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Ela Karoline

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Todo lo publicado por Ela Karoline

  1. http://i1028.photobucket.com/albums/y348/AmyaAn/Ministerio%20de%20Magia/DAMyC/00_DAMyC%20v%200%204/00_PLANILLA/2013Ago/GIF_02-Cye__zpsf12544d5.gif Las chicas estaban dispuestas, los animales alquilados y listos para emprender el vuelo, la maleta en manos de Sherlyn, así que solo restaba poner manos a la obra. Estaba emocionada no todos los días una bruja tenía acceso a un ejemplar como Alcyone, con aquellos colores tan particulares. De pronto la bruja frunció el entrecejo, no había volado desde hacía un par de meses, justo antes de que comenzaran sus molestias mañaneras y aquella subida de peso, cruzo los dedos para no marearse, eso sería una catástrofe ya que no iba sola sino con Atria. Suspiro y más bien se concentro en responder a la pregunta de la aprendiz. —Ummm, pues es ropa de… de, de accidentosos, es decir, imagino que abra algo morado por Sagitas, algo azul por Xell, quizás una bufanda roja de Matt o una peluca negra de Amya y así sucesivamente, cualquier montoncito que parezcan prendas inspeccionémoslo, no creo que mucha gente ande dejando sus pertenencias aunque sea un paraíso natural— sonrió al pensar en lo peculiar que eran todos y cada uno de los accidentosos. —Bien, andando, ¡a volar!— le acaricio el costado del animal indicándole a la pelinegra que iba delante de ella, que hiciera lo mismo con suavidad en el lomo del animal. Pronto el Aethonans elevo el vuelo tan suave como una mota de algodón movida por el viento, a medida que se elevaban sintió la sensación de libertad se apoderaba de la bruja, la brisa, comenzó a mover su cabellera, así como el distintivo ministerial que colgaba en el pecho, a la altura del corazón. —No hay nada que temer Atria, disfrútalo— sugirió elevando un poco la voz porque para que está pidiera oírle. Pronto el animal alcanzo la altura deseada, a nivel de copa de árbol haciendo más pequeño el castillo, el establo, los elfos y cualquier criatura que quedara en tierra, pero aún se podían distinguir. —Yo vigilare el lado izquierdo, tu fíjate en el derecho— de esa manera sería más fácil no pasarse nada por alto, al lado entre la hilera contigua de arboles, volaba Sherlyn, se le veía diestra, complacida y cómoda, algún día la Black se sentiría igual, de eso estaba segura.
  2. —¿Pastillas de alimento?— pregunto la rubia al tiempo que dirigía su mirada primero al muchacho y luego hacia el animal. Estaba contenta de estar allí con su hijo, de tener un momento para platicar, para ponerse al día, el joven recientemente había conseguido logros muy importantes en los que lastimosamente su madre no había podido acompañarle, se sentía orgullosísima de que un Lockhart hubiera sido nombrado prefecto de los Aethonans de Salem, por un momento recordó el día que se había enterado y como su pecho se inflo de orgullo y de sentimientos que aquella amada casa despertaba en ella. — Bueno espero que te de energía para hacer todo lo que quieras y por cierto ¿cómo te va en la academia?— quiso saber de su propia boca que experiencias nuevas había vivido, si estaba contento y también si sus clases estaban resultando lo que esperaba. Levanto la vista porque uno de los elfos que atendía el local se acercó para tomar el pedido. —Umm yo quiero un dulce de Queca, si eres tan amable, ah y quisiera un jugoso bistec o algo parecido para nuestro amigo canino— señalo la bruja, guiñándole un ojo al animal como si este pudiera entenderle aquel gesto de complicidad. Ademas le servia para desviar la atención de su hijo sobre lo pedido "postre" como siempre en vez de cosas saladas, que si no luego no tendría como reñirle si se saltaban las comidas en casa. —¿Qué quieres tu hijo?— pregunto esperando que el amable elfo tomara la orden y quedaran a solas para seguir platicando.
