Llegar tarde a todos lados era uno de sus mas grandes defectos, muchas veces había optado al final por no ir a aquellas fiestas a las que era invitado, no sentía la responsabilidad por cumplir en asistir a aquellas reuniones, con el tiempo creyó que las invitaciones cederían, pero al contrario, en la ultima semana las invitaciones habían aumentado. La noche actual, lo estaba pasando realmente mal dentro de su local, por lo que prefirió salir y despejarse, busco entre sus ropas algún traje de gala, los únicos que aun conservaba era el traje dorado de su boda con Kaori y el traje blanco que usó por mucho tiempo mientras fue mortifago. Ambos estaban pulcros, todo gracias a su esposa, de no haber sido por ella, aquellos trajes se hubiesen perdido como los demás en una de sus tantas mudanzas, tras vestirse con el traje blanco con una camisa negra y una corbata esmeralda se dirigió al lugar donde se celebraría el aniversario 232 de la revolución francesa.
Salió a las carreras de su hogar que no se percato que no se había peinado, pero no le importo mucho, ya que al llegar ninguno de los individuos dentro del salón del coctel había posado sus ojos en su semblante. Así que con mas confianza empezó a mezclarse, vio a muchas personas bebiendo y conversando entre ellos, un par bailando lo que imaginaba era una canción ad-hoc para aquello, siguió mezclándose entre la gente esta vez con una copa de vino en la mano, misma copa que mantendría intacta por si Kaori llegaba a casa esa noche no meterse en problemas.