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Juliette Macnair

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Todo lo publicado por Juliette Macnair

  1. Libros de Hechizos Nombre: Libro del Aprendiz de Brujo Nivel: 1 Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: Si Nombre: Libro de la Fortaleza Nivel: 5. Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: Si Nombre: Libro de la Sangre Nivel: 7 Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: Sí
  2. Criaturas Mágicas Clasificación X: Nombre producto: Micropuff. Puntos obtenidos: 10. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Horklump. Puntos obtenidos: 10. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Gusamoco. Puntos obtenidos: 10. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación XX: Nombre producto: Aethonan Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Augurey Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Bowtruckle Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Chizpurfle Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Clasificación XXX: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación XXXX: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación XXXXX: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Criaturas en la Reserva: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Total de puntos en Criaturas: 110
  3. Pociones Mágicas Clasificación A: Nombre producto: Desinfladora. Puntos obtenidos: 10. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Filtro de la Paz. Puntos obtenidos: 10. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Pimentónica. Puntos obtenidos: 10. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación AA: Nombre producto: Poción para Quemaduras. Puntos obtenidos: 20. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Seducción Eterna. Puntos obtenidos: 20. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Pócima para Dormir. Puntos obtenidos: 20. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Poción Herbovitalizante. Puntos obtenidos: 20. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Poción de Odio. Puntos obtenidos: 20. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Cerebro de Mermelada. Puntos obtenidos: 20. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Esencia de Rue. Puntos obtenidos: 20. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Poción Envejecedora. Puntos obtenidos: 20. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Brebaje Hip-Kun. Puntos obtenidos: 20. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Solución Hip-Kun. Puntos obtenidos: 20. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Aliento de Pimienta. Puntos obtenidos: 20. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Poción Animalis. Puntos obtenidos: 20. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación AAA: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación AAAA: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación AAAAA: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Total de puntos en Pociones: 270
  4. Objetos Mágicos Clasificación A: Nombre producto: Monedero de Piel de Moke. Puntos obtenidos: 10. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Medallón para Avisar Peligro. Puntos obtenidos: 10. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Guantes de Piel de Dragón. Puntos obtenidos: 10. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Bola de Cristal. Puntos obtenidos: 10. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación AA: Nombre producto: Varita Mágica. Puntos obtenidos: 20. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Varita Mágica. Puntos obtenidos: 20. Link a la certificación: enlace . Nombre producto: Reloj Mágico Familiar. Puntos obtenidos: 20. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Nimbus 3000. Puntos obtenidos: 20. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Cámara de Fotos Mágica. Puntos obtenidos: 20. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Nimbus 2001. Puntos obtenidos: 20. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación AAA: Nombre producto: Pensadero. Puntos obtenidos: 40. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Espejos Comunicadores. Puntos obtenidos: 40. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Capa Camaleón. Puntos obtenidos: 40. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Baúl de los Siete Cerrojos. Puntos obtenidos: 40. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Puertas Mágicas. Puntos obtenidos: 40. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Botas de Siete Lenguas. Puntos obtenidos: 40. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Tienda de Campaña Familiar. Puntos obtenidos: 40. Link a la certificación: enlace. Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación AAAA: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación AAAAA: Nombre producto: Capa de Invisibilidad Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Tabullae Defixionum Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Punto total en Objetos: 760
  5. Indice de Bienes Objetos Mágicos: Clasificación A: Monedero de Piel de Moke. Bola de Cristal. Medallón para Avisar Peligro. Guantes de Piel de Dragón. Clasificación AA: Varita Mágica (2). Reloj Mágico Familiar. Nimbus 3000. Cámara de Fotos Mágica. Nimbus 2001. Clasificación AAA: Pensadero. Espejos Comunicadores. Capa Camaleón. Baúl de los Siete Cerrojos. Puertas Mágicas. Botas de Siete Lenguas. Tienda de Campaña Familiar. Clasificación AAAA: Clasificación AAAAA: Capa de Invisibilidad Tabullae Defixionum Pociones Mágicas: Clasificación A: Desinfladora. Filtro de Paz. Pimentónica. Clasificación AA: Pocima para Dormir. Poción Herbovitalizante. Remedio para Quemaduras. Seducción Eterna. Poción de Odio. Cerebro de Mermelada. Esencia de Rue. Poción envejecedora. Brebaje Hip-Kun. Solución Hip-Kun. Aliento de Pimienta. Poción Animalis. Clasificación AAA: Clasificación AAAA: Clasificación AAAAA: Criaturas Mágicas: Clasificación X: Micropuff. Horklump. Gusamoco. Clasificación XX: Aethonan Augurey Bowtruckle Chizpurfle Clasificación XXX: Clasificación XXXX: Clasificación XXXXX: Criaturas en la Reserva: Libros de Hechizos: Libro del Aprendiz de Brujo Libro de la Fortaleza Libro de la Sangre (No habilitado para su uso) Poderes de Criaturas: Tipo de Poder: Consumibles en Batallas: Nombre:
  6. @ *la llena de puro amor y cariño* Muchísimas gracias por tu (siempre) lindo trabajo, le das al clavo al poner la esencia de Juliette y además te agradezco que busques imágenes por mi, lo se, soy la peor sobrina del mundo. En mi DEFENSA, soy pésima buscando imágenes o, me demoro demasiado en tomar una decisión. So, les dejo el trabajo pesado para que les nazca la imaginación. ??¿¿ ¡Saludos!
