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Callum Triviani

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Todo lo publicado por Callum Triviani

  1. @@Candela Triviani que bonito que alguien se acuerde de mi *-* vuelve a mi mente un par de cucharazos que alguna vez me diste :honor: jajaja aquellos tiempos fueron muy buenos *inserte música de nostalgia* Volviendo al tema (y agradeciendo la pronta respuesta) no quería ahondar en un vínculo familiar dado que no estoy seguro de cuánto tiempo voy a quedarme en el foro, y además vengo sin ser invitado jaja pero si tú me quieres adoptar como hijo yo mas que encantado, aunque sería bajo tu propio riesgo (? Ya que me has dado luz verde para rolear, me pasaré por allá tan pronto como la cabeza me dé para un buen rol. Gracias.
  2. Buenas noches, Trivianis Para quien no me conoce, soy Callum, y vengo por aquí a solicitar cabida en su castillo como amigo de la familia, aunque me gustaría aparecer también como hermano de Jeremy, dado que venimos siéndolo desde la familia Askar y es un lazo que tenemos prácticamente irrompible aunque a veces se fume mi hierba sin permiso. No creo que sea necesario llenar una ficha ¿o si? Dado que estoy de paso en el foro, no quiero solicitar aún un lazo adoptivo, pero si me lo permitieran me gustaría mucho rolear con ustedes. Espero estén de acuerdo. @
  3. Me hallaba indeciso sobre qué galería visitar primero, posiblemente porque no lograba concentrarme en absoluto en el folleto. Era curioso cómo cuestiones tan triviales se tornaban más difíciles a la hora de tomar decisiones; podía tomar una decisión de vida o muerte en un segundo, pero decidir qué exposición artística recorrer primero parecía un asunto sumamente mas delicado y exigente con mi tiempo. Justo en el instante en que me decidí por no darle demasiada importancia y pasearme por todas, escuché mi nombre pronunciado por una voz femenina. Entorné la vista hacia ella, sorprendido en verdad porque alguien me reconociera en público pese a mi casi nula actividad social. La mujer se acercó y se descubrió el rostro, fue entonces que la reconocí y mostré una afable sonrisa —Lamento decir que no lograste ahuyentarme la última vez, Yaxley —le respondí, dando un paso hacia ella e inclinar mi cabeza en un saludo. Aquél sería mi tercer encuentro con la bruja, lo que ya era decir demasiado aunque las circunstancias no habían sido del todo óptimas. Casi me asesinaba en el primero solo por haberla asustado, y aunque podría decir que en el segundo las cosas no habían salido mal, no podía jactarme de haber hecho buenas migas con la mortífaga. Me sorprendía en verdad que tuviese ánimos de saludarme cuando bien pudo haberme evitado y seguir con su camino sin que yo me hubiese percatado. No obstante, me era muy agradable volver a ver su rostro; quizás a un punto que no entendía del todo. —Si quieres puedes intentarlo de nuevo —dije, acompañando mis palabras con un guiño —. ¿Cómo has estado? @
  4. Brayan El squib parecía perdido mientras rondaba los terrenos de los Askar. Había escuchado que el lugar era inmenso pero su imaginación no había dado para tanto; apenas había salido del campo de visión de su nuevo y joven protector no había perdido la oportun idad de fumarse un churro, pero ahora estaba más que nervioso. Con sus irritados ojos miraba y miraba hacia el cielo, preocupado por la rápida traslación del sol, consciente de que pasaba el tiempo y él aún no empezaba con la tarea que el Askar el había encomendado. Al escuchar que alguien se acercaba se tiró al suelo y se fingió muerto. Aquéllo había funcionado con anterioridad, cuando vagaba por las calles sin un lugar en el cual resguardarse, sobreviviendo de sobras y las limosnas de la gente; si se metía en algún problema buscaba un lugar y se fingía muerto... regularmente las personas solo le sacaban la vuelta, ahuyentados por el aroma o por no tener la responsabilidad de encargarse de él. Era un maldito cobarde. Una vil zarigüeya. Pero para él, que se creía en un nivel alto de inteligencia, aquélla era su mejor cualidad. Nadie se acercó. Parecía que su movimiento evasivo había dado frutos, de modo que se levantó. Con sus sentidos alterados por la droga no daba dos pasos sin escuchar algo de nuevo y tirarse al suelo de la misma forma; hacia el final, cuando sus narices se impregnaron de un intenso y delicioso aroma, dejó la cautela atrás y se acercó a donde parecían encontrarse las cocinas. Animado por la glotonería no se percató cuando el elfo le interceptaba, llamándolo "señorito". Por mucho que sea de sorprender, el squib entendió a la perfección el mensaje del elfo ¿Hablaban quizás el mismo idioma? Tal vez, y posiblemente también estuviese acostumbrado a escuchar hablar de esa manera a su círculos de amistades. No obstante, el mensaje, le desilusionó bastante, al grado de tornarse amarilla verdosa la expresión de su cara. Tenía cinco minutos para verse con su protector y ni siquiera sabía donde estaba parado ahora. Tuvo que dar media vuelta, y correr por el camino ya recorrido pensando en que, el lugar en el que había empezado sería el mejor lugar para recomenzar. Gaspacho El elfo se había quedado