  3. http://i1028.photobucket.com/albums/y348/AmyaAn/Ministerio%20de%20Magia/DAMyC/00_DAMyC%20v%200%204/00_PLANILLA/2013Ago/GIF_02-Cye__zpsf12544d5.gif Al escuchar nuevamente la disculpa de Sherlyn por la demora, no pudo menos que sonreír, encontraba un aire a ella misma cuando recién ingreso al trabajo ministerial, de eso hacia tanto ya, quizás no tantos años, sino tantas experiencias, tantas cosas, que pesaban hasta abrumarla a veces. Pero no era momento de ponerse a filosofar tenían un trabajo que terminar y unos aethonas que alquilar. —Entonces vayamos por esos animales— dijo en tono alegre, animando no a la Tonks, quien parecía cómoda con la idea, sino a Atria,que no conocía los maravillosos vuelos que aquellas criaturas podían proporcionar. Caminaron rumbo a las instalaciones y se toparon con un elfo que les dijo donde podían alquilar los aethonans, pasaron varios minutos y después de tranzar el precio y tres horas de alquiler por cada criatura, las tres mujeres miraban a los caballos, afortunadamente el lugar contaba con cuatro ejemplares. —¡Que hermosos! Yo escogeré a Alcyone— era una hembra espectacular de un color tordo purpura, una extraña mezcla entre blanco, negro y purpura, seguro que no era nacida en el parque tenía pinta de venir de una región cercana a Argelia, si sus estudios en aquellos cuadrúpedos no le fallaba. —Si quieres, que Sherlyn lleve la maleta Atria, para que tu y yo montemos a Alcyone, así ahorramos en la facture departamental— esa era solo una excusa para acompañar a la chica en su primer vuelo, palpo el costado del animal, no sin antes saludarle con una reverencia y establecer un lazo criatura-bruja que podía debido a su raza y al respeto por la vida. Luego con delicadeza pero también con movimientos ágiles que manifestaban destreza monto al caballo alado, tendiéndole la mano a la aprendiza para que subiera delante de ella, así no perdía a ninguno de los dos de vista (ni al aethonans ni a pelinegra) —Listas para volar, encontremos esos ropajes ministeriales chicas— le lanzo un silbato plateado a Sherlin y le dio otro a Atria, en caso de que divisaran algo, silbaran y bajarían a examinar. —Calentemos a los caballos y luego volamos a nivel de copa— Ella se puso unas gafas para evitar que el viento molestara sus ojos y también porque tenían una vista de amplio espectro, similar a la de los binoculares muggle, solo que sin la necesidad de ser tan aparatosos.
  4. —Eh, para mami nunca estarás demasiado grande para los mimos, no señor de 17 años— argumento su madre, mira que salirle con esa ¿Dónde había escuchado antes esas palabras? Ah sí Alex su otro hijo, uno que andaba de viaje le decía eso cuando ella intentaba hacerle cariños. Rio ante el comentario del joven sobre las habilidades de Bodrik, su querida nieta. — Pues trabajo mucho en ello desde muy joven, en lo que si te equivocas es en el matriarcado de la Lockhart, yo no le impondría una carga así a mi nena, esa es responsabilidad de tu padre y mía, pero si empiezas pronto seguro que llegaras lejos, lo que me dice que te gustaría fundar un negocio— se preguntaba si su hijo tenía dotes de comerciante, seguramente que sí, todos los Lockhart eran buenos en los negocios, así que no le extrañaría que en un abrir y cerrar de ojos apareciera un local bajo su regencia. —Umm eres vampiro, debes tener cuidado con eso, como sabrás yo— miró hacia los lados, no quería que nadie la escuchara, no porque se avergonzara, sino porque podrían pensar mal de su abuelo, las cosas era mejor mantenerlas tal y como estaban. —Yo tengo línea vampírica, nunca necesite sangre, pero mis alumnos y algunos familiares si, así que he trabajado en capsulas de sangre con efecto duradero — saco un pequeño frasquito delgado que daba vueltas como si fuera un espiral en redondo, así como las paletas de colores, solo que era transparente y del tamaño de un yoyo, que se abría por los dos extremos. —Estas son capsulas de sangre y estas son capsulas expositoras, ambas de larga duración— de un extremo habían 7 píldoras capaces de aplacar la sed y dar vitalidad durante 24 horas cada una, y del otro lado 3 capsulas de un color rojo grisáceo, eran las que le permitían a cualquier vampiro la exposición por periodos de hasta 4 horas, que además con el consumo de las sanguíneas se potenciaban. —No preguntes como las logro, pruébalas y dime como te sientes, son de 24x40— señalo las de sangre y luego las expositoras, puso el frasco en sus manos y le sonrió esperando algún tipo de reacción.
  5. La Mirada de la bruja se desvió de la barra para volverse hacia su hijo y por su puesto Akamaru, su fiel compañero. Una sonrisa de inmediato ilumino el rostro de la bruja que abrió los brazos esperando un beso y un abrazo de Takeshi, también que el perro se acercara para poder acariciarle la cabeza, algo que quizás los comensales no vieran con buenos ojos, pero aquel animal era de lo más limpio y educado. —Hola corazón, ¿vienes a comer con mami?— pregunto haciéndole ojitos a medida que el muchacho se acercaba más, hacia poco tiempo que el vampiro se había unido a las filas de la Lockhart y sin embargo parecía que era desde siempre, hiperactivo, bromista, que por cierto se parecían un poco a las del abuelo Gilderoy aquel señor de ostentosa apariencia en el cuadro de tamaño familiar en el recibidor del castillo. —Ando buscando probar algo rico y Bodrik tiene cosas deliciosas en este lugar ¿sabías que es de Bo? ¿cierto?— pregunto intentando anticiparse a la respuesta que daría el mago, Akamaru movía la cola de un lado al otro por lo que la bruja, le dedico una caricia y le dijo. — Para ti también habrá un sabroso filete, buen chico— no sabía si su promesa podía ser cierta en un lugar árabe, pero que habría algo rico para el canino lo habría. Su mente volvió al suceso del cual se enterara hacia poco tiempo, el estado vampírico de Takeshi, quería preguntarle más sobre el asunto y ayudarle si fuera preciso, sobre todo porque ella fabricaba capsulas de sangre.
