Roxanne Rambaldi

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Yo, Roxanne Rambaldi, certifico que Alba Black, realizo el Examen de aparición y lo aprobó satisfactoriamente, por lo que por medio del presente memorándum solicito la edición de su ficha.

Roxanne Rambaldi

Roxanne hizo desaparecer el escenario con un solo movimiento de su varita, de un momento a otro, las maravillosas montañas se habían convertido en una lúgubre sala de concreto, lejos de todo el esplendor en la que se transformaba para las pruebas. En realidad el Centro Examinador de Aparición no se comparaba con el Consejo Regulador de Escobas, aunque era agradable inventar nuevos escenarios nada superaba la sensación de volar sobre una escoba en el estadio. La Rambaldi sonrió para sus adentros, pensando solo un momento que habría sido de su vida si en vez de dedicarse a su labor en el Ministerio de Magia, hubiera escogido unirse a un equipo profesional de quidditch.

Negó con la cabeza, aquella fantasía jamás se habría cumplido, sus grandes logros deportivos se veían reducidos a partidos familiares y como máximo, los que rara vez se organizaban en Beauxbatons. Se acercó a la aprendiz de la red flú, la joven Alba, quien radiante se vanagloriaba a los cuatro vientos. Sonrió, pues en parte, también estaba orgullosa de que su empleada hubiera superado la prueba.

—Felicidades, aunque te la puse difícil, lograste terminar la prueba sin un rasguño.—comentó, mientras firmaba el documento que aprobaba su licencia.—Puedes retirarte, pronto llegara tu licencia mediante correo.

Tras la Black salió la directora, pero en vez de dirigirse hacia recepción, fue de una sola vez a su despacho. Tenía tantos pendientes, pensó, mientras contaba mentalmente todas las licencias de vuelo que aún debía enviar.

Rió de buena gana al escuchar el comentario de su hermano, aquello corroboraba que este tenía poco o nulo conocimiento acerca de lo que los directores en realidad hacían. Roxanne si ocupaba parte de su día en el papeleo, pero en general, sus jefas hacían la mayoría de este, y a la Rambaldi solo le restaba organizarlo en sus respectivos lugares. Su trabajo por aquellos días era cubrir los puestos vacíos, cuestión que era más notoria en el Centro Examinador de Aparición que en cualquier otra oficina.

—Estás de verdad, muy equivocado, querido hermano.—comentó, a la vez que con su varita hacía hervir el agua.

Volvió a sentarse en su asiento, y escuchó incrédula como su hermano hablaba de Dorothy. No se imaginaba a su elegante y educada amiga saliendo con su hermano, el rey del caos. Solo optó por sonreír con sorna, no quería destruir las esperanzas de su hermano, y además, estaba curiosa por saber que ocurría si el joven llegaba a concretar la cita con la Currington. Con el sarcasmo propio de la italiana, preguntó a Fokker el dulzor que quería en su café, y cuando este respondió, lo sirvió a su gusto, añadiéndole solo un poco de picante que solo notaría unos segundos tras probar el primer sorbo.

—Aquí tienes, espero que estés satisfecho, seguro tengo una fila de alumnos esperando atención.—comento, fingiendo malhumor, cuando en realidad, esperaba ansiosa la reacción del Crowley.

La puerta se abrió en cuanto la castaña dejo la taza en el escritorio y tras ella, apareció la recepcionista, traía en el rostro la mirada que siempre tenía cuando iba a pedirle socorro y antes de que hablara la Rambaldi ya estaba de pie. Invitó a su hermano a acompañarla, para que este viera, solo si quería, de que se trataba su trabajo.

—Buenos días jóvenes.—saludó, una vez que estuvo en la sala de recepción. Repartió dos pergaminos a dos de los alumnos, Allen y Galery; y solo el de vuelo a July. Cuando todos tuvieron sus papeles, volvió a tomar la palabra.—Tienen dos formularios, el primero corresponde al de vuelo, y el segundo al de aparición. Para dar ambas pruebas han de tener un tutor, han de buscar un mago o bruja que pueda hacerse responsable de ustedes si tienen un accidente. ¿Alguna duda?

Ficha de Identificación Personal:

~ Nombre del examinado:

~ Enlace a su ficha personal:

Consentimiento informado:

La escoba es el único objeto legal como medio de transporte que no necesita ser registrado. Es una de las formas de transporte mágico más utilizada y aceptada en Gran Bretaña, aunque es algo cultural. En el pasado, los magos eligieron la escoba como medio para volar por ser discreta, barata y fácil de llevar.