  7. Bóveda 796; se dice que está gran bóveda pertenece oficialmente a la familia Rosier Londinense y, por ser Juliette una de las únicas herederas de aquel linaje, toda la fortuna y secretos ocultos en aquella, quedan destinados para ella y sus futuros herederos. Está en la zona más recóndita y fría de todo Gringotts, para llegar hasta ella debes pasar una serie de túneles que con él sólo recorrido en carro te dejará atontado. Una gran y pesada puerta de color grisácea te da la primera impresión de que es una más de todas las que existen en el lugar, más con el simple tacto de un intruso, aquella se convertirá no sólo en una gran puerta de hierro si no, miles de espinas de rosales aparecerán de una forma tan rápida que sin que tu lo quieras, te pinchará dejándote en un profundo sueño. Sueño del que nunca nadie a logrado despertar. Sólo él dedo índice de un duende manchada con la sangre de una verdadera Rosier podría abrir la puerta; dedo que debía ser deslizado en zig-zag por aquella puerta. Ruidos metálicos se escucharían desde afuera hasta que poco a poco la majestuosa puerta pasaría del tosco hierro a un delicado y elegante mármol blanco, cubierto de pequeñas rosas tan rojas como la sangre. La segunda prueba es más fácil y mera tradición entre los Rosier, una palabras en francés que harían sin saber una promesa profunda e inquebrantable entre sus herederos; toujours et pour toujours. En cuanto aquella logra abrirse, un pequeño pasillo aparece y sólo la presencia de un Rosier harían juicio a la visión, más si es un intruso, no importa cuanto camine, el pasillo jamás terminará de alargarse y el final sólo será un Oasis en un desierto; se dice que aquel te consume o, funciona como trasladar a algún lugar del mundo, quizá, fin del mundo. Si tu no eres un intruso y realmente le haces juicio a tu casta, lograrás encontrarte con un amplio salón de dos pisos; escaleras de caracol con diseños medievales que te llevan a extensas estanterías con una infinidad de libros que siquiera puedes imaginar, esculturas de diversos personajes importantes de la historia adornan algunos pasillos de la "biblioteca", y en el medio, dos pequeños sofás verdosos dispuestos para tener una cálida lectura. Mientras que en el primer piso, adornado por el mismo mármol blanco, se encuentran otras estanterías que albergan en su interior pociones u objetos mágicos de pequeño tamaño; las criaturas se encuentran tras una puerta negra, en un lugar "pequeño" y ambientado a su habitad, se decía que los Rosier eran grandes cuidadores de la naturaleza y si pasas aquella oscuridad, te encontrarás con un verdadero paraíso: Cuidar y soltar. Hay mucho oro y muchos secretos merodeando aquel peculiar salón, sólo debes conocer la historia real de la familia Rosier y aún cuando seas parte de este linaje, nunca terminarás de sorprenderte. Misterios que necesitan ser descubiertos con el tiempo, misterios que podrían llevarte a lo más alto del Mundo Mágico o caer desde la cima. Sólo debes descubrirlo. Y dime intruso ¿te atreverás a entrar? Perfil de Comprador del MM: 304 Indice de Bienes Objetos Mágicos Pociones Mágicas Criaturas Mágicas Libros de Hechizos Poderes de Criaturas Consumibles en Batalla Fecha de Próxima Actualización:
  8. Mansión Macnair | Horas antes. —¿La ama Juliette se irá? La criatura seguía a la castaña de cerca mientras intentaba atrapar los pliegues de la túnica platinada que se arrastraban por el suelo de mármol, la joven seguía ensimismada en sus pensamientos, repitiéndose a si misma una serie de posibles diálogos que podía entablar con su madrina antes de que la agobiara con tantas preguntas; ¿era posible que Leah supiese todo sobre el Black y nunca se lo mencionó a Juliette? ¿había sido una idea en común con el castaño el robarle la mayor parte de sus recuerdos? Pensar en eso le removía el estómago. Ignoró al elfo como hacía siempre cuando se encontraba ensimismada en sus pensamientos, se acercó a la mesita de noche que había al lado de su cama, abrió el primer cajón con la llave y lo sacó en su totalidad; papeles, lápices y otros objetos volaron a la cama hasta que no hubo nada en el interior del respectivo cajón, Juliette agarró los bordes de la delgada madera que había en el fondo hasta alzarla y encontrarse con el fondo falso que ella misma había inventado. De ahí, sacó una brillante y pequeña piedra preciosa de color zafiro, la cual alzó hasta tenerla a la altura de sus ojos y, enseguida curvó sus labios a modo de satisfacción. —¿Alguna vez te hablé de mi madrina, elfo? —murmuró mientras deslizaba una cadena muy delgada por uno de los agujeros de la piedra, para luego colgarse aquella en su cuello.— No, por supuesto que no sabes nada.— se contestó a ella misma al mismo tiempo que se alzaba de su cama para poder ordenar el pequeño desorden; caminó en dirección al espejo alargado de su habitación, en donde repasó sus facciones, acomodó la túnica y luego se hizo unas tiernas trenzas que simulaban ser una corona en su cabeza.— Estaré fuera, no se por cuanto tiempo. Draekh.—se dio vuelta y le apuntó con el dedo índice.— Si alguien osa a tan sólo tocar los suelos de mis aposentos, te arrancaré la lengua ¿entendiste? Très bien. — fingió un aplauso y le guiñó el ojo izquierdo antes de salir por la puerta. Castillo Ivashkov. Apareció en los jardines del inmenso y majestuoso castillo que protegía a una familia caracterizada por el poder y el misterio. Caminó a paso apresurado mientras descubría su terso rostro, dejando que su piel sintiera la gélida brisa que parecía aumentar en aquellos terrenos, en cuanto se vio frente a las enormes puertas, agarró una de las manillas colgantes y con ellas tocó tres veces, dio un paso atrás y esperó. Luego de varios minutos ambas puertas se abrieron, dejando ver a un ojeroso elfo de ojos profundamente azulados, casi te devoraban con aquel peculiar brillo. Al principio éste pareció dudar de quien tenía frente a sus ojos, hasta que Juliette bajó suavemente hasta quedar ligeramente a su altura, curvó sus labios en una amplia sonrisa y en cuanto el elfo reconoció las facciones enmarcadas por esa esmeraldina mirada, chilló. — ¡Señorita Rosi..!— la castaña le cubrió la boca antes de que revelara su apellido y cerró los ojos para que este se calmara.— Macnair, ahora soy una Macnair. —luego de aquello comenzó a quitar lentamente su mano hasta encontrarse nuevamente con el pequeño amigo que muchas veces le vio correr por los jardines o al menos eso recordaba, pues ahora dudaba de la procedencia de la mayor parte de sus memorias almacenadas en su frágil cabeza.— ¿Qué hace aquí? Hace años que no le veía, está tan grande y se parece tanto a su madre. La castaña deslizó una de sus manos hasta acariciar con las yemas de sus dedos la cabeza del elfo, para luego sonreírle con más dulzura y comenzar a contarle alguna historia rápida para que dejara de hacer preguntas incómodas; al cabo de unos minutos ya se encontraba en el interior del gran castillo, aún con el pasar de los años la joven Macnair seguía embelesada con la infraestructura, no podía evitar imaginarse como aquellos salones se llenaban de gente con vaporosos vestidos y peinados elevados. El jalón del elfo en la parte baja de su manga, hizo que la ojiverde volviera a tierra y rápidamente alzó su mano derecha hasta llevarla a la altura de su frente, casi olvidaba su propósito. —¿Mi madrina se encuentra en casa? —la criatura asintió.— Llámala, dile que su ahijada ha llegado.—Y luego de esa pequeña orden, vio como el elfo corría escaleras arriba con sus largas orejas meneándose de manera divertida ante los saltos. Juliette comenzó a caminar lentamente buscando con su mirada algún ventanal en donde perderse un momento, se sentía nerviosa por muchos motivos, no veía a su madrina desde hace mucho y aún cuando había regresado a Inglaterra hace tan sólo unos meses, no había tenido la fortaleza de pisar el Castillo Ivashkov y, presentía intensamente la ofensa de la mujer; la castaña sentía mucho amor por ella, al punto de considerarla su segunda madre pero, muchas cosas habían cambiado y era tanta la lucha interna por la que pasaba constantemente, que muchas veces olvidaba a esa Juliette Rosier. Aquella humana. Y los minutos siguieron. @
  9. Buenas noches, vengo por mi libro *-* ID: 120751 Nick: Juliette Macnair Link a la Bóveda Trastero: Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 110000 Nivel Mágico: II Fecha: 2018 - 01 - 22 Nombre del producto: Libro del aprendiz de brujo Consumible o Libro de Hechizo: Nivel (del libro): I Precio: 1000 G Precio total: 1000 G ¡Muchas gracias, desde ya!
