Jump to content

Kahlan Blackthorn

Magos Expertos
  • Mensajes

    13.551
  • Ingresó

  • Última visita

  • Días ganados

    75

Todo lo publicado por Kahlan Blackthorn

  1. —No me deja ni respirar—chillaba con desgano Malfoy, rebuscando entre sus ropas aquel corsé que tanto le gustaba. Tendría un encuentro con su nieta Rose, pero que afán de gritar a boca de jarro el parentesco que la rubia ponía en duda a toda costa. Le gustaba hacer repelar a la joven, porque siempre terminaba con la misma cantaleta—Eres mi abuela adorada—siseaba en son de broma la Nigromante. Era demasiadoj oven para tener nietos y sus hijos, apenas estaban entablando relaciones con sus posibles parejas a futuro. Pero ella era otro cantar sin lugar a dudas, porque ahora sería madre de nueva cuenta y eso le daba un vuelco irremediable a toda su existencia. No convivía con el padre del niño de momento, no porque resistiera a esa idea. Sino porque le profesaba un profundo odio, el se lo había ganado a pulso sin duda alguna, por optar por la salida más fácil y cobarde. Empero les unía una personita que sería un lazo por el resto de sus vidas, no existía forma de romperlo a menos que la muerte metiera la mano en todo aquello. No jamás permitiría que le pasará nada a Karn, aquel pequeño que era la razón de su vida sin duda alguna. Dejando una leve caricia en su vientre comenzaba a mudarse de ropa, no deseaba hacer esperar demasiado a la Black Lestrange. —Termimemos con esto—esbozando una media sonrisa en sus labios, relamió estos con parsimonia. La sensación que eso provocaba en ella era realmente excitante sin lugar a dudas, infinidad de cosas le pasaban por la cabeza, cada una de ellas tenían un rostro definido y un nombre que todas las noches rondaba incesante sus sueños. Era raro que tuviera el privilegio, pero cuando lograba hacerlo, siempre terminaba con un amargo sabor en la boca. El destino a veces era demasiado caprichoso e injusto, empecinado en juntar a dos personas que se odiaban de una forma desmesurada y peligrosa, sino fuera por su estado, ya habría matado aquel hombre sin pensárselo siquiera. Su atuendo estaba casi listo y su varita, ya descansaba en el cintillo de sus jeans, esperando quizás lanzar una que otra maldición. Mala idea no era, pero como explicar que Rose estaba herida y no había nadie más que ellas dos dentro de la sala de la mansión. Aquella idea fue desechada en el acto por la vampiro, no quería que Mía le echará de su hogar quitándole el derecho de volver más adelante—Vayamos pues—ya le había dando indicaciones a su elfo de enviar una misiva a la Black Lestrange, sólo restaba esperar que la respondiera e hiciera acto de presencia delante de Malfoy. Ya se imaginaba el dramón que se montarían ambas, debatiendo sobre si era o no nieta de la rubia de orbes lapislázulis. @@Rose Black Lestrange
  2. —Veo que estamos de acuerdo en algo—enarcando una ceja le miraba con una media sonrisa en sus labios.¿Cómo se había enamorado de su hijo de un momento a otro?, no le conocía y ya se lo imaginaba rodeado de amor y cosas maravillosas. Malfoy daría todo porque esos sueños se cristalizaran sin lugar a dudas, no escatimaría en esfuerzos para ver a su pequeño feliz y pleno—No deseo a esa mujer cerca de el, no pienso repetirlo y espero que lo entiendas. Si se llevo junto con tu hermana a tu hijo, no quiero pensar que sucedería con el nuestro—ladeando la cabeza se arrancaba esa idea de tajo. Le dejaría verlo los 8 meses y medio que restaban, no le negaría el privilegio de verle crecer y disfrutar cada momento de ese proceso. —Tu y yo, no estamos en los mejores términos. Pero por el bien del bebé, al menos estos meses, intentaré llevar la fiesta en paz contigo. No te creas salvado del odio que te profeso, porque el mismo es tan grande como el infierno y puede que abarque mucho más allá de este—su mano seguía sobre la del vampiro. ¿Por que demonios no terminaba de sacarlo de su vida?, quitando el hecho de que era el padre de su hijo, detestaba la idea de tener que lidiar con el todo el tiempo y esperar a que su niño tuviera la edad suficiente para valerse por si mismo y de una vez romper lazos definitivamente con el vampiro. Tomando su barbilla con la otra mano, le hizo que la mirará desde el punto donde estaba. Fijando sus ojos en aquellos que eran similares a los suyos, azules pero no tan profundos y enigmáticos, quizás por eso se podían diferenciar el uno del otro. Ayudándolo a ponerse en pie, deslizaba su mano surda para tomar la que antes estaba debajo de esta, arropándola de una forma por demás especial—Te odio más que nada en el mundo—esbozando una lóbrega sonrisa en sus labios recorría con sus dedos la palma de su mano, uniéndola a la del Granger en un gesto de paz. No era una certeza palpable para ambos, pero al menos, ya no le repelía tanto como al principio. El frío que brotaba de la piel del pelinegro, no hizo más que confirmarle una sola cosa, no estaban del todo separados y eso lo demostraba con creces. —Ahora te daré motivos para odiarme—acercando sus labios a los del vampiro, susurraba aquellas palabras. No los había tocado siquiera, pero la intención era esa—Este pequeño nos unirá por siempre y créeme que 18 años, no me bastarán para cobrarte todo lo que me hiciste pasar. Pero tengo una ventaja sobre ti y está es...—relamió sus labios con suavidad para luego sin que el se lo esperará, le plantó un beso como aquel que le otorgará dentro de la playa. Sus bocas se unieron en un gesto de conciliación, tal vez sólo era el momento que estaban viviendo, ya quedaría en el rechazarla y perder el nexo con su pequeño vampiro. Se lo estaba gozando como aquella noche, recordando el dulce sabor de su aliento, aquel que conseguía poner su mundo de cabeza sin lugar a dudas, pero que ahora no ejercía el mismo efecto en ella. Todo a causa el odio que sentía y no dejaría de sentir por nada del mundo, posiblemente experimentaba una mezcla de sensaciones que le arrojaban a una confusión irremediable. @Joaquín Granger
  3. Holi :3 Ya tengo mis dos familias legales *enseña pergamino*, pero no me puedo resistir a la ilegalidad que habita en mi xD. Justo por eso vengó a pedir ser hija ilegal de Gabbs, no podría ser de sangre pero si por adopción *-*, digamos que me dio asilo y eso xD. Ta, sólo espero que no me eche y me reciba :3 Saludines xD
  4. —Es fascinante la luna, pero más fascinante es intentar descifrar todo lo que la misma oculta en una de sus caras. Aquella que jamás ha sido tocada por la luz, justamente eso es la que la vuelve mucho más inquietante para mi—sonrió poniéndose cómoda, le gustaba el paisaje que les daba una bienvenida placentera y relajante. Hacia demasiado tiempo que no se sentía tan compenetrada con la naturaleza y todos los elementos que componían la misma. Plantas, animales, astros que aparecían y desaparecían a placer en el cielo—¿Qué clase de ritual realizaremos?—preguntó frotándose un poco las manos, no sentía frió pero esa sensación de fricción le causaba un agradable efecto. Esperaba aprender a descifrar cada uno de los fenómenos astrales que sucedían dentro y fuera del mundo mágico. Ante todo dominar la creación de cartas astrales y predecir con lujo de detalles las alineaciones de planetas, lluvias de estrellas y todo lo relacionado con el fascinante mundo del universo—He leído demasiados libros respecto a estos temas, pero ninguno es tan concreto en el tema. Por eso me anime a que la practica me permita aplicar todo lo que he leído, además de los conocimientos que tu me brindarás sin duda alguna—expreso desviando sus ojos hacia el cielo, poco a poco las estrellas comenzaban hacer acto de presencia. Pequeñas luciérnagas que titilaban en el manto oscuro, avisando que la Luna estaba a poco o nada de hacer su entrada triunfal. Recordaba haber visto una luna de sangre y una luna azul, vaya suerte poseer la inmortalidad para poder presenciar actos de esa belleza. Lastimosamente no le prestaba demasiada atención a las lluvias de estrellas o eclipses, quizás por el rumor mal infundado que al mirar al sol desaparecería en un puñado de cenizas. No le asustaba morir o la forma en que eso aconteciera, ya que contaba con las armas necesarias para regresar del mundo de los muertos sin demasiado problema—¿Cada cuándo se pueden realizar estos rituales?, ¿Deben usarse elementos específicos para esto?—dejaba escapar otro puñado de preguntas. Tenía que disipar cada una de sus dudas, no deseaba irse de ese sitio sin saber todo lo necesario. Posiblemente en algún momento todo aquello le sería de suma utilidad, porque casi siempre encontraba el modo de darle un espacio en su vida a cada cosa que aprendía o recordaba de cada una de sus clases. Primeros auxilios fue bastante educativo y no le quedaba la menor duda de que Astronomía jugaría un papel importante dentro de algunos minutos—Creo que ya falta menos que nada—el entusiasmo que brotaba de sus palabras era por demás evidente, le sorprendía el modo en que algo tan peculiar podía calar hondo y provocarle sensaciones como aquella. No era una emoción como tal, pero el simple hecho de experimentarlo, ya lo estaba convirtiendo en un suceso inolvidable para Malfoy. Su cuerpo descendió un poco más su temperatura, aclimatándose al lugar donde estaban transformándose en un tempano de hielo, no al grado de parecer un iceberg, pero poco le faltaba para alcanzar ese limite sin lugar a dudas. @@Ragnar Bjorn Lodbrok BL
