Kamra Ashryver D.

No culpes a la noche!

Spam olv

Mi chica es la razoooon

Será que valdré brga again?

Spammmm

Veamos

*amor a @*

Lo que sea xd

*baile random* spaaam

Ni se porqué vine...siempre pierdo XD

Jojojo

- No se trata de eso - Kamra depositó su bolso de mano sobre el mostrador de la barra para tomar con una mano el trago que le era entregado. Con una media sonrisa alzó la copa hacia Aries antes de tomar un sorbo - La ropa bonita me hace sentir más confianza, algo así como una armadura, se que no hace ninguna diferencia. Lo chistoso es que ahora eres el único que lo sabe además de ésta pequeña narcisista - una carcajada burbujeante escapó de ella, tomándola por sorpresa y suavizando su mirada tras la pequeña broma de su Hermano - Sabes - tomó un sorbo del South Side para envalentonarse - He cambiado tanto por mi familia, pero al final del día pienso que no lo hice lo suficiente. Significa mucho para mí lo que dices, Aries. Y me gustaría que fuéramos más cercanos - alargó una mano para acariciar la mejilla del ahora peliblanco - Hasta tenemos el mismo cabello...si quieres vestirnos a juego y atemorizar Ottery estoy dentro. Desvió la vista cuando el semblante de Aries cambió. Reconocía ese tipo de mirada y por lo general precedía a las preguntas que no estaba segura de querer responder. Kamra era consciente de como la veían las personas: frívola, despiadada y egocéntrica eran los títulos más bonitos por decir poco y muy a su pesar aún seguía recibiendo miradas así por parte de su propia familia. Las pocas veces que había cruzado miradas con el mago que tenía en frente jamás divisó vestigios de tales acusaciones, lo que la había hecho añorar una relación más cercana con el. - ¡Felicidades! Alessandra me contó que los ayudó con el pequeño - hizo una pausa antes de añadir - No tienes porqué disculparte. Si algún día necesitas que cuide de mi sobrino ya sabes, tiene un tropel de primos con los que jugar. <<Todo ha estado patas para arriba en mi mundo. Llevar una familia por mi cuenta con cada uno de los miembros de ella desaparecidos a pesar de que compartimos el mismo techo es...raro - no añadió que quizás fuese por la manera en que solucionaba todos los problemas económicos que tenía, junto con las replesarias que impartía a quienes las causaban - Y seguro te has enterado de mi nueva posición en Escocia, solo quiero tirar todos esos títulos por la ventana.>>

