Mefistófeles Evil.

El clima de local era agradable, fijándome bien si se habían hecho unos pocos cambios, pero en realidad detalles pequeños, la ubicación de las mesas, el mismo color de los asientos, antes eran esmeraldas, ahora eran carmín, pero seguía manteniendo su toque de clase. No pasaron muchos minutos cuando la vi, aquel efecto era increíble, era como si todo se iluminara en el lugar, a cada paso emanaba luz de su cuerpo, estaba algo perdida buscando a ver si alguien había llegado, no hice señal alguna, quería verla un momento más, disfrutar de aquel paisaje sin que ella se percatara de que lo hacía. Fueron unos cortos segundos que con la gracia de sus movimientos parecía que fueran en cámara lenta, hasta que me vio, estaba tan embelesado que no alcancé siquiera a ponerme de pie, se aproximó y me regaló un dulce y tibio beso en los labios para luego sentarse frente a mí. Estaba por responder su pregunta cuando Moira llego con mi bebida, se vio algo sorprendida ante la presencia y no sé si por el saludo de la castaña, tomó su pedido y se retiró, todo esto no pasó desapercibido por mi bella amante. -Tranquila, no pasa nada, conozco a la chica hace mucho tiempo atrás...-sonreí para luego continuar con una breve explicación...-La dueña de este lugar, fue mi pareja por muchos años, es hermana de Ludwig, prácticamente yo ayudé a idear este lugar y es por ello que me conoce...- Sin tener planeado, cosas de mi pasado salieron a flote, ella sabía que había tenido parejas en el mundo mágico, pero nunca supo quienes, no sabía si conocía a Mónica o no, pero de a poco mi pasado iba siendo presentado a mi pequeña castaña de ojos verdes. @ Mica Gryffindor @ Ludwig Malfoy

Me di cuenta a lo que pasaba el tiempo con ella, en esa precisa noche eran otras sus prioridades y yo no me encontraba en ellas, estaba preocupada por su amigo, de pronto aquel sentimiento de ira que tenía por los celos al estar cerca de Lud, pasaron a algo muy parecido a la ternura, el ver a alguien pendiente de esa manera por la persona que estimas era algo que admiraba y valoraba. De pronto se puso de pie, para mi pesar el trago que medía nuestro tiempo juntos se había agotado, no sabía a quién odiar más en ese momento, si al licor, si a ella por dejarme, si a Lud por ser la causa de que se vaya o a mí, por sentirme como me siento al ver que su partida era algo inminente. Me levanté junto con ella y el momento en que se acercaba a despedirse con un beso, me adelanté yo aferrándola fuertemente hacia mi cuerpo y dándole un beso tan apasionado que seguro me iba a sentir en sus labios por mucho tiempo. Con mis ojos cerrados para agudizar todos mis sentidos, quería de igual manera grabarme el sabor de su boca, el calor de su lengua entrelazándose con la mía, lentamente abrí mis ojos para verla, que bella que es mi castaña, acaricié su cabello acomodándolo en su lugar, mi cuerpo estaba tan acostumbrado al suyo que al separarme de su boca sentí que una gran parte de mí se quedaba en ella. -No quiero que te vayas...- más que una orden, sonó como un ruego, un pedido, la quería conmigo mucho más tiempo...-quédate conmigo...- Sabía que era un intento difícil, casi imposible porque se quedara, pero era su decisión, la esperanza era lo último que pedía. @ Mica Gryffindor

