Thanatos L. Lestrange

Hito 5 Alcanzó a ver las sombras de los últimos rezagados corriendo en dirección. Le hizo señas a Alyssa para conseguir llamarle la atención, la bruja parecía algo malherida. Se concentró en lo que tenían por delante, al fin y al cabo, si ella no podía defenderse deberían ir con el grupo cuanto antes. Aceleró sus pasos, que resonaron con eco a través de toda la habitación rectangular mientras se asomaban al lugar en el que había desaparecido el grupo rebelde, o lo que quedaba de este... - No debemos perder el tiempo. No sé cuántos de esos engendros quedaron detrás. - le murmuró a la pelirroja mientras su trote se convertía en una carrera frenética, surcando los pasillos, sin querer perder de vista a sus compañeros de misión. Al fin vio a lo lejos un arco que daba paso a una sala más amplia que las anteriores. Allí escuchó el murmullo de las palabras - Pensé que esto era otra de esas pesadillas - lanzó con vos ronca, agitando su mano como queriendo espantar una mosca. A medida que avanzaba, se dio cuenta que debería haberse tragado sus palabras. Corrió hacia la sala, pero a medida que intentaba acercarse, la cámara parecía alejarse más y más. Incluso cambiaba de velocidad. Decidió volver atrás, pero notó que Alyssa ya no estaba ahí y otro pasillo de oscuro final se extendía hacia el infinito sin mirar atrás. - Oh no... no de nuevo! - decidió sentarse en medio de la habitación, cerrar los ojos y concentrar toda su magia y sapiencia. Cruzó sus piernas en cruz y alzó sus manos sobre sus rodillas mientras entonaba algunas voces que recordaba haber aprendido en un tiempo lejano. Su calma se convirtió en un cosquilleo irrefrenable que recorría todos los poros de su cuerpo. Notaba el fluir de la magia mientras la concentraba como una energía superadora. Sus pensamientos fueron frenados en seco por flashes de su mente. Las frescas memorias de los cadáveres de sus seres queridos atacándolo le impedían concentrarse con claridad. - Expecto Patronum! - gritó, lanzando a un enorme lobo siberiano que se desenvolvió, dio una vuelta y se situó nuevamente a su lado, como fiel guardián que era.- Tenemos que encontrar la salida, mi amigo.- sin esperar ninguna otra orden, el perro comenzó a iluminar el camino delante del mago. Si él lo guiaba, no podría perderse más. Esperaba encontrar pronto a sus compañeros.

Holi, bueno, vengo a dejar mi noble voto ahre. Na, bueno, la verdad que las dos personas que quedaron son, a mi entender, dos grandes opciones con estilos muy marcados. Si bien creo que no puedo criticar de forma alguna la gestión de Sagitas, más que felicitándola por el trabajo hecho hasta ahora, creo que el recambio le hace bien al rol y a la primera me encontré a Rory en muchos de los canales que facilita mucho las cuestiones a la hora de poder abrir un poco más el juego este que estamos haciendo entre todxs. Sin más, y sin dejar de recalcar que ambas me parecen grandes opciones, votaré por @ Rory Despard . Buenas tardes!

Quién es el demonio más manija, más alegre, más divertido y homosexual de toda la galaxia. Así es, el cumpleañero. Feliz cumpleaños, joven de nick verde. Que la Trifuerza te acompañe en este año tan emocionante que tenés por delante y que la pandemia se abra un poco -aunque no tanto como las cosas que andas abriendo en castillos ajenos-. En fin, qué placer reencontrarse aquí una vez más después de tanto. Esperemos que este tiempo sea así de divertido como viene siéndolo y estos 40 años te lleguen con juventud. Te quiere, tu tía Chichina ···· @ Ludwig Malfoy

Sacudió la cabeza tres veces. El remedio a veces era más doloroso que la enfermedad... Illidan lo miraba con preocupación. - Sabes que no dejaría que pasara.- metió la mano en el interior de su chaleco y el frasco de aceites esenciales salió a la luz. Lo destapó y aspiró tres veces antes de cerrar. Sus pupilas se dilataron por un segundo y el gris de sus ojos se volvió ambarino.- Maldito sea por organizar estas cosas en luna llena. Parecía que el ambiente se había tranquilizado y las tensiones se habían desvanecido. No sabía dónde estaba Candela después de semejante escándalo, y la chica en silla de ruedas... bueno. Podríamos decir que lo más duro de ella sin duda alguna era la silla de ruedas. El "ataque" que le había generado paranoia a Alyssa no había sido más que un típico berrinche entre Trivianis. - Lo siento, he estado algo estresado estos días. Supongo que tengo que relajarme un poco. ¿Qué tal la Gryffindor? Te trae como lazarillo de aquí a allá... ····················· @ Illidan Black Lestrange