atrás por un encargo de su amo. Le satisfacía hacer las cosas de manera rápida y eficiente para el gusto del Askar pues su amo regularmente le recompensaba muy bien, además últimamente gustaba de hacer de las suyas con el squib que el rumano había "acogido". Había una nueva jerarquía en mando, y Gaspacho se hallaba orgulloso de estar por encima del squib idi***; no podía imaginar mejor recompensa que tener un poco de poder sobre un humano. Justamente fue a quien se encontró cuando apareció en los terrenos del refugio. El squib estaba agitado, con los ojos colorados y todo el color de su rostro se había esfumado pese a ser de piel morena; seguramente estaba drogado, lo cual era mejor aún para el elfo, que solía aprovecharse de sus alteraciones. ¿Porque corría? Era muy fácil adivinarlo. —Estás en problemas, squib —sentenció. El pobre hombre se puso mas blanco, como un polvorón, y el elfo supo que había acertado en los temores del tipo. —Ca-catacumbas... —Si, catacumbas... descuida, es un buen lugar para morir, squib —agregó, con voz solemne y procurando no mostrar la satisfacción en su rostro. Se acercó y alzó la mano hacia el hombre —Vamos, te llevo. Aparecieron un segundo después en el lugar donde ya su amo les estaba esperando. Callum les dedicó una mirada a ambos, deteniéndose un segundo en el rostro del squib para después mirar a Gaspacho con cómica reprobación como diciéndole "¿y ahora que le hiciste?" —Que bueno que llegan, vamos a estar ocupados el resto del día —el mago entornó la mirada hacia la entrada del lugar, parecía emocionado —, solo esperemos a que traigan nuestros víveres... muero de hambre. Brayan parecía haber advertido ya la broma y notar que Callum no estaba molesto con él en lo más mínimo, pues el color le regresaba al rostro y había comenzado a respirar de nuevo. En ese momento apareció otro elfo llevando consigo tantas bolsas como podía en los brazos... parecía simplemente haber vertido en ellas todo lo que se había encontrado en la alacena, sin haber preparado nada de comer en absoluto. Gaspacho se le quedó mirando, confundido y atónito, y desvió la mirada hacia su amo con una pregunta en los ojos. El Askar sonrió, negando con la cabeza —Encárgate —le pidió, para después dirigirse al otro elfo — Descuida, traeremos a los demás. Que la cena esté lista para cuando regresemos. @
  5. No contemplé tener un rato libre, pero a mitad de la tarde me encontré sin nada que hacer y deambulando por entre los negocios del Callejón Diagón. Aquello me molestaba, pero dado mi largo viaje por la mitad del continente me había quedado sin grandes responsabilidades en Inglaterra y con demasiado tiempo para perder en lo que se me diera la gana, como ahora, que había pasado a visitar a mi hermano en uno de sus nuevos negocios y el muy cabrón se había largado pese a que le había avisado. Volvería a intentar entrar al Ministerio de Magia para mantenerme ocupado pero eso aún iba a tomar un par de semanas más; en cuanto a mis otros asuntos... era imprescindible mantenerme enfocado en mis objetivos y, por suerte, aquello comenzaba a tomar un buen rumbo. Las cosas no estaban tan mal, después de todo, pese a los resultados obtenidos en mi último viaje. El sol comenzaba a ponerse en el horizonte, y el clima se hacía mas agradable como para seguir caminando, no obstante no fui el único que se dio cuenta de ello y la afluencia de gente aumentó. El paisaje dejó de ser interesante para mi. Andar entre el gentío, chocando hombros con magos distraídos y estar evitando niños corriendo solo me ponía de mal humor, y nadie necesitaba eso ahora. Cruzaba un espacio abierto en ese momento y miré. Dos alamedas boscosas franqueaban un edificio de buena arquitectura, marcando una diferencia de los demás establecimientos aledaños; a veces me parecía curioso el ingenio de algunos empresarios, metiendo tanta cosa a una callejuela como aquélla, tan apretada y angosta, pero estaba hablando de personas que sabían sin lugar a dudas aprovechar la magia que corría por sus venas así que, realmente, no era tan sorprendente después de todo. Averigüé que el lugar era un museo. Interesante. Caminé hasta la entrada, bajando la capucha de mi capa y dejando ver mi despeinado cabello que solo hice para atrás de forma despreocupada. Subí la escalinata, y me adentré al recibidor. Ignoré el mostrador de información y me concentré en una pequeña cafetería que se escondía al fondo; pensé en pasar a tomar algo primero, pero decidí que me daba mas gana de recorrer el lugar yo solo, pese a que pude notar que un grupo para una visita guiada se estaba formando. Subí al primer piso después de solo tomar un folleto, pero al descubrir que se trataba de una exposición animal me seguí mejor hasta el segundo. El arte se me antojaba más, ya que tenía mas que comprobado lo mal que me iba con animales y, pese a ser un museo, aquéllos estaban "vivos", por lo que no quise andar por allí provocando accidentes pues era común que las bestias se ponían tensos y bravos con mi presencia. —Veamos, que tenemos aquí? —me concentré en el folleto, el cual mostraba un pequeño croquis de las exposiciones, buscando algo interesante por donde empezar.
