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Roxanne Rambaldi

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Mensajes publicados por Roxanne Rambaldi

  1. @ @@izabnat @@Alexis Miller @ @Ironía Heartilly @@Dark Dragona

     

    Sus clientas no lucían contentas, y las entendía, pero ellas también debían ponerse en el lugar de la directora. Recientemente la jefa de vuelo había renunciado, y la Rambaldi debió hacerse cargo del trabajo que antes le correspondía a Mía. El examen de vuelo de Dorothy daría inicio en escasos minutos, solo debía llevar al grupo de la Academia de Magia y Hechicería al campo de quidditch para dar inicio al entrenamiento. Cuando la mayoría de las jóvenes se retiraron para pedir la firma de un responsable, se quedó a solas con Kissa, quien aprovechó la ocasión para pedirle ser quien se hiciera cargo de ella si llegaba a tener un accidente durante su examen.

     

    Claro, enseguida lo hago.—dijo, mientras cogía un bolígrafo para escribir sus datos en el pergamino.

     

    Cuando terminó, devolvió el formulario a Athena, quien terminó de rellenar los espacios justo cuando empezaban a retornar sus compañeras de clase. La primera de ellas la miraba furiosa, de forma despectiva; se preguntó si sabría que cargo ostentaba la Rambaldi, y con que facilidad podía causarle problemas en sus estudios. Pero no gasto tiempo en seguir pensando en aquello, recibió los papeles de cada una de las jóvenes agradeciéndoles con una sonrisa en el rostro.

     

    Todos sus formularios están correctos, ahora pasaremos a realizar un entrenamiento al Consejo Regulador de Escobas.—informó, dando media vuelta hacia la oficina.

     

    Para fortuna de las alumnas, el estadio de quidditch encantado, ya estaba listo para operar. Las escobas estaban en su lugar, el pasto artificial limpio, y los aros no presentaban ninguna debilidad. Ahora la aprobación del examen solo dependía de la habilidad de cada una de las jóvenes, y aunque no aprobaran, podían volver a intentarlo solo pidiendo otra cita en recepción.

     

    Off:

     

    Bueno chicas, lamento la demora al contestarles en primer lugar, tuve 2 semanas terribles en el mundo muggle, pero ya ando por aquí. A continuación deberán lanzar dados en el Consejo Regulador de Escobas para evitar malentendidos las instrucciones están detalladas en el primer post, y antes que todo no olviden desactivar el bbcode; en cuanto a su rol, deberán contestar al ultimo rol que hice, que se refiere a las nociones básicas del vuelo. Si aún tienen dudas, solo envíenme un mp.

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  2. Dorothy finalmente había llegado al estadio de quidditch, y la escoba que usaría para el entrenamiento ya estaba en el suelo. La examinada no lucía segura de si misma al enfrentarse al vuelo, por esta razón, Roxanne rogaba para que al menos lograra mantenerse un par de minutos en la escoba, requisito mínimo para aprobar el examen, pues si no lograba elevarse ¿qué tipo de bruja era? Se colocó frente a la joven, con ambas manos sujetando su fiel saeta de fuego, la dejo en el suelo, y cuando se levantó, contestó la pregunta de la chica.

     

    Extiende una mano sobre la escoba, y pronuncia claro y fuerte ¡Arriba!.—diciendo esto, su propia escoba subió hasta su muñeca. La saeta era su compañera desde que estudiaba en Beauxbatons, y su lealtad era inconmensurable, si a la Currington le costaba un poco lograr que la escoba subiera, era comprensible.

     

    Siguieron el entrenamiento enseñando como elevarse un par de metros, patear el suelo bastaba para subir; y para bajar, invitó a su amiga a inclinar suavemente el cuerpo sobre la escoba, hasta poder bajar de ella y poner los pies sobre la tierra. No era tan dificil como muchos creían, solo era cuestión de confiar en si mismo.

     

    Ahora ve y escoge una escoba del armario, según tu elección, realizaras un examen diferente.—explicó, señalando con su mano la pequeña casa al final del estadio.

  3. Con @ @@izabnat @@Alexis Miller @ @Ironía Heartilly @@Dark Dragona

     

    Envió a Dorothy a prepararse para el examen, mientras la Rambaldi iba hacia recepción a dejar el formulario de la Currington para luego registrarlo. Pero se llevo una gran sorpresa al ver a un grupo de jovenes reunidas frente al escritorio de Gladys, esta cada vez que se acercaba alguien a preguntar respondía que se dirigieran al Centro Examinador de Aparición, pero allí no había nadie. Tomó aire, antes de llamar la atención de todos en el salón.

     

    Atención, por favor.—llamó, levantando una de sus manos y alzando el tono de voz.—Todas aquellas que esten aquí por el examen de vuelo, acérquense aquí por favor.

     

    Eran casi todas, por lo que en pocos segundos estuvo rodeada de un grupo de alumnas de la academia. Cogió un pergamino y lo mostró al grupo, lo copió seis veces y entregó un pergamino a cada joven. Se dio cuenta que su hija estaba entre las jovenes, pero no tenía tiempo para hablar con ella en ese momento, por lo que solo le dirigió una tímida sonrisa y siguió entregando los formularios.

     

    Llenen los campos vacíos con sus datos y cuando terminen deben entregármelos de vuelta, los revisare y aquellos que hayan completado correctamente el formulario, podrán pasar conmigo al campo de quidditch para el entrenamiento.—las instrucciones eran simples, y daba por seguro que no existirían errores mayores.—Si tienen dudas, no duden en preguntar.