Los alumnos de RB de la Academia de Magia y Hechicería que hayan sido mandados al Departamento, deberán recurrir al Consejo Regulador de Escobas para realizar el examen. Con esto se sabrá si el mago o bruja está capacitado para manejar el medio de Transportes.

Yo, nombre del responsable, parentesco con la persona examinada, he leído y comprendido el presente informativo.

Firma del responsable

Link de la ficha del responsable. (Ficha, Adjuntando el link a la misma)

 

@ @ @@july riddle

Escenario para AlbaBlack

Es un apacible día de verano, las montañas parecen halagarte con su esplendor y belleza mientras vuelas en solitario a cientos de metros de altura. Es un gran espectaculo, pero de pronto, sientes como la tela del globo aerostatico se desgarra, y sabes, que es una mala señal.

El globo aerostático en el que vuelas empieza a descender, pronto te das cuenta que la fisura esta en la parte superior y es irreparable. Pero, a lo lejos, se puede ver otro globo en el que de concentrarte lo suficiente podrías alcanzarlo y salvar tu vida. Queda poco tiempo, pues el agujero se ha hecho más grande a medida que ha avanzado el tiempo. Una corriente de aire te empuja con rumbo desconocido, enviándote tras una enorme montaña, alejándote del globo. Pero solo debes concentrarte, sabes donde esta y solo debes aparecer en este.

Miró a su hermano a los ojos y negó a sus palabras, en realidad, no quería que le respondiera alguna otra estupidez. Mientras termnaba de atender a Alba sintió como su hermano le tomaba unas cuantas fotografías más, pero la Rambaldi, simplemente, optó por ignorarlo. ¿Qué más daba si le tomaba unas fotos? No podía ponerse a discutir con el Crowley, por lo que tomó la salida más fácil, dejarlo ser. Rió con la suposición del joven, cuan errado estaba sobre el trabajo que realizaba la Rambaldi, sus labores no estaban reducidas al papeleo de la oficina.

—Quizá en otros departamentos sea así, tal vez tus jefes sean así, pero en el Departamento de Transportes Mágicos, todos trabajamos.—explicó, guardando el formulario de Alba en una carpeta.—Y creí que tu estabas cuidando de mi negocio, Fokker, no por nada tienes la habitación en el ático. ¿Quién se ha quedado a cargo?

En verdad le extrañaba el hecho de que el joven estuviera en el Ministerio de Magia, pues cuando no se encontraba en el Concilio de Mercaderes, bien podía encontrarlo en el Magic Coffee. Confiaba en que Dorothy también se preocuparía del negocio, pero ella tenía responsabilidades en el Departamento de Cooperación Internacional, y no estaba segura de cuando estaría libre. Empezó a caminar hacia su despacho, pero el insistente de su hermano no dejaba de seguirla. Y además pedía un café, se preguntaba si ella podría hacerle lo mismo en su respectiva oficina, o solo le daría un portazo.

—Te ofrecería un café si estuvieras cuidando de mi negocio.—murmuró entre dientes, mientras abría la puerta de su oficina y dejaba entrar al Crowley. Pero luego rectifico, esbozando una sonrisa fingida.—Hermano, mi hermano preferido y el único que tengo. ¿Cuántas de azúcar?

Buenas familia.

Emilia es una lástima que decidas dejarnos, pero si así es tu decisión no tengo nada más que decir, espero que disfrutes de tu vida rolera en la familia a la que te vayas a unir: le pedire a Heliké que te quite del árbol, y tu no olvides pedir los cambios correspondientes en tu ficha y bóveda. Saludos, y de nuevo, mucha suerte, seguro nos vemos por otro ladito foril ^^

Asintió lento y pausado mientras escuchaba la respuesta de la joven. La profesora Sinistra era conocida por todo Londres, pues su trabajo en la escuela de magia había sido excelente y además, era muy querida por sus estudiantes. También reconoció a Ptolomeo, ilustre astrónomo en el que muchos magos modernos basaban su investigación. En su rostro se formó un gesto de admiración, a pesar del carácter de la joven y su último comentario de los muggles, era una excelente aprendiz de astronomía que tenía por delante un gran futuro.

—Correcto, junto a ellos también tenemos a George von Rhetivus, único alumno de Copérnico, y del que quizá hayas visto algún retrato en Hogwarts.—añadió, señalando al maestro del mago.

Quitó los retratos de todos los magos a excepción de Ptolomeo, junto a él colgó una serie de constelaciones, unas más conocidas que otras, pero todas descubiertas por el mago del pergamino.