  10. Luego del pequeño incidente con la criatura feroz nos corrimos algunos metros para que ambas clases pudieran efectuarse con más tranquilidad o, quizá no salir dañados por otro acompañante de idioma curioso. Posé ambas manos sobre los pliegues de mi túnica, resguardando de manera inconsciente los amplios bolsillos por si el frío se colaba con más fuerza así, solamente debía de meter mis manos y calentarlas; la esmeraldina mirada se dirigió enseguida al hombre que nuevamente tomaba la palabra con un tono mucho más serio y tajante, disparando más de una pregunta y no era la única distraída, por lo que esperé atenta a que cualquiera de mis compañeros tomara la palabra. Mientas la chica respondía, comencé a hacer un repaso por mis antiguas lecciones en Ilvermorny, recordando al viejo Steward y su macabra manera de enseñar — o así se veía ante los ojos de una niña —. Una curvatura se dibujó en mis labios mostrando nuevamente esa amplia sonrisa al concordar con la especulación de la muchacha, definitivamente sería estupendo tener un poco de veritaserum a la mano. Comencé a mover las puntas de mis dedos intentando distraerme y así pasar desapercibida, pero enseguida la mirada del profesor se fijó en mi y, era imposible no sentir tal pesar por lo que armándome de valor intenté responder. — Hace algunos meses hice unas pequeñas compras en el Magic Mall — mi ceño se frunció ligeramente y proseguí —, aunque pude tener una pincelada en mis estudios...estudios que terminé por reemplazar con otras materias. Ya sabe, los diferenciados y sus huecos. No sería Juliette si no estaba en constante movimiento, por lo que antes de pensar una y otra vez mi respuesta a las preguntas de más calibre, desacomodé la túnica esmeraldina dejando que las cintas que se cruzaban cual bufanda por mi cuello cayeran libres. Deslicé mi mano izquierda por mi cabello y solté un pequeño suspiro, tenía una gran duda con uno de los conceptos y eso me ponía nerviosa. Siempre intentando saberlo todo. — Se que una poción es una mezcla de ingredientes, su uso puede ser de lo más simple, como lo es algo medicinal hasta lo más perjudicial como lo sería la muerte. — presioné los labios — La mayoría de las pociones tienen un antídoto, revierte el efecto de la misma o, también sirve para curar ciertas dolencias. — suavemente crucé mis manos tras mi espalda para intentar ocultar ese ligero nerviosismo; el terror a equivocarme siempre me había perseguido desde pequeña. — No estoy muy segura que es un filtro, pero creo que es parecido a una poción, sólo que te da alguna cualidad. Por ejemplo, el filtro de la paz te genera una gran tranquilidad y calma. Filtro que sin duda necesitaba en ese momento. — He de admitir que siempre me ha llamado la atención la poción multijugos, aunque he escuchado que su sabor es horrendo, me da una gran curiosidad verme como otra persona. — quizá por un propósito personal, transformaciones que experimenté desde otra perspectiva que sirvieron para un bien común. — Aunque también he sentido ganas de beberme un buen de Felix Felicis, digo ¿quien no ha necesitado un empujoncito?
  11. Aparecí envuelta de un cúmulo de sombras grisáceas, sombras que se fueron disipando al son de mis pasos firmes sobre el césped del campus; no conocía la universidad mágica londinense, por lo que era sin duda toda una nueva experiencia. Cubrí mi rostro con la ancha capucha para así generar más calor y no morir congelada por ahí, era irónico que el frío fuese una enorme debilidad cuando en verdad debió ser mi gran fortaleza pero, era una de las cosas que aún debía comprender y aceptar. Releí una y otra vez la dichosa carta que Niko nos había enviado bien temprano, en ella se nombraba algo de un lago, pero se estaba siendo más difícil de lo normal encontrar el lugar indicado. Tuve que detenerme varias veces para leer salones y direcciones, hasta que me decidí por preguntar directamente a un alumno al azar que amablemente me indicó con gestos de sus manos, cual era el camino correcto; al otro lado del campus. Mi mejillas ya se estaban tornando ligeramente rosadas y no precisamente a causa de la vergüenza o el calor, sólo era por el roce de la gélida brisa chocar constantemente con mi rostro, brisa que aumentaba al estar más y más cerca del lago. A lo lejos observé que había un pequeño grupo, pude divisar más personas de las correspondientes, así que supuse que no seríamos los únicos en aprender un nuevo conocimiento. En cuanto llegué más cerca, me quité la capucha para así dejar el jovial rostro al descubierto con una peculiar sonrisa amplia ¿acaso estaba naciendo una Juliette más amable? — No pensé que me perdería, lo lamento. Buenos días a todos, por cierto. — asentí ligeramente con la cabeza al tiempo que acomodaba mi cabello en una alta coleta, divisando ahora a Sagitas mi compañera de departamento, no quise ser impertinente así que sólo me limité a dedicarle una sonrisa junto a un casto gesto de parte de mi mano derecha en señal de saludo; era agradable ver a alguien conocido. El tiempo pasó rápido desde la aparición de un enfurecido a Troll hasta verlo hundirse lentamente en el gélido lago que aunque no estaba por completo congelado, me crujían los huesos del sólo imaginar lo frío que se encontraba. Observé nuevamente a Sagitas, ahora con una expresión un tanto más divertida mas no dije nada y seguí concentrándome en las esperas indicaciones que Niko tenía para decirnos; ¿porqué pociones y no artes oscuras? Eran uno de esos arrebatos mentales que a veces me daban, aunque admito que desde pequeña siempre fue mi fuerte mezclar ingredientes hasta lograr mandarme alguna embarrada que sacaba varias canas verdes a mis profesores. Sacudí la cabeza, nuevamente me distraía en recuerdos.
