Gatiux

Mazmorras, con Pik

- Gatiux, un gusto tenerte de vuelta.

- ¿Quien te ha dicho que me haya ido alguna vez? -una sonrisa aleteó en los labios de Gatiux, que se volvió hacia la paciente cuando Pik la presentó- El gusto es mío, Caroline.

Si bien era cierto que se había ido de la planta sin avisar, quizás los sanadores se habían dado cuenta de que la Subdirectora de San Mungo no estaba revoloteando por la planta como era habitual. O tal vez no y siguieran con su propio ritmo de trabajo. En aquel momento la Malfoy echó en falta que no llevaba su bata de trabajo, si no un ajustado vestido negro que llegaba por encima de las rodillas, frunció los labios pero no dijo nada mientras Pik daba las explicaciones pertinentes y el alta a la paciente.

- Qué mona... -susurró cuando se marchó- Por cierto, me ha llegado un informe de una enfermera, con un apunte de que el "señor" Patrick Colt te amenazó la última vez que estuvo por aquí. ¿Qué fue lo que pasó?

No permitiría que amenazaran a sus sanadores, aunque en realidad fueran amenazas vacías, aquel mortífago no cumplía lo que decía, le gustaba ladrar pero no morder como a la mayoría de hombres. Gatiux retiró el papel donde había estado tumbada Caroline y se sentó sobre la camilla, cruzando las largas piernas mientras miraba a Pik esperando una respuesta.

Mazmorras, con Carol y Pik

Gatiux había salido durante unos días del Hospital después de asegurarse de que había personal suficiente para poder atender la planta. Necesitaba desconectar, pasar unos días fuera rodeada de camareros apuestos sirviéndole alcohol en una playa de arena blanca. Y así había hecho, en aquel momento la piel de la banshee presentaba un tono más bronceado, y tenía una sonrisa de oreja a oreja.

En aquel momento, mientras descendía en el ascensor, canturreaba una melodía entre dientes. Se sorprendió gratamente al ver que la planta seguía en pie, completamente normal como antes de que se fuese. Caminó hacia su despacho, deshizo el hechizo con el que prohibía la entrada a todo aquel que no fuese ella y cerró la puerta.

A los pocos minutos, y como si hubiera captado su olor apareció una enfermera. En una carpeta gruesa le llevaba informes, altas y todo tipo de documentos que se procesaban en la planta. Gatiux le pidió un café y comenzó a examinarlos. En los papeles habían acotaciones de los pacientes hechas por las enfermeras.

- Interesante. Parece que alguien merece un tirón de orejas cuando vuelva a pasar por aquí. -susurró la Malfoy, que pegó un sorbo a su café- Mmmm...

Otra enfermera volvió a interrumpir el curso de sus pensamientos, indicándole que había llegado una nueva paciente. La siguió hasta el box, pero se encontró a Pik dentro ya atendiéndola. Como sabía que era silenciosa como un gato, le tocó el hombro al sanador para saludarlo, y se quedó mirando a la paciente, viendo el cuadro que presentaba.

- ¿Todo bien por aquí?

Gatiux, mentora de Danyellus Triviani Malfoy.

Tras volver de comprar los objetos necesarios para que el Tributo se mantuviese alimentado, Gatiux envió a buscar a su elfo personal, que la reverenció y luego esperó con las palmas hacia arriba de los objetos que tuviera que entregarle al hombre que la banshee cuidaba en aquellos locos juegos.

La Malfoy le tendió una bolsa con 1 PACK de COMIDA y 1 BOTELLA de AGUA, todo bien cerrado para que no se le pusiera malo. No tenía ni idea de cuanto durarían aquellos juegos, por lo que le envíaría cantidades más pequeñas. También adjuntó una pequeña nota que decía “Con amor. G.”

El elfo desapareció de la habitación, sin duda encontraría a Danyellus con rapidez y eficacia.

A pesar de todo el tiempo transcurrido, y que las cosas en la arena se habían puesto realmente feas en varias ocasiones, Danyellus había sobrevivido y seguían teniendo dinero contante y sonante en la bolsa. Decían las malas lenguas que algunos mentores habían tenido que mendigar apoyos en busca de unas cuantas monedas para mantener vivos a sus tributos. Pero a aquel ritmo no quedarían monedas para sus bolsillos, y eso era lo que quería el Capitolio.

La transacción de comprar objetos la hizo más rápido que la primera vez, en la que se quedaba mirando embobada la pantalla sin decidirse por completo. De aquellas pantallas salieron los productos indicados una vez depositadas las monedas necesarias. Gatiux salió con rapidez del establecimiento, tenía algo que entregar a su Tributo.

Nick con Enlace a tu inventario:Gatiux

Elemento a comprar o vender: Comida 

Cantidad: 1 

Monedas de Oro totales: 250

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Elemento a comprar o vender: Agua

Cantidad: 1 

Monedas de Oro totales: 250

Hola, vengo a dar mi opinión. Es todo en buena onda, así que espero que lo tomen así.

He estado leyendo éste topic, y sí, hasta cierto punto me parece interesante la idea, por otro lado no me termina de convencer. Hablo por mi caso en concreto, y como veo a las banshees como grupo. Las banshees siempre han sido algo propio dentro de la Marca Tenebrosa, para ser una de ellas tenías que entrar dentro del bando, y eso lo hace como algo bonito en sí ya que para pertenecer a ello hay que ser mortífaga primero.

No me gusta que ahora se haga accesible para los minimortios, algunos no, pero la mayoría son un visto y no visto. ¿Cuantas banshees nuevas tendría cada dos meses? ¿1? Eso tirando por lo alto de que la chica no quiera ser demonio o vampiro o... El tema es que para eso es mejor seguir siendo un grupito elitista dentro de la Marca Tenebrosa.