El sitio de reunión fue algo que trajo demasiados recuerdos a mi mente, recordaba la historia de aquel lugar desde antes de su inauguración como su dueña me comentaba una y otra vez sus ideas con respecto al lugar, el estilo, los detalles, no necesitaba haber ido muchas veces a ese local para conocerlo prácticamente de pies a cabeza, lo sentía mío, aunque sabía perfectamente que no lo era. El Atrium Stratus era un gran bar restaurant, como servicio de hospedaje, quise visitarlo algunas veces cuando llegué al mundo mágico, antes de conversar con Mónica y Emma que regresaba a quedarme por un buen tiempo, pero todo quedó ahí en espera, conversaciones y planes, mi vida era algo inconstante y cambiante, no sé si fue lo mejor pero ahora estaba embarcado en una nueva y hermosa aventura. Era el primero en llegar a la cita, más que una reunión de trabajo la sentía como una salida de amigos, Lud y Mica estaba demasiado atareados con todas las responsabilidades que acarreaba dirigir un ministerio, yo con mi departamento estaba lleno de papeles y trámites, no quería ni imaginarme estar prácticamente a cargo de todo. Busqué una mesa en la cual estemos cómodos los tres mientras lo hacía una rubia se me acercó: - ¿Le puedo ayudar en algo señor Mefistófeles? - Era Moira, la recepcionista del lugar, la conocía desde hace muchos años atrás, prácticamente está desde que se inauguró el lugar. -Querida que gusto verte, pensé que ya no trabajabas por acá y menos que me ibas a reconocer...- le dejé sonriendo mientras saludaba con un beso en la mejilla rompiendo todo protocolo. -Es un gusto atenderle señor, como le puedo ayudar?... Miré de un lado a otro buscando un lugar donde nos podría ubicar, pero seguramente ella tenía mejores ideas de ubicación después de conocer el lugar por tantos años. -Necesito una mesa para tres, lo más discreta posible, pero tampoco algo demasiado privado, es una reunión de amigos, no hay nada secreto que tratar...- Ella entendió perfectamente lo que necesitaba y me tomó del brazo para que la acompañara con un giño de ojo cómplice. Era una mesa que estaba con la ventana a la calle, pero en un lugar donde podíamos estar tranquilos. -Este lugar es el mejor señor, ¿desea algo de beber mientras espera, su escoses seco tal vez? ...- Me senté en una de las sillas de espaldares y asientos cómodos de color rojo y la mesa pequeña y redonda con un mantel blanco impecable con un pequeño florero en el centro del cual nacía una rosa roja intensa. -Muchas gracias Moira...- Se alejó de inmediato mientras miraba el lugar y también hacia la calle, esperaba que estén por llegar, toda la noche pintaba a ser más que entretenida, y mucho mejor si era con amigos. @ Ludwig Malfoy @ Mica Gryffindor

Casilla 3 Llegue un punto en que estaba cansado de todo, ya estaba aburrido de pruebas, dados y demás, quería que esto termine de una vez, lo único positivo de todo esto era que estaba junto a personas que apreciaba y no habíamos compartido hace mucho tiempo, la ocupaciones, las distintas relaciones que teníamos no habían alejado un poco, pero no me parecía justa la forma y el lugar de reunión, no habíamos charlada nada con respecto a nuestras vidas, al contrario hablábamos de cómo salvar nuestras vidas. Una buena decisión de Malum nos logró llevar por buen camino, sin sobresaltos, pero mi paciencia se estaba empezando a acabar, no podía estar toda la vida metido en este juego, algo había que hacer, nuevamente la Luxure lanzo los dados, esperando que tengamos buena fortuna, parecía que un número nos había estado siguiendo toda la jornada. Casilla 4 Iba a tener pesadillas con ese número, avanzamos muy poco, pero a fin del al cabo se avanzó, ahora tocaba una nueva prueba, nuevamente los dados, esta vez tomé yo la iniciativa, quería ver si la diosa fortuna me favorecía esta vez, mala suerte en el juego buena en el amor se dice comúnmente, maldecía ser tan afortunado en el amor esta vez ya que necesitaba los números exactos para salir de esta tortura. Había una condición, poseer un libro "Grimorio de Ravenclaw" no tenía ni idea de que era ese objeto, regresé a ver a todos mis acompañantes y pregunté: - ¿Alguien que tenga el libro "Grimorio de Ravenclaw”? ...-tenía miedo de que no exista alguien con ese tomo que necesitábamos, ya que sino las posibilidades de obtener el número que necesitábamos era más complicada. Malum y Darla levantaron la mano automáticamente confirmando que poseían ese ejemplar, al menos por ese lado la suerte nos acompañaba, así que tomé el dado, lo agité en mi mano, todos formamos un circulo para ver que numero sería el que necesitábamos y los tiré en medio de nosotros, definitivamente no era mi día. La suerte no estaba de mi lado y por añadidura, con todos.

Sus inquietudes con respecto a las palabras que le dije me hicieron suponer que el mensaje estaba entregado, lo más probable es que a ella jamás le haga daño, aquello casi era una certeza pero nada me impide a hacerlo a lo que está a su alrededor, pero mi forma de operar es más sutil que amenazante, trabajo en base a las circunstancias, el efecto mariposa siempre fue mi aliada, solo tenía que mover un par de hilos para que todo se convierta en una hecatombe, esperemos no llegar a esas instancias. -Yo nunca amenazo mi vida, ten en cuenta eso, solo al igual que tú, yo también tengo mis formas de "jugar"...- Le sonreí y le besé en la mano, en verdad quería demasiado a esta mortal, un sentimiento nuevo me estaba invadiendo por completo, pero tenía que manejarme con cuidado porque en esta aventura viajábamos dos, de la mano, no quería adelantarme, pero estaba casi completamente seguro que ella sentía lo mismo, solo que era muy probable que no lo entienda o no lo quiera aceptar, al menos eso creía yo, era una manera de creer que las cosas eran parejas, pero, ¿en verdad era así? - ¿Locuras? -...le pregunte algo asombrado...-apenas estamos rozando los bordes de todo lo loco que podemos hacer en este mundo, recién estamos asomándonos a la madriguera del conejo, así que dime mi querida Alicia ¿quieres ver que tan profunda es la madriguera? - @ Mica Gryffindor