     

    Ficha de Identificación Personal:

    ~ Nombre del examinado:
    ~ Enlace a su ficha personal:
    Consentimiento informado:
    La escoba es el único objeto legal como medio de transporte que no necesita ser registrado. Es una de las formas de transporte mágico más utilizada y aceptada en Gran Bretaña, aunque es algo cultural. En el pasado, los magos eligieron la escoba como medio para volar por ser discreta, barata y fácil de llevar.
    Los alumnos de RB de la Academia de Magia y Hechicería que hayan sido mandados al Departamento, deberán recurrir al Consejo Regulador de Escobas para realizar el examen. Con esto se sabrá si el mago o bruja está capacitado para manejar el medio de Transportes.
    Yo, nombre del responsable, parentesco con la persona examinada, he leído y comprendido el presente informativo.
    Firma del responsable
    Link de la ficha del responsable. (Ficha, Adjuntando el link a la misma)

     

  4. ¿Como le pedía no acercarse al Castillo Crowley? Si Claudia estaba en problemas, ¿donde más encontraría información? Roxanne escuchó las advertencias de la pelinegra, pero en realidad hacia oídos sordos, no dejaría de ir castillo si llegaba enterarse que su amiga estaba en problemas; tal vez no era la más valiente, ni excelente en hechizos de defensa, pero daría lo mejor de si para cuidarla. Desvió la mirada, para que su compañera no viera la mentira en sus ojos.

     

    Al menos podrías decirme a que te enfrentas.—o ella misma, pues no pensaba quedarse de brazos cruzados.

     

    Pronto se dio cuenta que la Crowley jamás se lo diría, no en aquel lugar, público y a la vista de todos. Tenía la sensación que aquella sería la última vez que la vería, y la asustaba, tanto había perdido que ya no sabía que hacer. Roxanne volvió a mirar a la mujer, y la abrazo sin querer soltarla. Extrañaría incluso sus críticas y mal carácter, suspiro mientras asentía a su petición. No era verdad, pero al menos la dejaría tranquila y no seguiría dándole vueltas al tema.

     

    Lo intentaré, Crowley.—murmuró, alejándose de ella un par de centímetros.—Pero solo si tu también lo haces.

  5. Ya terminado el examen de aparición, Dorothy y Roxanne salieron de la sala empadas de pies a cabeza por la lluvia que adentro había convocado para hacer más realista el escenario. Pero la directora secó a su amiga, y a ella misma, con un hechizo muy simple. La Currington de inmediato pregunto sobre que harían entonces, y Roxanne se detuvo un segundo a pensar, había olvidado lo que tenían que hacer.

     

    Pensó en lo que habían hecho antes de ir al Centro Examinador de Aparición, y recordó las compras que tenían planificadas para aquella tarde, pero eso no era todo, había algo más... Entonces se dio cuenta, aún debían ir al Consejo Regulador de Vuelo, para que Dorothy realizara su examen.Temía por el resultado de la prueba a la que se expondría la Westrong, quién no se subía a una escoba hacia un año o más, en realidad no estaba segura de si la joven había volado sobre una escoba con anterioridad.

     

    Te toca el examen de vuelo, espero que hayas entrenado.—contesto, mientras empezaba a caminar hacia la oficina donde meses antes su primo había sido jefe.

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  6. Con @@Dorothy Anne

     

    No le gustaba la tormenta, pues le recordaba demasiado a su examen de aparición, aquel que había pasado por pura suerte. Era la misma noche oscura, que también le recordaba a la escalofriante cárcel de los mortífagos, en la que más de una noche se encontró acorralada soportando el frío y el viento; pero aquella etapa de su vida la daba por terminada, la directora prefería esforzarse en su trabajo, y aprovechar la magnífica oportunidad que tenía, de dirigir el departamento que primero la había recibido tras su graduación.

     

    La Rambaldi se había mantenido a distancia, escondida entre los matorrales para observar a distancia el comportamiento de su amiga. Lucía asustada, como cualquier otra persona en su posición, pero luego tomó control de la situación. Observó como se concentraba, cerrando los ojos, en un intento por enfocarse en el destino al otro lado del río.

     

    Rogó para que Dorothy llegara completa al otro lado, que de una vez por todas terminara el examen satisfactoriamente y pudieran seguir con la prueba en el Consejo Regulador de Escobas, mucho más fácil que la de aparición según su opinión. Cuando la Currington desapareció, Roxanne se aproximó al lugar donde antes había estado, y tras comprobar que no había quedado alguna parte atrás, siguió a su amiga. Al otro lado del río estaba la joven, empapada de pies a cabeza, pero sana y salva.

     

    Felicidades, has aprobado el examen de aparición.—dijo, haciendo desaparecer el escenario, hasta convertir la sala de paredes grises de concreto, y un helado suelo del mismo material. Formuló un hechizo en el cual la examinada quedó seca, como en un principio.—Acompáñame, creo recordar que aún te queda el examen de vuelo.

  7. No le sorprendía el hecho que la Crowley no se adaptara al Ministerio de Magia, para muchos no era agradable seguir una rutina, y Claudia jamás se había sentido cómoda. Roxanne asintió para sí, bebiendo un sorbo del café oscuro que tenía frente a sí, se quemó, pero no fue aquello lo que le hizo alzar la cabeza con ambos ojos abiertos, sino que fue el comentario de su amiga.

     

    Se iría de nuevo, sin tener una fecha de retorno, como muchos a quienes amaba habían hecho, para nunca más volver. La Rambaldi bajo la mirada, reprimiendo cada insulto conocido en los cuatro idiomas que hablaba. Estaba harta de formar lazos para que cuando menos se lo esperaba las personas desaparecieran para siempre, sin pensar en todo lo que dejaban atrás; y estaba cansada de ser quién debía soportar la espera, . Entonces ocurría con Claudia. Quiso golpearla lo más fuerte que pudiera, de lo furiosa que estaba, pero, ¿que ganaba con ello?

