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Evedhiel

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Todo lo publicado por Evedhiel

  1. Las palabras de Evedhiel habían salido de sus labios como un grito roto. La chica apenas se dió cuenta cuando reparó en la mirada seria de alguno de sus familiares, y el libro frente a ella la llamaba en idiomas que solo su cabeza podía descifrar. Se alejó de ellas, por el momento y bebió un sorbo de su propia taza de café como acumulando fuerzas para empezar. La estremeció la cantidad de los presentes que se habían percatado del contenido de su envoltura con piel de thestral. No porque la asombrase que un puñado de mortífagos hubiesen presenciado la muerte de cerca, sino mas bien por el hecho de que reconociesen aquel objeto envejecido como un libro. -Supongo que Xander estaba en lo cierto- pensó- El... libro- titubeó un segundo- está vinculado a mi porque así lo decidí- ahondó las imagenes de navaja de plata contra su muñeca al fondo de su mente- y por lo tanto es justamente lo que los demás ven. La pausa entre su sorbo de café y su explicación se hizo más larga de lo que la chica hubiese deseado y las manos de Zoella, curiosas decidieron explorar el objeto envuelto aún en su cubierta. -No.- dijo Evedhiel, intentando sonar pausada mientras algo violento dentro de su cabeza se despertaba retirando la mano de su sobrina -He aprendido mucho en estos 4 últimos meses- comenzó Evedhiel.- No sé porque emprendí la búsqueda de mi misma de nuevo ni en que momento exacto esa búsqueda de mis orígenes, ahora a sabiendas de ser Yaxleys, me llevó a - Evedhiel pausó un segundo... Dónde exactamente estaba cuando encontró el libro?- Me llevó lejos, muy lejos de la manor. Lo único especial de ese lugar eran los kilómetros de tierra y arena que me rodeaban en todas las direcciones posibles y el sol ardiente del día que pasaba a helar mis huesos en la noche. Bajó los ojos y empezó a desenvolver el libro dejando a un lado la piel y desvelandolo a todos sus familiares. Posó las manos en la portada y una sensación de paz la inundó al tiempo que continuaba su discurso: -Más de 10 lunas deambule por aquellas tierras sumida en lo que ahora puedo revelar como falta de agua y alimento, pero en aquellos momentos solo pensé que era un trance que me guiaba hacia aquello que parecía estar llamándome desde hacía meses. Quizas años.. quién sabe?. Cuando encontré en libro no era mas que un conjunto de andrajos y rocas mezclado entre las letras en la carátula. Intenté arreglarlo con algún que otro hechizo y para mi sorpresa, nada de lo que conjurase con Nïnde surtía efecto en mi nueva pertenencia.- dió otro sorbo de café- Pero no me di por vencida, así que con más maña que fuerza conseguí separarlo de aquel trozo de... infierno- dijo eligiendo bien sus palabras- y recuperar en parte su aspecto, supongo inicial. Sin embargo, y por mucho que lo intentase, el maldito no se abría! Los símbolos de su portada no son runas- dijo mirando a Orión en particular- lo comprobé con el silabario de nuestra clase. Y todos los hechizos del mundo seguían sin darme una pista de que era aquello y como abrirlo. Evedhiel miró a su alrededor, intentando tomar aire en respuesta a los reproches que sabía se aproximaban. - Las noches parecían activar la magia antigua del objeto y en mas de una ocasión lo escuché llamarme a voces- esbozó una risa nerviosa- No entendía lo que pedía, era tan frustrante! En aquel momento hubiese dado cualquier cosa por desvelar qué era aquello; Por qué sabía mi nombre, y por qué se me había presentado de la nada.- Carraspeó nerviosa...- Al fin y al cabo solo eran un par de...- Evedhiel posó levemente los ojos sobre la cicatrices de sus manos, solo un segundo evitando que sus familiares lo notasen.- Lo ultimo que recuerdo antes de desfallecer en la arena era que la portada del libro ahora había cambiado. "Yaxleys.....".- Leyó Evedhiel frustrada porque esa era justo la única palabra que el tiempo había dejado libre a la lectura. El resto era ilegible. Dos o tres paginas parecían despegadas del resto de las paginas juntas del volumen, y una de ella rota a la mitad y garabateada. Evedhiel necesitaba avanzar en su historia. Sentía que si se paraba aquí nunca iba a continuar pero podía notar la miraba furiosa de muchos de ellos y de nuevo su rostro se tiznó de una mezcla entre furia y vergüenza, como esperando ser cuestionada y dispuesta a protegerse de cualquier ataque que la juzgase. -Cuando desperté estaba protegida del sol por unas ramas en forma de cabaña. Xander me encontró en la noche, en una de sus rondas diarias alrededor de las pirámides. Intenté convencerle de que mi cansancio se debía a la falta de agua y alimento.- La mente de la chica se llenó de imágenes del mago que la había rescatado y su rabia pareció meguar- Pero el chico parecía tener otra idea en la cabeza. No era la primera vez que se encontraba con una situación similar, espejismos creo recordar que era cómo los muggles lo llaman. Oh no... pero esto es algo distinto, o eso me aseguró Xander. Los muggles no tienen idea de nada... Evedhiel acortó su relató y obvió las noches en la cabaña de Xander y la testaruda misión del chico de averiguar qué contenía el libro, que en sus ojos no tenía dicha forma. Evedhiel también obvió los ataques en sus sueños y la necesidad de estar junto al objeto. Tampoco dio detalles de como Xander había sugerido que Evedhiel estaba nutriendo al libro con cada ofrenda de sangre que le hacía y como esta se había sentido atacada por aquella afirmación señalando que si no hubiese sido por ella ninguno de los dos habría sobrevivido a los ataques replica de los de sus sueños. Ni por supuesto como se había desaparecido del último lugar seguro que habían construido tragándose su orgullo, herida y enfadada negándose a que el mago la siguiese ayudando el resto del camino. Focalizó su discurso de nuevo en su grito de ayuda y el porqué. -Tras mucho investigar...bueno.. El libro tiene la habilidad de mostrarnos algo escondido en los terrenos de la Yaxley. No se exactamente que es,- dijo Evedhiel viendo la sombra de incertidumbre en sus familiares- Y.. bueno... requiere un pago cada vez que muestra algo. Terminó de hablar mientras acariciaba al libro, sumida en sus pensamientos e intentando adivinar cuanto tiempo iba a pasar hasta que alguien le preguntase porque simplemente no se deshacía de aquello. -Como si fuera tan fácil- pensó fijando su mirada ahora en las manos de Zoella, sentada a su lado controlando por si la chica decidiese tocar de nuevo el libro. Se odió profundamente.
  2. Aquello era justo lo que le gustaba de la Yaxley. Por muy larga que fuese la ausencia, poca o muchas las explicaciones que pudieses esconder en tu mente cualquier excusa era buena para no darlas en solitario, y los hombros de la chica se relajaron al encontrar que lo que al principio había parecido una reunion entre su sobrina y el chico nuevo misterioso, pasó a ser una reunión familiar presidida por Orión. La ultima vez que vio al patriarca de la Yaxley el camino a encontrarse a ella misma y sus orígenes se había estrechado y al acabar sus ultima clases de runas- sobra mencionar no lo suficiente fructiÍeras como para aprobarlas- no estaba muy segura de si estaba mas o menos cerca de entender su papel en aquella singular familia, y sobre todo, su parentesco con Orión. Evedhiel carraspeó sacando de su cabeza de nuevo aquellos pensamientos y se dió de bruces con la imagen de Aaron sin camiseta y en pijama. La extrema palidez de su rostro producto de su malvivir en los ultimos meses se tiznó de un leve rojo azorado. Casi todas las veces que había estado en presencia de Aaron el chico se había mantenido serio, recatado e impecablemente vestido, la cercanía con la que la saludó le hizo sentir parte de la familia y aunque quería responder de igual manera, la chica no podia sino sentirse incomoda por alguna razón ante la visión informal del mago. -Hay... Hay ...- dijo levantándose de manera destartalada después de saludar a los recien llegados mientras la imagen del libro sobre su mesa de estudio le llenaba de culpabilidad. Como si la llamase.- Sopa para todos- dijo finalmente aunque su cabeza pedía a gritos el contenido incierto y ciertamente alcoholico de la cantimplora de cierto brujo en concreto. -Preparando una fiesta nocturna en la cocina? Debería haber traído tequila.- añadió una voz desconocida desde el marco de la puerta. Evedhiel se giró dispuesta a agradecer la certera dotes de legilimancia de la dueña de aquella voz femenina y se encontró observando a una mujer que no había visto antes, al menos no en persona. El gesto tranquilo e inquietante de la chica como si pudiese desatar la guerra y firmar la paz de manera intercambiable y de un momento a otro era facilmente reconocible si se comparaba con alguno de los retratos en tapiz colgados en la Manor, aunque apenas hacían justicia al halo de poder que envolvía a la bruja. Evedhiel no supo muy bien que decir, asi que sirvió tazones de sopa a Aaron y Orión y una taza de porcelana a Gatiux: -Café irlandés- dijo en una mirada cómplice- doble.- añadió. Me llamo Evedhiel.- finalizó presentándose. La chica se dispuso a sentarse de nuevo en una de las esquinas de la mesa de centro de la cocina, que ahora parecía abarrotada, coartada por la presencia de sus familiares decidió centrarse en algun que otro tema de conversación, al fin y al cabo su misterio podía esperar. Sabía que algo había cambiado en Zoella, estaba interesada de saber quien era aquel nuevo y desconocido para ella integrante de la familia, Aaron había despertado en la chica la curiosidad que denota el descubrir su lado mas humano, tenía cuentas pendientes con Orión y ni si estaba en lo cierto de quien era la figura femenina de la puerta, su curiosidad hacia ella solo se incrementaba despues de todo lo que había oido hablar a los integrantes de la familia. Evedhiel necesitaba sentir que era participe de algo para variar, pero su mente y cuerpo tenían otro objetivo. Sus dedos empezaron a denotar nerviosismo repiqueando sus uñas sobre la mesa de madera cada vez mas rapido, como sumidos en una molesta espera. Las heridas de sus manos parecían tambien enfurecidas ante el hecho de que la chica no estaba prestandoles toda su atención y la molestia y el quemazón que sentía desde hacía varios dias en sus brazos y dedos se acentuó a medida que los segundos pasaban a ser minutos y sus oidos se fueron llenando poco a poco de una musica silenciosa al ritmo de tambores inquietos, las uñas sobre la mesa y sus propios latidos. -Necesito vuentra ayuda.- Dijo, casi elevando el tono, como liberando un secreto que no podía guardar mas. Suspiró y haciendo algunas florituras con su varita susurró: -Accio ...- Evedhiel no tuvo que enfatizar que quería atraer pues su mente hizo el resto El objeto, cubierto por la piel de thestral acudió a ella y se posó en la mesa de madera, invisible para algunos, deseoso de encontrarse de nuevo con las manos de su dueña.