  6. No había dado ni cinco pasos cuando una voz chillona casi hace estallar mis tímpanos como una sirena muggle desafinada. Miré desconcertado alrededor hasta dar con Pantricia, quien no satisfecha con dejarme sordo también intentaba desnudarme jalando mis pantalones. Parecía angustiada, con el pánico reflejado en sus ojos y una risa inquietante que se escapaba de sus labios entre alaridos y erizaría el pellejo a cualquiera. —Por todos los infiernos, ¿a ti que es lo que te sucede? —pregunté, sin saber si debía apartarla con brusquedad, dormirla de un golpe o tratar con suma delicadeza de tranquilizarla. Pero no, definitivamente no me iba lo último. Lo más inquietante era lo que decía, que a pesar de no entender nada, el instinto me hacía tratar de verdad traducir cada una de sus palabras — Pero... espera ¿Khá? Era inútil. Afortunadamente el otro elfo doméstico de mi hermano llegó corriendo en mi ayuda... o en su ayuda. No sabía exactamente que pasaba con la elfina loca. ¿De donde sacaba Jeremy estas criaturas? Por fin Rambaldo se apiadó de mi y me explicó lo que pasaba, no pude menos que soltar una tremenda carcajada. Eso al parecer hizo a Pantricia reaccionar y dedicarme la más frías de las miradas; se limpió los mocos y se dio media vuelta indignada murmurando cosas ininteligibles. Intercambié miradas con Rambaldo —Los traeré de regreso, no te preocupes —asentí, dejando ver mi rostro mas serio y comprometido —. Esas catacumbas son legendarias, y por lo que sé, abarcan demasiado territorio y mucha magia... no me sorprendería que entrasen y salieran por algún otro lugar lejano. Cuba, tal vez —agregué, pensativo y divertido aún. Le miré de nuevo —. Ve a la cocina, que me preparen algo de comer para el camino... no pienso entrar allí con el estómago vacío. Y dile al hombre que vino conmigo que lo quiero en la entrada de las catacumbas en cinco minutos... vamos a ver en que líos están metidos esos Askar. @
  7. No supe si tenía que volver a postearlo o solo editar mi post anterior pero ya lo edité quitando los campos que quedaban igual, si hay otro problema estaré acá de inmediato, disculpa si te hago dar muchas vueltas no había entendido del todo, pero ya queda más claro para futuras actualizaciones, de cualquier modo gracias @
  8. -Nombre de la Bóveda: Bóveda de Callum Goldstein -Link a la Bóveda Personal: Link -Trámite a Realizar: Cambiar familia sanguínea, lo demás queda igual Gracias c:
  9. Hola, vengo con varias peticiones de actualización de mi ficha :3 1. Datos de personaje Dice así Lo quiero así 2. Links de bóvedas familiares, las cuales no tienen ningún link Que quede así 3. Aún me queda un conocimiento por escoger y deseo Runas Antiguas Por el momento sería todo, gracias. *dejo chocolates*
  10. Relatividad, ese parecía ser el tema regente de este año. Todo era y, al mismo tiempo, nada. Un concepto se volvía una opinión, una creencia se volvía una hipótesis, una imagen se volvía una percepción... todo lo que veía, escuchaba, olía y tocaba tenía un trasfondo diferente; igual que el tiempo ahora. Allí, parado de nuevo frente a las verjas del refugio de mi familia tras un periodo de ausencia, me daba cuenta que los meses lejos del hogar me habían parecido una eternidad. Una eternidad para mí... quizás también para Jeremy y Rachel pero eso era demasiado pretencioso de mi parte dados los eventos que se habían suscitado en este periodo de tiempo. Mi prima ya era una mujer casada e imaginaba que estaría muy ocupada haciendo "cosas" con su esposo (en las cuales prefería no pensar, muchas gracias) en vez de extrañar al vago de su primo. En cuanto a mi hermano... ese tarado ya se había conseguido una novia (que los dioses la tengan en su misericordia), de modo que era la misma cosa. Para los demás, seguramente al entrar por la puerta y verme dirían "¿apoco estabas ausente?"