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ZelKat13

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Todo lo publicado por ZelKat13

  1. Cye le había invitado a comprar las cosas por ella hasta que esta tuviera dinero, la rubia le agradeció con una sonrisa pero luego añadió con algo de pena: -Me daría mucha vergüenza, no quisiera abusar de tu confianza de esa manera.- Sus mejillas se enrojecieron levemente, resaltando sus facciones por un breve instante. -Aunque te lo agradezco, pero prefiero esperar a gastar lo mío, es mas satisfactorio así.- Luego, la esposa de Ishaya le preguntó a que parte del Ministerio se había postulado y Zelda le contestó con una gran sonrisa. -Me postulé en el Departamento de Misterios, adoro todas esas cosas, investigar y descubrir, es... glorioso.- Rió levemente al notar con que entusiasmo había respondido, mientras sabía que aún no la habían aceptado, puesto que aun faltaban unos días para que den los nuevos puestos. -Antoni me dijo que era casi seguro que me aceptarían, porque siempre aceptan a los aprendices, así que espero que no me haya mentido o le raparé ese cabello verde que tiene.-
  2. La rubia había llegado recientemente a la hacienda de los Tonks, esta se encontraba dando un paseo por los alrededores, conociendo lugares en el Callejón, y había decidido que era hora de volver a casa. Caminó hasta la hacienda Tonks cuando al estar cerca notó un aura extraña alrededor de esta. Notó que algo extraño estaba pasando, una batalla en pleno hogar. Tomó su varita y decidió acercarse sigilosamente hasta el lugar, si en algo era buena, era en ser callada y ágil, gracias a técnicas muggles aprendidas hace años. Pudo ver como miembros de los Mortífagos luchaban contra gente de la Orden. El temor invadió cortamente su sistema, pero lo ignoró y se escabulló hasta unos arbustos cercanos. Sin saber bien que hacer, eligió observar bien la situación antes de meterse en medio, había mas miembros de los "malos" que de los "buenos", y ella, en su alma tan confundida, no entendía porque motivo era aquella pelea interminable entre ambos bandos. Sintiéndose como cobarde por no lograr hacer nada, cerró sus ojos buscando un ápice de valentía para ayudar a que nada le sucediera a la hacienda o a los miembros de la familia. Estaba comenzando a agitarse, cuando recordó la razón por la que decidió unirse a esa familia al fin y al cabo, por lealtad, por compañía, por valor. Fue sigilosamente hasta dentro de la casa, donde podría tener mas cobertura, y subió a su habitación, la cual tenía vista hacía la zona donde la pelea estaba llevándose a cabo. Con cuidado de no ser vista, fue hasta el balcón, y moviendo su varita, rezó porque saliera bien su jugada. -¡Incárcerus!- Pronunció esta, impactando a uno de los miembros de los Mortífagos, sin ver bien quien era, puesto que se ocultó tras la barandilla de piedra del balcón antes de poder ser vista, era rápida para esconderse, y había practicado durante años en el mundo muggle para robar sin consecuencias.