  3. La madera del suelo de la cocina crujía bajo los pies de Evedhiel. El caracteristico sonido del burbujear del contenido de uno de los calderos parecía cortar el silencio que se habia posado en la habitación desde la llegada del nuevo (viejo?) inquilino a la Manor. El gesto serio y relajado le resultaba familiar a la bruja, aunque no lo suficiente como para recordar exactamente cuando, como y donde habían cruzado los caminos, asi que Evedhiel se unió a la pregunta de Zoe de manera silenciosa, esperando a la respuesta del chico. Los vapores de la sopa que borboteaba en el caldero habían secado casi por completo la cobriza cabellera de Evedhiel, y la chica, que no había sido nunca buena en la cocina empezó a mezclar condimentos en lo que cocinaba mientras guiandose por el leve sonido en su estomago que apenas se daba cuenta de la necesidad de ser utilizado mas allá de frutas silvestres y algún que otro migajón de pan. Como si no tuviese interés alguno en lo que la chica hacia, la cabeza de la bruja decidió que sus manos eran lo bastante expertas como para ponerse a divagar irremediablemente dirigiendose al libro que le esperaba justo sobre su mesa de escritorio - ...Demasiado inconveniente. No, qué gracia tendría un alohomora en un libro tan antiguo como aquel? Además no esque fuese precisamente una habitacion con cerrojo. Según Xander sería algo simple, algo desapercibido a alguien que no fuese digno Yaxley de abrirlo...algo como... algo que rimaba con aquella raiz que encontró para cenar. Já! no se reía tanto cuando a el tambien se le hincharon los dedos. -Evedhiel pasó una de sus manos distraidas sobre una de las heridas que la llenaban- Igual la esencia de díctamo no fue tan reparadora como me hubiese gustado. Uggg! Sus manos ya estan llenas de heridas de todas formas,tan curtidas... claro que a el no le importa otra cicatriz, no esque tenga suficientes con las de su pecho y espalda.. ademas una de ellas parecía bastante profunda... El contenido de uno de los calderos estalló frente a la chica, desbordando la sopa por todos lados. Evedhiel se enrojeció por su distracción, y co un golpe de varita limpió el desastre que había causado, mirado de reojo a Zoe y el recien llegado y rezando internamente para que su despiste hubiese pasado desapercibido. Sirvió platos y los puso sobre la mesa, indicando a sus acompañantes que se sentaran a comer. Mientras vaciaba el contenido de su propio plato la preocupación y el peso por el objeto que había traido a casa cayó sobre sus hombros. -Me ha costado sangre y lágrimas, literalmente, arrebatarlo de su escondite. Necesito descubrir el porqué estaba tan fuertemente protegido y lo mas importante, porque hace mención a la familia Yaxley. Evedhiel abrió los ojos de manera exagerada, moviendolos de Zoe a Leo y luego de vuelta, como si se acabase de percatar de algo obvio. -Ja!- dijo en voz alta mirando a sus acompañantes.- Ustedes son... ambos Yaxleys?- dijo entre afirmación y pregunta pues no sabía exactamente el origen del nuevo habitante de la casa y sin esperar respuesta añadió:Entonces... prestenme sus cerebros para resolver un...-Evedhiel se mordió la lengua. Ni ella misma sabía a que se enfrentaba- enigma @@@Leonardo Myrddin E.
  4. El eco de los pasos a traves de los pasillos de la manor distrajo a Evedhiel de todo aquel sonido que no fuese el de ella misma. Miraba su anillo de metamorfo piedra, que había vuelto a la tonalidad perlada tan conocida por la chica. Por algún extraño motivo Evedhiel se decepcionó al encontrarlo así, esperando quizás que se tornase de color verde musgo, o del color de las hojas secas del otoño. Sacudió la cabeza. -Donde estabas?- Una voz entrecortada rompió la secuencia de pensamientos de la bruja justo antes de llegar a la cocina. Llevaba 4 meses escuchando esa voz en sueños. Sintiéndose mal por haberla abandonado así. Preguntándose si su sobrina podría perdonar el hecho de que no la llevase con ella, al menos no en aquella ocasión. Cogió aire antes de responderle mientras se acercaba a la chica. -En mi cuarto.- la miró con ojos dulces, y se asustó al descubrir la frialdad de la mirada de Zoe... acaso se había ido tanto tiempo?- digo... acabo de llegar.- rectificó sintiendo que aquella no era la respuesta que la bruja estaba buscando. Se acercó por detrás a la chica y buscó algo en su bolsillo. Cuando lo encontró lo amarró alrededor del cuello de Zoe, descubriendo el colgante en forma de luna llena con un collar de cuero. -La bruja que me lo vendió me juró que tenía esencia de unicornio mezclada con nácar, y que cambiaba de color conforme al estado animico del que lo lleva- dijo Evedhiel- A mi me recordó a tus ojos grandes y expresivos...- El collar se había tornado rojizo al contacto con las claviculas de Zoe, y Evedhiel no sabía si aquello era buena o mala señal- Te he echado de menos.- Le dijo, conteniendo las ganas de dar un abrazo a su sobrina, y guiandola hacia la cocina.- Te apetece una sopa?- añadió. Con suerte había camuflado la respuesta a la pregunta de Zoe. No estaba segura de que quisiese hablar de donde había estado. Al menos no aún. @
  5. Xander Carrow Nombre: Xander Carrow Edad: No conocida con exactitud, aproximadamente entre 25-35 Nacionalidad o procedencia: Galés Raza: Humano Personaje principal al que está asociado: Evedhiel . Relación con el personaje principal: Es complicado (xD) Enamoramiento/amistad/compañero de aventuras. Aspecto Físico: Xander es alto, aproximadamente 1.88 m. Su Complexión es fuerte y atlética pero sin llegar a ser robusta, Con manos grandes y curtidas por el efecto de heridas en ellas. Sus ojos siempre sospechan de cualquiera que decida enfrentarlos y son grandes y de color verde grisáceo enmarcados en pestañas tupidas. Su cabello, aunque no largo a menudo cae desordenado en ondas de color rubio oscuro. Su nariz esta algo torcida, también producto de varios hechizos y peleas. Cualidades Psicológicas: Xander es intuitivo bastante analítico. Extremadamente analitico y cabezota. No tiene una personalidad fácil y no pretende llevarse bien con todo el mundo, es más solo se abre a aquellos que considera dignos de su aceptación. Sabe que a veces cae mal y no por ello deja de ser quien es. Seguro de si mismo y muy cabezota. Historia: Poco se sabe de la historia de Xander, y a decir verdad, él lo prefiere así. Sus raices enlazan en alguna parte de la historia con los hermanos Carrow, aunque en su certificado de nacimiento, meses antes de que los Carrow muriesen en Hogwarts, jamás se especificó de cual de los gemelos era hijo. Xander se crió en el exilio después de la muerte del señor tenebroso en una casona de una isla remota de Gales. Hogwarts fue su hogar hasta su graduación donde sus dotes para hechizos, misterios y acertijos le hicieron destacar en todos los ámbitos. Cuando terminó el colegio, aférrimo a la marca tenebrosa se embarcó en la ardua tarea de especializarse en enigmas relacionados con la magia antigua y sin resolver. Viaja por todo el mundo al acecho de cualquier enigma que sea lo bastante difícil como para merecer su interés. En algún punto de su ultimo viaje por Egipto conoció a Evedhiel y aunque reticiente a entablar una amistad o relación las habilidades mágicas de la chica fueron una sorpresa para el chico que decidió unirse a ella en el descubrimiento de una serie de libros mágicos con el apellido Yaxley en sus cubiertas. Otros datos: El caracter de Xander es bastante volátil y las personas simples le ponen de mal humor. Condiciones de utilización: Solo esta cuenta, mi cuenta, puede usarlo de manera independiente, aunque si puede usarse dentro de una historia común conmigo.