Cuando el último de sus hijos se hubiera dormido, incluído el pequeño Richard, Kamra Ashryver Delacour soltó un sonoro suspiro. Siempre era una labor ardua hacer que cayeran en los brazos de Morfeo, pero la vista al final siempre le transmitía paz y un amor tan inmenso que apenas podía contenerlo. Apoyada en los barrotes de la cuna de los quintillizos, siempre tardaba unos minutos más para contemplarlos junto a Alessandra...pero ella no estaba a su lado esa noches. La peliblanca agitó su varita para poner a andar el velador de sus hijos. Al instante figuras de animales mágicos bailando inundaron la habitación y ,con una última mirada hacia quienes sostenían su corazón, cerró la puerta con un leve chasquido. - Ya están dormidos Cara - podía ver la melena de Alessandra en la sala de estar y se acercó por detrás para rodearla con ambos brazos - No has ido a hacerlos dormir conmigo hoy ¿Algo anda mal? Kamra enterró el rostro en el cuello de la Delacour dando pequeños besos y atrayendola más hacia si, cuando la puerta de la mansión sonó - ¿Quién será a estas horas? - sostuvo a Alessandra en su lugar, girandola para darle a entender que se quedará allí. Ahora estaban en una posición de peligro y aunque tenía el mismo rango que lisa... proteger a la familia Delacour era una de las cosas por las que había jurado al aceptar su entrada a Hunyad. Así que de acercó a la entrada a grandes zancadas para abrirla y encontrar... - Maksim - la vista de el en persona era pasmante. Si no era por su gran altura, lo era con la belleza por la que había sido bendecido - ¿Qué estás haciendo aquí? - después de que la hubiese contactado no habían estado en contacto más de lo necesario aunque el pelinegro había exteriorizado sus intenciones de conocerla más. Apenas podía resistir mirarlo más de la cuenta. No es que tuvieran el mayor parecido, pero viendolo en movimiento no se podía negar las similitudes - Hermano - dijo mirando hacia donde sabía estaba Alessandra. La oportunidad de contarle sobre el no había llegado. La peliblanca había optado por omitir pequeños detalles sobre su subida al trono Escocés y no sabía a qué llevaría su pequeña mentira. Maksim Salvaterre Ashryver La noche era hermosa a las afueras de la Mansión Delacour. Maksim Salvaterre esperaba frente a la puerta de entrada con ambas manos tras la espalda. La que quería hacer era una reunión informal y sabía que sus maneras del viejo mundo ponía a las personas incómodas en su presencia. Lo que menos deseaba era ahuyentar al único vestigio de familia que le quedaba y, considerando lo vacía que se encontraba su lechuceria sobre cualquier otro tema que no fuera política, a Kamra no le hacía mucho entusiasmo conocerlo. Un chasquido anunció la apertura de la puerta y el cuerpo de Maksim se puso rígido. Había esperado ser recibido por elfos domésticos, no por la belleza peliblanca que tenía frente a él. Con la barbilla una pulgada más arriba de lo necesario y desafío escrito en cada centímetro de su cuerpo, Kamra lo miró haciéndolo sentir no tan poderoso en comparación. - Kamra Ashryver ¿O debería decir hermana? - luchó por no delatar el repentino nerviosismo que se había apoderado de el - Vine a verte para hablar. Déjame decirte que no eres fácil de localizar... ésta es la tercera vez que toco una puerta hoy. Maksim reveló sus dientes blancos en con una sonrisa. Cómo era de esperarse, la peliblanca era igual sino mas inexpresiva que el, delatando su nerviosismo solo con algunas miradas en dirección a quien estuviera adentro con ella. - ¿Y bien? ¿Puedo pasar? @

Kamra se mantenía de pié bajo el flujo constante de agua de la ducha. Helada como estaba, sus pensamientos parecían disiparse y quedar en blanco...algo por lo que había rogado durante tantos meses. Su necesidad de olvidar algunas cosas había aumentado en las últimas semanas, la actitud un tanto esquiva de Alessandra con respecto a ciertos temas solo hacía que se incrementara y que la peliblanca rogara por detener los escenarios alocados que creaba su mente conspiradora ¿Podría quedarse bajo el chorro de agua fría para siempre? Resignada a tener que salir, cerró el paso del agua y tomó una toalla en sus manos para envolverse con ella. Al atravesar la puerta sus ojos volaron hasta la figura desnuda de la Delacour. Cómo le sucedía siempre que la miraba, el cuerpo de Kamra reaccionó de la manera más acalorada, el corazón le latía con fuerza en su pecho tuvo que girarse para no reclamar lo que era suyo. - ¿Reapertura? Estoy de humor para una buena fiesta - dejando a un lado la toalla que la envolvía y con un ademán de su varita, secó su cuerpo y cabello. Escuchó la pregunta que Alessandra le hacía, pero de alguna manera las palabras no parecían querer abandonar sus labios. La peliblanca sacudió la cabeza para dirigirse al clóset y tomar el vestido por el cual había rogado llegara una buena ocasión para usarlo - En vez de unos collares podríamos llevar algún talismán de la buena suerte...para que no cierren otra vez y sea una reapertura definitiva ¿No crees? Además tiene un dejo humorístico - hizo levitar el vestido para enfundarse en el mientras se colocaba los zapatos stilettos negros. Un movimiento más de su varita y tenía el cabello totalmente recogido con algunos mechones blancos a cada lado de su rostro. Cómo maquillaje optó por dejarlo natural Salvo por los ojos, a los que había aplicado sombra celeste y un fino delineado Foxy. - Tu te ves bellísima Cara Mia - tomó a Alessandra de la mano, demorando un segundo más de lo necesario en mirar sus ojos. Un nudo le oprimía la garganta y abrió la boca para decir finalmente lo que había luchado por no dejar ver...en el último segundo, Kamra sacudió la cabeza y sonrió - Vamos a esa fiesta. Antes de poder hacer sospechar a la Delacour, ya no se encontraban en el Castillo Rambaldi. @