Hito 4Thanatos Snape + Alyssa Black Triviani······································ Notó la brisa de aire que venía de una puerta lateral. Comprendió en seguida que, a falta de pasos, era probable que allí estuviese la fuente de todo ese carroñerío con el que habían osado faltarles el respeto. ¿Mandar un par de muggles mutantes a combatir con magos preparados durante años? Si eso no era pinchar al enemigo, el Snape no sabía qué lo era. En ese preciso instante, mientras se giraba hacia la Triviani a hacerle señas, vio pasar un último rayo. La bruja se retorció un instante antes de, asombrando a su compañero de travesía, erguirse y marchar. - Sectumsempra - el rayo salió ya sin ganas, abriendo en canal los entrecodos de la abominación. De repente notó que el camino se había liberado. ¿Ya estaban tan cerca? Aceleró el paso tratando de distinguir sonidos familiares, voces que reconocer... Le pareció oír un movimiento pero dio por sentado que el flamante colador humano que tenía en el suelo, aún convulsionaba. Hizo señas nuevamente a Alyssa para que le siguiera. ·······································Puntos Mágicos: 20Abominaciones muertas: 1Total de abominaciones muertas por equipo: 12

A veces las elecciones en HL parecen al borde de convertirse en un sorteo de instagram en el que la gente etiqueta hasta a la tía en un concurso de rosarios anuales. Ah malpensaditos leyeron mal?... Ajaaaa picarones. Bueno, en fin, ojalá toda la gente que está pasando a votar siga activando y manteniendo el rol a pleno que al fin y al cabo estamos para eso acá. Por lo pronto, la verdad es que entre las opciones la persona que más activa vi en roles y en actividades externas fue a @ Mica Gryffindor y esta es la razón principal por la que mi voto es para ella. Siempre que hay dudas, actividades, ella está. Cualquier grupo de Whatsapp organizativo y la tenés a Mica ahí apuntalando. Te falta un 3 con proyección para el picadito de las 5? MICA! Tenés una pérdida en el flexible del inodoro y es domingo y no sabés dónde comprar teflón? MICA! *léase con tono de Terry Crews en publicidad de Old Spice* Bloqueo, bloqueo, bloqueo, bloqueo, bloqueo, bloqueo, bloqueo!

Vamoooo, me encanta cuando no son muy difíciles porque me agota mentalmente. Gracias totales. Yo ahí lo terminé y estuvo bastante divertido. Gracias Ludovic por ser el verdadero padrino de todo esto a lo cual llamamos el club de la Trifuerza. También conocido como la Trifuerza Récords, Trifuerza FC, Trifuerza Thunders, Trifuerza Tan Bionica y otras tantas más. En fin, solo rellenaba. Aguante el fernet con coca.

Hito 4Thanatos Snape + Alyssa Black Triviani······································ El retraso que había provocado el licántropo atacando a diestra y siniestra finalmente se cobró el primer traspié. El mago al que había fallado agitó la varita de una manera torpe, casi como si no hubiese usado una en su vida. Su rostro inmutable se mantuvo pétreo mientras de la varita se desprendía un haz de luz. El Snape, obnubilado por el destello repentino, atinó a taparse la cara. El rayo lo pasó por centímetros y fue a dar en el pecho de Alyssa. - ¡Cuidado! - enfurecido se giró y miró con más odio que antes a los autómatas que se acercaban. El que había atacado a la Triviani ya había aprestado la varita para atacarlo nuevamente, pero esta vez el Snape no falló.- Avada Kedavra! - el destello verde le inundó los ojos con la misma fuerza que la electricidad característica de la maldición le provocaba un escalofrío. - Vamos, no perdamos tiempo. ¿Necesitas ayuda para caminar? - mientras extendía su mano en pos de ayudar a su compañera. En ese preciso instante escuchó nuevos pasos. Al final del recorrido vio al ser corriendo hacia él. Corrió en dirección a este y saltó encima de su cuerpo que, desprevenido, cayó hacia atrás con el mismo impulso y golpeó su cabeza contra el frío mármol. Bajo su melena enmarañada asomó una sonrisa de desprecio, aún con una rodilla sobre el pecho del hombre, apuntó su varita a los ojos de la aberración. - Requiem æternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis. Avada Kedavra.- observó cómo la mirada del autómata, hasta entonces perdida, volvía un momento hacia su victimario mientras pronunciaba el lamento del Deitas Requiem, justo antes de perderse en la negrura. ·······································Puntos Mágicos: 20Abominaciones muertas: 2Total de abominaciones muertas por equipo: 11