  3. Cuando Zelda escuchó que Cye pertenecía a la familia Lockhart y, que el patriarca de su actual familia Tonks era su esposo, se sorprendió gratamente, prácticamente tenía a alguien semi-Tonks frente suyo, lo cual le alegraba. Apenas si había conocido a un par de miembros, entre ellos Pandora, Antoni, y la hija adoptiva de Ishaya, Patricia. -Si, Pandora es muy amable, ella fue quien me invitó a unirme, es una chica encantadora, aunque no entiendo casi nada de lo que dice o hace.- Dijo riendo la rubia. -La propiedad es bellísima, Pandora me dio una habitación con vista a los jardines, son inmensos. Es casi como tener un bosque en la propia casa.- Cye añadió que su esposo y Sunar (-"Seguramente sería la matriarca".-, pensó Zelda), regresarían en cualquier momento, y no esperaba el poder conocerlos. Luego, volvió a reiterar su invitación para ir a hacienda Lockhart sin compromiso alguno, incluso les invitó para una merienda con amigos de su familia para conocer a mas gente. También añadió la idea de ir todas juntas de compras o visitar los nuevos locales del callejón. -Me encantaría ir de compras, pero estoy... en una situación de poco dinero por ahora.- Respondió ante la invitación con una muesca de pena. -Tendré que esperar a que me acepten como aprendiz en el Ministerio, allí podré ganar unos galeones y gastarlos en muchas cosas.- Rió levemente, sabiendo bien que apenas tuviera mas galeones, los gastaría en lo que fuera. Tras que Zelda nombrar a la familia Malfoy, notó cierta incomodidad en los ojos de Cye, esperaba que aquel comentario no la hubiera incomodado. Poco tiempo después, un chico pelirrojo entró al local para inmediatamente entrar una pelirroja y sentarse junto a el, la rubia los observó un momento para luego volver a la conversación con las chicas.
  4. El peliverde la animó para que fuera al ministerio lo antes posible para conocer las instalaciones, a lo que Zelda accedió gustosamente. -De acuerdo, solo debo traer mi bolsa y podremos irnos cuando quieras.- Sacó su varita de su pierna, escondida entre sus zapatillas, y aclamó para que su bolsa apareciera. -¡Accio bolsa!- Al instante, una pequeña cartera color carmesí haciendo juego con su blusa fue directo hacía ella, quien la tomó con las manos antes de que la impactara. -Adoro la magia, hace todo más simple.- Dijo la rubia riendo levemente. En eso, Pandora le entrega un album de fotos con todos los miembros Tonks para que pudiera conocerlos aun siendo por fotos. Zelda se encontraba entretenida mirando las fotos, muchas de las cuales eran los mismos miembros haciendo locuras de todo tipo abusando inocentemente de su magia. -Esta es una familia muy peculiar, están todos locos.- Comentó en tono divertido. -Me alegra formar parte, puesto que yo también lo estoy.- @@pandora dyonel @
  5. El muchacho peliverde que no hacía mucho había entrado en la hacienda, comentó sobre el "Magic Mall" y como le faltaban los galeones, Zelda rió ante su comentario, sabiendo muy bien que ella sería igual cuando tuviera dinero, no era muy buena con la economía. Luego, afirmó que el empleo que la rubia había solicitado era un "sí" asegurado, ya que siempre tomaban a los aprendices, cosa que alegró mucho a la bruja. También la invitó a mostrarle las oficinas, jefes y a sus primos, Zelda pudo notar que el joven era bastante amable y simpático. -Muchas gracias, Antoni, ¿verdad? Me encantaría algún día poder visitar cada oficina y conocer todo lo que me has dicho. Seguramente pueda hacerse más fácil una vez que consiga el empleo, ya que estaré cerca para verlo.- Agradeció con una sonrisa al muchacho. -¿Llevas mucho tiempo en la familia Tonks?- Indagó curiosa, puesto que no conocía a muchos de la familia. Off: Gracias ahora soy oficialmente una Tonks @
  6. Pido edición: Me he unido recientemente a la familia Tonks, link de la boveda familiar: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=78211