Inicio El haber salido de ese infierno fue un gran alivio, si yo sabré de infiernos, la verdad es que los he disfrutado desde lejos y era la primera vez que vivía uno en carne propia, la experiencia fue enriquecedora para mí, sobre todo para entender un poco más a los mortales y sus miedos, va a ser demasiado útil para todas las ideas que tengo en mente, pero la cosa es que por fin nos encontrábamos fuera de aquel lugar. Para mí el aire cambió fuera de ese laberinto, lo único que pensaba era irme lo más pronto posible de aquel lugar, dedicarme a mis asuntos pendientes, al recordar todo aquello sonreí, ya había vuelto ser egoísta y vanidoso que tanto apreciaba en mí, pero definitivamente uno no siempre puede hacer lo que desea ya que la diosa destino tiene preparado situaciones que hace la vida algo más interesante Un hombre llamó a Darla y atrajo la atención de todos, no se veía del todo confiable, pero quien era yo para juzgar, lo único que quería era irme y para ello tenía que hacerlo con todos, así que hice lo lógico y simplemente los seguí, siempre pensando en el siguiente paso, después de la última experiencia lo que menos quería es estar encerrado en otra situación similar. -Comparto lo que dice mi preciosa sobrina, al mal paso darle prisa, para bien o para mal estamos cerca de salir de acá...-la verdad no tenía ni idea de lo que iba a pasar, pero quietos sin movernos no íbamos a hacer nada, ese desconocido por lo pronto era la solución lógica. Darla era más precavida, siempre tenía la costumbre de pensar lo peor de la gente y en verdad tiene toda la razón del mundo, la diferencia es que ella los mataba y yo los utilizaba para que siempre todo se haga a mi favor, ambas salidas muy agradables pero la mía era más diplomática. -La idea es estar juntos como lo hemos hecho, se supone que los que estamos acá a más de familia somos amigos, si actuamos como tal no habrá reto que juntos no podamos resolver, así que avanti...-

Ella tenía las mismas ganas que yo tenía por pasar la noche juntos, pero creo que su lealtad de amiga estaba sobre cualquier cosa, a menos hasta el momento, quien sabe presionando los puntos adecuados pueda nublar su juicio y hacerle olvidar de todo lo demás, tratar del centro de sus decisiones y sé que lo voy a lograr, ser siempre el norte de su brújula. De pronto trató de despertar nuevamente mis celos, no me agradó para nada el comentario de que iría a compartir la cama con Lud, esa opresión en el pecho, ¿qué poder tienen esta mortal sobre mí?, puede cambiar mi estado de animo de un segundo a otro, como una montaña rusa de emociones. Me aproximé a ella y casi susurrando en sus labios le dije: -No deberías jugar conmigo, no tienes idea en lo que me convierto cuando me molesto preciosa...-le di un delicado beso y me separé despacio sin dejarla de ver a los ojos, sin siquiera pestañar...-si crees que soy bueno en tu cama no tienes idea lo bueno que soy para ser cruel...- No pude evitar y nuevamente ataqué sus labios, necesitaba que mi lengua se encuentre con la suya y que se fundan en un enorme abrazo, no podía creer que los celos me excitaran de tal manera. -No te imaginas cuanto te estoy llegando a querer, me vuelves loco...- @ Mica Gryffindor

Ficha de reporte:Motivo de lanzamiento (si es el diario, con fecha): Finalización de mazmorra tirada 2 Resultado del dado: 2, 6, 4, 2, 3, 1 = 18 Premio obtenido: 18. Sigue intentándolo 😒

Motivo: tirada por finalizar una mazmorra 1 Resultado: 22 (1,3,4,5,6,4) Premio: cristal de enara

