Alegna Black

Mi carcajada resonó en el lugar dejando una sonrisa triunfante en el rostro. Adoraba cuando hacia alardes de sus estudios, de sus interminables horas leyendo, pero como aprendí, duramente, la mejor enseñanza era la practica. Vi como su rostro se llenaba rápidamente de mas ampollas y furúnculos, prácticamente desfigurándolo. -Protego- exclame, en cuanto el rayo salió de la varita de Nox, el escudo violáceo apareció ante mi absorbiendo el hechizo por completo – no, pero si me gustan esos hechizos desagradables, aunque tengo algunos que … “morirías” por conocer- le dije sonriente. -Protego- volví a decir interceptando el segundo hechizo que mi primo me lanzaba – Nox yo que tu arreglaría el desastre que te hice en el rostro, no es que seas muy lindo, pero….. o me dirás que no sabes usar el finite, ¿Cómo aprobaste? Por Merlín- solté un bufido de burla. Sonreí abiertamente, sino me equivocaba solo dos personas lograban hacerme sonreír, una sonrisa verdadera, no la que usaba con la sociedad, y a esos dos les tenía mucho aprecio. @

¿Enfadada? En lo absoluto, los pocos minutos que cruce con el Malfoy fueron suficientes para decirme ciertas aptitudes del “joven”, primero, que tenía muy buenos reflejos; segundo, tenia buen sentido del humor y tercero no se cohibía en interiores, por lo que debía estar acostumbrado. Y ahí caí en la cuenta, a ese hombre ya lo había visto antes, sonreí incrédula al recordarlo cubierto en crema con un pequeño atuendo, llevando a mi tía, valla saber dónde. En la despedida de Alyssa, negué con la cabeza mirándolo. -¿Enfadada? Ni un poco cariño- le grite mientras lo examinaba- y para verte desnudo te falta un poco- señale los bóxer con mi varita. -Explelliarmus- musite mientras el rayo rojo salía despedido hacia él, surcando la distancia que nos separaba, por lo que acorte la distancia dando unos pasos hacia a delante, pues no había necesidad de tanta frialdad, aunque manteniendo unos tres metros del peli naranja. -Silencius- dije de casi con una risa, mientras me sacaba mi chaqueta de cuero y con una media sonrisa picara se la aventaba, cayendo a sus pies y veía como su varita volaba por los aires, dejándolo desprotegido por unos momentos. -Listo- hice una pequeña reverencia- me pediste que me quitara algo, luego me la devuelves- el juego parecía haberse terminado y esperaba que el mago se hubiese divertido tanto como yo. Me quede disfrutando de la suave brisa, esperando que el Malfoy atacase. @@Nathaniel Malfoy

Mi madre me habia dejado confusa por su falta de contestacion, las pesadillas del hombre sin rostro seguian atormentandome pero ya me habia tomado varias veces la pocima.para dormir sin soñar que Tadeus tan obediente me proporcionaba. El aburrimiento, decian era bueno, pero usualmente a mi, solo me llevaba a hacer locuras. Y esa no iba a ser diferente a las otras. Camine hasta la habiracion de mi primo solo queria saber si podian conversar. De vez en cuando las bromas y chistes quedaban en el olvido para charlas interminables que demostraban el gran afecto que nos teniamos. Golpee dos veces antes de ingresar, no era sorpresa verlo sentado leyendo -Estoy aburrida- mi saludo siempre era el mismo. Como si él pudiera con un simple hecho me lo sacara -quieres salir por Ottery? Salimos al patio y sonrei al verlo nervioso pues mis apariciones no le gustaban, extendi mi mano esperando la suya, haciendole una carita de niña buena que dudo lo convenciera, pero apenas juntarlas lo jale al vacio y la negrura sonriendo. Habia escuchado o recordado de un castillo Black, y tenia curiosidad de ver ese lugar. @