  5. —Tal y como ya dije, no pienso dejar que se relacione con la mujer que acompañaba a tu hermana. No me meteré en como educas a tus hijos actuales, pero con el nuestro habrá más de una exigencia que deberás acatar y cumplir a rajatabla—sonrió altiva—Si eres aburrido, sobreprotector o conservador, yo no puedo meterme en eso. Cada uno tiene una personalidad, pero mi hijo no estará cerca de personas indeseables para mi, jamás la he tratado, pero por el simple hecho de saber lo que hizo—carraspeó aclarando su garganta—Ya le considero una amenaza latente, podrás ver al niño cuando gustes, pero bajo mis condiciones y quizás algunas cosas más que se me crucen por la mente. Tengo casi 8 meses y medio para pensarlo, no dudes que mi cabecita ideará formas para mantenerlo a salvo cueste lo que cueste—comenzaba a mostrarse recelosa con la idea de separarse de su pequeño. El aún no llegaba al mundo y ya su madre, le estaba protegiendo como lo hizo con el resto de sus hermanos. Siempre se mantuvo cerca de ellos, alerta de cualquier peligro o riesgo que pudieran correr, no por nada el padre de ellos agradecía el modo en que Malfoy los crió desde que estuvieron aptos para eso—Puede que tengas pocas amistades y te repito, no tengo problemas con que tu familia y el convivan como es debido—sentía como el pequeño se conectaba con el vampiro. Era extraña la forma en que los seres de esa especie se podía comunicar sin palabras o gestos de por medio, aunque era demasiado pequeño para expresar con certeza su sentir, no dudaba que sabía que la mano que estaba sobre el vientre de la Nigromante era de su progenitor. —Ya conoce tu voz, esperemos que le agrade cuando llegue a este mundo—bromeó acariciando su vientre. Sintiendo la mano del Granger debajo de la suya, no buscaría complicar las cosas entre ambos y lo mejor era contenerse, al menos mientras el bebé les necesitará juntos los primeros años de su vida. Al crecer y ser un adolescente, ya quedaría en el intentar entender que sus padres, no podían mantenerse juntos y era imposible pensar en esa posibilidad. La rubia le toleraba porque era el padre de su hijo, pero si otro fuera el caso, ya le habría matado sin la más mínima contemplación—Me quedaré el la mansión de mi familia, si deseas irme a visitar podes hacerlo sin problemas. Continuaré trabajando dentro del Ministerio, no veo razón para cambiar mi ritmo de vida y debido a que el embarazo no es de alto riesgo, podré ir y venir a placer. Esto a menos que tengas algo que objetar al respecto, podes opinar si lo deseas—enarcando una ceja le miraba notando esa sonrisa peculiar en sus labios. Parecía un niño pequeño, fascinado por la idea de que una nueva vida llegaría a su mundo y quizás le diera un vuelco de 360°. Ambos serian padres sin planearlo siquiera, viéndose atrapados por un juego del destino, pero no le echaba la culpa al ser que crecía poco a poco dentro de ella. Le deseaba sin duda alguna, no le importaba que este compartiera sangre con el vampiro y ella, porque ante todo era la muestra del amor que en algún momento se tuvieron y que afortunadamente termino, sino de otro modo las cosas serían mucho más complicadas y difíciles de sobrellevar. @Joaquín Granger
  6. La mayor duda de Malfoy, no radicaba en la apariciencia fisica que tuviera delante de la Arcana o la que ella le mostrará a la rubia de orbes lapislazulis. Era el misteriio que rodeaba en realidad al don de la Oclumancia, ¿Cómo saber todo lo necesario para adquirir dicho conocimiento?, ¿Cómo confiar al 100% en lo que era real o en lo que era una vil mentira?. Su desconfianza era una de sus peores armas, pero también la consideraba una venataja la mayor parte del tiempo, ante todo cuando le servía para defenderse de las dobles intenciones de los que buscaban acercarse a ella de una u otra forma. Sus pensamientos estaban turbados por la necesidad de disipar las nuevas dudas que surgian, arremolinados como un puñado de barcos en el mar iban y venían buscando un puerto seguro donde desembarcar. —Quizás no es miedo, sólo precaución de mi parte. Yo no puedo mutar mi apariencia física del modo que usted lo hace, yo no poseo ese privilegio y dudo que si lo tuviera, emplearía el mismo con tal destreza—sonrió destensándose un poco—Era una ilusión que no supe apreciar de ese modo, tal vez me empeñe en defenderme y no atacarlo como era debido. Parece que el valor que le estoy dando a la vida de ahora en adelante, no me deja discernir entre lo que debo hacer y lo que no debería hacer—expresaba manteniendo un semblante impasible en todo momento. Su curiosidad iba en aumento, ahora estaba decidida a aprender al precio que costará, no le importaba pasarse el resto de su vida dentro de ese bosque, ya no volvería a defraudar a Sauda como antes. —¿Cómo puedo crear una barrera impenetrable?, anhelo aprender todo lo que tiene para enseñarme. No soy de las personas que se dan por vencidas fácilmente, no me rendiré por nada del mundo. Mis dudas no radican en lo que puedo ver o no, sino como aprender a diferenciar lo que es real y palpable, lo que habita dentro de nuestro mundo y lo que no. Lo irreal y que anhelamos tocar y no podemos hacerlo, confió plenamente en que podré con este reto y usted no me dejará mentir respecto a eso—cruzándose de brazos esperaba la reacción de la mujer. Le gustaba el modo en que deseaba ayudarle, brindándole una mano amiga que le conduciría por la senda correcta sin lugar a dudas. —Con todo el respeto que me merece, no creo conveniente que externe mi inquietud con respecto a su edad. Pero creo que es lo suficientemente sabia y sus canas pueden avalarlo, no creo que pase de los 300 años, puede que tenga unos 250 o tal vez menos—miraba a la mujer fijamente—¿Qué tan complicado es adentrarse en el mundo de la Oclumancia?, ¿Cómo fue para usted aprender todo lo que sabe y que tiempo le tomo hacerlo?—le cuestionaba esperando no importunarla. No era adepta a los interrogatorios, al menos no dentro de las clases que cursaba dentro del Ateneo, porque casi siempre optaba por respetar la privacidad. Pero en este caso, Sauda le invitaba a conocer un poco más de ella y la habilidad que compartía con sus alumnos. —Asumo que he fallado, pero no espero que me eche y no me permita demostrarle mis habilidades en el terreno de la Oclumancia. Yo no tengo nada que esconder, ya vio parte de mi vida dentro de mi cabeza, si hay cosas que contar adicional a eso, no creo que este sea el sitio indicado para eso. Pero si insiste, no creo poder negarme, no es malo darse a conocer un poco, igualmente el misterio debe rodear parte de nuestras vidas. Es como un a frase que escuche hace tiempo “A veces somos como la Luna, no siempre nos muestra sus dos caras, sino que mantiene una oculta en la oscuridad y está es la que jamás podremos conocer como deseáramos”—recordaba a la persona que compartió con ella esa mención tan peculiar—No es que me cierre, pero es la primera vez que me tengo que defender sin emplear mi varita o la magia que posee la misma—intentaba comprender la otra forma de defenderse sin tener que alzar su varita. —Estoy lista para lo que tenga planeado para mi—quedaba en silencio analizando las formas de repeler los ataques enviados por la Arcana. No usar la varita era el primordial, aferrarse a la idea que el control lo tenían sus pensamientos y su cabeza, ahí radicaba el mejor escudo impenetrable con el que podía contar dentro de ese bosque.
