Kamra Ashryver D.

Kamra frunció el seño ligeramente ante la presentación poco ortodoxa de Sean. Ella era - a leguas - una persona pervertida hasta la médula, pero jamás lo iba diciendo por ahí. Más bien se le notaba... sabía que su andar y sus maneras delicadas aunque brutales (según algunos) podría hacer estremecer de deseo al alma más fuerte o débil...o hacerla huir. Se obligó a si misma a sonreír y asentir. - Es un gusto conocerte - y lo era dejando de lado sus indiscreciones - y en efecto, Helike y yo fuimos matriarcas a la vez en un periodo de tiempo minúsculo, aunque no se qué fué de ella luego de eso. Rodaba los ojos mientras escuchaba a Lisa - sin poder dejar de intentar fastidiarla - cuándo Kaori hizo acto de presencia. Tambíen le fue imposible evitar soltar una risita al ver a Alessandra tan celosa por un niño al que ni siquiera le habían salido bellos en el pecho. - Kaori bonita, muchas gracias - mientras saludaba, su esposa agitaba los brazos hacia una niña apartada de la multitud, pero que parecía cómoda con su soledad, observando a todos. Al instante se sintió un poco identificada y la saludó con una sonrisa genuina - bienvenida a nuestra casa, joven Luna - ¿Era coincidencia que su cabello tuviera el color de la luna? Decidió que era mejor dejar de filosofar, pero cuando se giraba a susurrar alguna cosa escandalosa en el oído de su rubia, Lisa la apartaba de un tirón y se la llevaba no muy lejos de ellos. Al ser híbrida entre demonio y vampiro, Kamra logró escuchar a la perfección la conversación que tenían las dos Delacours. Su mirada dorada se trasladó hacia el futuro padre de Alessandra y sintió un hormigueo subir por su espalda. Era Nyx intentado salir a la superficie, como siempre pasaba cuando a Lisa se le erizaba la melena de lobo. - Me parece que tenemos un problema aquí, querido casi suegro - éste estaba arrodillado frente a la loba de la soberana y no era bueno para él hacerse del domador de bestias - Esa loba solo obedece a cuatro personas: a Lisa aquí presente, Luca Van Halen, Dimitri y a quien te habla...elige tus movimientos correctamente y si me dejas darte un concejo - Kamra se acercó hacia él sin despegae su mirada dorada, ahora aremolinada de color Ónix gracias a la cercanía de su demonio, de los ojos de Sean - no le des ningún filete, porque el único trozo de carne que quiere tiene nombre y está peligrosamente cerca de ella. La peliblanca al ser comandante miembro de Hunyad no podía dejar de cumplir con los deseos de Lisa. Era oriunda de Rumanía, por lo tanto estaba bajo su mandato, pero ver el rostro de su esposa afligido entre que hacer y que no la hizo dudar. Miró hacia la morena de ojos verdes, suplicando alguna alternativa. Pero ya conocía la respuesta. - Levántate Sean. @@Lisa Weasley Delacour @ @ @@Dennis Delacour @ @

Sus pasos no emitían el más mínimo ruido mientras caminada por detrás de los otros. Había insistido bastante en tomar la retaguardia para cuidarlos a todos, al fin y al cabo, Kamra había pasado mucho más tiempo perfeccionando sus sentidos que aprendiendo a cambiar pañales. La caza y lo que ello conllevaba era literalmente para lo que estaba hecha. No culpaba a Lisa de haberla sacado de su castillo ya pasada la medianoche. Sabía que era importante si lo hacía e igualmente no era como si tuviera la elección de declinar lo que fue, de menos, una orden directa. Y lo agradecida , oh-santos-dioses lo agradecía tanto. En lo que tuviera que ver con niños no se sentía apta...cada vez que los tomaba en brazos temía dar un mal paso o lastimarlos. Y fué por esa misma razón que obligó a su esposa a ir por delante de ella. Si algo salía mal prefería que ella saliera de allí con Lisa y Daniel, a perderla y así condenar a sus hijos a tener una madre de su calaña. Deslizó su mirada por la niebla amarillenta buscando alguna amenaza que pudiera surgir desde abajo, extrañada por el color parduzco que ésta poseía. Su cabello estaba trenzado había atrás como cada vez que salía en una misión suicida con Lisa o Luca y la nuca le picaba de un mal presentimiento que no se podía sacudir. - Entendido - dijo con voz firme mientras respondía al instante a la orden de la soberana, acercándose con pasos cautos por detrás del joven Daniel - pero no antes de mirar en dirección a Alessandra - quien ya contoneaba sus orejas de conejo, comenzando a rastrear al igual que ella. La construcción vibraba con ecos de un poder que había sido utilizado hace no mucho en su línea de tiempo. Como si no fuera poco el escenario cliché que tenían enfrente - Daniel no toques nada - dijo observando cómo éste se acercaba demasiado al círculo negro trazado en el suelo - déjame ver a mi - tomó posición al borde de la circunferencia e inhaló. El olor pútrido le quemó la nariz y colocando una mano sobre el pecho del chico lo llevó hacia atrás - No toques las paredes, busca algo que esté fuera de lugar, alguna trampilla - miró a Lisa antes de continuar - no hay pisadas en el exterior que indiquen si alguien se acercó desde fuera, así que quien sea que haya usado éste poder puede moverse por dentro de las ruinas ¿Catacumbas quizás? La única luz en la habitación era el patronus de Lisa, ya lo había visto antes, pero casi nunca lo usaba...lo que podría significar que estaban realmente ***idas. Quizás con su tamaño pequeño Alessandra pudiera ver cosas que ellas no y confiaba que con las habilidades de todos lograrían conseguir algo significativo esa noche. La luz de Gaia - como le decía Lisa - se filtró por una de las ventanas una vez más y un destello de prisma se disparó en la pared. - ¿Es...alguna clase de calendario lunar? @@Lisa Weasley Delacour @