Hito 4 Thanatos L. Lestrange + Alyssa Black Triviani ··············································································· Mientras observaba los resultados de su seccionatus, Alyssa desbarató a dos que les tomaban la retaguardia. Se puso espalda con espalda con la pelirroja mientras apretaba con fuerza la varita. Alzó su brazo, rígido como estaba y se preparó para nuevas oleadas. - Parece que la única forma que tendremos será averiguándolo.- murmuró Thanatos, agotado como estaba. Había quedado exhausto luego de la tortura psicológica de la cámara de la muerte. No le quedaba mucho tiempo para soportar los embates del enemigo. - Avancemos hacia su fuente. - con paso firme y sigiloso, comenzó a adelantarse con la varita en alto hacia el lugar del que los ruidos provenían. Probablemente se cruzaran otros en el camino, pero eso sucedería de todas formas. Giraron un recodo y apareció un nuevo par. Esta vez el mago lanzó dos rayos casi por instinto. - Avada Kedavra! - el verde se reflejó en sus ojos y emitió unos destellos de viejos recuerdos. El cuerpo cayó y la adrenalina recorría desde su cabeza a la punta de sus pies. Una vez más se estaba poseyendo de él esa nostalgia abrasadora.- Avada Kedavra! - esta vez sus cavilaciones le hicieron fallar al objetivo. El rayo pasó casi rozando el hombro derecho de la abominación, dio contra el techo y salió rebotando unos metros hacia delante hasta desvanecerse. ·······································Puntos Mágicos: 20Abominaciones muertas: 1 Total de abominaciones muertas por equipo: 9

Hito 4 Thanatos L. Lestrange + Alyssa Black Triviani ··············································································· - Parece que ya nos descuidamos demasiado - sentenció el Snape mirando a su alrededor. El lugar estaba deshecho, y aquí y allá había restos de encarnecidas batallas. Los hechizos habían hecho añicos parte del antes impoluto departamento, destrozando las paredes de mármol y el ínfimo decorado que las surcaba.- ¿Pero qué m*** está pasando aquí? El quejido del final se hizo eco a la distancia. Notó su error y tragó saliva mientras apuntaba a los pasos que ahora golpeaban el suelo, acelerando diligentemente al tiempo que subían en volumen. - Ahí vienen. - al fondo del pasillo, doblaron el recodo un par de abominaciones, vestidos igual que los ya caídos. Al verlos en el haz de luz, comenzaron a lanzar rayos hacia el dúo. Tomó a Alyssa por el brazo y la corrió tras una columna. Asomó la varita y sin un destino claro pensó.- Seccionatus - las medias lunas recorrieron el aire cortándolo. El silbido se detuvo en seco para dar paso al gorgoteo de gargantas cortadas intentando respirar. Había acertado. Los rayos pararon un instante. Al asomarse, vio que los dos magos de adelante habían caído y algunos de los que corrían tras ellos se ocultaban tras sus cuerpos muertos mientras seguían avanzando. ·······································Puntos Mágicos: 20Abominaciones muertas: 2 Total de abominaciones muertas por equipo: 6