  7. @@Pik Macnair Holi, Pik... Sólo paso a preguntar que ha pasado con la Arcana de Oclumancia, no se ha pasado desde el 9 que deje post dentro de la clase y me gustaría saber que procede en este caso?. No es que meta presión o algo por el estilo, pero me interesa obtener la habilidad y no quisiera que el tiempo se me viniera encima o me gane un intento fallido o algo por el estilo. Espero a ver que procede en este caso... Saludos :3
  8. —Nadie se molestará contigo—sonrió al sentir la diadema sobre su cabeza, aquel era un obsequió que no se esperaba y lo agradecía de una forma sumamente especial. Ella le ayudaría en lo que le pudiera, no se creía capaz de negarle nada y mucho menos darle la espalda en una situación como esa—Te prometo que nadie se enojará por lo que hagamos esta noche—dejando una leve caricia en su mejilla era una forma de agradecerle por el presente. Viéndose un poco atrevida depositaba un beso en su mejilla, no esperaba que lo tomará a mal. Eran personas que sabían la clase de relación que les unía de una forma especial, eran cómplices en cada una de las travesuras que perpetrarían esa noche—No pensé que vinieras, pero aquí estás ahora y la pasaremos de lo mejor—la sonrisa crecía un poco más en sus labios. —Yo también tengo algo para ti—soltó apareciendo en su mano un dije de color negro como el ala de un cuervo—No es tan valioso como la diadema, pero si te mantendrá en contacto conmigo todo el tiempo. Digamos que será una forma secreta de cuidarte y saber que estás bien—explicaba colocándolo en su cuello—Cuándo se ponga tan frío como el invierno más crudo que haya azotado al mundo, percibiré que eres muy feliz y dichoso. Si se calienta como el mismísimo astro rey, no todo será grato, pero cambiará para bien—ambos lucían geniales con sendos accesorios. Ella por su parte conservaría en secreto que era la dueña de una de las reliquias más codiciadas y poderosas dentro del mundo mágico. —¿Y que más tienes en mente?, no creo que la cena aún esté lista. Así que tenemos tiempo para jugar un poco y pasarla de lo mejor—avanzando por la cámara esperaba que Ares, no les diera una bienvenida por demás sorpresiva y violenta. Le gustaba la idea de que la mascota de su padre custodiará las entrañas de la mansión, no se podía pedir nada mejor que un basilisco capaz de matar con una sola mirada de sus ojos amarillos y amenazantes—Ven quiero mostrarte algo—tomándole de la mano le dio un ligero tirón—Nadie ha llegado tan lejos, no desde este punto de la mansión. Algunos lo intentaron y murieron de forma por demás dolorosa y extraña. Nosotros somos más astutos y no nos dejaremos pillar tan fácil—enarcó una ceja colando sus pasos por un pasillo angosto y levemente iluminado. Quizás se estaba metiendo en la boca del lobo, pero al ser la hija del patriarca, no existía impedimento que le frenará de ningún modo. Matthew le seguía muy de cerca, observando el camino de regreso para no perderse, varios caminos se abrían paso delante de sus ojos, estrechos y amplios eran una tentadora invitación al peligro— Me acompañarás, ¿verdad?—inquirió sintiendo aún su mano unida a la suya—Recuerda que somos cómplices en todo esto, ya no te podes arrepentir por más que lo quisieras o desearás—ladeando un poco la cabeza percibió un aire gélido que le ascendía por la columna vertebral—Mi abuelo y todos mis antepasados, al menos los que recuerdo yacen en está parte de la mansión, criptas que no han sido corrompidas por el tiempo o el polvo—volvía a sonreír como si fuera una niña pequeña. @@Matthew B. Triviani
  9. —No necesito más cuidados de los necesarios, no es obligación que te desvivas por este bebé—replicó avanzando por la habitación. De un momento a otro, no soportaba estar dentro de esas cuatro paredes, buscando sacar la tensión desvío la vista hacia su vientre—¿Exigencias?—agregaba con un tono sarcástico—No esperaba menos de vos a decir verdad, pero si lo ves de ese modo—encogiéndose de hombros, le restaba importancia a nimiedades como esa. Ahora sólo tenía una cosa en mente, darle lo mejor a su hijo antes de que llegará al mundo, ya era experta en ese tema y no le resultaría para nada complicado—Hay algunas exigencias que tengo respecto a tu relación con el pequeño, no directamente contigo, sino con las personas que te rodean—esbozaba una media sonrisa en sus labios. Apoyándose sobre su pierna izquierda, adoptaba una postura defensiva sin querer, sintiendo una sensación extraña en su interior. El pequeño Malfoy, deseaba que su madre le tomará en cuenta en todo momento, evitando pasar por alto el sentir de este al mostrarse demasiado exigente con sus demandas—Lamentablemente no puedo negarle a tu familia que le conozca y conviva con ellos. Pero hay una persona en particular, creo que es conocida tuya o de tu hermana. No tengo el dato de primera mano, pero no quiero que esa mujer este cerca de mi hijo por ningún motivo—acrecentando su sonrisa estaba anteponiendo ante todo la seguridad de su hijo. —Supe que han sustraído a tu hijo del hogar de los Granger, no hace falta que me pidas detalles o algo similar. Lo supe y eso es lo único que importa, justamente por eso no deseo que esa joven este cerca de nuestro hijo. Llámame alarmista, pero personas como esas no las considero gratas en lo más mínimo, no hay nadie que me aseguré que el niño estará sano y salvo cerca de ella. Además no estoy del todo segura de querer dejarlo que pase demasiado tiempo en tu hogar, no si no cuento con la certeza de que no le sucederá nada malo o algo que me haga actuar de forma violenta. Tú estás acostumbrado a criar a tus hijos solo, pero yo no y en este caso seré demasiado cortante al respecto—se mantuvo firme— Si te molesta, pues lo siento—cruzándose de brazos evitaba mirarle a toda costa. —No pienso tener una relación hostil contigo, pero tampoco me pidas que todo sea miel sobre hojuelas—expresó dejando un ligero roce en su vientre—¿Deseas sentirlo?—inquirió invitándolo a sentir a su hijo. Era raro verse en esa situación, sobretodo por como habían terminado las cosas entre ellos—No tengas miedo, no pienso atacarte, al menos no en este estado—sabía que no corría el más mínimo peligro, porque se defendería sin problemas del Granger. Era mucho más fuerte y poderosa que el, sin embargo, si se veía en la necesidad de defenderse no dudaría en hacerlo—¿Y bien?—esperaba que no rechazará su propuesta. Su mano seguía acariciando ligeramente a su niño, ya le quería como a nada y aún no le conocía. @Joaquín Granger
  10. @@Matthew B. Triviani ID: (no es necesario el link al perfil): 31143 Juv Malfoy Croft Link a la Bóveda Trastero: (en caso de poseerla): Bóveda Trastero de Juv Malfoy Croft Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Boveda de Juv Malfoy Croft Nivel Mágico: XXXI Fecha: 2018-08-08 Criatura: Crup Puntos: 40 puntos Precio: 2000 galeones Criatura: Kneazle Puntos: 40 puntos Precio: 2000 galeones Total de Puntos: 80 puntos Total de Galeones: 4000 galeones
  11. —Era lo que esperaba escuchar, yo no tenia dudas de que estaba esperado un bebé y mucho menos de quién era el padre—sonrió tomando la copa que le tendía amablemente Jessie. Todo el proceso fue tal y como debería ser, dejándose llevar por las indicaciones de la joven—No ha dolido en lo más mínimo, creo que el pequeño agradece que hayas disipado la duda—agregó deslizando su mano por su vientre aún plano, apenas tenía un mes de gestación. Dentro de poco crecería y se dejaría sentir con todas sus fuerzas, avisándole a su madre que era parte de su vida y la de su padre Joaquin. —Eres la mejor, no pude acudir a nadie más que a ti—miraba el pequeño destello azul, aquel que le indicaba que una personita crecía dentro de ella. La sensación era diferente en está ocasión, no encontraba por ningún lado la emoción o sensación de alivió. Delante de ella estaba la persona que una vez amo, pero que ahora solamente veía como un extraño en su vida, pero no en la de su hijo. El momento no era el mejor, no para lanzarse a pelear o enfrascarse en un dilema que les llevará a desear matarse sin remedio alguno. Jessie les había dejado solos dentro de esa sala, exponiendo a Malfoy a sailrse de sus casillas y atacar con todo al hombre que era el padre de su bebé, pero antes de dejarla ir le dedicó unas palabras a la Black Lestrange. —Estoy bien, no molestes a Viana con esos detalles—le indicó desviando su vista hacia el Granger—Tenemos mucho que conversar, ¿no lo crees?