Su cuerpo se encendió y tembló, como si los besos de su esposa fueran una onda expansiva. Sentir los labios de Alessandra en contacto con los suyos y la manera en que su lengua acariciaba la de ella ( ) la dejaba en una especie de trance erótico del que no deseaba salir jamás. Pero a regañadientes abandonó el refugio que le brindaba y le sonrió mirándola a los ojos , diciéndole con su mirada lo que sabía que ella también pensaba ...Luego, amore mío . Ell brazalete de su boda se calentó en su muñeca, evidencia de que no solo estaban unidas de forma terrenal, y supo que durante un breve instante, la Delacour había oído su promesa susurrada en lo más profundo de su mente. - Te ves radiante Alessandra - no pudo evitar pronunciar el nombre de la mujer de su vida con un suave ronroneo Recordando que tenían audiencia, la peliblanca posó su mirada dorada en la persona que estaba frente a ella. Ladeó la cabeza ofreciéndolé lo que ella entendía como sonrisa amigable...esperando que no se pareciese en lo absoluto a un movimiento felino y premeditado. - Kamra Rambaldi, es un gusto conocerlo señor...- aguardó a su respuesta mientras pensaba que eso de socializar era pura basura, pero por Alessandra lo seguiría intentando. Su mano acariciaba la espalda baja de la rubia en un patrón circular casi ausente. Y mientras prestaba atención al hombre frente a ella, algo la hizo virar la vista hacia la entrada. Sientió una risa genuina expandiéndose por su rostro mientras llamaba la atención de @@Lisa Weasley Delacour había ellas. Sabía que era - junto a Alessandra - las agasajadas esa noche. Pero la matriarca no olvidaba sus primeras responsabilidades. Sabía que Lisa estaba acostumbrada a reverencias pronunciadas y a miradas de profundo respeto, dignas de su alta alcurnia. Kamra jamás se habría inclinado ante nadie. Pero era miembro del Clan lobo negro, miembro de la guardia de Hunyad, todo lo anterior por elección propia. Así que inclinó la cabeza a modo de respeto antes de sonreír despreocupada. - Veo que trajiste el pequeño trasero de un menor a la fiesta, Lis - dijo su nombre ocupando aquella flexión petulante que sabía disgustaba a Lisa - no me hagas tener problemas con la correcta concientización de las bebidas en menores de edad y controla al pequeño hormonas - dijo mirando a Daniel de soslayo - pequeña rubia ¿No vas a presentarme a tu amigo? - dijo al notar que había transcurrido todo ese tiempo sin saber quién era el mago con quien tanto hablaba su esposa. @ @

Su habitación en la mansión Delacour estaba impecable a pesar de que no la había frecuentado en casi más de 6 meses. Recorrió todo con la mirada mientras pensaba en la charla que había tenido con su mejor amiga Aleksandra, tan solo media hora antes. ¿Qué le hacía creer que podía desaparecer sin más, teniendo en cuenta todo lo que sabía de ella? Su estado estaba controlado, pero la rubia nunca sabía cuándo se saldría de control...y hasta la fecha solamente habían dos personas que la podían sacar de esa situación peligrosa. Kamra daba repiqueteos rítmicos en el suelo con su zapato de tacón beige, mientras esperaba a que los elfos terminaran de planchar su hermoso vestido naranja. No era un color que frecuentara, pero la había cautivado en el instante en que puso sus ojos sobre ella. Con un movimiento de su varita arregló su larga cabellera blanca en un moño semirrecogido, dejando caer la mitad de su melena sobre su espalda. En cuanto Raissa acabó con todo, se deslizó dentro de la prenda y lo ajustó en los lugares necesarios. Antes de ver el resultado, aplicó unas sombras en tonos dorado y melocotón en sus ojos, y sus labios resaltaban pintados de color carmín. Caminó hacia el espejo de cuerpo completo y sonrió hacia su reflejo. Había hechado de menos sentirse hermosa, los vestidos y las joyas adornandola exquisitamente. Ver el brillo en la mirada de Alessandra todos esos meses ayudaba, pero quería darle más que aquello, y esperaba que el vestido le encantara tanto como a ella. ... Kamra descendía los escalones para reunirse con sus invitados y amigos, pero aún más importante, con su esposa. Quería darle una noche que recordara, una de colas de vestidos girando al son de la música. Muchas de las caras que veía, le eran desconocidas, lo que hablaba de lo apartada que había estado no solo los nueve meses con sus hijos en su vientre, sino toda una vida evadiendo personas. Alessandra era una persona sociable, y debía hacer estos pequeños pasos para ella. Sus ojos ambarinos recorrieron los rostros de aquellos a los que no conocía y sonrió de lado al ver a su hermana @@Dennis Delacour y a su hija @Mia Zohe. Pero su corazón empezó a martillear en su pecho cuando vió a su rubia. Cuando terminó de bajar, caminó pausadamente hacia ella, sintiéndose extrañamente sensual...y cuando llegó a su lado posó una de sus manos en su cintura, acercando sus labios al oído de la Delacour. - Cara mía - dijo besando su mejilla. @ @

