ZelKat13

Zelda se sintió halagada y sorprendida de que la elfina la recordara, se preguntaba si la bruja de cabello rubio se acordaba de ella también. -Gracias. ¿Feixac cierto? No dudo que sigan siendo los mejores si Cye sigue siendo la dueña del lugar.- Sonrió cortézmente. -Veo que el negocio va muy bien.- Tomó asiento y continuo mirando los alrededores pensando que prefería tomar o comer. Sonrió nostálgica recordando la vez que conoció a Cye, ella le había invitado a pasar a la zona de chocolatería, recordaba como había que lanzar una moneda echa de chocolate del más puro a una fuente de chocolate blanco, no sin antes darle un mordisco previamente como cualquier amante del dulce cacao haría. Recordaba la amabilidad de la bruja, y se lamentó el haber desaparecido así de su vida y de la de todos sus amigos. Pero claramente aunque ella se culpara, no había sido culpa de la bruja, aún tenía visibles algunas de las heridas causadas por su regreso, algún que otro moratón por aquí y por allá igual que un par de cicatrices. Esperaba que la rubia quisiera escuchar su historia, pues era una muy entrevesada. -¿Aún siguen sirviendo ese exquisito pastel de chocolate triple? Sí es así creo que necesito al menos dos porciones, pasé demasiado tiempo sin esas exquisiteces- Preguntó a la elfina riendo levemente para si misma. @

ID: 120648 Nick: ZelKat13 Link a la Bóveda Trastero: --- Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: N°108999 Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Fecha: 2019-02-27 Objeto: Monedero de piel de Moke Puntos: 10 Precio: 500 Objeto: Nimbus 2001 Puntos: 20 Precio: 1000 Total de puntos: 30 Total de Galeones: 1500

Ignorando el dolor que la había invadido por unos instantes, salió a los jardines traseros de la casa buscando algo de aire fresco. Quizás no debía estar ahí, pues no sabía la gravedad que podían tener sus heridas. Tomó asiento en uno de los bancos de la hacienda y respiró como si fuera la primera vez que lo había hecho. Una pequeña bolita morada saltó hacía su hombro y la hizo sobresaltarse, miró por encima y que grata fue su sorpresa, era su pequeño Micropuff dando saltitos de alegría. -Oh, hola pequeñito.- Rió levemente. -Veo que no te has olvidado de mí.- Extendió su palma para que este se posará en ella tal como hizo, y dio pequeños toquecitos en forma de caricia. El pequeño peludo morado hacía sonidos muy graciosos haciendo sonreír a la bruja, y luego marchó hacía dentro de la casa. Pensó en todos aquellos que alguna vez llamó amigos o familia, se preguntó si alguien siquiera la recordaba. Allí fue cuando decidió que recorrería (o lo intentaría) aquellos lugares que alguna vez visitó y en donde conoció a varios. No sin antes haber sanado, interna y externamente. Miró hacía la hacienda, todo lucía tan tranquilo y pacifico y un escalofrío recorrió su cuerpo. Tal vez no fuera buena idea estar allí, tal vez los estaba poniendo en peligro. Si estaban buscándola, no podía permitir que los hirieran por su culpa. Llevó sus manos a su rostro reprimiendo un sollozo, estaba aterrada, confundida y triste por toda la situación. Temía haberlo perdido todo, quizás ellos ya no la quisieran aquí, su magia ya no es lo que era antes por falta de práctica y su trabajo en el Ministerio lógicamente había desaparecido. Recordó a La Orden, la habían aceptado por fin, su padrino quien había sido tan amable con ella la había guiado justamente, tal vez lo hubiera decepcionado. Esperaba poder volver a comenzar, realmente lo anhelaba...

Cita

Pido modificación en la edad, mi personaje actualmente posee 21 años.