  6. http://i1028.photobucket.com/albums/y348/AmyaAn/Ministerio%20de%20Magia/DAMyC/00_DAMyC%20v%200%204/00_PLANILLA/2013Ago/GIF_02-Cye__zpsf12544d5.gif La Lockhart vio la sonrisa de la chica (Atria) y le recordó a algunos de sus anteriores estudiantes, levanto una ceja al escuchar que nunca había volada, la piel de la chica de por si era clara, pero ahora según la apreciación de la mágica parecía traslucida, no pudo evitar sonreír y quiso bromearle. —A es fantástico, si le caes bien te llevaran hasta el infinito, si le caes mal igual pero no te regresaran— obviamente no era cierto porque si algún animal era noble, eran los aethonans, su pureza no tenía igual, quizás los unicornios les ganaran por un poquito, una vocecilla dentro de ella le grito “detente o empezara a correr sin caballo, pero lejos de ti” le puso una mano en el hombro y la miró directo a la cara. — Oye, yo tengo muchos vuelos en esos animales y jamás extraviaron a alguien, era broma, pero si quieres volamos juntas, eso hacía con mis estudiantes, y eso hizo mi marido conmigo para que dejara de temerle a las escoba, aunque mi relación con ellas digamos que es un poco distante— obviamente las escobas no le asustaban, pero como nunca le hacían caso y no lograba controlarlas terminaban a pedazos en el armario. Giró la cabeza para ver a Sherlyn que llegaba pidiéndoles que la esperaran. — Hola, ya nos íbamos sin ti, planeamos un vuelo en aethonans para… recorrer terreno y claro buscar las prendas ministeriales que dejamos tras la pasada asignación, te animas o de plano prefieres caminar— pregunto a la chica que se apresuro a ponerse a la par, Cye noto la mirada de la castaña y explico. —Es la maleta que usaremos para meter las cosas, no imaginas que de ropa encontraremos tirada y ojala una no muy lejos de la otro, porque es posible que los animales las hayan esparcido— aquello ultimo ni siquiera lo había pensado era más una conclusión lógica a la que acababa de llegar.
  7. Hacía mucho que no caminaba sola por aquellas calles, era como si desandará, mitad de ella quería sentir aquel aire, pero la otra mitad quería descansar en un cómodo asiento, entonces una visión vino a ella, cojines, asientos cómodos, colores marrones y beige y aromas exóticos, si, sabía dónde podía encontrar todo aquello, en The Arabic Place, lugar regentado por su nieta bodrik a quien por cierto tenía muy abandonada, así como al resto de su familia. Camino despacito hasta que llego a la entrada del local, abrió la puerta y entro, ubicándose como cualquier cliente en una mesa, esperando que le atendieran o que su nieta bodrik, algún conocido se pasara por allí. Mientras tanto se quedaba sola con sus pensamientos, con los últimos sucesos acontecidos y también con las especulaciones sobre el futuro. Pronto llegaría Hallowen era un tema sobre el que tenía que pensar, tanto en decoración para su negocio como en la venidera gala, ¿Qué luciría? Estaba gorda, así que debía pensarse bien el atuendo, levanto la vista de su anillo de bodas al que daba vueltas y lo fijo en la barra, esperando ver a alguien aparecer.
  8. http://i1028.photobucket.com/albums/y348/AmyaAn/Ministerio%20de%20Magia/DAMyC/00_DAMyC%20v%200%204/00_PLANILLA/2013Ago/GIF_02-Cye__zpsf12544d5.gif ¿Qué todo se conjuraba? Para suerte suya apenas preguntaba por la aprendiza indebida, la chica hacia acto de presencia llevando consigo una bonita maleta, ladeo la cabeza para examinarla y llego a la conclusión de que seguramente cabria todo y sino para que existía la magia y los hechizos expansores. —Si, si, claro que sirve, ahora debemos ir por las prendas aunque quizás podríamos pedir un par de aethonans o unas motos aérea, sería más divertido que unas simples escobas— se acercó un poco a la pelinegra para luego susurrarle. —No te preocupes por la factura, ni por los permisos— ella ya tenía un plan, como siempre cargarlo a la cuenta que manejaba la directora Sagitas, que segura estaba hacia milagros con los pocos galeones que resultaban cuando de funcionarios de la tercera plantas y sus minutas de gastos se trataba, está era una que cavia en el renglón de “gastos de movilización” una sonrisa se dibujo en su rostro, ni siquiera sabía si eso existía, pero que Sagitas lo podía casi todo. —¿Haz montado alguna vez en aethonans? son los animales más hermosos del mundo, será divertido— esa claro era su opinión personal, ligadísima a su vivencia como jefa de los Aethonan de Salem, una de las cuatro casas de la academia de magia. Una brisa suave movió sus ropajes, si, si volar, esa libertad que se sentía allá arriba no se comparaba con nada, así como la hermosura de High Flights, ambas brujas se encaminaron a donde pudieran encontrar a alguien que les rentara a dos aethonans y les reservaran dos más con una nota para Matt y Sherlyn. También dentro de sus planes estaba pedir un mapa, para guiarse mejor.