Hito 4 Thanatos Snape Alyssa Black Triviani ······································· La puerta se abrió ligera y del pasillo llegó una brisa helada. Algunas antorchas apagadas habían vuelto el departamento en una mazmorra escalofriante. El silencio, casi mortuorio, acuchillaba los nervios. Sus pasos al adentrarse hacían eco, una respiración a no mucha distancia de allí lo alertó. - Lumos - murmuró mientras alzaba la varita a la altura de sus ojos. Notó una cabellera rojiza y descubrió que se trataba ni más ni menos que de la viceministra italiana. Estiró una mano para ayudarla a enderezarse. Volver a tratar con personas vivas era algo que a uno le engrandecía el espíritu. - Ese cabello ha visto tiempos mejores, señorita Triviani. De todas f... - su cabeza se inclinó para adelante en el momento en que recibía de lleno un golpe en la nuca. Rodó en el suelo antes de ver a una de las abominaciones sobre él. Con su mano derecha sostenía aún la varita, atrapada para no apuntar, mientras que su mano izquierda contenía el ataque. Con una habilidad digna de su juventud, soltó la varita y, mientras giraba su cuerpo, golpeó al engendro en las costillas. No salió ningún ruido más que aire de ese ser, pero el impulso le dio el tiempo suficiente para estirar su mano hacia la varita de nuevo. Cerró los ojos por el esfuerzo. - Sectumsempra. - incluso a través de los párpados logró ver el destello verde. Sintió como el cuerpo, abalanzado por encima suyo, caía con todo su peso, convulsionando mientras su sangre empapaba la túnica del mago. Le quitó el aire por un segundo hasta notar que otro se abalanzaba por la espalda en dirección a Alyssa - Avada Kedavra! - el rayo esta vez se mostró en todo su esplendor. Una ráfaga de venas luminosas que se entrelazaban en camino a su víctima pasó a solo unos centímetros de la pelirroja y se estrelló de lleno en el pecho del mutante, que abrió sus ojos con sorpresa justo antes de desplomarse como un muñeco de trapo. - Tenemos que seguir. - apuró a la bruja, agitado, mientras se sacaba el mutilado cuerpo de la abominación con algo de asco - Tenemos que encontrar a los otros... Tergeo.- con un movimiento de la varita, limpió los restos de sangre que bañaban su ropa. ······································· Puntos Mágicos: 20Abominaciones muertas: 2

- ¿Las Reliquias dices? - el licántropo se frenó en seco. Durante su estadía en Hogwarts había vigilado de cerca esa posibilidad. - He escuchado decir algunas cosas sobre su destino... pero si tuviese que creerlas todas, tendríamos once varitas de saúco; unas quince capas, las cuales casualmente no lograron librar a sus portadores del ojo curioso, y más piedras de la resurrección que caracoles en la playa. Lanzó una risotada, mientras su sarcasmo aplacaba el destello que emanaban sus ojos al hablar de ello. En su séptimo año de colegio habían trazado con dos amigos un mapa de posibilidades en los que la Piedra de la Resurrección podría haber terminado su viaje. - Gracias a un compañero de Hogwarts... Su hermana había muerto en un entrenamiento de Quidditch en el que todo salió mal. - suspiró con tristeza.- Él trazó un mapa de probabilidades de encontrar la piedra. Hizo preguntas, encaminó su estudio y finalmente decidió que la piedra era inencontrable. Su último rastro posible es que haya terminado como un Horrocrux de Voldemort y, por ende, destruida.

Hito 3 - Escapando de la Cámara de la Muerte - Requiem aeternam, dona eis domine et lux perpetua. Luceat eis. - El canto se intensificaba mientras los sentidos del licántropo vacilaban en su forcejeo mental por mantener la conciencia. Notó sus garras apretando su sien mientras intentaba hacer que frene toda aquella locura. Miró el velo al que lo arrastraban las manos gélidas entre harapientos ropajes. Reconoció incluso algunos anillos mientras su espalda rebotaba contra los escalones. ¿Cómo había llegado allí? Recordaba el momento en que se había sacado de encima a los inferis pero parecía estar adormeciéndose por el cántico. Un cántico que, para seguir sumando males, no parecía salir de ninguna fuente cercana, sino más bien de la cámara. ¡La cámara! Sintió una fuerte presión en sus pulmones y comenzó a toser. De su garganta emanaban unos gases violetas. Y entonces recordó. Sabía qué hacía allí y lo que tenía que hacer. Notó que ni Mica ni Ashley estaban donde las había visto, y no parecía haber tanto espacio como para desaparecer sin más. Era solo una psicosis. El calor comenzó a subir por su cuerpo y lanzó un zarpazo que alcanzó a una de las células de energúmenos que lo transportaban. Lanzó otro al segundo. Cayó su capucha y pudo ver, aterrado, cómo uno de los niños del barco que lo llevó a Inglaterra lo miraba... ¿con lástima? Eso solo enfureció más al lobo, que lanzó patadas a diestra y siniestra y se alzó en toda su imponencia. Lanzó un aullido que rebotó contra las paredes y volvió como un eco aún más fuerte. El velo, impoluto, había comenzado a temblar bajo la resonancia del alarido, mezcla de dolor y rabia. Una lágrima cayó sobre su mejilla mientras se encargaba de los que lo rodeaban. Finalmente solo eran cinco. Tres hermanos rubios, los reconocía. Los... Lestrange? - Lysander, Tara y Agatone.- Lanzó con voz de ultratumba. Notó que esta volvía a tomar la forma humana. Comenzó a deslizarse fuera de ese sueño. - Felias, Lucifer... - añadió, volteando a los dos hermanos, que ahora yacían inmóviles ante el encuentro. Sus cuencas vacías se relajaron mientras lo miraban, con una mezcla de tristeza y lejanía.- Gracias... - suspiró.- Lo siento. Adiós. Jamás podría hablar de lo que había pasado allí dentro. Aún sus ojos derramaban lágrimas, aunque ahora no sabía si provenían de sus emociones o del gas, que comenzaba a dispersarse. La cámara parecía vacía, ya ni los fantasmas del pasado podrían hacerle daño pero... ¿dónde estaría el resto? Alzó la varita y sintió el hormigueo característico. Tomó el pomo de la puerta y se abalanzó a lo desconocido. Nada podría superar el horror vivido. Y alguien debería pagar dolor por dolor...