Tomó una gran bocanada de aire, estaba parada allí, frente al Cacao Café. Recordaba con mucho cariño aquel lugar, todo estaba igual que antes. Dio un paso y entró. Había algunas personas tomando sus delicias mientras conversaban amablemente, otros estaban allí solos disfrutando de los exquisitos chocolates, pero ella buscaba a una persona en particular. @ La bruja de -ahora ya no tan- cabellos dorados había desaparecido de la vida de todos sus amigos y familia sin explicación alguna. Y ella estaba yendo a buscarlos uno por uno, intentando recuperar la vida que hacía dos años atrás le habían arrebatado miserablemente. Esperaba que no fuera demasiado tarde...

-Jamás los verás de nuevo, ¡ellos no son tú familia!- Esa voz retumbaba por su cabeza, una y otra vez la misma pesadilla. Despertó sobresaltada e inmediatamente se quejó con un leve jadeo adolorido. Recordó lo que había pasado, había logrado volver robando una varita quebrajada, a cambio de eso había aparecido varios metros por encima de donde se suponía debía haber aparecido... Culpa de la varita rota, supuso. Con algo de dificultad se levantó, estaba en su antigua habitación, no había cambiado mucho, algunos muebles se encontraban en otro sitio pero el resto permanecía igual. La nostalgia la hizo sonreír, estaba en casa, después de los acontecimientos que cambiaron su vida en un vuelco. Se miró al espejo, tenía varias cicatrices que esperaba pudieran sanar pronto, quizás alguna costilla rota y un enorme hematoma en la cabeza. -Nada que un poco de magia no pueda arreglar...- Toco su cabello, aquél rubio había oscurecido y sus ojos habían perdido el brillo. Miró por la ventana, el sol apenas estaba saliendo. Bajó las escaleras agarrando firmemente la barandilla, esperando no despertar a nadie. La casa lucía exactamente igual que la recordaba, quizás algunos colores cambiados, pero nada que fuera muy importante. Llevó su mano a la cabeza con una mueca de dolor, esos recuerdos la atormentarían por siempre. Pudo haberlos metidos a todos en un grave peligro, pudo haber hecho que los maten, y todo por no haberles dicho la verdad de su pasado en un principio...

La suave brisa recorría la casa de los Tonks, estaba oscuro y desolado, todos yacían durmiendo plácidamente o en sus labores nocturnas. La brisa comenzó a transformarse en un viento fuerte, las ramas de los árboles se movían como si una danza estuviera ocurriendo... Y fue cuando pasó. Un gran estruendo sonó desde la entrada a la mansión, algo o (más bien alguien) había caído estrepitosamente de una gran altura, aquel ruido fue suficientemente grande para despertar a uno de los que se encontraba aquella noche. Corrió escaleras abajo con su varita en mano, no fuera cosa que algún mortífago estuviera por atacarles. Pero que grande fue su sorpresa, cuando a través de la ventana vio lo que pasaba, allí yacía, tirada en el césped cortado de los jardines delanteros, casi sin respuesta. Sin dudarlo, fue a darle ayuda a quien quiera que fuera la persona herida. Se hincó hacía ella, leves sollozos y gemidos de dolor podían oírse. -No podré hacerlo...- Murmuró aquella criatura, dolorida por la caída y las heridas esparcidas por su cuerpo. Levantó su cabeza con dificultad para ver quién había acudido a su ayuda, años habían pasado desde la última vez que vio a alguien que no quisiera hacerle daño. Miró a su alrededor, y exhaló un suspiro de esperanza. -¿Lo... Lo hice? Estoy... Estoy aquí, estoy en casa...- Fue lo último que logró decir antes de desvanecerse en los brazos de Morfeo.

Cye había realizado un cántico para bendecir a aquellos presentes para la familia Lockhart, logrando crear unos pétalos mágicos que acogerían cálidamente el alma de aquellos que hubieran recibido la bendición por parte de ella. A todos los que se encontraban en la hacienda, le llegó uno de esos pétalos y lo envolvió con su calidez. La bruja rubia les mostró que debían hacer y acto seguido, todos los presentes imitaron su acto, dejando el pétalo consumirse en la chimenea del hogar. Varias figuras se creaban según la persona que depositara el pétalo, a Zelda se le creó un pequeño perro, simbolizando su fidelidad ante todo. Varias personas iban llegando al castillo, entre ellos sus tíos Alexander y Patricia. -Que gusto verlos por aquí.- Dijo saludando a cada uno con un abrazo. -Veo que este pelirrojo de aquí resulta ser muy graciosillo eh...- Añadió entre risas al ver las travesuras que realizaba a su hermana, quien solo lo miraba queriendo matarlo, pero a la vez también se divertía. -Adoro ver como la familia se une en estas fechas, aunque debería ser así siempre, por alguna razón en las fiestas todos se unen más.- Comentó para si misma, pero sabiendo que mas de uno lo escucharía.