     

    ¿Qué necesitas?.—preguntó, mirando de pronto al elfo de su amiga.

  8. Escenario para Dorothy Anne.

     

    La sala había tomado la forma del río amazonas, caudaloso, en especial en una noche de tormenta. La joven se encuentra en una de madera, débil pues la base podrida no ejercía mayor resistencia contra la corriente; el viento hace crujir la estructura y la lluvia se impregna en cada parte del cuerpo de la examinada. Por si fuera poco la noche es oscura, solo la luz de las estrellas ayuda a vislumbrar un refugio al otro lado del río.

     

    Pero todo se pone mucho peor cuando un trueno se escucha en la noche, y por un segundo todo queda en penumbra y silencio, cuando el estruendo ha pasado, un árbol ha caído frente a sus ojos, destruyendo la casa que la mantenía segura. La corriente amenaza con llevarse las ruinas, y Dorothy no debe pensar mucho, debe aparecer en el refugio del otro lado del río para salvar su vida.

  9. Terminaba de enviar las ordenes de Gringotts cuando Dorothy entregó los formularios, había seguido su consejo poniendola como contacto de emergencia en ambos formularios, que luego de revisarlos, los archivo en una carpeta, dejando dos copias para llevar consigo al Consejo Regulador de Escobas, y al Centro Examinador de Aparición. Negó con la cabeza a la pregunta de su amiga, el examen no era muy complejo, y solo algunos fallaban en su primer intento.

     

    No es tan difícil, solo procura concentrarte.—respondió, levantándose del asiento.—El centro examinador de aparición esta por aquí, sígueme.

     

    Prefería empezar por el examen más corto, ya que el otro requería algo más de tiempo, por el entrenamiento y la elección de escobas. En la oficina solo se encontro a C´Nedra, ya sin la compañía de Nats, la saludó y siguió su camino hasta el salón donde se realizaban los examenes, debía dejar a la Currington fuera unos segundos, para preparar el lugar. Le prometió que volvería en un momento, y cuando lo hizo, tras de ella se hallaba una falsa percepción de un río caudaloso, con una casa de seguridad a la que debía llegar la Westrong si no quería ser llevada por la corriente.

  10. Asintió a las palabras de Dorothy, a sabiendas que sería muy difícil intentar juntar a todos, la razón era simple, no siempre codician en los horarios. Pero la joven se veía más interesada en sus planes de integrarse otra vez al mundo mágico, empezando por trasladarse a un hogar definitivo. Llamó a su elfo doméstico en el momento que la Currington aceptó su oferta, este desapareció tras realizar una pequeña reverencia a su amiga, procurando mantenerse a distancia de Queen.

     

    ¿Aparición y vuelo? Por supuesto, déjame buscar los formularios.—dijo, bajando del escritorio para buscar en el librero dos archivadores, de cada uno, saco un pergamino, y a continuación eligió una pluma de una repisa.— Aquí tienes, puedes ponerme a mí como responsable.

     

    Consentimiento Informado:

    La aparición/desaparición es un conjuro avanzado que permite al que lo dice desaparecer de un sitio y reaparecer en otro instantáneamente. Para lograrlo se debe pasar por un entrenamiento exhaustivo y poseer un gran dominio de las 3 D's: Destino, Determinación y Deliberación.
    Cabe destacar que el aprobar el examen de aparición es vital dentro de la vida de todo mago, es por este motivo que es tan importante que los alumnos se preparen bien para que rindan un buen examen.
    Yo, nombre del responsable del examinado, parentesco con el examinado, de nombre del examinado, he leído y comprendido el presente informativo.
    Firma del responsable
    Link de la ficha del responsable.

     

    Por medio de la presente, yo, Nick del Examinado (con link a la ficha), autorizo al Centro Examinador de Aparición tramite el descuento de 100 Galeones de mi bóveda (con link a la bóveda) personal por concepto del examen de aparición.

     

    Aquí tienes el de aparición, y aquí el de vuelo.—explicó, y no dijo nada más, sabía de sobra que Dorothy era una mujer inteligente y que conocía el sistema de los formularios.

     

    Ficha de Identificación Personal:
    ~ Nombre del examinado:
    ~ Enlace a su ficha personal:
    Consentimiento informado:
    La escoba es el único objeto legal como medio de transporte que no necesita ser registrado. Es una de las formas de transporte mágico más utilizada y aceptada en Gran Bretaña, aunque es algo cultural. En el pasado, los magos eligieron la escoba como medio para volar por ser discreta, barata y fácil de llevar.
    Los alumnos de RB de la Academia de Magia y Hechicería que hayan sido mandados al Departamento, deberán recurrir al Consejo Regulador de Escobas para realizar el examen. Con esto se sabrá si el mago o bruja está capacitado para manejar el medio de Transportes.
    Yo, nombre del responsable, parentesco con la persona examinada, he leído y comprendido el presente informativo.
    Firma del responsable
    Link de la ficha del responsable. (Ficha, Adjuntando el link a la misma)
    Por medio de la presente, yo, Nick del Examinado (con link a la ficha), autorizo al Consejo Regulador de Escobas tramite el descuento de 100 Galeones de mi bóveda (con link a la bóveda) personal por concepto del examen de vuelo

     

     

    Extendió ambos pergaminos sobre la mesa, mientras la directora ocupaba su sillón de cuero tras la mesa de roble. Mientras esperaba que su amiga terminara de rellenar los pergaminos, Roxanne se ocupó de redactar la carta que tenía pendiente para Gringotts, en que detallaba cada descuento que debía hacerse por trámites del Departamento de Transportes Mágicos.