Tal vez fuera mejor si metierais a los hombres lobo. Las banshees seguiremos siendo un grupo perteneciente a La Marca Tenebrosa, y tendreis los grupos suficientes para que los minimortios peleen entre sí.

- Vampiros

- Licántropos

- Demonios

- Humanos

La idea del rol es buena, la de los duelos no me gusta tanto. Ya tienen asaltos por Ottery, los simulacros en la MiniMarca, y ahora también organización versus clanes. Es una saturación duelística para alguien que no le gusten tanto los duelos... (Siempre solemos decir que hay opciones, pero en cuanto se puede la cosa se pone a girar en torno a eso).

Lo de los rangos. Todo se hace con rangos. Las banshees nos manejamos por Tríada Banshee, pero que en realidad son iguales a las demás banshees, y el resto de las chicas. No me gustaría nada meter rangos ahí, ya llevamos mucho tiempo manejándonos así y tan mal no nos fue. Bajo mi punto de vista lo de los rangos podría suscitar cierto tipo de rencor, como “este no se merece estar ahí y yo sí”, y ya suficiente estrés provoca la lista oficial de rangos mortífagos.

Además, a las banshees no nos gusta batallar. Estamos entrenadas en las artes del placer y lo demás nos parece algo fútil xDDD

Para rolear algo sí me prendería, pero la chica no sería banshee hasta no entrar en La Marca Tenebrosa. Luego no quiero decepciones de tener que estar cambiando listas cada dos por tres u.u

Gatiux, mentora de Danyellus Triviani Malfoy.

La Malfoy le había puesto una cinta roja enorme y pomposa a la caja donde había guardado las provisiones para Danyellus, como si la Navidad hubiera llegado de forma anticipada. Sabía que si el vampiro no curaba aquella herida sangrante, moriría quizás el día siguiente o al otro, por lo que dentro de la misma había colocado un botecito plateado que contenía ESENCIA DE DÍCTAMO. También compró para Dany 2 PACKS de COMIDA y 2 BOTELLAS de AGUA, lo había colocado todo con sumo cuidado entro de la caja.

Lo has hecho mejor de lo que esperaba. Sigue así. Ya queda poco.

Gatiux

La nota era escueta, pero hasta el momento la banshee no se había animado a escribir una ya que temía que no sirviese de gran cosa y el vampiro muriera, pero el final estaba tan cerca, parecía que el muchacho alcanzaría la gloria, estaba a un paso o dos de conseguirlo. Y ella estaba gratamente impresionada. Sonrió, le dio un beso a la carta para marcarla con pintalabios rojo y la introdujo dentro de la caja.

- Busca a Danyellus y entrégale ésto.

El elfo asintió mansamente mientras sujetaba el paquete regalo. Desapareció antes de que Gatiux pudiera decir nada más, por lo que la mujer se hizo un ovillo en el sillón mientras miraba a la pantalla que tenía frente a ella. Aquellos Juegos estaban durando demasiado, estaba hastiada de aquella torre y de estar sin varita.

Edit: La había liado con los codes xD

A aquellas alturas de la partida su Tributo seguía vivo, era algo de lo que enorgullecerse cuando otros tantos habían caído, pero Gatiux quería más, quería que ganara los Juegos del Hambre, y quería por supuesto el dinero que otorgaban como premio, pero antes tendría que volver a abastecer con comida a Danyellus, por las pantallas que ofrecía el Capitolio había comprobado que ya apenas le quedaba. Y también había salido herido de aquella batalla, ya que a los de arriba se les había ocurrido que podrían usar varitas... para matarse con ellas.

- ¡Qué ingeniosos! -le dijo al aire, aunque sabía que estaban observando sus pasos-

Todo era diferente a los primeros días, en los que había tantos mentores que casi había que empujarse a codazos para la utilización de aquellas máquinas. Ahora estaba desértico, y los pasos de Gatiux sonaban mientras caminaba por la superficie de aquel mármol brillante. ¿Estarían mirando directamente los del Capitolio?

Cuando miró las pantallas se escandalizó, habían subido los precios, se suponía que ya apenas les quedarían monedas a los Tributos, y cuando necesitaban comer, la comida estaba más cara, y el agua, por no hablar de las pociones. Por suerte todavía no tenía que mendigar por un mendrugo de pan, y en aquella bolsa tenían las monedas suficientes.

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Elemento a comprar o vender: Agua

Cantidad: 1 

Monedas de Oro totales: 250

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Elemento a comprar o vender: Agua

Cantidad: 1 

Monedas de Oro totales: 250

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Elemento a comprar o vender: Comida

Cantidad: 1 

Monedas de Oro totales: 250

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Elemento a comprar o vender: Comida

Cantidad: 1 

Monedas de Oro totales: 250

Nick con Enlace a tu inventario: Gatiux

Elemento a comprar o vender: Esencia de Díctamo

Cantidad: 1 

Monedas de Oro totales: 1300

2300 monedas, ¡menuda estafa! -se quejó Gatiux mientras guardaba las cosas que le daba la máquina- Espero no tener que volver a pasar por aquí.

Mazmorras

Tras explicar las últimas preguntas que los nuevos sanadores habían lanzado esperó, pero como nadie decía nada más, Gatiux dio por terminada la “clase”. En los siguientes días sería todo práctico, y ahí irían cogiendo confianza en su nuevo puesto de trabajo. Les sonrió a los sanadores.

- Estupendo, doy por concluida la ronda de preguntas.

Al hacerlo, y como si hubiera estado esperando por ello, una enfermera entró. Habían llegado un par de pacientes, y el instinto de Gatiux le hacía que quisiera ir a atenderlos, pero Pik fue más rápido que ella, y con una desenvoltura impropia de un novato se fue con la otra mujer. La banshee sonrió con satisfacción. Otra enfermera llegó a la planta, en sus manos traía una carta para la Subdirectora de San Mungo.