El escudo que Nox hizo aparecer a escasos segundos de distancia absorbió el rayo por completo, la rapidez y los reflejos hablaban muy bien de él y sonreí al pensar en las clases que podría darle en pocos minutos. Claro que no tardo en fastidiarme la tarde opinando sobre mi hermosa bata, pues él no era nadie para criticarme la vestimenta llevando esa clase de pantalones, omití comentario al respecto, ya bastante lo humillaría en el duelo. Siempre existiría ese odio – amor entre nosotros. -Silencius- dije sin más, dejando el ataque sin efectividad por lo que solo pude adivinar que sería un sectusempra, las tres primera letras se escaparon de su boca antes de que mi hechizo surtiera efecto –recuerda Nox soy tu “única” prima, y si, así es como se trata a la familia inexperta – sonreí mientras lo veía gesticular sin sonido. -¿En serio quieres saber lo que eh aprendido?, no te convendría primito- pues no podría enseñarle nada si estaba muerto, quizás un cruciatus le sacara lo gracioso, pero si lo volvía loco de dolor ¿Quién me segura los chistes? Además es mi favorito. -Furnunculus- el rayo viajo la distancia de dos metros que nos separaba pegándole en la cara, cubriéndolo de ampollas y forúnculos que crecían a medida que el no pudiera terminar el hechizo – vamos Nox ¿puedes darme pelea? Sabía que se irritaría en cuanto a mis chistes, los dos entendiamos que esto era un juego, pero no me gustaba perder ni a las cartas. @ Off Rol me dejaras esperando cuanto ahora?

Sonreí ante las ocurrencias de Albus que Hogwarts lo hubiera devorado sin mi ayuda, sabía que el chico era un tanto extremista, lo mire ceñuda al decirme desagradable pero luego no pude más que soltar una risotada, él solo lograba que me sintiera tranquila y en paz con el mundo. Al sentir su mano en la mía y darme tremenda noticia, mi mirada de encendió, no en una mirada de odio ni mucho menos, conocía tan bien a Albus que sabía que camino tomaría antes que él mismo se hubiese decidido, lo único malo era como reaccionaríamos al enfrentarnos alguna vez. Él por supuesto me atacaría sin miramientos, y no porque no me quisiera, sino porque no sabría que sería yo, en cambio como actuaria al verlo a él en un momento de peligro, que dilema y esperaba nunca tener que averiguarlo. Lo mire a los ojos y sonreí -Sabia que lo lograrías Al, estoy tan feliz por ti, en serio me alegra tanto que hayas logrado tu objetivo, serás un gran miembro, lo sé- justo en ese momento la pizza llegaba, excusa perfecta para dejar de hablar y solo comer, me relamí los labios al ver el queso desprenderse del resto en un hilo interminable, cosa que me gustaba. @@Albus Severus Black

-Tadeus­- mi grito resonó por toda la mansión, no era necesario tanta potencia pues el elfo al más mínimo susurro de su nombre se presentaba diligente como siempre, pero la verdad, necesitaba descargar parte de mi frustración del día en alguien, pero no sería con el pobre elfo domestico -Señorita?- -Dile a mi primo que lo espero en la sala de duelos en 5 minutos- hacia días que le había pedido duelo a su primo y el muy bastardo no se dignaba a empezar, pues eso se terminaba ahora, sino se animaba que me lo dijera en la cara y que no me vueltee, con cosas que para mí no tenían importancia. Baje las escalera hasta el segundo novel de la mansión internándome en una sala especialmente dedicada a los duelos, las paredes de un rojo sangre, supuestamente para cubrir cualquier mancha de un hechizo mal llevado, el piso de madera de roble, lustroso, una estanterías de libros en la entrada, y algunos cojines sueltos. Decidí esperarlo en la parte opuesta que estaba libre de obstáculos y artículos que Nox pudiera emplear. El rechinido de la puerta llamo mi atención, sonriendo al ver a mi queridísimo primo entrar, pensé “embrujo punzante” un rayo salió de mi varita directamente a la cara de Nox, si no se protegía, desfiguraría su rostro, dejándolo algo ciego y con dolor. -Sabes que espere esto desde hace tiempo, ¿no?- hice una pequeña reverencia mientras lo veía a los ojos, tan diferentes a los míos.