  11. Al final, Dorothy aceptó su oferta, y Roxanne suspiró aliviada, temía que la joven no cambiara de opinión, y siguiera viviendo en una habitación junto a su mascota. Se fijó en lo pequeña que era la perra, y supo que se llevaría de maravilla con Lupe, la lobezna de tan solo tres meses que tenían en la Mansión Rambaldi. Se acomodó el vestido antes de volver a sentarse en su escritorio, observando, o más bien vigilando a Queen, no quería que esta se impacientara y empezara a arañar los muebles.

     

    Me he distraído un momento, ¿Decías algo sobre nuestros compañeros de la academia?.—con la positiva de la joven, la Rambaldi se tomó un segundo para recordar.—Soa estuvo en Londres hace unas dos semanas, salimos a bailar Aaron a un pub del Callejón Diagon, y desde allí no la he vuelto a ver; tu amigo Black Lestrange, me lo encuentro a diario en el atrio, es auror; y Percy, esta casado con Ethiane, y tiene unos hijos adorables, a los que dedica todo su tiempo.

     

    Todo parecía de verdad perfecto, pero eso era solo lo que Roxanne sabía, a menos que se reuniera la familia Myrddin, la directora no tenía oportunidad de hablar con el Ryddleturn; con Aaron solo cruzaban un saludo de cortesía camino a sus respectivos departamentos; y con la Evans solo había compartido unas pocas horas.

     

    ¿Sabes? Podría decirle a Owen que traslade tus pertenencias a la Mansión Rambaldi, mientras él se encarga de eso... ¿No quieres comenzar con las compras?

  12. Intentó sonreír a su amiga, pero le costaba no entristecerse al saber que no había estado con ella en aquellos momentos. No se enojaba, ni la culpaba por haber estado en América durante aquel año, ella necesitaba un respiro de Ottery, como todos en algún momento. Asintió a la idea de Dorothy, era mucho mejor que se comprara ella misma un nuevo armario, significaría un nuevo comienzo, y podría sentirse libre de olvidar el pasado.

     

    Lo de la posada no le agradó en lo más mínimo, no podía aceptar que pagara una habitación cuando había tantas vacías en su hogar. En la mansión podría dejar a Queen correr libre por los terrenos, estaba segura que la perrita se sentiría feliz de tener tanto espacio para ella sola; y Dorothy, encontraría una familia otra vez. Negó suavemente con la cabeza, jamás podría incomodar la presencia de la Currington, además, tenía tantas cosas que contarle, que no esperaba a tener un momento a solas.

     

    No te preocupes por ellos.—respondió, mientras reía por dentro, imaginando la reacción de sus familiares cuando vieran a la nueva, se abalanzarían sobre ella a hacerle preguntas.—Es más, estoy segura que les encantaras.
    Extendió la mano para que Dorothy le devolviera su preciado álbum, y lo volvió a guardar en su lugar; hizo desaparecer los vasos vacíos, y el whisky estuvo de nuevo en lo alto de un estante. Volvió a mirar a la joven, esperando que la respuesta a su siguiente pregunta fuera positiva.
    Entonces... ¿Vivirás conmigo?
  13. Respondió a la felicitación de Dorothy alzando su vaso para brindar, y hacerlo chocar con el de su compañera. Se subió a la mesa dejando en el aire ambos pies, mientras se quitaba la chaqueta tirada sobre su sillón de cuero, detrás del escritorio. Estiró sus brazos hacia el cielo, pensando que contarle primero de todo lo que había vivido. Decidió que primero debía contarle las buenas nuevas, unas que lograrían alegrarla aunque fuera unos minutos. Sacó de un librero un álbum de fotos, el de su boda.

     

    Ha sido un año movido, demasiado.-comentó, volviendo a girar su anillo en su dedo.— Me casé, contra todo pronóstico; me dieron el cargo de matriarca de la familia Rambaldi, de profesora de astronomía y de directora, como ya sabes; también volví a Napoles a hablar con mi padre, y me quedé un mes por allá. Como ves, ha sido caótico, han pasado muchas más cosas, pero ahora mismo no las recuerdo todas.

     

    Se fijó en lo pálida que se estaba poniendo la Westrong, y alzó la mano para que esta le devolviera el whisky recién servido. Le entregó entonces el álbum que antes había tenido en sus manos, la portada era blanca e imitaba copos de nieve y cristales de hielo. Pero las fotografías que contenían era lo más hermoso, todas en un paisaje nevado, iluminado por luces flotantes; otras mostraban escenas de la boda, como la ceremonia, o el primer baile como marido y mujer. Dorothy debía recordar a su esposo, juntos habían estudiado en la Academia de Magia y Hechicería, y también asistido juntos a numerosos eventos como amigos.

     

    Fue muy hermosa, aunque hacia un poco de frío.—dijo, mientras veía a su amiga contemplar las imágenes. Le preocupaba además la situación de la joven, por lo que, aunque aún le molestara la ausencia de cartas, ofreció su ayuda.—Te puedo prestar algo de mi armario. ¿Tienes donde quedarte?

     

    La Mansión Rambaldi estaba llena de habitaciones vacías, y bien sabía que la castaña no podría volver a ninguno de los hogares de sus familias, ambas habían caído en la ruina, y sus miembros, se encontraban dispersos.

     

    Puedes quedarte conmigo, si es que lo deseas...

  14. Realmente había vivido una gran aventura, con un triste final, pero al menos estaba en su hogar otra vez. No se imaginaba lo sola que debía haberse sentido en compañía de la familia de Peter, no los conocía, y se vio obligada a convivir con ellos durante varios días; pero al menos estos le habían dado el suficiente dinero para volver a Londres en avión, aquel transporte en que había obligado a viajar a sus dos amigas en su viaje de graduación. Se terminó de beber su vaso, y cuando servía una nueva ronda, contesto a Dorothy.

