesta a aquella pregunta, no quería dar una respuesta que su alumna no entendiera así que guardo silencio por un tiempo. El tiempo perfecto para escuchar la explicación de Eobard con respecto a su vivencia con la habilidad, entendía perfectamente el miedo que podía tener al no tener una habilidad que la mayor parte de su familia tenía. Se había puesto de pie y camino hasta donde el Black Lestrange se encontraba, la historia de su primer cambio le pareció maravilloso así que se lo hizo saber con una sonrisa mientras apoyaba una de sus manos en el hombro derecho del joven para que se girara a verla. —Mi querida niña, —se dirigió a Beltis —si los pequeños cambios ocurrieron antes del uso con su varita, creo que está en el lugar indicado, todo pequeño cambio se suma para lograr grandes cambios. A las afueras de mi cabaña puede encontrar un espejo para practicar poco a poco los cambios en tu aspecto. ¿quieres intentarlo? Quizá no era la respuesta que esperaba la única mujer en aquel lugar, pero si tenía dudas con respecto a tener la habilidad lo mejor era que practicara un poco antes de enviarla al siguiente reto. Un reto al que se iban a dirigir de manera individual, el Primer Ministro Malfoy y el joven Black Lestrange, ya que los dos parecían sentirse seguros de tener la habilidad, por lo que sin preguntarles abrió un portal con ayuda de su bác.ulo. Aquel portal los llevaría al lugar donde ellos se sintieran más cómodos, este podía ser al pasado, al futuro o algún suceso en su presente, pero antes de dejarlos pasar por el portal les explico lo que debían lograr en aquella aventura a la que se enfrentarían. —Señores, ¿quieren salir de mi cabaña y practicar frente a un espejo de cuerpo completo o se van a atrever a cruzar el portal? Si eligen la segunda opción, el portal los va a llevar al lugar que ustedes quieran, en donde aparte de demostrarme que pueden hacer cambios físicos, también pueden con ayuda de su habilidad generar cambios sociales positivos. ¿Están Listos? Su mirada fue de uno en uno, primero el joven Malfoy, siguió con el joven Black Lestrange y se detuvo en el semblante del joven Gaunt. Este último parecía no acabar su estofado, al parecer aun había algo que le preocupaba, así que se dirigió a él dejando que las tres personas a las que les había dado una actividad la siguieran a lo que ellos creían más convenientemente, aun cuando no estuviera con ellos físicamente, una esfera de luz los iba a estar siguiendo para monitorear cada paso que daban. —Joven Gaunt, ¿quiere acompañarme? Amara salió de la cocina y de entre sus cosas buscó un pensadero que había pertenecido a su maestro, quien le había instruido en aquel noble arte de transmitir sus habilidades para que pudiesen controlar la metamorfomagia. Con Emmet iba a intentar que el joven buscara en sus recuerdos la primera vez que había logrado cambiar gracias a la metamorfomagia, ya que gracias a su condición como vampiro aquello podría haber pasado hace varios años y no lo tuviera tan fresco.