Solicito obtener el conocimiento en Transformaciones. A su vez, reitero mi pedido hecho en #16 el cual no ha sido dado de alta todavía.

Pido edición para añadir la familia Rambaldi como segunda familia Link a la boveda de la familia: Boveda de la Familia Rambaldi Y a Kytta Gryffindor Rambaldi como madre adoptiva n.n

La rubia recibió inmediatamente la respuesta de parte de la joven, y se llevó una pequeña decepción al ver que no quedaban más Nimbus 3000 en stock. La joven le ofreció otros modelos para llevar, pero la rubia decidió entonces esperar a que renovaran las cantidades y pasearse por allí en otro momento. -Que lastima... pero creo que esperare a que renueven el stock de las escobas entonces.- Contestó finalmente. Tomó asiento esperando para retirar su vuelapluma en la otra ventanilla por donde se retiraban los objetos, mientras sacaba su libreta nueva, la cual estrenaría con aquel ítem tan útil que le facilitaría mucho la vida. Tras unos minutos, la llamaron para retirar su vuelapluma dorado. La rubia agradeció con una sonrisa y tomó el objeto, para salir de la tienda y comenzar a disfrutar del trazo del cisne. ------------- Off: No pasa nada, esperare n.n creí que aun había, como sale en stock en el Mall y en el listado u.u pero bueno, a esperar se ha dicho n.n

Tras haber recibido su paga del mes, la rubia decidió hacer una pequeña gran compra y obtener su primera escoba junto con un pequeño objeto que le facilitaría el trabajo en el Ministerio. Se encaminó a la primera planta del Magic Mall y subió con gran prisa, pues no quería esperar para poder obtener aquellos objetos. Tomó uno de los tantos pergaminos para rellenar y una de las plumas que estaban a disposición de cliente para rellenar dicho formulario. -Veamos... Espero esta vez hacerlo bien.- Dijo con una mueca en su rostro, recordando su primera compra fallida en el Mall, por suerte, la joven que le atendió fue comprensible y tan solo cambió los errores para por fin obtener su preciada Micropuff, Nádeje. Cuando acabó de rellenar todos los datos, y tras echar un vistazo unas cinco veces como mínimo, se dirigió al mostrador para entregar el pedido de compra. -Buenas tardes, vengo a dejar mi pedido de compra.- Dijo amablemente a quien le atendía, con una leve sonrisa. En eso, su Micropuff inquieto en la bolsa, salió de la misma y se posó en el hombro de la bruja. -Nádeje, te dije que te quedarás dentro pequeña traviesa.- Acarició a la pequeña bola peluda violeta y volvió a meterla en su bolso, tendría que dejarla en casa la próxima vez, por más miedo que le diera el que se comiera alguna cosa importante. ------------------------------ ID: 120648 Nick (con link a la ficha): ZelKat13 Link a la Bóveda Trastero: (en caso de poseerla) - Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda de Zelda Fecha: 2016-12-08 Objeto: Vuelapluma de cisne dorada Puntos: 10 Precio: 500 Objeto: Nimbus 3000 Puntos: 20 Precio: 1000 Total de puntos: 30 Total de Galeones: 1500