@@Ashura Lestrange ¡OMG! Toque aquí para ver mi reacción ¡Me encanta! Es un trabajo precioso y no podría estar más contenta con los resultados. Definitivamente volveré en el futuro para más trabajitos bellos como este ¡Gracias bonita! Besos

Ensimismada en el caos de su mente, Kamra se sobresaltó al oír el firme y casi aburrido tono de voz de Aries. Debía sentirse peor de lo que se permitía aceptar si no había sido capaz de detectar su llegada. La peliblanca dió media vuelta para quedar frente a el y se frotó las manos contra la falda del vestido antes de comenzar a explicarse. Pero el comportamiento acusador de Aries dió un giro radical y en un abrir y cerrar de ojos su hermano la estrechaba contra si. La reacción de Kamra tardo en llegar, ambas manos rodearon la cintura del Black Lestrange a tientas y una vez separados lo recorrió con su mirada dorada, que detonaba extrañes y una creciente diversión - Bueno, es un atuendo de cumpleaños y está destinado para hacerme sentir mejor de lo que estoy mental y físicamente... en el proceso puedes decirme cuán fabulosa me veo - su cuerpo se sentía tenso pero se las arregló para posar una mano de forma cariñosa en su hombro - Gracias Aries, fue una grata sorpresa recibir tu invitación. - Un South Side para mi, empezaré lento y dejaré la borrachera para el final de la noche. Beber hasta morir, hermano - una media sonrisa se instaló en las facciones de Kamra y dudó antes de soltar lo que había estado pensando - No me lo esperaba, ya sabes, que me invitaras o siquiera te acordaras de mi hoy. El corazón de Kamra se apretó en su pecho. Pocos lo recordaron y quiénes lo hicieron eran meros funcionarios Escoceses, peleando para ganar sus favores. La peliblanca extrañaba a Alessandra más que a nada y el echo de apartarse voluntariamente de ella le habría parecido impensable hace un mes atrás ¿Cómo podría mirarla a la cara con tantas sospechas instaladas en su mente? Más aún ¿Podría explicarle que a través de su vínculo matrimonial presentía estar siendo engañada? La Ashryver cerró los ojos dándose un momento antes de tomar asiento en una de las butacas metálicas de la barra y sonreír - Cuentame que ha sido de ti desde ese alocado viaje a Wonderland. @

- Nada de esto me gusta ¿A caso no conocen el significado de la palabra refinado? - dando un sonoro golpe al suelo con uno de sus zapatos de tacón, Kamra se miró al espejo viendo reflejado allí el más puro disgusto - Todo lo que me has traído parece sacado del guardarropa de una zuripanta. Es una reunión de cumpleaños, no un show de strippers. La peliblanca dió media vuelta para enfrentarse cara a cara con una de sus empleadas. La mujer abrió la boca para hablar, pero Kamra la detuvo poniendo una mano en alto - No necesito que hables, mejor camina fuera de la habitación. Tus servicios ya no son requeridos - evitó añadir que quizás no volvería a poner un pie en el Castillo Rambaldi por el resto de sus días, pero ese día no sería eclipsado por nada del mundo. Tomando el asunto en sus manos se adentró en su guardarropa hasta conseguir el atuendo de cumpleaños perfecto. Años atrás su mejor plan de cumpleaños consistía en poner un infierno entre ella y los demás, huyendo hacia sus muchos refugios. Alessandra había cambiado eso para ella, dándole otro significado a la fecha y colmandola de regalos que iban más allá de lo material...a Kamra le era irónico el hecho de que llevara ignorando a la rubia durante dos días hasta la fecha - Hoy no debes pensar en ello Kam - se recordó dándo unos últimos toques de rubor en su rostro. Con una última mirada al espejo abandonó los terrenos de la Familia Rambaldi sin molestarse en dejar una nota para Alessandra. --------------- Zigsagueaba entre las mesas del Shadow Hunters mientras sus ojos ámbar recorrían el lugar en busca de una persona. Aries, el que había sido su hermano durante su corta estadía con la familia Ivashkov la había invitado a su Club ese día y considerando su frío saludo la última vez que lo había visto, Kamra no podía dejar de sentirse extrañada. Apoyó su bolso de mano sobre la barra mostrador al mismo tiempo que llamaba la atención del barman. Esperaba que Aries apareciera antes de que sus ánimos la llevasen a huir del todo. @ P/d: medio sin inspiración xd

¡Hola! Nunca me había pasado por aquí antes, pero he visto a todos muy contentos con sus firmas y debo añadir que se ven geniales uwu Imágen: Touch me (? Texto: Maksim S. Ashryver Avatar: claro que yeah Observaciones: lo que creas conveniente, me suelen gustar las firmas oscuras/elegantes. ¡Gracias!