  18. Había prestado atención a las respuestas de sus nuevos invitados a la mesa, casi al mismo tiempo que mediante un mensaje de fuego le informaban de la llegada de un alumno más a su clase, por lo que puso su plato a la mesa para que igual que los demás disfrutará de la comida que había preparado. —De lo último que me había enterado es que el Ministerio sufrió el ataque de un dragón, me alegra que tras ese ataque las cosas se hayan enfriado. —dijo casi de inmediato, después de que la señorita Beltis le había dicho que la cosa parecía no ir a mayores. Había preferido no decir que también había escuchado que los llamaban rebeldes, aunque no entendía muy bien el motivo, pero si era por que preferían salvaguardar a su pueblo en lugar de inmiscuirse en una guerra donde no tenían el porque meterse, entonces si era una rebelde. De gusto un poco más de su platillo, hasta que el patriarca de los Malfoy hacia acto de presencia al interior de su cocina. —Pensé que jamás te ibas a atrever a entrar, por favor tome asiento, estábamos hablando de lo que parecía ser una guerra muy importante, pero la joven —para Amara todos eran muy jóvenes, aún cuando su aspecto no lo mostraba — Warlock me ha dicho que la cosa se enfrió, ¿comparte su misma opinión? —le preguntó al recién llegado. Con la respuesta del aún Ministro de Magia, cerrarían aquella conversación sobre la guerra, si la cosa se había enfriado, no había caso alguno de pedirles a las personas sentadas a su mesa que tomarán la forma de grandes líderes y frente a las cámaras del profeta hicieran un pacto para poner fin al acontecimiento bélico. En su lugar, con un poco de magia su cabaña se movió de forma imperceptible a un nuevo sitio. —Ahora si, entremos de lleno a la clase. —dijo tras dar la última cucharada a su estofado. —Alguno tiene una duda con respecto a la habilidad, si no es así podrían decirme ¿Cómo fue su primer cambio? ¿Qué estaban sintiendo? Me refiero a sus emociones en ese momento. La nueva parada de su choza era el bosque Montano Norteafricano, que le hacía sentirse más cerca de casa y donde la tranquilidad del lugar podía hacer que sus pupilos pudieran lograr grandes cosas con la habilidad.
  19. Amara sonrió ante la declaración del Director del concilio. No estaba tan errado con lo de que ellos no querían involucrarse en situaciones políticas, pero si estaba equivocado con que había empezado una guerra entre Arcanos y Uzzas, ya que, los Arcanos eran seres de paz en muchos de los casos evitaban confrontaciones por el bien de sus pueblos, además que ellos no tenían por qué interferir en cuestiones ajenas al que fueron encomendados. Al menos eso era la opinión de ella, sus compañeros ya podían pensar otra cosa. Mientras pensaba en todo eso, decidió seguir probando el contenido de su plato, como si el olor del estofado hubiese atraído a más personas escucho que dos personas se encontraban en su recibidor. Por lo que se puso de pie, debía darles la bienvenida e invitarlos a que se unieran a la conversación con el Director del concilio. —Me disculparas, debo invitar a la mesa a dos comensales más. Al presentarse frente a ambas personas tenía el aspecto de una mujer octagenaria, con un largo vestido bordado en color verde jade, su cabello la mayor parte canoso, pero aún podía verse el color natural de su cabello, con color café castaño, un poco más oscuro que el rubio. Caminaba encorvada por los años que tenía encima. Cuando vio al Black Lestrange, le sonrió. —Te estaba esperando, eres un Black Lestrange, ¿cierto? Tienes las mismas facciones que tu hermana, aunque no eres rubio como ella, la directora del banco. La verdad era que Amara creía que una mujer tan joven no podría ser madre, aunque seguro se ayudaba como ella con la Metamorfomagia. Las expectativas que tenía con el joven eran altas, toda su familia, al menos los miembros de esta que habían llegado con ella, eran grandes metamorfomagos, él no podía ser menos. Al girar para ver a la persona que se encontraba a su derecha, no había podido evitar el achicar los ojos como si eso le ayudara a encontrar el parecido con alguien. No. Para la Argeliana, Beltis no tenía parecido a ninguna persona que se hubiese presentado antes ante ella y eso le creaba un gran conflicto interno, aunque no se lo hizo ver, si la mujer tenía la habilidad todo sería más sencillo. —No me he presentado, mi nombre es Amara Majlis, Arcana de Metamorfomagia, estoy comiendo un rico estofado, acompañenme, alguien nos espera en la mesa. Les dio la espalda caminando en dirección de la mesa al interior de la cocina, con ayuda de la magia puso dos lugares más, no les iba a dar la oportunidad de negarse a comer con ella, así que para cuando ambos jóvenes entraron a la cocina en los lugares libres se encontraba un tazón con el guiso que había cocinado. —Minutos antes de que llegarán, conversaba con el señor Gaunt, sobre la guerra que se fraguaba y la postura de los Arcanos ante esta. ¿Qué saben ustedes de la guerra que está por venir? Era poco usual que ella empezará la clase de esa forma, pero por esta vez le gustaba saber la opinión de sus alumnos acerca de algo que no estaba ajeno al ateneo de habilidades y a la universidad. Ella no quería formar personas que pudiesen hacer el mal con el don de su habilidad, la Metamorfomagia no debía ser usada para dañar al otro, sino para hacer del mundo algo mejor.