—bajando de la camilla caminaba con arrogancia por el cuarto. Su cuerpo era una bomba de tiempo, no deseaba sacar lo peor de ella o causar un daño a su embarazo, pero tenerle ahí tan el, si que le sacaba bastante de balance—¿Se acabaron tus dudas?—preguntaba acomodando su cabellera dorada sobre su hombro izquierdo. Respiraba profundo conteniéndose bastante, ¿por qué el destino les unía de ese modo?. Los sentimientos de ambos, no eran compatibles en lo más mínimo, no le odiaba, pero tampoco sentía afecto por el vampiro, no era capaz de dedicarle algo como eso a una persona como él. Su frialdad estaba siendo extrema, pero era necesaria en momento como ese, no se dejaría vencer por la irremediable realidad que les entrelazaba. Un hijo eran palabras mayores, conocía etapa de la vida de una mujer, dichosa por verse recompensada por un regalo como ese, dichosa por saber que era capaz de dar vida y quitarla del mismo modo. Pero ese pequeñito, si que era un vinculo difícil de romper o pasar por alto, deseaba que las cosas para el resultarán sencillas, pero no lo serian ni de broma. —Se que te harás cargo de el, no dudo de eso. Pero, ¿Cómo deseas vivir el proceso?—no pudo evitar cuestionarle eso. Nada cambiaba y era lo mejor para todos los involucrados, sólo deseaba ver feliz costará lo que costará a Kadet. Aquel nombre le sonaba indicado para su hijo, ya que sin duda alguna era un pequeño combatiente que lucharía por abrirse un camino glorioso dentro del mundo mágico. No se podía pedir nada más que eso para un Malfoy, menos teniendo el apoyo de una dinastía tan poderosa como esa en su linaje. @@Jessie Black Lestrange @Joaquín Granger
  12. —La respuesta es no—replicó tajante mostrándose alerta en todo momento—Es su hogar y tuyo también, no tengo dudas sobre ello. Pero no pienso ceder, además si eres tan valiente, ¿ por qué no me atacas de una vez?—le retaba clavando su azul mirada en sus ojos color caramelo. No le atacaría a menos que el lanzará el primer golpe, respetaría la vida del Centauro sin lugar a dudas, pero si esté traspasaba el limite de la vida que le separaba de la de Malfoy. Entonces si, ya no le vería del mismo modo, vino a ese sitio para aprender, no para ceder a las peticiones de un morador de ese espacio lleno de paz y tranquilidad. Su mente poco a poco, entendía todo aquello. Era una prueba más por parte de Sauda, deseaba ver si era capaz de matar o herir al Centauro, sólo por el simple hecho de no entregar su varita sin chistar al respecto—No te atacaré a menos que tu lo hagas, no pienso romper la confianza que la Arcana depositó en mi, no pienso perder el rumbo que he tomado para lograr ser una merecedora del don de la Oclumancia. Pero tampoco, pienso dejar que amenaces mi vida de ese modo, yo sólo estoy delante de ti y ni mi varita he desenfundando para atacarte— soltó sin dejar de mirarlo—Atácame si es lo que deseas, pero el primer golpe no vendrá de mi parte—percibiendo los latidos de su corazón acelerarse repentinamente. Su cabeza estaba siendo presa de una ilusión creada por la sabia mujer, ahora ella no estaba al lado de Malfoy y todo comenzaba a cobrar sentido. Sauda empleaba lo que le dijo momentos antes. “Tu vida es tan valiosa como las demás”, aquella frase se dejaba sentir como una roca al caer dentro de un lago, creando ondas que aumentaron de tamaño de forma considerable—Espero tu reacción o ataque—desafiándolo creaba una protección mental ante todo aquello, ella no sería la causante de derramar sangre inocente en los terrenos de su maestra. Aunque le lanzará mil flechas en contra, ya buscaría el modo de disuadirle de sacarle la varita de encima. —Puede verme, pero yo no la veo—siseó sintiendo como la barrera creada por su mente era más resistente—Oclumens—agregó notando que poco a poco las facciones del centauro se suavizaban un poco. Ya no le notaba tan feroz y desafiante, porque ahora ambos entendía que si uno no atacaba, el otro no tenía motivos para hacerlo y en el peor de los casos arrancarle la vida sin razón aparente. Su cuerpo se volvió a tensar como una tabla, experimentando una sensación diferente y renovadora. No mutaba su esencia asesina por nada del mundo, quizás estaba aprendiendo a ser más cerebral a la hora de lanzarse a matar y no tan instintiva. Pero así era ella un alma libre que hacía lo que deseaba a destajo y nadie le frenaría, al menos no del modo que deseaban y eso era lo que agradecía a su parte más nociva y tóxica. —Sólo espero no haber errado o ya me veo abandonando este lugar—se decía confiando en su accionar. Si la Arcana le desterraba de sus tierras, no buscaría mirarle a los ojos, para pedir una segunda oportunidad, ya que no se consideraba merecedora de ella por ningún motivo—Espero lo que tenga para decirme—acariciando con las yemas de sus dedos su vientre sintió algo dentro de este removerse un poco inquieto.
  13. —Joaquín—respondió gélidamente a su saludo. Devolviéndole el beso que le diera en la mejilla—Esto no era necesario, preferiría un apretón de manos o algo menos efusivo. No es que me moleste o incomode, pero esta completamente fuera de lugar—sonrió secamente. Notando que una joven les invitaba a pasar al local—La demora no es mi estilo, pero ya sabes lo que dicen—mirándole fijamente prosiguió—Lo bueno siempre se hace desear más de la cuenta—agregó entrando en el local. Su semblante era impasible e irreflexivo, ya no sentía nada de un momento a otro. El darle vida a un nuevo ser, no le sacaba de su centro y menos le trastocaba en lo más mínimo—No lastimará a nadie, no si está de por medio la vida de su hijo—advirtió mirando los ojos del Granger—Vino conmigo para comprobar algo que puede unirnos para siempre o transformarnos en los peores enemigos que haya conocido el mundo mágico—desviando su vista hacia la mujer—La varita no es necesaria, créeme no pasará nada fuera de lo común. Todo depende de que perspectiva se mire o quieras apreciarlo, Jessie es mi mejor amiga y jamás dejaría que nadie le dañara, ni siquiera este hombre que me acompaña—avanzando hacia donde estaba la habitación de la joven, no espero ser invitada por Jessie. Atreviéndose allanar ese recinto, le dedicaba una ligera sonrisa a su mejor amiga—Gracias por la ayuda, deseo saber—se interrumpió un momento—Deseamos saber si, estoy esperando un hijo de Joaquín. He sentido diversos síntomas, pero no está demás dejar que la ciencia confirme o deseche, la posibilidad de que sea verdad o sólo una mera suposición de mi parte. No somos pareja, no deseo que esto nos una de esa forma y quiero que lo tenga claro, no es cuestión de honor o algo similar a eso. Simplemente es una duda que tenemos y esperamos que nos ayudes a disipar la misma—explicó mostrándose altiva y tajante. Ya no sentía nada por el hombre que estaba dentro de ese cuarto, todo lo que una vez experimento por el, ya fuera amor o deseo. Ahora estaba esparcido en las arena del tiempo, perdido en alguna dimensión de la cual jamás podría volver a causarle malestar o desgrado a Malfoy. Quería que estuviera cerca del hijo que tendrían juntos, pero eso no conllevaba tener que mirarle con otros ojos, no se permitiría tal estupidez por segunda vez. Ella si era tajante en eso, no dar segundas o terceras oportunidades, ya que las consideraba una verdadera perdida de tiempo y energía mal empleada. @@Jessie Black Lestrange @Joaquín Granger