     

    Se irá, con el tiempo, se irá.—contestó, mientras volvía a dejar la botella en su lugar.—Y sino, siempre tendrás a tu buen amigo el alcohol para olvidarte de esas penas.

     

    Volvió a beber, esta vez con moderación, recordando que se encontraba en el trabajo y no le convenía para nada que algún cliente la pillara en condiciones de ebriedad. Mientras, esperaba la reacción de su amiga, algo sorprendida por verla disfrutando de algo de whisky.

     

    Es una broma, Dorothy.—murmuró, dejando el vaso vacío sobre la mesa. Sonrió al escuchar el comentario de la Currington, finalmente lo había notado.—Son los efectos colaterales de obtener a la dirección del departamento.

     

    La Rambaldi no disimuló el orgullo que sentía por tener aquel puesto, le había costado trabajo llegar hasta allí, y sabía que se lo merecía, solo restaba mantenerse en él. Se preguntó si la Westrong habría logrado lo mismo que la Lockhart si se hubiese quedado en Londres, o seguiría en su mismo cargo. Seguro eso estaba por verse, sabía que la Dorothy que ella conocía seguía allí, y que pronto se encontraría rondando por el Ministerio de Magia, con las expectativas más altas que nunca.

  15. Había cruzado los brazos, mientras escuchaba la narración de Dorothy. Tenía el mentón alzado, con la vista fija en la punta de sus tacones negros, negandose a mirar a los ojos a quién años atrás había sido su mejor amiga, entonces, no lo sabía a ciencia cierta. La primera parte del relato se parecía a su experiencia en Irlanda, pero a diferencia de la Currington, Roxanne había sido la que los abandonó, cuando las diferencias fueron demasiado grandes para ser ignoradas. La Rambaldi no comprendía porque la Westrong no se había acercado al Ministerio de Magia en Estados Unidos, solo bastaba decir su nombre y pedir ayuda en el Departamento de Cooperación Internacional para retornar a su país de origen, pero tal vez Dorothy ocultaba una parte de la historia, tal vez ansiaba vivir una aventura.

     

    No solo encontraras codicia en el mundo muggle, Dorothy, la hay en todas partes.—dijo, mirando solo por un segundo a la castaña.

     

    Pero ella había encontrado una solución momentánea a sus problemas, buscando un trabajo en un hostal, y como en toda buena historia el amor se hizo presente. Al escuchar acerca de la propuesta la Rambaldi espontáneamente cogió entre sus dedos el anillo de matrimonio en su dedo, y sin ser vista por su amiga, lo hizo girar con cierta aprehensión. Su historia había terminado peor que la suya, y eso caló hondo en su corazón. Dejo de hacer girar la sortija de oro y diamantes, para apoyar ambas manos en el escritorio.

     

    Lamento tu perdida, Dorothy.—respondió, pero seguía enfadada por la perdida de contacto.—Ahora veo porque estás tan cambiada, la última vez que te ví eras...diferente, jamás te hubieras puesto unas converse.

     

    Miró de arriba a abajo a la mujer, mientras sacaba de un cajón dos vasos y una botella de whisky, ya no aguantaba aquella tensión, y con todo lo que le había tocado pasar en aquel año, la bebida había sido una de sus mejores amigas. Ofreció un vaso a su amiga, pero sin esperar respuesta, sirvió en ambos una buena cantidad de licor.

     

    Entonces... ¿Cuándo has vuelto a Londres?.—preguntó, para después beber el primer trago. También estaba interesada en saber el cómo, no debía haber sido fácil.

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  16. La noticia de la llegada de su antigua amiga aún la tenía paralizada, la carta que hasta el momento redactaba se había quedado a la mitad, y Roxanne vagaba por su oficina tocando con los dedos el borde de cada uno de los muebles. Un año atrás había visto por última vez a la Currington, y la Rambaldi pensaba que jamás volvería a verla. Sus emociones en aquel momento era una mezcla de alegría, por ver de nuevo a su amiga; tristeza, pues al fin y al cabo no había recibido noticias de ella en muchos meses; y rabia, no podía evitarlo, la enfurecía el pensar como todos en aquel pueblo desaparecían sin dejar rastro.

     

    Seguro estaría cambiada, quizá no era la misma persona con la que estudió en la Academia de Magia y Hechicería, ni ella misma lo era, que le podía deparar a Dorothy quién había estado durante tanto tiempo alejada de la comunidad mágica londinense. Tras la puerta de roble escuchó los pasos de Gladys, inconfundibles por su su sonido parecido al de los zapatos de tap, junto a ella venía Dorothy, apenas audible. La castaña entro en el despacho de dirección, totalmente cambiada, se preguntó si su amiga estaba enferma.

     

    Su primer impulso fue golpearla, pero no lo hizo. Espero hasta que Gladys se fue para cerrar la puerta y volver a observar a Dorothy, jamás la había visto sin tacones, mucho menos con jeans. Asintió esbozando una minima sonrisa para no parecer maleducada, cuando esta habló sobre su secretaria, era verdad que la mujer no era agradable, y que en ocasiones no sabía expresarse, pero llevar un perro al departamento estaba prohibido y era obvio el disgusto que le había provocado.

     

    Está corta de vista, y es gruñona, pero es una excelente empleada.—respondió, apoyando su cuerpo contra el escritorio, y poniendo una de sus manos sobre su cintura. Roxanne también la había extrañado, pero no lo admitiría con tanta facilidad.—¿Donde diablos has estado?

