Mefistófeles Evil.

Lamento llegar un poco tarde pero los maledetos muggles no han dejado... @ Mica Gryffindor espero que hayas tenido un hermoso día mi pequeña castaña, que cumplas muchisimos años más, te quiero mucho...te envío un abrazo del tamaño de la galaxia, XOXO @ Ashura Lestrange Espero que la hayas pasado de maravilla y que des esta y muchas vueltas más al sol...un abrazo Saludos a todos. Mefis

Me estiré en aquella cama, sintiendo aún a ella recostada en mi pecho, quería que escuche mi extraño corazón el cual se alborotaba con el simple hecho de escuchar su voz, de tenerla cerca, estar a su lado para mí era para enloquecer todos mis sentidos, no quería irme de su lado, porque mi cuerpo la extrañaba cada segundo, poco apoco aquella pequeña castaña se estaba convirtiendo en parte vital de mi vida. -Pues de ser así, ahora entiendo mucho mejor a lo que se refiere el síndrome de Estocolmo...-sonreí un poco pero luego me di cuenta de lo que dije y no sabía si entendería entre líneas lo que estaba pasando conmigo y mis sentimientos hacia ella, había un pacto, pero no contaba con lo maravillosa que era. La verdad es que, si invadió en mi un poco de miedo, tenía que reconocerlo, miedo a que sea el único que quiera pasar aquella línea imaginaria que nos trazamos y simplemente al tratar de halarla a mi lado, no poderlo hacer provocando que se aleje de mí. Tenía que controlar un poco mis sentimientos, tratar de calmarme un poco, me lo había dejado muy en claro por lo que pasaba y que su corazón a pesar de prestármelo y de tener un lugar en él, no me pertenecía, solo esperaba que aquel tonto que es merecedor a tan enorme favor, no se dé cuenta y yo ir invadiendo más y más, sería algo difícil, pero la recompensa valía la pena el riesgo. -Quiero que tengas claro algo, mientras yo viva, nunca estarás sola…-apreté con fuerza mi mano izquierda y al abrir en la palma de mi mano se encontraba un dije... -Se llama el "Ojo de Abaddon", úsalo siempre y si algún momento me llegaras a necesitar solo tienes que apretarlo con tus manos y en un parpadear estaré a tu lado, solo te recuerda que es una reliquia muy poderosa de dónde vengo, de a poco sabrás que otras utilidades tiene, pero por lo pronto, si me quieres a tu lado ya sabes que hacer...- Aquel amuleto era muy preciado por muchos, pero muy pocos sabían su verdadera forma, así que estaba más seguro en su cuello que conmigo, mis ojos y mi corazón ahora estaban en sus manos. @ Mica Gryffindor

Mi cuerpo reaccionaba a cada una de sus caricias, me erizaba toda la piel solo con sentir cerca su respiración, estando juntos me sentí completo, solo esperaba que ella tenga la misma sensación de seguridad al momento de estar juntos, nuestra relación era algo que aún no tenía nombre y por lo pronto era mejor así, conocerse hasta no poder esconder nada más, tal cual es uno, aunque si me asustaba el que en algún momento vea de todo lo que soy capaz y la manera en que me suelo mover para lograr mis objetivos, ahora solo nos mostrábamos lo mejor de cada uno. -Esta noche y todas las que quieras, mientras yo respiré jamás te sentirás sola...-le dije entre suspiros, me sentía como un adolecente, al igual que nuestra relación no definía exactamente lo que sentía por ella, sabía que la quería, más que a nada en ese momento, pero los sentimientos tan intensos que acompañaban a ese querer, por lo pronto no necesitaba saberlo, solo disfrutarlo mientras podemos y mientras lo queramos. Aun la sentía su cuerpo latiendo en el mío y ya la extrañaba, con ella no había límites y nos adaptábamos al ritmo frenético del otro, definitivamente su cuerpo fue esculpido para tenerlo yo, seguramente tendrá o tendría muchos amantes, me aseguraré que ninguno le haga sentir todo lo que yo, a tal punto que a pesar que otro esté en su corazón, yo sea el dueño de su cuerpo, todo vendrá a su tiempo, la paciencia siempre ha sido mi fuerte. -Sabes que experimento algo hermoso siempre que estoy contigo y creo que te lo he dicho, es PAZ...-recalqué esa última palabra...-siento que eres un complemento perfecto cuando me encuentro contigo, por mí no saldría de tu cama nunca...- @ Mica Gryffindor

El beso que me regaló mi pequeña castaña bajó un poco más las tensiones, la verdad es que el tema de rumores y sobre todo de panfletos y pasquines no caía del todo bien al ministerio, pero algo se nos ocurriría, la verdad es que estaba casi seguro que no existía nada que con Mica no podamos resolver juntos, nos complementábamos muy bien y en todos los aspectos. Segundos después de aquella dolorosa tarea que es separarme de sus labios, escuchamos que golpearon la puerta para después hacer el ingreso Lud, con su semblante serio, parecía una roca por lo tenso que se encontraba, la verdad es que no caía nada bien esto. Se disculpó por el abrupto ingreso y nos indicó la carta que un elfo le acababa de llegar, cosas sin sentidos que seguramente era escrito por una mente enferma y desocupada, la verdad es que me causaba gracia porque todo hasta ese momento no tenía el menor sentido, ni pies ni cabeza, pero estaba logrando su objetivo y era que el ministro se sienta descolocado. Planteó sus dudas para luego aparecer Ada, mi querida sobrina, ella también estaba salpicada por la ola de chismes que estaban recorriendo el mundo mágico, también se encontraba preocupada, el "qué dirán" era algo que los humanos les incomodaba sobre manera. -Hola sobrina bella...-correspondí a su beso...-lástima que sean por estos temas que tengamos que vernos, pero me da mucho gusto saber de ti...- Luego miré al Ludwig y proseguí. -Primeramente ministro tiene que tomar las cosas de quien vienen, que es lo que quiero decir con esto, lo que recibimos son pasquines, documentos cobardes que no tienen ningún sustento realizados anónimamente por un desocupado...-personalmente me parecía que se estaba dando demasiada importancia...-y usted, con su cargo y todo lo que enviste, no puede rebajarse o siquiera pensar en reunirse o conversar con este tipo de personas, hágale saber que si quiere hablar con usted, que dé la cara y venga al ministerio que tiene las puertas abiertas, no se preste a caer en esos juegos, es mi criterio señor ministro...- Era los justo y necesario, de todos modos, cualquier decisión que tome el ministerio tendría mi apoyo y respaldo incondicional. @ Mica Gryffindor @ Ludwig Malfoy @ Ada Camille Dumbledore