  14. Titulo de la canción: Chantaje Cantante: Shakira & Maluma Bebé .love: Género: Reggaeton Dedicatoria: Para mi chantaje eterno, ya sabes que quien hablo... Cuando estás bien te alejas de mí Te sientes sola y siempre estoy ahí Es una guerra de toma y dame Pues dame de eso que tiene' ahí Oye baby, no sea' mala No me deje' con las ganas Se escucha en la calle Que ya no me quieres Ven y dímelo en la cara... ! Pregúntale a quien tú quieras Vida, te juro que eso no es así Yo nunca tuve una mala intención Yo nunca quise burlarme de ti Conmigo ves, nunca se sabe Un día digo que no, y otro que sí Yo soy masoquista Con mi cuerpo un egoísta Tú eres puro, puro chantaje Puro, puro chantaje Siempre es a tu manera Yo te quiero aunque no quiera Tú eres puro, puro chantaje Puro, puro chantaje Vas libre como el aire No soy de ti ni de nadie Como tú me tientas, cuando tú te mueves Esos movimientos sexys, siempre me entretienen Sabe' manipularme bien con tus caderas No sé porque me tienes en lista de espera Te dicen por ahí que voy haciendo y deshaciendo Que salgo cada noche, que te tengo ahí sufriendo Que en esta relación, soy yo la que manda No pares bola' a toda esa mala propaganda Pa, pa' que te digo na', te comen el oído No vaya' a enderezar lo que nació torcido Y como un loco sigo tras de ti Muriendo por ti Dime que hay pa' mi bebe Qué! Pregúntale a quien tú quieras Vida, te juro que eso no es así Yo nunca tuve una mala intención Y nunca quise burlarme de ti Conmigo ves, nunca se sabe Un día digo que no, y otro que sí Yo soy masoquista Con mi cuerpo un egoísta Tú eres puro, puro chantaje Puro, puro chantaje Siempre es a tu manera Yo te quiero aunque no quiera Tú eres puro, puro chantaje Puro, puro chantaje Vas libre cómo el aire No soy de ti ni de nadie, eh-eh-eh Nadie eh-eh-eh, nadie eh-eh-eh, nadie Con mi cuerpo un egoísta Tú eres puro, puro chantaje Puro, puro chantaje Siempre es a tu manera Yo te quiero aunque no quieras Tú eres puro, puro chantaje Puro, puro chantaje Vas libre cómo el aire No soy de ti ni de nadie (eh-eh-eh) Nadie eh-eh-eh, nadie eh-eh-eh, nadie eh-eh-eh Alright alright baby Shakira, Maluma Pretty boy! You're my baby lover Colombia, You feel me? Pretty boy https://www.youtube.com/watch?v=6Mgqbai3fKo
  15. Admiraba el oscuro cielo, pérdida en el tintineo de las estrellas. Cada una de ellas, le recordaba vagamente la promesa que le había hecho a Ragnar, cursar la clase de Astronomía. Si el era el profesor que la impartiría, no tenía nada contra el resto de catedráticos del Ateneo, pero le gustaba la idea de adquirir los conocimientos vitales de ese conocimiento del profesor titular—Una promesa es una promesa—abandonando la comodidad del mullido sillón empacaba todo lo necesario, mapas astrales, compases de diversos tamaños, lupas y su amado telescopio. Era un obsequió de un viejo amigo astrónomo—Creo que con esto bastara, ahora sólo resta—alargó la mano para tomarla misiva enviada por el Black Lestrange. El sitio de encuentro sería Holyrood Park, pero el punto clave era en el pico de Arthur´s Seat. Escocia era un sitio que le provocaba visitarlo, quizás al terminar con su clase se diera a la tarea de recorrerlo y pasar un rato desestresante dentro de esas tierras—Ya veremos que me depara el destino—calzando sus pies con unas botas practicas y afelpadas, remataba su vestimenta con un abrigo de piel de imitación, no le gustaba portar animales muerto sobre su cuerpo y debajo de este un suéter de cuello de tortuga. El clima no era el problema, sino sentirse cómoda con esa indumentaria, ya tendría tiempo de cambiar la misma y no tener que cargar con una bola de calor adicional a su marmórea piel. Colgándose la mochila en el hombro izquierdo, guardaba su varita dentro del bolsillo trasero de sus jeans oscuros. Acomodando la capucha de su abrigo resguardaba su dorada cabellera, dándole una palmadita en el lomo a espartaco se despidió de su pequeño crup—Cuida el fuerte—saltando por la ventana desapareció en medio de una densa bruma, justo antes tocar el césped de los terrenos Malfoy. Ahora su destino era escocia, ya tenia marcado el rumbo y no tenia pierde, experimentando una sensación gélida que le ascendió por lla columna vertebral. Era como liberarse por un instante de todo lo que surcaba su mente, el estrés se disipaba poco a poco, dejando que sólo la adrenalina dominará cada una de sus acciones de ahora en adelante. Cayendo suavamente sobre el pico de Arthur´s Seat, buscaba con la mirada a Ragnar. Esperaba no haberse retrasado demasiado y estropear el inicio de la clase—Ahí estás—esbozando una lóbrega sonrisa en sus labios se encaminó hacia donde estaba el profesor—Al fin nos topamos—agregó dedicándole una ligera reverencia—¿Por donde comenzamos?—inquirió sin poder contener sus ganas de aprender sobre astronomía. Admirando el paisaje, no daba crédito a la hermosa postal que estaba presenciando, dejándose atrapar por el embrujo que de un momento lanzaron sobre la Malfoy, abrazada por un estupor agradable en todos los sentidos. @@Ragnar Bjorn Lodbrok BL
  16. —Entiendo su punto, pero nadie es capaz de cambiar o mutar la naturaleza con la que nace. Ya se lo dije antes, no me arrepiento de nada de lo que hice o dejaré de hacer, pero ahora entiendo que cada vida tiene un valor similar al de la mía, pero eso no me obliga a respetarla si atenta contra mi integridad o la de las personas que aprecio—respondió con una sonrisa en los labios. Sauda era una mujer sumamente sabía y apreciaba la vida de todos los seres vivientes, pero Malfoy era la excepción a la regla y no se sentía culpable por la vida que llevaba dentro y fuera del mundo mágico—Agradezco la invitación, no tiene idea la paz que siento al andar por esos terrenos, respiró un aire muy diferente al que rodea el Ministerio u Ottery—caminaba a su lado observando que el clima cambiaba de forma radical, ya no percibía tan claramente los rayos del sol colarse entre las copas de los arboles. El hogar de Sauda era un paraje sumamente amplio, no se limitaba sólo al río o el hogar de la mujer. Ahora todo era mucho más frondoso y cubierto por arboles y troncos de anchuras más prominentes, asemejándose a cuerpos fornidos que defendían esa zona de los extraños—He superado loas pruebas impuestas, pero no creo que sea aún suficiente con todo esto. Ya sabe a lo que me refiero, no pido que sea una tortura física como tal, pero si me gustaría ver que es sufrir una verdadera tortura mental. Yo puedo usar mi mente para ello, pero jamás he estado en esa posición y mi inquietud respecto al tema es demasiado amplia—continuaba con la caminata, no sentía ninguna clase de amenaza a su alrededor, pero el bajar la guardia no era una opción, no delante del poder de la maestra que caminaba a su lado. —No la considero una jueza, pero si una guía que puede darme más de una buena lección. Prometo no olvidar ninguna de sus palabras y enseñanzas, además de valorar todo lo que me ha enseñado. No puedo asegurar que me contenga a la hora de matar, pero si analizaré si la vida que robe es lo sumamente valiosa para preservarla o no—soltando con jocosidad la última parte de su perorata, había sido una broma de su parte. No echaría por tierra todo lo acumulado hasta ese instante, no sería tan obstinada en ese sentido y poco a poco, aprendería a manipular esa parte sin que le presentará dificultad aparente. Se detuvieron de golpe observando un árbol con un tronco con un grosor de más de setenta centímetros de diámetro, justo detrás de este se asomaba un imponente centauro—Soy nueva dentro de estas tierras, estás en lo correcto. No he lastimado a nadie y Sauda pueda dar fe de ello, no pienso entregarte mi varita. Como dije antes, no he causado daño alguno y no quedaré desarmada ante un ser como tu, esto lo cito con mucho respeto para con tu especie—respondió enarcando una ceja. —La única que puede darme una orden de ese calibre es la Arcana de Oclumancia, lamentó no ceder ante tu petición. Si hubiera matado algún ser viviente de estás tierras, pues entonces otra situación enfrentaría, pero mi respuesta definitiva es no. No te daré mi varita por nada del mundo, ni aunque se me fuera la vida en ello—manteniendo la mirada fija en el centauro. Su mente estaba con la idea fija, no dejarse amedrentar por este y oponer una resistencia férrea ante lo que le estaba pidiendo. El trozo de madera no era la única defensa con la que contaba, pero tampoco emplearía sus colmillos para salir bien airada de tremendo dilema. Su cabeza era el mismo bunquer que antes, no dudaba que toda esa ilusión estuviera orquestada por la Arcana. Buena forma de ponerle un cuatro, pero Malfoy no cedería tan fácil y su varita se quedaría justo donde estaba, sujeta por la pretina de su pantalón y sus colmillos protegidos por sus labios, no se rendiría tan fácil. Si el Centauro deseaba tanto hacerse con la varita de la rubia, le costaría bastante tenerla entre sus manos—Lo siento, pero no es no—endureciendo sus facciones se mantuvo alerta en todo momento. Volvía a sonar en su cabeza aquella tonada, reconfortándola como nunca antes afianzando la confianza en mantener su negativa ante un posible desarme.