  6. La noche cerrada dibujaba un manto sobre los terrenos de la Yaxley.Las sombras de los arboles que rodeaban a la Manor proyectaban sus figuras en los muros de la casona haciendo muecas y gestos indefinidos. La mas grande. la del ciervo de la fuente principal, se proyectaba diretamente sobre los portones de entrada, como guiño al emblema de la familia. Evedhiel no podía haber escogido mejor disfraz par su llegada que la soledad en la que se encontraba la manor. Se apareció fuera de sus terrenos y apenas sus zapatos tocaron el suelo la sensción de estar a salvo reduje el nivel de adrenalina de su cuerpo y lo cambio por la calidez tipica de saberse en su hogar. Mientras caminaba la bruja se aseguraba de que nadie la habia seguido y paso las puertas que separaban los terrenos de la Yaxley del exterior. Avanzó tras los terrenos con prisa y haciendo lo imposible por ocultar el objeto que llevaba bajo el brazo en su capa de viaje color arena. Cuando la sombra del ciervo estaba justo frente a la chica, Evedhiel puso su mano sobre la portona, a modo de prueba y esta confirmó su entrada y se abrió para ella. -Deberían quitarte el derecho de tu apellido- La saludó uno de los cuadros justo después de que Evedhiel fuese recibida por la calidez de la manor. Un hombrecillo no muy alto con gesto serio que le recordaba a cierto Yaxley cuando veía a un muggle. Evedhiel le regaló una sonrisa. El mago volvió a protestar- Llevas casi 4 meses sin pasarte por aquí! Por lo que todos sabemos podrías estar muerta... o peor llena de plumas!- dijo moviendose de cuadro en cuadro en un intento de seguir a la bruja mientras esta avanzaba por el pasillo. Evedhiel se paró en seco, herida ante aquella referencia y se llevó la mano a la muñeca. -Además... mirate! que clase de bruja eres? Llevas los zapatos casi tan sucios y llenos de....polvora? como tu cara... y eso que llevas bajo el bra...- El hombrecillo extendió su cabeza intentando echar un vistazo al objeto que Evedhiel transportaba, pero la chica lo cubrió de nuevo con su capa- El caso.. -continuó el cuadro- Que clase de horas son estas, y cuando has comido por ultima vez- dijo reparando en la delgadez del rostro pecoso de Evedhiel- y... y... -Noble y salvaje libertad...- Dijo Evedhiel posando sus ojos fríos por primera vez sobre el mago del retrato y despertando a los pocos retratos que quedaban aún dormidos. Recalcó las palabras una a una y decidió que aquello era la suficiente explicación. El mago volvió a su cuadro original, musitando y de mal humor. La chica por su parte se debatió un segundo entre dirigirse a la cocina o a su cuarto, y finalmente y con el estomago enlentecido se dirigió a la planta mas alta de la Manor, cerca de la única torre, su habitación. Dirigió una leve mirada a la torre, esperando a ver a alguien bajar de ella, y tras un segundo de vacío dibujó en su puerta la imagen de una flor de lis agradeciendo a su mente que aún recordase la ultima contraseña que había puesto en su puerta. Tras despojarse de su capa de viaje y demás enseres su imagen le devolvió la mirada desde el espejo. Su antecesor Yaxley no dejaba de tener razón. Evedhiel parecía desnutrida, o al menos el rubor de sus mejillas habia desaparecido. Su tez estaba manchada de polvo peruano de la invisibilidad instantánea y en sus manos había una mezcla intensa de quemaduras y arañazos. Evedhiel rezó para que no dejaran marca. Se dió una ducha rapida con el pensamiento en las ultimas semanas y se vistió con unos simples pantalones de yoga y un chaleco de lana demasiado grande para ella. Ni se preocupó de secarse el cabello que le caía ahora hasta la cintura. Su interés estaba en el objeto que había posicionado sobre su mesa de estudio. Envuelto en girones de piel de thestral, Evedhiel tomó bastante cuidado en no disturbar la paz del libro que apareció frente ella. La cubierta estaba rasgada en mil y una formas. Las letras de la tapa principal se habían borrado del paso del tiempo. y su tamaño no tenía nada que envidiar al monstruosos libro de los monstruos. Aunque Evedhiel prefirió no compararlo con aquello, Pues no sabía si su comparación saldría aventajada o empeorada con aquello. Tocó suavemente los bordes del libro en cierta manera, casi haciendo volar sus dedos sobre la portada, y la pasta dura y envejecida, solo la pasta se abrió ante ella, y comprimida por el peso del libro y envuelta en una nota escrita a mano una flor de cala le sirvió de bienvenida. La chica la agarró y abrió la nota que la envolvía, olvidando por completo que aún no sabía como abrir las demas páginas del libro, Y que casi pierde sus manos por traerlo de vuelta a la Yaxley. Que aún puede escuchar el sonido de los pasos salvajes de los centauros tirandole de los cabellos y que a pesar de ello, y desde entonces la palabra oscuridad había tomado otro sentido en su mente, esfumandose de ella. La chica atesoró la flor y re-leyó el contenido de la nota. -Llamalo X.- murmuró, leyendo la ultima linea del pergamino y algo de rubor volvió a sus mejillas. Sacudió la cabeza y guardo la nota y la flor en su mesilla mientras con su otra mano se disponía a hacer una serie de florituras con Niïnde y musitar palabras en forma de hechizos. Ninguna de ellas surtió el efecto deseado. No había runas en su cubierta, ni en ningun lugar que pudiese apreciarse. Evedhiel volvió a encontrarse con la experación de no saber como diablos avanzar en aquella encrucijada. -Y aún es pronto para rendirse..-pensó. Aunque algo en su estomago le llevó la contraria, de manera burlona. -Hambre. Solo es hambre. - se dijo poco convencida y decidió bajar a la cocina a prepararse un poco de sopa.
  7. Evedhiel casi se contagió de la felicidad del mago cuando ella misma pronunció el nombre, al parecer correcto de las runas. La chica no entendía en que momento las había aprendido, y no estab muy segura de si el dejar su mente en blanco y enfocarse en que quería saber ayudaba, pero decidió que al menos la relajaba, asi que aquella iba a ser su técnica. Supongo que la acción es seguir viviendo como vienes haciendo, pero de una forma más activa. Encontrarás fuerza. O la darás, de alguna manera. No es una generada, ojo. Gebo es importante en ese sentido. Será otorgada. Tal como Kenaz en la lectura anterior. Así llegarás a Wunjo, que es lo positivo, la felicidad, la paz.- dijo Orión. -Como si la habilidad del saber, del descubrir se transformase en mi felicidad- dijo la chica, completando y analizando de maner particular lo que el mago acababa de decirle.- Por mucha catarsis que me haya causado hasta ahora,- añadió uniendolo a los resultados obtenidos anteriormente. Orión volvió a pedir que tirase las runas, y esta vez su tecnica cambió pasandose las pequeñas piezas de una mano a otra mientras cerraba los ojos. En cualquier otro escenario la chica se habría sentido ridícula ante la demostración de aquel efecto de las runas sobre ella, como si parte de su cabeza estuviese colocada en cada una de las piezas y la otra enfocada en su decisión, como si las runas tan solo fuesen un reflejo de lo que ella ya sabía pero tenía olvidado, o dormido en su mente. Como si tan solo canalizasen su magia y fuesen una prolongación de sus dedos. El tapete volvió a resonar con el crepitar de las runas. Evedhiel abrió los ojos y Orión parecīa dejar que fuese ella la que hablase esta vez, en vez de el. Evedhiel suspiró hondo, como buscando las palabras hasta que comenzó de manera timida: -Berkana... comienzos.. mi comienzo, mi nacimiento.,Tú Ansuz: sabiduría... conocimiento...verdad. Mannaz, la paz., amigos... compañeros... alguien cercano,... no alguien que esta cerca.... Tú. Los ojos de Evedhiel se clavaron en los de Orión como si supiese exactamente que iba a decir el mago aunque no tuviese idea de lo que aquello significase pero aún asi lo quisiese escuchar de sus labios. @Orión Yaxley
  8. Los ojos curiosos de Zoella se unieron a Orión y Evedhiel y la chica se apartó un poco del reposabrazos del sofa par dejarle sitio a su sobrina. Orión parecia divertido por el resultado de su tirade y su gesto divertido cambió a uno mas intense cuando reveló la verdadera identidad de las runas. -La casa… - susurró Evedhiel como intentando hacer sentido de aquellos resultados.- Ésta casa… -añadió mientras sorbía el ultimo trago de su te de canela. - Las runas están siendo muy directas. Necesitas el contexto de la Manor para descubrir tu pasado, de alguna manera. No me queda claro el tipo de cambio, pero eso me lleva a pensar que capaz ya lo hiciste, es decir, vienes de algún lado ¿no es así? Evedhiel frunció el ceño. Los ojos inquisitivos de Orión parecian intentar escanear los pensamientos de la chica, como si las runas mas que desvelar susincognitas intentasen desvelar sus secretos. Como si aquellas figuras fuesen la excusa perfecta para que la chica se sincerase con el patriarca de la Yaxley. Se echo su largo cabello a un lado y jugueteó con ellos mientras se llevaba la mano a su muñeca derecha, como cada vez que estaba nerviosa. LLevaba casi 3 meses viviendo en la Manor, y apenas había desvelado nada de su propia identidad. Sus familiares no habían hecho preguntas y había dejado a la chica envolverse en el espiritu de libertad caracteristico de la familia. Pero ella sabía que en algun momento tendría que empezar a abrir puertas cerradas. A empezar a confiar. Orión se había acercado al arbol familiar, examinando todos los huecos que aún aparecían cubiertos de una neblina flotante. -Digamos que… Bueno.- miró a Zoella, preguntandose si su opinion de ella cambiaría con aquella revelación… y luego a Orión, al que por alguna extraña razón siempre lo envolvía un halo de certitud y confianza, pero también una tizna de rigidez – Digamos que mis ideas no siempre estuvieron en el bando acertado.- Evedhiel rozó su recien estrenado tatuaje perfilando el contorno de la marca con sus dedos- Asi que supongo que la parte del cambio tambien es correcta. Alzó su mirada y la dirigió a Orión, desafiante, como si esperase algún reproche, con cierta rabia hasta ahora desconocida para ella. - Necesito que hagas otra lectura, ¿por qué no preguntas qué tipo de vínculo tienes con la familia? Las runas te pueden indicar un camino de acción.- dijo el mago. Evedhiel volvió a tomar las runas con la mano izquierda; Su respeto por aquellos abalorios había aumentado de 0 a 90% en menos de 10 minutos y donde en la primera tirade hubo ingenuedad, ahora se había convertido en una mezcla de curiosidad y recelo. Mientras sus dedos movían las runas de un lado a otro de su mano, la chica mantenía su Cabeza fría enfocada en lo que quería que aquellos objetos le desvelasen: Cual era su papel dentro de auqella familia? Cuando sintió que era el momento adecuado las volvió a lanzar sobre el tapete: Sentía los ojos de Zoella.y Orión calvados en el resultado de su tirada. Antes de que nadie pudiese intervenir y sin saber muy bien porqué y de donde habían salido aquellos nombres, Evedhiel murmuró: -Uruz, Wenjo y Gebo- Abrió mucho los ojos y se tapó los labios con las manos De donde habían salido aquellos nombres?? @@Orion Yaxley @ Trivinai Yaxley