—Aquí están representadas todas las constelaciones vistas por el astrónomo que recientemente has nombrado.—empezó, mientras se acercaba al pizarron.—Andromeda es quizá la más conocida por la gente en general, pero en realidad, son muchas otras las que conforman. Cygnus, el cisne; Orión, el cazador; Draco, el dragón, son ejemplos de estas magníficas agrupaciones de estrellas. Toma el pergamino de tu izquierda y acompañame.

Roxanne tomó el mapa que tenía colgado y con Katie acompañandola, subió la escalera de caracol hasta llegar a la azotea. Desde allí podían ver toda la Academia de Hechicería, y además los respectivos hogares de las cuatro casas. La torre de los aethonans, iluminada un par de metros por debajo de la torre; el escarlata que recibía a los Dragones de Lancashire; y las respectivas entradas bajo tierra que daban al hogar de los Centauros de Blodwyn y los Tritones del río Wye. Era sin duda un espectáculo maravilloso, pero ninguna de las dos mujeres podía distraerse mucho. Ya era la una de la madrugada, y aún quedaba mucho por ver.

Sacó del armario un telescopio de gran tamaño, que armó justo al lado de un banco para dos. Invitó a la Black a acercarse, y cuando estuvo lo bastante cerca, le enseño como maniobrar la herramienta. Dejo que experimentara, que se habituara y conociera cada resquicio del telescopio; cuando la vio segura, señalo el mapa y dio la instrucción.

—Presta atención.—dijo, empezando su búsqueda por el cielo nocturno. Con un ojo en el lente buscaba la constelación de Centaurus, y tras un minuto, la encontró.—Acércate, con confianza. Aquí esta Centaurus, en el extremo de la Vía Lactea. Ahora es tu turno, escoge una constelación y encuentrala.

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La primera bruja en pasar adelante fue su amiga de toda la vida, Dorothy, quien, en combate cuerpo a cuerpo, derrotó a la bludger loca que la Rambaldi había embrujado. La segunda, fue su hija Athena, cumpliendo con gran habilidad la misma prueba de la Currington. Cuando la Ravenclaw estuvo en el suelo, llamó a ambas mujeres al frente para darles el resultado de su examen.

—Felicidades. Ambas han aprobado, se les enviara un certificado de su licencia de vuelo en el presente.—anunció, firmando con prolija caligrafía el final del pergamino de cada una de las brujas.—Pueden retirarse.

Las siguió con la mirada hasta que ambas dejaron las escobas en la casa al final del estadio, y cuando desaparecieron, la profesora también lo hizo.

Varias semanas después, se encontró otra vez en la misma posición, en aquella ocasión, las que esperaban eran las alumnas, y no la directora. Kytta las había llevado hasta allí, y tanto Morrighan, como Bruja, esperaban ansiosas a la llegada de la Rambaldi. No podía confiar aún en que la Gryffindor realizara los exámenes, en consecuencia, las jóvenes se habían visto en la obligación de aguantarse una espera que se alargó por casi una hora. Pero cuando finalmente estuvo en el estadio, el entrenamiento se realizó con total rapidez, ambas mujeres tomaron su escoba y se elevaron los metros acordados sin mayor problema.

—Pueden ir y escoger su escoba, en cuanto hayan decidido, han de venir hasta aquí y realizar la prueba que les corresponda.—explicó, entregando a su vez, un pergamino con la prueba que debían dar dependiendo de su elección.

Con Kytta guiando a las alumnas hacia el Consejo Regulador de Escobas, y una recepción en la que cualquier susurro podría ser escuchado, Roxanne se empezaba a poner ansiosa. No le gustaba que la hicieran esperar, y Luna, en verdad estaba tardando mucho. Tras un largo rato, los ascensores abrieron sus puertas, pero no fue la aprendiz quien salio de allí, sino una figura masculina con una cámara entre sus manos; pensó que sería un periodista de El Profeta, que vendría a hablar con ella, pero para cuando se dio cuenta de quién era, la fascinante maquina fotográfica ya había capturado la faceta más seria de la directora.

—¿De verdad no tienes nada mejor que hacer, que venir a fotografiarme?.—preguntó, escéptica, mientras entregaba la edición del diario mágico a la recepcionista.

Pero su hermano no la dejaba hablar, además de ir a fastidiarla, también se burlaba de ella. Quiso corregir a su hermano, pues el cargo que tenía la Rambaldi no era una jefatura, sino una dirección; pero sabía que sonaría arrogante. Optó por simplemente sonreír de costado, y esperar no solo a la elocuente respuesta que tendría de Fokker, sino también a la llegada de la alumna deudora del formulario. Llegó poco después del Crowley, con el formulario en sus manos.