  7. La rubia observó como el, según había oído, sobrino de Patricia entraba y la saludaba con alegría mientras compartían un abrazo. Sonrió ante aquella escena tan tierna y graciosa al ver la cara de aquel Tonks mientras era "sofocado" con los abrazos y besos de su tía. Sintió algo de nostalgia, aunque no sabía bien la razón, no tenía muchos recuerdos de sus padres, pero estaba segura que alguna vez habían sido así con ella. Luego, Patricia volvió a dirigirse hacía ella tras haber saludado y explicado su motivo de visita a Antony. Tras la larga explicación, Zelda comprendió como obtener sus mascotas y agradeció a la bruja con una cálida sonrisa. -Gracias, entonces creo que tendré que conseguir una manera de ganar mis buenos galeones.- Río Zelda mientras en su cabeza pensaba el como hacerlo. -Espero que me acepten mi solicitud en el ministerio como aprendiz, sería bueno tanto para ganar galeones como experiencia. Estoy algo impaciente por ello, y las clases... ni siquiera las he comenzado aún.- Una muesca de incertidumbre-pánico cubrió su rostro, no tenía idea de como haría para hacer todo a la vez. Off: Gracias por explicarme, es un poco lioso al principio pero creo que lo entendí bien, solo una cosa mas, me dijeron que para editar mi ficha debo volver a postearla... Se me hace un poco raro, ¿no hay otra forma? ¿Como mandar un mp a algún admin o así? @@Patri Gryffindor L
  8. Aquella bruja había sido muy amable con la rubia, y le comentó sobre aquel misterio de la pancarta, Zelda aún no tenía una criatura de ningún tipo y le apetecía. La oyó comentarle de su trabajo y de como estaban dando credenciales para la certificación de las mascotas, para luego enseñarle las suyas. Le pareció una buena idea y no podía esperar a conseguir una mascota propia, aunque no sabía como hacerlo. Para su suerte, la bruja le ofreció ayuda por alguna duda que tuviese. -La verdad me interesaría tener mi propia mascota, pero no se como obtenerla o donde, supongo que deberé comprarla primero, ¿cierto?- Aquella pregunta la hizo sentir un poco boba, pero era una novata, por lo cual era normal que no supiera muchas cosas. -Lamento si sueno muy torpe, no entiendo mucho todavía, llegué hace muy poco a... todo esto.- -No te preocupes, si veo al patriarca por aquí le diré que lo viniste a ver.- Añadió luego de que Patricia le hiciera aquella petición. @@Patri Gryffindor L
  9. La joven bruja se encontraba en su nueva habitación ordenando algunas cosas, y con magia, cambiando el color de las paredes sin lograr decidirse por cual. Justo cuando decidió dejarlas en un lila azulado, oyó un grito de mujer llamando al patriarca de la casa. Recogió su cabello en un moño rápidamente y alisó su blusa roja acompañada de unos jeans negros con unas zapatillas blancas. Bajó hasta la sala donde se encontró con una bruja que nunca antes había visto junto a Pandora. Ella las presentó y la rubia sonrió amable mirando a, según había dicho Pandora, Patricia. -Hola, me llamo Zelda, soy nueva en la familia, ¿te llamas Patricia cierto?- Cuestionó la bruja por las dudas de no equivocarse. Notó que llevaba una pancarta en la mano y sintió curiosidad de saber que era, pero no quería parecer cotilla, por lo cual a no ser que la castaña dijera algo, no preguntaría. @@pandora dyonel @@Patri Gryffindor L
  10. La rubia se encontraba desolada, deprimida. Cada cuanto una tristeza enorme evadía su cuerpo y alma y no había que lo detuviera, exceptuando el alcohol, aquel amargo y a la vez dulce sabor podría calmar sus penas en un vaso por un rato. Salió rumbo al callejón buscando un lugar donde sirvieran esas bebidas, y para su suerte no tuvo que caminar mucho para hallarlo. Entró en el vistoso local y apenas divisó la barra, se acercó para tomar asiento y poder realizar su pedido. -Disculpa, ¿me podrías dar un whiskey doble con mucho hielo?- Dijo Zelda mirando a quien la atendiera primero. Luego posó su mano sobre su cabeza mientras su codo estaba apoyado en el mostrador. Su largo cabello teñido en rubio claro caían en leves mechones por su rostro, algo despojado por las lagrimas que previamente habían caído en este. No traía maquillaje alguno, y la tristeza estaba clavada en sus ojos marrones. Había residuos de las gotas saladas en su vestido negro, el mismo era un corte sencillo y básico, algo corto, pero cubría lo necesario. Sus zapatos rojos de tacón le molestaban ligeramente, razón por la cual movía sus pies tratando de que la sangre corra con mejor fluidez. Dio un suspiro ahogado antes de que le alcanzaran su pedido, el cual agradeció con una muy leve sonrisa y un suave "gracias". Tomó el vaso de vidrio con su mano, y tras mirarlo unos segundos, lo llevó a sus labios para dar el primer trago largo. Le quemaba la boca y la garganta, a pesar de no ser su primera vez con la bebida, aun no se acostumbraba, una mueca entre dolor y satisfacción se formó en su rostro para luego apoyar nuevamente el vaso en la barra.