¿Qué era lo que me pasaba con aquella mortal?, desde que la conocí nunca pude dar crédito a todas las sensaciones que me hace sentir, se me iba de control y eso en parte me asustaba, siempre he sido un ser calculador, buscando mi beneficio en cada cosa, sacar el máximo provecho de situaciones y personas, pero todo con ella era tan distinto, me entregaba por completo, sin dejar nada y lo que es más raro en mí, sin esperar nada solo el saber que ella estaba disfrutando, no tenía más placer que darle placer. Y ahí nos encontrábamos fundidos como agua del mismo rio, casi sin emitir palabra alguna, eran nuestros cuerpos los que hablaban con un solo testigo mudo que era su lecho, no quería cerrar los ojos, solo quería perderme en los suyos, verdes como una esmeralda contra el sol, sus pupilas dilatados, sus labios entre abiertos que solo eran cerrados cuando los míos arremetían, sintiendo como su corazón latía a ritmo frenético y mi mayor logro era saber que era yo quien lo provocaba. De pronto escuche aquellas dos palabras que no las esperaba, "te quiero", la sensación que provocó aquella frase en mi odio no sabría cómo explicarla, no tenía comparación, era nueva para mí, pero sentí que mi corazón se quería salir de mi pecho, eufórico y sobre todo lleno de ella, desbordado de emoción por mi pequeña castaña. -Yo también te quiero, no imaginas cuanto...-le fui sincero, ni yo sabía cuánto era todo lo que yo sentía por Mica Gryffindor. @ Mica Gryffindor

El ambiente se estaba caldeando un poco en la reunión, existían diferencias muy marcadas entre Mica y Darla, seguramente por los eventos recientemente ocurridos el cual pocos o todos los que estábamos en ese reunión conocíamos, seguramente desde diferentes puntos de vista, y el rose entre las dos damas empezó a hacerse mucho más evidente y trascendía de lo profesional a lo personal así que el Ministro zanjó el problema de una vez por todas apoyando a la Potter mientras siga formando parte del gabinete. La castaña se levantó y abandonó la sala, siempre la he apoyado en todo, pero en esta ocasión me apreció apresurada su salida ante el simple hecho de no sentirse respaldada por Ludwig, el ministro en ese momento estaba entre fuego cruzado y necesitaba el apoyo de todo su equipo, solo la miré irse y apreté el puño ya que deseaba detenerla, ya conversaría con ella. -Claro que es hermoso torturar a una persona atada, me imagino que te sentiste muy valiente...-dije con ironía a las palabras de Darla...-debería pensar bien en el renunciar, los miembros del gabinete tendremos inmunidad, si te vas puede que muchas personas quieran devolverte favores y solo tendrás a una bien organizada y unida Orden del Fénix para protegerte, porque si existe aún ese club ¿verdad?, suerte con ello...- Luego hablo Luna, la niña tenía una visión romántica de la vida la cual respetaba, pero no eran de utilidad para administrar una comunidad mágica, había que tener equilibrio, no solo ir pregonando paz y amor e ir vomitando arcoíris por el mundo, era de decisiones radicales, ahora bien, hasta en el caos debe haber cierto orden y eso era lo que quería que se asegure, no por mí, puedo defenderme muy bien solo, por la gobernabilidad del Ministerio. -La reunión de ahora por lo que entiendo señor Ministro es para organizar detalles para pulir el día y que las cosas no se salgan de control, no creí que fuese un debate sobre las decisiones que ya tomó, a menos que lo esté reconsiderando...- Sabia la determinación de Lud con respecto a sus decisiones, simplemente le di pie para que zanje cualquier otro intento de dar marcha atrás a lo ya planificado, era hora de aportes, no de trabas. @ Ludwig Malfoy @ Darla Potter Black @ Luna Gryffindor Delacour @ Mica Gryffindor @ noe_snape @ Mia Zoeh

Mientras conversábamos una misiva le llego a Mica, al abrirla pude observar los rasgos de la letra en ella confirmé que era del ministro, pensé que seguramente era algunas instrucciones con respecto a lo que ocurría, pero luego me di cuenta que era otro tema, no sé por qué pero sentí un pequeño vacío en el estómago que traté de no darle importancia, era un tema labora y nada más seguramente, además no tenía por qué sentirme de esa manera, había un acuerdo de por medio, así que traté de no darle la importancia a algo que seguramente no lo tenía y decidí dejar eso a un lado. -No es descabellado la idea de que sea alguien de la misma orden, muchas familias con las que nosotros tenemos vínculo e incluso estados se sentirán inseguros y eso se notará, delatándolos indirectamente y ser propensos a una investigación posterior, aunque les estoy dando demasiado crédito, no son tan metódicos e inteligentes como para siquiera pensarlo...-sonreí con mi propio comentario. Mis ojos no se apartaban de los de ella, preciosas esmeraldas que he tenido el gusto de disfrutarlos en todas sus facetas, esta laboral era una nueva, con responsabilidades y asuntos que tratar, pero no podía negarme los casi incontrolables deseos de comerla a besos en ese momento, cerré los ojos y sonriendo negué con la cabeza por todas esas imágenes mentales que pasaron por mi mente y que, por el momento, no se podrán cumplir. -Sería bueno que le escribas a Sagitas para conocer su opinión del asunto, ya que estos rumores nos pueden empañar como grupo también...-luego estiré un poco mi mano sobre la madera del escritorio para poder llegar a la suya y posarme suavemente sobre ella...-Tienes que prepararte mi pequeña castaña, esto recién empieza, pero no estás sola, nunca lo vas a estar sea parte del ministerio o no…- Apoyaría a mi amiga en lo que necesite, lo bueno es que la Gryffindor lo tenía claro, pero la situación teníamos que manejarla a tiempo antes de que esto se salga de las manos. @ Mica Gryffindor @ Ludwig Malfoy