—Todo en orden, ve hacia la izquierda y espera dentro del Consejo Regulador de Escobas junto a tus compañeras.—respondió, señalando el camino que debía seguir.

Le era extraño la cantidad de clientes que tenían aquel día, Sophie estaba ocupada, al igual que Kytta, y ella misma, tenía aún otra clienta que atender. Alba, quién apenas llegaba al departamento, se dirigía a la recepcionista, pero esta, en un gesto carente de interés, señalo a la directora. Roxanne saludó a la empleada esbozando una sonrisa, preparando desde ya, el formulario de aparición; se preguntó si volvería a trabajar, o solo iba por su examen, en cualquier caso, debía hablar con ella cuando estuvieran a solas.

—Bienvenida de nuevo, Alba.—saludó, entregando el pergamino que le correspondía.— Aquí tienes.

Consentimiento Informado:

La aparición/desaparición es un conjuro avanzado que permite al que lo dice desaparecer de un sitio y reaparecer en otro instantáneamente. Para lograrlo se debe pasar por un entrenamiento exhaustivo y poseer un gran dominio de las 3 D's: Destino, Determinación y Deliberación.

Cabe destacar que el aprobar el examen de aparición es vital dentro de la vida de todo mago, es por este motivo que es tan importante que los alumnos se preparen bien para que rindan un buen examen.

Yo, nombre del responsable del examinado, parentesco con el examinado, de nombre del examinado, he leído y comprendido el presente informativo.

Firma del responsable

Link de la ficha del responsable.

Por medio de la presente, yo, Nick del Examinado (con link a la ficha), autorizo al Centro Examinador de Aparición tramite el descuento de 100 Galeones de mi bóveda (con link a la bóveda) personal por concepto del examen de aparición.

 

Roxanne suspiró, no le agradó para nada el tono con el que su alumna se había dirigido a ella, pero bien sabía la razón por la que la joven estaba enfadada, haberla hecho esperar por dos meses había sido mucho tiempo. Asintió al comentario, mientras dirigía una rápida mirada hacia los oscuros tejados de la Academia de Magia y Hechicería, no deseaba que la Black se llevara una mala impresión de la Rambaldi, pero tampoco era asunto de la joven, saber por la complicada etapa que su padre había pasado en Italia, tiempo durante el cual la matriarca se había dedicado por completo a cuidarlo y ocuparse de la familia en Nápoles, en verdad, la enfermedad lo tenía condenado a la muerte, pero por fortuna, se empezaba a recuperar.

—A veces hay asuntos que se deben atender, y espero que lo entiendas.—resumió, pues no daría detalles de su vida privada.

Para fortuna de la castaña su aprendiz no preguntó nada más, sino que prefirió responder al tema expuesto, primero, contestando a las preguntas de la profesora, y después, explicando la tarea dada en el pergamino. Ambas explicaciones estaban correctas en su totalidad, por lo que asintió dándole la razón.

—Es cierto, pero jamás habríamos descubierto todo lo que sabemos hoy en día sin tantos hombres y mujeres que han dedicado su vida a estudiar el cielo.—comentó, volviendo a colocar un mechón de pelo rebelde, tras la curva de su oreja.—No solo gente sin magia, como Copernico, se han vuelto famosos por sus investigaciones; sino que magos y brujas, tal como Perpetua Fancourt.

Diciendo lo último, extrajo desde la parte inferior de la mesa una replica del lunascopio inventado por la celebre bruja. Invitó a la joven a probarlo, dándole algunas indicaciones que le servirían para manejar con mayor eficiencia la herramienta.

—Este objeto simplifico la vida de los astrónomos, tanto profesionales como aficionados, desde el mismo momento en que se creó.—dijo, y ambas mujeres debían agradecerle a la bruja.

Cuando Katie desocupó el artefacto, lo dejo en el mismo lugar, y volvió a la pizarra. Allí, tenía las ilustraciones de cinco magos de distinta edad y sexo, pero todos compartían una misma afición más que obvia, la astronomía. Si la joven había sido estudiante de Hogwarts, seguro reconocería a la mujer de un costado, brillante profesora e increíble astrónoma, en su vejez, se había convertido en una ilustre personalidad del mundo mágico tras su jubilación; el mago a su izquierda, era nada menos que George von Rheticus, único aprendiz de Copernico, pero también conocido por los estudiantes pues su cuadro, era bien reconocido por su personalidad amable.

—¿Reconoces a alguno?