  11. Zelda esbozó una sonrisa al oír que estaba dentro de una de las mejores familias, cosa que era totalmente cierta. -Si, los Tonks han sido muy amables al acogerme en su casa. No tenía nadie hasta entonces, pero conocí a Pandora y ella me invitó a unirme, aunque solo la conozco a ella por el momento. No tuve suerte de encontrar a nadie más en la casa.- Comentó con una mueca mientras limpiaba las comisuras de sus labios, llenas de migajas. Luego, Mae comentó que no le interesaba unirse a ninguna familia por el momento y la rubia la entendía. No es fácil encontrar a gente que realmente te aprecie por lo que eres. En caso de Zelda, al haber crecido sola, le cuesta confiar en la gente, tras la fachada de niña buena y amable, un oscuro sentimiento aflora en su alma. ¿Sería acaso estas personas realmente lo que parecen? Quizás... ¿Solo quieren usarla como todos? Zelda sacudió su cabeza ignorando a su mente retorcida. -No te preocupes Mae, siempre tienes la invitación a las familias abierta.- Dijo la rubia mirando hacía la pelirroja uno con una leve sonrisa. -Lo que si es, que debes fijarte bien en cual te unirás al final, no todas las familias son de mente abierta, por lo que se, los Tonks que es donde estoy, les da igual a que bando pertenezcas, pero a los Malfoy... Si eres de los buenos es muy posible que te echen de una patada, o eso me comentó Pandora.- Añadió levantando una ceja.
  12. Tras poco tiempo de espera, Cye por fin había llegado a la mesa con su taza y plato en mano. Tomó asiento junto a Mae y Zelda, para luego apoyar ambos con destreza sobre la mesa. -Yo entré aquí por el aroma al chocolate, es mi perdición.- Respondió la rubia con una sonrisa. -Olía tan delicioso que no pude evitar entrar, todo lo que sea chocolate o dulces me atrae.- Tomó su último churro y volvió a mojarlo en el chocolate caliente para poder comérselo. Luego de responder, la propietaria les ofreció a ambas chicas para unirse a su familia. Ya que Mae no tenía ninguna, lo cual había sorprendido inmensamente a Cye. -¿En serio? Eso sería grandioso, ¿cuál es tu familia Cye?- Preguntó curiosa, con la boca medio llena, como de costumbre. Si había algo que destacaba en Zelda, era el hecho de que casi siempre la verían con un trozo de comida en la boca, su estomago era insaciable. Muchas veces le decían que quizás tuviera un monstruo en el estomago, lo cual en un mundo tan extraño como en el que vivía, no sería raro. También se comentaba que eso era de familia, su madre tenía un apetito voraz igual que ella. Finalmente, terminó de comer su churro y de beber su chocolate. ​-Exquisito, de verdad tienes un gran negocio aquí.- Dijo la rubia amablemente hacía Cye, quien les había atendido muy bien y había sido increíblemente dulce con ambas. @ @@Maegi Gaunt
  13. -Pues ahora soy parte de una familia, los Tonks. Fueron muy amables al acogerme en su casa.- Contestó la rubia con una gran sonrisa en su rostro. -Quizás te acepten si quieres unirte, solo piden que seas amable con los de adentro y ya, si fuera de la casa eres un completo desastre no importa.- Río y continuó disfrutando su comida. Zelda se perdió en su mente un momento, pensando en su verdadera familia, la cual había perdido hace mucho. Su semblante se volvió serio y sus ojos casi se cristalizan. Recordar que sus padres ya no estaban siempre la ponía mal, pero intentó olvidar ese recuerdo fugaz, así que tomó la taza para beber un poco más y sumirse en aquel delicioso sabor. -Es cierto lo que dicen del chocolate, te hace olvidar las penas...- Sonrió amargamente Zelda, si bien era en parte cierto lo que dijo, solo las borra momentáneamente, más ella sabía bien, que jamás se podría librar de su pasado. @@Maegi Gaunt