La noche casi terminaba, lo mismo que mi bebida, cerre los ojos ya que la irritacion al no declinar a mi sueño me los habia puesto rojos resaltando mis verdes, con un ultimo sorbo termine la cerveza y la deposite a mi lado. Escuchar aquel timbre de voz me sobresalto tanto como alegrarme, mire a mi madre y solo pude sonreir. ¿Como empezaria esa conversacion? -Buenas dias madre. Claro, quieres que le pida otras a Tadeus?- el elfo ya traia una cerveza y una copa de vino, como leyendo mis pensamientos, estaba nerviosa, pero ya era la tercera noche que soñaba con un hombre sin rostro y lo poco que recordaba de mi niñez siempre estaba sola, necesitaba sacarme esta duda. -Madre, creo que no te gustara lo que te preguntare pero llevo dias sin dormir bien y creo que este tema es el motivo- suspire mientras tomaba un sorbo de la botella, no me atrevia a mirarla, mas por temor a lo que pudiera leer en su rostro - bien, quisiera saber ....... ¿quien es mi padre? Bueno las cartas estaban hechadas y el turno era de ella, si preferia quedar callada supondria lo peor. @@Ashura Lestrange

La nota que me había llegado poco después de que llegara al restaurant me había aliviado un poco la pesadumbres que me había quedado después del olvido hacia mi hermano del alma, por lo que parecía que Al todavía se quedaba en el hotel. Si era así posiblemente no tardara en llegar. Mi cuerpo se convulsiono al sentir las manos de alguien que me hacia cosquillas, antes de darme vuelta sabia quien era, la maldita costumbre de jugarme esas pasadas solo las tenia Albus, lo salude con un beso en la mejilla y termine mi bebida haciéndole mala cara al oír su comentario y pidiendo otra cerveza mas. -Si es agradable- sonreí al ver su cara de niño descubriendo un nuevo mundo –oye, cerveza no, mejor un jugo- le arrebate la bebida, si él me hacia cosquillas yo no lo dejaría beber, mis ojos se crispaban en una mezcla de diversión y maldad que solo él hacia aflorar. Me encamine a unas mesas tomando asiento y pidiéndole al elfo una pizza, mientras veía al Black sentarse junto a mí. -¿Cómo estas Albus?, hace tiempo no hablamos cómodamente desde que salimos de Hogwarts- era cierto, la sal común de nuestra casa era testigo mudo de las incansables noches en vela, solo hablando y riendo. Desde que Salí de ahí me había sentido perdida y sola, me hacían falta mis compañeros. @@Albus Severus Black

Prácticamente no lo deje ni hablar, el escudo blanquecino apareció delante de él, absorbiendo el rayo que le había lanzado. Su comentario logro que, en mi rostro se dibujara una sonrisa ladina, pocos me conocían, pero sabían que no iba en juego nada de lo que hacía. Observe mejor al joven y vestía demasiada ropa a mi parecer, un cambio de vestuario no le vendría nada mal. -Morphos- musite cambiando su camiseta blanca en una araña rinconera, pequeña pero altamente venenosa, la cual, quedo en su espalda mordiéndolo un par de veces inyectando su veneno – te mes mejor sin remera- le dije sonriendo, solo podría o transformar sus zapatillas en un bezoar, aunque también su pantalón y quedarse en interiores, la verdad no me molestaría en absoluto, la segunda opción. -Oppugno- apunte al oso recién creado, cambiando sus directivas iniciales de proteger al mago, para que lo atacase. El oso gruño mientras se daba vuelta y atacaba. Cruce mis brazos viendo el resultado del duelo y sorprendiéndome del rumbo que había tomado esto, tendría que jugar más con mi comida, la próxima vez.