- La han dejado arriba, en recepción. Tres iguales, para Lacrimosa, la otra Subdirectora y usted.

Los dedos de la Malfoy volaron ágiles para abrir la carta, fruncía el ceño al encontrar extraño todo aquello, además hacía días que no sabía nada de Lacrimosa, el mortífago se había ido de vacaciones muy lejos de allí, pero el Hospital seguía funcionando. Gatiux leyó un par de veces la misiva, después miró a la enfermera.

-Acompáñame, escribiré la respuesta y después la entregarás. -miró al resto de sanadores- ¡A trabajar chicos!

En su despacho, una vez con pergamino y pluma escribió lo siguiente:

Estimada Madeleine,

 

Siento no poder asistir a dicha entrevista. En éste momento me encuentro ocupada ultimando preparativos para que no se note mi ausencia en la planta cuando salga de viaje. Volveré a mitad de mes, espero que sepa disculpar mi ausencia de la misma.

 

Un saludo.

 

Gatiux Malfoy

Subdirectora de San Mungo

 

- Entrégala en el Gabinete de Protocolo y Prensa, a nombre de Madeleine Rambaldi Gryffindor.

La enfermera asintió y salió caminando rápido. Gatiux al salir de su despacho lo selló mágicamente para que nadie pudiese entrar mientras se encontraba fuera. No quería que nadie curiosease mientras no estaba. Aunque los chicos no sabían que se iba durante un puñado de días. Subió a los ascensores para salir del Hospital.

- Espero que al volver no me encuentre la planta incendiada -pensó con una sonrisa en el rostro-

Euu! Tenemos el grupito super abandonado!!!!

(Igual no nos ha hecho falta mantenerlo muy activo para seguir vivos )

Paso a subirlo, y a decir que en los día que estaré fuera (del 3 al 13) Pik me suplirá como mentor de Dany.

Buena suerteeeeeee *0* Espero que sigas vivo a mi regreso. Si te matan mientras no estoy significará que realmente era yo la que te daba suerte. Y le echaremos las culpas a Pik xD

Os quiero a todos, volveré pronto

Pero no me pidais regalos porque no pienso traerle a nadie, ni arena de la playa xDDD

Hola!

Vengo a pedir que a mi Tributo se le pueda poner un mentor sustituto, yo salgo de viaje el lunes y voy a estar fuera durante 10 días. Intentaré dejarle comprado todo antes de salir. Lo hemos hablado los tres implicados, yo como mentora, Danyellus como tributo y el mentor sustituto que ha aceptado.

Mentor Sustituto para Danyellus Triviani Malfoy: Pik Malfoy Macnair.

Mi ausencia es del día 3 de septiembre al 13 de septiembre, ambos inclusive.

Espero que no haya ningún problema al respecto. Gracias!

Mazmorras, con la totalidad de empleados. (Zack, Pik, Akiza, Tinieblas, Mathias y Tais)

-

Una muchacha a la cual Gatiux nunca había visto se unió al grupo en silencio. Por simple descarte llegó a la conclusión de que debía ser la nueva aprendiza de las mazmorras, había visto su nombre escrito en un pergamino un par de horas atrás, por lo que hizo una seña a Tais para que se acercase hasta donde estaba ella, enfrente del semicirculo formado por los demás sanadores.

- Ella es Tais. La aprendiza de las mazmorras, no puede sanar a nadie ni entrar en la zona de los boxes si no es con uno de vosotros. -los señaló a todos uno por uno- Así que es el deber de todos cuidarla y llevarla por ahí.

Las mazmorras tenían varios hechizos protectores, uno de ellos eran que los aprendices no podían deambular por las mismas si no tenían la Marca Tenebrosa tatuada en el brazo, a no ser que la acompañase un mortífago. Le hizo una seña para que se pusiera nuevamente con sus compañeros, todavía no habían acabado las preguntas, por lo que la Malfoy se sentó en la camilla que había desalojado Radamantys, cruzando las piernas.

-Gracias por contestarme la pregunta anterior y si me quedó muy claro, y ahora una nueva pregunta. ¿Pasaría algo si se cambia el procedimiento, es decir primero revivir y luego curar sus heridas?.- inquirió Akiza- Otra pregunta. ¿Es obligación dar el papel de alta? Además, tiene que ser firmado por la Jefa para que pueda salir el paciente?.

- Imagínate que soy un paciente muerto. La sangre no circula, mi pulso no late. Todo en perfecto estado de quietud, hermoso. -en sus manos apareció un cuchillo, hizo un corte en la palma de la mano- Si me revives sin cerrar mis heridas ésto será lo que sucederá pero con más virulencia, la poca sangre que quede en mi cuerpo comenzará a salir por las heridas que tenga abiertas. Y volveré a morir... Por que alguien no cerró mis heridas.

La sangre de la mano de Gatiux había comenzado a gotear sobre el papel que cubría la camilla donde atendían a los pacientes. La sanadora lamió el corte y después se aplicó a sí misma un episkey, mostrando la palma de la mano lisa por completo. Sonrió mientras guardaba la varita en el bolsillo de la bata.

- Respecto al papel de alta, sí, es obligatorio. Un paciente de no puede abandonar las mazmorras sin que el sanador a cargo le haya dado el consentimiento de alta. El parte de alta puede ser firmado por cualquier sanador. La única que no puede firmar altas es nuestra aprendiz. -le hizo un gesto entre comprensión y la risa a Tais- Lo siento cariño. Son las normas.

