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Gatiux

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Mensajes publicados por Gatiux

  1. Mazmorras, con Mathias y Reshi

     

     

    - Ya empezaba a extrañarte. Este sitio hubiera servido para llorar a solas -dijo Reshi con malicia, intentando provocar a Gatiux- nadie se imaginaria en ver en un estado tan deplorable a la gran Gatiux Malfoy... dabas lastima, Malfoy.

     

    - ¿Tú crees? A mí me parece un sitio tan bueno como cualquier otro para llorar. Aunque es mejor siempre en el hombro de un amigo. -se volvió hacia Mathias y le guiñó un ojo- Nunca me ha importado mostrar mis sentimientos si me siento en confianza, soy humana, siento. No me vanaglorio de nada... Lamento decepcionarte, demonio.

     

    Si bien era cierto que la habían encontrado en uno de los boxes desmayada por el shock que le había supuesto leer cierto pergamino con aquella información. Aquel día había perdido a un amigo importante, un apoyo, y ahora aquel hombre se lo recordaba, intentando lastimarla o provocarla con sus palabras.

     

    Sacó del maletín un líquido en una botella de cristal, de color esmeralda, y una especie de pomada. Cuando vertió el líquido sobre la herida, ésta siseó como una serpiente furiosa, pero comenzó a curarse al instante, dejando de sangrar y regenerando los tejidos que Gatiux había roto con su katana. Aplicó la crema, y cuando la absorvió, la piel de Pik estaba como nueva, exceptuando la sangre reseca. Olía como a quemado, debía haberle dolido bastante pero seguía consciente.

     

    - ¿Sabes qué? Parece que no hay forma de hacer volver a Pik, creo que es una batalla interna que tendréis que librar ambos por vuestra cuenta. -comenzó a decir la banshee- Te voy a soltar y vas a poder lamerte las heridas, pero cuidadito con atacarnos porque será lo último que hagas.

     

    Se pudo sentir el estupor de ambos sanadores cuando Gatiux dijo aquello. Se había cansado de aquel juego que no parecía llevar a ninguna parte. Y de todas formas era culpa de Pik por tener algo así en su interior, culpa suya por no ser más fuerte que el otro “habitante” y poder vencerlo.

    No podría hacer nada por él si Reshi se aferraba tanto a la vida.

     

    Comenzó a desatarle las piernas y después los brazos. El torso fue lo último, pero el hombre sobre la camilla había perdido tanta sangre que le costaría levantarse y moverse. El charco que había debajo de la camilla comenzaba a tener algo de profundidad, aunque el suelo de la habitación tenía una levísima inclinación con un sumidero en el centro para no tener que limpiar el estropicio.

     

    - Busca a quien quieras, pero que no sea dentro del hospital. Es tu problema encontrar o no un cuerpo. -dijo Gatiux- Soy una mujer ocupada, no estoy por la labor de estar aquí perdiendo el tiempo contigo.

     

    En realidad era lo más divertido que había hecho en semanas dentro de las mazmorras, pero no lo diría en voz alta. La sangre seguía manchando su bata blanca, y se sentía pringosa. Los ojos ambarinos de la Ángel Caído miraron con desdén a Reshi.

  2. Mazmorras, con Mathias. // Volviendo a la celda de Pik.

     

     

    - Veo que tienes prisa, yo ya se que debo hacer si tienes que irte, por mi no te detengas

     

    - Si ya sabes lo que tienes que hacer... -comenzó Gatiux- Tómate esto y esto

     

    Le alcanzó un par de pociones de diferentes colores y esperó delante suya a que se las tomase, recogiendo los frascos vacíos para ponerlos en la encimera. Se quitó los guantes de látex y los tiró a la basura. La sangre empezaba a resecarse en sus manos y a resultar desagradable.

     

    - Vaya, masacre en San Mungo

     

    - Estoy torturando a Pik en uno de las celdas. -vio que Mathías dibujaba una sonrisa, creyendo que su jefa estaba de broma- Es cierto, tenía otra personalidad de demonio dentro de él, un tal Reshi, que ha encerrado la esencia de Pik. Ahora estoy en proceso de desangrarlo... A ver si muriéndose se da por vencido.

     

    Explicó todo muy rápido, mirando hacia la puerta todo el rato.

     

    - Ahora volveré hasta allí...

     

    Salió de la habitación corriendo, las llaves hacían aún más ruido. Cuando llegó a las celdas se encontró con que la respiración de Pik era mucho más trabajosa, las toallas hacía rato que se habían teñido de rojo, las retiró.

     

    - ¿Aún te niegas a irte, Reshi?