  9. El vapor de la ducha caliente envolvió los pulmones de la chica . Evedhiel alargó su suspiro un par de segundo mas de los necesarios y cerró los ojos como intentando borrar todos los pensamientos de su cabeza, con una mezcla entre desahogo y tensión. La chica no estaba segura de su decisión de abandonar la quietud del baño aquel despacho del ministerio pero el augurio del fin de la jornada laborar la hizo girar la balanza de manera disimulada y acabó vistiendose y saliendo del mismo dispuesta a embaucarse en su la soledad de su habitacion en la yaxley. Unos ojos gélidos y cansados le devolvieron la mirada desde el espejo justo frente a su mesa de cerezo. El día parecia tener toda la energía que le faltaba a la chica, asi que su aspecto informal en vaqueros tipo boyfriend y camiseta con un hombro caido no parecia desentonar. Como esperando a ser encontrada, y con la ingenuidad de quien mira un tesoro, Evedhiel descubrió la taza humeante en uno de los bordes de la mesa donde hasta hacía 3 horas había estado revolviendo pergaminos. El dulce aroma a canela de su té favorito la hizo sentir en casa, y bajo a este un trozo rasgado de pergamino con una letra enmarañada la invitaban a volver a casa para su primera tutoria de runas. Evedhiel dedicó una última mirada a sus pecas de panecillo integral en el espejo, y pellizcó sus mejillas en un intento vano de darles algo de color. Se dió por vencida y dejó la habitación en silencio solitario que siguió a su desaparición. Orión la recibió sincero, como si su llegada hubiese dado sentido a su espera. Como si no estuviese allī porque debía sino porque lo necesitaba y a modo de saludo la salvaguardó de las primeras gotas simbolo de una tormenta cercana. - ¿Hermoso día no es así?- Preguntó . La chica lo miró como intentando adivinar si lo decia de manera irónica o real -Casi tanto como esta taza de te- respondió alzando la taza que había transportado con ella- Gracias- dijo de manera sincera, y con el segundo sorbo y la fragancia a hogar de la Yaxley el humor de Evedhiel pareció amansarse y la tension de la nuca de la chica desapareció. - Las runas son un tema sencillo Evedhiel y creo que encontré la oportunidad perfecta para aprenderlas. Las runas antiguas tienen tres propósitos. EL primero es el lenguaje. El segundo para potenciar ciertos hechizos con magia antigua. El tercero, es el de la consulta. Personalmente es el que me parece más interesante.- dijo y con una floritura hizo aparecer una pequeña bolsita - Usarás mi set en esta práctica. Los ojos de Evedhiel se llenaron de curiosidad y se sentó de manera desenfadada en uno de los sofas estilo chester de la sala donde habían decidido empezar la clase. Tomó la bolsita y abrió el contenido a medida que Orión explicaba el numero de piezas del set y el uso. Los simbolos tallados en lo que parecía nacar y madera eran desconocidos para ella pero aún asi se sentian dociles y familiars en sus manos. Movió tres de ellas entre sus dedos tentada a lanzarlas sobre el pequeño paño que Orión habīa dispuesto en la mesa, pero se paró a si misma, esperando la señal del mago. Al fin y al cabo no sabía que hacer con ellas. - Ahora, siento que tu llegada a la familia no fue casualidad. Vamos, que no es la de ninguno. Las runas no te darán una respuesta, pero sí un camino de pensamiento, ¿por qué no desciframos de dónde vienes?- dijo Orión, interrumpiendo la linea de pensamientos de la chica. El cuello de Evedhiel volvió a tensarse. Su procedencia era un tema tabú en su mente, y el hecho de que jamas hubiese descubierto de ello mas que leves pistas la ponía de mal humor. Decidió darlo por zanjado hacīa varios años. La dextresidad de movimientos de su mano izquierda mientras agitaba levemente las runas y las dejaba caer sobre el tapete le demonstró lo contrario. En las runas, 3 caras rugosas le devolvieron la tirade: Una Estrella de 11 puntas, dos lineas paralelas sobre un circulo y dos simples puntos rodeados por unas lineas discontinues que aparecian y desaparecían. Evedhiel miró a Orión expectante, esperando su discurso sobre el significado de aquellos simbolos. @Orión
  10. Sus manos habían transferido cierta calidez a la roca nītida que tocaba cuando Evedhiel casi se percató de que no sabía que buscaba. Ni a quien. Y que podría ser carne facil de alguna trampa. Quizás MACUS hubiese descubierto su nueva residencia. O alguien... del bando equivocado había decidido renacer de entre los muertos. Se llevó la mano nerviosa a su antebrazo izquierdo mientras se disponía a girarse y volver por donde había llegado cuando pasos cercanos la pusieron en guardia, y empuño a Niínde. Petrificus Totalus! — Una voz masculina la tomó por sorpresa. Sus manos comenzaron a tornarse pesadas y sus pies parecieron fundirse justo con el suelo que pisaba. La habían encantado y aunque su mente seguía intentando encontrar una manera de zafarse de aquel hechizo, el cuerpo de Evedhiel era roca. — Finite Incantatem —. volvió a decir la misma voz.—. Lo lamento, te he confundido. Pero para Evedhiel ya era tarde sus oídos parecían haber obviado aquella disculpa y la chica no sabia decir exactamente si fue el frio en sus manos o la rabia contenida del nerviosismo lo que la avalanzoó sobre su nueva acompañante, fijandola a la pared y agarrando la mano en la que llevaba la varita. Quizás no fuese la mas rápida en hechizos, pero aún conservaba algun que otro movimiento guardado. Sacó la nota de su bolsillo y la posiconó frente a los ojos de la chica mientras aún impedía contra la pared que pudiese mover su varita. -Tienes suerte de que este de buen humor y me apeteciese aventurarme a adivinar que es este juego psicótico- dijo refieriendose a la nota, asumiendo que Tauro tenía algo que ver con ella.- Además un petrific...- la voz de Evedhiel se vió interrumpida de manera rapida y fugar por el estruendo sordo del aparecerse de muchas personas en el ambiente silencioso de las calles vacias del callejoón. Evedhiel se giró de nuevo hacia Tauro. Si la nota era de ella... porquê se había descubierto a si misma con un hechizo tan... básico? No. imposible. Aquella chica no tenía nada que ver con la persona que la había estado acosando. A una calle de ambas figuras, tres hombres acababan de aparecerse en la sombra de los edificios. Los tres con capas de viaje y la mirada enfocada en un brujo menudo al que traian atado con grilletes. Lo suficientemente maltratado y golpeado como para parecer inconsciente y aún mantenerse en pie. - Donde estan tus serpientes ahoraa eeehh??- dijo uno de los hombres altos. Un fuerte acento nordico tiznaba la voz del hombre.- Dooooonde??? Esque no ves que nadie vendrá a rescatarte? Es mas... ese era nuestro plan. Sabiamos que tu est****a y vil presencia no era importante a nadie mas que a ti mismo pero aahh! imagina los tablones mañana.... mortífago pidió auxilio y fue abandonado en sus ultimas horas. La Marca va a tener que dar muchas explicaciones sobre ciertas cámaras vacias en gringotts...- dijo mientras agarraba el brazo del chico cortaba un pequeño jiroón de la piel de su antebrazo. La tinta magica del tatuaje del mismo se reorganizaba en la carne ahora separada del brazo del chico y la serpiente del trozo cortado amenazaba al hombre corpulento que osó cortarlo. El brazo de Evedhiel ardía. @
  11. Cuando los ojos de Evedhiel se acostumbraron al claro-oscuro de los tonos grisáceos del templo,solo entonces se sintió lo suficientemente segura como para aproximarse a explorer las enigmaticas ruinas. La recibió un complejo de escalinatas que llevaban a una única sala, cuadrada por remaches y adornos en la Piedra en la fachada, pero sorprendentemente circular dentro del edificio, dando personalidad a la habitación. En el centro de ella, y como guiño a la gemela frente a la Manor, una fuente de grandes proporciones coronada por un ciervo pardo de ojos en forma rubí carmesí y estructura ausente en forma de corazón en su pecho. Rodeando la fuente, entreformando balaustras destruidas, quedaban restos de estatuas o imágenes de otros seres, mas pequeños en tamaño que el ciervo. Evedhiel no pudo identificarlos a todo, pues todos estaban rotos en añicos, pero visualizó unas zarpas, unas alas y algún que otro hocico. El agua de la Fuente hacía de banda Sonora a la sala, y el continuo borboteo animaron a la chica a deambular la sala, aventurándose a las espaldas del ciervo. Los matices de la riqueza de la estatua la sobrecogieron y a medida que la rodeaba su ceño parecía conformarse tosco, enfadado, herido. A la derecha de la sala, entre penumbras, la chica pudo visualizar algunos simbolos mágicos, y como acto reflejo conjuró un lumos para iluminar su vision: El único recuerdo de la oscuridad en la que el bosque estuvo sumido era la noche en la que acababan todo y cada uno de los días. No duraba mucho, solo lo suficiente recordando al mundo la importancia eterna de noble y salvaje libertad de la luz.” Evedhiel llevó sus manos a aquellos signos que no había podido interpretar, aún sorprendida ante aquella historia. Buscó con los ojos la tumba de la que se hablaba en las escrituras. La encontró rota y exhumada a los pies de la fuente.