- ¿ Se puede usar el hechizo Ennervate para revivirlos? -ésta vez Pik hacía otra pregunta-

- Sí. La elección del hechizo para la resurrección del paciente queda a criterio del sanador. Yo suelo alternar entre las pociones y un antiguo maleficio para resucitar a los muertos. -la banshee le sonrió a Pik- El libro está en mi despacho, así que te lo puedo prestar para que lo leas un día de estos. Pero nada de sacarlo del hospital.

Se echó hacia atrás apoyando el peso en sus brazos.

- ¿Alguna otra pregunta?

Mazmorras, con Radamantys + Zack, Pik, Akiza, Tinieblas y Mathias.

Mientras se volvía una de las veces para explicar algo, notó una nueva presencia en el grupo de sanadores que se encontraban detrás de ella, formando una especie de semicirculo para atender mejor lo que estaba haciendo con Radamantys. Mathías se había unido al grupo y esperaba en silencio las explicaciones que estaba dando Gatiux, la cual le sonrió y le hizo un gesto con la mano en señal de saludo.

Cuando iba a hacerle notar que llegaba tarde, el paciente comenzó a reaccionar, lo que hizo que los ojos color azufre de Gatiux se volviesen hacia él, captando toda su atención. Comenzó a hacerle un examen rutinario, para ver que no lo habían envenenado, observando las pupilas y abriendo su boca para mirar el color que tenía su lengua.

- Ahora que está despierto, compruebo que no ha sido víctima de ningún envenenamiento antes de morir, el cual podría circular por su sangre cuando su sistema sanguíneo se pusiera de nuevo en funcionamiento. -explicó Gatiux- Ahora procederemos a darle al paciente, una vez esté consciente el resto de pociones. Una para que recupere la sangre perdida, la otra para la vitalidad.

Con ayuda de la varita hizo que un par de pociones se acercasen hasta la camilla, pasando por encima de las cabezas de los sanadores. En una rezaba “reabastecedora de sangre” en la otra la etiqueta decía “herbovitalizante”

- Una vez mas tengo que agradecerte tus atenciones

- De nada Rada, sabes que es un placer. Ahora tómatelas. -respondió la banshee con amabilidad, después se dirigió al grupo de sanadores- Después de que comprobemos que el paciente se encuentra en perfectas condiciones tras tomar las pociones, podremos firmarles el parte de alta.

Con la varita hizo que la carpeta que descansaba en la entrada del box fuese hasta ella. En ella se rellenaban los datos del paciente, el tratamiento realizado, y por último se firmaba el consentimiento de que estaba en condiciones para abandonar el hospital.

- Al paciente le damos la copia rosa, la otra la almacenamos aquí. Si le entregáis luego a la enfermera ella me las pasa a mi para que las revise y las archive en órden.

Le entregó el alta a Radamantys.

- Que tengas un buen día. Espero no verte pronto por aquí de nuevo.

Mazmorras, con Radamantys y la mayoría de mis sanadores xD

- Señorita Malfoy, ha llegado un paciente. Proviene de Abbadon.

- Parece una ocasión perfecta para mostrarle a los nuevos sanadores cómo va el tema. -le dirigió una mirada al grupo- Seguidme por favor.

Gatiux comenzó a andar por los pasillos, siguiendo los pasos de la enfermera, quien sabía donde había sido colocado el mortífago que había ingresado en la planta, después iba la Subdirectora de San Mungo, tras ella iba Zack, con el paso confiado de alguien que conocía demasiado bien la planta, y cerrando la fila los otros tres nuevos sanadores, algo nerviosos mientras se dirigían a los boxes. El cuerpo estaba en una camilla, inmóvil, junto a un elfo que permanecía en silencio. La Malfoy le quitó la máscara del rostro.

- Él es Radamantys, uno de nuestros pacientes habituales. -comenzó Gatiux mientras se acercaba a él- Está clarísimo que está muerto, pero siempre hay que comprobar que no existen constantes vitales en el cuerpo.

Le tocó la arteria carótida del cuello, sin pulso alguno.

-Ahora pasaremos a mirar si hay heridas en su cuerpo, por lo que dejaremos al mago en ropa interior y antes de devolverle a la vida le pondremos una bata de hospital. -siguió Gatiux mientras desnudaba al mago con manos expertas. En el pecho tenía un par de heridas, con sangre alrededor que no habían sido curadas- Si mirais el abdomen del paciente, podreis observar estas heridas a medio cerrar, junto con sangre reseca. -materializó la varita en la diestra- Episkey, episkey.

Fue hasta el mueble donde estaban algunas pociones, la mayoría se guardaban en una habitación, pero en ocasiones las enfermeras se acordaban de poner las que más se utilizaban dentro de los boxes para evitar los paseos. Agarró el frasco amarillo y volvió hasta donde se encontraba el hombre muerto.

- Ahora haremos que el paciente ingiera la poción que lo traerá a la vida. -abrió la boca de Radamantys y la metió dentro- En un par de minutos lo tendremos protestando y queriendo irse. Otros pacientes tardan más en despertarse. ¿Alguna pregunta hasta aquí?

Mazmorras, con Zack, Pik, Akiza y Tinieblas.

La puerta de entrada volvió a abrirse, ésta vez la enfermera que le solía ayudar a menudo Mary Anne, había traído consigo a una mujer, aunque por como la sujetaba el verbo correcto hubiera sido “pescar”. La sujetaba por un brazo mientras la otra se debatía. La chica iba ataviada con un camisón que parecía una tienda de campaña, el pelo algo alborotado, y en las uñas se le acumulaba algo de roña.

- Hola Paprika, llegas tarde, aunque no la última. -miró hacia la puerta y le sonrió a la enfermera- Gracias por la captura Mary Anne.