  12. ¡Hola, hola! Después de mucho tiempo en consideración, me he decidido por ampliar mi circulo y elegir una familia adoptiva. He hablado ya con la bella Leah, así que espero poder colaborar y ayudar en lo que sea como usuaria; no respondo por Juliette, ella si es un caso perdido. (?) Aquí va: Nick: Juliette Macnair. Ficha Personal: En construcción. Bóveda Personal: 110000 Elfos o mascotas: Un elfo llamado Draekh. Negocios (sólo si los tiene): -- Indicar de quién quieres ser familiar: @. Parentesco sanguíneo o adoptivo: adoptivo (ahijada). Mencionar en qué otra familia estás: Macnair. Skype: Lo pasaría, pero no se como (?) ¡Saludos!
  13. ¡Buenas noches! Aquí estoy para un nuevo conocimiento al fin. Nick: Juliette Macnair. ID: 120751 Conocimiento: Pociones. Nivel de Magia: II Link a la Bóveda: 110000 Link a la Ficha: Juliette Macnair ¡Saludos!
  14. ¡Buenas noches! Vengo a ver a mis dos chicas favoritas, pues, por que los Macnair gobernamos el mundo (casi), jajajaja. Hablando enserio, vengo a hacer otro pedido ya que confío plenamente en ustedes y se que conocen a Juliette lo suficiente como para siempre darme muy lindas sorpresas. Aquí va: Desde ya muchísimas gracias, cualquier consulta me dicen y con gusto contestaré. Prometo ser buena y darme el tiempo de buscar imágenes para hacerles el trabajo más fácil a la próxima -.- *Besos oscuros a @ y a @ *
  15. <<Perdida en espacio y tiempo.>> El tiempo transcurrido desde la llegada de personas —algo intrépidas — a nuestra esquina de convivencia, seguida de la confesión de Mía respecto a nuestro pequeño parentesco por parte de Pik Macnair, me habían llevado a experimentar un especie de trance incontrolable, era demasiada información que digerir y me cuestionaba si mi presencia en aquellos amplios terrenos londinenses habían sido una idea adecuada. De manera inconsciente agarré con mis dedos el fuste de la copa de vino para tener algo con que jugar, necesitaba aire cuando los pensamientos se venían como cuchillas a mi cerebro; demasiadas memorias. — Con su permiso, he de hacer algo antes de proseguir...con tan intensa conversación. Asentí a modo de disculpa a los presentes y rápidamente comencé a dar pasos apresurados hasta alcanzar con mi mano izquierda un pilar firme del cual agarrarme; era difícil para mi pisar los terrenos de la escuela y no imaginar como habría sido mi destino si Armand no hubiera dejado estipulado que tenía básicamente prohibido acercarme a esta escuela, muchos se jactaban de que aquella decisión había sido para proteger mi integridad pero que ironía, tanto esfuerzo para acabar en una decisión que dio un antes y un después a mi vida. Entre tanta divagación, giré sobre mis tacones para observar el cálido ambiente que comenzaba a gobernar en esa pequeña fiesta de memorias, incluso la forma que tenían los Black Lestrange denotaban una fuerte alianza entre ellos ¿envidia? en lo absoluto, adoraba a mi familia, pero si envidiaba la forma legitima que tenían de pertenecer a aquella. — ¿Otra vez? — ese peculiar zumbido resonó en lo más profundo de mis oídos. Sonreí momentáneamente. — Dróvick, no tienes que aparecerte de esa forma, sabes cuanto odio esa vocecita. — sentencié. Bebí todo el contenido de la copa de un sopetón y armándome nuevamente de valor, me acerqué a la luz para dejar ver ese tan angelical rostro característico — sin rastro de inestabilidad emocional —, continuando con un paso seguro y de caracol al notar de lejos como una joven de largo cabello castaño dejaba verter un viscoso contenido en el cabello de mi nuevo familiar, pensando enseguida en mi hermana ¿ella sería capaz de hacer algo así en mi contra? Sin duda alguna, pero las consecuencias serían horribles para su persona. Presioné sutilmente mis labios, dudando si mi presencia alarmaría más las cosas luego de mi repentina desaparición, por supuesto que tenía muchas preguntas que hacerle a Mía, pero hasta no ver cordura de su parte luego de tal arrebato de su ¿hija? me alejaría. — Eobard. — le llamé sonriente.— lamento mi demora, tuve que dar algunas indicaciones a mi elfo. — mentí y al hacerlo desvíe la mirada al centro de la fiesta, todo parecía demasiado tranquilo por el momento y es que aún no veía a nadie perder el control con las bebidas — exceptuando a Saori, aunque ella aún se veía ligeramente cuerda —, al llevar la esmeraldina mirada al grupo, me detuve momentáneamente en cada una de las jóvenes notando como mi distracción me había impedido una presentación formal ¿era necesario? tomé una bocanada de aire y asentí en dirección a la castaña. — Juliette Macnair, un placer. — murmure cual serpiente al tiempo que le arrebata una nueva copa de vino a uno de los elfos, dejándoles de regalo la copa anteriormente vacía. — Me imagino que todos tuvieron la oportunidad de estudiar en estos terrenos ¿verdad? Me imagino las infinidades de anécdotas albergadas en el corazón de Hogwarts. — asentí con suavidad, y de manera disimulada miré a mi querido amigo de aventuras, realmente no tenía idea de como comenzar una conversación con desconocidas y aún más, cuando se trataba de personas externa a mi circulo o al menos eso creía, antes de enterarme que Mía era mi hermanastra ¡Que familia Macnair, que familia! @@Romina Black Lestrange @@Eobard Thawne @@Mia Black Lestrange @
  16. Mis verdosos ojos se fijaron en la bruja de tan rubio cabello para asentir a las palabras de Eobard, le dediqué una sonrisa sutil mientras arreglaba los mechones castaños cayendo con rebeldía en algunas partes de mi rostro. — Es un placer Mia, debo admitir que la velada está realmente exquisita… Miré a mi alrededor y volví mi atención a la mujer al escuchar las siguientes palabras, era algo difícil responder de donde nos conocíamos puesto que la casualidad nos llevó a varios problemas y eso hizo que nuestra confianza creciera de una forma bastante extraña. Ahora bien, lo que me dejaba más curiosa era la pregunta sobre mi padre ¿Conocía a Pik? No es que me sorprendiera — bueno, si lo hacía. — pero por lo poco que lograba conocer de aquel hombre era su falta de sociabilidad, al menos en el plazo que teníamos en Inglaterra, plazo que se acorto por su viaje por el mundo — ¡Todo un trotamundos ese abuelo! —, pensé con ironía. — Nos conocimos en una cafetería lejos de aquí…¿Dragón verde? ¿Aldrich? Sonreí. — Respondiendo a lo