Ni bien termino de cerrar el trato con accionista japoneses dentro de un enorme, vacío y espeluznante deposito en las callejuelas de Londres, el vampiro desapareció del lugar con rumbo al Ministerio. Tenia una cita, o mejor dicho, iba a tener una cita con la Jefa del Departamento de Seguridad, la señorita Darla Potter Black, antigua colega de bando, compañera de equipo en Quidditch actualmente y enemiga en sus ratos libres. Una combinación explosiva que le traía dolores de cabezas cuando solían encontrarse.
-Buenas tardes, tengo una cita en el Departamento de Seguridad -Dijo Jeremy con apenas una sonrisa en el rostro y entregando su varita. Debía recordar que aquel lugar era ajeno a sus labores desde hacia tiempo.
-Cedro 13cm, núcleo de corazón de dragón y es flexiblemente flexible -Comentó el mago antes de entregarle la placa de visitante y devolverle la varita - Segundo Piso.
-Gracias -Jeremy no tardo en perderse entre gentío para ir en dirección a los ascensores. Tenia prisa y poca paciencia para terminar con ese compromiso. Odiaba lo tedioso que se volvía resolver la burocracia tan solo para llenar sus arcas de dinero. Pero, en aquel caso, valía la pena el esfuerzo. Todo fuera para hacer funcionar el inicio de un imperio de modificaciones genéticas en animales, muggles, elfos, y cualquier cosa viva que se pusiera a disposición ... o fuera obligado a ello.
Lo mas notable, era que Jeremy tenia un enorme proyecto que funcionaria para reducir la cantidad de convictos que atestaban las celdas de Azkaban. Como si fuera poco, el vampiro contaba con respaldo de inversionistas para montar todo el circo antes de que el gobierno ingles tuviera que poner algún galeón. Luego de los resultados, que serian muchos y en un plazo de tres meses, el Triviani sabia que pudrían llegar a un buen arreglo de dinero y poder.
-Tanto tiempo, Darla -Saludó irrumpiendo en la oficina sin tocar la puerta - No creo que me hayas tomado en serio cuando te dije que pronto nos veríamos, y así es. Lamentablemente. Tengo unas cuantas cosas que quiero hablar contigo -El vampiro se sentó y con su varita invoco sobre el escritorio de la bruja una bandeja de plata, dos vasos de cristal y un coñac - No me dirás que estas ocupada para un viejo amigo ¿O si? -Preguntó con voz fingidamente afectada.
@ Darla Potter Black