La semana había transcurrido, y me había olvidado por completo de Albus, el hotel me daba tranquilidad y básicamente estaba durmiendo o nadando, cuando me percate de mi descuido la semana casi estaba terminando. Me levante asustada de mi cama y corrí hacia el escritorio donde garabatee una nota Al perdóname olvide por completo nuestro encuentro quieres cenar hoy? Alegna Llame a un elfo del hotel y le di la carta para que o se la diese a Al o mandara una lechuza a su encuentro, me bañe largamente y me vestí un tanto formal, un pantalón de vestir negro con una remera escotada en la espalda pero no así en el frente, no me molestaba el escote atrás pues mi cabello largo lo ocultaba. Baje al restaurant donde me senté en la barra, esperando que Albus no estuviera enojado conmigo, le pedí a la elfina una cerveza que tome por el pico, la bebida en botella me gustaba tomarla así, el vaso me daba muy formal. @@Albus Severus Black

El sudor corría por mi cuerpo mientras las convulsiones de una nueva pesadilla me electrizaba, recuerdos de una vida pasada o de la misma que no recordaba, y que en sueños me atormentaban, necesidad de saber que era de mi historia, de donde venia y porque había hecho lo que me desmemorizó, los detalles lo sabia el porqué era lo que me intrigaba. Desperté sobresaltada, con mi varita en mano despidiendo unas chispas rojizas, mientras una pequeña criatura se esconde, focalice mis ojos en ese movimiento, un elfo de la casa estaba en mi cuarto -Que haces?- le pregunte apuntando con mi varita, cuando un paño húmedo cae de mi cabeza a mis piernas, el elfo solo me estaba cuidando, avergonzada, trate de pedirle disculpas pero solo logre gruñir y ocultar mi varita, me incorpore, tratando de relajarme y pensar que me había pasado. -llévame al cuarto de mi madre- le dije tras un momento de silencio en que la criatura parecía parte del tapiz de mi cuarto, poniendome una bata oscura sobre mis hombros, no sabía donde ella dormía, o si vivía en aquel lugar, solo debía hablar con ella. Al llegar a su habitación mande al elfo de nuevo a las cocinas, tocando una sola vez a la puerta, al entrar el cuarto estaba solo, como si hiciese tiempo que nadie lo ocupase, pues donde diablos se había metido, baje a la sala, a ver si podía relajarme tomando algo. -Tadeus, una cerveza- el mismo elfo me trajo mi bebida, me senté con la vista puesta en la puerta, no recordaba cuando había estado tan nerviosa por algo, de esa noche no pasaba, esa noche sabría quien era mi padre. @@Ashura Lestrange

Era la primera vez que me animaba a ofrecerme voluntariamente a un duelo, posiblemente el aburrimiento o la espera de que algo mejor me pasara, provocaron que me decidiera a hacer algo que sabia no me animaría tan rápido. Caminaba en círculos en mi habitación, casi como si quisiera desaparecer. Y así paso, una de mis vueltas fue mas rápida, por lo que mi cuerpo se entrego a la sensación de oscuridad y encierro que la aparición proporcionaba. La luna llena bañaba la tierra rojiza y las columnas de tierra maciza que parecían dignas de ciencia ficción, el sitio estaba desprovisto de vida, decorado por uno que otro arbusto, uno que otro animalito del desierto aparecia buscando alimento, los crateres a mi diestra proporcionaban vasijas naturales de agua. Camine unos pasos esperando a mi contrincante, posicionandome a 5 metros de todo lo que habia alrededor, había escuchado que quería conocernos a todos, y que mejor manera de conocer a alguien que en un duelo, donde se podrían ver debilidades y fortalezas. Mi vestimenta era de lo mas casual, basicamente lo que siempre usaba, chaqueta marrón de cuero, remera blanca, jean azules y zapatillas blancas, no había necesidad de mejores galas, ya que solo venia a “conocer” a un viejo recien reincorporado. El sonido a mis espaldas, me advirtió que había llegado, girando sobre mis talones y apuntando mi varita. -Sectusempra- el rayo salió disparado, de dar en su objetivo, esperaba que produjera cortes en pecho y rostro, era una de mis preferidos. Sabia que se protegeria, solo le daba una bienvenida.

