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Kahlan Blackthorn

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Todo lo publicado por Kahlan Blackthorn

  1. —Buenas Noches, Bodrik —respondió a la bienvenida que le diera la joven. La ropa que portaba era demasiado cómoda, calzándose una chamarra de piel negra, jeans del mismo color y un corsé azul oscuro. Sus botas de piel de dragón, le permitirían moverse a placer dentro del terreno y estar dentro de la Isla donde se alzaba imponente la prisión de Azkaban sin duda alguna, revivió viejos pasajes en la memoria de la Black Lestrange. Sus tiempos como asesina serial o quizás las encarnizadas matanzas que realizaba a diestra y siniestra. Gajes del oficio de una persona como ella, despreocupada por el que dirán y los constantes señalamientos de la sociedad mágica sobre lo que era bueno o malo hacer. Poniendo sus ojos en blanco se ponía el impermeable, cubriendo de ese modo su vestimenta. Aunque no le molestaría en lo más mínimo empaparse un poco o probar en carne propia la furia de la naturaleza. La respetaba y la consideraba una maestra en toda la extensión de la palabra, pero igual sabia lo lapidaría y certera que era a la hora de cobrar venganza. Cada uno de los fenómenos que azotaban a la tierra venían de su mano creadora y al mismo tiempo destructiva —Me asalta una duda, puede que sea una insignificancia a decir verdad. ¿Dónde se origina un huracán o maremoto?, se que en el fondo del mar. Pero, ¿Qué lo desencadena? —preguntaba con sumo interés. Había leído libros de diversas ciencias y materias, pero no había nada mejor que la práctica para aprender más de esos fenómenos naturales. Su interés iba en aumento, tras haber escuchado las palabras que brotaron de los labios de la profesora. No era lo mismo proferir cánticos relacionados con la Nigromancia, aunque su intriga se despertó en el acto, tras imaginarse que dentro de su grimorio existiera algo relacionado con poder desatar una tormenta electrifica o causar un terremoto. La magia oscura era sumamente poderosa y capaz de causar un daño irreparable en el que se viera afectado por esta. Esperando la respuesta de Bodrik, repasaba en su cabeza las múltiples dudas que no tardarían en salir de su boca como lo hace un conejo de su conejera. @Bodrik
  2. —Buenas Noches, estás en lo correcto llegaste a la clase de Astronomía. Mi nombre es Juv Black Lestrange —respondió de forma cordial al saludó y la venía obsequiada por parte de la Ravenclaw. Sacando la vista del firmamento, le miraba con suma atención, detectando su asombro al ver que era la única alumna dentro de esa clase. Le gustaba iniciar con el pie derecho, siempre conduciéndose con la batuta de permitirle a su alumna expresar sus dudas abiertamente. —Me imagino que debes conocer lo básico y si estoy en un error, no te preocupe. Aprenderás todo lo que debe saber de la Astronomía, podemos comenzar con uno de los astrónomos más famosos de la historia —terciando una media sonrisa en sus labios extrajo de su mochila un telescopio, colocando el mismo hacia el sur ajustando el lente para tener una visión más nítida de los astros que en cualquier momento, les haría compañía—Issac Newton, siempre tuvo una visión diferente a los de su tiempo. Enfocando sus estudios en las leyes de movimiento, estás llevaron su apellido. Eran conocidas como las “Las Leyes de Newton del movimiento y son fundamentales para la mecánica celeste, explican las leyes de Kepler. Y predijo las órbitas de los planetas, conocer estos datos puede parecer básico, pero a la vez es interesante —agregó indicándole que se acercará. —Si tienes alguna duda al respecto, no dudes en expresarla con confianza. Ahora hablaremos de Edwin Hubble, el descubrió la expansión del universo. Aunque hoy en día se cree que el tamaño de este ha aumentado, porque cada día, mejor dicho cada hora u quizás cada minuto o segundo, nace un nuevo astro que se añade al universo. Estrellas, planetas, galaxias, constelaciones y diversos cuerpos celestes habitan ahí arriba —señalo el cielo —El telescopio espacial lleva su hombre en honor a el, considerando sus estudios un aporte histórico invaluable —sacando una carta astral de su mochila extendió esta para que levitará en el aire. —Puede ver a los nueve planetas, Kepler sugirió la órbita elíptica de todos ellos, además de proponer leyes sobre el movimiento de estos, creando las leyes que llevan su nombre y te cite antes cuando te hable de Newton. A su vez Galileo Galilei fue el primer astrónomo en emplear el telescopio para observar el cielo, pero la inquisición lo condeno por ello y lo arresto por dichos descubrimientos. Pero no entraremos en temas religiosos, porque lo que nos ocupa son los astros y el firmamento. Hiparco de Nicea, Hiparco de Samos y Ptolomeo, determinaron la posición de unas 1000 estrellas brillantes e intentaron explicar misterios astronómicos sin pasar por alto el uso del modelo egocéntrico que empleaban en la antigüedad —apareció un plano que contenía dicho modelo. —Clasificando las estrellas por su magnitud. Nicolas Copérnico apoyo el modelo heliocéntrico. Cada uno de ellos realizó estudios del universo desde diversos puntos de vista, pero siempre centrados en conocer los misterios y secretos que este guarda tan celosamente. Conocer a fondo todo esto lleva años de estudio y dedicación, pero aquí aprenderás lo necesario para poder reconocer fenómenos astrales y como influyen en la humanidad que habita nuestro planeta —centrando su vista en el lente del telescopio pronto los planetas harían acto de presencia. @
  3. —Jamás me libraré de los molestos muggles —poniendo sus ojos en blanco, se alistaba para cruzar el portal. Conocía a su hermana Mia y no le extrañaría que les sorprendiera con una grata aventura. Black Lestrange se calzó una chamarra de piel, acompañada por unos jeans azul rey y un corsé negro como el ala de un cuervo. Echándose una mochila al hombro, recorría con la mirada los terrenos de su familia, extrañaría ese paraje que se plasmó en su memoria como lo hace una huella digital sobre el papel. Su cuerpo se vio seducido por una ligera ventisca que comenzó a soplar, brotando del suelo de los jardines un grupo de manos, aquellas danzaron como un grupo tribal rodeando a la rubia, poco a poco envolvieron por completo toda su anatomía. Era una forma practica de viajar, dejando de lado los trasladores y la molesta sensación al caer de bruces contra el suelo. Era más intenso para ella emplear las artes del bajo astral, justamente por eso la Nigromancia era su habilidad favorita y tener el control sobre esta, no hizo más que revivir la parte más nociva y tóxica de la rubia vampiro. Poco a poco su anatomía desapareció de Ottery y le condujo hacia donde le esperaba su hermana, no le gustaba ser la última en llegar, pero la puntualidad no le había jugado a favor en esa ocasión. Respirando hondo cruzaba el puente, dándole la bienvenida un sitio que recordaba haber visto en algunos tomos. La Universidad Autónoma de México o mejor conocida como UNAM. Un recinto academizo reconocido mundialmente por la excelencia educativa que ofrecía a los estudiantes muggles. Perdiéndose un breve instante en el cielo, intentaba acoplarse a todo lo que le rodeaba, no era adepta a tener cerca a los muggles y no intentar matarlos. Creo que ahí radicaba su falta de equilibrio y control muchas veces, porque le era más sencillo lanzarse a matar sin pensar en las consecuencias que eso acarrearía. Saludando con una ligera reverencia a su padre y sobrino, les dedico el mismo gesto al Ministro y la Viceministra—Para mi el equilibrio es poder salir a cazar para alimentarme, aunque creo que a veces pierdo los papeles y no logró encontrarlo dentro de mi. Lo considero una cualidad, pero no he descubierto donde se esconde o en que parte de mi radica —no se extendería demasiado en su explicación. Aprendió a ser concisa y directa, agradeciendo ese rasgo obsequiado por la Arcana Sauda. —El universo puede darnos un ligero empujón y desequilibrar nuestra existencia, pero creo firmemente que algo dentro de nosotros. Ya sea la madurez o experiencia que nos dan las vivencias que hemos enfrentado en nuestra existencia, permiten que vivamos en un equilibrio medianamente real, pero no del todo —agregaba desviando su vista hacia la profesora. Confiando en que ella le ayudaría a descubrir la mejor forma de enfrentarse cara a cara con el equilibrio, dándole la oportunidad a este de residir en su vida y regir una parte de esta. Conocer y reconocer era el mantra que se repetía en su cabeza, resonando como lo hacen las campanadas que llaman al encuentro de una batalla decisiva con ella misma. —Tal vez, pueda aplicarlo en el día a día o solo en situaciones especificas, pero creo que eso lo descubriré cuando sepa que es realmente el “Equilibrio”, porque puede tener diversas definiciones. A mi me interesa conocer la más real y certera, espero que comprendas mi punto —asintió cruzándose de brazos permitiendo que la catedrática continuará con la clase. Despertándose en ella un interés insaciables por ver que era lo que les esperaba a continuación.