     

    El tono de la directora no era para nada agradable, tenía inmensas ganas de gritarle todo lo que había necesitado su compañía, y el rencor que sentía incluso a aquellas alturas. Por eso, al preguntarle, solo un murmullo frío, carente de afecto salió de sus labios. Esperaba de verdad que la Westrong tuviera una buena explicación para desaparecer por un año completo. Teniendo a la joven frente a ella, no pudo evitar recordar los planes hechos en sus tiempos de alumnas. Se había perdido su ingreso a la docencia de la Academia de Magia y hechicería, su matrimonio, y su ascenso a la Dirección del Departamento de Transportes Mágicos. Todos el futuro que habían planeado juntas, simplemente no existía.

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  17. Como Roxanne había planeado, sus vuelta al departamento fue tras una semana en el Castillo Lockhart, jamás se ausentaba del departamento por mucho tiempo sin previo aviso, pues sabía que dejarles a las jefas toda la responsabilidad no era aceptable; además, ¿qué haría ella sin su rutina?, en gran parte, la vida de la Rambaldi era el Ministerio de Magia, le gustaba su trabajo, y no se avergonzaba al decirlo. Al ser un día de verano en especial caluroso, la directora optó por un vestido azul corto, sin mangas y de corte recto; tanto el bolso como los tacones eran negros; pero su chaqueta era gris, corta y abrochada con un broche en su cintura.

     

    Fue una suerte encontrar el ascensor vacío, por lo que mientras esperaba que este se moviera, se dedico a leer la portada del Profeta comprado en el atrio, no había nada de su interés, por lo que cuando se abrieron las puertas hacia la recepción, la directora dejo el ejemplar en una mesa y se dirigió a atender a la única clienta en aquel momento. Era su sobrina, a quien había visto por última vez en la Mansión Rambaldi para el velorio de la matriarca. Pero Gladys envió a la joven a la oficina de C´Nedra, y le quitó la oportunidad de ayudarla.

     

    Entonces siguió su camino a la dirección con una mueca de disgusto, el día no se veía prometedor, pero al menos no iba a pasarse las horas que tenía por delante sin hacer nada, aún tenía formularios que enviar al banco y abrir algunas cartas que se amontonaban en su escritorio. La primera que vió fue la que tenía el sello del Ministerio de Magia, era reciente, de aquel día especificamente, y notificaba de los cambios en el personal, aquel mes, solo un despido desde los altos cargos, el de una de sus empleadas del Consejo Regulador de Escobas.

     

    Una menos.—murmuró, preocupada por los pocos empleados que les quedaban en el Departamento de Transportes Mágicos.

     

    Gladys, recepcionista.

     

    La mujer se encontraba bebiendo un café cuando de pronto sintió que el ascensor se abría por tercera vez en menos de diez minutos, aquella vez, una joven con un perro en sus brazos apareció y la secretaria alarmada, se levantó de su asiento con la clara intención de hacerle notar que debía abandonar la sexta planta, pero la castaña siguió caminando hacia Gladys, y esta mantuvo su mirada fija en la criatura que amenazaba con destruir la tranquilidad del departamento. Pero no fue todo, además, quería ver a la Rambaldi, ya vería que diría ella cuando se enterase.

     

    Le diré a la directora que usted la busca, asegúrese que la pequeña bestia se quede quieta o llamare a seguridad para que abandone el Ministerio de Magia.—dijo, mirando con desprecio al canino.

     

    Entonces se levantó, para llevarle la noticia a Roxanne. Pero grande fue su sorpresa, cuando esta algo desconfiada, dio la orden para que la dejaran pasar. Gladys tuvo que volver, resignada a que el perro estaría un rato más rondando por ahí, pero al menos se quedaría en el despacho de Roxanne.

     

    Por aquí.—farfulló, guiando a Dorothy al final del pasillo, donde en una placa dorada rezaba el nombre de la directora.

  18. En realidad no le sorprendía lo que sus compañeras relataban, desde que había oído hablar sobre la rueda de prensa, estaba segura que se convertiría en un evento mediático. Lo de los aurores era obvio, más protegían a los bandos, de lo que cuidaban a los civiles; Roxanne presentía que dentro del Departamento de Aurores debía haber fenixianos y mortífagos por igual, cada uno encubriendo a su bando, sacando provecho de su posición ministerial, un hecho repudiable, pero no tenía más argumento que su instinto para probarlo.

     

    Escuchando la descripción del evento estaba agradecida de tener trabajo en el departamento, eso la había salvado de un enfrentamiento que no le gustaría para nada. Asintió cuando la jefa termino de hablar, estaba de acuerdo con su comentario sobre la beneficencia de la rueda de prensa, aún sin estar ahí, estaba segura que no sirvió de nada.

     

    Ahora imagina lo que publicara El Profeta, Sophie.—comentó, sorprendiéndose a si misma con tal comentario.

     

    Hasta aquel momento no había reparado en lo que el diario tendría que decir de la rueda de prensa, últimamente tal medio solo publicaba sobre bandos, cuestión que a la Rambaldi ya tenía aburrida. Había tantas cosas que ocurrían en Ottery y Londres, como para que solo se centrara en un grupo de criminales. Ni siquiera publicaban las invitaciones de boda, la suya jamás llegaron a ponerla en el periódico, mucho menos realizar el artículo prometido.

  19. Alba se sintió intrigada al escuchar sobre el ataque a su jefa, era aún una estudiante y quiza aún no se entrometía en temas de bandos. Ambas escucharon el relato de Sophie, Roxanne recelosa, sabiendo que bien podía estar modificando la verdad del asunto. Pero una parte era real para cualquier persona, ya no era seguro salir a las calles.