Hito 3 - La Sala de la Muerte - ¿Qué hacen?! YA BASTA! - El licántropo los empujó a ambos hacia atrás y se quedó observando como sus cuerpos se estiraban y doblaban en contorsiones irreales, casi como marionetas. Sus articulaciones giraban en modos que la vida no les permitía... Se levantó y al enderezarse notó que su nariz comenzaba a estirarse.- Oh no... El calor de sus mejillas le indicaba que la pelambre comenzaba a aparecer. Sus dedos se estiraban frente a sus ojos y notaba cómo sus botas se partían en dos bajo la presión del animal. Escuchó unos ruidos detrás de él y se encontró con otros miembros del desaparecido Deitas Requiem. Lo miraban todos quietos, pululando como entes en el vacío. En un silencio sepulcral digno del velorio más cuidado. Un paso hacia él. Notaba cómo la conciencia iba y venía. No podía dejarse dominar por el lobo. Sabía que no sería nada bueno para el resto de los que había visto en la sala... y en ninguna sala. <<¿Qué sala?>> Le preguntó una voz en su cabeza mientras la masa de enmascarados se acercaba otro paso, sin titubear. Serían unos diez, acercándose y cercándolo contra sus hermanos, que ahora solo aguardaban. Sus tiempos parecían no preocuparles. La turbación que reflejaban sus ojos parecía solo el acto de horror más grande que conlleva el levantar muertos de la tumba. - Ni un paso más.- su voz sonaba gutural, el hocico le daba otra resonancia y, al salir, solo escapaba un gruñido. Otro paso.- ¡Ya basta dije! - alzó la varita apuntando al grupo, pero esta se había convertido en una burda rama sin poder. La lanzó lejos con rabia y, por un segundo, el lobo tuvo el impulso de correr a buscarla. Pero todavía tenía el control... Todavía.

Hito 3 - Entrando a la Cámara de la Muerte -... descubiertos.- el mensaje llegó veloz a sus oídos como una flecha atravesando el pecho del enemigo. El golpe, casi a destiempo, había recorrido su rostro desfigurándolo. Aceleró el paso y mientras seguía intentando cubrir el espacio de paso, buscó con sus ojos la dirección en la que todos iban. Comenzó a ver a los primeros corredores cuando empezó a andar y al instante ya se había convertido en uno de ellos. Los Redentis no tardarían en aparecer... El camino se ensanchó hasta dejarlos frente al vestíbulo del departamento. Las seis puertas frente a él le indicaban que tenía una decisión que tomar. Corrió hacia el pomo y se abalanzó sobre este mientras lo giraba. Se adentró en la cámara mirando hacia atrás antes de cerrar la puerta. El silencio lo envolvió todo. Se giró y atinó a ver a algunos de los primeros que habían entrado antes. Vislumbró a Mica y a Ashley, que parecían mucho más lejanas en el sórdido silencio que lo inundaba todo. El ruido de pasos se perdió por completo del otro lado de la puerta, seguido de un leve siseo. Cuando logró ver el origen del silbido, era demasiado tarde. Una humareda púrpura había inundado la habitación en cuestión de segundos. Alcanzó a ver el famoso arco de la muerte, con el velo cayendo entre sus miembros. Frágil. Inanimado. Muerto. La cámara de la muerte era uno de los lugares más escalofriantes que un mago preparado pudiese recorrer. Nada tenían que ver los terrores que allí inflingían los muertos, sino el que el paso del tiempo efectuaba por sí mismo. La inicuidad entre lo que fue y lo que es tomaba nuevos horizontes en el sitio que supo ser testigo de la muerte de uno de los legendarios merodeadores: Sirius Black. - No parece que vayas a aprender mucho de eso.- el siseo con el que pronunciaron las últimas letras lo obligó a girarse, con los pelos de la nuca completamente erizados. El frío de la voz se cerró sobre su cuerpo como un baldazo de agua fría.- Fratello, mi querido fratello... Imaginé más alegre tu bienvenida.- concretada la oración, lanzó un alarido que obligó al Snape a cubrirse las orejas con fuerza. Lo que parecía el cuerpo de su hermano desaparecido cobraba fuerza y se acercaba con paso decidido. - No!! NO!! - su cuerpo temblaba al borde del ataque.- Tú no eres él! - con su mano derecha encontró la varita atada a su cinturón.- Atrás! Por favor, no me obligues a hacer... - no logró terminar la frase porque unos dedos largos y blancos se cerraron sobre su cuello, asfixiándolo con fuerza. La cadena que llevaba este nuevo engendro era inconfundible. Era Luc. Sus cuencas vacías y sin los típicos anteojos le habían deformado las facciones. El Snape comenzó a balbucear.- No... por favor... - el alrededor comenzaba a nublarse. El murmullo se convirtió en un zumbido. El zumbido se convirtió en un cántico: <<Requiem aeternam, Dona eis domine. Et lux perpetua, luceat eis>> repetían en un disonante coro que calaba al ahogado mago que ahora yacía sobre las cuatro garras, casi sin oxígeno. Sus ojos se entornaron y comenzó a recordar a aquellos dos hombres que intentaban acabar con su vida. A dos de sus mayores valores. Los recuerdos cobraron fuerza, incluso aquellos que no estaban ahí... Sabía lo que tenía que hacer.