  4. —No me gusta hablar de mi persona, no lo consideré una falta de confianza o amabilidad. Pero he aprendido a decir lo mínimo de mi persona, ya sabe lo primordial y el resto lo dejo dentro de un baúl cerrado a piedra y lodo —expresó la rubia meciendo la taza en sus manos. El beber esa clase de infusiones, no era de su agrado, al menos no del todo y prefería beberse una buena copa de bourbon o vodka. La mirada de la Arcana era afable, pero no por eso menos lapidaría a la hora de intentar obtener información de la Black Lestrange. Esconderse como un conejo dentro del sombrero de un mago, no le serviría de nada, porque finalmente tendría que salir para darle impacto a dicho truco. —Me fui de mi casa a la edad de 13 años, no recuerdo mucho de ese tiempo. Antes de eso, podía cambiar partes de mi cuerpo, ya sabe el color de los ojos, adquirir facciones de animales como felinos y lo mas impresionante, al menos para mi era que al despertar sobre saltada mi piel se mutaba de una forma especial, cubriéndose de escamas negras y simulando ser la de un reptil. Jamás se lo conté a mi padre, no por temor, sino porque jamás hemos tenido una relación amena. No me gustaba seguir las reglas, no es que el las impusiera o algo similar, pero desde siempre nuestros caracteres chocaron —desvió su vista hacia la taza. Se resguardaban celosamente sus pensamientos, detrás de la barrera oscura que creo gracias a la Oclumancia. Pero delante de ella estaba una mujer sumamente sabía, no le iba a servir de nada emplear esa clase de defensa, porque todos los arcanos eran expertos en librar cualquier clase de barrera u obstáculo—Gracias a Alanna, pude conocer un poco mejor la metamorfomagia. Ella tenía cambios similares a los míos, pero ella no tuvo el valor de enfrentarlos del todo. Ya sabe, miedo al que dirán o a ser juzgada por su familia, amigos y su pareja. Pero algo me enseño, aceptarme como era y ser auténtica, creo que por eso nunca me atemorizo mostrarle los cambios que tenia, aunque el de la piel de reptil es un secreto que conservo sólo para mi —terció una lóbrega sonrisa en sus labios. Una de sus orbes lapislázulis cambió de color a un verde intenso mientras que la derecha se oscurecía atenuando su color en un azul profundo y enigmático. Las pruebas que los arcanos anteriores le impusieron a través de la pirámide, no hicieron más que endurecerla de una forma certera—Me interesa aprender a controlar y conocer donde se originan esos cambios. ¿Por qué desde pequeña los pude realizar y ante todo, como es que ocurrían sólo en situaciones donde mi ira era mucho más grande y destructiva —le traía gratos recuerdos sacar esos temas a colación. Era como remover toneladas de odio y coraje, combustible que la impulsaba a demostrar que nada podía vencerla o hacerla ceder ante cualquier ataque contra ella. —Siempre me considere un ser nocivo, no tóxico como tal, pero si capaz de causar daño irreparable en los que me rodean. Cuando siento más enojo mis ojos cambian de color, mi piel se endurece como la de un cocodrilo y mis facciones se vuelven felinas, tal vez sea un cambio por mi estado de ánimo. Pero cuando sucedió en mi época de estudiante, no puedo negar que me causó problemas con los que se consideraban mejores que yo, mate a un par de compañeros sin desearlo o posiblemente si, anhelaba ver su sangre correr y saciar la sed que tenía por dicho liquido vital —ladeaba la cabeza, aquello escapó de sus labios como lo hace una liebre, al saltar dentro de su madriguera, evitando a toda costa ser cazada para se la cena de algún animal hambriento o algún cazador furtivo que trasgredía la ley. Black Lestrange se mantuvo centrada en su relato, pero no ahondó en el tema más espinoso de su pasado. El que trataba de aquel joven que era similar a ella, al menos en el exterior, porque internamente eran dos polos completamente opuestos y eso no le preocupaba en lo más mínimo a la Nigromante. Lo consideraba un plus a su favor, el cual sería aprovechado al máximo en el momento justo—Creo que me destacó por varias cosas, pero de momento esta nueva habilidad que descubrí en mi desde hace años, no me es del todo clara y por eso recurro a usted, para aprender de donde surge y como hacerme una con ella y explotarla plenamente—echándose contra la pared se perdió en sus recuerdos, esperando que lo relatado le fuera de ayuda a Amara.
  5. —Cosmogonía, tu eras la que intentaba explicar el origen el universo, enlazando este con elementos mitológicos. La historia de la astronomía como tal es tan antigua como la del ser humano, podría decirse que tienen el mismo tiempo de existencia, pero no podemos dar eso por sentado, no del todo —revisaba con pericia un tomo que le ayudaría a desempeñar la clase del mes que recién comenzaba. Tenía una sola alumna y eso muchas veces, le permitía centrarse más en la persona que estaba interesada o mejor dicho, intrigada en aprender lo que la astronomía ofrecía Antiguamente se centraba, únicamente en la observación y predicción de los movimientos de los objetos que eran apreciados a simple vista, quedando separada por mucho tiempo de otra ciencia conocida y esa era la física. En Sajonia-Anhalt, Alemania, se encuentra el famoso Disco celeste de Nebra, que es la representación más antigua conocida de la bóveda celeste. La bóveda celeste es una esfera ideal, no tiene un radio definido y es concéntrica como el globo terrestre en la cual se cree que se mueven los astros. Da la posibilidad de representar las direcciones exactas en donde se ubican los objetos celestes, conocidos como planetas, astros o galaxias, así es como el ángulo formado por dos direcciones se verá representado por un arco con un circulo mayor a dicha esfera. Continuaba con su lectura, pero el tiempo apremiaba y debía terminar de alistarse para la clase. Cerró el libro y lo metió dentro de una mochila negra, acompañado por su telescopio y varias cartas astrales. En esta ocasión no usaría el laberinto o un observatorio conocido, se decantaría por un sitio más ideal para que la Malfoy, aprendiera lo más esencial de la ciencia que ella impartía. Conocer cada parte de una carta astral era primordial, pero no sólo la colocación de las lineas geográficas, el ecuador, acompañado por los polos y las escalas. Un viejo pergamino apareció en su mano, dentro estaban los primeros estudios realizados por Aristóteles y otros grandes astrónomos de la historia. Calzándose una cazadora de piel, ajustaba su varita a la pretina de sus jeans negros como el ala de un cuervo. Le gustaba camuflajearse con la noche, perderse en ese halo oscuro que rodeaba al pueblo de Ottery, extendiendo sus dominios hasta los terrenos de la Universidad y el Ateneo. Golpeando sus botas de piel de serpiente sobre el suelo de madera, invocaba un grupo de manos que le envolvieron de pies a cabeza, provocando que desapareciera en medio de una bruma espesa que le llevo hasta los limites del Ateneo. Su camino estaba por iniciar, solo restaba que Paula hiciera acto se presencia, para comenzar con todo aquello. La misiva había sido bastante clara, encontrarse a las 21:00 en la zona tachada en el mapa que anexó junto con un saludo amable. Admirando el nutrido grupo de luciérnagas que tintinaban en el firmamento, estrellas de diversos tamaños y tonalidades. Un lucero que acompañaba a Marte o quizás era Mercurio, presenciar una alineación planetaria, no era un fenómeno que ocurriera todos los días y era buena idea disfrutarlo en todo su esplendor. Pero lo más intrigante era cuando se juntaban dos espectáculos astronómicos, ya fuera un eclipse lunar o solar, alguna lluvia de estrellas o el nacimiento de un nuevo planeta, estrella o galaxia. @
  6. Kahlan Blackthorn

    Inscripciones

    Nick: Juv Malfoy Croft ID: /31143 Libro de Hechizos: Libro del Equilibrio Justificante de compra del Libro (Link al post del Concilio de la bóveda trastero): Justificante Rango Social: Órden del Caduceo Nivel de Magia: XXXV Fecha aproximada de aprobación EXTASIS o de salida de la Academia (versión anterior): -- Link a la Bóveda: Bóveda de Juv Malfoy Croft Link a la Ficha: Ficha de Juv Malfoy Croft
  7. Holi Pues vengo a inscribirme como oyente a la clase de Runas Antiguas. Sería interesante tener esa experiencia, espero que sea posible y si no, pues ni modo. Nick: Juv Malfoy Croft ID: 31143 Conocimiento: Runas Antiguas Nivel de Magia: XXXV Link a la Bóveda: Bóveda de Juv Malfoy Croft Link a la Ficha: Ficha de Juv Malfoy Croft *se va saltando* Saludos :3