Flashback No uno..sino cinco. Tenía a todos sus hermosos bebés junto a ella. Con sus ojos curiosos, impacientes por descubrir nuevas cosas, sus manitas alzadas hacia el cielo que les pertenecía, porque todo lo que ellos quisieran sería suyo...Kamra les daría el mundo entero. Las lágrimas que recorrían sus mejillas no eran más que de pura felicidad. La embargaban sentimientos de euforia y triunfo después de meses esperando ese momento, haciendo casi imposible que su pulso se normalizara. Besó cada una de sus cabecillas, susurrando sus nombres en la soledad de su habitación...la única otra persona que la ocupaba era su amada esposa Alessandra. Alzó la vista para conectar con esa hermosa mirada color cielo, y sin poder contener una carcajada de pura felicidades - después de lo que pareció una eternidad de sentirse insegura - sonrió. Fin flashback - Tacones, cuánto eché de menos usarlos - se dijo a si misma mientras recorría la distancia desde la habitación de sus hijos hasta su tocador. Había extrañado salir del Castillo, ver más que las aburridas paredes de su habitación y las salas de estar...caminar más de 5 inútiles metros, y que mejor que asistir a una fiesta - su fiesta - para reintegrarse a la sociedad. Kamra miró hacia la cuna de sus pequeños angelitos y sintió como su corazón se hinchaba en su pecho. Tenía cierta resistencia a dejarlos solos, pero su esposa había insistido en que saliera, que sus elfos eran más que capaces de cuidarlos mientras se ausentaba unas horas. Así que después de ponerse un vestido rojo ajustado que se ceñía a la perfección a cada suave curva de su cuerpo, con su melena blanca cayendo libre por su espalda y portando en sus labios una sonrisa cincelada en rojo carmín, desapareció para encontrarse instantes después en la mansión Delacour. Saludó con un ademán a los elfos, dando indicaciones vagas en la decoración y se dirigió sin más preámbulos a la habitación que ocupaban en la residencia fenixiana. Pero antes de que abriera las puertas de la alcoba, un aroma conocido llegó a ella, seguido de los pasos apurados de un elfo que parecía estar vagamente aterrado. - Mar - dijo obstruyendo el camino de la pequeña elfina de Alessandra - ¿Porqué tan asustada? ¿Quien ha llegado a la mansión? - sin darle tiempo a responder y sientiendo que la pequeña criatura la seguía, rastreó aquel aroma. Dando con la habitación más alejada del pasillo. Antes de abrir la puerta sonrió. - Miren quien decidió aparecer - ronroneó hacia Aleksandra mientras se recargaba contra el marco de la puerta. @ @

¡Hola esposita Preciosa! Bienvenida una vez más a esta, tu casa *la amorosea y la arrastra hasta su cuarto rojo* Obvio sé que kytta no tendrá el más mínimo problema a que eso sea así. Para ella nadie te quita de tu lugar como hija jaja. Así que obvio más que aceptada a que me fastidies, digo nos fastidies Te amo!

¡Buen viernes! Paso a aceptar tu baja @@Ethan Lenteric. Gracias por los buenos deseos y lo único que debo decir es que en ningún momento nos alejamos de nuestras raíces. Los ideales de cada uno no importan si son cordiales, compañeros y por sobre todo, que respeten los de los demás. Espero que los caminos que tomes te lleven a cosas buenas ❤ Un rambaldi siempre será Rambaldi. ¡Saludos y que tengas un buen fin de semana!

Kamra giraba sobre sus propios pies, observando su propio reflejo en el espejo de su habitación. En su cara se había instalado una expresión enfurruñada desde que había visto el pijama que le había mandado Aleksandra, su mejor amiga, alegando que con esa barriga que llevaba lo único que le quedaría bien sería un traje holgado, y que se vería aún más maternal. Se podía ir al diablo junto con sus ocurrencias. Pero al cabo de un momento, las orejas de reno más bien le hacían gracia, y su barriga abultada e inusualmente grande para los meses de gestación que llevaba se veía adorable con la suave tela de lana marrón cubriéndola. Finalmente se sonrió a si misma. Parecía que al fin todo lo que necesitaba estaba en un solo lugar. Junto a su esposa, bebés en camino y su familia. El bello de su nuca se crispó y dio un gritito seguido de un salto abrupto al oír la fuerte voz de su madre. Y de vuelta con la cara enfurruñada, bajó hasta la habitación en donde de encontraba, confiando en que no la molestaran tanto por su atuendo de reno La peliblanca tuvo que cubrirse la boca para no soltar una carcajada hacia Oniria y su atuendo e hizo un esfuerzo porque no le temblara la barbilla al hablar - Ya me tienen aquí - dijo extendiendo los brazos y apretando los labios en una fina línea para no reír - Se ven adorables todos. @ @@Oniria

Muy buenos días! Queda aceptada tu baja @ , fue un placer tenerte con nosotros y que hayas formado parte de nuestra bella familia ♥ Completo lineas tururuturu (? Que tengas un bonito día Semper Rambaldi