... todo era relativo. Al final daba lo mismo porque estaba entusiasmado con volver. Las noticias que traía eran buenas y malas, dependiendo de la percepción de mi familia (para mi eran pésimas), pero ya no planeaba ir en busca de mas respuestas por lo que esta vez volvía a Inglaterra para quedarme. Una fuerte corriente de aire proveniente del noreste agitó mi capa y logró hacer que diese un paso adelante; la inercia hizo que mis pies siguieran hasta la puerta principal y la ansiedad por ver si mi familia estaba presente en el refugio en aquél momento la hizo abrir y hacerme entrar al fin. Eché una ojeada atrás, hacia los jardines que rodeaban el castillo, y por donde Jeremy Jr. había desaparecido apenas habíamos doblado el recodo de los terrenos; mientras que Brayan, el squib malacara que había acogido como sujeto multiusos se había mantenido a una distancia prudente a mi espalda. —Ya sabes que hacer —le indiqué, y sin hacer gesto alguno tomó su propio camino. El tipo hacía todo cuanto yo le pedía sin chistar y eso me agradaba; le había ofrecido protección, refugio, comida y satisfacer de vez en cuando su necesidad de alcohol a cambio de trabajo y obediencia cuando le encontré fuera de un establecimiento del Callejón Diagón en el que una tarde me había citado con alguien. Ni siquiera tuve la necesidad de usar un Imperius, el tipo no dudó en venir conmigo. Parecía aquélla una escena demasiado lejana ahora, pero antes de ponerme a pensar en ello regresé a los asuntos que ahora me urgían. Antes de cerrar la puerta uno de los elfos beduinos apareció ante mi haciendo una leve reverencia. Le di mi capa de viaje y él se deshizo de ella enseguida, mirándome como si esperara alguna orden de mi parte. Me fijé que a su mano izquierda le hacia falta un dedo. —Tu nombre...? —Samas, señor. Asentí, en aprobación. —Mi habitación... —Lista para su uso, y limpia... señor. Asentí de nuevo, y el aguardó... ¿qué más quería de mi? —Bien... eh... puedes anunciar mi llegada a la familia si es que están por aquí — me encaminé hacia el único lugar del que estaba seguro que conocía el camino: mis aposentos —Que me lleven un poco de comida si es que no hay nadie para la hora de comer, y hazme el favor de avisarme en caso contrario, gracias. Fue suficiente para que Samas desapareciera, y yo seguí mi camino con una ligera sonrisa en mis labios. Callum Askar estaba de vuelta en casa.
  11. Habiendo saludado y felicitado a la matriarca, me dispuse a saludar mejor a los otros dos. Me acerqué a Hades y le extendí la mano —Hola Hades, me recuerdas de la gala ¿no? —no habíamos intercambiado muchas palabras entonces, por lo que no quise pretender que el mago me reconocía. Ya le había visto la cara a mi hermano cuando felicité a Rachel. Supuse que al tarado se le había pasado, y le iba a dar un golpe en forma de saludo cuando salió dispuesto a atender la puerta tan comedido después de que habían llamado a ella. Pensé en seguirlo para sacarlo de aquélla, además de que me daba curiosidad de quién mas había llegado. Era raro que llamaran a la puerta, pensando en que todos podían entrar como yo, así como "San Pedro por su casa" como decía el dicho. Pero obviamente ésta ya era mi casa. —Yo lo acompaño —avisé a Rachel y Hades, siguiendo a mi hermano hasta la puerta. Del otro lado del umbral estaba una joven bruja de cabello moreno y ojos grises. No la reconocí, pero llegué de un salto al lado de Jeremy dándole un zape — ¿Pero qué forma de preguntar son esas, hermano? —le reprendí, riéndome sin poder evitarlo. Entonces me dirigí a la bruja —Discúlpelo, papá lo dejo caer de cabeza de la cuna. Callum Askar, un placer —le extendí la mano —, seguro eres amiga de Rachel ¿no es así? @ @@Rachel Ravenclaw @Zoella @Hades Ragnarok
  12. Me quedé unos instantes contemplando la placa redonda con la estrella de ocho puntas de la entrada principal con un cúmulo de sensaciones alojándose en mi estómago. Se trataba de un momento clave en mi vida, por más despreocupado que me hubiese mostrado frente a Rachel cuando descubrí quien verdaderamente era ella y lo que representaría de ahora en adelante. Decirle "Hey, te he estado esperando por mucho tiempo ¿porqué demonios tardaste tanto? Me habrías ahorrado muchos sacrificios", o "eres la hija que mi padre siempre quiso obligarme a ser" no era del todo alentador. Seguramente el viejo se estaba retorciendo en su tumba, percatándose de que había muerto un poco antes de la llegada de la "gran promesa" de nuestro linaje. Un momento que él siempre esperó y del cual no paraba de hablar. Pero ya estaba cinco metros bajo tierra, y yo solo esperaba que se hundiera otros cinco más. Pese a ello, y en contraste, me sentía feliz y entusiasmado. La rigurosa y dolorosa existencia que mi padre me había hecho llevar desde mi nacimiento no habían hecho mella en mi orgullo y el amor que sentía por la sangre que corría en mis