La verdad es que, si me encontraba con algo de duda con respecto a que, si hice bien o mal en no haber ojeado un poco las páginas del Libro, de pronto se podía entender como falta de interés, pero este no era un libro cualquiera, como una novela o un libro de ciencias exactas, era uno demasiado subjetivo para el ojo de un lector no preparado, pero las palabras de mi instructor me tranquilizaron, no lo vio como un descuido sino como una decisión prudente. El momento del entrenamiento había llegado, empezó a hablarme del Anillo de Escucha y todas sus facultades, para luego colocarlo en mi mano, lo observé cada detalle del mismo, no se veía como algo que conlleve tanto poder, bastante común para ser sincero, pero eso es lo que me agradaba de ello, las personas siempre se fijaban con las apariencias, creen que el poder necesariamente tiene que estar rodeado de algo suntuoso que resalte, cuando es, al contrario. Me comentó de la desconfianza que tenían los lugareños con respecto a los forasteros, después de todo lo poco que me comentó que han pasado no podía esperar menos de eso, yo seguía absorto en el anillo, tratando de ver cada detalle del mismo. Me indicó que lo use mientras él averiguaba que acontecía ese día en el pueblo, por lo que entró a aquella vivienda en la que nos habíamos detenido, desapareció tras un halo de misterio, no necesitaba ser adivino para sentir la magia que había en ese lugar. Mi atención se centró nuevamente en el anillo, era pequeño como para ajustarse a cualquiera de mis dedos a simple vista, pero al intentar calzarlo este se ajustó de manera perfecta a mi índice, algo que me asombró a pesar que lo veía venir, no dejó ninguna indicación de uso, invocación o palabras para que funcione, por lo que me quedé expectante por lo que pudiese suceder. De pronto sentí un pitido tan fuerte que parecía que mis tímpanos fuesen a reventarse, mis manos fueron automáticamente a mis oídos como si al taparlos pudiera evitar aquel ensordecedor sonido, luego escuchaba muchas voces hablándome con fuerza, como si gritaran a mi lado y me di cuenta de lo que pasaba, tenía que educar mi oído para el poder del anillo. Respiré profundamente y cerré los ojos, me fue difícil por todo el ruido que me rodeaba, pero poco a poca aquellas voces fueron acallando, lo que hice fue enfocarme en una sola voz, en la de mi instructor y la de su limitado entorno, me centré solo en él y su conversación a tal punto que todas las voces cesaron. Escuche claramente el problema que aquejaba en la aldea, una figura importante de uno de sus dioses había desaparecido, al ver un extraño seguramente podrían sospechar que era yo quien la quería sacar, habría que llegar al fondo del asunto para buscar responsables y que sean ellos quien los juzguen de acuerdo a sus propias leyes. Después de unos minutos, salió el Uzza preguntándome sobre mi experiencia con el anillo y mi opinión sobre el tema. Lo vi y me retiré el anillo, ya no lo necesitaba. -Una experiencia rara pero impresionante...-le dije sonriendo con respecto al anillo...-ahora bien, me imagino que vamos a ir a hablar con el sospechoso, el que no haya querido hablar es mala señal, ya que, si fuera inocente no tardaría en pregonar la injusticia de ser detenido, seguramente encubre a alguien y tiene miedo de hablar porque es alguien poderoso...- Eran conjeturas, el poder hablar con el acusado nos ayudaría a llegar al meollo del asunto, pero si era el miedo el que lo mantenía callado iba a ser en extremo complicado sacarle una sola palabra. @ Khufu

Estando abrazados, entregándonos el uno al otro, me sentía uno, completo, jamás en mi larga vida me había sentido tan compenetrado con otra persona, era una química perfecta que tenía una fecha de inicio y el fin ni siquiera se avizoraba en el firmamento, definitivamente el mundo mágico aportaba con situaciones mágicas en mi vida. El olor de su piel, la suavidad de sus labios, el calor de su cuerpo me enloquecía, aquella mujer creaba un ambiente de estabilidad en mi vida y sobre todo algo que siempre valoré, algo que busqué y hasta el momento no he podido encontrar, PAZ. - ¿Dejarte? ...-pregunté extrañado, pero eso no paró en ningún momento el rose de su cuerpo con el mío...-es lo último que quiero en esta vida, seguiré estando en la tuya mientras tu quieras que esté, eres la única que puede mantenerme o alejarme, solo tú tienes ese poder...- Y hablaba con la verdad, se iría contra todos o contra quien sea por mantener aquella hermosa amistad forjada, mezcla de sudor y sangre, prácticamente agua del mismo rio, sabía perfectamente el pacto establecido, pero cada momento era más difícil estar lejos de ella, trataría de mantenerme firme y de cumplir con mi palabra, y seré lo que ella quiera que sea, el tiempo sabrá si podremos dominar este fuego o nos terminaría consumiendo. @ Mica Gryffindor