Por primera vez en un largo tiempo, no sabía que esperar. Las manos amenazaban con temblarle y a cada minuto que pasaba reconsideraba sus razones para estar allí, después de haber sido ignorada de maneras que no sabía podían doler tanto, Kamra no estaba segura de porqué había accedido a encontrarse con su hijo prodigo. Pero allí estaba frente a "The Ramen Kingdom", media hora antes de lo acordado y con su humor cayendo en picada. No sabía la razón por la que estaba allí con tanta antelación ¿Quizás deseaba ver por si misma que nada cambiaría? Conforme el tiempo pasaba, sus ideas no hacían más que enredarse y confundirla...deseando haber declinado encontrarse con el en primer lugar. La peliblanca pasó una gran parte del día pensando en la reunión inminente con Racks, en el discurso tajante que podría soltar ni bien viera su rostro, pero también en lo mucho que deseaba que su relación fuese como antes de que se fuera sin ninguna explicación. Sus botas negras de caña corta rasparon el adoquín de las calles de Diagon Alley cuando decidido abandonar el lugar, el tacón aguja atascandose contra una grieta y haciéndola tropezar justo cuando escuchó una voz conocida gritar su nombre - Que un rayo me parta - Kamra cerró sus ojos sientiendo como el corazón se saltaba un latido y volvía a palpitar frenético luego. Con sus manos aplanó el frente de su pantalón de vestir verde mientras se giraba para enfrentar a su hijo. El parecido siempre le hacía retener la respiración por unos segundos. Kamra no pudo más que asentir hacia Racks mientras este sostenía la puerta para ella, de manera más que pintoresca y rara si debía ser honesta. Las palabras le faltaban para decirle que ese protocolo no era en absoluto necesario y una parte de ella se preguntó porque el niño sentía que si lo era ¿Qué tan egoísta y narcisista había sido en el pasado? Encontrar una respuesta a eso no la traía exactamente animada. El joven peliblanco se apartó para conseguir indicaciones y no tardaron en dirigirse hacia el segundo piso. Sus ojos dorados lo analizaron de soslayo. Podía apreciar la manera en que se esforzaba para hacerla sentir cómoda a su alrededor, y como de nervioso estaba... quizás más que ella. Con eso en mente y con tantas cosas que ahora debía dejar para analizar más tarde, tomó asiento frente a Racks, cruzando las piernas bajo la mesa antes de acomodar su ahora corto cabello blanco. - Ajetreado. Tienes nuevos hermanos - las palabras abandonaron sus labios con un tono morzas que no había pretendido ocupar, pero las palabras salían como si mantenerlas la estuviese envenenando lenta y tortuosamente - Cinco nuevos hermanos, a los que no has conocido por...¿Porqué no los has conocido, Racks? - ambas manos de la peliblanca se cerraron en puños mientras buscaba con la mirada a uno de los mozos - Brandy, puedes traer la botella - dijo cuando uno por fin se acercó a ellos. - ¿Y bien? - era consciente de que hostigarlo de esa manera era incorrecto. Pero había perdido tantas cosas en tan poco tiempo...perderlo a el había sido el comienzo de todo aquello. @@racks1804

@@Jank Dayne Hey Sweety <3 A decir verdad no me acordé que había puesto demonio en el apartado de raza ¡gracias por avisar! Estaba ansiosa por qué me aprobaran la ficha *-* Será Vampiro entonces. No sé si estoy cumpliendo con las lineas. Bla bla, ice ice baby. Listo (? Ten una bonita noche/madrugada