venas. Yo era un Askar, y siempre lo había llevado en alto; yo descendía de una élite guerrera, guardianes de los conocimientos más fantásticos de la tierra y con una genuina pureza de sangre. Una sonrisa satisfecha curvó mis labios, y di el primer paso dentro de la propiedad. Al ver los terrenos, cabía destacar que era una edificación magnífica la que se erigía en el centro de estos; era mejor que cualquier cosa que hubiese imaginado. Allí estaba, frente a mi, el icónico hogar del "Círculo de Ishtar" que alguna vez se había asentado en Egipto y había sido desmantelado tras la muerte de la última gran Maestre, Nibiru. Si, me sabía toda la historia; mi padre no se había guardado nada. El paisaje, el aire, el aroma, el aura antiguo y místico que rodeaba nuestro nuevo hogar... todo era perfecto. Un fénix de esperanza emergiendo de siglos de cenizas, marcando el inicio de una era anhelada y prometedora. Pero para mí representaba aún más que eso: el encuentro con mi familia. La consumación de mi maldita soledad, y la promesa de tener a mi lado a personas en quien podía confiar incluso mi vida, así como ellos a mi las suyas. —Hola, ¿llego muy tarde? —saludé, cuando por fin encontré a Rachel y Jeremy, acompañados por Hades. Posé la mirada en cada uno, con una sonrisa en mis labios hasta detenerme en el rostro de mi prima; me acerqué y la abracé — !Que magia la tuya!... Feliz cumpleaños, por cierto. —añadí, depositando un tierno beso en su mejilla. @@Rachel Ravenclaw @@Hades Ragnarok @
  13. Ella parecía realmente afectada y me pregunté si no debía hacer o decir algo más. Tal vez de este lado del planeta las personas eran más susceptibles a los vagos o gente sucia, pero ya había visto demasiadas cosas por las callejuelas menos transitadas de Londres y el mundo mágico que borraban ese pensamiento de mi mente. Una mala experiencia personal, tal vez? A mi no se me iba el apetito por nada. Terminé de masticar la carne en mi boca, y me limpié con una servilleta. Estaba frente a una señorita, tenía que comportarme, aunque creo que me estaba viendo algo forzado; no obstante, Maida no pareció percatarse de ello. No recordaba la última vez en la que había sido acompañado a comer por alguien que no fuera un miembro de mi familia... y creo que me perdí tratando de recordar mientras ella me explicaba lo que yo había insistido en preguntar. —Cooperación Mágica, interesante —alcancé a entender que allí era donde trabajaba. El asunto me recordó que tenía unos trámites pendientes en ese departamento, pero decidí omitir tal información; era muy poco probable que nos topáramos en el Ministerio y no quería darle a pensar que este encuentro daría pie a pretextos para que yo fuera allá solo para verla, porque no era así... ¿o si? Carraspeé, e hice que la mesera retirara mi plato también. No me gustaba comer mientras me veían hacerlo, pero me vi en la necesidad de pedir otra bebida. —Askar, soy Callum Askar Rambaldi —le respondí, sin darle importancia, ya que a duras penas habíamos compartido nuestros nombres —. Yo solo espero que no esté haciendo que te arrepientas, sea la razón por la cual me hayas invitado —mi esperanza era sincera, yo no la estaba pasando mal — y, aunque lamento que ese vago te haya quitado el apetito, me gustaría en un futuro devolverte el gesto. Aunque puedes decir que no, eso no me ofendería en absoluto. La bruja del servicio regresó con una nueva bebida para mi, y yo humedecí mi garganta con un trago; recargué la espalda en mi asiento, y mis dedos jugaron un poco con la servilleta en la mesa. @
  14. Tanto esperar y por fin, aquí está *abraza el registro de la familia* (?) Bueno, que Bodrik se ha quedado con la corona de ser la primera en pasarse, pero yo no me voy a quedar atrás. Vengo acá con harto gusto a pedir oficialmente ser miembro de esta familia PARA SIEMPRE *corre a tatuarse el apellido* Ficha de Inscripción: (para el caso solo pondré los datos de mi personaje, ya que lo demás lo sabes bien) Listo. Que empiece la aventura