Leí un poco tarde el memo departamental enviado por el Ministro convocando a una reunión de gabinete, estaba algo atareado con el tema de los rumores mal intencionados que andan corriendo por la comunidad mágica, dejando a Ludwig un poco mal parado, chismes y enredos típicos de una política sucia, debido a esto estaba casi a la hora en punto de la reunión, por lo que iba a paso apurado entre los pasillos del Ministerio. Llegué a la sala de juntas, miré al Malfoy y con un gento afirmativo con mi cabeza le presente mi saludo y respeto y me ubiqué en uno de los asientos de aquella amplia mesa ovalada, el Ministro se encontraba en la cabecera con su semblante serio, estaba preocupado, los problemas empezaban a llover y tenía que tomar decisiones urgentes, sin que esto afecte su plan de trabajo, ocupé el puesto en frente al ministro donde podría observar a todos y cada uno de los presentes y saber que era de su agrado y que no, sin importar de lo que salga de su boca, un gesto vale más que mil palabras. Escuche al ministro la lectura de la reforma, con puntos en extremo interesantes, el incrementar un poco la seguridad y algo que llamó mi atención sobre manera, "La noche de la Expiación", un día de todo vale. Escuche a @ noe_snape la cual dio visto bueno a las ideas aportadas por parte de Lud, me imaginaba que era así ya que lo más probable por su cargo, ella le había ayudado en la redacción y aportado con ideas al mismo, no podía esperar menos que el apoyo de una de las manos del ministro. Luego escuche con atención las palabras de @ Darla Potter Black y sonreí una vez que terminó su exposición, definitivamente entendió muy mal las reformas del ministro tomándose a pecho mucho de lo que él expresaba sintiéndolas como una crítica a su gestión, cosa que estaba más que alejada de la realidad. Posteriormente @ Mia Zoeh tomó la palabra y estaba preocupada más en las implicaciones que tenían aquellas decisiones en su departamento con la finalidad de que su personal esté preparado para lo que se viene. Decidí tomar la palabra, levanté mi mano y una vez que tuve la venia del ministro inicié: -Buenos días con todos los presentes...-dije mirando a todos para luego terminar observando al ministro...-el tema de la seguridad mágica me parece que es preocupación no solo de la persona a cargo del departamento de Seguridad, sino estamos implicados todos por lo que pienso que, el ser un poco más rígidos en el control y la forma de actuar por parte de nuestros agentes del orden y que estén también a la disposición de todos los departamentos, es más que acertado señor ministro...- El siguiente punto era el que más controversia iba a acarrear por lo que pensaba que teníamos que ser un poco más cuidadosos. -Con respecto a la "Noche de la Expiación" que se nos viene para el treinta y uno de este mes, concuerdo con que esta medida ha disminuido en muchos lugares el tema de criminalidad, pero recuerde que Roma fue un impero que duró siglos y Nerón la incendió en un solo día, si bien es un día sin reglas, debemos que precautelar edificios e instituciones para evitar el vandalismo, como es Gringotts, el Ministerio, recuerde que se guardan temas delicados, el mismo departamento de misterios no puede caer en saqueos, e incluso su misma seguridad ministro, tenemos que ser cuidadosos y no caer en una rebelión que luego se nos va a ser difícil controlar y despertar al día siguiente sin mucho que gobernar...- Luego miré a Darla y continué: -Estimada Darla, creo que malinterpretas las palabras del Ministro con respecto a tu trabajo, en ningún momento escuche las palabras "desastrosas" o "inoperante", las usado tú, por lo que personalmente te digo que tu renuncia sería apresurada, solo está queriendo implementar cambios...-luego le sonreí...-ahora bien, si no te sientes en la capacidad de manejar lo que se viene pues creo que ahí si haces bien en renunciar, hay personas que no le vienen bien los cambios...- Mis puntos de vista estaban expresados, si bien ese día de la "Expiación" me parecía algo demasiado atractivo, tenía que velar porque al siguiente día de ese evento, exista un mañana para los que quedemos en pie, que la economía no caiga y que una vez que se haya sacado toda la oscuridad que se lleva dentro, seguir sus vidas normales. @ Mica Gryffindor @ Ashley Emily Black Lestrange M. @ Tazz Malfoy @ Ellie Moody @ Matt Blackner @ Adrian Wild @ Luna Gryffindor Delacour @ Dennis Delacour @ Ada Camille Dumbledore @ Rory Despard @ Mael Blackfyre @ Ernest Dumbledore Prior @ Sagitas E. Potter Blue @ Sean -Ojo Loco- Linmer

El juego a cada momento se hacía más intenso, estaba jugando con mi cordura, la deseaba tanto como podía observar ella a mí, ¿Qué era lo que pretendía mi pequeña castaña? ¿Quería volverme loco de deseo?, pues lo estaba consiguiendo. Mi respiración era más agitada a cada segundo, ya la razón estaba desapareciendo dejando paso a aquella bestia indomable del deseo, la voluntad se había ido de mi así como mis prendas, lo único que necesitaba en ese momento es tomarla, poseerla, y lo mejor de todo es que ella disfrutaba de verme así, necesitado de ella, de sus besos, beber de su cuerpo. Rápidamente deslice su pie de mi pecho llevándolo hasta mi cintura y cayendo directamente sobre ella, mi cuerpo y el suyo se conocían tanto que el ensamblaje fue perfecto, me estaba esperando ya que su cuerpo me recibió sin resistencia, sin condiciones. -¿Te das cuenta con quien pretendes jugar?...-le dije susurrando en su boca, delineando sus labios con mi lengua...-El deseo prácticamente es mi don y la verdad no sé qué poder tienes sobre mí que haces que caiga y me enrede el él...- La besé después de decirle eso, no me podía resistir, aquella mortal era mi debilidad, algo que me asustaba pero que en ese momento poco o nada me importaba. @ Mica Gryffindor

Era fuego en su estado más puro el que sentía mi piel al contacto con la suya, no podía definirlo de otra forma, pero lo más estaño de todo es que este calor abrazador en vez de alejarme me fundía con ella, también su piel ardía junto a la mía y sentía en cada movimiento, en cada rose empezábamos a pertenecernos el uno al otro. Cada vez que he compartido su cama o la mía siempre eran momentos únicos, no nos guardábamos nada, nos entregábamos por completo y hoy no era la excepción, solo quería estar con ella, ser uno con ella, sentirme dentro de ella y su voz repetía cuanto confiaba en mí. Su carácter definitivamente había cambiado, aquella piel pálida ahora estaba llena de rubor, aquellos labios apretados ahora estaban deseos de ser besados, de pronto cuando estaba a punto de mezclar su esencia con la mía me alejó, no puedo negar que por unos segundos pensé que algo había pasado, que hice algo que la disgusto o dije algo que la incomodó. La sonrisa en su rostro me tranquilizó siempre nos gustó jugar y tentarnos al punto de la locura, aquellas travesuras daban vida a nuestra personal guerra, estaba con su pie en mi pecho, nuestras ropas yacían mezcladas ya en el piso de su habitación, por lo que la vista para mí era espectacular. Tomé su pie con mis manos y empecé a llenarle de besos sonriendo sin dejar de ver ese par de ojos verdes que tanto me gustaban. -Pues dígame señorita Gryffindor...-le dije con todo el formalismo del que fui capaz...-¿Qué es lo que tengo que hacer para ser digno para poder entrar?...- Definitivamente nuestra relación rebasaba toda lógica, ella negociaba con el Diablo teniendo la sartén por el mango. @ Mica Gryffindor