Había permanecido días en el castillo Snegovik, encantada por el clima que allí prevalecía, disfrutando de la compañía de su madre y de los amigos y familiares con los que de vez en cuando se topaba por los pasillos. Pero la peliblanca sentía un cosquilleo extraño en su piel esa noche que no había experimentado durante toda su estadía. La habitación que se le había asignado estaba a oscuras casi en su totalidad, exceptuando por el candelabro descansando a un costado del sillón que - había decidido - era su favorito. Las sombras que proyectaba parecían danzar de una manera tenebrosa, y cuando jamás había sentido miedo o alarma estando en la oscuridad, ahora tocándose el vientre, sentía que tenía algo que perder. Un escalofríos recorrió su espina dorsal. Sentía la urgencia de salir a investigar y acabar con ese absurdo. Ella no se asustaba, no temía a nada y nadie lograría hacerle daño. La chica de ojos dorados desplazó la mirada por toda la habitación antes de tomar el candelabro y dirigirse al armario. Se apresuró a colocarse una bata de seda roja que colgaba de una de las puertas de la coma de forma descuidada y no dudó en salir al pasillo. Kamra no sabía lo que buscaba, o que podría amenazarlos en una noche tan tranquila, pero cada paso cuidadoso parecía estruendoso en el absoluto silencio de la construcción y la oscuridad parecía tragárselo todo. Su demonio Nyx, parecía alzarse en advertencia. Susurrando en su mente que algo no estaba bien. <<Se está acercando>> Kamra empujó a Nyx al fondo de su mente, justo antes de que un estruendo sacudiera al castillo y un viento helado apagara las velas del candelabro. No necesitaba iluminación para ver con claridad, así que sin recordar tener cuidado al correr, se apresuró a llegar al lugar de donde había venido el sonido. Pero cada paso que la acercaba a la habitación de los patriarcas hacía que esa oscuridad familiar dentro de ella se alzara y acelerara su pulso. Ese sentido animal que tanto trataba de controlar y ocultar parecía enloquecerla ahora. Kamra batalló contra sus colmillos deslizándose hacia afuera dolorosamente hasta que se encontró con lo ultimo que esperaba ver. Se apresuró, llegando en un latido del corazón donde estaba Marie. Tomándola del rostro y luego girándose hacia los tres líderes de familia - ¡¿Qué es lo que les ocurre?! - su grito hizo que las cienes le palpitaran y cuando se fijó a su alrededor supo que no eran ellos. Si la estrella dibujada en el suelo, la ouija descartada a un lado y las velas no le decían nada, entonces los ojos de su madre le confirmaban lo que ya estaba pensando. No había nada de Leah en el rostro que le sonreía. @ @Oniria @@Jank Dayne @@Dennis Delacour

Kamra se encontraba a las afueras del castillo de la familia Snegovik cuando, con su afinada audición, escuchó un revoloteo de alas muy caracteristico. Junto con el llegó el suave aroma al perfume de su hermana Saori. Sonrió y dejando de lado la espada que minutos antes había estado blandiendo ante un adversario invisible, dejó que el pájaro de posará en su antebrazo para luego comenzar a leer la nota. La peliblanca devia admitir que había echado de menos las bromas y ocurrencias de la asiática más de lo usual. Estando rodeada de personas con su mismo carácter casi todos los días sentía que necesitaba romper la rutina. Y que mejor compañía que Saori. Envainó su espada, dejándola en su costado y con un movimiento de su varita secó su ropa mojada a causa de los pequeños copos de nieve que consistían en unos pantalones de cuero negro, botinetas color bordo y un corsé de mangas largas del mismo color. Ella debía encontrarse en el castillo Ravenclaw, así que sin más preámbulos pensó en el lugar y desapareció. En las afueras de la residencia Ravenclaw Caminaba ya hacía la gran puerta del Castillo cuando escuchó el retumbar de una voz grave en el interior, seguida de el inconfundible timbre de Saori. Y lo que escuchaba no le agradaba en lo más mínimo. La Snegovik no se molestó en tener modales. La ira recorría cada poro de su ser, solo pensando en quien se habría atrevido a ponerle un dedo encima. Y en lo que le esperaba. Nyx, su demonio,arañaba las paredes de su mente exigiéndole a la Matriarca que la dejase salir. Kamra abrió de una patada la puerta principal. Buscando automáticamente a su hermana, quien estaba amordazada en el suelo intentando dialogar con su atacante. Entonces desvío su mirada color ámbar hacia el hombre situado a unos metros de donde estaba. Sus ojos debatiéndose entre el negro onix de Nyx, y los dorados suyos. Ladeó la cabeza sacando su varita, mirándolo con fría calma y han amenaza de sangre imposible de ignorar. Negó con la cabeza, dibujando en su rostro una sonrisa cuanto menos amigable - No creo que ese sea el actuar apropiado para un caballero de su porte - rodeó con paso elegante a Saori colocándose frente a ella -No. Definitivamente lo atribuiría más al comportamiento de una rata. - ¿Porqué no bajas tu varita y lo resolvemos de un modo más justo? - al decir esto, la híbrida acarició el mango de la espada en su costado. Ofreciéndole a él una sonrisa ladeada. El movimiento provocando que uno de sus rizos blancos identicos al color de su madre Leah, cayera en el contorno de su rostro. @ @@Keaton Ravenclaw