  15. Levanté la mirada de mi plato y me quedé mirándola a medio masticar durante unos segundos antes soltarme a reír por la forma en que me había gritado. Definitivamente no me esperaba que sacara aquél sentido del humor, pero si lo consideraba un segundo, la bruja tenía demasiado, puesto que enviarle una lechuza a un extraño solo para invitarle a comer en pago era, como quien dice, algo que haría alguien con un lado de su personalidad bastante hilarante. —No me estoy quejando de la vida académica, en realidad —añadí, esperando darle confianza al responder sobre el ministerio. Me interesaba el tema, sobre todo desde que había metido una petición de empleo al mismo; jamás en mi vida había tenido necesidad de trabajar... no al menos de forma oficial porque, vamos, en casi cien años de alguna forma tenía que ganarme la vida, pero a decir verdad me preocupaba un poco que me aceptaran como empleado en el Ministerio de Magia Londinense. Maida parecía sumergirse en sus propios pensamientos y pensé que tal vez no tenía mucho que decir al respecto o bien, la comida de su plato estaba realmente deliciosa; seguí su mirada hacia la puerta de la entrada, la cual se abría para que un borracho se acercara dando tumbos. Ladeé mi cabeza, observándolo acercarse, y por un segundo me hizo recordar a un patético y viejo squib que había conocido en mi infancia y que mi padre trataba como escoria. Mi padre tenía una lista larga de historias con vagabundos, ebrios y débiles mentales, pero éste en particular, ya comenzaba a apestar el aire que nos rodeaba a mi acompañante y a mi. Giré la vista a ella, notando que ya tenía la varita al ristre y apuntándolo a él pero por alguna razón no actuaba. Pensé en hacer lo mismo, y hacer que el hombre hediondo se esfumara con magia, pero una loca idea cruzó por mi mente y de pronto me vi tomando mi propia jarra de pinta y levantándome hacia él; se la extendí y la puse en su mano —Toma vago, te quiero afuera... ahora —le ordené, sin ocultar la repugnancia en mi voz. El hombre me miró, pareciendo esforzarse por conectar las palabras que cruzaban por su mente, pero al bajar la mirada en el licor que había puesto en sus manos optó por remojarse los labios y obedecer mi orden. Regresó hacia la puerta, apenas si podía caminar derecho pero el muy sinvergüenza no tiró una sola gota de cerveza, y al salir simplemente se sentó en la acera del callejón a tomarse su bebida. Regresé a mi asiento, y comencé a cortar mi filete; levanté la vista hacia Maida, sin saber que podría estar pensando. —Se vuelven como perros obedientes cuando les das un poco de lo que quieren —comenté, llevándome un pedazo de carne a la boca que después mastiqué —. Te pregunté sobre el trabajo en el ministerio porque recientemente llené una solicitud para trabajar allí y me gustaría saber un poco del tema... @
  16. Hola, vengo a solicitar el conocimiento que me otorgaron tras haber obtenido mi título del T.I.M.O y deseo elegir Encantamientos. Solo tengo una duda, pues tengo entendido que solo puedo pedir una modificación al mes ¿esto cuenta como tal? Porque estoy preparando un par y quedarían listos en un par de días. Eso es todo.
  17. Ya era tarde, y me era bastante extraño andar a esas horas de la noche por las vacías calles del pueblo de Ottery. Las luces navideñas resplandecían dentro de cada hogar mágico, refugiando a familias de magos y brujas en su interior; no era algo a lo que estaba acostumbrado, siempre confinado en lugares solitarios. Definitivamente me era extraño. Había dejado atrás un largo camino de huellas sobre la nieve que culminaron fuera de la verja del Castillo Lockhart. Me parecía que la noche se había alargado más de lo normal, sorprendiéndome a mi mismo por todas las actividades realizadas aquélla tarde; tras los villancicos me había disculpado con la familia para ir a mudarme de ropa, pero solo había sido una excusa para tener un momento a solas y respirar un poco. Y no se trataba de que ellos fuesen hostigantes ni nada parecido, sino que me habían venido a la mente recuerdos que muy probablemente me habrían arruinado la noche, y obligado a mostrar el lado mas depresivo de mi personalidad a aquélla cálida y unida familia. Pero ya estaba mejor, y mis ánimos de fiesta habían resucitado. Caminé hasta la puerta de entrada y llamé. Bajo la capa de invierno que me cubría todo el cuerpo escondía un pequeño obsequio para el cumpleañero. @Bodrik
  18. Hola familia o/ Lamento tener que volver aquí con malas noticias, pero por razones ajenas a ustedes voy a pedir mi baja :c que de cualquier modo no había iniciado la mágica aventura con esta familia (y que me he quedado con hartas ganas), esperando que en el futuro pueda suceder realmente. Les dejo chocos.