  14. -Vengo del Norte de Inglaterra, llegué hace poco menos de una semana.- Dijo Zelda mientras tomaba un sorbo más del chocolate. -No conozco mucho la zona, casi me pierdo llegando hasta aquí en el callejón.- Añadió riendo y acomodando su cabello. Luego, decidió comentar algo sobre el lugar. -Este lugar es asombroso, ¿no crees?- Cerró los ojos un instante, escuchando el sonido del agua que emanaba de la fuente, mientras en su paladar bailaba el sabor a chocolate, dulce y masa crocante. -Es tan diferente a todo lo que hay en el callejón, son en su mayoría edificios tan... aburridos.- Siendo un callejón, era un lugar muy diferente, con zonas verdes y vivas, no era solo un edificio monótono y lleno de paredes alrededor. Zelda sacudió algunas migajas de su vestido blanco, mientras un pensamiento cruzó fugazmente su mente, quizás no era el mejor color para acompañar junto a algo tan oscuro como el chocolate, pero lo desechó inmediatamente, era una bruja, obviamente habría algún hechizo mágico para borrar una mancha así si algo sucedía. @@Maegi Gaunt
  15. Zelda rió levemente al ver como una vivaz y entusiasmada pelirroja se acercaba a ellas y las inundaba con preguntas. -Es un placer, supongo que trabajas aquí por el delantal.- Comentó con una sonrisa en su cara. -Y si, somos nuevas por aquí, yo por mi parte no quiero nada más. Con lo que pedí ya está bien, no quiero ponerme como cierta "dama" que luce de rosa y es tan amable.- Añadió con sarcasmo en la última frase. La rubia estaba feliz, apenas había llegado y la habían recibido tan amablemente, que se sentía en casa. Tomó su pedido y fue con Mae hasta una mesita cerca de la fuente mientras esperábamos que Cye se uniera a nosotras. -¿No quisieras tú también unírtenos? Sería bueno tener mas gente con la que disfrutar estos deliciosos chocolates.- Preguntó mirando a la pelirroja que había aparecido recién, mientras tomaba asiento y apoyaba sobre la mesa su chocolate y churros. Zelda tomó la frágil taza de porcelana y la llevó a sus labios, saboreando aquel existo chocolate caliente, si había algo que amaba, era su sabor y textura. No había chocolate que no le gustara, con leche, en barra, con maní, aireado, no importa como fuera, ella siempre los probaba todos donde quiera que fuera. Luego, tomó un churro para mojarlo en el chocolate caliente y comerlo, era una combinación perfecta, el sabor del chocolate mezclado con la masa crocante, y el dulce que lo rellenaba. Mientras Mae y ella esperaban a que las chicas llegaran a la mesa, está decidió ir iniciando la charla. -¿Hace cuanto llegaste por aquí Mae? Yo estoy hace muy poco realmente.- Dijo riendo levemente mientras miraba a la pelirroja número uno.
  16. -Esa es una buena idea.- Comentó la rubia con una sonrisa. -Además, como somos nuevas podrías contarnos alguna historia del lugar y los alrededores.- Dijo mirando hacia Cye Lockhart la cual había sido muy hábil a la hora de atender ambas ordenes. Zelda, como siempre amable y considerada, decidió preguntar a Maegi Gaunt donde prefería sentarse. -¿Te apetece sentarte cerca de la fuente o en algún otro lado?- Preguntó cambiando su vista hacía la pelirroja. Parecía una chica amable y eso le agradaba, no quería que la primera persona con la que tuviera contacto fuese un completo o completa i******. Como el ansia de comer le podía, Zelda agarró un churro y comenzó a comer antes siquiera de que Maegi le contestara. Glotona como siempre.