  9. http://i1028.photobucket.com/albums/y348/AmyaAn/Ministerio%20de%20Magia/DAMyC/00_DAMyC%20v%200%204/00_PLANILLA/2013Ago/GIF_02-Cye__zpsf12544d5.gif Era un bonito día y seguramente estaría encantada de disfrutar de los servicios que aquel lugar ofrecía, sin embargo, iba en misión de trabajo, si, si, por eso portaba su insignia ministerial colgada a nivel del corazón en la túnica abierta, bajo la cual se observaba un cómodo jeans y una blusa de algodón blanco, con bordados de diminutas flores en colores pastel por todo el borde del cuello, unas sandalias de taco bajo debido a su estado de gravidez no confirmado, pero que ya hacía estragos en sus tobillos. Como la desapariciones últimamente no resultaban con el rumbo exacto que ella quería, había pedido a su elfo que la trasladara hasta el lugar, allí parada ante la fortaleza Medieval llamada Linnhe Castle se maravillo, eso no era precisamente lo que debía ir hacer, porque seguro que los ropajes no estaban dentro de las lujosas instalaciones del Hotel, sino más bien en sus alrededores, suspiro llenando los pulmones de aire fresco, puro. —Gracias Jops, puedes marcharte o visitar a tus iguales en está propiedad, yo esperare a mis compañeros de departamento— la criatura asintió retirándose, dejando a la Lockhart libre y sola momentáneamente con sus pensamientos, pocas veces la vista, hasta donde está alcanzaba podía nutrirse de parajes tan bellos, ya tendría tiempo de explorar o quizás hasta hiciera una reservación para pasar un fin de semana con su familia, ummm quizás fuera un poco más egoísta y solo hiciera arreglos para volver con su marido, en una de esas escapadas que solían darse. —¿Donde está Atria?— se pregunto consultando el reloj de pulsera que llevaba puesto, obviamente la aprendiza tardaba un poco más porque la Lockhart antes de salir le había pedido que buscara algo donde meter las pertenencias abandonadas en el parque natural y quizás nunca antes hubiera estado por esos lados.
  10. Buenas noches, por donde empiezo, primero que todo desde el celu es un caos postear, no da acceso a claves y demás, pero dado que ya notificaron que falla, me esperó. Tengo algunas preguntas: Según captura que acabo de ver hay imágenes en la cabecera del foro, a mi no me sale, mi foro aparece así de pobre t-t. http://vvcap.net/db/MTZVgj--SZGfb8DARAfc.htp ¿eso es normal? o que debo hacer para que me salga como al resto de usuarios. No me salen las firmas de los usuarios, cada post me sale así http://vvcap.net/db/Avz1VjWmhseHYE84hUlW.htp ¿dónde puedo colocarlas o quitarlas? y lo mismo pregunto con las fotos, antes existía la opción de que saliera solo el post sin abby y sin firma, pero si que me saliera estos datos http://vvcap.net/db/4AXNqWDC8X7Zb3PeIMSe.htp A mi como a Bodrik no me funciona el contenido seguido, me sale el mismo error. Es todo por el momento, gracias de antemano.
  11. Pues nada venia a dar la gracias por el trabajo que han efectuado, imagino que han sido 48 horas dificiles, de ahora en mas espero sea mas relajado t-t. Ciertamente me siento extraña, es cosa de acostumbrarse e ir viendo lo nuevo o mejorado que se ofrece en esta versión. Tengo una pregunta, ¿se podrá seguir manteniendo aquello de invisible cuando uno se conecta? reconozco que soy fanática de ello, lo he intentado y no funciono.