  19. Abuelita dime tuu, donde pongo los links que te traigo yo ♫ (?? Lo siento, comí payaso echado a perder. Solo vengo a traer los links de mi Ficha de Personaje y mi Bóveda Personal como había prometido traer hace ochocientos años (?) y que tú amablemente me recordasteis c: Tá weno pues, ya solo espero recibir pronto una cuantiosa cantidad de galeones, ya que soy tan adorable u.ú Sayonara. @
  20. Le dí un sorbo a mi bebida mientras ella respondía mi pregunta e, ignorando completamente su consejo, me dediqué a atender a la mesera que ya se había acercado con nuestra comida. Aspiré el aroma que se desprendía del filete y de las especias de las papas; olía tan delicioso que por un momento me imaginé flotando alrededor del platillo enganchado por la nariz del humeante aroma y babeando de antojo, igual que una de esas típicas caricaturas muggles. Pero era mejor que mi acompañante no se enterara de mis breves y bobas fantasías infantiles, y solo enterré el tenedor en una patata enana, la cual recorrió un rápido camino a mi boca. —La verdad es que no —respondí, apenas terminé de masticar —. Recién llegué a principios del pasado mes, de modo que no tengo mucho que contar de mi estadía en este país; apenas puse un pie en Londres y me embarraron en estos planes de estudio —no pude evitar que un toque de amargura inundara mi voz. Yo un apasionado de los estudios, quejándome por verse obligado a repasar materias; sin duda era la burla. Fue cuando ella tocó el tema de la universidad que mi estado de ánimo paso de un casi literal "bah" a un entusiasta "!ajá!". Aquéllos estudios eran lo que realmente me interesaba y por lo que había emprendido el penoso retroceso a los conocimientos básicos; pensar en que aún me quedaba camino por recorrer me hizo querer cambiar de tema. —Pues te agradezco la oferta —dije aquéllo con sinceridad —, pero realmente necesito más que me ayuden a no clavarme demasiado en los asuntos académicos —le mostré una de mis mejores sonrisas despojada de toda pretensión —. Esa es quizás la principal razón por la que acepté tu invitación a comer. Comencé a cortar mi filete. —Cuéntame del trabajo ministerial, ¿Es emocionante? —pregunté. @
  21. La respuesta de la bruja me sacó una sonrisa. Parecía que ambos habíamos estado lo suficiente aburridos como para tomar en serio la propuesta, pero hasta ese momento no había lugar para arrepentimientos; y aunque no sabía que postura debía tener, me hallé acomodándome mejor en la silla y me mostré más confiado. —Otro filete para mi, Rib Eye, si tiene —la mesera asintió —, pero cocinado a término inglés; con papas enanas adobadas y una pinta mediana. Gracias. Regresé la mirada a mi acompañante. Sin duda era bonita, cosa de la que no había alcanzado a percatarme en nuestro primer encuentro; regularmente siempre me hallaba mas informado sobre las personas con las que interactuaba pero de ella apenas sabía su nombre, y eso por el remitente de la carta que me había enviado. —Hogwarts —respondí, haciendo un mohín. Me disgustaba aún el hecho de tener que re cursar ciertas materias siendo que ya era un mago graduado; no tenía la pinta de un estudiante y eso me hacía sentir un retardado. No obstante, Maida había lanzado la pregunta como si fuese lo más normal del mundo —, y pensar que tengo que regresar allí después de las fiestas. ¿Tu trabajas en el Ministerio? La mesera regresó con mi pinta, y entonces me percaté de que la bruja no había pedido nada para beber. —Traiga otra para ella, si me hace el favor —ordené. No iba a tomar solo. @
  22. Buenas c: vengo a dar aviso que abrí nuevo tema con lo de mi bóveda para que sea aprobada. Espero no haya ningún incoveniente, muchas gracias! Link: http://www.harrylatino.org/topic/110873-boveda-de-callum-goldstein/
  23. 1.- Link al tópico de su ficha de personaje: Callum Goldstein 2.- Link de las bóvedas de negocios que posea el usuario: Bóveda N° 111472 Negocio Zarathustra 3.- Link del tópico de registro de sus familias: Familia N° 1: Familia Triviani Familia N° 2: - 4.- Link a las bóvedas de sus familias: Bóveda Familia N° 1: Familia Triviani Bóveda Familia N° 2: - Saldo en bóveda previo a la Migración: 24720 G Información Privada de Gringotts (Sólo la Dirección del banco puede modificarla)