Camine los pocos metros que me separaban del torreón, la masacre, digo, la batalla que se dispondría quedaba a mis espaldas, la puerta estaba cerrada, si la explotaba posiblemente dañara lo que podríamos necesitar. -Alohomora- susurre mientras el rayo se disparaba hacia la puerta, el sonido del cerrojo desbloqueándose, entre al laboratorio donde las repisas en las paredes estaban abarrotadas de frascos y utensillos de trabajo, mis protectores quedaron a las afueras del lugar, vigilando y evitando que posibles poshos se interpusieran. Con el oído en las afueras recorrí el laboratorio, cajas de telas, calderos y frascos decoraban el lugar, me aproxime a las cajas donde una vacía llamo mi atención apunte a los frascos y pronuncie -bauleo- apuntando a la caja, donde fueron a parar los frascos en perfecto orden, ahora era tiempo de ver como sacaba todo de allí. Deberían ser dos cajas si no contaba con las balanzas y esas cosas. -mobilius- el rayo choco contras las cajas, que guie hasta la sallida del torreon, donde la “batalla” parecía haberse terminado, mire a mis alrededores, bastante tranquila mi primera salida.

La vegetación servía de escalera natural por lo que agradecí estar con pantalones así podría trepar mas rápido, las ramas de la planta se amoldaban a mis pies descalzos, solo escuchaba el sonido de mi corazón latiendo en mis oídos. Al llegar arriba salte los metros aterrizando en los jardines, pero al poner un pie en el lugar, toda incertidumbre, todo temor desapareció como si la adrenalina del momento callara todo pensamiento negativo. El torreón mas pequeño, ese era nuestro propósito esta noche, mire los jardines buscando algo para que me ayude en caso de necesitarlo, unas estatuas se ofrecieron mudamente a mi causa, mientras mis compañeros ya hacían de las suyas. -Morphos- apunte a la primera que debería tener unos dos metros transformándolo en un tigre, el cual se acomodo adelante mío caminando con paso lento mientras, apuntaba a la segunda, un tanto más pequeña -Morphos- volví a pronunciar mientras esta ultima modificaba sus facciones transformándose en un buitre de filosas garras el cual desplego sus alas siguiendo mis pasos. Leah apunto con su varita, y una niebla violeta cubrió mi cuerpo, agradeci con una pequeña sonrisa de lado el acto de “generosidad”.

El atardecer bañaba de las ultimas luces mi cuarto, bastante aburrido mi día, ni los libros podían distraerme de este día tan infructífero. Cuando mi brazo izquierdo arde como la primera vez que esa mortifaga me grabo la piel, era la llamada que había estado esperando, algo que me sacara de mi letargo, busque mi clásica vestimenta, no era aconsejable pero no me gustaba exhibirme tanto, salí de mi habitación cubriéndome con la capucha de mi capa. Mi andar por los jardines de la mansión no era apresurado, el ondular de la capa ahogaba el sonido de mis pasos en la grava. Desaparecí en los lindes de los portones, reapareciendo en Ottery, donde la negrura de la noche ya comenzaba a inundar los rincones del lugar. Coloque mi mascara, que no había tenido oportunidad de lucir hasta ese momento cubriendo las facciones de mi rostro, mientras mi diestra se apoderaba de la varita. El hogar elegido se erguía ante mí, piedras negras se levantaban en una vasta muralla, donde la vegetación se apoderaba lentamente pero firme de ella. Al llegar encontré a los demás, salude con un gesto de la cabeza a los pocos que conocía, aunque con las mascaras era difícil saber quien sí y.... quien no.

Mi bebida casi se terminaba, tome mis llaves dirigiéndome hacia las escaleras para ir a mi habitación y descansar el resto del día, cuando una voz femenina me saludo, al darme vuelta, Mary estaba allí, mucho no la había tratado pero si le tenía cierto aprecio. -Mary, descuida, me han atendido perfectamente- La saludo con una sonrisa en mi rostro, aunque mis ojos denotaran mi cansancio, antes de poder despedirme, unas manos me empiezan a hacer cosquillas y entre medio de mi risa busco mi varita para descargarme de la persona que pudiera hacerme algo así, grata fue mi sorpresa al encontrarme con Albus. -sabes que odio eso­ Le digo amenazante con la varita en su cuello, riendo para luego guardarla y abrazarlo fuertemente, no lo veía desde que abandone el castillo, el pensar en ello entristeció mi mirada, aunque logre ocultarla en una gran sonrisa. Me separe para ver como saludaba a Shena que no había divisado antes. -hola Shena, chicos los dejo quisiera descansar­- agito mis llaves­- nos veremos luego. Al subir los últimos peldaños de la escalera y entrar en mi habitación, mis ojos vislumbraron un cuarto digno de reyes, cama grande, decoración hermosa, doseles blancos con detalles en dorado. Me dirigí al baño, pues pensé en relajarme antes de dormir. Llene la bañera con agua caliente y me dispuse a despejarme de todos mis problemas, laborales, familiares, amorosos y personales. Pues para eso había ido.