Recepción. Con @KyttaBlackPerduts@Morrighan McKenna@

Tras entregar los formularios las Rambaldi se quedaron a solas, pero no pasó mucho tiempo hasta que la directora decidiese dejar a la aprendiz es compañía de Gladys para que esta la instruyera en el tema de los formularios. Roxanne, tenía otros pendientes que terminar. Se dirigió a su oficina, y pasó la siguiente media hora enviando notas a Gringotts, y archivando antiguos formularios en sus correspondientes carpetas; pero la secretaria la interrumpió con noticias, las alumnas habían vuelto con sus pergaminos firmados.

Siguió a la mujer a lo largo del pasillo, solo intercambiando una breve mirada. No se llevaban bien, pero desde que la Lockhart había sido promovida a directora, ambas debían pasar más tiempo juntas, y ya se llevaban mejor. Casi llegando al hall del Departamento de Transportes Mágicos, Roxanne estiró su vestido y abrochó en un solo botón la chaqueta gris, tan pronto como estuvo junto a Kytta, esta le extendió los formularios mientras esbozaba una sonrisa.

—Gracias.—murmuró, dirigiendo la mirada a los formularios. Los leyó como una maquina, revisando si habían errores y firmando aquellos que estuvieran en orden.—Todo esta correcto, Kytta, guía a nuestras invitadas al Consejo Regulador de Escobas, espérame en el estadio de quidditch.

Roxanne, aún debía esperar a Lunatica. Apoyada en la mesa de recepción, se ocupó de guardar ambos pergaminos en un archivador, y algo cansada de la espera, se distrajo leyendo El Profeta.

Recepción, con @ @Morrighan McKenna@

Una de las alumnas se acercó a la directora, tímida, y tal vez, albergando algo de miedo por lo que pudiera responder. A Roxanne le causó gracia pensar que ella pudiera causar temor, cuando su esposo siempre le repetía lo adorable que se veía al enojarse; la Rambaldi sonrió ensimismada, y por un momento, se le olvidó que estaba en medio del Departamento de Transportes Mágicos, con tres clientas, su aprendiz y una recepcionista que la vigilaban atentas.

—La firma puede ser de cualquier persona que pueda hacerse cargo de ti en caso de algún accidente, pero no es necesario que sean tus padres, puede firmarlo algún hermano o tío.—explicó, volviendo a concentrarse en su trabajo.

La veinteañera dio un vistazo a Kytta, ubicada detrás de ella, solo para asegurarse que seguía allí, y que no había huído al ver el trabajo que se le avecinaba. Roxanne estaba acostumbrada a que el departamento se llenara de estudiantes a fin de mes, en realidad, le encantaba; pero no sabía si la Gryffindor compartía su opinión.

Una vez que la bludger estuvo libre Alexis se dio cuenta de lo que de verdad se trataba el examen, más que habilidad, en aquel caso era supervivencia. Roxanne no quería estar en su lugar, pues sabía el miedo que debía sentir al tener aquella pelota siguiéndola intentando golpearla. Siguió con la mirada atenta cada giro y movimiento que la joven hacía, cualquier error, cualquier imprevisto, detendría la prueba hechizando la bludger para detenerla y así evitar que la examinada saliera herida.

Pero no necesito de aquello, Alexis en un hábil movimiento, desoriento la pelota, haciéndola chocar contra los aros de quidditch. Las circunferencias se rompieron en mil pedazos, pero la bludger también sufrió severos daños, terminando como un peso muerto en la arena del estadio. Se detuvo un segundo para evaluar los daños, pero al cabo de un segundo, se dio cuenta que no eran tan graves, solo le preocupaba si su pelota volvería a funcionar.

—No habrá ninguna multa, has logrado completar la prueba.—respondió, firmando el formulario de la Miller.—Has aprobado, tu licencia será enviada por correo dentro de estos días. Felicidades.

La siguiente fue Dragona, quien debía completar el complicado escenario que Roxanne había creado para ella. Los obstáculos eran difíciles de sortear, pero era posible. Con los aros, la Rambaldi quedó sorprendida, aunque debía lanzar las quaffles, la joven solo atravesó los aros sin prestarle atención a las pelotas; pero para fortuna de ella, las siguientes dos pruebas fueron completadas con éxito, cuestión que al final, le valió la aprobación del examen.

—Felicidades, has aprobado.—junto con entregarle una copia de su formulario firmado, le regaló una poción desinfladora, útil para heridas leves y moretones.—Bebe de esa poción, te sentirás mejor en pocos minutos.

A continuación Athena e izabnat dieron un paso al frente con la misma escoba en sus manos, una Nimbus 2000. Sonrió a ambas antes de coger una maleta y liberar dos bludgers gemelas, eran exactamente iguales, pero su única diferencia era que una perseguiría a una alumna diferente. Solo debían buscar una manera de confundir la pelota, y con algo de suerte, salir ilesas del examen.