  8. La serenidad poco a poco, se apoderó de la Black Lestrange. Pasajes agradables se proyectaron en su cabeza, vivencias que creyó extintas afloraban en ella y le permitían seguir mutando su anatomía. Su dorada cabellera cambio de color a verde oscuro, desde la raíz hasta la punta, adoptando una postura rígida no se movió en lo más mínimo—Es parte de mi —siseó recordando las enseñanzas de Sauda. Cuando le enseñó a comprender que la pequeña ardilla, tenía el mismo derecho de vivir que la vampiro. Su sonrisa desapareció en el acto, siendo suplantada por una fina linea roja que se extendía por sus labios y los delineaba con suavidad. El cambio era externo e interno, porque desde que podía recordar su cabello y facciones se venían suplantadas por rasgos animalizados. Nariz de puma, ojos de lince y rostro de guepardo, ¿cómo era posible que su raza vampirica, le permitiera mutar de ese modo a placer y muchas veces de forma inconsciente?. Dudas y más dudas eran el ir y venir de su infancia y juventud, descontroles que eran enmarcados por rebeldía y cambios de humor, pero nada que ella no supiera sortear con inteligencia. La Arcana Amara observaba todo lo que sus alumnas estaban haciendo, jamás le incomodo ser monitoreada por sus profesores o mentores. Le agradaba la idea de causar una buena impresión, pero siempre terminaba decantándose, por dejar que ellos se formularan un criterio libre y sin la influencia de la Nigromante. El poseer cuatro habilidades, quizás le daba más poder del que jamás se imagino que podría controlar y estaba a nada de aumentarlo considerablemente. El verse en otro tiempo le resultaba prácticamente sencillo, debido a las visiones constantes que tenia y aprendió a interpretar sin problemas. —Parece que lo he logrado —pensó sin emitir una sola palabra, no era buena idea darle una pista a la mujer de donde ubicarla. Era divertido jugar a las escondidillas, camuflajeándose con el entorno y siendo parte de un hábitat que le recibía con los brazos abiertos o al menos eso parecía. Ser un guepardo gracias a la Animagia, le ayudo sin lugar a dudas a comprender como es la vida lejos de las comodidades, atreviéndose a mostrarse como realmente era y no truncar su camino con barreras inútiles que impedían conocer más allá de las limitaciones que alguna vez tuvo en su pasado.
  9. ID: 31143 Nick: Juv Malfoy Croft Link a la Bóveda Trastero: Bóveda Trastero de Juv Malfoy Croft Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Boveda de Juv Malfoy Croft Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Nivel Mágico: XXXV Fecha: 2019/03/24 Nombre del producto: Libro del Equilibrio Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizos Nivel (del libro): 10 Precio: 10000 G Precio total: 10000 G
  10. —Anne la mejor manera de conocer el origen de las cosas o sucesos, radica en estar dentro de ellos y ver como se han ido creado a través de los tiempos —explicó tras notar la mueca de desconcierto de la Gaunt. Se había precipitado a la hora de lanzar las explicaciones, pero el tiempo apremiaba y perderlo era equivalente a echar en saco roto el tiempo que sus alumnos le estaban dedicando a su enseñanza. Sus pasos le condujeron hasta dónde estaba la licantropa, analizando con sumo cuidado sus facciones pudo ver como de su cabeza brotaba el planeta saturno—¿Lo ves? —señaló al astro que levitaba sobre la cresta de la joven. —Conocer lo desconocido, no es para nada sencillo. Justamente por eso los astrónomos, dedicamos gran parte de nuestra vida a analizar con los instrumentos adecuados y libros especializados a cada uno de los astros, constelaciones o sistemas planetarios que nacen cada nuevo día—hizo una breve pausa—Imagina que nadie le dedicará tiempo a los seres que viven lejos del planeta que habitas, no hablo de los extraterrestres o algo parecido—dejando escapar una risita irónica continuaba con su perorata—Antes existían métodos que se empleaban para marcar el curso que debían seguir los barcos, navegar por aguas desconocidas para ellos, no siempre fue una tarea sencilla. Les resultaba fácil echar un vistazo al oscuro firmamento y seguir el curso que marcaba la constelación de la Osa Mayor o la Osa Menor —apareció una carta de navegación que adquirió un tamaño mayor. Jocker y Gabrielle, se habían perdido en una galaxia distante a la que habitaban en ese momento Anne y Juv—Las galaxias están compuestas principalmente por estrellas, nubes de gas, planetas, polvo cósmico, materia oscura y energía —dentro de la carta astral se proyectaron dos galaxias importantes.—Una de ellas es la de Andrómeda, apreciándose como una mancha luminosa de aspecto brumoso. Los astrónomos árabes, ya la habían observado en el pasado y actualmente se le conoce como M31. Esta a unos 2.200.000 años luz de la tierra. Y es el doble de grande que la Vía Láctea —camino por el laberinto señalando a la otra galaxia que ambas brujas observaron plasmada en el trozo de pergamino—Nubes de Magallanes, está se encuentra a 200.000 años luz del planeta que habitamos. Existen muchas más, pero ahora deseo hablarte de la evolución de las galaxias luego de la explosión del Big Bang —esbozando una media sonrisa en sus labios, observó por un breve instante a la mujer. —¿Tienes alguna duda antes de continuar? —inquirió deteniendo sus pasos. Cuando hablaba de temas como esos, no tomaba en cuenta que se perdía en un universo alterno y paralelo al que habitaba. Quizás sus recientes estudios sobre el universo, captaban demasiado su esencia y la transportaban a sitios lejanos, aquellos que estaban plagados de cuerpos celestes y estrellas a diestra y siniestra. @
  11. —No son necesarias las disculpas, creo que me atrasé más de la cuenta —soltó respondiendo al saludo de la Delacour—Para mi es un placer estar bajo su tutela, no tengo la menor duda de que aprenderé a controlar y manejar los cambios que se han suscitado en mi persona desde que tengo memoria —extrañamente las palabras de la Arcana, le sacaron ligeramente de balance. No recordaba haber cursado esa habilidad en el pasado, tal vez su suerte le estaba jugando una mala pasada y eso le arrancó una lóbrega sonrisa de los labios. A ella le gustaba pasar un rato ameno y sumamente relajado dentro de sus clases, aunque no siempre las cosas resultaban como lo esperaba y ahí radicaba lo interesante de aventurarse a conocer a cada uno de los arcanos. —Excelente idea la de jugar a la escondidillas, porque hace años que no tengo tiempo para dedicarle a actividades como esas parte de mi tiempo —indicó caminando detrás de la Arcana. Se mantuvo en silencio todo el tiempo, agradecía a la Oclumancia dicha forma de actuar y proteger sus pensamientos, aunque no dudaba que Amara pudiera penetrar la barrera que le enseñará a crear Sauda. Todos los Arcanos contaban con un mundo de conocimientos dentro de sus cabezas y las habilidades, no era la excepción. Esconderse era su especialidad, no por nada pudo desaparecer casi 15 años de la vista aguda de Jaén Malfoy. La vegetación era variada y frondosa, aunque los arboles no daban la talla necesaria para esconderse tan secretamente como uno lo deseará. Pero jugar a transformarse en parte de la naturaleza, despertó sin duda alguna su lado salvaje, pero la Animagia, no tenia nada que ver con todo aquello. La cuenta por parte de la mentora de la Black Lestrange dio comienzo, uno, dos, tres y los siguientes números escaparon de los labios de la fémina. Cerrando sus ojos permitía que su nívea piel, adquiriera una tonalidad café oscuro que se extendió desde las puntas de sus dedos hasta sus hombros, mezclándose con un verde hoja que le ayudaba a formar parte improvisada del tronco y parte de un arbusto que le quedaba muy cerca. Mutaba el resto de su cuerpo con tonos más claros y diversos, adquiriendo un camuflaje perfecto ante sus ojos. Pero la última palabra, la tenía la Arcana, ella dictaminaría si su mimetización con el ambiente era la adecuada o aún carecía de credibilidad y sería sencillo. Sus ojos eran lo más inexplicable en ese cambio, el derecho se veía verde como una esmeralda recién pulida y destellaba con fuerza, mientras que el izquierdo era azul oscuro y se mantenía con un brillo inquietante en la parte de la pupila, aquel cambio se volvió más evidente desde que se reencontró con el vampiro. La conexión que mantenía con otros seres, pocas veces le afectaba de ese modo, pero con Jaén las cosas llegaban a los extremos sin lugar a dudas. Relajándose se quedo quieta, al ver que todos los cambios en su cuerpo estaban completados con éxito. Su respiración desapareció casi por completo, no necesitaba mantenerse con dentro de sus pulmones, ya que el órgano vital que tenía en el centro del pecho, no era capaz de generar latidos. Vivía de la sangre de los seres desdichados que se cruzaban en su camino y terminaban destrozados por sus afilados y letales colmillos. Reforzando nuevamente la pared oscura que resguardaba sus pensamientos y recuerdos se quedo quieta como una rama sobre el verde pasto.