La oficina de Luca no estaba nada mal, decidió al recorrerla con la mirada. Pocas veces había entrado al despacho del Van Halen y jamás pudo echar un vistazo de forma detallada por el hecho de que, en su mayoría, eran asuntos de extrema premura los que la llevaban allí. El decorado era sobrio, con muchas referencias a Rumania por todos lados. Había armas exhibidas en las paredes - lo cual no le extrañaba en absoluto - una silla que se veía más cómoda que su propia cama permanecía inmóvil detrás de un exquisito escritorio de roble tallado a mano - Solo lo mejor de lo mejor. Kamra bufó, reparando en la cantidad de papeles apilados sobre el mismo...era irónico que Luca, quien no tenía un solo cabello fuera de lugar, tuviera su escritorio tan desordenado - Qué puedes decir tu, Kam - tomó una taza de café vacía y la desechó- No eres mejor que él si eres sincera contigo misma. La peliblanca bajó la taza en el mismo instante en el que la puerta se abría revelando a los dos guardias del recinto, un niño no mayor de 16 años detrás. Su figura más pequeña era totalmente eclipsada por los dos hombres frente a el, quienes parecían haber consumido una cantidad absurda de anabólicos...no había otra explicación para su inusual gran tamaño. - ¿De qué se trata todo esto? - el muchacho comenzó a balbucear haciendo que Kamra se fijara en él con más detalle. Su túnica se veía gastada, un poco fuera de lugar para la clase de niños que los visitaban ese día, el cabello rubio cobrizo y alborotado solo lograba que su apariencia desentonara aún más - ¿Allanamiento? De qué hablas si esto es un lugar público... Las cejas de la peliblanca se alzaron, admirando el cambio ante sus ojos - Deberías añadir el robo de identidad a tu repertorio, es aún más acorde amigo mío - una sonrisa se extendió por sus facciones y despidió a los guardias con un ondear de su mano. - Sin duda es una gran sorpresa que estés aquí, Eobard - Kamra señaló hacia la pequeña sala de estar que estaba dispuesta en el amplió espacio, tomando asiento de manera elegante esperando a que el hiciera lo mismo - ¿Cuánto a pasado? - meses, años quizás -No puedo evitar que me haga gracia ésta situación ¿Si sabes que la entrada es libre aquí? La vida de Kamra se trataba exclusivamente sobre el trabajo y la familia. El hecho de que sus hijos fueran aún muy dependientes de ella más sus tareas como gobernante recientemente añadidas a la ecuación, hacían que el tener amigos fuera una tarea imposible. Por alguna razón, Kamra pensaba de esa manera sobre el mago frente a ella aunque ninguno de los dos sabía mucho sobre el otro. - ¿Qué ha sido de ti? - era una pregunta buena para iniciar. @@Eobard Thawne

¡Hola! ¿Cómo están todos? @ tengo en cuenta que al estar bajo el poder de Inglaterra, Escocia no tendría más remedio que obedecer sin chistar a la caída del estatuto...pero la idea (y no se si logré dejarla clara en el primer rol, es todo un lío) no es ir contra la caída. Más bien el debate de si obedeceremos o no es para tener feliz al parlamento, y seducirlos con algunas promesas vacías. La situación entre Londres y Escocia es un tira y afloja (? Les conceden pequeñas cosas: su propio parlamento (recientemente) su propia liga en los juegos olímpicos, propias leyes...siempre bajo su monitoreo. Pero como estamos en rol y podemos cambiar algunas cosas, mi idea era decir que Inglaterra autorizó a la familia real a ostentar el título pero si, y solo si, se encargan de cosas meramente superficiales. Ese pequeño hecho daría pie a un rol más grande que luego de que pase este, quería organizar uwu Kamra apoya la caída, es mortia y la sangre debe ser pura o no existir

Hacia un bonito día en las calles del Callejón Diagon...lo que era relativamente raro, considerando las escasas veces que Kamra Ashryver Rambaldi pensaba así del centro del comercio mágico en Londres. La mañana gozaba de la más deliciosa y fresca brisa de otoño mientras el sol brillaba en lo alto...un clima inusual para Inglaterra, sin lugar a dudas. En comparación a otros días, la peliblanca estaba de buen humor a pesar de que la habían obligado a salir de la cama a horas tan tempranas. Lisa Delacour había escrito una carta concisa y tajante: "hazte cargo del Romania in Londra hoy, bestia" había sido la frase más amistosa de la misiva. Tendrían visitantes ese día, un grupo de niños de intercambio irían a aprender sobre las tradiciones y la historia de Rumania. A pesar de que ella no era quien les daría el recorrido, Lisa había sido clara en el hecho de que alguien debía estar allí mientras se llevara a cabo, frente a cualquier eventualidad que pudiera suceder. Ese no era el único trabajo que se le había encomendado para el día. La soberana Rumana estaría encargándose de asuntos privados, y no podría estar presente - ni ella ni su primo Luca Van Hallen - para las pruebas de admisión del clan lobo negro. Como Comandante del Clan Némesis, era su deber tomar el trabajo en sus manos. Kamra atravesó la pequeña distancia que quedaba entre ella y la puerta de ingreso al Museo Rumano. Al instante los trabajadores que preparaban todo para la apertura del día le saludaron con asentimientos de cabeza, otros con ademanes de sus manos. - Si cualquiera pregunta por quién está a cargo, por favor envíenlos a la oficina del señor Van Halen, allí estaré - la peliblanca era una de las pocas personas autorizadas a entrar al tercer piso. Este exclusivamente reservado para el entrenamiento de los integrantes de Hunyad, y sus aspirantes. Kamra subió al último piso, y esperó a que los reclutas llegaran ------- Off rol: Hey, me pareció divertido algo de entrenamiento xd @@Eobard Thawne