  17. —Espero que esto no sea un error—desviaba su vista hacia su aún vientre plano. Las consecuencias de una sola noche, quizás ya estaban gestándose dentro de ella, desatando un cúmulo de dudas que serían acalladas sin remedio. Hacia tiempo que no sabia de él y ahora esto, ¿qué clase de treta el destino les estaba jugando a ambos?. No perdería el centro por todo aquello, el contactarlo era lo de menos, ya se imaginaba el malestar que le causaría una misiva membretada con su nombre. Pero era necesario ponerle al tanto de todo, si el era el padre de esa criatura, ella no sería capaz de negarle ese derecho a su hijo o hija. Deseaba que fuera un varón, no por el parecido que pudiera compartir con su progenitor, sino porque le facilitaría el relacionarse con el Granger. —¿Navian?—llamaba a su elfo personal que se apareció en el acto—Lleva esta misiva al Señor Joaquin Granger, sólo el debe tenerla en su poder. No puede ser leída o recibida por nadie más que no sea el, no me importa el tiempo que te tome cumplir con esa encomienda. No vuelvas a la mansión, no hasta que hayas cumplido mi orden—entregándole el trozo de pergamino terminaría de alistarse para salir. Agradecía la noche lluviosa que azotaba a Ottery, truenos que despertaban en ella unas ganas de beberse algunos litros de sangre—Esto no cambiará nada entre nosotros—aseguraba colocándose una capa de viaje sobre los hombros, recordando la abrupta separación. El fruto de ese fugaz encuentro, no daría paso a una reconciliación y eso lo tenía más que claro. Sus caminos jamás se unieron y mucho menos lograron entrelazarse, pero si el destino dictaba otra cosa. No le quedaba nada más que vivir con eso y preservar a la personita que dentro de poco formaría parte de la vida de ambos, le deba vueltas a lo mismo y no pillaba la mejor forma de afrontar todo aquello. ¿Por qué justo en ese momento?, ¿acaso no era suficiente con verse sumergida en un mar de tensiones?. Nadie era el culpable directo de todo aquello, pero tampoco le restaría responsabilidades a quien las adquirieron al momento de dejarse arrastrar por un momento de pasión, lujuria y tal vez algo que confundieron con algo parecido al amor. —Es hora de partir—enfundando su varita en la pretina de sus jeans cubría su dorada cabellera con la capucha de su capa de viaje. Estaba lista para todo, no se dejaría amilanar por el miedo o rechazo que pudiera recibir por parte de Joaquín, ya no quedaba nada de lo que en algún momento creyó que sentía por el vampiro y se sentía satisfecha con ese sentir. Si no asistía a la cita, no se lo echaría en cara, pero entonces si, no le permitiría por ningún motivo acercarse a su pequeñ@. Le criaría ella sola sin jamas revelerle el nombre que le había dado la vida, no era un castigo para el bebé, sino para el padre de este. Saltando por la ventana de su alcoba desapareció en medio de una bruma oscura, aparecería dentro el local cintas de colores o al menos en la entrada. Jessie era la única que podía ayudarle con todo aquello, saldría de todo aquello en un abrir y cerrar de ojos. La lluvia mojaba su capa de viaje, respirando profundamente echaba una ultima mirada al desierto callejón, parecía que la buena suerte estaba de su lado y nadie daría fe de su presencia dentro de ese lugar. @@Jessie Black Lestrange @Joaquín Granger
  18. —Lo comprendo a la perfección, no deseo por ningún motivo perturbar la paz de todo lo que habita dentro de este bosque. Si tuviera algo de tiempo libre, no dudaría en pedirle que me dejará morar aquí por algunos meses—comentó tomando la taza meciendo está en sus manos disipaba un poco el humo aspirando el aroma delicado de las hierbas. Otra muestra de que la tranquilidad podía habitar en algo tan pequeño y lleno de vida propia, el aire soplaba agitando un poco su dorada cabellera— La tentación puede ser traicionera, pero me puse a pensar que al matarlo a el, pues me mataba a mi misma— asentía mirando los ojos de la Arcana. Sabía que estaba en lo correcto, si le hubiera sacado la vida de tajo al Clabbert, no estarían ahora bebiendo esa taza de té juntas y charlando de forma tan amena como si fueran dos viejas conocidas. —Conozco a la perfección a mi mente, se de lo que es capaz antes de que realice alguna acción nociva o dañina contra alguien. Desde siempre lo vi en mi mente, asesinatos, muerte, cacerías incesantes y todas protagonizadas por mi persona. Jamás me dio miedo matar a nadie en partícula, pero al entrar aquí pude darme cuenta del valor de la vida de una criatura que no pertenece a la raza humana. Como lo es el conejo, la ardilla o el pequeño clabbert. Ellos tienen el mismo derecho que yo a vivir, jamás tomaría la sangre de ellos para saciar mi sed, no porque no me apetece, sino porque desde pequeña he consumido sangre humana— confesó sin temor a sentirse juzgada por la mujer. Las nuevas indicaciones llegaron por parte de Sauda, le ordenaba mantenerse en movimiento constante. Ella intentaría frenarla y ponerla quieta con el poder de su mente, debía mostrarse habilidosa en todo momento y no ceder por nada ante el poder de su maestra. Aprendía cada vez más y mas de la oclumancia, ya sentía un poco más fuerte y difícil de penetrar a su cabeza. Como si de un momento a otro se hubiera mutado en un bunquer de guerra, protegido por una coraza indestructible de metal. Aquel era un bastión dividido en varios sectores, abriéndose en caminos que bifurcaban entre ellos, dándole la impresión de estar dentro de un inmenso laberinto— Entiendo—siseó poniéndose en pie dejando la taza sobre el suelo. Estirándose como lo haría un felino que busca desperezarse, agradeciendo la rapidez que le otorgaba su raza vampirica, dando un ligero respingó comenzó a correr por la orilla del cuerpo de agua, dando vuelta en U para retomar su carrera, sintiendo como poco a poco sus piernas eran atrapadas por una oleada de adrenalina. Sus pies se despejaban del suelo con fuerza y agilidad, dando zancadas grandes que le impulsaban un poco más y más, pareciendo un auto de carreras que practicaba para mejorar sus tiempos dentro de la pista. Su mente estaba siendo invadida de nueva cuenta por Sauda, no sabía cuándo lanzaría el primer ataque para intentar frenarle. Pero no se lo permitiría volviendo a escuchar su tonada favorita seguía moviendo sus piernas dando vuelta tras vuelta, girando en U sin perder el hilo de sus acciones. Su cuerpo estaba conectado con sus piernas al 100%, viéndose intimidada por un halo de cansancio y agotamiento que amenazaba con tumbarla sobre el suelo y ponerle a dormir sin remedio. No cedería ante tan suculenta y tentadora provocación, aumentando la velocidad seguía corriendo y trotando a todo lo que daba, percibiendo un poco de sudor empapar su nívea frente. Cansarse no era una opción y cerrar los ojos para perderse en un sueño reparador tampoco lo era, aferrada en continuar daba pequeños saltos entre vuelta y vuelta, retomando la fuerza y firmeza con la que comenzó. Una almohada acolchonada y una manta caliente, no le sacarían de la concentración en la que estaba entrando profundamente, viéndose arrastrada hacia el éxito.Vueltas iban y venia, solo le quedaba esperar la orden de la Arcana para realizar la siguiente prueba. Era demasiado terca y no se dejó vencer por nada ante las sutiles tentaciones mostradas por su maestra, respirando con fuerza no cesaba en su marcha corriendo como un pequeño conejo que busca llegar a la zanahoria que desea comer y luego de ser recibir una palmadita por el excelente trabajo realizado.