otro, acertaste. Pik Macnair es mi padre…¿Lo conoces? Susurré al tiempo que desviaba la mirada hasta dar a parar con las decoraciones del lugar, aún me costaba acostumbrarme a la idea de que ese mago tan fantástico que alguna vez conocí por casualidades de la vida fuera en verdad mi padre, claro que no le echo la culpa a él sabiendo nuestros secretos y toda la historia que Bietka ayudo a construir. Deseaba en el fondo, que todo hubiera sido con completa normalidad y que mi llegada al mundo no estuviera ligada a tantas complicaciones. Como luz apareció Saori, nuestros encuentros durante mi estadía en Londres habían sido casuales pero muy amenas, por lo que le ofrecí una amplia sonrisa ocultando mis comentarios por el momento, estaba al parecer rodeada de Black Lestrange y no me sentía tan incómoda. Al observar al pequeño elfo acercarse con refrescos, estiré mi mano alcanzando una alargada copa de contenido bastante burbujeante, curvé los labios al pequeño grupo y alzando sutil la copa, me la llevé directo a los labios para embriagar mi paladar con ese dulce elixir. — Debo confesar que pisar los terrenos de Hogwarts es como ir a un parque temático, nunca antes había estado aquí y debo admitir que es realmente encantador. Murmuré en dirección al castaño mientras llevaba mi vista a las altas torres oscuras, nada similares a la infraestructura de los castillos de Ilvermorny, ambos como era de esperarse tenían su peculiaridad y tener la oportunidad de compararlos era una oportunidad maravillosa. Sabía bastante sobre algunas tradiciones de la escuela, incluso cuando era pequeña tenía la fantasía de pertenecer a Ravenclaw por su tranquilo carácter e inteligencia, pero por motivos personales decidí irme a los Estados Unidos y ahora que se muchas cosas sobre mis lagunas mentales, no sabía si esa decisión había sido la más correcta. @@Mia Black Lestrange @@Eobard Thawne @
  17. Mansión Macnair Dubitativa observé detenidamente las nubes grisáceas moviéndose lentamente en el cielo, la noche era realmente amena e incluso podía sentir la calidez de la brisa deslizarse por entre las telas de la bata de seda que ocultaban el desnudo cuerpo luego de un largo baño caliente. Pasé una de las manos por el húmedo cabello para desenredar con mis dedos algunas de las ondas y al girarme sobre mis talones me encontré a Draekh detenido en medio de la habitación con una coqueta caja color bermellón, alcé curiosa una de mis cejas y me acerqué con ambas manos ocultas en los bolsillos de mi peculiar atuendo. — Puedo adivinar de que trata tan llamativo obsequio ¿un par de zapatos quizá? Dame eso… Enseguida el elfo se acercó a paso apresurado hasta la cama, para depositar sobre ella aquella mediana caja y luego arreglar sus largas orejas hacia atrás como tanto le gustaba, posó sus pequeñas manos tras su espalda y esperó mi aprobación. Solté un suspiro y resignada me acerqué hasta sentarme a los pies de la cama, jalé de la cinta dorada que le daba ese toque tan especial, y con cuidado saqué la tapa para revelar una pequeña tarjeta depositada en varias telas suaves que ocultaban el dichoso objeto. Una curva se formó en mis labios al leer la firma de Frank en ella — parecía un hada madrina, aunque ese apodo a él le fastidiara —, leí rápidamente lo que decía: Los zapatos adecuados, te llevaran a lugares extraordinarios. Pásalo bien Lu. PD. Annie los eligió. Sin nada que decir comencé a buscar entre las telas hasta dar con unos delicados tacones plateados, estilo sandalias con cintas que aseguraban la estabilidad de los pies, aún sabiendo que no se verían por el largo del vestido me parecían perfectos y me daban la seguridad que estaba buscando en la luz de la luna. Me paré de un solo salto y me encaminé al cuarto de baño para poder alistarme. Una vez lista le pedí a mi elfo que me hiciera aparecer por allá, iría al fin al dichoso Colegio Hogwarts, podría recorrer sus amplios terrenos e imaginar lo que mi familia vivió, estaba extrañamente emocionada por experimentar ese momento. Desaparecimos. Hogwarts Aparecimos en un brillante destello plateado, al soltar la mano del elfo percibí los maravillosos terrenos que protegían a la Escuela, el olor a tierra húmeda era realmente fascinante y el sonido de las hojas de los árboles hacían de la situación aún más emocionante. Observé de reojo a la orejuda criatura que me servía como transporte — al parecer sorprendida por presenciar aquel nuevo paisaje —, enseguida llamé su atención con un chasquido por parte de mis dedos y al tener su atención le ordené con un solo movimiento del mentón a que desapareciera. Sin esperar respuesta me encaminé segura hasta tocar con los tacones la extensa alfombra roja, mi alrededor parecía solitario y enseguida sentí como los latidos del corazón se aceleraban ¿habría sido buena idea asistir? Tomé una bocanada de aire y alzando el mentón con el típico orgullo Macnair me zafe de la capa de viaje con un solo movimiento por parte de la varita, revelando el largo vestido color plata con algunos diseños sutiles que le daban un encantador contraste bajo los juegos de luces y sombras, era bastante ceñido en la parte del torso pero se complementaba con la caída de las piernas, sin duda era la típica marca que me caracterizaba: Femenino y elegante. Para el cabello decidí dejarlo en ondas un poco más marcadas, y para no darle un toque tan desinteresado deposité sobre la cabeza una delgada tiara del mismo color de las telas, para darle algo de luz al cabello y un solo accesorio al atuendo. Al traspasar el umbral observé a mi alrededor encontrándome con el castaño — un gran compañero de aventuras sin duda — me acerqué inmediatamente evitando contacto con otras personas, no por que no quisiera socializar pero no tenía experiencias que contar, venía de otra escuela y lo único que conocía eran las anécdotas de la familia. Una vez en su encuentro, saludé dando un beso en cada mejilla del Black Lestrange para luego ver a Mia y hacer exactamente lo mismo — suponía que al fin conocería a su madre — sonreí suavemente y me acomodé a un lado manteniendo mis manos ocupadas sobre las telas del vestido. — Hermosa velada ¿verdad? Espero no haber llegado tarde… @@Mia Black Lestrange @@Eobard Thawne
  18. ¡Gracias hermanita odiosa, digo preciosa! no, enserio me gustó muchísimo. *le deja mucho amor a @ * ¡Saludos!