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  3. Mazmorras, con Pik // Sanando a Mathias.

     

     

     

    Las manos de Gatiux se teñían de sangre, hasta la altura del codo. Lo que más llamativo era ver el blanco impoluto tintado de rojo, absorbiendo el líquido que goteaba. La banshee lo miraba desafiante, a la espera de una súplica que surgiera de sus labios, pero Reshi no parecía por la labor. El tiempo iba pasando. Tic tac.

     

    - Jefa, hay un muerto que necesita ser atendido en la planta.

     

    Aquello molestó a la banshee, que miró con cara de pocos amigos a la enfermera, la sien de la mortífaga había comenzado a palpitar. Se obligó a envainar la espada en su espalda.

     

    -Somos muchos en la planta, ¿acaso me tienes que molestar a mí? ¿no hay nadie más a quien pedírselo, no ves que estoy ocupada?

     

    - L-Lo... Lo sé, jefa, p-pero, no hay nadie más en la planta. -la enfermera agachaba la cabeza- No la molestaría si no llevara un buen rato ahí...

     

    Un gruñido salió de la garganta de la Malfoy, que echó mano a dos toallas y las puso sobre la herida de forma que la sangre saliera más despacio. Después colocó uno de los grilletes de la pared a la muñeca de Pik y los cerró. Al salir de la celda lo dejó allí, muriéndose, atado y sin posibilidad de hacer magia.

     

    - Vámonos, éste no se ha ganado el derecho a compañía.

     

    Salió deprisa por el pasillo, la enfermera casi tenía que correr a su lado para mantener el ritmo. Las llaves del bolsillo de Gatiux tintineaban alegremente a su paso, mientras que ésta parecía haber descuartizado a alguien. Cuando encontró a Mathías negó con la cabeza, se puso unos guantes de látex para no tocarlo con sangre ajena y comenzó a examinarlo.

     

    - Episkey... -decía al ver sus heridas, que fueron cerrando- Episkey

     

    Tras cerrar las heridas le dio una poción que traía a los muertos a la vida y esperó, con impaciencia, haciendo sonar los tacones sobre el suelo de piedra, y con cara de pocos amigos. Se mordió el labio inferior mientras que sus ojos ambarinos examinaban al Slytherin, a la espera de que volviera a la vida.

  4. Mazmorras, con Pik.

     

     

    - ¿Y tu crees que no puedo usar magia?

     

    Como respuesta a la pregunta del demonio, un par de manos fantasmales surgieron de la nada y comenzaron a desatarlo. Gatiux sonrió a medias y dejó que lo desataran. Como truco estaba bien, pero ella sabía unos pocos más, por los años de experiencia como mortífaga.

     

    - Necromantia lingua. -las manos desaparecieron, y Reshi volvía a estar atado en la camilla- ¡Vaya, parece que yo también tengo un par de truquitos!

     

    - Vamos, llevame a esas jaulas de hombre lobo, encierrame y haz lo que quieras. Si no te has dado cuenta, pequeña ingenua, entre más trates de regresar a Pik, más tiempo me quedaré en su cuerpo.-aseguró-el Malfoy puede escuchar tus palabras, es como un alma que vive dentro de este cuerpo pero que no puede manejarlo; como un titiritero sin títere, no cumple ningún función, solo ocupar espacio.

     

    - Tal vez pienses que puedes escapar una vez te meta en la jaula, pero tenemos un hechizo como el de las cárceles. El usuario no puede hacer magia una vez dentro. -le contestó Gatiux- Para evitarnos malos ratos de tipos raros sueltos por el hospital que causen pánico, ya sabes.

     

    Antes de entrar en la habitación, hizo aparecer su propia katana, con vaina incluida, que se colgó a la espalda. Los dos cascabeles que colgaban del mango azul tintineaban a cada paso que daba mientras empujaba la camilla. No dudaría en matarlo para proteger su propia vida.

     

    El sitio era oscuro, y olía mal. La luz que encendió era azul, enfermiza, y repiqueteaba cada tres segundos. Los barrotes comenzaban a corroerse por el óxido y una capa de polvo se acumulaba por donde alcanzaba la vista. Gatiux hizo un gesto con la boca, no le gustaba estar allí, pero era el lugar más seguro para encerrar a aquel tipo. Por lo menos las celdas, aún con barrotes, eran amplias para poder trabajar.

     

    Del manojo de llaves escogió tres de color verde, la segunda que probó era la que cerraba aquella celda. Las guardó en su bolsillo y empujó la camilla hasta dejarla en en centro de exacto de la celda. Reshi la retaba, y ella interiormente había aceptado el desafío. Traería al Mago Oscuro de vuelta, por mucho que costase.