Infiltrados en el Ministerio, un plato lleno de serpientes en el lugar de la viceministra. El ataque, aunque burdo, de la no-tan-lisiada joven con el champagne. La escalada que había tenido el número de intentos de boicot era superior a lo que había imaginado. ¿Quién querría sacar ventaja de esto? Miró a Ludwig con preocupación y bajó la cabeza. Había tantos sospechosos que no sabría por dónde empezar a investigar. Sin ir más lejos uno de los elfos entró corriendo en ese momento diciendo algo sobre un loco ¡lanzando hechizos a diestra y siniestra! Tomó aire y giró su rostro buscando a Illidan. Lo tomó del brazo y pidiéndole <<encarecidamente sus humildes disculpas>> a su compañera, lo arrastró a un costado, tirando un poco de las galas que ostentaba el Black Lestrange. Trató de que el movimiento no fuese muy brusco, recorrió un poco el trayecto con la mirada antes de asegurarse de que nadie les escuchaba. Comenzó a hablar sin seguir una ruta en concreto, limitándose a mantener distancia de los oídos entrometidos. - ¿Qué está pasando con tu gente, hermano? No estás pudiendo controlarlos y esto puede terminar en una tragedia. Entiendo que te guste su pollera, pero teniendo en cuenta el tiempo que llevas conociéndola, el trance en que te tiene y que casualmente hayamos tenido tres ataques a nuestra cúpula, me resulta sospechoso.- Buscó a Peralta y Santiago con la mirada y una vez más los vio perdiendo el tiempo.- Si no te encargas de que esos agentes cumplan el trabajo que tienen encomendado, puedes decirles que lo mismo que le suceda a la víctima, les volverá a cada uno de ellos multiplicado por diez. El dolor de cabeza estaba volviendo. Miró la ventana del fondo y vio la luna llena.