  20. La olla había dado su tercer hervor, el aroma que soltaba la sopa inundaba todos sus sentidos y esperaba que los de su pupilo también, tomo un poco de verduras con la cuchara y las probó, aquello era una delicia. En menos de un minuto empezó a servir los platos, Emmet ya se encontraba sentado a la mesa y aprovechando aquel momento de espera se había dirigido a ella con una pregunta. Majlis dejo el plato de sopa frente a su pupilo mientras pensaba la respuesta más concisa para que la respuesta no le dejara con más dudas en lugar de aclararle las cosas. —Está caliente, joven Gaunt. Amara miraba la sopa y después a su alumno, a los pocos segundos ya se encontraba sentada frente a él con su plato de sopa, le dedico una sonrisa y con un leve movimiento de su cabeza le invito a probar la exquisitez culinaria que acababa de cocinar. Estaba enfriando un poco la sopa con el movimiento de su cuchara cuando se dirigió al vampiro. —Acerca de su pregunta joven Gaunt, la respuesta es completamente sencilla. —tomo un poco de sopa para conocer la temperatura de esta y saber si ya podía comerla sin necesidad de seguir moviendo el contenido del plato. —¿Cómo hace para saber que la sopa se encuentra a una temperatura comestible? —Le preguntó en forma de respuesta esperando que lo que le había contestado le hubiese clarificado sus dudas. Este momento mientras disfrutaban de un platillo culinario parecía el correcto para preguntar acerca de los rumores que habían llegado hasta el Ateneo de las habilidades y que, de cierta manera, seguro también habían llegado a los oídos de una persona tan importante para la comunidad mágica londinense como lo era el Director del Concilio de Mercaderes. —Ha llegado a mis oídos que una guerra está a punto de estallar, me podría decir, ¿qué sabe de eso?
  21. —¿Es decir que usted quiere poseer la habilidad para gastar bromas a los demás? Majlis le observaba por sobre su hombro mientras seguía picando los vegetales y, raspando la tabla de madera, los dejaba caer al vacío de una olla hirviendo. Cada vez que quitaba la tapa toda la cabaña se inundaba de un exquisito olor a caldo. La arcano no era de alardear pero cocinar se le daba muy bien y solía disfrutarlo cuando el único plato a la mesa no era el suyo. Lo miraba de vez en vez para poder estudiar sus expresiones mientras encontraba las palabras precisas para volver a explicar lo que anteriormente dijo y sonreía de lado, los Ingleses eran fáciles de confundir y atormentar. Sacudió su melena dorada y los rizos parecieron cobrar vida, su aspecto jovial ante el mago resultaba exultante. Luego tomó una patata y comenzó a quitarle la piel tras enjugarla un poco con agua fresca, extraída del arroyo. —Descuide, no lo estoy juzgando. Pero comprenderá que no cuento con la edad que usted cree ver, y son cientos los años que han transcurrido para que yo pueda apreciar como timadores y estafadores malgastan su don ¿Es para eso que lo quiere, dígame la verdad, para un bien personal? Cortó en cubos las patatas y una vez más quitó la tapa de la pequeña olla. El agua dentro bullía. La sopa desprendía un aroma que podría hacer salivar a cualquiera ¿Sentía aquel olor alguno de sus hermanos Arcanos y se les uniría? en algún otro momento hubiese estado encantada pero ciertamente deseaba tener aquella comida únicamente con su pupilo. Subió el fuego, oyéndolo, hasta entonces no se había percatado lo sucia que estaba su ropa por lo que tuvo que sacudir la tierra del overol. Aun sonreía, a pesar de los titubeos, le agradaba la compañía de alguien tan noble como Emmet aunque él quizás no se viese de dicha manera. Parpadeó un par de veces y sirvió dos vasos de limonada para compartir con el vampiro mientras éste acababa de formular su monólogo. —Comeremos pronto. Agregó mirando por última vez la sopa sobre el fuego.