     

    Trabajar en compañía de un auror no era una opción que le agradara, la Rambaldi se destacaba por su independencia, no le gustaba que la protegieran y estar custodiada por una persona, le pondría los nervios de punta. Terminó por asentir a las palabras de la Wright, no sin cierto resentimiento ante una posibilidad más que cercana tras escuchar el comentario de Alba, sobre a lo que había llegado la rueda de prensa. Estuvo de acuerdo con el plan de acción para recorrer los castillos y mansiones de Ottery, y rió cuando la jefa de la dirección de la red flú se quejaba.

     

    Nos turnaremos, siempre debe haber alguien representando la oficina.—respondió, y ya que Alba aún era aprendiz, los turnos se repartirían entre la Rambaldi y la Wright. Roxanne sonreia, le divertía de sobremanera la actuación de su compañera de trabajo, fingiendo estar disgustada.— Alguien tendrá que quedarse a solas mientras las otras van a trabajar a Ottery, no hay más empleados.
    Termino de beber el resto de té que quedaba en su taza, para recordar lo que la había llevado a la oficina, es decir, enterarse por completo de que se trataba la rueda de prensa, y en que había terminado. Dejo a un lado la infusión, agradeciendo la hospitalidad de la pelinegra.
    Entonces... ¿Cómo fue la rueda de prensa?.—preguntó, esbozando una sonrisa que denotaba su curiosidad.
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  20. Mientras escuchaba las disculpas de Sophie, la Rambaldi había colocado entre sus manos la taza y meditaba las palabras de su compañera. Ser victima de un ataque en el horario laboral no era algo extraño, a ella misma le había pasado en su momento, cuando pertenecía a la Orden del Fenix. La Rambaldi se sorprendió a si misma pensando en la posibilidad de que la jefa de red flú fuera parte de algún bando, sabía que ninguno de estos atacaba a neutrales, y eso solo podía significar el crimen que escondía la Wright; pero, ¿y si estaba equivocada? No lo sabría jamás. Muy a su pesar, el Ministerio de Magia estaba repleto de miembros de la Orden del Fenix y mortifagos encubiertos, y nada podía hacer contra ello.

     

    Lamento escuchar esas noticias, Sophie, deberías iniciar una demanda en contra de esos criminales.—respondió, manteniendo una mirada seria.— Es increíble que ni siquiera se pueda salir a trabajar con seguridad, me pregunto a que extremos llegara esta situación. ¿Tendremos que ir custodiadas por un auror?

     

    Volvió a beber un sorbo de té, atenta a la reacción de la jefa. Esta volvió a centrarse en los recorridos, y también lo hizo la directora. Le agradaba la eficiencia de la aprendiz, no solo desempeñaba a la perfección cada tarea que se le asignaba, sino que se proyectaba en el futuro y comenzaba a trabajar por si sola. Miró a Alba, esperando que esta contestara a la pregunta de Sophie.

     

    Sería excelente que ofrecieran los servicios en las familias a las que se les han vencido los servicios.—manifestó, esperando que consideraran su propuesta.

     

    Aquellos a los que se les había vencido el servicio eran clientes seguros, que conocían el trabajo del Departamento de Transportes Mágicos, y que por lo tanto sería más fácil convencerlos de volver a firmar el contrato, pues conocían la utilidad de las conexiones y el hechizo. Pero la decisión estaba en manos de las dos mujeres con quienes charlaba, ella solo guiaba. Alba le contesto entonces, y su comentario la alegró, aún estaba a tiempo de ayudarles con las visitas.

     

    Me gustaría acompañarte, Alba.—sugirió, esbozando una sonrisa amable.— Tal como dice tu jefa, el trabajo de campo es la mejor parte de este empleo.

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  21. Un solo suspiro confirmo las palabras de la Wright, la Rambaldi realmente se encontraba aburrida esa mañana, y para empeorarlo no tenía nada de trabajo pendiente con que distraerse. Si tan solo pudiera irse a casa, se habría mantenido ocupada con algo en su mansión o de compras por el Callejón Diagon, o tal vez en su negocio. Se dejo caer en la silla de ruedas, y giro un par de veces hasta que sintió los pasos de una persona. ¿Sería un cliente?

     

    Para sorpresa de ambas mujeres la aprendiz hizo presencia en la oficina, se veía extrañada de ver a sus jefas tan relajadas conversando, y tenía razones para pensar que algo había ocurrido. Sophie le contestó primero, tranquilizando a la joven con sus palabras, a la vez que comenzaba a quejarse sobre lo abandonado que estaba el departamento; pero la noticia que anunció después la sorprendió, y de inmediato detuvo la silla en la que antes rotaba con lentitud.

     

    Ese proyecto lo empecé cuando yo era jefa, me agrada que lo hayas retomado.—dijo, esbozando una pequeña sonrisa.— Aunque debiste informarme, Sophie.

     

    No era su objetivo regañar a Sophie, pero esta debía comprender que actividades de tal magnitud debían informarle a un superior, en ese caso la directora por si algo llegaba a ocurrir. No quería ni imaginarse la posibilidad de que algún malhumorado patriarca se enfadara con los recorridos, y el reclamo llegara a su despacho, y la Rambaldi, sin enterarse del proyecto; mucho menos quería saber de un ataque a sus empleadas.

     

    ¿Ya han empezado?.—preguntó, a la vez que tomaba entre sus manos una de las tazas que Sophie había puesto sobre la mesa.