  12. Holi :3 Pues paso a dejar mis datos para que se realice la actualización pertinente y todo quede en perfecto orden. Aquí los datos y gracias de antemano a quien realice dicha acción. ID del foro: 31143 Número de Comprador Frecuente: 197 LINK al perfil en la Web del Magic Mall: Click Here Saludos *-*
  13. Nick: Juv Malfoy Croft ID: 31143 Conocimiento: Meteorología Nivel de Magia: XXXV Link a la Bóveda: Bóveda de Juv Malfoy Croft Link a la Ficha: Ficha de Juv Malfoy Croft
  14. Sus orbes lapislázulis estaban fijos en la ventana de su habitación, pequeñas gotas de lluvia golpeaban el cristal. Mirando de cuando en cuando hacia la cama, le sonría al verlo dormir tan plácidamente, deseaba tanto poder quedarse a su lado y velar su sueño, pero la cita que tenía con la Arcana Amara, no podía esperar por nada del mundo. Levantándose del suelo sacudía polvillo inexistente en sus jeans color vino, el corsé azul oscuro se amoldaba a la perfección a su estilizada figura, enmarcando sus curvas de una forma elegante y sensual. Sus botas de piel de dragón y su chamarra de piel, remataban el outfit casual y desenfadado de la Black Lestrange—Te echaré de menos —le dejaba esas palabras acompañadas de un beso que lanzó la viento. No podía experimentar amor o alguna clase de sentimiento similar a eso, no le estaba permitido, no luego de terminar con la poca humanidad que aún residía dentro de ella. —No otra vez —poniendo los ojos en blanco detectó que su iris se puso azul celeste. ¿Cómo era posible cambiar el color de sus ojos de esa forma o mutar otra clase de características o detalles en sus rasgos físicos?. Recordaba vagamente tener visiones y poder sentir a los seres del bajo astral, pero mutar el color de su cabello o sus ojos, al grado de poder cambiar su piel por la de una serpiente, no hacía más que despertar su inquietud sobre la habilidad de la metamorfomagía—Sólo ella puede despejarme estas dudas y ayudarme a manejar está clase de habilidad que poseo, sólo espero que no me pida revelar vivencias de mi infancia o cosas como esas —entrecerrando sus ojos, acomodaba su dorada cabellera sobre su hombro derecho. La marca de Caín que tenía en su cuello, permanecía sin reaccionar o causarle algún tipo de ardor en esa parte de su cuerpo. Coraje estaba a pocos metros debajo de está, latiendo como lo hacía en órgano que poseían los seres vivientes. Pero en el caso de Juv, no tenía esa capacidad y su corazón, sólo estaba dentro de su pecho, pero no emitía un solo latido o rastro de vida que le diera conocimiento de que en algún momento ejerció alguna función vital dentro de ella. Al nacer como vampiro, jamás necesito de este para mantenerse con vida dentro del mundo mágico, porque nunca le sirvió para nada en particular a diferencia de la sangre que era su alimento primordial. Beberse litros de aquel liquido vital, siempre le mantuvo medianamente cuerda y deseosa de aprender las diversas artes que se conocían dentro del mundo mágico, Nigromancia y Animagia eran las que desde su infancia captaron su atención, seguidas por la Oclumancia y la Videncia, ahora la metamorfomagia ocupaba por completo sus pensamientos. El verse con otro color de cabello y facciones diferentes a las propias, nunca le causó un malestar mayor. No hasta que Jaén le confesará que percibió en ella, la misma peculiaridad que el poseía en sus ojos. Pero en el caso del castaño era una anomalía de nacimiento que no tenía nada que ver con un cambio que el pudiera manejar a placer o cuando se le antojará. Su cuerpo se tensó como una tabla, siempre se destacó por ser una hechicera diferente al resto, pero esto era mucho mayor a todo lo que pudo vivir en sus años como estudiante dentro de Hogwarts. —Espero volver pronto, nos veremos —desapareciendo envuelta por un mar de manos oscuras que le rodearon de pies a cabeza, dejaba detrás de ella una estela azul metálico que se disipó en el acto. Su destino era la morada de la Arcana Amara Majlis, aprendería de ella, lo que tuviera para enseñarle y se empeñaría en entender desde el inicio. ¿Cómo es que la metamorfomagía formaba parte de su esencia y como manejarla de forma mesurada y consciente?. Su cuerpo se sentía liviano y relajado, descendiendo poco a poco sobre el suelo, cayó firmemente sobre esté admirando a pocos metros de ella la morada de la fémina. Sus pasos le atrajeron hacia dicha cabaña, seducida por un magnetismo que le condujo directamente hacia la puerta, llamando a la misma con dos golpes secos espero respuesta, al instante esta se abrió de par en par y le permitió entrar al recinto que le dejo sin palabras—Soy Juv Black Lestrange, espero no haber llegado demasiado tarde —se presentó ante su nueva mentora dedicándole una sonrisa afable y cortés. Ahí estaba la directora de la oficina del ministro, Dennis Delacour, obsequiándole una ligera reverencia como saludó espero las palabras de la Arcana.