  22. Amara llevaba varios días cultivando un pequeño huerto al que le dedicó varios minutos al día para matar el tiempo con algo de provecho. Había dejado al fuego una pequeña olla con agua y algunas especias, deseaba hacerse una deliciosa sopa de verduras para comer ese día mientras esperaba a su pupilo, el cual le habían dicho desde dirección que iba a llegar aquella tarde. —Lo estaba esperando Señor Gaunt. La argelina le sonrió al vampiro, mientras podía olfatear el delicioso aroma de lo que había puesto al fuego, aquella mañana se había dedicado a cosechar las verduras que tenía sembradas en la parte trasera de su choza, tenia mucho tiempo para dedicarse a cultivar algo de alimentos cuando no tenía alumnos a los cuales transmitirles sus conocimientos de acuerdo a la habilidad que representaba. Tenía un overol de mezclilla totalmente lleno de tierra y en sus manos tenía varios vegetales entre los que había papa, zanahoria y otras verduras más que crecían de la tierra. —¿Quiere pasar al interior? Preguntó mientras la puerta de su vivienda se abría permitiéndole a ella entrar para dejar los vegetales aun con tierra sobre la mesa. Tomo un par de los vegetales que había dejado en la mesa para lavarlos, desinfectarlos y después picarlos en cuadritos para su cocción, desde el interior miraba al vampiro como invitándolo a pasar. Con él iba a ser la primera persona con la que iba a comer en lugar de tomar un poco de infusión para tener una pequeña conversación sobre lo que le interesaba de la habilidad, lo que esperaba de ella y lo que la propia habilidad podía darle. —Emmet, ¿qué es lo que esperas de la habilidad?
  23. —Mis encantadoras mujercitas, —la arcana les recibió con una sonrisa —¿Cómo les fue en el trayecto hasta este lugar? —la argelina comenzó el discurso que había hecho para ellas después de verles pasar cada una de las diferentes pruebas que había puesto para ambas brujas. —Ha llegado el momento que les haga la pregunta más importante. Pero antes, no sé cuántas veces han estado frente a estas puertas, mucho menos sé cuántas veces han leído estos pergaminos, pero es importante que los lean con detenimiento antes de responder mi pregunta. Amara les entregó un par de pergaminos a cada uno. En cada par de pergaminos se hallaba el del portal de las siete puertas y el segundo sobre los breves apuntes de las pruebas de las habilidades. Dio varios minutos para que pudieran leerlos y después de que pasaran esos minutos, les miro a los ojos para tener una respuesta sincera a la pregunta que estaba a punto de hacerles sobre el nuevo reto. —Después de leer ambos pergaminos, ¿Desean entrar a la prueba del portal? —aun sin esperar sus respuestas les entregó un anillo de platino con un pequeño cristal de diamante incrustado era uno de los tantos anillos que al momento de vincularse con la habilidad iban a tener una comunicación directa con Majlis —Si deciden seguir adelante, el anillo les permitirá estar en contacto conmigo. Si no es así, les pido de favor que me lo regresen. La mujer argelina se quedó en la expectativa de la respuesta, no les había dicho que en dado caso de que, al entrar, no llegaban a terminar la prueba o decidían abandonarla no podrían volver a presentarla, ya que estaba implícito en los pergaminos que les había dado a leer, pero estaba segura que ambas mujeres habían leído hasta el más mínimo detalle.