Sentados uno al lado del otro, los comentarios del italiano me hicieron gracia, inteligente y perspicaz, pensé mientras terminaba mi trago y dejaba la copa en una de las mesas de luz. -la noche no ha terminado- Al mirarlo tras sus palabras, me sorprendió tenerlo tan cerca, mientras nuestros labios se unían en un beso, no uno tímido ni rápido, como había sido el que le había propinado en el caldero para que olvidase su bochorno, si no uno cargado de pasión, una pasión contenida que yo misma sentía. -quien dice que no quiero?- sonrió mientras paso mis brazos por su cuello, y muerdo el lóbulo de su oreja sintiendo sus labios recorrer mi piel mientras un escalofrió corre por mi espalda, el alcohol ya me había desinhibido, de haberme tomado sobria, las posibilidades eran nulas, mi propio carácter me ahuyentaba a cualquier persona, que no me conociera. Paso mis manos por su torso bajándolo por los costados, llegando a la toalla. -te siento algo tenso- le sonrió, volviendo mis manos a su cuello y acariciándolo- te pongo nervioso?- mi rostro refleja mi sonrisa burlona algo más que característico en mi. Despojándome de toda barrera que se atreviera a sentir el calor, dejándome en igualdad de condiciones que él. Lo tomo por el cabello entrelazando mis dedos en su pelo atrayéndolo a mis labios sedientos, mientras mi cuerpo se convulsiona de placer. ***** Abrí mis ojos de a poco, la bebida había tomado su venganza en mi dolor de cabeza, la respiración pausada a mi lado me indicaba que lo que pensé había soñado en realidad había sucedido, me levante despacio, tratando de no hacer ruido, tomando mis ropas que habían quedado desperdigadas por rincones del cuarto que ni recordaba, me vestí lo más rápido posible mientras, veía el suave dormir de mi acompañante, me acerque con cuidado, no quería despertarlo, pues no me gustaban las despedidas ni nada parecido. Bese sus labios como despedida. Al salir del castillo, me dirigí caminando pausadamente a mi hogar con una est****a sonrisa de satisfacción en mis labios y pensando en ese muchacho. @@Adry Weasley

Hola familia venia a pedir la baja disculpen pero el nuevo rumbo de mi personaje me obliga y los quiero mantener a salvo. Gracias por todo y espero que no les moleste. Nos veremos por ahi. Y rolearemos se los prometo. Gracias en serio por todo. Besos

hola vengo a la familia en calidad de invitacion por parte de Dovakhin, aunque todavia no tenemos decidido si sera sanguinea o adoptiva ya que debo esperar la respuesta de Ashura ella decidira si tuvo algo con el o no, asi que editare en el momento que me avise, por el momento dejare ficha. @@Dovakhin Haughton Cita