- ¿Mujerzuelas dices? - rió el Snape ante el divague del rubio - Pero si por lo visto no te has revolcado con una sola falda femenina en... ya no sé ni cuanto.- se preparó haciendo un ademán de cubrirse por si el Malfoy le propinaba un golpe o algo- Nah, solo bromeo, Ludovic querido, estoy encantado de que tomes las riendas de este asunto. Tú y Ashley parecen los únicos dispuestos a realmente trabajar.- Levantó un poco la voz para esta última frase. Veía demasiados intentos de tomar los puestos de mayor jerarquía, pero eso requería de una gestión aún mayor... y esa gestión no se iba a hacer sola. Miraba a Illidan, que parecía algo perdido en la reunión. Sabía que su hermano tenía algo en la cabeza, pero no lograba saber qué era aquello. Se obligó a recordar hablarlo con él luego de la reunión. Todos parecían bastante ajenos al evento de aquella noche, sin embargo era claro que todas esas empresas que llevarían adelante eran de suma importancia. Se levantó la manga al recibir un picor intenso en la muñeca... Allí estaba de nuevo. Una vez más alguien había activado el llamado... y no todos los días convocan a la Trifuerza. Su brazo no había ardido hacía años, al mirarlo, encontró unas runas marcando el horario en que debería responder. Las runas se reflejaron en sus ojos por un instante: La luna, los cambios. Los tiempos de transición comenzaban y se olía en el aire. - El ciclo lunar comienza en dos días. - murmuró abstraído por completo de su entorno. No sacaba la vista de las runas. La segunda era la espiga. El corazón del Snape se encendió sintiendo que la suerte les envolvía. Acompañaba con gracia y optimismo a la luna en una combinación inequívocamente positiva. La que completaba el trío eran los pájaros. Noticias de amigos y familiares. Sabía lo que tenía que hacer. Cuando el tiempo llegara, debería tocar con su varita el tatuaje y podría aparecerse en el punto de llamado. Levantó sus ojos lentamente, observando a varios de sus compañeros. Algunos de ellos eran también miembros de este grupo rebelde antiquísimo pero desaparecido hace años. ¿Habrían recibido también el mensaje? ¿Volvería a alzarse la Trifuerza? Salió de su ensimismamiento y volvió al escuchar la pregunta de Alyssa. Volvió a la realidad. - Se nota que no escuchaste el programa ayer, ¿Verdad, querida? - rió el licántropo.- Illidan tiene toda la información que necesitas, estuvo haciendo gráficas y probabilidades. Deberías haberlo oído. ································································· <<<<<<<<<<<<< Este es Illidan ayer con la info de las elecciones para Ministro. ································································· @ Ludwig Malfoy Triviani @ Lord Cubias @ Illidan Black Lestrange @ Alyssa Black Triviani @ Ashley Emily Black Lestrange M.

Qué cosa linda estos pibes por favor. Bueno, estoy muy contento de participar de este proyecto Triforziano aportando desde mi humilde lugar. No merezco el nivel de compañeros que manejo, así que les agradezco la posibilidad. Gracias Cubias por hacer toda la maldita grabación... que en paz descanse, dejó todo a sus hijos del foro y a una tal Iraida noseque no entiendo bien. Bueno, nada, poco a poco iremos aceitando y se hará menos improvisado pero se nota que hay material y hay estilo por sobre todas las cosas P.D: Queremos dejar en claro que ahora que es furor Yagami "El Samurai" Kenshin tuvimos la primicia.

Holis vengo a dejar mi granito de arena y estos son mis votos: · En primer lugar me gustaría nominar a @ Cillian Ryddleturn . Me parece un personaje muy interesante y ver tanto apoyo hacia él me dio una vuelta de tuerca a lo que quería originalmente. Es un tipo muy activo, cumple con sus roles y tiene buenas ideas. Creo que sería divertido y le daría una buena dinámica al rol como Ministro. · En segundo lugar tengo a la queen @ Alyssa Black Triviani que ahora que está en azul y en negrita me inhibe un poco. Na, la verdad mi voto para ella es porque tiene un personaje que da para Ministra. Puede ser un buen nexo de diálogo entre líderes de bando, que también a largo plazo puede ser super útil al juego en sí y por ende a todxs. Quiero agradecer a Ferreterías Miguel por auspiciar este párrafo. Ferreterías Miguel, tenemos el cosito del coso. · En tercer lugar, voy a nominar a @ Rory Despard . La verdad es que es un gran líder de la orden y al mismo tiempo parece ser off rol una gran jugadora. Se la nota humilde y comprometida con mejorar la experiencia rolística y tal. No sé si tendrá el tiempo porque vi que no aceptaba las nominaciones a líder de la orden, pero si lo hace, ahí va un voto. Y esto es todo por hoy y, así como nos hemos divertido mucho, todo tiene un final. Fue un gusto, nos vamos, nos despedimos. Con Alejandro Fabri, el Ruso Ramenzoni... Chau!

Hito 2 Misión cumplida, pensó avanzando hacia el pasillo que daba al departamento. Parecía que de repente todas las facciones de la magia se habían unido en un grito de esperanza. Los magos y brujas más influyentes del momento estaban apareciendo por cada recodo mientras seguían trazando el camino lo más derecho posible. Miró a ambos lados en un recodo y siseó: - Pasillo libre, avancen, avancen... - haciendo una seña con el brazo, el Snape se colocó atravesando el cruce y cubrió a los que pasaban por delante de su rostro.- No se detengan, hay un puñado de Redentis al otro lado.- El Atrio estaba completamente abarrotado de los autómatas que los buscaban. No podían perder tiempo. Cruzó el umbral y se adentró en el Departamento de Misterios. Recordaba sus épocas como trabajador allí, pero apenas algunas imágenes borrosas quedaban del trabajo en sí, solo la temporalidad transcurrida. El recorrido parecía creado por un psicópata, hacia el lugar más inconcluso y extraño de todo el Mundo Mágico. Si allí los llevaba el inquisidor, no iba a ser una simple misión.