  12. La habilidad del Black Lestrange los había iluminado. O casi. Una de sus manos iluminaba la habitacioón pero aún dejaba sombras entre ambos y aunque los objetos que los rodeaban parecían ahora mucho más claros, eso no borraba el problema de que debín protegerse como Muggles. El hechizo del chico tuvo, sin embargo sus consecuencias y Evedhiel quiso proteger al mago de las dos bocanadas de cera que se hicieron fuego con su capa, que aunque no era de piel de dragón podría haber parado el impacto directo. Se acercó a el y puso la tela sobre su cabeza, pero su movimiento no fue tan certero como Evedhiel lo imaginó y parte de la mano del chico quedó chamuscada. -¡Maldición! -dijo el chico mientras se miraba su mano dolorida. Su dolor no duroó mucho, como si quisiese quitarle importancia . Evedhiel no sabía a ciencia cierta si para no preocuparla o porque verdaderamente solo fue una quemadura leve-Ambidiestra, mujer independiente, ¿qué otros secretos guarda, señorita? - añadió divertido. -Muchos- se apresuró a decir Evedhiel agarrando la mano herida del chico y con la otra buscando algo en el bolsillo de su chamuscad capa.- Y si me prometes que ambos vamos a salir ilesos de esto, te prometo que te revelaré uno o dos más- vació un poco de esencia de díctamo en la piel quemada del mago, que empezó a curar.- Te dejará cicatriz...- dijo, pasando un dedo por la parte de la piel que se había regenerado- La segunda necrohands parecía haber quebrantado la cúpula mágica de cristal que rodeaba a las criaturas. O al menos parcialmente. La creación parecía convulsionar, y al mismo tiempo, como si la magia oscura de la burbuja de cristal llevase a cabo una lucha interna entre cumplir su misión o romperse en mil partes, el cristal parecía quebrarse creando formas longitudinales alrededor de toda la estructura. Dejando pequeños huecos entre los trozos que aún permanecían unidos entre sí, como una bomba esperando estallar. -Creo que tengo nuestro boleto de escape.Vamos a tener que cubrirnos con algo para no morir calcinados.- dijo Eobard, como dando forma a lo que la chica pensaba. Evedhiel guardó silencio mientras observaba la sala, buscando algo en lo que resguardarse o... Una chimenea. Quizas y estuviese aún conectada con la red flu. No sería extraño que la dueña mantuviese un salvoconducto de su tienda a un lugar seguro. O a otro piso de la tienda. O quizas a algun lugar diferente. O a ningún sitio. Evedhiel volvió a rebuscar en su capa sacando esta vez una bolsita de polvos flú de ella. Se acercó al mago, y posó la bolsita en la palma de una de sus manos. - Este es el plan, Mr tiritas. Cuando tu mano desaparezca dejará espacio suficiente en la burbuja de cristal para que mi escurridiza figura quepa lo suficiente como para agarrar uno de esos bichejos.- Evedhiel entornó sus ojos, pensando- Esto obviamente no me dará mucha prorroga para moverme, por lo que la mala noticia es, que seguramente cuando aquello pase el cristal estallará, y ambos hemos visto la reacción en cadena de cualquier elemento mágico en esta sala.- añadió- La buena noticia es que tu vas a estar listo para salvarnos a ambos. O por lo menos a ti- dijo levemente- Posicionado en la red flú justo a tiempo para sacarnos de aquí en el preciso momento en el que yo te alcance con nuestro botín- dijo Evedhiel, fijando su mirada en Eobard de nuevo mientras lo guiaba hacia donde se encontraba la chimenea. La chica no sabía exactamente cuanto sus piernas, que ahora parecían temblorosas por la adrenalina, iban a tardar en recorrer el pequeño espacio entre el centro de la habitación y la red flú, pero tenía la esperanza de que si el cristal explotaba el efecto catapulta la ayudase a moverse más rápido. Antes de que Eobard pudiese rechistar a su alocado plan, Evedhiel se escabulló acercándose a la segunda de las Necrohands del chico. -Ok... ok.. ok..- Se quitó la capa de viaje, doblándola y metiéndola en uno de sus bolsillos...Por suerte Evedhiel no poseía una prenda que no hubiese sido sometida a un hechizo aumentador del espacio... y sumida en nerviosismo finalmente dijo.- Estoy lista. Hazlas desaparecer cuando tú estes listo- Evitó el contacto visual con el chico, pues temía desmoronarse y parecer débil. Los crujidos del cristal sobre su cabeza se hicieron mas sonoros, casi tanto que consiguieron enmudecer el sonido del propio corazón de la chica, latiendo fuerte en su pecho. @
  13. Holis Vengo a apuntarme a Runas, por voluntad propia, lo juro <3 Nick: Evedhiel ID: 50395 Conocimiento: Runas Antiguas Nivel de Magia: 2 Link a la Bóveda: http://www.harrylatino.org/topic/78322-boveda-de-evedhiel/ Link a la Ficha: http://www.harrylatino.org/topic/78189-ficha-de-evedhiel/
  14. El gesto en un principio desenfadado de la chica mientras buscaba sin buscar sobre las portadas de los libros de la estanteria que los envolvía paso de sistematica a sorprendentemente fructifera, pues la casualidad había dado con algún otro ejemplar de "Magia oscura y otros mitos sobre los hechizos complejos Vol. I ' La chica no sabí aún si aquello les iba a ser de uso pero aprovechó que el elfo no miraba y metió el volumen I,II Y III en el bolsillo de su capa de viaje, hechizado de manera que los tres cupieron. Miroó al chico, desafiante, como esperando que le recriminase su acción y su rostro se tornó rojo al encontrarse con su mirada. Se mordió el labio mientras escuchaba a su acompañante. -Por alguna razón, me siento un tanto culpable por todo aquel embrollo del coleccionista. Entrar en ese viejo pensadero, quizá es lo que está afectando. Demasiada magia oscura, tal vez.- dijo Eobard, y en su dedo indice un anillo parecía haber sido calcificado por un incendio en la mano del brujo. -Tranquilo- dijo Evedhiel- No es como si me hubieses forzado a seguirte. Ambos fuimos demasiado ambiciosos con que esperar de una noche de domingo.- acto seguido agarró el dedo en el que el mago tenía el anillo, analizandolo buscando posibles heridas en él- Además,- dijo- Las penas, como las aventuras, si compartidas son mejores- añadió jugueteando con el anillo del chico durante unos segundos para después dejarlo ir. Se sorprendió a si misma, por aquella muestra de afecto involuntaria hacia Eobard, y se sintió incomoda ante la idea de haber molestado al mago. Este, por su parte le indicó que la siguiese con su cabeza y la guioó hacia el extremo izquierdo del local. -Lamento la excesiva preocupación, una mala costumbre. Y siendo sanadora en San Mungo, aún más...¿Cómo está todo por allá? - dijo, como si leyese la mente de la chica y su preocupación por la cercanía que le había tomado a Eobard. -Soy una mujer independiente- dijo en tono burlón- pero aún acepto la preocupación humilde de mis amistades, asi que tranquilo. Tu preocupación es recíproca. Y san Mungo... bueno. Me encanta el trabajo pero quizás necesita un cambio. Quien sabe!?- dijo, haciendo alarde de la reputación de misterio que antecedía a los Yaxleys. Ambos magos avanzaron hacia una zona claramente alejada del resto de la tienda que posiblemente estaba pensada para almacenaje mas que venta. Eobard se adelantó a la chica y cruzó la pequeña vaya. Evedhiel lo siguió cercionandose de que no los siguiesen, dejando a un lado dos copas en el suelo. -No te equivocaste cuando dijiste que nuestros encuentros siempre trascendían una simple taza de café. El verdadero reto, será sacarlo de su contenedor sin perder una mano.- dijo el mago. -Por eso yo soy ambidiestra- añadió Evedhiel mientras la imagen de la sala la envolvía. La esfera de cristal transparente parecía un microecosistema para las criaturas que albergaba. Estas, ajenas a sus nuevos invitados, escupian fuego a las demás y voloteaban alrededor de la esfera. A su alrededor, llamas azabaches servían de mecanismo antirobo. Los efectos de aquellas lenguas de fuego eran inciertos, pero la chica no quería descubrirlo de la peor forma. Las estanterias habían sido reemplazadas por balaustras de marmol que rodeaban lo que el fuego custodiaba dando la sensación de una jaula invisible envolviendo a la esfera. La chica alzó también su varita, pues la habitación estaba poco iluminada. -Lumos- pronunció. La luz en la punta de su varita pareció parpadear por unos segundos y una estela surgió de ésta hacia una de las lenguas de fuego oscura. Al tiempo que sucedía, esta se tornaba dorada y como una reacción en cadena incendió pequeñas redes de lo que parecía aceite inflamable alrededor de los magos, ocupando el extremo opuesto de la habitación. Al mismo tiempo, y como activado por el fuego, del techo de la habitación surgió un muro del mismo material que la esfera del centro, separando la estancia del resto de la tienda, y atrapando a ambos magos en el centro. Tras unos segundos las llamas se volvieron oscuras de nuevo y dejaron a los chicos sumidos de nuevo en oscuridad. -Genial- dijo Evedhiel- cualquier hechizo genera un incendio espontáneo en un lugar de la habitación. Y estamos encerrados cual hurones- añadió. Y a ti te preocupaban tus manos- dijo la chica, disimulando nerviosismo.-Espero que aún te quede alguna que otra tirita. Después de esto las vamos a necesitar. @