Allí en el Castillo Lockhart, la rubia se encontró con varios conocidos, Ishaya, el esposo de Cye, y sus tíos, Alexander y Patri. -Me da tanto gusto verlos a todos.- Dijo esbozando una gran sonrisa. -Por supuesto que me quedaré, para eso vine aquí.- Añadió mirando a los presentes. Cye e Ishaya seguían siendo los mismos tiernos que había conocido en un momento, en diferentes situaciones, ella había sido una de las primeras personas que conoció en su entrada al mundo mágico, y él le había ayudado en su ingreso a la familia Tonks. Mientras que Alexander y Patri eran familia recientemente. -Al parecer es cierto eso de que el mundo es un pañuelo, no creí encontrar a dos de mis tíos aquí, ¿no habrá alguno de mis hermanos por aquí también? Se que Kyttara tiene muchos hijos.- Dijo entre risas. Echó un vistaso a la entrada, y quedó maravillada al ver todo decorado, lleno de luces navideñas tanto blancas como de colores en todos lados. -Esto es bellisimo, jamás había estado en un lugar así.- Dijo casi boquiabierta, mirando todo como si una niña en una dulcería se tratara... Aunque bien Cye sabía que también en una dulcería actuaría como una niña. @ @ @@Alexander Fox @@Patri Gryffindor L

La rubia había prometido visitar a Cye en el castillo Lockhart hacía algún tiempo, y decidió que este era el momento para hacerlo. Se preparó comódamente llevando un vestido blanco con unas cómodas sandalias, su cabello, recogido a un lado con un prendedor mariposa. Una vez lista, dio unos retoques aplicando rubor y un labial caramelo, y se miró por última vez al espejo. Sonrió y salió de la Hacienda Tonks para dirigirse a ver a la adorable Cye. Usó la aparición, pues había obtenido su permiso hacía poco e iba a aprovecharlo, no era muy conveniente ir en escoba vestida así. Apareció a 100 metros de la entrada, debido a la protección, cosa que no le resultaba incomodo en absoluto, caminar una manzana de calle no era mucho comparado a lo que debía caminar de otra manera. Se dirigió a la puerta de entrada, observando deleitada los jardines delanteros, tan llenos de vida. Tocó la puerta esperando a que le abrieran, mientras miraba los bellos y vivos alrededores de aquel enorme castillo. De pronto, la rubia familiar apareció tras el umbral, sorprendiéndose de ver a la bruja allí. -¡Cye! Hola.- @

Pido edición para añadir la familia Rambaldi como segunda familia Link a la boveda de la familia: Boveda de la Familia Rambaldi Y a Kytta Gryffindor Rambaldi como madre adoptiva *Edito para añadir una mascota también: Compra de Micropuff

-Oh, entiendo, ahora mismo corrijo esas cosas.- Dijo mirando a la joven que le había atendido. Agarró otra ficha y la rellenó correctamente está vez, guiándose un poco (copiándose, más bien) de aquellos que estaban alrededor suyo. ID: 120648 Nick (con link a la ficha): ZelKat13 Link a la Bóveda Trastero: (en caso de poseerla) --- Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 108999 Nivel Mágico: 0 (X) Fecha: 2016-12-02 Criatura: Micropuff (Violeta) Puntos: 10P Precio: 500G Total de puntos: 10P Total de Galeones: 500G Revisó que todo estuviera bien esta vez, y fue nuevamente a entregarla. -¿Está correcto así? Digamos que es la primera vez que uso el Magic Mall... en general.- Dijo con una mueca en su rostro, mientras veía a la joven tenderle una sonrisa comprensiva mientras revisaba la ficha.

Llevaba esperando un buen tiempo para obtener su preciado Micropuff, hacía meses que quería obtener a aquella bola peluda y adorable para poder criarla y tenerla consigo. Fue al mostrador tomando un formulario, para su suerte, había juntado una suma suficientemente alta para comprar un pequeño bicho, entre su medalla por los T.I.M.O y su trabajo en el Departamento de Misterios, tenía el dinero justo y sobrante. -Veamos... como va esto.- Leyó la ficha, y tomó una de las plumas para rellenar cada dato con sumo cuidado, aunque esta corregía algún error o equilibraba su desastrosa letra, cosa que agradecía bastante. Corroboró que todo estuviera bien, y se dirigió a la ventanilla para tramitar su pedido. -Buenas tardes, aquí esta mi ficha.-