Miró a su madre y sonrió ligeramente. No había sentido cuanto la extrañaba hasta que la vio y escuchó su voz. Aunque no persivia el mismo entusiasmo de parte de Leah. Quizás sus hormonas le estuvieran jugando una mala pasada como lo habían hecho desde que se enteró de su embarazo. Dejando eso de lado, le sonrió ampliamente y saludó al hombre a su lado - Es un gusto Emmett - miró a su alrededor, apreciando la atmósfera única que habían conseguido conferirle al lugar - Es una fiesta de lo más exquisita madre, se han lucido ésta noche. Súbitamente, llevó las manos a su vientre en un gesto inconsciente cuando vió llegar a un hombre por detrás de la matriarca Snegovik. Pero al ver el cambio en la postura y expresión corporal de su madre se relajó. Sabía muy bien que pasaba en la mirada de Leah. Esa misma mirada era la que portaba Kamra cada que veía a su esposa entrar a un lugar. Ese mismo brillo se encendía en sus ojos al escucharla reír. Así que cuando Leah la presentó, sonriendo ampliamente hizo una reverencia identica a la que había hecho antes. - Es un placer conocerlo - dijo mirándolo con una media sonrisa - sin duda estar aquí con ustedes será algo bueno. Le extrañaba un poco su comportamiento. Antes no habría sido tan amigable en un entorno lleno de gente desconocida. Incluso su esposa había intentado cambiar su exceptisismo cuando le tocaba interactuar con otras personas. Pero aún así la advertencia tácita en su mirada no había desaparecido hasta ahora. El lugar, el castillo en si y el país en el que estaban la relajaban. La purificaban. No pudo escuchar cualquiera fuera la conversación que estaban teniendo a causa de un ligero aroma flotando hacia ella. Cada célula, cada centímetro de ella reaccionó ante la fragancia y sintió su corazón acelerarse a un ritmo irregular. Se excusó con los presentes y caminó en busca de Alessandra. Sus ojos vagaban por la multitud, maldiciendo por lo bajo a la cantidad de personas que había allí y que le impedian ver con claridad. Aún así se abrió paso entre los invitados hasta que sus pies se detuvieron en seco. Retorció sus manos y mordió su labio inferior ante la vista de la criatura más hermosa que había visto nunca. El vestido que llevaba su esposa parecía confeccionado únicamente para el uso de Alessandra. La Delacour parecía salida de un cuento de hadas. Así que centímetro a centímetro fue acercándose a ella, recorriendo su cuerpo con la mirada para lograr ese bello tono sonrojado que tanto adoraba ver en sus mejillas. Al llegar a ella hizo una reverencia y acarició su brazo, acercándose para depositar un beso en sus labios. - Cara mía, debería encerrarte por lo bella que estás - le sonrió de costado, apreciando cada matiz en su rostro - espero no tener que recordarles a esas personas de allí que no estás disponible. @ @Oniria @ @Emmet Houghton Gaunt

No entendía porque se sentía tan ansiosa y emocionada por ese baile de máscaras. Será que el recuerdo de la suave brisa invernal de Siberia le cosquilleava una zona sensible de su memoria, haciendole revivir emociones de salvajismo y adrenalina pura. Recordándole su hogar. Quizás el hecho de que se reencontraría con su madre Leah después de mucho tiempo, y que conocería finalmente a quien fuera su padre. Sus emociones, más sensibles que nunca por las criaturas creciendo en su interior, se le hacían más difíciles de controlar conforme el tiempo pasaba. Y mientras su elfina la ayudaba a colocarse el vestido pensaba en como le daría la noticia a su esposa. Alessandra iría con ella a la fiesta y ante este pensamiento se apresuró a terminar de cambiarse. Recogió su cabellera blanca en un moño semi recogido, adornado de pequeñas orquillas color rubí y con cuidado se colocó la máscara acabando así de alistarse. Bajó al vestíbulo del Castillo Rambaldi. Alessa y ella se encontrarían en el Castillo Snegovik y si no salía en ese momento, la dejaría esperando. Castillo Snegovik Al momento en que puso un pie en el congelado suelo del exterior del castillo, sintió esa sensación de salvaje exitación aumentar. No una carnal, sino una arraigada en ella. Sus instintos aflorando momento a momento. Estaba en su casa. Con su caminar seguro y elegante recorrió el tramo hasta la entrada del imponente castillo. Inhalando a cada paso el aire purificador de la bella Siberia. Al entrar, el aura del salón de fiestas era justo como lo había imaginado. La tenue luz rojiza le confería un aire místico y acogedor. No tardó en ubicar a su madre entre las personas y con paso seguro se acercó a ella. - Buenas noches madre - dijo sonriendo tentativamente - qué bueno es volver a verte - realizó una elegante pero breve reverencia hacia Leah. @ @

Titulo de la canción: God is a Woman Artista: Ariana Grande Género: Pop ♥ Dedicatoria: A la esposita más bella sobre la faz de la tierra #AlessamraIsReal #AlessamdraForever @ You, you love it how I move you You love it how I touch you My one, when all is said and done You'll believe God is a woman And I, I feel it after midnight A feelin' that you can't fight My one, it lingers when we're done You'll believe God is a woman I don't wanna waste no time, yuh You ain't got a one-track mind, yuh Have it any way you like, yuh And I can tell that you know I know how I want it Ain't nobody else can relate Boy, I like that you ain't afraid Baby, lay me down and let's pray I'm tellin' you the way I like it, how I want it And I can be all the things you told me not to be (Yuh) When you try to come for me, I keep on flourishing (Yuh) And he see the universe when I'm in company It's all in me You, you love it how I move you You love it how I touch you My one, when all is said and done You'll believe God is a woman And I, I feel it after midnight A feelin' that you can't fight My one, it lingers when we're done You'll believe God is a woman I'll tell you all the things you should know So, baby, take my hand, save your soul We can make it last, take it slow, hmm And I can tell that you know I know how I want it, yuh But you different from the rest And boy, if you confess, you might get blessed See if you deserve what comes next I'm tellin' you the way I like it, how I want it And I can be all the things you told me not to be (Yuh) When you try to come for me, I keep on flourishing (Yuh) And he see the universe when I'm in company It's all in me You, you love it how I move you You love it how I touch you My one, when all is said and done You'll believe God is a woman And I, I feel it after midnight A feelin' that you can't fight My one, it lingers when we're done You'll believe God is a woman, yeah, yeah Yeah, yeah (God is a woman, yeah) My one (One) When all is said and done You'll believe God is a woman You'll believe God (God is a woman) Oh, yeah (God is a woman, yeah) (One) It lingers when we're done You'll believe God is a woman Video porque no se como poner el video acá sjdncskdj