  15. —Solo dos —aquella respuesta sólo pudo ser captada por Jock y Gabrielle. Anne seguía sumida en la duda e incertidumbre, quizás el primero de los agujeros negros, había engullido la mente de la joven Gaunt. Black Lestrange permanecía sumida en un ligero trance, escuchando a lo lejos la voz de su padre Jocker, aquel hombre que le echará de su mansión por una diferencia que hasta hoy en día los mantenía aún separados sin lugar a dudas. Las cosas dentro del Universo eran parecidas a las que se suscitaban dentro del mundo mágico, cuestiones familiares o laborales que eclipsaban la vida de los magos y brujas. Así como el Sol solía ser caprichoso y se empecinaba en cruzarse entre la Luna y la Tierra.ambos astros eran afectados por los cambios ocurridos con el astro que le daba calor y vida al mundo que habitaban los tres magos que estaban a nada de entrar en ese laberinto. —¿Cuantos planetas conocen? —soltó curvándose en sus labios una lóbrega sonrisa. Las constelaciones eran cúmulos de estrellas de diversos tamaños y composiciones químicas, no eran sólo pequeñas luciérnagas que aparecían en el firmamento cada noche—¿Conocen el efecto que tienen la Luna y el Sol en nuestro planeta?, creo que no tienen idea clara de dicho tema. Justo por eso están aquí, para entender un poco todos los misterios que guarda tan celosamente el universo que algunos conocemos como la palma de nuestra mano y otros desean conocer —agregó apareciendo en la mano del patriarca Black Lestrange un pequeño sistema solar—Hola... —respiró profundo antes de continuar con su bienvenida—Padre —la palabra brotó de sus labios como lo hace una raíz bajo tierra —Dentro de este mundo alterno, podrán ver como nace y muere una estrella. Como el polvo que despide está es un cumulo de diversos elementos químicos. No estamos aquí para una clase de química avanzada, sino para saber cuando el sistema solar dentro del cual habita nuestro planeta se ve afectado por dichos festoneemos. No han escuchado que la luna de sangre o luna roja, siempre viene acompañada de vaticinios que ponen en peligro parte de la población que mora dentro del mundo. Muchas pueden ser consideradas leyendas urbanas, pero las muertes tan excesivas y sin sentido, pueden que nos obliguen a cuestionarnos un poco dichas teorías o cuentos que pasan de boca en boca —explicaba señalando el camino que debía seguir cada uno de sus alumnos. —La constelación de la Osa Mayor, les indicará el norte. Se dice que los antiguos navegantes la empleaban para marcar el rumbo hacia tierras desconocidas que deseaban navegar y descubrir. La Osa Menor, sólo puede ser apreciada en el hemisferio norte al igual que la Mayor. Sin embargo, fue de gran importancia en la antigüedad también para los navegantes, ya que podían saber la estación del año sin tener que emplear un calendario para ello —comentaba cerrando su mente gracias a la Oclumancia—La constelación de Orión es una de las más famosas, considerada la más hermosa que aparece en el firmamento. También es conocida con el mote de “cazador”, representa algunas culturas y es sagrada para los egipcios para que les acompañará en el devenir de la noche —cruzando sus brazos desviaba su mirada hacia Anne. Esperaba que dentro de poco formará parte de la clase y aquel acertijo, no le causará más problemas de los necesarios—Otra constelación es la de Casiopea, está es fácil de divisar en el cielo, debido a la forma de M o W. Se usa para ubicar a otras constelaciones, sirve como guía inicial para los curiosos que desean adentrarse en el mundo de la astronomía. No es una ciencia del todo complicada, sólo debe prestarse atención a todo lo que aparece en el cielo, porque hasta el más mínimo detalle puede ser la puerta para un hallazgo que marque un antes y un después dentro del estudio del mundo de los planetas y todos los cuerpos celestes que conforman el universo tal y como lo conocemos. Por eso analicen y piensen todo lo que les he dicho, antes de lanzarse a formular preguntar o querer investigar lo que hay dentro de este laberinto —terminaba su perorata sin perder de vista todo lo que le rodeaba. @ @@Jock @@Gabrielle Delacour
  16. —Beberé de tus labios eternamente —murmuró mordiendo el inferior de su amante, el matar en conjunto era mucho más excitante que hacerlo en solitario. Sus ojos se perdieron en los del castaño, abrazando la locura que brotaba de estos y lo desquiciado que le resultaba verse de nueva cuenta seducida por su sola presencia. La joven que yacía a sus pies ,estaba tiesa como una tabla, inerte desde la cresta hasta los talones, mofarse de la muerte era uno de sus mayores placeres. El hombre que le tenía entre sus brazos, si que sabía como tratar a una dama y no perder el tiempo en pequeñeces o banalidades sin razón de ser o estar. —Es bueno tenerte de vuelta, si que te has tomado tu tiempo —le abrazaba por el cuello, fundiendo sus labios con los del castaño. Saborear cada parte de su boca, beberse ese aliento gélido y carente de toda emoción, no hizo más que revivir pasajes oscuros del pasado que siempre compartirían y que les marcó de alguna forma por demás especial y tortuosa. Su nombre retumbaba en su cabeza, tal y como lo hacían las campanas de un viejo monasterio, anunciando que la hora de que el coro se reuniera estaba próxima. Verse envuelta por esa aura nefasta y tóxica, no le provocaba nada más que una emoción que se desbordaba como lo hacía un río que buscaba volverse uno con el inmenso mar. —Eres mi deseo más oscuro y secreto, nocivo y ponzoñoso. Pero que en vez de matarme me das un nuevo soplo de vida, no puedo decir que te amo. Ya sabes que no puedo experimentar esa clase de sentimiento, pero no puedo negar que tenerte aquí, palparte y besarte, no hace más que volverme loca por ti y eso no me había sucedido con nadie, sólo contigo y me encanta que sea de este modo —se aferraba a su cuello con las uñas, provocándole pequeñas heridas que sanarían en el acto. Podía curarse sin problemas, dada su condición vampirica, rasguñarlo era el menor de los males que le causaba a la hora de amarlo, marcas más profundas pululaban por sus cuerpos, runas tatuadas a fuego ardiente en sus pieles reflejaban sus vidas plagadas de secretos y misterios. —Azul y marrón, no sabes como me fascina dicha combinación —le atraía mucho más hacia ella, ya no existía nada que separará sus cuerpos. Eran un mismo ente fundido en el calor de la pasión y el deseo, tomar de su boca la sangre era un mangar condimentado en el mismísimo infierno. Su piel, su aroma, la forma en que deslizaba sus manos por la espalda descubierta de la vampira, no despertó nada nuevo en ella, pero si le impedía ir más allá debido a la costura del corsé que luchaba por mantenerse en su sitio. Sus piernas se entrelazaron en su cintura, dejándola enganchada sobre el escritorio de la rubia, papeles cayeron al suelo, pero no captaron la atención de la pareja que estaba enfrascada en un oscuro delirante y desenfrenado. Piel con piel, reclamaban lo que por derecho les pertenecería por el resto de la eternidad. No importaba el tiempo o espacio, jamás terminarían de separarse del todo y menos olvidarse, porque el coraje y el destino, siempre serían las runas que les enlazarían por el resto de su eternidad. No volver a separar sus caminos era la finalidad de dichos grabados, porque de realizar una acción contraría a lo que dictaban sus deseos más bajos y oscuros, podría arrastrarlos a un castigo más que doloroso, el mismo se definiría como algo difícil de explicar con palabras. Su marca de Caín ardió más que nunca, no era un dolor punzante, sino una sensación que la hizo suspirar profundamente y perderse en ese mar azul y marrón que eran los ojos del hombre.
  17. Su aroma era capaz de colarse por las fosas nasales de la vampira, pero no lograba trastocar, ni por error los sentidos de la Black Lestrange. Sus orbes lapislázulis detallaban el contorno de su espalda, delineando con delicadeza cada uno de los músculos que se contraían. Deleitándose con esa fuerza bruta que brotaba de esa zona de su cuerpo, admirar un hombre como él, era tan placentero como beberse un buen litro de sangre recién arrancado de una vena humana. Jamás le tentó la idea de probar la sangre de algún mago o bruja de otra especie, porque sabía que era una condena segura beber la de un lican. —Estoy gratamente sorprendida, no esperaba menos de ti —confesó mordiendo el cuello del castaño. Sus ojos eran peculiarmente hermosos, reflejando la dualidad de su alma, heterocromía era la definición correcta. Su ojo derecho era azul celeste, pero el izquierdo estaba dividido en dos colores azul y marrón, no le importaba dicha condición, sólo le interesaba tenerle cerca de ella costará lo que costará—Eres mucho más especial de lo que crees, jamás lo pongas en tela de juicio —acariciaba con las yemas de sus dedos su piel desnuda. Conocerle era un reto difícil de concretar, pero la idea de perderse en el laberinto que era su mente, no hacia más que alentarla a lanzarse al vacío de una buena vez. —Poseemos runas similares en el cuerpo, ¿no crees que eso nos une de algún modo? —le comentó, tras acomodarse sobre su espalda, dejando que ahí reposará su cabeza por unos minutos. El calor que brotaba era puramente odio, no había un sólo atisbó de piedad en ese ente que momentos antes se deshiciera entre sus sabanas. Extraña la forma de contemplar la vida de una persona ajena a la tuya, apoderándote de cada una de las sensaciones que esconde detrás de una pantalla de humo, quedando solamente una coraza vacía y sin chiste. Ambos conocían la eternidad de cabo a rabo, no existían medias tintas o tonos sepia. Pasar los años sumidos en un recuerdo, añorando una vida que jamás les acabó de pertenecer del todo. —La soledad suele ser buena consejera y su hermano el silencio, no se queda atrás. Recuerdo la primera vez que te vi, estabas sentado en un café, perdido en tus pensamientos con un libro a medio leer y la sonrisa completamente desencajada. Pero seguías siendo tú, aquel chico que conocí en mis tiempos de estudiante, el que jamás dejo de creer en que todos tenemos una pareja ideal y con la cual sin duda alguna, viviremos más allá de la eternidad —susurró esas palabras rozando con sus labios la espalda del hombre. Le echaba de menos en verdad, no se acostumbraba a su ausencia y tenerlo de vuelva, no hizo más que regresarle parte de ese pasado que se negaba a morir sin lugar a dudas. La noche les daba un cobijo secreto y perpetuó, ya no volvería a ver el sol de la misma manera y era porque la sombras que brotaban del vampiro, le abrazaban de una forma que no le permitían escapar por mucho que lo deseará. Una nueva runa fue tatuada por este en su costado derecho, coraje era lo que significaba y ardía como una brasa ardiente, quemando y calcinando placenteramente la nívea piel de la Nigromante, saboreando los labios de su amante se perdió en ese estupor que le provocaba tenerlo de nueva cuenta unido a sus caderas con esas manos inquietas que no le daban, ni siquiera el más mínimo respiro.