La situación era complicada ya que había alguien trabajando en contra de los intereses del Ministerio y si era del bando estaba trabajando sin conocimiento de la líder y de sus lugartenientes, eso podría ser interpretado de muchas formas, ya que dudaba mucho que Sagitas trabaje a espaldas de su gente de confianza, pero la verdad estábamos casi sin contexto e información, podría ser cualquiera. -No necesariamente pude ser alguien del bando pequeña, puede ser algún rival político resentido por haber perdido de manera tan amplia las elecciones, el resentimiento te puede llevar a actuar de manera impulsiva pero esa podría ser nuestra ventaja, en cualquier momento va a cometer un error...- El rumor no era elaborado, se veía hasta desesperado por llamar la atención, era casi imposible que iniciando su gobierno, por más odio que tenga a los que tenemos intereses obscuros, tome medidas de ese tipo y metiendo a la Orden del Fénix, la cual no se encontraba en su mejor momento. -Ahora que lo pienso no necesariamente puede ser uno de los nuestros, también la Orden debe estar desesperada por tener algo de protagonismo, han venido de fracaso en fracaso con nosotros que seguramente quieren algo más de protagonismo y tal vez también ver de qué lado está Ludwig...- Por ahora eran solo conjeturas, era una lluvia de ideas para saber por dónde empezar, teníamos que descartar todas las posibilidades ya que el fin estaba claro, desestabilizar el neófito gobierno del Malfoy. -¿Has hablado con @ Sagitas E. Potter Blue ?...- tenía la esperanza de que no sea de nuestro lado, ya que no solo sería un golpe para Lud, sino también una afrenta a nuestra líder...-Debemos iniciar descartando opciones...- Descartando opciones sería más fácil el iniciar a investigar, había que actuar rápido, solucionar esto inmediatamente daría una gran imagen de orden y poder al nuevo Ministerio de Magia. @ Mica Gryffindor @ Ludwig Malfoy @ Mael Blackfyre

Las palabras definitivamente no era lo nuestro, nuestros cuerpo siempre hablaban por nosotros y se conocían más que bien como expresarse, sus besos me arrastraron hacia su lecho y mis manos salieron de mi control tomado vida propia acariciándola de pies a cabeza una y otra vez, llegando al punto en que nuestras ropas estaban demás, eran un obstáculo para nuestro lenguaje tan particular, yo le ayudaría y ella a mi para poder estar piel con piel uniendo nuestros cuerpo como nuestras bocas lo hacían. Aún sentía la sal de sus lágrimas en mis labios, lo que menos quería es sentirla triste o se siente desprotegida, mientras esté en mi alcance no permitiría jamás que nadie le haga daño, mi lugar en este instante era a su lado y cada vez se me hacía más difícil el alejarme de su lado, el separarme de ella nunca había sido tan complicado. -Esa era la sonrisa que quería ver...- susurraba con voz entrecortada y agitada a causa de nuestro baile...-solo confía siempre en mí y déjate llevar...- Disfrutaba tanto nuestros encuentros que poco y nada me importaba si los que se encontraban comiendo en la cocina se mataban entre ellos, yo vivía mi guerra particular, una mejor forma de arreglar conflictos, ya no existían tensiones en aquella habitación, solo ropa mezclada y ventanas empañadas. @ Mica Gryffindor

Escuche atentamente cada una de sus palabras, la parte de escoger bandos y situaciones nunca fueron lo mío, siempre me mantuve en el lugar que me convenía, pero esta vez sentía que mi lugar era a su lado, aunque nunca entendió mi planteamiento ni mi posición, necesitaba darle un poco de contexto ya que muchas de las personas lamentablemente no entendían mis medios para el fin. -Mira mi amor...-me quede pensando después de haber ocupado por primera vez esas dos palabras, traté de completar la frase rápidamente tratando de que aquellas palabras parezcan casuales...-si no te diste cuenta la idea de la mediación era mía y fue después de escuchar todo lo que ustedes dijeron, si ella no tiene documentación que sustente su presunta propiedad sobre la mansión, ¿quién tiene todas las de ganar?...- Era lógico que Mica tendría todas las de ganar, pero no lo vio así y simplemente el cansancio había hecho que no analice bien cual eran mis intenciones, esperaba que ahora me entendiera un poco, me acerqué a ella me senté a su lado y la abrasé. -No tengo que escoger, sabes que siempre estoy contigo...-besé su frente y levanté un poco sus cabellos...-abajo hay enemigos compartiendo el pan, deja a ellos que hagan la guerra mientras nosotros hacemos el amor...- Levante mis cejas dos veces, quería cambiar su estado de ánimo y esperaba que eso le haga reír, no sabía cómo hacerle entender que desde el momento en que me conoció nunca más permitiría que este sola. -Lo único que busco es que seas feliz y mientras pueda y tú quieras, ese siempre será mi fin mayor...- Levante despacio su barbilla y le di un delicado beso, rozando sus labios que estaban tibios y humedecidos por sus lágrimas que le daban aquel sutil sabor salado, esta pequeña castaña me volvía loco. @ Mica Gryffindor

MINISTERIO DE MAGIA -LONDRES DEPARTAMENTO DE TRANSPORTES MÁGICOS La verdad es que aún no me acostumbraba a estar en el Ministerio, la burocracia y el estar encerrado en una oficina no era lo mío, de apoco eso tendría que cambiar y el papeleo tendría que esperar, un mensaje de Lud estaba sobre mi escritorio, pero estaba dirigido a la comunidad mágica, lo que leí la verdad me pareció tirado de los cabellos. Un anónimo que se hacía llamar "Ojo espía" con sus informes, ciertos o falsos, estaba causando estupor en la comunidad mágica, algo que sin duda estaba haciendo quedar muy mal ante el ojo público a la nueva administración, ¿quién podría estar atrás de todos estos rumores?, estaba casi seguro que era algo de dentro del bando, era brillante no lo podía negar, aún para mí que era el rey de las estratagemas, tenía que llegar al fondo del asunto para saber cuáles eran las intenciones. Segundos después una nota en forma de avión de papel llego a mi papelera, era de Mica, requería una reunión de urgencia por todos los temas ocurridos, no lo pensé dos veces y salí de mi oficina rumbo al despacho de la Gyffindor. Mientras caminaba por los pasillos, chocando con magos y brujas que laboraban o visitantes haciendo los diversos trámites, pensaba en las repercusiones que esto ocasionaría y teníamos que tratar de que el impacto sea el menor posible, estábamos a la puerta del primer gran escándalo ministerial y eso que recién empezaba la administración. Toqué la puerta de su oficina y entré, no era necesario tanto anuncio ya que el tema era importante, ella se encontraba sentada en su escritorio y me senté en uno de los dos asientos frente a ella, su rostro era de preocupación. - ¿Qué sabes sobre el tema? ...-miré a sus ojos a ver que observaba en ellos, esperaba que ella sepa algo más que yo...- ¿tienes una idea de quien está atrás de esto? ...- Sabía cuál era mi inquietud, tenía sospechas de que todo lo que pasaba venía desde nuestro bando, teníamos que averiguarlo para saber cómo actuar, ella como lugarteniente debe tener también información, tenía oídos en todos lados. @ Mica Gryffindor @ Mael Blackfyre @ Ludwig Malfoy