  19. @ *-* ¿Cómo no me iba a gustar un trabajo como el tuyo eh? Muchísimas gracias por hacer magia con las imágenes, le da un aspecto de inocencia y al mismo tiempo madures, y es justo lo que está atravesando mi personaje, así que me gustó bastante. (*) Igual si quieres hacer algo lindo con la otra imagen la haces, yo feliz de recibir firmas bonitas. Soy pésima editando cosas así que...bueno xDD ¡Muchas gracias otra vez! *Le deja un besito oscuro a la tía*
  20. ¡Hola! Al fin me pasaré por aquí, se siente el aura familiar que tanto me gusta. Esta vez pediré a @ a que me haga una firma bonita ya que siempre me las hace Arya. Igual no te salvarás hermanita. @ Creo que eso es todo por ahora (?) Desde ya muchas gracias, estoy segura que sea lo que hagan quedará precioso. *Les deja chocolates y besos Macnair*
  21. Rápidamente mi cabeza se gira en dirección a la voz del castaño, abriendo los ojos en el preciso momento en que los dardos van con ferocidad hacia él, no alcanzo a protegerlo pero me hace dar cuenta los buenos reflejos que tiene, eran más que habilidades de juegos de "mesa", era algo mucho más grande de lo que yo misma podía imaginar. ¡Y obviamente lo era! Si se conocía con vampiros, no era una persona de vida ordinaria. Comienzo a caminar en dirección fija, dispuesta a detener al platinado en ese pequeño lapso de ventaja que Eobard da al lanzar el maleficio, pero enseguida siento la presencia dura del vampiro tras de mi, incluso la furia emanando de él se podía escuchar en su agitado respirar. Deslicé una mano delicadamente en dirección a mi bota para agarrar disimuladamente el mango de mi varita, estaba consciente que por primera vez no seguiría los consejos de Julián. Eso de tener que fingir inocencia y temor frente a la criatura para distraerlo y darme un cierto grado de ventaja, ya no era lo mío, no en estos momentos. Rápidamente me doy vuelta encontrándome cara a cara con el rostro del rubio, fijando mis verdosos ojos en los suyos, con delicadeza bajo el mentón mostrando la sonrisa burlona al ver sus manos vacías y sin pensarlo dos veces, enarbolo mi varita apuntando directo a su abdomen, deslizo la punta de mi lengua por la carne de mis rosados labios y destilo todo mi veneno sin atrasarlo más. — ¡Sectusempra! Inmediatamente un haz de luz verdoso sale disparado de esta, con tal fuerza que al llegar a mi oponente este cae de golpe al suelo con heridas sangrantes cubriendo la mayor parte de su tórax, aprovecho ese breve momento para acercarme a él, me coloco de cuclillas y suavemente deslizo las puntas de mis dedos por su pecho llegando directo a sus labios donde con una sonrisa hago que los abra para que pruebe de su propia asquerosa sangre. Pronuncio unas palabras en pequeños susurros, en un idioma extraño haciendo que las heridas tarden en sanar, sólo para ganar tiempo. Sólo para torturarlo. Mis ojos nuevamente comienzan a oscurecerse, haciendo del verde uno tan sombrío que fácilmente podría confundirse con el negro, los poso directamente en el los orbes del vampiro notando la furia contra mi, contra la situación y sobre todo ese pequeño temor de no saber con quien estaba tratando. Poso con delicadeza mi mano en el lado izquierdo de su pecho, sintiendo los latidos de su corazón, ejerzo presión sobre este haciendo que el rubio presienta mi siguiente movimiento. — ¿Sabes cual es el principal error de un vampiro? Creerse tan invencible y olvidarse de que posee el don de la magia…la fuerza, no lo es todo Malcolm. Digo con suavidad, arrastrando mis palabras cual serpiente envolviendo a su presa. Por un momento me olvido de que Eobard se encuentra conmigo, y ante la debilidad de la mente del vampiro me aprovecho de esa oportunidad sólo para saber quien es y de donde viene. Imágenes fugaces aparecen en mi mente, mostrándome Nueva Orleans y sus calles más lúgubres y peligrosas, cuando veo a Julián…lo veo charlando en el mismo bar peculiar de la esquina donde tocaban Blues, sólo que más elegante y ambientado a la época. Enseguida me levanto deteniendo esa visión, alejándome varios metros con las manos levemente ensangrentadas. — No…no puede ser, no… Me digo a mi misma, temblando desde lo más profundo ante ese recuerdo, se que Malcolm no me conocía y yo tampoco a él, pero el simple hecho de que el hubiese compartido un pequeño lazo de amistad con Julián, por más fugaz que sea me aterraba. El rubio vuelve a incorporarse, lentamente y sin inmutarse que lo que vi en su mente me afectaba, las heridas habían desaparecido y la única huella que quedaba eran las destruidas telas de su camisa. Vuelvo a agarrar firme mi varita, helada por su presencia, con la mente bloqueada de manera inconsciente. La culpa me carcomía. @@Eobard Thawne
  22. Hola, buenas noches. Aquí estoy para adquirir un nuevo conocimiento Nick: Juliette Macnair ID: 120751 Conocimiento: Pociones Nivel de Magia: ll Link a la Bóveda: 110000 Link a la Ficha: Juliette ¡Saludos!