  18. Nick: Juv Malfoy Croft ID: 31143 Habilidad: Metamorfomagia Rango Social: Órden del Caduceo Nivel de Magia: XXXV Fecha aproximada de aprobación EXTASIS o de salida de la Academia (versión anterior): Nunca curse la academia Nº de conocimientos que se poseen: 13 Link a la Bóveda:Boveda de Juv Malfoy Croft Link a la Ficha: Ficha de Juv Malfoy Croft
  19. Kahlan Blackthorn

    Astronomía

    La noche estaba por desvanecerse dentro de los terrenos del Ateneo, pero ella estaba preparada con un artilugio sumamente especial. Le fascinaba la idea de emplear sus conocimientos de magia oscura, no por nada las runas antiguas eran su especialidad y gracias a la Nigromancia, resultaba mucho más sencillo manejarse en esos menesteres que a muchos les pondrían los pelos de punta. Jamás le cruzó por la cabeza la idea de darle clases a su padre Jock y menos a su hermana Anne, ya con Gabrielle había tenido la oportunidad de cursar el conocimientos de Idiomas. —Veamos si están del todo preparados, no será nada sencillo aprender los secretos que esconde el universo y mucho menos la Astronomía—indicó deslizando su lengua por su labio inferior. La runa que tenía tatuada en su clavícula derecha, siempre le delineaba el camino a seguir. Era un pequeño universo del tamaño de una pelota de tenis, pero para ella significaba mucho más de lo que se apreciaba en sus orbes lapislázulis a simple vista. El tiempo se detuvo en su reloj de arena, ni un solo grano cayó y levitó en su mano un pequeño astro rey. Controlar el sol y el resto de los planetas que le rodeaban, no era una tarea sencilla, pero para la Nigromante era pan comido. Un laberinto se proyectó en su cabeza, pasillos y más pasillos, bifurcaciones iban y venían. Galaxias, planetas, constelaciones y agujeros negros, acompañados por asteroides y cuerpos celestes de diversos tamaños y composiciones químicas. Ella no se tomaba a la ligera temas como esos, simplemente no ahondaba demasiado en ellos y prefería dejar que sus alumnos se aventurarán a lanzar toda clase de preguntas o expresar con libertad sus inquietudes—Mi padre, vaya forma de reencontrarnos sin lugar a dudas —terciando una lóbrega sonrisa en sus labios, desviaba su atención a su telescopio. Estaba calibrado para divisar con el toda clase de fenómenos astronómicos, eclipses, lluvias de estrellas, radiaciones solares intensas y lo más importante, echarle un vistazo al agujero negro que recientemente estaba investigando. —La luna está por desaparecer, no hay tiempo que perder —acomodando todo dentro de una mochila de color negro, se calzaba con unos vans negros. Poniéndose su chamarra de piel, ataba su dorada cabellera en una coleta alta y sacudía el polvo inexistente en su corsé y jeans negros—Aquí vamos —tocando la runa desapareció rumbo a un universo paralelo. Invocando diversas protecciones evitaría que sus alumnos resultarán heridos o dañados de algún modo, no deseaba tener que darle cuentas a la dirección por un descuido que se pudo evitar. Nuevamente ahí estaba el laberinto, apareciendo tres caminos que llevaban el nombre de los tres hechiceros que no tardarían en llegar a su encuentro. La punta de su varita acariciaba su cuello, subiendo y bajando con parsimonia por este. Le relajaba la idea de compartir algo de lo que ella aprendió en sus años como estudiante, aunque ya no estaba en la posición de emplear los mismos métodos, sino que tenía la libertad de manejar las cosas a su antojo—En la entrada principal encontrarán una Esfinge. Pero no crean que será sencillo responder el acertijo que les tiene preparado, puede que sea mucho más complicado de lo que se imaginan —tronando su cuello se destensaba un poco. —Bienvenidos sean al laberinto del Universo sin fin, antes de entrar en el deberán responder un acertijo —elevaba sus patas delanteras adquiriendo una postura defensiva, pero sin la intención de atacarles—Entras en una habitación donde hay 2 camas. Sobre las camas hay 4 gatos y 2 perros. Debajo de las camas hay 5 conejos, por el suelo corren 6 hámsters. ¿Cuantas piernas en total hay en la habitación? —lanzó su perorata esperando ansiosa una respuesta. La Oclumante se mantuvo expectante, observando todo desde un sitio apartado donde no sería para nada sencillo dar con su presencia y mucho menos intentar sacarle un poco de ayuda con respecto a la resolución del acertijo. @@Jock , @, @@Gabrielle Delacour
  20. Su retraso casi le cuesta formar parte de la clase, pero siempre encontraba el modo de salir bien librada de situaciones como esas. Sus orbes lapislázulis delinearon con sumo cuidado todo lo que le rodeaba, piezas invaluables que le costarían la vida a los encargados de aquel sitio. Si alguna de ellas se viera comprometida o dañada de alguna forma, el arte debía ser preservado a cualquier costo, no importaba si en el proceso se cortaban algunas cabezas o se perdían millones de libras. Para ella el arte y la perfección, no siempre estaban reflejadas en una puesta de sol o una noche estrellada, sino que iba más allá de lo que el ojo humano era capaz de captar a simple vista. —¡¡¡ Expectro Patronun !!!— exclamó curvándose en sus labios una sonrisa. A pesar de eso su tono de voz había sido bastante moderado, captando la atención de su grupo de acompañantes.—Los magos lo usamos para repeler a los dementores, pero los muggles lo reemplazan con las alarmas. Ellas han sido creadas para alertar de la presencia de personas no autorizadas dentro del museo o posibles ladrones de arte —agregó recorriendo la sala. Una a una las pinturas le hacían imaginarse viejas escenas del pasado, fragmentos de una vida que quizás nunca quiso vivir o la misma se le escapó de las manos sin percatarse de eso. —Incárcerus, este puede compararse con las pistolas de choques eléctricos que suelen poseer algunos guardias de seguridad. Tal vez no ate de pies y manos al sujeto en cuestión, pero si lo deja tendido en el suelo tieso como tabla y creo que eso es equiparable sin lugar a dudas —explicó extrayendo de la bolsa de su chamarra un pequeño cuaderno. Instintivamente se lanzó a dibujar o al menos intentarlo, ya que hacía tiempo que no tomaba un trozo de papel y un lápiz para plasmar algún paisaje o suceso que fuera digno de ello. —También pueden usarse el Petrrificus Totalus, creo que es otra clase de control que pueden ejercer. Este sería un poco más efectivo que el anterior, puedo afirmar sin lugar a dudas que este si lo dejaría como sedita sobre el suelo —continuaba con sus trazos y retomaba su perorata. Analizando si cada una de sus respuestas era acertada, estar sin la magia era como flotar sin necesitar la fuerza de gravedad para mantenerse levitando o con los pies bien plantados en el suelo. Avanzaba por la sala, intentando no mirar a la feliz pareja, ya que ella no estaba para esa clase de cosas. El recordar los grandes amores del pasado, no siempre le sacaba una sonrisa de satisfacción, salvo en el caso de aquel Malfoy que compartió momentos invaluables con la Black Lestrange. Volviendo a la clase, movía con fuerza su dorada cabellera—Reparo, puede servir para restaurar un objeto mágico. En el caso de los muggles podría decirse que ellos usan elementos como la resina, yeso y diversas clases de pegamentos. No todas las piezas pueden ser tratadas con el mismo proceso de restauración o renovación —recordó todo aquello tras haber leído un libro de curadores de obras de arte. Era experta en diversos temas, pero no estaba ahí para impresionar a su profesora, sino para aprender de ella e intentar sobrellevar de la mejor manera como relacionarse con los muggles. —Silencius, no necesita pedirse con la voz que se guarde silencio. He notado que los muggles son expertos en colocar señales. Ya sea para ceder o prohibir el paso, además de indicar donde se puede comer o no. Hay sitios donde se esta estrictamente prohibido entrar con alguna clase de bebida o alimento. Creo que las galerías entran en ese rubro y me parece una excelente medida a decir verdad —meciendo el lápiz en su mano golpeaba con suavidad su barbilla con la goma. Perdiéndose de nueva cuenta entre las pinturas, analizando con sumo detalle cada trazo y pincelada. Le encantaba el arte en todas sus expresiones posibles, pero Goya desenterraba viejos pasatiempos y eso le inquietaba a la Nigromante.