  17. -Es usted muy amable, de hecho, ya me he postulado para trabajar recientemente en el ministerio, más precisamente en la zona de misterios. Creo que puede llegar a ser una buena forma tanto de adquirir experiencia como de socializar con las demás personas.- Respondió amablemente la rubia. -Sin contar el hecho de ganar galeones, eso nunca está de más.- Río levemente y acomodó su cabello tras la oreja. Luego, dirigió su mirada hacía Pandora, la cual andaba perdida en su mundo. -No creí que Pandora fuera, como decirlo... ¿una chica mala?- Definitivamente no lo parecía, era tan inquieta y alegre. -Pero bueno, supongo que todos tenemos un pasado oscuro tras nuestra vida "perfecta y maravillosa".- Añadió, con ligero sarcasmo en la última frase, devolviendo su vista al recién conocido. ---- Off: Por suerte ya me postulé, como comenté arriba, me mandaron por MP el consejillo de irme de aprendiz y fui corriendo al ver la fecha xD lo malo es que si llegué tarde para las clases :/ pero bueno, el mes siguiente será. Con el tema de la bóveda, me animo a decir que los duendes andan un poco en las nubes últimamente...
  18. -Un placer, soy Zelda, la nueva de la familia.- Dijo con una sonrisa aquella bruja rubia. -En verdad son todos muy amables y divertidos aquí.- Agregó sin quitar la vista de aquel ser que había entrado en la puerta, observando su peculiar vestimenta, la cual le resultaba curiosamente agradable. -¿En que parte del ministerio trabajas? Si no es molestia preguntar...- Como siempre, curiosa, Zelda le preguntó al no tan extraño hombre que había entrado y se encontraba en la sala. -------------------- Off: Gracias por la bienvenida n.n que bien que haya alguien haciendo lío por aquí
  19. -Son una familia muy extraña a decir verdad.- Dijo la rubia entre risas. -Pero como dicen, lo normal es aburrido.- Zelda tomó los chocolates y comenzó a comerlos de a poco, tampoco quería atorarse a pesar de que la gula muchas veces le gana. -¿Tu que eres en esta familia? ¿Eres hija de alguien acaso?- Preguntó con la boca llena, casi inentendible.
  20. Zelda se destinó a probar la comida que Pandora había preparado, tomó un tenedor y una cuchara para enrollar la pasta, y así llevarla hasta su boca. -Mmmm, si sabes cocinar.- Se relamió los labios y sonrío agradecida. -¿Que otras cosas suelen hacer en la familia?- Preguntó llevándose otro poco de comida a los labios.
  21. Zelda reía con las ocurrencias de Pandora. -Estas algo loca, pero eres agradable.- Ambas estaban volando dentro de los perimetros de la casa en unas escobas. -Solo espero no tener problemas, no tengo permiso para volar aún.- Dijo la rubia con algo de preocupación en su voz. -Y ya me está entrando hambre.- Su estomago le rugía, no había comido nada desde hacía unas horas, y digamos que ella tenía un monstruo devora-todo en el. Aterrizó junto con Pandora y se dirigieron nuevamente hacía dentro de la casa, fueron hacía la cocina y Zelda, sin prejuicios, tomó algunos instrumentos y empezó a cocinar su comida favorita: pasta. -¿Que suelen comer por aquí? -------- Off: Gracias, ahora mismo lo haré n.n
  22. Luego de que Pandora se fuera, Zelda tomó un respiro profundo y con un movimiento de su varita, reemplazó sus ropajes por un vestido blanco con diamantes incrustados en el cuello y pecho, terminando con flecos por debajo. Se miró en el gran espejo de su habitación y sonrío, era bastante egocéntrica, y amaba serlo. Unas palabras mágicas, y todas sus cosas ya se encontraban en la habitación ordenadas a la perfección, incluyendo su album de fotos, el cual contenía las pocas fotos de sus padres que le quedaban. Una lágrima recorrió su mejilla, pero la limpió rápidamente, ahora ya no estaba sola. Otro respiro profundo antes de bajar por las escaleras hacía donde estaba Pandora. -Ya estoy lista Pandora.- La rubia se sorprendió al ver la cantidad de gente en la sala. -¿Todos... todos ellos pertenecen a la familia?