  19. —Veamos, veamos que tenemos aquí—abriendo las puertas del ropero de par en par, no cabía en su asombro. Disfraces de diversos colores le daban la bienvenida, trajes de payaso de tonalidades bastante escandalosas a su parecer, pero era la cereza del pastel todo aquello. Tomando varios los depositaba dentro del costal, el cual ya estaba demasiado atiborrado con todo aquello y para rematar los pares de zapatos que se colaron hasta el tope de este. Se sentía como Santa Claus, sólo que ella no llevaba regalos para los pequeños, sino que los hurtaba y se daría la mejor divertida de su existencia. —Confringo—otro rayo rojizo escapaba de la punta de su varita, dando exitosamente en el blanco. Una sonrisa cargada de malicia brotaba de sus labios, acompañada por ese brillo maniático que resaltaba el azul de sus ojos, transformando todo aquello en una escena tétrica y desoladora. Agitando otra vez su varita, no cesaría en sus ataques, al menos de momento y eso le arrancaba de nueva cuenta una bocanada de aire gélido que le resulto catártica sin lugar a dudas. —Fuego Maldito—sentenció con altivez invocando un caballo negro envuelto en llamas, aquel que comenzó a galopar alrededor de toda la habitación. Malfoy le ordenó quemar todo a su paso, abandonando ese sitio lo estaba dejando convertido en un verdadero infierno en la tierra—¡¡¡ Que arda la habitación de la Warlock !!!—gritaba desaforada corriendo hasta donde estaba Mía—Aquí esta el botín espero que sea suficiente—agitando el costal esperaba la orden para abandonar el lugar e irse a celebrar por todo lo alto. Deseaba beberse unas buenas copas de bourbon, ya necesitaba consumir algo de alcohol para contener la bomba que estaba a poco o nada de estallar en mil pedazos. Por ahora se sentía feliz por sus acciones, no podía pedirse nada mejor y continuaría por la misma senda sin lugar a dudas. Dando un latigazo con su varita invoco una imagen que engalanaba toda la sala de la mansión. http://i754.photobucket.com/albums/xx186/ilistadom/mark5-2.png
  20. —¡¡¡ Bingo !!!—respingó dando un pequeño saltito para luego recuperar la compostura. Estaba frente a la habitación de la conocida Warlock Sagitas, no se detendría en su afán por hacerse de algunas cuantas cosillas y causar uno que otro destrozo dentro de esos aposentos—Ha comenzado la verdadera diversión—aflorando en sus orbes lapislázulis un brillo malicioso que poco a poco envició sus sentidos. Ahora solo la adrenalina controlaría cada uno de sus movimientos, elevando con fuerza su varita pensaba en que conjuró sería el ideal para iniciar con su destructiva hazaña. —Confringo—parafraseó desprendiéndose de su varita un rayo escarlata, aquel que impacto violentamente sobre la cabecera de la cama. Dejando esta reducida a simples escombros que crearon una nube de humo, el aspirar la maldad que brotaba de sus acciones nefastas, no le quedaba nada más que seguir adelante con todo aquello. War despertó dentro de ella, agitando sus nueve cabezas con fuerza y determinación, la hidra reclamaba sangre y vidas de lo que se cruzará en el camino de Malfoy. Debía saciar su sed antes de que la bomba estallará sin remedio alguno, ladeando su cabeza comenzó a rebuscar en los cajones sin dar con nada que le fuera de utilidad hasta el momento. —¿Dónde demonios esta lo divertido?—apretando los dientes abrió de trino otro cajón topándose con varias pelucas y narices rojas. Apareciendo un costal en su diestra relleno el mismo con todo eso, sintiendo una cosquillita venenosa que le ascendió por la columna vertebral—Quién lo iba a decir—expulsando una carcajada maniática se enfocó ahora en el ropero, quizás ahí encontraría algunas cosas más para adherir a la jugosa colección que ahora poseía dentro de ese saco.
  21. —¿Magos de calaña baja?—inquirió meditabunda Malfoy, no recordaba con claridad a los magos o brujas que pertenecían a la Orden del Fénix. Pero si las sospechas provenían de parte de Mía y otros altos rangos, no le quedaba la menor duda de que podrían estar en lo cierto—¿Qué clase de prendas?, no creas que voy a meter las manos en el cajón donde guarde sus ropa más intima y privada—la sola idea le causaba una sensación de rechazó. Avanzando hacia el interior de la mansión, dejaba escapar profunda bocanada de aire, le entusiasmaba la idea de volver a las andadas y todo eso, pero sin tener un blanco perteneciente al bando rival, no le causaba tanta emoción al final. —Veré que pillo, pero no prometo nada—soltaba sin la más minina expresión en sus palabras. Su surda se amoldó a la perfección a su varita, aquella arma negra como el ala de un cuervo—Iré a echar un vistazo, puede que me tope con algo que realmente despierte mi interés—rodeando sus ojos agitaba de cuando en cuando su varita, dando un fuerte golpe con ella sobre al aire soltó despreocupada—Fuego Maldito—brotando de la punta de esta una lengua de fuego que sobrevoló el interior de la mansión, dando fuertes aletazos esperaba la orden de Malfoy. —Impacta en el primer elfo que veas y quémalo por completo, poco me importa que se me acuse de matar sirvientes o criaturas indefensas—esbozando una lóbrega sonrisa en sus labios, percibió el quejido del pequeño ser—Es una pena—escondiendo una risita cínica en sus labios se puso a indagar dentro de la mansión. ¿Dónde estaría ubicado en cuarto de la Warlock?, ¿Qué cosas prohibidas encontraría una vez que diera con el?. Una y mil ideas revoloteaban en su cabeza, no le quedaba la menor duda de que su cabeza muchas veces era la parte mas siniestra y nociva que poseía. Abriendo puerta tras puerta, no daba con lo que deseaba y eso comenzó a sacarle de sus casillas. Ya se enterarían de lo que era capaz, retomando su tarea no cesaría hasta dar con su objetivo final.
  22. —Parece que la diversión no deja de llamar a mi puerta— terció una media sonrisa en sus labios, separándose ligeramente de la piel que hasta hace unos instantes, le daba un reconfortante cobijo—Lo siento—agregó mordiendo el labio inferior del morochoso, perdiéndose ligeramente en un estupor agradable—Desearía poder quedarme, pero el deber me llama—saliendo de la cama dejaba que la sábana cayera despreocupada al suelo, escapando un sonoro crack de sus dedos se vio ataviada por unos jeans entallados acompañados por un corsé azul oscuro. Sus botas de piel de dragón, le protegerían del frío suelo, pero aquello no le causaría el menor malestar a Malfoy. —Ha sido un verdadero placer, nos veremos después—arañando con las yemas de sus dedos su marmórea faz desde la frente hasta la barbilla, dejaba que una densa neblina se apoderará de su nívea piel. Rodeándola completamente se solidificó en una máscara azul metálico que tenia tatuado sobre el ojo izquierdo un pequeño relámpago de color violeta oscuro, dando la apariencia de que era una vieja cicatriz de guerra que desaparecía al romper en el encanto de su protección de metal. Por ahora la dejaría intacta, no deseaba que nadie descubriera su maquiavelica personalidad o le acusarán de ser una persona despiadada y desalmada solo por el simple hecho de formar parte de la Marca Tenebrosa. Un ardor placentero quemaba alguna zona de su parte, ahí donde habitaba el tatuaje de la serpiente abrazada por una calavera que le servía como morada—Tan excitante como siempre—relamiendo sus labios dejaba que ese calor se apoderará de todos sus sentidos—Me voy—despidiéndose de su acompañante le lanzaba un beso al aire, deslizándose hasta la ventana posándose sobre el alfeizar de la misma se lanzó al vació, sintiendo el aire golpear sus cabellos dorados, justo antes de chocar con el suelo desapareció en medio de un estruendoso relámpago. Su destino era la Mansión “Ojo Loco” Potter Blue, apareciendo en los terrenos colindantes a esa residencia, caminaba por los mismos con una soltura que rayaba en el hastió. —Como le complican a uno la existencia— ladeando su cabeza, no detuvo su andar contoneando con sensualidad sus estilizadas caderas. Topándose con los jardines continuaba andando sin dejar de sentir el ardor que se atenuaba más y más en su piel, acrecentando sus ganas de destruir todo lo que se cruzará en su camino. Dando con el patio de armas, dejando escapar una fuerte carcajada se topaba con la entrada a la casona principal, no había sido del todo un reto. Estaba a nada de toparse con sus compañeras de bando y dar inicio a la verdadera diversión, aquella noche seria testigo de todo aquello, la frescura que emanaba de esta sería ideal para acallar los gritos de las criaturas que estaba nada de masacrar. Sus ojos le dedicaron una mirada impasible a la luna, recordando cual era su única finalidad dentro del mundo mágico. Causar dolor y destrucción a su paso, nada más que eso impulsaba las acciones de Malfoy desde ahora y en adelante.