  21. —Estoy bien, vaya forma tan peculiar de aparecer dentro de un aula de clase —sabía a la perfección con quien estaba tratando. Pero no por eso permitiría esa clase de acciones y comportamiento dentro de su lugar de trabajo. Sus orbes lapislázulis destellaron con malicia, quizás ya estaba maquinando alguna clase de travesía intrincada, porque no le sería para nada sencillo a la Triviani salir bien librada de todo aquello—Hoy vamos a observar una luna de sangre, algunos la consideran un fenómeno por demás especial y peculiar —explicaba tomando una esfera a escala que representaba a dicho astro. —Pero otros más la catalogan como un vaticino de que algo desastroso o catastrófico, está por azotar al mundo mágico, yo me decantó por la parte de la ciencia. No suelo dejarme llevar por el fanatismo que generan las masas con su ignorancia y falta de información. Siempre he dicho que leer, no es una costumbre insana y menos que debe tomarse tan a la ligera —señalaba una torre de libros, alargando la mano para dejar levitando a la esfera sobre un tomo de tapa oscura y bordes platinados. —La luna del lobo o luna roja sangrienta, como muchos la denominan. Fue admirada por las culturas antiguas entre ellos los Mayas e Incas. Para los mayas la Luna de sangre evidenciaba la lucha entre los dioses, enfrentamiento que los obligaba a lanzar petardos o hacer ruido golpeando pucheros de hierro o barro, causando un sonido estridente que distraía al sol, para que este no se comiera a la Luna y la hiciera sangrar —recordar esa clase de relatos, siempre despertaba en ella su ojo interior—En caso contrario los Incas, pensaban que la Luna estaba siendo atacada por un jaguar. Ambas culturas tenían diversas creencias, que daban puntos de vista diferentes con respecto a la presencia del color rojizo en la luna y que lo generaba realmente —esbozaba una gélida sonrisa en sus labios. —Pero si no hablamos de la parte no científica, suelen desatar el temor con teorías que amenazan a la humanidad con el inminente fin del mundo. Nadie puede saber con exactitud que esconde el universo y mucho menos las reacciones de los planetas, constelaciones, galaxias y estrellas. Todo eso es un misterio que poco a poco, nosotros los astrónomos, vamos desenmarañando poco a poco. Sencillo es leer en un libro un puñado de palabras, pero lo verdaderamente complicado es darle un significado lógico a todo eso. Te invitaré a un sitio donde podremos verla en todo su esplendor, no será en el mismo cielo, pero si muy cercano a el —indicó apareciendo en su mano un pequeño globo aerostático—Espero que no le temas a las alturas, porque será un viaje que nos alejará varios metros por encima del suelo —encaminándose hacia la salida del aula, soplaba sobre el pequeño globo y este aumento su tamaño para poder servir como transporte para ambas brujas. @@Candela Triviani
  22. @@Mia Black Lestrange Hola hermana, pues me paso a pedir que se retiré a Allen como padre del único hijo que tengo dentro de esta familia, creo que el motivo es más que obvio y no deseo ahondar en el mismo. Espero que no haya problema con eso, ya que deseo que todo lo relacionado con mi personaje y los lazos que tiene dentro de esta familia, pues queden en orden y no se genere una ensalada de frutas. Saludos :3
  23. —¿Muggles? —inquirió agitando la copa que sujetaba con su surda, poco o nada faltó para que el bourbon se desparramará y manchará la alfombra. Le exasperaba la idea de tener contacto con esos seres, pero ahí estaba el costo por su necedad y empecinamiento de cursar estudios muggles, dentro del Ateneo de Conocimientos. Mover los hilos de esa clase de marionetas, no le sería para nada complicado y mucho menos, le costaría un quebradero de cabeza. La nota era lo suficientemente explicita, no llevar varita mágica y menos implementos que estuvieran relacionados con la magia. Habilidades no eran lo mismo que conocimientos mágicos, pero era mejor no sacarle la quinta pata al gato o podría costarle una fuerte reprimenda por parte de la catedrática que impartía esa clase. —Navian, prepara mi Aston Martin Vantage GT12 —le ordenaba al elfo, bebiéndose lo que quedaba de licor dentro del cuerpo de cristal. Unos jeans negros y una remera corta eran su vestimenta, casual y sin llamar demasiado la atención. Unos cómodos tenis vans, le permitirían andar a sus anchas por la exposición, camuflajeándose a la perfección con el entorno. Su varita se quedaría en su mesa de noche, acompañada por su grimorio y los anillos que contenían el poder que le otorgarán las cuatro habilidades que curso y aprobó satisfactoriamente dentro de la Universidad. Desprenderse de la magia era como abandonar una vena cálida y atiborrada de sangre, negarse ese placer le estaba pesando demasiado a la Black Lestrange. —Aquí tiene las llaves, ama —agitaba sus enormes orejas, imaginando vagamente la travesía que le esperaba fuera de la mansión a la rubia. Calzándose una chamarra negra de piel, ahora si parecía toda una pandillera muggle. Cualquiera que le mirará saldría huyendo despavorido, pero al ver el auto que portaba no sería nada complicado catalogarle como la hija de un poderoso y prominente hombre de negocios, que dominaba parte del mundo no mágico. Saliendo por la puerta, no le quedaba más que actuar de la forma más natural y despreocupada posible, ya tenía en mente toda la escena armada y no tardaría demasiado en ponerla en marcha. Las rejas de la mansión se abrieron de par en par, adentrándose en el carro de un salto arrancó con precaución, evitando llevarse entre las ruedas algún mago o bruja que estuviera cruzando la calle descuidadamente. El viento agitaba su dorada cabellera, aligerando un poco el paso de su auto, no dudo en detenerse frente a un puesto de periódicos. Era una idea excelente ponerse al tanto de las noticias del mundo, aunque ninguna de ellas estuviera ligada algún ataque por parte de alguna facción descontenta del mundo mágico, siempre había personas que estaban en contra del sistema y eso le ponía la sal y la pimienta a cuestiones como esas. Sacando un par de libras, pagaba el importe del newspaper. Le intrigaba la forna en que las personas comunes y corrientes, iban y venían con las preocupaciones de todos los días, pagar las cuentas e ir y venir sin sentir más presión que la necesaria en determinado momento. El recuerdo de Allen se colaba en sus pensamientos, no había duda de que le echaba en falta, pero ahora debía centrarse en aprobar la clase o se iría a pique sin remedio. Arrancando de nuevo su transporte, aparcó cerca de la entrada del museo. Ahí estaba esperando con una sonrisa divertida y afable un valet parking, extendiéndole un ticket se dispuso a comprar una cámara desechable y lanzarse a sacar algunas fotos, todo lo que le rodeaba era más que inquietante y emocionante. Las personas paseando en grupos y algunos más en parejas, riendo e intercambiando momentos inolvidables, quizás ahí radicaba la verdadera magia en ellos. Vivir al máximo la visita algún museo y gozarse como nada el poder pasear en compañía de la persona amada o los buenos amigos. Un kiosko, le recordó que debía comprar una guía para moverse con mayor facilidad por el sitio, volviendo a desembolsar algunas libras más compraba lo necesario. La cola para entrar al museo, ya era más que larga y eso le sacaba un poco de balance, formarse e ir en busca de Sagitas, Darla y Seba. El tiempo apremiaba, buscándoles con la mirada, decidió antes por su entrada y luego seguirles la pista, ya sabía el espacio que ellos ocupaban dentro de la fila y no les perdería de nueva cuenta—Una entrada para la exposición de “Las Pinturas Negras de Goya” —indicó dejando el costo del ticket sobre la taquilla, apresurando el paso saludó con una leve inclinación de cabeza a sus compañeros y profesora—Lamento la demora, espero no llegar demasiado tarde —acomodaba su dorada cabellera sobre su hombro izquierdo.