  12. El trago que le había arrebatado a la elfina de la bandeja y que correspondía a Matt fue probado por la Lockhart y de inmediato su estomago dio un vuelvo algo dentro de ella decía “wuacala” “horrible” “no quiero” pero ella si quería, estaba rico, de cuando acá no le gustaba el sabor de la cerveza de mantequilla y menos cuando estaba friita, se pregunto arrugando la nariz de forma involuntaria. — Oye acerquémonos hacia aquellos tres— le comento a Atria que seguía en la barra, y entonces se bajo del banco y camino rumbo a Sagitas, Matt y Helike con la el jarro aun en mano, llego justo a tiempo para escuchar que el amor era más fuerte que cualquier magia, estuvo a punto de decir que era la mayor magia del mundo, pero otro vuelvo en su estomago la hizo fruncir el entrecejo y llevar la mano vacía hasta su vientre, juraría que desde adentro la pateaban. Alargo el brazo y le tendió la cerveza a Matt. Fue entonces que noto que Heliké estaba vendada, ¿Qué demonios hacían? ¿Jugaban al escondido? Y entonces su natural sensibilidad, característico de su raza le hizo notar el aura de la Rambaldi, la variación de energía, y un par de lagrimas bajaron por su mejilla sin poder evitarlo, sentía el cambio, sentía una mezcla de dolor, esperanza, confusión; su estado la hacía más sensible y más certera quizás, pero no más sabía en cuanto a su propia condición, en eso era una burra completa por no saberlo. Sus ojos buscaron instintivamente los de Sagitas, para preguntar sin palabras lo que sucedía, si ella lo sentía estaba segura que la bruja también, o quizás sabía algo más. Se limpio las lagrimas y con una mano roso la cabellera de Heliké, ¿Por qué lo hacía? Ni ella misma lo sabía, sintió la necesidad, pero de inmediato separo la mano y busco enganchar su brazo al de Matt, últimamente se apoyaba mucho en el indebido ¿estaría abusando?.
  13. La criatura, Feixac se detuvo tras su ama, quien había caminado unos cuantos minutos, y de pronto se había detenido, ¿Por qué demonios había salido así de la Taberna? ¿Qué le pasaba? Acaso estaba perdiendo sus habilidades sociales, meneo la cabeza de un lado a otro y volvió, necesitaba que la abrazaran, ser mimada y consentida y si nadie lo hacia ella se consentiría, un poco de mejor humor, regreso sobre sus pasos y entro a la taberna, el zumo había hecho maravillas con su malestar de embarazada aunque ella aún no lo supiera. Camino con paciencia hacia la barra, notando que allá retirado en otro lugar estaba Sagitas, Heliké y Matt, parecían ocupados, primero iria por algo de beber y luego saludaría como dios manda, fue entonces que se sentó en uno de los taburetes junto a una chica (Atria) y dejo caer un sencillo — Hola, ¿ya te atendieron? — la pregunta era boba, porque al verle bien la bruja bebía una gaseosa friita, claro que ya la había atendido, entonces solo dijo al elfo que salía con una bandeja en la que un wiskye de fuego y una helada cerveza de mantequilla lucían perfectas. —¿Eso para donde va? — le pregunto al elfo, al ver que señalaba a Matt, sonrió y quito de la bandeja la cerveza. —Dile que gracias por invitar a su tía— con desparpajo mando al confundido elfo a que entregara solo una bebida y por supuesto el recadito, Cye le dio una probadita y volvió a mirar a Atria y le ofreció un poco, así era ella, descomplicada y muy social, no esa huraña que hacia minutos había corrido de la taberna. — Esta buenísima ¿quieres probar?— susurro con un poco de espuma sobre el labio superior a modo de bigote, como una chiquilla. Heliké ¿adivina cuantos somos?
  14. El jugo estaba delicioso y al cabo de unos minutos, la bruja termino con todo el contenido del vaso, su malestar se había esfumado, estaba más tranquila y se sentía con energía para volver a las calles y realizar el montón de pendientes que tenía aquel día. Además había una misión ministerial pendiente, como no llegara, la dejarían fuera, porque nadie conocía detalles de la misma. Saco de su bolsito el costo del zumo y lo dejo en la mesa al ver que la elfina estaba ocupada atendiendo a alguien allá en la parte de servicio de la barra, no quiso pensar el porqué había un cliente dentro, si esa era área de personal, sin embargo lo pensó de más simplemente lo dejo, las elfinas y el personal que Sagitas escogía para su negocio resultaba siempre eficiente, además ella estaba allá vigilándoles así que seguro estaba al tanto. Se levanto del asiento arrimando la silla y lo coloco nuevamente en su lugar, suspiro y camino despacio rumbo a la salida, dos minutos después la rubia caminaba tranquilamente hacia uno de los negocios para tomar la red flu hacia el castillo.
  15. La mirada de la bruja seguía allá con Sagitas y la persona que le acompañaba, de pronto un movimiento de la mujer le revelo a la rubia su identidad, pero si era Heliké, rápidamente alzo la mano para contestarle, siempre había sentido curiosidad por su raza, que era un poco la suya de nacimiento pero que gracias a las proezas de su abuelo no tenía que padecer en muchos sentidos. —Eh… gracias— alcanzo a decir ante la rápida acción de la elfina de la Rambaldi, le había puesto entre manos un helado zumo de naranja y se había retirado tan rápido como llego a su mesa, bebió un sorbo y lo encontró absolutamente rico, refrescante, respiro y se arrellano en su silla, por las caras que tenían, seguro conversaban de algo importante y no quería interrumpirles, se limito a levantar el vaso a manera de brindis y con la mano desocupada hizo un gesto que indicaba que estaba bueno. —¡Delicioso!— dijo solo para sí concentrando la atención en el vaso y bebiendo despacito su contenido, era un momento de relajación, ya luego tendría que salir corriendo a cambiarse y prepara una mochila para el viaje ministerial que estaban a punto de emprender, pero en ese momento se le antojaba perecear, respirar con calma y beber mucho zumo.