  24. La mañana de la prueba de metamorfomagia, Amara se encontraba en el páramo donde era el punto de partida para aquel suceso tan importante con un cesto tejido en los pies y dos pequeñas tazas de porcelana donde había un líquido entre ámbar y amarillo que al beberlo les haría perder un poco sus recuerdos. Dentro del cesto, ambas brujas dejarían sus pertenecías que llevaran encima, anillos, amuletos, medallas, todo. Debían ir completamente sin ningún artículo mágico, ya que no los necesitaban para aquella prueba. Al llegar se encontró con Dennis, a la cual le sonrió, se acercó hasta ella y le entregó la taza con el líquido ámbar, hizo exactamente lo mismo con Juve. —Bienvenidas a su prueba de Metamorfomagia. —hizo una pausa y empujo con sus pies el cesto en el suelo —hagan el favor de dejar su varita, anillos y más amuletos en él. No los van a utilizar. —pidió, de esa forma evitando que bebieran el contenido de la taza. Para cuando ambos hubieran dejado todas sus pertenencias en el cesto, Majlis les hizo una señal de que podían beber. —Anden pequeñas, beban, beban. El líquido ámbar les haría olvidar todo lo que no tuviese que ver con la Metamorfomagia, recordarían de forma perfecta que saben cambiar de apariencia, pero no que pueden hacer uso de la magia o que tienen en su haber otra habilidad. Mediante más cerca de vincularse con la habilidad irían descubriendo aquellas habilidades que se habían borrado de manera momentánea. —La sensación de pérdida que están teniendo es completamente normal, poco a poco se van a sentir completos. —les miro a los ojos- La prueba estaba dividida en 2 partes, la primera parte tenían que sortear tres pequeñas pruebas que los harían llegar a las 7 puertas dentro de la pirámide donde empezarían con la segunda parte de la prueba. Para dar inicio a la prueba ellos debían caminar alejándose de la choza de la Arcana, en ese lugar encontrarían 2 caminos, uno por cada uno, que al pasarlo con éxito iba a volverse un mismo camino. El primero de los tres retos era el más sencillo, era de los primeros cambios que se sufría al ser un niño, escapar mediante la habilidad de una figura de autoridad. El segundo reto consistía en cruzar un río ayudado por una balsa en la que sólo cabía una persona de complextura delgada y un niño, así que para que ambas pudieran cruzar debían ponerse de acuerdo para cambiar. El último reto de esa primera parte pasaba al momento de poner un pie fuera de la balsa, a cada uno lo transportaría a una situación donde tuvieran que usar la habilidad para el bien de una persona ajena a ellos, hasta que lograran entender que la metamorfomagia era un regalo para ayudar al otro no iban a poder empezar la segunda parte de la prueba. —Es momento de partir mis niñas, nos veremos pronto. Tras esas palabras las dejo ir. Estaba segura que ambas brujas llegarían a presentarse hasta donde se encontraba la puerta al portal de la Metamorfomagia y la prueba tras aquel portal era el más complicado de todos.
  25. Amara no tenía dudas, tras la pequeña conversación con la Black Lestrange y ver como realizaba cambios básicos en su aspecto, los cuales no le costaban trabajo mientras conversaba. Ella estaba segura que la rubia era capaz de realizar sin problema alguna la prueba para vincularse con la habilidad, así que mientras escuchaba sobre la joven Alanna y lo bien que le había ayudado que amabas tuviesen los mismos cambios para aceptarse tal cual era. La argeliana bebió un sorbo de su infusión mientras asentía comprendiendo las palabras que la más joven le decía durante todo su relato. —¿Lo de la piel de reptil es en sentido figurado? —le pregunto mientras le dedicaba una sonrisa grande. —No eres una persona nociva, quizá eres una pequeña incomprendida, lo que me alegra de todo esto que me has dicho, es que has podido controlar la metamorfomagia para que tus cambios de carácter no te hagan cambiar de aspecto. Amara se levantó de la silla en la que se había encontrado sentada y camino al centro del lugar, su varita de madera se convirtió en un bácu.lo con el que apareció un portal mágico. —Pequeña Black Lestrange, te encuentras lista para realizar la prueba de la habilidad. Es momento que crucemos juntas el portal para encontrarnos con Dennis. Si tu respuesta es afirmativa cruza el portal, en seguida estaré contigo y con la joven Delacour.

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