Turno 24.
El partido estaba más peleado que nunca. La tribuna no paraba de cantar y hacer oír sus protestas cuando veía alguna dudosa jugada que le cometían hacía a los jugadores del equipo que alentaban. Sin embargo, los catorce jugadores seguían yendo en un ida y vuelta de una punta hacia la otra sin parar el ritmo agobiante del partido.
Los tornados, en aquel momento, habían perdido la Quaffle. Ni la bludger enviada de Elizabeth contra Cillian había podido impedir el avance del jugador hacia la zona de los aros. Maida esperaba el disparo, con su rostro temeroso y sus manos temblorosas, no daba una buena impresión general. Pero su equipo sabía que era una excelente guardiana cuando dejaba de pensar en que se caería de la escoba.
El vampiro sonrió mientras volaba con el bate negro sobre el hombro. Estaba esperando el momento justo para intentar dominar una bludger que le diera de lleno al cazador. Cuando Cillian estuvo a punto de tirar la Quaffle, Jeremy intercedió enviándole una pelota que golpeo su rostro, provocándole que perdiera el disparo y manteniendo la ventaja del 40 a 20.
-De nada, señorita –Dijo el Triviani a su guardiana guiñándole un ojo – Luego te la cobro.