La espera me estaba poniendo más nerviosa mientras veía sin mirar el castillo, ni siquiera el más exquisito de los licores podría clamarme en esos momentos, ¿que le diría a esa mujer, de qué diablos hablarían? Si yo misma no me reconocía, esa mujer bien podría mandarme a los mil demonios. La aparición de Alyssa detuvo mi marcha, pues pareciera que había dejado un surco en la alfombra, carraspee al ver a esa mujer de la que me habían hablado, pero las palabras no salían de mis labios, la mujer no se parecía en nada a ningún familiar que conocía, solo la mirada característica se podría asimilar a la de Mia, trague en seco -yo… eh?-logre decir mientras nos veíamos interrumpidas y por la incomodidad de ella, se notaba que era alguien importante. Desilucionada baje mi mirada, que se torno fría, mientras volvía a mirarla – será en otro momento, gracias por atenderme- salude con un gesto de cabeza a cada uno. Recorrí los metros que me llevaban a las afueras del lugar y los últimos metros del jardín casi corriendo. Si había pasado así, es porque debía ser, el momento no era el mejor, ya habría tiempo de presentaciones y ese no lo era. Desaparecí mientras pensaba en todo lo que había pasado, pues algo decepcionante fue nuestro primer encuentro.

Me habian hablado del nuevo hotel que se habia erguido en el callejon. La verdad necesitaba despejarme de mi familia, sobre todo de mi primo que parecia saberse de memoria cada recorrido en mi vida. No necesitaba mucho conmigo asi que con poca ropa en mi valija llegue a la recepcion del lugar. Me acomode mi tunica gris plomo que en la aparicion me habia quedado algo anudada en un coatado. -buenas noches- me dirigi a la elfina en el vestibulo - habitacion para uno por favor, y para la utilizacion del spa con quien debo hablar. Despues de dejar mi valija en la recepcion me dirigi al restaurant por una bebida, -una cerveza - le dije a la elfina en la barra, mientras observaba el lugar

De qué familia era?, la pregunta de la elfina me rondaba en la cabeza mientras aun con mis ojos cerrados sentía la penetrante mirada de la criatura, me enterneció que ella demostrara tantos celos por el joven, sin abrir los ojos dije en vos baja si supieras elfina, si supiera, mas como un pensamiento que como una respuesta ante su insistencia. Me incorpore en mi asiento que ya se me estaba haciendo demasiado cómodo y termine mi bebida, mire a la elfina -tranquila, elfina, lo que menos quiero es formar parte de la familia- agite mi vaso y el elfo me lo lleno de nuevo. Cuando lo llevaba por la mitad, el sonido de la puerta a mis espaldas me indicaba que mi anfitrión ya salía de su baño, al darme vuelta, me sorprendió un poco verlo solo con una toalla, desvié la mirada, un poco lento, pues creía haberme ruborizado. -para nada, han sido… gentiles- digo terminando mi copa, parándome y acercándome a la ventana, tratando de no mirar al joven, respirando pausadamente controlando las palpitaciones que la bebida y las hormonas habían subido. Sientó como el Gaunt pedía el botiquín, algo extraño en una casa de magos, pero afortunadamente sabia como utilizar esos artilugios muggles, aunque no recordara en donde los había aprendido, la pregunta casi histérica de la elfina, me divirtió por lo que me tranquilice un poco, mirándola con una sonrisa de lado y una ceja levantada, mientras mi cabello me ocultaba un poco. -por tu cara dudo que te sepas poner el pantalón sin ayuda de tus elfos-le digo divertida al chico que se encontraba en su cama- déjame ver que tal esta eso- suspiro mientras me siento a su lado, levantando un poco la toalla y descubriendo la herida. No era ni profunda, pero podría infectarse y mas viniendo del lugar en donde se la hizo, tome el botiquín mientras rebuscaba en lo que había, tome un antiséptico y algunas gasas, mientras humedecía las gasas mire a los ojos castaños de Adry -No te dolerá… bueno casi nada- y le aplico la comprensa mientras hago un poco de fricción para limpiarla, tome mi varita del bolsillo, susurre episkey, la herida cerro al instante, me levante de la cama para buscar otro trago, algo más confiada en mi y en él, decidí sentarme a su lado -dime pensaste que esta noche terminaría así? @@Adry Weasley