  15. La noche había caido hacía varias horas sobre las calles del callejón. Algún que otro mago embriagado de deseo, o bebida recorría de cuando en cuando los sucios adoquines, como buscando el siguiente garito en el que ahogar sus preocupaciones. Las sombras de los edificios se proyectaban en el suelo dando la sensación de estar siendo seguidos constantemente por los propios pasos de aquel alma en vela que decidiese aventurarse a salir. El alma de Evedhiel no estaba, irónicamente, en pena. Sin embargo se había aventurado a las calles del callejón como guiada por un impulso casi obsesivo. Los anónimos habían comenzado algunas semanas atrás. Los esporádicos papeles garabateados con frases que pretendían captar la atención de la bruja habían sido fáciles de ignorar. Al menos hasta que estos decidieron convertirse en algo más que papeles en su ventana o escritorio. La gota que colmó el vaso, fueron las letras pintadas con contenido dudoso sobre una de sus pizarras lectoras de rayos mágicos mientras sometía a un bebé a la cura semanal de sarampión de dragón. Estaban afectando su día a día. Y esto si que ofuscaba a la Yaxley. Además, la chica temía que de alguna manera MACUSA hubiese seguido su rastro hasta Ottery y el chantaje escalase a mayores. La última nota, sobre su escritorio había llamado más si cabia su atención: -"Puedes ser curiosa como un gato deambulante en el Knocturn, o lamentar las consecuencias de las noticias del viernes en el profeta. Tu misma decides. Aunque recuerda bien los efectos de la curiosidad en una linda gatita"- La frase aparecía y desaparecía continuamente en el pergamino. Evedhiel decidió caer en la trampa de aquella persona que deseaba con tanto anhelo captar su atención, y antes de que se lo pensase dos veces, sus botas negras de viaje tocaban suelo adoquinado. Escuchó pasos cerca de ella, y una mujer de cabello rojizo se perdió entre las calles. Ella se agazapó sobre una pared, ajustando el broche plateado en forma de ciervo de su capa aterciopelada de viaje. Esperando. Quizás fuese más fácil si supiese a que esperaba. @
  16. Sus manos. Quizás aquel fue el primer indicador de que algo no andaba bien. Sus manos normalmente frías como mármol precían ahora contener la calidez de un ciervatillo recién nacido. Evedhiel apenas tuvo tiempo de enfocar su mirada en ellas para darse cuenta de que en general todo su cuerpo se encontraba recorrido por esa calidez. Sus pies parecían flotar y las ramas entre sus.. zarpas? - Espera. Espera. ESPERA!- pero sus patas corrían, avanzaban alrededor de la maleza, alejándose del camino conocido que la llevaban a la mansión Ella no era ella. No al menos como se había conocido, en su lugar sus sentidos casi felinos captaban información de lo que la rodeaba. El bosque parecía más vivo y ella a pesar de estar más confusa que nunca, parecía conocer el lugar exacto hacia donde se dirigía. Esa extraña sensación de estar felizmente perdida. Esta maldiga sensación de sentir que nunca se había sentido tan libre en un cuerpo que ni siquiera era el suyo propio. Como si hasta entonces no hubiese sabido a la perfección lo que la libertad de ser una Yaxley significaba. Sus paso se desaceleraron como inducidos por una invisible fuerza y la maleza a su alrededor se convirtió en rocas, que la felina Evedhiel siguió adentrándose en lo que parecía ser una entrada al centro de la tierra, o aquello le pareció a medida que bajaba niveles. Casi no había percibido la oscuridad que la rodeaba, pues sus ojos parecían haberse adaptado a la falta de luz, y su visión no entendía de luz o sombra. Cuando llegó al sitio adecuado, paro y se sentó sobre sus dos patas traseras?? Entro y salió de un duermevela hasta que al final sucumbió a la llamada de Morfeo y se quedó dormida. Se despertó dolorida con su cabeza reposando sobre una roca cercana y un dolor en la parte izquierda de su cuello. Hostezó. Qué había pasado? Había soñado? Sus manos volvían a ser finas y lo más importante humanas, pero la chica tenía la suficiente experiencia en el mundo mágico como para saber que aquello no había sido un sueño. Sus ojos ahora humanoides apenas visualizaban el suelo que pisaba, y avanzó medio a tientas hacia el único atisbo de luz que la guiaba. El corazón le latía a ritmo de tambores inexistentes, y el sonido interno de este pareció enmudecerse ante el sonido más fuerte de pisadas a su alrededor. Evedhiel tensó su postura, y llevó su mano izquierda a NÏnde que afortunadamente no había desaparecido de su bolsillo girándose hacia la procedencia de las pisadas pero sin dejar de avanzar hacia La Luz. Cuando la penumbra fue lo suficientemente clara para visualizar su alrededor, la figura del lince ladrón la saludó. La chica se puso en guardia dispuesta a lanzar cualquier conjuro que se le viniese a la mente. - tú! - Dijo apretando los dientes- no se que demonios me has hecho y donde me has traído, pero espero que lo disfrutases porque esto es lo último que vas a hacer en tu insignificante vida. Sectusem....- consnzó a decir, pero el lince fue más rápido y saltó justo detrás de la chica, posicionándose justo en La Luz y dejando reflejar el sol en sus cabellos blancos plata. La chica hubiese estado sorprendida ante la belleza de aquel extraño animal si no hubiese sido porque su interés había sido trasladado a lo que se posicionaba tras de el. La Luz provenía de un agujero casi perfecto cavado en la roca que parecía elevarse kilómetros hasta que por fin alcanzaba la superficie. Bajo la roca, sin haber recibido visitantes desde hacía más de dos siglos, muros de mármol blanco y grisáceo con enormes ventanales de colores vivos intervalos por vegetación crecida. Todo daba forma a lo que la chica no pudo describir más que un enorme templo. Las rodillas de la chica se entumecieron. Dónde diablos estaba?
  17. La luz era ténue entre las estanterias, y a pesar de eso la chica adivinó cierto gesto azorado en la cara de Eobard cuando le posicionó las gafas Se maldijo mentalmente y escuchó atenta la reacción de su acompañante. Sonrió ante la idea de que el chico aún guardase el posavasos en uno de sus bolsillos, y atisbó con dificultad su propia caligrafía casi borrada en una de las carillas del objeto, sacó a Nïnde de uno de sus bolsillos y con una leve floritura reavivó su nombre en el objeto. Acto seguido le dió la vuelta y realizó de nuevo un movimiento con su muñeca. Esta vez su pulcra letra dejó entrever la palabra "Eobard" en la otra cara del objeto. Tras esto hizo levitar el utensilio y se lo devolvió al mago. -Bueno. Esto soluciona mi búsqueda- añadió la chica- Hagamos de este nuestro medio de comunicación furtivo. La próxima vez que sientas la necesidad de que te moleste ya sabes que hacer con ese objeto-dijo- aunque asegúrate que tienes tiempo libre. Nuestros encuentros no suelen ser solo para tomar un café rápido- bromeó -Misterio, misterio...De hecho, la razón para venir aquí tiene que ver un poco con eso. ¿Supiste que casi perdemos a uno de los nuestros por envenenamiento, hace meses?- dijo y Evedhiel añadió en su mente la imagen de Jeremy envenenado.Sus botas parecían brillar en la oscuridad y esto molestó a Evedhiel que hasta ahora no había tenido problema con ellas.. -Supongo que estarás un poco familiarizada con el desarrollo de miniaturas de seres mágicos. Bueno, he venido a ver si puedo sustraer un par de las mismas. En teoría, basta de un encantamiento reductor en algunos casos. Pero, ¿qué pasa si dichas miniaturas no son tomadas a partir de una criatura de tamaño normal? - confesó -Sustraer...-pensó Evedhiel. Por alguna razón aquel uso de esa palabra venía unido a ideas en la cabeza de la chica, quien de nuevo frunció el ceño curiosa fijando sus ojos en los de Eobard como queriendo leer su mente- No quiere comprarlos... Quizás esas criaturas especificas justo los que el necesita no están en venta... necesita robarlos..- pensó y su mirada se posó en el elfo domestico distraído de la conversación que ambos estaban teniendo. -¡Chuck! Necesitamos un poco de esencia de díctamo.- añadió su acompañante. Evedhiel se percató de que el caballeroso Eobard había reparado en su quemazón en el dedo y se apresuró a decir: -SHHH! No no... estoy bien. No es nada- sonrió forzada al elfo, azorada quien le devolvió la mirada como si hubiesen perturbado su ardua tarea de mirar las páginas de un viejo libro de visitas y compras y no hacer nada. Éste se apresuró a ignorarlos de nuevo, y Evedhiel se acercó un poco a Eobard para añadir:-No es nada... este anillo lleva dándome problemas desde nuestra visita al coleccionista, creo que simplemente necesita una limpieza de aura o algo así- confesó obviando el detalle del cambio de su forma e intentando retomar la dirección de la conversación mientras ocultaba la rojez en sus mejillas por la preocupación de su acompañante por ella. -Y...como pensamos sustraer... el artículo- dijo incluyéndose en la tarea del chico y fingiendo que buscaba algún libro de nuevo intentando distraer al elfo que había alzado una de sus orejas en dirección a los magos.- Sobretodo porque no tienen una sección especial que diga "agarra lo que te apetezca".- añadió mientras su dedo indice jugaba sobre las letras en el lomo de un libro. @