Con facilidad nos abrimos paso entre los presentes y llegamos tapidamente cerca del flamante ministro, la verdad estaba también un poco asombrado de que haya puesto su confianza en mí, nos conocíamos relativamente poco y habíamos tenido un par de charlas que al parecer habían llenado sus expectativas, me sentía muy alagado por su nombramiento y mi objetivo era corresponder esa confianza. Mientras caminaba de la mano de mi pequeña castaña, observe a @ Sagitas E. Potter Blue que me levantaba el pulgar felicitándome por mi puesto dentro del Ministerio, era beneficioso para nuestra causa que más de nuestras huestes estén inmiscuidas en el gobierno de Ludwig, con ello se no facilitaría saber actividades y sobre todo los movimientos de aquellos que querían hacernos daño. Le sonreí con complicidad, no era difícil saber lo que pensaba, habría tiempo para reunirnos y que se den directrices para encaminar el poder acorde con nuestros intereses. Casi sin darme cuenta estábamos frente al Ministro que nos honró con ser a las primeras personas que saludaba después de su posesión, escuche las sentidas felicitaciones y las mientras de afecto con las que alentaba al Malfoy, eran grandes amigos y se notaba. -Amigo que te puedo decir, abriste y cerraste muchas bocas, ya era hora de hacer algunos cambios en el ministerio, estuviste genial, solo espero la primera reunión de gabinete para que ya des los lineamientos específicos y poder trabajar en equipo...- No era momento para hablar de trabajo, era un día de festejo, mañana empezaría lo bueno, había que poner todo de sí para que se cumplan los planes trazados, el ser parte de un cambio me agradaba, de a poco las piezas iban cayendo en su lugar, como siempre, el viento soplaba a mi favor, como siempre ha sido. -Me uno a lo que Mica te dice, si necesitas que algo se haga ahora, pues acá me tienes, cuenta con mi apoyo personal y profesional...- La piedra en el estanque había caído. @ Mica Gryffindor @ Ludwig Malfoy

Parecía que no iba a responder, a pesar de no escuchar ruido alguno sabía que estaba ahí solo por su perfume, pensé por un momento que lo que ella quería definitivamente era estar sola y estaba siendo imprudente, así que lo más prudente era cumplir su deseo y alejarme, pero justo cuando estaba por irme escuché un golpe suave pero firme al otro lado de la puerta, aquella era una buena señal. Solo pasaron un par de segundo más cuando escuche su voz, la oía aun molesta y lo que menos quería era aquello, me invitó a pasar, la verdad es que si dude por un momento el pasar, no sabía francamente lo que me esperaba ya que en todo el tiempo que hemos estado juntos o que hemos compartido trabajo o alcoba, nunca había estado molesta conmigo, tal vez con otras personas, pero esta vez sentía claramente que en su enojo también estaba incluido yo por el tema de Luna, me arme de valor y respirando profundo decidí girar el pomo de la puerta. Lo primero que asomé fue mi cabeza, ¡Que imprudente fui!, era presa fácil para un zapato furioso o una maldición perdida. Luego terminé por ingresar con mucho sigilo, como si el piso fuera de cristal, caminé despacio y la vi ahí, entada en su cama con sus piernas recogidas y sus brazos rodeando sus rodillas, sus bellos cabellos castaños caían sobre su rostro cubriéndola parcialmente, pero podía ver con claridad sus ojos que lanzaban bolas de fuego, si las miradas mataran seguramente hubiera caído fulminado. -Perdón por molestarte...-le dije casi en un susurro para luego aclarar un poco más la voz...-no me gustó la manera en la que te fuiste de la cocina, no me gusta verte así y menos que sea por causa mía...- No sabía cómo abordar el tema, ya que podía estar muy gastado y simplemente sus ideas estaban fijas y no quería escuchar nada más, pero debía insistir, tenía que saber mis intenciones y que nunca pensé en hacerla a un lado. -Interpretaste mal las cosas mi pequeña, sabes que estoy siempre contigo y no quiero otra cosa que no sea lo mejor para ti, recuerda que esa promesa te hice desde el primer día que nos cruzamos en aquel bar con tu espectacular vestido rojo...-había pasado algunos meses pero la imagen de aquel día era tan clara como si hubieran sido hace unos segundos...-tienes que aprender a conocerme un poco, jamás haría nada que te perjudique, debes confiar un poco más en mí y en mis intenciones, por favor...- Esperaba que entienda un poco las razones que le planteaba y que me dé algo más de apertura, aunque su mirada era la misma desde que entre, pero no podía negar algo, enojada se veía tan hermosa. @ Mica Gryffindor