  23. @@Ashura Lestrange La firma es genial, hermosa y perfecta /o/. No esperaba menos de tu trabajo, claro que volveré pronto y sólo un datalle con respecto al nick. Por qué está tan pegado a la firma?, no es que se vea mal sólo me causo curiosidad esa peculiaridad. Mil gracias por la firma, la usare por un largo tiempo. Saludos :3
  24. —Claro—soltó mirando los ojos de la Arcana—Comprendo que el sendero que he de andar aún es demasiado extenso y plagado de obstá.cu.los a diestra y siniestra—agregó sintiendo un leve cansancio, jamás sintió una sensación como esa al dejar que su mente mostrará parte de lo que albergaba y protegía celosamente—Si, creo que mejoré un poco, pero aún no es del todo suficiente. Quisiera un poco de sangre, pero creo que eso no me lo puede proporcionar, prefiero una infusión de hierbas que me ayude a controlar estás ansias de—se interrumpió, no era momento de flaquear en todo aquello. La confianza de la Arcana en Malfoy era evidente y ella tenía que mantener la misma costará lo que costará—No tengo apetito por comida, ya sabe a lo que me refiero—enarcando ligeramente una ceja dejaba que sus impulsos poco a poco se fueran acallando. El escuchar a su lado salvaje y sanguinario, casi siempre le hacía acreedora a una satisfacción que sólo podía ser comparada con el matar y nada más que eso. Las pruebas de Sauda irian aumentado en grado de dificultad, no dudaba que le pusiera a prueba de una forma drástica—Aceptó lo que tenga para ofrecerme—dejando de lado su petición anterior. Estaba cambiando algo en ella, pero no era la esencia oscura con la que nació o fue criada desde pequeña. —Eso es lo que deseo, crear barreras que nadie pueda franquear y entrar a mi mente a placer. Para mi no es sencillo darme a conocer del todo y justamente por eso, decidí que la Oclumancia seria la mejor opción para mantener oculta parte de la maldad que habita en mi, no me molesta que me juzguen por mis actos del pasado o los futuros. Digamos que he aprendido a vivir con eso, ya me condené desde hace tanto tiempo que he olvidado lo que es sentir piedad o remordimiento, al menos como lo experimenta el resto de las personas—contaba con un dejó de jocosidad en sus palabras—Mis pulmones saben que deben dejar que el aire entre y salga de ellos, no tengo que darles una orden que por defecto ellos cumplen a rajatabla—sonreía al imaginarse dándoles ordenes a ese par de órganos. —Es una criatura por demás hermosa, pero lo que me pide es parecido a lo que me solicito al llegar aquí. Sería como volver a tener al indefenso conejo delante de mis ojos, observándome con sus pequeños ojos, temeroso de que lo devorará de un solo tajo y no lo hice. No porque no pudiera, sino porque le tengo demasiado respeto a su hogar y a los seres que lo habitan—asentía con un gesto afable en su marmórea faz—Esta bien, yo haré lo que me pide. Si es lo que debo hacer para ganarme el derecho para obtener la habilidad, no dude que cooperaré con todo esto—tentando con su lengua sus colmillos miraba fijamente al clabbert. Los ojos de este se clavaron en los orbes lapislázulis de la vampiro, adentrándose poco a poco en el mar profundo que eran estos. Su cuerpo se tensó como una rígida tabla, palpando con sus manos su pantalón de mezclilla. Las ansias por beberse su sangre eran incontenibles de un momento a otro, goteaba dentro de ella esa ponzoña que le hacía dar el paso para cometer un acto atroz, pero ahí también estaba una imagen similar a ella. Revestida de colores oscuros, matizada con facciones siniestras que le daban una postal tétrica, quizás era su lado más oscuro y nocivo, arrastrándola como si tuviera cadenas rodeando sus manos, tirando de estás para obligarle a matar a la pequeña criatura. No era ella, sino Sauda que dominaba su mente, tal y como de lo dijo antes de comenzar todo aquello, ahora estaba presa de un deseo insano de asesinar a destajo al pequeño ser. Pero, ¿qué desencadenaría al matarlo delante de los ojos de la africana?. Era como verse a ella misma, presa dentro de una jaula esperando ser degustada por algún cazador furtivo. Ella estaba en el sitio de la presa, maniatada de patas y manos, ya no tenia extremidades humanas, sino un pelaje dorado cubierto de pequeñas negras. Colmillos que sobresalían de un hocico atado por una fina cuerda, cortando poco a poco esa zona causando que sangrará un poco—¿Cómo demonios llegue aquí?—la imagen se hacia mucho más nítida y ahora podía escuchar con claridad como afilaban un cuchillo con una piedra—No, no, no tengo que salir de aquí—se revolvía dentro de la jaula golpeando su lomo contra los barrotes. Su lucha era encarnizada con su captor y ella, defenderse al tenerlo delante y no dejarse comer por nada del mundo. Su mente era el arma adecuada, crear una barrera que no dejará pasar al asesino que estaba a nada de desollarle viva y freírla dentro de algún cazo o sartén—Puedo con esto, yo soy el clabbert, no puedo comerme a mi mismo y tampoco causarme ningún daño—apareciendo delante de ella una esfera de energía que mutó en una melodía que le calmaba poco a poco, moviendo sus patas quedaba libre de las ataduras. Mordiendo el cerrojo de la jaula, zafaba este sin mucho esfuerzo,, topándose con el clabbert delante de ella. Ese par de ojos volvían a tentarle, impulsándola como lo hace un cañón con una bala contra el bastión enemigo, pero ella no cedería ante tal provocación. Monster retumbaba en su cabeza, apaciguando poco a poco esas ansias. Pero Sauda no cedía y ella tampoco lo haría, no contaba con la misma fuerza mental que la Arcana, pero si con una determinación férrea que no le dejarían caer presa de esa tentación tan suculenta de hincarle los colmillos al pequeño mono mitad rana—No, no comeré un sólo de tu carne y tampoco beberé una sola gota de su sangre—luchaba como nunca antes consigo misma, matándose por dentro tras sentir la sed acentuarse un poco más en su sistema, latiendo con fuerza su corazón le gritaba que se lanzará con todo y le matará sin importar las consecuencias. Pero no, no era débil y eso lo constaría con sus acciones, endureciendo aún más su anatomía sesgaba esa sensación. Sintiendo que la melodía era mucho más fuerte y poderosa, transformándose en un eco que resonaba en todo lo que le rodeaba, ahí estaba en clabbert ileso y ella mirándole como si le inspirará ternura o algo similar a eso. Cosa extraña, porque ella no era capaz de sentir una sensación como esa, no tras erradicar de ella las emociones o sentimientos. Esperaba haberlo hecho bien, ya todo quedaba a juicio de la mujer que permanecía dentro de su mente.
  25. —El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional. Como ya dije, no poseo la capacidad de experimentar, ni lo uno, ni lo otro. No me criaron para irme lamentando por la vida o lamer las heridas que el destino me cause en el cuerpo o el alma. Siempre he navegado con la bandera de ser libre e independiente, no necesito ninguna clase de placer para sentirme plena o satisfecha conmigo misma—desviando sus ojos hacia el cantinero le pedía otro vodka seco. —Un placer, Señor Ravenclaw. Soy Malfoy y sólo Señorita Malfoy, si desea tener acceso o conocimiento de mi nombre, no le será para nada sencillo obtener el mismo. Lo ha dicho usted, no se puede alcanzar el cielo con las yemas de los dedos o dicho de otro modo. La élite que ostento, no puede ser disfrutada por todos los que me rodean, considéreme como una deidad o algo similar a eso. Atenea me pinta bien, pero me decanto por algo más sensual y seductor, ¿no cree que podría intentar robarle el reinado a Afrodita?—expresó alargando la mano para tomar su trago. Le miraba analizando cada uno de sus rasgos, no parecía la clase de hombre que iba comportándose de un modo galante o recatado, no con la musculatura que se jacto de presumir ante la vampiro. —No me considero masoquista, solo adepta a disfrutar el dolor ajeno y agradecer, no sentir nada cuando intentan lastimarme o burlarse de mi descaradamente. He soportado demasiadas cosas, ya no creo que haya nada que me pueda causar el más mínimo daño o pesar, le sería hipócrita, si le dijera descaradamente que me voy llorando por los rincones lamentando mi mala suerte o peor aún dejarme sentir como una patética mujer insegura de mi misma. Pero no, yo no soy de esa clase de chicas, yo me siento orgullosa del férreo carácter que poseo y la magnifica cualidad de pasar por alto cosas tan banales como la inseguridad o nimiedades como esas—apareciendo en sus labios una sonrisa cargada de arrogancia. —Me agrada que peleé por lo que desea, pero yo no soy una presa que debe meter dentro de una jaula o maniatar para tenerle a sus pies. Si desea llegar más lejos, no le aconsejó que use métodos arcaicos o bárbaros, porque con una mujer como yo, le aseguro que todas esas artimañas sin duda alguna, le jugarán en contra sin temor a equivocarme. Vino aquí porque el contoneo de mis caderas lo sedujo o eso me da a entender, galante forma de adular a una dama. Lástima que está dama hace rato que dejo de creer en coqueteos de esa calaña, piense mejor si desea cazar a una presa que no será sencilla y que en algún momento le puede dar la vuelta y entonces el cazador resultaría cazado—mirándolo fijamente acomodaba su cabello detrás de su espalda, dejando que su cuerpo se destensará un poco estirándose contra la silla. —Está siendo una charla muy amena, agradezco el trago y el tiempo que me esta dedicando. Es grata su compañía sin lugar a dudas, pero todo lo que me ha dicho me deja pensando y no precisamente bien. No le acusó de nada, no veo razón para eso, pero ¿qué es realmente lo que desea obtener?, ¿qué acepté que es un hombre capaz de cautivar a medio Londres?, quizás al resto de las brujas si a mi no. La sinceridad está siendo demasiado evidente en mis palabras, pero mejor dejar todo en claro. Si busca algo más que una simple charla, permítame decirle que tiene puntos a su favor, pero no los suficientes para obtener nada más que una sonrisa o una mirada de mi parte—sentenció llevándose la copa a sus labios bebiendo un corto trago, para después limpiar con su lengua el resto de humedad que quedará en ellos sin sacarle los ojos de encima. @@Brendon Ravenclaw

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.