  23. Mi mirada se mantenía fija en el más mínimo movimiento de los dos hombres cuidando del rubio robusto, mis suposiciones no habían sido para nada erróneas pues Eobard rápidamente lo llama por su nombre sin titubear ¿era parte de sus secretos acallados por su oscura alma o era la coincidencia de un pasado? Cualquiera de las dos alternativas no me tranquilizaba en lo más mínimo. Mi mano, tensa por querer sacar la daga y mis piernas preparadas en una posición sutil pero bien certera. — Sólo calla, es hora de salir. Digo con una leve ironía oculta por la sonrisa que lentamente se dibuja en mis labios, suavemente deslizo mis manos por los lados de mi cuerpo para ir controlando cualquier impulso que pudiera ponerme en peligro, a pesar de la debilidad habitando mi cuerpo, siempre estaba preparada para luchar cuerpo a cuerpo, tal como me habían enseñado. Me hice a un lado sólo para dejar que el castaño hiciera su primer movimiento ¿Esto se estaba convirtiendo como un juego de mesa? No importaba demasiado la verdad, pero a ambos nos apetecía deshacernos de nuestros nuevos compañeros. Al observar como manejaba tan bien cierta parte de sus conocimientos esperé cual felina al acecho y me vi realmente sorprendida cuando vi al rubio caer de bruces contra las dianas luego de haber sido violentamente golpeado por esa figura imaginaria que previamente había invocado mi querido compañero de juegos. Al notar como se levanta sin rasguño alguno, logro divisar en la tonalidad de sus ojos ese cambio que tanto odiaba, tratándose nada más y nada menos que de un vampiro. Enseguida me incorporé para ver como los otros dos iban dispuestos a acabar con el castaño, y cual sombra sigilosa me detuve en seco frente a uno de ellos, le saludé con un ligero movimiento de mis dedos y luego de sonreír con una burla sin igual, agarré su camisa para empujarlo con una fuerza sobrehumana contra la mesa de billar, pero confiarme en su débil humanidad no me había salido muy bien, pues en el más mínimo descuido de mi parte, vuelve a tomar el control agarrándome con fuerza de mi brazo izquierdo para darme vuelta y ahora él apuntarme con su varita directo en mi cuello. — Vamos ¿Acaso no aceptas perder contra una señorita? Alcé ligeramente el mentón ante la presión que ejercía la punta de su varita en mi garganta, y cerrando los ojos rogando por que mis habilidades no fallaran, le di con fuerza con el codo de mi brazo libre, justo en su mentón logrando que aflojara su agarre y pudiera zafarme con bastante facilidad, agarré rápidamente la botella de vodka y sin pensarlo dos veces la quebré al golpearla contra su cabeza, inmediatamente el pelirrojo cayó inconsciente a un lado de la mesa de billar. Sentí como mi respiración comenzaba a agitarse ante esa pequeña acción, sin duda aún no lograba recuperarme por completo, pero eso no me importó en lo absoluto, sólo intenté tomar una gran bocanada de aire al tiempo que deslizaba las yemas de mis dedos por la piel alrededor de mis ojos, podía sentir las venas marcadas, provocándome un calor insoportable. Eobard no podía darse cuenta de aquello, era mi mayor secreto. Ante la sensación de haber recuperado mi forma natural, volví a darme vuelta agarrándole la varita al pelirrojo inconsciente en el suelo, conociendo a estos grupos no era bueno confiarse de nada. — ¿Dónde quedó el otro? Dije confusa, la música no ayudaba en lo absoluto a concentrarme en sus movimientos y mucho menos en el aura que rodeaba al mortal. Por lo que pisé con cuidado vigilando que el otro no despertara, aunque a juzgar por el calibre de la botella de vodka, dudaba mucho que lo hiciera tan deprisa. Busqué al castaño con la mirada, como si de aquella forma ambos pudiéramos avisarnos de nuestro bienestar. @@Eobard Thawne
  24. Una sonrisa amplia se dibuja en mis labios al ver la pequeña victoria del castaño, había aprovechado sin duda su propia jugada y por primera vez no me molestaba en lo absoluto que otra persona me haya derrotado, aplaudo sutilmente demostrando su excelente tiro, para luego sentarme en el borde de la mesa que ocupábamos y así poder observar el esperado segundo tiro triunfante. Su respuesta a la nueva música me deja satisfecha, incluso por la forma en la que me llama, esa palabra me deja una sensación de seguridad que no experimentaba hace mucho. Pero intento disimular con una ligera sonrisa. — Me alegra mucho que te haya gustado esta elección. Enserio. Miro fijamente sus grisáceos ojos por largos segundos antes de dejar que vuelva a efectuar el segundo tiro, respiro profundamente y bebo lo que resta del vodka en mi vaso, disfrutando la calidez del ambiente y la buena música directa de mis recuerdos. La bola negra parece atraer a Eobard de una forma inexplicable, lo que hace que pegue un importante interés en este tiro, se prepara como de costumbre pero esta vez su tiro es violento y rápido, tanto así que el proyectil sale en cualquier dirección fuera de la mesa de billar. Me levanto para ir en busca de esta con bastante tranquilidad pero el tiro de la varilla de madera contra la mesa me detiene en seco, comienzo a observar la reacción nueva del castaña haciendo que mi mirada se entrecierre pensativa, observa fijamente la mano culpable, como si buscara alguna justificación que el mismo desconocía. Pude notar como sus dedos temblaban sutilmente, y no era algo que supiera identificar, quizá sufría de alguna enfermedad nerviosa pero de ser ese el motivo, no se miraría de esa forma. Desesperado. — Eobard… Interrumpí. — ¿Estás bien? No te preocupes por la bola, ven. Me acerqué lentamente a el estirando una de mis manos hasta llegar a la suya y agarrarla con bastante delicadeza, jalándolo un poco mientras mis orbes se conectaban con los suyos a propósito, intentando de esa forma averiguar que era lo que aquejaba su mente. Pero parecía estar en otra dimensión, comencé a observar a mi alrededor disimuladamente por si algo había echo esto, pero nada. Sin embargo mis sentidos me estaban alertando, logrando que de manera inconsciente mis ojos se tornaran segundo a segundo de un color lo suficientemente oscuro como para confundirlo con el negro. Corrí la mirada para ocultarla del castaño y con suavidad saqué la varita pronunciando el hechizo que quería — Accio bola de billar negra. — rápidamente esta pareció luchar un poco hasta que logre agarrarla con mi mano izquierda, depositándola nuevamente sobre la mesa. Sentí la presión de una mirada sobre nosotros, era inevitable no darme cuenta de eso y aunque sabía estaba segura en el mundo mágico no podía evitar en pensar en esos malditos cazadores del norte. Sin dudarlo agarré a Eobard de su muñeca, dispuesta a salir del pub, quizá nuestros movimientos habían alertado a algún espía o quizá era sólo impresión mía, esperaba que fuera la segunda pero aún así preferí tomar precaución. — mier**… Me detuve en seco cuando tres hombres fornidos interrumpieron el paso, no los conocía en lo absoluto pero ellos al castaño si, pues sus sonrisas burlonas e intercambio de miradas con Eobard eran indudables. Lentamente bajé mi mano hasta llegar a mi muslo derecho y rozar con cuidado la empuñadura de la daga que siempre traía conmigo, si lo atacaban yo también lo haría, ni siquiera sabía por que estaba poniéndome en peligro por él, pero algo en mi interior me lo pedía a gritos. — ¿Y ustedes qué? Vamos chicos, estamos cansados…y la mesa de billar será suya. Me jacté con una voz melodiosa, arrastrando las palabras cual serpiente venenosa. Una sonrisa de sarcasmo apareció en mi rostro al tiempo que iba alzando mi mentón de manera vanidosa. Lista para atacar. @@Eobard Thawne
  25. En cuanto vuelvo a dirigir la esmeralda mirada al castaño, este ya estaba preparado para comenzar con su partida, y admito que llevar mi atención a los músicos había sido sólo una excusa para no seguir conectada a la profundidad de sus grises, la sensación aunque extraña era, me hacía sentir una comodidad inexplicable, una confianza que quizá podía ponerme en peligro. Suelto una risa ante la respuesta indudable de mi técnica desastrosa y moviendo un poco mis manos en ademán a que prosiga respondo. — Bueno, si es una destreza tan típica de su repertorio estoy más que segura que me dejara en considerable desventaja. Camino lentamente hasta alcanzar con mi mano derecha la botella de vodka, deslizando las yemas de mis dedos por el tallado tan peculiar de esta, como si de aquella forma pudiera experimentar una especie de magia ancestral. Excelente elección sin duda, y a pesar de que mi bebida favorita iba a ser siempre el vino, el vampiro me había instruido en los más finos tragos del mundo, siendo el vodka su favorito. El impacto del palo contra la bola llama nuevamente mi atención, sonriendo con una pequeña pizca de satisfacción, era mi mal querer salir triunfante la mayor parte del tiempo. La curva se transforma en una pequeña mueca de condolencia, me acerco un tanto a la mesa de billar, cerca del orificio en peligro para poder observar la posición de las dos bolas frente a frente, y a pesar que a simple vista se veía bastante fácil el salir triunfante, escondía su técnica. Vuelvo a incorporarme, posando mi espalda lo más recta posible, casi como si un hilo tirara de mi cabeza para mantener lo más alto el mentón. — Creo que ambos merecemos un trago, perdimos al unísono. Río. Vuelvo a acercarme con la botella, para poder verter el tan cristalino brebaje en dos vasos largos con hielo en su interior, lleno hasta la mitad y vuelvo a dejar el vodka en la mesa de nuestro lado. Le entrego el suyo con una sonrisita burlona, para luego chocar los cristales con bastante delicadeza pensando en los regaños de Julián, — No choques simplemente las copas, debes tener clase. — enseguida rodee los ojos ante ese pequeño recuerdo. Una vez con el pase libre, bebí un sorbo del trago experimentando el fuerte ardor provocado en la garganta, frunciendo sutilmente la nariz para luego dejar una sonrisa de satisfacción en mi rostro. — Debo admitir que puro sabe exquisito. Por cierto…tiene toda la razón al respecto con la lenta sensación de agonía, eso hace del juego mucho más excitante. Lo miro por sobre el hombro antes de volver a agarrar el palo de pool firmemente entre mis manos, preparando mi siguiente movimiento determinada a salir ganadora de esta partida, como lince miro la bola blanca y luego el objetivo, una bola roja cercana al orificio derecho, peligrando con una simple brisa en caer por ese ducto. Suelto el aire acumulado lentamente para agachar un poco mi cuerpo ante la flexión de mis rodillas, presiono mi labio inferior sutilmente con mis labios y en un rápido movimiento, hago que impacte con la bola deseada. Bufo decepcionada, cante adelantada la victoria y perdí. Al parecer apliqué demasiada fuerza y aunque la bola rozo peligrosamente el borde, sólo chocó y se volvió a deslizar hacia atrás quedando lejos con sus otras compañeras, sólo restaba que aprovechara la cercanía de la amarilla. — Creo que usted sabrá aprovechar mejor la oportunidad que yo. Vuelvo a posicionarme al otro lado de la mesa de billar para dejarle el espacio suficiente como para que lanzara su próximo movimiento con más comodidad, me apoyo suavemente contra una pared sonriendole cómplice, para variar y como en todos los bares/pub los músicos tenían esa manía de beber hasta más no poder y la música que ambientaba el lugar parecía choques de instrumentos en un jardín de pequeños brujos. Lancé una mirada asesina a la esquina y con determinación me moví hasta ellos, les hice callar con un pequeño susurro y deslizándome como sombra hasta llegar frente a Zeta le hice señas para llamar nuevamente su atención. — Dime algo ¿existe la posibilidad de poner música por nuestra cuenta? Míralos... Apunté a los jóvenes con un leve movimiento del mentón, y ante la aprobación del moreno, una sonrisa traviesa aparece en mi rostro. Asiento a modo de agradecimiento y me acerco a su oído para susurrar la canción que quiero suene en la próxima salida. Una vez con mi deseo permitido vuelvo radiante, meciendo sutilmente mi cabello ante el pequeño movimiento de caderas que hago al escuchar como comienza esta. Llego a mi destino, al lado de Eobard y lo miro sonriente, esperando su comentario de aburrimiento sobre mi pedido ¿pero que esperaba? era un clásico en los bailes con Julian. — ¿Demasiado muggle quizá? Debes admitir que tiene una chispa exquisita... Digo sugerente. @@Eobard Thawne

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