Aquella mujer, que tanto se parecía a Tinieblas físicamente, pero decía no saber de qué se le estaba hablando, despertaba la curiosidad de la banshee. “El lugar de esta chica es la planta cuatro, con los locos” pensó Gatiux mientras le sonreía con amabilidad y le invitaba a acercarse con un movimiento de la mano. Ella se acercó, algo cohibida al principio, por el aspecto seguramente.

- Trabajamos con gente que si nos descuidamos puede coger una infección por nuestra culpa. -le miró las manos- Tendrás que estar muy limpia la próxima vez, y algo más presentable.

No le iba a pedir que vistiera con estilo, pero sí que no se presentara en camisón y con esos pelos. Tras una pequeña mirada de desdén se volvió hacia Akiza, que parecía que algo se le había ocurrido mientras entraba su compañera. La señaló para que hablase y dejase de alzar la mano, Gatiux rió suavemente al ver que se asimilaba a un colegio con nuevos alumnos curiosos.

- Tengo una pregunta ¿Qué pasaría si un mortífago que está de civil, es atacado y rescatado por un mortífago que lleva máscara, ¿En qué planta del San Mungo le tendría que dejar aquél dicho enmascarado? -inquirió Akiza, algo nerviosa.- Espero que se haya entendido mi pregunta o la re formulo nuevamente.

- Si el mortífago es inteligente, mientras lleve la máscara sólo pasará por esta planta de San Mungo. Sería terrible que los pacientes que se alojan en las demás plantas vieran a un mortífago. Sembraría el pánico y el caos por el resto del hospital. Son el mal y deben ser erradicados. -respondió Gatiux, algo teatral, haciendo gestos exagerados.- Si eres mortífago de civil y te acompaña otro civil o incluso tus elfos, entonces puedes ir a la quinta planta. No creo que a Aleera le hiciera mucha gracia ver a mortífagos vestidos de batalla por su planta. ¿Contesta ésto tu duda?

Mazmorras, con Zack, Pik y Akiza

Mientras Gatiux hablaba con los nuevos sanadores, llegó alguien a quien no esperaban en aquella mañana, al menos no tan pronto. Zack entró al cuarto de personal, se acercó al grupo y le puso una mano en la espalda de la banshee mientras le daba un beso en la mejilla. Aquel entusiasmo no era propio del vampiro, los nuevos podrían tomarlo como muestra de buena voluntad. Gatiux sonrió de oreja a oreja, peligrosa, y después se volvió hacia la oreja del Black.

- Te vigilo, Zack.

Sólo lo habría escuchado él, al acercarse tanto a Gatiux cuando los saludó. Ella lanzó aquella amenaza velada para que no se comportase demasiado mal con los novatos. Sabía que el instinto del hombre intentaría salir en cualquier momento, él estaba cargado de malicia y eso lo hacía interesante, pero su deber era proteger a los nuevos sanadores de eso. Les sonrió a Pik y a Akiza, como si le hubiese dicho nada a Zack. La muchacha parecía nerviosa por empezar a trabajar, no tenía preguntas como sería habitual, pero el otro mortífago sí.

- ¿Cual es el método de revivir cuando uno se encuentra desangrado?- preguntó, curioso, Pik- Si es un vampiro y si por casualidad pierde los cabales al sentirse con falta de sangre ¿Puedo usar la fuerza para controlarlo?

- Para revivir a un paciente que se encuentra desangrado, primero hay que cerrarle las heridas. Cuando el cuerpo quede liso, se procede a la resurrección, con hechizo o poción, como prefieras, y después le damos una poción reabastecedora de sangre. Apenas les queda sangre para resucitar, aunque sí la suficiente para que le podamos administrar la poción. -relató Gatiux, aquello le apasionaba, por lo que lo explicaba haciendo gestos con las manos mientras sonreía y miraba a Pik para que no se perdiese- Respecto a los vampiros, si pierden los cabales, puedes usar la fuerza para controlarlos, aunque la mayoría sólo despierta de mal humor -le dirigió una breve mirada a Zack mientras escondía una sonrisa- Cuando revivimos vampiros solemos darles una pequeña bolsa de sangre que guardamos en unas neveras especiales. La suficiente para que puedan abandonar el hospital sin perder el control y recuperados. Pero como te digo, se suelen portar bien los que son pacientes habituales.

Gatiux no recordaba haber tenido que usar la fuerza en demasiadas ocasiones para controlar a un vampiro. Aunque una vez tuvo que sedar a una mujer porque estaba como loca cuando se despertó. No era lo habitual, pero podía ocurrir. Y lo primero era la seguridad de los que trabajaban en la planta, y después los pacientes.

- No os preocupéis, que en los primeros casos estaremos para ayudaros y guiaros. -dijo la Malfoy- Aunque la planta últimamente se encuentra muy tranquila, por lo que debéis aguantar la espera. La paciencia es algo que se desarrolla cuando trabajas aquí. ¿Tienes alguna otra pregunta más?

Mazmorras, con Akizia y Pik

Gatiux se despertó sobresaltada una hora después. Tras tantos meses trabajando en San Mungo era un mal hábito que había adquirido, el de dormir a ratos, incluso cuando estaba en su propia Mansión no era capaz de pasar una noche entera sin despertarse, y siempre se despertaba sobresaltada. Se frotó los ojos y bostezó, mirando el reloj de pulsera que llevaba en la mano zurda. Alguien tocó a la puerta un par de veces.

- Adelante.

Los ojos azufres de Gatiux se quedaron allí fijos, mirando hacia la puerta de su despacho, mientras ésta se abría lentamente. No era la diligencia típica de las enfermeras del hospital, por lo que tenía que ser uno de los sanadores nuevos. Una muchacha que sonreía con timidez se acercó hasta la banshee, la cual le devolvía el gesto.

- Buenas noches, mi nombre es Akiza Ravenclaw H., vengo a presentarme en el trabajo, soy nueva sanadora de las mazmorras.