La contestación del muchacho me produjo gracia, el hecho que tomara el vergonzoso inconveniente como un chiste hablaba bien de él. La propuesta de ir a su casa no me convencía mucho, pero algo me decía que podía confiar en el italiano. Lo seguí por la taberna, al menos tenía una excusa para no cruzarme con mi abuela que llegaba en esos momentos. Caminamos por Ottery hasta llegar al castillo de los Gaunt, no me atreví a preguntar si sabia aparecerse, mas bien, ni me atreví a hablar mientras caminamos, suponía que Adry estaba demasiado avergonzado para comentar algo. El castillo estaba en la parte más occidental de Ottery, la entrada era hermosa y mis ojos divagaron un poco en la decoración del jardín a pesar en la oscuridad de la noche. Sonreí al escuchar a mi acompañante proponer entrar por la parte trasera, pero le seguí el juego, debe haber visto mis ojos curiosos, pues me pregunto si veía hermoso el lugar. -hermoso, en serio es…. Bellísimo- me había quedado sin respiración admirando el paisaje, una de mis debilidades, camine por detrás del chico mientras, trataba de que mis ojos no se perdieran en la inmensidad de la casa, subí la escalera, sin hacer ruido, pues la hora en la que llegábamos no era precisamente la correcta, pero era de pasos ligeros, y muy pocas veces hacia ruido, siempre se quejaban de no oír mi llegada. Pero al llegar a una puerta dos elfos salían a nuestro encuentro, por la cara del castaño, no quería que nos descubrieran y eso se dibujo en mi rostro, una sonrisa picaresca, que se ensancho mas al sentir el tacto de la mano del muchacho mientras me tironeaba adentro del cuarto, los ojos de la elfina que estaba tan preocupada por él no dejaban de examinarme, nunca me molesto, el simple hecho que fuera alguien de su especie, me hacia el menor caso, les sonreí mientras veía como Adry se dirigía a lo que debía ser el baño, y daba órdenes a los dos elfos. -una cerveza con granadina- le dije al elfo viejo mientras me sacaba la chaqueta y examinaba el cuarto, obviando la pregunta de la elfina, que parecía que me quería sacar los ojos. El cuarto era bastante amplio, y la cama se podrían acomodar tres personas sin problemas. Me senté en el sillón que me había ofrecido, antes de meterse al baño, mi cuarto estaba lleno de libros parecía más una biblioteca, el elfo llego con la bebida, le dedique una pequeña sonrisa, esos seres podían surtir en mi, mas afecto que algunas personas que conocía. Cerré mis ojos un momento mientras disfrutaba el sabor frio de mi bebida. Esperaba no dormirme, pues el sillón estaba de los mas cómodo. @@Adry Weasley

Mis acompañantes parecían un poco perdidos, suspire mientras terminaba mi cerveza, cuando el suave pelaje de la minina de mi madre me surca las piernas, si ella andaba ahí mi madre también. Grata fue mi sorpresa al ver a mi abuela acercarse para decirnos que podían disponer de nuestras habitaciones, asentí con la cabeza mientras ella se retiraba. Me levante para mi habitación, pero al hacerlo mi bata se abrí dejando ver mi diminuto pijama, de color negro, mas parecía ropa interior, sostuve una de los laterales para que no se abriera por completo mientras le dirijo una sonrisa picara al acompañante de mi prima que todavía no se había presentado -prima, la verdad que son aburridos, si no saben tomar para que lo hacen?- miro a Alexis mientras me dirijo a las escaleras­ -buenas noche señor, y yo que usted protegería mi corazón, oh y si necesita quedarse, al lado de mi cuarto está el de invitados- miro a clariss para que entienda la indirecta – prima creo que duermes en el sótano no?- le digo sonriente, mi cometido esta noche ya era suficiente para mí. Subí las escaleras moviendo demasiado mis caderas, solo por el hecho de molestarla. Al llegar a mi habitación Ashura estaba allí. -madre que alegría que decidieras aparecerte- le digo sonriente mientras me siento a su lado y le doy un beso en la mejilla. @@Alexis Miller @@Ashura Lestrange @@Adry Weasley

Te amo mama me encana aaaaaaahhhh mori me fascina mañana a penas pueda la mando porque mi marido me mata si me meto a la pc jajaja. Te amo mami *la besa toda* tardaste pero quedo hermossisisisisisima. Valio totalmente la espera. Te adoro madre abandonadora. Jajaja