El moreno se presentó ante Zelda con gran amabilidad, a lo que esta correspondió estrechando su mano a la de él. -Es un placer, me llamo Zelda Katerine de Cintra, he llegado recientemente a la familia.- Respondió con una ligera sonrisa. -Si me disculpa, ire junto a Pandora a preparar algo a la cocina.- Se dirigió junto a la Tonks a la cocina para preparar algo a los invitados. Revisó que ingredientes había en la alacena y sacó cosas para preparar carne asada con patatas al horno. -¿Crees que con esto sea suficiente para todos?- Miró a la joven Tonks esperando que así sea. @ @@pandora dyonel

La rubia vio como un hombre de cabello negro y con canas entraba en la hacienda anunciando la boda de Shena y Antoni, cosa que la sorprendió gratamente. -Dios... no creí que se casaran así de rápido.- Dijo sonriendo. -Pero me alegra por ellos, se les nota mucho lo enamorados.- Añadió. A los segundos, el patriarca llegaba a la hacienda mediante aparición, quién se alegraba de que Zelda y Pandora conocieran a la matriarca de la familia, quien también era su hija. -Vaya, me alegra haberla conocido entonces.- Se dirigió a Pandora para darle una idea. -Oye, ¿qué tal si vamos a la cocina y preparamos algo para todos? Hay mucha gente en casa curiosamente.-

La rubia estaba sentada en su habitación, repasando cosas sobre la nueva habilidad que había adquirido hacía poco. Había optado por especializarse en encantamientos, y quería saber más sobre ello. En eso, oye voces no familiares provenientes del segundo suelo. Subió hasta allí y vio que Pandora ya se encontraba en el sitio saludando a una joven mujer. Como siempre amable, Pandora le ofreció lo que necesitara. -Hola, supongo que es parte de la familia, digo... porque apareció dentro de la Hacienda. Soy Zelda, es un placer.- Dijo amablemente a la bruja, la cual estaba con una pequeña gatita a la que había visto deambular dentro de la casa.

Muchas gracias por ascenderme ya he decidido que conocimiento quiero adquirir: Encantamientos, puesto que veo que me servirá para nuevos empleos en el Departamento de Misterios donde actualmente soy aprendiz. A disfrutar de mi ascenso se ha dicho

Su padrino estaba de acuerdo en que el cockatris era impresionante, pero según su punto de vista, lo era aún más la noctumbra. -Si, es impresionante también, aunque bastante similar a un dementor, menos tétrico y asesino por supuesto.- Tras que acabarán de ver todas las criaturas, el moreno le llevó a un lugar de comidas que estaba en la entrada del circo. La rubia rió al ver lo hambriento que su padrino estaba. -Vaya, parece que alguien si tenía hambre.- Miró hacia la apetitosa comida chatarra que había para pedir, y optó por una hamburguesa doble queso y una gaseosa. -Creo que eso será suficiente, por ahora, mi estomago ataca a ratos.- Quienes atendían la carpa de comida sirvieron todo con gran rapidez, y ambos tomaron sus pedidos. -¿Donde vamos para comer esto?- @@Albus Severus Black

Había muchas... ¿personas? ¿mutantes? ¿fenómenos? No sabía como definirlos de alguna manera, pues algunos parecían tener rasgos humanos y otros más bien todo lo contrario. Su padrino iba señalando a cada una de las criaturas con su nombre, lo cual la rubia escuchaba atentamente, este le preguntó si se sentía cómoda en ese lugar, a lo que su ahijada le tranquilizó. -Si, no te preocupes, he visto muggles más raros que estos bichos, como las Kardashian, esa familia si son mutantes.- Dijo riendo leve. -El cockatris es realmente impresionante, ¿no crees? Siguieron disfrutando el espectáculo hasta que la larga lista de fenómenos había sido recorrida en su totalidad por ambos. -Ha sido extraño, no voy a mentirte, pero la mayoría de esas cosas no eran tan raras como esperaba.- @@Albus Severus Black