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  22. ¿Cuanto tardarían en la rueda de prensa? Se pregunto la directora mientras caminaba rumbo a la Dirección de la Red Flú, la única que había vuelto era la jefa de dicha oficina, y del resto no sabía nada. Cabía la posibilidad de que una batalla hubiera iniciado, y eso nada bueno podía traer. Le preocupaba el estado de los asistentes, pero tambien la posibilidad de quedarse atrapados en el interior del Ministerio de Magia hasta que el conflicto se resolviera; ya antes había ocurrido, cuando se habían encontrado sospechos de la Orden del Fenix en el Ministerio de Magia.

     

    Pasó por recepción, pero allí no se encontraba ni un alma, a excepción de Gladys, a quien saludo con escueto asentimiento de cabeza para seguir su camino. Tendría que preguntar a la Wright sobre lo ocurrido en el atrio, se recordó a si misma. En el interior de la Dirección de la Red flú se encontro con Sophie, quien se encontraba a solas en uno de los escritorios para empleados esperando paciente a que algun cliente entrara.

     

    Buenos días, Sophie.—saludó, sentándose en el escritorio contiguo al de la jefa.— ¿Qué tal tu día?

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  23. La italiana negó con la cabeza, mientras examinaba el menú solo para evitar la mirada de su acompañante. La estirada era la Crowley, siempre altiva y orgullos, pero Roxanne decidió guardarse sus comentarios, no quería iniciar una discusión que seguro las tendría argumentando por horas. Río con suavidad ante el comentario de su amiga, no se imaginaba en la fría fortaleza del colegio norteño.

     

    Por supuesto que habría sido una brillante estudiante, pero Durmstrang es muy helado, ¿no te parece?.—respondió, sonriendo de lado.— Te habría encantado Beauxbatons, el clima es cálido la mayoría del año y el palacio brillaba en todo su esplendor al inicio del verano.

     

    Y además tenían visitas a las playas, se dijo a si misma. No se imaginaba estudiando en un colegio como aquel, en el que según los rumores se enseñaban artes oscuras y además se discriminaba a quienes no descendían de familias de sangre pura. Roxanne se sorprendió al ver como su amiga golpeaba a Hades, cuando este intentaba decir algo de su ama. Un gesto de reprimenda se formó en el rostro de la directora de transportes, a la vez que golpeaba con la punta de sus tacones la pierna de Claudia.

     

    Pero la Rambaldi no tuvo tiempo de hacerle saber lo que pensaba de su comportamiento a la Crowley, porque esta pronto respondió a su pregunta sobre los trabajos. Se preguntaba si se integraría al mundo laboral, o seguiría probando en una u otra oficina.

     

    El Profeta...—dijo, a la vez que pensaba en las posibilidades del trabajo.— Es buena idea, puede ser...

     

    Pasar el día en una oficina era solo para unos cuantos, ni ella misma aguantaba en su despacho más de una hora, era por eso que generalmente se encontraba supervisando exámenes, enseñando a los nuevos empleados lo que debían hacer, o acompañando en algún trabajo de campo de la Dirección de la Red Flú. El Profeta tenía muchas ventajas, entre las que se contaban el estar presente en cada hecho importante que ocurriera, conocer a los famosos, y no estar anclado a un escritorio, era perfecto para personas como Claudia.

     

    Suena interesante. ¿Te postularás este mes?—respondió, tras unos segundos de silencio. En esos momentos un camarero se acercaba para pedir la orden, Roxanne pidió lo primero que tenía en el menú, pues realmente no había leído su contenido.— Solo un café, gracias.

  24. Después de pasar unas dos horas en la Mansión Rambaldi junto a Alba, ambas volvieron al Ministerio de Magia, pero a diferencia de la aprendiz, quien se quedó en el atrio, la Rambaldi siguió su camino hasta el Departamento de Transportes Mágicos. No se sorprendió al verlo vacío, la rueda de prensa organizada por la Orden del Fenix acaparaba la atención de los magos y brujas, y nada podía hacer contra ello, solo le restaba esperar que sus empleados volviesen a la sexta planta y el orden se recuperara.

     

    En recepción esperaba una joven, por su forma de andar y su conducta, debía ser la nueva empleada. Vestía para una entrevista de trabajo, el pelo recogido y pulcra. Roxanne sonrió, seguro le gustaría a la jefa que le tocará ser la responsable de la muchacha. Se adelantó a Gladys, para atenderla ella misma y guiarla con su futura jefa.

     

    ¿Kyttara? Soy Roxanne, directora del departamento.—dijo, a la vez que extendía su mano derecha para estrechar la de la Gryffindor.—Debes ser la nueva empleada del Consejo Regulador de Escobas, ven conmigo, Mia esta en su oficina.

     

    El consejo se encontraba desolado, y no por la rueda de prensa, sino por la ausencia de empleados. Hacia ya bastante tiempo que el departamento se mantenía en pie con la ayuda de solo cinco personas, las tres jefas, la aprendiz de red flú y la Rambaldi. Tocó la puerta, y tras oír la voz de la Black Lestrange en el interior, ingresó a la oficina junto a Kytta.

     

    Buenos días, Mia.—saludó, a la vez que sostenía el pomo de la puerta tras de sí.— Ella es Kyttara Gryffindor, tu nueva empleada, las dejo a solas para que se conozcan.

     

    Salió, rauda a su despacho, aún debía enviar los descuentos a Gringotts y registrar en sus archivadores los servicios de su familia. Esperaba tener a Alba y Sophie en la dirección de red flú lo más pronto posible, no le agradaba tener el departamento sin personal, además a la Rambaldi no se llegaba a confiar del grupo fenixiano, temía por la seguridad de sus compañeras, quienes peligraban sus vidas, si las cosas se ponían peligrosas, una posibilidad mayor, conociendo la lucha de los bandos.

    @KyttaBlackPerduts

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