- Encantada, mi nombre es Gatiux Malfoy. -le estrechó la mano con firmeza- Soy la Jefa de Planta de las Mazmorras y Subdirectora de San Mungo. Bienvenida.

No recordaba la cara de aquella mujer, no estaba entre sus pacientes habituales, nunca la había visto, pero para poder pasar por los boxes tenías que ser mortífago o el encantamiento no le dejaría pasar. Era bueno ver caras nuevas en las filas del bando también, pero si no estaba entre los pacientes habituales tal vez significase que trabajaría mucho más en la planta, mucho más que cierto sanador que pasaba más tiempo visitando el hospital en calidad de paciente.

Volvieron a tocar en la puerta del despacho de la banshee, ésta vez si conocía al hombre que acababa de entrar. Le hizo un escaneo rápido de los pies a la cabeza, y luego sonrió como si no hubiera hecho nada de eso.

-Buenas. Soy Pik Malfoy Macnair, un gusto- Giró el rostro y clavó su grisácea mirada en Gatiux -estoy bajo tus ordenes

- Es bueno saberlo. Bienvenido a las mazmorras Pik. -una sonrisa burlona afloró en sus labios- Quien me iba a decir que el chico que se pasó la semana pasada trayendo cuerpos querría ser sanador de las mazmorras, ¿eh?

Rió, aunque no muy alto y salió de detrás del escritorio tras estrecharle la mano a Pik. Les daría un tour por las mazmorras para que no se perdiesen por allí, aunque era inevitable los primeros días. La cabellera púrpura de la Gatiux caía suelta por su espalda, resaltando sobre la bata blanca cuando les dio la espalda para abrir la puerta.

- Si teneis la amabilidad de seguirme...

Los nuevos sanadores asintieron y la siguieron por los pasillos mientras ella señalaba en una dirección u otra.

-Por este pasillo se va en dirección a los boxes. Allí es donde se curan a los mortífagos o se los revive. Hay un encantamiento especial que no permite la entrada a todo aquel que no sea mortífago a esa zona. -frunció los labios- El resto de plantas de San Mungo no sabe lo que se hace aquí, exceptuando al director y algunas personas que ayudan en ocasiones por aquí abajo, todos ellos llevan la Marca Tenebrosa en el brazo por supuesto. La versión oficial es que hacemos experimentos con vampiros, hombres lobo, y esas cosas.

Nadie podía aparecer en medio de las mazmorras, y de todos los ascensores de San Mungo, sólo uno bajaba a aquella planta. No solía aparecer nadie que no debiera por allí, pero no estaba de más avisar a los chicos, ya que toda precaución era poca.

- Tenemos unas enfermeras que nos ayudan mientras tratamos con los pacientes, una por cada sanador, ellas os traen las pociones, vendas y todas esas cosas que necesitéis. -siguió Gatiux-No podreis atender a más de dos pacientes al mismo tiempo. Siempre hay que estar muy atento y revisar lo que traen, de qué murió, e intentar que salgan de aquí en perfectas condiciones.

Habían caminado hasta casi el principio de las mazmorras, en el letrero decía “sala de descanso”, dentro había unos cómodos sofás, una nevera, una mesa larga para comer. Dentro había otra puerta que daba al vestuario y las duchas.

- Mary Anne, éstos son nuevos sanadores, Pik y Akiza. ¿Puedes traerles un par de batas blancas, por favor?

La enfermera asintió y salió durante un instante de la habitación, después regresó y les tendió a los sanadores las prendas que resguardarían su ropa. Gatiux le dio las gracias y se quedó nuevamente a solas con los dos.

- Ahora es la ronda de ruegos y preguntas. Bueno, de preguntas sólo, pero lo otro también va en la frase. -la banshee sonrió, sus ojos ambarinos pasaban de uno a otro- ¿Qué queréis saber?

Seguro que tenían un montón de preguntas. Recordaba cuando ella entró a trabajar allí, lo nerviosa que se encontraba, y el millón de preguntas que le habría querido hacer a Valkyria, su anterior jefa había tenido un montón de paciencia con la Malfoy, así como ella la tendría con los nuevos sanadores.

Mazmorras

En el lapso de tiempo que había transcurrido entre que la Malfoy se fue a su casa para cambiarse y dormir un rato y volver había llegado una nueva paciente, traída por Pik, pero el otro sanador se había encargado de eso, por lo que Gatiux fue al cuarto de personal para agarrar una bata blanca limpia. Una enfermera le trajo un sobre de pergamino lacrado con el sello del Ministerio de Magia.

- ¿Y ésto?

- Acaba de llegar hace unos instantes. Viene a su nombre

Y era cierto, en la parte delantera del mismo, con letras estilizadas rezaba “Gatiux Malfoy”. Guardó la carta en el bolsillo de la bata y salió de allí mientras se abrochaba la prenda. Los tacones de la banshee resonaban por los pasillos mientras caminaba hacia su despacho. Éste estaba al final de las mazmorras, bien iluminado y caldeado.

De un cajón sacó un abrecartas afilado y rasgó el lacre, la hoja de pergamino la habían doblado dos veces. Acercó la lámpara. La carta comenzaba igual que siempre “Estimada blablabla”, pero conforme iba leyendo se iba haciendo más interesante. Al final había una larga lista de nombres, Gatiux se extrañó que ahora permitieran a tanta gente trabajar allí. De aquellos 5 nombres no conocía a dos personas, una era aprendiz y la otra suponía que sanadora. Dobló la hoja y la guardó en el cajón, mientras sonreía pensando en las caras que vería allí en los próximos días.

- Interesante. Tres chicos en la planta. En la Marca no se ve ni queriendo a tres chicos juntos.