12 de Marzo, 23hs. Castillo Rambaldi. El escritorio estaba cubierto de papeles esperando a ser leídos que aún no había tocado...y sinceramente no estaba segura de querer hacerlo. Los últimos días habían sido una locura, lechuzas entraban y salían sin parar de las almenas y Kamra Ashryver Rambaldi comenzó a sopesar la idea de contratar una secretaria para administrarlo todo. Conforme los minutos pasaban, la ahora Regente de Escocia anotaba los puntos a discutir con su parlamento en construcción, mientras asimilaba todo lo que había sucedido: En un momento solo era una hija sin nombre de algún bastardo que la había abandonado, al otro era contactada por fuentes desconocidas que aseguraban que era miembro de la familia real escocesa. No se trataba del producto de la unión entre Ingleses y Escoceses, sino que pertencía a una dinastía que se remontaba a la época en la que los Celtas regían su tierra, cuando su sangre no había sido diluida tras la conquista de los Normandos. Cansados de buscar la mayor autonomía posible y trabajando a escondidas del poder de Inglaterra, los Lores habían recurrido a buscar a quienes pudieran devolverle a Escocia el esplendor que estaba seguros merecían y que aún les quedaba como Nación, aunque las sombras de la corona Inglesa las estaban diezmando. Personas nobles que salieron de dinastías que se habían creído perdidas ahora retornaban a su tierra natal, y Kamra era responsable de ellas. Dejando de lado un archivo anormalmente pesado, sus ojos se desviaron hacia la ventana de su estudio. Mas allá de ésta, se alcanzaban a divisar... - ¿Qué está sucediendo? - magos...alzando el vuelo en sus escobas, corriendo por las calles de Ottery...gritando - ¡Raissa! - llamó a su elfina y apuntó hacia las calles - ¿Qué en el infierno está ocurriendo? Ve a averiguar, no tardes. - la rudeza contra la criatura temblorosa había sido innecesaria, pero un temor creciente se extendía como melaza por su cuerpo, su temor solo aumentó cuando Raissa estuvo devuelta. - ¡Ha caído!...El estatuto del secreto de la magia a caído. El ministro Inglés lo ha decretado - Kamra estaba segura de que reflejaba el mismo shock que la criatura parada frente a ella. - Esto...¿Cómo? - la peliblanca sacudió la cabeza no permitiéndose perder un segundo más de tiempo - Contacta a Alessandra, dile que la espero en el Parlamento Escocés, ahora. Era una locura. Una locura y sin embargo...Libres...la palabra resonó en su mente como un tambor, la música que generaba se propagaba por ella haciendo a su magia vibrar. Mas sin embargo, no se trataba de lo que ella deseaba, no más. Corrió hacia su vestidor. No tardó en cambiarse por un traje azúl con detalles amarillos, haciendo alusión a la bandera de su patria...y mientras desaparecía, una idea iba tomando forma. Palacio Holyrood, Edimburgo - 13 de Marzo, 00hs Las calles de Edimburgo estaban llenas de personas en pánico. Kamra no estaba segura de si eran únicamente muggles. Los ciudadanos escoceses de la comunidad mágica, aunque liderados por otro país, aguardaban no con poco nerviosismo a qué su parlamento hablara...pero los dos hombres de la prensa que habían llegado corriendo hacia ella ni bien hubiera puesto un pié en el palacio no se veían en absoluto estables. Sin decir palabra alguna, sin hacer contacto visual, la Ashryver caminó a su despacho. Ninguno de ellos pertenecía al parlamento muggle del que también se hacía cargo. Ellos eran portadores de magia...quienes no estaban siendo discretos al lanzarle pregunta tras pregunta. Arrugó la nariz, reprimiendo sus ganas de hacerlos callar por las malas - Usen la entrada que es exclusiva para ustedes, no responderé sus preguntas hasta cualquier conferencia pública que hagamos - esperó hasta atravesar la doble puerta hacia su despacho, caminando más allá hacia la habitación que era su entrada exclusiva hacia el ministerio de magia Escocés, más exactamente a la sala de juntas que allí le esperaba, antes de lanzar un sonoro suspiro. El frío del picaporte de metal mordía su piel mientras lo sostenía, dándose unos segundos antes del caos que sabía la esperaba tras las puertas insonorizadas. Kamra las abrió y cerró tras de si, al instante los sonidos de una discusión a mil voces la golpeó. - Buenas Noches - su voz salió firme, haciendo callar los murmullos y voces alzadas. Los tacones de Kamra sonaron contra el piso de Mármol mientras tomaba asiento bajo el imponente escudo de armas de La Familia Real, el asiento del soberano al mando - Discutiremos el tema que apremia, por el cual todos estamos aquí. El Ministro de Inglaterea ha hecho lo impensable, y más allá de la ideología que tengamos debemos llegar a un acuerdo, por el bien de ésta Nación.No quiero escuchar, preguntas absurdas. Ni acusaciones...Necesito que estemos unidos y con la mente clara, así que si van a abrir sus bocas solamente para soltar el mismo cuento que he escuchado sobre el secreto de la magia toda mi vida, pueden retirarse. - las caras que veía a su alrededor...los Lores y Ladys, ministros y Tesoreros...estaban en blanco. El miedo o la incertidumbre, cuál fuese el sentimiento con el que estuvieran identificados, no les dejaba hablar. - ¿Hay alguien que desee decir algo antes de que retome la palabra? @ @@Anthony Ryvak Dracony