Me levante mi silla y me estiré un poco, era muy probable que aquella noche entre en acción y estaba algo oxidado, no había tenido que utilizar mi varita en mucho tiempo, tengo métodos de lastimar más letales que una varita, pero esta vez estaba seguro que la iba a necesitar, esto sería unos todos contra todos y la muerte nos podía asechar en cada esquina incluso del mismo ministerio por lo que me tenía que rodear de gente de mucha confianza. No tardó mucho en llegar la respuesta de mi pequeña castaña, se encontraba en el despacho del ministro con Lud y quería que esté junto a ella, eso me motivó para que tome la leva de mi terno y me apresuré a salir de mi oficina con rumbo a donde ella se encontraba. Saque mi varita, tenía que estar preparado para cualquier cosa que se presente, prácticamente estábamos en guerra y no sería nada raro encontrarme con alguien que no me quiera con vida dentro de los pasillos, así que durante el trayecto iba tranquilo, pero con los cinco sentidos puestos por cualquier eventualidad que se presentara, ojalá alguien me dé el gusto. Crucé la sala de espera y llegué a la puerta del despacho de Lud, sabía que estaba Mica dentro con él y la verdad no me quería topar con la misma sorpresa de la última vez en la mansión, por lo que decidí golpear la puerta tres veces para anunciarme y luego pasar. -Permiso señor Ministro...-había una excelente relación con Ludwig, podía tutearlo si quería, pero en el trabajo me gustaba ser algo formal. Luego vi a la Gryffindor, tan hermosa como siempre, se veía preocupada, pero me encantó verla sonreír al verme entrar, me dirán loco, pero su sonrisa iluminó un poco aquella oficina, me acerqué a ella. -Hola señorita Gryffindor...-le di un delicado beso en la mejilla pero rosando la comisura de sus labios y sonriendo ante tan fingida formalidad...-acá me tienen, les comento que toda forma de transporte, dentro del Ministerio, están restringidas, nadie, absolutamente nadie, puede ingresar o salir del Ministerio sea con aparición, polvos flu y demás formas de transporte conocidas tanto por la Orden como por Mortífagos, solo usted señor Ministro puede hacerlo, pero bajo una condición de protección especial...-le dije sonriendo porque sabía que en un impulso podría salir por algo o por alguien...-solo si la vida del Ministro estuviera en peligro de muerte inminente se eliminará las restricciones para usted...- Sospechaba que no era lo que seguramente él deseaba, apuesto que quisiera estar fuera, como todos tratando de matar a lo que se mueva, pero el privarte de ciertos placeres era el costo de ser Ministro de Magia. @ Mica Gryffindor @ Ludwig Malfoy

Oficina de Transportes - Noche de la Expiación El Gran día había llegado, me encontraba sentado en frente de mi escritorio, recargado sobre el espaldar de mi silla con los dedos de mis manos cruzados sobre el escritorio, sonreía viendo el reloj de mi pared, aquel tic tac que marcaba el inexorable paso del tiempo, faltaban minutos nada más para que el caos y la anarquía se apoderen de la ciudad, todo salía de acuerdo a lo planeado. Me ponía a pensar en la cantidad de almas que sin necesidad de negociar estará prestas para mí, que gran botín el que se venía y sin planificarlo del todo, solo esperaba que no sean almas conocidas las que tenga que llevar, aunque había otras que seguramente disfrutaré en llevarlas a mi lugar especial en el mundo, a mi otro "trabajo". El segundero me torturaba, parecía que después de cada segundo, retrocedía dos, esta era la versión de mi navidad personal, donde los pecados capitales salían a bailar y bajo la protección de la ley, esa era la cereza del pastel. Ahora bien, aunque no era tanto mi trabajo tenía que preocuparme de la seguridad del Ministro, no podía permitir que la sociedad quede en acefalía, esa alma, esa alma tan valiosa tendría su tiempo, pero por lo pronto no era el momento. La imagen de ella vino a mi mente, la de mi pequeña castaña, era otra de las almas que me preocupaban, seguramente estaría cerca de Lud, con ello podría estar pendiente de los dos, tomé un pergamino e hice un memo interdepartamental para Mica. -Estimada Mica: La hora ha llegado, estoy en mi oficina, dime donde nos vemos para acompañar a Ludwig, te quiero cerca. Besos. Mefistófeles...- El pergamino tomó la forma de un avión de papel y salió hacia donde se encontraba la Gryffindor, mientras se alejaba aquel sonido que tanto esperaba se daba, el gong de las siete campanadas anunciando el inicio de la hora cero. -Que empiece el juego...- @ Mica Gryffindor @ Ludwig Malfoy