—Pueden empezar.—exclamó, soltando las bludgers.

Despacho de Dirección. Con Kytta y Sophie.

Ambas empleadas lucían sorprendidas por lo seria y ruda que era la directora en esos momentos, pero debían entender, si no usaba aquel tono de voz, jamás comprenderían la importancia del asunto. Sophie fue la primera en hablar, indicando que iría al negocio, y que su empleada estaba ausente; no le sorprendió, también la Rambaldi había notado que Alba ya no asistía al trabajo, y sabía que si no se presentaba en los próximos dos meses debía despedirla por su inactividad.

—Gracias, Sophie, estaré al pendiente de tu empleada.—afirmó, respondiendo a sus palabras con un asentimiento de su cabeza.—Puedes retirarte, suerte en el Callejón Diagon.

Esperó hasta que la Wright abandonó la oficina para contestar a la pregunta de Kytta, quien le pedía información acerca del paradero de Mía, su jefa directa cuando la aprendiz ingresó al departamento. Lamentablemente, la Black Lestrange ya no trabajaba en el departamento, hacia un mes había renunciado sin dejarle constancia de sus motivos.

—Ya no trabaja aquí, por lo que por el momento, seré tu jefa directa.—anunció, levantándose de su asiento.—Si tienes alguna duda, me la harás llegar, y si necesitas ayuda con tu trabajo, solo deberás decirlo.

Recepción, con Kytta y @@Morrighan McKenna @ y @

Entonces invitó a la joven a acompañarla fuera de la oficina, guiándola hacia recepción, quería en primer lugar presentarla a Gladys, pero se encontraron con la sorpresa que un grupo de estudiantes nuevamente pedía a la secretaria los formularios. La mujer de mediana edad ya parecía harta de repetir que debían acercarse al Consejo Regulador de Escobas, pero como siempre, nadie parecía oírla. Hizo señas a la recepcionista para que le facilitara tres formularios de vuelo de la oficina, y chasqueó ambos dedos levantando un brazo, para así llamar la atención de las jóvenes. Para sí rogaba para que aquel grupo fuera más responsable en su examen de vuelo que el anterior, en el que más de la mitad aún debía realizar su prueba.

—Buenos días, mi nombre es Roxanne Rambaldi, directora del departamento; y ella es Kyttara, aprendiz del Consejo Regulador de Escobas.—dijo, presentándose a si misma y a su sobrina. Justo en aquel momento Gladys volvía del Consejo Regulador de Escobas con una pila de pergaminos que entregó a la Rambaldi, esta los repartió entre las alumnas.—Aquí tienen el formulario que deben llenar para presentar su examen de vuelo, han de pedir la firma de un responsable legal, y cuando lo tengan, deben traer el pergamino de vuelta al departamento.

Esperó para responder preguntas, y luego se volvió hacia su aprendiz, solo para corroborar si ella no estaba confundida con el proceso. Aquel sería su trabajo por el momento, luego, cuando lo manejara, pasaría a supervisar exámenes, y finalmente a realizar la parte administrativa, registrando licencias de vuelo.

Resopló con impaciencia, nadie parecía atreverse a dar su examen de vuelo, y por unos segundos se preguntó si ella era la que infundía temor o era la ansiedad de subirse a la escoba la que las detenía a dar un paso al frente. Pero pronto Romina apareció con una saeta de fuego en mano, igual a la directora, a excepción por el grabado con su nombre en el mango de esta. Roxanne asintió a la joven, y con sumo cuidado, liberó la snitch de su caja en la maleta de quidditch.

La alumna empezó realmente bien, dirigiendose directo a la snitch, pero por no ver por donde iba, casi termina golpeándose con el árbol ubicado muy cerca de la puerta de entrada, camuflada entre las galerías del estadio; se recompuso y buscó algún destello dorado con la mirada, y cuando la encontró se lanzó a ella feroz. Le dio caza a la dorada, y llegó con ella a la directora sonriendo de oreja a oreja. La Rambaldi también sonrió, sabía lo emocionante que era atrapar por primera vez la escurridiza esfera.

—Excelente manejo de la escoba, y buena agilidad; pero te aconsejó mejorar tu equilibrio y prestar atención a lo que te rodea.—dijo, mientras firmaba el formulario de la joven.—Lo has hecho muy bien, felicidades, has aprobado.

Le entregó el pergamino a la joven, y con la otra mano le pidió la saeta de fuego, cuando esta estuvo en sus manos, se despidió de la joven. Aún restaba la mayoría del grupo por dar el examen, y ya era el mediodía, apenas lo había notado, pero al ver su reloj, no pudo evitar sorprenderse al darse cuenta lo rápido que había pasado la mañana.