Echó para atrás el sillón y cerró los ojos, dormiría un rato antes de que llegase alguien a la planta, fueran los nuevos sanadores o algún paciente. La respiración de la mortífaga se fue haciendo más lenta, pausada, mientras caía en las garras de Morfeo.

Mazmorras, con Zack

Zack parecía de mejor humor cuando se levantó de la camilla, Gatiux sonrió con sinceridad esta vez al verlo con tanta vitalidad. Parecía encontrarse en perfectas condiciones, asintió echándose hacia atrás en la camilla, estirándose. Sus ojos ambarinos seguían los movimientos que hacía el Black por la habitación, se acababa de fijar que apenas tenía ropa sobre la piel.

- Hoy la conservaré. -dijo Zack refiriéndose a la hoja de alta- Te debo mi vida... y unas cuantas más.

- Sabes que lo hago encantada. -comenzó a juguetear con un mechón violeta- Me gusta verte por aquí.

El mortífago le sonreía de forma enigmática, pero parecía de verdad, ella le devolvió la sonrisa sin soltarse el mechón de pelo con el que estaba jugando, en un gesto de coqueteo. Se fue acercando poco a poco a Gatiux y la besó, dejándola perpleja, pero no se apartó de inmediato si no que se quedó mirándolo directamente a los ojos. El tiempo parecía ralentizarse, al tiempo que la respiración de la banshee se agitaba.

Después de aquel gesto, la Malfoy quiso decir algo, pero Zack se había marchado antes de que pudiese reaccionar. Sonrió al tiempo que tocaba sus labios con la yema de los dedos de la mano diestra. Le había gustado el sabor de los labios del Nigromante, siempre actuando de forma tan misteriosa, por lo que se descubrió rememorando aquel inesperado beso minutos más tarde mientras ordenaba los objetos de la habitación.

Mazmorras, con Zack

Cuando el paciente se marchó cogió la rosa gris con una sonrisa en el rostro. Aquella si que era una bonita forma de agradecer, y a ella siempre le habían gustado las flores. Metió la flor en el bolsillo delantero de la bata, a la altura del pecho. Mientras la ajustaba una enfermera le informó que el Black había despertado y de mal humor.

Al ver a Gatiux el mortífago le dedicó una sonrisa falsa, la cual fue devuelta. Seguramente no le gustaba estar allí en calidad de paciente, pero se metía en demasiados problemas para no hacerlo. La banshee se apoyó en su camilla para comprobar sus constantes vitales.

-¿Y mi bienvenida al mundo de los vivos?

- ¿Qué mejor bienvenida que verme a mí al regresar? -le preguntó ella, burlona- Está bien, aquí tienes.

Del bolsillo derecho de su bata sacó una bolsa de sangre para el vampiro y se la tiró al regazo para que él la tomase. Sabía que él se despertaba sediento, tal vez por eso había tratado mal a la enfermera. Esperó que Zack tomase su bolsa de sangre para extenderle la hoja de alta ya firmada, a sabiendas de que haría una bola de papel y la tiraría a la basura.

- Su hoja de alta, caballero.

Mazmorras, con Patrick

- Gatiux querida, enviaré alimentos a la Malfoy para hacer una cena de acción de gracias por tu buena obra en San Mungo para con todos los mortífagos. - decía Patrick Colt - Espero que al menos aceptes.

- ¿Crees que los Malfoy necesitamos de tus limosnas? Estás muy equivocado. -respondió Gatiux con mordacidad- Se cree el ladrón que todos son de su condición. Con un gracias será suficiente.

Aquella era una forma muy extraña de agradecer, estaría bien con un gracias, unas flores o una botella de vino o alcohol fuerte. Gatiux hacía aquel trabajo por que le gustaba ayudar, aunque aveces se encontrase con gente que apenas le dirigía la mirada mientras salvaba su vida una y otra vez, Patrick Colt era uno de ellos.

Fue a buscar las pociones que lo reestablecerían por completo, una reabastecedora de sangre y otra herbovitalizante que le devolverían por completo las fuerzas. Cuando él se las tomó, la sanadora le tomó el pulso y le miró las pupilas. El mortífago parecía estar en perfectas condiciones.

- Aquí tienes tu alta, Patrick. -dijo la Malfoy- Te pediría que no te metieras en problemas en unas horas, pero sé que no lo vas a cumplir...

Mazmorras, con Zack y Patrick

El cuerpo de Zack parecía estar listo para ser revivido, después de que Pik lo llevase hasta allí. Mientras ella trabajaba con otros pacientes, la enfermera le había quitado la camisa y limpiado las heridas para que Gatiux pudiera trabajar viendo lo que había. La Malfoy se agachó para examinar una de las heridas, parecía una picadura.

- Quiero una poción para que elimine los restos de veneno del organismo, una para traerlo a la vida y una bolsa de sangre.

La enfermera asintió para traer lo que la banshee le había pedido. Ella se puso unos guantes de látex y tocó la zona donde algún bicho le había suministrado el veneno. La herida supuró de tal forma que Gatiux se apartó con una mano en la nariz por el olor.

- Qué asco.

Le puso un ungüento sobre la herida en lo que la enfermera volvía. Primero le dio la poción que lo traería a la vida, y después la que eliminaría todos los residuos una vez su organismo volviese a estar en marcha.

- Quédate con él y avísame cuando despierte.

Se metió la bolsa de sangre en el bolsillo de la bata y salió al siguiente box, en el lapso que había estado atendiendo a Zack, había llegado a las mazmorras Patrick Colt. Gatiux frunció el ceño, pero se dispuso inmediatamente a resucitarlo, con la varita, murmurando rápidamente el hechizo que lo devolvería a la vida. También había cerrado las heridas superficiales que había encontrado en su piel, por lo que ahora tocaba esperar.

- Despierta ya, bello durmiente.