  24. Juv Black Lestrange —Es como tocar el cielo con las manos, ¿no lo crees? —la voz de Hei, le tocaba como el arrullo cantado por una madre a su pequeño. El le conocía a la perfección, inspeccionaba con suma atención cada uno de los gestos y miradas de Juv. Nada se le escapaba a simple vista, excepto los sentimientos que la vampira solía experimentar por personas que marcaban su vida de una forma por demás especial. Sus verdes esmeraldas se perdían de cuando en cuando en aquella marmórea faz, rebuscando en ella alguna señal amiga o al menos cómplice. —Si, claro...—la frialdad estaba impresa en esa frase—Te refieres al amor o ¿no? —movía su varita entre sus dedos. El amor era un sentimiento difícil de comprender y asimilar, para seres como ella, no era como calzarse unos nuevos zapatos y con unos cuantos pasos amoldarlos a su placer. Estaba pasando por una etapa de cambios radicales, decisiones que debían ser tomadas y ciclos que tenían que finalizar de forma definitiva. El trabajo era una válvula de escape, aligerando con eso el peso que conllevaba tener que plantarle cara al destino de nueva cuenta. —Creo que olvidaste lo que es el amor, no es un juego de azar. Ya no podes seguirte dando ese lujo, no con lo que supo Haise, que paso hace algunas semanas dentro de este lugar —estaba socavando demasiado en la privacidad de la Nigromante. Era buena idea desviarse hacia otro tema o entonces si, estaría metiéndose en camisa de once varas. Estaban ahí para prestarle sus servicios como escoltas o consejeros, no para irle cantando lo que hacia o dejaba de hacer con su cuerpo y sus placeres. —Te estás extralimitando y, no pienso permitírtelo —se levantó con parsimonia de su silla. Mirándole con altanería y arrogancia, ahorrándose la tanda de explicaciones, porque no estaba ahí para eso—Hei que te quede clara una sola cosa, si toque el cielo o no con las yemas de los dedos. No creo que sea cosa que te importe, no eres mi padre y mucho menos mi dueño. Si hago o dejo de hacer con Allen es cosa mía, céntrate en hacer lo que te pedí, sacar la basura y deshacerte de los testigos. Es simple y sencillo, pídele a Haise una clase rápida sobre el tema y listo —le ordenó encaminándose hacia la cantina que estaba dentro de su oficina. —No voy a disculparme, ya sabes lo que pienso respecto a tu vida amorosa —la terquedad era una cualidad muy arraigada en el hombre. Le gustaba retarla, intentar sacarla de balance y lanzarle puntas, porque contaba con que la Nigromante las respondiera sin duda alguna. El jugar de ese modo siempre los arrastraba a un acalorado intercambio de palabras y muchas veces el más lastimado era el pelinegro. Serenarse tomar todo con madurez y centrarse en la petición de la rubia, no le quedaba más que eso de momento. —Perfecto creo que hemos llegado a un punto medio, no quiero volver a tratar este tema, jamás —llevándose un vaso lleno de bourbon a labios lo bebió de un solo trago. El alcohol no hacía mella en su persona, siempre le quemaba lo necesario, pero sin escocer más de lo debido—Gánate la misma confianza que posee Haise, no te boicotees tan pronto ante mis ojos. No me hagas dudar de haberte salvado, ¿recuerdas como fue? —dejando la copa cruzaba sus brazos debajo de sus pechos—El inframundo, el cántico que atrajo tu alma a mi y lo más importante. Como te salve de ese mar de almas torturadas y aterradas, quejidos y lamentos, no eran sencillos de escuchar y mucho menos de asimilar, porque todo aquello era lo que te merecías y lo sabes —le atacaba sin miramiento alguno, dejándolo sumido en un profundo silencio, podía ser demasiado cruel si se lo proponía.
  25. —Vaya curiosidad la que posees —terciando una lóbrega sonrisa en sus labios, desviaba su atención hacia la Delacour—Un placer conocerte, Alessandra—dedicándole una ligera inclinación se presentaba ante ella. No era la clase de persona que se la pasaba socializando, pero quizás era hora de cambiar un poco ese pequeño defecto, que sin lugar a dudas, casi siempre le sacaba en cara su hermana Mia. La rubia era bastante lapidaría a veces con la vampira, empero que sería de ambas sin ese jueguito de lanzarse puntillas y ver quien era más osada a la hora de responder cada una de ellas. —Si, planeo robarme a tu hermano. No creas que le haré cosas malas o nada parecido a eso, sólo deseo que pasemos un rato inolvidable en su natal Francia —estaba siendo franca y sincera. Las intenciones de la Oclumante eran claras, dejarse de ir por las ramas y colocar las cartas sobre la mesa—Considérame una amiga antes que tu cuñada, no deseo que me veas como alguien impositiva, dentro de tu relación con tu hermano. Digamos que tengo en mente que las cosas vayan de maravilla entre los tres —la sonrisa se hacia mucho más pronunciada y elegante en sus labios. Aquella faz marmórea permanecía impasible y serena, posiblemente todo se debía a que su mente estaba siendo custodiaba a piedra y lodo por una pared blanquecina de acero resistente a todo. —Pues vayamos al jardín de una buena vez —caminaba al mismo ritmo que los Delacour. Estaba emocionada por el enlace matrimonial entre Jessie y Otto, quien iba a decir que su sobrina se uniría por siempre y para siempre a un hombre tan maravilloso como el Black. Ella poco o nada sabía de la relación amorosa entre ambos, la verdad cosas como esas no captaban para nada su atención—Si sigues bebiendo de ese modo, no podré considerarte una presa difícil de pillar. Es una boda, cariño. No una barra libre, si deseas que lo adecue de ese modo a tu placer, no dudes en hacérmelo saber —acariciaba la comisura de los labios del castaño. Le gustaba esa forma de seducir al Francés, arrastrarlo al limite y ver de que era capaz con tal obtener algo más que un beso de la Nigromante. —Con que una persona muy especial, para ti —susurró dejando un delicado roce con las yemas de sus dedos sobre el cuello del ojicafé. Era tentador llevarlo al lado oscuro, aquel que ambos conocían a la perfección, pero la presencia de su hermana y la familia de Juv, no le daban la libertad necesaria. Con esto no quería decir que se iba a quedar con las ganas, porque era una mujer de riegos y eso lo había dejado demostrado más de una vez, ya fuera para bien o para mal. Sus orbes lapislázulis se deslizaron con delicadeza y destreza por el rostro de Allen, le encantaba escanearlo y guardarse para ella cada uno de sus gestos y miradas—Tú también eres muy especial para mi, puedo confesarte que me siento feliz, plena y dichosa a tu lado —atrayendolo hacia ella tras tomarlo con su surda por la nuca, no se contuvo más y le robaba el aliento a alcohol que se había impregnado en sus labios con un coqueto beso. —Debes aprender a compartir, no pienso quedarme sin beber alcohol. Pero me gusta más si el sabor viene de tu boca, ya sabes lo especial que suelo ser con ciertas cosas —mordía su labio inferior uniendo por un breve instante su frente con la de su acompañante—Eres lo que siempre he esperado y mira que tuve que esperar bastante, jamás pensé que fueras real y mucho menos que llegarás a mi vida de esta forma. No entraré en detalles, porque no es el lugar ideal para eso —cruzaba sus brazos por detrás de la nuca del hombre volviendo a fundir sus labios con los de este en un apasionado beso—No hablas de tu vida privada, pero si sabes como hacer notar la misma sin llamar demasiado la atención —musitó observando a un elfo ofrecerle una copa de bourbon. Le encantaba la idea de brindar, pero los motivos podían ser diversos y especiales—¿Te parece que brinde por nosotros? —cuestionaba sin esperar una aprobación de su parte. Era libre como el viento, pero al estar entre los brazos de Allen era como si, algo o alguien le retuviera y fuera capaz de frenar los feroces bríos de la ventisca que era la personalidad de Juv—Por nosotros y por ver que nos sigue deparando el destino —bebiendo un largo trago de bourbon. Escuchaba con atención las palabras de su hermana, ya le extrañaba que no pusiera orden en la boda de su hija. @ @

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