¡Hola! ♥ Vengo a registrarme en ésta nueva familia llena de potencial. La verdad que la historia es cautivadora siendo a su vez sencilla y me identifico bastante. En fin me gustaría ser hija de Leah y Sisifo Paso a dejar los links pertinentes y *salta de emoción* no se porqué me emociona tanto XD Bóveda Ficha de personaje En fín, creo que me intriga ese tatuaje @ @Oniria

@ No miento si digo que estoy medio en shock, pero tendrás tus razones (te voy a acosar en Mp sin duda je) Queda aceptada tu baja de la familia y la verdad no se que más decir. Cualquiera de tus hijos queda más que aceptado como Mío. Besines

Se sentía patética llorando frente a el. Patética por ser así, débil después de años de haber forjado su caracter más fuerte que nunca. Luca no alcanzaba a entender, si bien su acción la había salvado, la peliblanca había optado por repetir aquello una y otra y otra vez, hasta que ya no sintió remordimiento ni temor. Esto era sin duda su culpa, el moreno había abierto esa herida y ahora debía remediralo...cerrar esa puerta y ese recuerdo antes de que ella cerrara sus manos y sus uñas afiladas alrededor de su cuello. Sacudió la cabeza sintiendolo dentro de su mente y de alguna manera supo que esos pensamientos no le pertenecían. Como siempre le pasaba, Nyx su antiguo demonio se alzaba en respuesta de su dolor y su pena, para tomar el control y hacerla no sentir..no temer. Pero ese camino la había llevado a ser despiadada y no la llevaría más lejos. Nyx, deja de luchar...no te necesito ahora. Había llegado a pensar una vez que solo la tenía a ella, y hasta se sentía bien pensándolo. Eran parecidas aunque la demonio solía ser más sangrienta e implacable. Sintió al instante como se retraía en su mente, dejando el dolor crudo y sin diluir apoderarse una vez más de ella. A su alrededor estaba aquel escudo que el Dhampir había conjurado y a pesar de que se sentía de alguna manera humillada y deshonrada porque alguien la había visto de esa manera dejó salir su dolor. Las lagrimas no paraban de salir y un grito amargo y doloroso salió de sus labios. Sus ojos, a pesar de que Nyx ya había regresado a un rincón en su mente, ahora eran de un profundo negro onix. Parecía que había pasado una eternidad hasta que pudo parar de llorar al fin. Se limpió con el dorso de la mano las mejillas y acomodó su cabello. Tomando unas respiraciones antes de mirar a Luca, sus ojos de su autentico color dorado - Llegas a decirle a alguien sobre esto, y no me importa que sea una sentencia de muerte...voy a arrancarte esa garganta - sabía que el no haría tal cosa, pero necesitaba dejar atrás esa vulnerabilidad. @@Lisa Weasley Delacour