Casilla 26 Había momentos en los que parecía que perdía la esperanza de salir de aquel lugar, nada funcionaba, y de a poco todos empezábamos a sentir la claustrofobia, el ver que no salíamos del mismo lugar, que cada vez que parecía que avanzábamos resultaba que dábamos pasos hacia atrás, la fe se iba agotando, pero tenía que mantenerme firme, no solo por mí sino por todos los que ahí nos encontrábamos. Ada se aproximó y me abrazó, eso me dio algo más de fuerza, me inyectó vitalidad como para poder luchar y seguir adelante, no decaer, a aquella niña la quería demasiado, además ahí se encontraba mi Luna, mi pequeña que también la veía que perdía las esperanzas. De pronto todo inició a ponerse feo, la locura se apoderaba de la mente todos, el aire se hacía irrespirable, parecía que las paredes se venían sobre nosotros y de pronto, nos empezamos a atacar entre nosotros. Darla inició la pequeña guerra para luego seguirle Luna, hechizos volaban de un lado a otro, impactando en paredes, en nosotros mismos, casi fui alcanzado por uno de los hechizos de la Potter pero la verdad es que estábamos tan perdidos y desorientados que así aun quisiéramos no lograríamos hacernos daño. -Por favor, tratemos de calmarnos, si seguimos así nos vamos a matar entre nosotros...-abrazaba con fuerza a Ada, ella temblaba, estaba en extremo asustada...-Tu Luna por favor guarda esa varita que nadie va a hacer daño a nadie...-reprendí fuertemente a mi hija, con la intención que reaccionara. Dejé un momento a mi sobrina y fui rumbo a Darla, ella se encontraba perdida en su delirio, la tome fuerte mente en los brazos e hice que me mirará a los ojos tratando de que salga de su limbo y sin pensarlo dos veces me acerqué a sus labios y le di un beso corto pero intenso. -No soy un príncipe azul, pero espero que esto pueda ayudarte a reaccionar...-le dije sonriendo si soltarla, sin dejar de ver sus ojos, jugaba con fuego porque si no lo tomaba a bien seguro sería víctima de muchas maldiciones, pero al menos la sacaría de ese trance, seguro valdrá la pena.

Casilla 27 Todo los que nos encontrábamos dentro de ese lugar estábamos siendo afectados directamente, nuestros sentimientos estaban desbordados y prácticamente quedábamos desconectados entre nosotros, a veces no sabía si nos escuchábamos entre sí, los sentía perdidos en un bucle temporal, afectados por sensaciones encontradas y magnificadas, incluso yo me sentía con algo de impotencia y con remordimientos, cosa que jamás había sentido y la verdad no quería que aquello se vuelva a repetir Ada se encontraba a mi lado al igual de Darla, Luna estaba por un lado y Malum siempre de la mano de Eterno, eran una pareja inseparable, era interesante como se apoyaban entre ellos, de pronto no tenían el problema que entre el resto del grupo teníamos ya que su conexión en verdad era poderosa. Recuerdos de presente, pasado y futuro se estrellaban en mi cabeza, nuevos y viejos amores, mis hijos a los cuales poco veía entre ellos lo que tenía con Malum, Alex y Damián, sobre todo con mi hijo mayor, hace un tiempo tuve la oportunidad de hablar con él y simplemente lo ignoré, tal vez lo que buscaba era el cariño de su padre y simplemente le di la espalda. -Malum, quiero disculparme contigo y sobre todo con mi hijo Alex...-le dije desde donde me encontraba...-cuando salgamos de acá quisiera hablar con él y disculparme del mal padre que he sido, esperar que me perdone y si desea y se puede recuperar el tiempo perdido...- Era sincero, seguramente era la magia que había en aquel lugar la que hablaba, pero definitivamente me parecía excelente idea tender lazos con mi sangre dentro del mundo mágico. -Damián se encuentra bien, también de eso debo disculparme, seguramente tu necesitas saber de él, son muchos años que ha pasado conmigo, podemos preparar una reunión para que todos nos podamos reunir, estaríamos todos los presentes, la verdad es que a todos los que estamos acá los considero como familia…- Odiaba aquel lugar, me sentía vulnerable.

Su brindis me encantó, la mezcla de fuego y y aire que mi bella amante infirió, me pareció perfecta, así como nuestra relación al menos para mí, en todos los campos congeniábamos y eso me encantaba, sexual, profesional, personal, yo creo que siempre estuve esperando la llegada de alguien como ella, estaba seguro que por algún lado debe existir alguna profecía en la que llegaría una mujer que haga que se enamore el príncipe de las tinieblas, estaba seguro que debe estar escrito en algún lugar, tarde o temprano estaba seguro que toparé con él La segunda parte de su brindis, con respecto a que el tiempo que tenía con ella sería igual al que dure el licor en su vaso. Estuve tentado a sacar mi varita y sin que ella se dé cuenta, lanzar un hechizo para que nunca se secara su copa, pero quería que toda nuestra relación no sea jamás forzada, que todo fluya como tiene que fluir, sin atajos, como ha sido hasta ahora. -La verdad es que disfrutas el hecho de que haya sentido celos por ti...-le dije sonriendo con suficiencia...-creo que el tema en vez de molestarte te excita...- Aprete su mano a esa insinuación, hubo un instante en que me imaginé lanzándome sobre ella como zorro a su presa y tomarla sobre esa mesa, en ese momento, sin importarme nada, sus labios me gritaban un beso así que me acerqué despacio sin resistirme a esa roja tentación y le di un delicado beso, introduciendo suavemente mi lengua y separándome de nuevo para volver a mi puesto. -Me encantaría tenerte esta noche en mi cama...-le dije con toda sinceridad...-pasamos juntos unos minutos en el baño, solo quiero que imagines todo lo que te puedo hacer durante toda la noche...- Sabía que el compromiso con su amigo era demasiado fuerte, de todos modos quería que tenga claro la perversa noche que le estaba ofreciendo y se la estaba perdiendo. @ Mica Gryffindor