     

    - Ahora, voy a dejarte sin sangre en el cuerpo. -dijo como el que hablaba del tiempo- Te dejaré a mínimos y luego a ver si resultas tan desafiante.

     

    Gatiux desenvainó la katana con agilidad y la clavó entre el hombro y el pecho de Pik, justo por encima de la axila, hasta que tuvo conciencia de que lo que estaba tocando era camilla. Una sonrisa malévola se dibujó en su rostro cuando sacó la espada y la sangre comenzó a mancharlo todo. Aguardó apoyandose en la camilla.

     

    - ¿Cuanto tiempo crees que tarda en morir desangrada una persona? Yo diría que 20 minutos, pero empezarás a sentirte peor mucho antes.

  5. Mihihihihihihi *llega dando saltitos*

    Me gustan las sorpresas *-* Así que vengo a dejar mis datos. Lo de la firma era muy complicado, porque tenía que elegir entre tres! Pero creo que escogí bien. Si me arrepiento tengo hasta el 20 para cambiar :rolleyes:

     

     

    -> Color predominante "#00BFFF"

     

    -> Mejor Firma http://i200.photobucket.com/albums/aa78/r_gatiux/fyoruichi.png

     

    -> Render de su personaje en el foro o en su defecto una imagen en tamaño grande

    No tengo. Así que dejaré el dibujo que me hizo Tanya. Está en dos versiones xD

     

    Opción 1

    Gatiux es la de la derecha, la del pelo morado y los ojos amarillos xD

     

    -> Nick Gatiux

  6. Mazmorras, con Pik

     

     

    - ¿Yo he capturado a Pik? él me ha tenido capturado a mi mucho más años de lo que puedes imaginar, guapa. ¿Qué hago acá? pues, vaya… divertirme y disfrutar de la vida como es debido. -decía el demonio que vivía dentro del Macnair- Ser un poderoso semidios y ahora con el poder mágico que posee este Macnair, sería todo sumamente divertido, torturar magos y lanzar aquella maldición que ustedes usan para capturar gente guapa y digna para disfrutar de mis dotes, estaria haciendo un bien por la comunidad. ¿Ahora te puedo invitar a salir o todavía tienes más preguntas?

     

    - ¿Qué tengo que hacer para que te largues y dejes a Pik aquí de vuelta? -inquirió Gatiux- Me da exactamente igual que seas "poderoso", no me puedes invitar a salir, quiero que te largues y dejes aquí a Pik. Tenía cierto encanto que ha desaparecido cuando has llegado tú. Así que, Reshi, ya puedes hablar. Si lo que quieres es el cuerpo de un muggle, lo podría conseguir con facilidad.

     

    Conseguir magos ya era otro cantar, no eran tan fáciles de engatusar y hechizar. Y cuando los matabas podían volver a la vida gracias a un sanador cualificado. Gatiux sabía que tenía que ser amable con el demonio, pero el temperamento de la mujer no era el mejor para aquella tarea. Acabaría arrojando aquel cuerpo al fuego como causara demasiados problemas.

     

    - Veras, a ver cómo te lo explico, Pik Malfoy trabaja aquí... Y no me hace mucha gracia que te lo lleves a saber donde a disfrutar de los placeres de la vida. -dijo Gatiux, frunciendo el ceño- Si hace falta te encierro en una de esas jaulas especiales que tenemos para los hombres lobo. Por mucho que choques contra estas no podrás salir.

     

    Las mazmorras tenían tantas zonas, era muy fácil perderse en ellas, pero era su obligación como Jefa de Planta conocer cada uno de los rincones. Hasta los menos transitados. Aquellas jaulas se mantenían dentro de unas celdas, justo al lado de la zona de experimentación de especies. Podría dejarlo atado a cables hasta el infinito.

     

    - Creo que no sabes bien con quien te estás metiendo, querido. -la voz de la banshee estaba cargada de veneno- No me gustas. Así que ya te estás yendo si no quieres que te meta yo misma en la prisión interior en la que te tuviera Pik. Aunque tarde... Créeme que al final lo conseguiré

     

    Comenzó a arrastrar la camilla hacia el pasillo, empujando desde la cabecera de la misma con total tranquilidad.

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  7. Mazmorras, con Pik

     

    - Gatiux Malfoy, un honor poder conocerte luego de tanto, no sabes lo que es estar encerrado dentro de este muchacho - el tono empleado no era el que utilizaba Pik normalmente- ¿te habían dicho que derrochas sensualidad como si se tratara de Cruciatus hacia los llamados seres de la luz? si nadie te lo había dicho, es momento de que te enteres.