  23. Luego de haber hecho su pedido, una chica rubia y muy amable lo tomó junto con el de otra chica, por lo que dijo la propietaria, ella también era nueva por estos parajes, lo cual era algo bastante bueno. Tras la presentación, la peliteñida sonrío y respondió con amabilidad. -Es un placer, mi nombre es Zelda Katerine de Cintra, aunque puedes llamarme Zelda, o usar mi apodo: ZelKat.- Comentó con una ligera risita. -Tengo que decir, que este lugar es realmente precioso, se ve tan acogedor y vivo.- Agregó mientras miraba los alrededores. -Y sin mencionar el aroma, es delicioso, casi dan ganas de comprar todo lo que hay aquí.- Dijo riendo levemente y tomando su pedido. -Gracias, ire a tomar asiento cerca de la fuente, ¿gustas acompañarme?- Zelda miró hacía la chica que estaba a su lado, la cual estaba allí antes que ella llegara. A primera vista, parecía amable, o eso pensó la rubia, así que no dudo en invitarla a unirse en su "merienda chocolatera".
  24. La joven se encontraba caminando por el Callejón Diagón en busca de algo que hacer, alguien con quien hablar, y había estado así varios minutos sin éxito. Hasta que un olor agradable inundó sus sentidos. -Mmmm, chocolate...- Miró hacia todos lados en busca de donde salía ese delicioso aroma, y lo encontró. Era un bello local llamado "Cacao Café", se acercó a los aparadores que mostraban hermosos y exquisitos chocolates, sintió su boca hacerse agua y por inercia, mordió su labio inferior. Se decidió a entrar luego de un rato mirando los chocolates de fuera, y subió directamente al piso de arriba, dónde quedó aun mas sorprendida por las vistas. El aire que corría por todos lados movía sus teñidos cabellos rubios, y el olor de chocolate, mezclado con el de la naturaleza, era increíblemente placentero. Sin dubitar, se dirigió hacía la barra para pedir su orden. -Hola, ¿podría ser un chocolate caliente y...?- Miró el aparador para ver que más podía pedir. -Oh, unos churros rellenos.- Terminó con una sonrisa amable hacía quien la atendía, mientras miraba aún maravillada los alrededores.
  25. Pandora guió a la rubia hacía su nueva habitación y esta quedó sorprendida al ver lo luminosa que era. -Vaya... es realmente preciosa-. Una sonrisa se dibujó en su rostro. -Entonces, ¿viviré aquí a partir de ahora? De verdad te lo agradezco.- Miró a través de la ventana, asombrada de lo grande y frondoso que era aquel jardín. -¿Todo eso les pertenece a ustedes? ¡Es un patio inmenso! Casi como un bosque...- Recuerdos de su niñez invadieron su memoria, y su semblante se volvió algo nostálgico. Había perdido a sus padres muy joven y casi no tenía recuerdos de ellos, estos murieron en batalla, y ella siempre quiso mantener su memoria viva. Esa fue la razón por la que se unió a Hogwarts, sus padres habían estudiado allí y se habían convertido en unos de los magos más valerosos de aquella institución. Su padre, un gran animago, y su madre, una bruja excepcional, dotada del don de la metamorfomagia. Ella simplemente quería obtener ambas habilidades, pero debería pasar grandes pruebas antes de ello.

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