Le sentí un poco incomoda a Mica luego de la propuesta de reunirnos un momento de estos con Lud, para conocernos un poco más desde el lado personal ya que desde el lado profesional teníamos mucha cosa en común, ahora se sumaba a eso el cariño que sentíamos por la castaña, solo esperaba que sea de un modo diferente. No pude dejar de pensar que la reacción de la Gryffindor con respecto a reunirnos con el Ministro, traté de alejar la cantidad de absurdas ideas que tenía en mi cabeza, pero luego alejé los fantasmas de mente y dejar que todas las ideas se aclaren el momento en que la reunión que estábamos pactando en ese momento se dé. La vasos llenos de licor llegaron a nuestra mesa tomé mi vaso y le sonreí, coloqué mi mano libre sobre la de ella con delicadeza, acariciaba su dorso con suavidad, me perdía en el verde de sus ojos, aquella mujer rayaba en la perfección. -Quiero que esta vez hagas tú el brindis...-le dije levantado ceremonialmente mi vaso, en ningún momento me separaba de su mirada. Quería alargar lo más que podía los pocos instantes que nos quedaban, me dolía mucho separarme de ella y sobre todo el no poder pasar la noche con ella y despertar para encontrarla a mi lado, solo esperaba que el dios del tiempo detenga las manecillas de los relojes para que estos minutos sean eternos. @ Mica Gryffindor

A pesar de haber poca gente habían miradas inquisidoras por doquier, no me importaba, aquello elevaba mi ego, prácticamente todos los presente ahí sabían que aquella bella dama que me acompañaba había sido mía, a pesar de ser un grupo limitado de personas, aquello de una manera muy extraña me hacía sentir poder, es curioso las distintas formas en las cuales un ser puede sentirse poderoso, ella para mí era uno de los más grandes motivos. Nos acercamos a una de las mesas vacías que se encontraban en el lugar y restiré una de las sillas para que mi amante se siente en ella, le ayude a acomodarse en ella aproximándola un poco a la mesa y luego me senté al frente de la castaña, la verdad es que yo no tenía ningún apuro, pero al parecer ella si por regresa a ver a su amigo que tenía el corazón roto, me sentía egoísta en retenerla en vez de darle la oportunidad de ir rápido donde Lud, pero el sentimiento no era de culpa, al contrarío esa sensación egoísta me encantaba. -Me gusta la idea de reunirnos algún momento, se del cariño que le tienes y me imagino que para ser digno de él, Ludwig debe ser una persona maravillosa también, he tratado un poco con él...-le dije con sinceridad, quería conocer un poco a las personas que formaban parte de su vida, compartir más cosas de las que ya compartíamos, quería tratar de estar más presente en todos los aspectos de su vida. El elfo se nos aproximó, no sabía si se encontraba entre los tantos que estaban fuera del baño pero por su mirada inquisidora creo que si, sonreí sarcásticamente a la horrible criatura listo para pedir mi orden. -Hola pequeño amigos, por favor para mí el mismo vaso que tenía y usted mi vida, ¿qué desea?...- la pregunta iba cargado de todo el doble sentido posible, pero a pedido de ellas solo íbamos a tomar un par de tragos, esperaba que aquellos vasos sean lo suficientemente grandes como para retenerla toda la noche. @ Mica Gryffindor

Ficha de Reporte Motivo de lanzamiento (si es el diario, con fecha): Lanzamiento Diario: 05/11/2022Resultado del dado: 25 (4, 3, 6, 4, 5, 3)Premio obtenido: 1 Esencia de Uro