  16. http://s6.tinypic.com/24q1dli_th.jpg Estimada Familia Tonks En nombre del Departamento de Accidentes Mágicos y Catástrofes, a través de la Oficina Contra el Uso Indebido de la Magia, entregamos la siguiente Certificación derivado de la Informe Nº: 04-10/369 que obedece a la solicitud de actuación No. 01/284 hecha por Ishaya. http://i630.photobucket.com/albums/uu28/cyelalockhart/Ministeriales/CertiIndeTonks_zps2417758f.png Cye Lockhart Jefe Oficina Contra el Uso Indebido de la Magia.
  17. Feixac que siempre andaba tras los pasos de la Lockhart la había seguido, por un momento con sus tumbos erráticos la perdió de vista, pero luego se imagino que podía haber ido a parar a la Taberna de la Tía donde se suponía que trabajaba. Entro y lo primero que vio fue a su ama, pero como no quería que la sintiera presionándola o más bien fiscalizándola se quedo apartada, justo para ver que Xell, la sobrina de Cye se apersonaba pero con su gafete ministerial colgado eso significaba algo ¿estaba escapada y te daba a la vagona para ir por algo de comer? ó ¿andaba en diligencias ministeriosas? Blanqueo los ojos pensando en que nuevo embrollo se meterían los de la tercera planta. Si, si, es que para los elfos, al menos los personales de aquellos empleados, no era secreto que cada una de sus misiones traía consigo cierto… riesgo y locura, una que muchos departamentos quisieran tener, pero que en el estado de su ama to-to-to (hizo chasquido con la legua) no era bueno. La curiosidad innata en la elfina la hizo tronar los dedos y aparecerse justo detrás de Xell tocarle una pierna y decirle. —¿Puedo ayudar?— solo esperaba que la bruja no saltara y le pisara los dedos que estaban calzados con unos zapatitos de fique livianitos y que dejaban sentir todo, o peor aún que saliera disparada contra la madera de la barra por algún manotón que le diera la Vladimir a causa de la sorpresa.
  18. Se había sentado en una de las mesas, ya calmada, respirando profundo y rodeando el torso con sus propios brazos, allí no habían olores molestos, no, allí todo olía bien, a limpito, a sabroso, a familiar, eso la relajo más y le hizo ponerse a mirar quienes estaban presentes, en una de esas se cruzo con la mirada de Sagitas a quien no había divisado antes y le escucho proponerle algo. —¡Sagitas! ¿zumo?— medio grito, se contentaba de verle y hasta hubiese corrido a abrazarla, pero seguro se preguntaría que bicho le picaba, así que simplemente sonrió y dejo caer la frase a modo de pregunta desde su asiento, un zumo de frutas, eso no le caería mal y menos si era acidito, friito y natural, sin grasas y sin ningún aditivo que detonara su malestar. —Si, si quiero— lo que no sabía es si le estaba ofreciendo del que ella consumía o que pidiera uno nuevo para ella solita, cualquiera de las dos opciones era tentadora, titubeo en ir hasta ella, ¿estaría ocupada? Desde donde estaba no alcanzaba a ver quien le hacía compañía y temía ser inoportuna y metiche, pero un zumito en compañía grata era lo que más necesitaba y si eran sus familiares resultaba aún mejor, mucho mejor.
  19. http://i.imgur.com/zindcUh.png -¿Amor?- alcanzo a decir la rubia sorprendida de ver al mago en el local, ¿tendría alguna urgencia como ella? O no… no era posible, que el mensaje lo hubiera materializado en la oficina equivocada, suspiro y luego de corresponder a su beso, se abrazo a él, nada mejor podía pasarle, al final iba tener que contarle lo que le había estado pasando esas últimas semanas. -Lo mismo digo, ¿Qué te trae por aquí? Yo venía a revisar mi varita, me ha estado fallando, la magia no funciona, cometo equivocaciones- dijo haciendo un puchero que él no pudo ver porque su cara reposaba en el pecho del mago, pero quizás si podía sentir la frustración en su voz. Ni contarle que debía caminar en vez de desaparecer en ocasiones porque el destino no siempre era el elegido, ella no se lo explicaba, a menos que fuera desde luego su instrumento ejecutor, ósea su varita, lo que ella no sabía, es que el pequeño que crecía dentro de ella, absorbía parte de su energía y provocaba cambios, quizás cuando todo se supiera y ella se relajara todo iría bien. -¿Crees que sea mi varita? O será simplemente que estoy estresada- le miró a los ojos como si el tuviera la respuesta que tanto necesitaba encontrar, quizás no, pero el color de sus ojos, aquella mirada profunda, el contacto de sus brazos la tranquilizaba y le ponía de mejor humor del que tenía cuando había llegado.