El lugar empezó a llenarse de mucha gente conocida y querida para mí, los temas políticos fluían y las asperezas por el momento, parecían solventadas, aunque a Mica la notaba aún moleta por el tema de la mansión, de seguro se sintió sola durante la conversa y atacada cosa que nunca fue así, solo barajaba posibilidades de solución, no quería discusiones y diferencias entre personas que tanto quería y estimaba. La comida empezaba a llegar y en cantidades, lo seguro es que nadie pasaría hambre ese día y Mael estaba encargándose de ello, sabía que no de mucho agrado con algunos, a pesar de haberlo tratado poco sabía claramente sus intenciones y sonreí al ver el cruel brillo en sus ojos, el Blackfyre a pesar de sus ideas agradablemente retorcidas sabía que no era el lugar ni el momento, tiempo sobra para muchas cosas solo esperaba que el Lugarteniente tenga la paciencia para ello. Ahora me convertí en espectador viendo cada una de las actitudes de los invitados, la delicadeza y toque de finura de Ada, la política de Ludwig que cada vez se sentía más cómodo, las palabras tiernas y preocupadas de Luna, pero Mica al igual que yo se encontraba callada, observando, con el semblante serio, la mirada algo perdida, se le notaba que estaba incomoda y en su forma de irse del lugar lo confirmó todo. Al salir ni siquiera me regaló una mirada y ahí se presentó una dicotomía; o me quedaba y la dejaba sola que era probablemente lo que necesitaba o iba tras ella y trataba de en algo mejorar su estado de ánimo. No fue mucho tiempo que tuve el dilema. -Me disculpan todos uno momento...-no di más explicaciones y salí de la cocina. Conocía poco de esa casa, pero gracias a la agudeza de mis sentidos no tuve problema en encontrar su dulce perfume y seguir la estela que este había dejado, caminando por los pasillos hasta llegar a la puerta donde apostaba mi olfato a que mi pequeña castaña se encontraba detrás de ella. Golpee tres veces despacio, como temiendo quebrar la madera. -Hola, soy Mefistófeles...-sonreí ante tal aclaración ya que la Gryffindor conocía mi voz...- ¿podemos hablar? ...-pregunté con timidez. No contestaba, supuse que tal vez se había dormido o quizás como sospeché en un principio prefería estar sola y solo iba a incomodarla, decidí arriesgarme e intentar de nuevo con otros tres golpes igual de sutiles que los anteriores. - ¿Me vas a dejar partir sin ver ese par de bellos ojos verdes? ...- Apegué mi cabeza y suspiré, iba a esperar solo unos segundos más, si no entendía, la dejaría en paz y la buscaría cuando los aires se hayan calmado. @ Mica Gryffindor

Escuché con atención las palabras de mi instructor, se escuchaba como alguien que había vivido la guerra de cerca, sus implicaciones, oportunidades y amenazas y para muestra me indicaba lo vivido por aquel pequeño poblado a causa de un conflicto del cual, sin ser parte directa, tuvo que sufrir los estragos de las mismas. Desde la antigüedad las tierras siempre estuvieron a cargo de feudales, quienes como administradores de la misma para poderosos regentes tenían poder sobre todo lo que encontraba asentado, casas, tierra, animales e incluso personas y obligaban a su gente a pelear batallas que poco y nada tenían que ver, era su servicio a la corona, familias enteras terminaban desapareciendo y sin garantía que si no ganaban la guerra todo su poblado sea arrasado por el bando ganador solo por haber apoyado a quienes ordenaban sus "dueños" que apoyen. Eso observaba con tristeza en aquel poblado, las miradas de desconfianza que encontraba de la gente a cada paso que daba adentrándome entre las casas, las marcadas clases sociales, poderes efímeros que unos pocos tenían y lo utilizaban solo para su provecho. Pero aquel lugar era el resumen de todo lo que ocurría en el mundo, en un solo lugar encontrabas juntos los males de la humanidad. Escuchaba cada palabra de Khufu mientras caminábamos, nos detuvimos en una de las viviendas, el viento soplaba, pero por una extraña razón el frio se había ido, vi como mi guía observó por una de las improvisadas ventanas como anunciando su llegada, aguardé a unos metros de él cuando volvió a hablar esta vez preguntándome sobre el libro y que tan familiarizado estaba con él. -He venido a aprender y es por ello que seré completamente sincero, he revisado muy poco de libro, la razón es que quería llegar con la mente abierta, muchas veces cuando alguien lee un libro determinado si la guía apropiada se puede llegar a un entrenamiento con prejuicios sesgados y es mejor llegar con agua limpia un odre que se encuentra vicio, espero que no lo tome como una falta de interés al tema, al contrario, quiero aprender lo mejor posible...-agache me cabeza en señal de respeto. Guarde silencio esperando su respuesta y sus indicaciones, me había prometido ser al cien por ciento sincero en mi entrenamiento, sobre todo si quería aprender y aprovechar la experiencia de mi instructor, estaba ansioso por lo que seguía. @ Khufu

La relación que tenía con mi pequeña castaña era particular, única en su clase y difícil de igualar con cualquier tipo de relación que antes haya tenido, era un compromiso de no tener compromiso, una montaña rusa de emociones tan excitantes que no se podían explicar, tenía que regresar al mundo mágico para tener una relación mágica, una relación que me permitía poner mis sentidos en el trabajo y mis obligaciones y luego poner todos ellos en la Gryffindor y enfocarnos a la calidad del tiempo más que la cantidad, ya que con las nuevas obligaciones contraídas de los dos, el reloj iba a ser un enemigo. El contacto de sus manos, el delicado beso en mi mejilla de seguro provocó un rubor en mi cara, al menos si sentí como aquel frio auditorio subió su temperatura, el sitio no importaba en muchas ocasiones, sonreí al repasar mentalmente todas las situaciones en las que hemos estado juntos, moví la cabeza negando con gracia la posibilidad de tener suerte en ese momento. No tenía que ser adivino para saber sus intenciones, quería acercarse a felicitar a su amigo, el escucharla solo lo confirmó. -Claro preciosa, me encantaría también desearle suerte y agradecerle su confianza...-apreté su mano y despacio tiré de ella para abrirnos paso en la multitud. Había gran cantidad de gente presente, personas que estaban por acompañar al amigo, otros que querían pescar a rio revuelto y a quienes solo estaban por estar, quienes buscaban contactos políticos y nuevos convenios, había muchas personas y todas querían felicitar al ministro, habría que esperar, pero me importaba poco el tiempo, tenía la mejor compañía para disfrutarlo. @ Mica Gryffindor @ Ludwig Malfoy