Casilla 27 Aquel lugar poco a poco me estaba dejando de agradar, jugaba con sentimientos que yo provocaba, más nunca los había sentido, no me había preocupado de ellos, deseo, deliro y desespero eran herramientas de mi trabajo y ahora se volvían contra mí, a pesar de ello sentía que tenía algo más de control que mis compañeros debido a mi propia naturaleza, pero sí que me afectaban, el pecho me oprimía. Veía como avanzábamos y parecía que la salida de aquel infierno estaba cerca, a punto de tocar esa puerta de salida, esta vez pedí la oportunidad de ver si tenía mejor suerte con los dados, la cosa era que quería salir de ahí lo antes posible. -Déjenme intentar a mí por favor, he estado detrás de ustedes y quiero aportar, esta vez el dado es mío...- Miré a Malum y ella a su vez miró a Luna quien me pasó el dado, respiré profundamente y empecé a agitarlo con mi mano derecha, soplé en él apretándolo en mi piño y lo tiré sobre el piso, ahora era solo cuestión que la diosa fortuna nos dé un pequeño empujón. Maldije me mala espalda, solo un punto negro me miraba fijamente en medio de una cara blanca de aquel dado, era el numero uno (1). Casilla 28 retrocede a casilla 27 Aquel lugar me había dejado de agradar, aquellos sentimientos que yo solía provocar se estaban volviendo en mi contra, tenía que tomar el control de la situación esta vez y mirando a Malum y a Luna, decidí a ser yo el que lancé los dados. -Déjenme intentar a mí por favor, he estado detrás de ustedes y quiero aportar, esta vez el dado es mío...-de pronto sentí algo extraño antes de realizar el lance, sentía un pequeño deja vu en todo lo que estaba pasando, sonreí y los miré a todos y empezando a reír con más fuerza me senté en el piso con el dado en la mano...-Amigos, estamos atrapados en un bucle de tiempo, estamos repitiendo lo mismo y lo mismo por varias veces, la verdad es que recién caí en cuenta en eso, la verdad es que no sé cuántas veces lo habremos repetido y que tiempo estamos atrapados acá...- Teníamos que ver la manera de romper aquel hechizo, teníamos más que nunca que trabajar en equipo, juntos sería mucho más sencillo, saldríamos de esta, estaba seguro de ello.

La advertencia estaba dada, no sabía si había tenido experiencia con demonios, no habíamos conversado sobre el tema, pero el tema es que yo no era cualquier demonio, eso también lo irá descubriendo con el paso de tiempo, mientras me vaya conociendo más a fondo, aunque por lo visto habían aspectos en mi vida que ni yo mismo lo sabía. -Soy fuego mi vida eso debes saberlo, si lo sabes manejar te puede abrigar, te puede iluminar...-le di un pequeño beso en sus labios debolviendo la mordida que me dió...-divierterte mi vida, disfrutame que yo haré lo mismo contigo pero te mucho cuidado mi amor, no quiero que te quemes y peor aún que nos consumamos los dos...- La gente fuera del baño hacía intentos por ingresar, parecía que la curiosidad, a más de la necesidad de ocupar el sitio, lo cual en verdad en vez de preocuparme más bien me daba gracia, tal vez todo esto llegará a oídos de mi sobrina, eso si no es de las personas que están fuera tratando de entrar. La idea del trago con la castaña una excelente idea, al menos por unos segundos, claro, eso siempre y cuando aún seamos bienvenidos. -Creo que podemos tomar un par de tragos y conversar un poco más preciosa...-tome una de sus manos dando un delicado beso en el dorso...-y dejando los celos a un lado, me gustaría acompañarte a hablar con Ludwig, a pesar que hace unas horas quería ser el autor material e intelectual de un magnicidio, le tengo un alta estima y me gustaría poder ayudar, de pronto mi punto de vista puede ser apreciado...- El hechizo estaba roto por lo que me apresuré por tomarla de mano y salir ante la mirada un par de magos que no he tenido el gusto de conocer, sonreí al verlos con sus rostros entre miedo y asombro. -Yo de ustedes no me lavaría las manos ahí...-dije bromeando señalando uno de los lavabos y tiré de sus manos mientras me reía mientras dejábamos el lugar. @ Mica Gryffindor

Ficha de reporte:Motivo de lanzamiento (si es el diario, con fecha): 04/11/2022 Resultado del dado: 21 (4, 3, 1, 3, 5, 5)Premio obtenido: 3000 G

Aun mis piernas temblaban después de todo el esfuerzo puesto en aquellos momentos, la verdad pasado unos minutos me di cuenta que me había excedido, ella era una mortal, y por más cuidado que quise poner en cada incursión a su cuerpo a veces y sobre todo cuando el clímax llega a punto máximo, pienso que esta vez fui algo egoísta y no pensé en ella, tal vez era por la ira interna que aún tenía . La miré, tal vez queriendo justificar en algo mi culpa, como queriéndome torturar más a mí mismo, pero encontré todo lo contario a lo que esperaba, un rostro radiante, sabía que había dolor pero su sonrisa iluminaba todo a mi alrededor, entonces mi tristeza inicial pasó a alimentarme el ego y también el corazón porque por alguna extraña razón la felicidad de la mortal me hacía feliz a mí también y eso no estaba calculado. -Si es que escucharon lo más seguro es que sabían perfectamente que estábamos haciendo...-le sonreí mientras se alejaba para mi pesar con rumbo a su vestido que para coincidencia había quedado en el mismo lugar de la primera vez...-seguramente nos preguntarán que tomamos para ellos poder replicar en casa...-no me observaba pero estaba seguro que en todo momento no dejé de sonreír. Comentó algo respecto a los celos, por unos segundos, reviví aquel momento, pero ahora desde otro punto de vista, me estaba conociendo desde ese punto y si bien me gustaba jugar con las almas, sería muy interesante experimentar con la mía. -No deberías jugar con los estados de ánimo de un demonio, es como jugar a la ouija, nunca sabes que espíritu es el que entenderá el llamado, esperemos que la próxima, si es que la hay no te encuentres con la peor parte de mi...- En ningún momento dejé de sonreír y las palabras las expresé de una manera que no sonase a amenaza sino más bien como una llave de conocimiento, no sabía si ella había tenido alguna vez tratos con seres como yo, la diferencia es que jamás ha tratado conmigo y en este campo hasta yo me estoy empezando a conocer, solo esperemos que todo salga bien, eso era lo que más deseaba, ¿qué será lo que ella desea?. @ Mica Gryffindor