—¿Quién sera la siguiente?

Despacho de dirección. Con @ y @

—No te angusties por eso.—respondió, refiriéndose a la entrada a su oficina.—Solo no lo vuelvas a hacer, comprenderas que hay archivos aquí que son importantes.

Kyttara lucía preocupada, y la Rambaldi comprendía por qué, había estado ausente, y le era desconocido si su jefa la había despedido o aún era parte del departamento. Para suerte de la Gryffindor, los aprendices rara vez eran despedidos, y Mia no mostró mayor interes en la joven, aquello la había salvado de estar cesante. Tenían mucho que conversar, debían terminar de una vez por todas con las ausencias, tan perjudiciales para el equipo que si asistía a trabajar.

—Estaré encantada de escuchar tus explicaciones Kytta si deseas contármelas, pero dame solo un segundo.—dijo, levantando su dedo indice para pedirle silencio. Escuchaba rechinar su puerta, y al darse la vuelta, se encontró con Sophie mirando por un pequeño espacio.—Adelante, toma asiento.

Espero hasta que la Ryddleturn ocupó su lugar para sentarse tras el escritorio, de allí saco un pergamino en el que tenía anotado cada ingreso de sus empleados, aquel día Gladys lo había enviado con la actualización, y parecía como si hubiera adivinado cuando lo iba a necesitar. Según el archivo, la aprendiz no iba a trabajar desde su llegada al departamento, día en el que se presentó a su jefa directa, y luego desapareció; mientras que Sophie se había mantenido ausente en agosto, y los meses anteriores con apenas una asistencia mínima.

—En realidad no es de mi interés las razones por las que no han estado presentes en este tiempo, lo que a mi respecta, es lo que tienen que dar por sus oficinas.—hizo una pausa, mientras guardaba con extrema lentitud el papel en su carpeta.—Nadie ignora que no hay un personal activo en el departamento, por lo que ahora, más que nunca, han de trabajar el doble o el triple para cubrir tanto como si todas nuestras vacantes estuvieran llenas.

Cogió dos carpetas con formularios, cada una rotulada con el nombre de la oficina a la cual pertenecían las jóvenes, y se las entregó empujándolas sobre la mesa. Sophie sabía el funcionamiento de la Dirección de la Red Flú, Trasladores y Control de Calidad al revés y al derecho; pero a Kytta debía enseñarle como hacer funcionar el Consejo Regulador de Escobas.

—Me haré cargo de los exámenes de vuelo, y cualquier trámite que tu no puedas hacer, Kytta, por ahora te enseñare la rutina departamental.—explicó, para luego mirar a Sophie.—En cuanto a red flú... en Cacao Café esperan con un formulario, ocúpate de eso, y luego sería conveniente terminar con el proyecto en que trabajabas antes de tu ausencia Sophie, era en verdad muy bueno.

Con ambas manos sujetando su saeta de fuego Roxanne observaba el desempeño de su amiga Dorothy durante su entrenamiento, y el de la recién llegada Irony, a esta ultima la recordaba muy bien, ella era quien la había mirado de arriba a abajo mientras la atendía en recepción, solo por el hecho de llegar tarde. Pero ya no podía dejarse llevar por sus emociones, tenía que concentrarse en el examen, y así lo hizo. Mientras las jóvenes escogían sus escobas, la directora se ocupo de enseñar como montar una escoba.

A diferencia de Dorothy, que a pesar de serle difícil en un principio luego tomo el ritmo y lo logró. Irony no lo conseguía, y aunque logró agarrar la escoba, su postura sobre la escoba no era la adecuada pues de perder el equilibrio un segundo, caería al suelo sin más remedio. Envió a la Currington por su escoba, para darle toda la atención que la Loveless necesitaba.

—Coloca la escoba en el suelo.—ordenó, mientras la Rambaldi hacia lo mismo.—Siente la magia fluyendo hacia tu mano, y cuando te sientas segura, invítala a subir.

Hizo énfasis en que su trato fuera amable, pues había visto como escobas "enfadadas" se vengaban de quienes querían volar sobre ellas con un severo golpe en el rostro. Roxanne tuvo su escoba en su mano, y mientras esperaba el mismo resultado de su alumna, vio aparecer a Dorothy y Dragona con su elección en mano, pero a ambas tuvo que hacerlas esperar unos minutos. Junto a Irony se elevo solo un metro, y pasados unos escasos segundos descendieron hasta tocar el suelo con los pies.