- No me dices nada que ya no sepa, querido amigo. Soy casi incorregible y ser una niña buena...ambos sabemos que ni siendo adiestrada por todos los dioses sería posible - escuchó atentamente lo que el castaño le decía - Vamos, no me dirás que no es divertido hacerlo ¿no era divertido saciarte de muchachas lindas y que estuvieran locas por tu oh-tan-lujurioso ser? - sonrió hacia él pero con presura agrego - es broma, se que eso es solo una mera distracción. Y ya no me sirve. Observó como el Van Hallen la escudriñaba - Claro que quiero - necesitaba esto más por su esposa y futura familia que por si misma, y realizaría los cambios que fuesen necesarios para garantizar su bienestar - no soy buena para nadie en este estado de salvajismo, aunque eso ya lo sabes. Levantó las cejas al escuchar la petición de su mentor y observó el suelo bajo sus pies. Rodó los ojos en un autentico berrinche y tomando su abrigo de piel blanco que había descartado hacia un lado al llegar, lo depositó en el piso para luego sentarse sobre el - tendrás que mandar esto a la lavandería por mi luego, Van Halen - no esperó su respuesta cuando cerró los ojos, tomando unas cuantas respiraciones para relajarse. Debía recordar que no había accedido a hacer esto bajo coacción. Y que el dhampir había dejado bastante explicito el que no sería bonito ni sencillo. La peliblanca casi abre los ojos ante la petición de despojarse de su varita, lista para rechistar. En vez de eso solo hizo lo que Luca le pedía. Se adentró en su mente, lo más relajada que podía estando consciente de que el Dhampir la asechaba como lo haría una letal pantera, con esa leal katana en vez de garras. Se apresuró a dejar de lado su alrededor y toda sensación externa. Al momento sintió aquel frío que la perseguía a menudo cuando su esposa no reposaba junto a ella en la cama y una de las memorias más horribles que tenía se abrió paso en su mente. Comenzó a relatarlo en voz alta, mientras el recuerdo se habría paso en su mente. <<Era solo una niña de cinco años, su melena blanca le llegaba hasta los hombros y todo se sentía helado y yermo. Recordaba a la perfección la sensación de humedad que se aferraba a su débil cuerpo. La capa roja que se suponía la protegía del frío era inútil en su actual estado. No sabía como, pero se había perdido de su padre adoptivo Lestat, aquel buen hombre que la había sacado de su infierno en el Orfanato de escocia, hace apenas unas semanas. A su alrededor todo estaba cubierto de nieve y por la iluminación sabía que estaba amaneciendo. Las tripas le rugían, hambrientas de sustento y sus dientes no dejaban de castañear. Había caminado por una capa de hielo muy fina para sostenerla y en consecuencia el helado lago la recibió cuando cayó en el. Empapada y perdida, inútil por haber perdido la oportunidad de crecer junto al gentil Lestat Rambaldi, recibiendo todos esos chocolates de su parte. Inútil, inservible, patética...y todo por distraerse buscando un brazalete que jamás recuperaría. Una tonta. Sus pequeños pasos apenas hacían ruido mientras se habría camino entre los árboles. Pequeñas ramitas se incrustaban en su pelo y las lagrimas que bajaban por sus mejillas eran frías como todo a su alrededor...pero no más que su interior. Detuvo su andar cuando - con su increíble oído - recogió un pedazo de conversación no muy lejos de donde estaba. Hombres. Eran dos. Saboreó la esperanza y corrió por la dirección en la que lo había escuchado. Pero no era su padre ni su abuelo a quien veía frente a ella. La pequeña Kamra en solo unos instantes se vio cercada por dos altos y fornidos hombres, con miradas llenas de malicia y locura. La misma mirada que le habían brindado en aquel sucio orfanato. Ambos se apresuraron a tomarla por las muñecas y tobillos. Frágil en comparación a sus fibrosos brazos y bruscas manos. La pequeña de ojos ambarinos comenzó a gritar pero algo más grande que ella silenció su boca y calmó su mente, reemplazando el terror por una ira profunda. Sintió el cambio antes de darse cuenta de que hundía sus dientes en el cuello de uno de los hombres, succionando el liquido vital hasta dejarlo sin una gota. Luego observó al otro. Éste yacía semi inconsciente contra un árbol, al parecer a causa de haberlo tirado por los aires. Kamra solo sonrió antes de hacerlo sufrir el mismo destino que su compañero.>> - Recuero como me sentí cuando mi demonio se retrajo en mi mente. Un monstruo por haberlos matado, uno por haberlo disfrutado. Empapada de sangre, incluso mi cabello estaba teñido de rojo - no se había dado cuenta que las lagrimas surcaban su rostro y en un borrón se levantó del suelo, la sensación de salvajismo era tan fuerte que casi se lanza contra Luca. Su respiración acelerada y el retumbar de la sangre en los oídos no la dejaban pensar. El miedo se sentía tan crudo, tan amargo mientras luchaba con no arañarse el pecho en busca de ese maldito y marchito corazón que no conseguía calmarse. @@Lisa Weasley Delacour

¡Hola @ ! Es la primera vez que tengo el placer de verte por aquí y poder responder ^-^` Mi nombre es Julieta en lo muggle y por estos lares puedes llamarme Kam. Junto con Kytta soy una de las tres matriarcas de la familia y quería decirte que es un placer tenerte aquí con nosotros ¡Más que bienvenida a la Familia! y gracias por haber traído los links de tu ficha y bóveda <3 Ahora solo queda que tu nueva gemela pase a actualizar el árbol y serás toda una Rambaldi oficialmente Besos y espero que tengas un bello día!

¿Eres miembro o aspirante? Aspirante Nick: Kamra Rambaldi Nombre Muggle: Julieta Marini Edad:20 Pais: Argentina Fecha de Cumpleaños: 18 de abril

No tuvo que esperar mucho tiempo para que su nuevo mentor hiciera acto de presencia en la habitación. Podía sentir más que ver el aura de poder contenido a su alrededor, pero en vez de sentirse intimidada, la peliblanca sentía cierta familiaridad e incluso se sentía comoda en su presencia. No debía fingir. No necesitaba limitarse. Aunque probablemente le daría una tunda dentro de unos instantes. Lo siguió hasta llegar a una habitación que estaba adaptada para la clase de actividades que tendrían. Debía admitir que todo le parecía impresionante - Esplendida, el cielo está azul, los pajarillos cantan y el sol está en su punto más alto...a mi piel le fascina - dijo con sarcasmo y le ofreció una sonrisa relajada. Bufó ante su otra pregunta - Nací preparada, sólo quitame esta incertidumbre de que es lo que vamos a hacer. Debo admitir que no tengo idea de que tienes planeado para hacerme pasar del más absoluto salvajismo a ser una niña linda y pacífica. Kamra se quitó el abrigo de piel que llevaba dejándolo descuidadamente a un lado mientras observaba los siguientes movimientos del Dhampir. @@Lisa Weasley Delacour

¡Bienvenida a la Familia! @@Wendolyn Maxwell Quedas, por supuesto, aceptada en la familia. Seguro que mi loca hermana se pasa más tarde por aquí a recibirte formalmente y si no lo hace la azoto le recordaré que lo haga XD Creo que eres la hija de mi linda esposita @ lo que te convierte en mi nueva y bella hijosa Que bueno que ya tengas tu ficha y bóveda, en cuanto @ pueda seguro edita el árbol para que estes - oficialmente - en nuestra bella familia. Espero tengas un día bellisimo linda! Xoxo