  18. Buenas!! Me encanta que tu personaje sea tan curioso como Evedhiel, he leído que eres español como yo! Aunque llevo viviendo muchísimo en UK! Asi que si te parece quiero ser tu guía en la loca familia como tú madre Estamos en medio de un rol al que aún puedes unirte y del que estaré encantada de ponerte al día! Somos bastante activos, y orgullosos de tener nuestro ciervo por bandera, así que espero que tu también llegues a estarlo! Vas a tener que tenerme paciencia porque.. si me aceptas como madre serás mi primer hijo! Listo! Dejo esto por aquí y te doy oficialmente la bienvenida a la familia! Mándame un mp y hablamos
  19. Las runas bajo sus dedos trasmitían imágenes mentales a l chica, que aunque no entendía la mayor parte de los significados, conocía lo suficiente como para avanzar su mano obviando loa libros que no eran de su interés. Una fragancia indudablemente conocida y a la vez misteriosa envolvió sus pulmones. Almizcle y aquella sustancia agradable que la chica aún no había tenido ocasión de adivinar e instantáneamente la voz profunda de Eobard se posó en sus oídos, incluso antes incluso que la chica visualizase la figura del mago apoyado sobre la estantería cercana a su punto de interés. Sobresaltada ante la repentina aparición del mago, Evedhiel insonorizó un suspiro de asombro, y sonrió al mago de manera enigmática y burlona ante la ocurrencia de Eobard sobretodo porque el chico conocía su punto débil, al menos uno de ellos. Evedhiel se acercó al chico un poco más mientras sus necrohands desaparecían de manera casi tan repentina como el mago había aparecido.El chico parecía haber estado en su propia búsqueda en aquel lugar.La hechicera posó una de sus manos en la nariz de Eobard, ajustándole las gafas que habían resbalado levemente, mientras posaba los ojos en los de el. - Lo cierto es que estaba buscando en un artilugio sofisticado con el que avisarte cuando me de por explorar lugares o tener aventuras. No querría provocar tu ira con ni gún objeto punzante de nuevo- mintió la chica sonriendo de nuevo, traspasando la felicidad eta vez a sus ojos. La chica se preguntó que buscaba Eobard exactamente en aquel lugar, y buscó disimuladamente a un posible acompañante del chico - No hay nada que me rete más que la curiosidad y ya sabes que misterio es mi segundo apellido -añadió orgullosa la chica.- Así que si querías captar mi atención en el lugar adecuado, lo lograste. Qué buscamos? - añadió la bruja mientras se giraba hacia el mago. Un quemazón inundó unon de los dedos de su mano derecha. Evedhiel se llevó la otra Mano a esté distraída, los ojos de la bruja estaban lo suficientemente distraídos como para percatarse que otra amatista violácea había aparecido en el anillo.
  20. Las nubes que cubrieron en algún momento de la mañana los cielos de londre habín dado una tregua a los ciudadanos de la ajetreada ciudad y amainado la tormenta dejando entrever tímidamente algunos rayos de sol como manera de clarear el día. Evedhiel había recogido su cabello en una trenza lateral desordenada y tras varios minutos intentando embellecer aquellos cabellos que salvajes escapaban de ella lo dió por imposible . Agarró su capa de viaje y cubrió su vestido azul con ella. Llevaba meses esperando la oportunidad para calzar sus botas de agua rosa de tacón rosadas, y sus familiares habían bromeado sobre el infantilismo que rodeaba a la chica cuando decidia usarlas, así que se aseguró que su vestido era lo suficientemente sofisticado como para no desentonar. Merodeó sin rumbo por el callejón durante minutos mientras distraída jugueteaba con su anillo de metamorfopiedra en la mano derecha dela chica. Normalmente la joya tomaba el aspecto de una perla con el tacto de sus dedos, pero últimamente el metal se había tornado de un violeta intenso en la forma de tres Amatistas. Evedhiel no sabía exactamente el motivo de aquel cambio, ni si Terminaba de gustarle. El cartel de Borgin&Burke la recibió como respondiendo a la pregunta silenciosa sobre si volver a casa o quedarse un rato más. Necesitaba encontrar algo que captase su atención y le interesase lo suficiente como para dejar de deambular sin rumbo, y no conocía mejor tienda que aquella. La estancia principal la recibió con una mezcla de bienvenida y misterio. Como buena Yaxley estaba acostumbrada a aquello último, y aún adí los miles de artefactos y componentes de las respiras captaron su vista. Una araña diseacada parecía saltar del techo y avivó levemente el latido cardíaco de la chica, quien automáticamente recordó lnúltima vez que se había sentido asustada por una araña. Aquello la hizo sonreír y aunque nadie se percató un leve tinte rosado se apoderó de sus mejillas. Evedhiel carraspeó ocupando su mente en la búsqueda azarosa de un libro de astronomía. Se había olvidado cuanto le gustaba.pasó sus manos por encima de la tapa malgastada por el tiempo de una serie de libros amontonados en una de las estanterías cercanas a la entrada, buscando el tono adecuado en la tenue luz de la habitación. @
  21. Los juncos parecían escasos a las orillas del pequeño estanque, y la única idea en la cabeza de la chica era seguir los movimientos de estos que lo que sea que había robado su libro dejaba tras de si. Se arrepintió de su decisión cuando el espacio entre las altas plantas había pasado a ser menor que el su espacio personal y a duras penas visualizaba el rastro del ladrón. Respiró hondo. Cuando decidió que había perseguido al animal lo suficiente y las ganas de recuperarun libro que había leido mas de 4 veces fueron sobrepasadas por las ganas de salir de aquel laberinto de vegetación se paró a mirar a su alrededor. Había pasado a formar parte de la fauna, y el camino que había tomado de ida había sido camuflado por la ira que la había recorrido mientras andaba. -Me acabo de perder en la Yaxley?- pensó sintiéndose idi*** y alegre de que nadie de su recién estrenada familia estuviese allí pare juzgarla.- Ok, Eve.. si no puedes volver hacia detrás solo camina hacia delante... digo, estos juncos no pueden extenderse mucho mas- añadió dándose ánimos.- cortó un poco de tela de su vestido, acortándolo y mientras caminaba lo anotó entre algunas de las plantas, por si necesitaba volver. Su angustia fue incrementandose a medida que avanzaba, recordandose a si misma respirar flash backs de momentos pasados iban y venían de su mente. Y entonces la vió. Una criatura de approximadamente 3 metros se camufló entre los juncos. Una capucha cubría lo que parecía ser su cabeza y su figura estaba también camuflada por un halo de luz negro, que desfiguraba la visión. Evedhiel se paró en seco, despavorida, y la criatura casi tan sorprendida de verla como ella misma dió un salto sobre si mismo y se perdió en el cielo flotando entre el vuelo de un dementor y un patronus. Hasta perderse de la vista de Evedhiel. La bruja empezó a correr, despavorida y finalmente y tras lo que parecieron horas la frondosidad de la vegetación fue haciéndose escasa y la chica pareció visualizar el fin de su agonía. Cuando pudo ver de nuevo el cielo, cayó de rodillas al suelo, herida por los tallos de los juncos y con el corazón latiéndole fuertemente. Una de sus manos buscó apoyo en el suelo, tanteando la superficie delante de ella. Abrió confundida los ojos. Su libro estaba frente a ella, como si fuese parte de algún juego macabra. Se mordió el labio, enrabiada y percibió de nuevo una especie de halo entre dos rocas junto a ella, esta vez de color azul intenso, sacó a Nïnde del bolsillo de su desmejorado vestido amarillo: -Ya me cansé de jugar.- dijo la chica, acercándose a las rocas mientras apuntaba con la varita entre ellas inundada de la rabia y el miedo que había pasado en el laberinto de juncos- De entre ellas apareció un lince de 1.5 m approx, y un color grisáceo con ojos tan azules como el halo que lo rodeaba. Evedhiel retrocedió unos pasos, sin saber exactamente que tipo de criatura era aquella, y temiendo que fuese el patronus de la persona que había visto entre los juncos. El lince, sin embargo, se acercó a la chica con una velocidad heterea y antes de que ella pudiese realizar acción alguna, posó una de sus patas en la rodilla de Evedhiel, que se desplomó de inmediato. Su cabeza, sin embargo parecía estar mas viva que nunca y se sumió en lo que parecía ser un sueño vivido, en una lucha constante entre sus propios pensamientos y una ráfaga de memorias que ella no identificó como suyas: Fuego.Luz,luz,luz,luz,luz......Oscuridad ,Oscuridad, Una serpiente,Oscuridad, Oscuridad...Un ángel. Ángel. Ángel. Ángel -NO.- quiso decir con esa última imagen en la cabeza, y de pronto... El bosque frente a la Yaxley. El bosque como nunca lo había visto, la intensidad de los colores, la vida entre sus plantas y de nuevo... otro flash de pensamiento se llevo aquella vida y en su lugar dejó la tristeza de la sequía y la Yaxley, a lo lejos destrozada.