  20. http://i.imgur.com/zindcUh.png Hacia muchos, mucho que no veía a su ahijada, ni a sus bebes, pero sobre todo hacia mucho que no se compraba una varita nueva, de hecho, aún usaba la que le había sido comprada por primera vez cuando ingresara a la academia de magia y hechicería, aunque era buena, con un núcleo especial, y una conexión tan intima que era una extensión de ella misma, pero últimamente había estado fallando, hacia que la bruja no atinara en conjuros, lugares, logrando incluso desorientarla o robarse su propia energía. Por esa aquel día, decidió ponerse en manos de una experta, Ariane tenía la mejor y más antigua tienda de varitas, seguramente ella lograría solucionar el problema o recomendarle un sustituto para stark, la verdad no quería desprenderse de aquel trozo de madera, habían pasado tanto juntas, que parecía una abominación el simple hecho de necesitar otra. Sus pasos la guiaron hasta la puerta del establecimiento, de inmediato ingreso al lugar, protegiéndose del calor inclemente del verano, que por aquellos días comenzaba a tempranas horas de la mañana y desaparecía solo con el frescor de la noche. Sus orbes celestes pronto se acostumbraron al cambio de luz y pudo avanzar hasta el mostrador para solicitar la presencia, si era posible de la propietaria. —Hola, Selene, ¿estás? ¿Se encuentra Ariane?— pregunto sin saber si detrás del mostrador se encontraba algun elfo o en la trastienda.
  21. La mujer andaba huyendo de los olores de un lugar de comida al que recién había entrado, aunque todo se veía exquisito, su estomago no resistió la mezcla de condimentos, apenas su olfato descubrió el aroma a jitomates con cebotellas y patatas puso unas monedas sobre la mesa sin haber probado nada de lo que había pedido y salió disparada de allí, si algo detestaba eran las nauseas, eso le restaba fuerza, porque hacia lo imposible por no pasar de la sensación a la acción. —Un servicio, un servicio— susurraba pálida y sudorosa y entonces vio el letrero de la Taberna de la Tía, allí había servicios, es más no tenía que pedir permiso, suponía que trabajaba allí, jo pero hacia mucho que no se pasaba, pero su cuñada no le negaría asilo sanitario, justo ahora que lo necesitaba. Iba tan a prisa que casi choca con una mujer de pelo verde, muy parecida a Lee, la decoradora de interiores de Stilos o ¿era ella? No se detuvo a averiguarlo sino que entro corriendo y fue derecho hasta el mismo. —¡Oh por Merlin!, estoy por pensar que realmente necesito ayuda profesional— decía mientras un par de manos temblorosa se acunaban para recibir el agua de un grifo y empaparse con el la cara y cuello, diez minutos después, pese a un toque en la puerta para que saliera, la rubia, ya compuesta fue a sentarse en una de las mesas. Con la miraba buscaba a su cuñada y rogaba porque no hubiera mucho trabajo que no quería ponerse delantal y ejecutarlo, solo quería estar allí quietecita, protegida y descansar.
  22. http://i.imgur.com/zindcUh.pngFeixac: elfina personal de Cye Lockhart La verdad que no entendía porque su ama le mandaba a llevar aquella caja con botellitas de la última producción del viñedo Lockhart, si la dueña de aquel negocio vivía en el mismo castillo. Sin embargo, no era quien para protestar y además la niña Bodrik era muy buena con todos los elfos, nunca les regañaba y los trataba con respeto, cosa que todos agradecían. Con aire distraído entro a The Arabic Place, dispuesta a cumplir con su misión y de paso saludar a los elfos que allí trabajaban, a los que una vez les dio una mano. Al llegar paso de largo hacia la parte trasera, donde almacenaban las cosas que no eran de uso inmediato, y por supuesto el contenido de aquella caja no podían servirse o disponer de ella hasta que Bodrik lo viera y decidiera qué hacer. Entonces con las manos libres, pasó a la cocina a saludar y fue cuando escucho que alguien llamaba a la bruja. Se asomó detrás de la barra y no veía a nadie, es que esperaba a un mago o bruja de altura promedio, no a una igual. Volvió a escuchar la voz y el nombre del amito Ishaya y entonces salió y se encontró con la dueña de la voz. —Hola, soy Feixac, he escuchado que buscas a la amita Bodrik, ella no está, pero seguramente no tarda en llegar— sonrió pasando su mirada detrás de la criatura para notar que un mago entraba al establecimiento (Dylan) y que a unos cuantos pasos de él como si se hubieran puesto de acuerdo para encontrarse llegaba una bruja (Tais), ambos ocuparon una mesa. —Creo que sería bueno ir a saludar, mientras los elfos de la amita Bo se encargan o ella llega, ¿me acompañas?— le dijo a su igual y se puso en movimiento llegando hasta la mesa de los clientes. —Sean Bienvenidos a The Arabic, ¿vienen a degustar o por algún asunto con los propietarios?— agregó luego de una pequeña reverencia, era mejor informarse primero y no meter las de caminar, eso siempre se lo decía su ama.