Kamra Ivashkov Rambaldi se abría paso por las - en su no tan humilde opinión - sucias calles del Callejón Diagon ¿Habría ido por voluntad propia esa mañana? La respuesta era no. Ya llevaba semanas posponiendo su encuentro con el ministro de Rumanía Luca Van Halen. O como le gustaba decirle en su interior, el "oh-tan-molesto-autoritario- y-dictador, mentor indeseado"; claro estaba que lo diría en voz alta si no fuese por la falta de aire que le generaba...jamás sería porque Luca se vería encantado de propinarle una tunda. Presentía que no le iría muy bien si continuaba posponiendo su cita tácita y esa mañana, cansada de revolcarse en su miseria y de extrañar a su padre Lestat, no vió mejor cosa que hacer. La suave brisa en las calles de Londres hacía que su cabello ondeara ligeramente. Los mechones blancos moldeados en ondas brillaban a la luz de la mañana y todas las personas que pasaban se apartaban de su camino a la vista de sus uñas de hierro ¿O tal vez se debía a la mueca en su rostro? Amaba generar esa reacción, y cuando llegó frente a la gran edificación, una media sonrisa cruel decoraba sus facciones. Su capa roja ondeaba mientras recorría con paso elegante los pasillos del edificio. Había escogido su estilo del día previendo la clase de actividades que el Van Halen planeaba darle. Subió los tramos de escaleras a grandes zancadas hasta llegar al ultimo de los pisos no prestando demasiada atención a la decoración. Ella sabía lo suficiente de la tierra natal de sus madres como para recitarla sin equivocarse en el más minimo detalle, y le interesaba tanto como se preocupaba por ser gentil. Se cruzó de brazos luego de enviar a una temblorosa empleada a buscar a su mentor, dejando muy en claro que no le gustaba esperar. Le había parecido captar el aroma de su esposa en las cercanías, pero sabía que en cuanto la tuviera, sería incapaz de contener el dolor creciente al recordar a su padre, así que no trató de dar con ella. En su lugar...rondó como un felino enjaulado por el lugar, esperando a que el moreno se dignara a hacer acto de presencia. @@Lisa Weasley Delacour @

Obverso con incredulidad a Luca, con una media sonrisa amarga en sus bellas facciones. Su mirada fue de la katana extendida hacia ella a sus ojos, ojos que la miraban con demasiado desafío e intensidad. Pero podía ver claramente que no la desafiaba para acabar con ella como lo había querido hacer tan solo momentos antes, la desafiaba a probarse a sí misma su era digna de los regalos que le había dado la diosa luna. Kamra dió un paso hacia el. - He matado a tantos, recuerdo cada nombre y el golpe exacto que acabó con sus vidas - otro paso - no lo hice a sangre fría, yo disfruté haciéndolo - tres, cuatro pasos hasta que estaba a escasos centímetros de el - no hay nada que me haga pensar que hay algo bueno en mi, más allá del amor que sienta por Alessandra. No soy buena. Extendiendo la mano, la peliblanca tomó el arma firmemente. Ahogó un gemido de sorpresa, mientras el vello en su nuca se alzaba a causa de las pequeñas vibraciones del objeto. En su pecho su corazón pareció calentarse, dando paso a un sentimiento de opresión fuerte y en tan solo segundos un halo de oscuridad impenetrable la envolvió. Esa era mucha oscuridad, interminable y asfixiante. Pero casi al instante llamaradas rojas y naranjas bordearon el halo negro y cuando miró hacia el Van Halen éste sólo la observaba con triunfo. Había tenido razón. La Ivashkov apretó sus labios juntos intentando detener el repentino temblor en sus labios al ver las pequeñas, casi inexistentes, manchas de un blanco grisáceo uniéndose a la combinación de fuego y oscuridad. Luca retomó la posición del objeto y Kamra dejó escapar un tembloroso suspiro - Supongo que sería una cobarde si no lo intentara, pero tú tienes más luz que yo - una risa amarga brotó de sus labios - para ti es más fácil. Yo más bien parezco un dálmata invertido. Se cruzó de brazos mirando a cualquier lado menos hacia el guerrero parado a su lado - Alessandra y mis hijos son lo único que me hace querer ser mejor y voy a aferrarme a ellos. Pero aún hay cosas de mi que no puedo cambiar, mis instintos son fuertes y si no los escucho, me convierto en una bomba de tiempo. Se giró hacia él, dedicándole un pequeña reverencia en señal de respeto. - Gracias por no arrastrarme por las calles como una ramera, podré ser asesina psicópata pero jamás una cualquiera - dijo sonriendole con un borde de amenaza, dejando en claro que no le permitiría que la llamara así de nuevo. Pero suavizó su expresión un instante, bajando la guardia - y gracias por esto, por pensar que hay alguna redención para mí. @@Lisa Weasley Delacour

¡Hola Familia! Y Hola al vagoso beio de mi hijo que retorna a ser hijo legal...sería como el retorno del bastardo, pero con cariño Sabes que estás más que aceptado por mi como mi hijo y se que la familia estará contenta de tenerte. Solo tedras que esperar hasta que tu bella abuela @ se pase para ser oficialmente legal Madre...este es problemático, habrá que asegurar el castillo ¡Besos para todos! *desaparece con estilo*