Hito 2 Misión imposible parecía ser la que les asignaron. El tiempo pareció detenerse mientras se adentraban en el departamento de misterios. El velo de dudas sin respuesta que dormía allí, le hacía cosquillear los codos. Suspiró algo apesadumbrado. Sabía lo que sucedía a aquellos que profanaban los secretos allí descriptos, y esperaba no caer ante semejante tortura. Avanzó con el paso firme, cuando vio unas varitas que apuntaban hacia allí. Aparentemente las dos figuras acababan de derribar a quienes podían ser amigos o enemigos. - Shh!! - calló al grupo, mientras se pegaba a una de las paredes, tratando de identificar si podía confiar o no en aquellos que seguían sus pasos a la distancia. Una antorcha salvadora iluminó el rostro de uno de ellos, lo reconoció como Rory Despard, un alto mando de la Orden del Fénix. Lo había visto algunas veces, aunque aún no estaba muy metido en el bando para comprender su posición. El encuentro con el grupo se produjo de manera silenciosa y sin saludos de cortesía. Poco más que un movimiento de cabeza del Snape le dio la bienvenida a los nuevos compañeros. Giró el rostro en el momento en que nuevos sonidos provenían del otro lado del pasillo... La suerte no debía de salvarles dos veces en un minuto. Eso solo significaba problemas. Pensando en evitar ser descubierto, vio las distintas puertas que les rodeaban y optó por entrar en una. Al cerrarla, decidió darse vuelta a inspeccionarla. - Oh no... No, ¡Por favor, no! No este lugar...

Hito 2 Luz blanca e intensa era la que venía del fondo del pasillo. Aún no lograba detectar qué era, era apenas un reflejo de algún poder aún desconocido. El ascensor se detuvo con un chirrido. Al bajarse, notó que la luz que creía peligrosa, era de una de las máquinas de café mágicas que descansaban en la entrada del piso. El silencio era atronador allí abajo, a diferencia del piso superior, allí solo los acompañaba el sonido de la desgracia y el dolor. Habían profanado de una manera tan violenta y desalmada aquel lugar. La violencia que mostraban los hechos hacía que cada mirada fuese un dolor en el pecho del licántropo. Escuchó a Illidan mencionarle algo sobre un papel higiénico en el zapato y al bajar la mirada mientras agitaba el pie, notó que solo era otra de sus bromas. Al levantar nuevamente se encontró con la cara de su hermano roja por aguantar la risa... no era el momento ni el lugar para largar una carcajada. Podía ser tan peligroso como lanzar una flatulencia sonora. Un movimiento en falso y estarían en grave peligro. Se acercó un poco al rubio y le murmuró casi insonoramente: - Este sitio parece casi tan alegre como el velorio del tío Ricardo.- era el día más triste que recordaba en su vida. La gente lloraba a cántaros. Todos amaban a su tío Ricardo.

Hito 2 Escombro. Eso era todo lo que veía cuando miraba a ambos lados. El Ministerio parecía una especie de pocilga, algo le recordaba al Coliseo, en su magnificencia y lo ruinoso de su estado. Miró con preocupación, sabía que era probable no salir todos vivos de aquella empresa, pero debían intentarlo. Sabía que de su intento dependía la vida no solo de Toloveus, sino también de la sociedad mágica que conocían. Había visto lo que sucedía si no hacían algo al respecto... Mantuvo la varita en alto, caminando hacia atrás para controlar la retaguardia. Al fin y al cabo estaban yendo a la boca del lobo. Estaba tranquilo porque sabía que sus compañeros de aventura eran duchos tanto con la varita como mentalmente. Si alguien podía detener al Inquisidor, era ese dispar grupo de magos y brujas. Siguió al resto al interior del ascensor. El Atrio les esperaba. El tiempo de espera dentro de los ascensores, sabiendo que al final del trayecto podrían encontrarse con otro escenario como el de recién... Había vivido situaciones más tensas, pero sin lugar a dudas este momento era un punto de inflexión. Aún más difícil que aprender a pronunciar sin errores la palabra paralelepípedo.