  23. Como era de esperarse la bruja daría un pequeño paseo para adquirir algunas cosas que necesitaba, entre ellas, unos guantes propios, no podía andar por allí siendo jefa con los guantes ajenos, más que todo porque seguramente Sagitas en algún momento notaria su falta, era un milagro que aún no supiera que durante todo este tiempo habían pasado de una túnica a otra en las manos de Cye, y como no había mejor lugar para adquirirlos camino hacia el Magic Mall. Cuando llego a la reluciente recepción, no dudo en encaminarse hacia la parte de objetos situada en la primera planta, subió las escaleras disfrutando de la vista, del hecho de caminar sin apuros, aún cuando sabía de antemano que solo podía ir por un articulo, era el último cupo, emitió un suspiro más para llevar aire a sus pulmones que por aquel pensamiento, cuando subió el último peldaño de la escalera pudo ver la puerta y al traspasar la se encontró en una enorme galería, repleta de objetos, todos para ser vendidos a magos y brujas. Lentamente camino por el lugar hasta que encontró lo que buscaba, un par de guantes de piel de dragón, total y absolutamente indispensables para trabajar con objetos de magia indebida. Allá estaban, si, si esos eran, apuro el paso y los observo a detalle, cuando estuvo decidida camino hasta el mostrador ubicado al fondo de la galería para hacer efectiva su compra. —Hola, quisiera llevarme un par de guantes de piel de dragón, solo eso— luego de esperar que fuerar que fuera su turno cruzando los dedos para que no fuesen a decirle que la existencia se había agotado.
  24. http://i.imgur.com/aoAUVIM.png Ante su último comentario el mago la miro enigmático y luego su semblante volvió a ser el mismo de antes risueño, hermoso, ella por su parte no había dejado de mirarle, de bebe de sorbito en sorbito la burbujeante bebida, todo era un juego divino de palabras, miradas, gestos y coqueteos, estaban en público, y aunque la nocturnidad los amparaba, nadie hasta el momento podía decir que no eran correctos. —Si, si, vamos— dijo dejando de lado lo que quedaba de su bebida, después de que pidieran la cuenta y su marido se encargara de esos detalles, la ayudo a cubrirse con el abrigo, Cye observo la pista por un instante, así como las mesas aledañas, había sido una bonita forma de conocer el establecimiento, seguramente esa no sería la última vez que lo visitaran, pero por aquella noche había la velada allí concluía. —Gracias por traerme a conocer el lugar, te amo— le dijo dándole un besito fugaz, antes de encaminarse hacia la puerta y desaparecer entre los transeúntes que por aquellas horas transitaban el Callejón Diagón.
  25. http://i.imgur.com/aoAUVIM.png La noche trascurría de forma maravillosa, se sentía como en un cuento de Hadas con príncipe y todo, así se sintió cuando conoció a su esposo y así se seguía sintiendo después de tres años de casados, las mismas cosquillas, las mismas mariposas en el estomago con su cercanía, si algo había cambiado era que lo amaba más y por supuesto lo conocía mejor, no habían dejado de ser amigos, confidentes, amantes y lo único que les faltaba llamarse era padres, no porque no lo fueran ya por diversas circunstancias de la vida, sino porque aún no habían vivido juntos aquella etapa que seguramente cuando les tocara sería tan especial como el resto de su historia. La canción acabo y volvieron a la mesa, las burbujas hacían cosquillas en la garganta de la chica que bebía despacio, saboreando no solo la bebida, sino los besos, las miradas y por supuesto las caricias juguetonas y encubiertas. —Cenar…¿ tienes apetito?— pregunto la rubia echando el cabello hacia atrás y dejando expuesta toda la línea de su cuello, años atrás no hubiera hecho la pregunta, ni siquiera se le hubiera ocurrido, no con la intensión que llevaba, pero ahora era diferente ambos, al menos ella había aprendido, tenía un excelente maestro. —Si seguro que hay lugares espectaculares, el callejón alberga a tantos negocios nuevos, que debemos proponernos conocerlos y por supuesto— acerco los labios al mago y los roso susurrando. —Ir de compras— Cye seria todo lo que quisieran, pero era bruja y ¿a que bruja no le gustaba ir de compras con los galeones de su marido? era irónica la situación, por lo general a los magos no les importaba desprenderse del dinero mágico, siempre y cuando no tuvieran que desperdiciar tiempo, en cambio a las brujas les encantaraban las compras pero eran más excitantes, si, si, excitantes si lo hacían en compañía de sus maridos y Cye no era la excepción, así que no podía dejar de hacer alusión al respecto. —Jajaja, no importa si hay alguien en casa, tenemos un piso para nosotros solitos— dijo al tiempo que interceptaba una mano traviesa bajo la mesa. —Ahora que lo dices, creo que me está dando hambre— sonrió traviesa y dio otro sorbo a la copa a medio llenar.

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