  22. La quietud que avecinaba la tormenta. El silencio sordo de todo aquello que augura el comenzar. El perfecto desastre del caos. Todo aquello y mucho más representado en 8 halos recién despiertos de un sueño centenario. Las 8 figuras como sombras parecían unirse y desmontarse a ratos, como decidiendo si partir por distintas sendas, o finalmente hacerse un todo. Finalmente, y como guiados por un instinto ancestral, las 8 figuras, fácilmente confundibles por fantasmas, o Patronus se escindieron los unos de los otros y disiparon dejando el bosque sumido en el mismo silencio que lo encontraron. Sin idea alguna de lo que les iba a acontecer. O la tenía? Los brotes nuevos que asomaban en la tierra que rodeaba a un estanque cercano a la Manor habían perdido su color verde intenso, y la palidez parecía haber tomado forma en ellos. Como camuflándose en las ajetreadas vidas de los magos. O al menos en la de Evedhiel. Curiosamente la chica había elegido aquel estanque para entretener las últimas horas de sol que le iba a regalar el día. Apenas se había habituado a la incertidumbre de saberse extraña en una casa que sin embargo tenía todos los componentes para hacerse llamar hogar. Hacía 10 minutos que sus ojos habían dejado de enfocarse en su libro y habían divagado hacia la reciente cicatriz ya curándose que estrenaba en su antebrazo derecho. La recorría con su dedo distraída mientras la leve brisa desordenaba sus cabellos. La imagen fantasmal de lo que parecía ser un par de manos en el cielo la sacó de su ensimismamiento. De ellas pareciía caer una figura, a unos 20 metros de la chica, justo entre la fuente del ciervo y uno de los muros de la Yaxley. Se levantó de un respingo, y sacudió su vestido amarillo dispuesta a acercarse a la manor. Pero algo más llamó su atención. Hasta hacía dos minutos se había creido sola en el estanque, y sin embargo, justo detrás de ella algunos juncos altos denotaban la presencia de algo o alguien que parecía haberla estado observado, o que acababa de partir con... su libro. Dedicó una mirada rápida a la Manor y vislumbró una figura acercándose a la que acababa de caer , que parecía ponerse en pie. Giró sobre sus talones, apresurada. No había nada que la molestase más que tomasen sus cosas sin permiso, así que decidió seguir el movimiento de los juncos, adentrándose ella misma entre la maleza y dejando un rastro leve de sus pasos entre las platas de más de un metro y medio de altitud tras de si. ------------------------- Off: El bosque que rodea la Manor parece estar plagado de Mihterios imposibles. En esta ocasión el corazón verde parece haber desaparecido de entre los cimientos de las grutas abandonadas. Los espiritus de los protectores del bosque han sido despertados de su sueño centenario, pero no hay rastro del guardián, quien ha custodiado la piedra desde tiempos inmemorables. Sumidos en la desesperación y en un intento de llamar la atención de los Yaxleys, los protectores han tomado la forma de distintos animales del bosque. Aaron parece haber sido visto siguiendo a un Halcón. Maida es vigilada de manera cercana por un colibrí. Evedhiel parece estar enojada siguiendo a un lince. El resto de los Yaxleys también son requeridos, Orión, Gatiux, Near, Zoella y Leo ya tienen un protector vigilando sus espaldas, aunque ellos aún lo los hayan descubierto.Al fin y al cabo, la Manor no fue construida en aquel idílico lugar solo por las vistas. La familia es la única capaz de resolver el misterio. Mientras tanto el corazón verde del bosque ha dejado de latir. El tiempo corre en nuestra contra. Tic Tac, Tac Tic Tic Tac Tic... #ElMiHteriodelbosque #YaxleyMihterios
  23. El efecto del bezoar fue inmediato y las rojeces de su pecho y abdomen desaparecieron a tiempo para escuchar el siguente ataque de su contrincante. - Morphos! - exclamó Near La bruja compuso un gesto confundido. A pesar de que el hechizo había salido de su varita y su zapato había desaparecido, pero la chica no logró ver en que se había convertido. En su lugar, Evedhiel sintió en que lo había hecho y solo cuando el dolor intenso detrás de su tobillo delató una nueva rojez. La alimaña se había pegado a su pierna, y el gesto de Evedhiel no podría haber reflejado más pavor e ira si lo hubiese intentado. - Vamos... ya te estabas acostumbrando a la sensación.Deja que Scarlett, te de otro besito de bienvenida - dijo el mago como si estuviese disfrutando cada segundo de aquel duelo mientras dirigía su varita al perro que la chica habiía conjurado. -Silencius- pronuncio Evedhiel antes de que el chico pudiese conjurar su siguiente hechizo. Como resultado a esto, Su perro siguió su trayectoria al mago y sus fauces se agarraron a su brazo izquierdo mordiendo y perforando sus musculos y haciendo sangrar al mago. Cuando acabó con su mordida, y siguiendo la única orden que su ama le había dado se dispuso a atacar otra vez, esta vez en la pierna del mago. - Ocupate mejor en deshacerte de tu propia creación, luego hablamos sobre que pasará cuando me hayas dicho tu nombre -- Nikki...- añadió el mago, como si las heridas de su perro no fuesen bastante para enlentecerlo. Evedhiel se dirigió entonces al mago, mientras su varita apuntaba a la viuda negra de su tobillo. La chica dió una patada al aire en un intento de deshacerse de la araña, pero su fue en vano. -Scarlett...- murmuró con desgana- Se ve que te gustan culonas. Quizás tu aprecies más el besito que yo. Oppugno- añadió la chica, ordenándole a la araña que atacase esta vez al mago. El animal saltó de su pierna y con velocidad recorrió los dos metros que les separaban para cumplir con la orden que Evedhiel le habiía dado. La rojez de su tobillo se había extendido por su pierna e intensos calambres cortaban su respiración cada dos o tres minutos. -De todos los animales sobre la faz de la tierra...- pensó la chica mientras se llevaba una mano a su gemelo, dolorida. Apretó a Niïnde en su mano derecha sin dejar de mirar fijamente al sangriento mago.
  24. -Odio los pájaros- pensó la chica mientras veía como el halcón que Near había conjurado interceptaba primero su expelliarmus y acto seguido aceptaba de lleno su hechizo punzante, quedando imposibilitado de ver, y por lo tanto volar, y de esa forma prácticamente inútil en una defensa más apropiada del mago. El gesto de la chica palideció, no especialmente por la acción certera de Near, sino porque el veneno del ataque de su oponente parecía estar llegando a un punto cúlmen en su organismo. Las ratas habían acudido al oír los quejidos del halcón dolorido, y como guiada por el acto del chico, que usó un episkey para curarse, con gesto de desagrado en sus labios dirigió su varia a una de ellas. -Morphos- susurró, apuntando a uno de sus zapatos y asustando a uno de los ratoncillos que caminaba cerca de sus pies. Su boy se convirtió en un bezoar que Evedhiel agarró del suelo como acto reflejo y casi sin respirar lo metió en su boca y tragó, con la intención de curarse casi instantáneamente del veneno que había estado ponzoñando su cuerpo. El gesto de su adversario era sereno, y dentro de la mente de la chica lo había intentado matar mil y una vez, todas ellas de manera poco exitosa; La elección de su próximo hechizo podría guiar la siguiente acción del mago, así que finalmente decidió que la mejor defensa, era intentar un mejor aún ataque, así que no demoró en su siguiente hechizo. -Morphos- susurró de nuevo, esta vez apuntando a la pesada cadena de metal que se encontraba a medio metro de la chica, que tomó la forma de un Pitbull al que con acto rabioso saltó sobre Near obedeciendo la única orden de Evedhiel: Atacar a su contrincante. -... De hecho, estoy demasiado ocupada eligiendo recompensas memorables... tu varita, quizás? mmm me han dicho que tienes un tigre, Nelliot- dijo la chica, y le guiñó un ojo a Near. Por alguna razón lejos de aumentar su desagrado por el mago, el ingenio de sus hechizos y la necesidad de la chica de responder a ellos de manera eficaz había apaciguado su gesto con respecto a él, y la idea de desvelarle su nombre no se le antojaba tan horrible. Pero eso Near no lo sabía. @@Near
  25. Ante ojos inexpertos, y gracias a la habilidad de Near, el intercambio de hechizos sobre una de las torres del puente no parecía ser más que pequeños fuegos artificiales que pasaban desapercibidos en el concurrido cielo nocturno de Londres. La realidad es que sobre aquellos edificios, ambos magos parecían estar midiéndose entre miradas, y vaticinando el siguiente movimiento del adversario. La media sonrisa dibujada en el rostro de Evedhiel ante la visión de Near envuelto por la serpiente e impactado por sus medias lunas duró poco. 3 minutos exactamente; el tiempo justo para sentir el picotazo de los tentáculos del Morphos conjurado por Near alrededor de su pecho y estómago. El gesto alegre pasó entonces a dolor y finalmente ira en sus ojos. -Woa!- exclamó la chica cuando se recuperó del dolor al visualizar su camiseta en el suelo mientras se acercaba un poco más a Near, hasta estar approximadamente a unos dos metros del chico-Si tanto te gustaba solo tendrías que haberla pedido- Recogió la camiseta del suelo y la lanzó a su adversario, en gesto de burla. La chaqueta aún le cubría los brazos y el color violeta satín de su ahora a la vista sujetador resaltaba de su piel enrojecida por las picaduras en su abdomen y pecho. -Expelliarmus- dijo la chica, dirigiendo el rayo hacia la mano en la que Near empuñaba su varita con el objetivo de desprenderla de su mano. Acto seguido, y sin perder mucho tiempo la bruja volvió a mover su varita aunque de nuevo de sus labios no salió ninguna palabra. pero en su mente había conjurado un Embrujo punzante con el objetivo de desconfigurar el rostro de su adversario dificultando la visión en su próximo hechizo. -Quizás y con esto te parezcas un poco más a ella. O no... miterio.- dijo cuando el rayo salió de su varita. La leve brisa que ondulaba la bandera sobre la torre mecía la chaqueta de la chica. El viento amainaba un poco el escozor y dolor de las picaduras, pero la chica sabía que tenía que curarse cuanto antes.

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