- No hermana - dijo sonriendo levemente - mis hijos son adorables, tu eres la que da miedo, blandiendo tu varita por doquier. Tomó a Mikhail de uno de los brazos de Saori, Aelin en su otro brazo no paraba de tirar de su cabello color luna mientras se trasladaba por los pasillos, pidiendo a sus elfos llevar sillas y juegos para los niños. - ¡Richard! - su voz resonó una vez atravesaron la puerta del castillo. El pequeño rubio se paseaba con su bicicleta por los terrenos del castillo sin parar desde que le habían enseñado a usarla...sin discriminar si el camino estaba hecho de concreto, pasto o de costosas flores - ¿Te apetece un bocadillo, amore? - ¡Mami! ¿Has visto lo rápido que iba? ¿Me viste? - el pequeño Rambaldi no cabía en sí mismo de la emoción, brincando de la bicicleta hasta llegar a ellas, sus rizos dorados rebotando casi tanto como el - Si es chocolate, quiero un bocadillo. - Estoy segura de que hay chocolate para ti, pero debes lavarte las manos antes - una sonrisa floreció en los labios rojos de Kamra - Acércate, piccolo - la peliblanca se inclinó para susurrarle al oído - ¿Porqué no vas a decirle a tu madre, que creemos que se ve hermosa con esa nariz arrugada por refunfuñar tanto? Y puedes comer más bocadillos ésta vez - chillando, el rubio tomó su bicicleta para acercarse a Alessandra y Mía. El jardín de cerezos ya estaba dispuesto con la cuna de los quintillizos y los juguetes de Richard, quedaba un poco alejada de la construcción principal, pero la caminata hacia allí era relajante... más aún considerando las delicias dulces y saladas que los aguardaban. El viento traído del pequeño bosque circundante aclaró su mente y el dolor que reinaba en su sien disminuyó, sus facciones relajándose. Kamra buscó con su mirada a Hannah antes de caminar a su lado - ¿Qué tal? No te he visto por un largo tiempo. Me disculpo si no querías abandonar los libros - sonrió a la rubia mientras evitaba que Mikhail se metiera a la boca un mechón de cabello blanco - ¿Me ayudas? @ @ @ @@Mia Zoeh