  24. Datos Personales: Nombre del Personaje: Callum Askar Triviani Sexo: Masculino Edad: Joven Nacionalidad: Rumano Familia(s): * Triviani Padre(s) Sanguíneo: Candela Triviani Sandor Askar** Padre(s) Adoptivos: -- Trabajo: -- Poderes Mágicos: Rango Social: Unicornios de Bronce. Bando: Neutral. Rango dentro del Bando: -- Puntos de poder en objetos: 110 Hechizos adicionales: Puntos de poder en criaturas: 20 Criaturas controlables en asaltos y duelos: Habilidades Mágicas: * Habilidad 1 * Habilidad 2 * Habilidad 3 Conocimientos Especiales: * Encantamientos * Runas Antiguas * -- Medallas: T.I.M.O. (Título Indispensable de Magia Ordinaria): 2000 puntos E.X.T.A.S.I.S (Exámenes Terribles de Alta Sabiduría e Invocaciones Secretas) "Duelo Avanzado": 4000 puntos Total Experiencia en Medallas: 6000 puntos Perfil del Personaje: Raza: Demonio Aspecto Físico: Es alto, atractivo y bastante bien formado con músculos delgados. Su piel es pálida; él tiene labios llenos, y cabello rubio sucio que a veces parece más marrón. Sus ojos son de color verde avellana. Él siempre está bien afeitado y muy bien vestido en casi todo momento, encarnando a una persona adinerada, a excepción de sus ratos de ocio donde usa un estilo mas casual. Su cabello a menudo está descuidado, el cual empuja hacia atrás todo el tiempo. A simple vista Callum da la finta de ser un chico serio y arrogante, tiene una mirada penetrante y rasgos duros; pero toda esa imagen se queda enterrada a la primer sonrisa. Cualidades Psicológicas: En general, Callum es un tipo agradable y gentil, que suele ir cómodo por todos lados derrochando encanto y simpatía. Demuestra siempre un agudo sentido del humor hasta en situaciones que exigen seriedad absoluta. Se toma en serio muy pocas cosas, y es bastante cerrado en cuanto a sus problemas personales. Gusta de resolver sus asuntos solo, pues está acostumbrado de esta manera. Internamente se siente indigno de muchas cosas, como el amor. Posee ambiciones que suelen ser muy criticadas a menudo, pero a pesar de esto es muy leal con las personas que se ganan su favor. A pesar de su lado amable, Callum a veces puede ser temerario y obstinado en sus decisiones y elecciones. También es duro y puede ser cruel con aquellos a quienes no le gusta, pero siempre tiene las mejores intenciones en mente, siempre pensando y poniendo a sus amigos y seres queridos por delante sin dudarlo. Historia: (Recaudando información del susodicho) Pertenencias: Objeto Mágico Legendario: Objetos Mágicos: Objeto: Varita Clasificación: AA Puntos de Poder: 20 Objeto: Puertas Mágicas Clasificación: AAA Puntos de Poder: 40 Objeto: Polvos Flú (5) Clasificación: A Puntos de Poder: 10 x 5 = 50 Pociones Mágicas: Objeto: Clasificación: Puntos de Poder: Criaturas Mágicas: Criatura 1: Clasificación: Puntos de poder: Criaturas en la Reserva: Criatura: Augurey Categoría: XX Puntos de Poder: 20 Libros de Hechizos: Libro: Nivel: Poderes de Criaturas: Tipo de Poder: Consumibles en Batallas: Nombre: Descripción: Categoría: Elfos: - Licencias, Tasas y Registros: Licencia de Aparición: Licencia de Vuelo de Escoba: Registro de XXX: Personajes Secundarios: * Personaje 1 * Personaje 2 * Personaje 3 * Personaje 4 * Personaje 5 Otros Datos: Otros datos: Su Patronus es una mantarraya adulta. Cronología de cargos: Premios y reconocimientos: Links de Interés Referentes al Personaje: Link al Perfil de Comprador MM: #366 Link a Bóveda Personal: Bóveda N° 110873 Link a Bóveda Trastero: Bóveda nº XXXXX Link a Bóveda de Negocio: Bóveda nº 111472 Negocio Zarathustra (negocio del que ya no es socio) Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda No. 78361 Familia Triviani Link a Bóveda Familiar 2:
  25. Era una de esas mañanas tranquilas en las que se te ocurre no hacer nada en absoluto. Mis compañeros de dormitorio en la torre de Ravenclaw habían salido presurosos a disfrutar de la primera nevada de la temporada, todos abrigados hasta el cuello con sus bufandas y sus gruesos abrigos bajo las túnicas. Yo, por mi parte, planeaba un grandioso día en pijamas frente al fuego. Pero esa lechuza llegó, trayendo consigo una nota que, siendo sincero, no esperaba. Tardé un par de minutos en recordar a aquella bruja del callejón Diagón. ¿Cuántas veces en la vida te pasa que una chica te invite a comer por haberle dado un susto de muerte? Era irónico, por lo que había predicho que la invitación jamás llegaría (además ni siquiera le di seña de cómo ni dónde encontrarme) pero una vez más descubriría el poder de los nombres. Recordé aquel día, que pese a mi "delicadeza", había asustado a la chica quien no demoró en sacar su varita y apuntarme con ella; por su mirada, adivine que iba a matarme, y no sabía hasta que grado podría considerarme est****o por aceptar la invitación de una bruja así, pero lo cierto era que tenía hambre. De modo que me vestí y salí a encontrarme con ella. Recordaba haber visto el lugar en mis últimos recorridos por el callejón, y no me fue difícil volver a dar con él. Había suficiente luz solar para hacer difícil la visión a través de los cristales de las ventanas, así que tuve que entrar para poder avistar a la muchacha. Y allí estaba, no había sido ninguna broma. Me hice el cabello hacia atrás y me acerqué a la mesa mientras me quitaba la bufanda y me abría la chaqueta. Ella tamborileaba los dedos en la mesa con impaciencia... Mis sentidos de sobrevivencia me exigían dar marcha atrás, pero los ignore. —Señorita, lamento la espera —exclamé de pronto, aplastandome en la silla vacía frente a ella y mostrando una jovial sonrisa —, gracias por la invitación... Confieso que aquél día yo no la había tomado en serio. @

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