Ficha de reporte: Motivo de lanzamiento: Voto RelatosResultado del dado: 29 (5, 6, 4, 6, 2, 6)Premio obtenido: 3000 Galeones

Su respuesta era todo lo que esperaba, no solo sentir lo que su cuerpo disfrutaba del contacto con el mío sino también el escuchar de sus labios que los disfrutaba tanto como yo, su piel ya era fuego, el lugar prácticamente era un sauna, la temperatura de nuestros cuerpos estaban a punto de ebullición y eso en vez de disminuir mi rendimiento me alentaba más a seguir con mayor rapidez y fuerza. Las voces fuera de aquel baño aumentaban no se si eso hacía que se vuelva más excitante, no sé si el hecho de que nos escucharan o el peligro de ser descubierto, aunque poco o nada me importaban lo que pensaran esos mortales llenos de envidia, a puesto que darían la mitad de sus vidas por tener la suerte que yo tengo de poseer el cuerpo de tan hermosa mujer. No pude evitarlo más, todos los escenarios conspiraron contra mi deseo de alargar más esta batalla que nuestros cuerpos luchaban, simplemente no me contuve más y simplemente deje que todo la pasión que sentía por ella la inundara, la llenara y con un grito ahogado apretando sus hombros toqué el cielo. Estaba tan agitado que era imposible articular palabras completas, los espejos se encontraban completamente empañados, solo quedaba el corazón y nuestras letras dentro de él, aunque también debido al calor comenzaban a desaparecer. -Creo que la gente de afuera no está muy contenta...- le dije sonriendo para despacio y con todo pesar desconectarme de su cuerpo, para luego voltearla y darle un gran y húmedo beso...-pero ¿crees que eso me importa?...- @ Mica Gryffindor

Casilla 14 Estaba experimentado algo que muy pocas veces había sentido, esa sensación de vacío, de soledad, a mi mente vinieron tantas cosas por las que en mi muy larga vida había pasado, las personas que lastimé, las personas que usé, pero aquello que antes era motivo de orgullo y que exaltaba mi vanidad, ahora provocaba una emoción no conocida y que definitivamente no me agradaba. Esa opresión en mi pecho, el sentirme incomodo ante las miradas de todos los que me rodeaban, la verdad es que a cada uno de los presentes de una u otra forma me he aprovechado de ellos, si bien mi intención siempre fue buena, nunca salí mal parado y dando gracias ninguno de ellos tampoco por mis acciones, pero me sentía mal que de alguna u otra manera me he aprovechado de esa amistad, ¿qué demonios me pasaba? ¿por qué pensaba eso? nunca aquello me había inquietado y sin embargo algo me obligaba a sentirme... ¿Mal? -Si Mefistófeles lo que tu sientes en este momento se llama "cargo de conciencia", estas cayendo en desesperanza por culpa de tus acciones...- Aquella voz, esa voz solo la escuchaba para empujarme a hacer lo que deseaba, pero esta vez se había vuelto mi enemiga, miré a Malum, a Luna, a Darla, a a Eterno y a Ada, y mis ojos se empezaron a nublar, algo extraño ocurría, no era normal, algo se tenía que hacer y era urgente o me convertiría en un charco de lágrimas y eso definitivamente no era normal, para mi no. Malum realizó un movimiento y de pronto aquel sentimiento empezó a disminuir, lo que había experimentado era nuevo y esperaba jamás volverlo a sentir, para ello tenía que seguir por el buen camino, sin dañar a nadie y pensar en otros antes que en mí. Sonreí con malicia, eso nunca, nunca pasara. -Gracias Malum querida, casi digo y hago cosas que definitivamente no van conmigo, ahora ¿qué debemos hacer? - Solo esperaba seguir adelante, ya quería que todo esto termine, no estaba dispuesto a experimentar más sentimientos cursis nunca más.