Mazmorras, alta de Lisa // alta de Mía

- Dile a esa muchacha insolente que se puede marchar de mi planta.

Gatiux acababa de firmar el alta que le tendía la enfermera, que se había quedado muy quieta mientras la banshee escribía los papeles, después únicamente asintió y salió de la habitación. Seguramente suavizaría la frase, tratando a la paciente con amabilidad cuando le diera el alta. Aquel no era el mejor día de Gatiux.

— No es necesario otro tipo de curación, me siento totalmente bien...

- Soy yo la que decide el tipo de curación que necesita cada paciente. -respondió la Malfoy, que comenzaba a perder toda su paciencia- Mi planta, mis reglas. Ahora tómate ésto.

Le tendía una de las pociones de sabor desagradable, a sabiendas de que no le gustaría, pero no pensaba firmar el alta de Mía hasta que no tomase la poción. Del alimento dejaría que ella se encargase cuando saliese del hospital. Cuando la chica se hubo tomado hasta la última gota de poción Gatiux le entregó el alta firmada.

-Ahora ya te puedes marchar si lo deseas, que tengas un buen día.

Mazmorras, tras visitar la hab. de Lisa, con Mía

La joven que se encontraba con Hades había decidido ignorarla deliberadamente, no le había dirigido una pequeña mirada siquiera, por lo que Gatiux alzó las cejas, sorprendida por la actitud de la mujer, que casi podía tener ya el alta en sus manos. Iba a tacharla de unas cuantas cosas, pero en aquel momento llegó Pik con el cuerpo de Zack en los brazos, riéndose porque la banshee le tenía que devolver la vida nuevamente. Le sacó la lengua al mortífago, que se iba tan rápido como vino.

- No tiene gracia Pik

Se acercó al cuerpo de Zack, éste no estaba preparado aún para volver a la vida, era como un cascarón vacío ya que su alma no flotaba por los alrededores de San Mungo, y todavía no podía hacer aquel tipo de milagros. Lo dejó a la espera mientras la enfermera le decía que el cuerpo de una nueva mortífaga había llegado y la habían depositado en el box contiguo.

- Hades, espero que termines lo que empezaste, pero cuidado con volver a colarte a hurtadillas en la planta si no estamos desbordados de gente.

Tras aquella advertencia salió del box, la enfermera le seguía proporcionandole los datos como era habitual, mientras que Gatiux asentía y revisaba la carpeta, al parecer había sido una muerte por desangramiento al impactar un sectusempra. Era lo más habitual en San Mungo, aunque no por ello menos doloroso.

Curó las heridas abiertas, le hizo tragar la poción que la reviviría y esperó. Cuando estuviese despierta le daría una reabastecedora de sangre que curaría los mareos que sentiría al volver a la vida. Comezó a tarareas una cancioncilla mientras trabajaba.

Mazmorras

- Jefa, ha llegado un paciente. Y un sanador de otra planta se está haciendo cargo de ella.

- ¿Cómo?

La incredulidad debió mezclarse con la ira en el rostro de Gatiux, la enfermera retrocedió un par de pasos. Era muy pronto para estar en San Mungo, apenas empezaba a despuntar el sol, y ya estaba allí dispuesta a comenzar su jornada de trabajo. Habían pasado días desde que el último paciente había llegado a las mazmorras, y ahora de su trabajo se encargaban otros. La banshee se enfurecía a cada segundo que pasaba aún más.

Gatiux salió casi a la carrera, con la bata a medio abrochar, llevándosela los demonios mientras avanzaba por los pasillos. Cuando llegó al box se encontró con un hombre de espaldas, por lo que le tocó el hombro con el dedo para llamar su atención, formando una sonrisa falsa al mirarlo. Se trataba de Hades.

- Disculpe caballero, ésta no es su planta. -dijo Gatiux, intentando tragarse toda la bilis- Ya me encargo yo de la dama. Buenos días.

Cruzó los brazos sobre el pecho, con enfado. Había el permiso de que si estaban desbordados en la planta, podrían llegar sanadores de otras plantas para ayudar, pero en todo el mes habían tenido cuatro pacientes, y de uno de ellos se había encargado Anna y ahora también se metía Hades. No estaban desbordados, por lo que Gatiux no sabía que hacía allí. Tenía el semblante serio, ya que todo aquello le parecía una tomadura de pelo.

- Lo lamento Gatiux, ojalá no hubiera tomado nunca aquella decisión. Pero de malas decisiones está repleta nuestra vida, la he tomado por instinto, sin pensarlo por primera vez en mi vida y ahora me arrepiento. No volverá a suceder.

Las palabras que salieron de los labios de Mistify Malfoy conmovieron a Gatiux, que sentía como su coraza de indiferencia se resquebrajaba con cada segundo que pasaba, como una fisura que corría por una pared. Mientras tanto la rubia se levantó. La mujer de cabellos purpúreos alzó la cabeza y observó como caminaba hacia la puerta que daba al pasillo, mirando hacia la oscuridad del fondo de la Mansión.

Gatiux también se levantó del taburete en el que se había subido y siguió los pasos de la otra mujer, silenciosa cual felino, sin hacer ruido alguno, esperó hasta que ésta se volviese y entonces la abrazó. Sus brazos rodearon el cuello de la rubia y enterró la cabeza en su pelo, entre los hombros y la cabeza. Apretando con fuerza.

- Te he echado de menos. -le susurró mientras la abrazaba- Mucho.

Cuando se separó de la otra Malfoy, la miró directamente a los ojos. Verdes contra amarillos y luego le sonrió tímidamente, dejándole su espacio y mirando hacia el lugar donde había mirado unos segundos atrás. Allí al fondo estaban las escaleras que subían a los dormitorios.

- Tu cuarto sigue estando en el mismo sitio de siempre, nadie ha tocado nada.