     

    - Qué... galante. -Gatiux frunció los labios, como si opinase lo contrario- ¿Con quien tengo el honor de hablar? No es correcto que tú conozcas mi nombre y yo no el tuyo, y por lo que más quieras no intentes convencerme que eres Pik Malfoy. ¿Desde hace cuanto estás ahí dentro?

     

    Pese a la tranquilidad con la que hablaba, había materializado en la camilla unas correas de cuero, en las cuales abrochó las extremidades, primero las manos y después las piernas. Era una medida que debía tomar, ya que se encontraba a solas con un completo desconocido en la habitación, aunque tuviera la apariencia física del sanador al que conocía.

     

    Los demonios tendían a ser imprevisibles, sobre todo en aquel estado, en el que la parte humana parecía haberse escondido por completo. Una correa también lo ató a la altura del tórax. Gatiux las abrochó todas y después se cruzó de brazos, con la varita en la mano.

     

    - ¿Y bien? ¿Vamos a jugar a las preguntas y las respuestas? -inquirió la banshee- Yo hago las preguntas y tú respondes. Podemos utilizar otros métodos de tortura, pero no te iban a gustar.

     

    Una sonrisa sádica afloró a los labios de la Malfoy, la cual podía tener muy mal temperamento si se hacía la más mínima provocación.

     

    - ¿Qué haces aquí y porqué has capturado a Pik? Que no te quepa duda de que encontraré un modo de traerlo de vuelta.

     

    El cabello violeta de la banshee caía hacia delante, se había inclinado sobre la camilla para amenazar al sujeto que se encontraba frente a ella. Sus ojos ambarinos se clavaban sobre los del demonio que tenía delante sobre la camilla, era odio lo que destilaban. Se separó lentamente, lo estaba vigilando, y con la varita en alto.

  8. Mazmorras - con Pik

     

     

    Tras volver de los jardines, seguía con el ceño fruncido, y ahora con las manos heladas. Comenzó a deambular por los pasillos, sin rumbo fijo. Gatiux tenía la mala costumbre de dirigirse hacia los ruidos, en vez de huir de ellos, por lo que encaminó sus pasos hacia una de las habitaciones cuando sintió un cambio en ella. No llamó a la puerta, no tenía esa costumbre, pasó directamente.

     

    - ¿Pik? -su instinto le decía que algo no iba bien- ¿Qué haces aquí?

     

    Los ojos ambarinos de Gatiux recorrieron todo rápidamente, analizando, el sanador tenía los ojos inyectados en sangre, con las pupilas muy dilatadas. El sudor hacía que su cabello oscuro se pegase a la frente, mojado, y en el suelo tenía frascos tirados vacíos junto con pastillas que con toda seguridad había ingerido.

     

    La banshee se acercó lentamente, levantando una palma con cautela, indicándole así que estuviera tranquilo, que no pasaba nada, pero con la otra empuñaba la varita. El mortífago parecía ido, apunto de atacarla, pero le pilló por sorpresa cuando la mujer le apuntó con la varita.

     

    - ¡Desmaius Mortis!

     

    El rayo le impactó de lleno y la mortífaga corrió hacia él antes de que cayera al suelo. Lo puso sobre una camilla y abrió uno de los cajones que se cerraban con llave. Dentro habían multiples jeringuillas con distintos líquidos en el interior. Gatiux eligió la que decía “morfina” y la inyectó en la vena de Pik. Si despertaba estaría drogado y no podría moverse.

     

    Aprovechó la inconsciencia del sanador para recoger los frascos que habían por el suelo, con sólo olerlos ya sabía de su contenido. El blister de pastillas era para la fiebre. Por lo visto parecía que había tenido control de sí mismo para realizar aquello. La subdirectora también le tomó una muestra de sangre.

     

    Cuando terminó arrastró la camilla hacia uno de los boxes cercanos, para poder vigilarlo mientras examinaba la muestra de sangre. Habían tenido un caso parecido en las mazmorras hacía poco tiempo, la sanadora Blackimse era dominada por un demonio interno, Zorces, que de vez en cuando salía al exterior. Sabía reconocer los síntomas.

     

    Gatiux le abrió los ojos, las pupilas parecían estar volviendo a la normalidad. Dejó caer sus párpados y comenzó a secarle el sudor frío del muchacho. Le puso una manta por encima para evitar que el calor de su cuerpo escapase. Pronto empezaría a disminuir la fiebre... pero ella se preguntaba qué habría desatado todo aquello.

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