El mar golpeaba con fuerza a la débil y pequeña embarcación, temía que se voltee y fuéramos a parar todos a las heladas aguas, sabía nadar muy bien pero no sabía mucho de la capacidad de los que ahí se encontraban, por la forma tan tensa que Mica ha tenido durante la corta travesía marítima, me imaginé que el agua no era su fuerte, podía ser también por no perder ese enlace con el búho, pero observaba sus ojos como se cerraban con fuerza en cada arremetida de las aguas contra nosotros, tome su mano y la apreté no con mucha fuerza pero si para que note que no iba a dejar que nada le pase, a ella ni a ninguna de mis bellas acompañantes. Sentí mucho alivio cuando mi pequeña castaña señaló a un punto en medio del acantilado, pude observar a lo lejos una pequeña playa y una especie de entrada, remé con fuerza a la dirección indicada, todos estábamos ansiosos de llegar, no había sido fácil el trayecto y así es como tenía que ser, no era cosa de llegar, aparecer y listo. Pronto se sintió un golpe en la base de la canoa, estábamos en aguas bajas ya y a un par de metros aquella entrada que puede observar, me apresuré saltado al agua, esta me llegaba hasta las rodillas, solo esperaba que ahora si no se aplique literalmente el dicho "ahogarse en la orilla", una vez que estaba seguro el bote ayude dando la mano a cada una de mis compañeras de travesía para que no tengan problemas al bajar. Ya con los pies al fin en tierra pude ver la entrada a la cueva, definitivamente era el sitio, pero parecía como si un derrumbo había cubierto la entrada sin dejar permitir el paso, todos nos mirábamos unos a otros como tratando de averiguar qué había ocurrido. Me aproximé hacia la fría roca, estaba húmeda, empujé un poco las piedras pesando que era como en la plataforma 9 3/4 de la estación de Kings Cross, pero no, no cedía un milímetro. Estaba ya dándome por vencido cuando pude observar en el piso arenoso unas gotas casi color negras, estaba seguro de que era sangre, fue cuando caí en cuenta de que se trataba, había que hacer un pago y era con sangre. -Espero que esto funcione, es una teoría loca pero no veo otra alternativa...- Tomé una de las rocas filosas que se encontraban en la playa y realicé un corte en la palma de la mano. Sí que dolió, lo áspero e irregular de la piedra no hizo un corte limpio, pero si fue efectivo, gruesas gotas de sangre empezaron a caer de mi mano y fue cuando apoyé mi palma ensangrentada en una de las piedras que bloqueaban la entrada. Pasaron unos segundos y nada pasaba, no quería ver de nuevo a mis compañeras que de seguro se encontraban tan y hasta más impacientes que yo, pero de un momento a otro, como si regresáramos la cinta de un video, las piedras empezaron a abrirnos campo, subiendo a través del arrecife hasta su cumbre. -Por favor damas...-le dije sonriendo a mis compañeras señalando con mi mano aún sangrante la entrada a la cueva...-creo que la parte sencilla ha terminado, ahora si se viene lo bueno...- Siempre pensé que cuando un llegaba a un lugar peligroso, el entrar era la más fácil, ahora el salir sería lo complicado, aquel sitio iba a ser nuestro nuevo lugar de reuniones, como un Mustang salvaje había que domarlo. @ Malum Luxure @ Sophie Elizabeth Granger @ Mica Gryffindor

Mansión Riddle. Habían pasado ya algunos meses desde mi regreso a Ottery después de una larga ausencia, las aventuras vividas y las lecciones aprendidas durante este corto tiempo me habían servido para tener en cuenta mis prioridades y los pasos a seguir a futuro, uno de ellos era ahondar en mis conocimientos con respecto al mundo mágico, era vital para todos los planes que tenía en mente, por lo cual, luego de adquirir el famoso libro de la "Fortaleza" se requería saber cómo utilizarlo, era el primero de muchos que quería explorar. El caminar por los jardines de la mansión entre los setos en forma de dragones y el olor a césped recién cortado me relajaba sobre manera, el canto de un ave me llamó la atención, al regresar a ver la fuente de aquel dulce canto observé en una de rama de uno de los setos un extraño gorrión de un llamativo color violeta, en su pico un pedazo de pergamino, me acerque y estiré mi mano hasta que este dejó caer el mensaje en mi mano y después de un trinar, salir volando y perdiéndose en el firmamento. Desenrollé aquella pequeña nota y era exactamente lo que estaba esperando, el lugar de reunión para iniciar el análisis teórico práctico de mi libro, al ver el sitio, me alegré el estar con ropa abrigada, a pesar que las inclemencias del tiempo no han sido jamás un impedimento para mí, me concentré en el lugar exacto y desaparecí rumbo al lugar de encuentro, dejando solamente un sonido como de un relámpago el momento de dejar los jardines de la mansión. En algún lugar de los Himalaya. El cambio de clima fue lo primero que noté el momento de aparecer, mis mejillas se enfriaron de inmediato y al mirar el piso observé como mis zapatos se enterraban en una fina capa de nieve, una hermosa aldea cuyas barracas —cada una con una planta baja y un entrepiso— eran hechas de tabla rasa, sostenidas por enormes troncos de árboles de pino. Se sentía el aire puro a pesar de la dificultad al momento de respirar, por la altura y por lo frio del aire, un hombre llamó mi atención, supuse que sería mi instructor por lo que me acerqué. Me saludó por mi nombre y se presentó, su nombre era Khufu, me habló de manera muy formal dándole la importancia que se requería a un conocimiento tan cardinal. -Mucho gusto Khufu, pondré todo de mí y mi mente se encuentra abierta para aprender...- le dije mientras observaba caminar alrededor mío, como analizándome, me sentía escaneado por la mirada de mi instructor. De pronto soltó dos preguntas, seguramente quería analizar cuál era mi forma de pensar, si quería aprender y sobre todo que esta clase sea exitosa, tenía que ser honesto en mis respuestas y así sería. -La guerra para mí no es más que un mal necesario, soy amante de la diplomacia y del dialogo, pero hay momentos que simplemente la fuerza es la única herramienta para proteger a la gente de ellos mismos...-recordaba regímenes dictatoriales muchas veces apoyados por una gran parte de la población, pero oprimían a otros tantos. La segunda pregunta fue un poco más profunda y era sobre los objetivos de una guerra. -Claro que si, por ejemplo: la invasión española y británica a América trajo muchas ventajas entre ellas el descubrimiento de nuevas rutas comerciales, un gran intercambio cultural, la mezcla de razas que dio lugar al mestizaje y la introducción de nuevos animales y alimentos dando lugar a los muchos avances compartidos, en mi humilde opinión...- Estaba tranquilo ya que para mi forma de ver no había respuesta correcta ya que era mi pensar, era duro pensar en ello, pero muchas veces para que un árbol pueda crecer había que matar toda la maleza que lo impide y cuando uno lo hace no piensa en que la cizaña es un ser vivo, solo en lo mejor para la cosecha. @ Khufu