—Sigue practicando hasta que lo logres, suerte.—animó, cuando pasó al lado de ella al dirigirse a las mujeres que la esperaban.

Les dio la bienvenida otra vez al estadio de quidditch y evaluó sus escobas, Dragona había escogido la Flecha Plateada, o como a la directora le gustaba llamarla para sí, la misteriosa, pues con ella los estudiantes se arriesgaban a una prueba sorpresa. Mientras tanto, Dorothy había optado por una Nimbus 2000, famosa en su tiempo, y la envidia de muchos cuando recién aparecía en el mercado; en la actualidad era otra más de la colección, pero no por eso dejaba de ser un excelente instrumento, aunque muchos la descartaban por ser de la década pasada, para Roxanne aún era una de las mejores escobas inventadas.

—Dragona, tú vas primero.—anunció, mientras subía unos tres metros en el aire e invitaba a la joven a imitarla.— La prueba que debes superar es atravesar el circuito.

Bajo sus pies Roxanne había hecho aparecer aros como los del estadio, pero a una escala más pequeña equipados con una red y protegidas por la misma directora, cuando las tres quaffles estuvieran en las canastillas podría pasar al siguiente desafío. La segunda fase sería atrapar la llave azul entre muchas de colores, la cerradura de la puerta se abriría solo con esta. Y para finalizar debía ser ágil como un ave para atravesar el laberinto lleno de insectos del tamaño de un balon con veneno paralizante. Solo tenía una oportunidad, y ya era hora de empezar. La Rambaldi tomó lugar como guardiana y espero a la alumna.

Cuando el examen finalmente termino, volvió a las galerías para llamar a Dorothy. El examen de la Westrong consistía en esquivar una bludger loca, le dio un espacio de un minuto para tomar posición, mientras la directora sacaba la pelota de la maleta y la golpeaba con su bate en dirección a su amiga.

Observó a sus alumnas realizar el entrenamiento, algunas eran más diestras que otras, pero al final, fueron cuatro las que completaron la primera fase, y quienes podían pasar a escoger su escoba. La primera en bajas de la escoba fue Dragona, con una ejecución casi perfecta; le siguió Romina, quien se atrevió por la saeta de fuego cuando descendió de su barredora; Alexis no se quedó atrás y también ella se sumó al exclusivo grupo; finalmente su hija Athena fue la que completó el entrenamiento.

—Ustedes cuatro pueden ir a aquella casa al final del estadio y escoger su escoba, aquí tienen un pergamino con los tipos de escoba y la prueba que darán dependiendo de su elección.—explicó, haciendo volar un papel hasta llegar a las manos de una de las muchachas.—Les aconsejó reflexionar sobre sus habilidades, y dependiendo de estas, escoger una escoba.

Dejo que se retiraran para ensayar otra vez las bases del vuelo con Dorothy e Izabnat, quienes aún se veían complicadas con alzar el vuelo, pero para suerte de ellas, Roxanne disponía de toda la mañana para enseñarles, y una gran paciencia. Se subió otra vez a su adorada saeta de fuego, y dando un golpe en el suelo, se elevó en el aire.

Un nuevo día daba inicio, y por primera vez en mucho tiempo, llegaba tarde al trabajo. No era su culpa, la fiesta en el Magic Coffe había terminado cuando empezaba a amanecer, cerca de las seis de la madrugada, y solo entonces los invitados se habían ido. Roxanne iba a pasos lentos, intentando no tropezar con los altísimos tacones que ocupaba, mientras a la vez, pensaba en lo agradable que habría sido quedarse durmiendo aquel día. Aparte del rostro adormilado, y las oscuras ojeras bajo sus ojos, su apariencia era pulcra y elegante como siempre.

Saludó a Gladys, y esta le respondió seria con un asentimiento de cabeza. La directora siguió su camino, para llegar a su oficina, y encontrarla abierta. Se preguntó si habría sido la recepcionista quien fuera la responsable de abrir su despacho a algún cliente, o uno de sus empleados que se habría tomado la confianza para llegar y entrar.

—Kytta.—murmuró, al verla esperando.—Creí que no te volvería a ver por aquí.

Olvidó por completo el hecho de que había entrado en su despacho, pues en verdad quería hablar con la joven sobre su ausencia, no le importaba tanto el motivo, sino el compromiso que tendría de aquel día en adelante, pues si venía a incorporarse otra vez al departamento, debía de verdad trabajar. Aquello le recordó a Sophie, la jefa de red flú, que tampoco veía hace varias semanas; se preguntaba donde estaba, y cuanto tardaría en llegar a su oficina para explicarle donde había estado.